Fundamentos de La Cosmovisión Maya y Lugares Arquologicos de Guate
Fundamentos de La Cosmovisión Maya y Lugares Arquologicos de Guate
La cosmovisión del Pueblo Maya es un sistema de valores que interpreta y relaciona, el mundo, la
vida, las cosas y el tiempo, es además, la explicación y forma de dimensionar el Universo y la
Naturaleza. La cosmovisión, vincula a los seres humanos por medio del Cholq’ij, con todos los
elementos que le rodean, con las cosas visibles y con las fuerzas que solo se sienten, es una
filosofía de vida que propicia el bienestar material pero también la plenitud del espíritu.
Esta forma de explicar el mundo, la vida y las cosas, se define como una visión cosmogónica,
vinculante y holística que constituye en la actualidad una alternativa para la construcción de una
sociedad armónica, respetuosa y con profunda libertad humana.
(El Calendario Sagrado Maya - metodo para el computo de tiempo.pdf)
Nuestra cosmovisión es el sustento más profundo que nuestras abuelas y abuelos crearon para
explicarnos el origen de la vida, el origen y el desenvolvimiento del universo.
La cosmovisión Maya es nuestra forma propia de ver, entender y vivir el sentido de la vida.
Nuestra espiritualidad y nuestras ciencias son la explicación minuciosa de esta cosmovisión.
Nuestros rituales sagrados, códices, inscripciones en piedras, tecnología, arte, tejido, música,
tradición oral y otros.
La actitud científica no debe ser de dominio sobre la naturaleza, debe ser acompañado de buenos
sentimientos a favor de la vida. La ciencia además de responder a lucidez intelectua, básicamente
se aprecia como cultivo de relaciones de cooperación con la naturaleza.
Nuestra existencia tiene que ver con el trato con los que están por llegar a nuestro mundo. ¿Cual
será su porvenir? ¿Estamos preparados para darle la bienvenida a la Madre Tierra? La justicia
trans-generacional es decisiva en el proceso cósmico.
Nuestra visión del cosmos encuentra unidad entre el mundo de la creación y el mundo social ;
entre universo y el entramado de relaciones socio-políticas. En el ejercicio de sus lenguas, el
espíritu cultural maya enseña que el universo físico es red dínamica de sucesos interrelacionados.
El Universo
Estas correlaciones, Universo, Tierra, Naturaleza, Ser Humano, generan nuestros valores. Vida,
libertad y dignidad, como valores básicos socialmente procesados suponen, en el encuentro con el
otro o la otra, un modo de realización acerca de lo bueno.
El calendario espiritual de 260 días, ha sido creado para conocer y sentir la realidad más allá del
universo sensorial. El Calendario Lunar, nos permite entender nuestra hermandad con las
disposiciones celestes, vegetales, minerales, animales. El Calendario Sagrado contribuye a conocer
el funcionamiento de nuestra estructura psíquica, biológica, física y espiritual, determinada por las
correlaciones entre el Sistema Solar y el ser humano.
(Calendario Maya C.E.M.M. 2014)
Las abuelas y los abuelos mayas nos han legado una cosmovisión, un sistema de principios y
valores que nos permite comprender que "todo está interrelacionado", desde lo espiritual, hasta
lo físico-biológico conformando la eterna unidad entre humanidad y naturaleza.
Nuestros antepasados, las abuelas y los abuelos mayas, nos legaron registros exactos de los ciclos
del tiempo, basados en los movimientos de los cuerpos celestes ; entre ellos la órbita de Vénus, de
Marte, del Sol, de la Luna, de la Tierra y de los demás astros de la galaxia.
Los cálculos de los ciclos del Sol son aplicados a la siembra y al desarrollo cósmico del ser humano
y de la comunidad a través del Cholq'ij.
Existen ciclos naturales y ciclos rituales. El calendario lunar o ciclo lunar, se aplica para la vida
reproductiva de las mujeres especialmente, este ciclo es uno de los termómetros que utiliza la
Terapeuta Maya, conocida como Comadrona. Ella entiende que la salud va más allá del bienestar
físico, ya que trasciende la perspectiva occidental del proceso.
Otra dimensión de la salud desde esta perspectiva es la colectiva, donde además tiene relevancia
la relación con las y los demás seres humanos. No basta con estar bien en lo individual, significa
también estar en armonía con las y los demás, para lograr el bienestar completo.
(Calendario Maya C.C.A.M. 2013)
La espiritualidad tiene relación con las plantas, con los animales y con el ser humano, son parte
del ser humano mismo, no forman una cosa aislada. Las plantas y el hombre son lo mismo, hay
elementos de las plantas dentro de la naturaleza del hombre y hay elementos del hombre que
tiene la planta, de esta manera se hace una interacción, y también una relación con los otros
elementos de igual manera, por eso la espiritualidad del maya es parte de su propia cosmovisión.
El Calendario Sagrado también está sincronizado con nuestro propio cuerpo. El cuerpo humano
tiene 13 articulaciones principales en total y 20 dedos. Así podemos considerar la energía
generada por la combinación de 13x20 como la herencia genética de nuestra galaxia.
Seguramente, por esta hermosa pauta hemos podido continuar cultivando relaciones relevantes
entre saberes, política y habituad cotidiana. Sin amor no puede haber auténticos saberes. Sin
amor es imposible el ejercicio de la solidaridad política. Sin amor tampoco puede cultivarse la
relación cotidiana. “Nosotros mismos somos universo de amor.”
“Todos en conjunto somos parte de un gran equilibrio ecológico, no tenemos ningún derecho a
quebrarlo, ya que significa el fin del hombre sobre la Tierra. Somos llamados a respetar y defender
la Tierra, lo cual significa afirmar el derecho fundamental de todos a la vida.” (Somos parte de un
gran equilibrio. DEI 1986) (Calendario Maya C.C.A.M. 2011)
La cosmovision del Pueblo Maya es una forma de vida, es un actitud y planteamiento ante la
vida, es la forma en que aprendemos a convivir con nuestras percepciones de la realidad. Todo es
un hecho integral. Nada está aislado de la secuencia de la vida, cada acto tiene una relación e
integración entre las fuerzas cósmicas, la manifestación de la naturaleza y la energía telúrica.
Somos el producto de esta convergencia. Está surge de la conciencia universal y la existencia es
una continuidad. Nuestra inserción a la realidad es un misterio, pero es una manifestación mágica,
es la fuerza del Creador-Hacedor. La interrelación del Inframundo-Mundo-Supramundo, éstas se
manifiestan como energía y cada una tiene una dirección y propiedad que deriva en una tendencia
específica.
Todo lo que existe es parte de ese entretejido, somos una hebra de esa maravila que llamamos
realidad.
“Nosotros somos habitantes de una realidad con figura y modelo en el Cosmos. Vibramos con
relación al movimiento de las estrellas, ésta solo existe en el Najt y desaparece en el momento en
que para la rueda de los Katunes (la espiral del tiempo). La vida-evolución es el transitar por este
infinito camino. Romper ese movimiento es encontrar la negación de la existencia, parar el tiempo
es encontrar otras realidades y este se logra en el sueño o en la absoluta quietud.” (don Pascual)
“Tristemente la humanidad está dividida por una diferencia de visión al interpretar el mundo, el ser
humano, su razón de vida y su destino. La cultura occidental encontró su repuesta en una forma de
razonamiento material mientras el mundo oriental se ha desarrollado sobre la base de un
pensamiento natural.” (Don Isidro, sabio maya)
El Libro del Destino, Carlos Barrios (La cosmovisión maya)
Los mayas conciben a los seres que habitan en el mundo en un proceso permanente de ínter-
actuación entre ellos. La relación que tienen con el medio en que viven es de equilibrio y armonía,
y le atribuyen vida a todo ; por ejemplo : las piedras, las plantas, el fuego, la tierra, el aire y el agua
que en suma es una obra de un ser superior.
Para los mayas, la concepción del mundo consiste en el mantenimiento del equilibrio total. La
armonía implica una permanente preocupación por el entorno, sus circunstancias y la naturaleza
de cada ente del todo, fuera en su expresión animal, inmaterial, sobrenatural y mineral.
Desde otra persepctiva, para los mayas, las ollas, los jarros, los cómales, los petates, los sombreros
y los lazos son dignos de sumo respeto, los animales desde el más pequeño hasta el más grande
son merecedores de respeto. También no se priva de libertad y despojo a los habitantes de la
Madre Tierra.
Para la mujer y hombre maya es de sumo respeto el agua, el aire, el sol y la tierra como elementos
formantes del mismo hombre por ende, no son alejados ni desconocidos : sino como parte y
esencia de un todo.
Somos hijas e hijos de una misma Madre Tierra. El vivir es sublime. Los hijos y hijas de Ajaw solo
estamos de paso en la Madre Tierra. Todo lo existente tiene vida. Todo lo que está en la Madre
Tierra es sagrado, no destruir lo sagrado. Existe la ley de compensasión (equilibrio). Vivir en la
Madre Tierra es lleno de misterios del Ajaw. (...) Nuestro Creador y Formador nos dio la vida. La
tierra es nuestra madre, porque de ella provienen nuestros alimentos, nuestra vestimenta, y todo
lo que tenemos y hacemos es originaria de ella.
Loq'alaj, unim'al, es la grandeza de lo sagrado que hay en la dimensión del Universo y del Cosmos.
El vivir es sublime
La idea central es que la vida es valiosa, es única, es invaluable, no tiene precio ; esto implica que
se debe de luchar hasta el ultimo día de nuestra existencia por ende hay que hacerla nuestra, hay
que quererla, estimarla, amarla y respetarla con su bondad y benevolencia.
Las hijas e hijos de Ajaw solo estamos de paso por la tierra ; El espíritu es la esencia de todo y que
al terminar la vida en esta sagrada Tierra, el espíritu continúa viviendo en el aire y en la energía. El
cuerpo o sea materia pasa a formar parte de la Madre Tierra.
La naturaleza es un todo, es movimiento y acción, por eso la tierra, las montañas, los árboles, los
pájaros, las nubes, el agua, el fuego, los lagos, las lagunas, los ríos, nacimientos de agua y todo
tiene vida. Todo lo que está en la Madre Tierra es Sagrado, lo perfecto, lo valioso, lo sublime se
deriva de una razón de ser, tiene una función, y un lugar que ocupa una misión que cumplir con
profundo respeto.
Cuando la persona necesita hacer uso de uno de los elementos de la tierra o de la naturaleza, debe
de haber un ruego, un permiso, una suplica al Ajaw, indicándole o explicando porqué de la
necesidad, de ofrenda a Tz'aqol-B'itol.