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CONSIDERANDO:
Por ello:
RESOLUCION N 1709/09
ANEXO 1
MARCO CONCEPTUAL PARA LA ELABORACIN DE ACUERDOS
INSTITUCIONALES DE CONVIVENCIA (A.I.C.) PARA LAS ESCUELAS DE
EDUCACIN SECUNDARIA DE GESTIN PBLICA Y PRIVADA
El presente anexo est formado por tres grandes apartados: el primero propone un marco
conceptual desde el cual pensar el proceso de constitucin subjetiva de los adolescentes y jvenes
que habitan la mayora de las escuelas secundarias; el segundo seala aspectos centrales a ser
tomados en consideracin, al momento de trabajar institucionalmente con la denicin de los A.I.C.;
el ltimo, la estructura a ser tomada en consideracin al momento de organizar por escrito e
institucionalmente los A.l.C.
Este anexo pretende constituirse en un aporte que permitir avanzar cualitativamente en los
procesos de trabajo previstos para abordar la convivencia, desde una perspectiva democrtica y
plural, en el conjunto de las escuelas secundarias de la provincia.
1DUSCHATZKY, S. (2005) Notas sobre la relacin entre escuela y subjetividades juveniles. En Anales de la Educacin
Comn. Tercer siglo, Ao 1, Tomo 1-2, 213-227. (Versin digital)
Aparece entonces la pregunta acerca de qu sucede con la legalidad en las instituciones
educativas. Si se entiende que la ley en el campo de la intersubjetividad no se trasmite de modo
despojado, sino a travs de los adultos, guardianes de la ley (Frazer, 1955) 2 y pasadores de la
cultura (Hassoun, 1996)3, los docentes adquieren entonces un lugar central en las maneras de
habilitar u obstaculizar la relacin que los adolescentes entablan con la ley y los modos en que se
apropian de ella. Las prcticas pedaggicas pueden ser ms o menos signicativas para los
alumnos/as, pero siempre implican una investidura, una carga de signicacin para ellos, un re-
conocimiento de los otros. As, la legalidad que pone a circular la escuela a travs de la mediacin
de los adultos, es un espacio constituyente de subjetividad.
Cada docente es el representante institucionalizado del cdigo escolar y en esto reside su
lugar de autoridad. La relacin docente-alumno, entendida en trminos asimtricos, requiere de
vinculos estables y de una legitimidad que responda a un inters superior.
Sin brecha generacional, sin confrontacin, no hay adolescencia posible. El adolescente
necesita tener frente a s un adulto capaz de soportar el choque de oposicin. Este proceso genera
una forma de violencia cuando esa brecha generacional desaparece y no hay adultos con quienes
confrontar. Al decir de Arendt, se necesitan adultos recreando la cultura del antrin, cultura de la
recepcin de los recin llegados (1996)4. La construccin de legalidades a nivel de la subjetividad
en el mbito escolar, gira en torno a relaciones asimtricas de saber y poder.
Es importante sealar que en la situacin de crisis actual, lo pblico se encuentra en jaque y
la autoridad cuestionada, las instituciones y los sujetos se convierten en espacios frgiles y en
riesgo. As, la crisis en lo social produce un fuerte impacto en las instituciones y en los modos en que
los sujetos transitan por ellas: malestar, sospechas, reclamos, quejas e indiferencia. Se genera as
un suelo indeteminado que sita tanto a los adultos (docentes, directivos y padres) como a los
adolescentes en un mismo plano de vulnerabilidad.
"Los adultos tienen una buena porcin de responsabilidad en las situaciones que generan
disrupciones en las escuelas, desde los lugares en que se encaraman (director, docente, padre) en
torno a la ley. Cuando se deja a los adolescentes sin una legalidad institucional externa en relacin
con la cual organizarse, se le impide organizar su espacio en la institucin. La respuesta se traduce
en este caso como indiferencia.
Encarnando el lugar adulto y la ley, la direccin de las intervenciones docentes se hacen por
su propio bien". No obstante las voces adolescentes piden, sugieren, reclaman, demandan, y
responden con indiferencia, poniendo en cuestin el lugar del adulto y la legalidad institucional. Se
produce de este modo el cortocircuito en el contrato intersubjetivo entre el que ensea y el que
aprende. Cmo pensar este desencuentro? Cundo un docente resulta consistente?
Los ideales institucionales de la escuela demandan aceptacin de la palabra adulta instituida.
En relacin a los desencuentros relatados, se puede interrogar tambin por el estatuto que los
adultos le otorgan a la palabra de los adolescentes: son escuchados? Justamente estos
desencuentros son los que ponen en tela de juicio la trama cotidiana de la institucin educativa.
Para seguir pensando la escuela en tanto soporte simblico que habilita a pensar en un lugar
dentro de la sociedad, en un futuro asociado al trabajo y al ser alguien en la vida, no ha perdido su
ecacia como marca de inscripcin en los adolescentes. No pareciera haber signos de destitucin en
este sentido. Los signicados que los adolescentes le otorgan a la escuela parecen no haber sido
conmovidos. Aquello que haber pasado por la escuela" representa para los adolescentes sigue
dando sentido a su experiencia; sigue apareciendo como un referente activo para pensar-se en el
mundo. Sin embargo, es la vida al interior de las escuelas, en las relaciones entre los sujetos que las
habitan, la que parece haber perdido ecacia en la constitucin de subjetividades pedaggicas.
Los adolescentes denuncian un malestar. Malestar que, en parte y desde su discurso,
aparece asociado a los adultos y a los modos en que encarnan la autoridad, promoviendo nuevas
formas de prcticas de-subjetivantes. Esta cotidianeidad es la que se cuestiona, la que muestra
fugas y fracturas, la que en denitiva parece haber entrado en un proceso de destitucin. Si este
habitar la escuela" -prctica siempre mediada por los adultos- se halla empobrecido en su
potencialidad de producir experiencia en los adolescentes, difcilmente pueda sostenerse que la
escuela an sirva. Lo interesante es que son los mismos alumnos los que, desde su discurso,
sostienen la necesidad de la escuela y su importancia.
Cabe destacar que, en esta etapa, se toma distancia de la forma de pensar y los modelos
establecidos, por lo tanto se habita la posibilidad de pensarse a si mismos y a todo lo que los rodea
desde sus propios esquemas de percepcin e interpretacin. Se produce adems la bsqueda de
El abordaje de algunos conceptos centrales para pensar los A.I.C. (participacin, convivencia,
conicto, autoridad, consenso, normas, sanciones) pueden ser puestos en relacin con tres grandes
dimensiones que atraviesan las instituciones educativas:
La escuela secundaria como un espacio pblico;
La escuela secundaria como una organizacin con nalidad pedaggica, en la que se
desarrollan procesos de enseanza y de aprendizaje;
La escuela secundaria como espacio de relaciones vinculares, en el que interactan Sujetos
de Derecho5, tanto jvenes como adultos.
Pensar en la escuela como espacio pblico, implica por un lado pensar en un lugar donde se
producen, circulan y transmiten conocimientos socialmente signicativos, que estn abiertos a la
revisin. Por otro lado, tambin alude a un espacio donde se construye legitimidad a travs de la
participacin, el consenso y el dilogo. En este sentido, tanto los Acuerdos Institucionales de
Convivencia como los Consejos institucionales de Convivencia, pueden promover una dinmica
institucional de aprendizaje democrtico, en la que tengan lugar el debate, la deliberacin y
nalmente la denicin de acuerdos compartidos. Esto implica concebir la convivencia a partir del
reconocimiento de los derechos de los integrantes de la institucin, respetando las diferencias,
apelando a la participacin y a la bsqueda de consensos para la toma de decisiones tendientes a la
convivencia plural, democrtica e inclusora.
ldenticar a la escuela como una organizacin con nalidad pedaggica, signica pensar en
un sistema de reglas y recursos orientados a una nalidad especca: garantizar los procesos de
enseanza y de aprendizaje, en los cuales se incluyen normas, pautas y modelos relacionales, tanto
entre los sujetos como en relacin con el conocimiento. Por tal motivo, la buena convivencia" es una
de las condiciones necesarias para que se pueda ensear y aprender, a la vez que es un contenido
a ser enseado y aprendido. Desde esta perspectiva, los A.l.C, en su denicin y uso, se constituyen
en una herramienta relevante para el trabajo en el aula.
Por ltimo, pensar en la escuela como un espacio para las relaciones vinculares, convoca a
entenderla como un mbito donde se da necesariamente una trama de encuentros entre quienes
comparten espacios, tareas y tiempos, que no excluyen la presencia de conictos. Si la generacin
5 Desde un enfoque de derechos se concibe a todo ser humano como sujeto de derecho. Particularizando en la escuela
este enfoque conlleva el mutuo reconocimiento de los actores institucionales -directivos, docentes, alumnos, auxiliares,
etctera- como personas con derechos y responsabilidades, no slo con la capacidad de poder hacer sino con el derecho y
la responsabilidad de intervenir en aquello de lo que son parte. Diseo Curricular para la Educacin Secundaria:
Construccin de Ciudadania: 1 a 3 ao. Direccin General de Cultura y Educacin, 2007.
de conictos es propia de las convivencias humanas, entonces el grado de funcionamiento
democrtico y plural de una institucin no est dado necesariamente por la ausencia de conflictos,
sino por las formas de abordaje de los mismos, manifestada en los modos de prevencin, y
reconocimiento, en cmo se los transita, en cules son las formas y criterios de resolucin. Es as
que se constituye en una necesidad avanzar en la denicin y consolidacin de acuerdos que
posibiliten regular las relaciones vinculares, buscando un mayor bienestar para todos los sujetos que
forman parte de la vida institucional.
La distribucin de saberes que la sociedad considera valiosos, la construccin de una
organizacin democrtica con fines pedaggicos y la conformacin de tramas vinculares que
reconozcan las diferencias, lleva a pensar en la vinculacin entre la problemtica de la convivencia y
la incorporacin y aprendizaje de una ciudadana plena, con derechos y responsabilidades. Una
convivencia basada en la construccin de consensos, al facilitar la conformacin de una conciencia
democrtica, contribuir a la formacin ciudadana de los jvenes, as como tambin a su futura
inclusin en el mundo del trabajo y su continuidad en estudios superiores.
Desde esta perspectiva, generar condiciones para la convivencia democrtica, se constituye
en una meta ineludible para una escuela secundaria obligatoria, que tiene por destinatarios a la
totalidad de los/as jvenes de la provincia.
Garantizar la obligatoriedad del sistema: El logro de la obligatoriedad del nivel secundario supone un
desafo de polticas desde diferentes mbitos. Por un lado, la construccin de la obligatoriedad,
pensada como una conquista social, requiere de intenvenciones desde mbitos de decisin y
responsabilidad que estn por fuera de la institucin escolar y desde los cuales se est accionando
en consecuencia. Por otro, en tanto proceso de construccin conjunta de los diferentes actores,
precisa del compromiso por parte de los que habitan cotidianamente sus aulas y pasillos, para
pensar alternativas para su logro. Obliga a pensar en propuestas didcticas institucionales con
capacidad para generar espacios y oportunidades, para garantizar que los jvenes y adultos puedan
ejercer su derecho a una educacin democrtica y de calidad.
Respeto por las Personas con las cuales se comparte la vida en comn, tanto los compaeros como
los adultos de la escuela: La institucin escolar es un espacio donde la religin, el nivel socio-
econmico o la nacionalidad, etnicidad u orientacin sexual no ameritan tratos despectivos. La
demanda de respeto conlleva una demanda de reconocimiento, en la medida que respeto a otros y
espero que los otros me respeten, soy igual y distinto al otro. Esto implica no dar lugar a la
discriminacin y generar espacios y dispositivos de trabajo tanto para prevenirla como para
posibilitar la reexin en torno al por qu del surgimiento de la discriminacin.
La escuela, en tanto espacio pblico que es de todos, debe ser respetada en su infraestructura,
mobiliario y equipos: El dao a las instalaciones afecta la posibilidad de compartir un espacio comn.
La institucin escolar es un espacio pblico, lo cual implica que es de todos y cada uno de los
actores del sistema. Por un lado, su preservacin y cuidado redundan en la oportunidad de que cada
uno pueda hacer efectivo su derecho a la educacin. Por otro, es necesario priorizar el respeto a las
acciones de enseanza y de aprendizaje, teniendo en claro que el accionar de los diferentes actores
de la institucin no puede lesionar el derecho bsico de los alumnos a aprender y de los adultos a
ensear, con todas las actividades cotidianas y que hacen al sostenimiento de las rutinas
escolares.
Jvenes y adultos aportando a la convivencia escolar: Resulta necesario aqu enfatizar acerca de la
necesidad de construir mecanismos en las instituciones escolares, ejercidos por todos los actores, a
n de promover lazos entre la escuela y la comunidad. Estas cuestiones deben ser trabajadas en las
instituciones, con el objeto de brindar a los actores institucionales herramientas e instrumentos para
propiciar el logro de una convivencia basada en el respeto, sin violencia ni discriminaciones,
propiciadora de una cultura participativa, que genere un sentimiento de pertenencia en la escuela
secundaria, en la que jvenes y adultos sean iguales en la diferencia, atento a los roles y
responsabilidades distintas que tienen. Asimismo, es vital asumir la importancia del trabajo docente
para promover la convivencia democrtica en el establecimiento. Es fundamental que exista un clima
de cooperacin entre el equipo docente y progresivos niveles de acuerdo en las estrategias de
abordaje de las situaciones propias de la vida institucional.
Incluir a jvenes y adultos dentro del Acuerdo de Convivencia: Es preciso evitar la conformacin slo
de reglamentos de disciplina, destinados a denir pautas comportamentales exclusivamente para los
alumnos y cuya transgresin puede adems derivar en la interrupcin de su trayectoria escolar.
Asimismo, los adultos quedan por fuera del alcance de estos reglamentos, generndose hacia el
interior de las instituciones circuitos diferenciados, que excluyen a estos ltimos de cualquier
regulacin o posibilidad de opinin sobre el desempeo de sus funciones y de sus modos de
vinculacin entre s y/o con los jvenes; confundindose esto adems con el ejercicio de la autoridad
y la legtima asimetra existente en la relacin enseante-alumno. En todo caso, corresponde pensar
que esa asimetra es s necesario pensarla en trminos de diferencias en las obligaciones de los
adultos con respecto a los jvenes, atendiendo al lugar de cuidado y amparo que los primeros tienen
por sobre los segundos, pero no al servicio de sistemas de privilegios que nada tienen que ver con el
ejercicio de la autoridad, en mbitos democrticos y pluralistas en los que adems se lleva a cabo
una politica de estado.
Los Acuerdos Institucionales de Convivencia deben reejar una concepcin amplia de la ciudadana:
En un estado democrtico, son ciudadanos aquellos y aquellas que comparten la vida en comn,
cualquiera sea su nacionalidad, etnia, religin u otras opciones identitarias 6. Es entonces necesario
establecer una concepcin de ciudadania que preste atencin central a los derechos civiles, pero
que remarque tambin la necesidad de generar un lazo de conanza, un sentimiento de pertenencia.
El conflicto como parte constitutiva de la realidad escolar: Incorporar una visin que considere a los
problemas o desacuerdos no como algo que hay que negar u ocultar, sino como posibilidad para
pensar el modo en que se organiza la comunidad educativa.
Usos y tiempos del espacio escolar: Organizar los usos y los tiempos del espacio escolar de manera
tal que redunden tanto en el respeto de las actividades all realizadas, como en la posibilidad de que
los actores puedan apropiarse de las instituciones a n de generar un sentimiento de pertenencia de
mayor intensidad. En muchas localidades las instituciones educativas son unos de los pocos
espacios que los jvenes cuentan como lugar de encuentro. Favorecer, a travs de asentarlo en los
A.l.C., el uso de sus instalaciones fuera del horario escolar o para realizar actividades particulares
vinculadas a los contenidos pedaggicos (proyeccin de peliculas, teatro, etc).
Separacin y distincin entre violencia e indisciplina: Esto implica intentar no pensar a todo acto de
indisciplina como violencia, pero tambin identicar las mayores causas de la violencia en cada
comunidad educativa. La intencin es pasar de un abordaje de la violencia que tiende a atribuirla
exclusivamente a los jvenes, como si stos fueran esencialmente violentos, para inscribirla en un
contexto particular, en un marco de relaciones entre las personas de una misma comunidad. El
desafio es entonces prevenir en el mbito escolar el ejercicio de la violencia y avanzar en la
construccin de un espacio escolar de respeto y convivencia entre los diferentes actores.
Regulaciones particulares: En cada regin es posible identicar algunas temticas que merecen un
6 Corresponde alejarse de visiones que emparentan la ciudadania nicamente con lo normativo (el estatus legal) porque
no permiten visualizar el proceso sociohistrico de construccin como un entramado conictivo de definiciones de
derechos y obligaciones, de generacin de condiciones para su cumplimiento y de control de su observancia efectiva entre
los sujetos, sus organizaciones y el Estado. Se la entiende entonces en tanto derecho que debe renovarse constantemente
y no como un catlogo restringido de derechos y obligaciones. De esta manera se evita el peligro 'de interpretar la
ciudadania en sus aspectos meramente fonnales y se avanza hacia una perspectiva ms amplia donde el concepto hace
referencia a una prctica conictiva vinculada al poder, que reeja las luchas acerca de quines podrn decir qu, al denir
cules son los problemas comunes y cmo sern abordados (Jen, 1987) Diseo Curricular para la Educacin
Secundaria: Construccin de Ciudadana: 1 a 3 ao. Direccin General de Cultura y Educacin, 2007.
tratamiento particular de las instituciones. Nos referimos a la presencia de algunos temas que
pueden entorpecer la relacin entre los jvenes y/o los adultos. Los acuerdos pueden entonces, sin
perder de vista que todos formamos parte de un mismo sistema escolar, incluir temticas a
considerar que sean signicativas y prioritarias para una comunidad educativa determinada.
ANEXO 2
EL CONSEJO INSTITUCIONAL DE CONVIVENCIA (C.I.C.)
Concepto
EI Consejo Institucional de Convivencia (CIC) es un organismo abierto y dinmico que
funciona como instancia de anlisis, evaluacin y deliberacin de todo asunto o proyecto
institucional puesto a su consideracin, ofreciendo un asesoramiento al Equipo Directivo de Ia
Escuela.
El CIC como organismo permanente de tratamiento de Convivencia Institucional asume
carcter preventivo y propositivo, brindando a los actores institucionales herramientas e
instrumentos para propiciar el logro de una convivencia basada en el respeto, impulsora de una
cultura participativa que genere un sentimiento de pertenencia en la escuela secundaria.
Es un espacio de dilogo, intercambio, reflexin y participacin que involucra a todos los
actores del sistema educativo a travs de sus representantes en la elaboracin, aplicacin y
reformulacin de los Acuerdos lnstitucionales de Convivencia.
Una Convocatoria a Participar
La participacion aqu, es considerada como una herramienta para el desarrollo de los
sentimientos de pertenencia a Ia institucin. Tiene un valor social e institucional y puede ser
fundamentada a partir de una concepcin de la sociedad como una construccin de hombres libres,
con derecho a intervenir en los procesos en los cuales se juegan decisiones que inciden de una
manera u otra en sus vidas y que contribuyen a afianzar el modo democrtico de convivencia. Es
indispensable seaIar que participar es comprorneterse y hacerse responsable de los proyectos de
los cuales somos protagonistas activos.
La figura del adulto-docente, esencial en la dinmica escolar, es la que promueve que estas
experiencias sean signicativas para el aprendizaje de actitudes y procedimientos que colaboren en
la construccin de una cultura democrtica.
Crear espacios de trabajo institucional en los que se incluyan las ideas valorando el respeto,
constituye una fuente de aprendizaje que favorece el desarrollo de la autoestima, la autonoma y
fortalece la voluntad de los participantes.
Participar de encuentros en los que se reexiona, se cuestiona, se recrean situaciones que
para la institucin han resultado problemticas es un ejercicio que favorece la integracin
institucional, que permite aprender a compartir y que refuerza los ideales y propsitos de la escuela.
La integracin de los diferentes actores institucionales en el Consejo Institucional de
Convivencia (CIC), permite crear en torno a una instancia colegiada, un ambiente efectivo para la
promocin de valores como la cooperacin, la solidaridad, el comprender y comprenderse.
Adems, el hecho de poder pensar en conjunto cul o cules son los caminos de salida para
las situaciones que lesionan las relaciones de convivencia escolar permite anteponer los intereses
de grupo a los individuales y favorece la visin del conjunto institucional.
Para los directivos y docentes, ejercitarse en la discusin conjunta y sistemtica de las
normas que afectan a la escuela implica un fortalecimiento de su capacidad de intervencin y
resolucin de situaciones de conicto.
Poder elegir ante distintas opciones, fruto del aporte de ideas provenientes de diferentes
personas que sienten y viven la escuela de manera distinta, permite no solamente aprender y
comprender a los dems sino tambin ubicarse en el contexto general de la institucin educativa.
Para los alumnos la posibilidad de integrarse participativamente con los adultos y con sus
pares est directamente relacionada con el aprendizaje de la libertad. Elegir es una actitud que debe
irse aprendiendo desde temprana edad e implica tomar contacto con la prctica del anlisis de las
situaciones, las alternativas posibles y las consecuencias que trae aparejado el protagonismo y la
bsqueda de soluciones en interaccin con los adultos. La escuela entonces, puede constituirse
como comunidad democrtica en la que los jvenes aprenden a participar como ciudadanos de la
Nacin acompaados y orientados por la experiencia de sus referentes adultos: directivos, docentes
y padres.
EI CIC deber sesionar en forma ordinaria al menos una vez cada dos meses. Para ello se
elaborar el cronograma de reuniones del CIC. Se confeccionar el orden del da de cada sesin, el
que deber ser dado a conocer a los miembros de la comunidad.
Ante una situacin emergente, la Direccin y/o al menos la mitad ms uno de los miembros
del CIC, manteniendo la proporcin de representantes de cada sector, puede convocar al Consejo
Institucional de Convivencia a una sesin extraordinaria.
Agrobacin y Registros
ANEXO 3
CONFORMACIN DE LAS COMISIONES DISTRITALES EVALUADORAS DE
ACUERDOS INSTITUCIONALES DE CONVIVENCIA (AIC)
Si bien sta es la estructura mnima, el Inspector Jefe Distrital est facultado a ampliar la
cantidad de miembros incorporando Directores del Nivel Secundario de Gestin Estatal o Privada y
Docentes del Nivel Secundario (profesor o preceptor) de Gestin Estatal o Privada, que colaboren
en la revisin de los AIC.
El Inspector jefe Distrital est facultado para conformar las Comisiones Distritales
Evaluadores de AIC que considere necesarias debido a la cantidad de AIC a evaluar en funcin de la
cantidad de servicios educativos. En tal caso, el proceso de evaluacin, correccin y aprobacin de
cada AIC ser responsabilidad de la Comisin que inici el proceso.
La designacin del Inspector del Nivel Secundario de Gestin Estatal la realizar el Inspector
Jefe Distrital con acuerdo del Inspector Jefe Regional.
La designacin del Inspector de DIPREGEP la realizar el Inspector Jefe Regional de
DIPREGEP.
La designacin del Inspector de Psicologia Social y Pedagogia Comunitaria la realizar el
inspector Jefe Distrital con acuerdo del Inspector Jefe Regional.
Si hubiere seleccin de los Directores y Docentes de escuelas secundarias, se realizar a
partir de sus antecedentes, cuya ponderacin estar a cargo de los inspectores designados para
conformar la Comisin Distrital Evaluadora de Acuerdos Institucionales de Convivencia, teniendo en
cuenta las variables de concursos, puntaje, antigedad y perfeccionamientos.
A tal efecto, se proceder a difundir la convocatoria en los establecimientos de educacin
secundaria del distrito; la postulacin de los interesados deber realizarse voluntariamente
presentando Currculum Vitae en el lugar y la fecha que los Inspectores de la Comisin dispongan.
La periodicidad en las funciones de los Directores y Docentes miembros de las Comisiones
Distritales corresponder al ciclo lectivo en curso.
En los Distritos donde se requiera conformar Comisiones cuya duracin en el tiempo y
volumen de trabajo justiquen la afectacin de docentes, las autoridades distritales tomarn las
previsiones que den lugar a justicar la afectacin de las tareas pedaggicas de los docentes y
concretar los reemplazos de los mismos en las instituciones en todas las situaciones de
convocatorias para garantizar el desarrollo del currculum.
La Comisin deber funcionar con la mayora de los miembros que la componen y luego de
cada reunin se deber labrar un acta.
El funcionamiento interno y la periodicidad de las reuniones se acordar de acuerdo al
cumplimiento de los plazos y cronogramas establecidos por las Direcciones Provinciales, quienes
sern las asesoras naturales de las Comisiones.