Smith-Un Sustrato Arawak Del Teritorio Yánesha.
Smith-Un Sustrato Arawak Del Teritorio Yánesha.
Smith-Un Sustrato Arawak Del Teritorio Yánesha.
La primera vez que los ynesha, un pueblo indgena cuyo idioma pertenece a la fa-
milia arawak, me llevaron al santuario de Nuestro Padre Yompere y su esposa, Nues-
tra Madre Maamas, a unos siete kilmetros de Oxapampa, encontramos a las dos
huancas1 grandes, mas una media docena de huancas medianas y chicas, echadas por
la tierra, resultado de las acciones de un colono buscador de tesoros. Luego de tres
aos, en la compaa de unos 80 ynesha de todas las edades, y con algunos ancianos
practicando libaciones, plegarias y bailes que no se haban ejecutados en dcadas, se
logr levantar las piedras y devolverlas a su sitio. Esa noche, durante la celebracin
tradicional por la recuperacin de estas iguras ancestrales, la msica y baile se detu-
vieron mientras todos, maravillados, observaron destellos de luz que emanaban del
santuario. No ves? me airm la abuela Rosario, Es el regocijo de Nuestro Padre
y Nuestra Madre!.
1. Huanca, palabra quechua que se reiere a una igura ancestral convertido en piedra.
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Amazonas: Ruta Milenaria
geogrico como pea, cueva o cerro, cuando Nuestro Padre El Poderoso, subi al
cielo a alumbrar al mundo.
La clasiicacin de los ynesha como pueblo amaznico fue consagrada por Ju-
lian Steward en su introduccin a la seccin Tribus de la Montaa en el Handbook
of South American Indians publicado por el Smithsonian Institution en 1948. Steward
caracteriz a estas sociedades como los residuos culturales2 de una serie de olas
migratorias que se debilitaron al chocarse contra los Andes y luego desaparecieron
en un aislamiento relativo3 (Steward, 1948: 507).
Esta visin de los lancos orientales andinos y sus sociedades est construida sobre
una historiografa producida en el siglo 17 por los franciscanos para convencer a la
Corona Espaola a mantener las subvenciones para sus misiones y luego reproducida
por ellos hasta el 20 (Cordoba y Salinas, 1651, 1957) (Izaguirre Ispizua, 1922-29).
En ella nos airman que existe una barrera fsica y cultural tan imponente entre los
Andes civilizados y la Amazona salvaje que cruzarla era tarea slo de titanes (como
los franciscanos).
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pulos, lleva a cabo los ritos hacia los ancestros. El templo, de una construccin circu-
lar con techo cnico, tiene tres pisos, cada uno en orden ascendente es ms exclusivo
y concentra mayor poder. Slo el sacerdote puede acceder al tercer piso.
En contraste a las relaciones asimtricas que caracterizan las esferas sociales, po-
lticas y cosmolgicos, la simetra de las relaciones econmicas es muy pronunciada.
Todos los ynesha tienen ms o menos el mismo acceso a la tierra, el bosque y los
recursos acuticos, como tambin a la tecnologa para su explotacin. Los exce-
dentes en la produccin y hasta los recursos tradicionalmente ms escasos como la
sal fueron redistribuidos de manera equitativa entre parientes segn las reglas de la
economa del don.
Por su carta sabemos que, por un espacio de cuatro aos durante la sexta dcada
del siglo 16, Porres era doctrinero en la encomienda de Chinchaycocha. Esta enco-
mienda, conferida originalmente en 1534 al licenciado Alonso Riquelme, tesorero
de la Corona, y luego transferida a su yerno, Juan de Sotomayor y su descendencia,
fue una de las ms grandes y ricas en el Virreynato del Per (Smith, 1999b). Com-
prenda prcticamente todo el Lago Chinchaycocha y los territorios al este del lago
hasta la montana entre Chanchamayo y Huancabamba, que en aquel tiempo fue un
espacio ocupado por los ynesha y algunos otros pueblos de habla Arawak.
4 Chinchaycocha fue la segunda doctrina a cargo de Porres. l dice que estuvo cuatro aos en
el primero y en el segundo. Haciendo un clculo de fechas, estimo que debe haber estado en
Chinchaycocha entre 1555 y 1560.
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Richard Chase Smith
Es probable que por oxamarca se reiera al valle hoy conocido como Oxapampa
en pleno territorio ynesha; no he hallado ninguna otra referencia a Oxamarca/
Oxapampa en la literatura colonial. Son algo ms comunes las referencias a pilcozo-
nes, por ejemplo en la documentacin sobre los intentos de los jesuitas alrededor de
1595 (entre ellos de Font y Mastrilla) de establecerse en la regin de la selva central
(Varese, 1968, 109-126). Segn la historia oral Ynesha, este trmino se reiere a una
parcialidad de su pueblo llamada pelcohsoonehsha5 que ocupaba las tierras de la que-
brada Pelcohs, aluente de la margen izquierda del rio Tarma. Desde all, cuidaban la
entrada al valle de Chanchamayo.
Durante el siglo siguiente las misiones franciscanas pasaron por periodos de lo-
recimiento y de decadencia. En la parte sur de este territorio se establecieron cinco
misiones entre los ynesha: en Quimiri, Nijandaris, Cerro de la Sal, Eneno y Me-
traro. Al norte, la doctrina de Huancabamba, donde fueron registrados 20 fami-
lias ynesha en 1689, estaba en continua disputa entre los Fransciscanos y la Iglesia
5 Pelc- tipo de piedra granitico; -os- quebrada de; -onehsha colectividad humana, par-
cialidad.
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Amazonas: Ruta Milenaria
metropolitana de Lima. Durante la primera parte del siglo XVIII el celebrado Fray
Francisco de San Jos fund dos nuevas misiones en la cuenca baja del ro Huanca-
bamba, una en Pozuzo y otra en Tilingo, tambin entre los ynesha.
Para cuando el lder mesinico Juan Santos Atahualpa apareci en 1742, tanto el
valle de Chanchamayo como el de Huancabamba estaban bajo control espaol. A
partir de los informes franciscanos, las ocho misiones entre los ynesha parecen haber
sido estables y lorecientes en esa poca, con poblaciones de ms de 500 personas
tanto en Cerro de la Sal como en Eneno. Tanto la misin de Quimiri como la de
Huancabamba reportaron un nmero relativamente grande de indgenas andinos
dentro de su jurisdiccin.
Esta historia de las misiones franciscanas ubica a la poblacin ynesha a ines del
XVII y principios del XVIII dentro de una estrecha cadena de valles interconectados
entre el mundo alto andino y el mundo de la selva baja. Este territorio se extiende
desde la parte baja del rio Tarma y el valle de Chanchamayo en el sur, hasta el valle
del actual pueblo de Pozuzo al norte, en la conluencia de los ros Huancabamba
y Pozuzo. Estas fuentes no mencionan ninguna poblacin ynesha ms all de este
corredor, ni si quiera en la cuenca del Pachitea donde la mayora de la poblacin
vive hoy.
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Esta larga tradicin de cermica es reemplazada alrededor de 500 d.C. por otra
secuencia de cermica de estilo pano, lo que sugiere la invasin de una poblacin
pano-hablante que desplaz a la poblacin de la tradicin nazaratequi. Pueden
haber sido integrantes del pueblo Cacataibo o Shipibo-Conibo quienes subieron
desde el Ucayali por el ro Pachitea. Es probable que, frente al avance pano, los de
la tradicin nazaratequi huyeron ro arriba hacia los valles ms altos de Oxapampa
y Chanchamayo.
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casi imposible la comunicacin entre la zona alto andina y la montaa? Es claro que
Porres tiene que haber andado por caminos principales que conectaban las alturas
de Chinchaycocha con la montaa de Huancabamba, Oxapampa y Chanchamayo
desde antes de la llegada de Pizarro (Ver mapa 1).
Por otro documento, sabemos que entre 1594 y 1599 los indgenas de las reduc-
ciones de Ninacaca, Carhuamayo y Los Reyes (hoy Junn), pertenecientes a la enco-
mienda/provincia de Chinchaycocha, mantenan una causa ante un escribano de la
Audiencia Real acusando al Gobernador provincial/Coraca principal de Chinchay-
cocha de abuso de autoridad al obligar a sus sbditos a prestarle servicios personales
(Arellano 1594-1599). En testimonio tras testimonio, estos indgenas contaron como
el Coraca, entre otros abusos, les haba enviado a la montaa para sembrar, cultivar,
cosechar y transportar maz con sus animales, detallando las distancias, las rutas, el
tiempo empleado en estas tareas y desde hace cuanto tiempo venan prestando este
tipo de servicio sin recibir ninguna recompensa. Los sitios mencionados con mayor
frecuencia son guancabamba, vito(c), gualca y picoy6.
Varios de los que lo acompa al Arzobispo en este viaje testiicaron aos despus
en las Audiencias de Beatiicacin que l efectivamente hizo la entrada a la tierra de
guerra ms all de Huancabamba. Leon Pinelo, quien escribi la biografa oicial de
Santo Toribio cuarenta aos despus de su muerte, utiliz estas fuentes para agregar
mayores detalles sobre su visita a Huancabamba. Escribi:
Bernardo de Alcocer, que fue por Notario de una visita (entiendo que de la segunda) dize que....
Entro [el arzobispo] en los montes de Abancay, Provincia de los Guamalies i en los montes, i Andes
de Chinchacocha, i en el ingenio de Guancabamba, a pie, i descalzo, i visito mas adentro los pueblos
de Carapina, Aroquilca, Chilcas, y Guane; a donde todos los Indios andavan con arcos, i lechas,
aunque (Inf. F. 193) era baptizados, i veneraron al Santo Prelado por la humildad, i caricia con que
los trataba. (Leon Pinelo, 1906: 247-48)
6 Guancabamba es el mismo Huancabamba donde llego Porres; vito(c) se ubica en la parte baja
del ro Tulumayo lo que signiica que para llegar all desde Chinchaycocha, se tuvo que cru-
zar el valle de Chanchamayo por la zona de la ciudad moderna de San Ramn; Gualca est
ubicado en el valle del ro Paucartambo y picoy en el valle del ro Ulcumayo.
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Richard Chase Smith
Durante una dcada, a partir de 1997, me puse a explorar y documentar esta red
vial antigua. Pude constatar la existencia de 3 caminos troncales que partan hacia la
montaa desde el ramal del camino principal Inca (Cuzco - Cajamarca) que pasaba
por la margen oriental del Lago Chinchaycocha. Desde el sur, el primer camino tron-
cal parta de la reduccin colonial Los Reyes (hoy Junn) y despus de subdividirse en
la puna, un ramal continuaba por la margen derecha del ro Ulcumayo/Ocsabamba
a Chanchamayo y la otra hacia la Qda. Huasahuasi y luego bajando por la margen
izquierda del ro Tarma hasta Chanchamayo. El segundo troncal parta de la reduccin
colonial de Carhuamayo; tambin se sub-divida en la puna con un ramal pasando
por el pueblo y obraje de Paucartambo y continuando hasta el valle de Oxapampa
y el otro ramal bajando por el margen izquierda del rio Ulcumayo hacia el valle de
Chanchamayo. El tercer troncal entraba por Ninacaca, y al llegar al ro Huachn al
pie de la Cordillera Huagurunchu, se sub-divida con un ramal rodeando el lanco
norte de la Cordillera y continuando hacia Pozuzo y la otra por el lanco sureo y
continuando hacia Huancabamba. En otra publicacin, he sugerido que este camino,
con obras incas, fue la ruta principal hacia antisuyo desde Pumpu (Smith, 2004).
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Amazonas: Ruta Milenaria
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Richard Chase Smith
Duviols sugiere que las poblaciones huari pueden haber sido remanentes de la
ola expansiva de la civilizacin Wari que, desde Huamanga, introdujo a todo su rea
de inluencia nueva tecnologa agrcola, especialmente la construccin de andenes7.
Tambin sugiere que los llacuaz pueden haber sido descendientes del misterioso
reino de los Yarovilca, tambin asociado con actividades pastoriles y de comercio.
Yo sugiero que se trata de dos poblaciones de origines tnicos diferentes, el primero,
los huari, que pueden haber sido una coleccin de pueblos diferentes pero empa-
rentados lingsticamente, invadidos por la segunda poblacin, los pastores, de otra
tradicin lingstica, quienes dominaban desde las alturas. Esta visin es totalmente
consistente con la gran historia oral presentado en el manuscrito de Huarochiri, de
la dominacin de los yunca por los pastores, hijos de Pariacaca. Es tambin consis-
tente con la hiptesis que presento en este artculo. Los testimonios recolectados
por los doctrineros dan de entender que en algunos casos, los llacuaz borraron los
asentamientos huari, y en otros casos, establecieron una relacin de co-existencia y
complementariedad tnica.
En algunos aspectos, la lengua ynesha parece tpicamente arawak, pero las di-
ferencias tambin son llamativas. En parte estas diferencias tienen que ver con la
inluencia quechua, que ha sido reconocido desde hace dcadas (Smith, 1977) (Wise,
1976) La cantidad de prstamos lxicos quechuas incorporados al ynesha es ex-
traordinaria. Una revisin sistemtica de esta situacin demuestra que fue un proceso
en dos etapas. La primera fue mucho ms extensiva y ms temprana, y consista de
prstamos del grupo de dialectos de quechua I llamado Yaru, que fue hablado desde
los lancos costeos hasta los lancos amaznicos de los Andes en las regiones de
Lima, Pasco y Junn. Desde por lo menos el siglo 17, los hablantes de Yaru se limi-
taban con la zona ynesha en las regiones Pasco y Junn. La otra etapa en la cual el
ynesha reciba lxicos de quechua fue ms reciente y de menos peso; en esta etapa
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Amazonas: Ruta Milenaria
fueron prstamos de quechua II, claramente asociada con la dominacin del Estado
Inca sufrido por el pueblo ynesha entre 1470 y 1532. Segn Adelaar (2006) el y-
nesha es especial por lo que los prstamos Quechua que contiene fueron tomados
del dialectos vecino del Quechua, por lo que sepamos, nunca ha sido utilizado como
lingua franca ni tampoco como lengua de los evangelizadores.
Pero Adelaar nos seala otra caracterstica de esta situacin lingstica que es aun
ms sorprendente y, a la vez, muy raro en el mundo de idiomas. Las races de los
verbos en quechua nunca aparecen aisladas, es decir sin un tratamiento morfolgico
con varias clases de suijos. Sin embargo, no fueron incorporados a la lengua ynesha
como palabras completas con sus suijos; sino fueron tomados las races solas para
luego ser tratados con suijos ynesha. Resulta entonces que tanto los prestamos de
verbos como de nombres han sido tratados como si fueron races ynesha. Segn
Adelaar (2006), es como si hubieran sido metidos en una licuadora morfolgica
ynesha que debe haber estado funcionando desde hace mucho tiempo. l compara
esta situacin de convergencia lingstica con la de Quechua con Aymara y airma
que aparte de Aymara, l no conoce otro lengua que haya sido tan inluenciada por
Quechua como el ynesha. Esta situacin sugiere que durante muchos siglos el
Quechua yaru y el ynesha deben haber estado en un duelo por el dominio que fue
resuelto inalmente a favor del Quechua.
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Richard Chase Smith
En los aos 70, con los jvenes de la Casa Cultural Ynesha, empec a docu-
mentar los elementos geogricos conocidos por los ynesha. La idea era producir y
usar mapas para airmar la historia del pueblo y respaldar sus reclamos territoriales.
Durante este mismo periodo, grab una coleccin de unas 70 horas de textos orales.
Luego, en el ao 2000, reiniciamos este trabajo de mapeo gracias a una serie de cir-
cunstancias que me permiti trabajar de nuevo con Espritu Bautista, con quien yo
haba trabajado durante los 70. Desde esa poca, Bautista tambin haba juntado una
coleccin de ms de 80 horas de grabaciones de textos orales de un amplio nmero
de ancianos, muchos ya fallecidos. Y en el mismo intervalo, yo haba aprendido a
manejar la nueva tecnologa computarizada de Sistemas de Informacin Geogrica
(SIG), que ha sido muy til para organizar y manejar el amplio cuerpo de informa-
cin recolectado.
Decidimos empezar el trabajo en la zona que, segn los Franciscanos, haban ha-
bitado los ynesha durante la poca colonial (Ver mapa 2). Hoy son pocos los que
aun viven all, y quisimos recuperar el conocimiento existente sobre estas zonas antes
de su prdida total. Para recolectar datos del campo, se hicieron visitas de una a dos
semanas por sectores, acompaados por algunos mayores seleccionados por su co-
nocimiento del rea; durante la visita, se entrevistaron los ynesha locales que tenan
memoria sobre topnimos e historia.
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Amazonas: Ruta Milenaria
gares y nombres de los informantes. Luego, en caso de que uno de los acompaantes
conociera una historia asociada al sitio, sta era grabada. Luego, la informacin era
ingresada en una base de datos, y la ubicacin de los elementos y caminos en un
programa SIG. Posteriormente, los puntos geogricos se unieron a la base de datos.
Hasta el momento, ya se encuentra mapeado gran parte del espacio histrico-cultural
ynesha; en la base de datos, existe informacin sobre casi 5000 elementos mapeados.
Como podemos ver en la tabla 2, el grueso de los elementos mapeados est ubi-
cado en el espacio que incluye el territorio ynesha colonial y el actual. Sin embargo
es sorprendente que hasta el momento hemos ubicado casi 350 elementos, entre
ellos lugares vinculados con 35 personajes ancestrales, con sus descripciones e his-
torias, en la zona alta-andina y costa de Lima. Este hallazgo nos da indicios que la
historia de los ynesha se llevaba a cabo dentro de un espacio mucho ms amplio de
lo imaginado: estos datos combinados con datos de las otras miradas sugieren que el
espacio histrico-cultural Ynesha es una franja transversal que se extiende por am-
bas vertientes de los Andes, desde la llanura amaznica (Pachitea-Alto Ucayali) hasta
el Ocano Paciico (Chilln, Rmac, Lurn y Chilca) (Ver mapa 1).
Varias narrativas picas airman esta visin. Existen dos versiones sobre la mora-
da de YahtoYos (Nuestro Abuelo Yos), gran animador primario del pueblo ynesha.
Ambas versiones lo ubican tepo, es decir, por la boca del ro: una lo ubica en la Isla
San Pedro, frente a Pachacamac y la boca del ro Lurn en el Ocano Pacico, y la
otra en el pico ms alto de la Cordillera El Sira por donde el ro Pachitea desemboca
en el ro Ucayali (Smith, 1977). Pensamos en este caso que no es una contradiccin,
sino una forma simblica de marcar los conines del mundo ynesha.
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Richard Chase Smith
Segn la gran narrativa sobre el origen y la vida del sol (Nuestro Padre El Po-
deroso) y la luna (Nuestra Madre Arrorr), ellos nacieron en el bajo ro Tarma y su-
bieron juntos al cielo desde el Cerro adoratorio en la zona de Oxapampa (Smith,
Martinez y Bautista 2006c). Luego el Poderoso regres a la tierra para transformarla
para su futuro reino. Camin por el Pachitea creando el llano amaznico, luego
por el Ucayali y Perene transformando personajes amenazantes en especies de peces
y animales, y inalmente por la costa donde visit a su padre, Yos, y despus prendi
candela al bosque costeo dejndolo como desierto. El volvi a subir al cielo por
otro cerro en el valle de Huancabamba (Oxapampa). En un episodio complemen-
tario se narra como la luna perdi su fuerte resplandor cuando el padre del perro,
Arosh o Osewo, salt desde la Isla San Lorenzo, frente a Callao, hasta la luna tapndola
parcialmente.
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Amazonas: Ruta Milenaria
Sin embargo, el uso del trmino en otras partes del texto a menudo sugiere que
su referente es un pueblo tnico cuyos miembros son descendientes de un ancestro
comn, residen en comunidades especicas y son diferentes que sus invasores. El
siguiente pasaje sirve de ejemplo:
ste y muchos otros pasajes del Manuscrito de Huarochir nos hacen suponer
que los yoncansha de la tradicin oral ynesha son los mismos yunca que, segn el
manuscrito de Huarochir , poblaban comunidades especiicas en los valles de Chi-
lln, Rmac y Lurn.
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Richard Chase Smith
Una comparacin entre la narrativa pica ynesha sobre los hermanos Carhuath-
quesh Entatequesh y la historia de Huallallo Carhuincho del manuscrito de Huaro-
chir nos da muchas razones para suponer que se trata de la misma igura ancestral.
En ambos casos, esta igura tiene una identidad dual, o tal vez ms exacto, son dos
iguras en uno de la misma manera que Pariacaca, su rival, fue cinco iguras en uno.
En ambas narrativas, este personaje dual est asociado fuertemente con los yunca
como ancestro tutelar. Por ejemplo, el manuscrito de Huarochiri dice:
Sabemos tambin que ambos exigan el sacriicio de nios para quedarse conten-
tos. En el caso del manuscrito de Huarochir , nos dice: Despus de haberlos venci-
do, [era Huallallo quien] animaba a los hombres, no consintiendo que engendrasen
ms de dos hijos. Uno se lo coma.(Ibd, 5) En otra parte dice: Entonces lleg un
hombre llorando. Llevaba en brazos a uno de sus hijos; traa tambin ofrendas de
mullo de coca y de ticti que iba a sacriicar a Huallallo (Ibd, 105). En el caso de la
narrativa ynesha, cuentan que despus de esconderse dentro de la laguna Parromno,
Entataquesh regres a exigirles que le entreguen un nio, a quien l iba a ensear.
El nio nunca regres (Smith, Martinez y Bautista, 2006d).
11 Ynesha: ya- [nosotros] y nesha [colectividad humana] un trmino bastante elstico (Smi-
th, 1985).
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Amazonas: Ruta Milenaria
dominio de los invasores y un tercer grupo baj hacia la costa donde fundaron los
pueblos de Collique, Carabayllo, Ate y entre otros.
En la misma pampa donde hoy est la ciudad de Lima, los narradores ynesha
ubican en la margen derecho del ro Rmac el adoratorio de nuestro padre Yom-
puer, descrito como mitad piedra y mitad humano, el principal de una familia de
ancestros relacionados con los ms importantes cultivos, especialmente maz. Junto
12 Ver la nota al pie 49 del captulo 8 del manuscrito para una descripcin interesante del tem-
plo ubicado en San Pedro de Mama escrito por Dvila Brizeo. (Taylor, 1999: 27).
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Richard Chase Smith
a Yompuer estuvo nuestro abuelo Pap, el padre del tabacco, la fuerza sobrenatural que
anima a todos los chamanes del mundo ynesha. Nuestro hermrano Yonc o Huayonc,
el origen de una variedad importante de maz fuertemente asociada a los Yunca est
ubicado a poca distancia de Yompuer. Hasta hoy, los ynesha siembran una variedad
de maz nombrado Yompuer y otra variedad que les regal por los Yunca en el pa-
sado. Es posible que Yompuer y Pap estuvieran asociadas con pirmides dentro de la
zona de Maranga, el gran centro urbano de la Cultura Lima y luego de los Ischma.
Junto a Yompuer en Maranga, estuvo tambin nuestro abuelo Pap, gran cha-
mn-jaguar, quien dio origen a la planta de tabaco, elemento central en el sistema
chamanico de los ynesha y los ashninca, como tambin aparentemente de los
costeos. Pap tuvo que huir hacia la selva central donde, junto a sus cuatro lugar-
tenientes tambin poderosos chamanes-jaguares, quienes transformaron el paisaje y
mantuvieron guardia sobre los cuatro puntos cardinales (Smith, Martinez y Bautista,
2006b).
Del resto de las iguras ancestrales identiicados por los ynesha en Lima, vale la
pena mencionar a dos, una femenina y el otro masculino, ambos asociados con el
mar y otros cuerpos de agua. La femenina, Pocyena13, es la que tiene a su cargo el
cuidado del mar y otros cuerpos de agua y toda la vida animal que contienen. Est
asociada a algunas enfermedades, especialmente las asociadas con algunas especies de
sapos y pescados que habitan los ojos de agua. Dicen que Pocyena vive en un lugar
alto desde donde se puede ver el mar: tentativamente se ha identiicado la Huaca
Pucllana como posible morada14. El personaje masculino es nuestro hermano Ca-
rashtawall (Cristobal), el padre del mar y de todas las lagunas. Tambin tiene ciertos
poderes sobre la vida animal que contienen. Los Ynesha han identiicado al Cerro
13 Esta palabra es la personiicacin de pocoy, una coleccin de enfermedades causado por esp-
ritus que habitan los cuerpos de agua. Est relacionado al trmino quechua puquio, manantial.
14 Segn los hallazgos del Proyecto arqueolgico Huaca Pucllana, dirigido por la Dra. Isabel
Flores, la pirmide deinitivamente est asociado con aspectos femeninos del cosmos y con
enfermedades durante la ocupacin Lima (200 - 700 d.C.), tiempo en el que tambin pre-
valecen las representaciones de seres marinos (peces, tiburones, lobos marinos, anguilas, etc.).
Durante la ocupacin Ychsma, la pirmide no cumpli funciones ceremoniales como en la
poca Lima, pero hay una curiosa presencia de ofrendas de sapos colocados en vasijas de
cermica y como tambin sueltos enteradas en los pisos abandonados.
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Amazonas: Ruta Milenaria
Luego, fueron expulsados del ro Pichis alrededor de 500 d.C. por invasores de
la familia lingstica pano. Los pano deberan haber entrado subiendo por el ro
Pachitea, y de esa manera habran empujado a los proto-ynesha hacia las cabeceras
de la cuenca (las zonas de Villa Rica y Oxapampa) y al alto Perene y Chanchamayo.
De hecho, la historia oral ynesha cuenta que tuvieron batallas cruentas con los pano
en la misma poca cuando Entataquesh Carhuathquesh estuvieron transformando el
paisaje en la Selva Central (Smith, Martinez y Bautista, 2006d). Airma que en una
ocasin los invasores haban llegado hasta una pampa cerca al pueblo moderno de
Villa Rica, donde se produjo una gran matanza entre ambos pueblos. Esta batalla es
conmemorada en el topnimo asignado al Oconal de Villa Rica el cual se llama
en ynesha, lugar de la gran muerte (Ibd.). Tambin airman que los tres grandes
guerreros de esa batalla eran hijastros de nuestro abuelo Ray, animador de todos los
guerreros, quien tena su adoratorio en la costa de Chilln.
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Richard Chase Smith
Entonces, desde qu poca habran estado los proto-ynesha en los lancos occi-
dentales y la costa central? Evidentemente se requiere ms investigacin arqueolgi-
ca en la selva central y los valles interandinos para conirmar la presencia temprana y
el desarrollo de poblaciones humanas con un estilo y secuencia de cermica similar
al que encontr Allen en el Pichis.Y se tiene que hacer las comparaciones necesarias
entre lo de Allen y las colecciones de cermica formativa y temprano de los lancos
occidentales y la costa. A primera vista, la evidencia existente y las comparaciones
hechas hasta el momento sugieren que la cultura Lima (200 700 d.C.), respon-
sable por la construccin de los sitios ceremoniales tales como Maranga, Pucllana,
Pachacamac (fase Lima), Cerro Culebras, etc. puede haber sido un desarrollo de las
poblaciones de habla proto-ynesha (arawak) que traspasaron los Andes.
Sin embargo, el autor es consciente desde hace dcadas que existen coincidencias
iconogricas sugerentes entre algunos iconos centrales para el horizonte temprano
con los de la historia oral y cosmos ynesha. Estos incluyen el jaguar (igura central
para el poder chamnico entre los ynesha y para algunas transformaciones del pai-
saje natural muy temprano), el guila harpa (padre y animador de todos los animales
silvestres comestibles, y como tal, igura clave para el xito en la caza) y el lagarto/
lagartija. Dejo abierto por ahora el tema de una relacin directa entre las poblacio-
nes proto-ynesha con los grandes centros ceremoniales en forma de U, como por
ejemplo Garagay, El Paraso, Cardal, Mina Perdida y Las Salinas, que abundan en la
costa de Chilln, Rmac y Lurn.
15 Un estudio detallado de los topnimos de los valles de Chilln, Rmac y Lurn podra ayudar
a comprobar este supuesto.
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Amazonas: Ruta Milenaria
[a ynesha] indica lo antiguo que son estos prstamos, que deben haberse prestado
antes del cambio.
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Richard Chase Smith
Suponiendo que tenga razn en los supuestos que presento aqu, se puede recons-
truir a groso modo el escenario que ofrezco aqu; sin lugar a dudas requiere mucho
ainamiento. A travs de un movimiento de larga duracin, una poblacin, hablantes
de varios dialectos de proto-yanesha, que llamaremos los Ynesha-Yunca, llegaron a
ocupar y dominar una franja transversal de los Andes entre la selva central y la costa
de Chilln, Rmac, Lurn y Chilca. En este proceso se iba diversiicando los dialectos
de proto-ynesha que se hablaba. Esta poblacin practicaba la agricultura en base a
yuca, maz y man entre otros cultivos adaptados a la selva alta y los valles andinos
templados. Nunca llegaron a adaptarse a u ocupar las zonas alto-andinas, a pesar que
varias de sus iguras ancestrales tomaron residencia en los nevados ms imponentes.
Desarrollaron una sociedad (o sociedades) marcada por sus fuertes vnculos a sus
ancestros, que cre con el tiempo un complejo sistema religioso en torno a estos
ancestros, cuyo pilar central fue el gran creador-animador cuya doble morada en la
Isla de San Pedro y en la Cordillera de El Sira, marcaba los conines del espacio de su
historia ancestral. Su culto principal se llevaba a cabo desde la orilla del mar, frente
a la isla y cerca a la boca del ro Lurn, es decir, desde el gran centro ceremonial que
despus de la expansin quechua se llamar Pachacamac. Esta sociedad desarroll
fuertes rasgos de jerarqua de tres niveles, sobre todo en lo religioso y eventualmente
en la guerra. Esto se relejaba en estructuras religiosas circulares y rectangulares de
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Amazonas: Ruta Milenaria
tres pisos. El shamanismo basado en el tabaco y las iguras del jaguar y el picalor
tuvo momentos de gran ascendencia. El guila harpa era otro icono importante
relacionado con el mundo animal.
Compartieron esta franja con otras poblaciones, entre ellas pastores de las alturas,
hablantes de proto-quechua yaru. Algunos de estos pastores se convirtieron en co-
merciantes quienes viajaron largas distancias. Tal vez fue por estos medios que estas
poblaciones quechua hablantes iban acumulando fuerza y empezaron a expandirse,
presionando a sus vecinos ynesha-yunca de manera que iba debilitando su domi-
nio. Eventualmente impusieron su dominio sobre los valles altos y bajos de la costa
y eventualmente en los lancos orientales. La unidad ynesha-yunca se rompi, y
cada sub grupo empez una larga retirada, los ynesha hacia la montaa y selva baja
y algunas yunca hacia la selva y otros hacia la parte baja de la costa. La poblacin
yunca de la costa fue diezmada por la invasin espaola; los pocos sobrevivientes
se asimilaron a las otras poblaciones que iban llenando sus espacios, perdiendo en
el proceso todo rastro de su idioma de origen arawak. Los Ynesha continuaron su
retirada durante la colonia y era republicana, abandonando a Tarma, Chanchamayo y
Oxapampa a favor de la selva baja del Pachitea.
En caso que tuviera algo de realidad histrica este escenario, que yo creo que s,
tenemos que revisitar a las teoras de Tello, Lathrap y otros que vienen insistiendo en
el rol fundamental que jugaron poblaciones oriundos de la Amazona en la construc-
cin de las civilizaciones andino-amaznicas de los Andes Centrales.
Tabla 1.
Categorizacin de elementos mapeados Nmero de sub-tipos
A. Elementos geogricos
A1. Elementos terrestres 6
A2. Elementos acuticos 8
B. Elementos de recursos naturales
B1. Lugar donde abundan animales 4
B2. Lugar donde abundan plantas 3
B3. Lugar donde abundan minerales 4
C. Caminos antiguos y lugares histricos
C1. Lugares asociados a caminos antiguos 3
C2. Lugares histricos 7
D. Elementos culturales/de los ancestros
D1. Inmortales enviados por Yos 7
D2. Inmortales no-enviados por Yos 3
D3. Dainos enviados por Coros 4
D4. Almas de los muertos 2
D5. Acontecimiento sacro-espiritual 3
TOTAL Categoras Mapeadas 54
256
Richard Chase Smith
Tabla 2.
No. elementos
Zonas de Mapeo mapeados
Montaa de Chanchamayo, Oxapampa,Villa Rica, Pozuzo y Perene Aprox. 3700
(Espacio durante la Colonia)
Selva Baja de Palcazu, Pichis y Pachitea (Espacio Actual) Aprox. 700
Montaa de Tarma, Tulumayo, Ulcumayo y Huanc abamba; Sierra de 250
Mantaro, La Oroya,Yauli, Ticlio y Pampa de Junn
Costa de Chilln, Rmac, Lurn y Chilca 100
YATO
Nuestro abuelo
YOMPOR YOCHOR
Nuestro padre Nuestro madre
YEMONASHE YOCH
Nuestro hermano Nuestro hermana
257
Amazonas: Ruta Milenaria
BIBLIOGRAFA
258
Richard Chase Smith
259
Amazonas: Ruta Milenaria
260