El Árbol Que No Sabía Quién Era
El Árbol Que No Sabía Quién Era
Haba una vez un jardn muy hermoso en el que crecan todo tipo de rboles
maravillosos. Algunos daban enormes naranjas llenas de delicioso jugo; otras
riqusimas peras que parecan azucaradas de tan dulces que eran. Tambin haba
rboles repletos de dorados melocotones que hacan las delicias de todo aquel que
se llevaba uno a la boca.
Era un jardn excepcional y los frutales se sentan muy felices. No slo eran rboles
sanos, robustos y bellos, sino que, adems, producan las mejores frutas que nadie
poda imaginar.
Slo uno de esos rboles se senta muy desdichado porque, aunque sus ramas eran
grandes y muy verdes, no daba ningn tipo de fruto. El pobre siempre se quejaba de
su mala suerte.
Amigos, todos ustedes estn llenos de frutas estupendas, pero yo no. Es injusto y
ya no s qu hacer.
El rbol estaba muy deprimido y todos los das repeta la misma cancin. Los dems
lo apreciaban mucho e intentaban que recuperara la alegra con palabras de nimo.
El manzano, por ejemplo, sola hacer hincapi en que lo importante era centrarse en
el problema.
Pero el rbol, por mucho que se quedaba en silencio y trataba de imaginar verdes
manzanas naciendo de sus ramas, no lo consegua.
Otro que a menudo lo consolaba era el mandarino, quien adems insista en que
probara dar mandarinas.
A lo mejor te resulta ms fcil con las mandarinas Mira cuntas tengo yo! Son ms
pequeas que las manzanas y pesan menos Vamos, haz un esfuerzo a ver si lo
logras!
Nada de nada; el rbol era incapaz y se senta fatal por ser diferente y poco
productivo.
Una maana un bho lo escuch llorar amargamente y se pos sobre l. Viendo que
sus lgrimas eran tan abundantes que parecan gotas de lluvia, pens que algo
realmente grave le pasaba. Con mucho respeto, le habl:
Gracias por interesarte por m amigo. Como puedes comprobar, en este jardn hay
cientos de rboles, todos bonitos y llenos de frutas increbles excepto yo Acaso
no me ves? Todos mis amigos insisten en que intente dar manzanas, peras o
mandarinas, pero no puedo Me siento frustrado y enfadado conmigo mismo por no
ser capaz de crear ni una simple aceituna!
El bho que era muy sabio, comprendi el motivo de su pena y le dijo con firmeza:
El bho le gui un ojo y sin decir ni una palabra ms alz el vuelo y se perdi en la
lejana.
El rbol se qued meditando y decidi seguir el consejo del inteligente bho. Aspir
profundamente varias veces para liberarse de los pensamientos negativos e intent
concentrarse en su propia voz interior. Cuando consigui desconectar su mente de
todo lo que le rodeaba, escuch al fin una vocecilla dentro de l que le susurr:
Cada uno de nosotros somos lo que somos Cmo pretendes dar peras si no eres
un peral? Tampoco podrs nunca dar manzanas, pues no eres un manzano, ni
mandarinas porque no eres un mandarino. T eres un roble y como roble que eres
ests en el mundo para cumplir una misin distinta pero muy importante: acoger a
las aves entre tus enormes ramas y dar sombra a los seres vivos en los das de calor
Ah, y eso no es todo! Tu belleza contribuye a alegrar el paisaje y eres una de las
especies ms admiradas por los cientficos y botnicos No crees que es suficiente?
Jams volvi a sentirse peor que los dems y logr ser muy feliz el resto de su larga
vida.
MORALEJA