ISRAEL CAVAZOS GARZA

EL MUNICIPIO DE GENERAL ESCOBEDO

Sobretiro de HUMANITAS, Nmero 13.

Universidad Autnoma de Nuevo Len, 1972.

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Jftbtioteca Universitaria

P 311 EL M U N I C I P I O D E GENERAL ESCOBEDO * X

ISRAEL CAVAZOS GARZA
Universidad de N u e v o Len

c 3 7
ASISTIMOS A LA CELEBRACIN de la ereccin municipal de General Escobedo,
Nuevo Len. Hoy hace justos cien aos 24 de febrero de 1868 el H.
Congreso del Estado expidi el decreto nmero 15, creando una nueva villa
en lo que fuera la antigua hacienda de San Nicols del Topo de los Ayalas,
comprendiendo, adems, los ranchos de San Martn y San Miguel y la ha-
cienda de don Mariano de la Garza.

Es oportuno, con este motivo, echar una mirada retrospectiva a lo que

ha sido este pequeo jirn de nuestro estado, en el decurso de la historia.
Para ello conviene decir que, al ser fundada Monterrey, en 1596, le fue
sealada una jurisdiccin de "quince leguas por cada banda"; esto es, se-
senta kilmetros para rumbo. Por el del norte alcanzaba totalmente los actuales
municipios de Mina y Salinas Victoria, cuyas primitivas estancias y haciendas,
andando el tiempo, fueron desmembrndose de la vieja capital del Nuevo
Reino de Len, para constituirse en municipios separados.

La hacienda del Topo de los Ayalas perteneci, por lo mismo, durante to-
da la poca colonial, a Monterrey. Al ser erigida en villa la estancia de San
Nicols de los Gaitas (1830), la hacienda del Topo qued comprendida
en su jurisdiccin por un lapso de treinta y ocho aos, hasta el de la eleva-
cin a la categora de municipio.

El Capitn Jos de Trevio

Pero su vida no empieza en 1868. Se ha dicho ya que se trata de una

* Ledo e n la sesin pblica celebrada por la Sociedad Nuevoleonesa de Historia,

Geografa y Estadstica, en Gral. Escobedo, el 24 de febrero de 1968, centenario
de la ereccin municipal.

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BIBLIOTECA
"ALFONSO
UNIVERSITARIA
REYES"
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de las estancias ms antiguas, pertenecientes a Monterrey. El nombre del Debe dejarse asentado, como quiera, que el capitn Jos de Trevio es
Topo, o de Llanos del Topo, debido a su proximidad al cerro de este nom- el fundador del Topo. Casado con Leonor de Ayala, tiene, entre otros, dos
bre, lo encontramos aplicado para estas tierras situadas al noroeste de la hijos varones: el general Diego de Ayala, y el alfrez Jos de Ayala; con
ciudad, desde las postrimeras del siglo X V I . la circunstancia de haber adoptado stos el apellido de la madre, segn cos-
tumbre de entonces, para conservar el linaje. El capitn Jos de Trevio,
Algunos de los fundadores de Monterrey reciben mercedes de tierras en
haba nacido en la ciudad de Mxico en 1565,4 y muere en Monterrey ha-
esta zona: Martn de Sols, Manuel de Mederos, Marcos Gonzlez, Mateo
cia 1640.
de Villafranea y otros.' Marcos Gonzlez puebla desde 1603 la que ms tar-
de habra de ser hacienda de San Bernab del Topo, conocida actualmente
como el Topo Chico. Villafranca tiene tierras inmediatas a las de Marcos San Nicols del Topo
Gonzlez; y, ms al noroeste, en donde ahora es la cabecera municipal de
General Escobedo, obtiene merced el capitn Jos de Trevio, uno de los El general Diego de Ayala, establece en esta misma regin, la hoy des-
pobladores ms importantes indudablemente. aparecida hacienda de San Diego, de gran importancia; y el alfrez Jos
de Ayala puebla la hacienda de San Nicols del Topo, conocida como el
Jos de Trevio entra en 1603 y trae para poblar numerosa familia, Topo de los Ayalas, o el Topo Grande, para distinguirla del Topo de los
esclavos, carretas, herramienta y 2,000 vacas. Para estos ganados pide un Gonzlez, o Topo Chico.
sitio de ganado mayor y cuatro caballeras de tierra junto al ro de la Pes-
quera. Su peticin hecha al gobernador Diego de Montemayor, est fe- Y si Jos de Trevio es el fundador, el alfrez Jos de Ayala, su hijo, es
chada el 25 de abril de 1604.1 el poblador definitivo de la hacienda. Los textos de historia dan como ao
de fundacin el de 1624, confundindose probablemente con el de 1604.
Cinco das despus, el 30 de mayo, ensancha su propiedad al comprar Lo cierto es que Jos de Ayala slo puede poblarla hasta algunos aos des-
dos caballeras de tierra y un sitio de huerta a Mateo de Villafranca, en pus de la muerte de su padre. H a recibido en herencia cuatro caballeras
cincuenta pesos de oro comn, que Jos de Trevio le paga "con un caballo de tierra, y otras cuatro le ha traspasado Alejo de Trevio, su hermano.
alazn". 2 Construye aqu sus casas de vivienda y galeras; hace presa y saca de agua,
y abre acequias para conducir los remanentes del ro de la Pesquera Chica,
No hay constancias de que edificara su casa en estas tierras. S las hay,
quejndose alguna vez de venir muy reducidos por el consumo de la ha-
en cambio, de haberlas cultivado. Conocemos una escritura celebrada entre
cienda de doa Mara Rodrguez, en la Pesquera Grande. 5
l y Manuel de Mederos y Diego de Huelva, para sembrar trigo en compa-
a. Y debe de haber sido en gran cantidad, porque Mederos se compro- Se dedica tambin a la minera. Hace viajes a Boca de Leones, Cerralvo,
mete a dar una fanega diaria de trigo o maz y un novillo a la semana, Zacatecas a traer metales, que beneficia en un molino de caballos, anexo
para el sustento de la gente; y Trevio a dar la ropa y sayal, y, adems, a su hacienda. Tiene tambin aqu un horno de fundicin, vaso de afinar
seis caballos, 24 bueyes y 12 rejas; repartindose al ao la cosecha. 3 plata, fuelles, etc.

Jos de Trevio da preferencia a la hacienda de San Francisco hoy Sintindose enfermo, otorga testamento el 14 de abril de 1666, pero sobre-
Apodaca que adquiere por compra a don Diego de Montemayor, en 1610; vive hasta 1695, en que son hechos los inventarios de sus bienes. Es impor-
y as sto como las dificultades para hacer aqu la saca de agua, dan motivo tante observar que, ya para entonces, tiene la hacienda "una ermita (o ca-
a que no pueda poblar el Topo por entonces. pilla) en que se celebra". Casado con Ana de Benavides, hija de Francisco

4
Archivo del Sagrario Metropolitano, en la C a t e d r a l de Mxico. L a p a r t i d a es de
1
L a merced est en el Archivo Municipal de Monterrey, Ramo Civil, vol. 16, 22 de marzo. F u e h i j o de Diego de Trevio y Beatriz de Quintanilla. Su esposa
exp. 13, fol. 12.
f u e Leonor de Ayala.
2 6
Ibid. Civil, vol. 8, exp. 27, fol. 28 v. Datos amplios sobre la poblacin por Jos de Ayala e n : Archivo Municipal de
3
Archivo Municipal de Monterrey, Protocolos, vol. 1, fol. 6, No. 3. Monterrey, Civil, vol. 8, exp. 5.
 Baez de Benavides e Isabel Martnez, son sus hijos: Jos, Catalina, Mara Interviene don Manuel de Sada, comisionado del gobierno. La cosa llega
Antonia, Micaela, Margarita, Juana Francisca, Jos Nicols y Juan Martn;
hasta Mxico y culmina con el parecer del asesor doctor Agustn Bechi, abo-
y reconoce y hereda tambin a sus hijos naturales Lorenzo y Luisa de Ayala.
gado de la Real Audiencia, quien dictamina, en 1787, no tener derecho los
La hacienda es por esos tiempos sumamente importante. Aunque el ga- primeros a la dote de su madre, pero s a partirse la hacienda todos por
nado no es mucho, porque slo tiene 32 bueyes y novillos, 50 yeguas, 20 partes iguales. s
muas y machos, 30 caballos y algunas cabezas menores, s son abundantes
las siembras, porque tiene una sementera de trigo de 46 fanegas, adems
de otra de 7 fanegas, tambin de trigo, que cultiva Lorenzo de yala. Fundamentos para separarse

Calmados los nimos con esta resolucin, contina la hacienda la vida

En el siglo XVIII sencilla, tranquila, patriarcal, pudiera decirse buclica, de una aldea. Aso-
m a el siglo X I X , y, en la segunda dcada, en 1826, es posible construir una
A la muerte del alfrez Jos de Ayala, queda la hacienda, en su mayor nueva capilla. Empezada el primero de mayo es concluida el 6 de noviem-
parte, en poder de Nicols de Ayala, su hijo, quien logra tambin incre-
bre del mismo ao. Figura entonces como juez de la hacienda Jos de Jess
mentarla. Aqu vive, durante casi toda la primera mitad del siglo X V I I I .
Guerra y como teniente de cura el bachiller Nicols Andrs Molano. El
Casado en primeras nupcias con doa Agustina de Trevio y Maya, son sus
hijos: Juan Martn y Pedro Martn de Ayala. Muerta doa Agu'stina en costo de la obra asciende a 1,194 pesos^3 reales, aportados por diversas per-
1694, contrae segundo matrimonio con doa Antonia de la Garaa, naciendo: sonas, y es realizada con autorizacin del Dr. Jos Len Lobo Guerrero,
Juan Bautista, Antonio Cayetano, Jos Manuel, Nicols Gregorio, Gabriel, gobernador de la mitra. Es curioso observar que en documentos de los
Mara Gertrudis, Francisca y Juliana. siglos X V I I y X V I I I la hacienda est bajo la advocacin de San Nicols
de Tolentino, y que la nueva capilla es puesta bajo la de San Nicols de
Por el testamento de don Nicols, otorgado en Monterrey el 22 de abril
Bar, de cuya imagen hay un leo antiguo en la sacrista. 9
de 1741, nos damos cuenta de que ya para entonces tiene la hacienda 11
caballeras de tierra; la casa con el mobiliario de mesas, cajas, bancos, arma- Con la ereccin de la villa de San Nicols de los Garzas, como hemos
zones, peroles, etc. y algn ganado menor; y de que ya no existe el molino
dicho, queda el Topo agregado a sta, separndose de Monterrey. Pero,
de beneficio de metales. 7
por qu no decirlo, se advierte en todos los papeles de la poca una cons-
tante inconformidad, un callado resentimiento de los vecinos, de verse su-
Y es entonces cuando surge un largo litigio entre los hijos de ambos ma-
trimonios. Juan Martn y Pedro Martn, hijos del primero, alegan ser due- jetos a un comn al suyo en su origen. Ven asimismo que, apenas surge
os de la hacienda, que posean los segundos. La reclaman por el derecho San Nicols a la vida poltica, florece en todos los rdenes; y como que
de la dote de doa Agustina de Trevio, su madre, quien haba llevado al sienten en el fondo el anhelo de verse en iguales o mejores circunstancias.
matrimonio un negro esclavo y un atajo de muas, cuyo valor ascenda a Y trabajan, a partir de entonces, por superarse, sin dejar por ello de con-
ms de 1,000 pesos. No resuelto el pleito, lo contina Jos Leonardo de tribuir en todo lo que dispone la nueva autoridad de la cual dependen. Y,
Ayala, hijo de Juan Martn. En forma airada pide que sus primos aban- como el hijo que se siente con suficiencia para emanciparse, llega el mo-
donen la hacienda. En uno de sus escritos dice: "vale que estamos ya en mento en que pueden solicitarlo del Gobierno.
palenque, de que se decida el punto".
La idea surge y as se expresa en algunos escritos de Antonio Sepl-
Un voluminoso expediente que se guarda en el Archivo Municipal de
Monterrey, nos da pormenores de este litigio que dura cuarenta y siete aos.
i - 8
El pleito sobre herencia de los Ayalas en Ibid., Civ., vol. 132, exp. 5, 1787.
6
Testamento. Ibid. Civil, vol. 16, exp. 53, fol. 14. Otro t a n t o e n el vol 23 9
En la sacrista de la capilla existe, enmarcada, u n a copia de u n documento
exp. 21. '
7
de 1826 con estos datos, copia s e expresa a l l - " d e l original q u e posee Alberto
Testamento. Ibid., vol. 132, exp. 5.
Ayala".

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 veda G a r a a , uno de los vecinos de la hacienda. Es l quien redacta en se cicatrizan las heridas" y "el pueblo de los Ayalas es un cadver, es un
forma inteligente y clara el pliego elevado al Gobierno. Argumentos?- esqueleto". 12
que hay unnime conformidad; que el progreso material alcanzado es mani- T u r n a tambin el Gobierno el expediente al Ayuntamiento de Monterrey,
fiesto, en el nmero de fincas y aperturas de labores; que se cuenta con y su alcalde, con el parecer del sndico, rinde tambin dictamen desfavo-
cerca de 1,000 habitantes, 40 de los cuales saben leer, y que suman ms de rable, diciendo no convenir que la ciudad ceda los poblados de San Mar-
190 familias; que disponen de hombres capaces para servir los cargos con- tn, San Miguel y hacienda de don Mariano de la Garza, solicitados para
cejiles; que tienen ya la iglesia y tambin la escuela, funcionando a sus des- formar la jurisdiccin del nuevo pueblo. 13
pensas. "Nada queremos que se quite a San Nicols de los Garzas; - d i -
Hay a la sazn cambios en el Gobierno. El licenciado Manuel Z. Gmez
cen tan slo pedimos que se separe lo que se le haba juntado" Ms
es sustituido por el general Jernimo Trevio. El expediente pasa al Con-
adelante agregan: "es tan vehemente este deseo, que se ha convertido en
greso, y, estudiado, declara ste ser de justicia la peticin, diciendo deber
una necesidad". Solicitan, adems que el pueblo se llame: Villa de Aram-
otorgarse la gracia, "por ser en ellos una necesidad imperiosa". Corre, sin
bern. Firman el escrito en la hacienda, el 17 de mayo de 1867, suscribin-
embargo, agregado al expediente, un largo escrito con inteligentes razona-
dolo 97 nombres, encabezados por el juez auxiliar Santiago Lozano."
mientos de un diputado que, en lo particular, expone sus puntos de vista
contrarios. Lo firma el licenciado Ramn Trevio, joven y brillante jurista
La ereccin en villa que ha de llegar ms tarde a ser gobernador de Nuevo Len. Mucho hay
de verdad en sus expresiones, pero, por ser originario de San Nicols de los
El gobernador, licenciado Manuel Z. Gmez, turna el escrito al Ayunta- Garzas, algunos las juzgan apasionadas. En el fondo, se reducen a no ver
miento de San Nicols, pidindole informes. Y, claro, que stos son com- con buenos ojos que el pueblo empiece a organizarse enmedio de la divisin;
pletamente adversos. El alcalde, Bruno Zambrano, se encarga de rebatir y a parecerle, por otra parte, muy corto el homenaje al general Escobedo,
cada uno de los argumentos. Dice no haber "unnime conformidad" y pa- hroe de la segunda Independencia, al imponrsele el nombre a un pueblo
ra ello presenta un largo escrito firmado por igual o mayor nmero de opo- al que no augura un porvenir halagador. Pese a todo, el Ejecutivo firma
sitores, que protestan "presintiendo el abismo en que se precipitaran". Q u e el decreto nmero 15, de 24 de febrero de 1868; sin explicar nada el ex-
no tienen tierras suficientes, porque, en su mayor parte, lo son tambin de pediente del por qu se elimina el nombre de Aramberri, solicitado original-
los opositores. Y que, en fin, de erigirse, "sera indudablemente el extermi- mente.
nio de una y otra poblaciones", por lo exiguo de sus ingresos. Lo aportado
por el Topo a San Nicols, asegura el alcalde, no llega a 3 pesos mensuales. Algunos alcaldes
El escrito anexo, de vecinos inconformes, expresa, por su parte, no ser po-
sible la ereccin, por que, con el incendio de casi la mitad de la hacienda As nace este pueblo a la vida institucional. El 7 de marzo siguiente, el
padecido en 1864, en que el Gobierno, compadecido, acudi a la filantropa juez auxiliar del Topo, Jos Angel Ayala, cita a los vecinos, y, en medio
del Estado para dar auxilio; y con el combate tenido en pleno pueblo por del entusiasmo general, es ledo el decreto, procedindose en seguida a de-
las fuerzas Republicanas contra las del Imperio, en 1866, perdieron los ve- signar el primer Ayuntamiento, que toma posesin en esa misma fecha. Lo
cinos enseres de casa por ms de 5,000 pesos; y que debido a ello "an no forman, como alcalde primero, Juan Angel Elizondo; segundo, Serapio Aya-
la; regidores, Jos Angel Ayala y Santiago Lozano; y sndico, Fernando Lo-
zano. Como secretario del Ayuntamiento, queda, nombrado Antonio Sepl-
H a y en el Archivo General del Estado, Seccin: Alcaldes Primeros Gral Es- veda Garca, redactor del escrito en que se pidiera la ereccin y que ejer-
cobedo, frecuentes referencias a q u e Antonio S. (sic) Garca " f u e el iniciador para ciera como secretario hasta su muerte en 1890. Las limitaciones obvias de
que este pueblo se e m a n c i p a r a " . Por intrigas del alcalde segundo, f u e destituido de
la secretaria del a y u n t a m i e n t o en 1886, q u e serva desde 1868 ( O f i c i o 614-1886)
M u o el 8 de octubre de 1890, siendo registrador pblico de la propiedad. B
Ibidem.
" Expediente de la ereccin municipal. Archivo General del Estado, Seccin Limites " Archivo Municipal de Monterrey. Libro de actas del ayuntamiento. Sesin de
y fundaciones de pueblos, c a j a sin nmero. 16 de junio de 1867.

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-ALFONSO REYES"
este trabajo, nos impiden mencionar a todos los que han pasado por la al- Adolfo Villarreal, de las postrimeras del siglo. Lorenza Romero, abre en
calda. Citaremos rpidamente algunos nombres: Fernando Lozano (1869), 1879 uno de los primeros establecimientos de nias; labor que continan
Ignacio Saldaa (1870-71), Manuel Ayala (1872), Santiago Siller (1872- Mara Victoria Elizondo, Marcela Ayala y Mara Villarreal.
73), Isidro Ayala (1876), Eleuterio Rodrguez (1876), Jos Mara L. Ran-
gel (1877), Antonio L. Cant (1877), Jos Mara Garza Ayala (1879), Se advierte una decadencia alarmante en el pueblo entre 1898 y 1910, que
Antonio Cavazos (1880-83), Miguel Saldaa (1888), Nicols Villarreal Lo- la autoridad atribuye a la sequa prolongada. Coincidiendo con el estable-
zano (1889), Jos Mara Garza Ayala (1890), Juan A. Elizondo (1892), cimiento de la compaa de Agua y Drenaje de Monterrey, surge, hacia
Daniel Lozano (1897), Felipe Ayala (1903), Atilano Gonzlez (1908), F- 1907, la hacienda del Canad, de gran importancia econmica en nuestros
lix C. Cant (1910), Alberto Ayala (1914), Narciso Urrutia (1915), Mer- das. El entusiasmo renace con las fiestas del centenario. La plaza del lugar
ced Gonzlez (1917), Benigno Villarreal (1918), etc., etc. es dotada con 23 bancas de fierro y le es instalado el alumbrado de aceti-
leno. Pero, nuevamente, como en los das de la Intervencin Francesa, el
pueblo ha de ser escenario de luchas nacionales. Hay choques de grupos
Vida y costumbres antagnicos al instalarse las sucursales de los partidos Liberal y Constitucional
Progresista. El 27 de agosto de 1913, las fuerzas de Garca Quiroga con-
Vive, en sus orgenes, una poca difcil. Concluida la intervencin fran- ducen preso al alcalde Felipe Ayala y al primer regidor; y el 9 de noviembre,
cesa viene una etapa de bandolerismo. Son muy comunes las gavillas de la autoridad recoge los cadveres del combate entre federales y carrancistas
asaltantes. El alcalde tiene que actuar personalmente en la persecucin. en esta jurisdiccin.
Sobreviene luego la revolucin de la Noria (1872) y la de Tuxtepec (1876).
Las fuerzas de Cecilio Quintanilla y de Quiroga, en la primera; y de Jess Y as han transcurrido ms de 350 aos de vida, de este apasible lugar
Montemayor y Mauricio Cruz, en la segunda, entran frecuentemente al de Nuevo Len. As ha llegado a los cien de su ereccin municipal; es-
pueblo. Es la de aqu, gente de trabajo, y rehuye las situaciones violentas tando llamado a progresar ante el empuje incontenible y vigoroso de Mon-
y el servicio de las armas. Los hombres prefieren el arado al fusil, y no tienen terrey, y ante la simblica circunstancia de llevar el nombre de Mariano
empacho en ocultarse para eludir la lucha. Escobedo, y de haber nacido en la misma fecha en que naciera nuestra Ban-
dera Nacional.
El pueblo ha progresado. En 1876 tiene 29 casas de sillar, techadas de
morillos y tableta de barreta. El alcalde comunica con jbilo que ha llegado
el ferrocarril a la margen izquierda del ro el 26 de agosto de 1882. Por
esa poca un informe del Ayuntamiento, describe a los vecinos como festivos
y muy afectos a las diversiones, particularmente el baile; son fuertes y de
color abronzado; bondadosos y hospitalarios. Las familias decentes y afectas
al lujo; la mujer se adorna con elegancia.

Es muy antigua para entonces la celebracin anual de la feria, que se

realiza en julio, en la fiesta del apstol Santiago. Poco menos que la
agricultura, tienen importancia las actividades mineras. Adems de la ha-
cienda de fundicin de don Mariano de la Garza, son trabajados en diver-
sas pocas los graseras de San Martn, las Antonias, la Reinera, la fundicin
de Dolores y la mina de San Jos.

No ha sido descuidada la educacin. Luis Garca es preceptor de la es-

cuela abierta en 1869. Se incluyen en la enseanza la urbanidad y la doc-
trina cristiana. Hemos recogido algunos nombres de maestros: Eleuterio
Pea y Salom Sura Martnez de all de los setentas; Ramn Rodrguez y

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