5 - Tema 7 La Prosa I. Los Géneros Humanísticos. La Prosa Histórica
5 - Tema 7 La Prosa I. Los Géneros Humanísticos. La Prosa Histórica
5 - Tema 7 La Prosa I. Los Géneros Humanísticos. La Prosa Histórica
LA PROSA HISTÓRICA
1.3.1. Biografía.
1.3.2. Obras
1.3.2.1. Reloj de príncipes.
1.3.2.2. Menosprecio de corte y alabanza de aldea.
1.3.2.3. Epístolas familiares.
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2. La prosa histórica en el siglo XVI.
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Los Adagia (1500), una extensa recopilación de refranes y cuentecillos de
origen latino junto con su explicación.
Los Familiarum colloquiarum (1º ed. 1518), conjunto de diálogos que son el
resultado de aplicar las concepciones socráticas del diálogo a la enseñanza;
inicialmente tenían temas escolares, pero en las sucesivas revisiones se fueron
ampliando a todo tipo de materias, con el mismo propósito didáctico o
divulgador.
a) Tratamiento personal del tema por parte del autor, cuya presencia en la obra
puede ser explícita.
f) Búsqueda del interés de los lectores por medio de la amenidad, lo que incide en
no solo en los contenidos sino en el tipo de géneros.
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Estos rasgos se plasman en varios géneros de prosa, entre los cuales hay que
destacar el diálogo, las misceláneas y las epístolas. De todos ellos el más
importante es el diálogo, por su impacto, la cantidad de obras y la calidad literaria
de muchas de ellas.
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qué identificarse con el autor, puesto que estructuralmente se distingue entre
las funciones de autor del diálogo, narrador, interlocutor/es y taquígrafo de la
conversación, con combinaciones diversas, de modo que el autor puede ser a la
vez interlocutor o narrador en el marco o testigo, etc.
Para la organización interna de la conversación existe gran libertad, pero no
hay que olvidar que siempre subyace el propósito de argumentar en torno a la
materia, por lo que se establece un desarrollo lógico que el autor dirige a un fin
y se emplean procedimientos retóricos basados en la auctoritas: uso de
ejemplos y sentencias, inclusión de relatos breves, mención de la experiencia
del interlocutor. No obstante siempre se respeta el principio de la naturalidad
estilística y se pretende salvar la distancia que hay entre la lengua escrita y la
oral.
Los temas abarcan toda la realidad de la época: Sátira de costumbres, la vida
en el ejército, los modelos de comportamiento para diversas clases y estados,
cuestiones técnicas como la caza, la farmacopea, la escritura, la lengua, la
astronomía, religiosas, por supuesto, etc. etc.
a) Notas biográficas
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b) Diálogo de lactancia y un arcediano
a) Notas biográficas
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Diálogo, sobre la perfección cristiana, entre el autor y la duquesa Julia
Gonzaga. El círculo pietista del que se rodea en Napóles fue
destinatario, asimismo, de una serie de obras religiosas, unas perdidas,
otras aún inéditas, que sufrieron, en su mayoría, la condena de la
Inquisición.
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patrón lingüístico toledano. También se ofrecen curiosas apreciaciones
morfosintácticas y semánticas.
1.3.1. Biografía
1.3.2. Obras
a) Reloj de príncipes
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En esta obra son varios los tópicos de la tradición literaria renacentista
que se dan cita, de manera particular, el iter secretum horaciano, que
busca en el apartamiento el camino secreto de la felicidad. Asimismo,
dentro de la dicotomía renacentista otium/negotium, el autor hace una
apología de la tranquilidad de la vida campesina que vive al margen de
las intrigas cortesanas; y, finalmente, el dictamen clásico del sequere
naturam, es decir, idealización de la vida del hombre del campo, ya que
es más virtuosa porque está en contacto directo con la naturaleza. Este
desprecio por la vida cortesana aparece también en su Aviso de
privados y doctrina de cortesanos; parece que tal actitud frente a la
corte no es sincera, sino que responde más bien a determinadas
decepciones personales.
c) Epístolas familiares
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aptas para desenmascarar la hipocresía buscando la mejora de la sociedad y en
definitiva una utopía libre de esos vicios.
En los coloquios de Luciano, desde el punto de vista estructural se aunaban con
el diálogo multiplicidad de fórmulas: la narración autobiográfica en boca de
personajes alegóricos, el viaje fantástico, el descenso a los infiernos, la
contemplación del mundo desde una perspectiva innovadora, la inclusión de
fábulas, etc. Todo ello al servicio de una voluntad reformista que ejercía la
atracción por medio de la risa y la ironía.
Sin duda las mejores muestras de la influencia de Luciano en la prosa del siglo
XVI están en dos obras maestras: El Crotalón y El viaje a Turquía.
Los escasos datos que del autor se tienen para delimitar su biografía —
Cristóbal de Villalón, un homónimo muy frecuente del que se conocen
cuatro autores que lo llevan— y la problemática atribución de sus obras,
teniendo en cuenta que el autor utiliza seudónimo, han introducido a la
crítica literaria en una discusión en la que han participado notables
investigadores. Hoy se suele admitir la paternidad de Cristóbal de Villalón
sobre El Crotalón y El Scholastico, mientras el Viaje de Turquía
pertenecería a un autor diferente.
Cristóbal de Villalón recibe una esmerada formación, primero en Alcalá y
después en Salamanca y Valladolid, y llega a ser profesor de humanidades
en esta última, y preceptor de los hijos del Conde de Lemos. No se
puedan precisar las fechas exactas de su nacimiento y de su muerte.
La nómina de sus obras no es muy extensa aunque sí significativa. El
Crotalón será su contribución más representativa dentro de la creación
literaria de la época, una obra en la que el autor toma como modelo los
diálogos de Luciano. El contenido está formado por una serie de historias
o conversaciones ficticias entre un zapatero y su gallo, que pasa por
distintas encarnaciones en hombres y animales, un recurso literario que le
proporciona al autor la ocasión para poner de manifiesto un conocimiento
exhaustivo de su entorno existencial, a fin de poder criticar
satíricamente a los distintos estamentos por donde ha pasado el gallo: el
abad de un monasterio, un rico eclesiástico, un residente de un convento
de monjas. Se trata, pues, de un criticismo anticlerical dentro de la
corriente erasmista.
El Diálogo de las transformaciones tiene el mismo soporte formal que la
obra anterior con conversaciones entre Micyllo y su gallo; por ello se
atribuye su autoría también a Cristóbal de Villalón, cuya paternidad se
extiende, asimismo, a otras obras como la Tragedia de Mirrha, el
Scholastico y una Gramática castellana.
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Más problemática resulta la autoría del Viaje de Turquía, obra que Bataillon
atribuye al Doctor Laguna. Es un coloquio en el que participan tres personajes
que llevan los nombres literarios de Pedro de Urdemalas, Juan de Votadiós y
Matalascallando; el protagonista es Pedro de Urdemalas quien ha sufrido un
largo destierro en Constantinopla, y, a su regreso a Valladolid, relata sus
aventuras a sus contertulios. Tanto por su estructura formal como por el
contenido, la obra lleva la impronta del erasmismo. De ahí que el criticismo
satírico contra el falso cristianismo sea la nota dominante.
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cuentecillo tradicional o erudito, el dicho gracioso, el refrán, el apotegma, de
fuente erudita, pero también de origen tradicional o de experiencia personal.
Siguiendo el ejemplo de Mexía pronto hubo otros autores que imprimen obras
semejantes, entre los que cabe destacar a Antonio de Torquemada, Jardín de
flores curiosas (Zaragoza, 1571) Melchor de Santa Cruz, Floresta española de
apothegmas o sentencias sabia y graciosamente dichas de algunos
españoles (Zaragoza, 1576) y alguna obra manuscrita como la Varia historia de
Luis Zapata de Chaves.
El éxito de estas obras se traduce en un número altísimo de ediciones, en
especial de la Silva de varia lección de Pero Mexía, que tuvo dieciocho entre
1540 y 1600, alguna en Amberes, Venecia o Lyon y traducciones al alemán,
francés, inglés, italiano u holandés, en el mismo siglo.
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elogio a la política imperial, si bien dentro de una ecuanimidad y verismo
histórico.
Durante la segunda mitad del siglo XVI, la historiografía sufre una clara
evolución hacia un mayor rigor histórico, sin que aparezca mermada la
dimensión literaria como prosa bien escrita. Nuevas fuentes de investigación
serán estudiadas como disciplinas auxiliares de la historia, mientras lo
legendario y fabuloso se van desechando en la nueva concepción de la
historiografía. La nómina de autores que han cultivado este tipo de género
literario, en esta segunda parte de la centuria, es enorme. Algunos de ellos son:
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historia de aquel reino desde sus orígenes hasta la muerte de Fernando el
Católico; es considerada como la historia más completa de la monarquía
aragonesa.
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cartas, diarios o crónicas, es tal que resulta imposible reseñarlos a todos.
Algunos de los más significativos son:
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el honor de cuantos participaron en la conquista de Nueva España.
Literariamente se caracteriza por utilizar una prosa desprovista de
adornos retóricos y llena de sinceridad, espontaneidad y sencillez, lo que le
da una mayor credibilidad y frescura narrativa. No regatea elogios a
Hernán Cortés, pero subraya, al mismo tiempo, el valor y el mérito de
cuantos participaron en aquella empresa.
Durante el siglo XVI la prosa de temática religiosa sigue varias sendas, entre
las que destacamos la vereda de las vidas de santos, las crónicas eclesiásticas y
la historia de determinadas órdenes religiosas. Los escritos del Padre
Rivadeneyra y del Padre Sigüenza pueden ser considerados como muestra de la
prosa histórica de naturaleza religiosa.
Apotegma: sentencia breve y graciosa que tiene un fin instructivo; se llama así
especialmente la que es atribuida a una persona ilustre.
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