Aurora Luque
Aurora Luque
Pablo Picasso
Resea biogrfica
Acuarela
Ciudad
De la publicidad
Definicin de abrazo
Del descifrar
Eau de parfum
El ltimo titn
Interior
La calle Altamirano
La isla de Mcar
Noche de copla
Problemas de doblaje
Sola en casa
Terraza
ACUARELA
CIUDAD
DE LA PUBLICIDAD
DEFINICIN DE ABRAZO
De "Transitoria" 1997
DEL DESCIFRAR
EAU DE PARFUM
De la infancia, el olor
del musgo en las acequias, del barro, de las moras
y la extrema violencia de aprenderse.
EL LTIMO TITN
INTERIOR
Termas desmoronadas
cerca del mar. La huella anaranjada
y mineral de aguas milenarias
al fondo del estanque, sobre losas y lquenes.
Cualidad de blandura semejante
en el tiempo, la hiedra espesa, el mar,
la historia erguida, el cuerpo. Balnearios
con aguas incansablemente mgicas
y pasadas de moda. En los lechos de piedra,
junto a piscinas rotas
tenderme, tenderme boca arriba, el indolente
racimo de uvas negras rozndome los labios
como a Greta, la gloria del amor
medido desde dentro
-su membrana de luz, su cauce oscuro,
su arquitectura extraa de termas labernticas.
El deseo: nefasta construccin, sin indicios de habitabilidad, que se levanta dentro del cuerpo
sin cimientos previos. (Quin poda intuir tantos solares aptos y replegados?)
El deseo: laberinto con una instalacin de alarmas que traicionan.
El deseo: laberinto enmarandose desde un roce de lenguas hasta un mar que inunda islas.
Insiste el laberinto. Luces impenetrables y un sopor amarillo van cegando los corredores. No hay
monstruo ms hermoso que el amor acosado.
LA CALLE ALTAMIRANO
LA ISLA DE MCAR
Reconstruir un cuerpo
fragante en la memoria:
ingresa en el recuerdo semidis
y en el olvido, viento.
El tacto: narraciones
de una teogona suficiente:
ninfas en la saliva, los mensajes
de iris en la sangre, el asediar
de amazonas, cuantas alegoras
quisiramos del fuego, la conciencia
suprema de la piel.
PROBLEMAS DE DOBLAJE
En la toma perfecta,
cuando el guin es bueno
y los actores fingen dignamente ser hroes,
el tiempo marca estras, va apagando
uno a uno los focos y la banda
sonora se interrumpe.
Sensacin de pantalla desgarrada
la insuficiencia siempre de vivir.
Qu frgil la pelcula
que intentamos rodar en esas horas
para sesin privada y clandestina
en la pantalla interna de los prpados.
Un inspido tono pudoroso
de noche americana
en las irisaciones del deseo,
ni siquiera el siena matizado
del pasado indoloro nos acude.
Sueo de gabardinas
por calles satinadas de humedad,
labios muy densos, casi
negros desde la sala. Juventud,
cinta de celuloide erosionado,
un guin mediocre,
problemas de doblaje.
****
SOLA EN CASA
TERRAZA
Gentlemen,
seguimos nuestra excursin
a muchas brazas bqjo el nivel del Egeo.
Yorgos Seferis
-De acuerdo: ya no existen visionarios,
el exceso de amor no est de moda
-tampoco el adjetivo de color-
y es ridculo hablar de las sirenas;
el poeta se ausenta del poema y, entretanto,
toma caf o el sol con los amigos,
baja un taxi hasta el mar y la metfora
se desnuda delgada entre las olas.
-Prefieres la piscina? El poema no sufre
descarnado de ti; toma un vaso y ginebra,
sumerge tu inocencia, paladea
la tarde sin noticia,
sin mito, sin pasado, en la indolente
hamaca del silencio. De regreso,
tu poema te aguarda suicidado.