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Guia para El Docente
Guia para El Docente
Elaborado por:
Jennifer Szeinkierman San Martín
Rossana Velozo Mardones
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN 3
RESEÑA HISTORICA 4
SATÉLITE 26
COMETAS 26
ASTEROIDES 28
Diferencias entre cometas y asteroides 31
METEORITOS 32
CINTURÓN DE ASTEROIDES 33
POLVO INTERPLANETARIO 34
Para esto, se presenta a continuación una reseña histórica que abarca las
nociones que tenían los antiguos babilonios y griegos y el salto en el
conocimiento astronómico dado durante el Renacimiento.
1 Disponible en http://curriculumenlinea.mineduc.cl/descargar.php?id_doc=201112051645270
RESEÑA HISTORICA
“En el principio había un vacío sin forma, denominado ‘caos’. De esta oscuridad
surgió un pájaro negro conocido como Nyx (diosa de la noche). Con el tiempo el
pájaro puso un huevo de oro, de los cuales nació Eros, el dios del amor. La
cáscara del huevo se rompió en pedazos, uno de los cuales se elevó en el aire
y se convirtió en el cielo (que Eros llamó Urano) y el otro se convirtió en la Tierra
(llamada Gaia)” (McFadden, Weissman, & Johnson, Encyclopedia of the Solar
System, 2007). Esta es una versión del mito de la creación griega. Considera
que empezamos con “nada” para luego evolucionar rápidamente hacia lo que
conocemos hoy. De hecho, ésta es una característica de casi todos los mitos de
la creación (que tratan de explicar la formación del Sol, la Tierra, sus habitantes
y, por inferencia, el sistema planetario alrededor de nosotros). Todo se formó
poco después de un acontecimiento divino para añadir efectos a la nada
preexistente, o el caos. (Bland, McBride, Moore, Widdowson, & Wright, 2004)
Muchas civilizaciones primitivas estudiaron los cielos, pero fueron los babilonios
del primer milenio antes de Cristo los primeros en usar las matemáticas para
intentar predecir las posiciones del Sol, la Luna y los planetas visibles (Mercurio,
Venus, Marte, Júpiter y Saturno) en el cielo. En esto difieren de los griegos:
mientras que los babilonios fueron los sacerdotes que trataban de predecir el
movimiento de los cuerpos celestes con fines religiosos, los filósofos griegos
intentaron entender por qué se movían en la forma en que lo hacían. Los
babilonios estaban fascinados por los números, mientras que los griegos
estaban más interesados en las figuras geométricas.
Pitágoras (580-500 a. C.) fue un filósofo griego antiguo, altamente, influyente que
estableció una escuela de filósofos, ahora conocidos como los Pitagóricos.
Ninguno de los escritos originales pitagóricos perduraron, pero evidencias
posteriores sugieren que los pitagóricos fueron probablemente los primeros en
creer que la Tierra era esférica, y que todos los planetas se movían en órbitas
inclinadas independientes al ecuador celeste. Pero la Tierra pitagórica esférica
no giraba y estaba rodeada por una serie de esferas cristalinas concéntricas,
soportando el Sol, la Luna y los planetas individuales. Cada uno tenía su propia
esfera, que giraba alrededor del Sol, a diferentes velocidades, produciendo un
sonido musical, el “sonido de las esferas”, al pasar más allá de nosotros.
Cuando los pitagóricos estaban desarrollando sus ideas, Platón (427-347 a. C.)
estaba desarrollando una escuela totalmente diferente de pensamiento. Platón,
que fue un filósofo altamente respetado, no tuvo demasiado éxito con su modelo
geocéntrico del universo. Su principal legado a la astronomía fue su estudio de
que todos los cuerpos celestes deben ser esféricos, ya que es la forma perfecta,
y que se deben mover en órbitas circulares uniformes, por la misma razón.
Aristóteles (384-322 a. C.), un seguidor de Platón, fue uno de los más grandes
filósofos griegos, cuyas ideas fueron imponiéndose en Europa hasta bien
entrada la Edad Media. Sin embargo, su modelo geocéntrico del universo fue
altamente complejo, requiriendo un total de 56 esferas para explicar los
movimientos del Sol, la Luna y los planetas. Desafortunadamente, muchas de
sus predicciones fueron erróneas, y pronto cayeron en desuso debido a las
correcciones que realizó Ptolomeo en el siglo II d. C., en donde introduce la
noción de “epiciclo” para explicar los fenómenos observados por Aristóteles.
Hiparco de Nicea (185-120 a. C.) quien fuera la primera persona en cuantificar
la precesión de los equinoccios, era consciente que la velocidad del Sol a lo largo
de la eclíptica no era lineal. Esto fue conocido por los babilonios y Calipo de
Cícico (siglo IV a. C.), pero ellos no buscaron una explicación a este fenómeno.
Hiparco, adoptando la idea de Platón sobre el movimiento circular uniforme de
los planetas en su modelo geocéntrico, se dio cuenta que para poder reproducir
el movimiento del Sol en el cielo, este debía moverse en una órbita alrededor de
la Tierra, pero que esta última no estaba en el centro de la órbita, sino que en un
punto corrido del centro; en otras palabras, se dio cuenta que tal vez la órbita era
elíptica y no circular. Al estimar la distancia del foco de la elipse al centro de la
órbita, este resultò muy grande, a pesar que la posición del apogeo (visto desde
la Tierra) fue estimado con un error de sòlo 35 minutos de arco.
2 3Para explicar los diversos movimientos de los planetas, el sistema de Ptolomeo los describe formando pequeñas
órbitas circulares llamadas epiciclos, los centros de los cuales giraban alrededor de la Tierra en órbitas circulares
llamadas deferentes. Ver imagen en http://www.profesorenlinea.cl/imagenUniversalH/UniversoGrecia004.jpg
4 Término utilizado en astronomía para designar el centro de rotación de la órbita circular de un astro cuando no se
encuentra en el centro geométrico de rotación, sino a una cierta distancia de dicho centro. La velocidad angular del
astro parecía uniforme si se observaba el movimiento desde este punto.
y la parte más cercana, estimó el tamaño del sistema solar en alrededor de
20000 veces el radio de la Tierra (o alrededor de 120 millones de Km).
Copérnico (1473 – 1543), reconoció que su idea de una Tierra que giraba en un
universo heliocéntrico no era nueva, habiendo sido propuesta por Aristarco.
Además, la teoría de Copérnico estaba basada en el movimiento circular de los
planetas alrededor del Sol y todavía dependía de los epiciclos, pero eliminó el
ecuante. Él resucitó la teoría heliocéntrica, que no fue considerada seriamente
por casi dos mil años (en el apogeo del Renacimiento) que estaba ávido de
nuevas ideas.
Kepler concibió una fuerza emanando del Sol, que impulsa a los planetas en sus
órbitas alrededor del Sol de manera que el movimiento planetario se detendría
si la fuerza se interrumpe. La magnitud de la fuerza, y por lo tanto la velocidad
lineal de los planetas, disminuiría linealmente con la distancia. Esto da como
resultado que el período de los planetas varía según su distancia al cuadrado,
pero Kepler cometió un error matemático y se acercó con otra relación 5. Por
casualidad, sin embargo, su análisis arrojó resultados muy precisos.
Tycho había pedido inicialmente a Kepler para analizar la órbita de Marte, tarea
que continuó mucho después de la muerte de Tycho. Kepler publicó sus
resultados en 1609 en su libro Astronomia Nova, en el que se presenta de nuevo
el término ecuante, previamente eliminado por Copérnico. En el modelo de
Kepler, todos los planetas giraban alrededor del Sol en un círculo, con el Sol en
el centro, pero no pudieron encontrar un círculo adecuado para que coincidiera
con las observaciones de Marte, incluso con un ecuante. Así que decidió volver
a examinar la órbita de la Tierra, ya que la ésta fue la plataforma desde la cual
se han hecho las observaciones.
Copérnico había propuesto que la Tierra se movía alrededor del Sol en un círculo
a una velocidad uniforme, con el centro en el Sol, así que no había necesidad de
un ecuante. Pero Kepler encontró que un ecuante estaba obligado a explicar la
órbita de la Tierra. Sin embargo, incluso con la adición de ésta, no podía
adaptarse a un círculo. Y así, en su desesperación intentó una elipse con el Sol
en un foco, y, para su sorpresa, funcionó.
Kepler se cuestiona ahora qué tipo de fuerza impulsaba a los planetas en sus
órbitas, y llega a la conclusión de que el movimiento circular básico fue producido
5El error consiste en que Kepler todavía pensaba que las órbitas planetarias eran circulares al realizar dichos cálculos.
Ver
por vórtices6 magnéticos que seguían la rotación del Sol (a semejanza de un
“huracán”). Las fuerzas magnéticas de estos vórtices crearon las órbitas elípticas
al interactuar con los campos magnéticos de los planetas en movimiento. Así
Kepler pensó que el Sol giraba sobre su eje y que los planetas y el Sol fueron
magnéticos7 debido a que aún no se conocía la fuerza de gravedad. En ese
entonces, se tenía noción de la fuerza magnética debido a los estudios de
William Gilbert. (Hawking, 2008)
Inicialmente, Kepler sólo había mostrado que Marte se movía en una elipse, pero
en su Epitome Astronomiae Copernicanae de 1618-1621 demostró que éste era
el caso de todos los planetas, al igual que la Luna y los satélites de Júpiter.
También dijo lo que hoy conocemos como la tercera ley, que el cuadrado de los
periodos de los planetas es proporcional a los cubos de la longitud de los
semiejes mayores de sus órbitas elípticas. Por último, en sus Tablas de
Rudolphine8, Kepler cataloga predicciones detalladas de las posiciones
planetarias y predice los tránsitos de Mercurio y Venus a través del disco solar
usando como base los datos obtenidos por Tycho Brahe.
Desde 1960 cuatro nuevos enfoques o teorías con respecto al Sistema Solar se
han propuesto y pueden ser considerados como teorías existentes – en el
sentido de que cada uno de ellos tiene adherentes activos. Éstos son: la teoría
del Proto-planeta (McCrea 1960, 1988), la teoría de la Captura (Wolfson 1964),
la teoría de la Nebulosa Solar (Cameron 1973) y la teoría Laplaciana Moderna
(Prentice 1974).
10 El Sol constituye el centro de un vórtice o flujo turbulento de materia etérea, cuyo movimiento arrastra a los planetas
a su alrededor. Los choques corpusculares del éter contra los planetas provocarían una acción central dirigida al sol que
equilibraría exactamente la tendencia centrífuga del giro.
antiguas. Además, indicaremos sus características esenciales, los posibles
problemas asociados y la necesidad de ser resueltos.
El punto de inicio del modelo de McCrea es una nube interestelar de gas y polvo
la cual finalmente es la que formará un cúmulo de estrellas. Aproximadamente
el 1% de la masa de la nube está en forma de granos y el resto consiste en una
mezcla cósmica normal de hidrógeno y helio. Se asume que la nube se
encuentra en un estado de turbulencia supersónica11. Debido a las colisiones de
elementos turbulentos, casi toda la masa de la nube se compone de .regiones
comprimidas de gas que se mueven en forma aleatoria dentro de un fondo de
baja densidad (Figura 1). En la forma original de la teoría de 1960 las regiones
comprimidas fueron llamadas “flóculos” y poseían alrededor de tres veces la
masa total de la Tierra. En una revisión posterior de la teoría (McCrea 1988) las
masas se aumentaron a poco más de 100 veces la terrestre, aproximadamente
la masa de Saturno, y fueron redesignados como proto-planetas. Aquí vamos a
utilizar el término “blobs” para describir estos objetos y entonces distinguirlos de
los “proto-planetas”, las entidades que serán en última instancia las que colapsan
para formar planetas.
11 Se refiere a un estado de agitación de un fluido a velocidades mayores que la del sonido (1225 𝐾𝑚 ⁄ℎ).
Figura 1: Descripción de los movimientos aleatorios de las partículas dentro de
la nube de gas, las cuales colisionarían para formar proto-estrellas.
Una suposición razonable es que las colisiones entre blobs12 debieran ser
colisiones inelásticas para que éstos pudieran unirse y construir gradualmente
agregados más grandes. Cuando por casualidad uno de estos agregados en una
región particular es más grande que sus vecinos, entonces, a causa de la
focalización gravitacional13, su radio de colisión (radio en el cual se alcanza una
mayor probabilidad de colisión) aumentaría, dando paso a una mayor tasa de
absorción de otros cuerpos a su alrededor. Finalmente, un cuerpo en cada región
se convertiría en dominante y absorbería la mayor parte de los blobs originales
dentro de él, produciéndose una proto-estrella que comienza su evolución hacia
la secuencia principal.
McCrea asume que todos los proto-planetas iniciales fueron más masivos que
los planetas residuales que ahora vemos y que se produjo alguna forma de
pérdida de masa. En los procesos de colapso, parte del momento angular del
espín original del protoplaneta se produciría por el movimiento relativo de dos
12 Gotas de material gaseoso (H2 y He) comprimido que tienen 100 veces la masa de la Tierra, que contribuyen a formar
la planeta.
13 Relacionado con la sección eficaz de dispersión que corresponde a la desviación de los agregados respecto a la
dirección inicial de movimiento, provocada por la interacción con la gravedad de un cuerpo mayor.
fragmentos, con la parte menos masiva que tiene una velocidad relativa al centro
de masa ocho veces mayor que la parte principal. Las velocidades de escape
del Sistema Solar en formación serían menores en sus regiones externas y
McCrea propone que las porciones pequeñas se perdieron en las regiones de
los planetas mayores, dejando las principales porciones rotacionalmente
estables aunque con giros muy rápidos como los que se observan. Otro resultado
de la fisión de los proto-planetas originales es que en el “cuello”14 entre las
porciones de blobs se habría condensado y retenido mayormente como un
sistema de satélites regulares (Figura 2). Así, los cuerpos producidos habrían
consistido en sólidos: el cuerpo más pequeño no tendría la suficiente velocidad
para escapar, ya que estaba muy cerca del Sol.
Figura 2: Se observa un que cuello separa las dos regiones de Blobs, en donde
el blob de menor tamaño posee mayor velocidad de rotación respecto a la
porción mayor. Los blobs centrales generarían los satélites.
Las características y los posibles problemas que enfrenta esta teoría son:
La teoría de la Captura
En particular, las primeras estrellas formadas tenían una masa solar de un poco
más de ~1.4 𝑀⊙ y posteriormente se forman las estrellas de menor masa. En el
entorno más bien denso de un cúmulo joven, las interacciones estelares pueden
ser muy comunes – de hecho son éstas las que dan a las estrellas individuales
la energía suficiente para escapar del cúmulo haciendo que éste gradualmente
se disperse, proporcionando así campos estelares. La forma de interacción
considerada por Woolfson es coherente con el modelo de formación estelar y las
observaciones de cúmulos jóvenes, incluyendo una estrella de masa solar
condensada, identificada como el Sol en relación a la formación del Sistema
Solar, y una proto-estrella de menor masa recién formada y en un estado difuso.
En esta interacción, la proto-estrella se mueve en una órbita hiperbólica relativa
16 Una estrella viajera se acerca al Sol y arranca un filamento de materia de su superficie. Tras la partida de la estrella
viajera, el filamento se deshace en gotas (blobs) que dan lugar a los planetas que orbitan en torno al Sol.
17 Como por ejemplo, la masa y el radio de Jeans.
al Sol pasando dentro del límite de Roche 18. El comportamiento de las proto-
estrellas era similar a la mostrada en la figura 3, formándose un filamento de ésta
desde la extremidad del abultamiento de marea (porción deformada de material
de la proto-estrella por efecto de marea provocado por otro cuerpo), el cual se
divide en una serie de granos condensados. La densidad de los filamentos fue
suficientemente alta para cada blob19, obteniendo una masa superior a la masa
crítica de Jeans20, por lo que los blobs se convirtieron en proto-planetas
contraídas.
Figura 3: Una ilustración de la teoría de Jeans. (a) Una estrella interactúa con
la proto-estrella recién formada para producir un filamento por fuerzas de
marea. (b) En el filamento se producen una serie de granos condensados por
colapso gravitatorio. (c) Los granos se dividen debido a la atracción de la
estrella masiva, formando los proto-planetas.
18 se denomina límite de Roche a la distancia mínima que puede soportar un objeto que mantiene su estructura
únicamente por su propia gravedad y que orbita un cuerpo masivo antes de comenzar a desintegrarse debido a
las fuerzas de marea que genera el objeto principal.
19 Blobs = cuerpos menores a los protoplaneta.
20 bajo condiciones apropiadas, una nube cósmica o una parte de la misma, podría volverse inestable. El proceso
comienza cuando no posee suficiente presión gaseosa para contrarrestar la fuerza de gravedad. Sin embargo, la nube
sería estable para una masa suficientemente pequeña a temperatura y radio constates, pero si rebasa cierta masa crítica,
empezaría un proceso de contracción hasta que alguna otra fuerza impidiera el colapso.
a) El material que viene de una proto-estrella fue capturado por una estrella
masiva– que es el aspecto que da a la teoría ese nombre.
b) El material que forma los planetas era helado, eliminando así muchas de las
objeciones a la teoría de las mareas de Jeans.
f) Se debe demostrar que, con una masa razonable de medio que resiste, la
forma redondeada de los planetas toma lugar dentro del tiempo de vida del
medio.
g) Una explicación es requerida para la alineación cerca del giro solar y vectores
de momento orbital planetario. (Woolfson, 2000)
La teoría de la Nebulosa Solar
4. El material del disco sobrante, después que se forman los planetas, debe ser
eliminado de alguna manera.
5. Dado que el modelo parece predecir un sistema muy plano, la inclinación del
eje de rotación solar requiere explicación. (Woolfson, 2000)
Prentice dio argumentos para demostrar que el material sólido en cada anillo
Laplaciano habría caído hacia el eje del anillo, como se muestra en la figura 8.
Una secuencia jerárquica de inestabilidades de Jeans24 causó agrupamiento del
material hasta que todo el material sólido a lo largo del eje del anillo se había
acumulado conjuntamente. La proporción de material sólido total dentro de todo
el anillo acumulado depende del equilibrio entre la velocidad de sedimentación
al eje y la velocidad a la que el material sólido axial acreta. Por último, en la
mayor parte de la región del planeta, los núcleos fueron lo suficientemente
masivos y el gas local en los mantos gaseosos lo suficientemente fríos para ser
acretados.
24Causa colapso de nubes de gas interestelar y la subsecuente formación de una estrella. Lo mismo ocurre cuando la
presión interna en la nube no es lo suficientemente alta para evitar que se produzca un colapso gravitatorio de una
región que contiene material. La nube es inestable si, o bien, es muy masiva a una temperatura dada o muy fría para
una masa dada para que la gravedad pueda compensar la presión del gas.
supersónica turbulenta y que generan el desprendimiento de anillos para formar
familias de satélites regulares.
4. ¿Habría caído el material sólido contenido en cada anillo hacia el eje central
de dicho anillo como se describe en esta teoría y habrían tenido los anillos
gaseosos un tiempo de vida suficientemente largo para que esto sucediera?
Los planetesimales, sobrevivientes hasta nuestros días, son muy valiosos para
la ciencia, ya que contienen información acerca del nacimiento de nuestro
Sistema Solar. Aunque su exterior haya estado sujeto a una intensa radiación
solar (lo que habría alterado su composición), su interior contiene un material
25 El movimiento browniano es el movimiento aleatorio que se observa en algunas partículas microscópicas que se
hallan en un medio fluido (por ejemplo, polen en una gota de agua).
26 La particularidad de este satélite es que orbita a Saturno en dirección contraria a la de los otros satélites de este
planeta.
prístino, esencialmente idéntico desde la propia formación del planetesimal. Esto
convierte a cada planetesimal en una "cápsula del tiempo", y su composición
podría contarnos mucho acerca de las condiciones de la Nebulosa protosolar
desde la que nuestro sistema planetario se formó.
Satélite
Cuerpo celeste sin luz propia que gira alrededor de un planeta. Estos cuerpos
presentan evidencias de colisiones por la presencia de cráteres en su superficie,
debido a que fueron y/o son impactados por cuerpos menores. (Ridpath, 1999)
Cometas
Los cometas son los bloques de construcción del sistema solar exterior,
constituidos por hielo, polvo y rocas que orbitan alrededor del Sol siguiendo
diferentes trayectorias elípticas, parabólicas o hiperbólicas. Su formación fue a
bajas temperaturas prevalecientes en estas distancias en la nebulosa primordial
y conservan material volátil del sistema solar primitivo. Son cuerpos
relativamente antiguos por ello es importante su estudio. La mayoría de estos
cuerpos celestes describen órbitas elípticas de gran excentricidad, lo que
produce su acercamiento al Sol en un período considerable, dependiendo a la
distancia a la que se encuentren. Son cuerpos sólidos compuestos de materiales
que se subliman en las cercanías del Sol. A gran distancia (a partir de 5-10 UA)
desarrollan una atmósfera que envuelve al núcleo, llamada coma o cabellera.
Esta coma está formada por gas y polvo. A medida que el cometa se acerca al
Sol, el viento solar azota la coma y se genera la cola característica. (Marov &
Rickman, 2001)
Asteroides
Son una multitud de cuerpos celestes menores que orbitan el Sol ubicados entre
el interior de la órbita de la Tierra hasta más allá de Saturno. Se encuentran
distribuidos mayormente en un gran cinturón (con forma de toro) que se
encuentra más allá de la órbita de Marte, abarcando un volumen superior al de
la esfera del espacio interplanetario dentro de la órbita de ese planeta. (Ridpath,
1999)
27 Término que se utiliza para nombrar el crecimiento de un cuerpo por agregación de cuerpos menores.
28 Posibilidad de dos o más materiales de unirse en un único cuerpo.
29 La resonancia de Júpiter es responsable de los huecos de Kirkwood: ausencia de asteroides a determinadas distancias
del cinturón de asteroides que guardan una relación conmensurable con el periodo orbital de Júpiter.
de asteroides que se deben a conmensurabilidades 30 y resonancias orbitales31
con Júpiter. Los efectos resonantes se producen en lugares fijos, pero podrían
haber arrasado la región asteroidal, mientras que el Sistema Solar fue perdiendo
masa desde que se formó. Tales interacciones de resonancia con Júpiter podrían
haber acelerado las velocidades de asteroides. De cualquier manera, parece
probable que el masivo Júpiter sea el responsable de la ausencia de un planeta
en la zona que actualmente se conoce como cinturón de asteroides. Los
fragmentos de material contenidos en la región del cinturón hubieran formado un
planeta (de acuerdo con la ley de Titius-Bode postulada en 1766), pero las
perturbaciones gravitacionales de Júpiter, el planeta más masivo, produjeron que
estos fragmentos colisionaran entre sí a grandes velocidades y no pudieran
agruparse, resultando en el residuo rocoso que se observa en la actualidad.
30 En astronomía, dos objetos en órbita, como por ejemplo planetas, satélites, o asteroides, presentan una
conmensurabilidad 1 si el cociente de sus respectivos períodos orbitales puede escribirse bajo la forma de un número
racional. 2 Por ejemplo, los períodos de revolución de Neptuno y de Plutón son conmensurables: su resonancia orbital
es de 2:3.
31 Se dice que hay resonancia orbital cuando las órbitas de dos cuerpos tienen períodos cuya razón es una fracción de
números enteros simple. Ello significa que se ejercen una influencia gravitatoria regular.
una fuerza de cohesión32 superior a la del hierro; y (2) los asteroides muy
grandes, cuyos interiores son fortalecidos por la compresión gravitacional. A
menos que un asteroide sea muy pequeño, las colisiones menores seguramente
causan la fragmentación, pero no la destrucción completa. Después de tales
colisiones marginales, la gravedad del objeto de destino puede mantener la
mayoría de los fragmentos de escape y no tardaron en unirse de nuevo en un
solo cuerpo. Si un asteroide que gira rápidamente fuera golpeado fuera de su
centro, el momento angular resultante podría ser demasiado grande para formar
un solo cuerpo, dando lugar a sistemas binarios o múltiples.
Los espectros de los miembros de una sola familia ofrecen pistas sobre la
composición interna de un asteroide precursor, aunque algunas familias tienen
variedad de tipos espectrales. Esto plantea preguntas acerca de: (1) si las
familias más pequeñas son realmente subproductos de colisiones; (2) las
interpretaciones mineralógicas para algunos tipos espectrales; y (3) los modelos
geofísicos y cosmoquímicos asumidos para la formación de asteroides. Dentro
de estas familias, se producen colisiones sucesivas, moliéndose a sí mismos.
Finalmente, se muelen en polvo que se barre fuera del cinturón de asteroides del
32 Las fuerzas de cohesión son las fuerzas que atraen y mantienen unidas las moléculas. Es la acción o la propiedad de
las moléculas, de cómo se pegan entre sí, siendo fuerzas de carácter atractivo. Esta es una propiedad intrínseca de una
sustancia que es causada por la forma y la estructura de sus moléculas que hace que la distribución de los electrones en
órbita irregular cuando las moléculas se acercan la una a la otra, creando atracción eléctrica que pueden mantener una
estructura macroscópica tal como una gota de agua. En otras palabras, la cohesión permite a la tensión superficial, la
creación de un estado condensado.
Sistema Solar, o en el Sol, en este caso, lo que supone una conversión eficiente
de la energía de impacto en las velocidades de eyección, donde los asteroides
actuales podrían representar un pequeño remanente de una población anterior
mucho más grande. Los asteroides más grandes que aún existen son los pocos
afortunados que escaparon a la destrucción.
Por otro lado, se ha asumido que todos los asteroides “verdaderos” tienen
superficies cuyos espectros están dominados por materiales pétreos, metálicos,
u hollín carbonoso.
Los cometas son frecuentemente promocionados como los objetos más antiguos
del Sistema Solar, después de haber estado congelados durante miles de
millones de años, debido a que éstos son los restos de los comienzos del
Sistema Solar en el espacio interplanetario. Sin embargo, los cometas
procedentes de la nube de Oort en realidad se originaron mucho más cerca del
Sol, llegando a este lugar como consecuencia de la perturbación gravitatoria de
los planetas. (Beatty, Petersen, & Chaikin, 1999)
Meteoritos
Los meteoritos son a veces llamados "la sonda espacial de los pobres", ya que
proporcionan mucha información sobre el Sistema Solar, pero cuestan muy poco
33 Se aplica al cuerpo o al material que resiste la acción del fuego sin cambiar de estado ni destruirse.
de conseguir. Meteoritos condritas contienen diminutos granos de polvo de
estrellas intactos que son anteriores al Sistema Solar, así como las moléculas
orgánicas que conservan el sello isotópico del espacio interestelar. Los
cóndrulos, inclusiones refractarias y otros granos acretados para hacer
meteoritos condríticos fueron de los primeros materiales sólidos que se formaron
en la nebulosa solar. Acondritas, hierros y piedra de hierro revelan información
sobre la diferenciación de los planetesimales calentados a altas temperaturas, y
sus cuerpos principales fueron probablemente los pilares de la Tierra y sus
planetas vecinos. Acondritas planetarios nos dicen sobre procesos geológicos
en otros mundos. (Beatty, Petersen, & Chaikin, 1999)
Cinturón de asteroides
Región del espacio entre las órbitas de Marte y Júpiter donde la mayoría de los
asteroides en nuestro Sistema Solar son encontrados girando en órbita alrededor
del Sol. Los asteroides en el cinturón vienen en una gran variedad de tamaños,
algunos de ellos muy pequeños mientras que otros son muy grandes. (Ridpath,
1999)
Más de la mitad de la masa total del cinturón está contenida en los cinco objetos
de mayor masa: Ceres, Palas, Vesta, Higia y Juno. Ceres, el más masivo de
todos y el único planeta enano del cinturón, posee un diámetro de 950 km y una
masa doble que Palas y Vesta juntos. La mayoría de cuerpos que componen el
cinturón son mucho más pequeños. El material del cinturón, apenas un 4% de la
masa de la Luna, se encuentra disperso por todo el volumen de la órbita, por lo
que sería muy difícil chocar con uno de estos objetos en caso de atravesarlo. No
obstante, dos asteroides de gran tamaño pueden chocar entre sí, formando las
que se conocen como familias de asteroides, que poseen composiciones y
características similares. Las colisiones también producen un polvo que forma el
componente mayoritario de la luz zodiacal. Los asteroides pueden clasificarse,
según su espectro y composición, en tres tipos principales: carbonáceos (tipo-
C), de silicato (tipo-S) y metálicos (tipo-M).
Figura 11: Ubicación del cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y
Júpiter.
Polvo interplanetario
Una fuerte anomalía de iridio está asociada con la capa media de las esférulas.
El iridio se encuentra en las capas con impacto de vidrio, por lo que los geólogos
deducen una serie de cráteres que se formaron hace unos 35 millones de años.
Al parecer, la Tierra fue sometida en ese momento a un pulso de bombardeo que
se explica más fácilmente como una lluvia suave de cometas.
Los asteroides y los núcleos de cometas que chocan la Luna han producido
cráteres visibles. El más joven de ellos está rodeado de depósitos brillantes de
37Capa de materiales no consolidados, alterados, como fragmentos de roca, granos minerales y todos los otros depósitos
superficiales, que descansa sobre roca sólida inalterada.
roca recién excavada que se extienden radialmente hacia el exterior formando
trazas brillantes discontinuas llamadas rayos. Los rayos forman un gran
chapoteo asimétrico, cuyas prolongaciones se pueden remontar a una distancia
de hasta aproximadamente un cuarto de la circunferencia lunar.
Para poder explicar los movimientos que existen el sistema solar partiremos en
primer lugar con el del concepto de momento lineal (también llamado cantidad
de movimiento o ímpetu) usualmente representado por la letra 𝑝. Esta magnitud
se define como el producto de la masa de un cuerpo por su velocidad. Este
concepto ya es conocido por los alumnos por lo que será más fácil explicar los
movimientos haciendo las analogías respectivas.
𝑝=𝑚∙𝑣
Si tomamos el centro del Sol como punto de referencia para los momentos
angulares de los cuerpos del Sistema Solar, al astro rey que gira lentamente en
torno a sí mismo, a pesar de disponer del 99.9% de toda la masa del Sistema
Solar, tan sólo le corresponde un 1% del momento angular total del Sistema
Solar. Los planetas tienen el 99% restante del momento angular. Sobresalen
Júpiter con el 60% y Saturno con el 25%. La teoría de Laplace tenía dificultades
para explicar estos valores.
Figura 13: Movimiento de amplitud de los brazos en una bailarina que gira
sobre su eje, el que hace variar su momento de inercia (𝐼) y velocidad angular
(𝜔).
Cuando una bailarina que gira sobre el hielo extiende sus brazos su velocidad
giro disminuye, en tanto que si teniéndolos extendidos los recoge su velocidad
aumenta.
Esta magnitud es una entidad física abstracta que ha sido definida para dar
cuenta del estado de movimiento de un cuerpo que gira alrededor de un eje. Así,
se puede hablar del momento angular correspondiente al movimiento de rotación
de los planetas sobre sí mismos, o del momento angular de su movimiento de
giro alrededor del Sol.
Aunque esa magnitud tiene una definición rigurosa, aquí basta con saber que es
directamente proporcional a la masa del cuerpo que gira, a su velocidad y a su
distancia al eje de rotación. Una característica muy importante del momento
angular es que se conserva para un sistema aislado, es decir, que se mantiene
constante para un cuerpo o sistema de cuerpos que giran alrededor de un eje,
completamente aislados de acciones exteriores. Este hecho se conoce como
principio de conservación del momento angular.
Por otra parte, cuando un sistema aislado de dos o más cuerpos unidos o no gira
alrededor de un mismo eje, estando cada cuerpo a distancia diferente de éste,
se mantiene constante el momento angular del conjunto, el cual se puede
calcular sumando convenientemente los momentos angulares de cada cuerpo;
es decir, de no existir acciones exteriores el momento angular de un cuerpo del
conjunto sólo puede aumentar o disminuir a expensas de una disminución o
aumento correspondientes en el momento angular de los demás cuerpos.