Libro Pedagogia Del Amor y La Felicidad
Libro Pedagogia Del Amor y La Felicidad
Ediciones de la U
Bogotá
2013
1
Doctor en Ciencias Pedagógicas, Universidad Pedagógica de Holguín, Cuba. Doctor Honoris Causa en Iberoamérica, Consejo Iberoamericano en Honor a
la Calidad Educativa (CIHCE), Lima. Perú. Magíster en Gestión Educativa en Iberoamérica, CIHCE, Lima, Perú. Magíster en Pedagogía Profesional,
Universidad Pedagógica y Tecnológica de la Habana. Licenciado en Educación. Mejor pedagogo novel de Cuba en el año 2002. Premio a la excelencia
educativa 2007 y 2008 otorgado por el CIHCE con sede en Lima, Perú. Docente de planta de tiempo completo de la Universidad del Magdalena.
Investigador del Doctorado en Ciencias de la Educación RUDECOLOMBIA. Email: [email protected]
CONTENIDO
A MANERA DE INTRODUCCIÓN…………………………..
1.1-Afectos.
1.2-Emociones.
1.3-Sentimientos.
1.6-Emociones Inteligentes.
3.1-¿Qué es el Amor?
3.2-¿Qué es la Felicidad?
2
3.5-Bases metodológicas para hacer felices a los estudiantes y
a los hijos.
4.1-Liderazgo.
4.4-Liderazgo y Educación.
A MANERA DE CONCLUSIÓN…………………………
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………..
APÉNDICE.................................................................................................
3
A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Todos los padres somos docentes de una u otra manera, y como adultos somos más
docentes por nuestra actuación cotidiana que por nuestras palabras. No obstante, es
necesario utilizar el poder de la palabra para educar a nuestros hijos, sobre todo en el
momento de moldear, nutrir y proteger la percepción que nuestros hijos tienen de sí mismos,
que es precisamente el papel más importante que un padre de familia puede tener en la
actualidad.
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tradiciones culturales e históricas, y con las posibilidades de exigencias actuales de nuestra
sociedad.
Es necesario elaborar un marco teórico conceptual que sirva como punto de partida
para el perfeccionamiento de la teoría pedagógica acerca del desarrollo de competencias
afectivas y como base para las transformaciones que necesitan la escuela y el hogar en la
actualidad.
Las experiencias de los más destacados docentes, padres y madres deben analizarse,
sistematizarse, generalizarse sistemáticamente y difundirse, ya que contienen elementos de
lo nuevo, de lo original y progresivo.
Este estudio no pretende detallar la historia de la Pedagogía del Amor, sólo intenta,
desde las perspectivas de los problemas del desarrollo de competencias afectivas, buscar
algunas concepciones teóricas que sirvan de guía para asumir de una manera más
consciente y responsable las necesarias transformaciones que exigen la escuela, la
educación, el docente y el padre de hoy.
Por otro lado, tu función como docente o padre no puede estar enmarcada solamente
en comunicarles a los estudiantes conocimientos ni desarrollar en éstos habilidades, sino que
debes dedicarte al fortalecimiento de sus valores (competencias afectivas y axiológicas).
Ahora bien, ¿Cómo lograr el cumplimiento de esta tarea? ¿Qué criterios se deben tener
respecto a los valores y cómo fortalecerlos en la escuela y en el hogar?
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Estos son algunos de los problemas centrales de la Pedagogía del Amor, teniendo en
cuenta que en entrevistas y encuestas realizadas en diversas escuelas se ha detectado que
éstos son, precisamente, algunos de los aspectos más olvidados en el proceso formativo, es
decir, en la educación desde el hogar y la escuela.
En el país existen sólidos y valiosos aportes a la teoría de los valores, sin embargo, aún
es insuficiente la correspondencia existente entre los logros científicos y su concreción en la
práctica pedagógica de los hogares.
Nadie cuestiona la importancia que tiene el fortalecimiento de los valores, sin embargo
aún es insuficiente la preparación que tienen algunos docentes y padres de familia para que
puedan realizar este trabajo con calidad desde el hogar. Esto trae como consecuencia que
algunos docentes y padres de familia, al no conocer las distintas vías para llevar a cabo esta
tarea y no contar con técnicas participativas para activar la formación de los hijos, desarrollan
acciones educativas que no aportan los resultados esperados desde el punto de vista de la
formación axiológica.
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Este libro te brinda la posibilidad de que su enfoque didáctico y práctico resulte de
interés para ti, docente, padre o madre de familia, al ofrecerte importantes consideraciones
en el campo del fortalecimiento de valores desde la escuela y el hogar mediante el amor, y
proponer las exigencias didácticas que debes tener en cuenta para desarrollar las
competencias afectivas de tus hijos o estudiantes, las cuales devienen en tu modelo de
actuación cotidiana y que hemos denominado Decálogo Axiológico.
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CAPÍTULO I
LA AFECTIVIDAD
Ejemplos de procesos afectivos son los afectos, las emociones y los sentimientos, que
derivan en las actitudes y los valores, los cuales se configuran en el cerebro humano durante
un largo período de desarrollo y configuración afectiva.
Las operaciones afectivas constituyen las acciones mediante las cuales se configuran
los procesos afectivos que están identificadas por los afectos, las emociones, los
sentimientos, las actitudes y los valores, de ahí que sea importante analizar el rol de las
emociones y demás procesos afectivos en la formación humana y en la configuración de
redes y circuitos neuronales.
1.1-AFECTOS:
Estos procesos son los afectos, que aparecen bruscamente, de forma repentina, ya que
surgen en relación con determinadas condiciones que ya ocurrieron u ocurren, cuando ya
sucedió algo, ya sea un acontecimiento esperado o inesperado. Por ejemplo, un niño puede
estar esperando o no una noticia desagradable, pero el afecto aparece sólo cuando la noticia
es recibida.
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peligrosidad, el terror invade al niño si él no puede encontrar una salida adecuada a dicha
situación.
1.2-EMOCIONES:
La raíz de la palabra emoción es motere, proveniente del latín “mover”, que significa
alejarse, según el prefijo “e”, lo que sugiere que en toda emoción hay implícita una tendencia
a actuar (Ortiz, 1999; p. 225).
Para comprender de una mejor manera el cerebro, los estímulos de las emociones y su
rol en el aprendizaje y el comportamiento humano, es importante remitirnos, como referencia
estructural y punto de partida, al excelente estudio del prestigioso neurólogo Antonio
Damasio, con su obra El error de Descartes, publicado en 1994 en Castellano. Damasio es
jefe del Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Iowa,
Estados Unidos, y su obra detalla de manera accesible la acción del cerebro humano al
trabajar la emoción y la razón. De enorme valor resultan también los estudios del
investigador Joseph Le Doux, del Centro para la Neurociencia de la Universidad de New
York. Su hermoso libro, El cerebro Emocional, publicado en 1999, aborda de una manera
amena y atractiva los enigmas de la vida emocional y examina el tránsito de los
pensamientos por las neuronas a través de la Sinapsis.
El ser humano se humanizó más por la sensibilidad, que por la razón, nos
humanizamos más por el trabajo, por el lenguaje, por la actividad y la comunicación, por la
emoción. Desde hace siglos se ha querido establecer el éxito y la felicidad por las cosas que
ha creado la razón, como son la ciencia y la técnica que han ido esclavizando al ser humano,
se ha establecido el triunfo de la razón sin alma sensible. Los procesos cognitivos, como por
ejemplo la atención, la concentración y la memoria, están dirigidos emocionalmente.
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Las emociones están constantemente regulando lo que experimentamos como realidad.
Las emociones constituyen un proceso afectivo de moderada intensidad en su manifestación,
aparecen de forma relativamente brusca, pudiendo organizar o desorganizar la actuación del
niño. Se expresan también por un periodo breve, pero su carácter situacional es diferente al
del afecto.
Las emociones tienen carácter situacional, pero a la vez, encontramos en ellas una
cierta generalización. Las emociones son situacionales porque sólo se producen en un
determinado contexto, fuera de él no hay emoción. Las emociones pueden organizar o
desorganizar la actuación del niño y también pueden activarlo o inhibirlo. En esencia, todas
las emociones son proyecciones para actuar, impulsos instantáneos para enfrentarse a los
problemas de la vida que están instauradas en el cerebro humano.
1.3-SENTIMIENTOS:
Las emociones a veces se confunden con los sentimientos, existe una emoción muy
controvertida que algunos autores la ubican en la categoría de sentimiento: la pasión. En
este proceso afectivo se combinan características de la emoción, con otras que forman parte
de los sentimientos.
Al tratar sobre las emociones observamos que aunque son situacionales, ellas implican
ya una cierta generalización, consistiendo esta última en una generalización entre los objetos
y sujetos. Es así como encontramos la manifestación de un mismo tipo de emoción vinculada
a objetos o sujetos diferentes. Por ejemplo, un niño puede tener emociones agradables con
diferentes compañeros de clase en ciertas circunstancias que conforman una situación
satisfactoria o gratificante para él, a pesar de no existir una relación afectiva sostenida con
esos compañeros.
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Cuando el vínculo emocional con un objeto o sujeto se consolida, se fortalece y se
sistematiza, por circunstancias objetivas y subjetivas, entonces se forma un proceso afectivo
mucho más estable y generalizado con respecto a ese objeto o sujeto: un sentimiento. En el
ejemplo anterior, si por determinados motivos las emociones agradables del niño se inclinan
de manera suficiente sobre un compañero, se fortalece la relación afectiva positiva con él y
de esta manera puede surgir un sentimiento, ya sea de amor, de amistad u otro similar.
Diferencias:
Una emoción puede producirse en relación con los más variados objetos o sujetos,
pero un sentimiento siempre lo es hacia algo o alguien que lo hace distintivamente peculiar.
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manera muy asequible la diferencia entre la alegría, el entusiasmo, el optimismo y la
felicidad, entre otros.
Semejanzas:
Los sentimientos encuentran en las emociones una vía de expresión. Por ejemplo, el
sentimiento de amor hacia el estudio puede manifestarse emocionalmente de forma diferente
(positiva o negativa), lo que depende de la situación.
En las últimas décadas han surgido diversas teorías que han tenido difusión y
aplicación en la práctica escolar. Entre ellas deseamos mencionar la teoría de las
inteligencias múltiples2. Howard Gardner desde los años 70 inicia sus estudios en esta
esfera y la publicación en 1983 de su libro Estados de ánimo, popularizó la teoría de las
inteligencias múltiples. Este tema se convirtió en aspecto de primera plana en los medios de
comunicación y las escuelas comenzaron a interesarse por él.
1. Inteligencia lingüística;
2
En mi libro Aprendizaje y Comportamiento basados en el funcionamiento del cerebro humano, Ediciones Litoral (Ortiz, 2009), hago una crítica a dicha
teoría y propongo una nueva conceptualización de inteligencia que explicito en este capítulo.
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2. Inteligencia lógica y matemática;
3. Inteligencia espacial;
4. Inteligencia cenestésica;
5. Inteligencia musical;
6. Inteligencia interpersonal
7. Inteligencia intrapersonal
Gardner (1988) plantea que toda persona posee las siete inteligencias, aunque
funcionan juntas en cada persona de diferentes maneras. La mayoría quedamos clasificados
entre estos dos extremos: altamente desarrollados en algunas de las inteligencias,
moderadamente en otras y relativamente subdesarrollados en las demás.
De acuerdo con este autor, la mayoría de las personas pueden desarrollar cada una de
las inteligencias hasta un nivel adecuado de aptitud. Las inteligencias generalmente
funcionan juntas de manera compleja y siempre actúan recíprocamente. Existen muchas
maneras de ser inteligentes dentro de cada categoría.
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En una conferencia ofrecida por el psiquiatra Cristóbal Martínez Gómez (citado por
Turner, 2002) acerca de la inteligencia emocional expresó: ¿Qué podemos hacer para que
los niños y adolescentes tengan una vida más feliz?
¿Cómo es que personas con un cociente intelectual elevado tienen dificultades y otras
con un cociente intelectual modesto se desempeñan excelentemente?
Los tres primeros años el cerebro crece hasta dos tercios de su tamaño definitivo. La
interacción madre – hijo en esa etapa es definitoria. Dependiendo de cómo los docentes
tratan al niño en esos años, se inculcarán lecciones emocionales básicas acerca de lo seguro
que está, de lo eficaz que se siente, y de cómo depende de los demás. Ericsson lo expresa
como “confianza básica”.
Daniel Goleman dice que "tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente" Otra
manera de entenderlo es que el pensamiento es un proceso con muchas caras. Las
emociones son una de las facetas de ese proceso, una parte tan integral del mismo como el
pensamiento lógico, lineal y verbal del hemisferio izquierdo. De la misma manera que no
pensamos sólo con un único hemisferio, sino que los dos son necesarios, tampoco nos
limitamos a procesar la información, además la sentimos.
A la hora de andar por la vida es más importante saber descifrar nuestras emociones
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que saber despejar ecuaciones de segundo grado. Los empresarios lo saben bien y cuando
contratan a alguien no piden sólo una buena hoja de vida, además buscan un conjunto de
características psicológicas como son la capacidad de llevarse bien con los colegas, la
capacidad de resolver conflictos, la capacidad de comunicarse, etc. El que tengamos o no
esas cualidades o habilidades va a depender del grado de desarrollo de nuestra inteligencia
emocional3.
Cuando hacemos un examen de poco nos sirve saber las respuestas si nos ponemos
tan nerviosos que no somos capaces de contestar las preguntas adecuadamente.
Naturalmente, tampoco es suficiente estar tranquilos, hay que saber las respuestas del
examen y saber mantener la calma.
3
En mi libro Aprendizaje y Comportamiento basados en el funcionamiento del cerebro humano, Ediciones Litoral (Ortiz, 2009), prefiero definirla como
Emociones Inteligentes.
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que nos permiten relacionarnos de manera adecuada con el mundo exterior y con nosotros
mismos, es decir la inteligencia emocional.
Una vez que sabemos lo que queremos enseñar podemos diseñar las actividades y los
ejercicios necesarios. Aunque nos parezca increíble, en muchas ocasiones las respuestas a
muchas de las preguntas que nos planteamos no se encuentran en nuestra cabeza sino en
nuestro corazón.
Con el tiempo se ha ido comprobando que quizá resulta bastante más necesario saber
entender nuestros sentimientos y conseguir controlarlos, o saber comprender lo que le
preocupa al compañero, que saberse la tabla de multiplicar de cualquier número.
¿Pero qué es lo que realmente se entiende por inteligencia emocional? Se trata sin
duda de una parte de la inteligencia social, que nos posibilita para llegar a entender los
sentimientos tanto propios como ajenos, y a valernos de ellos para saber cómo debemos
actuar.
1.6-EMOCIONES INTELIGENTES
Para entender mejor el concepto de inteligencia emocional deberíamos saber que son
realmente las emociones, a qué nos referimos cuando hablamos de ellas y es por ello que
prefiero hablar de Emociones Inteligentes o, sencillamente, Inteligencia.
Por emociones entendemos todos aquellos impulsos que nos mueven para actuar, es
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algo prácticamente automático que sucede ante un estímulo externo. Esto sin duda es muy
importante ya que por ejemplo nos ayuda a que cuando nos sentimos acorralados o sentimos
miedo la sangre fluya con más fuerza y así los músculos nos permitan huir o golpear más
fácilmente.
Con todo esto lo que queda claro es que no es suficiente tener un exitoso expediente
académico para triunfar en esta vida, sino que son necesarios otras tantas aptitudes y
capacidades que no aparecen en los libros, y que para muchas personas son claves
totalmente ocultas a la hora de alcanzar el éxito personal.
Hay que potenciar actitudes que vayan más allá de la simple capacidad intelectual y
que potencien la educación afectiva. Ya que la ausencia de educación afectiva puede traer
consigo un alto costo social.
Además, debemos ser conscientes de que los sentimientos tienen una importante
utilidad en esta vida y que por lo tanto, hay que saber aprender a leer lo que nos dicen, y
utilizar dicho conocimiento en nuestro favor.
Por lo tanto, “pensar que resolver ecuaciones diferenciales es una demostración más
clara de inteligencia que organizar una familia feliz, es una insensatez, y además una
insensatez peligrosa.” (Marina, 1996)
De ahí que la inteligencia es una capacidad de adaptación del ser humano al contexto
cultural, mediado por la afectividad, que permite solucionar problemas, incluso los más
complejos, para vivir en armonía, paz y tranquilidad, solos y/o en la interacción con los
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demás.
Como afirma Marina (2004), “si existe una teoría científica de la inteligencia, debería
haber otra igualmente científica de la estupidez”, ya que “una persona inteligente malogra su
vida por un comportamiento muy estúpido” y, en consecuencia, la inteligencia fracasa cuando
el ser humano es incapaz de ajustarse a la realidad, de comprender lo que pasa y lo que nos
pasa, de solucionar los problemas afectivos, sociales o políticos; la inteligencia fracasa
cuando se equivoca sistemáticamente, emprende metas disparatadas, se empeña en usas
medios ineficaces, desaprovecha las ocasiones, decide amargarse la vida, se despeña la
crueldad o la violencia, se empeña en negar una evidencia, cuando una creencia resulta
invulnerable a la crítica o a los hechos que la contradicen, cuando no se aprende de la
experiencia o cuando se convierte en un módulo encapsulado (Marina, 2004). ¡Al fin una
conceptualización sensata acerca de la inteligencia!
Ya hace algún tiempo Morín (Citado por Ander-Egg, 2008; p. 93-94) nos había alertado
que la inteligencia sufre “los extravíos y las cegueras propios del espíritu humano”, se refiere
a las incapacidades y limitaciones de las que es importante tener conciencia “porque atrofian
o inhiben la inteligencia”, de ahí que es de vital importancia conocer estos aspectos con el fin
de evitar estos extravíos o fracasos de la inteligencia, que no son otra cosa que la muestra
de falta de inteligencia o inteligencia disminuida: la incapacidad para aprender de la
experiencia y sacer provecho de los propios errores; la incapacidad para modificar los
propios esquemas mentales en función de la diversidad y la novedad de las situaciones; la
selección de falsos problemas y de falsos criterios en detrimento de los verdaderos y la
acumulación de datos inútiles y, por último; la pérdida de vista de los fines en el uso de los
medios y la incapacidad para concebir medios adecuados para los fines (Ander-Egg, 2008; p.
93-94).
Según Marina (2004) existen múltiples maneras de fracasar, tales como los lenguajes
fracasados, los fracasos de la voluntad, los fracasos cognitivos y los fracasos afectivos.
Ahora bien, ninguna actividad humana es puramente cognitiva, puramente afectiva o
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puramente práctica; lo cognitivo, lo instrumental y lo afectivo son inseparables en el
funcionamiento normal del ser humano.
Una reflexión final acerca de este tema tan interesante, encantador y controvertido
(Ortiz, 2009):
“El principal autor y motor del universo es la inteligencia. Por tanto, la causa final del
universo debe ser lo bueno de la inteligencia y eso es verdadero…..De todas las buscas
humanas, la de la sabiduría es la más perfecta, la más sublime, la más útil y la más
agradable. La más perfecta, porque en la medida que el hombre se da a buscar la sabiduría,
en esa medida disfruta ya de cierta porción de la verdadera felicidad.” (San Agustín, citado
por Randall, 1926; p. 94)
Los planteamientos del padre de la fe, San Agustín, a principios del Medioevo confirman
mis aseveraciones. En efecto, la inteligencia humana está estrechamente relacionada con la
felicidad, no hay felicidad sin inteligencia y viceversa, ambas están ligadas entre sí, están
configuradas, por lo tanto, una persona puede mostrar un alto grado de desarrollo de
cualquiera de las múltiples inteligencias definidas por Gardner (1988) y, sin embargo, aun
así, no ser feliz ni hacer felices a los demás, por lo tanto, esta persona no es altamente
inteligente. ¡Así de sencillo! Por eso, en vez de hablar de Inteligencia emocional es mejor
hablar de emociones inteligentes.
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CAPÍTULO II
Siendo tiernos, elaboramos la ternura que hemos de gozar nosotros. Y sin pan se vive,
pero sin amor ¡no!
Con lo anterior, el niño y el joven mantendrán el interés por descubrir el porqué de cada
hecho y fenómeno de la vida que les rodean y mantendrán además vivo el talento, la
espontaneidad y la creatividad que demostraron tener en edades tempranas. Con ello la
escuela desarrollará a un nivel cualitativamente superior el mundo sentimental, emocional e
intelectual del estudiante y su manera de actuar. Cualquiera sea la complejidad de un joven,
cada uno tiene una cuerda emocional que el docente debe saber pulsar con amor (García,
1989).
La pedagogía se debe orientar no hacia el día de ayer, sino hacía el día de mañana del
desarrollo del niño. Sólo así podrá despertar aquellos procesos del desarrollo que se
encuentran, en este momento, en la zona del desarrollo próximo (Vigotsky, 1981).
Muchas son los interrogantes que surgen al meditar en este importante aspecto (Turner,
2002). Entre otras pudiéramos plantear: ¿Qué relación existe entre los estados emocionales
del hombre y el desarrollo de sus capacidades intelectuales? ¿Cómo la corteza cerebral con
su maravillosa computadora humana, con miles de millones de células en movimiento, se
relaciona con el sistema límbico regulador de estados de ánimo, sentimientos y emociones?
¿Por qué todo ser humano puede llegar al máximo de sus potencialidades? ¿Puede una
sonrisa, una emoción, cambiar la química del cerebro y hacer que nos sintamos mejor?
La educación empieza con la vida y no acaba sino con la muerte. El cuerpo es siempre
el mismo, y decae con la edad; la mente cambia sin cesar, y se enriquece y perfecciona con
los años. Pero las cualidades esenciales del carácter, lo original y energético de cada
hombre, se deja ver desde la infancia en un acto, en una idea, en una mirada.
Según Martí (1975), el remedio está en desenvolver a la vez la inteligencia del niño y
sus cualidades de amor y pasión, con la enseñanza ordenada y práctica de los elementos
activos de la existencia en que ha de combatir, y la manera de utilizarlos y moverlos. ¿No
deberá ser toda la educación, desde su primer arranque en las clases primarias, se
preguntan otros, -dispuesta de tal modo que desenvuelva libre y ordenadamente la
inteligencia, el sentimiento y la mano de los niños? Tener talento es tener buen corazón; el
que tiene buen corazón ése es el que tiene talento (...) Los buenos son los que ganan a la
larga. No hay monstruos mayores que aquellos en que la inteligencia está divorciada del
corazón. El pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos, en la instrucción del
pensamiento, y en la dirección de los sentimientos (Martí, 1975).
En la actualidad muchos son los autores que de una forma u otra analizan, desde
diversos puntos de vista, la problemática relacionada con la ternura. Entre ellos se encuentra
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el autor Colombiano Luís Carlos Restrepo quién escribió el libro El derecho a la ternura, en el
que expresa que ésta no pertenece por derecho propio al rostro cachetón y sonrojado de la
infancia, ni tampoco al de la madre abnegada y bondadosa.
El autor propone acabar con los dictados de nuestra cultura que prohíben a los hombres
abrirse al lenguaje de la sensibilidad. Rescata la ternura y la afectividad como claves no sólo
para la vida cotidiana. Expresa que un pretendido rigor científico las excluyó de las escuelas
y el mundo académico, y plantea que si algo está democráticamente distribuido en la
sociedad contemporánea es precisamente el analfabetismo afectivo y convoca a decir no a la
violencia cotidiana y apostar a la ternura.
4-Que los niños no vean, no toquen, no piensen en nada que no sepan expresar.
5-La mente es como las ruedas de los carros y como la palabra: se enciende con el
ejercicio.
7-Las dotes innatas hierven bien y sazonan las impresiones recibidas; mas, privadas de
éstas, se escapan por los altos aires, cual globo sin peso.
Desde el momento del nacimiento hasta que el niño se inicia en la escuela, ha recibido
por diferentes vías un caudal incalculable de información del mundo que los rodea mediante
sus docentes, sus padres, sus hermanos, el resto de la escuela, las conversaciones de los
adultos amigos de la casa, los amiguitos, el barrio, el jardín, la calle, el transporte público, los
parques de diversiones, la radio la televisión, el cine, la propaganda gráfica y otros medios,
que sería muy extensa su enumeración.
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También desde los primeros momentos después del nacimiento, el niño se relaciona
con los demás y se comunica, comienza a sentir y a expresar por diferentes lenguajes su
complacencia, su disgusto, su amor, su repulsión, su alegría, su tristeza. Es un ser que
siente, aprende, piensa, actúa y que necesita mucho del afecto de todos los que le rodean.
Una verdadera enseñanza debe partir de los ejemplos que el niño conoce a través de
su experiencia para mostrarle que lo que a él le parece o ha vivido son también problemas.
Nuestra enseñanza prescinde del saber y la experiencia del niño y le ofrece resultados
finales del conocimiento, que no son más que verdades dogmáticas, carentes de vida e
interés. Lo que el niño ha vivido, la manera como ve las cosas espontáneamente, lo que él
piensa, nada de eso vale. En cambio se le imponen resultados que supuestamente refutan
su propia vivencia y que deben ser considerados como la verdad por el niño (Zuleta, citado
por Turner, 2002).
Hombre es algo más que ser torpemente vivo: es entender una misión, ennoblecerla y
cumplirla (Martí, 1975).
El doctor José María Valero García (1991), en su libro La escuela que yo quiero,
expresa que la atención intensa de los estudiantes de nivel primario no suele durar
ordinariamente más de 10 minutos. A partir de los 10 minutos hay que buscar nuevos
estímulos para lograr retomar de nuevo la atención.
Las palabras no valen sino en cuanto representan una idea (Martí, 1975).
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Logremos que cada niño experimente la emoción de saber explicar lo que hacemos, lo
que sentimos, lo que vemos. Tengamos en cuenta que los niños también se expresan al
hacer un dibujo, al participar en un juego, al cantar una canción, al escoger un pasatiempo
favorito, por sólo citar algunos elementos. Al prestar atención a todas estas formas con que
ellos se expresan, abrimos un canal de información muy necesario en la comunicación que
debe existir en la labor educativa.
Los conocimientos se fijan más, en tanto se les da una forma más amena. La mente es
como las ruedas de los carros y como la palabra: se enciende con el ejercicio (Martí, 1975).
Desplegar todo el caudal de creatividad que cada docente tiene es definitorio para
variar los tipos de ejercicios y las formas de realizarlos. Hay que dejar elevar la fantasía para
que todas las páginas de programas, libros y libretas se conviertan en un hecho didáctico,
impregnado de laboriosidad, amor y formación. La enseñanza así es un suceso maravilloso
en el que se experimenta una sensación de tranquila complacencia y seguridad de que de
esta manera, los niños se desarrollan (Turner, 2002).
Preservad la imaginación, hermana del corazón, fuente amplia y dichosa. Los pueblos
que perduran en la historia son los pueblos imaginativos. Y cread el pueblo sumo, rico sin
rival en naturaleza, rico sin rival en imaginación, rico sin igual en razón, porque la
imaginación es como una iluminadora, que va delante del juicio, avivándolo para que vea lo
que investiga, lo que ella descubre, y dejándolo atrás en reflexiones mientras ella impaciente,
parte a descubrir campiñas nuevas. La imaginación ofrece a la razón, en sus horas de duda,
las soluciones que ésta en vano sin su ayuda busca. Es la hembra de la inteligencia, sin
cuyo consorcio no hay nada fecundo (Martí, 1975)
2. Enseñar es disponibilidad para el dialogo: en las relaciones con los otros no se debe
partir de la idea preconcebida de querer “conquistar” al resto, sin importar a qué costo, ni
tampoco sentir que los demás sólo quieren “conquistarme”. Es la disponibilidad para el
dialogo lo que debe fundamentar la práctica del educador en forma diaria.
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3. Enseñar exige saber escuchar: sólo quien escucha paciente y críticamente al otro,
habla con él. No es hablando a los otros, desde arriba. Como aprendemos a escuchar, sino
que es escuchando como aprendemos a hablar de ellos.
4. Educar exige querer bien a los educandos: esto significa que la afectividad no debe
asustar y por tanto no debe haber miedo de expresarla. Ella juega un rol vital ante la
necesidad de instaurar relaciones plenas, de apoyo a la labor del educador.
¿Qué querría expresar José Martí hace más de un siglo cuando habló de escuela
“Sabrosa y útil”?, se pregunta Lidia Turner (2002) en su libro Pedagogía de la Ternura.
Resultará muy difícil en este principio de milenio lograr lo que quieren los estudiantes.
Aún tenemos que seguir trabajando para que sus sueños se hagan realidad. Les hemos
enseñado a pensar y ahora ellos tienen sus necesidades y su derecho de hacerlo.
Los docentes y docentes debemos conocer este sustrato de la conducta de tal forma
que podamos usar adecuadamente los métodos auxiliares de recompensa y sanción para
influir en la conducta de los niños y jóvenes. El gran docente Enrique José Varona nos llamó
la atención al respecto, y como ya dijimos en el capitulo anterior nos alerta que somos
educadores y no domadores.
Hace falta que los educadores hagan conocer a los educandos la aprobación de su
conducta y la desaprobación también; pero en ambos casos con un carácter educativo, pues
una recompensa o una sanción no comprendida puede ser un elemento contradictorio e
inoperante en la vida de un niño.
1-Necesidad de afecto:
Primera necesidad, y yo pienso que es muy importante, quizás sea la mayor necesidad
que tiene un niño a esta edad, es la necesidad de afecto.
4
Este Decálogo de las Necesidades Infantiles (DNI) está incluido en mi libro Educación Infantil, Ediciones Litoral (Ortiz, 2009).
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El niño necesita sentirse querido, que la gente lo quiera. Tanto es así que científicos
muy prestigiosos como, por ejemplo, un científico de apellido Levy describió una entidad que
se llama “El hambre de afecto Primario”.
El hambre de afecto primario está dado por aquellos niños que no reciben suficiente
cariño, suficiente afecto, porque están en una institución, porque lo han rechazado, etc. No
vamos a decir todas las cosas que pueden producir déficit de afectos en un niño, y esto
genera una personalidad muy trastornada en la adultez: son personas muy frías, que tienen
lo que nosotros llamamos un trastorno de personalidad, tienen una personalidad totalmente
inadecuada.
2-Necesidad de seguridad:
¿Qué necesita el niño? El niño necesita seguridad, porque esto hace que el niño esté
ausente de temores y ansiedades, y entonces puede adquirir las habilidades y las
capacidades que le son necesarias para la vida. Al estar seguro, al no tener ansiedad, al no
tener temor, puede adquirir estas habilidades que se adquieren en la escuela, en la casa,
que se adquieren durante todas las actividades.
3-Necesidad de aceptación:
El niño necesita aceptación. Todos necesitamos ser aceptados, toda persona, todo ser
humano necesita ser aceptado, que la gente lo acepte, que uno sea capaz de ir a un lugar y
no se rechazado. Todos necesitamos esto, pero los niños lo necesitan mucho más y buscan
esta aceptación. Continuamente el niño está buscando que lo acepten, y trata de caer bien,
de ser simpático, de hacerlo que los adultos quieren que haga, complacer a sus docentes,
¿para qué?, para ser aceptado, porque es una necesidad que él tiene.
4-Necesidad de aprender:
El niño necesita aprender, es una necesidad de los niños aprender. Los niños no
aprenden porque los obligamos; ellos necesitan aprender. Tanto es así que, en últimos
estudios científicos se ha planteado ya que la curiosidad es una necesidad primaria.
Cuando digo curiosidad no me refiero a esa curiosidad de estar viendo qué es lo que
hace otra persona por curiosidad malsana, es curiosidad por conocer lo nuevo, por aprender.
Por eso los niños preguntan por qué, y nos ponen en muchos aprietos a nosotros los
docentes cuando preguntan por qué y uno a contestarle a su hijo por qué son las cosas.
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Y nos ponen en aprietos mucho más difícil cuando después que usted le dice por qué
nos preguntan: ¿Y cómo?, o nos dice: ¿Y para qué sirve?, y entonces eso nos pone en una
dificultad. Pero siempre hay que contestarle al niño el por qué de las cosas en la medida de
nuestras posibilidades, y si no ir a un libro, a una biblioteca, preguntarle a alguien, para que
ellos también aprendan que es necesario a veces consultar con otras personas, porque nadie
es sabio.
5-Necesidad de cuidado:
El niño necesita cuidados, el niño necesita que lo cuiden. ¿Por qué? Porque muchas
veces desconocen el peligro, no sabe cuando está sometido a un peligro, y entonces
nosotros tenemos que ponerle los límites de tal manera que él no caiga en situaciones
peligrosas. Incluso, según un prestigioso estudioso de la conducta de los niños, Arnold
Gessel, al niño hay que protegerlo de él mismo porque a veces pone en riesgo su salud,
pone en riesgo su vida, o pone en riesgo su integridad física.
El niño necesita un ambiente estable, armonioso y tranquilo. Esa es una necesidad que
todos los niños tienen a esta edad, y tenemos que tener en cuenta que los cambios
producen angustia. Eso tenemos que tenerlo muy presente. Los cambios producen ansiedad
en cualquier persona, incluso cuando el cambio es bueno, incluso cuando a usted le plantean
que tiene que ir a un viaje, aunque sea un viaje - vamos a poner un ejemplo hipotético- a un
país muy bonito, a una ciudad muy bonita, y va a ir a un congreso muy importante, le plantea
ese cambio y todo el mundo se angustia. Imagínense cuando ese cambio es hacia lo
desconocido, o ese cambio es algo que uno no sabe hacia dónde va. Eso genera mucha
angustia. Es importante que tengamos en cuenta que todos los cambios producen ansiedad.
7-Necesidad de Socialización:
El niño necesita socialización. ¿Qué quiere decir socialización? Que el niño necesita
conocer sus deberes y conocer sus derechos. La escuela y la familia tienen que enseñarle
eso. Esto se adquiere de muchas maneras, esto se adquiere, por ejemplo en el juego. En el
juego los niños aprenden sus deberes y sus derechos; o sea que la necesidad de juego
también está junto a esta socialización.
8-Necesidad de autonomía:
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El niño necesita autonomía. Es decir, en algunas cosas hay que darles independencia a
los niños para que ellos decidan algunas cosas por ellos mismos. No podemos,
continuamente, decirle a este niño todo lo que tiene que hacer. Hay cosas que ellos pueden
decidir, la ropa que se ponen, o pueden decidir la comida que se van a comer. Bueno,
podríamos poner muchos ejemplos de estos, y usted diría: ¿Cómo es posible que yo
complazca a mi hijo en todas las comidas? No, usted no tiene que complacerlo exactamente
en la comida, pero sí en la forma de prepararla; porque yo diría, y es un ejemplo muy
cotidiano, en cuantas formas se puede preparar un huevo, en siete u ocho formas: frito,
cocido, en tortilla, en revoltillo, en sopas. Hay muchas formas, si al niño le gusta de una
manera, nosotros no tenemos por qué imponerle la forma en que él se va a comer la comida,
o la ropa que se va a poner, tiene ropa de salir, de andar diariamente, etc.
9-Necesidad de sonreír:
Algunos explican desde el punto de vista fisiológico el valor del humor y la sonrisa,
detallan cuantos músculos del cuerpo entran en movimiento al sonreír, los cambios los
cambios de la presión sanguínea y otros cambios fisiológicos.
Según estudios realizados una simple sonrisa puede contribuir a producir serotonina,
que es una de las sustancias denominadas neurotransmisoras, que desempeñan un papel
esencial para enfrentar el estrés. Cuando sonreímos, nuestros músculos faciales se
contraen, disminuye el flujo sanguíneo de los vasos cercanos. Esto hace que la sangre se
enfrié y disminuya la temperatura cerebral y provoque la producción de serotonina.
10-Necesidad de jugar:
El juego es un gran socializador porque el niño aprende con sus amiguitos qué cosa se
puede hacer y qué no puede hacer, y cuando las hace mal hechas, realmente los mismos
amiguitos, los mismos compañeritos le van a señalar que esto no está bien hecho, y él va a
aprender que ese es un derecho que no tiene, y va a aprender también que tiene respetar los
derechos de él y él tiene que respetar los derechos ajenos.
Martí (1975) en el siglo XIX nos decía que cada hombre tiene una semilla escondida
que podía dar valiosos frutos, que la cuestión estaba en descubrirla y abonarla.
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Dice una muy conocida canción del trovador cubano Silvio Rodríguez: “Sólo el amor
engendra la maravilla, sólo el amor, convierte en milagro el barro”, y hablando de nuestros
pequeños, eso es una gran realidad. El amor y el afecto constituyen la base de todas las
formaciones psíquicas infantiles.
La alegría, el bienestar, la satisfacción afectiva del niño o niña cuando mamá, papá o
los abuelitos le cargan o junto a él hojean un libro de cuentos con muy bonitas láminas,
constituyen base esencial y primaria para formar en él los deseos por leer, sin lo cual no
podemos lograr posteriormente que se convierta en lector apasionado.
Enfatizamos que no se trata de un hábito de hacer una cosa, sino sentir satisfacción,
alegría por hacerla (Turner, 2002).
Según esta autora (Turner, 2002), “si el niño de preescolar siente una fuerza afectiva
que lo envuelve por completo cuando escucha las notas del himno de su patria, cuando lo
canta, o cuando ve izar su bandera y ondear en el aire y al propio tiempo escucha,
expresados con fuerza emotiva, los versos: tres listas azules/y dos listas blancas,/ un
triángulo rojo,/ la estrella de plata./ Así es mi bandera/ de Cuba, mi patria,/ y esa es la que
quiero/ con toda mi alma. Estamos colocando los cimientos de lo que luego serán valores
como la identidad nacional, la ciudadanía y los sentimientos patrios.”
Los conocimientos son muy importantes pero ellos tienen que estar matizados por los
sentimientos, por las emociones y en esa unidad de lo afectivo y lo cognitivo es donde se
logra el desarrollo pleno e integral de nuestros estudiantes.
Tengo una compañera, dice Turner (2002), que siempre nos está advirtiendo: no
queremos solamente un niño “cabezón”, sino con un gran corazón, que rompa el pecho de
tanto palpitar; con eso quiere decir que los conocimientos, las habilidades, las capacidades,
que hacen crecer su saber, sus reflexiones, sus pensamientos tienen que ir acompañados de
sentimientos, de emociones.
Algunas veces se comienza por el conocimiento, así el pequeño que conoce quién fue
Martí, cómo vivió, qué escribió para los niños y todo lo que hizo por su patria, puede
31
constituir base para que comience a sentir respeto y admiración por su persona, pero si,
además, sabemos tocar la fibra sensible de su corazón, explicándole lo que escribió Martí
para su hijito y sobre su patria, el sufrimiento en el presidio, el amor y admiración por su
docente, los lazos de hermandad con sus amigos y sus compañeros de lucha, ya no sólo
conocen a Martí, sino que empiezan a amarlo, a respetarlo, y así constituirá un ejemplo a
seguir para toda la vida (Turner, 2002).
Por todo lo que les he dicho, nunca dejes de pasar la oportunidad en tu aula o salón de
clase para dar un lugar a la poesía, a la música, al relato emotivo, a los más hermosos
sentimientos y cualidades humanas que, junto a los conocimientos, contribuirán a hacer de
ese niño o niña un hombre culto y libre, y así podrá sonreír cotidianamente ante cualquier
actividad, tarea, situación o problema.
Goleman comenta: todo lo que se enseña es tan obvio que parece innecesario
enseñarlo, sin embargo, con frecuencia nos encontramos que el matón del patio del colegio
ataca porque confunde expresiones neutrales con gestos hostiles y que la adolescente con
desórdenes alimenticios confunde la ira con la ansiedad producida por el hambre.
La mayoría de las veces estamos tan ocupados que no tenemos tiempo para prestarle
atención a nuestras sensaciones hasta que son muy fuertes.
Ahora elige alguna actividad que hagas con relativa frecuencia y que no te guste o que
te moleste hacer (corregir exámenes, limpiar platos o memorizar palabras nuevas, por
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ejemplo). La próxima vez que te toque hacer esa actividad, mientras la realizas fíjate en tus
sensaciones. ¿Qué es lo que sientes mientras la haces? ¿Qué sensaciones utiliza tu cuerpo
para decir no me gusta?
Haz lo mismo con alguna actividad que te guste. Repite el experimento varias veces
hasta que sepas que tipo de señales te da tu cuerpo cuando algo te gusta y cuando algo que
no te gusta. ¿Cuál es el primer indicio? Muchas veces es algo tan sencillo como un cambio
en el ritmo de la respiración, otras es una señal mucho más fuerte.
Existe una estrecha relación entre las emociones y el aprendizaje humano. Como dice
Segal (1997) “Nuestro coeficiente intelectual puede ayudarnos a comprender y afrontar el
mundo a determinado nivel, pero precisamos nuestras emociones para entendernos y tratar
con nosotros mismos y, a su vez entender y tratar con los demás.”
Según Sylwester (citado por Ortiz, 1999; p. 224) la emoción es muy importantes para el
proceso formativo “porque conduce a la atención, que a su vez conduce al aprendizaje y a la
memoria. Sin embargo, nunca comprendimos realmente lo que es la emoción, por lo que no
sabemos cómo implementarla en la escuela y no hemos ido más allá que definirla como
problemas de comportamiento, y la hemos relegado a las horas de Arte, Educación Física,
recreos o programas extracurriculares.”
Al separar las emociones del ámbito del aula, de la lógica del proceso de enseñanza –
aprendizaje, se simplifica el direccionamiento de la organización educativa, la pedagogía, la
didáctica, el currículo y la evaluación, pero también se separan los dos lados de una misma
moneda y por lo tanto perdemos algo muy importante en el proceso. Es imposible separar la
emoción de cualquier otra actividad importante en la vida. ¡No trate de hacerlo! (Sylwester,
5 Complementación, ampliación y sistematización de mi libro Aprendizaje y Comportamiento basados en el funcionamiento del cerebro humano,
Ediciones Litoral (Ortiz, 2009).
33
citado por Ortiz, 1999; p. 224)
Ya el notable psicólogo suizo Jean Piaget lo había reconocido en el único curso que
desarrolló en la Soborna, cuando dijo que “¡No hay conocimiento sin amor!” (Citado por De
Zubiría, 2006; p. 50). Por lo tanto, “más que las aptitudes, la afectividad comanda la ruta del
aprendizaje de nivel superior.” (Suárez, 1996; p. 18).
Los Psicólogos dialécticos Luria, Leontiev, y Vigotsky (2004) advierten que “Un sistema
educativo cuya finalidad corresponde a un crecimiento intelectual saludable debe conducir a
un crecimiento afectivo y social igualmente sano.” Por supuesto que sí, ellos tenían toda la
razón, “pero sus voces las silenció el predominio curricular absorbente de las “áreas
mayores”, requeridas sólo para formar empleados medios, tecnólogos y profesionales.” (De
Zubiría, 2007; p. 52)
6 El término “metafectividad” hace referencia al conocimiento, control y autorregulación de los procesos afectivos. La metafectividad es el proceso
afectivo y emocional a través del cual el ser humano carga de afectos su interior, direcciona sus emociones, es decir, se ama a sí mismo, para poder
amar a los demás. Es un proceso interno que impulsa a la metacognición, consiste en amar el amor, abrazar la ternura y el cariño, querer tus afectos,
amar al corazón. Si la metacognición es pensar sobre el pensamiento, entonces la metafectividad es pensar y sentir el sentimiento. No hay
metacognición sin metafectividad.
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elegir a la mejor mujer para construir una familia, o armar un equipo de fútbol, o dirigir un
colegio con metodologías innovadoras, cualquier actividad humana significativa pasa por la
mente afectiva, la atraviesa de principio a fin.”
No caben dudas que para el aprendizaje humano son muy importantes las emociones.
El cuerpo proporciona de manera continua una infinidad de señales específicas, las cuales
son inherentes a cada emoción y, además, son fáciles de percibir. Por ejemplo: enrojecer
ante la ira, palidecer frente al miedo y sentir desasosiego ante la ansiedad. Conocer con
claridad las señales físicas de las propias emociones es la clave para manejarlas, ya que se
podrá alcanzar un máximo rendimiento, aprovechar de manera consciente la energía extra
que proporcionan, moderar voluntariamente las respuestas emocionales, facilitar la calma
ante el miedo o la ira y repetir experiencias positivas que contribuyan a experimentar
emociones agradables, tales como la alegría y el amor, entre otras (Correa, 2006).
Una conciencia emocional desarrollada identifica cada señal enviada por el cuerpo al
reconocer y asignar el nombre a cada emoción; esta habilidad es fundamental en la
consolidación de las emociones inteligentes y constituye la base sobre la cual se construyen
las otras competencias emocionales.
Recuerdo una frase de Martí expresada en 1884: “Se necesita abrir una campaña de
ternura y de ciencia.” (Citado por Gutiérrez, 1999; p. 67). Yo agregaría con el mayor respeto,
una campaña de amor y de conciencia.
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Según Ryback (1997; p.89) la inteligencia emocional es la capacidad de aplicar la
conciencia y la sensibilidad para discernir los sentimientos que subyacen en la comunicación
interpersonal y también para resistir a la tentación que nos lleva a reaccionar de una manera
impulsiva e irreflexiva. De este modo, podremos actuar de manera receptiva auténtica y
sincera.
Para Salovey y Mayer (Citados por Martin y Boeck, 1997; p. 22), las habilidades
prácticas que se desprenden de la inteligencia emocional son cinco: reconocimiento de las
propias emociones, manejar las emociones, potenciar las emociones, las relaciones sociales
y la empatía. En este sentido, las emociones inteligentes incluyen diversas habilidades, por
ejemplo: el conocimiento, la compresión, la potenciación de las propias emociones, la
capacidad de ponerse en el lugar de los demás (Correa, 2006). Estas competencias se
aprenden y desarrollan mediante la percepción y la regulación consciente de las emociones y
de los sentimientos, promoviendo respuestas asertivas y eficaces.
Como plantea Gabriel García Márquez al final del prólogo literario del libro El cerebro y
el mito del yo, de Rodolfo Llinás (2003): “…con la certidumbre de que termine por descubrir
algo que existe más allá de nuestros sueños: en qué lugar del cerebro se incuba el amor, y
cuál será su duración y su destino.” (p. XIV)
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CAPÍTULO III
3.1-¿QUÉ ES EL AMOR?
Según Maturana (1990), el ser humano posee dos vías para acceder al conocimiento: la
razón y el amor. Pero nuestro intelecto es un camino incompleto para conocer, por cuanto
está cargado de creencias, representaciones conceptuales, nociones, vivencias, experiencias
praxiológicas y complejos sistemas cognoscitivos. En cambio, el amor es el medio esencial, el
camino científico e infalible para la obtención del conocimiento. Para Maturana (1990; p. 209)
el amor es “la aceptación del otro junto a uno en la convivencia.”
El amor tiene una triple naturaleza. Desde la relación afectiva más sencilla (bebé –
madre) hasta la más sofisticada (matrimonio humano) participa en grado elevado el
conocimiento. Conocimiento relativo a las reglas comunicativas. Conocimiento relativo a que
indican las diferentes miradas maternas. Conocimientos preceptúales sofisticados para
descubrir entre muchas voces el timbre, la intensidad y el tono exacto de la voz maternal,
generosa. Primeros conocimientos ligados a la posterior psicología de las motivaciones, las
intenciones, los deseos, los estados emocionales, etc. Tantos tan diversos conocimientos sin
los cuales el vínculo afectivo entre el bebé y su madre languidecería peligrosamente. Por eso
el amor es ciencia (De Zubiría, 2005; p. 11)
38
El papel del conocimiento es central en cualquier nexo afectivo humano, aunque se
piense lo contrario. Aunque sea por una potente razón: se ama o se odia el conocimiento de la
persona, no a la persona en sí misma.
Al amar se ama no al otro individuo – sus reales actos, intenciones, creencias, valores,
actitudes, deseos, frustraciones – sino a una construcción teórica que fabrica nuestra mente.
Amamos la idea del otro tal como nos lo representamos, tal como lo conocemos; no al otro en
sí mismo, es decir, que el otro existe psicológicamente como representación. El filosofo
alemán Kant enseñó que no es posible conocer a la persona en sí misma.
La vida de las relaciones, hasta las mejores está plagada de conflictos, de sin sabores,
desavenencias, desacuerdos. Detectarlos a tiempo y aplicar los correctivos decide buena
parte del éxito o la derrota. Detección y corrección que es más sencillo decirlo que hacerlo,
pues siempre en nexos íntimos se movilizan intensas emociones y sentimientos (ira, odio,
dolor, tristeza, soledad angustia, nostalgia). (De Zubiría, 2005; p. 146)
Los afectos, las emociones y los sentimientos del ser humano van configurando a lo
largo de la vida las actitudes y valores, como configuraciones afectivas de orden superior, más
complejas, influyentes y determinantes en el comportamiento humano, que se configuran, en
39
el caso de una interpretación positiva, en el amor, que es conocimiento, valoración, práctica y
comunicación.
Las estrellas brillan, iluminan, son infinitas, al igual que el amor. Si quieres realmente
convertirte en un padre y docente exitoso en la educación de tus estudiantes debes practicar
el amor con todos y todo lo que te rodea. El amor es el motor impulsor del éxito pedagógico.
Si repartes entre los pobres todo lo que posees y además si entregas tu propio cuerpo
para tener de qué enorgullecerte, pero no tienes amor, de nada te sirve.
Tener amor es saber soportar, es ser bondadoso; es no tener envidia, ni ser presumido,
ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; es no enojarse, ni guardar rencor; es no alegrarse de las
injusticias, sino de la verdad.
El que ama debe sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo, porque el
amor jamás dejará de existir, además, no hay dificultad que el amor no venza. No hay
enfermedad que el amor no cure. No hay puerta que el amor no abra. No hay muro que el
amor no derribe. Y no hay ningún pecado que el amor no redima.
Según cómo piensa un hombre en su corazón así es él. Los pensamientos de un ser
humano dependen de su pasión y de sus sentimientos.
Eso no quiere decir que tengamos que negar que la mala gente sea mala gente si
realmente lo es, ni que tengamos que sentirnos bien con las personas que actúan de forma
despreciable. Lo que quiero decir es que tenemos que comportamos bien con ellos,
independientemente de su actitud con nosotros, sea buena o mala.
Puede que los sentimientos del amor sean el lenguaje del amor o la expresión del amor,
pero esos sentimientos no son el amor.
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No siempre puedo controlar mis sentimientos hacia los estudiantes, pero lo que sí puedo
controlar es mi comportamiento hacia ellos. Los sentimientos como vienen se van, y a veces
también dependen de la reacción que nos cause cualquier acontecimiento externo.
Nuestro comportamiento también tiene una influencia sobre nuestras ideas y nuestros
sentimientos. Cuando, como seres humanos, nos comprometemos a dedicar nuestra atención,
nuestro tiempo, nuestro esfuerzo y demás recursos a alguien o a algo, con el tiempo vamos
desarrollando sentimientos hacia el objeto de nuestra atención. Es más fácil traducir nuestras
acciones en sentimientos que traducir nuestros sentimientos en acciones.
El amor espera todo el tiempo que sea necesario, el amor no hay que buscarlo nunca, él
llega cuando menos lo imaginamos.
Cuando es el amor el que nos guía, el éxito pedagógico no está tan lejos. Sin amor no
hay éxito en el campo de la educación. El amor es el motor impulsor que nos lleva hasta
donde necesitamos: hacia el éxito pedagógico. Por lo tanto, triunfar en la vida educativa es un
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resultado de caminar con amor. Por eso debes amar lo que haces, el amor es la base del éxito
pedagógico. Sin amor no hay éxito pedagógico duradero porque el amor alimenta al éxito
pedagógico día a día. Con amor el éxito pedagógico crece cada día. El éxito pedagógico sin
amor es efímero, muere cada día.
Casi siempre lo que sentimos suplanta lo que sabemos. Si nos sentimos temerosos,
asustados y solitarios; o, por el contrario, entusiasmados, cariñosos y amables, esos serán los
motores impulsores de nuestros pensamientos y de nuestra actuación pedagógica.
Casi siempre la razón está del lado de la emoción y de la pasión, casi siempre la mente y
los pensamientos se subordinan a los sentimientos, los cuales, de conjunto con las emociones
nos conducirán siempre de manera apasionada hacia la consecución de nuestras metas
educativas.
Muchos docentes están más preocupados por su supervivencia personal que por
mantener vivo su sueño. El temor de estos docentes ocupa el lugar de su pasión y ésta queda
desplazada a un segundo plano.
42
Convertir tus sueños en realidad no es el resultado de la suerte o la coincidencia. Los
docentes de éxito triunfan a propósito; su éxito pedagógico es el resultado de un plan
preconcebido y puesto en marcha.
Lo que construye el éxito es el amor, no el temor. Si tienes temor de que tus estudiantes
no alcancen los logros propuestos, no cumplan con los estándares establecidos y, en
consecuencia, no desarrollen las competencias necesarias, lo más seguro es que jamás lo
consigas, pero si sientes amor por lo que haces y si despliegas un conjunto de acciones
metodológicas estratégicas para lograrlo, y las ejecutas con amor, lo más seguro es que lo
logres. El amor es el primer peldaño hacia el cumplimiento de nuestros sueños.
Para tener éxito pedagógico, triunfar y ser feliz, tiene que agradarme lo que hago. Debe
gustarme mi profesión de educador y formador. El trabajo pedagógico debe convertirse en una
actividad de disfrute para mí, tan agradable como practicar deportes, ir al cine o a algún
restaurante, o simplemente leer un buen libro de pedagogía, de novela, o escuchar música.
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¿Cómo puede un docente aprender y enseñar a amar? ¿El amor se aprende?
¿Podemos pedagogizar el amor?
En efecto, el docente debe enseñar a los estudiantes a amar. Y los estudiantes deben
aprender a amar. El docente debe aplicar la Pedagogía del Amor en sus relaciones con los
demás. Ese es el camino hacia el éxito pedagógico, ese es el camino hacia la calidad
educativa, ese es el camino hacia el aprendizaje significativo, autónomo, auténtico e infinito,
ese es el camino hacia la felicidad.
3.2-¿QUÉ ES LA FELICIDAD?
¿Es más feliz el ser humano por disponer de más comodidades materiales? ¿Acaso no
es la felicidad debida más factores internos, espirituales y mentales, que a factores externos?
“Muchos experimentos ha demostrado que las personas felices son más serviciales y
generosas” (Argyle, 1987) y a la par “Muchas personas realizan trabajo voluntario. Trabajo no
remunerado de servicio a otras personas que no sean la escuela y los amigos; el 25% de los
adultos británicos realizaron este tipo de trabajo en 1984, y, de ellos, el 10% una vez a la
semana o más”
Ya en 1978 Larson halló correlaciones positivas, aunque bajas, entre más amigos, pasar
más tiempo con ellos y ser feliz. Y si bien es casi imposible resolver la pregunta del millón
(¿producen las buenas relaciones sociales felicidad o viceversa?), los experimentos
adelantados por Reich y Zautra en 1981, indican cómo al incrementarse los contactos sociales
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se eleva el correspondiente índice de felicidad. Se sabe desde hace siglos, eso sí, que la
muerte o pérdida de relaciones afectivas produce intensos de infelicidad, tristeza, depresión,
furia, malestar, etc. (Citados por De Zubiría, 2007).
El psicólogo inglés Argyle (1987) propone seis ideas interesantes para explicar por qué
las relaciones interpersonales aumentan la felicidad:
Producen alegría
Proporcionan ayuda.
El profeta Juan decía que "En todos los caminos siempre hay un desvío para ir a la
felicidad". Te ves en el espejo todos los días, pero nunca te detienes a preguntarte: ¿Quién
es esa persona que veo allí? Ese momento puede ser el camino a tu felicidad. Miras tu
cabello, tus ojos, tu nariz, pero nunca observas lo que hay dentro de tu mente. Te peinas, te
arreglas la ropa, pero ¿alguna vez has tratado de arreglar tu personalidad y cambiar tu
mentalidad, tu forma de pensar y tu actitud hacia tus estudiantes?
No son detalles, son las cosas más significativas de un docente, lo de afuera no es tan
importante, lo valioso de un docente es su interior, quien lleva mucho afuera tiene poco
adentro. Mucho almacén, poca alma.
Conoces tu cuerpo, tus manos, tus pies, la forma de tus labios, pero ¿sabes quién eres
como docente?, ¿has visitado algún día a tu corazón? Detente algún día y visita tu corazón,
él te dirá realmente quién eres como docente. Tu corazón es tu personalidad. Tu corazón es
tu principal estrategia pedagógica.
Todos los docentes, padres de familia y estudiantes son importantes. Todos ustedes
tienen una misión para cumplir en esta vida.
En la misma medida en que cumplas esa misión serás más o menos importante y
tendrás mayor significado para los estudiantes y tu existencia en la escuela tendrá mayor
sentido, pero todos los docentes somos importantes.
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Debes observar además a tu alrededor y tratar de descubrir, identificar y descifrar los
mensajes que el estudiante te está enviando. El siempre sigue tus pasos, siempre está en tu
camino, en tu salón de clases, para iluminarlo, con señales que debes leer para que no
apartes de tu misión en esta tarea formativa.
Esas señales o mensajes que el estudiante te envía son la brújula que te guía hacia una
educación integral, una educación afectiva, basada en el amor para la felicidad, algo así
como el hilo conductor que debes seguir para que no te alejes de la misión de educar y
formar a tus estudiantes. Esa es la misión que tienes en esta vida, y para eso cuentas con el
apoyo de la familia y del propio estudiante.
La pasión es la entrega sin límites, sin condiciones, sin tiempo, a ti mismo, a la familia, a
tus estudiantes, a su formación, a la escuela. Es guiarte por tus sueños.
Tus sueños deben guiar tu amor y tu pasión por la educación integral y afectiva.
Debes convertir tus sueños en necesidad y deseo. Primero debes descubrir lo que te
atrae, porque lo que te atrae se convierte en lo que te gusta, y de ahí surgen tus deseos, tus
intereses y tus necesidades. Este es el triangulo de los motivos, que son la base de tus
intenciones que se convierten en aspiraciones, ideales, convicciones y certeza. Todo esto
integrado es el Amor. Y si tienes Amor serás feliz toda la vida.
Si te convences de que eres feliz, de verdad que lo eres, porque sientes amor por ti, por
tu labor de educar, por todo, por los estudiantes, por la naturaleza. Y el amor es la base de la
felicidad.
El amor es quien encauza los afectos, estimula el trabajo y es base de la cultura, esos
tres ingredientes que son imprescindibles para hacer tu proyecto personal.
El amor es también la fortaleza y consuelo para superar todas las dificultades que
puedan presentarse en la realización diaria de ese proyecto de vida y de futuro, sobre todo
en los momentos de dificultad. El amor es la felicidad.
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La felicidad consiste en conocer y amar lo bueno. Ese bien capaz de satisfacer por
completo y definitivamente la más profunda sed del hombre es el amor, que nunca puede
estar ausente de un proyecto personal verdadero y capaz de hacer experimentar esa
expansión y dilatación gratificante que constituye la felicidad.
Davidson afirmó que la felicidad es algo que podemos cultivar deliberadamente por
medio del entrenamiento mental que afecta al cerebro. Por lo tanto, igual que algunas
personas “son conscientes del valor de ejercitar su cuerpo con frecuencia a lo largo de la
vida, lo mismo sucede con las habilidades emocionales” (Begley, 2008; p. 287), una persona
puede lograr, intencionalmente, impactar en las zonas cerebrales que controlan los afectos,
emociones y sentimientos, provocar transformaciones físicas allí, crear y/o modificar redes y
circuitos de comunicación afectiva entre las neuronas, mediante sinapsis de felicidad.
¡Sí, así como lo lees!, la felicidad se educa, de ahí que una persona puede aprender a
ser feliz, es decir, puede entrenarse en la felicidad, con atención, concentración, esfuerzo,
práctica, persistencia, voluntad, puede constreñir a su cerebro para que éste, a su vez,
fabrique, genere y produzca sentimientos de felicidad, de ahí que “la felicidad puede ser
conceptualizada no sólo como un estado o rasgo, sino como el producto de habilidades que
se pueden aprender y mejorar a través del entrenamiento mental.” (Davidson, citado por
Begley, 2008; p. 286)
En sus investigaciones, Davidson (citado por Begley, 2008; p. 287) ha venido atando
cabos, según él, “aunque no sepamos con exactitud por qué la meditación sobre la
compasión puede despertar emociones positivas, descubrir que la actividad cognitiva
modifica la actividad en una de las regiones del cerebro encargadas de la emoción respalda
la esperanza de que el entrenamiento mental puede modificar el punto nodal de la felicidad.
Sabemos que la palabra inteligencia proviene del latín y significa escoger, captar, leer,
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expresa la capacidad para escoger una u otra cosa, saber ver, como dijo Leonardo da Vinci.
Por otro lado, es bueno recordar que la Teoría de las Inteligencias Múltiples surge
dentro de un proyecto de investigación sobre el desarrollo personal, sin embargo “el
desarrollo personal es mucho más que el desarrollo cognitivo: ser más inteligentes (Tal como
lo plantea Gardner, 2007) no nos hace más humanos.” (Ander-Egg, 2008; p. 15).
En efecto, “el saber no nos hace mejores, ni más felices” (Kleist, citado por Ander-Egg,
2008; p. 23). Sin embargo, “toda ciencia que no tienda a la felicidad de todo el que vive y
siente, será vana y perjudicial.” (Robin, 2000; p. 42).
Puedes navegar por Internet pero lograr que tu verdad sea magíster en banalidad.
Estas trascendentales ideas han sido extraídas de una bonita canción del dúo cubano
Buena Fe.
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El trabajo en equipos, como portador de creatividad, calidad y compromiso en las
decisiones y las acciones de los docentes y padres de familia.
Trabajo en equipos:
Los cambios tan dinámicos que se producen en la sociedad obligan a desarrollar una
educación diferente, una formación espiritual, más sana, una pedagogía del cariño, una
pedagogía del amor, una pedagogía de la ternura, una pedagogía de los afectos, en fin, una
educación del corazón, que es el despertador del alma.
Para ello es importante que comprendas y reconozcas como padre o madre, a partir de
un autoanálisis crítico de tu comportamiento con los estudiantes o hijos, que la primera huella
que la familia, la televisión, la escuela y la sociedad en general, imprimen en el alma del niño
y la niña es la competencia, la victoria sobre sus compañeros, el individualismo: ser el
primero en todo, ser el ganador.
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“Si me prometen no creer todo lo que su hijo les dice que sucede en esta escuela, les
prometeré no creer todo lo que él dice que sucede en su casa”.
La educación que estás dando a los estudiantes procrea el mal porque lo enseña como
bien. La piedra angular de la educación se asienta sobre el individualismo y la competencia y
esto genera una gran confusión y dicotomía: enseñarles espiritualidad y competencia,
individualismo y bien común. Por otro lado le das largas charlas sobre la solidaridad y el
colectivismo que se contradicen con la desenfrenada búsqueda del éxito individual para el
cual los preparas.
Debes ser emprendedor, tratar de no perder nunca el buen humor, actuar con jocosidad
y dominar las técnicas del trabajo en equipo.
Debes ser un integrante permanente e influyente del grupo escolar y las relaciones con
los estudiantes deben ser cordiales y amistosas.
Debes ser un padre y un docente cariñoso, tierno, afectivo, amable y amoroso con tus
hijos o los estudiantes.
Cultura axiológica:
“En 1916 siendo casi un chiquillo, tuve la fortuna - desgracia de visitar un campo de
concentración.
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Estuve, efectivamente, varios días sin poder dormir pero más que todos aquellos
horrores me impresionó algo que leí, escrito por una antigua maestra, residente del campo.
Comentaba que las cámaras de gas habían sido construidas por ingenieros
especialistas, que las inyecciones letales las ponían los médicos o enfermeros titulados, que
niños recién nacidos eran asfixiados por asistentes sanitarios, que mujeres y niños habían
sido fusilados por gentes con estudios, por doctores y licenciados “educadísimos”.
Efectivamente: hechos como éste y otros que siguen produciéndose nos obligan a
pensar que la educación no hace descender los grados de barbarie de la humanidad, que
pueden existir monstruos educadísimos.
Me sigue asombrando que en los años escolares se enseñan a los niños y jóvenes
“todo” menos lo esencial.
Qué maravilla si los docentes que trataron de meterme todo en la mollera, me hubieran
hablado también de sus vidas, de sus esperanzas, que hubieran abierto ante el niño que yo
era, sus almas y no sólo sus libros.
De nada sirve tener un título, si uno sigue siendo egoísta, si luego te quiebras ante el
primer dolor, si eres esclavo por el qué dirán, o la obsesión por el prestigio, si crees que se
puede caminar por el mundo pisando a los demás.
¿Qué les puedes sugerir a aquellos docentes que sólo transmiten experiencias y no
educan con su ejemplo y con amor a sus hijos?
Estas interrogantes puedes responderlas con máximas expresadas por los grandes de
la Pedagogía y la Educación:
“En las escuelas hay que enseñar todo a todos.” Juan Amos Comenius.
“Instruir puede cualquiera, educar sólo quien sea un evangelio vivo”. José de la Luz
51
y Caballero.
“El pueblo más feliz es el que tenga mejor educado a sus hijos, en la instrucción del
pensamiento y en la dirección de los sentimientos”. José Martí Pérez.
“Al venir a la tierra, todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después en
pago, el deber de contribuir a la educación de los demás”. José Martí.
Nadie puede exigir lo que no da, y nadie puede dar lo que no tiene. Para formar valores
en los estudiantes debes primero tener valores tú y en consecuencia ejercer el liderazgo
formativo.
Liderazgo formativo:
En el cuarto capítulo de este libro profundizaremos acerca del tema del liderazgo
formativo y su influencia en la armonía y la felicidad escolar y familiar.
Para exigirle amor y respeto a los estudiantes primero debes darle amor a ellos y
respetarlos. Está demostrado científicamente que sin afectos no se educa.
Recuerda que sólo se es niño una sola vez, es por ello que tu hijo no sólo se cría,
también se disfruta.
Desde el vientre materno, entre madre e hijo se empieza a desarrollar un vínculo socio
afectivo de aceptación y agrado recíproco que se extiende a las otras personas miembros de
la escuela.
52
Si esperas con amor a tu hijo y te preparas para los cambios que se presentarán con su
llegada, la relación afectiva se fortalecerá con los demás miembros de la escuela, no así
cuando la madre no desea al niño o el ambiente escolar y familiar es negativo, entonces la
madre vive una constante tensión que le ocasionará cambios glandulares y trastornos
orgánicos tales como sudoraciones, aceleración del ritmo cardíaco y respiratorio,
intranquilidad, aumento de la adrenalina, malestares digestivos, alteración del sueño, etc.
Recuerda que tu hijo aprende mucho más, por lo que él ve y siente y el tono y actitud
con que le dices las cosas, que por lo que le dices en sí. Su aprendizaje es más práctico y
sensorio afectivo que racional. Aprende más mediante sus emociones que con sus
pensamientos. Influye más su corazón que su conciencia en su desarrollo integral. La mente
es importante, pero es más significativo el sentimiento.
Por imitación se adquiere el lenguaje, por eso cada nación habla su propio idioma. El
desarrollo del lenguaje ayuda al desarrollo intelectual y a la integración socioafectiva. De ahí
la importancia de que le hables amablemente a los estudiantes, con cariño, ternura y
afectividad.
El niño siempre está lleno de afectos, le agrada dar y recibir afectos. Disfrútalo, dale
afecto y recibe su afecto, pero no lo consientas en exceso. Cuidado con mimarlo con
extremismos, él también tiene sus obligaciones y debe cumplirlas para crecer, no sólo
físicamente sino también en formación.
53
Cuidado con lo que le enseñas a los estudiantes. El niño maltratado termina
maltratando a los demás, o se vuelve sumiso, taimado, inseguro, incapaz de expresar afecto
o recibirlo, resentido, poco sociable, inquieto, falto de atención y/o difícil de manejar.
En este sentido es importante que seas afectuoso y amable con los estudiantes. No
debes negarles ni una sonrisa.
¿Sabe usted cuánto vale una auténtica sonrisa?, una sonrisa dejada de dar a tu hijo
puede convertirse en una silla vacía mañana en la cena del hogar, una sonrisa dejada de dar
a un estudiante puede convertirse mañana en una silla vacía en el salón de clases.
Si nos relajamos e imaginamos una de esas veces que nos hemos reído plenos de
satisfacción, o cuando hemos disfrutado la radiante sonrisa de un niño pequeño, o aquella
tan dulce y bondadosa del abuelo, o la de ese niño de nuestra clase, que lleno de emoción
sonríe al ver la solución de una tarea que hasta el momento no había obtenido, entonces
sólo estas imágenes que guardamos con agrado en el recuerdo, bastarían para volver a
experimentar todas las emociones positivas que nos proporciona esa auténtica sonrisa y
sería suficiente su descripción para responder a nuestra pregunta inicial.
Todos hemos percibido el enorme valor que tiene la sonrisa en la comunicación con
nosotros mismos y con quienes nos rodean. Puede hacernos sentir esa ternura que brinda la
caricia, nos transmite seguridad, amor, afecto, solidaridad, entre otros aspectos importantes.
En nuestra actividad pedagógica diaria, ella posee un valor emocional incalculable, esa, la
que brota del corazón, sin ironía, ni dobles intenciones, la que le muestra al estudiante el
rostro radiante del docente, que le infunde la fuerza para seguir adelante, la que le da la
confianza de que rectificará una mala acción, la que hace disfrutar y contagia de alegría el
aprendizaje colectivo. ¡Cuánto puede variar la atmósfera afectiva, en un momento de nuestra
actividad pedagógica, una sonrisa oportuna, un chiste que encienda y refresque el ambiente!
Muchos son los autores que destacan la necesidad de disfrutar el humor para elevar
54
niveles de creatividad, para enfrentar positivamente determinados conflictos y para evitar
angustia y estrés.
Y es consuelo en la tristeza.
se generoso y da la tuya,
No por gusto Martí (1975) le aconsejó a Carmita (su hermana) en carta a María
Mantilla...que se ría dos horas al día... con esa sabiduría que hay en lo simple y en lo
cotidiano, en tan pocas palabras, le trasmitía lo que él veía como una necesidad; la
capacidad de reír y hacer reír; esta resulta imprescindible en nuestra labor de educadores.
¡Ah! Y en nuestros ratos de soledad, esos poquitos que a veces tenemos, disfrutemos
de los momentos de placer que hemos tenido durante el día con nuestros hijos, nuestros
estudiantes, nuestros compañeros de trabajo, y apreciemos la saludable tranquilidad interna
que sentimos con esa sonrisa nuestra que compartimos con nosotros mismos.
55
“No se deja de reír al envejecer, se envejece cuando se deja de reír”.
“Es bueno iluminar la vida con el buen humor, el camino se nos hace menos tortuoso
si aprendemos a reírnos de nosotros mismos y de la vida”.
No puedes tratar a los estudiantes como manejas tu carro, tus cosas o pertenencias
materiales. Habituado a manipular y mover las cosas en el mundo físico que te rodea, olvidas
a veces que el trato social y escolar es muy diferente.
Los estudiantes tienen vida, emociones, intereses y voluntad propia, igual que tú. No
debes manipularlos como una cosa, según tus antojos, debes apelar a sus sentimientos e
intereses para crear en ellos la voluntad de que cooperen contigo mismo.
¿Por qué no emplear una forma amistosa y amable con los estudiantes?
El psicólogo Henry H. Goodard hace unos años usó un aparato llamado “ergógrafo”
para medir la fatiga. Observó que cuando dirigía a sus hijos que estaban cansados palabras
de elogio, afecto y aprobación en público, el ergógrafo indicaba un ascenso de la energía, y
al revés, cuando eran criticados o reprendidos la curva de la energía decaía notablemente.
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¿Cómo hacerte saber que la vida sin ciertas normas pierde forma, pero que la forma
no se pierde con abrirte a la vida?
¿Cómo hacerte saber que abrirte a la vida no es amar indiscriminadamente, pues las
heridas se cierran, pero las puertas no deben cerrarse?
¿Cómo hacerte saber que la mayor puerta es la del afecto y que son ellos los que te
definen?
¿Cómo hacerte saber que negar palabras es abrir distancias y esto te hace sentir
muy solo?
¿Cómo hacerte saber que ayudar es poder alentar y dar apoyo, pero que adular no
es ayudar?
¿Cómo hacerte saber que quien siembra muros no recoge nada y que sería mejor
construir puentes porque sobre ellos vas a la otra orilla y también vuelves?
¿Cómo hacerte saber que volver no implica retroceder, pues en ocasiones retroceder
puede ser avanzar?
Demuéstrale afecto a los estudiantes de forma creativa (piropo, frase de aliento, poesía,
estrofa de una canción, un apretón de manos, un abrazo, un beso). El amor sólo es real
cuando actúas con una profundidad sensibilidad social con los estudiantes. Sólo así, superas
esa brecha creciente y escandalosa que separa a los pocos que tienen mucho y a los
muchos que tienen muy poco.
Construir caminos y derribar murallas es el reto que te propongo para lograr el éxito que
nace de la humildad con los estudiantes. El amor se suma y se multiplica, lo contrario del
resentimiento que resta y divide. En el amor no hay límites, ni en el dar, ni en el recibir.
Puedes cosechar los mejores frutos cuando eres solidario y compartes con generosidad con
los estudiantes.
Guiado por el amor, eres capaz de vivir dignamente con un pluralismo que fortalece las
coincidencias y respeta las diferencias. En el hogar y en la calle puedes darle mayor fuerza a
lo que te une y quitarle vigor a lo que te separa.
Como muy bien afirmaba José Martí: “Educar es una obra de infinito amor”.
57
El amor auténtico a los estudiantes siempre está naciendo, si no nace todos los días
entonces muere día a día. Hay que sacar tiempo para divertirse y cultivar detalles con los
estudiantes. En realidad ningún detalle es pequeño, pues una palabra dulce a los estudiantes
puede suavizar un conflicto y una palabra ofensiva puede distanciarte de ellos. En las
relaciones interpersonales con los estudiantes es necesario afianzar la confianza con la
sinceridad.
Cuidar la relación amorosa con los estudiantes exige mantener vivo el diálogo, la
comunicación y el respeto; así como ser tolerante con los errores de ellos, evitando el
perfeccionismo y la posesividad. Sabes amar si les das a los estudiantes un espacio de
libertad, permitiéndole ser ellos mismos, en lugar de limitarlos con un egoísmo asfixiante.
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Por lo tanto, como afirmaba José de la Luz y Caballero: “Instruir puede cualquiera, pero
educar sólo quien sea un evangelio vivo.” Tú debes ser un evangelizador de los estudiantes.
Para lograr lo anterior debes conocer bien a los estudiantes, debes dominar bien lo que
tu estudiante sabe, lo que sabe hacer, cómo es, cómo piensa, cómo siente y sobre todo sus
dones, sus potencialidades, lo que puede hacer, ya sea por sí mismo o con ayuda de los
demás.
“El buen docente es aquél que hace que lo difícil parezca fácil”.
“Un buen docente infunde confianza en sus hijos y convierte el aprendizaje en una
tarea fascinante”.
“Un solo día con un buen docente reporta tanto, como mil días de estudio
concienzudo”.
“Educar significa comprometerse a mejorar la vida de los demás, es ante todo una
cuestión de amor”.
“El buen docente es aquel que nos llegó al corazón, que nos comprendió o se
interesó en nosotros como persona”.
"Todo padre es un docente para sus hijos, y todo docente es un padre para sus
estudiantes".
moldea y acendra,
59
aquel vigía que a todas horas sabe donde está
y les mata los vicios con la mano suave o enérgica que sea menester,
Conversa sobre temas que los motiven, háblales de manera sencilla y amistosa.
Manifiesta interés cuando te hablen.
Respeta sus ideas y opiniones. Diles que sus ideas son magníficas y brillantes.
Llámalos por sus nombres. Elogia y resalta sus virtudes y cualidades y no sólo sus
defectos y flaquezas.
Analiza lo que pueden hacer y cómo pueden ser y no sólo lo que saben, lo que
saben hacer y cómo son.
Para finalizar este capítulo lleno de amor les dedico a todos los docentes, madres,
padres, colegas y amigos, esta modesta poesía nacida de mi inspiración pedagógica y de mi
amor por la educación:
“LA SOLUCIÓN”
La solución en la formación
61
En esta gran revolución
Las siguientes ideas extraídas de una maravillosa canción (Reparador de Sueños) del
trovador cubano Silvio Rodríguez ilustran las cualidades que deben caracterizarte como
maestro, padre o madre, en la actualidad:
Llega hasta el salón principal donde está el motor que mueve la luz.
62
CAPÍTULO IV
es simplemente el reflejo
Estas frases encierran la experiencia de un político que dirigió la nación más poderosa
de la tierra y que sufrió en carne propia todos los problemas internos y externos de un
gobierno que hizo historia con los capítulos más negros en el mundo subterráneo de la intriga
palaciega.
Sirvan pues, estas frases y el presente capítulo, que a pesar de su brevedad, está
enfocado hacia el denominado liderazgo y su relación con la Educación.
4.1-LIDERAZGO:
63
De manera general se puede interpretar y analizar el liderazgo desde dos perspectivas:
El líder era concebido como un ser superior al resto de los miembros del grupo, con
atributos especiales.
Por ello es que individuos superiormente dotados serán vistos como líderes potenciales
y colocados en una posición de liderazgo, donde, finalmente se convertirían en líderes,
incluso a pesar de ellos mismos.
Durante mucho tiempo se ha pretendido definir y medir los rasgos y las habilidades de
64
los líderes, sin embargo, no se ha logrado hasta ahora un consenso al respecto.
Estos listados reflejan más que las características verdaderas de un líder, los valores
prevalecientes en la sociedad o la imagen del líder ideal.
Los estudios sobre el liderazgo señalan que los líderes atienden a ser más brillantes,
tienen mejor criterio, interactúan más, trabajan bien bajo tensión, toman decisiones, atienden
a tomar el mando o el control, y se sienten seguros de sí mismos.
Esta perspectiva no enfatiza las características ni el comportamiento del líder, sino "las
circunstancias sobre las cuales grupos de personas integran y organizan sus actividades
hacia objetivos, y sobre la forma en la función del liderazgo es analizada en términos de una
relación dinámica."
La necesidad de un líder es evidente y real, y esta aumenta conforme los objetivos del
grupo son más complejos y amplios.
Por ello, para organizarse y actuar como una unidad, los miembros de un grupo eligen a
un líder.
Este individuo es un instrumento del grupo para lograr sus objetivos y, sus habilidades
personales son valoradas en la medida que le son útiles al grupo.
Por lo tanto, el líder tiene que ser analizado en términos de su función dentro del grupo.
El líder adquiere status al lograr que el grupo o la comunidad logren sus metas, su
apoyo, desempeño y resultado depende de qué consigue para los miembros de su grupo,
comunidad o sociedad más que ninguna otra persona.
El líder tiene que distribuir el poder y la responsabilidad entre los miembros de su grupo.
Como el liderazgo está en función del grupo, es importante analizar no solo las
características de éste sino además el contexto en el que el grupo se desenvuelve, pues se
considera que estas características determinan quien se convertirá en el líder del grupo.
Aunque todavía se cree que hay líderes natos, este libro analiza el liderazgo dentro de
la perspectiva que fundamenta la posición que se pueden crear líderes con solo reforzar
aquellas habilidades de liderazgo necesarias para una organización o situación específica.
4.4-LIDERAZGO Y EDUCACIÓN:
66
La cultura axiológica de todos los miembros de la escuela, como condición necesaria
y resultado del desarrollo humano, es decir, la formación de competencias afectivas y
valores compartidos que transformen la escuela.
¿Quién lo ejerce?
¿Cuál es la diferencia?
La autoridad del líder formativo proviene siempre de los estudiantes (hijos) con los
cuales interactúa y con quienes comparte su posición, normas y valores. Es autoridad moral
o real.
Por ende, podemos afirmar que el concepto de líder formativo siempre implica la
existencia de un determinado vínculo entre el padre y los hijos, entre el profesor y sus
estudiantes, caracterizado por la existencia de una ascendencia más o menos estable del
padre (maestro) sobre sus niños (estudiantes), donde tal ascendencia resulta mayor que la
que posee cualquier otro docente (padre) sobre sus estudiantes (hijos).
67
Por ejemplo, la condición de líder formativo de un determinado padre dentro de un
hogar descansa en la autoridad moral o real que éste ostenta ante sus hijos. Por tanto, no
tendría sentido pensar que tal atributo puede ser adjudicado desde fuera o auto adjudicado
por algún padre.
Por otro lado, si los estudiantes están obligados de alguna forma a aceptar la autoridad
de sus docentes, entonces no podemos hablar de líder formativo.
Liderazgo formativo es el proceso de ejercer una influencia mayor que lo que permite la
estructura de dirección de la escuela, más de lo que ella posibilita, hasta lograr que los hijos
también sean líderes.
Y eso sólo se los puede pedir un padre que sea líder formativo.
Por otro lado, los estudiantes son muy inteligentes y necesitan de docentes que sean
verdaderos líderes formativos para desarrollarse integralmente.
“La inteligencia me viene desde niño. Cuando iba a la escuela era tan listo que mi
docente estuvo en mi clase cinco años.”
El liderazgo formativo tiene que ver con la armonía escolar y con el sentido que cada
padre le confiere a su trabajo educativo dentro del hogar. Analicemos la siguiente anécdota:
Cuentan que en una ocasión un señor entró a tres casas de familia y notó que en cada
una de ellas estaba el padre conversando con sus hijos.
68
- ¿Qué estás haciendo?,
- Estoy formando a mis hijos como hombres y mujeres para cambiar el mañana y
mejorar el futuro de nuestro hogar.
Este tercer padre, sin lugar a dudas, era un líder formativo, comprometido con la
armonía y la felicidad de su hogar, comprometido con la educación de sus hijos no sólo para
hacer cumplir su autoridad y sus decisiones, no sólo para su beneficio particular sino para el
beneficio de la familia, la comunidad y la sociedad.
Necesidad de cambios.
Actuación prudencial.
Diagnóstico psicopedagógico.
Necesidad de cambios:
Los cambios son muy importantes en tu vida, sin cambio no hay vida y eso se
demuestra con esta anécdota que nos hace reflexionar acerca de la necesidad del cambio.
Este texto puede utilizarse también como una reflexión pedagógica para la formación de
valores en los estudiantes.
Cuentan que Gandhi fue abordado cierto día por una mujer preocupada porque su hijo
consumía demasiado azúcar. “Temo por su salud”, le dijo la mujer, “Él le respeta mucho”,
“¿Podría usted decirle los riesgos que corre y convencerle de que deje de comer azúcar?”
Tras una breve reflexión, Gandhi le dijo a la mujer que accedía a su petición, pero que
le llevara a su hijo al cabo de dos semanas, no antes.
69
Dos semanas más tarde, la madre llevó al muchacho. Gandhi habló con él y le sugirió
que dejara de comer azúcar.
“¿Por qué?”, repuso Gandhi, “porque necesitaba precisamente esas dos semanas para
librarme yo del mismo hábito”
“Ha de desearse, y de ayudar a realizar, cuanto acerque a los hombres y le haga la vida
más moral y llevadera”. José Martí.
“Todos los males resultan pequeños frente al supremo bien de sentirse digno de sí
mismo”.
"Enséñame que perdonar es lo más grande del fuerte y que la venganza es la señal del
débil". Gandhi.
Actuación prudencial.
Sin embargo, la niña le llevó el regalo a su padre a la mañana siguiente, era el día de su
cumpleaños, y le dijo: “Esto es para ti papito”.
Le pegó nuevamente a la niña y le gritó diciendo: “¿No sabes que cuando das un regalo
a alguien se supone que debe haber algo adentro?”.
La pequeñita miró hacia arriba con lágrimas en los ojos y dijo: “Oh papito, esa cajita no
está vacía papito, yo soplé besitos dentro de la cajita toditos para ti, papito...”
El padre se sintió morir, puso sus brazos alrededor de su niña y le suplicó que lo
perdonara.
Se ha dicho que el hombre guardó esta caja dorada cerca de su cama por años, y
siempre que se sentía enojado, tomaba de la caja un beso imaginario y recordaba el amor
que su niña había puesto ahí.
De una forma u otra, cada uno de nosotros ha recibido también un regalo dorado, lleno
de amor incondicional y besos de nuestros seres más queridos y nadie podrá tener una
propiedad o posesión más hermosa que ésta.
¿Qué les puedes sugerir a aquellas personas que tienen estos rasgos impulsivos?
¿Es importante actuar con serenidad ante los problemas? ¿Por qué?
¿Qué puedes pensar de aquellas personas que sólo sirven esperando una
recompensa?
En este sentido quisiera hacer algunas reflexiones sobre tu modo de actuación como
padre.
71
1.-La alternativa de la preocupación (dimensión del tener).
¿Cuál alternativa escoges para ser realmente un líder formativo y lograr la armonía en
la escuela y en el hogar?
Diagnóstico psicopedagógico.
En cierta aula de 5to grado la maestra Carmen había observado que uno de los
estudiantes llamado Freddy no jugaba con los otros niños, en ocasiones se dormía durante la
clase y constantemente necesitaba darse un buen baño.
Llegó el momento en que la maestra disfrutaba marcar los trabajos de éste con un
marcador rojo, coloreando un “insuficiente” muy llamativo en la parte superior de sus tareas.
72
Pero un día el rector de la institución le exigió a la maestra que revisara
sistemáticamente los expedientes escolares de cada niño.
“Freddy es un niño brillante, con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera
limpia y tiene muy buenos modales, es un placer tenerlo cerca.”
“Freddy es un excelente hijo, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota
preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa ha
de ser muy difícil.”
“Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. Él trata de hacer su mayor esfuerzo,
pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se
toman ciertas medidas”.
Ahora la maestra Carmen se había dado cuenta de la verdadera causa del problema y
estaba apenada con ella misma.
Los estudiantes el “Día del Educador” les llevaron regalos envueltos con preciosos
moños y papel brillante.
Freddy también le entregó uno en un papel amarillo muy arrugado, al parecer recogido
de algún cesto.
A la maestra le dio pánico abrir el regalo en medio de otros presentes. Era un viejo
brazalete y un frasco de perfume con sólo un cuarto de su contenido.
Ella detuvo la burla de los niños al exclamar lo precioso que era el regalo y se colocó el
brazalete en su muñeca izquierda y un poco de perfume en su mejilla.
73
Al finalizar la clase Freddy le dijo: Maestra, el día de hoy usted huele como solía oler mi
mamá. Después que el niño se fue ella lloró mucho.
A partir de ese día la maestra brindó todo su amor a los niños y puso un especial interés
en Freddy, convirtiéndolo en uno de los mejores hijos del grupo.
¿Por qué Freddy logró superar las deficiencias y convertirse en uno de los mejores
estudiantes del grupo?
“El buen docente es aquél que hace que lo difícil parezca fácil”.
“Un solo día con un buen docente reporta tanto, como mil días de estudio
concienzudo”. Proverbio japonés.
“Enseñar significa comprometerse a mejorar la vida de los demás, es ante todo una
cuestión de amor”.
“El buen docente es aquel que nos llegó al corazón, que nos comprendió o se
interesó en tu como persona”.
No ser conformista.
Aprender constantemente.
Tener tacto psicológico para tratar a los estudiantes de acuerdo a las características
particulares de cada uno de ellos.
75
Ser hábil en la toma de decisiones en tu hogar o escuela.
Habilidad para aceptar a los estudiantes tal como son y no como a ti te gustaría que
fueran.
Habilidad para tratar a los estudiantes con la misma cortesía con que tratas a tus
amigos, a los desconocidos o a las visitas en el hogar.
76
Las cualidades que se atribuyen al líder formativo no son privativas para otros
miembros; la diferencia consiste en que en el líder estas han adquirido un mayor desarrollo
dando como resultado una personalidad más madura.
Este enfoque permite explicar de manera coherente que las llamadas cualidades
diferenciables del líder formativo cuyo carácter esencial radica no en su exclusividad, sino
en su grado de desarrollo, son adquiridas en el proceso de interiorización de las normas
de conducta, proceso que no puede ser encontrado fuera de su socialización en el grupo
escolar, familiar, profesional y laboral.
77
2. Habilidades Conceptuales: facilidad o habilidad para la abstracción y el
pensamiento configuracional.
6. Juicio: para tomar decisiones difíciles en poco tiempo y con datos imprecisos y/o
ambiguos.
Ahora bien, no basta con reunir los requisitos necesarios para ser docente, no basta
con acumular una larga experiencia como padre, las posibilidades de éxito de la escuela y en
el hogar en la actualidad encuentran sus raíces fundamentales en la capacidad del padre de
afianzar los mejores valores de lo humano y proyectarlos al futuro, con el auxilio de lo más
avanzado de la Psicología y la Pedagogía. Dependen de lo que se haga hoy pensando en el
porvenir. Y esto es así por una razón no nueva, pero de extraordinaria vigencia:
"Adivinar es un deber de los que pretenden dirigir. Para ir delante de los demás, se
necesita ver más que ellos" José Martí. Discurso en Steek Hall el 21 de enero de 1880.
Esto no significa que tengas que ser un mago o prestidigitador. Significa que tienes que
ser un líder, y ejercer a su vez, el liderazgo formativo en todos los niveles a ti subordinados
en la escuela y en el hogar, para lo cual debes ser capaz de lograr la aplicación consecuente
de nuevos métodos y estilos de dirección de la educación de los estudiantes en los que se
eliminen el burocratismo, el esquematismo, la inercia, lo tradicional o tradicionalista, lo
retórico, teórico o reproductivo y la imposición, para dar paso a una constante búsqueda
colectiva de soluciones creadoras a los problemas escolares y familiares y a una conjunta
proyección de las principales decisiones estratégicas.
78
la escuela y el hogar: cambiar de hoy para mañana por razones prácticas y crear, a su vez,
nuevas bases que permitan a tu hogar contrarrestar la influencia negativa del entorno y la
sociedad.
Apertura escolar a la comunidad, lo cual significa que debe haber una total
correspondencia de tu actuación diaria con las necesidades e intereses de los estudiantes,
los demás miembros de la escuela y la comunidad en que vives.
79
de la escuela.
No es fácil ser líder formativo, no existe receta, ni manual, ni guía para ser líder
formativo. Pero las principales capacidades se pueden aprender dentro de la escuela o el
hogar.
Algunos sí, otros no. Pensamos que la cuestión es al revés: el carisma es el resultado
de un liderazgo formativo eficaz.
El líder formativo orienta el hogar o la escuela más por su arrastre que por su empuje;
por inspirar, más que por mandar; por crear expectativas posibles y recompensar el progreso
hacia ellos, más que por manipular; por formar integralmente a los hijos para que usen su
propia iniciativa y experiencias, más que por ignorar o incriminar las experiencias e iniciativas
de éstos.
80
El líder formativo no nace, se hace; el liderazgo formativo es algo susceptible de ser
aprendido, una condición que puede ser alcanzada por ti, si sientes la necesidad de hacer
bien las cosas y tienes la disposición de consagrarte al trabajo formativo creador, como
prueba de fidelidad a una línea de acción, una profesión humana, una obra o una causa de
marcada significación social: la educación de tus estudiantes.
81
CAPÍTULO V
EDUCAR EN VALORES.
El problema de la formación de los valores tiene mucha actualidad por las propias
necesidades del desarrollo social en este mundo globalizado.
Variados son los enfoques que tratan de buscar una explicación a tan complejo
problema, el cual puede ser conceptualizado desde diferentes ciencias al ser concebido
desde el paradigma de la complejidad, pues todo intento de simplificarlo corre el peligro de
desnaturalizar su propia esencia.
En este capítulo del libro se intenta ofrecer diferentes criterios teóricos y metodológicos
sobre la investigación y la práctica educativa en la formación de valores en la escuela y en el
hogar con un enfoque psicopedagógico.
De los valores se viene hablando bastante desde hace tiempo por parte de diferentes
especialistas, con disímiles puntos de vista y enfoques, lo cual resulta lógico, pues constituye
un tema muy complejo que puede ser abordado desde diferentes enfoques y desde los
diferentes campos del saber que integran, por ejemplo, las Ciencias de la Educación: la
Psicología, la Pedagogía, la Filosofía, la Sociología y la Historia, entre otras.
Según Ortiz (2009), un objeto de investigación educativa tan complejo como los valores
no puede ser aprehendido con rigor solo desde la Pedagogía, de ahí la importancia de
hacerlo en conjunción con la Psicología. Tampoco pueden ser aprehendidos sólo en la
escuela sino que el hogar juega un papel importante en este importante empeño.
82
Precisamente, el objetivo de este capítulo es ofrecer diferentes criterios teóricos y
metodológicos sobre la investigación y la práctica educativa en la formación de valores en la
escuela y en el hogar con un enfoque psicopedagógico.
O sea, siguiendo con Ortiz (1999), la vía más rigurosa y científica de profundizar en el
mundo de la educación de los valores dentro del proceso formativo, es partir de posiciones
epistemológicas que reafirman su carácter multifacético, complejo y contradictorio.
Multifacético porque posee muchas aristas, las cuales debes tener en cuenta en su
interpretación, investigación y en la práctica profesional pedagógica.
Lo afirmado hasta ahora exige, ante todo, dejar bien delimitadas las posiciones teóricas
de las cuales se parten para una conceptualización de este problema que evite los riesgos de
la simplificación, del empirismo y de la vulgarización en la formación de los valores.
Asumimos, con Ortiz (1999), los siguientes interrogantes y sus posibles respuestas:
83
Ante todo es imprescindible el enfoque ontogenético porque en el caso que te ocupa
educas niños, adolescentes y jóvenes.
Debes asumir que tu hijo trae de los niveles educativos por los que ha transitado en la
escuela un nivel de desarrollo de su personalidad, y por tanto, determinados valores, los
cuales hay que conocer antes de plantearse educarlos.
Como parte del diagnóstico inicial a cada hijo tuyo debes conocer el motivo o los
motivos que lo impulsaron a seleccionar esa actividad que él realiza en un momento
determinado y no otra.
Ante todo debes delimitar los valores trascendentes, los esenciales, de acuerdo con el
modelo de hombre o mujer que quieras formar, para evitar de esa forma concentrar las
influencias y no perder esfuerzos ni tiempo al intentar educar demasiados valores al unísono.
Al valor hay que vivenciarlo, o sea, conocerlo y sentirlo como importante por parte del
que lo posee, de lo contrario no se forma ni llega a regular la conducta.
84
La ausencia de principios que guíen la práctica educativa provoca un desmedido
empirismo que lastra cualquier esfuerzo por obtener resultados en la educación de valores.
De la Personalidad.
Estos principios permiten diseñar la actividad formativa en el hogar de una manera más
coherente y efectiva.
Existen diversas definiciones acerca de los valores, algunos autores lo consideran como
el “significado social que se le atribuye a objetos y fenómenos de la realidad en una sociedad
dada” (Rodríguez, 1993; p.48), otros plantean que es una “energía moral de quien,
dominando el temor y las otras tendencias inhibidoras de la acción, se muestra decidido y
constante en las situaciones difíciles.” (Foulquié, 1976; p.403).
En el Diccionario Filosófico de Rosental y Ludin se plantea que los valores no son más
que las “propiedades de los objetos materiales y de los fenómenos de la conciencia social...”
(Rosental, 1973; p.477).
La mayoría de los autores coinciden en afirmar que el valor es “la significación del
objeto para el sujeto, o sea, el grado de importancia que tiene la cosa para el hombre que se
vincula con ese objeto”. (Álvarez, 1999; p.73).
Los valores “caracterizan el significado de uno u otros para la sociedad, para la clase y
para el hombre”. (Rosental, 1973; p.477).
“Los objetos materiales constituyen valores de distinto género porque hacia ellos se
orientan los diversos intereses (material, económico, espiritual) del hombre”. (Rosental, 1973;
p.477).
85
Ahora bien, “el valor no es objetivo solamente, ni subjetivo, es una dialéctica de los dos
elementos” (Álvarez, 1999; p.73), y se forma “en el proceso de la actividad práctica en unas
relaciones sociales concretas” (Rodríguez, 1993; p.48).
Ejemplo:
ACTIVIDAD COMUNICACIÓN
Afectivo - motivacionales.
Económico - laborales.
Morales.
Sexuales.
Estético - culturales.
86
Socio - políticas.
Técnico - profesionales.
(sujeto - objeto)
(sujeto - sujeto)
MOTIVO DE LA ACTIVIDAD
Ejemplos:
La esencia del motivo no está en el contenido que el niño debe asimilar, sino que está
en la significación que tiene ese contenido para él, lo cual se expresa en un pensamiento con
una alta carga afectiva, que es el verdadero motivo.
Mediante esta vía se intenta fortalecer valores que regulan la actividad sólo ante la
presión externa o ante una determinada situación que compulsa a tu hijo.
ADAPTATIVA O ACOMODATIVA:
Debido a estos estímulos y sanciones, una vez que son apreciados por tu hijo, una vez
que éste comprende que el cumplimiento con el valor le permite obtener estímulos o evitar
sanciones, conduce a que él se plantee la intención, la meta más o menos estable de cumplir
con dicho valor.
AUTÓNOMA O AUTÉNTICA:
Esta vía consiste en que tu hijo elabore activamente la meta de cumplir con los valores
independientemente de los estímulos y sanciones, o sea, basado en las necesidades y
metas propias, que partan de él.
El valor auténtico se expresa en una meta asumida plenamente por tu hijo, que es
elaborada personalmente por él y no responde a estímulos o sanciones procedentes del
mundo externo. Estos valores son los más duraderos y estables.
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¿En qué consiste este proceso interno?
Consiste en que una necesidad de tu hijo encuentre su objeto cumpliendo con el valor.
Las influencias intrínsecas son aquellas que promueven la iniciativa de tu hijo para
cumplir el valor por sí mismo y no para buscar un estímulo o evitar una sanción.
No debes formar valores en los estudiantes sólo como conocimientos, como metas
instrumentales, como medios hacia un fin, sino como necesidades personales; valores
estables y auto sustentados, a través del empleo armonizado de las influencias intrínsecas.
1.- Proyección:
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estar condicionada por una situación aislada, incluso ni por un conjunto de situaciones si no
tienen entre sí los nexos necesarios de continuidad.
2.- Profundización:
3.- Diagnóstico:
Como padre o docente debes tener en cuenta las características de tus hijos o
estudiantes, la situación social en que viven, su medio escolar y familiar, y normas de
conducta, los jóvenes con los que se reúne, etc.
En el método educativo que utilizas, cada hijo tuyo manifiesta su propia personalidad,
sus gustos, vivencias e intereses y por tanto, modifica relativamente el método general.
De ahí la importancia de que tengas una caracterización certera de cada uno de tus
hijos para que puedas adaptar el contenido de las actividades que realizas en el hogar y el
método educativo que utilizas para influir en cada uno de ellos.
4.- Fundamentalización:
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Como docente debes efectuar los ajustes o adecuaciones correspondientes a las
actividades que se desarrollan en la escuela, aprovechando sus potencialidades educativas y
llevando a la clase lo fundamental, lo que no varía, los núcleos básicos de los valores, en fin,
lo que tu hijo no puede dejar de saber, saber hacer y saber ser: los estándares básicos.
Para que las actividades que realizas en tu hogar se conviertan en una herramienta
para el fortalecimiento los valores, no pueden estar al margen de tu hijo, tienen que ser
significativas para él, tienen que estar relacionadas con las necesidades de tu hijo, tienen
que gustarle, ser interesantes y atractivas para él.
5.- Cientificidad:
En este sentido, eliminar la dicotomía que aún se manifiesta en la práctica escolar entre
teoría y práctica adquiere una importancia de primer orden, las actividades deben ser reales
y concretas, no deben ser abstractas, deben estar vinculadas con la cotidianidad de los
estudiantes, con sus expectativas y problemas.
6.- Activación:
Esto está dado en que las actividades que desarrollas en tu hogar pueden tener
distintos niveles de valoración por parte de tu hijo, por lo tanto, las relaciones afectivas que tu
hijo alcanza en dichas actividades contribuyen a establecer la escala de valores que estas
actividades tienen para él.
Dicho de otra manera, el valor que tu hijo le asigna a una actividad determinada
depende en gran medida de la relación afectiva que establece con esta actividad, y esta
relación afectiva depende a su vez del modo en que tú destacas la significación que posee la
actividad para tu hijo, o sea, del método formativo empleado.
Debes emplear los métodos educativos en forma de sistema, con una concepción
didáctica desarrolladora, que estimule el análisis, razonamiento, argumentación y obtención
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de conclusiones ideológicas, promoviendo un enfoque personológico y reflexivo, centrado en
tu hijo, que favorezca un cambio cualitativo en las normas de conducta de él.
7.- Problematización:
Como docente debes desarrollar en los estudiantes las habilidades para plantear y
resolver situaciones problémicas de la vida cotidiana.
Las condiciones en que desarrolla sus valores el individuo concreto en la vida real,
productiva, económica y financiera de la empresa no son, por regla general, las que
caracterizan a los grupos constituidos para la solución de problemas en el hogar.
8.- Motivación:
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Ellos necesitan llegar a darse cuenta que sólo pueden educarse y aprender si lo hacen
por sí mismos y que fortalecerán sus valores en la medida en que se impliquen a sí mismos,
activa y voluntariamente, en el proceso formativo familiar.
Una condición esencial para que tu hijo fortalezca sus valores es precisamente el
carácter activo con que él aborde su proceso de educación familiar.
Otro de los cometidos de la educación valoral sería, pues, el de explicar a tus hijos que
es necesaria una determinada actitud para el aprendizaje y la educación: tu hijo debe saber
que de él se espera una colaboración para el fortalecimiento de sus propios valores.
Tu hijo debe ser considerado sujeto del proceso de educación familiar; de manera que
él esté consciente del papel que él debe jugar en su propio aprendizaje y educación y de la
necesidad que tiene de fortalecer sus valores.
Tu hijo debe estar implicado en la actividad concreta escolar o familiar para que
desarrolle sus valores. Cuando se hace algo por el gusto propio, por placer, porque se está
motivado, entonces se obtendrá un comportamiento adecuado, pero si se le da una
dimensión externa, entonces puede afectar su conducta. De ahí que sea importante que
traces estrategias educativas que motiven a tu hijo, que lo impliquen en el proceso.
9.- Discusión:
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Debes apoyar y estimular a los estudiantes al enfrentamiento a los obstáculos que
impiden la concreción de las ideas nuevas y la búsqueda de las vías para eliminarlos
consecuentemente.
Es cierto que el estudiante va a opinar sobre algo que se supone no conoce; sin
embargo, sus vivencias, sus intereses y sus intuiciones con frecuencia son
sorprendentemente útiles si, por supuesto, les permites exponerlos. Pero sobre todo, el
grado de compromiso y sentido de pertenencia es mucho mayor.
10.- Investigación:
Como padre moderno y contemporáneo debes desarrollar hábitos y utilizar técnicas que
lleven al descubrimiento, a la investigación y al estudio. Las técnicas de investigación son las
que preparan para la autoeducación. Esto implica que como líder familiar debes ser capaz de
adentrarte junto a tus hijos por caminos desconocidos también para ti.
No debes ser autoritario ni asumir una posición de poder; por el contrario, debes
manifestar amplitud de criterios, ser flexible, aceptar las ideas de tus hijos, aun cuando éstos
piensen diferente a ti; no imponer tu criterio y permitir la libre expresión de ideas, luchar por
eliminar o atenuar los obstáculos y resistencias que surjan en algún hijo tuyo.
Pero el carácter complejo de los valores impide que ese diagnóstico sea inmediato y
directo, debes involucrar a los estudiantes en este proceso porque la formación de valores
exige de la autoconciencia de ellos, su criterio es fundamental mediante una comunicación
generosa y cotidiana contigo y debes observar de manera sistemática a los estudiantes en
los diferentes contextos de su actuación.
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Todo el diseño de la escuela y del hogar debe poseer la coherencia necesaria para que
contribuyan a la educación de los valores en las dimensiones de la personalidad de los
estudiantes.
Debes partir desde las actividades de la escuela y del hogar con un enfoque novedoso,
creativo, con una sólida preparación psicopedagógica por parte de cada miembro de la
escuela y de la familia para que los resultados se correspondan con los esfuerzos realizados.
El hogar debe sufrir todas aquellas modificaciones que sean necesarias para salir de la
rutina y el esquematismo, de acuerdo con las aspiraciones del proyecto de vida de la
escuela.
Es necesario conocer qué se está haciendo en otros núcleos escolares y familiares para
estudiar y analizar las mejores experiencias y resultados de investigaciones realizadas.
La búsqueda de bibliografía actualizada sobre el tema debe ser una labor constante de
tu parte, así como propiciar encuentros e intercambios con especialistas y colegas tuyos o de
otros miembros de tu escuela.
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La necesidad de enfocar la escuela y el hogar con una visión ética, comunicativa y
holística.
Tu hijo como sujeto del aprendizaje que logre vivenciar las actividades del hogar
(unidad de lo intelectual y lo emocional), a través de un diálogo cotidiano entre tú y él y de
todos los estudiantes entre sí, así como que se estimule su auto perfeccionamiento y su
autoeducación.
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La obligatoriedad de hacer siempre un diagnóstico de cada hijo tuyo en el momento
de comenzar el proceso formativo familiar y la constatación de su evolución mes por mes.
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A MANERA DE CONCLUSIÓN
El trabajo desarrollado permitió identificar las vías y las exigencias didácticas que deben
cumplirse para la formación y el fortalecimiento de los valores en la escuela y en el hogar.
Para fortalecer valores al interior de la escuela y del hogar no sólo basta con que
constantemente se le informe a los estudiantes la necesidad de actuar correctamente y
mantener una conducta adecuada ante las demás personas, es necesario además motivarlos
por el estudio, prepararlos para la vida, para el trabajo, para el cambio y la transformación,
para lo cual es necesario argumentar, demostrar y persuadir, desde el propio hogar.
Los conocimientos expuestos en este libro no son en modo alguno algo terminado,
definitivo e invariable. Los psicólogos y pedagogos nos encontramos en estos momentos en
un proceso de desarrollo de la Pedagogía del Amor, como disciplina pedagógica particular de
la formación y el desarrollo de competencias afectivas y axiológicas, lo cual permitirá que los
padres y docentes se conviertan en verdaderos líderes formativos y logren la cohesión, la
paz, la seguridad y la armonía que necesitan la escuela y el hogar en la actualidad, con el fin
de tener una sana convivencia y que nuestros hijos sean felices.
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DECÁLOGO AXIOLÓGICO
PROYECCIÓN C
O
A
M
C
U
T
PROFUNDIZACIÓN N
I
I
V
C
I
DIAGNÓSTICO A
D
C
A
I
D
FUNDAMENTALIZACIÓN Ó
N
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