Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 26

Rciactoncs de contacto del

cnoo palenquero de
Cotombi
por
CARLOS PATIO ROSSELLI
Profesor Honorario
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

Tras enmarcar al criollo de la localidad de Palenque dentro de la


diversidad lingstica colombiana, el autor desarrolla una revisin
de los trabajos y los datos que pueden ayudar a divisar el origen de
esta lengua afrocolombiana de base lxica hispnica. A continua-
cin, se toman en cuenta los estudios realizados acerca de los orge-
nes de las otras dos lenguas criollas de base lxica hispnica
(papiamento y habla bozal) y se ilustra la relacin entre estos
dialectos.

Palabras clave:Criollopalenquero,lingsticahistrica,criollistica,substrato
y superestrato.

O. En el panorama mundial del multilingismo, teniendo en cuenta que hay


naciones que albergan, cada una, varios centenares de idiomas -Papua, Nueva
Guinea, Indonesia, Nigeria, India, etc.-, el caso de un pas como Colombia no es,
sin duda, sobresaliente. A escala latinoamericana, sin embargo, el multilingismo
colombiano adquiere ms relieve, ya que se sita despus de Mjico y Brasil en
cuanto a nmero de lenguas (posiblemente a la par con el Per).

FORMA Y FUNCIN 11 (1998), pginas 77-101. Departamento de Lingstica, Universidad


Nacional de Colombia, Santaf de Bogot.
78 CARLOS PATIO ROSSELLI

La conformacin del cuadro multilinge de Colombia es tripartita: espaol,


lenguas indgenas o amerindias, y lenguas 'criollas' afroamericanas. Este esque-
ma se deriva, naturalmente, de la composicin tnica del pas.
Las condiciones geogrficas internas y externas imponen sobre el espaol
colombiano una caracterstica de diversidad, desplegada en el monumental Atlas
Lingstico-Etnogrfico de Colombia (1981-3), elaborado por el Instituto
Caro y Cuervo bajo la direccin de Luis Flrez. Contrastan, as, variedades como
las dos 'costeas' (del Caribe y del Pacfico) y la andina, subdividida en dos zonas
(centro-oriental y centro-occidental; vase Montes, 1982).
Un buen nmero de familias lingsticas amerindias est representado en el
territorio colombiano, desde algunas de distribucin subcontinental, como la arawak,
la caribe, la chibcha y la quechua, hasta otras de extensin ms limitada, como la
choc, la witoto, la puinave o la guahibo. Se acostumbra situar el nmero de
idiomas indgenas actuales del pas en un poco ms de sesenta y se ha calculado
que a la llegada de los espaoles se hablaban unos trescientos (Ortiz, 1965). Es
probable que la cifra para la actualidad se reduzca si se comprueba que quince
supuestas lenguas tucano-orientales de la regin del Vaups son en realidad dia-
lectos de un solo idioma (Ardila, en Rodrguez de Montes, 1993).
En cuanto al componente afroamericano, se reduce a las dos lenguas 'crio-
llas' habladas, respectivamente, en el archipilago caribeo de San Andrs, Pro-
videncia y Santa Catalina y en la localidad de Palenque (o Palenque de San Basilio)
en el departamento de Bolvar, sobre la costa atlntica.
El mosaico lingstico colombiano tiene, pues, el inters de exhibir las tres
clases mencionadas de lenguas (Patio Rosselli, 1991). Si buscamos situaciones
equivalentes en Latinoamrica, las hallamos en pases como Nicaragua, Hondu-
ras, Panam o Costa Rica, que albergan tambin hablas indgenas y afroamericanas,
adems del castellano. Sin embargo, el tipo de multilingismo colombiano adquie-
re probablemente una nota de exclusividad si tenemos en cuenta que sus dos
vernculos afroamericanos son de diferente filiacin lxica: el criollo isleo es de
vocabulario ingls, mientras el palenquero se aliment del castellano.
La nueva Constitucin Poltica de la nacin (1991), ponindose a tono con el
actual clima mundial de respeto a la diversidad tnica, ha acogido mandatos favo-
rables a los idiomas 'tnicos' (tanto indgenas como 'criollos'). Por una parte,
estos ltimos reciben el carcter de 'oficiales' en sus respectivos territorios, junto
al espaol; por otra, la educacin deber ser bilinge en las reas donde se hablan,
adems del espaol, lenguas amerindias o afroamericanas. Sin duda detrs de
estas medidas se esconde un cambio profundo de actitud en un pas cuyo culto
tradicional al idioma de Castilla haba siempre relegado a la penumbra los valores
no hispnicos.
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 79

La lengua afrocolombiana de Palenque pertenece a la clase de los criollos de


base lxica hispnica, que se subdivide en las subclases portuguesa y espaola.
Como es sabido, la primera de estas ramas es ms numerosa que la segunda.
Mientras se cuentan diversos criollos lusitanos en frica occidental, la India, Sri
Lanka, Malasia, Indonesia, e inclusive China, la familia de los derivados del espa-
ol se reduce al palenquero, el papiamento de las Antillas holandesas y las varie-
dades filipinas.
Por su parte el vernculo de San Andrs y Providencia est integrado en la
vasta agrupacin mundial de los idiomas criollos derivados lxicamente del ingls,
y en el Nuevo Mundo tiene abundantes congneres tanto en las islas del mar
Caribe (Jamaica, Antillas menores) como en las costas de tierra firme circundan-
tes (costas de Miskito, Belize, Puerto Limn, Guayana, etc.).

1. Al considerar las cuestiones atinentes al origen del habla de Palenque, est


en primer lugar, naturalmente, la de las etnias africanas tradas por el comercio
esclavista al territorio de la actual Colombia. Es este un aspecto que las investiga-
ciones histricas han venido aclarando (Palacios Preciado, 1973; Del Castillo,
1982). Lo mismo que para el resto de Amrica, los esclavos que llegaron a dichas
tierras provenan, predominantemente, de frica occidental, en particular de la
franja que va desde Senegal y Gambia, al norte, hasta Angola, al sur.
En los diferentes perodos de la trata hubo predominio o ausencia de detenni-
nados grupos tnicos. Siguiendo a Del Castillo (1982), podemos resumir este flujo
as: en los primeros tiempos de la trata en el siglo XVI, de 1533 a 1580, ingresaron
en forma mayoritaria esclavos de la zona que va de Senegal a Sierra Leona (yolofos,
mandingas, fulos, bambaras, etc.); de 1580 a 1640 hubo en la trata predominio de
grupos tnicos de Angola o sea, toda la regin al sur del Ecuador (congos,
quimbundos, malembas, etc.); y en un tercer y ltimo perodo, de 1640 a 1810, la
mayora recay en las etnias de frica centro-occidental (minas, arars, carabales,
yorubas, etc.).
Traduciendo la anterior informacin a trminos lingsticos, nos encontramos
con que las lenguas africanas que tienen mayor importancia para lo relativo al
origen, races, ancestros, etc., de los vernculos criollos afroamericanos como el
palenquero hay que buscarlas en la gran macrofamilia Niger-Congo (clasificacin
de J. Greenberg), que cubre las mencionadas regiones de procedencia de escla-
vos. y dentro de esa agrupacin interesan sobre todo las familias Atlntica Occi-
dental, mand, kwa y benue-congo. A la ltima de stas pertenece el grupo bant,
de especial significacin para las fuentes del palenquero.

2. Otros aspectos de obvia pertinencia para la gnesis de este vernculo se


refieren a la historia de Cartagena de Indias -situada a unos 70 kilmetros de
80 CARLOS PATIO ROSSELLI

Palenque- y de la propia localidad palenquera. Recordemos la preeminancia de


esa ciudad durante casi todo el siglo XVII como principal puerto de llegada de
esclavos destinados a las posesiones espaolas en Amrica. En virtud de ello
Cartagena mantuvo una estrecha relacin con la isla de San Torn' en frica
occidental (golfo de Guinea), donde eran embarcados rumbo al Nuevo Mundo
esclavos de filiacin bant.
En la poca del apogeo de Cartagena de Indias como puerto negrero vivi all
el jesuita Alonso de Sandoval (maestro de Pedro Claver), cuya obra De
instauranda Aethiopum salute (publicada como Un tratado sobre la es-
clavitud [1647], 1987) constituye un invaluable testimonio sobre la trata. De es-
pecial inters es un breve pasaje de ese libro (pg. 140), en el cual el padre
Sandoval, pasando revista a las procedencias de los esclavos llegados a Carta gen a,
manifiesta que los negros llamados criollos y naturales de S. Tom, por haber
tenido largo contacto en esa isla con brbaras y recnditas naciones, se enten-
dan con stas por medio de la lengua de S. Tom, que era un portugus co-
rrupto y revesado. Y acto seguido compara esa situacin comunicativa entre los
negros con el empleo de nuestra lengua espaola corrupta, como comnmente la
hablan todos los negros para la comunicacin entre blancos -nosotros- y ne-
gros en Cartagena.
Del pasaje en cuestin -cuya importancia analiz en su momento Germn de
Granda (1978, artculo nm. xrx)- se desprenden dos hechos de considerable
relevancia para la cuestin del origen de las lenguas criollas americanas. En pri-
mer lugar, se comprueba la utilizacin de la lengua criolla afroportuguesa de San
Tom en las colonias espaolas de Amrica; ese cdigo (ya idioma materno de los
esclavos oriundos de esa isla) serva de lengua franca entre la poblacin negra.
En segundo lugar, que la interaccin verbal entre los blancos y los esclavos africa-
nos se realizaba no a travs del habla de San Tom --que los blancos obviamente
no tenan por qu conocer adecuadamente- sino por medio de un pidgin cuya
lengua meta (target language) era, naturalmente, el castellano. En la Cartagena
del siglo XVII funcionaban, pues, esos dos canales de comunicacin intertnica.
La comunidad palenquera actual proviene directamente de los reductos de
esclavos cimarrones que comenzaron a surgir en la costa atlntica colombiana
desde el siglo XVI (Arrzola, 1970). Los 'palenques' situados cerca de Cartagena
de Indias -uno de los cuales es el de San Basilio- sometan a las autoridades
espaolas y a los blancos en general a un permanente hostigamiento. Sabemos
que entre 1713 y 1716 el obispo de Cartagena, Antonio Mara Casiani, negoci
una especie de armisticio y obtuvo de la Corona una cierta autonoma o indepen-
dencia para los cimarrones de San Basilio. Con ese transfondo histrico de rebel-
1 La isla de San Tom, junto con la de Prncipe, constituyen hoy un estado independiente con

aproximadamente 75.000 habitantes.


RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 81

da y violencia, los palenqueros vivieron a travs de los siglos en relativo aisla-


miento. Slo en poca reciente diversos factores los han conectado ms con la
regin circundante y en especial con urbes cercanas como Cartagena y Barranquilla
(Escalante, 1979).
El que aqu nos ocupa es el nico de los antiguos palenques de cimarrones
conservado actualmente en Colombia como entidad cultural original y propia
(Friedemann y Cross, 1979; Friedemann y Patio Rosselli, 1983). En el fenmeno
de supervivencia cultural que all se registra, el milagroso mantenimiento del cdi-
go lingstico ancestral es, sin duda, el aspecto primordial.
Como ocurre en general con las hablas criollas, las referencias documentales
que puedan dar luces sobre el origen y trayectoria del palenquero son, hasta el
presente, escassimas -sin excluir, naturalmente, que la bsqueda en archivos
logre arrojar nuevos datos. Por ello es de importancia la siguiente noticia conteni-
da en un documento de 1772 referido a los habitantes de San Basilio (y transcrito
en Del Castillo, 1984):

Mantinense sin misto de otras gentes, hablan entre s un particular idioma en que a sus solas
instruyen a los muchachos sin embargo de que cortan con mucha expedicin el castellano de que
generalmente usan, ...

En estas lneas llama la atencin, en primer lugar, el bilingismo que se acre-


dita a los moradores del palenque, a pesar de mantenerse sin misto de otras
gentes. Habr que concluir que los contactos externos de los palenqueros -con
las localidades vecinas y con el puerto de Cartagena- tenan la intensidad necesa-
ria para que aprendieran relativamente bien el espaol. En cuanto al particular
idioma, presumiblemente no es otro que el vernculo criollo, pues no es dable
pensar que todava en esos tiempos se hubiera conservado en el palenquero
un idioma africano. Sin embargo, dada la ausencia de ms testimonios docu-
mentales sobre esta materia, tampoco se puede descartar del todo esta eventua-
lidad.

3. Si relacionamos estos datos con el mencionado pasaje del padre Sandoval,


hay razones para conjeturar que los dos cdigos de contacto de que all se habla
debieron desempear algn papel en la formacin del palenquero. La lengua de
San Tom, ya que sta haba sido de uso entre esclavos; y la lengua espaola
corrupta, que era el vehculo para la comunicacin entre blancos y negros. En
cuanto a la primera, tuvo que irse despojando progresivamente de su ropaje lxico
lusitano para reemplazarlo por vocabulario castellano ('relexificacin'), al pasar
al mbito geogrfico de este idioma. As, naturalmente, se produca un acerca-
miento entre esos dos cdigos de contacto que facilitaba su incorporacin en San
Basilio a una sola lnea lingstica que sera el vernculo criollo.
82 CARLOS PATIO ROSSELLI

Las anteriores conjeturas apuntan a una posicin sobre el tema del origen del
palenquero que toma en consideracin dos factores, a nuestro parecer obligato-
rios: por un lado, el bagaje lingstico que traan los esclavos de frica; y, por otro,
las caractersticas especficas de la situacin de barrera comunicativa y de con-
tacto de lenguas que se dio en el Caribe colombiano. Lo que no parece sensato
hoy da es adoptar uno solo de los factores mencionados como explicacin nica
y absoluta, negando la pertinencia del otro. Tan injustificado es pensar que la sola
identificacin de antecesores, races o substratos resuelve todo el problema del
origen y formacin de los vernculos criollos como suponer que la solucin a estos
interrogantes debe provenir nicamente del anlisis del conflicto de comunicacin
y hechos concomitantes (incluyendo, por ejemplo, el desencadenamiento de uni-
versales lingsticos segn la teora del profesor D. Bickerton).
Como nos lo confirma el padre Sandoval, del bagaje lingstico de los escla-
vos formaban parte no slo los idiomas ancestrales africanos sino los cdigos de
contacto que se utilizaban en frica occidental. A esta ltima categora pertene-
ca el criollo afroportugus de San Tom, que serva de lengua franca, si bien para
los nacidos en esa isla era idioma materno, como lo sigue siendo hoy da. Segn ha
sealado G. de Granda, esta habla -lo mismo que la de la isla de Annobom- pudo
haberse formado en la propia isla o pudo haber tenido su origen en la regin
congo-angolea (tnicamente bant) de donde procedan los esclavos de San Tom
(De Granda, 1978, artculo nm. XXII).
Apoyndose en argumentos histricos --en particular la mencionada conexin
entre San Tom y Cartagena de Indias en el comercio esclavista- y lingsticos,
De Granda (op, cit.) formul la tesis de una relacin gentica entre los cdi-
gos santomense y annobomense, de un lado, y el palenquero, de otro. En su opi-
nin, el vernculo de San Basilio tiene su lejano origen en el criollo lusitano-bant
de las reas mencionadas, el cual actu como modelo estructural respecto de
aqul. Esta hiptesis fue presentada como un argumento en apoyo de la conocida
teora 'monogentica' sobre la formacin de los criollos atlnticos a partir de una
fuente afrolusitana comn.
De Granda se bas ante todo en coincidencias que se advierten entre los
vernculos del golfo de Guinea y el palenquero respecto de la expresin de la
negacin y del sistema de pronombres personales y adjetivos posesivos. Se em-
plea doble partcula negativa en los tres dialectos, si bien en los africanos se trata
de dos morfemas diferentes (na ... fa) mientras en San Basilio se repite la misma
marca (nu ... nu). El mismo conjunto de formas (con alguna excepcin) desem-
pea las funciones de pronombres personales y adjetivos posesivos, yendo estos
ltimos pospuestos al sustantivo (por ejemplo, pal. kasa suto 'nuestra casa').
Especial valor probatorio le atribuy el mencionado colega al hecho de que
los tres dialectos criollos comparten no slo esquemas estructurales sino elemen-
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 83

tos lxicos concretos. En efecto, etimolgicamente equivalentes son -seal De


Granda- pal. bo y las formas homfonas en San Tom y Annobom para la segun-
da persona singular (todas de procedencia portuguesa); pal. mi sant. mu, mi (con
otros alomorfos, tambin de origen portugus) para la primera persona singular;
pal. an y sant. in, ne (origen bant) para la tercera persona plural; pal. ele, e
y las formas idnticas en el golfo de Guinea para la tercera persona de singular; y
pal. s, Annobom ac (origen no sealado) para la segunda persona singular en
funcin de objeto.
No sobra recordar, para reforzar la argumentacin del colega De Granda,
que en lingstica histrica las coincidencias en el sistema de pronombres perso-
nales -parcela nuclear de la gramtica- conllevan especial peso y significacin
respecto del establecimiento de conexiones genealgicas. De otro lado, sin em-
bargo, debe tenerse en cuenta que para la plena aceptacin de la hiptesis en
referencia deberan buscarse paralelos similares en otras reas morfosintcticas,
ahora que el 'organismo' del criollo palenquero -si se nos permite la expresin del
siglo pasado- cuenta con descripciones ms completas que las existentes a co-
mienzos de la dcada de los aos setenta"
Pero, como hemos expresado arriba, la aceptacin del papel que debi des-
empear la lengua criolla de San Tom -que era un pidgin para muchos esclavos
no nacidos en esa isla- en calidad de modelo estructural resuelve slo en forma
parcial la cuestin del origen del vernculo colombiano. Pues no es del caso con-
cebir la influencia del criollo santomense como si el palenquero procediera directa
y totalmente -en bloque, por decir as- de ese vernculo transocenico. Pensa-
mos que la mencionada hiptesis del profesor De Granda hay que entenderla
como una accin de substrato que se manifiesta en ciertos rasgos (de gran signi-
ficacin, por lo dems).
De manera que debemos esperar una nocin algo ms precisa sobre esta
cuestin a partir de la investigacin del otro aspecto del problema: la situacin
concreta de comunicacin existente en el Palenque y la vecina Cartagena de
Indias. Volvamos sobre este punto.
Es de confiar en que los estudios histricos proporcionen ms datos docu-
mentales relacionados con el comportamiento lingstico en reas afrocolombianas
en la poca colonial. As, por ejemplo, juzgamos de inters la informacin que trae
1. Lavia (1991) sobre los obstculos lingsticos que encontraba la cristianizacin
de los esclavos en la Cuba de finales del siglo pasado. En un catecismo escrito por
el clrigo Duque de Estrada en 1796, se pinta el lamentable castellano de los
esclavos con ejemplos preciosos del habla de stos como pa nuetro ta seno

2 El artculo del profesor De Granda, en que expuso la hiptesis en referencia, fue publicado
por primera vez en 1970.
84 CARLOS PATIO ROSSELLI

cielo por Padre nuestro que ests en los cielos. No podemos dejar de
comparar con el citado pasaje del padre Sandoval -donde dice que los blan-
cos se entendan con los negros en una lengua espaola corrupta- la si-
guiente anotacin de Lavia (pg. 25):

Duque aconceja a los doctrineros que y [sic] no utilizasen ni tiempo ni concordancia para
facilitar a los esclavos la comprensin de la doctrina. y sobre todo que se esmerasen en pronunciar
bien todas las palabras.

El documento cubano y el pasaje del padre Sandoval nos presentan, pues, una
situacin similar: la comunicacin entre blancos y negros se haca por medio de un
espaol simplificado y caricaturesco. En Cuba, por lo menos, esta jerga de con-
tacto eliminaba tiempos inflectivos y concordancia -lo cual, como se sabe, es un
rasgo central de las lenguas criollas. Al considerar esta situacin comunicativa no
se puede menos de recordar la conocida teora poli gentica sobre los pidgins y
lenguas criollas que propone como hecho inicial una especie de habla infantil
-babytalk- utilizada por las partes, del mismo tipo que la empleada en Amrica
segn los documentos mencionados. Sin que ignoremos las serias objeciones que
se manifestaron contra dicha tesis -defendida por figuras nada despreciables como
L. Bloomfield, L. Hjelmslev y R.A. Hall-, nos asalta la inquietud de que los juicios
de ingenua y simplista que algunos criollistas le endilgaron a la baby tal k
theory (ver, por ejemplo, DeCamp, 1971) no sean completamente justos y ade-
cuados.
En el microcosmos comunicativo del palenque de San Basilio la principal
diferencia con Cartagena de Indias era la ausencia del idioma de superes trato,
como corresponda a un reducto de esclavos africanos fugados y rebeldes. El
contacto con el castellano -la lengua-meta- slo lo tendran quienes salieran fue-
ra del poblado, especialmente a aquel puerto. Estos eran probablemente los
palenqueros que manejaban bien dicho idioma, segn el mencionado testimonio,
ya muy tardo, de 1772.
Por otra parte, en la poca temprana del palenque -presumiblemente la pri-
mera mitad del siglo XVII, o sea, los tiempos en que viva en Cartagena y escriba
el mencionado jesuita-los cimarrones que salan de su refugio en San Basilio no
escucharan de los blancos tanto el castellano normal como ms bien el pidgin o
lengua corrupta. Esta jerga, sin duda, dej de utilizarse poco a poco, a medida
que se impona y extenda el lenguaje normal.
Es de suponer que el vernculo de San Tom, que, segn se ha visto, circula-
ba como lengua franca en Cartagena, ingres tambin al palenque de San Basilio.
Teniendo en cuenta que el criollo santomense es de substrato bant, y que este
elemento tnico -como se ampliar ms adelante- jug un papel preponderante
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 85

en la consolidacin del palenque, se concibe que dicho criollo encontr en el villo-


rrio de los cimarrones un ambiente propicio para influir en el desarrollo lingstico
de stos (y as lo comprueban los mencionados paralelos indicados por el profesor
De Granda).
Para una comunidad que haba escapado del yugo esclavista de los hispano-
hablantes y que viva en un medio puramente afroamericano -el reducto de San
Basilio-, el principal problema lingstico era, naturalmente, interno. Se trataba de
desarrollar un instrumento de comunicacin comn y completo para esa pequea
sociedad que en algn grado deba ser pluritnica, en trminos de la diversa pro-
cedencia africana de sus miembros.
Como se ha visto aqu, los hilos de que disponan los cimarrones palenqueros
para tejer su nueva lengua materna eran: 1 el habla de San Tom; 2 los idiomas
ancestrales africanos, que seguramente continuaron en uso por algn tiempo; 3 el
pidgin que el padre Sandoval describi como lengua espaola corrupta; y 4
posiblemente tambin algo de espaol normal que los palenqueros escucharan en
las calles de Cartagena, en los alrededores del poblado de San Basilio, etc. A todo
lo cual habr que agregar alguna intervencin de rasgos universales del desarrollo
lingstico y del aprendizaje de segundas lenguas, como se acostumbra hoy da
aceptar para estas situaciones (sin necesidad de ser un incondicional de la teora
del bioprograma del profesor Bickerton)"
Conocemos, pues, en alguna medida el input para la formacin del criollo
palenquero (los anteriores hilos); y conocemos el output que es el vernculo en
su aspecto actual. Pero lo que ocurri en la 'caja negra' -especialmente durante
el siglo XVII- sigue por ahora accesible slo a las conjeturas.
Puede tenerse confianza, sin embargo, en que el avance paulatino de los
estudios criollos -en particular, los hispnicos- ir introduciendo lneas ms preci-
sas en las nieblas que rodean la gnesis de este dialecto.

4. Es claro que para el problema de la formacin del palenquero -y de los


criollos atlnticos, naturalmente- es de primordial significacin la cuestin del
substrato lingstico africano (y (afrojportugus, como se ver ms adelante).
En este terreno la labor investigativa de estudiosos como Germn de Granda,
Anthony R. Lewis, William W. Mehenney, Nicols del Castillo y Armin Schwegler
ha alcanzado resultados que muestran la importancia y realidad de la huella lin-
gstica sub sahrica en el habla de San Basilio.
Hasta el momento es patente la supremaca del substrato de origen bant
centro-occidental, o sea, de lenguas de este grupo lingstico que se localizan,

.1 Para la exposicin de los puntos de vista del profesor A. Schwegler sobre este tema, vase
este autor (en prensa).
86 CARLOS PATIO ROSSELLI

grosso modo, en los actuales territorios de Zaire y Angola, especialmente el


kikongo y el kimbundo.
Hagamos un repaso de las principales retenciones africanas o fenmenos
relacionables con este origen que ha sido sealado en el palenquero.
Como es usual en los idiomas de frica occidental (incluyendo el grupo Bant),
este vernculo tiene consonantes prenasalizadas con estatus de variantes funcio-
nales libres de los correspondientes segmentos simples; as [mb] es variante libre
de Ibl, [nd] de IdI, y [ng] de Igl (estos son los alfono s prenasalizados ms fre-
cuentes). No se trata de un rasgo que aparezca slo en palabras de origen africa-
no sino de un fonetismo vivo en la lengua, que se aplica tambin a trminos prove-
nientes del espaol; ejemplos: [mblo] 'burro', [ndlo] 'darle', [ngba] 'man'. Es
ste un rasgo arcaico que, al parecer, el palenquero slo comparte, en el mbito
del Caribe, con el saramaca de Surinam (y parcialmente con el gullah de Estados
Unidos) (Patio Rosselli, 1983,98 ss.; Alleyne, 1980,51 ss.).
El palenquero tiene en comn con diversas zonas caribeas de poblacin
negra (y con criollos de frica) una serie de fenmenos que involucran a los
fonemas apicales orales Id, 1, r, rr/4 y que se suelen explicar por influencia
subsahrica. Los cambios parecen tender a una propagacin de 11/.As, tanto IdI
como Irl y Irrl espaoles aparecen representados en San Basilio por esa lquida:
jirila 'herida', ndulo 'duro', kolao 'corral'. La Idl puede pasar tambin a Ir/:
sbaro 'sbado'. En cuanto a Irrl, puede aparecer tambin como Irl o sin cambio
alguno: riba 'arriba', rrepet 'respetar'; presumiblemente este fonema es un
prstamo posterior hecho al castellano, ya que no existe en idiomas africanos
como el kikongo (De Granda, 1989).
Tpica del habla de San Basilio es la frecuente sonorizacin de oclusivas al
inicio de slaba y cuando preceden una nasal, de tal manera que las secuencias
castellanas Im.p/, In.tI y In.k! pasan a Im.b/, In.dI y In.gl respectivamente; ejem-
plos: tiembo 'tiempo', jundo 'junto', Palenge 'Palenque'. La frecuencia de los
grupos de nasal seguida de consonante sonora en los idiomas bantes y kwa hace
probable la influencia africana en este fenmeno (De Granda op.ct., 177-8).
El ensordecimiento consonntico que se observa en palabras palenqueras
como barika 'barriga' podra obedecer a la misma causa. En el criollo portugus
de frica se ensordecieron las oclusivas sonoras de la lengua de base (y tambin
algunas fricativas); ejemplos: [ko- eku] port. 'conchego', [Iakoko-] port. 'legacao'
(Ploae-Hanganu, 1991,60).
Tanto De Granda (op. cit., 175) como A. Schwegler (l989a) consideran
que voces como jir 'herir', bitilo 'vestido', min 'venir', etc., son resultado de
armona voclica y en ese sentido caen tambin en el campo de accin del substrato

4 Representamos con 'rr' la vibrante mltiple.


RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 87

africano, ya que ese proceso fonolgico es propio de los idiomas bantes y kwa
(esta explicacin sera de preferir a otra de carcter dialectal hispnico).
Diversos procesos del palenquero estn relacionados con el mantenimiento
de la estructura CV para la slaba y CVCV para el lexema, patrones favoritos del
vernculo. Son ellos: el debilitamiento o supresin del consonantismo implosivo
(tade 'tarde', pekao 'pescado'}'; la afresis de vocal inicial tona (loyo 'arro-
yo', riba 'arriba'); y la vocal paraggica (Rioso 'Dios', kiene 'quien'). Al ana-
lizar estos fenmenos -existentes tambin en los criollos portugueses de frica y
en el saramacca- De Granda (op. cit., 178-80) seala la coincidencia con proce-
sos semejantes de los idiomas bantes y kwa y se inclina por ver en ello el factor
casual primario para los hechos palenqueros y criollos.
Como ltima caracterstica fonolgica mencionemos la elisin de vocales fi-
nales en la cadena del discurso (sandhi); ejemplos: pa + = p' 'para m'; pa +
suto = p'uto 'para nosotros'; ku + un = k'un 'con un'; mon + ele = mon'ele
'su hija'; k + bo = k'o 'qu t'. Como observa Schwegler (op. cit.,6) esta
elisin es, sin duda, una de las razones principales de la ausencia de compren-
sin, prcticamente total, por parte del hablante de castellano frente al palenquero
hablado. Segn de Granda (op. cit., 176) este rasgo se registra tambin en los
criollos lusoafricanos de San Tom y Annobom y tiene presumiblemente su fuente
en idiomas bantes (como el kikongo) o kwa (como el yoruba o el bini).
Pasando al campo de la gramtica, el sustrato africano dej su huella, en
primer lugar, en el sistema del pronombre personal, que ostenta por lo menos dos
formas de origen subsahrico. Se trata de los vocablos en y an, pronombres,
respectivamente, de segunda y tercera persona de plural (para ambos gneros).
En -forma arcaica que hoy da se reemplaza por utere- proviene del kimbundo
enu 'vosotros, ustedes'; segn Del Castillo (1984, 109), y segn Schwegler (1993,
155) del kikongo enu y/o el kimbundo enu, formas con el mismo valor gramati-
cal. Para an, Del Castillo piensa en la posibilidad de un cruce etimolgico entre
kimbundo ana 'aquellos, aquellas' y ene 'ellos, ellas'.
De Granda, por su parte, ha propuesto etimologas que nos sacan del terreno
bant y nos llevan a territorio kwa. Segn l, en proviene del igbo unu y an
podra derivarse del bini ina (1989, 181).
Menos segura parece la filiacin sub sahrica del pronombre palenquero de
primera persona singular, . Se cuenta con una propuesta de De Granda (1978,
439) que lo deriva, por vocalizacin, de un prefijo verbal bant n- (existente en
santomense y annobons), proceso que habra sido reforzado por la influencia del
pronombre palenquero de objeto mi.

s tade se pronuncia con Idl oclusiva; pronunciaciones alternativas son tadde y pekkao.
88 CARLOS PATIO ROSSELLI

Otra importante retencin africana del palenquero es la partcula ma, que se


antepone al sustantivo para indicar pluralidad: ma ngaina 'las gallinas', ma
ngombe 'las vacas o bueyes', ma toro 'los toros' (Patio Rosselli, op. cit., 141-
6). El empleo de este morfema es la manera usual y nica para expresar el plural
en el vernculo y conlleva un procedimiento gramatical totalmente extrao, claro
est, a la gramtica castellana. La etimologa no ofrece problema, ya que tanto en
kikongo como en kimbundo ma es un prefijo nominal (de sa o 4a clase, respectiva-
mente) con valor de plural o de colectivo (Del Castillo, 1984,90). A travs de esta
partcula, pues, se perpeta al otro lado del ocano el rasgo gramatical ms impor-
tante de los idiomas bantes: las clases nominales, que recogan lingsticamente,
como es sabido, el ordenamiento de la realidad.
Es bien sabido tambin que la doble negacin se registra en las lenguas afri-
cano-occidentales, en los criollos portugueses del golfo de Guinea y en diversas
reas americanas de poblacin negra (Brasil, Santo Domingo, el Choc en Co-
lombia, poe ejemplo). De Granda (1989, 174) consider que el esquema del kikongo,
mediante ka precediendo al verbo y ko siguindolo, haba servido de modelo al
santomense, al annobons y al palenquero.
En nuestra descripcin de este ltimo vernculo (1983), llegamos al siguiente
resultado respecto de esta cuestin: 1 normalmente las oraciones palenqueras
llevan una partcula negativa, nu, que va al final de la clusula u oracin (ej.:
kel fruta nu 'l no quiere fruta'); 2 esta partcula se encuentra algunas veces
antes del verbo, presumiblemente por interferencia del espaol (ej.: si Ana nu
keba rregalo, an keba asloba 'si Ana no los hubiera regaado, ellos lo
hubieran hecho'); y 3 la doble negacin es la construccin corriente en las ora-
ciones de imperativo (ej.:nu ableno nu! 'no hablen!').
Comentado este resultado, el profesor De Granda (op. cit., 174) manifest
la opinin de que la estructura basilectal debi ser la doble negacin, teniendo en
cuenta el comportamiento a este respecto de los criollos del golfo de Guinea y
zonas afroamericanas; la negacin con una sola partcula (al final) sera, segn l,
producto de un proceso de descriollizacin.
Como resultado de una investigacin especial sobre este tema, A. Schwegler
(1991) pudo profundizar sobre la negacin palenquera y lleg a conclusiones en
parte diferentes a las de los estudios previos: lo ms importante de su anlisis es la
nocin de que la sintaxis de la negacin palenquera se basa en distinciones
semntico-pragmticas. Segn l la negacin simple preverbal no se debe a inter-
ferencia del castellano sino, por el contrario, sera la construccin no marcada,
que se emplea en enunciados que no contradicen afirmaciones o suposiciones del
interlocutor sino simplemente registran situaciones. En cambio la negacin
posverbal -la ms frecuente- s sealara una presuposicin pragmtica, que se-
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 89

ra la oposicin o contradiccin frente a lo declarado por el interlocutor. Igual


contenido semntico conlleva la negacin discontinua, con la partcula antes y
despus del verbo, pero con el distintivo de un mayor nfasis.
Tambin en el campo del lxico la investigacin se ha remontado en la mayo-
ra de los casos a fuentes bantes centro-occidentales.
Aunque el vocabulario palenquero proviene en abrumadora proporcin de su
idioma de superestrato, el castellano, el vernculo alberga un fondo de voces de
estirpe africana que probablemente slo ha sido estudiado en una pequea parte.
Por los aos sesenta, G. de Granda, estableci el origen bant de diversos
trminos palenqueros, muchos de los cuales se registran tambin en la lengua
congo de Cuba (vase compilacin de los artculos pertinentes en De Granda
1978); por ejemplo, nguba 'man', del kimbundo nguba; mon 'hijo', del kikongo
mwana (si bien Del Castillo, 1984,99, propone como timo ms bien el kimbundo
mon); mulumba 'asaltante sexual' del kikongo mlumba 'semen'; gongoch
'insecto' del kikongo ngongolo 'ciempis'; etc.
En su monografa El lxico negro-africano de San Basilio de Palenque
(1984), Nicols del Castillo M. examin etimolgicamente una gran cantidad de
africanismos pertenecientes a diversas esferas semnticas como el cuerpo huma-
no, la vida social, los alimentos, los animales, etc. As, sngano 'brujo' se relacio-
na con nganga, que en kimbundo es 'adivino, hechicero, sabio', y en kikongo
tiene acepciones similares; bolol 'bulla, pelea', se deriva del kikongo bololo-
bololo 'ruido, charlatanera'; cambamba 'pjaro cuyo canto presagia muerte'
proviene del kimbundo kambemba 'avecita'; fufuta 'platanito manzano' tiene
su timo en el kikongo fuufukutu 'especie de banano', etc.
En su obra El palenquero: un lenguaje post-criollo de Colombia (1986),
el profesor W. W. Megenney dedica el captulo VII al 'lxico de posible origen
subsahrico', presentando un nmero considerable de voces pertinentes y dando
para cada una diversas posibilidades de origen en idiomas africanos.
La contribucin de A. Schwegler al conocimiento del lxico palenquero se
distingue por una notoria actitud crtica, encaminada a impugnar y rectificar la
tendencia a exagerar la presencia de africanismos. Schwegler (1989, 1990a y b)
emprendi una saludable revisin de supuestos afronegrismos del vocabulario de
San Basilio (casariambe 'cementerio', tunganan 'sapo', mapolazo 'golpees)
de palo o bastn', ag 'hoy', monicongo/maricongo 'mueco, espantapja-
ros', etc.), mostrando que en muchos de esos casos el origen de esas expresiones
es hispnico o se halla en un estadio mixto afrorromance (pidgin o criollo).
De especial inters son casos en los que actan factores latentes de la
huella lingstica africana como ocurre con abrakabraka 'arroz con bledo' o
suebbesuebbe 'tipo de sancocho', trminos en los cuales un esquema tpica-
90 CARLOS PATIO ROSSELLI

mente africano, la reduplicacin, se realiza con lexemas hispnicos. Schwegler


seala que estos africanismos latentes no han recibido la necesaria atencin.
Cabe sealar que Schwegler se apoya en las etimologas mixtas que plantea
-elementos hispnicos y africanos reunidos en una expresin- para manifestarse
en favor de la tesis de la existencia pretrita de lenguajes negrohispanoameri-
canos (o sea, criollos) en ciertas reas del Nuevo Mundo, afirmando que dicha
tesis tiene un creciente nmero de defensores y es cada vez ms
apremiantemente convincente (Schwegler, 1990, 726-7).
Importantes conclusiones ha derivado el colega de la Universidad de California
de sus detenidas investigaciones sobre los 'Iumbales ' o cantos fnebres
ancestrales de los palenqueros (Schwegler, en prensa)". Mediante una ardua ta-
rea de reconstruccin y descodificacin de dichos elementos folclricos, Schwegler
ha mostrado que su lenguaje concuerda bsicamente con el uso palenquero actual
y no tiene el carcter arcaizante, indescifrable y africanizante que se le haba
supuesto. Si esto es as, si la lengua de los cantos antiguos no difiere sustancialmente
de la de hoy da, entonces no puede pensarse -como lo han hecho algunos auto-
res- que el dialecto palenquero actual haya sufrido una fuerte descriollizacin.
Por otra parte, el anlisis en estos cantos de los africanismos existentes en el
vocabulario -por ejemplo, lombo 'pjaro negro' , nguin 'africano' -, incluyendo
topnimos, gentilicios y nombres propios, as como ciertos elementos etnogrficos,
todo lo cual se revela exclusivamente de origen bant centro-occidental, permite a
Schwegler plantear la tesis de que el palenque original era una comunidad
lingsticamente homognea. Esta hiptesis se ve reforzada por la investigacin,
llevada a cabo por el mismo cientfico, de aspectos de la funebria de San Basilio
(Schwegler, 1992), la cual mostr relaciones entre costumbres socio-religiosas
congo-angolesas y palenqueras, en particular en lo concerniente a las concep-
ciones alrededor del cementerio. El autor resume los resultados de su trabajo en
los siguientes trminos:

el hecho de que las voces palenqueras que se han podido relacionar exitosamente con timos
africanos provienen sin excepcin de la faja bant centro-occidental (rea kiMbundo / kiKongo) nos
obliga a fijar el origen de los antiguos palenqueros dentro de la restringida comarca congo-angolesa
(ibid., 73).

5. La identificacin en el palenquero de huellas de un substrato lusoafricano


es esencial, naturalmente, para la validacin de la tesis de que los criollos hispni-
cos de Amrica -actuales o extintos- tienen una relacin genealgica con la
antigua lengua de contacto afroportuguesa de frica occidental.

6 Segn Schwegler (1992) 'Iumbal' viene del lexema kikongo mbalu 'melancola, recuerdo',
precedido del prefijo de clase In. Al escribirse el presente artculo est por aparecer un importante
y extenso libro del profesor Schwegler sobre los lumbales palenqueros.
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 9 I

Inicialmente W. W. Megenney seal un cierto nmero de probables o posi-


bles lusitanismos fonticos, sintcticos, lxicos y semnticos (1983, 1986). El tema
ha sido luego explorado por A. Schwegler (1991b, 1993), quien estrech el crculo
de los elementos que con alguna seguridad pueden considerarse de proveniencia
afroportuguesa. En la actualidad los principales, de esos elementos, seran los
siguientes:

lOEN EL LXICO:

Los verbos ten 'hay', derivado del port. 'tem', y bae 'ir', proveniente del
port. 'val', lo mismo que las formas de tratamiento cho 'don, o' y cha 'doa,
a', que se remontan en portugus a 'to, ta' (mediante palatalizacin).

20
EN LA GRAMTICA:

Los pronombres personales bo 't' y ele 'l, ella' que nos remiten a formas
port. 'vs' (plural) y 'ele'. Formas semejantes a las palenqueras se emplean en
los criollos afroportugueses del golfo de Guinea. En el caso del pal. bo, su origen
no espaol se manifiesta tambin en el hecho de que toda el rea circundante en
la costa atlntica colombiana no utiliza este pronombre sino 't'.
La preposicin ku 'con' (tambin con sentido de 'y'), que Schwegler deriva
del port. 'com o'; y el esquema sintctico de doble partcula negativa y negacin
pos verbal que, como ya sabemos, se registra tambin en los criollos del golfo de
Guinea.
Con razn Schweg1er (1993, 686) subraya que pese al reducido nmero de
estos rasgos lusoafricanos en el palenquero su valor probatorio para la genealoga
de este vernculo es grande, especialmente por 10 que respecta a la presencia de
elementos de carcter gramatical (que el colega llama rasgos profundos).

6. Aunque el objetivo del presente artculo es el criollo de San Basilio de


Palenque, quisiramos concluir con una somera referencia a dos modalidades
lingsticas que guardan estrecha relacin con ese vernculo, en cuanto tambin
son manifestaciones criollas de base lxica espaola: el papiamento de las Antillas
Holandesas y el 'habla bozal' de Cuba y Puerto Rico.
Algunos hechos histricos de importancia para el papiamento son los siguien-
tes (Maurer, 1988 y 1991; Goodman, 1987):
El dominio poltico espaol sobre las islas de Curazao, Aruba y Bonaire se
ejerci de 1499 a 1634. En esta ltima fecha estos territorios pasaron a poder de
Holanda, bajo cuya soberana continan en la actualidad. A comienzos del siglo
XIX se produjo un corto perodo de dominio ingls. La llegada de esclavos a Curazao
92 CARLOS PATIO ROSSELLI

se inici en 1648; el contingente africano que lleg a la isla era preponderantemente


de idiomas bantes y kwa. Desde 1660 tuvo lugar una inmigracin a Curazao de
exiliados holandeses y judos sefarditas, con sus esclavos, que tuvieron que de-
jar el Brasil ante la reconquista de ste por parte de Portugal. En la segunda
mitad del siglo XVII la poblacin curazolea constaba de tres componentes:
holandeses, judos y esclavos africanos. En tiempos posteriores estas islas han
mantenido vnculos con pases vecinos de lengua espaola como Venezuela y
Colombia.
El origen del papiamento es un tema que ha sido intensamente debatido y
alrededor del cual contina la controversia.
Algunos puntos de vista representativos de la discusin son los siguientes:
Un buen nmero de investigadores ha seguido la tesis expuesta inicialmente
por R. Lenz (1928) en el sentido de que el papiamento proviene de un habla criolla
negroportuguesa de frica occidental llevada por los esclavos. Se sitan en esta
lnea, entre otros, T. Navarro Toms, H.L.A. van Wiik, G. de Granda (1988, cap-
tulo XIII), F. Martinus (1989) y W. W. Megenney (1994). Salvadas las diferencias
de matices personales, esta tesis considera que la capa ms antigua del dialecto
antillano es la afroportuguesa, con influencia africana en la gramtica; luego se
habra producido la relexificacin hacia el espaol y una cierta descriollizacin.
En su reciente contribucin sobre el tema, Megenney (op. cit.) apoya la
posicin de la proveniencia africano-occidental, la cual estima preferible a la tesis
alternativa de un origen brasileo (ver ms adelante). Punto crucial en la argu-
mentacin de este autor es que existen en el papiamento varias caractersticas
lingsticas bsicas que no aparecen en el portugus braileo popular, pero que
en cambio s se registran en los criollos portugueses de frica occidental.
Otros lingistas -A.J. Maduro, J.P. Rana, D. Munteanu- suponen el espaol
de Curazao como punto de partida del papiamento. Segn Munteanu (s.f.) la
peculiaridad de este dialecto se explica en razn de un proceso de transformacio-
nes por evolucin interna, a lo cual se sumaron secundariamente influencias ex-
ternas. Para Rana el papiamento era esencialmente, en su origen, lxico espaol
con gramtica de proveniencia africana; posteriormente se habran dado influen-
cias del portugus, el holands y el ingls y una rehispanizacin hacia el espaol
venezolano (Munteanu, s.f.)
Para M. Goodman (1987) y algunos otros estudiosos, no pueden sostenerse
las tesis de la proveniencia africano-occidental del papiamento ni del origen espa-
ol de este dialecto. En primer lugar, porque la gran mayora de los esclavos que
llegaron de frica al Nuevo Mundo no hablaban jergas de contacto europeo-
africanas, de manera que no haba condiciones para que el pidgin/criollo
afroportugus fuera importado a Curazao. En segundo lugar, la lengua espaola
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 93

haba dejado de usarse ampliamente en Curazao tras la conquista holandesa de la


isla y, por lo tanto, mal poda servir de base a un idioma criollo.
Con detalladsima documentacin histrica Goodman expone la hiptesis de
que el papiamento fue llevado a Curazao a mediados del siglo XVII por los refugia-
dos holandeses y judos, que tuvieron que abandonar el Brasil, junto con su squito
de esclavos, como se mencion atrs. Estos exiliados hablaban una forma
acriollada de portugus que vino a ser la base del papiamento.
En opinin de Goodman, la amplia espaolizacin que exibe hoy da el vern-
culo antillano comenz desde muy temprano: as, sin duda, el papiamento haba
comenzado a hispanizarse casi desde el momento en que lleg a Curazao (tra-
duccin nuestra, pg. 373). Un testimonio histrico de comienzos del siglo XVII
describe el habla de los esclavos curazoleos como un espaol chapurreado
(ibid.). La influencia del espaol sobre el papiamento ha continuado por diferen-
tes vas, especialmente gracias a los vnculos con pases suramericanos.
Una orientacin algo diferente a la de las tesis precedentes tiene la posicin
de Ph. Maurer (op. cit.). Segn este criollista el papiamento se origin en la
propia Curazao y fue llevado luego a las otras islas. Surgi como un resultado de
la situacin de contacto multitnico que imperaba en la isla y que involucraba
diversas lenguas: el castellano, el holands, el portugus e idiomas africanos de los
grupos bant y kwa. Es probable -aade Maurer- que una variedad pidginizada
de portugus, conocida por los holandeses y los africanos, haya tambin desem-
peado un papel importante en la formacin del papiamento (Maurer, 1983, 3).
Interesante en el punto de vista de Maurer es su nfasis en lo que l conside-
ra el carcter 'mestizo' y 'verdaderamente americano' del papiamento, ya que
junto a los componentes provenientes de otras lenguas (e inclusive de los univer-
sales lingsticos) este vernculo ha desarrollado tambin sus propios caminos
(por ejemplo, en el tratamiento de los participios pasados).
En anterior recorrido por diferentes opiniones acerca del origen del dialecto
de las Antillas holandesas -o de uno de ellos, ya que, como se sabe, hay otros
criollos en las posesiones holandesas del Caribe- nos muestra que las condiciones
sociohistricas que sirvieron de marco a la formacin del papiamento, por una
parte, y del palenquero, por otra, fueron bastante divergentes.
En el aspecto lingstico estos dos vernculos acusan notorias diferencias, si
bien se dan tambin coincidencias entre ambos, debidas sobre todo al hecho de
ser los dos lenguas criollas.
En materia de lxico, mientras el palenquero se nutri casi exclusivamente
del castellano (salvo el pequeo fondo africano y los poqusimos lusismos), el
papiamento tiene una composicin ms variada: 66% de palabras de origen ibri-
co (tanto espaol como portugus), 28% de procedencia holandesa y 6% de ori-
gen diverso (africanismos y trminos de filiacin inglesa y francesa) (A. J. Madu-
ro, citado por Maurer, 1988,3).
94 CARLOS PATIO ROSSELLI

El palenquero no emplea el procedimiento del papiamento para hacer dife-


rencias lxicas de sexo: Nombre + home (trmino masculino) / Nombre + miele
(trmino femenino). En cambio hay coincidencias en el empleo de un lusismo para
el concepto de 'ir' (pal. bae, papo bai).
En lo fonolgico, el inventario de fonemas tanto voclicos como consonnticos
es ms rico y variado en el dialecto antillano, y el criollo de San Basilio desconoce
las distinciones tonales propias de su homlogo. Pero se registran en ambas ha-
blas fenmenos como el paso de Ib/ a ImI (pal. min 'venir', papo rement
-c'rebenta' (Megenney, 1994)); la eliminacin (parcial en San Basilio) de Ir mlti-
ple (pal. y papo barika 'barriga'); el rotacismo; la armona voclica; y las contrac-
ciones por sandhi en el discurso (pap. bo a > b'a) (Goylo, 1953).
En el plano gramatical, el sistema de pronombres personales muestra acuer-
do en cuanto al empleo de los lusismos bo 't' en ambas lenguas y ele (pal.), e
(pap.) 'l, ella', pero desacuerdo en las dems formas. Hay diferencia en los
pronombres de origen subsahrico: el palenquero en, 2a pers. plur., no existe en
las Antillas, y para la 3a pers. plur. tenemos an en San Basilio, pero nan en
Curazao.
Discrepancia muy notoria es la que se da en la formacin del plural de los
sustantivos: el palenquero, como ya sabemos, emplea el marcador bant ma, pero
el papiamento -siguiendo una prctica difundida en los idiomas criollos- toma
para esta funcin el morfema nan que es tambin pronombre personal. Otro
desacuerdo en la frase nominal lo vemos en el artculo definido que se omite en
palenquero pero no en papiamento.
En la frase verbal los dos dialectos comparten los marcadores de tiempo/
aspecto ta 'presente, progresivo' ya 'pasado, perfectivo'. Pero para la expresin
del 'futuro' es muy visible la discrepancia entre el marcador tan de San Basilio y
la partcula lo port. 'lago' 'inmediatamente') que va fuera del predicado, prece-
dindolo.
En la sintaxis de la negacin van parcialmente separados los dos vernculos:
el papiamento no utiliza la negacin posverbal del criollo colombiano pero s, en
ciertos casos, un esquema de doble partcula negativa (antes y despus del verbo)
con fines de nfasis.
En un estudio consagrado a la comparacin sistemtica de los morfemas
temporales del papiamento y del palenquero, Ph Maurer (1987) encuentra las
diferencias que se registran en dicha rea entre los dos vernculos, incompatibles
con los postulados de la teora mono gentica.
Como se sabe, segn ese punto de vista, las lenguas criollas de base europea
-o de base hispnica, segn una versin ms modesta- se habran derivado de un
pidgin europortugus de frica occidental. As, las diferencias entre criollos de
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 95

esa clase deben poderse explicar por las operaciones de relexificacin y reestruc-
turacin hacia las diferentes lenguas de superestrato. Pero, segn Maurer, no
pueden recibir tal explicacin divergencias entre palenquero y papiamento como
las atinentes al sufijo africano de imperativo -enu, presente en San Basilio, pero
ausente en las Antillas; a los procedimientos para formar el plural de los nombres;
ya las diferencias de distribucin y sentido que exhibe el marcador verbal a en los
dos dialectos.
En opinin de Maurer, entonces, las notorias discrepancias entre los dos
vernculos, lejos de poder explicarse por procedencia de una lengua madre
comn, slo pueden entenderse a partir de las condiciones e ingredientes de las
correspondientes situaciones de contacto que rodearon la gnesis de los idiomas
en San Basilio y Curazao.
Queremos ilustrar ahora con unos pocos enunciados en palenque ro y
papiamento la relacin entre los dos dialectos (Maduro, 1987)1:

(1) bo mama m nu 't no eres mi mam'


bo no ta mi mama

(2) yo prieto s 'yo s soy negro'


mi ta pretu s

(3) eso jue Juan tan as 'eso es lo que J. har'


esei ta loke Juan ta bai hasi

(4) pes k'era memo sangre Rioso 'Pareca que era la misma sangre de Dios'
tabata parse ku tabata sanger di Dios mes

(5) min an eta maana a loyo 'yo los vi esta maana en el arroyo'
mi a mira nan awe mainta n'e roi

La expresin 'habla bozal' se aplica a la modalidad lingstica propia de los


esclavos africanos y sus descendientes en Puerto Rico y Cuba. El hecho de que
dicha modalidad se haya conservado en los mencionados pases y no en otros del
imperio colonial espaol se debe a la circunstancia de que en ambas islas se
practicaron la esclavitud y la trata de negros bozales hasta finales del siglo XIX.
En las dems reas hispnicas del Nuevo Mundo la esclavitud desapareci poco
despus de la Independencia, lo cual aceler la transculturacin de la poblacin
negra.
7 Las oraciones en palenquero fueron tomadas en Maduro (1987) de nuestro trabajo, Patio
Rosselli (1983); las traducciones al papiamento fueron hechas por el profesor Maduro.
96 CARLOS PATIO ROSSELLI

M. Perl ha insistido en que el habla bozal (cubana) no era un simple agregado


de desviaciones y descuidos idiolectales de los afrocubanos sino una variante
sociolectal del espaol relativamente homognea (1982, 240; traduccin nues-
tra). Se caracteriza este dialecto por emplear elementos y construcciones de ori-
gen pidgin o criollo junto a formas del espaol normal.
Este lenguaje es bastante similar en las dos islas, de tal manera que en reali-
dad se trata de un habla bozal antillana. Sin embargo, en Puerto Rico est docu-
mentada desde 1677 mientras en Cuba slo se la registra a partir del siglo pasado.
y al paso que en Cuba su empleo se prolong hasta nuestros das, en la otra isla el
fenmeno, al parecer, no sobrevivi hasta el presente siglo.
Segn G. de Granda (1978, 489), esta diferencia en la duracin del habla
bozal en los dos pases es comprensible si se tienen en cuenta factores
socioeconmicos como el peso demogrfico considerablemente mayor de la po-
blacin esclava en Cuba, frente a la de Puerto Rico, en el siglo XIX; una poltica
econmica, respecto de la explotacin del campo, ms dinmica en Puerto Rico y
ms esttica en Cuba (con consecuencias, en el primer caso, como la emigracin
a las ciudades); y la existencia en Cuba, pero no en Puerto Rico, de ncleos
religiosos afroamericanos.
Hay diferencia tambin en las fuentes empleadas por los estudiosos para
analizar el lenguaje afroantillano. En su fundamental obra El elemento
afronegroide en el espaol de Puerto Rico (1974), Manuel lvarez Nazario
se bas principalmente en obras literarias tradicionales (por ej., teatro bufo)
que contenan habla de negros. En cambio la modalidad cubana ha sido estudiada
-por lingistas como G. de Granda, M. Perl y algunos otros- sobre todo con base
en obras de orientacin etnogrfica como El monte de Lydia Cabrera (1954), donde
se recogen testimonios lingsticos (literatura oral, canciones, dilogos religiosos) tan-
to de ex-esclavos como de gentes afrocubanas de mediados del presente siglo.
No hay acuerdo entre los estudiosos respecto a la verdadera naturaleza del
habla bozal antillana. Para algunos, como los mencionados lvarez Nazario, De
Granda y Perl, es ste un lenguaje de carcter criollo, que por ser de base lxica
espaola pertenece a la misma categora del palenquero, el papiamento y los dia-
lectos hispnicos de las Filipinas. Esta posicin se integra en el marco de la teora
'monogentica' sobre el origen de los dialectos criollos atlnticos, que considera
que stos se derivaron del cdigo de contacto afroportugus que se emple en
frica occidental durante los siglos del comercio esclavista. Dentro de la
misma concepcin, criollos como el habla antillana habran existido tambin,
en el pasado, en las dems zonas hispanoamericanas de poblacin negra (De
Granda, 1987,373-4).
Aparte de los impugnadores que tiene la teora monogentica, varios estudio-
sos han expresado escepticismo o rechazo respecto del estatus criollo del habla
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 97

bozal antillana y de la hiptesis del criollo general afro-hispanoamericano. Para J.


Holm (1989,307-8), hay evidencia muy clara de que un pidgin se desarroll en
Cuba durante el siglo XIX, aunque es menos claro que alguna vez se haya conver-
tido en un verdadero criollo (traduccin nuestra). Este autor le reconoce nica-
mente un estatus de 'semi-criollo', basndose en que la nativizacin de este dia-
lecto habra sido slo parcial (o sea, de algunos rasgos).
Lipski y Schwegler (s.f.) describen el habla bozal como vestigios de formas
anteriores de lenguaje afro-hispnico (trad. nuestra), sin acordarle directamente
carcter criollo. Segn estos autores las caractersticas morfosintcticas de dicho
vernculo no muestran evidencia cierta de lenguaje criollo, sino simplemente
documentan un estadio anterior de aproximaciones pidginizadas al espaol regio-
nal por parte de los bozales (ibid.; trad. nuestra).
La tesis del criollo general afro-hispanoamericano ha sido impugnada por
lingistas como H. Lpez Morales, K. Laurence, J. Lipski y Ph. Maurer (vase
Lipski y Schwegler, s.f.).
Punto fundamental en la concepcin que tienen del habla bozal antillana es-
pecialistas como lvarez Nazario, De Granda y Perl es la creencia en el origen
afroportugus de ese dialecto. Algunos hechos histricos, en efecto, hablan en
favor de esta opinin (Perl, 1982). El siglo XIX fue un perodo de intensa actividad
en el mercado esclavista en Puerto Rico y Cuba, debido al auge de las plantacio-
nes de azcar; en esta ltima isla se produjo entonces el mayor ingreso de mano
de obra esclava en la historia del pas. Ahora bien, en esa misma centuria el
comercio del bano estaba controlado principalmente por los portugueses, tanto
en las costas africanas como en las rutas hacia el Caribe. El vehculo de comuni-
cacin en la trata era, como se sabe, el cdigo de contacto afroportugus (pidgin
o criollo). Este cdigo era aprendido (parcialmente) por los esclavos mientras
esperaban ser embarcados hacia Amrica en las factoras de frica occidental,
ya que serva de lengua franca. De manera que el pidginlcriollo afroportugus
lleg al Caribe junto con los idiomas africanos (como, segn se vio arriba, se
desprende tambin de un pasaje de la obra del padre A. de Sandoval).
Con los conocimientos de afroportugus, piensa Perl (op, cit., 144), era
posible que los esclavos aprendieran en muy poco tiempo un espaol pidginizado
(trad. nuestra). Aqu tuvo lugar naturalmente, para que resultara el habla bozal
antillana, un proceso de relexificacin del cdigo lusoafricano hacia el castellano,
el cual seguramente fue fcil, dada la semejanza de las dos lenguas. Cuando este
dialecto de los esclavos bozales fue nativizado por sus descendientes se produjo el
fenmeno del idioma criollo.
Los especialistas han sealado las caractersticas propiamente lingsticas
del lenguaje bozal antillano y han mostrado, comparativamente, cmo ellas son
tambin parte no solamente de las dems lenguas criollas de base espaola sino
98 CARLOS PATIO ROSSELLI

tambin de los criollos afroportugueses de frica (lvarez Nazario, op. cit.; De


Granda, 1978, cap. XXVII; Perl, 1982, 1987, 1989).
Entre los fenmenos de pronunciacin que lvarez Nazario (op. cit., 146
ss.) registra para el afroespaol puertorriqueo, tenemos los siguientes:

(a) Cambio de las vocales tonas le, al a I i, ul respectivamente; ejs.: tim 'te-
mor', cura 'corra'.

(b) Fuerte tendencia a la nasalizacin de las vocales, lo cual en las obras literarias
se sola representar agregando la letra 'n' a la vocal nasalizada; ejs.:
Jesuncristo, Punto rico 'Puerto Rico'.

(e) Paso de Idl a Irl (pero no de II! a Ir/); ejs.: toro o turu 'todo', borega 'bode-
ga'.

(d) Supresin de Isl final de slaba; ejs.: trite 'triste', fel 'feliz'.

(e) Paragoge para preservar el patrn silbico CV; ejs.: Dioso 'Dios', seore
'seor'.

En la morfosintaxis, los rasgos sobresalientes del habla bozal son ms o me-


nos los mismos para las dos islas. Algunas de las caractersticas que identifica
Perl (1982, 156 ss.) para Cuba son las siguientes:

(a) Inexistencia de concordancia de gnero y nmero, en la frase nominal, entre el


sustantivo y sus adjuntos; ejs.: un cosa 'una cosa', yerba malo 'yerba mala'.

(b) Supresin del artculo definido; ejs.: prende mecha; si brazo m'enduele.

(e) Expresin regular del pronombre personal (no nicamente en casos de nfa-
sis. ambigedad y otros); ejs.: yo va con ut; t son bueno.

(d) Supresin del verbo copulativo; ejs.: ele tan guapa; palo duro guayacn.

(e) Construccin verbal con marcadores de 'aspecto' antepuestos al infinitivo;


los marcadores son ta 'progresivo', ya 'perfectivo' y va 'accin no realizada
(futuro)'; ejs.: Pavo real ta buc palo; Pelisa ya levant de un tirada.

(f) Eliminacin de las preposiciones de y a (como indicacin de direccin); ejs.:


entierro Jesucristo difunto; vamos la loma.
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 99

Como ya se indic, el habla bozal cubana se ha conservado hasta nuestro


tiempo (por lo menos hasta antes de la revolucin) en zonas aisladas. Esas mani-
festaciones que an subsisten han sufrido un proceso de descriollizacin y confor-
man, segn De Granda (1978, 489), un fenmeno de 'continuo post-criollo'.

REFERENOAS

LVAREZ NAZARINO, N. (1974). El elemento afronegroide en el espaol de Puerto


Rico, San Juan de Puerto Rico, Instituto de Cultura Puertorriquea.
ALLENYE, M.e. (1980). Comparative Afro-American: An Historical-Comparative
Study of English-Based Afro American Dialects of the New World.
Ann Arbor, Karoma Publishers.
ARDILA, O. (1993). 'La subfamilia lingstica tucano-oriental: estado actual y perspecti-
vas de investigacin'. En RODRGUEZ DE MONTES, M.L. (comp.), Estado ac-
tual de la clasificacin de las lenguas indgenas de Colombia, Santaf
de Bogot, Instituto Caro y Cuervo.
ARRZOLA, R. (1970). Palenque: primer pueblo libre de Amrica. Historia de la
sublevacin de los esclavos de Cartagena, Cartagena, Ediciones Hemndez.
CASTILLO MATHIEU, N. (1982). Esclavos negros en Cartagena y sus aportes
lxicos, Bogot, Instituto Caro y Cuervo.
----- (1984). 'El lxico negro-africano de San Basilio de Palenque'. En Thesaurus,
XXXIX, Bogot, Instituto Caro y Cuervo, pgs. 80-169.
DE CAMP, D. (1971). 'Introduction: The study of pidgin and creole languages'. En HYMES,
D. (ed.), Pidginization and Creolization of Languages, Cambridge University
Press, pgs. 13-39.
ESCALANTE, A. [1954](1979). Notas sobre el Palenque de San Basilio. Una comu-
nidad de descendientes de negros cimarrones, Barranquilla, Editorial
Mejoras.
FRIEDEMANN, N.S. DE Y CROSS, R. (1979). Mangombe: guerreros y ganaderos en
Palenque, Bogot, Carlos Valencia Editores.
----- y PATIO ROSSELLI, e. (1983). Lengua y sociedad en el Palenque de San
Basilio, Bogot, Instituto Caro y Cuervo.
GOODMAN, M. (1987). 'The Portuguese Element in the American Creoles'. En: GILBERT,
G. (ed.), Pidgin an Creole Languages. Essays in Memory of John E.
Reinecke, Honolulu, University of Hawaii Press, pgs. 361-405.
GOYLO, E.R. (1953). Gramtica Papiamentu. Curacao, Hollandsche Boekhandel.
GRANDA, G. DE (1978). Estudios lingsticos hispnicos, afrohispnicos y crio-
llos, Madrid: Editorial Gredos.
----- (1988). Lingstica e historia. Temas Afro-Hispnicos, Universidad de Va-
lladolid.
----- (1989).' Algunos rasgos ms de origen africano en el criollo Palenquero'. En
Estudios sobre espaol de Amrica y lingstica afroamericana, Bogo-
t, Instituto Caro y Cuervo, pgs. 170-185.
100 CARLOS PATIO ROSSELLI

HOLM, J. (1989). Pidgins and Creoles, vol. Il, Cambridge University Press.
LAVIA, J. (1991). 'Iglesia y esclavitud en Cuba'. En Amrica Negra, nm. 1, Bogot,
Pontificia Universidad Javeriana, pgs. 11-29.
LENZ, R. (1928). El papiamento, la lengua criolla de Curazao, Santiago de Chile,
Barcells.
LIPSKI, J. y SCHEGLER, A. (s.f.). Spanish-Based Creoles, manuscrito.
MADURO, A. J. (1987). Palenkero i Papiamentu, Korsou.
MARTINUS, F. (1989). 'West African Connection'. En Estudios sobre espaol de
Amrica y lingstica afroamerlcana, Bogot, Instituto Caro y Cuervo, pgs.
289-99.
MAURER, Ph. (1987) 'La comparaison des morphemes tempore1s du papiamento et du
palenquero: arguments contre la thorie monogntique de la genese des langues
croles'. En MAURER, Ph. y STOLZ, Th. (eds.), Varia Crelica, Bochum, pgs. 27-
70.
----- (1988). Les modifications temporelles et modales du verbe dans le
papiamento de Curacao (Antilles Nerlandaises), Hamburg, Helmut Buske
Verlag.
----- (1991). 'El papiamento de Curazao -un idioma verdaderamente americano' . En
Papia 1, nm. 2, Brasilia, pgs. 6-15.
MEGENNEY, W. W. (1983). 'La influencia del portugus en el palenquero colombiano'. En
Thesaurus XXXVIII, nm. 3, Bogot, Instituto Caro y Cuervo, pgs. 548-63.
----- (1986). El palenquero: un lenguaje postcriollo de Colombia, Bogot,
Instituto Caro y Cuervo.
----- (1994). 'Ideas sobre el origen del papiamento'. En Amrica Negra, nm. 7,
Bogot, Pontificia Universidad Javeriana, pgs. 27-40.
MONTES, 1. J. (1982). 'El espaol de Colombia. Propuesta de clasificacin dialectal'. En
Thesaurus XXXVII, nm. 1, Bogot, Instituto Caro y Cuervo, pgs. 23-92.
MUNTEANU, D. (s. f.). 'Observaciones acerca del origen del papiamento'. En Anuario
de Letras, Mxico (fotocopia sin fecha), pgs. 83-115.
ORTIZ, S. E. (1965). 'Lenguas y dialectos indgenas de Colombia' . En Academia Colombia-
na de Historia, Historia extensa de Colombia, vol. 1, Prehistoria, t. 3, Bogot,
Ediciones Lemer.
PATIO ROSSELLI, C. (1983). 'El habla en el palenque de San Basilio'. EnFRlEDEMANN,
N. S. DE y PATIO ROSSELLI, C. Lengua y sociedad en el palenque de San
Basilio, Bogot, Instituto Caro y Cuervo, pgs. 83-287.
PERL, M. (1982). Die Bedeutung des Kreolenportugiesischen fr die
Herausbildung der Kreolensprachen in der Karibik (unter besonderer
Bercksichtigung der kubanischen 'habla bozal'), Disertacin para la
promocin B. Universidad Karl Marx de Leipzig.
----- (1987). Vergleich ausgewahlter morphosyntaktischer Phanomene der
habla bozal mit anderen iberischen Kreolsprachen, Linguistische
Studien, Reihe A, Arbeitsberichte, Berlin, Akademie der Wissenschaften der DDR,
pgs. 4-17.
---- (1989).' Algunos resultados de la comparacin de fenmenos morfosintcticos
RELACIONES DE CONTACTO DEL CRIOLLO PALENQUERO 101

del 'habla bozal', de la 'linguagem dos musseques', del 'palenquero' y de 'lenguas


criollas de base portuguesa'. En Estudios sobre espaol de Amrica y lin-
gstica afroamericana, Bogot, Instituto Caro y Cuervo, pgs. 369-80.
PLOAE-HANGANU, M. (1991). 'Tendencias gerais da evolucao do consonantismo do
crioulo portugus de Africa'. En Papia 1, nm. 2, Brasilia, Universidad de Brasilia,
pgs. 57-67.
SANDOVAL, A. de [1627](1987). Un tratado sobre la esclavitud, Madrid, Alianza
Universidad.
SCHWEGLER, A. (l989a). El palenque de San Basilio (Colombia): persistencia
africana y problemas de (auto)identificacin de elementos lingsticos
subsahricos, conferencia int. sobre la persistencia de las civilizaciones africa-
nas en el Caribe, San Juan, Puerto Rico (manuscrito).
----- (1989b). 'Notas etimolgicas palenqueras: 'casariambe', 'tunganan', 'ag',
'rnonicongo", 'rnaricongo' y 'otras voces africanas y pseudo-africanas'. En
Thesaurus XLIV, nm. 1, Bogot, Instituto Caro y Cuervo, pgs. 1-28.
----- (1990a). 'Abrakabraka', 'suebbesuebbe' y 'otras voces palenqueras: sus orge-
nes e importancia para el estudio de dialectos afrohispanocaribeos'. En
Thesaurus XLV, nm. 3, Bogot, Instituto Caro y Cuervo, pgs. 690-731.
----- (1990b).' Afrohisp. mariand 'tipo de baile (negro)': su etimologa e importancia
para los estudios lingsticos caribeos'. En Anuario de Lingstica Hispni-
ca 6, Valladolid (manuscrito).
--- (1991 a). 'Negation in Pa1enquero: Synchrony'. En Journal of Pidgin and
Creole Languages 6: 2, pgs. 165-214.
----- (1991 b). 'Zur Problematik der afroportugiesischen Kontaktsprache in Amerika:
Neues aus El Palenque de San Basilio (Kolumbien)'. En Lusorama, nm. 15,
Frankfurt am Main, pgs. 54-79.
---- (1992). 'Hacia una arqueologa afrocolombiana: restos de tradiciones religiosas
bantes en una comunidad negrocolombiana' . En Amrica Negra, nm. 4, Bogo-
t, Pontificia Universidad Javeriana, pgs. 35-82.
----- (1993). 'Rasgos (afro-)portugueses en el criollo del Palenque de San Basilio (Co-
lombia)'. En Homenaje a Jos Prez Vidal, pgs. 667-696 (separata).
----- (En prensa a). Chi ma nkongo, chi ma ri Luango: lengua y ritos an-
cestrales de la comunidad cimarrona del Palenque de San Basilio (Co-
lombia), Frankfurt am Main, Vervuert Verlag.
(En prensa b). 'La descodificacin de las canciones fnebres afrohispanas
lumbal del Palenque de San Basilio (Colombia),. En Thesaurus, Bogot: Ins-
tituto Caro y Cuervo.

También podría gustarte