Poesia 9

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POESÍA

 Este compendio encierra 24 libros del autor por el siguiente orden: “Primeras crónicas”, “Abrir y cerrar la
vida”, “Testimonio y celebración”, “El amor, la oscuridad y la furia”, “Una fisura en el pecho”, “Destierros
íntimos”, “Crisol de mundos”, “Llantos por la España oscura”, “Yosel”, “Del agua y del fuego”, “Fenicia
[poemas de amor], “Épica y lírica del dolor”, “Libro de Ahab”, “Versos de las imperfecciones”, “
Arquitecturas”, “ “Acompañante luz”, “Todo es camino”, “Libertad: cantos menores”, “Libro del espíritu”,
“Tratados de hombre”, y “La ley y la espada” “Todos los fuegos”, "Libro de las sinopsis” y "Siglo XXI: del
fuego, la luz y la guerra"

AUTOR:
ORIÓN DE PANTHOSEAS-®
ISBN y Depósitos Legales correspondientes que amparan la autoría del presente contenido ante el Registro
General de la Propiedad Intelectual de España: 00/2010/5167; 00/2008/4655; 00/2009/2897; 00/2010/495;
00/2010/494; 00/2010/5166; 00-2009-3494; 01-2013-1924; IBSN-84-8132-044-7; IBSN-84-86064-02-3;
00/2006/3015; 00/2006/3016; 00/2003/8523; 00/2006/3017; 00/2007/4893; 00/2008/4654; 00/2009/1390;
00/2010/1062; 00/2010/2592; 00/2010/5168; 00/2011/1698; 00/2011/6199: 01/2013/1223; 01/2015/465.
PRIMERAS CRÓNICAS
CAPÍTULO I
SOMBRAS

… muertas las calles,


lejanos rumores,
azotados los árboles;
… y en el ambiente sombrío,
piensa el hombre
que tras el cielo nublado,
Tú no existes, oh Dios mío.

PAISAJE

… hay frío,
y, en el inmenso campo,
los tallos tiemblan,
las flores se estremecen;

… hay lucha
y el alma vibra aquí;
… reina el silencio en la estancia,
y, en el aire, una pena.

AYER

… sé que ayer pasó desnudo;


sé que ayer
pasó como los días
de que huyo:
pasó, dejando entre mi vida,
un rincón
escéptico y oscuro.

AÑORANZA

… un árbol:
la espera;
un río:
el camino;
el prado:
un paseo;
un beso:
la flor;
… ay, quién pudiera
bajo un árbol esperar,
junto a un río discurrir,
por un prado pasear,
y cortar esa flor
que espera bajo el árbol,
discurre junto al río
y pasea por el prado
con sólo un beso de amor que no es beso ni es delito,
es
un sueño delicado.

TODOS

… sembrando;
yo llevo mi destino
prematuro entre las manos;
… pensando;
asido tras la idea
forjada en la experiencia
de los años;
… muriendo;
lentamente con los días,
lentamente con su tiempo;
la estela de mi vida
voy siguiendo
veloz y ciegamente.

IGNORADA

… ni es la noche tu pelo
ni son tus ojos el mar;
… ay que no sé lo que tienes,
ay que no sé qué será.

ORACIÓN POR UN AMIGO

… sufra yo el oprobio de la ira,


instruya soledad, convoque piedras,
busquen cruces mis rodillas
y coma el último mendrugo de las mesas;
… quédense mis ojos entre espinas y asperezas
y mi alma en un abismo tras trágica derrota,
si con ello en paz yo te dejara, siguiendo tu camino,
oh mi fiel compañero,
oh amigo.
ADIVINANDO EL AMOR

… el amor
es algo incomprendido:
una llama,
un vacío;

nadie sabe por qué es


ni tampoco por qué ha sido;

llega y pasa como el tiempo,


y las huellas de su paso
son las huellas del olvido.

LA HE PERDIDO

[¿… que la he perdido? – me pregunté y me pregunté]

… me enteré de golpe y de golpe me absorbió el vacío, y mi alma a oscuras,


- girando atormentada sobre el pecho de su muerte -
lo ha incendiado y saqueado junto al hierro que lo acosa y lo destruye;
… y aquí estoy, perseguido y loco, y consciente y lúcido, intentando eludir la efigie
de su imagen y no puedo;
el amor fue puro, y ahora, por su llaga/herrumbre,
- hiriendo y descuajando -
con pureza suelta esquirlas cual letales filos de dagas y cuchillos;
… la aspiro, voy y vengo, la pienso y sueño, la nombro y llamo,
la llamo, la llamo y la vuelvo a llamar y ella tenuemente aparece y flota,
pisa el umbral del alma
y se va;
… es muy tarde, y, a lo lejos, sin cesar, pasan y pasan trenes y más trenes;
y aunque es verano y la noche es llama ingente con mil enjambres de esencias balsameras,
aquí es invierno puro, es terrible, y es el fin;
… la he perdido, la he perdido.

BUSCO UN SITIO

… en medio de los mares


de los vicios,
voy navegando sin rumbo, solitario, oculto;
… no entiendo qué es amor
ni qué es delito;
…no sé;
la vida me ha negado
sólo un sitio,
y, ése,
es el lugar que yo busco.

TIERRA

… allí donde las formas


describen la belleza;
allí donde los hombres
encuentran su placer;
allí, amigos,
el alma se desploma
y los ojos se dilatan para ver la pura fantasía de un suspiro,
que es, tan sólo,
un puñado de tierra sin cocer.

INMORTALIDAD

… si los ríos marchan


y los árboles se mueren;
si las nubes pasan
y en sí se desvanecen;
si las aves emigran
y no vuelven;
dime, pues, que las almas marchan
pero no desaparecen;
dímelo, amigo, dímelo.

DÍAS

… hay días crueles,


días aciagos,
días en que el hombre lucha
y es vencido
sin reparos;
… hay días tristes,
días amargos,
días en que el alma calla
temerosa de otro estrago;
… y no sé,
no sé por qué estos días existen,
por qué llegan y se marchan
dejando despiadada
huella de su paso;
… no sé;
se viven con desprecio,
nostálgicos acaso;
… ay, ay esos días
que en nosotros dejan algo.
AMOR

… el mar te llama
ola azul;
la luna te llama
brisa;
rocío
te llama el prado
y senda
el monte perdido;
¿ …y los aires ?
… en los aires lo he dejado
suspendido;
ellos te llaman
misterio;
[… eres algo incomprendido]

CAPÍTULO II
EL PASO DEL TIEMPO

… han caído al suelo ya las hojas,


las noches llegan frías y los vientos, entre rendijas y grietas,
dan principio a los silbidos hirientes e inhumanos
del invierno;
… se ha marchado la cigüeña, se ha hecho vieja,
y sintiendo el paso de los meses
ha dejado el pico de la iglesia;
… esta mañana he sentido unos ojos junto al cielo
que miraban con fatiga la marcha lenta, perdida,
de las nubes en lo eterno;
… me senté junto al camino
y el cansancio fue diciendo:
no te aflijas, pues, amigo,
yo soy la muerte y el tiempo.

… oigo el vuelo de las aves al cántico del alba;


siento la brisa lejana deslizarse por el río
y crujir en el plantío por la tarde,
ya al caer;
… veo la luna sedienta
queriendo beber los mares,
pero ¿ y los pozos, y las fuentes ?
sólo atisba claridades que, en discordia con las sombras,
crea al alma sus ingentes fantasías;
… ciertamente el vestigio de los días me persigue
y el recuerdo me desgarra;
con vehemencia me preguntan y preguntan qué eres tú:
¿ vuelo, brisa, luna… ?
no sé;
... pero envolviéndolo todo, aunque eres algo que ignoro,
pienso siempre que eres tú.
.
ALGO DIFERENTE

… hoy me duelo y no sé lo qué me duele;


en mi cuerpo no encuentro la llaga que me ofende;
es un dolor lejano,
pero sé que está muy cerca
porque siento sus latidos
monótonos y agudos,
sarcásticos e hirientes;
lo busco con mis dedos y no acierto,
no sé dónde;
… llevo mis manos al fin
en torno de la frente y, entonces, pensando, digo:
no, este dolor no es dolor, es inhumano,
esto es algo diferente.

QUIÉN PUDIERA

… quién pudiera escribir


unas palabras nada más
y decir con ellas algo:
que fueran punta de lanza,
que fueran filo de espada,
que llegasen, no sé a dónde,
hasta los fondos del alma…
¡ … quién, quién pudiera !

NOSTALGIA JUVENIL
(sueño azul)

… que lleguen primaveras


con retraso;
que las fuentes
no manen cristalinas;
que los pájaros
no alegren las riberas
y las noches de verano
sean tétricas y oscuras…
… oh Señor, yo te pido
que alejes primaveras,
que no manen las fuentes,
que no trinen los pájaros
y las noches oscuras de verano
sean eternas,
sin con ello detuviera un solo instante
mi dulce juventud,
sueño amante,
sueño azul.
FIESTA NOCTURNA

… lámparas pendientes
del abismo
sostienen claridades
envueltas en músicas y cantos
de coros celestiales;
… un brindis y una copa,
un baile y un requiebro,
un suspiro y un deseo…
vaguedades confusas
de sensibles devaneos;
… luces en ventanas, jardín de juegos,
voz de arrullos pendencieros;
luna falsa de ajetreos entre los cortos eclipses:
tiene envidia
y tiene celos;
… el río, las hojas, la brisa;
… son el romance de amor
de un paseo mientras dura
la partida;
… en el salón hay palabras,
ocasiones y miradas
fundidas en el ritmo
de notas y canciones;
… es tarde
y ya la orquesta ha callado
y el salón se ha dormido
en ecos de la noche:
sólo está movido,
mesas, butacas, sillones
fuera de su sitio;
… lo demás fue un pasado que no existe,
que estuvo preso y unido
entre bailes, juegos, músicas y eclipses.

A UNA HOJA DESPRENDIDA

… hoja, el verte,
no sé qué me recuerdas,
no sé si una vida o la muerte, pero es suficiente al verte
para comprender el paso
que entre perfumes y leyendas viejas
marca el hombre;
… tú viviste en el árbol de tu cuna,
alumbraste hermosura en la ribera,
en el monte, en el plantío,
y, allí mismo, diste sombra;
[… maltratada por el cierzo, por la escarcha
y también el aguacero,
asiéndote fuerte al tronco
que entonces te cobijó
de ser rota y, quizás, tal vez,
dominio de los fuegos;
… sin embargo guardas los dulces secretos
de los juegos con la brisa,
con luceros, con la luna,
con los pájaros que trinan,
testigo de enamorados
que confiados caminan]
… pasó el tiempo de esperanza
entre cierzos, entre pájaros y lunas;
fue el comienzo y huida
de lo que el mundo ha llamado
“corta vida”;
… me infundes grave tristeza
al yo proclamarte “vieja”,
al contemplarte amarilla,
al mostrarte volandera
que se agita;
… desgajada, y perdida de aquel mundo que era el árbol,
te has vuelto humilde despojo del madero que, al sentirte inerte y seca,
en un día del otoño
puso fin a tu asidero;
ahora te contemplo así, quieta,
sumida entre el polvo del camino
que me lleva,
y al llegar, tú, es posible que seas tierra;
… al pasar te he pisado,
y el gemido del crujir ha hecho que al sentir y mirar te viera,
y pensando en tu estado me mostraras,
el alcance de mi senda venidera.

HOMBRES VALIENTES

… este poema es de hacha, tierra y fuego,


para hombres valientes;
hombres que no entienden de mitades ni peligros,
hombres que instruyen las cosas burlando sus carencias,
de mentes claras y frente endurecida;
¡ … yo sé que forjan su experiencia, de arrugas y cansancios
con el pan inacabable del pasado, y que rompen el ritmo de los besos
al dulce canto de fuego y de pecado;
aman el sol y la lluvia, lloran y tiemblan, construyen y derriban;
¡ … oh Dios, que das hombres/pechos flor y sangre,
no cortes el don de su fertilidad;
… demasiados somos
para ser sostenidos por tan pocos.

TRAS LA TARDE INMENSA

… con la memoria puesta en negro;


con las manos y el alma
arañando el tiempo,
la mirada gris
y escaso aliento,
voy
tras la tarde que no acaba,
tras el último reflejo;
… voy mirando los altares
de la tierra y de los cielos,
voy hundiendo mis pies entre los fangos,
voy llorando,
voy muriendo.

VIAJERO POR ESPAÑA

… tierra caliente, corazones fríos, pies cansados hollando los caminos;


[“¿ … a dónde, adónde irá el viajero que huye ?
miradlo, lleva los labios secos del olvido”]
… la ciudad,
- inmensa feria de hombres -
le ofrece sus racimos de uvas negras;
pesa, pesa el corazón en los pechos jamás correspondidos,
y la sangre, angustiada en carreras sin finales,
se amontona por las venas y quema el alma
como el fuego al yunque que se aprieta;
[“… y todo, todo es masa que se no grita”.
¿ … adónde, adónde irá el viajero con el alma en su maleta ?
¿ … acaso en ella querrá dejarla para siempre ?
¡… qué importa !]
… pero no,
la llevará a cuestas y a costa de las brasas del aliento
y hundirá sus dedos en sudores de sus quemadas vísceras;
no, ni antes ni después se rendirá;
… miradlo, ahí, ahí va el viajero,
por España, con los labios secos del olvido.

ANALOGÍA

… oigo el sonido gris de la vida:


es la tristeza que clava su sello en mi alma sola;
… todo se convierte en polvo,
en un polvo de ideas, las del hombre que se quiebra
tan absorto en su derrota que hasta el amor, hasta el honor se rinde
y arrodilla en la penumbra;
… es misterio ingente la barca de este hombre a la deriva
e incierta su hora de llegada;
los puertos solos, las anclas levantadas,
y la vida apretando desde el pecho hasta la espalda;
…lo sé, lo sé:
hay puñales que sangre no derraman;
… voy cantando la canción desesperada de España
para terminar diciendo:
“no, aún no son los versos más tristes y duros de mi vida”

DESPERTAR

… he despertado cual zagal que revienta la noche al balar de sus carneros;


he sentido el rasguño de la luz que enciende mis rincones,
y me he encontrado despierto con mi mundo a ras del mundo
y el lamento helado del invierno;
… encontrar fe en los pasos es difícil
cuando el alma ha dormido y soñado tanto tiempo;
… y andaré,
que elevados picos fueron cetro de pies entumecidos
y el azote del silencio ha servido para armar y endurecer
corazones nuevos;
¡ … qué saben, qué saben los que nunca lloran !
si también la mieses pobres incendian los eriales
al borde de las grietas de la tierra si una gota de agua las germina
levantando sus brazos verticales;
… mi sueño ha terminado clavando en el olvido los recuerdos
y mi alma se agranda sin quebrarse para darme su mano largamente;
… quiero ponerme en pie y correr por el camino que, ahora,
tengo enfrente.

LA LUCHA

… recogeré las piedras que van cayendo


en mi tierra;
las iré cogiendo y sembrando
en mi alma desierta;
… yo encontraré los confines
del mundo de la guerra,
y una flor, en blanco y oro,
anunciará mis fronteras.

CASTILLA

… paso a paso,
rompiendo los zapatos en la tierra;
mirada tras mirada,
dejando las pupilas en la estepa;
su aridez
sube a la garganta seca,
y el aire lleva sal, silencio, y luces muertas.

FRENTE A LA GUERRA INJUSTA

¿… soldado ?
¿ tú has de ser el pan robado a la casa, el sol de cuajo arrancado,
la flor de invierno entre hierba roja y nidos de banderas ?
… antes de que el pecho abrase y tengas la garganta seca,
levanta la cabeza y piensa en mí, que soy tu hermano,
y en él;
los tres somos las armas y las manos, los tres,
los tres, soldado;
… pero ¿ serás tú al fin mi flor de invierno ?
… oh, no compañero, tú debes ser el hombre entre los hombres,
el yunque de otro mundo,
tú, tú serás rey de ti mismo si logras comprender que no serás la muerte,
que tú no serás, no serás soldado.

CAPÍTULO III

ELEGÍA PARA UN TORO

… te he visto envanecerte, caer y herir la tierra con tu aliento;


te he visto rey con corona intacta y en cúmulo de fuerzas.
y me ha sorprendido tu orgullo, tu mirada indiferente;
… parecías la ley, el triunfo de una tierra secundaria;
… y qué poco dura la ilusión injusta;
se agota vorazmente como el simple olor de un pétalo de rosa;
… te ha tronchado el más fuerte sin la fuerza, te ha mentido,
te ha hecho describir la jugada en tablero diferente;
… toro,
la alegría es algo que se parte;
la has buscado cara a cara con la muerte
y te ha vencido porque ella, sabiamente, ya caminaba en rojo a tus espaldas;
…pero, mira, toro, duerme, duerme;
ya he oído el grito enorme de las gentes cuando caías
y tú ya no escuchabas;
había venido la alegría mientras tu sangre - en llanto y penitencia -
trepaba por la arena y la arena con ansia
la bebía;
… y ya no hay nada;
ya no eres toro, ni siquiera bestia;
eres la muerte atada a una cadena;
y te vas, te vas humillado y como siempre:
el cielo arriba,
la puerta enfrente.

NOCHE PARA UN AMIGO

… amigo,
yo quise vestir de luz el llanto de los días y quise dártelos a ti,
- mi único bastón de carne hecho alegría -
y ha venido a ser ceniza, polvo,
tierra que se esfuma;
… ay, ay si pudiera levantar el musgo de tu cara;
… pero duerme;
que ya no hay casas de aldea ni huertos, ni rastrojos,
ni hogueras en el prado ni juegos en la plaza,
ni aquella niña rubia ¿… te acuerdas ?
amigo, ya no hay nada;
te lo has llevado todo;
guarda, guarda y lleva eterna la mirada;
… hoy,
aquellos senderos entre zarzas son caminos de serpientes
que muerden los pies del viajero;
…y ahora, solo y aquí, golpeando en el asfalto,
la ciudad parece un cementerio de enormes panteones
con calles de silencio;
… amigo, casi estoy contigo;
poco a poco voy tomando el aire con que aliento
y hasta, a veces, creo que en mi carne ya no hay vida
sino el roce de los huesos;
… voy a tientas por la noche, persiguiendo su misterio;
me quedo contigo, amigo, y aquí mismo, sobre el pecho,
hablaremos y hablaremos.

HOMENAJE A UNA NOCHE DE VERANO

… gracias, oh Dios,
por esta noche sin puntos cardinales,
de tierra caliente
y pechos inflamados;
… he visto las entrañas de los seres
hirviendo y cantando amor por un instante en el mundo;
todo, todo parecía amor;
… mas sé
que he de curtir mis manos y mi alma
con luchas de hombres y besos de mujer,
y que los cálices tronchados,
serán el holocausto a un nuevo amanecer;
… siempre amanecer, siempre, como una ronda de sangre sin final;
…morir es amar.

SE OÍA UN LAMENTO

… se oía un lamento tenue, delicado,


como eco incontenido de tristeza infinita,
como soplo del cielo que doliese a las nubes,
como rumor incierto, como un susurro tímido;

¿ … de dónde ese son vendrá ?


¿ será el llanto de la noche sobre una violeta ?
¿ el gemido sutil de los olmos que piensan ?
¿ o, acaso, sea mi alma que en el éter llora ?
… una huella en el aire,
un siseo lábil,
un viento,
una queja.

HOY ABRAZO EL TIEMPO

… hoy abrazo el tiempo a manos llenas


y de él bebo lentamente hasta saciarme
cual mar sin fondos cuajado de lunas estivales;
… mañana lloraré,
pues he visto las hiedras arrastrarse tras los muros
buscando la otra cara del sol;
tendré a media asta la sonrisa eludiendo el tiempo que me araña,
taparé sus brechas de aterido barro echando tierra
a los ojos que lo ignoran;
… sí, sé que lloraré,
que mis lágrimas caerán sobre unos pómulos blancos
y lejanos a la sangre que me ahoga,
sobre las palmas de unas manos que muestran un hueso de batalla;
… seré, seré bajo mi llanto
caperuza raída por vientos y por lluvia;
no habrá signo de evasión:
caeré abrazado a este ayer cuando deje de darme su alimento.

A MI LADO

… hay en el mundo silencios de presagio;


los mudos dientes mascando tierra convierten en polvo
ilusiones y quimeras;
… un escalofrío recorre un meridiano
y un grito se pierde en lejanía;
¿ no hay y no habrá esperanza ?
¿ es que formará parte del barro y todo será barro ?
… y nace la aclamación,
y los brazos en cruz, y las lágrimas cual sangre blanca;
… por eso hoy querido una tarde de troncos inclinados
y aguas transparentes;
he querido olvidarme de la esfera y contar uno a uno los íntimos minutos
con las piedras;
¡ … oh álamos blancos y atrevidas hiedras,
oh pájaros con nidos en la hierba,
cómo, cómo apretáis el símbolo de vida en la existencia !
… rezaré mañana por vosotros,
hoy,
huésped soy de la materia.

DIOS EN EL HORIZONTE

… la vida a la espalda,
Dios en el horizonte y yo hacia el horizonte;
mis rodillas se doblan hasta dejar dos huellas en la tierra
mientras voy hacia lo último para enfrentar mis huesos
con la muerte;
… y camino, y tengo sed y la sed es mi fatiga,
y hasta se tornan grises los zapatos en la marcha;
cómo, cómo oprimen y revelan su cansancio
trabándome los pies que van al otro lado;
¿ … no llegaré ?
¿ no he de juntar las ansias con el triunfo ?
… he de llegar para encontrar la piedra que me parta
al filo de su corte,
oculto manantial en el luto de las almas,
roca inmóvil e invisible con la frente extendida hacia mi frente,
roca de promisión,
pedernal en busca de mis ocultos y feroces fuegos;
… yo voy al horizonte con una duda clavada en lo posible,
con las sienes sangrando con un sudor que siempre será sangre;
pero la sangre está cuajada, absorta en el hueso que derrota,
hueso que, al final,
será rebelde linchado a su llegada.

ENTRE EL TIEMPO Y EL AIRE

… cuántos besos y suspiros


se esconden entre el tiempo
y entre el aire;

…cómo pasan y se pierden


ocultando mil pasiones
a la par;

… cómo flotan en el alma


de la vida,
cómo nacen cada día,
cómo mueren sin cesar.

A DIOS POR UNA MUJER

… dame su alma,
dame su cuerpo sin alma,
dame la mujer,
dámela;
… déjame en ella el odio y la lujuria
y en sus ojos una lágrima;
… déjame, déjame algo de mujer
que no busque del hombre
el zarpazo de la vida,
el único sentido:
la tierra humedecida;
… sin la mujer no hay nada,
acaso, una mentira;
… yo busco a la que arrase mis caminos
y lleve mis cosechas en las manos;
con ella fundaré mi dinastía de agua y fuego, de fuego y agua en mí,
dámela, dámela.

TE ESTOY ESPERANDO

… todos tus caminos confluyen en mí,


en mí, que soy tu fin:
el muro del abrazo, la playa, el rompeolas y el océano;
… vienes desde el infinito al compás del aire,
y traes el corazón ardiente de soles y de fríos;
vienes cantando entre el mundo el himno trepidante que conoces:
el himno del amor;
… me encontrarás aquí, y tú quemarás mi pecho y yo abrasaré tu alma,
y, cada día que muera, será con horizontes de púrpura
y de fuego;
… vendrán amaneceres de túnicas rosadas,
y el puente de la aurora será el eterno broche
tras las horas tristes, solas y ansiadas;
… sí, amor,
vendrán inmensidades sin cielos y sin fondos:
¿ cuál si no tu sonrisa, tu beso, tu mirada ?
…la vida, pues, será de inmensidades;
…mis manos con tus manos,
mi cara con tu cara;
y así,
en un concierto de vida,
tú quemarás mi pecho y yo abrasaré tu alma.

TIEMPO SIN TIEMPO

… la tuve como un mito entre mis manos y mi pecho


y aún no comprendía los pasmosos brillos de su espíritu y su vida;
dilapidé sus lágrimas y risas, su esperanza, su cántico y triunfo,
su pequeña juventud,
su ser entero;
… yo ignoraba el vacío de su ausencia,
y, al surgir, la diminuta ciudad se tornó desnuda, brutal e ingente,
al sentirla latir por la memoria como el aguijón perenne y fino de una dulce y leve mariposa;
... qué horrible soledad, tras el único oasis del recuerdo y la drástica ilusión por su regreso,
pues todo, todo está inconcluso y roto, todo, todo está perdido sin ella;
y cuando miro el mundo no es el mundo,
y entonces, vestido de hombre, soy el gusano que se arrastra, vacilante,
buscando el fragor terrible de un silencio a ultranza, frenético y oscuro;
… ése, ése soy,
el que oculta su amor bajo una mueca seca y dura,
el que desesperadamente ansía beber y beber los ecos que le llegan, lo acucian y lo matan:
el resplandor de su imagen,
la luz de su presencia
su voz, su sol,
su lluvia.

VOLVER

… pedí tu vuelta con ojos de niño, brotándome lágrimas calientes;


¿ … dónde está el amor ? - me dije - ;
… pensé – y a veces pienso - que en ráfagas de humo,
de humo y sólo humo,
y que me cegó porque mis ojos aún no eran sino espejos,
porque quizá no supe mirar las cosas de los hombres,
o porque tal vez tu sol era muy fuerte..
… hoy te llamo para enfrentarme a ti
y vencerte, para ser derrotada por mi boca
cuando entiben mis manos tus caderas
y tu columna de vida
sea custodia de mis dedos;
¡ … triunfo, gloria !
no;
sólo te tendré fundida con mis lágrimas y risas
y ambos cansados por el supremo esfuerzo de este instante;
… amor, estoy aquí, mirando tu regreso increíble,
tus pequeños pies llegando, tus manos de aire extendidas,
tu cuerpo que tiembla, tu voz que no sale; ¿ ves, amor ?
aún las golondrinas no se han ido.

AL REGRESO

… me has hallado entre las cruces,


de nuevo, como en los viejos tiempos,
y has abierto el caudal de mi vida a manos llenas,
haciendo brotar la virtud de lo sublime;
… no habrá soles que naciendo por el Este
consigan detenerme en mi camino;
… amor,
están en sombra los cirios del pasado;
guardémosles un pésame en silencio;
… yo te oprimo con ansia contenida,
con un grito tronchado en la garganta,
con cien lágrimas rodándome en el pecho;
… sí,
estaré contigo y quemaré mi aliento con tu aliento,
no quedemos atrás,
hoy el tiempo aprieta en el camino.

SUEÑOS
.. he soñado arrebatarte del destino, arrancarte de cuajo del camino
y ya, ardiendo entre mis besos,
derretirte poco a poco como un cirio;
… he soñado que eras viento
ululante y sin sentido,
y yo quise ser veleta
y quejarme en su chirrido;
he soñado que eras ola,
sangre, pasión y rocío…
… pero nunca llegaré a soñar
que todo, todo,
lo he perdido.

EN TU AMOR

… amarte
es mi pan blanco y negro;
perderte,
la última reliquia de mi alma y vida;
…ando con tu aliento entre mi aliento,
con tu mirada en la mía,
y no podrán arrancarme de las manos tu amor
ni las cruces ni la muerte;
seré estatua fija
sin tiempos ni religiones;
seré polvo sin espacio en el espacio perdido,
o risa, o lamento, o nada;
… pero siempre, siempre,
seré algo que te invoca, te sueña y ama.

NO NACE MI AMOR

… no nace mi amor de ver


tus profundos senos desnudos,
la luna reflejada en tus muslos de largura infinita,
tus labios entreabiertos,
tu pelo hecho viento;
… no me tienta el ansia
del hombre que se rompe
ni el trágico festín del pan hecho migajas;
… mi amor descansa sobre el soplo intemporal con que te vivo:
un beso, una lágrima.

HA SIDO ESTA TARDE

… rosas frías,
hoy, clavada, ha muerto la tarde en un cielo cobarde;
y todo se lo ha llevado, todo:
la dicha, el amor, el hombre;
… hoy queda la muerte tras la bruma
y no puedo arrancarla de sus carnes de nácar,
no, no puedo tocarla, no puedo;
… sangre llevo en las palmas de las manos
a roces de mi súplica;
y oigo gemir: “… lo siento, lo siento”;
lo dicen los latidos de mi cuerpo cual maderos rotos,
cual poder salvaje, cual sal echada al viento;
y lo he vivido solo,
navegando a la deriva tras los muertos, queriendo asirla
más allá y acá del pensamiento;
… hoy lo he aprendido al quebrarse la antorcha
de mis días en un rumor de huesos,
en una marcha lenta,
en un beso seco;
… rosas frías,
qué ingente y duro es el invierno.

===

TÍTULO : “ABRIR Y CERRAR LA VIDA”


[… dedico especialmente este libro a todos aquéllos
que padecieron la dictadura franquista: 1936 - 1975]

CAPÍTULO I

ABRIR LA VIDA

… cuando abrí la vida murieron dos pájaros,


cayó pronto la noche,
y un escalofrío dejó en el huerto
más bellos los jacintos;

… en el huerto vivo descubrí la muerte,


y lloraron dos niños
al beber
la luna
el agua de sus pozos;
… el pozo de la luna estaba seco,
y el fondo de mi huerto y el fondo de las sombras,
el fondo, el fondo, el fondo de mi vida;

… sólo los jacintos seguían bellos,


sólo la tarde,
sólo dos palomas tiradas por el suelo.

NUESTROS BESOS YA NO MORIRÁN

… no,
nuestros besos ya no morirán;

… de las tardes quemadas


no quedó más que oliente ceniza, más que oliente pobreza,
y, entre toda la angustia, yo recuerdo tus labios, amor,
porque nuestros labios aún servían para algo;

… era
cuando día a día
nos temblaban repletos de heroísmo y tristeza,
pues nuestros besos eran lo que no querían llevarse:
el dolor;
[... nos besábamos dolorosamente frente a la España nuestra]
… nos besábamos, amor, para vivir;
… amor, amor, para que algo viviera.

JILGUEROS POR EL RÍO

… nos despierta el rumor del agua


cuando cierva en celo es la mañana sobre el puntal ardiendo
de los chopos;
… danza y bulle tu cabello como trigal maduro
y el viento se orilla en él, se incendia y arrebata;
… trinan jilgueros y fuerzas de sol cubren tu pecho
de olivar y púrpura, y también de amor, y de alondra mía, de alma;
[... España está de romería y yo, en tanto, con mi celo ibero y celtibero,
aquí, en la orilla, animal salvaje dueño del recinto,
territorio del río]
… y qué suspiro el tuyo y qué canción la mía
en
di
lu
vio
de
vida
y
sed
a nuestro cuerpo esencial;
¡… ha temblado España, y el mundo, tu piel y ser han temblado !
… y de nuevo trinan jilgueros por el río.

PARA VIVIR

… te observo como un dios que irrumpiera


en la estancia pura,
y cual atardecer ardiendo, acercándote a mi corazón,
puediera acceder al verdor sublime
de tus ojos;
[… sí, para vivir la exquisita calma de la noche,
te estoy llamando;
… lo hago cuando todo muere y nace,
te llamo ahora, amada mía, mía y compañera,
para hacer más grande el susurro que en mi sangre te guarda y nombra,
para incendiar la vida y saber que eres esencial y cierta como el sol por la tierra]
… ningún poder podrá negarte porque te siento cantando entre la risa,
golpeando al viento como tambor de luz y fiesta;
… en ti me crezco y me destruyo, me asombro, me derramo y paralizo la sangre;
ah, te oigo y eres tú, pertenezco a la vida;
[… y, sin embargo, tu odio y mi odio, la venganza y la ira, el león y el oryx]
oh amor, oh amor, por qué no contemplar el signo con que a veces se exhibe
tan sólo la alegría;
por qué no amor, por qué no, por qué no…

AMNESIA

… ven, amada, a sostener el dolor


antes que las pléyades, furiosas, nos dejen ciegos y yermo el tiempo,
sin horas ni memoria;
toca mi pecho y guardemos silencio hasta que los ojos y la sangre
de nuevo nos descubran;
… hemos amado con desesperación la vida
y las pequeñas cosas que encarecen el aire
por amarlas;
… lo humano y lo divino,
¿ habrán de morir aquí,
tras esta apoplejía momentánea ?
porque ¿ acaso no es digno llevar el sol apagado entre las manos
y sentir frío, y pena,
y una sensación de no saber cómo encenderlo ?
… a pecho abierto es natural mi llanto con tu llanto;
[nuestras tiernas violetas, oh amor, han sido atacadas sin más en la pradera]
… ven, ven amada mía,
y quedemos un rato sin patrias, sin cruces ni banderas.

MI AMOR VIAJERO

… mi amor florece en este tren expreso de la tarde;


mi amor y tu imagen entre nieve y sol, vivos,
por las colinas;
y sorda y lentamente nuestros ojos más allá del cristal,
más allá de la luz, y más allá del seco ser y sesgo duro de la noche;
¡ … y qué ofrecer la ciudad que espera
si no es desolación al claro son que traigo de trigos y memoria !
… eras así a las siete, exactamente a las siete en punto de la tarde:
mi fe, mi espíritu, mi fuerza;
… a las diez de la noche no te descubro, no logro verte, no logro alcanzarte;
a las doce te nombro, te nombro sólo y sólo puedo exhalar: te amo, te amo...

INTERPRETAR LA VIDA

… tu amor y nombre en la arena,


yo, corriente arriba;
por la montaña tus pies y tu voz,
yo, en la llanura;
la cruz de tu cintura por el aire,
yo, a ras de suelo;
… y mientras siembras soles y vientos y tormentas,
te observo así, callada, calladamente;
¿ … sabes ? interpretar la vida a hueso y dentellada
es hacer la luz y el fuego
y sublimar el agua;
… mientras, sólo vivir,
sólo vivir sin otro coste ni argumento.
ARENA SÍ, ARENA NO

… por debajo y encima de la piel,


tengo un poco de arena
doliéndome;
… tú no lo sabes
mientras juegas a tules y a muñecas;
tú, amor mío, vivirás o morirás cuando quieras conocerme
y encuentres sólo playa para un mar
que ya nadie recuerda;
… es un dolor vulgar, de hombre, con toda su importancia;
… aquí, aquí estoy con ropas prestadas, usadas, gastadas,
oliendo a junio y a amapola, a corazón y a trigo,
en medio de las eras, agitando las mieses;
… pero no se perderán, amor mío, ah, no se perderán,
aunque tú sigas jugando, veloz e inusitadamente, a tules y a muñecas.

MORIR O NO MORIR PARA VIVIR

… no, ya no volverán las tardes educadas


ni el color será un pálido infinito;
mirar la eternidad fue un momento, un desafío,
una estocada cruel a tu frente limpia de moza y de doncella;
y no, no podré arrancar el odio de tu espera
y no podré con tu pasión;
… increíblemente, eres más bella cuando todo se te ha muerto,
con tus relojes yertos, parados en las venas;
…pero, si te dieras toda ¿ te olvidaría… ?
.. amo tu paz y tu dolor,
tu soledad que nace y muere cual lenta y oscura música;
… huelo aún tu rostro mojado y tu mirar de fuego,
tu aliento de amor y de vendimia;
.. te huelo y aún te reconozco:
vibras, eres mía.
INCENDIO

… al cénit del verano


mi vida fue un incendio cuando tú, viajera, te alejabas
con todos los presagios de tu alma en llamas;
… bajé a la playa para ahuyentar las sombras y la muerte,
para ser natural y dar al pecho esa lágrima viva
que anega el ser y embriaga lo sentidos ;
[… y fue la playa el gran cementerio de promesa rota,
un desgarro arrebatado y capital del mundo,
agitado y turbio ángel
surgido del pasmo de las sombras;
y mercenario dios fue el mar, oh amor, al que oí tu nombre
confundido en sordo deambular de algas y de conchas]
¡ … ah, qué abandono y desorden cuando todo arde y fluye
dudando y huyendo en la memoria;
y cómo ocultar la muerte si la muerte va de prisa, se ensancha y mata,
y la vida nace y canta y no la reconoce !
¡… y a quién y qué ofrecer a cambio de verte plena y mía entonces
y tampoco querer reconocerte !
[… arco iris de fuego es la distancia;
amor, amor, como siempre fue y es, ahora, que estás tan lejos,
tanto y tanto y tan definitivamente]

DESEO

… el fuego
y la plata
besan sus anillos
en esta ceremonia
de la tarde;
… se queman los cirios, y el alma,
y nunca, nadie, saldrá a recuperarlos
porque es grande la pasión y grande la incultura de la sangre,
y no abundan oropeles cuando sólo ofician la carne y el aliento
y de nuevo la arena, o el río,
y un muro irremediable en medio de la vida;
… pájaros de sal y fuego se nutren del deseo
y de nuevo la tierra se agrieta y se calienta;
[… y otra vez los odres se quedarán sin vino,
otra vez,
una más para ser
y no morir nunca, nunca,
en poco tiempo]

PRÓLOGO DEL BESO

… aún recuerdo las tapias caídas,


y el temblor de mi ser al tocarte,
la fragancia del pan amasado en la casa y aquella niebla levantando el rocío del prado,
declarando el sol;
… te lo digo esta tarde de bruma marina, celeste y escarlata,
para que sepas que aún soy reconocible cuando nada sospechas
y no puedo besarte;
… ahora, en este instante,
sin una gota de lascivia en mi boca.

DERROTA

… hoy abrazo tu amor degollado,


tu amor abierto a tajos, tu amor de caña
desmembrado por mi legión de hoces asesinas;
… hoy te contemplo pura y plena, muerta y viva,
rebosando triunfos en este final de mi trágica derrota;
porque me has derrotado con el humilde despojo de tu amor vencido,
roto, bajo esta gigantesca lágrima de luto;
… me abrazo a ti y abrazo tu amor yacente,
y sobre el último beso, de sabor marchito,
derramo esta herencia de lágrimas y rosas.

CAPÍTULO II
DAR FE

… cómo dar fe y memoria de días y noches,


de la luz vivida y de la niebla;
[...allí, en las cárcavas del cielo,
allí anida la memoria que a mí me duele tanto]
… hace, pues, frío en las muertes pero no en la alegría,
y son bellos la rosa y el jacinto,
pero el tiempo es juez de la belleza
y juez de la alegría;
… deberíamos abrir un vuelo incontenible en busca de amigos y enemigos
y sembrar, en pequeños mundos,
un trozo de esperanza solamente;
… solamente para dar fe
y no morir.

CRÍTICA PERSONAL DE UN DÍA

… la ira juega a puños y a cuchillos


y anda Dios resignado en las esquinas;
cantan los jilgueros en esta primavera y aparecen muertos,
clavados en la espina del zarzal;
el llano jornalero se sorprende, muge la vaca flaca, se arrodilla el ternero,
la mañana limpia se recorta y vende, y la tarde,
y el sueño de los niños con sus noches;
… puse en mi mano un puñado de creencias y se las han comido
el egoísmo de Europa, el petróleo de Arabia y el capital de América;
… y tal vez suceda esto porque yo sea indolente jilguero de la tarde aún cantando;
¿ debiera tal vez certificar mi vida y darle dirección,
o quizás ser calle y pueblo y callar y callar
entre el tiemblo de flores asustadas ?
… ah, sólo, sólo las fuerzas de vida intuyen cuánto pueden el poso y los instantes de este tiempo y hor
sólo, sólo ellas y tan sólo así, rígida y exclusivamente.

POEMA INCONCRETO

… poesía es fuego vivo, todos los fuegos,


y mi corazón en libertad buscándolos
cual ave ilusionada por subir,
tocar y arrebatar
el sol;

… hay necesidad de alas y de olvidos,


de ser pájaro y cantar un solo día,
uno sólo,
una vez.

TRISTEZA

… la tristeza es un hombre solo frente a un abismo ingente


adonde la sonda del alma
nunca llega;
… la tristeza son las cosas deformes
o deformes por reales, es algo en los ojos,
o tal vez cuanto esta noche no pueda decir a nadie;
… contemplo la aureola oscura del océano
y por ella, invicto, voy errante;
hoy sé que tengo naves sin velas
y puertos sin faro y sin atraques;
[… el barco y la gaviota
sin nadie a bordo:
un graznido, dos graznidos…,
y sólo yo los oigo y los comprendo]

MI PECADOR Y YO

… me sorprendió
la silueta perfecta de la noche;
yo de romería
y ella a mi encuentro;
venía vestida de pureza y no quise tocarla;
me fui cantando;

… y contra el resplandor con que el mundo se incendia y es,


la sed de un grito hondo venía partido
por un dolor de sol;

… cantaron los gallos,


reían;
doblaron campanas,
reían;
lloró el firmamento,
lloraba;
… y yo ante el mar sin Dios, sin amor, sin alba;
rielaba la luna;
la luna se moría.

REBELIÓN IMPERFECTA

… todos
éramos
de barro
y queríamos
matarnos mutuamente;

… un día
se rebeló la arcilla
y no
encontramos
nada
dentro;

[…y rotos, por el suelo,


aún seguimos mirando en el desastre]

.. al venir el día,
nos prestamos trozos de noche y de rocío.

CENITAL

… entre perder y no querer perder


y al fin
perder;
entre ése pequeño caos por vivir
- nudo de Dios y de gargantas,
murmullo de hoces y de cañas –
un clarín
me pide ser profundo
hoy,
- y ahora -
para no morir.

AYER, A LO LARGO DEL MUELLE


.. él venía
de la mar, yo del despacho;
él me apostó por Marx,
yo le aposté por Cristo;

… y hablamos de la pesca,
de La bolsa,
del precio del pan y del tabaco;
[… y con celo callamos la hermosura
de que nada marchara en medio de nosotros]

… y mientras las gaviotas giraban y buscaban en lo alto


el refugio
del sol,
ambos silbamos canciones diferentes a lo largo del muelle;

… fue ayer con mi amigo,


mi amigo de siempre y para siempre.

HOY

… estoy ceñido a la España real y rigurosa,


a la España dura, a la España del júbilo en el llanto;
…mi corazón son labios temblorosos que cantan
cuando el sol
se parte en mil pedazos,
y aquella España, total e invertebrada,
acusa su penumbra tras un dolor callado y bendecido;
… yo vengo
a la luz que se me escapa,
a la última alegría,
a la palabra última;
… cantar no puede ser marchito
cuando tanta canción se pudre en las gargantas;
… y aunque deba y deba llorar aún, seguiré, seguiré cantando.

VIAJE A ANDALUCÍA
… al país del sol y los olivos
fui a buscar la luz de los obreros;
… caía julio sin trigales y sin piedad el sol
haciendo más grandes la sed y el latifundio;
y allí, bajo mis pies, sin reloj ni calendario,
el país del duelo y la paciencia gemía hirviendo a la una de la tarde;
por la explanada ardiente: un rumor a imperio comido por hormigas,
y un recuerdo, y una historia al rojo vivo,
y mi corazón también ardiendo;
… soñar que hay Dios y hombres y leyes con justicia
y no panes amargos;
soñar que hay democracias y repúblicas más arriba y abajo del mundo,
es creer que allí, en el país vestal del sol, entre avellanos y olivos
la muerte no estuvo nunca;
[… sobre las ruedas del taxi fui bebiéndome la luz del sur;
festín de amor fue aquel trayecto, hondo y ronco,
en la voz del conductor]
… compañero ¿ no fuiste a buscar la luz… ?
¿ dime, qué trajiste, compañero ?
“… un sabor a tristeza ingente,
unos papeles negros y el sorbo frío y desalado de una huelga”.

AIRE

…reinos de vida por la columna vertebral


del aire;
… decir “quiero ser libre”
y despojar al vecino de piel y libertad,
privar por privación y entonar el canto del “yo por mí sin ti”
aludiendo a Dios, al diablo o a las armas… ¿ qué es… ?
… ciudadanos de esta tierra extraña, compañeros de dolor,
ah, ya no nos vale la historia para tanta histeria,
ya no hay otra redención que la Verdad habida
y no otra que la de “Todo en todo”;
… si andar libre fuera cosa de Dios, de diablos o de armas,
¿ podríamos aspirar al aire y andar por él como luz natural, podríamos ?
pues ¿ quién podrá brillar sin aquella piedra blanca de la vida, quién… ?

CAPÍTULO III
CONDICIONAL DE ALEGRÍA

… si cada día pudiera estrenar


la vida
y sentir esa paz honda y clara
del alma pura;
si pudiera abrir mi cuerpo y bañarlo
en sol;
ah, si por algo pudiera comprar una esperanza,
si lograra vivir…
… si pudiera, aún tendría al tiempo por amigo
e ir a la batalla, morir contento,
y marchar y marchar mientras el último clarín, en enorme estruendo,
declarase invicto un rayo de alegría.

JUGADA INÉDITA

… es un momento urgente de mi vida,


cruce de luz y de tinieblas, hora sinovial y exacta
de romper o consagrar el diálogo atroz con la conciencia;
¿ … habéis sentido el vértigo, el dolor, el júbilo y la ira en combate a muerte ?
¿ y a dónde ir cuando todo se hiende y se consuma,
o cómo dar razón y posesión a este vendaval del ser
que irrumpe como un dios ciego que descuaja el corazón ?
¿ y de qué, de qué dispongo para hacer por nuestras vidas algo
que dé luz y abrigue ?
[… si soy del mundo parte, no conozco la parte en su total
ni si he vivido o aún tengo que vivir]
… es un momento total y urgente de mi vida;
en él invoco la verdad, pero la verdad me huye y me provoca,
me atormenta y ciega.

MIS GENTES
[España: Dictadura 1936 - 1975]

… tañen las campanas;


no hay gritos en la aldea y no es fiesta
ni ha llegado nadie ni nada, como siempre;
tañen en mi corazón, tañen sobre la piedra;
… nadie será ajusticiado hoy, nadie,
ya no es necesario, sólo tañen;
las oigo como un doblaje que, ahora,
me parece no haber cesado nunca,
¿ … desde cuándo ?
… mis gentes las oyen en tres fechas al año
y vuelven a la brega como con vagos recuerdos
de charlas de otros tiempos;
… mis gentes ya no sufren,
y labran campos por ver ponerse el sol rojo de ira
o rojo a costa de sus sangre;
… mis gentes apenas van a misa, apenas se reúnen, apenas cantan,
mis gentes se miran en silencio;
… mis gentes, cuando preguntan, dicen:
“…oiga, señor ¿ podemos recordar los nombres de los muertos ?

LAS PÉRDIDAS

…todo voló con fulgor y sed sobre mi alma


y busqué ver
las cosas más humildes:
la luz, la mesa, las paredes, el pan elemental,
y allí estaban;
… con pudor recogí mi cuerpo
por tanta despedida,
y un sabor, a querer vivir,
le dio piedad y amor a mi existencia.

EPISTOLARIO

…si pudiera, amigo, cada vez que caigo roto,


volver
y regresar intacto;
si lograra sentir aún el dolor de la caída,
tenerlo, sentirlo y dominarlo…
… cuánto he perdido en la andadura
mientras se alarga la vida para sólo ser hombre, sólo;
… pero al llevar a espaldas todo lo perdido,
encuentro a menudo, oh salvación mía,
un grano de mostaza, aquél que yo ignoraba
y me estaba construyendo;
… por tanto ¿ por qué llegar a la blasfemia,
si a la larga mi lengua llega al canto entre hebras y remiendos,
entre panes amargos que en cada caída me elaboran ?
… no, no es misterioso caer,
ni tampoco el grito que, sin ejes ni contornos,
hoy, definitivamente, me impulsa y autoriza hacia la vida.

¿dónde LA VERDAD ?

…ah, la Verdad;
con y a través de mis manos la he buscado a las doce de una fiesta
y a las cuatro y siete de la tarde;
… oh alegría amanecida,
que partiendo de un lodo miserable me derriba y rompe
buscándola;
… cuántas, cuántas veces mi cuerpo y yo cribamos y cribamos hojarasca
en busca de un don superviviente;
…mas nada, nada importa esta ósmosis de vida, nada,
si el alma en este impulso tiembla, con él se enciende y ardiendo resucita.

ASESINATO EN LAS FLORES

… hombres-flores llevaban flores propias al trabajo


y sus flores se ajaban y morían;
… ah, flor de hombre,
esplendor solar sobre frentes inocentes;
… cuánta codicia es usada sobre la fe del mundo
y qué sensación volver a casa
sin pecho, sin corazón, sin manos y sin alma;
… es el regreso del héroe
a un campo
sin panes y sin luces,
a un atardecer brutal y yermo, preñado de pálido infinito;
… en autobuses y en vagones de Metro,
cada tarde/noche son recogidos millones y millones de flores muertas;
… y es que sólo, sólo el dios y mártir soporta asesinatos.
EPITAFIO PARA EL SUEÑO

… cual maldición echada en tierra y propagada, silente siempre,


hay quien hace del sueño un rito o cántico de vida;
[¿…y qué ha de ser mejor,
dormir
la ignorancia,
vegetarla,
o ir y ahondar en la luz vestal que sube, incendia y ciega ?]
… sólo allí, donde la conciencia yace,
se retuercen las furias y canta la blasfemia un canto
sin Dios,
- sin esperanza -
por quien calla y duerme, por quienes viven y están ya muertos.

INTRANSCENDENCIA

… no, no me sirve el nombre ni blandas vestimentas ni duras amistades,


ni siquiera hablar por la costumbre sirve;
… una tranquila vaguada por donde nadie pase
o pasaron y no pasan;
una amplia vereda a cielo raso
y ser desconocido viajero del camino…
¡…qué más da !
… amo estas cosas sin historia,
llenas de olvidos virginales y de dolor de siglos
donde todo late, vive, y a sí mismo se apacienta;
… ser canto rodado o bien espiga llena,
que, después de todo, hay que crecer para llegar
y dar el justo peso del alma herida y sosegada;
… no hay simiente;
entre asfaltos duros hierven las ciudades comiendo golondrinas
y todo corazón que cae de los tejados;
… yo quiero una vaguada abierta con su lluvia,
y un cielo raso,
y un pequeño sol con que secarme;
[… pero no, nunca, nunca huiré de la ciudad]

MANIFIESTO DE LIBERTAD
… no sé si mi camisa es mía y la calle es de todos
o si brillan estrellas y podré mirarlas;

pero ¿ … será verdad que sólo podré tocar el trigo con las manos
para después serme cortadas… ?
¡… toda la vida, todo el año esperando…!

… los que están


han venido conmigo y me darán su fe y su fuerza,
y corazón necesario, y sus hambres con paz de valle, de páramo y arcilla;
[… y con alma tan prestada,
de quién, de quién será mi cuerpo…]

.. qué emoción y tristeza


ver sus almas desnudas, pudorosas y frías;
y qué ocasión para dar ropa nueva y una ley natural,
y un clarín, y una antorcha con que cegar al sol.

TENTACIÓN

… tienta, pues, dejar el camino y ser perecedero tras la paz y el agua viva,
tras un resplandor en los ojos, en la boca, en la piel;
… en las profundidades del alma busco mi señal de voces y aguas puras,
naturales, fatalmente desdobladas;
¡ … qué descuido éste, ser niño en pleno siglo veinte !
.. es mi trabajo incomprendido, mi propia sed abierta
hacia cauces más lejanos;
… pero acaso ya no sea elemental
y goce de mis fes perdidas,
o acaso esté aceptando algún elogio
guardado algún día sin padres ni motivos;
… cuando todo es vulnerado,
me hace bien pensar en lo posible y cruzar las manos
bajo un canto inmenso, atento y recogido,
un grito con que poder luchar.

CANTO GENERAL DE URGENCIA

…dar la vuelta del olvido, nacer a media vida


y beber hieles de repente;
saber que es otro el don de los amigos y no poder
y no querer tenerlo,
y andar aquí y allá en lucha con la luz que a diario nos deja entre la sombra,
es mirar los árboles de España esperando una flor, un verdor
después de tanto invierno;
… es duro el prisma de silencio por tanto mercader habido,
- de los que quieren serlo -
de un precio a fin de cuentas
sin saber quién va a pagarlo;
… yo ansío un campo libre, una verdad cada mañana,
y un pacto limpio de paz y amor con mi vecino;
… y todo he de arrancarlo a la memoria,
donde tanto y tanto amigo se muere y destruye con urgencia.

===

TESTIMONIO Y CELEBRACIÓN
GUERRA EN LA NOCHE VIVIENTE

[homenaje previo y especial a Federico García Lorca]

… al ritmo de los clarines, donde es divina la tarde,


los perros del odio suben al alma por sus umbrales;

… atardeceres de mimbre, rojos, de rosa y encaje,


llevan ardiendo la vida hacia una cumbre de sangre;

… en el lecho de la noche, sujeto por mil puñales,


a muertos juega la luna sin nombres ni funerales;

[… los perros ladran que ladran, las iras piden que ladren,
ubre de muerte es la arena, los gritos no son de nadie,
la vil guadaña del cierzo se chasca segando el aire;
clamores de lenguas frías, ebrios de rabia y de hambre,
corren por las alamedas del corazón tras matarle]

¡… Padre de las venas llenas, Madre de la luna amante,


el hijo que está en la guerra es hijo de dos Titanes
que templó su espada de oro con una luz de diamante !

… por los barrancos del cielo bajan perros jadeantes;


la aurora, como una virgen, se posa en los encinares;
mirlos de cera en mi alma la encienden aunque yo calle.

Presentación

CELEBRAR LA VIDA

… por una vez, por una sola


- para que la hiel no nos salte a los ojos -
vengamos a hablar sin ceremonias,
dilapidemos sin rencor los sentimientos
y que ellos nos hagan ver que la verdad
no es nuestra únicamente;

… sin truco y sin enmienda sentémonos


e icemos
al aire
la sangre y la palabra,
para después - con fe e indemnes, libres ya -
ponernos a esplender y celebrar la vida.

CAPÍTULO I

VIVIR AHORA

… hermoso, hermoso es el tiempo


en que la verdad llega a mí
y puedo tocarla,
porque mi ser se transforma y queda tan desnudo
que, por segundos,
el mundo lo acompaña
con un pequeño tiemblo de sorpresa;
… no quedan añoranzas
ni tampoco trasfondos:
la luz más pura suburbio arriba,
la idea que me acoge,
la alegría que derramo...
… la noche y el día ya no importan.
UN HIMNO DIFERENTE

… es curioso tener y reconocer la muerte


en este hermoso y diario juego hacia la vida,
mientras sale el dolor al paso
como un viejo rey
que va perdiendo su espada y su corona
entre fuentes naturales y tiempo con gentes humildes y olvidadas;
… es preciso adentrarse por las cosas,
verlas, tocarlas y llenarlas,
estar presente en ellas y con ellas en el mismo instante
en que la conciencia es un peligro;
… demasiados tumores gravitan sobre el vuelo
veloz de la alegría,
demasiado frío para estar ardiendo el corazón
y ver
cómo se aleja la dicha y la dejamos ir
cual rosa deshojada;
… oh vida amante, oh vida mía,
sal a la calle, derrámate en la tierra
y cuéntalo en las plazas;
di que la muerte apenas vale nada,
que debemos cantar un himno diferente
que venga a suplantar los viejos penachos de esta historia nuestra
y de otros himnos que en nuestros pechos desfallecen y mueren.

DECLARACIÓN

… busco algo puro y resistente para fundirme en él, llenarme,


y no recordar y no herirnos ambos, tras un borrón total
en la memoria;
[… de poco me han servido las muchas experiencias
buscándome y buscándolo, si ahora anhelo lo más elemental
tan sólo, lo más claro, lo que nunca vi o sentí
porque siempre fue mi corazón ardiendo como un dios hacia la hoguera;
… y así, sentidas sed y hez,
la nitidez con que se asume la extravagancia
y densa oscuridad y soledad
del alma -
quiero rendir cuentas, saldarlas,
y darme posesión de un tiempo
que ahora pido ejercer
bajo el real y honesto derecho de la vida;
… no es un arrepentimiento vil,
pues soy y he sido tal cual fui, aquél, el otro,
el de los brazos rotos cuando el mundo se hizo astillas
y no pude cogerlo;
… y no, no es tampoco más trágica derrota,
sino claridad, luz al fin que asoma, y quiero asirla,
con otro acorde de hora, distinto y sorprendente.

DESPUÉS DEJADME EN CUALQUIER PARTE

…llevaos mi corazón, mis ojos,


llevaos mi garganta y sangre cuando el don de la vida
ya no aguante;
sacad el humus de mi cuerpo
y derramadlo en el mundo,
dadlo,
donadlo,
yo os autorizo
en nombre de la vida para seguir viviendo;
dejadme también, si queréis,
ahogado,
inhumado,
incinerado…
después de todo,
dejadme en cualquier parte por todos los hombres
y muertes que habitan en las calles, en las casas,
en todos los rincones donde la esperanza es un rito inútil;
… por ti, amor,
que estás en mí como una luz
que a todo llega, redime y estremece hoy;
[… en realidad, sólo, sólo pido silencio]

FISIOLÓGICAMENTE VIVO

… vivo fisiológicamente porque abro y cierro puertas,


subo y bajo en ascensores, voy por las calles, me aprietan y aprieto,
doy tumbos, me distancio y sucumbo para gastar la célula del día
y la dura saliva que me ahoga;
… vivo fisiológicamente en abstracto, en espectro
y en apariencia de masa sobre el ojo gigante de la tierra;
vivo fisiológicamente porque aún no reconozco
el color rojo de la sangre, él, el fisiológico y purísimo;
… en cambio, nadie conoce mis muertes diarias,
mis múltiples y dolorosas muertes, las que llevo en las manos y, de pronto,
se incendian, me desgranan, y con ellas y en ellas me quebranto y pierdo;
… no, nadie conoce mis muertes;
y es que, tras cada ocaso, deseo vivir tan poco…
MALVIVIRSE

… hay que malvivirse para saber vivir y qué vivir;


… aquí, que nos morimos todos a base de tabúes y creencias,
de pequeñas heridas en masa y amasados por donde sangra
la rutina del rencor del día;
aquí, aquí vive el hombre, aquí se dilapida y pasa sin amor
porque no se vio o reconoció, o no se dio oportunidad
de ser feliz o desgraciado [dónde y cómo volverá a nacer,
dónde, dónde y cómo…]
… aquí sólo hay seres para comprar o vender, o morirse,
sólo hormigas, y gripe, y cáncer, y accidentes;
… no, no sé por qué es hermosa la tierra,
el hombre,
y la vida;
pero sí intuyo, compañeros, por qué nos miramos los unos a los otros
a veces en tan hondo y trágico silencio;
… porque ésa, ésa es nuestra trágica sospecha, y sí, y también, nuestra esperanza.

NO ME HAS RECONOCIDO

… ay amigo del alma,


has puesto más dolor en mí, de nuevo, al no reconocerme;
ya no hay saudades de este lado;
todo se lo comió la vida,
todo menos mis ojos, que han podrido las cosas al mirarlas;
… no comprendo mi sonrisa diaria,
¿ será evasiva del ser, precio para vivir ?
… es costoso volver a este momento y sentir la memoria
herida, descuajada, con un caparazón hercúleo
de musgos y cortezas protegiéndola;
¿ cómo pides que recuerde la fecha de una tarde,
si toda mi belleza cayó rodando
a tus pies
para dejar de ser niño ?
¿ y quieres que hable de pájaros y flores… ?
…amigo, es difícil correr en pos de otra alegría que no sea vivir,
porque, tú mismo, en el albor de la vida me fallaste;
y, hoy, sin darle importancia, te he nombrado
y no me has reconocido.

EL DON DE LA ALEGRÍA

… si pudiera cada día estrenar


la vida
y sentir una paz honda y clara,
la limpidez del espíritu;
… si pudiera abrir mi cuerpo con las uñas
y bañarlo
en sol;
… si pudiera por algo comprar una esperanza, si pudiera vivir;
… si pudiera, aún tendría al tiempo por amigo
e ir a la batalla,
morir contento,
y marchar y marchar mientras el último clarín
- por el fragor del alma -
anuncia al ser el don de la alegría.

DEL SER Y DEL NO SER

… entre mi piel de arena, los pies, las manos;


sobre mi piel de arena, la voz;
y sobre mi piel y entre mi piel,
la vida;
[de tanta sencillez me sobrecoge, la recuento,
y, es tal la dimensión, que observo en la muerte
la vida consagrada; y ya, en ella, no más seriedad que bien amarla
y no más abdicación que el simple hueso;
pues ya vendrán las flores, las calumnias
y el ora pro nobis funerario]
… soy verdad con todo mi cuerpo por mentira,
y quiero conversar por si alguien necesita historias exactas
para un cuento;
… acaso cuando dije:
“me duele todo aquello que sea cierto”,
aconteciese que vivía por dentro y fuera de la piel,
que fuese incluso auténtica verdad y, de tanto serlo,
yo mismo me doliera en cada muerte;
… pues no hay duda de que he ido viviendo y muriendo
en casi todas partes.

VIVIDOR VIVIVIENTE

… quiero
una manera de vivir
antes que ser vivido;
… mi mente está en subdesarrollo,
y la luz de mis gentes,
y el último Concilio,
y el trigal perdido tras una noche
sin alba;
… mis viajes por las calles son silencio pegado
en las paredes;
cada cual se agarra a un talismán y lo cuelga en la solapa,
cuando haría falta sacar el corazón y ponerlo a rodar
encima de las mesas;
… porque, ser vivido así,
es apagar la luz,
morir y deshonrar la vida,
matar la fe por propia y por extraña;
… ser servidor y vividor de algo se me antoja claridad,
aunque apenas podamos enervar por un rato esta larga,
esta inmensa, actual y miserable historia y pandemia nuestra.

EN LA ARENA

… y amanezco de pronto en la arena,


la de todos los mares, la de todos los hombres;
y lo hago limpio, puro,
cual canto pulido depositado en la orilla;
… y puesto en pie
me dirijo al encuentro del sol y el sol
me da en la frente;
me pregunto entonces quiénes son mis padres,
dónde está el amor y qué hago aquí,
sin él sobre la tierra;
… y es que tantas, tantas noches acumula el alma,
que es necesario transformarse, transfigurarse, romper,
entrar en la amnesia del recuerdo y recordarse, y, así,
mirando el mundo y sintiéndose nuevo, rebelde o diferente,
es como recibir el viento por vez primera creyendo que es tu dios,
tus padres o el amor por que preguntas;
… solo me naceré yo solo a fuerza de rodar y ungirme dando tumbos,
y a fuerza de crecer y creer que era hijo, amante o únicamente ser u hombre;
¿ … y para qué o para quién ?
para nadie;
[sólo, sólo hombre]
… sé que lo dirán las estrellas, mi abrazo en el sol, la inmensa playa,
o lo dirás tú, mi amor, tal vez tú, que sientes el rigor mortal de amarme y comprenderme.

LA PROPIA INQUISICIÓN

… no voy a detenerme;
necesito luchar con Dios, con ruinas y oropeles,
coger mi cuerpo, prender hogueras por todos sus rincones
y temblar ante la muerte;
… necesito osar, tener amigos y enemigos,
invadir la noche, reconstruir las luces
y originar el mundo;
necesito la tierra caliente y fría,
la sed mortal que abrasa el tuétano y ahoga;
necesito otra piel con que vestirme,
saquear la sangre y ver
que el arco en la conciencia se ha partido;
… necesito saber que soy el ser de un dios rompiéndose y armándose;
necesito ejercer la vida;
necesito, necesito sentir que soy un ser humano:
una mujer, un hombre.

PAPÁ

… te pregunté papá:
¿ qué es el amor ?
y tú me contestaste:
“el amor es mamá”;

…papá, te volví a preguntar:


¿ por qué los campos florecen ?
y tú me dijiste:
“porque tú floreces”;

… e insistí por último:


¿ y la muerte, qué es la muerte ?
y tú me respondiste:
“la muerte soy yo”.

AQUÍ ESTÁ MI COMPAÑERO

… y voy al horizonte cada día,


a la luz, al fondo, a la verdad;
y la búsqueda se agita en la mañana
en un rasgo humano frente a frente
en seis horas de vida vivida y compartida;
aquí está el arco, el yunque y la mesnada,
aquí se amasa y se desgrana el alma por la mesa,
aquí se humilla el hombre y se agiganta,
aquí está el pan de un rato compartido:
hombro a hombro en horas, en alientos, en cascada…
… aquí, aquí está mi compañero.

NOCHE DE VERANO EN EL METRO

[Madrid - 1964]

… donde pone “Metro”, denso y agostado me sumerjo;


y mientras bajo hacia la herida como célula más al pudrimiento,
desde el cenagal del mundo, un aire de tierra gangrenada me golpea y llena
los bolsillos y la boca;
aturdido, miro al andén como un misterio con su fuego, su instante/ruido, su quietud;
… y ya, cuando el gusano me absorbe de cuajo y me arrebata, en su vientre soy
la vida y la muerte luchando sin cesar;
… yo sé que estoy muriéndome, el hedor no miente;
el hedor soy yo y la carne sudada que venía, que yo soy y que aquí va;
… al partir observo los últimos besos de la noche, los gestos últimos,
la última tristeza agitarse indefensa en la escalera;
… un abatimiento cae sobre mí como la peste y voy a morir;
pero estremeciéndome sobre hierros chirriantes, aún tengo fuerzas para buscar la luz
y apostar, sin otros instrumentos, por el aire civil, tan sabiamente expiado, inhóspito e infecto.

PADRE Y MADRE

- Madre, ¿ qué es del dolor ?


- hijo, el dolor es fruto de siembras en la hojarasca;

- Padre ¿ es verdad que entre la sangre


florecemos los cuchillos con que matamos el alma ?
- Hijo mío, los cuchillos son las manos,
los cuchillos son palabras;

- Padre y madre, decidme, pues, qué es la vida


para vivirla o matarla…;

[… no la mates, hijo, no, que vuelve de madrugada]


DECRETO CIVIL

... de huesos de hombres alguien hizo leznas y artículos civiles;


alguien compró rosas en las plazas
y las puso sobre nuestros huesos sagrados y civiles;
y así el alma fue civil porque alguien dijo que sólo la conciencia civil
es la que muere;
… que me ladren las piedras, que me aniden galernas
y repten serpientes por mi aliento civil y a la vez caliente;
un holocausto/herramienta sobre mí destruye y reconstruye
como plaga de arena;
venid a rescatar la vida en sombra, pero apretad los dientes y aguantad
el cerco de las lanzas ebrias;
¿… a dónde van los huesos y adónde van las rosas,
a dónde, a dónde se dirigen ? decidme adónde…
quedad conmigo vigilando los ríos de vida que por la lengua cruzan
y escuchad, civiles, escuchad los odres que se parten
y el sarmiento estremecido bajo el arma extraña de la poda;
… civiles serán el fuego, la ceniza, el viento y la voz intencional,
y quizás, quizás la angustia; pero quizás, sólo quizás;
¿… y la muerte, habrá de ser civil, así, la haremos ?
… buscad, buscad en la intuición y oíd la vida.

A ESTE VIEJO: mi amigo

… tu verdad era bajar como el río y llevar cantares,


espigas y terciopelos;
vives de inocencia y angelía y mueres cuando inician
los pájaros el vuelo;
tu corazón - caña sola - se escucha en otro canto,
tal vez en ese no saber cómo acude al alma
la limpidez feraz de la ternura;
… voces íntimas te aclaman,
vivas están en tus ojos de nardo y de martirio;
yo no sé dónde guardas la visión transparente del cáliz de tus rosas,
pues, mimándolas te callas la esbeltez y el prodigio de sus luces y músicas;
… allí, donde las palabras se acaban o se extinguen,
la inusitada simetría de las cosas te ilumina,
y sola, de forma misteriosa, la vida te enciende y te consagra.

DILUVIO DE LUNAS

… dejad que siembre un diluvio de lunas


y surja a torrentes la aptitud de la vida;
detened el ritmo y pasmo del aliento
y oíd que llega un silbo quemante de los ríos;
… siempre fue liviandad callada la orgía de los días,
oráculo de intriga, costumbre en el dolor, malvivencia sola;
… he aquí la inflexión, esta promesa indócil
de orillar desnudo el corazón y consentirlo,
pues ¿ cómo obtener auténticas primicias sin su acento ?
¿ qué verdad inspira si ignorarlo invita al grito
en esta ceremonia de actual desangelía ?
… excelencias quedan como una fiesta en casa
donde es de utilidad quemar los instrumentos;
… dejad, dejad que siembre un diluvio de lunas
y dejadme herir vuestro honor para siempre.

CAPÍTULO II

DOBLAJE PARA UN PUEBLO INOCENTE

… allí están los árboles civiles,


escondiendo a Dios entre las ramas, y en otoño,
las cornejas, inclementes, lo han hecho bajar al pueblo;

… va Dios de casa en casa comulgando y gritando:


“… yo, yo soy comunero”;
y se pierde por la plaza solo,
solo entre las campanas,
solo entre dos historias,
solo entre el polvo, solo entre historia y polvo;

… la plaza, en los otoños, huele a huesos y a tristeza y a niños comuneros;

… allí están los árboles civiles:


sin Dios, sin pájaros, sin dueño.

VIEJO TREN DE CERCANÍAS


[Bilbao - Margen izquierda -1968 ;
turnos de trabajadores metalúrgicos regresando a casa]

… bajo el frío y la lluvia iba el tren abandonando cadáveres del día


en extrañas convulsiones de los muertos;
era el vagón una charca, una cloaca iluminada, y la noche, agraz y enorme,
caía a los cristales con dos estrellas rotas en mis ojos;
… en ronco tambaleo por los hierros íbamos mil,
- dos mil desheredados sin remedio - cuando el tren, con brusquedad sin límite,
detuvo aquel inmenso cortejo de fatiga y sueño con chirridos violentos y salvajes;
… quise levantarme, pero abatido por un golpe ahogado de destrucción y muerte,
estación tras estación los fui viendo salir sin Dios, sin patrias y sin hijos;
… y solo en el asiento, agarrándome la cabeza con ansia y furia,
contra el sino y la fatalidad - sosteniéndome y muriéndome -
por ellos y por mí luché, luché y lloré
de
ses
pe
ra
da
mente.

ENTRE BLOQUES DE GRANITO

¡ …hermanos,
dejad ya de apretar,
me duelen los costados y la frente !
… pasad sin deteneros como el aire que roza y acaricia,
no queráis llevaros en las manos
el agua que en sucia y fertiliza;
es nuestra como son los molinos de viento de la estepa;
… nuestra el hambre y nuestra la justicia.

ELEGÍA GENERAL PARA UNA GENERACIÓN PERDIDA

... cuando ni aún esperanza éramos, la historia se detuvo y, con vergüenza,


dejó páginas y páginas en blanco;
… somos gentes de calle y de partida diaria, hemos perdido los juegos heredados por desuso
y sin otros inventados, sin nada para lo ingente de esta cruda prisión o historia infausta,
pobres por hurto, por doma, gallinas ciegas en este mar de fondo universal de soga y sangre;
¿ … quién querrá juzgarnos ? es una duda de hombres, para hombres,
sólo para matar el corazón y dejarlo estéril como a menudo la memoria, inservible tantas veces;
…. no, esta hora no es de llanto, de marcha atrás o juramentos;
esta hora es para pensarla, contarla minuto por minuto, rehacerla y dejarla en testamento bíblico;
pero, mientras ¿ qué hacemos, todo imaginación, sin manos y sin lengua,
qué hacemos, apóstoles nocturnos sin cruz ni clientela viva ?
¿ qué tierra podrá acoger nuestros huesos con reparos por cobardes,
y qué lugar acogerá - o no acogerá - nuestras almas paralíticas, ensambladas como cuentas tristes
de un rosario que sólo se inspiraba en un misterio de mortal incógnita ?
… y al fin, qué blasón y ceremonia tendrá esta despedida, cuando a las órdenes del amo hemos segado
en silencio y en silencio las hoces nos han marcado una a una las vértebras del alma;
.. adiós, adiós; ojalá mi marcha no sea verdadera para un juicio extraño, pero siempre herido,
redentor y cierto.

LA DENUNCIA

[In memoriam]

… de aquel pueblo con niños comuneros, con piedras, ríos y árboles civiles,
con historia rota y despiezada,
vengo, hoy,
en la anchura del alma a recordarlo;
… en este tren/talgo, regreso de Madrid, ocho tarde, sopor y noche
y esa revista hijaputa de colores;
ustedes saben lo que estoy diciendo, ustedes conocen ésa, ésas revistas de color, sudor y sangre,
que el pueblo civil y comunero compra para saber de qué va
aquello que en vértigo se escapa;
en este pueblo sin rencor, con ojos de pana, se compra el silencio
una vez al mes o a la semana, se ocultan el sudor y la sangre,
oigan, se pierde la propia guerra entre futbol, putas, toros y monarcas;
… se rompe en el tren la noche viajera y no sé si dormirme o coger la alarma,
y, después, las iras - las oscuras y sedientas iras – se levanten, duramente arremetan, y se engrandezcan
conmigo.

HORA DE PARTIDA
... quiero tener un duro más para comprar un número mayor de mis zapatos;
quiero una calle ancha, no me importa dónde muera la calle;
quiero sentir, por una vez, la ilusión sublime
de que nadie me aprieta;
[mi aliento se confunde y choca en los alientos]
… soy el esclavo en rebeldía,
la arena en el viento que limará la roca,
el trueno que arranca del mar y de la tierra;
.. que jueguen los niños por parques, fuentes y jardines,
pero jamás un grito de justicia
caiga al aire sin luz
y derrotado;
… tenemos enfrente la hora de partida;
vayamos a por ella para hacerla nuestra;
vayamos, para no sentir tan honda y dura la vergüenza.

EPISTOLARIO [carta X2…]

…y si siéndolo sospecho que soy pobre,


¿ adónde, pues, podré ir con mi pobreza ?
si el espíritu se asfixia en él, cómo, cómo llevar mi cuerpo
para ser mayor carga en cualquier parte…
.. bien sé, sobradamente, que es barato existir,
pero vivir…
… necesito, amigo, tu letra desgarbada,
tu poca ortografía y tu aurora en los cristales
humildemente puestos,
llegar a la altura de los labios y exprimir en chorro
la vida que me ahoga y me traspasa;
… aún
soy pobre;
aún mi ser se hiela bajo el signo del rocío.

EPISTOLARIO [carta X3…]

… traigo la garganta cual un dios de ruin calamidad;


los hombres que callan,
la tierra no creada para tanta herida,
el frío de la pena,
el sudor y la peste entre el trigo y los plantíos;
¡ tan solo todo y el alma desnuda como una puta ejerciendo !
… ay, misericordia, tan rebanada
como el don perdido por amado,
y, sin embargo, digo y digo que no tengo respuesta, ni luz,
ni solución;
de poca calidad, amigo, es tu amigo;
… mi ser más flojo que la humilde caña del centeno.

EN ESTE LUGAR, PÓSTUMO Y NACIENTE

… no llegué para robar,


sí para compartir este mi pan sin levadura,
para hacerlo no alimento,
sino causa y fiebre de otro pan hecho en herencia
por tantos testamentos de mis muertos;
muertos tal vez en camposantos,
muertos hechos polvo en los caminos,
muertos sin recuerdo, sin faz ni silueta,
- a toda costa muertos -
muertos para darnos fe y nombre a nuestros hijos;
… cobardes somos al olvido de aquella singladura
común a fin de cuentas,
pero cara en la semilla para sólo cubrir a España de amapolas;
… no llamo a mentes aún descuajadas por el verdiazul del tiempo;
os llamo a vosotros, mendigos del mañana,
sin cruz y sin esquina.

LAS CALLES DE ESPÑA

… hablar hoy de España es hablar para morir sin más con la palabra,
para dejar el corazón a cuchilladas,
para hacerse piedra y rodar dando pedradas,
y para ser mudo, y ciego,
y vil e indiferente;
… doy cuenta y fe para la Historia,
doy cuenta y fe de la pobreza,
de cómo el fin es la venta del tiempo y compra de más sangre;
… estas calles de España: ritos, leyendas y gangrenas,
clamor de desherencias y agujeros piadosos en el Metro…,
estas calles – digo – se juegan en nombre de Dios y de otra historia;
… ser fiel a estas calles es rodar una y otra vez por un túnel sin final,
sin luz, sin esperanza.

PARA GARCÍA LORCA

… voy arrastrando tu alma con mi alma


por la España angosta y penitente;
no llorarán tu muerte ni mi vida
los rojos campanarios andaluces
ni los santos lugares castellanos;
lo tuyo fue la vida: el rayo-luna, andar aquí y allá libre,
lo verde, verde, de rama y aceituna…
… y de nuevo la España doliente y dolorida,
la cárcel y cárceles de España, los gritos de España,
la piel cosida para no estallar de espanto;
y hoy, de nuevo, se agrandan los ojos de los niños
tras un dolor oprimido que los va matando por las mugres de España;
.. yo salgo a la vida como a la batalla, y por qué no decir
que apenas salvo aliento y estandarte;
… y, así, muriendo, hasta cualquier tarde o madrugada, Federico.

EXÉGESIS PUNTUAL

[España - 1973]

... yo, que vine para ejercer la vida desde la tierra del trigo y de los cántaros,
desde los ríos, desde toda la vida, desde todos los vientos, el mar
y la meseta toda, he visto colgadas del cielo dos mentiras,
dos estrellas, dos fuentes, dos noches diferentes;
… caminar por España fue vivir el estertor de los últimos racimos
- España por vendimia -
con los pechos abiertos a la savia roja de las viñas humildes y olvidadas;
caminar por España y no despeñarse consistió en ser búho, y mudo,
y dar vueltas a la noria y llenar cangilones y derramar la vida
y florecer la huerta del amo y su conciencia;
… y me dije que no,
y me aposté los días y lloré en los maizales para sentirme más libre
y más cerca de la tierra;
…crujía el siglo XX bajo mis pies y con él la ciudad eterna, la ciudad de piedra
con sus costumbres y espíritus de piedra junto el chorro de agua
que me ahogaba;
y, mientras, muriendo aquí y allá, rompiendo ideas y el bache del hastío,
el bache de la pena, y el de no saber cómo agarrar el mango ardiente
del candil prendido para adentrarlo y ver;
… y me dije que había que romper, partir de algo o de nada y rodar,
darse algo al corazón, vivirse o desvivirse, contar los muertos
y colarse en el mundo;
… este ha sido y es el viento del Este y del Oeste,
ésta es mi vendimia, el cielo y la tierra abiertos por sal y por sequía;
aquí es en donde entré, aquí está España, aquí me duelo,
me desangro y trepo como una alga hasta alcanzar el tono ámbar
de estas aguas inquietas bajo un mar escollado;
todos los caminos han sido hollados, envejecidos, desesperanzados para tanto viajero
de ida y de retorno que de día buscaba la lluvia
y de noche las estrellas;
… cuántas veces he secado mi camisa al sol y he bebido
de puros manantiales y corrido, para ser natural, por campos de alfalfas,
de trigos y manzanos;
¿ acaso corrí en la soledad ? ¿ acaso, de tanto mirar se me hizo grande el mundo
y he tenido que nacer más y más para aprender mis nombres,
todos los nombres, todas las tristezas y el llanto todo a diario derramado
por los niños de España ?
… aquí me planto a las treinta de la vida sin nada hecho;
y he de decir, confieso, que no he de perder, siquiera, ni un solo latido
del pulso, con que me es dado vivir, este golpe terrible de la historia.

MANIFIESTO A LA SANGRE

… una vez más en Talgo de la tarde;


de la tarde a la noche como una emboscada
donde hay un pálpito de vida y un pálpito de muerte;
aquí está todo, aquí lo llevo, se levanta y lo someto,
damos vueltas y, al fin, el tren se lleva el corazón
como un mortal enfermo que aspira a ver
cómo escapan las estrellas una a una de su cuerpo;
… están ajenos la memoria, el conocimiento, el hambre,
la paz, la libertad y el viento, ajeno a esto el mundo
y sola la sangre, como tantas veces muriendo y gangrenada,
muriendo…
… compañeros míos, los del tajo, ciudadanos ¡ liberaos !
asumid la muerte, pero sentid, antes, ese hálito insigne que es la vida;
… ahora, y ya, por una vez.

BARRIO

- …en honor de Javi y Mari Carmen -


… la miseria es pan diezmado, corrido y comido por hormigas,
endurecido por el tiempo;
miseria es no dar con la casa porque no hay caminos
o no hallar los caminos porque ha caído una lluvia implacable de arena;
miseria es tener rotas las brújulas, el tiempo, los valores,
y dar vueltas y vueltas botando, rebotando, cayendo y siendo herido,
ignorarlo todo y hacerse insensible hasta el vivir porque la muerte habita, ronda,
y se ha instalado con todos sus pertrechos en nuestro pecho y vida para siempre;
… cuando conjuntamente podáis sentir clamor y desherencia y el vigor del hurto,
el robo y la canalla, cuando sintáis cegado el iris y la sangre
por tanta prostitución, suciedad y pobreza,
cuando en silencio os miren fija y duramente los niños,
ah, entonces, entonces sabed que estáis en este barrio, en éste,
y no en el Harlen del XX ni en ninguna otra alcantarilla sino en ésta,
donde Javi y Mari Carmen están luchando día a día bajo un cielo de espaldas
y asustado, sabedlo;
… esa será, probablemente, vuestra tesis terrenal y última inconsciencia.

ES LA VIDA QUE VUELVE

… horas, días y años llevé por calles, autobuses y trenes


el corazón en las manos, lo subí en ascensores y lo puse
encima de las mesas;
y qué gozo fue sacarlo del pecho y correr hacia toda la vida
y todos los vientos para seguir viviendo;
qué praderas transparentes y hermosas nacieron, oh memoria,
que el asfalto no era asfalto y por la cal nacían madreselvas y jacintos;
qué sensación, qué bullicio ingente saltando la sangre hacia el pecho del mundo;
… y vino el diluvio universal y guardé el corazón,
se ocultó la luna, cayeron las estrellas como pequeñas piedras en los charcos
y me ahogué con ellas;
…así, pues, ¿ desde dónde os hablo, desde dónde estoy gritando ?
¿ ha pasado el diluvio, han vuelto las estrellas ?
… siento rumor de pasos y de sangre;
ah, el pecho no ha muerto y es en sí celebración;
tras el llanto el resplandor, la gélida intimidad del dios, la atávica del fuego.

ESTE ESTAR Y NO ESTAR

… tras la tristeza, hay siempre un canto que espera;


bulle a su espalda la vida, se agita y reconstruye, y comienza así
la dimensión que agita la consciencia, lo tangible y lo divino;
y aquí estamos y pasamos como pequeños locos,
nos fungimos entre pequeñas cosas sin uso, sin aporte,
y desaparecemos calladamente;
… pregunto ahora: ¿ habré, habré sido para esto concebido ?
posiblemente nací olvidado y lleve sólo olvido;
o posiblemente alguien acoja un mal recuerdo por todas mis herencias
o todo testamento;
si así fuera, importaría atar mi espíritu a mi cuerpo e ir y perecer
por lo estrecho del tiempo
y dar mi paso como mera ficción que nunca tuvo lugar ni calendario;
… este estar y no estar, seriamente me preocupa,
porque entonces ¿ qué hacía entre las luces maduras de las maduras tardes
besando a mi vida o a mi amor,
y qué hago precisamente ahora, hablando con vosotros ?
¿ cómo puedo ignorar que he estuve en la luz y en la hermosura,
cómo podré callar que he muerto en el mundo y que al morir lo he reconocido ?
… muchos son los panes amargos dispuestos en las mesas
cuando tanta oscuridad arriba y nos aclama;
… un poso de hombre acude;
… un canto duro y serio espera siempre.

LO HAN DICHO, LO DICEN, LO DIGO

… aquí
tengo a Evtuchenko, a León Felipe, a Machado y a Claudio,
a Tundidor y a Neruda;
… todo se acaba,
el amor y la vida;
lo han dicho, lo dicen, lo digo;
para que nada resulte extraño,
os lo digo;
y hay un nimbo de paz sobre la tierra,
sobre las voces, la angustia y la sangre;
y otro nimbo de otoño sobre todas las madres
y los hijos todos,
un nimbo de hojas y de agua;
… es el fin, la resurrección, la paz que se anuncia.

LA TRANQUILA PAZ

… mirad por donde vienen el amanecer y el atardecer,


la dicha y la angustia, el amor y la muerte;
llegad al ojo de la mente y os veréis corriendo por el aire,
por la tierra y el agua, peregrinando, dando vueltas constantes
y aparentemente redondas desde los tiempos todos con todas sus edades;
caen las montañas, los valles, los ríos, las selvas, y se unen
y alargan, se funden, se acaban;
… y los hombres, oh niños naturales, más juntos que nunca
con toda su dicha, su angustia, su amor y su muerte;
es cuando el miedo madura y alguien pregunta y nadie,
nadie le está escuchando;
y entonces, cual frágil volar de mariposa, se rompe la dicha,
pues se va la luz, las tinieblas cunden y tirita el corazón…
… es, es el terror y la angustia que llegan;
y el terror y la angustia acampan y enfebrecen en busca del dios,
el rito y la lujuria;
es la mente que duerme; oh no, no, es el amor, no son ya el terror
ni la angustia, es el amor, el amor, el amor…
[y sí, lo harán eterno porque es eterno]
… los hombres, deprisa y deprisa, como un torrente se salvan o ahogan, se ahogan,
sí, se están ahogando porque el aire, la tierra y el agua, nuestra vereda,
en verdad es la eternidad y la eternidad es inacabable, inconsumible,
una enorme traición para todas los miedos y las causas;
…. y aquí está la muerte;
de ninguna parte viene y a ninguna parte va, sólo está presente;
… y yo, compañeros, marcharé con vosotros para ver en soledad partir
un mundo de niños y genios inocentes;
… será la tranquila paz que llega.

AY MADRECICA

… y tus rosas y lirios íntimos, que son infinitos cual haz de luz y lumbre;
¡ ay madrecica fuerte, fuerte, de noches y prodigios !
… y si mi corazón - tantas veces temblor y angustia -
es piedra latiendo entre tus besos y lunas,
¡ ay, ay madrecica de miel, de sigilos y milagros !
¿ … y por donde al aire cruza y por donde el aire gime y reza ?
¡ ay madrecica de amor, ay madrecica !
¿ pues no son tus rosas y lirios el haz aquél de luz y el firmamento en llamas …?
¡… ay madrecica mía, mira, se nos diluye, se nos está yendo el adalid del tiempo !
… y adónde, adónde irá tan de noche y guerra y adónde tan solo, adónde;
¡… ay, ay madrecita, ay !

VOLVERÉ
… oh amada tierra, y volveré sobre ti;
voy deprisa y seré multiplicado, pues vine aquí a destiempo, a deshora,
en la atardecida de una orgía inmensa en la que fui sirviente-esclavo
y en la que todos los platos y los linos, las flores y las luces
fueron otro sol, otra historia, otro canto del que estoy guardando
pequeños y humildes trozos bajo el suelo;
… volveré, amada tierra, porque no tengo bastante voz ni corazón,
no me cabe el mundo entre las manos y no puedo mirarlo;
volveré para no ser libélula de invierno y morir sin hallar
la flor que espero del almendro;
… volveré y volveré aunque no tenga amigos ni recuerdos,
y serviré una y otra vez para que todo este canto, en tu propia vida,
no sea sin más y en balde derramado;
… por eso, por eso volveré.

===

TÍTULO:
EL AMOR, LA OSCURIDAD Y LA FURIA

Presentación

HORÓSCOPO CONSTANTE

… y es tu aliento, amor, el viento interminable que me quema,


el triunfo y la derrota, y, en la noche,
el álgido mensaje de tu hoguera;
… y no aparto mi boca de su alcance, no por la herida que me sube hasta las sienes
ni el horno en que transforma mi cabeza, sino por esa batalla sin luces
que martillea en los huesos y me contorsiona el alma;
quiero sentir sin perdones el calor del bien dotado refugio de tu pecho,
donde la armonía se ha centrado en formas diminutas, donde el sol, centelleante,
no ha alcanzado las cúpulas gloriosas;
amo tus pies, tus manos y tu pelo porque abarcan todas las constelaciones;
amo el movimiento imperceptible de tu cuerpo porque tiene el ritmo melodioso
de los héroes, y amo tus lágrimas sobre todo porque son, amor,
un poco de tu cuerpo que se pierde;
… te amo en todos tus principios, en todos tus extremos;
amo la forma caprichosa con que el destino te enmarcó en el tiempo;
amo la mente diáfana que quiso concretarse en como eres;
y amo al sol, la luna y las estrellas porque en sueños giran en torno de tu frente;
… amor mío, la luz nos funde en el crisol eterno derramando hermosura por sus bordes,
y mientras el mundo se hostiga y atormenta, nosotros amasamos el pan de cada día;
no importan huracanes ni rumbos ni galernas, nuestro navío es el puente inmenso
entre las olas, capaz contra la muerte al cruce de su estela;
te amo en la grandeza de mi escasa fuerza, sin nombres de deidades,
sin nombres de potencias, te amo, oh, flor mía, porque me guardas en los profundo
de tus pétalos;
… y aunque se rompa este prisma y nos acechen las furias,
recuerda que también el sol se nubla y llora tras las nubes, y sus lágrimas, vírgenes,
transforman cardos en brotes de azucenas.

CAPÍTULO I

YACIMIENTO

… sé que esta riada, este aluvión de días y de noches, este vendaval de eternidad
descrito a cuatro manos, ha hecho que recorra todos los olvidos y enclaves de la tierra
para descubrirte;
… y llego a ti y te reconozco en el trigal maduro de tu pelo,
en la fronda de tus labios, en tu pecho de púrpura y de nácar, en el apoteósico cristal
de tu cadera;
y aquí la vida y aquí el latido en este cuerpo acrobático en las furias
y al instante roto;
jamás, jamás paisaje cuajó tanta belleza, tanto contraste, como cuando toco
las líneas terrestres de tu alma;
moriría abrazado a tu estatura, crearía un tiempo de relojes libres
y una canción de silencio para toda esta grandeza que no abarco;
… has redimido mis ojos, mis manos y mis pies, la inenarrable batalla
por lo que te quise dar, de lo que no pude ser, me has redimido del afán inmenso
con que el hombre lucha, se abate y se destruye;
… y así, al mirarte, la naturaleza, abierta, me ofrece todas sus esencias,
sus insólitos rincones, palmo a palmo sus vértebras, su escanciado vino
hasta urdir esta locura de homenaje sin nombre;
… no temo a las segures con que acuden los cráteres del tiempo,
tengo la primavera en tus rosas y el otoño en tus frutos;
y habré soñado y habré vencido, y este triunfo – con sabor a gérmenes de vida –
lo elevo hasta tu frente y te lo ofrezco.

LA ÚLTIMA CAMPANADA

… ven, amor,
antes de que el sol te queme
y tu tallo muera al igual que el tronco de la espiga;
que el tiempo no siembra lejanías
y en sus amplias manos acaso oculte un crepúsculo vacío;
… ven ahora que la historia no nos mira,
ahora que está lloviendo y podremos confundirnos con la lluvia;
ven ahora y enséñame tu alma de hierro y de libélula;
… yo, que cuento soles por esperas,
observo el péndulo que lento bate en el gran reloj
que nunca marca la hora exacta;
… seguiré esperando hasta el último sol,
hasta el último recodo que me engañe,
hasta el último aliento y campanada.

YA DOBLABA AQUEL OTOÑO

… doblaba el otoño
comiéndose los pliegues de tu alma
y había flores marchitas en tus ojos,
cortadas en abril;
… y llegó la lluvia viva mojando la tierra,
sedienta de olores nuevos
y cúpulas invertidas;
… ¡ y cuánto, cuánto puede la ilusión tardía !
… como antorcha nueva en el claustro oscuro,
como enorme mano modelando un grito;
así el otoño te besó, y tú, llenaste,
tu copa de rocío.

NO NACE SÓLO MI AMOR

… no nace sólo mi amor de ver


tus profundos pechos desnudos,
la luna reflejada en tus muslos de largura infinita,
tus labios entreabiertos, tu pelo hecho viento…
… no me tienta el ansia del hombre que se rompe
ni el trágico festín del pan hecho migajas;
mi amor trae fuego y luz a la mirada:
¿ te atreverías conmigo…?

QUÉ POBRES ÉRAMOS

… qué pobres éramos el uno sin el otro;


tú eras pobre, yo era pobre,
éramos una luz sin rostro, fuego que nunca se avivaba con más fuego;
éramos días sin alma, con auroras tristes y atardeceres plomizos,
lunas sin su cerco, sonidos errantes por la faz del mundo;
… y nos encontramos, y de pronto todas las cosas
convergieron y mi amor se mezcló con el conjuro de tus ojos
y juntos caminos de allí a la eternidad;
… yo sé que no hay regreso, tú sabes que estamos unidos por los días,
que nos abrazan y nos estrechan
hasta herirnos el alma entre los huesos.

MADRIGAL PARA UN AMOR

… donde quiera que tú estés,


habrá un soplo de eterna poesía;

… allí donde clavase destellos tu pupila,


allí donde un suspiro tu boca estremeciera,
allí donde tu labio dejase una sonrisa,
pondrás un soplo de eterna poesía;

… allí donde un gemido de ti fuera agonía,


allí donde las formas cuajasen armonías,
yo sé que allí estás tú,
yo sé que hay poesía.

EL MUNDO ES UN PÉNDULO

… el mundo es un péndulo descompasado y chirriante,


una chimenea común, una charca,
una sinfonía loca con notas de martillo;
… le canto con mi pluma de guerra y arañazo y él me hiere,
pero yo lo rajo y lo descubro, le doy la vuelta y le clavo mi cruz
de brazos rotos;
… amor, así soy a ras de tierra, pero tú me levantas y transportas
en tus alas de nube y mariposa y allá, en tu redil de unidad eterna,
me alimentas con tu néctar rojo hasta herir mi vida con vida viva y hermosura;
… nada mejor que tus besos de sangre,
que tus ojos de lluvia,
que tus pies pequeños…
… querida, nos bajemos al mundo de las cruces.

ES TU CUERPO UN MANOJO

… es tu cuerpo un manojo de ofrendas, de espigas llenas,


un rosario para morir sin terminar sus cuentas, un alud contenido,
una erosión formidable de la tierra;
eso eres tú, mi pequeña gacela, andadora, corredora,
panadera a través de mis cosechas;
… cuando te amé, cuando abrí tus puertas,
me invadió un escalofrío de sorpresa y mis dotes de hombre se estrellaron
en la arcilla y allí quedé instruido para siempre,
hambriento y sediento por la inercia;
porque tú, creadora de sonrisas en manada,
- la amapola más alta -
has llenado tu cáliz con mi vida al compás que mi vida de vida se llenaba;
… y todo se unió y todo se fundió, y hablaron los campos y los ríos,
los muros y las hiedras y todo se lo contaron y dijeron que era nuestro;
… qué hermosura, compañera, qué hermosura;
tenemos de invitada a la naturaleza y viene cantando,
y nosotros cantaremos con ella.

... Y SI NO FUERAS ASÍ

… es tu ser un enjambre de deidades y hombres,


un racimo de uvas de nácar,
un susurro inaudito de armonías acordes con los sueños del mundo;
y no, no tiene contornos la voz para cantar tu piel casi cristal:
límpido lino, rayo/luz,
ópalo;
… eres arco iris con hebra de lumbres
y ornamento de agua,
- crepúsculo vivo -
disco ingente del sol infundiendo conmoción desde la estigia del cielo;
eres el pan con que en mi ser gravito,
cadencia de un río con brillos de metal y alma de libélula;
… te quiero, y si no fueras así, acaso nunca te quisiera.

EL MUNDO ESTÁ VIEJO, ROTO Y SUCIO

… el mundo está viejo, roto y sucio;


tiene rajas y clavos en todas sus facciones,
se lamenta y nadie lo oye, y gira, gira cada vez más pesado
en torno a un eje que se agrieta;
… pero tú y yo, pastora del rebaño más exiguo,
andamos los valles con sus prados dejando que nos curta el alma
mientras en una flor sola, la más roja,
en el huerto más bello cultivamos el tiempo;
… y brota más alma y brota más rojo,
y este manantial nos llena hasta colmar nuestras fuerzas
y quebrarnos el aliento, nos empuja, nos arrastra,
y cual destello de gloria, con toda su furia marcha el tiempo;
… y así quedamos y así rodamos, convencidos del triunfo y la derrota,
marcados y seguidos por el abrazo más fuerte y más seguro,
mientras el mundo gira viejo, roto y sucio.

NO DESTRUIRÁN LAS FURIAS NUESTRO AMOR

¿… habrían de destruir las furias este amor ?


construiremos alas poderosas y remontaremos el aire
más alto de la tierra;
…. para ti, mariposa,
buscaremos la fuerza de mil cóndores y mil halcones templarán
la fuerza de mis brazos;
… no nos vencerán los cataclismos eternos,
no, no quebrarán nuestra fe;
antes, cual huracanes de muerte, sobre nosotros llorarán las nubes
seremos nuestro fuego/sangre, nuestra hoguera inmortal.

ESTAMOS EN LA CUESTA

… estamos en la cuesta, amor,


y es dura cuando se llevan los pies heridos, los brazos y la boca, el alma,
y todas las piedras emergen con manos, lenguas y ojos duros,
porque el camino se estira con un haz de indolencia,
y porque todas las noches, los días y los soles nos aprietan
y clavan su máscara en la frente;
… marchamos redimidos por la lumbre de los labios
y nos alimentamos mutuamente para no morir en el trayecto
colgado a nuestra espalda, para marcar una huella
que descubrirán más ojos, para lanzar una voz de fuego y vida
que alimentará y se oirá;
… mujer – codiciado barro del mejor alfarero –
no, ya no eres carga de materia intranscendente;
cómo si no la luz que pulso a pulso nos acoge y vive, cómo el nácar y fuerza
que eres, cómo el crisol total de los múltiples poderes de los hombres;
… y al final, mirémonos, traemos dos lágrimas vivas de un mar cautivo, el nuestro;
en él compartiremos los diezmos del mundo, los sueños, el dolor y el humo
de esta hoguera mortal e inmensa…

YA SE ABRIERON COMO DOS TULIPANES

… ya se abrieron como dos tulipanes divinos


los altos campanarios de tu pecho, la frágil cruz de tu cintura
de donde irradian, perfectas, las márgenes sin par de tus caderas;
… soy viajero de retornos por el trópico sediento de tus brasas vivas
y busco los oasis de amor inagotables a través del cutis más rosado,
a veces seda y a veces terciopelo;
… voy de mano a mano, de beso en beso, lucho,
y en esa victoria que comparto, soy el héroe que habita y duerme
entre la espada de tu ser y de tu fuego;
… al final no hay botines ni partes reclamadas,
no hay miedos, no hay reproches,
pero sí una algarabía de ensordecedores pájaros irrumpiendo y desatando las hiedras,
las orillas del sol, el deslumbramiento, la concepción purísima del mar,
su sublime magnitud, su hondura, la expectación del mundo.

ECLIPSE

… antes de llegar a ti,


mil tumbas para vivir la muerte,
dos hoces en mi trigal y voces agitando miedo;
¡… vivir, vivir, vivir !
y torrentes de lumbres negras han quemado mi alma;
… quiero, quiero testigos de fuego para mis cenizas
y un muro de viento frente a la huida;
… que se agiten y caigan hoy los mástiles de todas las banderas,
que retumben en tromba los mares y las nubes,
pero donde haya un silencio tuyo, amor,
mi beso instruya fuego, una soplo de ilusión, una brizna de ser,
un caz de luz;
… cómo aceptar el poder y magnitud de la vida
si sonasen tambores de latón circundados por órbitas de bronce;
… querida, que tu invierno sea para mi invierno.

FUERTE

… cual volcán en silencio,


tu amor se abrió y comenzó arrasando mis laderas,
y quemó mi pecho y mi pecho lo detuvo
y los dos se miraron y se reconocieron;
[fue un encuentro de rocas y de fuego]
.. herida en pecho herido,
estás unida a mí como la arcilla al mismo barro,
y te siento como savia que penetrando en los huesos
no hiere ni aprisiona, no atormenta,
eres vaso y perfume de todas las rosas;
… tu pulso late con mi pulso y ellos nos queman,
aprietan y dilatan cual enorme signo que pone realidad
en el cuerpo y en el alma;
…levántate conmigo,
hoy la tierra nos ofrece sus dones y sus frutos,
y nosotros, luchando a cuatro manos,
somos la barca que triunfa más lejos de la orilla;
… pero si tú me sonríes,
yo apretaré tu mano para seguir luchando.

MIL CAUCES BEBIÓ MI BOCA

… mil cauces bebió mi boca hasta encontrarte y tú estabas en la orilla;


y verte fue un latido a vida o muerte, un bloque desprendido,
un hallazgo de nieve en el desierto;
y quedé vencido cual badajo roto,
cual hoz sin filo;
… vencedora,
tú conoces el alma del hombre más felino y yo conozco tus lágrimas;
por ellas, por cada una de ellas,
traspasaría todas las fronteras y marcas de la tierra,
porque tú sabes que tus ojos son mis ojos
y tu aliento es mi aliento;
… soy en ti el hombre más rudo y más veraz,
el instinto arrancado entre la sangre,
pero recuerda ¿ qué soy, qué soy cuando te beso…?
porque entonces te prendes, te deshielas, te desvaneces,
y en ese instante y pulso que atropella nuestro ser y nuestras bocas,
compartimos un vuelo sin miedo al infinito.

REFLEXIÓN

¿… me acusarás de tirar piedras a tu rostro, a la fealdad terrible de tu rostro


y de herir esos dos huesos deformes que te servían de pies,
de odiar a pleno pecho las lianas incoloras y nervudas que llamabas cabellera
y de evitar tus ojos, que a menudo resumían un desnudo paisaje
inhóspito y yermo ?
… porque sabes que yo llegué a ti para buscar
y encontré tu veta de amor, la que me hizo más rico que si hubiera reunido
todos los amaneceres de la tierra, y que en tus labios,
expresión exacta de dos pétalos marchitos, curtí mis ansias de donaciones y ofrendas
y me hice mío y tuyo a impulsos de dolor, soledad y sombra;
… amada mía, atrévete y cuenta, que el mundo sepa que, hasta llegar a ti,
- hasta tus pies abortados -
tuve que matar la atrocidad y engendro de la forma,
pero también cómo hemos compartido alientos y columnas
bajo el íntimo marco y canto del alma y las estrellas;
[¿ habrán podido arrancar tanta belleza una mujer y un hombre… ?]
… amada mía, qué triste hubiera sido no conocer tu beso.
AFIRMACIÓN

… para amarnos
se abrió el vientre de la tierra,
y de entre piedras y de entre brotes de vida,
surgió mi grito con tu grito
como un estruendo de vital mudanza.

CAPÍTULO II

TE AMO A RAS DE TIERRA

… te amo a ras de tierra, entre un silencio de fangos,


pero tú me despiertas, me levantas, me extraes y absorbes con tu vida
y allí detienes mis raíces vagabundas, clavándolas en el ángulo más puro;
… creadora ¿ qué tiene tu luz para encontrarme si la hiedra que me cubre
es tan tupida que ni aun los insectos la traspasan ?
me encuentras y, de pronto, los dos trepamos a la altura
y mi barro oscuro, con su ser podrido, a tu contacto detecta la belleza;
.. viajera, ya no eres viajera sin origen ni sin tumba;
tu presa te ha mordido, tu presa de barro domina tu columna;
… marcharemos juntos, naceremos juntos,
y si tú me transformas con tus besos, yo, con ansia, lloraré en tus manos.

DE LA TERRIBLE NOCHE

… esta noche quisiera vender mi alma al diablo,


ganarme el cielo a puñaladas,
beberme vino y sangre,
quemar la historia y sumirme en el olvido;
… esta noche es limpia y santa, dulce y bella,
esta noche moriré para nacer de nuevo;
pero antes, asaltando el caz del mundo e involucrando castas y estamentos,
vomitaré en su seno, romperé el sostén del firmamento y echaré abajo las campanas
que están llorando mi agonía;
[…relámpagos y viento, furia, lluvia y confusión bajo negras nubes que se agrietan,
chocan y se parten;
esta noche camino lentamente por las calles frente al miedo, los golpes, los ruidos y las gentes
con ojos de metal y un grito aterrador en la garganta]
¿… a dónde, a dónde voy ?
voy a vencer, voy a pisar en la cumbre,
voy a crear un alba de luz con manos ávidas de guerra
y un alma preñada de escarmientos y reproches, venganzas y rencores…
[¡… ah, mañana naceré, y, mañana, podré ganar su amor, podré tenerlo, podré !]
ya, ya ha empezado a consumirse la noche, ya me acerco, ya declina:
cada aliento muerde y quema, cada instante hiere y mata.

HE ASALTADO TU VIDA

… he asaltado tu vida y la he hecho mía;


de un zarpazo la he arrancado de cuajo y la he puesto en mis manos
y en mis ojos, en mi espalda,
la he repartido con celos y con ansia por este continente
de invencibles y exaltadas fórmulas;
… antes de que el alba asomara a tus ojos de purísima cera,
ya eras mía, ya mis pasos te buscaban y mis fuerzas te buscaban e intuían,
ya eras mi torre de cristal, mi auténtica herencia a costa de tu herencia;
… te tomo y te aspiro, te estrecho y te imploro, te ofendo y te amo,
paseo tu alma por un sendero de zarzas y tomo una violeta para dártela
a la altura de la frente;
si no fueras reina y esclava, amiga y compañera,
si no fueras una gota fundida con otra gota en este cuerpo, lumbre y canto,
yo no sabría medir inmensidades reducidas, no sabría por qué habría de vivir
ni me atrevería a preguntármelo a mí mismo;
… pasearía errante sin contemplar los paisajes, viviendo a la deriva y a la fuerza,
muriendo sin el modo de encontrarte.

¿ FUI TORPE NACIENDO ?

¿ … fui torpe naciendo a la deriva en el último penacho de la historia,


en una isla de río,
en un junco, tallo arriba ?
… pero de un golpe de cansancio y tiempo curtió la tierra mis manos,
mi pies y mi garganta, y arreció mi voz en la ciudad y tú la oíste,
y todo el fuego de mi tierra fría fue en tu alma
ingente grito de pasión y herida;
… y así, herida fue tu alma, tus ojos y tu boca,
herida fue tu fuerza en renovada fuerza,
herida a dentelladas por mi amor sin memoria,
herida, siempre herida,
para buscar más herida en mi pecho y en mi espalda;
… compañera, el viaje es duro pero tú eres piedra fuerte,
tú eres piedra viva, la que verá y sustentará mis lágrimas.

HE CRUZADO

…crucé el ancho y largo de la tierra


contando paralelos y midiendo meridianos sin encontrarte;
fui viajero de la muerte, la llevaba cosida a mi fatiga,
y en cada paso que daba iba un hálito de muerte;
… porque yo te buscaba no sólo con los ojos sino con la vida y el aliento,
y ahora, cuando te hallo y clavo un muro a la existencia,
caigo como un ave en pleno vuelo abatida por el fuego de tu boca
y allí nos incendiamos, nos partimos, creamos un mundo
sólo nuestro, y al final, en supremo esfuerzo de almas
y de cuerpos, apartamos las cenizas y brotamos de nuevo;
y no hay entonces astro más brillante que tus ojos
ni manos que dibujen tu sonrisa,
ni líneas capaces de tus hombros porque viniste recogiendo sonidos
y armonías;
… entre mis manos duras contemplo tu faz valiente y viva,
valiente y viva eres; y cómo, cómo me acuerdo de aquel fulgor del río.

HERIRTE

… herirte;
de un zarpazo alcanzarte;
clavar un látigo en tu frente;
cerrar tus ojos, retorcerte,
amarte y olvidarte de un golpe de memoria;
… y todo, a cambio,
de la voz que me guardas fugazmente.

QUIERO ARDER TU VIDA

… quiero arder tu vida bajo el clamor de mis lumbres ;


quiero besar tus lágrimas para ablandar mis labios
de ansias y de fiebres;
querida, quiero sentir tu alma vaciando entre mi sangre
un huracán de estridencias, un despertar de gérmenes que acaso se pudrieron
a fuerza de oxidar la sangre;
quiero sentir tu aliento entre mi aliento para saber que en mi boca
aún te reconozco;
y quiero, y quiero, que bebas mi cálices a cambio.

EN LOS POLOS

… tú y yo, amor,
que andamos por el mismo meridiano pero vivimos en los polos,
corremos al encuentro sublime de los trópicos
y allí nos detenemos como dos aves extrañas sedientas de este encuentro,
y nos ponemos en pie y, cansados, cruzamos el desierto
en busca de otro oasis;
… y allí la brisa y allí la noche,
allí el aullido de un coyote hambriento de ese instante;
…y, al morir,
las dunas se desatan y matan los recuerdos.

NO HA MANCHADO

… no ha manchado, amor mío, la noche nuestra carne


porque en tu cuerpo han sonado dos campanas de alegría,
porque mis ojos han abierto el abismo más profundo
hasta encontrarte,
y al verte, y al tocarte,
una salva de luces incendiaron
las virtudes más completas y exactas de los hombres;
… no, no temo los infiernos que acumulo porque puedo vadearlos fácilmente,
no temo a las voces inflexibles porque tengo la vida incontenible;
pero me hiere un lágrima en tus ojos y tu llanto acabaría por ahogarme;
… amor, amor crecido en todos los modos y extensiones,
hoy templamos la cuerda más floja de los mundos,
y, temblando, como dos palomas sin refugio, rasgamos el espacio entre rocas e infinitos;
pero no temas, gaviota mía entre galernas, yo haré que toques el mar con tus alas de nieve
posándote en la ola más hambrienta;
… y al atardecer, pagando corazones y latidos, juntos, prestaremos al sol
nuestro amor salvaje en huesos encendidos.

AMADA Y QUERIDA MÍA

… amada y querida mía,


si me dieras tu carne, tus depresiones, tus mesetas y montañas de carne,
tu escasa y a veces mucha carne, tu carne y tu boca solamente,
yo no te amaría;
si me dieras ojos y palabras,
si para vivir trajeras sólo enigmas y misterios,
créeme, yo no te amaría;
… porque al amarme sé lo que me entregas
y no sólo es tu carne con todos sus principios,
sino el alma con todos sus matices y todos sus instantes;
me das lo posible y lo imposible,
lo pequeño y lo infinito, y lo buscas para dármelo,
para entregármelo, para hacerme su extasiado patrón y su sirviente,
y en tu entrega es el mundo lo que entregas,
y te sientes pequeña y diminuta
cuando incendias mi sangre;
… y así, contemplando este temblor - cual poder y grandeza -
día a día, yo te amo.

HOY SOÑÉ TU ROSTRO INDIFERENTE

… hoy soñé tu rostro indiferente,


y, al verlo, crujió mi alma y tambalearon sus goznes en mi cuerpo;
una cruz universal, una tumba abierta para arrojar corazones
de musgos y cortezas;
¡ … por qué, por qué amar para acabar en el arroyo !
¡ … por qué amar, si los ojos que vieron un imperio
descubrirán más tarde una ciénaga de olvido !
… amor mío, tus ojos, de metal de plomo,
se habían comido los de almendra clara,
y aquellas lágrimas tuyas, cual de cera y perlas,
fueron rosas tragadas pecho adentro;
[¿ … vivir ? no necesito otro aliento que el del viento,
[dije] alentar no puedo;
no busco más camino que el del sol,
mi sol ha muerto]
… mujer de olvido,
mi sangre, siempre roja entre tu sangre,
fue hoy purísimo rocío con que arrullar las hojas de mi flor marchita;
… no, no quiero soñar, no quiero morirme tan deprisa.

CUANDO LA IMAGINACIÓN IRRUMPE

… cuando la imaginación irrumpe


con su traición y tu pérdida,
cuando el universo se ha instalado sobre el eje de su cenit,
un azote de caos me sacude
y doliéndome me duele hasta la vida;
… un tropel espoleado de caballos,
mil cascos, piedra y fuego ,
yo bajo las armas
y tú a lomos del que me hirió primero;
.. sangre, sangre, sangre,
mi corazón está exhalando pena;
… hay un leve rumor de pasos,
es un retorno,
lucho, te contemplo,
y muero.

NO PODREMOS PASEAR POR EL OLVIDO

… no podremos pasear por el olvido sin pisar las piedras;


… mi vida, quedémonos,
sigamos conociendo nuestros besos calientes,
nuestros besos con sabor a sangre,
quedémonos atados a este poste mortal,
perseguidos por su sombra;
.. cuando el olvido muestra su calle interminable,
su calle pobre,
su calle cortada a tajos de memoria,
los zapatos, rotos, confunden estaturas
y un tropel de espaldas y sentencias
sofocan las esquinas;
no quiero ver nuestros pies desnudos
y nuestra sombra unida para matar distancias,
prefiero el silencio de tus lágrimas
y el lento aliento en mi garganta;
… amor mío,
crucemos el tiempo con las manos llenas de semillas y, si nos parte,
besemos nuestro poste en despedida.

HOY, AMOR

… hoy, amor
el otoño me ha atacado por la espalda
y me ha llegado a la memoria
con su tropel de hojas viajeras;
hoy, amor,
el frío ha entrado por mi mente
y el viento me ha clavado su espada de sonidos;
… y fue la esfera un bloque, una garra, una espina,
cien ojos descompuestos, un entierro largo
para ataúdes vacíos;
… y tu nombre lo encontré entre la memoria
cuando tu imagen era el rasgo más buscado,
ay, querida mía, estuve muerto;
… pero has llegado cantando, te has plantado al cruce de mi aliento
y así me resucitas, como pan abierto o lluvia,
como un retorno, como silencio puro;
… un huracán de rocío se posará en mis brotes,
se posará en tus brotes, y, al venir el día,
dejaremos al aire nuestro polen.

LA GRIETA

… un ramalazo de vida
me abrió en canal la memoria;
… la hojarasca de todos los otoños
y los fríos de todos los inviernos
cabalgaron por los sotos desnudos de mi alma;
… y una serpiente, de dulces frondas,
apartó las hojas y cantó a la muerte.

PIEDRAS Y CARDOS

… te estoy mirando con los ojos largos de la tarde,


una tarde sin nombre y sin espigas,
una tarde de piedras y de cardos;
… en el angosto hueco de mi alma
ceniza y llanto, ardor y olvido,
emergen en el valle infinito que no conoce sus laderas;
… cuando apoyo mi espalda en la cintura
en silencio siento el mármol que se parte,
el mármol de otros tiempos, amor, un mármol que hoy, cuajado de lunares,
se está cayendo a costa de apurar la tarde;
... ya no desafío al tiempo ni quiero remontar sus calles ni sus huellas,
ni escruto pasados, utopías ni reencuentros;
me cuesta ser viviéndome en la espera;
… tú supiste del amplio margen de un río primitivo,
cuando el viento calumniaba entre las hojas y a su paso, la tormenta,
nos dejaba un aliento más maduro;
… hoy ahoga la garganta al vaivén de un cruce en la memoria,
un cruce despiadado y seco que amontona huesos de amor a la deriva;
es posible que al llegar la noche esta tierra se convierta en fértil,
y estas piedras, y estos cardos que me calzan,
construyan en mis pies una auténtica sandalia.

EN ESTA HORA

… en esta hora de la tarde,


que muere comiéndose la tierra,
mi amor de espada se agiganta y, como loco sin memoria,
marcha hiriendo los arcanos de la noche,
mensajera de silencio, hechicera de mil ojos;
... porque en estos arcanos que desgarra
y en esta distancia que devora,
está el camino de tus pies solitarios,
de tus pies de ola.

HE SOÑADO

… he soñado un desierto con el sol hiriendo la espiral del aire,


un paisaje reseco
donde nunca pudo crecer la hierba,
sí, he soñado con mi vida,
una vida abierta a la latigazos sin historia;
… y un accidente del mundo
te apartó y te dio mi senda, te bendijo,
y sembrando bendiciones entraste sin temor
por mis abrojos y desiertos;
… y los siglos conocerán
tus labios y tu canto, compañera,
porque los dejaste en todo aquel paisaje con triunfos,
verdad y cosas bellas.

PÓSTUMO A UN AMOR

… seré carne sin alma,


hueso sin carne;
seré tomillo agreste
o acaso adormidera de la tarde;
o quién sabe, si en un presagio de auténticas locuras,
mi cuerpo ya sin vida
se alce en un ciprés;
… podré ser planta o barro,
pequeño o gigante,
pero, mis ojos de tierra,
mirarán eternos, eternos,
tu imagen sin cansarse.

CAPÍTULO III

CARA AL CIELO Y CON RAÍCES EN LA TIERRA


… soy el grotesco, el sátiro, un búho de ciudad, el gavilán,
voy el rastreo de la presa;
soy el vengador, el filo, el látigo y la piedra,
busco caravanas de reos ambulantes;
soy, soy el niño y el viejo de la tarde, la línea recta y el recodo
buscando el atajo que no existe;
soy el tentador, la cruz, el soberbio y buscador de luz de amaneceres,
mi vida se retuerce en esta conflagración y pánico de almas;
soy el espejismo, el eco y la zancada,
el gusano que engulle silencios y distancias;
soy la lágrima y la hoz, las manos extendidas y la ira, y el huracán, y el rayo,
la cúspide y la grieta, y, sin embargo, a veces me sorprendo contemplando
una gota de rocío en el brocal de tus manos;
… cara al cielo y con raíces en la tierra.

MI VIDA ES ESCASA EN PAN

… mi vida es escasa en pan, se lo está comiendo el olvido;


pan ácimo para los que padecen hambre,
pan negro, pan de fiebre;
yo me comería pétalos de flores amasados;
.. mi jardín está lejos, lejos como un campanario abandonado,
como una fiesta acabada,
quién pudiera recordar una fiesta;
… mi fe es de arena,
se hizo arena como todas las cosas imposibles
y ahora navega por todas las playas,
bebiendo la sal de todos los mares;
acaso una galerna rompa su último grano, su última molécula,
su última reliquia irredenta y nómada;
¿ … hallará reposo en alguna playa diferente ?
pero ¿ dónde… ?
… quiero un cementerio solo, una cruz tragada tierra adentro
con un rótulo de piedras, de agua, de arena,
un silencio montado a lomos de lunas y de vientos.

REDENCIÓN

…el tiempo me ha hecho columna de granito;


soy tronco de palmeras de templo en el olvido
donde un vergel de Cristos con ojos inflamados
esperan un abrazo tenazmente;
los hombres no quieren los abrazos ni las súplicas atadas
a un madero, el hombre es piedra
y el alma es poso de alimento;
… brillarán estrellas en cirios y coronas, rasgarán badajos
el aliento, pero un polvo clavado en mi camino me estará esperando;
… no habrá atajos para llegar primero ni ríos
que esperen para vadear el tiempo, que cintura no habrá que no se quiebre
sosteniendo el alma sobre el suelo;
… el tiempo me ha hecho columna de granito sin ojos de distancia,
sin voz entre los ecos; estático, muerto, espero mi caer
cara al cielo.

LA EXPERIENCIA ME HA TRAÍDO

… la experiencia me ha traído una mirada diferente,


un pensamiento diferente, un gesto, unas manos, una forma de andar
en la que apenas me redescubro y reconozco;
¡ … soy yo, soy yo ! grito sin encontrar aquella primavera
de mis 18 años;
qué larga se me antoja en el recuerdo;
… esta prisión, esta caricatura que hoy envuelve mi columna de acero,
que fue virgen, no me dejará escapar sin antes devolverle
su veneno de pasos y de tiempo;
… hoy hay yunques en todos mis sentidos,
y, a cada martillazo de vida, un silencio de argamasa construye su pared
para atajar distancias con misión futura;
… no más hoz para mi mariposa blanca, no más noches frías,
no más lágrimas, no más albores plomizos que maten mi canto
de luz y de esperanza.

SOY MENTIRA

… llegó el tiempo
y he aprendido a beber
de la copa de los ciegos;
… me duelen la memoria,
los pies, las manos y los huesos,
me duele la vida,
me duele todo aquello que sea cierto
porque sé que soy una mentira
pegada con zapatos a la tierra,
gritando a ras de suelo;
… armadura de polvo cincelado
sin futuros;
armadura de vientos, pésames y olvido;
armadura de algo que marcha sostenida por un rato;
¡ … ay mi derribo,
poco a poco ya lo escucho !

RINCONES
… por mi alma agonizan flores que nunca existieron;
como piedras están cayendo sus pétalos, y, en cada pedrada,
brotan lágrimas de mis pequeñas cosas, de aquellas
que hicieron rincón porque, solas, jamás reunieron mis pupilas
en ellas;
… quisiera, en esta hora,
horadar mi soplo, mi eco, mi estela de montañas,
quisiera transformar el aire de mi primer aliento;
… vida y jirón y jirón en vida, dentellada que, de cuajo,
levanta todas las semillas que nunca germinaron;
semillas de pobreza, de sed y de cansancio;
semillas de oasis que brotó a la intemperie, privado de palmeras;
… ay, ay si yo pudiera crear una gota de agua.

NOTICIA GENERAL

[España: 1939 - 1975]

… hay calor febril en esta noche salvaje, en esta noche de lobos contenidos;
es mortal el aire sobre la tráquea redonda
de la garganta telúrica;
… un rumor apagado y sordo acompaña esta marcha heterogénea:
gritos de latón, de hueso, acero y carne,
un grito estrangulado que acaso se apoye en el morir de una ola;
… por el horizonte, el día viene cabalgando temeroso y cobarde,
gris, y sus ojos serán heridos hasta hacerlo huir, hasta asesinarlo,
y, así, matando, se sucede un rosario de tiempo ensangrentado;
… aquí, la noche: la matanza está a punto;
hay invitaciones en todos los recodos, en todos los cruces;
la asistencia es global, no se exige etiqueta;
… si en al camino alguien os pregunta: ¿ a dónde vais ?
entonces, y si sois capaces, agarraos a él y caminad,
caminad hasta que los pies, podridos de cansancio,
detengan vuestra angustia y eviten el regreso;
… entonces, estaréis a salvo.

LLAMANDO A VOCES

... por qué, por qué cada día, Señor, mis odios nacen,
se renuevan y aumentan;
por qué a cada paso temo mi tropiezo, mi caída en la red;
por qué, por qué pienso y por qué a través de este meridiano diario
mi pensamiento es balsa sacrílega y avara…
… quiero perdonar y no puedo,
escapar y no escapo,
quiero vivir y estoy atormentado por esta opresión de náusea y cólera;
que nadie llame humanidad a este género;
que nadie esconda este puñal de espíritus y carnes viejas;
cada mente es un filo,
cada labio, vaina de de ignorados y mortales materiales;
… qué tristeza en este apartar y matar para llegar a Ti;
qué dolor en mi hombro bajo el peso implacable
de mi ataúd colgante;
si contemplas mi vida, verás un muy caro pasquín;
es mi captura, mi destino derramándose en mi alma impresa,
en mis fuerzas rotas que, cual rey destronado,
fuera perdiendo su sangre por los senderos de los fosos y las calles;
… sí, yo soy en todas las calles, en todas las esquinas,
marcho y, en cada regreso, el peso de mi hombro se perfila y perfila
hacia abajo;
… sé de las largas sombras de los cipreses y los álamos blancos,
y sé, sé de la poderosa silueta de un cardo sin patria;
estoy llamando a voces y nadie quiere oírme.

EN BUSCA DE LA LIBERACIÓN

… no tejerían en mi cráneo las arañas


ni anidarían las luciérnagas de noche,
no treparían por mis órbitas vacías
las uñas de la tierra; me duelen ya los huesos que me alientan;
y hasta las tristes raíces quisiera levantarlas del escombro
y ungirles la vida sabiamente en un tronchar de fuerzas,
de un soplo;
… cómo, cómo hierven agonías los eriales abrazados por sal y por sequía
cuando un ardor de ojos y de almas recorre los vendajes constantes de dolor;
¡ … tierra, tiempo, aire !
ah, no hay brazos más ligeros que abarquen tanto erial y tanta edad;
me estorba el firmamento en esta marcha ingenua
sin vados, sin salida;
… mi voz se quiebra sin llegar al canto,
mis pies se paran para ajar al tiempo,
y todas mis potencias se dilatan
estrechando un cerco inhóspito que aprieta;
… no soy libre;
hay un tira y un afloja en mi garganta,
y no, no quiero ser madero podrido bajo el hacha;
[… pero tengo barro en la costilla,
como mi madre, y ella me espera
para darle el pan de esta jornada]
SOY EL HORIZONTE PERDIDO

… soy horizonte perdido en la bruma


que lucha por la existencia para no morir en la niebla;
soy el gemido que arranca sin nombre en la boca,
soy el huracán vencido, soy acaso una escoria;
la tierra se ensancha y me hieren sus puntos cardinales,
y mis pies son cortos para armar un alma de rumor ingente;
… ayer me ha confundido con mañana,
el presente es un navío sin historia,
una tela de araña contempla mi evasión;
ah, si tuviera para vivir un temible disfraz;
… pecador,
danzarín de una rueda sin eje,
de una rueda de viento, de un agujero profundo y sin finales;
cuando sienta que mis ojos ven,
cuando esta liberación trepide por mi pecho,
aquel amanecer cargado de impurezas, lo echaré al corazón
para morir;
y seré fugaz para orear la sangre,
para darle al mundo una cruz, una flor o nada.

NUEVAS FLORES DEL MAL

… flores de mal y de muerte,


tumba solitaria, capitel caído,
miseria por miseria y ruina por ruina;
[el cuervo grazna bajo el cielo negro]
… tempestad para el alivio, para calmar el dolor;
rostros deformes para curar el caos que se agita;
donde el río, una piedra; donde el monte una piedra;
en la calle, mil piedras: el mundo marcha dándose pedradas;
… porque no grito, porque no destruyo,
porque no levanto manos de cruel hipocresía,
olvido, acaso odio para clavar el presente;
… oh amigo,
tú, que conociste toda la fealdad de la tierra,
ven a contarme tu historia de sangrante cáliz,
y yo, a cambio, te hundiré en mi sótano de tétrico aire;
porque ¿ acaso me atraerás la belleza, el candor, la alegría,
la sencillez de las cosas ?
mira tus inútiles manos, tu boca de siega, tus inútiles ojos,
hasta tu hueso sigue siendo inútil;
has escapado a tiempo cuando creías que tardabas tanto,
y tu reguero de luz sólo se descubre en esta noche loca;
… belleza, amor, piedad y fango…;
todo, todo se cofunde bajo el rancio sabor de esta pieza envolvente
y única;
… por un bocado de pan blanco, yo opondría la lengua pura
del comer humilde.

HOMBRES MALDITOS

… hombres malditos
yo os condeno a vivir sobre la tierra, a empobrecer su belleza;
hombres malditos, venid conmigo a compartir el ultraje;
¿ … acaso habéis dejado de ser mis hermanos ?
hombres malditos,
sois buenos porque vuestro espejo nunca tendrá fondo
y ya no tengo prisa porque estoy con vosotros
aunque he llegado tarde para entregaros mi grito;
hombres malditos,
salid de vuestros escondrijos y mirad al cielo,
tal vez un dios particular nos salga al encuentro a todos;
¿ os pesa el equipaje ?
he traído un alma de agujeros para llegar a vosotros,
ah, pero por esos agujeros haremos una escala y treparemos;
… quizás un astro de desprecio nos esté esperando con un guiño
de espantos e ironía.

FLORES DE MUERTE

… flores de muerte,
flores para matar mariposas,
flores para irradiar perfumes de muerte;
el hombre es mariposa que purga de todos los olores;
oler o no oler, matar o morir,
buscar a cambio una felicidad desconocida
es camino de flores y de sierpes;
¿ qué coger o dónde estar si el más bello pétalo
oculta la cabeza de la sierpe ?
¿… matarse para vivir aunque sea a costa de las flores ?
¿ vivir en medio de rebelión de inmundicia ?
… trampa, trampa;
una hoz se agita por el túnel del tiempo
y siega y degüella y mata el suave pensamiento de las flores;
.. oh Hamlet, oler o no oler;
he aquí, he aquí el misterio que interroga y cesa.

CRIAR HIJOS PARA LA MUERTE


. criar hijos para la muerte y el olvido;
un desgarro capital sin picas y sin hoces,
una masacre de miembros y almas
con el duro obsequio de vientos sin memoria;
… tengo frío en lo profundo,
tengo impotencia para reconocerme y reconstruirme;
… oh Dios, al que amo y no comprendo,
oh Dios de la presente tristeza,
Dios vital de una alegría sin nombre;
en tu tierra de fango y arco iris
más vale una humilde flor
que un torrente de corazones de antemano coagulados;
.. criar hijos para la muerte y el olvido,
para una herencia de horca,
criar hijos para una trampa certera y egoísta;
… a este círculo de espadas inconcretas,
yo me enfrento con mi corto canto de estrépito, rebelión y conjura.

LA GUERRA

… ha estallado la guerra;
pregunto por mis hijos pues pienso morir en ella;
… algún haragán de ideas, redentor y cosmopolita,
llegue acaso a encontrar en una primavera tardía
mi flor sin colores ni contornos, la eleve a la cúpula infinita,
y diga: “a mi amigo, que mató la peste,
que buscó, que buscó y bebió el veneno de millones de hombres,
a aquel amigo que, por esta flor,
hizo que desaparecieran todas”.

A OTROS HOMBRES

… hermanos,
dejad ya de apretar,
me duelen los costados y la frente;
pasad sin deteneros
como el aire que roza y acaricia,
no queráis llevaros en las manos
el agua que ensucia y fertiliza;
es nuestra
como son los molinos de viento
de la estepa;
… nuestra el hambre
y nuestra la justicia.

LA LUCHA

… recogeré las piedras


que van cayendo en mi tierra;
las iré cogiendo y sembrando en mi alma desierta;
yo encontraré los confines del mundo de la guerra
viva, y una flor en blanco y oro anunciará mis fronteras.

ESTOY VIENDO MIL PIES RODANDO

… estoy viendo mil pies rodando en el asfalto,


arena que lentamente se hace humana,
manivelas que se parten con chasquido seco
a costa de un ínfimo salario;
… tengo en el oído el murmullo
de veinte mil gargantas en flor
mientras un millón de sombras se arrastran
latiendo apenas por la esperanza de un grito;
… qué ironía tras las conciencias humanas,
qué hastío, pero qué valor para amasarse cobarde;
¿ dónde están los hombres que llegaron al podium
con lágrimas en el papel y sin aliento en la boca ?
¿ dónde están los hombres de diamante purísimo
que han preferido enterrar para dejar de ser hombres ?
¿.. dónde, Señor, dónde estamos, quiénes, quiénes somos ?

HORA DE PARTIDA

… quiero tener un euro más


para comprar un número mayor de mis zapatos;
quiero una calle ancha,
no me importa dónde muera la calle;
quiero sentir, por una vez, la ilusión angosta de que nadie me aprieta;
[mi aliento se confunde y choca en los alientos]
… soy el esclavo en rebeldía
arena en el viento que limará la roca,
trueno que arranca de la misma tierra;
… que jueguen los niños en los parques,
pero jamás un martillo deje sus efectos en el aire;
… no busco manantiales secos, sino con una grieta común,
río arriba de un cauce ya ganado;
… tenemos enfrente la hora de partida,
vayamos por ella para hacerla nuestra,
vayamos para no sentir tan dentro la vergüenza.

===

TÍTULO:

“UNA FISURA EN EL PECHO”

Presentación con dedicatoria especial:

TESTIGO DE CARGO

A “Leona”, mi vieja y querida perra, mi hermana menor

- ... la colgó el pastor de un manzano florido;


y yo fui aquel niño, con el ojo apostado
tras la rendija de la puerta -

… un huracán salvaje de agujas y rompientes estremeció la huerta,


las vértebras del mundo y las ubres de las flores;
cundió la oscuridad y aleteó sin rumbo el amor y la tarde,
y el cisne de la vida
y el cisne de la muerte;

¡ … que nadie, que nadie sabe hasta dónde es dolor,


que nadie sabe !

… regreso a veces a la rendija infame


y aparecen niños, cromado el iris,
tirados por el suelo;
… no, no es éste otro tormento
ni es otra la inclemencia dejando en carnes vivas
y al raso de repente;

… y no, tampoco tiene más pagos la tristeza que un boquete abierto


de frente a la memoria, un abril de niños y destrozos
y esta ausencia que atenta me persigue, me observa y vigilará por siempre.

CAPÍTULO I

ÁNGEL

… ángel, dime ¿ en qué hora se muere ?


¿ en qué instante se invierten los crepúsculos
y también el corazón y el pueblo y el aire,
que todo lo olvidan ?
y siendo así ¿ en qué momento y hora, dime,
se rompen los sellos de las puertas y le memoria entra,
ve, se apropia del dolor y se marcha instruyendo la alegría ?
… porque cunde saber que este discurrir o tiempo no es inútil
ni en su sombra ni en sus fulguraciones;
[por eso, por eso, ángel, te digo y te pregunto]

APROXIMACIONES EN AGOSTO

… abrasan los periódicos,


abrasa la tinta raída,
y el viento seco,
y la eternidad;

… bajan los montes desde el cielo


y los dioses los velan con esa transparencia
sinovial del rocío;

… en los bordes del mar están los niños solos,


solos los niños en un intento por tirar al agua
la acidez del día y su herrumbroso, su gastado canto;

… agosto es esta luz;


no es la luz que deseo;
es la luz que tengo.
CAMINO DE LOS CAMPOS DE FUEGO

… y si el fuego del agua y de la tierra,


el que cogí para alumbrar los claustros de mi vida
se apagara ¿ cómo entrar y apropiarme del aire ?
pues ¿ cómo el tiemblo de las pequeñas cosas
- levantándose y enfrentándose a sus hielos oscuros -
podría ir a un mar de luz y colmar su sed, su aventura profunda ?
¿ en qué respiración existo y en que tiempo y hombre de piedra y nata,
y en qué, en qué guerra, que hasta nos teme la muerte ?
… os hablo desde el camino que lleva a los campos de fuego,
el que abandona días, años y amigos, el que está cruzando
por esta densa y honda soledad impenetrable;
desde él, desde él os hablo.

CAMPANAS DE BILBAO

… esta tarde, en Santurzi, tañen las campanas del mar;


en Bilbao, en cambio, parecen no oírse ya nunca;
en Bilbao corre el tiempo delante de los coches
para morir y muere,
y las calles se tornan cementerios marinos;
porque Bilbao - aunque dure el olvido - es el mar,
la canción que aún construye y destruye sus puentes, sus riberas
y los atuendos primeros de su juventud;
por sus calles de hierro y agua hay llantos
y veleros que naufragan azules,
y campanas que callan y persianas que caen;
… desde Santurzi, esta tarde, Bilbao es un milagro, una resurrección,
el labio nuevo y tibio que despierta y florece;
… Bilbao no está lejos, pero el sonido del mar, cuando llega del puerto,
se torna gris en el, melancólico y triste.

CIERZO

... indefectiblemente, a todo corazón llega su nieve y cierzo,


sus rojizos glaciares de témpanos helados,
frío sólo;

… y si entonces los dedos de las manos son ángeles volando


sobre la inmensidad telúrica
del pecho,
qué peligro entraña bajar al sentimiento
y en plena soledad quitarle el canto;
… porque si tú, compañero de hielo – dios herido, tristeza mía –
di tú, digo, escucharas en las cuencas heladas de la sangre,
hallarías violines de infinita ternura bajo toscos atuendos
de un silencio sin más desesperado;

… por tanto, si pudieras recordarme y entreabrir los labios, nómbrame


y llámame, que todos los violines del mundo estarán sonando.

COMENTARIO ACERCA DE LA AMISTAD

… antes de que te mueras, amigo, acuérdate de mí,


que soy un hombre de tierra y en la tierra,
pues de tierra son mis brazos y pecho, los ojos que te miran
y la boca que te habla;
compañero, enséñame a hacer memoria,
a salir de mis conchas e indolencias lunares
para ir a tu encuentro y saber que existes y eres,
que te nombro y podemos ser amigos;
… ah, no te vayas sin darme esta esperanza
de vida;
mira que voy aponerla aquí, donde no se pierda,
donde el dolor ya tuvo sus sembrados y donde ahora nombra
y llama la alegría;
… recuerda que hay que sufrir mucho para saberse vivo y aguantar
este tirón que nos fractura el alma;
cómo, cómo podrías irte ahora, que estoy construyendo un diapasón de vida
y la tierra, seca y dura, agradecerá la lluvia que a ambos lava y unce a ella.

CRÍTICOS

… generalmente creemos que somos majestuosos, únicos,


de puta madre,
y ejercemos la crítica como dioses, cual tíos purísimos,
incapaces de dar un resbalón, convencidos de que el sol de la moral
sólo es cosa de cutres y piojosos y no nuestra,
tan inmaculados, tan inmarcesibles;
… ojalá, ojalá fuésemos de puta madre y no tuviéramos
que comprobar día a día – y sufrirla – la mugre que ocultamos
tan reverentemente;
… porque breves son la razón y el corazón,
y porque antes o después – y sin saber cómo –
quedamos con el culo al aire y un falso viento de humildad
pega tarde y mal frente al tamiz de los amigos, de los vecinos y del pueblo;
… y así no hay manera;
con ahínco deberíamos aprender la lección de la zorra.
DANZA DE LAS MARIPOSAS

… al igual que el amor, hay un tiempo en que las mariposas


se asoman a la ciudad de mañana y bullen y se arriesgan con la luz,
con la euritmia del sol, con la ilusión profunda de un viaje terrestre,
interminable y único;
… y hay un tiempo
en que las horas que quedan nos quedan para vivir,
y es tal la fuerza de este amante en flor,
- y su gozo, su voz y su abrasamiento –
tal es la eternidad, la entrega dada, que ¿ dónde y cómo existir jamás
fuera del fuego ?
… pero hay otro tiempo, ya otro, en que las mariposas mueren;
pero vuelve el sol que las destruye y ellas vuelven aunque los perros ladren
y un alhelí de noche y fuego les consuma las alas;
… tal es la hondura, la resurrección y don de los amantes,
la sutil, la hermosa danza de las mariposas;
también la nuestra.

DEL CINE Y SU TIEMPO

… cuando dan un hachazo en la cabeza y saltan y chorrean los sesos y la sangre


y la toma nos sumerge y adentra por los ojos terriblemente abiertos
de la víctima,
hay quien justifica el argumento señalando que ésa sería
la pura realidad, o qué coño, que el rajado era el malo
de la película;
y cuando tipos Rambo, Harry “El Sucio” o el macarra de turno
entran y moviendo el pulgar o el índice en los bares
y sin más los destrozan mientras violan a la camarera sobre la mesa
y al salir le aplastan las gafas y la cara al señor que venía del teléfono
y todos quietecitos que aquí no pasa nada,
estupefactos o entre dientes tendemos a decir: ¡ qué cabrones !
pero también “¡ joder, cómo pegan…! y la película del mundo sigue y sigue;
… no sé, no sé por qué recuerdo ahora el Concierto de Aranjuez y al maestro Rodrigo,
[ciego]
al piano, interpretándolo;
así están las cosas;
… hasta que Tarantino no salga poniendo alguna adelfa o rosa por la casa,
cuidaros, cuidaros y reinaros mucho, mucho y muy por dentro;
… pero ahora, sin embargo, reíd, aunque riáis poco;
no están los tiempos para desabrocharse el cinto.
DEL MUNDO ÍNTIMO DE LAS COSAS

… acaso hayáis notado que existe una precisa ley entre las cosas,
como un hábito callado por estar cerca entre sí,
como un cariño;
porque las cosas andan y se ayudan, y mueren y no paran;
ved los mercados, los campos, las calles;
están en todas partes creciendo, esperando, o subiendo o bajando de coches,
aviones y trenes, entran en los bolsillos, deambulan por las mesas…
qué sería del colchón sin almohada o del televisor sin imagen,
y qué sería, ah, qué sería del pisto sin cebolla;
existe, hay, un amor hondo en ellas, pero nosotros creemos
que las compramos y usamos para ser destruidas y llegar a ser nada,
pues nadie, nadie grita desde una silla vieja o un muñeco ajado y arrumbado;
… no, nosotros no escuchamos los terribles sollozos de las cosas;
porque ¿ dirá alguien que un grifo es un brazo de hierro vivo
por donde brota la vida ?
¡ … ay si a las piedras oyéramos, si a los árboles, ay si a los mismos ángeles !

DESPERTAR ONÍRICO

… hay un tren que no sé por qué se mueve


y no sé cómo se para;
un tren que rueda y rueda errante, enloqueciendo al tiempo,
y en su hábitat ya no quedan ríos ni ciudades
pero sí golondrinas
y flores negras;
¡ … a dónde, a dónde vamos !
y el ruido penetra y sube por los hierros arriba
cuando quiero entrar en mí y abrirme
pero no puedo porque soy oscuro como el tren,
como las golondrinas,
como las flores;
… aguanto y hago fuerza hasta derribar mis puertas y caerme dentro;
el tren se para entonces y es temprano aún;
el destello gris de los primeros coches ilumina mi cuarto,
pero el terror de sus flashes sigue dando vueltas y vueltas
por el inframundo de las paredes.

EL BUHONERO DE ORO
… era un hombre mágico;
vendía luz y vendía sombra;
lo vendía todo;

un día se le acercó una mujer y le dijo:


“quiero un collar de oro ¿ lleváis collares ?”;
“de aquí podréis hacerlo” - le respondió el buhonero -;
y arrancándoselo, éste le entregó el cabello;
… la mujer se alejó encendiéndose y apagándose,
hasta que, al fin, se perdió a lo lejos;

… otra mujer, viendo el prodigio, le salió al paso y le dijo:


“quiero la luz y la sombra, vendédmelas”;
y, arrancándoselos, el mago le entregó sus ojos;
… la mujer, resplandeciente y oscura,
rauda, se dirigió a su puerta;
pero, por más que buscó y buscó,
ya no pudo encontrarla.

EL MUNDO

… aquellos muchachos, los que hicimos de las tardes de invierno


leña de sombras e inolvidables fuegos ¿ habremos muerto todos ?
¿ habrá estado alguno en París o en Nueva York,
habrá abrazado alguno a Nelson Mandela o visto el cielo púrpura
del sur,
el que sube y sube tan alto y solo para ser tan hermoso ?
¿ … dónde, dónde están los muchachos del color del centeno,
los que abrieron las plazas de polvo y piedra en la vida
e inscribieron sus nombres en ellas por vez primera ?
¿ estaremos vivos…? ¿ o dudaremos aún que fueron ciertos
Machado, Neruda y Cristo,
y aquella lluvia en Vecilla o Campo Rojo en Zamora, Candelaria,
allí, donde la ermita ?
¡ quiénes somos o qué juventud unimos a la paz de las murallas
y a qué verdad habremos de atender si nos preguntan !
… esta nueva tierra mía, Santurtzi querido, hondamente sabe
que no he muerto;
y lo sabe el mar, y Euskadi, y las cinco rosas de la Margen Izquierda,
que son el mundo.

EL REY QUE YO CONOZCO

... hábleme el Rey,


el que viste de luz entre jardines
y domina el rumor de los estanques;

… es un Rey sin pajes ni caballos;


él va y viene, discurre cual el agua,
y el agua fluye
de piedras y de rosas;

… cánteme, cánteme el Rey


la canción de cariño que entonó en los torneos,
la que hirió a su enemigo y fue su divisa en el exilio;

[el Rey forjó su sello con sangre y sangre pura


y ya selló su sangre;
el rey esgrime su poder y cetro con quietud inteligente]

… hábleme, pues, el Rey que yo conozco:


el que vence los goznes de las puertas
y sosiega, con paciencia, los furiosos dientes de los perros.

EN BUSCA DE MEMORIA

… no vengo con la luz en la memoria, sino a buscarla,


a poner en vigilia mis rosas,
a herirme y saber dónde estaba el dolor
que aún traía;
lo tiraré al olvido
del río,
no para que muera,
no;
para que ponga
piedrecillas blancas y piedrecillas negras lo tiraré al olvido;
… pero ¿ habrá alegría…? y si no la hubiera
y sólo piedrecillas negras produjera mi vida,
por qué pararme y enfrentarme a un sol de soledad
y dentro y solo
bajar la cabeza
y esperar
y esperar…

EN LO ALTO DE UNA NOCHE DE ESTÍO

… hay quietud y el sofoco empapa la noche;


la calle - como el dolor, honda y larga -
sube a los barrios donde la luna es otra
y un llanto amargo descubre mil espejos
de golpes e inocencias;
… con esta placidez ¿ no irá la libertad a hacerse…?
[no, no irá la libertad]
… como placer salvaje de luz y sangre,
suenan cantos por las venas más tibias,
suenan los amigos que están a punto de llegar,
y suena y duele la razón, la magnitud que ignora este mirar mío
sin normas ni mesuras;
… y todo ocurre ahora, presente y nítido como el timbre que insiste,
el que está llamando y rompiendo la espera limpia y fresca
de repente incendiada;
… voy y debo abrir la puerta con cuidado, con mucho cuidado;
mis amigos no saben que los muros de casa están ardiendo.

CAPÍTULO II

ESCUELA MIXTA DE VECILLA

... aquella estrecha escuela de la calle La Fragua


- junto a la huerta “La Nora” -
y su vieja maestra, doña Antonina:
rigurosamente de negro, tan amante y puntual con la norma del día,
y sus veinte niños de después de la guerra;
los tapiales laterales encalados de blanco - altos como el cielo -
sostenían dos mapas amarillos y rojos
y en el frontal un crucifijo;
de parte a parte, con sus toscos tinteros incrustados,
la cruzaban los bancos integrales, pulidos por los niños con trozos de jícara verde,
una vez al año;
y, al sur,
dos enormes ventanas con algunos geranios consolaban la luz
de aquella calle humilde, torcida y desolada;
… piedras calientes llevábamos contra el frío en los bolsillos,
o repetíamos todos y en voz alta la tabla de multiplicar,
circunscribiendo los bancos de la clase, dando vueltas;
… cuatro años tenía después de Navidad y mi hermano, Valentín,
me llevó de la mano;
en alguna parte, aún perduran aquellas dos enciclopedias, Grado Medio y Superior,
que con sigilo hablaban del cielo y de la tierra;
… pero ¿ quién llegaría a 14 años y a la vida si por Vecilla y España
cruzaba tanto y tanto frío;
doña Severina llegó enseguida, joven, justo de allí, al lado, de Pobladura,
- se ha muerto no hace mucho - y después doña Lola y doña Julia,
de no sé dónde;
… recuerdo a las primeras porque las conocí y las quise,
pero no así a don Jacinto, aquel cura descarnado y tuerto que ya hacía tiempo
había casado a mi padre y a mi madre;
iba desde Fresno en una yegua negra, nos tundía en la doctrina a palos,
y de nuevo, con paso ceremonial y pistola al cinto,
regresaba por la carretera estirado, enjuto, impasible, eterno.

ESPAÑA

... no, no es España una roca inconmovible


ni un sueño imperturbable, y no, no una idea eterna;
España es el agua que bebemos, el manantial que nace
y corre hacia los mares de una utopía transparente;
España es una calle transitada por los pies de un instante
y sus cobijos, por la levedad del lecho del camino, la de la tierra, la del aire;
España es una luz que lucha en el espacio con sus hombres
de piedra para encenderlos;
… y España, mientras tanto - como todas las rocas y todos los abismos,
como toda ilusión, encantamiento y llanto -
es lo que tenemos y lo que somos: mucho y nada en esta brevedad
que, ahora y luego, nos confunde y contiene a muchos, sí,
pero no y nunca a todos.

DE LA CIUDAD Y SU CUIDADO

… hay niebla y por la carretera vienen


los santos y los asesinos;

… y llegan, cruzan las puertas


y nadie, nadie los distingue;

… cuando la ciudad despierta


y en sus gritos se abisma,
ya es tarde;

… al final se ha ido la niebla,


pero el sol y las puertas permanecen cerrados.

LA HORA NECESARIA

… no, no es ésta la hora de la necesidad,


la de coger la voz íntima y ponerla a leer el dolor;
no, no es la hora del recuerdo porque los recuerdos se producen ahora
y no se detienen mientras adornan o destruyen;
será después
y hay que esperar;
… porque todo, todo espera, hasta el tiempo por el tiempo pasado;
las personas, los escenarios, las cosas, esperan;
… cuando todo nos busque, nos nombre y halle,
entonces será aquella hora, la que nos ponga a llorar o a pensar,
incluso a reír y a reír sin esfuerzo;
es una hora a la que nadie escapa y en la que todo se escribe y se confirma;
… pero no es ésta, no es ésta aún.

MÍTICA CENIZA

... tanto tiempo mirándome la piel, cuidando mis bronquitis, mis fracturas,
tanta y tanta juventud sobre el gozo de unas horas
de besos y cerezas;

… y esta carrera despiadada


por tener y teniendo ser la dicha, la excelencia, la belleza:
luz y égida del mundo;

[mejor fue despeñarme de los ojos


y caer, huir al corazón
y ser mi propio huésped tras un grito de sangre]

… cuando el sol de mi vida latía estremecido,


quedó ajado mi nombre, inútiles mis manos
y el torso de mi pecho;

… emprendo un vuelo grave de mítica ceniza,


y el cáliz de la tarde se engrandece sobre un temblor reciente,
surgido de las sombras.

LO QUE QUEDA

… ved que son muchas las opciones


y todo es útil;
no sólo la virtud o el heroísmo,
sino el error, tan necesario;

… podemos ser deliberadamente


dioses o ruina;
mas nada es igual;

… miradlo y estudiadlo bien,


porque, en definitiva, lo que queda,
es lo que hace más libre al hombre.

MEDIANOCHE
… mientras la noche y la luna vuelan sobre la tierra y el mar,
sobre las carreteras, los cementerios, sobre los montes cercanos
y la ciudad encendida,
yo estoy llorando;
… después de mirar y mirar - arrasados los ojos contra el cielo -
después de un rato compartiendo la muerte con los que lloran,
con los que tienen la vida como soplo de otoño frente a la ventana,
después de un rato, digo, comparativamente comprendo mi llanto infundado,
la magnitud y hondura de mis fuerzas y dioses sobre mis huesos tristes;
… porque la noche es, sin embargo, hermosa como un tamarindo en flor,
y entusiasta y serena como un velero entrando por todos los puertos
abiertos de mi aliento;
… yo no sabía que contuvieran mis ojos tantas manchas lunares
ni tantas golondrinas ocultando el sol; no sabía que esta noche viniera
persiguiéndome desde todos los tiempos no sólo con desolación,
sino con el vino inefable de ésta tensa y veraz alegría;
….parpadean y me tocan las luces de la ciudad,
me tocan el mar y el tiempo, este instante me toca,
del cual mis ojos se adueñan y sostienen;
… como si nada ocurriera en el corazón de la noche;
como si en ella no temblaran huesos heridos y rotos como los míos.

NOSOTROS, QUE ÉRAMOS

… viajeros
- náufragos, visionarios, trotamundos –
hermanos queridísimos y uno a uno, vosotros,
los que venís y vais en todos los furgones
a última hora de la tarde/noche,
¿ quién os canta ?
¿ a dónde os dirigís con las manos de piedra
y un futuro sin fuego ni agua ?
¿ sois vosotros los que llevabais conmigo la otra tarde la vida de fiesta
y a las seis de la mañana estabais tirados en la acera como cabras viejas,
contra el pecho asesino ?
… y sin embargo, sois como una apuesta,
como el rincón del tango aquél que nos zurró con horas hondas,
horas que han de tener la fuerza de vivirlo y revivirlo cabal y exacto,
tan en punto;
pero ¿ quién os canta ? ¿ quién tocará la melodía loca en los furgones
de noche y de huesos, quién abrirá un ojo grande por donde mirar
en esta ciudad sorda de amor, y quién velará por vosotros la noche próxima ?
… porque yo ya no puedo ser otra cosa que un cierto amigo que os vio partir,
no desde la acera, sino tumbado en la vida, enmarañado en esta soledad de estaciones vacías donde ya no hay
furgones libres y el cielo, alto y ocre, parece urdir y ahondar estas solas y absolutamente desvencijadas sombra
y desdicha mías viéndoos, contemplándoos.
NOTICIAS

… tengo asumida la vejez, la muerte,


el dolor por tanto y la escasa paz
que soporta el ser;
… mientras paso, en el parque un pájaro canta ;
sea bendito su canto y la luz de este momento,
lo que es, lo que queda y va conmigo;
lo digo desde la lluvia y los torrentes,
desde el resplandor de las hogueras
con la camisa mojada y quemada, resbalando libre
por mi cuerpo; ¡ ah, libre de camisa,
oh, libre mi cuerpo !
para decir estas cosas he tenido que volver atrás
y llorar, andar y andar y deshacer mis nudos;
por tanto, ¿ cómo esperarlo todo sin ser niño
y sin concha junto al mar, cómo…?
… todo esto no, no es mucho,
pero me lo ha dicho mi vida y, sin solemnidades,
en esa última hora, quiero prestarle la atención que merece.

OFICIO DE PRESENCIA

... y os digo esto porque, seguramente, nadie os haya preguntado


nunca quiénes sois y qué lleváis, cuál es el contenido de vuestras lumbres
o por qué guardáis con tanto empeño y celo el hielo de la culpa;
aunque es probable que recordéis íntimamente vuestras muertes,
los trozos de cuerpo y alma que fueron secando los días tristes,
cuando huyó el resplandor y la lengua calló todos los nombres;
… yo os pregunto si en medio de la desesperación
apuñalasteis la sombra, si prendisteis fuegos con la luz vertida
y si ahora los lleváis por defensa y lanza ¿ lo hicisteis ?¿ lo hicisteis, compañeros ? decidlo ahora para que yo lo
enarbole y atemorice a los dioses,
decidlo una vez para que el amor y el silencio valgan;
… traed y encomendadme este instante con que exigir la huella
de nuestro paso, nuestro ser y nuestro nombre,
y que mi espíritu sea testigo de lo que digo.

ÓPARIS Y CÁLIPSE
[zagales eternos]
... en el monte
- a solas -
se amaron y juraron en diciembre;

… por diciembre se acortan las majadas, las palomas,


el canto del cielo, la luz,
y sólo el sol de las nieves pastorea en las cumbres
y allí queda, encendido;

… abrazada a su peluche de cáñamo y cristal,


habría de morir Cálipse;
y es que fue, fue el veintitrés de enero cuando se abismaron el fuego y las tormentas
y un frío atroz acosó a las jaurías y al ojo del jaguar y al toro negro;
[y un frío así de insoportable, jamás, jamás tiene incertidumbres]

… así, pues, subió Óparis al monte trepando por él, sin él,
por la oscuridad pura,
por el vientre gris/salvaje de una piedra infinita;

… Cálipse estaba al lado de la puerta, caída;


como una mariposa helada la recogió en sus brazos y la estrechó;
luego, mirándola y mirándola, suavemente la depositó sin prisa
en el suelo de la choza;
después bajó los ojos y allí estuvo,
de pie toda la vida.

POR LA CIUDAD DE TIERRA

… nada me entretuvo tanto en la ciudad de tierra como mirar;


iba con los ojos abiertos como navajas y la prisa de un río rugiendo
y acabándose, con el corazón como un diamante oscuro;
¿ … será la ciudad de tierra un trozo
de espíritu angustiado que tomó su aflicción y mi aflicción
y por ello ofrezca sus rosas y mis fuegos como un incienso ?
¿ no salió a las puertas y me entregó sus bienes
y me llevó a los pozos de agua viva - y vivo vuelvo –
y no cantó y cantó cuando me estaba muriendo en sus brazos ?
… poco pude ver cuando los ojos miran los ojos de las piedras,
pero volveré y volveré a esta ciudad con un contrato nuevo;
me gustaría preparar un trabajo importante acerca de los ríos.

TESIS DE CONOCIMIENTO
… no creíamos que las flores de nuestra piel
y los musgos que habitan bajo el sol de las flores
fueran herrumbre ni que el don de la piedra requiriera la ruina,
la desmembración, y sin embargo vamos con las cítaras en alto,
proclamando la primavera en nuestros pozos;
… ay amigos, no es en balde desmedrarse
detrás de la columna ni tampoco manar con fe sustentos de alegría;
que nos valga este río de luz enamorado y nos lave de brillos y solemnidades,
de destrozos y quiebras,
que él nos limpie la hondura para después del tiempo.

PRÍNCIPES

¿ … eres tú
quien más tiene, más puede o más sabe ?

… porque si tú eres
quien más tiene,
más puede
o más sabe,
obligado estás para con los que menos tienen,
menos pueden
y menos saben;

… en este mundo fenoménico y de insólito talento,


- ay querido amigo-
el azar
no existe.

REBELIÓN DE LA ROSA

... yo levanto la rosa de dos sangres,


y el mundo de dos ubres y el cáliz de los vértigos;

… es brutal la agresión en la rosa y el jardín se estremece;

.. el dolor,
- con su nube de espectros –
va invocando ternura por las calles del alma
de regreso a las flores;

.. ay sangre que en la rosa es sangre;


ay sangre que en la rosa sangra;
cáliz de los dos rocíos, greda ardiendo, rosa mía.
REFERENTE

... y por más que sabía y viajaba,


por más que era recibido, honrado y celebrado
y las revistas, las televisiones y las radios se llenaban con sus fotos,
su nombre y sus palabras, por más que sus cuentas y poderes
crecían y llegaban a la veneración y era todo un referente y felicidad,
algo, sin embargo, no era;
[él lo oía en su alma, en estado puro]
… un día de noviembre no pudo más y declaró a los medios que tiraran
su obra y borraran su nombre, pues nada era verdad;
[y es que reconoció, aún pudo hacerlo, aquella insignificante voz que le negaba todo]

REFLEXIÓN ACERCA DE MI DOBLE OSCURO

- … porque el monstruo interno de la mujer


es el hombre, y, el del hombre, la mujer -

… este monstruo terrible que emerge de las simas


atávicas del alma, este espanto de mi propia vida
que a destrucción, odio y sangre toma y rige mis pasiones y vértigos,
¿ alguna vez podré mirarlo ?
¿ podré coger la poca claridad con que amparo el corazón, dársela,
y que alcance esta piedad un don con que diezmar la muerte…?
… estos son los umbrales que cruzar ansío, mis fosos, mis aguas negras,
éste, éste soy con rostro de mujer rebelándome y acosándome;
aquí estoy yo - mi enemigo - dentro y solo con la fuerza de un dios
y una espada glacial abierta y sangrienta entre los ojos.

REPORTAJE DE URGENCIA

… sí, es un tiempo difícil y la gente pregunta y pregunta


porque quiere saber a qué atenerse;
como si últimamente una locura aérea viajara y formara epidemias,
accidentes, controversias, desastres;
como si cada casa hubiese que salvarla cada día
y este acoso rondara incansable por tejados y escaleras que guardan
corazones y sangres, queriendo constantemente entrar;
… la gente intuye, mira y está aturdida, y, aunque no lo diga, en sus adentros piensa
que con tal de ir tirando…
es un tiempo difícil y duro porque el hambre y la muerte son duras,
pero, sobre todo, porque el rencor es duro y así no logramos sobrevivir;
… dicho en el mundo, a cuatro de abril de todos los siglos y de todos los tiempos.

REVOLUCIÓN

… esta revolución no sólo es íntima, sino extraordinaria


y diminuta en las cosas, y quizá en las palabras
y en el cuerpo apenas;
… es mi beligerancia, mi amor dado en angustia, sí,
pero puesto al tempero de una verdad que traspone, diluye
y hace más verdad;
… tiemblo porque soy uno y soy pequeño,
porque mi poder infinito no logro dirimirlo frente a las pequeñas
mareas del ser, éstas que se sustentan internamente solas,
desconocidas y ciertas;
… no creáis en las grandes revoluciones hoy
porque hoy hay que llevarlas bien guardadas,
dispuestas para socorrer y socorrerse en medio de las calles
y en medio de la vida;
… tener una revolución es el mayor de los misterios,
y también, ay, el mayor de los milagros.

ROBAR EL AIRE

... anda y robad el aire, que la tierra sepa que es nuestro


y lo sepan los ángeles, pues ya la locura ha sido
y hacia arriba va la libertad, hacia arriba;
… abrid, pues y encended toda la vida
o apenas un instante;
¡ qué cuesta ungir un relámpago azul
y que brote y entre y prenda la luz del cielo …!
… aventad cuerpo a cuerpo, aventadlos y separad
la granza de dolor y quede el grano candeal,
tomadlo; será la consagración, rito y canto de alegría;
… cuánto lleva el aire y cómo guarda los odres
que darán agua viva, la que empapa y calma,
la que esplende la faz y sobrecoge.

SEGUNDA PALABRA

… esta palabra mía brota escapándose,


como muriéndose conmigo,
y mis reinos gravitan
y caen con un instante,
desaparecen;
… pero, a pesar de todo, andamos en silencio
para no hacer ruido sobre la vida
y sentirla;
[ser de algo que existe y es
aunque duela esta voz
de hombre, del dios o su instrumento]
… mi palabra es leve, cual sin ley apenas,
cual sin nada, cual sin nadie.

CAPÍTULO III

SEMBRADOR DE HORAS

… nunca supe tomar los temperos de luz


ni salir del cuerpo poseedor e ir, volar y obligarme
con las cosas humildes, con la ceremonia pura
de ser y estar presente en ellas y con ellas;
en realidad, no, no he tenido fuego con que quemarme
y sí charca y lodo oscuro, raíz, razón de todo cuanto traje;
… entre paz y paz, alguna vez se intuye un resplandor,
un trayecto duro para otro breve canto y enamoramiento;
… toda la vida a cambio de un instante que quiero;
lo pido para no morir, pues cómo obrar este milagro,
este intento por saber que las horas se amparan y consuelan,
y cómo, cómo inculcar que la alegría existe.

SIGNIFICACIONES DE LA PASCUA

... podría parecer que nada ocurre y que una vez más
llega La Pascua por marzo o abril con mariposas,
con rosas y equinoccios inmediatamente después de luna llena;
y podría parecer como si la tierra tuviese obligación de hermosearse
porque tenemos puentes y acueductos laborales que atravesar,
playas que cundir o procesiones donde hacer un dios de cera
y después volver;
… y ya, de vuelta, contaremos que el sol nos derritió sobre una hamaca
o que comimos de puta madre en un bar de carretera,
no sé,
tal vez hablemos del jueves, del sábado, del vídeo con sus tomas
o de unas risas por nada [acontecimientos y flecos del viaje]
… pero hay veces que los instrumentos del corazón no llegan,
no son suficientes para saber porque la vida no habla,
pues por Pascua sólo crece, arranca, toma en sus brazos los tallos
de las piedras y se los quita a la muerte;
… y hay veces que si no queman el corazón los soles y vientos
de las playas, si no originan incendios y huracanes
porque acontecen a solas y silenciosamente,
entonces ¿ a dónde has ido, qué tienes que contarnos…?

¿ SERVIDORES ?

… a quién sirven los reyes,


a quién los políticos y jueces,
a quién los ricos…

… y nosotros ¿ a quién o a qué servimos ?


¿ a este dolor ?
¿al miedo, a la esperanza ?

… si los reyes nos sirvieran de ejemplo,


si los políticos y jueces,
si los ricos…

… con mucha frecuencia lloran los pobres,


con mucha, con mucha frecuencia;
pero el llanto no es nuevo
y no se arregla;

… quien sirva a la alegría debería traerla, hacerla ser.

SUPERVIVIENTE

… de este ser mío con sus cuatro cosas,


- los huesos, los pecados, las monedas y los cuatro ríos -
denuncio esta ilusión de los templos oscuros;

… para decir esto tuvieron que pudrírsele


- y perdérseme y quemárseme -
todas las horas de que estaba construido
y sin poder hallarlas;

… a un hombre, así, y en tales condiciones,


bien pudiera tenérsele por náufrago o por loco,
sí, bien pudiera;
pero nadie podría negarle que viene de la nada estricta
y pide, con su poca luz, sin más sobrevivir.

TESTIMONIO
…corriendo por un mar de oscuridad,
un hálito de luz me enfrentó a mis huestes de noches y caballos;
¿ cómo y por qué mis fuerzas, los infinitos dioses que me habitan,
recogieron la pena de mi sórdida sangre y la elevaron honda y sola
ante el amor, ante el calor del mundo ?
¿ cómo y por qué de las sombras se irguieron llamaradas para la vida
si mi busca de muerte debía ser la muerte ?
… hay un misterio tan abrasador e insondable y nuestro
en los días de besos y cerezas,
- tan protector -
que apenas cabe honor a estas palabras frente a la luz callada;
… pero alguien sabe qué grande es este incendio.

TÚ, DEFINITIVAMENTE

... el león de la aldaba


me hizo presagiar inviolados abismos;
¿ fue aquel un fuego oscuro y la garra de bronce
los que irguieron mis brazos con frenesí sin límites
hacia el lagar de la vida ?
¿ qué, qué fue, oh fuerzas de mi océano, qué fue el tiempo
si instante es y conforma en sí la eternidad ?
… llamé no obstante y entonces, desde detrás de fuegos,
- desde detrás de piélagos de mundos, de bruñidos bronces y fuerzas -
en ese mismo instante, apareciste tú.

UNA FISURA EN EL PECHO

… no huye la verdad, no se inquieta ni avergüenza,


y es tolerante y paciente, serena, libre, ancha;
cuando nos rebelamos con hechos y palabras, nos tiene y mira,
nos espera y salva porque en nosotros vive, dialoga y piensa
de mil formas diferentes;
… la verdad fluye como mar inacabable y a sí misma se mece, brilla,
y conscientemente se habita y deshabita estableciendo su plenitud y fuerza;
… la verdad, por tanto, no intuye ¿ cómo hacerlo si en sí misma se sabe y es ?
y no, no tiene sufrimiento sino comprensión, más tampoco se oculta,
ni sube, ni baja, ni exige ni impone,
y es que reside, sólo, sólo reside;
… por eso la siento latir,
por eso he descubierto que tiene una fisura en mi pecho,
en él, exactamente donde la siento y soy, exactamente donde estoy y escucho.

UN ASUNTO SOLIDARIO
… suponed que necesito coger la vida y hacerla comprensible y tolerable;
suponed que necesito abrir aquí,
donde tengo un dolor de sombra pura,
y quiero combatirlo y acabarlo;
… aunque ¿ habrá tan lejos una luz ? ¿ o tanta inundación puede haber en mi vida
que no logre encender una hoguera en los huesos ?
… ayudadme; venid y buscad conmigo el destino imposible;
porque imaginad, imaginad que abrimos y obtenemos juntos
un sol de hielo y nos helamos;
pero imaginad que solidariamente nos manchamos de amor,
- nos manchamos de amor -
nos manchamos;
e imaginad por fin que solidariamente vivimos;
suponed que vivimos, que vivimos
y podemos vivir;
… suponedlo, suponedlo sólo.

UN DIOS EN LA ESCALERA

… … si la rosa de luz,
si el fuego de sangre y de ternura
en tiempo, belleza y vértigo
ocurrieran;

… si la verdad del trigo no engarzase el mar


y el gozo de la fuerza;
y si es capaz de dar su voz de grito y miedo el corazón
y el mundo aguanta;

¿ … por qué no hacer que un dios con su chaqueta se anuncie en la escalera,


en los pisos altos canten los dioses y los hombres,
y todo sacramento no sea más que un rito que abra, a estruendos,
el tiempo por la casa ?

UN RITO EQUIVOCADO

…a lo mejor no es tarde;
¿ me haría bien beber de la virtud del frío,
del dolor y el silencio y entregarme al sino de la sal,
que entraña el pasado y la locura ?
¿ haría bien en coger la paciencia
y a base de gastarla contra los huesos y la desolación
conseguir que me abra el mundo,
saber que no se ha ido y que aún resisten rescoldos
de mi vida con que arder la esperanza ?
¿ meditaría y descubriría así la aridez de la nieve,
las uvas duras del instinto y esta filigrana de voces y miedos
que como musgo oscuro ataja la alegría ?
… a lo mejor no es tarde y tenga que abrasar las manos
para abrir los fuegos de la sangre o tal vez no tenga más remedio
que morir, que es como callar con la ropa puesta
y andar de acá para allá rehabilitando destrozos y tiempos muertos;
… o a lo mejor ser de hombre sea otra cosa
y esté buscando, ciego, un rito extinto, banal y equivocado.

VENCEDORES

…llegad y entrad los vencedores


de espada insomne, la que vuela como una golondrina de sangre
bajo el cristal del cielo;
venid y golpead la duna del corazón, aventadla y bebed del río,
bebed, bebedlo todo;
¿ a qué, a qué sabrá el agua que quede ?
… yo he visto a un ángel morir de amor cuando vino a buscarme
con la espada encendida y me enfrenté a su espada;
lo vi caer cual aroma de aire e irse cual fragancia de lirio y rosa;
era el exterminador, del que aun tengo, hondas, las huellas frescas.

…Y DEL FUEGO DIJO

... ah desgraciado de mi,


que hice de mis fuerzas cual espíritu y rosas;
desgraciado de mí que no me vi en los jardines íntimos la víbora;
desgraciado siempre, siempre;
ahora llevo las arterias mordidas,
desgarrados los ojos por mis ojos
y sujetos al tormento de negarme las brasas
y las luces;
… que nadie me preste auxilio, nadie;
dejadme errante, que quiero discernir del canto del jardín
el canto de la víbora;
sé que los hijos de Caín con el fuego florecen;
y que nadie, que nadie me detenga y consuele mientras mi cuerpo dure.

*****

TÍTULO :
“DESTIERROS ÍNTIMOS”

CAPÍTULO I

PRIMER CONOCIMIENTO

¿ … quién es el que mira ? ¿ quién es el que expulsa


incendios por el ojo y los apaga ? ¿ quién es el tigre
u hombre azul que discurre por las lindes del sol
y no se quema ?
… si en tu país no hay nieves ni sabanas pero sí hombres,
ah, no mires su pelaje sino su ojo,
las grises cordilleras que definen las cuencas de la vida y de la muerte;
… no confundas los líquenes, el ópalo o la garza blanca y prepara tu pecho,
oh Caín amado, con los linos civiles de oficiante de rosas.

LIBERACIÓN DE LA UTOPÍA

…la utopía es pájaro


de fuego
que emprende tras la mente el infinito;

… dejadla en libertad, que vuele;

… la utopía es niña
que ha cogido del sol las flores libres y niña las ofrece
por flores y por libres;

… coged la libertad, coged las flores;

… la utopía es genio que origina el genio,


y fuerza que arrebata el canto de los dioses, los hombres y la tierra;

¡ … ay la libertad, ay la libertad !

DEL ORDEN

… y en la verdad ¿ quién me desnuda ?


¿ quién levanta la vara de poder
que me derribe ?
… nada, nada pueden las fuerzas del sol y de la noche
si oculto un instante del crepúsculo,
aparto el norte de los pájaros o rompo la unidad del tiempo;

¿ … quién puede en la verdad aprisionarme


o hundir su edad entre mis rejas y no sentir lo eterno
por sus horas ?
¿ quién estrena y explica el universo
que no fuera
y es,
quién ?

EL JARDÍN ENCENDIDO

… yo levanto la rosa de dos sangres, el mundo de dos ubres


y el cáliz de los vértigos;
… un silencio inunda los divinos silencios del abismo y la sombra
mientras sierpes de espuma con colmillos de barro
amenazan las fuentes, los espejos, los brillos del aire,
los sutiles recintos de la luz seducida;
… es brutal la agresión de la sangre y el jardín se estremece;
y el suburbio harapiento, con su nube de espectros, va invocando ternura
por las calles del alma de regreso a la rosa;
… ah sangre que en la rosa es sangre y en la sangre sangra,
cáliz de los dos rocíos, greda ardiendo, oh rosa, rosa mía.

DE LA ESTIRPE DE ARIADNA

…y todos, todos los minotauros de las pequeñas repúblicas


buscarán su Teseo
que les obre el milagro;
porque Ariadna fue larga y nació con la blanca tempestad de la vida,
aquélla y ésta, la que emergió de las aguas a la luz y a las rosas;
… y se está yendo,
Ariadna se extingue por su propio sendero
de obligada armonía;
algunos minotauros quedan, alguna edad callada por el alma
y doncellas prestas al último holocausto;
… ah repúblicas, repúblicas,
que llegáis de tan lejos sin la paz de los hijos.

… Y LA PUERTA DE LA LUZ ERA TU VIENTRE

... he subido a los cielos, he traído a mis hijos y la puerta de la luz


era tu vientre, tu vientre en guerra de instrumentos, de mundos y de dioses;
… aún recuerdo vagando por las sombras a mi padre,
- su voz y corazón dando mi nombre - llamándome en el tiempo,
tras la estigia helada que puso entre los huesos temblores para siempre;
… dime tú - mensajera de lunas - de qué alberca recogiste la vida,
con qué don redujiste al viento y encendiste la espiga de mis trigos;
“ … para entibar la sangre - me dices en voz baja -,
pues mi vientre es el postigo de la vida y de la muerte”.

CLAVES DEL SER Y DEL SOL

… en los labios, rosas de memoria verde,


y, al hombro verde, la tarde azul;

¿ … por qué, por qué tan verde


va
mi tarde azul ?

… la tarde tiñe el hombro y se me escapa


desde el horizonte verde
al horizonte azul;

¡ … ay si pudiera que la tarde verde,


si pudiera que la tarde azul !

UNIDAD DE LO CONTINGENTE

... mis dos y media son tus dos y media,


y el trance de vestirte,
y la declinación del ser,
y la soledad y cambio perenne en que te habitas;
… yo soy la contraparte que aparece por el ángulo interno de los ojos
en aquel descampado donde emerge esa gnosis sincrética del hombre;
… te toco en la alambrada que separa los cielos de la ingenua vigilia
de la luz que se enhebra desde el poso del aire,
con la edad de la sombra que gobierna tu estancia;
¿ ….mis dos y media son tus dos y media ?
¿ aquí, donde el hueco del tiempo nos halló y nos dio la duda
con horas asimétricas ?
… debiera vulnerarme en lo imposible
- y ser tú -
antes de que, en tus ojos, me invada y absorba la distancia.

LABRADORES DE ESPEJOS
… golpeando los ocasos, los amaneceres, en criptas de tiempo y sangre,
en el vientre del vidrio y en las fuerzas celestes golpeamos;
… la lengua de la muerte nos pasa por el hombro
con hordas enigmáticas de frío,
con lengua de jaguar y con noche de hiedra;
…es difícil labrar nuevos espejos
en brazos de esta imagen inédita y cansada;
es difícil crear para otros ojos con el iris de un dios crucificado;
.. con rigor
usamos la utopía golpe a golpe,
y no tendrá siquiera la desesperación más pago que su propio golpe seco,
hasta hacer temblar los goznes de la ciencia
y ver.

13 VERSOS AL ALBA

… con diademas de fuego, con monturas de nimbos


y sabor a palomas y hurmientos;
así viene el alba, así viene y se posa por el dintel del sonido
con cascabeles de almendra, con la alcoba madrugada
de espejos de hojaldre y humo;
… es como el aroma que, a impulso de un pálpito de vida,
vertebró la noche
y anduvo esplendoroso entre los lirios;
..........
..........

¡ … ah, qué instante y en qué ocasión dará la dentellada !


pero toda enredadera se desploma como una letanía
sin hebra y sin cimiento;
… aun así, el alba;
ahora, decididamente.

POLICROMÍA DEL VÉRTIGO

… porque obtuve el legado de las hiedras del hombre,


la ebriedad de los siglos y la risa de alambre que alambraba
los labios;
… porque abrí las costuras ambarinas del humo
y cayeron las lenguas, los dientes, las entrañas,
y se acosaron rodando hasta hacer de la estirpe la aridez
que en la arena…;
… quién trajo las manzanas más amargas de oriente
o los bueyes de agosto que enfermaron de fríos;
quién rompió este cubil de pertrechos de paja y bailó con ternura
la congoja del llanto;
… algún dolor, o luz, o beso queden como alijo del alma,
algún acto que sirva de rezo solitario,
o íntimamente a solas la verdad, como un placer que al cabo se recuerda;
que algo, que algo sea.

LAS FLORES Y LOS FILOS

… si las fundas están bajo la piel y dentro mis cuchillos,


desde el valle del tiemblo de la rosa un bando de palomas
penetra por mi frente;
…los caballos de fuego, que en tropel por la sangre
remontaron el alma por la vida y la muerte,
alertan, oh corazón mío,
de la flor y los filos con que inundo las calles;
… soy la tierra que busca entre su tierra un vibrar de hombre,
el mismo sacramento que vino de la luz y me dejó las flores
y los filos;
.. acojo esta heredad con la prestancia del pájaro que canta
y se acribilla, pues ¿ qué extraña perfección cabría en este cuerpo
sin serme y derribarme ?

DEL OJO DEL TORMENTO

.. .he venido de un sol de costra negra,


de las nieblas del cielo con el arco y la muerte
y una llama por noche y por cintura;
como hombre y bestia he muerto,
y como hombre y bestia me han cantado las flores
cuando el viento cantaba la canción de su boca;

[me encontró la tristeza con la luna creciente


en el alma
y cundió la desdicha]

… si ya no quedan ruinas sobre qué morir,


tampoco es inmutable la doble opacidad que traje y fue conmigo;
… hoy desgarro la paz de la memoria
y el velo que en la niebla tejí para la muerte;
yo, yo soy la sed del arco que apura y que derriba
la sombra y el instante;
… del ojo del tormento,
la dicha es un conjuro precántico que invoco.
NORTE Y SUR

… claveles por Europa, claveles, y una rosa de agua/nieve


y un sigilo rojo, un sigilo amargo y un sigilo azul;
espectador del sol, escucho en mí como en el pecho del mar que se derrama
sin muro que lo ampare ni detenga;
¿ … adónde irán las aguas y sonidos de sol repletos de palomas ?
¿ al sur, donde el olvido se alarga y acribilla contra el labio mistral
que gime solo ?
… tiemblan los olivos y los niños que nacen en la sombra,
tiembla el dios que mira las rosas de nieve desde abajo;
y el niño del fanal sonríe y como siempre llora
a pesar de que han dado las doce en punto en el sigilo.

PUEDE SER, HA SIDO

… en tormentas de oropel y de agua dura van y vienen relámpagos


de acero;
[las amapolas tiemblan, muge el buey, y el corazón,
y la abeja de la luz y los anillos rompe el ritmo solar
de los instantes]
…algunos niños sonríen tras la intimidad de un parque;
el viento les congela la sonrisa y luego tosen, se asoman a los puentes
y se matan;
… nadie quiere ser reja de nube, de argamasas, espolón de bruma
que crea lunas negras en las manos;
… hierve el aire doliéndose en los filos
y el sol de la tristeza hierve;
…saco la sangre a verdear la tarde y ya no sé pararla;
y el riesgo/corazón al horizonte
inunda de violetas los ojos del ausente.

CAPÍTULO II
RESTAURACIÓN

... yo tengo la miel de las flores,


un barranco de urracas y buitres y un torrente donde beben las bestias,
y un león enterrado,
y arena;
merodean los siglos con fusil impasible y yo opongo las horas,
el frágil corazón de los instantes;
… un estruendo de fuerzas y elementos irrumpe como un sol sobre hogueras,
y la miel y los pájaros tristes y el agua turbia glorían, resplandecen;
[y un laúd del mundo, que nunca dijo basta,
se subleva en los odres, de escalón al olvido]
… libertad, quiero quedarme,
toser ya terrestre, ya celeste, y ser luz o tierra amante,
e ir
- pues que vivo -
deshojando la ley, la flor,
el fuego intransferible de mis fiebres de hombre;
libertad, oh mi fiel y noble libertad, en ti, en ti quiero ser, en ti quiero morir.

LOS VIGILANTES Y LOS DÍAS

… a galope, caballos en mi frente, caracolas heridas,


vigilantes de arenas defendiendo mis playas
de las sales del tiempo;
… seis lanzas, seis mártires bebiendo de un hexágono de sangre,
seis padres, seis auroras mías buscando los crepúsculos;
ellas son los hijos desdichados que me habitan;
son caballos de azúcar con la alforja mojada de mi lengua,
comidos por las bocas que llegan emitiendo la acrobacia del mundo
sin confín ni reposo;
… alguien sabe que en vivos arenales se despierta la flor bajo la espada
y todo cesa y sólo la hermosura se encumbra y extasía;
caracolas heridas mis caballos son, y el mar una sangría de mensajes
que siembran a golpes de memoria semillas por el plomo;
... mis padres y mis madres están aquí, conmigo,
y, alguna vez, la espada los domina.

MURMULLOS EN LA TARDE

…verdad es hoy la tarde;


las hoces de la siega se van en auto a casa
y un bando de gaviotas picotea en los soles
azules y violetas;
gime el mundo como joven madre,
oídlo, aclamadlo;
no dejéis que la muerte, disfrazada en rutina
os oculte esta fiesta;
… son, son verdad el corazón y sus alas,
pero ¿ cómo no desplegar una vez la alegría
y ser un trozo de luz con motivo
del hombre ?
pues si hombre soy y no acierto a describirla,
cómo podré defender las pocas golondrinas de mi alma.
APOCALIPSIS EN EL PUEBLO DE KUÉ

… círculos y prismas, vorágines sin costura ni ejes


por las crines del aire;
la diáspora inútil se repliega a los ojos, a las lenguas,
a los dardos sumisos de alquitrán por la sangre;
… un violín de emociones resquebraja el sonido
y el sonido es un parto de entidades de espuma;
la batalla es de formas y principios deformes,
y los pájaros mueren engullidos por charcos
con un dardo entre las alas;
… huele a silencio vivo y a signos de locura,
a venganza y a jardín violado por un estigma ancestral de la rosa;
… y después nada, y el tiempo deambulando sobre nada,
sin brazos ni equinoccios, sin nombre a quien tristeza darle;
y de tanta servidumbre, un sábado inexacto, el apocalipsis recogió sus anillos
de hierro y decidió quedarse, quedarse para siempre.

1956: UN GRITO EN BUDAPEST

[del 26 al 31 de octubre, Hungría vivía


el sueño de la libertad;
pero el 4 de noviembre los tanques soviéticos
entraron en Budapest]

¡ … un grito en Budapest, un grito, mientras por Londres-Madrid-París-Berlín,


deprisa, deprisa, alguien habla y habla, calla y calla, y luego vuelve y vuelve a hablar !

… unas muchachas de veintidós años van por la vía,


pasa el tren y Europa calla;

The Washintong Post


dará la noticia;

… si digo si enumero
muros toses
guetos opios
hambres radares
cárceles dictaduras
y miedos, bacterias,

y además cito a ciegos


mudos
tullidos
y muertos,

¿ cómo ser sino pan abisal de un instante infinito ?


… acaso por Pretoria, por Kabul o Caracas,
un niño lo descubra y lo meriende,
o acaso sobre Sydney la Cruz del Sur se rompa
y el ruido se confunda con una carcajada;

… a las siete de la tarde me entero de que han parado los trenes,


los teléfonos, a las ocho la tristeza y a las once los periódicos;

“… cualquier cosa, busquemos cualquier cosa sin dar explicación”,


- se acosan mutuamente y dicen -
a punto de saltarse las cajas de los tímpanos;
… a las doce para el tiempo, y la urgencia, y los relojes,
aunque algunos, a ultranza, se esfuercen y esfuercen en negarlo;

… un grito en Budapest ¿ quién paga por un grito ?


[en el sofá, en el sofá lo ofrezco y me levanto, lo ofrezco a voces,
pero el aire, sin error, dialoga y dialoga con el aire]

LOS NUEVE LABERINTOS DE LA MINA

… hay ángeles que acuden con las alas rotas


al vacío voraz de resplandores;
hay ángeles que llegan con relojes de aliento por si el tiempo se para
y una antorcha en la frente
y un volcán en las manos;
… escalas de metal gimen tirando escalones de cielo para abajo
y tiemblos de paloma y tres cantos de silencio sin ecos frente al alba;
caballos de papel guardan las horas que lo ignoran todo,
y nueve laberintos vertebrales el vientre de la tierra, redondo y azulado;
¿ … qué hace un ángel cargado de cadenas perforando un misterio
de luz y sombra ?
¿ qué trágica heredad abrió los corredores por el pecho
hasta dar cobijo y posesión
a un ángel ?
… crujen cañas
por el rito mental de una sirena;
el silencio es la vida, y la voz,
y caballos de papel despertando volcanes con oficios de nieve.

LOS 27 HÉROES DE LA CANTERA

… 27 chorros
de sangre
golpeando la piedra sin mancharla;
al sur van 27 al hombro con la ira por un campo de rosas,
y anillos bajo el agua 27, y el cielo boca arriba,
y lunas duras como una dentellada
de dientes 27;
… no digáis que es la piedra, no mencionéis la herida
de mi hermano,
no le toquéis la llaga verde
ni el pus del corazón del norte;
… racimos de magnolios crecen como crece un hueco por los gritos
al compás que las rosas se desangran;
… atraviesan las venas 27 pájaros blancos y es de noche;
los niños sueñan que los hombres son hombres y no crecen
y todo es ilusión, y duermen y duermen tras el alba.

TEOREMAS EN LA CIUDAD SIN ESPEJOS

… por las ubres del viento las sílfides se matan


y un secreto de esquinas deambula en la ciudad;
¡ la noche es tan exacta…!
… los obreros del tiempo reciben su jornal de minutos perdidos
y nadie lo comprende ni comenta;
¡ tan hondo, tan hondo es el salario...!
… algunos trenes cruzan
y ya no hay testimonio de algún ojo furtivo, ni estación imprecisa,
ni un porqué de la hora;
¡ qué fugaz es el eco…!
… y sola, la ciudad difama su propia soledad,
sus atávicas huestes de fulgor intangible;
pueden verse pequeñas mariposas con las alas quemadas,
sin cielo por el parque;
¡ ah, cómo huele a ceniza…!
… un destello en la sombra y todo acaba,
hasta el hambre mezquina de los perros que sueñan.

SINFONÍA TELÚRICA DEL TORO

… por raso y justo filo de tapias desconchadas viene,


por baldones de puertas y estragos y ordalías
que cruzan a la gloria;
… la sangre no presta juramentos
ni tampoco los atajos que aprisionan los clarines con la muerte;
… la brisa se despeña por la plaza y atropella los siglos, los sonidos,
los enreda por los ojos y los tizna de ceniza;
un relámpago arrastra el corazón y da una dentellada terrible
y todo quiebra, todo es muro, y abismo, y nada;
¡… ah toro, ah toro,
ay las espigas que matan y los jirones abiertos,
y ay la tragedia del aire con su soledad, qué altos, qué grandes y qué solos!
¿ … adónde, adónde y por dónde fue la tarde ?
… un no sé qué de mares rojos queda, un regusto a sal y a su locura,
un charco endurecido, una paz sin paz,
y esta frase que, a riesgo del aliento, busca una luz para poder sin ley nacer.

CALIDAD DE PRÍNCIPE

… con las manos vacías el Príncipe nos habla,


con la espada nos mece, con la sangre se corona;

… oh Príncipe ¿ de dónde vienes ?

.. hay dolor en sus ojos


y en su boca dialogan la inquietud y la fuerza;
dinos tu nombre, Príncipe, pronúncialo;
y él configura el silencio, lo describe y lleva
como una rosa ajada por el alma;

… sal, oh Príncipe, y muere,


muere y entrégate a tus súbditos.

LA HUIDA SECULAR DEL DRACMA

… 20 ruedas
de viento se amontonan por la sangre,
20 ruedas que crujen en silencio por esta nunciatura
de los hombres/dioses;
¡ … salve al tiempo, a su brillo de diamante
que labró la rosa;
salve a ti, corazón, que coronaste el día
sin la noche ausente;
salve, salve al gozo de sentir que el dracma
es fuego indefinido de mi fuego !
… yo tomo este momento o huella de esta tarde en vilo
y no puedo pararlo;
… pocas son las horas con que agito en brazos
los pétalos de hueso y su tormenta;
que algún relámpago se queme,
que alguna luz instruya el diezmo torrencial
que se abandona.

EL FONDO DEL ESPEJO

… conseguir avanzar y avanzar y no retroceder nunca;


es el riesgo de ser,
la ocasión de vivir perfectamente humano;
… mi mente trae la escala plural de la memoria
y no me reconozco;
hay un lirio truncado en el espejo
y una nube de fuego por los labios incendiándome
las curvas de los hombros;
[… el riesgo no es pulsar la cuerda del naufragio
y a mí no me lo cuentes]
que hay razón de vivir cual se ha sido o se es o quiere ser,
pues que todo goza del tránsito imperfecto;
… al fondo del espejo se confunde la nube con el lirio y todo cesa,
si no es la simpatía de albergar estas formas extrañas que me habitan.

LA NAVIDAD DEL SOL

… cual sin dueño y sin lujo,


con el bucle de oro bajo el chal amarillo, recordando amistades y rosas,
así va el sol:
sobre una torrentera de vida como rocío leve, como beso, como pájaro;
y asimismo me besa por lluvias y alquitranes,
y me besa con los labios que me besan, y también con el alma y el vientre de la tierra
que al contacto con su íntima lumbre hierve;
… sin embargo, y a pesar de todo, dialoga con los reinos y se va temprano;
¿ … o no se va y corre por la noche irisando
con fuegos la ceniza ?
ah, el eco de su paso no es hebra de sonido ni signos que en espejos despierten la memoria,
pues dejar olor a voz y a luz por el frescor de los silencios;
… sobre tapias desnudas, marcha con sus panes de musgo y sus huellas ajadas,
y aquí queda este labio mío, vibrando y complaciente en él.

PERO NO LA VIDA

... por mirar me crecieron


los ojos,
pero no la vida;

… por correr los caminos,


las luces y las sombras me crecieron,
pero no la vida;

.. pero no la vida cuando los huesos


anudados me crecieron y fui creciendo en nudos
con mi hombre en vilo;

… crece y crece la rosa de dos sangres,


el vértigo del alma y el éxito del tiempo,
pero la vida no.

CRISTAL DE FUEGO

¿ ... de dónde, de dónde soy ?


y el silencio es un trote de caballos
con cadencia en las patas y una luz en la grupa;

… si no lo sé ¿ cómo ir o venir o quedarme ?


y pasa el día y la noche,
y el cristal del jinete disfrazado en la rosa;

… si pasan equinoccios y solsticios,


¿ por qué ser de alguna parte y no ser la libertad ?
… y tornan los caballos, y el día, y la noche,
y el jinete que pasa con la rosa que vuelve.

CAPÍTULO III

EL RITO DE LAS MANOS

… no pueden coger la luz ni el sigilo de la noche;


no pueden tropezar con el sonido y esculpir la armonía
de las líneas del aire;
… mis manos son abismos donde el alma se desgrana como una catarata
y el mensaje del tiempo se repite impasible;
….si sólo hubiera opacidad, si el alud de los ojos no levantara conjuntos infinitos
abriendo las fuentes del hombre inagotable,
si sólo forma hubiera y no dolor ni gozo;
¿ qué hacer con este canto que aquí esgrimo,
qué excelsa alfarería podría sustentarme
si todo fuera ensayo, espejo ?
… intérpretes de algo, mis manos son conmigo el empeño de un eco,
cual rumor que se instruye gastándose,
si es que albergan – o albergo en ellas – murmullo suficiente.

DEL HOMBRE A LA PALOMA

… no te extrañes, paloma, que te abata la lluvia, que destiña tus ojos


y que en un estanque amargo un regusto del mundo
se estremezca contigo;
… no desveles la dicha que te urdió en las entrañas esta sombra
que quema;
tus alas son hermosas recubriendo latidos
por mis valles de humo, y tu luna de aceite, que bebió las espigas
que dejaron mi pecho por los charcos de mayo;
… cuántas veces verás asomar la tristeza
por vasijas tiradas
y un desastre de sangres contendrás con harapos;
ya no somos sino ciencia pura y arte con los ecos y el herido dios
de las horas;
sólo, sólo eso, pero tanto;
¿ será al amor del tiempo el genio del sonido,
la misma espera ?
¿ será, paloma, un grito el instrumento que arranca de la muerte,
la vive y la devora ?

ENTRADA A ESTOS MISTERIOS

… por las trenzas de la mañana, misterios, pájaros;


el mundo se desborda como una parturienta y deja dioses
y orugas por la sangre, y un sabor a beso y a manzana;
… yo soy el ojo que en el aire es ojo
y el río que en el río se moja y se dibuja;
yo soy la cercanía y lejanía, el ángulo invisible, la flecha itinerante
que inhala la aventura, y también el cisne, y el conjuro…
… me toca vivir como los dioses, las orugas
y los besos;
… ah, nunca, nunca la manzana duró más que el tomillo,
nunca más que el charco de mi sangre, que la sed del viento,
que este instante tan lleno de premura;
… yo no soy el que habla o dice;
yo paso y me detengo para incendiar la rosa que vive entre los huesos
y ver, de la mañana,
sus trenzas y sus pájaros.

UN MONSTRUO EN LAS MANOS

… las palmas de mis manos guardan un monstruo sin cabeza


que lleva el corazón entre las uñas;
nació en los orificios secretos de la noche y convirtió en un río
de muerte y de clausura la huida intemporal del sentimiento;
… torbellinos de luz en huracanes negros,
tañidos de rocío, minúsculas ternuras
aún sin la sospecha…
todo llega y fluye inerme, desconchado,
jacinto roto entre los dedos,
pájaros solos sin término en el río;
… qué manos de metal podían soportar
acoso semejante;
qué sangre no se acaba yendo, qué sorbo, qué verdor,
qué piel si no le asiste más que el monstruo puntual
que la devora.

MEMORIAL DE ÁNGEL

… ya ladran los perros,


ya reúnen la noche y a la puerta de un ángel la desgarran;
rechinan las volutas desmembradas del aire, se agitan los vigías,
y las lenguas de humo van lamiendo ceniza por los pozos de sombra
con rescoldos de lumbres;
… se oye un llanto
y un corazón que corre sin pecho ni refugios, sin ley ni espada,
pájaro en las rutas de la piel que no sabe lo que es llorar
un ángel;
… tanto, tanto cuesta a la edad del miedo y oro
ocultar estrellas por lagares de fuego;
mariposas y muertos merodean las llagas de una lágrima viva,
y la lágrima expande su poder y los toca
con decoro en la noche;
… hay un ángel con los hombros rotos rodando por la tierra
y muriendo, temiendo el alarido de los perros.

SOBRE EL RITO DE LA MUERTE

… me asusta aún el hielo que doy al corazón


y este vicio de andar errante,
a riesgo por el alma;
… he tomado la muerte por esquina y la vida por sendero;
he doblado una y otra vez las causas,
los actos, los efectos;
he puesto por traje y por atajo la amistad,
y de todos los puentes y veredas arranqué las marcas y banderas,
las quemé en los campos y las plazas, y dije que sí y dije que no
porque venía de un lugar donde sólo se vive con el alma;
… un amigo es poco pero yo quiero un amigo, un relámpago,
yo quiero una tormenta de luz entre la vida;
.. quiero creer que no he de morir nunca porque ya he tenido,
tan solo, mucho miedo.

APROXIMACIÓN A LA ALEGRÍA

… quién llama a la alegría por su nombre,


pues quién abre el corazón y a su fiesta no acude
una congoja;
…posiblemente no tenga la alegría otra existencia
que el recado mismo, y ya, libre de este empeño, poco importe
ser más o menos que simple mensajero;
y si no es así, mejor reír, sonreír incluso mientras la rosa
de silencio se albergue en nuestros labios;
… aunque después de ver,
dejádmela, dejádmela oír.

RUMANÍA 1989

… hijo, mientras crecías, las palomas han muerto muchas veces


y el amor de tu madre y mi amor,
y el suave canto de la madrugada;

… nos han cambiado el mundo, hijo;

… te he esperado para hacer de luz los pozos de mi pecho,


la siembra de los labios y el tiempo, el aire,
la sed de tu abundancia;

… qué fuerza itinerante arrojó sus caballos solares por la tierra


y abrió, desde sus grupas, la cárcel de las flores;

… hijo mío, hermano, tu rosa es la del hombre que el sol del corazón
agita en calles libres;
salid, salid todos los hijos ahora que, la nieve,
ya sabe quiénes somos.

DONDE ES LA SOLEDAD SE ASIENTA UN HOMBRE

… a todo corazón llega su cierzo,


frío sólo;
los dedos de las manos son ángeles que cruzan
sobre esta inmensidad telúrica
del pecho;
… qué peligro coger el sentimiento y en plena soledad
quitarle el canto;
porque si tú, compañero de hielo, dios herido, tristeza mía,
si tú, digo, escucharas en las cuencas frías de la sangre, hallarías violines
de infinita ternura bajo toscos atuendos de un silencio sin más desesperado;
… si pudieras recordarme y entreabrir los labios, nómbrame;
por ti los violines del mundo estarán vibrando, estarán gimiendo, estarán en guerra.
… Y RESISTO

… como piedras, las horas;


como perros viejos sin hogar ni luna;
… hay concilio de muertos por mi alma
y votan y deciden que resista;
… y resisto,
y soy una paloma que no encuentra puntal en que posarse
porque se estrecha el cielo,
y el dolor,
que ya no tienen más ser donde oprimirse y aventarse;
..sacaré las horas con honor, y a sus piedras, y a sus perros,
y a estos muertos que intuyen sabiamente
los golpes sin costura con que aguanto.

POR LA ESPIRAL DEL TIEMPO

… no seremos ya, dentro de muy poco, vendedores de piedras,


de hojalatas y reinos;
¿ tendré que recordar al genio del abismo
que ungía tras el tiempo los acordes del mundo ?
nosotros lo arrancamos como una luz de sangre;
… errantes por la niebla,
el sol nos dio en los ojos y el aliento, y asimismo la lluvia,
los cuervos, las palomas;
… hemos dado un golpe yugular sobre la muerte,
y, dentro de muy poco, de dentro sacaremos los poderes al aire
y daremos la lluvia, los cuervos, las palomas;
venceremos al tiempo.

CONTEMPLACIÓN Y CANTO

… vida,
quiero mirarte al fin, retener un instante de luz,
- que el sentimiento deja -
y verte florecer,
y verte;

… porque antes de que fueras el fuego de la voz y de la rosa,


fui príncipe en tu seno sin reino y sin recuerdo;

… y eres y floreces,
pues que ciñes el talle de mi alma con los linos solares de la tierra
y porque vas al perfil de las horas y no las dejas solas;

… algo, algo habrá


que yo pueda llevarme de regreso a los fuegos;
siquiera sea este intento ferviente de los ojos.

AMOR Y PATRIA, NO MUERTE

…ningún dios
me ha besado en la frente
como tú,
y ningún manantial
llenó
mi boca como tu boca,
y no y nunca ninguna lluvia como tus brazos;
….con tu amor y mi patria
soy
un ídolo de piedra
cantando
ante el pueblo,
entre la pena intacta y pura de mis gentes;
… amor mío, ninguna canción como tu beso
para mi amor partido, lo sabes y comprendes;
no es a secas un dolor indiferente sino todos los granos
de todos los trigales
y el sol que los azota y el viento que los limpia;
… esto llena nuestras manos abiertas, y, a punto de morir con tantos inocentes,
el claro de tus ojos lo incendia todo, lo guía, lo pone a salvo.

NO SIEMPRE ASÍ

… no siempre así;
las horas quemadas ya no son las que quise,
ya no son orgullo, o risa, o llanto,
solamente un manantial futuro por la sangre;
… vivir la soledad del verso
es sentir un viento por el alma cosido a mil sus puñales;
me quiebro en un momento o busco cóndores aún desconocidos
en mis cumbres blancas;
… y no, no siempre así;
brillo efímero es el acto arrebatado y una gloria compleja
se nutre de las células usadas en venganza;
cuando sólo me quedo con lo útil, destilado y grave,
me asiento sobre el tiempo, se dilatan mis vasos,
me cobijo en la tierra y un regusto de vida se expande
por la sangre que me agita;
es ya la utilidad, el don transido con cayado de pena
que emerge de la hora más remota;
… he sido vadeado fácilmente como simple charco
a la puerta de un colegio, y, pisado el corazón,
hasta el fondo del pecho se estremece;
es ahora cuando las horas me hablan de precios y me asombro.

MONÓLOGO FORZOSO

… sólo tú, mi pobre ser,


quedas tendido
en la llanura inmensa del alma a medianoche;
sólo tú me cuentas la verdad tan baja,
tan a mano, tan cerca para ser cogida ahora;
… quiero estar contigo en este breve instante
y sentir los colmillos crujientes del silencio;
no digas nada, no hablemos, vamos a mirarnos frente a frente
para saber quiénes somos;
te pienso mi pobre ser,
te veo,
te acojo;
eres el puño duro que llevo a diario en los bolsillos,
la tristeza en cada cosa,
un sol caído, indefenso al fin como siempre fuiste,
como ahora mismo, irredento, como esta misma, cierta, e ingente noche.

===

“CRISOL DE MUNDOS”
- Asiento Reg.: 00-2009-4394 -

CAPÍTULO I –Primera puerta

Y DIGO DIOS Y DIGO HOMBRE

¿ … hasta dónde mirar para alcanzarte


y qué perfección de luz se necesita
para hacer del hueso un sendero o asidero posible ?
mis ojos se entreabren y chirrían sus goznes
con pesada oscuridad; ¿ habrá escondida una alegría
cada vez que una sombra aparece …?
… clamo y pido por un sueño diferente,
clamo y pido por correr y correr en pos de una brizna de luz,
oh poder de mis ojos, sueño de mi alma, oh poder de hombre,
ayúdame, ayúdame.

HISTORIA DE UN HOMBRE

…como un amante en medio de la vida, aquel hombre se tocó los labios,


las sienes, el costado de dolor;
sentado, entrecruzó los dedos de las manos y clavó los ojos
sobre la tierra y el tiempo, sobre todo, sobre nada,
después tragó saliva con esfuerzo y pestañeó despacio el tiempo, la paciencia y la luz;
… tras siglos y generaciones, lentamente, introdujo una mano en el bolsillo del mundo,
- el de retaguardia, pensó tal vez -
y buscó algo;
la sacó vacía y se mesó los cabellos con aquel mar de tristeza de hombres y mujeres
que alguna vez se paran, se sientan y sin rencor dialogan con ella;
… y cayó tanto sol como es la soledad,
y cayó también la angustia, y las hierbas cercanas, las que crecen y al crecer se agolpan,
las mismas que al secarse secan las fuentes/corazón y la alegría verde,
pero no la amistad última de andar consigo mismo e idéntico hasta el fin;
[… aquel hombre - comentarían más tarde - no tuvo nacimiento, ni patria, ni edad para morirse]
… se levantó y estremeció su cuerpo como un río que marchara a despeñarse
sin más grito que un tambor del alma tronando, escrutando y diseñando el ser
que quería ser: dos gotas de amor y dos gotas de rocío;
… y sin dejar rastro, entre el más sutil de los silencios, un día desapareció.

DONDE ES EL AMOR

… dejad que el hombre y la mujer se amen


dejad libres los crepúsculos, y el canto del aire,
y la gota alborozada que retiene el divino secreto de esa lluvia;
… dejad que lumbres vivas construyan puentes con las luces más puras
de la tierra,
y dejad, dejad que el amanecer llegue,
no os preocupéis sino de que amanezca;
pero honrad la sangre;
su latido arranca el fuego vivificador del mundo.
HOMBRE DE OCCIDENTE

.. seguramente he ido cogiendo los atajos más lóbregos


e inciertos en busca del sustento de la libertad;
mi historia es la historia de los hombres que enmudecen
al llegar la noche sin haber suscrito un claro compromiso
con la luz del día;
… y parecerá falaz hablar de esclavos, pues diréis
que reverbero utópicas milicias de un tiempo acrisolado;
es probable que digáis que estamos en España, u Occidente,
o que somos atlánticos del mundo; ellos dirán lo que yo no digo;
… llevo un dios deforme por mi cuerpo
que me va royendo las sílabas crispadas al tomar el alma,
- aquélla del atajo-. y áspera sentirla, atada, sustentarla
y de ella vivir con malvivencia, negligentemente seducida cual torcaz paloma
que dispusiera a un tiempo de múltiples y trágicos amantes;
… hoy contemplo esta nueva y lenta esclavitud
que me va enervando las luces verdaderas, el valor habido,
del que voy a disponer íntimamente y lo tengo roto, despiezado,
deambulante en mí como la sombra que se yergue impersonal y atónita;
¿… cuál es la voz subliminal del amo de la dicha, la de la canción perdida… ?
ah crepúsculo amado, ah milenio de amor, mortalmente asido y adscrito a otra codicia.

LA PRESENCIA

… yo soy la paz sosteniendo el tributo


radiante de la tierra;
yo soy el amor que engendró la luz
profunda de las cosas;
yo soy la armonía hilvanando el viento,
la edad y los confines;
yo soy la belleza eterna que plácida
e incólume se yergue;
yo soy en ti la mágica abundancia,
la dádiva del mundo;
yo soy, en flor, un ramo de conciencia,
pues yo, ay…, soy la vida.

DE LAS PROFUNDAS FUENTES


… que no, que no hay tejado para el tiempo;
… quién erige y fija catedrales, quién puentes,
quién aglutina arena y quién días, quién instantes… ?
… aunque todo calle, hay asombro, y, en el suceso de las horas
hay canto y desencanto, voz, latido que nos vive y que se escapa;
… porque ¿ fue el hombre un animal que no tuvo su tálamo de bodas,
o antes fue varón de paz, hembra en yunta de sangres y paciencias ?
¿ cómo si no de las fuentes profundas sale el hombre
y pone a barlovento las errantes naves de su alma ?
… ocasión del pensamiento es callar
para afrontar un halo de tristeza;
pero cómo, cómo obviar las huellas de memoria, las huellas de la sangre.

COMO LAS LUCES NUEVAS

.. tienes el halo de las luces nuevas, parpadeas,


eres en mí misterio sólo;
entre cantos y tiempos vas y vienes,
y pensamientos de encaje te visten y cortejan;
ah, por qué no tendrás el talle y los brazos rotos, de arena los labios
y de niebla los ojos…
por qué acabar abriéndome tu ser de alas,
por qué, por qué tus pechos de calor insondable…
… hemos crecido posiblemente ignorando el pan, la sal, el agua viva,
y es probable que ni siquiera este tiempo haya meditado el tic-tac
de los relojes;
dónde, pues, desembocamos y qué playa irá a recibir nuestros pies, amor,
qué playa…
¿ habrían de entender las gaviotas del silencio que precisan
tus besos ?
… verdiazul te adentras cual mañana de amor por mi memoria
y ambos caemos por las horas rodando, ardiendo, diluviándonos…
ah, nunca, nunca sabremos si en un vergel de miel, de almendros y avellanos
se cimienta y cruje la vida,
pues el cielo y la tierra - cual celosos amantes –
en tus ojos se orillan y colman, se besan y exterminan.

EN LOS ATRIOS MÁGICOS

… bajo velos de olvido, el abismal recuerdo me seduce,


y, con la vida en celo, abro y entro en los atrios mágicos
del alma;
… un rumor de caballos enloquece a lo lejos
y se apaga;
[siente miedo la sangre y es total el silencio]
… y las infinitas fuerzas que me habitan callan, se diluyen…
¿ y la vida, habré perdido la vida ?
… y toco el cuerpo y el cuerpo se estremece.

A MI PIEDRA ÍNTIMA

… porque estás en mí
y no en la soledad del tiempo,
te amo;

te amo porque estás y vas en el camino


tan sola, tan al lado de mi alma;

tu contorno es una flor


rasgada en pleno otoño;
tus ojos,
los de un ciervo herido y asustado;

… te amo
porque soy en ti corazón y canto
y volverás un día a ser enredadera
y de nuevo ciervo herido y asustado,
y yo te mataré
y yo me habré matado.

EPOPEYA DE LA EMOCIÓN

… cuando tiemblan la tierra y los cielos,


- cuando gimen la estructura del mundo y su sonido -
la emoción, purísima, emerge profunda y enarbola la luz, la fuerza,
y amantísima toca los acordes más íntimos del alma;
… tal es la intuición, el fuego aquél que en los claustros prende
pero en los claustros muere;

... auroras boreales levanta en medio de la vida


y la vida las toma, las desgarra y derriba sus andamios
confundiendo sus signos y sus ecos;

… es el estrépito ignorado en el silencio,


la clave de yacer en el pasmo terrible de estas horas.

CANTO DE UN LABRIEGO EN LA CIUDAD


-Tríptico -
… he nacido entre rastrojos y plantíos,
junto al mugido del buey y las altas chimeneas,
bebiendo casi el agua de los pozos;
… se arrancó mi madre el corazón y me puso en la ciudad
atándome la vida con su aliento;
ella tuvo la quimera entre sus manos para dármela en herencia de sudores
y en nada la he perdido;

II

… me has dicho que soy tosco,


que masco las reliquias que, con otro acento,
en largas noches de lluvias me mostró el abuelo;
que admiro las manos gruesas y amarillas, que las mimo,
pero aún no sabes que blancas empezaron amasando piedras
en los surcos;
me has dicho que tu amor no cuaja en un labriego,
y yo no tengo palabras de amor
que no templaran las lumbres del invierno;

III

… de regreso voy;
huyo del templo agitado por misterios,
voy en busca del dios de los carros y el arroyo;
no romperé mi cuna como el leño viejo
ni nunca se oirá por el valle su lamento;
… llevo el ansia de cortar espigas a manadas
y darles un beso enamorado;
amo, amo enteramente el trigo candeal, el amarillo y rojo.

CAPÍTULO II – Segunda puerta

ESTAMPA OTOÑAL

... jaspes y rubíes vibran entre jarales y chopos;


en su teclado, las hojas al aire limpio le arrancan
corceles por la memoria, y a su grupa, entre dos luces,
jinete, el sol,
se
des
pe
ña;
… y a lo lejos, aún, gritando, los niños;
… de fiesta la luz se aleja prendiendo de rojo el cielo,
y el alma, presa de amantes, entre sus lumbres se quema.

ENTRE EL ORO Y LA LÁGRIMA

… porque más que el oro fue una lágrima


y más allá del canto el fondo de la música,
y porque dentro del silencio era todo belleza compañera;
…y si correr o andar por calles o parques semeja libertad,
por qué es la angustia depravada e hiriente amante,
o por a la vida se le da un wiski con soda
o absolutamente nada más que miedo y sueño y furia;
… porque ya he tenido dos lunas diferentes
y los hombros rotos;
porque ya los amigos fueron templo o caña
sin saber que amor y olvido se ofrece para siempre;
… mas nada fue más útil que sembrarse y recogerse,
beberse la tormenta y sentir al fin un riego de lluvia
por el alma;
… ocurrió cuando yo estuve conmigo
y era todo belleza compañera.

ÉSTE MI NACIMIENTO

.. he cifrado mi edad en siete años


porque he vendido el resto de mis días y mis noches;
aunque bien, bien vale nacer a fecha exacta,
pero nacer;
… y así, con tanta compra, van los mercaderes de tiempo
con tanta vida;
es un déficit inmenso el que me adeudan
al tomar los hilos de mis gentes por chatarra;
… dispuesto estoy con la palabra a dar resurrección
a las luces fallecidas y a imaginar y hacer una inscripción reciente
en los registros;
… no prescribe este derecho a la apertura,
aunque es bien triste venir al mundo con ojos hirientes por maduros;
… y ya no puedo jugar
porque han dado las treinta de la vida y demasiados,
demasiados compromisos esperan
antes de atajar y traer el sol.
POÉTICA ENTRE EL CUERPO Y EL ALMA

Cuerpo - … alma mía, quiero ser libre


aunque pierda el trabajo, la sangre, los amigos…
Alma - … tu deseo es superior a mi experiencia;
Cuerpo - ¿ mi deseo ? ¿ acaso no es el tuyo ?
¿ cómo podré esconder palabras y silencios
y cómo no ahogarme sin ahogarnos ?
Alma - … yo te sirvo, mas nunca te he exigido;
[se va el cuerpo, pero vuelve al cabo con los brazos extendidos]
Cuerpo - … ya, ya vencí la esclavitud; ¡ somos libres…!
[se detiene de pronto y, antes de dirigirse de nuevo al alma,
dubitativo y en monólogo aparte:]
… sin embargo ¿ por qué me asalta esta duda, por qué… ?
[y dirigiéndose de nuevo al alma con el tono in crescendo, dice:]
… conseguí la meta y, no obstante, la libertad me vence, me aturde;
porque ¿ qué hacer, qué hacer con ella… ?
dime, dime alma ¿ es que no te encuentras perdida ?
Alma - ¿…es que acaso me hiciste libre para luchar contigo y por ti ?
[corre el cuerpo a refugiarse en el alma, pero ésta, impasible
y absolutamente inmóvil, permite que le dé un aturdido y efusivo abrazo]

ESPIRITUAL Y MUERTE DE LA NOCHE

[…una vez más, en honor a Lorca]

… la noche, tocada en raso, rojos los ojos, cruzaba


soñando con las palmeras entre un tropel de naranjos;
… por las mejillas le hervían conchas de nieve y de sal,
y huyendo del alabastro se le hicieron de metal;
muriendo por los tejados celestes de las acacias,
- cuando hay temblor y rocío sobre la miel de los pámpanos -
un aluvión de tomillo con lunas y terciopelos
sembrando pasó, de perlas, los labios de los jacintos;
… qué esplendor y algarabía, qué tempestades de luz
sobre diademas de plata hechas en yunques del día;
…y si un fajín de marfiles vestirse quiso la noche
para erguirse en las palmeras con un polisón de vírgenes,
fraguas sin fuegos ni orfebres templaron los resplandores;
[¡ con qué se prende la vida, con qué el amor y la muerte… !]
… azules rizos de sangre, sobre anaqueles de ámbar,
cubren ya los sueños ocres y verdes de los amantes;
..vientre negro, lecho y alas; noche que, por no morirse,
abrió, por la amanecida, a chorros sus venas blancas.
EL DIFICIL REGRESO

… gritan pájaros del alma cuando quemo espigas


de trigo desgranado y me arden los ojos en músicas
y en flor el sentimiento;
… gotas frías resbalan entonces y murmuran a ras de piel y corazón,
sillares malheridos de mis fuentes últimas;
… inenarrable esta labor de ahondar en pozos
cuando la vida es fútil e indefensa;
… qué difícil es volver y regresar al gozo antiguo de ternura,
y a su abrigo de paz y de tormento.

RÍO ARTIA

[…cuando le vieron…, gritaron diciendo:


“crucifícale, crucifícale”]

… en las márgenes del Artia, al sol de primavera y como siempre, sin prisa,
las gentes habían acudido al sosiego transparente de un día típico de fiesta, de gozo y celebración;
y así, mientras las palomas traían y dejaban la alegría del aire junto al agua
y los niños jugaban con ellas a inocencia, a pasmo y mansedumbre,
los peces se apiñaban a la orilla y las acacias, cual auténticas vírgenes por la faz de la pradera,
- con racimos de impolutos pámpanos -
ornaban el triunfo de unas horas colmadas de amistad y espléndidas concordias;
… y de pronto, sin saber por qué ni cómo, aquel sereno símbolo de paz, de cántico y ternura,
se trocó súbitamente en vandálica caza de palomas, en pedradas a los peces
y en desgarramiento brutal de las acacias;
pues las gentes, salvajemente sedientas de horror y furia, arrastraron las palomas,
los peces y los pámpanos por prados y por calles al grito de ¡ sangre y sangre, sangre y fuego !
... al amor insomne del silencio, roto, caído, pregunté y pregunté que en qué remansos de hombre
son y yacen vivas la luz y la estulticia, y que por qué íntimas y enigmáticas grietas se enmarcaran y se ocultan,
se escancian y se evitan;
…me inquirí, por último, que en qué complejidad, profunda y fría, asistirá la mente
al monstruoso escarnio en que el hombre en pleno se corrompe y quiebra, se perturba y mata;
son las once de la noche;
son las cuatro de la tarde.

DUNA HUMANA

… este esfuerzo o ingravidez del alma


removiendo ecos o evocando memorias,
invita a resistir, a enhebrar las mínimas luces
donde es peor la tanta malvivencia que morir;
… que nadie tenga más miedo que al recuerdo cuando aún
la caricia recordada dé calor, pues ¿ qué ha de ser la ceniza sino hollín,
testigo puro de aquella consunción que conmemora ?
… siempre perdurarán caminos donde fue el placer
o fácil la alegría;
mas nada es tan útil al dolor como su huella, su luz y excelso canto;
es la danza del ir y no venir,
el simposio del hombre sobre una invertebrada molécula de miedo;
… en el fondo, acercaremos los fuegos al horror
y a la dicha;
inconscientemente nos acosa el recuerdo sin sombra ni sospecha
de que es un grito auténtico y real en esta duna humana.

LOS CICLOS

… no, no el tiempo,
sino el ser discurriendo por ciclos y mareas;
despertares continuos asombraron el ojo
frente al cutis del aire,
[- ah volubilidad redonda, ingente geometría
donde el centro no existe ni los arcos se instruyen -]
¿… dónde, dónde está la medida a que atienden las cosas ?
¿ dónde el matiz que gravita sobre el iris del alma ?
… dilapido ilusión seccionando emociones, fórmulas,
carruajes íntimos de esta imagen cierta con que soy universo;
… ninguna otra epopeya que subir o bajar
para subir de nuevo y ser eternidad;
¡ cuánto dolor acecha hasta entregarme y ser de aire !

APENAS LAS ROSAS

… hay por mi costa mineral humildísimas rosas brotando;


atados están mis huesos en un haz de amor y fiel desangelía
en que me adentro mirando cómo son la herrumbre, el dolor,
y esta quietud tan tenaz y sola;
… aprender a verme es amarme desesperadamente;
es encontrar mi cuerpo de ángeles y arcángeles caídos y tenderme puentes
de pasión y aromas;
… acaso este cariño, tan reciente y casto,
me preste su ocasión para un alumbramiento de pruebas de amor
en abundancia;
¿… pues cómo, cómo si no conservaré las rosas ?
RÉPLICA A “EL AMOR DEL SOLDADO”
de Pablo Neruda

… mujer, despierta;
está ya amaneciendo
y he dormido y soñado
con el fusil y contigo,
los tres en una danza macabra de fuegos fatuos,
sin sentido;
él transgredía el hilván del espíritu,
y las manos me temblaban como tantas veces me temblaron;
… y te busqué a ti,
en medio de una orgía de lágrimas y risas,
bajo esta trágica emoción de aparente vida;
… mira,
pongamos el fusil junto al hollín de la chimenea vieja,
y cubran las arañas los huecos tristes de la muerte;
y olvida, olvida que no tuviste patria, tu patria era el mundo,
y donde tus pies pisaban había tierra de patria;
… vamos, pues, que en esta marcha nueva florezca tu sonrisa con la mía:
sin zapatos en los pies;
el camino, es de arena.

CAPÍTULO III - Sonetos

LA SOLEDAD, LA LUZ Y LA MEMORIA

.. ya se han ido las pocas golondrinas


que alegraban la tarde en los aleros;
el otoño se viste en los humeros
y el silencio se adentra en las encinas;

… por los montes del alma y sus colinas,


la mente se estremece en los alberos;
el ocre, cuesta arriba en los senderos,
conduce hacia las fuentes cristalinas;

… junto al tronco y las ramas de esta higuera,


- entre el aire y el tiemblo de la vida -
la soledad se acuesta muy temprano;

y en su rueca, de auténtica hilandera,


va hilvanando la luz, en mi memoria,
al filo fiel y exacto de su mano.
RENACIMIENTO Y CANTO
[a mi espíritu -I-]

…si la llama sublime en que es tu vida


bajó en su resplandor hasta la tierra,
sólo el corazón que se destierra
conoce los tormentos de su herida;

… el odre de tu mente amanecida


repleto de ilusión ganó su guerra;
qué gozoso es el umbral que no se cierra
cuando es la luz del alma estremecida;

… si un torrente de amor sube a tu frente


y flores va dejando en sus orillas,
qué excelso es el fulgor de su simiente;

… florecerán tus brotes, tus mejillas;


… qué bellas son, hermano, y qué sencillas,
las rosas que el Señor pone en tu fuente.

UNA HOJA

… del centro de la tierra a la ribera


brotó al alborear una mañana,
y, ungiéndose en rocío y filigrana,
abril la estremeció por la madera;

… abrió a la luz su triunfo, su quimera,


el orden de vivir, la ciencia arcana
de ser tecla del aire, en que desgrana,
su culto en espiral a la pradera;

… fugaz y natural fue su andadura,


pues todo se renueva y acrisola
bajo el vuelo veloz del universo;

… justo ha sido cantar su singladura


de soles y tormentas, vida sola;
¡ ay, si otorgar honor pudiera un verso !
MIRAR EN EL VACÍO

… entre el tiemblo sutil de la penumbra,


mi corazón a solas con sus sangres;
el huso del amor, hilando sombras,
se arriesga en el silencio de las luces;

yo presiento que ya no busca atajos


sino hacerse señor de su latido,
y en el mismo crepúsculo del aire
fungirse en el misterio de la vida;

¿ … no se han roto mis mazos sobre el pecho


de tanto perseguirlo y sofocarlo ?
ay si pudiera hablarle con paciencia…

… que en esta oscuridad que me rodea,


qué lóbrega es la paz inconmovible,
qué indigno este mirar en el vacío.

GRITO DE URGENCIA EN LA ARBOLEDA

[a mi espíritu -II-]

… pues teniendo mis cárceles en llamas,


de ellas tomo sublimes ataduras;
son mis fuegos las frutas inmaduras
quemando inmadurez entre las ramas;

… urdimbres expectantes, diagramas,


arenas con desdén son mis figuras,
¿ cómo y cuándo pondré en las hendiduras
del hueso la verdad que me reclamas ?

… ya no habrá más atajos por que intente


el alma seducida alimentarte,
que es su ley que florezca en la vereda;

… solo quedas al borde de mi mente;


mas, tanto me desborda el encontrarte,
que es un grito mi urgencia en la arboleda.
EL HOMBRE QUE ME LLORA

… y ha vuelto a ocurrir que me llora el hombre;


con cariño lo escucho y lo sorprendo,
y él me huye corriendo entre la vida
a esconderse aturdido tras el alma;

.. bien conozco el poder de sus hogueras


quemándole las brasas el costado;
he sentido su luz y sus cenizas
buscándome muy lejos de sí mismo;

… no supo ningún ángel qué es la sangre


hecha hiel por la cárcava del hueso
ni orillarse en el brillo de una lágrima;

… yo no sé si en los ojos de una madre


rayó tanta piedad, tanta ternura;
dios de amor es el hombre que me llora.

CANTO CÓSMICO A EGERIA

… cuando el llanto me acosa, dulce Egeria,


- pues que el hombre se duele y desconsuela -
dejo libres las alas con que vuela
el impulso inmortal de la materia;

… los tamaños de Dios y la bacteria


¿ no dan ciencia solaz a nuestra escuela,
si el brillo y el dolor que los flagela
son al tiempo su luz y su miseria ?

… yo sé que el corazón es infinito,


¿ cómo si no mi mente, que es tu mente,
presta al alma la luz que necesito ?

… rueda el cosmos, amiga, por tu frente,


y en la inmensa ternura que es su fuente,
aguas vivas son cántico exquisito.

CONSIDERACIÓN SUCESIVA DE LA MUERTA VIVA

… quién pudiera morirse cada día


y al inicio del alba ser consciente,
porque el alma me ha herido nuevamente
y al herirme no sé si me moría;
… si Tántalo de sed se consumía,
¿ qué fuerza lo sostuvo tenazmente ?
¿ no bebimos los hombres de su fuente
el néctar del amor y la ambrosía ?

… invisibles y exactas mis dolencias


transitan por mi cuerpo y lo utilizan
como vaso de aromas y de esencias;

y si en tanto morir me vitalizan,


¿ qué he de ser, entre fuegos que agudizan
el altísimo hervor de mis urgencias ?

HOMBRE Y NADA

… en ni cuerpo de luz y de memoria


brotan cañas del pozo de la pena,
y en la hoz, donde sopla la gangrena,
diluyen sus alturas y su gloria;

… fugaz es la promesa, e ilusoria,


brevísimo este vuelo sin cadena;
los cánticos del alma entre la arena
con conjuros de sangre por la historia;

¿… cómo y dónde este tránsito se aborda,


cuando el iris del oro y el deseo
inclementes me abrasan la mirada ?

… qué angustia contemplarse y no vivirse


perdiendo el ser, el alma y el torneo;
qué lastima ser hombre y no ser nada.

AL ORIGEN

… deseo reencontrarme e ir tan lejos,


que el tiempo, diluyendo la memoria,
es la piedra y la huella en que mi escoria
transmuta esta ansiedad en sus reflejos;

… absorto donde afloran mis espejos,


voy creyendo que el agua de mi noria
jamás tendrá más parte en la victoria
que usar de cangilones más complejos;

…aroma mineral traigo en la frente,


vestidura de tierra y de tomillo,
corceles que galopan velozmente;
… nunca anduvo mi vida en tanto brillo
como yendo al origen de su fuente
y ser su fuego, su yunque y su martillo.

HEREDAD DE LA PALABRA

.. si el dios de la palabra no me diera


esta intuición, o bien conocimiento,
de andar en otra paz y en otro aliento,
ésta sería mi orfandad primera;

… que no me importa dejar el alma entera,


transida en los hálitos del viento;
que no me importa si sirve de alimento
y se hace natural, perecedera;

… pues ¿ qué es la libertad esclarecida


sino aquello ganado o recibido:
la muerte con su noche redimida ?

y acaso, por más cierto y más querido,


¿ no me dieron al ser la voz uncida… ?
coged la libertad, coged la vida.

DIVINOS ESPONSALES

… era tierra de trigos y maizales


con sonrojos de almizcle y de cereza;
era el llanto de Dios y su belleza
derramada entre limpios cereales;

¿ … qué mejor que con sueños virginales


dar la vida, y, a tragos, con certeza,
inundar los anillos de riqueza
para estos duros y puros esponsales ?

… cauce fue esta tierra y, en mi pecho,


agudos alfileres se clavaron,
hiriendo un corazón insatisfecho;

el alma y el dolor se levantaron


y, al cobijo del aire dibujaron,
el brillo de sus bodas ya deshecho.

ENCINARES
… en mi alma, la efigie de la encina
que nada espera y todo lo presiente;
hay un sueño rasgado y persistente
que oculta la verdad y la domina;

… sutil asombro se adueña de la espina


nacida de mirar eternamente;
pues ¿ no he de ver más vado que el presente,
camino de otra luz que no germina ?

… ninguna soledad nació tan quieta


como este azulear silente y frío:
como de muerte viva y su piqueta;

¡ … qué tempestad ondulará este río


y qué poder al musgo que me aprieta !
… náufrago soy de paz y escalofrío.

OH MIS FUERZAS

… transmutadme la faz en linos puros


que no temen ni siembras ni espadares;
bebed la luz del mosto en los lagares,
oh mis dioses de tránsitos oscuros;

volad hacia los claustros inmaduros,


trastocad las ofrendas, los altares,
arrasad piedra a piedra sus pilares
abyectos de verdín y de conjuros;

… el hueso caracol y serpentino


son el don y la trágica cosecha
de un diluvio de luna submarino;

… si presiento este vértigo que acecha,


oh mis fuerzas, llenad por esta brecha
mi dolor: sed mi cántaro divino.

ODA NUEVA AL SILENCIO MÍSTICO

… si el reto por volar que el alma ansía


es un grito tenaz hacia la altura,
qué dentro se presiente, sola y pura,
la antorcha con la luz que así la guía;

y si en sombra el dolor la desafía,


qué misterio tendrá aquella hermosura
- si al amparo del llanto y la tortura -
torna en gozo la angustia en que vivía;

… a través de las notas en que habita


el cántico esencial de las esferas,
un éxtasis de paz se precipita;

y en alas de emoción, las más ligeras,


se embriaga el corazón de mil maneras
con pálpitos de sol que en él gravitan.

DE LAS DOS VERDADES

… pues que no habrá sin fe conocimiento,


oíd al corazón, oíd el canto
purísimo de vida con que el llanto
arranca el agua y sed del sentimiento;

… mas, dónde es la razón y su argumento;


¿ o en qué basar la idea sin quebranto
y hacerme una verdad si, mientras tanto,
se anudan la oración y su portento ?

… solo estoy entre cruce de senderos


sin mágica heredad, sin más timbales
que oír mis pies buscando otros linderos;

… y si el dardo de amor de mis trigales


no granara, decidme, qué dolores
no habría sin piedad en mis graneros.

A TI, CÉSAR VALLEJO, AMIGO

… con añoranza el mundo conmemora


tu raudo discurrir cual elegido,
oh cóndor en la altura sorprendido
cuando abril fue temprano y a deshora;

… fue tu canto palabra abrasadora


que, enjugando tu aliento malherido,
dio cobijo profundo y conmovido
al eco invertebral que nos devora;

¿ … acaso desde el genio y la ambrosía,


nació jamás tan honda la ternura,
cual tránsito al amor de tu amargura ?
........................
........................
… partió César su pan a mediodía,
partió su hogaza cálida y madura,
nos dio su corazón ¿ qué más podía… ?

NAVIDAD: soneto ante Cristo

… al cantar “Gloria a Dios en las alturas”


y abrirse a mí la lluvia de El Amado,
preso quedo de un eco enamorado
que inunda el corazón con voces puras;

¿… y la paz ? ¿ no ha irrumpido en las oscuras


oquedades del alma, y nos ha dado,
ese humilde valor, con que ha sellado,
dramáticas afrentas y amarguras ?

… y ante el pecho de Cristo, ante su cruz:


“ábreme, Señor, ábreme a la Vida,
que en Ti quiero prenderme” - gimo y ruego;

…y Cristo en Navidad es tanta luz,


tal fuerza y compasión, piedad y gracia,
que ardió en mi voluntad y ardí en su fuego.

P O E S Í A

Título: LLANTOS POR LA ESPAÑA OSCURA

CAPÍTULO I

ZAMORA: EL REGRESO

… qué tristeza incendió la catedral;


rezuman las cenizas hasta el río,
y el código del alma juzga impío
este golpe de piedra, olvido y sal;
… es dolor, mi dolor, el desafío
por hallar el pus, gris e inmaterial,
que duerme en las conciencias, el total
desenlace del tiempo, su desvío;

… mis potencias se fueron de las piedras,


e, hiriéndose, me han dado este regreso;
ay soledad, tan grande para un beso

y tan agraz y sola para un hombre;


yacer en esta alcoba es trasnochar,
con los labios pegados contra el yeso.

DOLOR COMÚN

… sufres, pueblo mío,


pues tu carne es carne de calle acordonada,
un ir y venir, un luchar, un buscar la verdad que nadie trajo y no tuviste nunca;
… y es que, aunque triste sea decirlo, por triste y necesario,
el amor de la casa irradia y se hace grande, cuando corre,
llama y brilla una gota de sangre en el asfalto o el pretil de la escalera;
pueblo mío, tu corazón, tus ojos y tu boca son toda mi justicia,
y yo busco un himno de paz con mi vecino;
… es urgente la paz en estas plazas, el salario en el bolsillo,
y un grito de alegría con que esta juventud combata y venza la hediondez, el hielo y el silencio;
… mi pueblo se estremece, y, adentrarse en la noche, no, no implica una victoria,
sino velar y velar, y, entre horror y gritos, temer y resistir, buscar la luz, y resucitar el día.

ESTA SIEMBRA

- 1975 -

… patria:
tras esta siembra - belleza de amapolas - el hambre es inmensa en este invierno,
cuando tanto rastrojo presenta sus muñones, aún enrojecidos;
… ayer han muerto mis amigos y enemigos:
todo, todo un otoño aterrador de barros, de vientos y de lluvias;
¿ qué limpia claridad podrá empaparnos, si tanta soledad apunta al alba ?
ah, te has quedado sola entre la tierra con todos los destierros
y olvidos de otras patrias;
… y no, no soy arrepentido a costa del laurel que reverdezca:
pondré cruces, o piedras,
una señal, un dolor en la hora de tu vientre;
… caminando a solas, no encuentro las estrellas;
una tristeza me corre por los brazos, y no sé, no sé cómo pararla.

2ª PLAZA

1971

… sin dar las tres y media de la tarde, un grupo de vecinas,


en el rincón más útil de la plaza, acumulan sus agujas;
dan las cinco, las seis,
cuando el viento decide entretenerse a jugar con las hojas amarillas, con las rojas, con las negras,
y los hombres llegan de a sus casas con olor a tormenta, cuesta abajo: la doliente tarea, el régimen, el vino…,
y todo, todo viene en sus zapatos, en sus cabezas cortadas, en su estómago hinchado,
mientras juega el otoño en remolinos con las horas y las hojas viajeras, con todas, con todas las hojas;
… en un instante, sobre las terrazas, los abismos empiezan a poblarse de brazos cruzados
y rostros sin carnet de identidad;
y si en derredor, el viento sigue con su juego y lleva hacia las hojas imprecaciones contenidas,
por costumbre, una enorme lata de consumo es blanco de patadas infantiles,
el farol del centro ha sido coronado, y en el soportal de al lado, exento de estrellas, cielo raso,
se juega la partida de cartas señaladas;
… lentamente se marcha el vocerío con el viento pegajoso del otoño, y la noche, cual mastodonte negro,
se acuesta enferma y dolorida, rutinaria y sola;
unas ranas croan y, torpemente, desde no sé dónde, ladran perros cansinos y apenados,
… duerme, pues, la plaza, y un pálpito de España, aquí y ahora, calla y sueña, duerme y duerme.

DE DOS HOMBRES

… entre sol, y tiempo, y soledad, ahí, sobre la rasante y encorvado, hay un hombre mezclado con la tierra;
y hay un carro y un asno atado a él, y bajo un cielo duro, cayendo y cayendo en racimos de fuego y hambre,
fluye un horizonte inaprehensible de arcilla y cal,
y la inmensidad, y el miedo;
ah, no hubo violines en sus noches de boda, sino alba, alba, y sólo alba;

… lejos, muy lejos, han quedado la azada, el trillo y la guadaña, las brujas de sol y polvo,
la siembra a mano,
el hielo,
y todos los insectos que guaraban en estiércoles y escudriñaban los ojos y la piel tan de mañana;
… no, no sé qué bendición trae el pan a mi mesa cada día, que, al comerlo,
me escancia aquel perfume ingente y veraz de la llanura:
dos hombres para un dolor,
y una mano llevándolo a la boca.

PLANICIES CASTELLANAS
… hasta herirla y calcinarla, un páramo cruel y una luz duramente enfurecida con la tierra;
… ah, no, no hubo canto alguno por muertos ni por vivos,
donde sólo se nutren y aclimatan tábanos y hormigas bajo densos lutos y horizontes despiadados;
… en su andar, busca y busca el viajero en tránsito,
- qué gran necesidad -
al grave centinela de su tumba,
o a Dios,
o a otro hombre…
… el espíritu, aquí,
es más bien el propio ser o sombra,
la de aquél que sigue y sigue persiguiéndose y no habla:
la angustia, la agonía, un temblor histérico y auténtico del miedo.

MI CIUDAD DE PIEDRA

… como una sombra proyectada y seca,


como hecha a mano y puesta aquí y así,
eternamente;
ay Zamora,
más lejana que la Córdoba tan sola y más fría en el invierno cuando el sol se tumba en el ocaso;
… no nació el dolor donde Dios y hombres regaron y sembraron,
donde no parieron madres a vientre libre bajo encinas,
o el viento no bramó y bramó sobre el rostro rojo de la arcilla,
no, no, el dolor estuvo siempre allí, mirando, e indemne;
… y de entre hambres y destierros, es difícil expulsar el corazón;
ni siquiera el olvido apacentarlo puede y decirle:
“mira tu hambre, el ara de tu hogar sin brasa;
los pies en el camino, es mejor”;
… vuelvo y vuelvo a contra sol y a contra noche,
a plenitud de piedra,
donde todo el ser se estrella contra historia y se estremece…
… sí, alguna simiente cayó del cielo y no creció,
y es bien triste llevarla y conservarla parásita en el pecho como una sombra proyectada y seca,
como hecha a mano y puesta aquí, aquí y así,
mirando y doliendo eternamente.

CENTENARIOS DE SILENCIO

… hay que callar y meditar con juicio, cuando el demérito o suerte adversa penetra la historia y la apolilla;
hay que contener la hombría y comprender cómo el dolor, nacido de la tierra, es tanto dolor,
pues que va de arteria a arteria, hasta hacer sin más del sentimiento
un vasto campanario sin luces ni piedad;
… ah, mi Castilla de hoy, nodriza y madre, viuda y transgredida;
quién, quién cambió tu manto y tu corona por atuendos de pana,
quién te ungió la soledad y engendró esta cruel desolación,
quién maldijo la poderosa, la pura luz y saqueó tu cuerpo, hasta dejar tu entraña a la intemperie;
… no, no correrá la brisa por la estepa mientras la vida sople por las cumbres,
y tú, tan llana, y tanto y tanto, que duele el horizonte al despeñarse el sol tan lejos,
- tan inmensamente lejos -
que semeja no cruzar si no fuera por el despojo de tu vieja sangre, la que prende y brilla en el ocaso,
cual guardián de fuego, eterno y penitente;
… un reguero de sal y una piqueta es dura sementera, anclada y caída en la llanura,
y un amor triste,
y un pájaro en el suelo es recogerte;
… hoy, y en este instante y noche, ladran perros a la luna cual tosca profesión que ofende y sobrecoge;
se acostumbra la piel, y, con gesto firme y duro, los poros se cierran a la lluvia,
y al trance subjetivo e ingente de la muerte.

PRINCIPIO GENERAL

… sólo cuando logra el ser apartar de sí su bestia iracunda,


el ojo interior aprecia la belleza;
sólo, entonces, el hombre reconocerá su carne, su aliento,
su integral estatura;
y, ello, aunque la muerte haya perdido su voz y su sentido,
y el miedo de sí misma;
... he aquí la derrota derrotada,
oh Ave Fénix que emprende el vuelo desde piedras, cruces y dogmas,
al verdor del pensamiento;
y no habrá estelas luminosas, no habrá campanas, no habrá nada;
… un hombre, acaso se levante, y, extraña y diferentemente,
al calor del alma, dialogue con el mundo.

BRUTAL Y ATROZ

… siempre amé el resplandor y sólo me dejaron el llanto libre;


con mi infancia jugaron mariposas negras, y un amor precoz,
y un suburbio de Dios a las mentiras;
hecho así,
cualquier adolescente implica sesenta kilos de tristeza, y hambre eterna, y sed,
y un drástico camino sin agua ni palmeras;
… mi pueblo y mi ciudad fueron hoces y piedras milenarias de podridos y viciados secretos al oído,
los mismos que nunca llevó el viento ni mató un cuchillo ni tragó la tierra;
… y todos, todos fueron amigos y enemigos:
las viejas,
los brujos,
los vencejos,
el sol
y la cigüeña;
y si mirando a la cigüeña, el sol tostó mi cara,
mis ojos secos pedían una lágrima y mis pies unos zapatos para correr y llorar,
para esconder, al fin, lo brutal y atroz: la ruina ingente de la guerra y tras la guerra

SIMPLE FUENTE VIVA

... tengo una esperanza contenida y la fe del alma bailándome en los ojos,
y daría estos ojos por hacerla ser y repartirla, tocarla sólo;
… ningún hombre valió más que la alegría toda
y a diario se nos mueren mil Cristos a destiempo…
sí, vivamos para ver, para oír y sentir aquella limpia sonrisa que nos busca,
- la muy nuestra y siempre nuestra -
la que acaba por brotar para no ser de nadie,
sino simple
fuente
viva
y rota hoy:
¿ qué fue de la sonrisa ?

MI ALDEA

… calle removida, tapial caído junto a polvo blanco, muy blanco,


como de huesos humildemente muertos;
… oh podredumbre humana, hecha a escoplo y madurada, donde no importa el corazón
ni las gotas de lluvia para labios y gargantas;
… hay necesidad de no importar morir para que algún audaz se salve
y lleguen después los miserables, los míos, los más pobres, los más lejanos,
los que no somos nadie, nadie, nadie y nadie…
… tiene la luna sabor a beso amargo y algunos girasoles ya no miran al sol;
el polvo llega a ellos y allí los retiene, los adormece, los troncha, los ahoga;
… ¡ pobre aldea mía…!
quién llevó mis huesos por tus calles y los dejó colgando al viento;
no, no fueron ni mi padre ni mi madre,
pues todos fuimos muertos por una enorme, y seria, patada de la historia.

MADRE DE LOS BRAZOS ROTOS

… la madre de los brazos rotos, aún, aún se adorna cuando llegan los pámpanos abiertos;
la gran madre mía está caída, en tierra, es de tierra,
y la lluvia se la lleva como un derroche de sangres y de arcillas;
[mi madre viene y marcha en mis zapatos,
mi madre, mi madre, perdió ayer tarde los brazos]
… su tristeza es cierta, y su cabellera son arco iris cruzados sobre un montón de piedras y pobreza;
… son amargos los pámpanos ahora y las flores lloran por calles y por plazas;
... mi gran madre, España ejecutada,
entre árboles floridos se me ha muerto, y no quiero, no quiero enterrarla.

II

… como a una madre sin brazos, digo, así, así sí contemplo a mi patria,
y es bien triste tener la sensación del honor y el campo arrepentidos;
qué indignidad no sentir, tan sólo, el néctar de su tierra y su don elemental;
… en las duras páginas en blanco, aún palpita la historia estremecida,
y un borrón, a cuenta nueva, se ve a la vuelta, donde ahora estamos,
donde el arte me pide que me calle porque no hay más brazos que aquéllos que cortamos;
… una imagen así, me suplica una voz, y un basta,
y un serio amor hacia las cosas:
éste, el nuestro, el terrible y callado, en el que ahora estamos, el que ahora tenemos.

LA IDEA

…tener, vivir una idea y cogerla


para ser,
y ser verdad,
y para darle imagen, y voz, y aliento, y no dilapidarla;
… podría matarme cualquier hombre o morirme esta noche
por algo,
por nada,
podría creer o no creer
y estar en plena calle con los ojos vueltos,
buscándome;
… tal vez un poco de amor y de memoria conformen mi esperanza,
sencillamente, la de cualquier hombre:
apartando las ruinas y encontrando sus fondos,
la del dios que me vive, ella, la idea que persigo.

DECLARACIÓN AL MARGEN DE LA HISTORIA

… cuando alguien os pregunte quiénes sois, decidle:


“somos de una raza de búhos y de urracas, de tigres y cornejas,
somos injerto de una orgía de patas y de cuernos,
todo aquello que puede ser prostituido,
españoles sólo”;
… y si quisieran saber qué guardáis para el tiempo, responded:
“de cero al infinito, un dolor se cruza en el camino y todo lo duele y estremece”;
… caer en tierra es la verdad de donde todo parte, y los brazos verticales, buscan la altura,
cual mies que el sol quemó un verano
y ya no trajo nunca;
… y continuad: “hoy, nadie pide un padre, nadie;
nos levantaremos a derribar las piedras y, así, aun sin faz ni luz, podréis reconocernos”.

ESPAÑOLICOS

… ay mis españolicos;
la fiesta brava es sangre transgredida, constante e inocente;
qué griterío tan vacío
cuando el fragor nos vacía
y el silencio es denso a la vuelta de la tarde;
… ay mis españolicos;
España es más profunda que el futbol, que la misa y el viejo hierro del arado,
y, aunque con cara de fiesta, un escalofrío serio nos la cruza;
… españolicos buenos, de sal, sangre y azabache,
salid de casa a respirar el tiempo y atajad el dolor con que embriaga la niebla y nos disipa;
… españolicos míos,
atados, aún, al miedo, a la jarra, y a la mesa.

APOCALIPSIS

… éramos cuatro dormidos en la plaza, y un sopor, al alba,


nos tumbó de nuevo;
el león, de pronto, se encontró en la montaña fría y desolada,
y su rugido, terrible, apresuró y escondió las liebres;
quién, quién ahuyentó a los perros y mordió la caza…;
los venados, muertos, declararon el desierto;
sí, ciertamente llevaba un ave negra al hombro y nadie quiso vérsela;
… ay maldición, comida entre caminos y perjuros;
ay, ay, hasta el aire es tragado en grito y juramento;
una paz sencilla y atusada me pegó en la frente y quise detenerla;
me hirió en el corazón y en la cabeza y la perdí cantando;
… recuerdo unos amigos dormidos en la plaza,
y un león,
y unos perros,
un ave negra,
y una maldición;
hoy mismo, día del apocalipsis.

CRUZ OTOÑAL

… amor mío,
qué crudo es el silencio al despertarse;
hemos esperado primaveras de luz, y, nuestra tierra, es tierra de vendimia,
un dardo de fuego en vuelo, un laúd, su llanto, un tiemblo otoñal;
no sabremos si los muertos pecan o no pecan, si olvidan o perdonan,
pero sí sabemos que todas sus medallas quedaron sin pecho y bajo el tiempo,
cual cruz total en un paisaje triste;
… amor mío, qué dolor quedarse en la esquina con los huesos y los ojos entre sombra
y no poder arder con el resto de la calle,
arder en cada hogar, juntar vecinos y hacer amigo al pueblo;
… y es que, despertar aquí, es cosa diferente;
esta es costa de naufragio donde se ve, a lo lejos, un olivar, o una pradera,
inmensamente inéditos y verdes.

II

… tierra de nadie, tierra mía,


agredida, ultrajada,
tierra de fraude y de calumnia,
de cruces y de piedras,
tierra, tierra sin luz ni libertad,
oh, patria, patria mía;
… qué razones tendría que contarles a quienes odian el junco y la espadaña,
para hacerte cierta y de nuevo limpia;
… por un acto de fe, sembraría, sembraría un grano de mostaza en este otoño como lluvia nueva,
o siembra pura de sol entre tu vientre de nieve;
así, así es mi amor, y así, así te amo.

AMAPOLAS Y VIOLETAS
1975

… el helor del alma irrumpe en este otoño cual brotes de amapolas


y hendidos por la muerte sin remedio;
ah, también nacen violetas inesperadamente y el campo las presenta con el talle roto;
[ruiseñor callado y solo, tórtola perdida, tigre herido, tú, mi yo,
todos nosotros esperando un don definitivo]
… esta suerte de vivir, siempre suerte,
qué dilapidación al borde de los charcos, reflejándonos cual ruin desesperanza;
[pozos vivientes, ríos sorprendidos hacia un final de orgánicos dientes,
ah, ríos de vida, savia ingente, pedernal de amor y honor quebrados;
… un otoño de archivo, de bolsillo, repleto de memoria y un humus de tristeza;
huele a compasión y a viejo cardo seco;
el mundo parece un dios muerto;
una resurrección se acerca y los muertos empiezan a moverse.

TENTACIÓN

… qué tentación dejar el camino y ser perecedero,


bifurcado tras la paz y el agua viva,
tras un resplandor,
y siempre tras mis ojos, y mi boca, y mi piel;
… busco una señal, una voz pura, la más natural, algo totalmente desdoblado,
pues qué descuido éste de ser niño en pleno siglo XX;
… es mi trabajo incomprendido por mí mismo,
mi propia sed hacia cauces más lejanos;
¿ acaso ya no soy elemental y busco entre mis fes perdidas,
aceptando acaso un ditirambo guardado algún día sin padres ni motivos…?
… me hace bien pensar en lo extraño, respirar y cruzar las manos,
cuando todo mi ser se esgrime para un canto íntimo y mortal, atento y recogido.

CAPÍTULO II

EL METRO

… una justicia venía conmigo, rodando hacia mi casa;


encontraba a los hombres en el Metro perdidos, como sin hogar, como sin tiempo, sin hijos…
una borrasca de hondas cosas que se acuesta en el aire y allí vive y se alimenta,
cual alga reptante y trepadora que todo lo comiera y vomitara;
… quizá, quizá, pensé, ignorasen todos el cielo azul del mediodía,
- pérgola bendita, natural y limpia -
más allá de la vida tragada por la impiedad atávica del túnel,
oh vil, generación, pletórica de estirpes y engañadas todas;
¿ conocerían acaso, digo, trigales y amapolas, ofreciendo el fruto o la belleza ?
¿ habría roto alguno el temblor del mar, el del aire, el del fuego,
y adquirido, y pura, la sonrisa para siempre ?
… corre, corre, vida mía, y aprende donde quieras, donde puedas,
donde haya algo constante, tuyo y mío, y hasta que algo te diga, definitivamente,
que los pueblos quiebran, se paran, se orillan y envilecen;
entonces detente, detente en mí, porque has venido a luchar.

POR UNA ALEGRÍA

… podré sentarme de espalda al sol y quemármela, y quemar también la entraña, el corazón,


y al fin mis ojos, que son la esquirla de mi muerte,
o asimismo, y cara al cielo, esperar la lluvia, o jugarme la vida contra una apuesta absoluta;
… a vueltas con la tierra, oigo un llanto histórico y bien cierto,
pues no, no existe modelaje para tanta arcilla de olvido y tan quemada;
…nadie sabrá del estupor del tiempo sobre esta vil vendimia,
de horror entre las cepas;
qué dolor tan grande, cultivar una alegría, sólo una, un gozo, un júbilo,
y alargar y enfermar la vida sin poder tenerlos ni instilarlos;
… algo cayó de este lado del mar, cual mala siembra o semilla herida;
y algo, algo dejó un hambre de todo, permanente, aquí sentada.
RESISTIR

… ya no queda dolor posible para sentirlo ni acaso moral o religión en qué apoyarse,
pues que habría que dolerme y dolerme para tener alma y alma, certera y suficiente;
y todo por mi patria, como ayer, como nunca;
… yo,
que anduve entre la mies perdido e hiriéndome en los chopos, bebiendo luna y río,
y ahora enciendo hogueras para darme luz,
cuando aún persigo mariposas con las manos…
… qué cruel embestida,
qué traición tan atroz lo que queda en la memoria,
lo que guardo sin saber la forma de llegar al fondo;
… todo el amor se va en meditación y el rugir de la sangre lo escucho contenido, atento,
para que no rompa ahora, para no quebrar, cual caña errante, en medio del asfalto,
y, definitivamente, caer y sucumbir.

LAPSUS

… hoy, tristeza, no me abandones;


si alguna vez dejé pasar el tiempo y ultrajé el pensamiento,
yo, tumbado en tierra,
no, no era yo,
sino aquél a quien odio con su mortalidad primera o prueba del vacío:
no existir o ser algo que no acogieron nunca, ya el minuto u hora precedente;
… en quiebra el trance, hasta el recuerdo rompe,
sufre la memoria y el tiempo es baratija mal vendida;
… los muertos no son sombras y claman como muertos su mortalidad clara e íntima,
la suya, la única y constante;
… por tanto, no, no, hoy, tristeza, no me abandones.

LA BIEN CERCADA

… anda sin calor el engaño bien cercado;


ojos de cristal y vendas para este toro fiel con signos de esparto y de miseria;
… quema la paz en esta plaza de lidia invertebrada y vil,
de anchos burladeros y larga enfermería, bañada en sangre sin cornada;
hiere el sol,
todo lo ciega, lo encubre,
se paran los relojes, la sombra es más sombra,
y una soledad infinita se ciñe al coso y mama del sudor que empapa los ojos y las férulas;
… y el toro fiel todo lo sufre,
hasta el no querer morir a golpe de estoque y a limpio corazón;
acaso un verduguillo, detrás de un burladero, lo tumbe y lo sorprenda;
… la fiesta continúa cuando los clarines y Dios están faltos de manos y de alientos;
un viento cercenado se come la mentira y también al toro y su mugido;
nada, nada se oye,
ni siquiera el rumor de los búhos que acechan.

CUERDAS Y TRISTEZA

… bastante ha latido el corazón callado en el pecho de mis gentes,


- cinturones brocados de cólera y de llanto y año a año,
divinas rosas que no devuelven nada -
sobrados cementerios las cubren de promesas y polen inocente;
… y, mientras, apostada, apostatada, la vida por delante,
cual vil céntimo a diario;
ah, nunca sabré quién preñó de angustia antigua estos hogares,
o quién hizo de esta raza un signo de cuerdas y tristeza;
… más vale tensar contra dolor y echar, sobre las manos, herencia y culpa sostenidas;
una tal confesión, es, siempre, más útil, dura y limpia, realidad a secas,
y abierto el corazón para una cura urgente de la sangre;
… ahora, hermana vida, déjame, déjame, solo, correr y correr.

EL AGUIJÓN Y EL ALMIBAR

… yo,
que no vengo para la gloria ni pudrirme entre damas putas ni ñoñas,
que a menudo se me quema y deforma la lengua como a gato escaldado
y vuelvo a la carga una y otra vez con inflación de furia porque soy de estirpe humana,
que no tengo panoplias reservadas para nadie, nadie,
y se me antoja jugar a la vida y a la muerte cuando quiero o me apetece,
a veces, digo, me disipo y soy una mortaja ingente con todos los hombres en mi estancia, y solos;
… entonces, me maldigo,
y pongo a rezar mis pensamientos.

GÉNESIS PUNTUAL

… mirad cómo nace el sol,


y cómo España, triste y bien prostituida,
sacude su rocío y se acoge al calor de la mañana;
… tres mil españoles cargan sus pistolas;
tal vez defiendan la inminente redada a sus burdeles;
… qué momento de sombra hacia luz más pura,
qué génesis de tierra removida,
cuánto azadón del hombro, a la esperanza;
... nadie vendió con gloria este derecho,
y bien carcomidos los pechos y los ojos se levantan limpios,
- ah lepra de olvido, ah olvido en olvido sólo -
hoy, como ayer, al nacer el sol.
DEL BÚHO A LA CIGÜEÑA

… no sé cómo el alba me ha sobrecogido y cómo, a contranoche, me he ido haciendo búho


a fuerza de habitar la oscuridad;
es como si una niebla densa cubriese mis pies y me ascendiera por el cuerpo hasta sentir,
en su vaho, el dolor de la tierra, sus grietas y eriales;
… y ahora entiendo que mi espíritu no es de búho, pues me agita carne y huesos,
al honrarme con el ojo absorto del asombro;
cuando atentamente escucho con él, y en él,
- ah, oír al fin -
suenan las palabras más puras de la vida, y un ir, o quedarse, o morirse para siempre,
es todo entre las manos, tan llenas de verdad, y sin vaso digno donde poder dejarla;
… no, no sólo es triste refugiarse en este noche y día y vivirlo sagazmente,
cual una hambrienta zorra, no;
es traición y no, no rocío que luche contra el sueño;
es mejor vivir o morirse cuando y dondequiera,
y no ser búho sino cigüeña alta, cercana al cielo y brillando al sol.

AGUA Y SANGRE EN LOS ZAPATOS

… bate la lluvia sobre el ojo de la luna y el alma,


y los girasoles se adormecen entre noche tostada y agridulce;
no se oyen arrullos de palomas,
ni un mal beso,
y tampoco, tampoco pasos perseguidos;
… cae la lluvia
en plena oscuridad sin mancha;
la reciben los árboles benditos,
el pecho de la tierra y el musgo que anida en las paredes;
cae un misterio clavando puñales sobre la soledad despierta,
y, a través de los días, el agua ha ido resbalando con la sangre hasta saber, de cierto,
que aún los zapatos nos sostienen;
… y un grito,
- de horror inesperado -
nos devuelve a todos la vida de repente.

DE AYER Y DE HOY

si no hubiera visto llorar a mi abuela y a mi abuelo por el hijo muerto en el frente de batalla
y engañar los tenderos a mi madre,
si no recordase el racionamiento, las pedradas a pájaros, a gatos y perros,
el maíz y el trigo desgranados vorazmente y el hambre que iba y venía con reproches,
y la tos y la pena,
tal vez, digo, no recordase inocentes mañanas y cansinos bueyes,
también, tan inocentes;
… cómo puedo estar de este lado, sobre una historia que no he hecho,
cómo puedo pensar honestamente que todo el amor era la lluvia en mi cara de niño dañado,
antes de ser niño…
… no, no ya más prostitución donde todo ha sido y es prostituido;
venga Dios a amparar estos versos como a aquel maíz y trigo, harina y semilla de andadura;
… no es posible negar cuando aún lo cantan los campos, los puentes y las piedras;
tal vez sea lo limpio y más buscado: a secas la paz del corazón;
quién puede exigirme, pues, y de repente, quién puede modelarme, si toda alfarería fue pátina doncella
y luego fantasía;
… es mejor correr por el dolor y sofocarlo por el alma, quebrarlo en su raíz
y quedar un poco incompleto,
pero cierto;
¡ sobre cuántas mañanas se ha incendiado la luz de lo sencillo !
… y era, y es, tan fácil abrir la puerta, y que entre el tiempo y que oree,
y oler a primavera…

RETORNO A LAS PREGUNTAS

… sin amigos, la depuración llega sin periódicos ni güisquis,


y, a pensamiento seco, el cerco del alma abarca el universo;
una pregunta trae como respuesta la inmensa soledad de los siglos para vestirme el corazón,
aquí, en la oscura caverna del tiempo, la que contiene atado y embargado el pecho;
… qué de mí,
qué después,
qué y por qué;
a la fuerza estas desmesuradas, talladas e indelebles preguntas;
ah, tampoco responderán ni la luz del sol ni los salmos benditos,
ni siquiera la esperanza ceñida por la sangre de los muertos,
pues bien, bien solo estoy con una pizca de Dios bajo la lengua;
… sí, sí, debiera ser un trozo de mármol o granito y perdurar, o quebrar,
o ser de todo aquél que limpiamente quiera dirigirle, o instruirle, al viento una pedrada.

RENACIMIENTO

… por todo un tiempo de sangres, de amor tronchado y perseguido,


por toda la verdad, tierra madre, tierra y patria,
canta mi voz, más que en llanto, en amargura;
no, no fue todo morir a golpe/corazón,
que es más triste este derrame que la misma sangre;
… y a vivir, y a ser tan ciertos como el vidrio puro, a través del cual, la tierra se ha dolido;
hela aquí,
abierta como una madre en parto,
en este día, en esta hora;
… y ya, y libre, el hijo,
después de estremecerse, se asombra y se desvela.

LEY 1000

… donde hable de montaña,


pondré un hombre;
pondré un hombre en la ciudad, y en el río,
detrás de las persianas de la tarde, lo pondré,
y también un corazón allí donde la idea
se pierda y se confunda;
… es una ley de mi vida por la vida;
la muerte ya no vale, no alienta, no sirve;
para vencerla, la ley, y yo, volveremos.

CANTO PARA UN INSTANTE

… es difícil correr y correr sin rasgar la palabra apenas entendida;


quién, quién puede presumir de ancho cielo, cual jardín que engendra estrellas,
una a una, y con toda la existencia por delante;
…no tuvo mi ser otra verdad que andar libre, libre,
y comerse limpiamente las gracias más sencillas;
… porque un cantar y un rumor están oyéndose al pueblo y para el pueblo;
está pidiendo su don, los dones, sus múltiples gracias naturales;
soy un trozo de pueblo y una voz que canta contra el no y el llanto;
… yo soy yo y mi voluntad:
y seré libre, seré libre, seré libre.

VOZ EN EL EXILIO

… y con esta corriente de cálido amor que nos roba el alma,


- tú, del otro lado, yo, de éste -
muere el día y también la noche y seguimos vivos;
¡ ah, qué importancia tiene apenas no morir y tocar y respirar la luz,
sentir los pájaros u oler tu pelo a trigo y a romero, cuando yo sé que hay frío, y pena,
y estás del otro lado…!

… se ajará, se pudrirá el silencio sobre un hilo o caz de vida,


y habrá un temblor, y tú al otro lado, siempre, siempre,
- bellísima -
y del otro lado;
como si nada pasara,
como si sólo, sólo te amasen, las voces de otros hijos.

EL ESPEJO

… hay que meditar despacio si el dolor es lícito o ilícito y sentirlo así, cual es;
hay que saber que el aliento es bastante o sobrante, porque todo es ración y a veces frágil;
¿ … ser avaro del grito y de la vida,
y pensar después que ninguna voz valió lo que el silencio…?
… ah, ningún frenesí trajo la paz eterna y llana;
qué dolor tan fuerte, cuidar de la pobreza y la alegría
y ser conscientemente grave y sin nada que lo impida;
… amén es la palabra del odio y lo sublime;
amén, amén, que siempre es digno mirarse en el espejo y redimirse.

EN ESTA HORA DEL PUEBLO

… nunca olvidaré, pueblo mío, esta hora, que ningún reloj acoge,
mientras, tú y yo, sonámbulos y a solas,
nos tocamos en sueños tan lejos de la calle y de los brazos;
… qué nos harán del tiempo, si, aquí, en lo llano, es difícil ganarlo y vivirlo
a través de un canto compartido y simultáneo;
qué natural debiera resultar hacer amigos y volver a casa con el pueblo en compañía,
y qué fiel y qué horror aquel momento en que quise hacerme hombre por sorpresa y de repente;
¿ te acuerdas, corazón...?
fue una tarde de olivo entre la estepa con espigas en mi frente,
cuando ya mis botas viajeras despertaban ebrias al beso y al rocío;
… no, ningún dolor puso a los pueblos en derrota eterna, no, ninguno,
aunque sienta una larga indiferencia tan fría como un siglo de frío y de letargo;
y bien vale vivir, no a expensas del consuelo ni a expensas del sol sobre la altura,
si su luz apenas se detiene, y no herimos la honda y tanta soledad, la tanta, y tanta, del campo viejo.

LA TARDE INMENSA

… al alba, vibra el propio nombre en los labios;


por entre sombras y grietas nace el sol como siempre, como hoy viene, como ahora mismo;
marchando a contraluz, invito a vivir la inmensidad perdida,
dejando los chopos y los álamos en espera del día abandonado;
… no puedo detenerme en la esperanza y alentar un aire mutilado ayer, o cuándo;
no sé dónde aprendí u olvidé los sortilegios, los proverbios, el valor de las cosas,
o el sí o el no, para luego creer y huir a lo contrario;
… es tan temprano para la piel, que me avergüenza tenerla que llevar inhóspita y constante;
recojo el pan y el ser,
cruzo el rocío, que no es,
y me dispongo a vivir la tarde larga, la inmemorial, ésta, tal cual, la que es, la tarde inmensa.

ODA EN PAZ PARA MIS HIJAS

… nada altera mi mente y corazón como el sabor de mis hijas


al sentir su beso irrepetible;
… y no, no es posible sostener la voz ni la ternura clara,
cuando el viento helado se ha unido a los huesos para siempre;
crecerán cipreses y violetas sin un dolor tan sólo por esta alegría que a mi corazón arranco y arrebato;
qué emoción, mis hijas, qué emoción si un gesto der tu padre
se va y se queda con vosotras;
habrá sido la tierra generosa, si sobreviviera un gesto de tu padre;
… mis hijas, mi escasa pertenencia por amada:
la fiesta del pan sobre la mesa, y un solo corazón sobre los platos.

CAPÍTULO III

ANTES

…cuando el ronco rumor del mar se apague


y las mariposas no nazcan
por temor a la masacre;
cuando los chopos no recuerden nada
y la luz del mundo se tiña de añoranza porque ya un polen gris sea la arena,
acaso, compañera, algo nos diga que este amor ha muerto;
… entonces, reconozcámoslo así, sencillamente y solos,
como las cosas profundas se miran y sostienen;
… y ya, mañana, de donde nazca, vendré solo, muy solo.

LA VISITA

… no pronunciaré mi nombre ni tu nombre,


compañero de tierra para abajo;
para ti quiero ser ojos y palabras, gestos, un juego de cartas,
una alegría plena entre el recuerdo:
lo que fuimos, lo que fue,
lo que es aún;

… comparto un rato de tu vida


porque tu vida y mi vida todavía son fuente y cántaro,
cántaro y fuente son;
… sólo un rato, un instante, compañero, de lo que dura el viaje,
siempre menos que esta tarde de duelos e infortunios, y tan lluviosa y gris;
que sea como por sorpresa, apenas tu presencia y mi presencia;

… sólo, sólo eso, queda bien, y hasta más ver, compañero.

EUROPA

… Ave María,
el cielo de Europa es un óvalo blanco salpicado por la furia de sus dioses;
los cementerios son, Ave María,
cuatro mil guijarros con una cinta al pelo, más dos amapolas, cuatro tardes tensas y dos paredes rotas;
… Ave María amor, Ave María ahora,
los cristalinos dientes del agua son de fuego
y se nos queman los surcos muy antes del sol triunfal, aquél, el que antaño ascendía y nos llevaba hacia el
verano;
… qué tienes, para este pueblo sin fe ni mar, Ave María,
que hoy vaga, gime y tose entre el hedor de viejísimos símbolos, civiles y dogmáticos;
… este año ¿ vendrán las golondrinas este año, vendrán, Ave María…?
¿ o serán atacadas por murciélagos negros cuando duerman…?
… ah, cómo, cómo evitar ser girasoles errantes antes de que llegue el día;
somos y estamos mis hermanos y yo, Ave María, rotos y aquí, estamos aquí,
bajo el blanco óvalo de un estremecimiento con pálpito mundial, auténtico y extraño;
¡… ah, las racias del poder, la angustia, y ay, ay, ay el temblor del sur !

DE LA VERDAD PARA DOS

… ah, no, prefiero despertar los pájaros dormidos en tu frente;


que busquen lo verde con los picos abiertos,
oh amada, amada mía, en la nada reinante;
quién cantará esta historia nuestra,
si toda la verdad supera la voz más grave y más profunda;
… quiero sentirte mojada como una patria abierta,
donde pueda saber que la sangre es útil y no mero y triste préstamo a lo incierto;
… desde el sentir y el no sentir, dónde quedarse o reflejarse en algo
y dar batalla exacta;
escucha cuando diga: “ve, corazón, a buscar la verdad,
y no te rompas si no puedes hallarla”;
… dejemos, pues, el fusil junto al hollín de la vieja chimenea,
y cubran las arañas los huecos tristes de la muerte;
… el humo es verdad y huye,
aunque un calor brutal cercene nuestros pies y aguantemos la ceniza,
tal vez, así, y aquí, tan atroz y seriamente.
LAS TREINTA DE LA TARDE

… seis de la mañana: cruje el alma por sus propios suburbios,


y de entre charcas con cañas, ay, la pesadilla fría de la pena,
salta a la pradera, manchándola con barro;
… doce en la mañana: en la vida son las doce,
y doce son los nervios que atenazan mi cabeza,
doce mis pensamientos a las doce,
doce, doce son los sortilegios que me coronan de gloria,
doce las agujas, sólo y sólo doce,
de los doce relojes acechándome en la mesa,
cuando el pan, aún, es, un sueño seco de inclemencias al borde del otoño;
las treinta de la tarde, y la vida en medio de un círculo de tierra en llamas
en que no existe el bien ni el mal,
si, apenas, un pequeño rescoldo de existencia;
… sólo un milagro, podrá marcar, mañana, la faz de un alba consciente y decidida.

TEJADO A DOS AGUAS CON GOTERAS

… llegué cuando la mente de mi padre ya estaba aniquilada,


cuando la muerte había sombreado los ojos de mi madre,
cuando la tierra se labraba contra tanto silencio a costa de silencios
y no podía pensarse en el precio del pan por exceso de hambres y de precios;
diezmados los huecos del hogar, cual inmensa franja sin luz en las miradas,
así llegué, entre goteras vivas, entre horribles, entre enormes y persistentes llantos vivos;
nacer hombre no era un lujo, ni tampoco crecer,
ni siquiera tirar piedras a los perros;
… no sé, no sé quién pasó por esta tierra que, sin llevarse nada,
la dejó agredida para siempre;
venid y contemplad campanarios rotos y la soledad aferrada a los badajos;
salid de la ciudad, aparente y frívola,
y entrad en aldeas desnutridas, donde una cruel superstición ha viciado el aire
con deshonrados miles de espíritus flotantes y presentes;
… quién podrá hacer de albacea de esta herencia, de endémica cosecha, entre mil generaciones
que parten el mundo en cien pedazos de miseria,
y cómo puedo decirles a otros hombres “no he sido responsable, cómo…”
… ah dolor,
eres injusto cuando te has nutrido en el vientre de las madres tristes;
y, ay, mis buenos compañeros de tristeza al hombro, mis queridos juglares de farsas y de hastíos;
aún, aún nos queda una campana a cada uno;
presiento un eco, y este coste de vida se me alivia.
EN LA HORA DE TU VIENTRE

… es difícil describir tu perfil,


tus líneas, el color de tu piel…;
te observo y admiro,
y voy a ti y me sonrojo al poner las manos sobre la luz brillante de tu vientre;
… la eternidad es redonda, está aquí, la oigo,
y mis ojos caen a ella con inmenso temor a la masacre, a que se escinda, se hiera o parta;
sin desmayo, el tiempo nos susurra y acumula en ti hasta robarnos casi por completo,
pues tú nos das tu cuerpo como haz de espigas,
maduro el campo, abierto el horizonte;
… te hago daño, y, en el alud de tus caderas,
siento tu sangre y te la beso;
nada, nada más, compañera.

PSICOANÁLISIS DEL VIVIR

… trigo negro:
si se desgrana la amargura del sol,
cómo vivir de espalda a las estrellas;
la arena se agranda y profundiza,
y una turba oscura se tizna y pudre entre los troncos;
pero, cómo vivir de espalda hacia los árboles,
si la soledad se adueña del iris y el silencio;
… muge un toro y rompe sus cuernos contra el mundo;
muge un toro, amigos míos, y el matador no ha acudido a la pelea;
el toro, afirman, deberá morir impropiamente;
… por tanto, cómo vivir, decid, con esta furia y una plaza histérica e inmensa.

REFLEJO DEL NO MORIR

… allá, por donde mire,


la necesidad es humilde panadera, amasando panes que no he de comer,
panes de negra miga, holocaustos redondos donde todo se entrega
por tanto y tanto sacrificio y su dolor;
… acaso mañana llegue perfecto y santo,
tal vez como ahora mismo,
o quizás no,
quizás no llegue;
… ay dolor, que acaricias los años y los nublas y tiñes
hasta que la necesidad no vuelve porque el alma no siente las dolencias;
… es el momento grave que espero y que no espero,
ay duda, ay reloj de sangre amarga, sinsabor reciente,
cuando es la noche llena y no hay huellas de mar, porque han muerto y desaparecido los amantes.
FLOR DE CACTUS

… cuando el mundo más de bruces se aplasta y se revienta, y apenas aparecen días de limpio y claro azul;
cuando todo se ha volcado con monstruosa potencia, haciendo chirriar máquinas y huesos entre humos,
y nada ni nadie puede detenerse por sus golpes, sus ruidos, sus riesgos y carreras,
ah, entonces, a las siete y media en punto de la tarde, y ya, desde aquí arriba, desde esta arena ardiente,
mi flor de cactus, comienza a detectar tu voz, la ley del corazón, y después, al fin, y abajo,
esa ciencia dulce, audaz y poderosa, del incontenible vuelo sediento tus labios.

CARTA VI

… contemplo un hueco rojo en los cielos de España,


no te alarmes,
se pone el sol;

… a mi lado, mi mujer y mis hijas,


me hacen sentir jinete poderoso a lomos de un caballo recién estrenado,
difícil,
fuerte,
y no sólo, no sólo preparado para pistas de tierra y de ceniza.

CARTA VII

… la noche es redonda como una pena, como una pena, como una pena;
mas, cuando se levanta de la tierra,
no ha manchado nada,
tan sólo va con el tiempo,
tierra adelante,
rodando,
tras los alientos del sol,
los que tantas veces intentamos buscar y traer, del otro lado,
a las colinas del corazón.
PEQUEÑA Y GRAN HISTORIA DE UNA TARDE

… tus imprecaciones precisas y duras desmembraban la tarde;


nunca debí llevarte hacia a aquel paseo de almenas derruidas y puentes desolados;
olían las cloacas, donde cuatro matavidas atraían con sus cañas el aliento de los niños de los puentes;
te olía el mundo, y sí, y sí, te dolían las palabras;
… nunca debí llevarte hacia tu presa;
es posible que hubiera sangre en tu garganta,
arrancada al filo de la ira
por todo cuanto fuiste, viste, oíste y comiste,
por tanta sangre reunida sin otro cauce que el duelo y duelo de la vida;
… conservo de aquella tarde cierta artritis, paludismo, y, asimismo, cómo no, ojos de puentes y de niños;
la recuerdo ahora, echo a andar, y los pies no me siguen.

DE LAS ROSAS

… todas las rosas de mi abuelo se secaron y también se ajaron las rosas de mi padre;
¡ qué hacer con estas rosas para que no caigan a tierra y la estercolen…!
qué súbita gloria podría contenerlas en mi voz y en las voces,
en los campos que a diario mueren sin sus rosas;
cómo pedir al rocío no heridas ni temblores, si resisten noche arriba,
a lo largo de toda una llaga a la intemperie;
a qué prueba me someto, si, en defensa, se parten los músculos del alma
y una brisa, cual hacha de escarmiento, me va robando los pétalos más puros y más blancos;
… y cada vez más lejos, más lejos y más pobre:
las rosas que perdimos,
las que hoy pierdo,
la fe,
el ser que me mira y se estremece.

SIMBIOSIS

... a aquel hombre lo abrieron en tres partes:


curtieron su cabeza en un biblioteca;
curtieron su cuerpo con fuerza y con vigilia,
e hicieron diestras sus piernas por todos los caminos;
… era un hombre solo, sólo una huella con cada pie dejaba,
sólo llevaba una sombra contra el suelo,
sólo unas palabras cuando hablaba:
… tuvo pedestales en los cinco continentes, hasta que, un día,
alzó la voz y ordenó derribarlos todos;
se mezcló con la gente, vivió con la gente, se hizo gente,
pero la gente no lo recordaba por sus rostro;
fue un hombre artificial, había sido todo en él prostituido,
y, desde entonces, muerto, muerto a toda costa,
dialoga con las gentes con sus propias voces, bebe de sus mismos vasos,
vuelve atrás y nace con los niños, cual lirio nuevo consciente de su ciclo;
… aquel hombre no tuvo nacimiento,
aunque fue depuesto y muerto exactamente aquí, en el burdel de la tierra;
… y sólo, sólo el sol sigue naciendo por el Este,
y, al ponerse,
una plegaria común, se eleva, hoy, por él y por sus padres.

DIÁLOGO CON EL DOLOR

… ay dolor,
si supieses cómo hueles a temblor y a tierra yerma;
nunca sabrás cómo flagelas en este día triste, interminable y enlutado,
de mi voz tragada, pecho adentro;
cómo puedes hacer de mensajero, si te afronto y no te temo y te doy albergue,
para saber que te amo ante esta batalla que aboca a tu presencia;
… hay miedos y verdades que lentamente matan, con olor a olvido y a salitre,
a lo largo de esta tierra con un millón de corazones que laten sepultados;
… escucha, escucha dolor, ahora,
que las estrellas están entre mi sangre y tu silencio:
también a tu amo lo escarneces y vigilas, ocupas su fe, lo tiranizas;
tu amo es pobre y yo soy pobre, y esta pobreza, ay dolor,
nos une en el naufragio con solo este asidero de la tierra extremadamente dulce y yerma;
… es hora de que partas, mira, la tarde es lumbre exacta;
lleva, pues, mis presentes:
la fuerza de mi brazo,
mi paz y ley,
la vida en que te dueles y me salvas…
… parte, dolor, parte, que mi voz y el sol se han puesto.

EN UNA PÁGINA DEL ÁLBUM

… apenas, ya, la reflexión;


treinta años para coger un mazo, aplastar mi vía de agua,
y ser ensartado como cromo viviente;
… esta mirada desde el álbum, me invita a correr por las cuatro estaciones
y no pararme en ninguna:
… qué atrás quedo en el guarismo del tiempo contra frases, cosas y estatuas amarillas,
preces, letanías de un perdón particular e inolvidable;
… tanto polvo ofrecen los caminos, que, el aire, va hacia la tormenta
y allí se escancia como un mártir;
… mar y mártires;
mar, al fin, y coleccionado siempre.
DERRAME DE CANTO Y DE SILENCIO

… con la distancia que me separa de Dios y de mi pueblo,


quiero hilar mi pensamiento en la dura estancia de esta noche;
¡ … mi Dios con tantas alas y mi pueblo sin pluma…!
la noche se convierte, pues, en ácido perfume donde los grillos callan para inmortalizar el canto;
e igualmente me imagino el dormir de estas pocas gaviotas sedentarias;
podría bajar y sentirme salpicado con ellas por el mar, todo, todo puede sentirse en la distancia;
…, pero no soy gaviota, oh Dios, mi Dios,
yo soy y estoy aquí, entre la hierba, como el grillo,
y acaso estén llorando todos los grillos de la tierra,
acaso hayan tenido por cena todo el silencio de esta noche,
acaso el alba estalle y me encuentre las hojas de los árboles caídas
y las gaviotas muertas, flotando entre la espuma;
y acaso, la esperanza ya no espere a mañana, acaso, acaso;
… de cualquier forma, no pienses, oh Dios, que alcanzarte es fácil, cuando se ha volado y volado,
y, de pronto, sin paz, ni detenerse, por las alas se sangra y se sangra, se sangra, se sangra…

VEINTICUATRO HORAS REDONDAS

… este hábito de ponerme los zapatos de mañana me hace rico porque usé alpargatas;
el nudo de mi corbata es el número de este circo cotidiano,
apto para mayores;
el café o té en cafetería, es la burla de mi escasa mística al poder;
y en el cine, el patio de butacas es un parlamento de conjuras;
… ay, recuerdo ahora, por qué no, el recio ensamblaje de mis compañeros de aula,
lo recuerdo ahora, precisamente, cuando todos somos cisco y no brasas redentoras
para tanto frío;
frío en veinticuatro horas redondas, rodantes, desolladas como un cordero en provecho de su amo;
… llevo las manos limpias, perdón, Señor, no, no, las llevo agarrotadas y encogidas por tantas negaciones;
perdón, por tanto, madre, por llegar al mundo a deshora,
perdón, oh tierra maldita por tantas bendiciones,
perdón a ti, inconsciencia, por haberme dejado un rato ser consciente;
… qué puedo yo ofrecer, sino blancas paredes para negros letreros y leérmelos yo mismo;
qué herencia, oh, Dios, qué herencia, que, sin remedio,
hará, en mi dinastía, un recuerdo inhóspito y de culpa.

TRAS EL PODER DE TU ALIENTO

… sobre mis andaduras, flores muertas,


constantes tumbas, soledad y hoces;
sobre mis ataduras, secas voces,
sobre todo mi ser, cerradas puertas;

… mas, qué espíritu, con las alas yertas,


podría levantarse sin los roces
de una espina que, al cabo ya conoces,
por tuya y mía, con pátinas abiertas;

… pero trajiste cantos a mi alma,


a punto de extinguirse; pura calma,
donde abriste cauces, pusiste ríos;

… y qué fecundidad tras el aliento,


qué dulzura, tras un soplo de viento,
cuando han nacido brotes y son míos.

PADRE IBA A MORIR

… ay, qué retorno al fragor de lo terrible, a la tempestad,


y siempre, interfiriendo siempre para que la muerte no se quede sola entre los dedos de los muertos;
¡ porque, qué, qué recuerdo ahora !
sí, sabíamos que padre iba a morir: era su aliento verdad transida, canción de último viaje,
de última mirada en mar y amor, de ilusión última;
… iba, iba a morir, padre iba a morir y moriría, y me han dicho que, entonces,
- que en aquel preciso instante -
mientras lo besaba y lo vestía, ahogándome y cayéndome, había llorado, había llorado;
pero, si es así, dónde, dónde estaba yo;
he de encontrarme en aquella hora, en aquellas horas o días para mis cuentas densas y rotundas…
sí, yo, yo estuve inerme en el espacio aquél, cuando todo su estamento se hizo ruin e inhabitable…;
y sin embargo, éstas, éstas son las huellas: el invierno arrasó la primavera,
cayeron precipitadamente las rosas, y los ríos, desbordados, salieron en busca de los pétalos nómadas,
ajados, zigzagueantes y agónicos al viento;
… y si todo, todo se lo comió el frío glacial e indiferente,
[mi valor, mi ser de cal y piedra, y así mis cielos, ávidos y duros]
todas mis hoces fueron cañas y toda mi fe, vaso vacío,
y asimismo fui desierto sin espada, sin olvido y llanto, y, de igual suerte, eco sin mar y sin refugio;
… dónde, dónde estaba yo, defensor absoluto de causas perdidas y redondas,
dónde estaba para romperme los brazos y alejármelos del alma,
dónde, dónde estaba, corazón, dime, dime, que no pude evitarlo…

POEMA DE VIENTO Y FRENTE AL VIENTO


¡ ah, viento y viento !
cuchillo de voz, voz de cuchillo, mensajero sin manos, cruz sin cruz,
y meridiano frente a todo lo cierto y todas las frentes;
… ven a mi boca
y revienta mi alma para remediar mi ser queriendo ser,
tráeme lenguas a conversar con mi lengua,
tráeme la tos del mundo para enjugar este inminente ahogo,
tráeme arenas o aromas,
pero ven a mí para hacer madeja del uso que espera y tanto espera;
… si viento soy y hay viento en mis ojos,
si hay rueda y guerra de vientos en esta torva andante en que me soy y voy,
haga hervir el viento mi memoria, purificándola ahora del pesado dormir
de sus burbujas;
… cuanto más se crea mi aliento y se destruye,
cuanto más te busca mi voz y la quemas, nuestro abrazo se hace más perfecto,
más brutal, más sutil a través de tu ser hecho alimento y expulsado al mundo
con nervios y costuras principales de mi alma;
… muro y yedra para hacer maridaje a contraluz,
luz, sombra y sepultura a lo largo del paisaje donde los brotes se asfixian
y la vida canta y estremece;
… porque aquí es y soy mi viento, viento y viento a toda costa;
como un latido de parte a parte, contrahecho por esa mítica influencia de mil vidas
que no quisieron ser flor o crisálidas de abril,
sino sólo y estrictamente lucha, pendencia y guerra;
… así mi carruaje, y así, así esta vil metamorfosis:
dentelladas y victorias de viento contra viento errante;
… adónde, adónde voy contigo, hombre mío,
si esta silueta pobre se pega a la tierra, cual criatura desnuda y desolada,
sin vislumbrar caminos de míticas llegadas ni de glorias,
si sólo hay en mí - ah, mírame y mírate - exclusivamente, sólo y sólo, viento y viento.

POEMAS DE “YOSEL”

Depósito Legal: B-26.352-95


ISBN: 84-8132-044-7

“Quien se levanta temprano en busca de sabiduría,


no tendrá que ir muy lejos
porque la encontrará sentada ante su puerta”.
CEREMONIAL DE LA ORTODOXIA

... día a día me he levantado y he tocado la soledad y el dolor, el pus, la tos


y la niebla del cielo;
... y no sé si voy a morirme así,
con esta parquedad o atonía moral,
con esta ligereza anónima con que vuela el olvido sobre el amor,
o frente a este banal esfuerzo por conquistar un grito de consciencia
bajo el rito litúrgico del mundo;

… ésta, ésta ha sido y es la sed que me diluye,


la que me hace errar y errar no sólo a través de horas y años,
sino de este mirar con que intento asombrarme y curarme esta herida
que sólo me instituye postrado y destruido;
... me muero sin remedio por designio del silencio,
sometido al asedio de estos pocos sentidos que a las sienes me tiran
tempestades de arena;

... ah, si percibís que os miente la luz, sabed y creed que hay otra luz,
que hay otra institución con que emprender la edad de este tiempo domeñado y civil,
creedlo abierta y profundamente;
... hoy – y cual todos los días –
me observaré después de este momento de alumbre y de sigilo;
será un honor reconocer que vivo.

DE LOS HIJOS DE CAÍN

... a batalla abierta frente a dogmas con sus aros de hierro,


cogeré mi miedo y mi desesperación,
- y el llanto de la noche última -
y saldré a buscar
la luz,
la libertad,
arrancaré a la muerte su poder,
- las purísimas rosas de nuestros dioses heridos -
y os entregaré mi espíritu cantando,
y así mis cuerpos y mis fuerzas;
… sobrada opacidad ha habido, demasiado temblor
y gestas y exterminios contra el don de los ojos:
esa mirada que guarece y salva al ser, sus ruinas y sus resplandores;
… he de instruirme en esta profesión de hollar en cada instante un río,
un quiebro de agonía, un mar invertebrado y vivir;
… éstos son los cielos que instituyo ahora,
que una brizna de hierba prende fuego en mi boca.

CREACIÓN

… pobre, desnudo y ciego llego y llamo a la puerta de mi cuerpo;


[¿ ... y no he de salir de entre huesos y sangres,
de entre densas nieblas donde me cruje la vida
y siento un grito de angustia
rebelándose ?]
.... entro y, por los oscuros suburbios en que habito,
toco y bebo y me alimentan mis sombras,
mis soles caídos, la escasa fuerza del ser:
el calor que tengo;
… más que dolor, es un frío terrible el que me cruza;
pero soy un hombre ¿ no soy un hombre, no lo soy ?
¿ ... acaso no froto oscuridad y oscuridad y hueso contra hueso
para encenderme y construir mi dios y mis hogueras aunque haya de morir ?
... porque si somos dioses ¿ no he de volver y volver
para resembrar mis trigos y diseñar alondras y emblemas por mi alma ?
¿ no he de lavar las sombras y desterrar este temblor,
esta ansiedad abyecta y vieja con que venimos los hombres
a nuestro bastión de tierra ?
... pero, aunque el cuerpo muera y el frío sea terrible,
¿ no veis en mis manos, en mi ceguera y angustia algo cierto ?
decid, decid ¿ no veis alguna luz… ?

DEBATE CON LA ETERNIDAD

.. aquí se lucha día a día, y minuto a minuto y miembro a miembro se muere,


e internamente un fuego, una creación deviene en daño, y libertad,
y conocimiento;

[… y palmo a palmo y miedo a miedo cruje,


chirría el infinito por un instante
y se va]

¡ … nadie, nadie sabe cómo engendran dolor y amor estas fuerzas,


esta eclosión de vida buscándonos y ungiéndonos,
resucitándonos… !

... y surgimos,
y es un nacimiento a otra luz, a otra nueva edad, y a un silente
– pero tenso y duro –
acto con la muerte para poder volver.

CRIBAR LA OSCURIDAD

... y no supe seguir – cuando niño –


con la miel de los ojos, con los ríos y cielos
del corazón;

¡ … es tan natural deslucir, ocultar la luz ésta


de la niñez, vaciarla en un vado oscuro
y cruzarlo sin otro resplandor que huirnos y dolernos,
y aun desconocernos... !

… no, no vuelvo la vista atrás;


pero vuelvo a encontrar instantes incorruptos
donde la fe todo creía,
todo esperaba;

¿ … acaso no es mejor coger alguna vez los pasos


de la desesperanza, cribar la oscuridad
y ver qué queda ? ¿ no tengo que vivir ?

DE AQUÍ, DE ESTE MOMENTO

... que me dure la memoria; que cuando merme la vida


me dure; que me dure en el frío y el miedo,
cuando vuelen las hojas y resuciten los toros y los perros,
cuando sea tarde y al encuentro me salga la mujer que no ame y yo ame,
que me dure cuando toda esta luz que detento ahora
parezca oscurecer definitivamente los colores divinos:
la estancia pura y cierta de este tiempo hermoso.

EL CORREDOR

¿ … acaso no soy un corredor con los pies hinchados,


desollados, desollada la voz y el alma,
mientras todos oímos pasar tronando la paz
incendiada
y deseada
como una paloma de cera
roja
por la luz del deseo oscuro, el verdadero,
el hondo fuego nuestro ?

¿… no vengo de quebrar los anillos de oro,


de obligar a los dioses a los diezmos del hombre
y a esta admiración del amor, a lo que somos:
eternos ya por la lucha y el llanto ?

¿… y quién, quién de vosotros me verá correr


por los filos ardientes,
y a riesgo de vivir por siempre no querrá partir
y correr conmigo, quién ?

ELEGÍA PARA MÍ MISMO

… estoy mirando
con los ojos de Orión en sus abismos
y en su frente provoco tormentas de razón y de tormento,
y sinfonías, y llantos, conflictos y torrentes planetarios;

… he cruzado su sangre tantas veces,


que es difícil contener la tristeza
por los pozos heridos de su alma;

…yo sé que se levanta


y me encierra en los ojos y a solas me interroga,
y que soy entonces como un extraño amante
junto al golpe terrible de su corazón;

… soy un poco de Orión hollándose


y en él mismo doliéndose;
aquí, aquí soy y es: donde oculto su sed con mi sed habitada.

ESTA CLAVE MAYOR QUE NOS DEVORA

... ahora,
si el tiempo no tuviera prisa,
podríamos hablar, descorrer el silencio
y reinterpretar nuestra sed de amor bajo la luz secreta de la lluvia;

... y ahora,
si el tigre
no fuera a residir en soledumbres o en su propia prisión,
cabría - digo -
reblandecer su pecho con el llanto implacable de la selva;

… pero ya no;
el tiempo ha aprendido a morir
y baja desde el cielo como un río mojándonos,
y así, mojados por su muerte,
un mar de eternidad gobierna en todas partes.

JUICIO

... las columnas rojas se incendian


y el corazón se entrega y descoyunta con los albores
primeros de su muerte;

... frente a frente es el juicio de la luz


y de la sangre, y están a prueba las horas,
las fuerzas habitantes y los huesos;

[... quiero lavar los pies del reino,


los vuestros,
los realmente poderosos,
los que sobre sí mismos me elevan
para incendiar y ver arder mi casa]

… y ya,
exhausto de dolor, desnudo y pobre,
a mi casa quemada os convoco e invito.

LA ENFERMEDAD DE ORIÓN

... toda
mi sabiduría
es
un hombre
celebrando el ser en sus múltiples cuerpos de dolor
y la autoría del tiempo destruyéndolos;

... cuando hallé


las rosas pervertidas
y la luz del Edén aprisionada,
y los huesos, los labios y los gritos duros como el diamante,
fue en mí la enfermedad de Orión:
saber por qué se muere;

... que comiencen ahora las horas,


que alguna vez, del árbol de la ciencia,
podré librar los gritos, los labios y los huesos;
[... ah, me libre Dios, también, de las palomas]

MISTERIO

... nos estamos matando; son las guerras terribles


del corazón; ¿ y no serviría invocar la luz o la ternura
para que el dolor cesara ? ... porque ¿ se detendrá acaso el amor ?
¿ ... o quién viene conmigo a la esperanza, a instruir auroras
y darnos claridad, vamos, amigos, quién quiere venir, quién viene ?
¿ ... es que alguien busca a otro hombre y le besa las manos ?
¡ ... y cómo morir amando si deseo, si deseo tanto vivir !
… miradme, miradme como hombre y loco aún,
temeroso de su descubrimiento y frente a la congoja increpándose;
... porque si algo queda,
¿ no será este misterio que me sorprende ahora,
el del amor, el nuestro, el que descubre y hiere nuestra propia vida ?

SER DE AIRE

... sean en ti las floraciones de la misericordia y tengas tú,


– y cobijes siempre –
el pan,
la prenda de los dioses,
la resurrección que da la luz;

... la sinfonía
tuya encienda todo y lo amanezca:
la eternidad, el fuego protector,
el agua;

… pues allí, donde las nieblas,


¿ no hicimos de la luz futura la flor de la paciencia ?
¿ no soñábamos esto acaso en la espesura aquélla,
la del arco tan alto ?

... mira en la fragua qué dolor, qué semilla de brasas,


qué llama azul contiene la ambición del cielo,
mírala y contémplala;
porque, si ser de hombre ya no es merma,
¿ quién llegará a las nubes, quién ?

... oh fuerzas,
sacadme esta esperanza a vuelo,
tocad mi sangre, alborotadla, hacedla sutil y dejadla libre,
que, etérea, viva,
que fulja,
que se haga de aire y que busque el aire.

SUCESO EN LA MAÑANA

... hoy, sin saberlo, ha venido entre mis ropas el ángel de la muerte;

... saltaron los perros a mi mesa


y mordieron los papales, los teléfonos;
quebraron la luz de la mañana y el rocío, y todo mi universo
- el que acoge y reconforta los goznes de la vida -
cayó sobre sus ejes de náufragos y ángeles;

... cualquier intensidad acerca del dolor


fue cierta y ocurrió temprano, excesivamente pronto:
cuando hombres y relojes sucumben a las horas
y al vuelo incontenible de la libertad.

VERTEBRACIÓN

... anda, hijo,


entra y negocia con la muerte;

... tenemos, hijo, que ganar,


tenemos que adentrarnos, ver dónde se agrietan los puentes de la vida
y saber por qué las fuerzas y las iluminaciones caben todas
en una gota de agua;

... hijo,
tenemos que arrancarle a la muerte un día, un instante, un latido,
construir la luz de un sol y después seguir,
seguir frente a la hoz, frente a la noche espesa y alumbrarnos, vernos,
comprender qué es este ser que está muriéndose
sin más brazos que la amnesia del mundo y la atrocidad
del frío;

... hijo mío, no es fácil, no, y nunca lo será;


pero ten y llévate mis fuerzas:
el fuego de mis brasas y el agua pura de mi corazón.
OTOÑO EN EL BOSQUE

... tras el vuelo sublime de sus sangres,


el bosque suena herido;
¿ será el rumor de la vida que huye
o el aliento con que brota en las hojas
la luz que queda… ?
¿ también esto es el año… ? ¿ tanto había… ?
... ya veis, me asombra y asusta la belleza porque no la conozco,
¿ cómo, si no, esta extraña forma de aventar la labor del tiempo
y este resplandor que bajo el cielo se abre ?
... pero, a pesar del velo del asombro,
¿ no huele el aire a ternura acaso, a fe, a renovación y a no estar solos ?
... ¿ y no habrá oculto un dios o una alegría extraordinaria, pues que vivo,
y por los hondos atrios de mi alma voy cantando ?

GUERRA VIVA

... esta intuición de libertad,


¿ de dónde viene,
quién me la trajo ?
… oh luz, oh llave exacta de mi drama profundo,
descúbreme a la obra de mis inundaciones,
el adecuado rito de tu conocimiento
y tráeme a la fecundidad de mi guerra terrible;
¿ … cómo podré - sino con luz y guerra vivas -
instruir una ley de esperanza
si la levedad toca al hombre de mi corazón ?
... me encuentro a cada instante con esta ingravidez del vuelo,
con esta inercia pronta a la partida, desmembrado como un viento
de marzo;
... aunque, a pesar de todo,
como si el miedo y la premura pudieran detener mi vida.

CARÁCTER

... Madre de agua,


no me llames para los claustros, ni para el olvido,
y no, no para herir al viento ni gangrenar la tierra;

… Madre, para la vida, llámame;


por la eternidad – y aunque no tenga nombre – búscame,
que quiero el verdor del aire;
... Padre de fuego,
libértame en tus brasas, en la luz de tu llama déjame prenderme,
que vengo para todas las muertes y resurrecciones;

... los hijos de Caín contamos alma por desastres y auroras por amantes;
es nuestra sed de fuego, la hoguera con la luz y el movimiento,
sueños vivos abriéndoles los cántaros
a las diosas que guardan los óleos sagrados del rocío;

... Padre y Madre, paras las rosas no me neguéis la vida,


y con mis trozos de dios y hombre, mojados y encendidos,
volvedme y rehacedme;

¿ ... no veis que tengo el agua y en mi sed la lumbre ?


¿ ... no veis que, cual brasa ardiente, se los arrebato al cielo ?
¿ no veis que al asalto entro y de él tomo el Amor ?

MEDITACIÓN

... este verano de mis muchas edades, de mis muchas dimensiones,


- y consolador sereno de mi vida -
ha pasado y pasa abriendo remansos e invioladas cancelas,
recintos ya sombríos donde tuve la memoria
una vez tan sólo;

¡ ...ah, cuánto estamento la luz ha derribado buscándome esta tarde !


[... hay cierta extrañación y recelo hacia mí mismo,
sutiles rebeldías frente a la edad en que el rubor cubría la edad y las cerezas]

... oh contemplación, oh conocimiento, que bajas a las sombras y lo embelesas todo,


oh tarde con sol nuevo y gorriones que huyen como linderos móviles del alma,
¿ por qué estáis aquí y cuál es la ley que esgrime este instante tan sutil y hondo, tan breve y poderoso… ?

ELOGIO DEL PROPIO DESCUBRIMIENTO

[... se duelen, alucinan por mi cuerpo


y resplandecen, vibran y lloran como amantes,
y se despeñan y abrasan con la esbeltez y dardo de la infelicidad]

... vivientes, vivientes son las fuerzas que autorizan el corazón;


¿ ... puedes oírlas tú, ser mío, puedes oírlas ?
¿ ... no abren arboledas y ríos y ternuras
aquí, bajo la piel, en los pulsos,
o te incendian y apagan, tirándote al suelo como un escalofrío sin dolor ?
… si es así ¿ por qué, por qué tiemblas ?

... muéstrate abiertamente como el señor del mundo


al describir su voz;
... adéntrate, pues, en tus muros y lluvias, en la hebra voraz de tus enredaderas
y grita como un hombre-pájaro o mujer-pájaro, pero grita y grita hasta ser consciente
de que el cielo te teme y ama; entonces estarás a salvo;
¿ ... has entendido quién eres ?

CIENCIA

.... esta ciencia de amor,


¿ cómo y quién la ha instruido
y qué religión es ésta ?
¿ pues qué belleza y aroma exhala y dona
el conocimiento, la luz del hombre ?
… porque ya no hay temor sino serena y cálida
fascinación, anuencia, festejo y mesura en la verdad,
cántico;
... mirad con cuánto esfuerzo ha sido el despertar,
en cuánto accidente y crucifixión,
en cuánto ha reinado la oscuridad y el miedo;
... algunas certidumbres han llegado ya:
los cielos van más bajos y claros
y el hombre los posee, los conoce y sabe,
y toda infinitud le es ya posible;
¡ ... quién, quién cerrará los candados del aire !

TAREAS ÚLTIMAS

... ábranme, pues, y enséñenme a morir,


denme la armadura secreta del silencio y su luz,
la sabiduría del término;
¡ ... miren que he pasado naciendo
toda la vida !  ¿ y cómo, cómo tanto
para nacer ? - dirán
... pero, ¿ es que no ha de servir siquiera un resplandor,
la alegría serena que busco
para afrontar la exactitud, hondura y sello
de la muerte ?
¿ ... desde dónde, desde dónde he venido, y cómo es que saldré a la vida
a hombros de mi vida, cómo, cómo es esto ?
... si así fuera, o si así ha de ser, para ese instante pido un hilo de razón
y ternura; sostengan aquel silencio que pido y ayúdenme,
ayúdenme, por favor, en esa hora en que estaré tan solo.
INTROSPECCIÓN

… ciertamente hace el sufrimiento conformarse con poco;


uno llega a comprender que qué sola acude internamente al corazón
la libertad y allana con mesura esta incertidumbre de adónde ir,
cómo ser o estar y al fin morir;

¡ ... porque se deshabita uno de tantas, tantas cosas,


y tanta sombra perdemos en este desvestirse
del ropaje del frío !

… aunque, después de todo, en la claridad


que dejan la desolación y el tenue aparecer
de la certeza del conocimiento, todo goza y se cimienta compartiendo
ese brillo divino que albergaban las hebras terribles de la noche;

... yo sé que sabéis,


que sabéis muy bien de qué estamos hablando.

MEMORIA DE LAS INTERACCIONES

... acaso esta mañana de mi vida, sensual y tibia,


alta y clara sobre el trigo maduro del crepúsculo,
- acaso, digo -
no guarde más que brillos de pájaros y soles;

… o acaso de este instante quede sólo un ruego,


una ocasión ilusionada de amar,
un pálpito en la paz que alguna vez detenta el corazón y lo devora;

… y ya, mortal y a salvo,


nada impida admirar - junto al sol del estanque -
el poso de la luz y el fin del tiempo.

LOS QUE COSÉIS Y SOSTENÉIS MI VIDA

... cortos e inciertos son mis pasos:


piso en la sombra, en la inmensidad que dan las piedras
que viven y se mueven,
subo y bajo escaleras sin baranda ni escalones,
dudo;

...a veces caigo y, herido,


quedo inconsciente [... y resucitar
no es fácil, la luz ¿ quién la regala ?]
... lo he oído a vagabundos y ladrones de desiertos,
a mensajeros, a dueños de serpientes y dragones;

... por eso voy despacio, por eso busco ayuda


y sé que una cerilla es grande,
por eso es confortable saber que estáis ahí vosotros, mis amigos,
los que a diario coséis y sostenéis mi vida.

POR LA ESPERANZA

... ahora que sale el sol ¿ no saldrá


también mi vida de entre los árboles
y desde detrás de la tierra ?
¿ y no apartará sus huesos de la puerta
y entrará la mañana ?
¿ ... cómo es esto que busco: la resurrección nuestra
que tanto y tanto necesitamos ?
¡ … porque no es posible que nazca tanta luz y deslumbramiento
sin razón
ni fe
para que el conocimiento oscurezca
y esta utopía por vivir
nos falte !
… porque no, no ha de ser la belleza tan sólo lo que es,
sino lo que espero:
aquello que nos oculta a todos tras los preciosos muros.

SEGUNDO CANTO POR LA ALEGRÍA

… y nadie, nadie sabrá nunca lo ocurrido


cuando pasó la muerte devastándome, y ya, con celo y desmesura,
fue mi cuerpo un témpano decrépito de huecos y silencios;

… porque llevo mi muerte


por la calle
y no puedo colmar dos gritos de tristeza;

... aun así, lejos, muy lejos, en mi íntima estancia, recuerdo la alegría:
aquel poder sublime que llenó mi sangre de rosas inmortales;
... conservadla, lucidla ahora, aquellos que venís con los brazos en alto.

VIAJERO EN EL TIEMPO

... en este embarcadero en que todo bulle entre idas y retornos,


tomo orilla; ni siquiera cesa el rítmico sigilo de los ojos
a esta audiencia y exégesis del tiempo,
pues es difícil captar la sinfonía de la tierra y el cielo
sin rendir un culto callado a la armonía;

... si mido la verdad como la sombra, apenas nada queda


si no es este regusto viviente y constante de ceniza;

... acaso tantos puertos no sean más que el arpa


que instruye los arpegios de las notas,
y el pulso trastornado los confunda sin otra simpatía reverente;

... hay rescoldos de luz, pequeñas claridades que quedan, no obstante,


por las manos y el fragor del alma;
... un hálito de aliento se observa meditando y descifrando las cosas.

FRÍO

... a las dos de la tarde


la niebla me acosa brutalmente, me golpea,
me hiela;

... intento resistirla cubriéndome la cabeza


y los ojos:
las brasas con que vivo;

... hoy no saldrán los ángeles del cielo


ni medrarán tampoco el sol, los musgos ni el canto de la urraca;

... nada ni nadie quiere salir a la intemperie


y morir;
hace frío, mucho frío.

RUINA
... cuando intuí la luz, cuando la intuí y la quise,
bien creí que podría consistir en ir, asomarme a ella
y recibirla, y ya, ahíto de poder y en su virtud a salvo,
gozar y tener la eternidad resuelta y redimida;
¡ ...mas nadie, nadie ha visto mis valles desolados,
mi casa, mi atuendo de vida
cayéndose, desnudándome al frío
de noches profundas o bajo amaneceres pálidos
y rígidos como la muerte !
... y si la ruina ha sido grande
- y el dolor lo ha sido-
un calor, un aire nuevo y tibio llegó
bajo una incipiente y sin embargo progresiva, serena y limpia luna triste;
... conservaré estas cosas por si la ruina vuelve.

UN HOMBRE NO PUEDE RESIGNARSE

¡ ... mil años escribiendo para instruir el diezmo de mi vida,


y aún no estoy seguro de que pague !

… yo intuía los fuegos de los dioses,


traía el tiemblo del asombro, la fuerza de vivir del cielo,
el eco de las horas creándose…

... un hombre no puede resignarse a morir sin un sueño,


y no, tampoco abandonarse al río que lo lava
y lo destruye;

… “ tiene que encontrar y darse otra palabra,


otro don, otra rueda de viento que lo inicie
en los ritmos secretos y vivos de la lluvia ”;

¡ ... mil años escribiendo para obtener el diezmo de mi vida,


y aún no estoy seguro de que pague !

… “ un hombre no puede resignarse a perecer,


no, no puede, no puede, no puede ”.

ESTÍO
… te he esperado por las noches de agosto,
cuando la luna prende los viñedos del cielo
y las uvas celestes centellean y bailan;
cuando Eolo sumerge la estación en fragancias
y los senderos se embriagan con moras y tomillo;
… te he esperado a la lumbre de las manzanas rojas,
cuando las higueras rebosan azúcares y néctares
que agrietados higos con deleite rezuman;
… te esperé hasta el fin desesperadamente,
cuando agosto se henchía con fulgores y ubres
y en sus venas guardaba el panal más excelso:
esta ebriedad, palpitante y plena, con sus horas divinas.

AMANECER POR EL RÍO

... támaras, álamos y chopos: los límites del mundo


y el rocío;
evoco la luz, la esbeltez del agua y el aire,
el vuelo al corazón de esta esperanza nueva,
- oh amor de paz -
sublime proveedor de la abundancia;
… soy testigo - confieso enamorado - del genio de la vida;
cómo si no este golpe de emoción, este abrir de par en par las puertas
y ser Dios que quiere florecer en mí y en cualquier parte…

NOVIEMBRE

... siempre quise iniciarme en esta luz de noviembre,


sentir el aire tibio discurrir por la jara,
descifrar la conciencia del año, la de la brevedad,
saber cómo se incendia el color y cómo ha sido y es
que de pronto la sombra no existe, ni el hambre, ni el miedo,
pero sí noviembre pasando, deslizando sereno
sus rescoldos de lumbre, su ambrosía de yerbas y agua,
lo indescriptible del mundo, el vuelo del sol, la contemplación…

AQUELLO ÚLTIMO

... que mi última palabra no sea “adiós”,


ni una frontera para la vida y el conocimiento,
y no y nunca una puerta de cierre a los espacios de oro;
... porque ya he contemplado la unidad de las cosas y el tiempo,
la voz densa de la muerte y esta sed de amor, la que tanto me vale
para la lucha y vuelo de las resurrecciones;
... que mi último gesto no sea para las conformidades y el rito solemne,
que mi gesto huya del baldón de la ruina;
... ah, observad mi lanza: forjándola estoy para los que mueren
y para los heridos;
... por tanto, mirad bien quién se levanta y vence el miedo,
y quién, de entre los muertos, arroja el cadáver de su cuerpo y sigue;
... para éstos, para éstos será mi rebelión, aquello último.

ESCUCHAR EL DOLOR

... quien no escucha el dolor,


¿ de qué vive, cómo y dónde amanece ?
¿ coge un vaso de vida
y lo levanta ?
¿ saluda y se despide ?
¿ tose ?
¿ es mujer, es hombre ?

… porque desconozco las razones


de un alma,
callo;

… pues ¿ acaso no es como matarse


vivir entre los huesos rotos
y no oírse ?

… y porque es un compromiso no sólo narrar la libertad


sino traerla,
hacerla ser;

... y ello a pesar del misterio,


y aunque el beso del dolor nos mate.

DE LA FLOR DEL ALMENDRO

... y si esta luz del sol me da alegría,


mis ojos ¿ qué son ? ¿ qué son, qué guardan
y a dónde van… ?

... pues si allí, en el fondo y oculta,


estuviera mi alma ¿ qué es en ellos la luz ?
¿ qué suerte de alimento
les trae
y qué misterio es éste que asiste
y une para la dicha ?

¿ ... podrá el amor ser tanto


- y aun tan duro y desconocido -
que esté y ocurra por nuestros cuerpos
como un milagro ?

… porque si así es y de esta verdad vivimos,


entonces, dejádmela crecer, dejádmela,
preso estoy de la flor del almendro.

FRENTE AL MAR

… porque esta claridad quiero tenerla


hoy,
y este intento, esta frágil calma con que atildar la voz,
la gratitud de un rato inesperado;
¿ ... viviremos del verdor de este sosiego
alguna vez ?
¿ lograremos lustrar de herrumbres y ordalías la mañana
para mirar y ver ?
… guardar quiero este instante, retener si es posible su luz
con su guija de amor callada y quieta aquí,
en el umbral fresco de la inocencia,
donde no aniquila sino que rompe y llama un rumor de fe y conocimiento;
... mientras pueda encender y aventar el mar,
quisiera comprender esta emoción, este nuevo piar de pájaros
tan bulliciosos y muertos durante tantos y tantos años.

GRITOS Y VIENTO FRÍO

... entre juncos y días corre mi vida como nube y año,


como muerte y sol;
todo lo juega;
... como fiesta marcha oficiando sangres, abismos,
mareas profundas y eternidades, primaveras sin fin;
… al final, gritos y viento frío para nacer; verdad íntima y pura,
vigilia con que ambos oficiamos en silencio;
… y me oigo; y siento este bramar
de mis dioses en guerra por barrios desolados,
siento asimismo la existencia del mar, la levedad,
el pan negro, la cercanía y sabor de Dios en la ceniza…
... corre mi vida no temerosa, pero sí con sus cuchillos dispuestos
y sus templos asediados,
sí con la tragedia de un hombre buscando,
urgiendo un resplandor ardiente y vivo;
¿ ... podrá en la espesura vibrar tan alto
para alzar en mi cuerpo un candil
de esperanza ?; no es mi vida, es nuestra vida.

TERRITORIO INTERIOR

... esta labor dolorosísima de ir haciendo diariamente otoño,


de desgajar lino ajado del ser
y darlo al fuego,
¿ quién la ha hecho, quién la ha vivido ?
pues ¿ no diría que, cual aurora, la memoria necesita de otra luz,
otro fulgor y otra esperanza ?
¡ ... mirad, me estoy quedando sin nada ! tan sólo toco
mis cuatro huesos: la camisa, la duda,
la verdad y la hez que soy;
porque ¿ … habrá una estancia donde orear los tiempos de dolor
y en carne viva perciba la mañana ?
... si así fuese, para adentrarme en ella y recibir su luz,
¿ me valdrá este tiempo ? oh ser mío ¿ nos valdrá este trabajo ?

LA LUZ VIGENTE

... en mis brazos ha muerto una paloma,


el beso de mi padre y el beso de la tierra;
en mi pecho ya fueron los amigos, los pámpanos ya fueron,
y la tarde triste…
… soy joven para habérseme muerto tantas cosas:
tan sólo he andado de clausuras;

... recojo mis gaviotas y se van tierra adentro;


como sin viento y sin dolerse,
así van;

... siempre quedan dos horas a la espera de que pasen


con sus golpes de ensayo y de instrumento,
y un pulso entre los ojos, a fin de que en el daño,
la luz vigente resista y permanezca.
TERCER CANTO POR LA ALEGRÍA

¡ ... si con la reja de sangre y el arado de fuego


lograra llegar al corazón
y surcando en sus tierras cultivar la alegría !
... y si después hubiese fiesta
y un viento jubiloso derramase en las calles
este hallazgo mío - la dicha del hombre,
la vida sola - ¿ quién no viviría ?
¿ quién no saldría a buscar oro puro y, encontrándolo,
no hollaría su propio corazón para seguir viviendo,
¿ quién, quién no ?

UN DÍA EN QUE SE AMASABA EN CASA

¡ … cuánto queda de la boca del horno


y del claro don de la recentadura,
de aquel olor a pan – ah, hogaza verdadera,
luz del cuerpo, vida, gloria sola… - !

... un hogar no se sabe lo que vale


ni una mirada en él con el hambre encendida,
ni la amorosa hondura que adoptan las ausencias;

... porque no me digáis que el tono de la luz


no adquiere por la casa otro esplendor,
no me digáis que no veis en él celo vivo, y guía, y descubrimiento;

... y si así fue, y si así sazona Dios mi memoria y corazón,


creedme, es que aún vivo y aún puedo esperar.

DEL SOL DE DICIEMBRE

… aquí no me toquéis;
no,
aquí no;

... bajo el son del mundo dejadme este verdor crecer


y que siga la sal, y la tarde;

… no, aquí no me toquéis, que tengo que aguardar a la flor


del almendro;

... para ser de manzana no hacen falta diciembres,


ni martirios, ni borrascas, ni altares;

... ser de hombre,


- ay de mí -
significa que he de hallar la fuente
y, bebiendo, acallar los rumores del agua y de la luz que persigo;

… no, no;
aquí no me toquéis.

CONOCERSE

... un hombre, bajo su propio ojo,


no sabe lo que es, pues sombras y telarañas, perversidades y bloques de sangre
toman vida y amurallan dentro, luchan…
¡ ... ay, ay del viajero que se pare ante la puerta
de su alma y llame… !
... porque uno va en definitiva como a abrir algo,
a encontrar algo en esta viña suya de agua y fuego, aquí mismo, donde tenemos
la luz, la tierra y el oscuro, el ardiente y gélido don del conocimiento;
...un hombre, bajo su propio ojo, corre el riesgo de morir,
y, ello, porque nadie puede descorrerle los velos secretos de su muerte.

HOMENAJE

... es para ti, alma mía, que lloras porque estás despierta en un túnel
sin vislumbrar sus paredes mientras ruedas y ruedas por la infinitud de un tren
que no se para nunca y en el que falta aire, la luz no llega,
y no aparece la puerta ni la desesperación última que, si no es valor,
sólo atrae silencio final o desmesura;

… y no tendrás mi duda contra ti aunque te vea correr


de acá para allá, libre, por este tren o túnel de papel,
de tiempo y amor cual cáliz civil y santo;
pero sabes bien que puedes parar la exactitud y salir de los trenes oscuros,
de las limitaciones móviles y del crudo paroxismo de las inhibiciones;

... pero antes, desolada y libre - y digo y diré libre, libre y libre -
habrás de digerir las negras mariposas que enturbian el control del pensamiento;
… porque donde crees que estoy no estoy, y el amor que acongoja mi corazón,
ah, nunca, nunca sabrás cómo es en mí esta tarde;
... así, y sin reproche alguno, saliendo del fervor de mi lluvia,
podrás tomar y seguir siempre el indestructible y magno vuelo de tu libertad.

COBIJOS SORPRENDENTES

... a esta serenidad, a esta limpia ocasión de ver y oír la danza del sol sobre las cosas,
yo la llamo gratitud y gloria y alimento
que a este instante debo;

[... lo pienso y digo trascendido,


como de luz, de miel y sin retorno]

... si esta resurrección, a la que entregaré mi fe, mi riesgo y laberinto, no fuera o existiera,
decidme: en qué habitar y por qué luchar,
sino por estos pocos y pulcros huecos de encanto y dicha.

... es pasmoso vivir.

CONTEMPLACIÓN DEL PUERTO


DE SANTURTZI

... ya es diciembre; pero esta mañana azul y cálida,


cubierta de gorriones y gaviotas, se detiene en el puerto inusitadamente;
como si este armazón de muelles y grúas, de barcos y graneles,
la hubiera prendado, y ya, suelta y libre, fuera del tiempo,
anduviera de acá para allá no de fiesta, sino de luz, de consuelo y brazo
para la vida;
... yo, desde aquí, tras los cristales,
la estoy mirando como quien descubre la inmensidad
y queda desamparado y roto por su pequeñez;
[la alegría del ser y su alucinación primera,
la increíble sorpresa de su descubrimiento]
... pero a pesar de todo, y aunque la mañana exista y alumbre
tanto cielo y cubra los muelles, mi ventana y el mar,
yo sé que estoy aquí, detrás, sintiéndola, con un leve temblor
por poder mirar y saberme vivo.

HOLOCAUSTO EN EL MAR DE BRONCE


... todo el tiempo está aquí: un sol verdadero me abrasa el mar y no sé qué hacer
con tanto fuego, con esta convulsión de la conciencia en llamas;
¿ ... debería utilizar la emoción exultante de un día infame
y salvarla ? ¿ o tañer a urgencias y a rebatos, invocar a dioses con sus lluvias vivas
y socorrer mis criptas, las tan hondas del pecho ?

... pero no, dejaré


que el incendio culmine y que su esencia infinita
resplandezca en las gotas más humildes de agua,
para así, mojado y encendido, de este mar de cristal
rescatar la palabra.

SUBURBIOS

¡ ... ayudadnos, ayudadnos, hermanos !


… cantad para que la tos no nos mate,
para que nos vuelva a llover pronto
y nos mane el agua en la peña el año que viene;
... hermanos, aquí no hay poder, ni dinero,
aquí hay hombres y mujeres de paro y de subsidio,
de corazón blanco y corazón negro,
aquí está la luz dura, la que vais dejando para nosotros,
los esclavos de la ley y la guerra;
¿ … recordáis Ruanda y Sbrénica y Darfur ahora ? no, los habéis olvidado;
de igual modo nosotros seguiremos aquí, bajo estos tenderetes
implorando auxilios, y siendo extraños y tosiendo siempre,
y, ello, aunque muramos secos o desesperados y todos los días;
lo sé, pues continuará ocurriendo aunque cantéis, y la tos, subsidiada y mártir,
de repente nos deje; aun entonces, seguiremos muriendo sin cesar;
… pero a pesar de todo, cantad hermanos, cantad todos los días,
cantad, por favor, cantad; no, no dejéis de hacerlo.

CELEBRACIÓN

... cuando acabe este poema,


tú y yo
tendremos una rosa despierta entre los labios;

… cuando terminen mis palabras


y todas las consideraciones e ingenios y gobiernos callen,
seguirás oyendo aún la voz del gran silencio preguntándote:
¿ qué estás haciendo ahora ?
… y juntos hablaremos del ser, de la edad de la niebla,
del cobijo del mar y el corazón;

… porque si así no fuera,


no estarías sintiendo que te amo.

PIEDRAS

… las piedras de hombre son duras;


no alces la voz, observa y calla,
dale al cincel, camina;
… la luz no viene sola,
no entra por puertas cerradas
no llora;
… la luz se interioriza, piensa,
se levanta y ocasiona otra luz,
sabe;
… pero estas piedras que gritan
y son piedras ¿ cómo lustrarlas y verlas
claras como el diamante,
o cómo abrirlas y no caerse
por los chorros de luz que las diluye ?
¿ ... pero sobre todo, cómo, cómo ser de hombre luego
para seguir ?

===

TÍTULO:

DEL AGUA Y DEL FUEGO


D. L.: BI-2194/97
I:S:B:N: 84-86064-02-3

Autor:
ORIÓN DE PANTHOSEAS
E-mail: [email protected]
DEDICATORIA

... con gratitud y reconocimiento


dedico este libro a todos
los que pasan por el mundo
construyéndolo.

Autor:
ORIÓN DE PANTHOSEAS

DEDICATORIA

... con gratitud y reconocimiento


dedico este libro a todos
los que pasan por el mundo
construyéndolo.

APREHENSIÓN DE LA LIBERTAD
O TESIS DE LA INFINITA MUERTE

... puesto que he de abatir inexpugnables presidios de antiquísimos órdenes,


y el pus - secta o hez de mi pensamiento -
necesito abrir, escuchar y saber con qué imposturas me deleita la sangre,
y con qué ilusión y adornos me oprimen sus anillos;
... hombres y mujeres extraños entran y salen de mi corazón,
y extrañas mariposas, unicornios y ángeles golpean,
sacian su sed con tiempo muerto, con espantos de amor, con vísceras de un ser que ya no crece;
... todas las revoluciones, estragos y ordalías llegaron a mis puertas
y entraron en mis mundos,
y hoy debo trascender el mar, ungirlo con rocío
e instar mis continentes hacia el verdor del aire;
... a partir de hoy, y aunque duela saberlo, correré el riesgo de morir y dar mi vida,
- callada y conscientemente -
por intentar labrar e instituir la luz.

CAPÍTULO I - El tiempo y su cuidado


NIÑOS DE LA HISTORIA BLANCA

… y allí estábamos, como rosas tardías o pájaros varados en un cielo escondido;


... mientras era el silencio nos cayeron las lunas, la luz, el movimiento,
roto todo, ay memoria, mientras pegaba y golpeaba la belleza caída,
vertiendo la ilusión tan joven, o no tan joven, por el uso y abuso de la muerte;

... si alguien vio vadear las cegueras del alba, si alguien vio cómo fueron las navajas
del hambre, los témpanos del miedo, ah, si alguien los vio, sabe bien del amor,
pues que el dolor se acaba amando – ah desgracia infinita – aunque torne amargos
los panes reverentes;

... fue en el pueblo y en la ciudad de piedra, en los presbiterios sacros de los credos civiles,
fue donde sólo hijos-súbditos hubo, hijos yermos, desvertebrados hijos, hijos tristes;
... éramos madreselvas-niño o niños-madreselva pálidos por el sur de las tardes,
tras una iniciación tan épica en las toses y gritos,
en los estremecidos vendavales del corazón;

... los niños de la historia blanca, ah, bien lo recuerdo,


jugábamos en las venas rojas del río y allí nos descubrían,
combatiendo la noche con la sangre furtiva de una hoguera.

DEL ECO DE LA BREVEDAD

... me acuerdo que quería abrir la altura para saber qué era el cielo,
coger a puñados el agua para sentirla bullir como la vida,
o cortar las llamas con las manos para descubrir su fuerza y tenerla;
... cruzaba, pues, por mí la brevedad y yo nunca lo supe;
por entre mis dedos se alzaban con premura las burbujas del mundo
y yo las estallaba cual pompas de jabón y no de hombre,
ah siluetas lejanas, ah lumbres vivas, ah remotas y primeras pasiones…
... y aún, aún la brevedad pasa, sigue pasando, y sólo a duras penas la memoria
consigue ser reconocida tras los graves destrozos, si bien, al irse,
va dejándola tirada con ingentes boyas de ruina y odio, de angustia y miedo;
... y aunque pueda decir que la brevedad ha dado conmigo muchos tumbos,
puedo asegurar también que aún dispondré de un instante para luchar,
encontrarle el punto débil y de un zarpazo reducirla y vencerla;
… pero no me haré mientras tanto de sal ni tampoco de piedra;
quiero vivir, óiganme bien, quiero vivir;
... ah, Dios mío, qué ingente desgracia si muriera vencido.

INSTRUMENTOS

... cuando vas por la calle vas lleno de instrumentos;


te rugen como tigres o un club de alfileres,
como esa infame calderilla que imperturbable corre y grita
en los bolsillos;

... porque no sé, ya no sé si tu saludo es una rama verde


o vas tirando arena;
sabrás que recuerdo aún tu frente, tu risa
y tu torre de rosas al festejar la sangre de los santos;

… era cuando incendiábamos el tiempo


y las higueras y el fuego deparaban romerías con tardes de néctares y mimbres;

¡ ... amigo, es tan fácil matarse en la memoria !

REBATO

... siguiendo el curso de los acontecimientos,


ayer mismo éramos muchos los que irremediablemente íbamos a morir,
los que con la mañana, las horas y el sol hechos pedazos,
- y llenos de agujeros -
como tributo de pago inexorable íbamos a caer sobre el asfalto
y a ser pisados por los viandantes, a pasarnos los autos por encima
y a ser cubiertos de tiempo, de dióxido y noches monótonas de hielo y lluvia;
… pero estamos aquí, quizá solos o con el miedo creándonos aún escalofríos,
pero al fin reales como piedras, vertebrados en mujeres y hombres nuevos,
hondos, puros y nítidos cual sacramentos vivos;
ved cómo la vida nos tocó a rebato en su última noche, cómo resistió la lucha
hasta hallar el río de la madrugada y nos trajo a salvo aquí, a este instante
más fuerte que el asfalto, más fuerte que la furia del dolor y el destino,
pero más, más frágil que la luz, la luz que había.

NUEVA HISTORIA INTERMINABLE

...por auroras yermas bailaremos sobre vertederos de fango, sobre cerros de escombros
y campos pútridos de arroz;
donde ladran los perros y las arañas tejen sus hechizos de muerte, bailaremos;
tendremos que pasar - eso sí - por grandes calles y avenidas
recogiendo trozos de hielo para el dolor y la hinchazón del mar,
y nos preguntarán los niños que de dónde venimos,
pues que habíamos faltado a la cita con la primavera;

... pero el mundo, que es duro como la verdad y cínico como un chiste de curas,
¿ hará que apretemos los labios y las cejas para mentir o, simplemente,
nos ofrecerá un rodeo de memoria para inventar un tiempo con su corazón
y leyenda falsa y breve ?
... tenemos que abatir muchas murallas de cera y comprometernos
con la paciencia, ya que no dispondremos de hogueras con que abrir el cielo
de otros días lejanos y hermosos;
... pero, quien quiera venir a esta dura y larga aventura,
tendrá que perder su peso y dos onzas de oro, y amigos, y amantes,
y, sin salir del cuerpo, estar listo para tomar su vida y emprender la marcha;
... la primavera nunca quiso esperar.

BREVE TRATADO ACERCA DE LOS DIOSES

... también, también los dioses se equivocan;


por muy dentro, por muy hondo que vivan,
los siento llorar, brillar y gemir entre luces fugaces por mis barros oscuros,
o tapiar con olvidos y arcillas definitivamente los boquetes
que van dejando al desaparecer;
... y también ellos se cansan, y salen al atardecer conmigo
a entibar la noche íntima, a estremecerse, a recoger dos estrellas del cielo
para luego toser un poco y regresar a casa;
... a veces, en silencio, hombres y dioses cansados nos encontramos en el portal
y subimos en el ascensor como refundados, como solidarios;
... al final, cuando es así, hay unánime mesura en nuestras breves
y simples despedidas: todos nos vamos y nadie tira piedras.

LIBRE

... los dogmas,


- credos o anillos de dioses o de hombres -
alambraron y atajaron mis manos y mi alma, y mis ojos y labios con tumbas,
con sierpes, con terrores;
[y también con fuegos, y palabras, con duras, con eternas y terribles palabras]
... siembra de libertad yo,
que atravesaré los ríos, que incendiaré con vida sus orillas
y arderé con ellos dentro;
que torrente incendiado y cual son de espíritu bajaré a la oscuridad,
y cogiendo la espada de amor y a tajos intentaré romper mis nudos de hombre:
los de las manos,
los de los ojos y labios
y los de acero del corazón…;
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¡... ah, no !
yo no podía ser frente a mi ser otro bastión íntimo y civil sino la guerra;
[hasta mi muerte, la real e irreal,
hasta que cunda, por mi mente y cuerpos, ese extraño y vivo honor de los contextos míticos, auténticos y
el de hombres que luchan, y que mueren y mueren, por pretender vivir]
LAS METAMORFOSIS

… e iba Dios entre los hombres recogiendo y colocando


pequeñas cosas caídas, tocando manos, hombros, corazones de mirra
y soledades;
andaba invisible por la calle acompañando a unos y otros y ayudando a toser,
a levantar los ojos, a llegar a los lugares y a respirar;
cuando entraba en las casas se detenía allí y miraba todas las cosas para ponerlas
en la memoria y verlas siempre, y a los hombres los rodeaba
con sus brazos de padre, con sus poderosísimos brazos de increíble ternura;
[la que da y se lleva luego para que no nos quedemos ensimismados
y como muertos por magnos fulgores y golpes repentinos de alegría]
... se manifestaba en todo y entre todo, y vivía y moría continuamente
porque así construía su propia condición de espíritu de tierra y en la Tierra,
sin rendirse nunca porque siempre tuvo al dolor como una afrenta
que había que resucitar de sí mismo y contra sí mismo todas las mañanas
y todas las noches, pues en las noches se hacía más espeso y la afrenta dolía más;
... así lo vi yo aquel día en que envolví los sentimientos en una bolsa de plástico
y pretendí tirarlos en aquella escollera donde, al lado, conscientemente,
también moría y se desangraba el mar;
aquella mañana en que me di de bruces con la calle y la calle se me abrió
y pude verlo todo porque vi y oí la voz que todo lo nombra y lo construye;
... un día y un momento que vosotros podéis encontrar ahora, exactamente igual y ahora,
si queréis descubrir y comprender por qué lo digo y siento con mi vida, con vuestra propia vida.

DICE BERNARDO, hijo menor

... este hombre delgado y bajito,


es mi padre;
y esta mujer con las piernas hinchadas,
es mi madre;
... mi padre, por la noche, tose;
ha fumado mucho y trabajó de sol a sol hasta agotarse;
a veces tararea, y también llora;
… mi madre hace que no lo ve, que no se entera,
pero se suena la nariz mientras plancha y luego se restriega los ojos
y también la frente;
mi madre no tiene precio. “... pero, así, con estas piernas,
¿ a dónde voy … ?” – nos dice –
... y va, va a todos los sitios donde puede,
con cuidado y despacito, eso sí;
... mi madre y mi padre hablan poco,
pero de vez en cuando, al cruzarse, se guiñan y sonríen;
y se nota en la casa, entonces, un silencio excitante.
LA MUERTE DE LAS PALOMAS

... si pudiera llevar hasta la puerta de mis amigos agua viva,


- la que recojo de la muerte de las palomas -
y entrar en la ciudad no pregonándola, sino a solas y contra los muros del corazón,
mis amigos ¿ no saldrían a combatir la muerte ?
... y, si aun resucitadas las palomas y ardiendo luminosas en sus manos,
no llenaran los ojos con su luz quemante,
¿ qué valdría su muerte, qué valdría ?
... pero mi ciudad no tiene nombre ni plazas de mercado, ni templos,
ni tampoco monolitos ni atalayas de metal ni de piedra;
por tanto, y siendo así ¿a dónde, a dónde dirigirme entonces ?

MEMORÁNDUM DE URGENCIA

... hay momentos en que hay que salir de las colmenas del cuerpo,
de la orgía de dolor, de la atrocidad de instantes asesinos;
y solemos hacerlo urgentemente y con los dientes apretados,
con la sangre apretada, con odio, ay, y con piedad también;
... por tanto, no, no me digáis que no arde el ser
y que sus fuegos no prenden y abrasan el verdor del aire;
 hay momentos que sólo admiten el riesgo de la muerte
y uno juega a la luz necesariamente como un desesperado;
quizá no sea así, o quizá sí
... pero a mí me parece que las cosas ocurren para tirar las puertas,
cribar la vida para saber qué pasa, y ver qué queda.

DESPUÉS DE TODO

... no sé cómo pude coger y acallar los gritos de la sangre,


ni tampoco cómo el resplandor, la pasión, el canto;
tras someter mis fuerzas a tan enorme silencio y observarlas tensándome la piel,
no sé cómo, irreductiblemente, digo, me situé frente a ellas
porque quería sentirme hollando los agraces dominios de la vida y de la muerte;
... mas no sé si tanta juventud ha sido sin más sacrificada ni cuánto hombre
logré esconder como un río;
en realidad, buscándome, no acabo de acabarme,
ah, pues nunca, jamás he terminado de explorar la extensión herida del agua;
... convendría que hallara ahora algún cariño mirando estos cobijos donde ser y hombre quedan,
donde con esfuerzo van surgiendo las brasas y el hollín, las flores,
el viento helado y los amigos;
convendría, convendría saber si las ollas que ocultas guardo son cuencos de rosas;
… si así fuera, convendría, pues, encenderlas y lograr que, sus fuegos,
me prendieran las manos y el corazón.

REMEMORAR Y RESTAÑAR LAS COSAS

... amigos míos, si no tragáis carros y carretas y no vivís el dolor y revolución del corazón y la razón
si no sentís pasar el tiempo y la desgracia y los resistís como a la muerte
e ignoráis al final que ya no sois quienes erais…
entonces ¿ de qué estamos hablando, de qué albor, de qué fragancia,
decidme, de qué tiempo o alegría ?
… porque hace poco ruido la sabiduría al tocarnos:
su canto es hondo y sólo en silencio abrigan sus pasos y sus lumbres;
... amigos, no creáis, pues, en historias de desaparecidos,
no en la luz aparente ni en la paz aparente;
he de deciros que no hay atajos ni atraques imprevistos,
y que nunca ha habido mayor insidia que el don sin más de deudas abolidas;
... ineludiblemente habremos de entrar y asumir cada horror y desastre,
y luego, para poder vivir, abrir el corazón, rememorar y restañar las cosas.

ALEGATO CONTRA LAS CÁRCELES TERRESTRES

¡ … oh cárceles, oh cárceles !
cómo instruir y armonizar el ser con venganza o miedo,
cómo con ira, o cómo con placer sobre un mar-hombre repleto de ansiedad, enigmas y tristeza !
… vamos, venid, compañeros, entrad al corazón y escuchad la alegría que instruye la piedad,
porque quién, quién no ha de cantar abriendo el alma junto al torno rugiente de las cárceles;
[... ya hemos puesto en su luz la luz del tiempo,
y ya, ya es la hora del hombre,
pues duelen la mejilla escondida, la verdad turbada y el muro alto, profunda e intensamente duelen
… oh cárceles, cárceles, hospitales de hombres-dioses os nazcan dentro
y que vuestros caminos desaparezcan por siempre de ciudades y páramos,
de la región del odio y del arcaico sueño de la sangre;
“… como los muros de Jericó, inclinaos y veníos abajo”,
clamo y pido ahora ante un firmamento atormentado y vivo;
[con la voz del mundo, con la razón y fe de esta edad que no debe morir sin el fulgor de sus tímida
pero ciertas y concretas luces]
… deteneos, pues, y caed por amor, rotundamente hacedlo como lo harán las fronteras, las lenguas
los pasmos del color y el rictus delictivo de la muerte;
ah oscuridades ancestrales del hombre,
fungíos sin miedo y desapareced, caed, caed por Dios, y sucumbid conmigo.
CAPÍTULO II - Acontecimiento

HABLAR DE AMOR

... para hablar de amor,


ay de mí, qué diré,
si todas las acequias y arboledas del corazón me piden agua pura
y no tengo manantial que intimide
a la muerte;

... para hablar de amor,


cómo, cómo abrir la aflicción que soy
y lograr que salte y vuele la sangre en alegría;

... oh, qué diré,


si tan sólo he roto este intento mío por saber
y ríos y fuegos, y todo ser y firmamento, y toda luz, todo,
se anonada y calla;
... entonces, qué diré, qué.

DISCURSO ÍNTIMO PARA MI PADRE

... tu cuerpo, padre, es una piedra en el campo aquél, detrás del río;
no sé aún cómo llegó allí,
no sé;
... después de tantos años acarreando soles y lunas,
aupando de la tierra las terribles lágrimas que produce la oscuridad,
no tuve, padre, un rato de juventud con que pronunciar y estrechar con pasión tu nombre;
yo no sabía que un muchacho con el cuerpo de mimbre tenía que parar,
hablar con su padre y darle forma,
crearlo;
... y ahora ¿ cómo llegar a ti ?
¿ cómo sacar constelaciones y lumbres vivas del corazón y tocar tus manos y que lo sepas ?
... este oficio de vivir no nos dio para mucho;
pero, al menos, nos queda esta prenda serena de dolor,
la que acompaña siempre a los silencios duros y graves,
como el que ahora afronto, como el que ahora vivo.

DEL SILENCIO NUESTRO

… soy un ciudadano pequeño que va y viene procurando


acabar el día como tanta gente;
soy, y somos, los desconocidos del mundo:
los de los bares, los de los trenes y metros, los de los autobuses…
… también estamos en los bailes y cines,
en las cloacas, en los prostíbulos y cementerios, y sin embargo,
aun llenándolo todo, temblamos y sentimos desconfianza y miedo,
miedo a los políticos, a los bancos, a la magistratura, al cielo, al vecino de al lado…
...y no sé, no sé cómo llenamos tanto y tantas cosas
y estamos tan callados;
… aunque, acaso, no importe,
pues quizá el silencio nos dé esa fuerza con que afrontar
y soportar los días, o simplemente para cerrar la puerta, salir al mundo,
e inhalar el rocío.

ORDENAR LA MAÑANA

... de las cosas que instituyen mi vida,


este esplendor de sentir mi cuerpo y ver la luz y ordenar la mañana,
es la dicha luminosa de un instante hermoso,
veloz e inesperado;
… este instante me crea, me eleva los ojos desde mi propio dolor y la fugacidad que soy,
a otro instante de acendrado consuelo que me hacer ver,
sentir alrededor de mi estancia a mis vecinos de toda la vida,
y esa paz profunda, la que nunca viene de las solemnidades;
… porque, si es legítimo estar en las glorias del dios y en la luz del deseo,
yo estoy aquí y soy un hombre,
y estoy buscando cómo ejercer este oficio mío, pequeño y desolado;
… miro, y no estoy solo.

UN BRILLO INEXPLICABLE

... todos los granizos, nieblas y malas lluvias


cayeron y entraron en mi alma; para crecer tuvo que quedar desnuda,
quemar a solas las nostalgias raídas y renunciar a horas de esplendor
porque no estaba preparada para estrenar la mañana;
... así era cuando ella y yo nos encontramos en este hachón
de huesos apagados y dijimos que había que encenderlos uno a uno
para luego reconquistar la sombra y aventar con ellos la vida y la ceniza;
... y desde entonces no ha parado el llanto; puede oírsenos
por la aurora y al atardecer, cuando ya el mundo es puro resistir
y los huesos del pecho son todo un desafío que no admiten
rapsodias ni canciones;
[mi alma y yo recordamos sin embargo el fuego, el silencio, la nieve,
y la luz de una violeta brillando y brillando inexplicablemente]
CUALIDAD DE FUEGO

... recuerdo que era hombre porque fui un muchacho al que una niña de lumbre le abrasó la boca;
porque ardían los huertos de mimbres y cerezas cuando abrí los volcanes del mundo
y en mi alma produje tempestades de fuego;
... recuerdo que fui hombre porque quería vivir y coger la lluvia, prenderla,
y aspirar cada gota con su luz incendiada;
y porque, asombrado, y al cruzar la aurora con un resplandor de llama pura,
dije que todo habría de hacerlo con fuegos libres y brasas transparentes;
... recuerdo que fui hombre porque a esas horas los autos corren mucho
y va la sangre cantando, y uno se para donde sea para morirse un rato y resucitar a trozos,
o a tiras de piel, o para coger la eternidad y tirarla a un lado,
rodando en un bar o en la cuneta;
... recuerdo, recuerdo que fui hombre porque tengo las huellas de la alegría
y nada se quema impunemente,
y porque siento, vivo y guardo su imborrable secreto, entre el calor de los huesos.

SILENCIO

... en la íntima cripta de la noche,


el fuego oscuro quema y habla,
y también el gozo, y la dicha,
y también, también la muerte;
... y allí mismo, donde el pecho se angosta,
como un golpe de sangre se oye el mar, y rodar y crujir los carros
que pasan y pasan por un cielo de hierro;
... y donde es la soledad, no preguntes, amigo, por quien entre en tu casa
ni des crédito a tu sangre de nieve,
ah, no, no te mueras;
... la intimidad de la noche
es dura, incluso llega a reaparecer sumamente temprano
con la luz y la lluvia;
porque alguna vez, con nuestros ojos varados contra los cristales,
es terrible y asombrosamente cierto que asoma y acongoja el alba.

CRÓNICA DE LA PROPIA GUERRA

... porque esta guerra íntima y dura,


la que corre ardiendo y destruyendo los presentes goznes de mi vida,
¿ podré ganarla ?

... tan desposeído deja el dolor,


tan frágil y solo, tan sin nombre,
que a veces llega a seducirnos el halo de la muerte
bajo el peso mortal del desconsuelo;
... entonces ¿ en qué río, en qué luz encontraré el sostén
que necesito, el que pueda darme esa brizna de aire,
ese verdor primero con que asir la esperanza ?
... sin remedio he de bajar la voz para juntar los huesos con los huesos y quedar aquí, escuchando,
intentando alzarme contra el ojo gris de un silencio sideral y enorme.

YA SOMOS OTROS

... está yéndose el verano;


hay como un desvanecimiento, una sensación como de aire roto y brillos fríos,
como si de acá para allá convocasen las cosas a un rictus de acendrada y expectante tristeza;

.... y, sin embargo, todo está lleno y reposa,


o cruza cansinamente como buey que albergara los esfuerzos del mundo para volver a casa;

... ya, ya somos otros;


ya vibró en la sangre la alondra al mediodía
y ya, la enredadera, con sus hojas de estaño,
nos agrieta la sombra y toca el hombro;

… y el corazón lo sabe y tiembla,


por lo que inconscientemente va recogiendo sin orden sus pequeños enseres:
las fuentes, las profundas sequías,
la hiel,
la voz,
la pasión total,
la muerte;

... bandadas de gorriones pasan.

VÍA LACTEA

... densa es la noche; miro al cielo


con el ser turbado por la levedad;
¿ ... dónde estoy - me digo - y qué dios es éste
que me sube tan alto, que me ahonda y guarda
en este adarme de cuerpo y ante tanta inmensidad
me atenaza y siega el pecho como una brizna ?
¿ quién, quién soy para estrenar la vida en esta quietud del mundo
y ansiar un vuelo como de esperanza ?
... al amor del sendero, las luciérnagas gritan con su pequeña luz
mientras conmigo van crujiendo los velos de la sangre, las hierbas y los álamos;
... pero la Vía Láctea sigue enorme y alta, y mi dios querido
disemina sus racimos celestes para que aquí, tan lejos, no me muera;
... esta noche ya no podré olvidarla.
ROSAS DE AGOSTO

[… en mi casa de Vecilla de la Polvorosa;


en ella, con cariño]

... esto que estoy mirando es la casa de mi niñez;


 ... bien adentro, escuchando, se oyen melodías que viajan
de un lado a otro reverberando y tocando las cosas,
acercándolas, descubriendo su rostro que fue, por un instante

... éramos muchos en los días hermanos de los días


y mucha la labor, y el bálago, las vueltas de trillo y la nieve en diciembre;
vivíamos aquí, y en torno de la mesa, en el cuarto aquél, nos reuníamos;

... y qué cosas pasan;


inexorablemente sobreviene la ruina
y el polvo se acumula; como la razón, si es que llega a comprenderse
alguna vez este quebrar, este despiece, esta desolación
que a jirones se agolpa y tunde la memoria;

... ríos de vida me devuelven seres y años con que fui feliz
y los mismos ríos me los llevan;
acuden gorriones al declinar la tarde, y, al ensombrecerse el patio, ensombrecen las rosas;
... pienso en ellas, y ya no puedo verlas.

EL COMPROMISO

... nadie me resucitará porque tengo el compromiso


de no perder la aurora ni de cesar de correr por el filo de todos los tiempos,
coger un instante vivo
y una
y otra vez,
seguir resucitando, instituyendo un alma/lumbre con mis briznas de hierba y agua;
... sé, sé que he de afrontar la inevitable pérdida de los días hermosos,
cuando acabe y viva a mi hombre de angustia y dentro resista
los pasos terribles del dolor y las horas;
… porque después de todo, lo sepamos o no, qué grande es el esfuerzo
por entibar las cosas que con su ser de agua y fuego nos salvan y sostienen;
... indudablemente es pasmoso y es heroico vivir.
ESCRUTINIO

... hemos llegado de tantos cielos y tiempos,


que, cómo examinar la brevedad que ha sido,
con tanta indumentaria de frío y de tristeza;
... hay, tiene que haber, una esperanza,
un día/documento donde plasmar por qué fueron las rosas
y no son,
y dónde y en qué grado el amor
no era,
o por qué la libertad nos mira tan reciente
como una enfermedad de pronto inesperada;
... somos más fuertes que los ríos, que el odio, que las catedrales,
y más, más fuertes que la luz
que llega hoy,
pues esta levedad que nos parte los huesos y el conocimiento,
¿ no ha de ser abierta a otra verdad y resplandor,
no ha de elevarse y penetrar cual vida en nuestra propia vida,
no lo hará ?

CAPÍTULO III – Este oficio nuestro

A LA CIUDAD, con afecto

... no, no huiré de la ciudad; resistiré en sus ruidos


y prisas, en sus ollas de humo, en sus rugosidades y terribles mieles;
... de sus calles y autobuses recogeré el temblor de la vida,
colmaré los bolsillos con horas y miedos
y regresaré a casa con temblor de memoria,
inclinando la espalda, tosiendo un poco;
...quiero saber qué piedras y metales nos gastan,
por qué esquinas, estaciones y trenes vamos dejando rosas,
o por qué la soledad se sienta al lado, nos pone la mano en el hombro
y nos va matando en los parques;
... no huiré de la ciudad;
quiero entrar, alumbrar la hiel y el fuego oscuro
y traer a esta verdad que busco, la que muy descifro y vivo;
… con qué, si no, instruiré la alegría.

EL GRITO

... si tuviera consciente el corazón


y aguas arriba pudiera volar hasta las fuentes vivas
e intimar con el fuego del agua,
¿ se abrasarían mis almendros ?
¿ y mis amigos, y mi boca y mis ojos de hombre y dios, se abrasarían ?
¿ y dónde, donde pondría el mar ? ¿ y las piedrecillas
de la vida, dónde ? ... pero estamos aquí, en la senda
oscura que conduce a días principales de fiesta con su pan y olvido,
a días exactos de crisis, a días de dolor;
[... oh sí, lo reconozco; ha sido un arrebato de mi mente de piedra,
un grito despiadado de furia, el calor duro de la sangre aún;
lo siento, lo siento, procuraré labrar con otra paz y ardor el sentimiento;
perdón, perdón, así lo haré, de nuevo mi perdón]

VERANO, instante

... movidos por la brisa ,


los sauces de la plaza se ondulan suavemente;

... son las once en la mañana,


y algunas mujeres charlan y ríen
junto a la furgoneta del tendero;

[... altas, por el cielo, tres nubes


se dirigen al oeste]

... quiero ir al río,


pero me voy con las nubes a buscar y rescatar la lluvia
para prenderme y quemarme definitivamente;

... tiene que haber pueblos y corazones jóvenes,


lejos y muy bellos, esperando;
... pero quién llegará, quién, si es tanto el aire.

LA DEFENSA

¿ ... quién defenderá a mi enemigo


y cuándo yo podré defenderlo ?
... oídme los que tengáis por venganza mi ser
o por odio mi nombre, oídme,
¿ dónde están, o cómo coger las afrentas y salir y crear con ellas
un triunfo con que crear algo nuevo ?
... vosotros, los que sabéis del amor – digo –
quizá podáis comprender la armonía
que quiero, el eje necesario de luz,
lo que más allá de la piel y la hiedra siembra, dirime y canta;
… porque corren voces tras el miedo llamándonos al odio
y el odio instruye muros;
ah, que caigan, que caigan definitivamente los años de frío
y los días de ruina; venga pues mi enemigo a herirme
y yo le hiera, y de esta herida nueva, suya y mía,
nos mane claridad, sea fuente viva donde las fuerzas beban.
DESOLACIÓN EN LA CASA DE AIRE

¿ ... qué o quién derriba mi casa ?


¿ cómo este viento, este arrebato o temblor que todo lo asuela y hiela como por dentro ?
¿ qué está pasando, que toco el corazón y lo paro como si fuera un río sin calor
y las auroras sufren miedo no sólo a despuntar,
sino también a ser y a diluirse aun ?
... necesariamente he de entrar en mi laberinto y urgir y convocar mis luces, mis espantos y fríos,
pasar por los hondones del umbral que guardo y seguir y seguir,
hasta lograr volver con el bálsamo que alivie las hondas cicatrices de mi alma;
... ah, si un atisbo de luz cayera en mi mano,
ah, si pudiera crecerlo y llenar con él los terribles huecos que va dejando la desolación…
… porque si con una gota de lluvia pudiera redimir el mar y oírme y saber qué ocurre allí,
- donde no puedo entrar -
¿ no lo haría ?
¿ no incendiaría el sol que se me apaga,
y herido por vivir no pararía las horas y rompería los sellos terrestres de la vida hasta hallarla ?
... fuerzas de mi alma ¿ puedo romperlos ?

TIERRA ABANDONADA

... y no, ya nadie vendrá aquí, nadie más pasará las tardes al sol de los otoños
ni reparará el estropicio del tiempo y del silencio, nadie,
ni nadie recordará que ahí mismo, bajo los ciruelos y los sauces,
engendré a mi hijo;
... el viento pasará ululando en invierno, y hasta los lobos, las cornejas y las nieblas,
pasarán heridos de soledad e irán muy lejos,
pues temerán el encuentro con la inmensa angustia que exhalan las piedras rotas,
las puertas, los aleros caídos, la tierra hostil y abandonada;
nadie encontrará la huella del almendro,
nadie el mar,
nadie una senda,
nadie una cruz ni una luz;
... y si este daño ingente resulta en el pecho, sin más, irreparable,
una llaga de amor, atroz y revivida, empuña su dolor y arrasa las palabras.

SIEMPRE NIEVA EN SILENCIO

... están cayendo los primeros copos de nieve;


parece un sacramento esta labor del cielo,
la levedad sublime de este oficio de aire;
¿ qué fuerza o qué razón instruyó este milagro del agua,
este ser luminoso que toca y salva con su alud de frío ?
¿ pues acaso da el silencio plenitud al amor,
al más profundo, a éste, tan hondo ?
... miradla;
mientras he escrito estas palabras, la plaza se ha cubierto de luz
que nace y crece, que vive y muere,
¿ cómo si no es que canta y se estremece la tierra ? ¿ la oís... ?
[... unos muchachos salen de unos pubs de la esquina
y los tejados brillan como un dios en la noche]

RACIONALIZACIÓN DE LA ALEGRÍA

... acostumbra el dolor;


llega la alegría y la estoy recibiendo con los labios temblando,
como si el cuerpo extrañara, como si la costumbre del dolor
hubiese obviado la irrupción de sucesos hermosos;
... es así que la alegría casi duele, pues con furia se aprieta contra el pecho para hacerse sentir,
para ser reconocida y asumida y de esta forma pronunciarse;
... y son tan pocas las gotas de rocío vivo que van apareciendo en la aridez que soy,
que las cojo y pongo por las grietas del ser cuidadosamente no para que crezcan,
sino para que no mueran;
... todo parece revertir a este momento en que me quedo quieto, escuchando,
como si el leve resplandor que tengo estuviera en peligro, y, con rapidez,
contra un mar taimado de oscuridad e insidia,
tuviera que ordenar las fuerzas para creerlo en mí, amarlo y defenderlo.

LOS DÍAS BREVES DE LA VIDA BREVE

... mi pueblo guarda las calles milenarias


que no tuvieron nombre,
sino polvo;
de sus casas cuelga el aroma del tiempo, el del aire,
de los gruesos tapiales, la hondura del cariño,
que con cuánto amor han dado posesión al musgo compañero
y con qué empeño a esta luz, a esta dulzura que todo lo acompasa y lo sosiega;
... yo traigo aquí a mi corazón para escuchar pasar los carros y los bueyes,
y poner a punto las ruedas vivas que lustran la memoria;
... si una calle es el mundo ¿ dónde, dónde hemos puesto tantas, tantas calles
que nunca coincidimos ?
... por mi pueblo, pequeño y solo, desatada del tiempo la mañana cruza;
a dónde irá tan de luz y guadaña, que, al mirarla,
seca la frente, pensativo me deja.

VIEJAS ESTACIONES

... estos viejos trozos de mi vida,


estas viejas estaciones con sus trenes raídos y varados entre huesos y hollines,
quiero abrirlas,
verlas sin miedo a la desolación y saber con qué vagón o rueda o instrumento
descarrilé un viaje y otro y otro,
y qué tiempo vino a estar conmigo entonces para ejecutar con saña y acritud mi error y mi desastre
... quiero entrar, sacar de mis vías muertas el don herido,
tocarlo con amor, reconstruirlo;
[guardaré los golpes que jamás resuenan por las calles ni se nombran;
con mis derrotas y fuerzas construiré una brizna de luz y algunas hojas de hierba exacta]
... no, mi vida no se para, y el ojo de la herrumbre no puede detenerla.

ACONTECER

... ser útil


y desaparecer;

... las espadas al río, la rosa,


viva;

... quisiera irme tras esta pesadumbre que alberga la tristeza,


y en cambio he de seguir y frotar con fe la brevedad hasta acabarla,
y verla, vencerla acaso;

… aunque, después de todo, marcharme de repente,


me agobia y acongoja tanto aún, tanto...

“FENICIA” (POEMAS DE AMOR)


Depósito Legal: BI-74-06
Reg.: 11.05.06-450/19709

Presentación
FASCINACIÓN

...arráncame, siénteme,
y, en tu mismo dolor,
ponme;

¿ … de dónde vienes
- dijiste -
¿ de dónde ?

… y un trajín de palomas y un rumor de jilgueros,


aleteó en tu boca;

… y fuimos nuevos, inmensamente nuevos,


como el rocío fresco de aquel primer instante.

PRESENTIMIENTO

... ábreme al sol de tus uvas maduras,


tómame y préndeme, Fenicia, y mi amor enloquezca con la luz
de tus néctares;
... cual aroma o rumor de marzo, entre brumas vienes zigzagueante,
dúctil como el aire, ágil como gacela;
… yo advierto que tus lumbres son el sol abrasador
de mis cuerpos y campos vivos, la señal, el deslumbramiento y muerte
de todos los poderes de mi alma;

... te presiento y huelo por las alamedas de las tardes tibias,


y campanillas y lirios te voy poniendo para que me encuentres;

… y si así es mi amor y brevedad, mi dicha y mi desastre,


al encontrarme, mátame;
que la resurrección me encuentre de este lado del mar.

POR AQUELLA CALLE ABAJO

... no, no sabía que por aquella calle abajo,


- con sus puestos de salchichas, sus tahonas y breves bazares,
con sus diminutas librerías y tiendas de helados -
la vida y la muerte me estuvieran esperando para alejarse la vida
y ahondárseme la muerte;
… porque al pasar levantaste los pájaros del suelo,
te los llevaste, y, al irte, me dejaste
como sin aire;

… por aquella calle abajo no recuerdo que te dije,


ni nunca sabré por qué bajé y continué bajando mientras tú subías;
tampoco pude comprender que tan vívido fuera un instante de luz quemada
ni que tanto hiriesen los posos de ceniza;

… ¿ y cómo vivir ahora ? ¿ y cómo volar ?


si levantaste los pájaros del suelo, te los llevaste y me heriste de muerte la garganta,
cómo, cómo vivir si me dejaste desierto el mundo y sin verdor el aire.

QUERERNOS

... amiga, tienes que soñarme entre tus pechos para que te viva
y abrir las puertas para que entre y, dentro, sepa, que el amor y el fuego esplenden
todos los abismos y lagares de la tierra;

… conmigo,
que sueño con tu vientre de alondras y trigales,
de arenas puras, de trazos cálidos
y lumbres;

… tengo que coger, Fenicia, los gritos de tu boca con mi boca y dártelos,
oírtelos llegar y sentir en desbandada tu aliento mientras te mimo
y quiero;

… tenemos que abrazarnos frente a la soledad,


frente el olvido y la muerte,
cariño, necesariamente debemos abrazarnos contra el alud
del frío;

… compañera, tenemos, tenemos que querernos, y, en la entrega, mirarnos,


y saber quiénes somos.

BAJO LA TORMENTA

... como sobre racimos, la luz se posa y enciende por tu pecho lagares y vendimias; mientras, la
mañana arroja como presagios lanzas,
y, como besos, lluvia;

[… se elevan y estallan los capullos de las rosas,


¿ los oyes ?
¿ u oyes cómo acoge la tierra alborozada
los destellos de sol
y brotan amapolas y jazmines ?]

... tu ardiente aliento abrasa, y es aquí donde converge el fuego con los fuegos
y en su virtud se tocan, se funden y se abrasan;

... nuestro silencio es puro y hondo frente al clamor terrible del cielo y de la tierra;
todo, todo es valor, y, sin embargo, las gotas de lluvia nos aturden.

REENCUENTRO

¿ ... retienes aún, Fenicia, el día aquél de aurora breve,


el que nos quebró los pechos y las horas y nos desmembró la vida
porque la amábamos ?

… me pregunté a menudo entonces si no serían los dioses y las bestias


quienes construyeran en mi corazón salvaje el dolor que tuve,
el que mató las flores y lo niños que éramos;

pero ¿ podría acontecerme ahora esta furia de sangre que me tensa los brazos,
este mar por mi boca al nombrarte,
y esta alegría que me parte los huesos mientras te beso ?

... te encuentro, al fin, cuando junio marcha ardiendo por trigos y amapolas,
cuando se torna un dios de fuego y va tirando cerezas a los hombres
y a la eternidad, éstas, tan dulces y rojas, que en tus manos y en mis manos,
ah, Fenicia, a ambos tocan, nos queman y nos besan.

AL CAER LA TARDE DE JULIO

... la llovizna de julio reverdece los fuegos


en la tarde;

... mientras surge y vuela una paloma hacia un destello de luz,


en el hueco de tu mano
va mi alma;
... y mientras los autos pasan y pasan, bajo los aleros, la ciudad cobija
el corazón
y un bando de gorriones se aturde
y se recoge;

[sí, en las rosas


de tu mano,
albergo yo mi alma]

... cúmulos de pájaros y dioses chirrían y sisean bajo el alto haz de las palmeras;
pero en la lluvia de tu mano, recogiendo tu fuego,
libre y encendida, va mi alma.

AL ALBA

... si limpios son, y profundos, Fenicia, los cielos,


nunca la mañana fue tan bella como en tus pechos altos,
su hondura, o en tu piel dando este olor a mimbre y a tomillo,
a támara y a hierba fresca [te amo]
… no preguntes por esta intemperie de oboes sonando
ni por la ebriedad sublime de la sangre;
tras nuestra sed de mar y el oficio del frío,
este son nuestro es de rosas, de luz y miel, de agua dulce cayendo;
… todo es frágil y breve en este instante, todo,
como la aurora prodigiosa y serena que en tus muslos enciende
tempestades de fuego, y ya, por siempre, bajo el sol, inmortales.

CARIÑO

... no hay más verdad, cariño, que la de la vida;


ni siquiera la muerte ha podido tocarla, ni siquiera el dolor
ni el olvido; cariño, ni siquiera el olvido;
... cuando toco tu cuerpo y ardes y mis brasas abrasas
y la inmensidad se incendia como un colibrí de amapola y agua,
acaso ¿ no es la vida ? ¿ no es la vida cuando guardamos
nuestros pequeños ruidos del corazón en la mano,
y por ellos sabemos que sigue la esperanza ?
… y cuando acude el tiempo y toma el aire su verdor de alegría
y por un instante surge una chispa de abundancia y gloria,
dime ¿ no es esto vivir ? .. porque si esto no fuese un don de vida,
entonces, cariño ¿ con qué, con qué somos, con qué resistimos ?

ESTA OTRA CREACIÓN

... llego a ti, roto por el día, dividido,


tirando por mí mismo y por la furia desatada sobre papeles y números,
traigo los mares sin orillas, la sangre ausente, el pecho sin costado;
… y de pronto, como ligeros brotes de lluvia, tú,
dando savia a mis raíces, mojándome,
hecha pan y abierto como gigantesca hogaza para mí,
- concha vacía -
y me buscas para crearme y darme rostro;

… y eres ahora Dios, tierra y alimento,


eres en mí todo esto porque entonces vuelvo a ser humano y a reconocerme,
a sentir que mis palabras dicen algo,
empiezo a beber la lluvia que netamente me derramas tú,
que naces cada día para crearme.

ELEGÍA FUNDAMENTAL

... tú has visto – pues que los trajiste – los mares incendiados por el alma,
y así nos conocimos: bebiéndonos y abrasándonos, cual huracán urgente
de sed y fuego, el que arrebató el vigor y la ternura hasta convertirlos en sino,
en muerte, en vida y estruendos necesarios;

¿ … te acuerdas cuando la vida ascendía desde la tierra


con esa sensación de lo indescriptible, verdadero y perdurable?
¿ te acuerdas, lo recuerdas aún... ?
¿ … y cuando contra nuestros brazos crecía el amor llamándonos,
tocándonos y ofreciéndonos ser estrella que alguna vez habita el corazón
y muere, te acuerdas, podrás, puedes recordarlo ahora ?

¡ … te he visto tantas veces huyéndome y buscándome y diciéndome


que no, que el mar no existe, ni los labios ni tampoco el mundo aquél
de las luces purísimas… !

¡ ... qué, qué podrá detener la fuerza de este mar incontenible,


y por qué tendré tu luz entre mi luz, si ambos somos temblor,
y miel, y sueño y brevedad en este instante !
¿... por qué, amor, por qué, por qué ?

ALGO MÁS

... ah,
yo sé que toco algo más que tu piel;
como si un mosto y música nacieran por tus vértebras
y rodando, y creciendo, vinieran por mis brazos y abrieran
por mi cuerpo dulzainas y timbales;
… yo sé que bebo algo más que tu aliento salobre;
pues sé que por tu boca rugen los mares con sus fuegos,
la muerte y la piedad;

…yo sé que por ella claman dioses y hombres desesperados,


como asimismo sé que mi espíritu quema y que tu espíritu hierve,
y que ambos, desde el mismo umbral del aire, expectantes y atónitos,
nos sostienen y miran.

REQUERIMIENTO

... tienes que coger la libertad y venir a este barrio mío


de espejos rotos, mostrar tu alma al mundo
y que todos busquen a trozos tu reflejo;
… amada, no seas mía nunca, nunca;
acompáñame de vez en cuando a la vida, entra,
tomemos un café y huye, escapa escalera abajo,
vuelve;
... mientras te alejas, vislumbraré cómo engendra la luz
el movimiento y el grado de esplendor que adquiere el ser
cuando derriba puertas, blasones y atalayas;
[… quién, quién será, me diré, cuando ya te hayas ido
y te encuentres en la calle]
... amiga, tienes que venir a mi barrio cuando yo esté ausente,
cuando nadie tenga certeza sobre quién puedas ser,
y todos, todos pregunten por la desconocida.

TERCERA ETERNIDAD

… cómo dos días con sus noches, dos universos de tristeza, redujeron mis labios,
mis brazos, mi cintura, la algarabía de mis pájaros para a callarlos y entreabrir el olvido;
no estaba mi corazón conmigo sino todos los golpes y equipajes vacíos, la herrumbre,
la desesperación de un alba sin vestido y yendo ciegos y despiadados
por mi sangre;

... jamás sabrás cómo se nombran las horas asesinas,


ni cómo caen lo soles por el pecho partiéndolo y quemándolo,
para luego ahondarse por el alma en busca de refugio que albergue y aparte la locura;

[te nombro y es la luz]

... no, no sé que desconcierto de mares, nieblas y hojarascas


estuvieron matando en mí latidos de paloma y olvidándote;
mejor - confieso ahora - hubiera sido morir para sentir contigo esta dura ausencia
a que llevan los sueños imposibles; ahora sé por qué el amor transita
por tan íntimas estancias de la vida y es un dios de luz y fuego,
y por qué prende la verdad e incendia – tal cual vivo – la ingente conmoción
de este momento.

TUS OJOS

... desde el sol de los arroyos, desde el cielo y la tierra desnudos,


yo traía, oh Fenicia, mi sed de ti,
buscándote en el pecho;

... y llegaste, y todas las fuerzas y dominios se engendraron para hacerse


luz y fuego en ese instante,
principio que latió con furia
contra los odres rojos
del corazón;

… nunca supe – pues nadie en la alegría sabe – qué grito dio la vida
al fundir tu aliento, mis hambres y sus luces;
.........
.........

¡ ... y cómo enunciar la estancia en que te habito,


pues cómo, ay Fenicia, sentir la luz vibrar y explicar sin más tus ojos, cómo !

QUÉMAME

... quémame, arráncame de cuajo el silencio de los ojos,


taladra mi corazón y el final no será roca,
sino sangre hirviendo para llenar el río de tu vida;
... por arboledas de fuego has venido a beber mi mar embravecido,
a instruir en mi pecho una canción de olas;
[aunque sé, ay querida, que hemos de romper nuestras venas de cristal
y reparar con celo y daño el pago inexorable de este tiempo frágil con su edad hermosa]
... pero ¿ habrá después ? ¿ y refugio para las fuerzas rotas del agua,
habrá ? ¿ y qué será del fuego ? ¿ y del amor, de este amor si algo quedase... ?
¿ … es que acaso no habrá de importar que hayamos de mirarnos tal vez
salvajes e irreconocibles ? ¿ y por qué no - digo - como dos infortunados
que tuvieron el don de compartir el mundo y todo lo vivieron conscientemente
con furia y plenitud como es y está siendo aún en este instante;
por qué no, Fenicia, por qué no, aunque algo nos esté gritando
que tras esta aceptación estallará el dolor y se excitará convocándonos la muerte…?

OLOR A MANZANAS

... mientras la tarde vive y se abrasa contra el pecho del mar,


sus cenizas desprenden olor a manzanas y tu cuerpo vibra;
... tu cuerpo, tu cuerpo de castaño en flor, de seda y mimbre,
de león y agua;
toda tú reconstruyendo mis manos y mi corazón en ruina,
y mi sed de muerte herida y acabada;
... ah, esta luz, Fenicia, recordémosla y celebrémosla siempre, siempre;
… porque, adónde irá a parar - digo - a qué otros mares y orillas arribará
este increíble y puro instante;
… cómo, cómo podrá aparecer nuestro último día con su piel de bronce,
aquél en el que tal vez caigan las constelaciones
y mudas y oscuras hayan de continuar fluyendo del fulgor de la memoria,
chocando e hiriéndose contra el verdín de calles y plazas,
rotas y despiezadas ya,
por el olvido;
Fenicia, cómo, cómo será ese día, ah, pensémoslo y apretémonos hoy;
ah, con qué, con qué nos hablará;
… aunque después de todo, este olor a manzanas, este pulso nuestro que tanto puede,
cuando estamos aquí ¿ no nos da resplandor y fuerza ?
amiga querida ¿ no nos hace ciertos ?

PLENO VERANO

... con los pechos mojados por los óleos del alba
amaneces;

... no puedo perseguirte


con la luz
del rocío,
no puedo coger un hilo de sol y coronarte;

... como animal salvaje, te deseo;


lo demás,
es lluvia, éxtasis, sedas y abandonos.

LA CARACOLA, EL FUEGO Y LA ARENA

... si por amor ardiera el mar


y en una caracola oyera
tu voz
de atardecer marino;

... si en el centro del ser se juntaran


el agua y el fuego
y yo te sintiera quemándome
la vida;

... si mi cuerpo
a golpes se quebrara
y cayera en tus manos;

... ay amor,
si después lograra contemplar tus ojos,
tus ojos, amor,
sería caracola ardiendo entre la arena,
y en tus manos ceniza después de haber vivido.

TEMA DE AMOR PARA UNA BALADA TRISTE

... de tu cuerpo a mi cuerpo, Fenicia, relámpagos;


de mi cuerpo al tuyo un río, un beso en vendaval, una marea;
¡ …ay, cómo te he amado, y cuánto !
¡ recuerdas aquel temblor de rosas abiertas,
y qué ambrosía detectaba en tus pechos la furia de mi aliento !
... sí, es difícil recordarte y no obtener un instante hermoso
de luz por la memoria;

… éramos un hombre y una mujer, un hálito, un rumor, un cántico,


un eco solo y purísimo ¿ te acuerdas ?
fuimos una vez;

… hasta el alba de un día cualquiera en que ladraron los perros,


y, sin cansarse, toda la noche estuvieron ladrando, ladrando y ladrando;
aún brillaba la luna cuando, cerca de la madrugada,
se alejó la jauría con la muerte.

LOS JUEGOS

... cuántas veces te sentiste insecto entre mis brazos,


urdiendo columpios entre mis telas de araña,
y te dejé ir,
en busca de otro instante para seguir jugando;

... cuántas veces besaste la mañana en mi frente


porque viste el sol en mi corto horizonte,
cuántas viniste a mi fragua a forjar hierro nuevo
a costa de nuestro amor hecho chatarra,
y cuántas, cuántas inventamos besos sin bocas, abrazos sin cuerpos,
cuántas, una lágrima ardiendo sin estar llorando;

... y cuántas, cuántas hemos muerto y el alma nos ha engañado, cuántas, cuántas.
RESPLANDOR

... cuando el mar se abrió, seguramente ya supiésemos, Fenicia,


que la felicidad no existe y que no ha existido nunca, nunca;
¿ … cómo explicar si no las brisas de dolor que nos lamen la espalda
como lobos de hielo y que ambos viniéramos tan dúctiles y ágiles
para esta muerte ?
¿ … cuál ha sido, si puñal o hermosura,
esta verdad que al fin asuela y deshabita ?
¿ … cuál la razón - dime - para huir el tiempo frente al tiempo,
sabiendo que huracanes y estruendos han de vertebrar por siglos
este frío tan nuestro y tan del alma ?
… porque ¿ en qué puede consistir el olvido, su guadaña y labor,
si a pesar de esta inmensa ruina, ah Fenicia, y mientras muero, te amo ?

AUTÉNTICA

¡ ... amante, amante, amante !

... he sabido de una arruga en tu rostro,


y he venido
a verla, a tenerla, a celebrarla;

¡ ... amante, amante, eres verdad sublime entre mi vida,


ah, corzo o gacela, tú, en la arboleda, amante !
... tus ojos ¿ de dónde vendrán ?

... si tú me dejas, voy a guardarlos, ahora,


que son tan hermosos.

CELEBRACIÓN DE LAS ROSAS


[elegía íntima]

... ahora, que sosegadamente te miro y estoy pasando las yemas de mis dedos
por los huecos sagrados de tus vértebras,
cuando acerco también los labios para seducirte y resucitarte
y al fin saber quiénes somos,
ay, me está asaltando ese instante brutal con que irrumpe el olvido;
... y con este vértigo, mientras me declaro y hago hombre por tus dunas solares,
qué sombras y qué desolación aguardan tras los últimos besos y la última arena,
qué temblor mientras recojo por tu vientre lumbres y estrellas vivas,
y qué lóbrego, abismal y terrible silencio invoco para que no me oigas luchar
contra la verdad;
… y no, no sé dónde poner las hordas asesinas,
ni sé dónde la luz, ni cómo forjar la paz del dolor del mar,
ni tampoco, tampoco esta costumbre mía, de celebrar a un tiempo, las rosas y la muerte.

CAPÍTULO III – Poemas para un día después

RECUERDO

… aún, aún corren gotas de agua


por tus pechos temblando;
cantan aún las chicharras al son del mediodía
y el aire del rastrojo llega y huele a hinojo,
a higuera y a tomillo;

…y aún, aún embriagan los murmullos del río, y tu piel, y las torvas de sol
y el frescor de la hierba,
aún, aún;

… y tal vengo a recordar ahora tus bálagos y nieves de agosto:


la sangre hirviendo
y los cuchillos vivos con que me mataste;
…y aún, todavía, recuerdo que por días y días, sangrando, y descalzos,
estuvimos corriendo y corriendo sobre todas las piedras.

BREVE EXÉGESIS PARA UN TIEMPO IDO

… y largamente me quedé pensando en cómo eras,


o en cómo aullaron los cierzos de marzo y las iras de agosto,
que tanto afligieron nuestras yemas tempranas;
pero, sobre todo, en que no supe hacer que del fuego solar descendiese la lluvia
y en la piel del volcán germinara una rosa;

… y no, no había desamor ni nieblas cuando escuché el silencio;


sé que a veces se aparece la eternidad con esa esmerada placidez,
casi dulzura, cual paz que orea, que limpia y calma;
... así surgía nuestro amparo o don de las resurrecciones,
la transparencia lúcida de todo cuanto con amor ha sido y con amor ha muerto;

... reconozco y siento tu sublime libertad y el aleteo de tus pájaros alejándose,


y también ese poso apacible y cálido, reconocible aún,
de la ternura fresca

A TRAVÉS DEL CREPÚSCULO

... estoy viendo vagar toda mi sangre a través del silencio de tu mirada,
- rota por el incesante golpe del mar contra la tarde -
mientras el aroma del agua se extiende por las flores salvajes de la orilla,
y, unos niños, recogen de las olas polen como un diluvio de sol en sus manos;
... sin embargo, tú sigues dulce y triste como una manzana prematuramente pálida,
inaccesible y distante, consumiendo nota a nota la avidez del mar
contra el son de tu pecho;
¡ ... hasta dónde, hasta dónde crecerá tu hermosura hoy,
que el dios azul y verde se ha agitado tanto !
... un crepúsculo rojo se levanta y a lo lejos prende atavismos del agua,
pero has visto, y sabes, que la luz abrasa y salva, haciendo irrepetible y triste
la crucial edad de las cerezas;
[ una brizna de tomillo y lluvia florece en tu rostro]
... recostado en la arena, y al trasluz de la bruma,
más allá de tus ojos, e invisible, te miro.

PARA ESTAS HORAS

... compañera, podría parecer como si este día bronco,


hubiera llegado dispuesto a exterminarnos del alma la sed
y la memoria;
… y, sin embargo, algún amor quedará sobre la mesa, alguna melodía
que se resista a morir, aquí y allá algún espejo roto o ajado,
siempre algún cariño rodando, algún beso último,
tal vez el primero;
... que esta amistad mía te dure; la que quiero cuidar y llevar en el pecho
contra todas las noches y propósitos, contra la propia muerte,
que te dure siempre, siempre;
y no, no te quedes sola frente al río, pues la paz del agua destruye y besa,
y luego, también, al recordarse;
... amiga, partamos, no importa;
ya ves, libres, cual si viento, con fe y afecto nos reconocen y reciben los álamos;
[…y al marchar va la sangre serena,
pero dándose golpes tintinean las hojas y los caballos del pecho piafan y tascan
contra los muros del corazón; éstos, indomables y airados, terriblemente airados,
con insistencia y furia por el alma pugnan, se hostigan y encabritan]

DESPEDIDAS

... nosotros, que nos hemos despedido tantas veces,


que nos hemos mirado uno en los ojos del otro para calmar la angustia
o defender nuestras copas de oro, conteniendo unas gotas
de furia, suaves y fragantes - pero que ambos sabemos
que son veneno puro que nos van matando, desarreglando
el alma y el fulgor de la vida -
aquí, aquí estamos de nuevo blandiendo los cuchillos;
... nos hemos despedido, digo, tantas veces en éste mismo instante,
y tantas, tantas hemos hecho el silencio que hiela y ofende,
que no sé si hoy, cuando el pulso tiembla y su son a oscuras nos celebra aún,
- no sé, insisto -
si valdrán éstas pocas palabras para matar definitivamente esta luz
que a duras penas nos sostiene y salva;
[amor mío, y no sé, lo ignoto, no sé si valdrán los cuchillos]

OTOÑO: realidad y canto

... alguna vez, al pasear entre el tedio y la soledad, cuando la brisa


y el rumor de las hojas caídas vayan contigo, rodando y acompañándote,
sentirás de pronto un murmullo de voces y te sobresaltarás, deteniendo un instante la sangre,
su raudal de memoria y el calor que tiene;
[... y no, nada habrás de temer, pues obviarás la nostalgia excitada y de nuevo elevarás el vuelo
y aletearás en lo alto hasta quemar la piel]
... hay, y queda, efectivamente, un largo fulgor por los otoños: rosas, días varados
en templos hermosos de ceniza y cal, miedo también, y duda, y fuego puro,
mares helados con que la mente vigila y cerca los atronadores vendavales de la pasión sin fin;
[pero un golpe de juventud termina siempre con nosotros]
... es la rebelión del cisne íntimo, el último estertor contra la sombras,
contra ese tedio final y el implacable ruido de la soledad;
... nadie, nadie puede impedir esta derrota, ni siquiera la bulla de estos pájaros míos,
picoteando en el pecho, en la sangre, en las irreductibles hogueras del corazón.
MUJER DE FUEGO

... recostada en el pretil de la baranda,


el sol creaba aguamarina en sus ojos y en su pelo
lumbres;
... al descubrirla con el asombro y fuego que evocan las resurrecciones,
tomé la vida y, con urgencia,
corrí hacia el pecho y lo puse a vivir;
... y viviendo la estuve mirando tanto y en tan hondo,
que mis lumbres se fundieron con sus lumbres,
arreció el misterio de la mujer quemándose,
por lo que el jardín y la baranda y el aire de mi aliento ardieron;
… por ello tengo ahora esta memoria mía, esta visión indestructible del mar
con ardientes olas por mi vida, abriéndola y quemándola inexorablemente;
... oh belleza, belleza, ponte de rodillas conmigo y callemos hoy, ahora,
quedémonos así y enmudezcamos ambos.

LA FLOR QUE QUEDA

… porque esta dimensión me restituye, me ampara,


pues el amor es un alto vuelo con el que todo se altera y origina;

… así la luz o mar que queda,


esencia purísima que acoge, arranca y salva al dios de entre el fragor ingente de la tierra;
y porque la vida es un río que expone sus misterios al corazón,
y el corazón - a fuego puro, y en su aridez mojado -
conforma esta verdad silente y viva que incendia y resucita;

… pero ay de mí ¿ cómo venir al dolor terrible y cantarlo con su amor,


si la sangre, visceral y airada, nos destruye tanto y retiene en él, cómo... ?

Depósito Legal: BI-74-06

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TÍTULO:

“ÉPICA Y LÍRICADEL DOLOR”

Presentación

PALABRAS

... mis palabras, que no construyen hoy ni puentes ni estrellas,


y que a menudo crepitan como fuego cogido de los rescoldos duros del corazón,
mis palabras, digo, las pongo con cuidado aquí, en estos versos,
como sin luz ni tiempo apenas, dudando casi;
… poco hay que ofrecer desde el don no habido,
desde esta intemperie aciaga de los hombres que vamos con las manos en alto,
tanteando y preguntando sólo, ahítos de ingentes guerras, cegueras, y extravíos;
[una fragilidad pavorosa me toca cuando inquiero al alma qué he de de hacer o dar,
y el silencio aprieta el pecho y hace daño con su inteligencia sabia y honda, pura y desmedida]
... oh amigos, aunque tristes y pocas, retened y juntad mis palabras,
tal vez, algún sueño, pueda hacerse con ellas.

CAPÍTULO I – Crónicas de urgencia

PRIMERA REFLEXIÓN

... este descalabro de mi vida, este golpe exterminador de ángeles y rosas,


este acontecer que se me ha adentrado en el pecho y me ha llenado de estragos la sangre
y el discurso del cielo, me asedia, me tensa y duele;
... no quiero exagerar en cómo es la soledad mientras se instruye,
o cómo llega la estulticia del tiempo y va invadiendo los hombros,
los brazos, la cintura y los pies sigilosamente, cómo tira sobre el diván del loco
porque ya no quedan pájaros por pasar a través de la ventana y el daño es grande:
una constelación desconocida y descontrolada de ejes y cuerpos, estridencias y órdenes;
yo sé que es un momento de mínima virtud y de escasísimo hombre,
una refriega de lobos enjaulados por y en mi propio frío;
… pero sé también que esta ruina mía pasará, aunque a dicha resurrección
nadie esté convocado y los lobos me aúllen hora a hora, día a día y año a año
por las venas tensas y heladas del corazón;
… yo creo, creo en la vida de mis huesos sitiados;
¿ dónde si no construiré lo que espero ?
¿ dónde si no la libertad ?
JERICÓ

.. cuando estaban a punto de derrumbárseme las murallas,


las que defendieron mis besos terrestres contra el frío, contra los golpes y las voces de ira
y vi que no había más remedio que agarrarme a mí mismo por las solapas,
para sostener mis piedras y sostenerme con ellas, fue cuando me dije con furia:
“si no eres apto para comprender, para aguantar el dolor y en soledad transformarlo,
no servirás para dios, no para guerrero y tampoco para padre;
porque si no eres capaz de unir las manos y sostener a un tiempo el pus, el orín y la vida,
entonces es que eres un bárbaro y cuanto has tenido, vivido y quemado,
cuanta ceniza habita en tus ojos sin agua, no te dará una amapola
ni te traerá el resplandor del trigo;
… pregúntate, pregúntate – me exigí de nuevo – y recuerda los hechos
en que estuviste a punto de ser flor admirable, de recuperar tus lágrimas y horas de piedra
tras el fin y el desastre, recuerda dónde y por qué caíste muerto entonces”;
… en definitiva, no sé por qué resisten los huesos o por qué se incendia de amor y luz el mar
cuando baja el lodo por los anaqueles del corazón y todo gime, se desvencija y tiembla;
... cual toscos milagros, se supone que así se estructuran y determinan los hechos:
decisiones de hierro con que afrontar las turbias e irreverentes horas que aún han de venir;
las de este interminable, purificador e incondicional combate entre el ser y la muerte.

RUIDO

... estoy dentro de mí, voy bajando hacia las profundidades


de los pulsos oscuros;
 ... qué difícil es concebir desde arriba el ruido que producen el mar y el fuego
golpeando el ser;
no puedo deciros por dónde estoy cruzando,
ah, no quiero, de ningún modo, un culto que consagre y colme la desgracia de la memoria
... si no me acompañara esta luz,
- la frágil cerilla que da el dolor -
¿ podría entrar siquiera en donde tanto estuve,
tanto destruí y tanto amé ?
 ...pero la ley que me instituyó, la que ahora me destruye,
¿ conocería lo ingente de este ruido, su hondura,
la impiedad y tormento de vivir?
... dentro de mí se agitan voces, alucinaciones y gritos,
el mundo rueda loco y ante mis ojos todo gime y se estremece,
se hincha y crece, se agrieta y rompe;
… aun sabiéndome en mí, me siento preso y asustado
y no sé, no sé exactamente dónde estoy,
pues el ser y el mundo se enfrentan y golpean, se diluyen, van y vienen,
y un viento seco, helador e hirviente, sin escrúpulos, siento que me está robando
fuerza y luz del alma;
… oh Dios mío, Dios mío, no puedo más y mi cerilla se apaga;
… no oigo el ser, estoy perdido, no encuentro el dolor.

BAJO LA PIEL

... para calmar la sed del ser estoy llamando;


y llamo y llamo hasta que los sentidos responden que no hay nadie,
que sólo queda dentro esta intuición mía
de querer vivir,
y que me estoy helando y rompiendo bajo el temblor del cuerpo,
irremisiblemente abandonado y desoído;
por lo que a esta conflagración a vida o muerte, a esta lucha total
contra mi piel vacía, llamo a mi vieja sangre y a mis dioses raídos,
más aún, llamo y llamo a aquella insólita e indestructible fuerza
con que por primera vez sentí el amor y lo estreché en mis brazos;
... cómo, si no, esta pasión de resistencia, esta audiencia tan profunda y dura,
cómo si no este canto desesperado y a la vez mortal, intrépido y sublime.

MEMORIA PARA EL CONSUELO

... esta noche, cuando apagué la luz y encontré mis huesos


y una vez más sentí que resistían los golpes, el silencio y la oscuridad,
tal vez me invadiese el cariño, la compasión quizás,
porque a toda prisa fui a buscar memoria a mi sangre para el consuelo y dárselo;
... y la traje;
traje primero de la que tanta tenía y la puse allí, al lado,
y nos dolió;
pero enseguida tuve que introducirme por años y horas y regresar a cada tiempo
porque quería traer a este empeño, a este instante de vida, algún calor,
alguna brevedad con que acontece y pasa la alegría alguna vez,
por lo que durante mucho rato estuvimos contemplando aquellas pocas cosas de mi alma;
... con amor, mis huesos y yo estuvimos callados y quietos,
como si hubiésemos hallado una manera para dialogar y acompañarnos,
y para saber que el alba ya nunca volvería a encontrarnos tan lejos, en la oscuridad y solos.
PERSEGUIDO

... me persiguieron, me inquirieron y me traspasaron los ojos buscándome;


en su acoso, se adentraron por ellos buscando a fuego las claves secretas
de mi alma;
… y yo huyendo, refugiándome en los huesos y en la sangre,
una y otra vez cruzando la cintura, partiéndome y partiéndola …;
… fue entonces cuando me quitaron los zapatos y sentí los pies
solos y fríos, cuando, exhausto, mientras me arrastraban, arañé el asfalto
y las piedras y las fuerzas huían de mí y del mundo,
fue cuando lleno de desolación no pude más;
... por fin, de cuajo, sin calor ni mesura, entre el sudor y el fango,
envilecieron mi miedo y me lo restregaron contra la sangre caída;
[... así ocurrió cuando aún no sabía que, con solo quererlo, podía destruirlos]

NO ENLOQUECERÉ DE MIEDO

... en estos momentos precisos de mi vida, quiero mirar,


sentir conscientemente que soy y estoy aquí,
contemplar mi sangre
y ver
que mi memoria contendrá esta alegría;
... si no fuera por la emoción de ahora mismo querer vivir,
la de arrebatar mi cuerpo, abrir su oscuridad y escucharlo dentro,
tal vez tuviera que creer que nada era y que nada se ha perdido
porque sólo ha habido tierra y pulso y sufrimiento;
… pero este instante, consciente y puro ¿ quién podrá arrebatármelo ?
¿ quién podrá impedirle ser mi propio e íntimo pulso,
el audible y fiel testigo de mi corazón ?
... no quiero mirar alto, sino este brevísimo acto
que se acabará y extinguirá conmigo;
... no, no creo que tuviera explicación si enloqueciera de gozo,
pero ¿ la tendría acaso para enloquecer de miedo ?

PRENDER LA ETERNIDAD
... este escrutinio de dolor, el que hiere y pone en carne viva la voz,
los labios y los huesos, este cansancio final de lo que hay o queda,
[tedio, brevedad y frío]
¿ hasta cuándo, hasta cuándo ha de ser ?
... dios de mi cuerpo, levanta un manantial de fuerzas vivas
con que atajar mis ríos y mares negros,
observa en qué temblor mantengo el ser y en qué desventura
la fe en sí misma se extingue y no consuela;
… porque ¿ acaso es lícito humillarse, detenerse y ver después los desastres surgir o pasar ?
¿ lo es la soledad con el vasto dominio que entraña su poder ?
... oh viejo dios con mis crisis de hombre, necesito vivir, tensar y hollar la luz,
prender la eternidad con este instante duro aunque luego los derrumbes me destruyan los hombros
y no aparezca ni amor ni libertad, ni siquiera un mínimo canto con su brizna de lumbre
en el pecho;
... oh dios que discurres por mi sangre callada y herida, levántame las manos para seguir,
tócalas con tu fuego vivo y préndelas, reconstrúyelas, sácamelas del estupor de la muerte
y házmelas capaces para la lucha.

SECUENCIA DE LOS DÍAS

¡ ... quién, quién no tiene memoria del temblor de una tarde


o no recoge un rastro de polvo con el dedo tras la ausencia…!
… el mundo es apenas un tibio cariño, una rueda infinita y un tintineo
de agua, sólo, apenas;
 todos los hombres estuvimos reunidos un día para construir una plaza viva
y la plaza se asustó, se fue, y todavía seguimos buscándola;
… porque hay quien coge un puñado de tierra, lo aprieta y lo entierra en la mano;
y hay quien siembra en él y con el fuego hallado, tras restañar la locura,
construye la mañana e inicia con ella la resurrección del mar
… los días comunes son así: cuesta andar por la mañana y llegar al trabajo y los mercados,
cuesta toser, saludar, sentir la luz en la sien, escucharla;
¡ ... ah, si no instituyéramos tormentas… !
porque la mayor parte de nuestras vidas,
- lo sepamos o no -
la pasamos cerrando cosas y defendiéndonos del ruido
y miedo que produce la eternidad creada;
… por dentro, y mientras escribo esto, el viento, ululante y frío, me golpea y aturde;
es mi tormenta helándome y deshelándome, la que me hace, la que aún no acierto a mirar
ni tampoco a describir;
por eso, por eso seguramente la temo.

MANOS DE PIEDRA
... mientras voy contemplando la irisación del aire y pulso con sigilo la levedad,
por mi cuerpo mana y corre una pregunta incierta, y una nube negra y un concierto gris;
¿ ... es que habrán de volver las lágrimas para saber ? - me digo;
y un silencio empieza entonces a recogerme a trozos la salud, el desdoro del tiempo me recoge
y asimismo el calor, y juntos se dedican a curarme y a ponerme en pie otra vez;
... y cual si fuera un dios iracundo que se reconociera así al amanecer,
se me pone a rugir el alma, sus amasijos ruedan, chocan entre sí,
y sin medida y freno marchan rodando por el pecho; toco éste y me digo con paciencia
que qué estragos lo habitarán, que qué ordalías, que qué esperanzas calladas
o qué, qué pasiones;
y, sin poder evitarlo, pienso también en el dolor que llegará a resumirlo y concluirlo al fin;
… entonces me sacude un temblor y, en ese momento, ya no señalo nada
ni discierno nada porque el aire en lo alto sigue igual: con las llamas tirando
del cielo para abajo y la eternidad hecha a golpes de espanto y miedo;
… oteo en mi vida y creo descifrar en la sangre una brizna de amor
que seca y desesperadamente lucha por mí contra una ira estática y sorda,
contra el golpe helado del corazón.

EL ENCUENTRO

... con sombrero de paja y rosas venía la muerte;


avanzaba elegante, resuelta, con esa satisfacción que evocan el poder y la fuerza,
y yo, inmóvil, me quedé mirándola;

... cuando llegó junto a mí, deteniéndose, preguntó:


¿ por qué me haces frente ?
... y respondí: “porque soy más fuerte que tú”;

…y evitando mi cuerpo, lívida y llena de ira,


echó a andar, elevó la barbilla, y arrojó contra el suelo el sombrero.

MAGNITUDES

... si viniera Dios conmigo esta tarde a tocar tantas cosas y me enseñara
a resucitarlas, oh pies, oh levedad, oh entendimiento…
… porque pesan los días como piedras, se hunden en los bolsillos de las gentes
y tiran para abajo en el trabajo, en las cocinas, en las calles;
por tanto, cómo, cómo resucitar los días;
… si esta tarde viniera Dios y asomara a este rincón
en que amasamos eternidad, vería la labor que queda;
… pero estoy solo, porque me ha encargado resucitar la soledad y el mar,
y no sé cómo acercarme a ellos para que no me maten ni me teman;
¡ ... ah, ah, si detentara la alegría… !

QUÉ SÉ YO

... qué sé yo;


teníamos pecados redondos y frescos y grande el sentimiento;
era cuando el agua corría por las calles, bullía el aire, y la luz sembraba
con enjambres de oro la mañana;

... qué sé yo lo que fue;


mi padre me ataba fuertemente los zapatos y mi madre amasaba
el sudor de la tierra;

[... la claridad de los niños dura siempre; aun en las mayores desolaciones
se asoma por puertas y ventanas, se inquieta, sube y baja, se marcha y regresa;
hasta para invadirnos de forma definitiva, poco a poco acaba por socavar y desmoronar
las pulcras y omniscientes paredes del corazón y allí queda]

... y qué sé yo, qué sé yo por qué tengo y agito en las manos
un candil y una espada,
qué sé yo cómo he de defender la vida, qué sé yo;
pues si es humano que me surja la duda y con ella converse,
también sé que la espera puede resultar mortal para el don del guerrero;
… qué sé yo, qué sé yo.

CAPÍTULO II – Algunas afirmaciones

EL HORIZONTE Y YO

... mientras voy por la orilla del mar, el horizonte viene a mi corazón y, juntos,
andamos en silencio; y andamos mucho, mucho;
cuando nos paramos, ya sabemos que la lejanía no existe,
que yo vengo de donde él estaba y que es aquí, en el pecho,
donde están los caminos y el miedo, y el cruce aquél que todo lo cruza,
y este temblor nuestro aún, el suyo y el mío;
… porque, no sin asombro, descubro que el horizonte vivía ya entre mis ropas
y que conmigo iba, que es acribillado por la oscuridad y que en mis manos
y en mis labios muere;
muere en mí porque la luz falta y hace frío,
como en tantos días en que, entibando calles y a fuerza de dar vueltas,
terminan por oscurecérsenos el nombre, los pasos y la vida;
¡ ...no ser nadie, nadie y desaparecer ...!
¡ ah, como si las piedras esmeriles del cielo desconocieran nuestros tiznes,
nuestro ser y nuestro nombre !

ÍTACA DE ORO

... no quiero una Ítaca,


y sí quedarme en estos corredores ruidosos
de negros y chinos, de mestizos y blancos, entre sombras, sueños y puñales;
quiero quedarme cantando una canción pasmosa
cuya letra nada tenga que ver con modas ni discos principales;
pues ¿ para qué, para qué habría de querer una Ítaca de oro… ?
¿ cómo narraría a las gentes esta pandemia mía y suya
con que día a día y hora a hora perdemos guerras persistentes, trágicas e íntimas ?
... pero, en tanto, y a diferencia de Ulises, no me atéis al mástil de estas tierras y mares,
antes bien, estad dispuestos a luchad conmigo porque la sima de los muertos
es lóbrega y profunda, y, a pecho descubierto, tendremos que entrar en ella y vencer;
... dejadme morir después, aun retornar y deambular por estrechas y diminutas calles,
aquellas que acuden a grandes plazas/fuente en busca de paz y libertad;
... no, no quiero una Ítaca al uso, apenas soy de hombre;
ah, decidme, qué haría, qué haría yo, entre un emporio de oro.

OYENDO MÚSICA

... me gusta oír música descalzo, sentir la tierra latir bajo mis pies
y el sonido del mundo creándola y creándome;
hay en las notas un regusto como de hogar lejano, como de elixir fluyendo
por un cuerpo preso de pasión y fuego;
... descalzo, me gusta oír sonar el mundo y salir y volar,
no saber por un instante por qué vuelo ni quién vuela conmigo;
… porque nada aprieta mis pies, y porque tengo un rato
- desamparado y breve -
en que amparar y restañar la vida.

AL COMENZAR LA TARDE

... entra el sol por la ventana y, de repente,


un rayo indescriptible cruza y redescubre las cosas;
yo sé que tras la paz y el reposo, tras el fragor del fuego,
yace el grito ingente de la vida,
el mismo que emergió hacia el aire y describió los ecos
que anunciaron y concretaron el mundo;
... cual fuegos lejanos que ordenaran mis fuerzas,
en mi audiencia destellan las auroras del alma,
las mismas que ahora, desdichadas y enfermas,
aún describen silencios inmensos tras este instante total,
subyugante y hermoso.

ANOCHECER

... salgo a la calle y miro a lo alto;


sobre el vacío, las casas se arraciman y aprietan entre sí inusitadamente;
¿ ... a qué temerán ? - me digo - ¿ acaso al derrumbe, a la soledad ?
y más allá, más arriba y tibio, veo el cielo,
[alegría que enciende lo que va conmigo, lo que sueña y tiembla]
… y pienso que tras los balcones y ventanas la gente es feliz,
que todo es cierto, sólido y amable, y que por eso no hay gritos ni alborotos;
... pero, de pronto, una ambulancia pasa y surgen los horrores:
el miedo, el ángel de la muerte, la angustia y tanta amargura, tanta…
... la realidad es dura, y la calle, y mirar y oír son duros, y mi corazón,
incapaz de asirme a un gozne digno de serenidad;
... sigo adelante y, de nuevo, en lo alto, redescubro el cielo;
pero ninguna, ninguna estrella me autoriza a dejar la acera de mi vida.

¿ UN GRITO EQUIVOCADO… ?

... a lo mejor, a lo mejor no es tarde;


por tanto ¿ haría bien en coger la paciencia,
y a base de gastarla contra los huesos y la desolación, intentar conseguir
que me abra el mundo y ver que aún resisten rescoldos con que urdir la esperanza ?
¿ ... podría descubrir así la aridez de estos musgos, de estas nieves y miedos
que empañan la alegría ?
... a lo mejor no es tarde y deba abrasar las manos para encontrar mis huellas
por la sangre, o tal vez no tenga más remedio que morir,
- que es como callar con ropa puesta -
y andar de acá para allá rehabilitando iras, destrozos y tiempos muertos;
[... o a lo mejor, ser de hombre sea otra cosa y esté buscando, ciego,
absolutamente ciego, un rito solemne, banal y equivocado con que lograr vivir]
... pero, aun así, es mejor luchar;
no, no os asuste esta reflexión de guerra pura;
se trata del fuego íntimo, el que en verdad cimienta y mata,
el mismo que conscientemente destruye y resucita.

REVELACIÓN DEL DÍA

... este tibio amparo,


este calor que nutre el corazón para mirar el día
y verlo,
este misterio inherente a la luz, que vive y que consuela,
¿ será la pequeña gloria que presta el sol al ser y a la mañana ?
... aunque, para saberlo ¿ servirá de ayuda la consciente afirmación
de este milagro ? ¿ y callarlo, serviría… ?
¡… en las lindes del ser es tanta la belleza !

LA PAZ DE LAS HIGUERAS

... prendedme, que quiero reposar junto al agua y la paz de las higueras,
donde quiero estar toda la vida;
pues hallar la claridad de la mañana y bebérnosla ¿ no es, acaso, la ambición del alma ?
... hombre de mi cuerpo, mírame y sálvame frente a todos los dioses
de la greda, los que aún confunden por mi cuerpo el placer, la luz y la ternura;
lucha, hombre mío, ven y sácame de aquí, arráncame esta paz del agua
que me prende y retiene; no puedo arriesgar este momento y perderlo,
no puedo;
… hombre de mi anhelo y desolación, entra en mis campos de Marte
y, por entre tiempos y gotas de sangre antigua, encuéntrame y arrebátame
de quien soy aún; ah, no dudes en mí duda; eres mi hombre de honor;
no adormezcas mi párpado, no dejes que muera.

CÁLMATE, CORAZÓN

... paciencia, corazón, tan intenso has vivido el dolor, cálmate;


… mira la luz, no se impacienta, ni tampoco el mar, y el aire llega limpio
de los montes al atardecer;
respira, respira y siente hondo, corazón; piensa en tu fuerza,
en cómo el mundo te ha increpado y en cómo has luchado y aguantado el combate;
… es verdad que el dolor se hace ingente en las urbes, que surge como esclavitud
de hiedra humana y excita y sacia con pasión la mugres de las sangres;
quieto, pues, y no te apresures porque ambos hemos aprendido a llorar;
… nos toca preservar ahora la paciencia y aceptar con sosiego el nuevo trino de los pájaros,
ah, nos toca sentir y saber, corazón;
por eso, recuerdas, por eso hemos estado huyendo de quienes éramos.

DE UN DÍA DE VERANO

... mi amigo lloraba, lloraba amargamente y no podía consolarlo;


[siempre había creído que su desván era un desván repleto
de objetos importantes, y que en sus manos, los retos de la vida,
eran o bien minucias o bien insignificantes pedacitos de oro]
… lloraba, y no lograba consolarlo - me reproché - porque me faltaban las manos,
la boca, el corazón; no, no lo lograba porque me faltaba todo;
... y sin saber cómo prestarle ayuda, lo abracé por los hombros
y me puse a pensar y a decirme que quién no tenía una biela fundida,
un circuito averiado o un tumulto de moscas por la piel un día terrorífico
en que se agrandan pestes, tristezas y desastres…
… y todo estaba cerrado: las tiendas, los bares, las iglesias,
los talleres de reparación también lo estaban .…; y yo con mi amigo
al amanecer, llorando ambos en medio de la calle.

ÍCARO

… aunque cerca quedaran el sol y el aire, tras morir,


una y otra vez he tenido que dejar atrás mis carros de guerra;
yo sé que alguna vez el barro iguala todo,
lo recibe, lo cumplimenta y le instituye la luz;
¡ ... sálvame ! grita al caer a tierra la belleza con un cuchillo en el corazón,
y el barro la acoge, la acaricia, le prende el fuego,
y, sobre su propia llama, la pone en alto y la echa a volar;
... tengo rotas mis alas de amor y de cera,
pero soy un Ícaro-hombre con los ojos sedientos por volver a ver;
... hondo, muy hondo, ansío con fuerza la plenitud del cielo,
pero el temblor y el miedo inhiben la pasión por volar y vivir;
... aún, aún he de morir; pero hoy, todavía, habré de esperar.

RÍO ABAJO, RÍO ARRIBA

... salgo de mi casa y tomo el ascensor, abro la puerta de la calle y veo


que en constante marcha, baja un río apacible y repleto de troncos de árboles, de edificios,
de coches, de ordenadores, de hombres;
estoy junto a la puerta, rígido y conmocionado por el espanto,
pero la seducción de su paz es terrible…;
es el río Eternidad llevándose juntos, cual insidias,
los injuriosos y destartalados posos de la vida y de la muerte…
… ¿ y yo qué soy, qué soy y a dónde iré ?
me digo secamente, crispados los ojos y rechinando los dientes bajo el dintel;
... hasta que pisando con decisión sobre mesas y troncos, sobre frentes humanas,
sobre ordenadores y plásticos, me aventuro río arriba y corro en busca del origen del agua;
... pero en un instante debo volver la cara porque pensativo, enormemente preocupado
y marchando río abajo, el rostro de mi padre no cesa de mirarme;
... por fin, ya muy lejos, se hunde en el agua y desaparece;
 aun así, hay noches en que ambos nos salimos al encuentro
y gravemente volvemos a mirarnos, nos miramos de la misma forma

PREGUNTAS Y CONJUROS

¡ ah la soledad y el silencio !
¿ quiénes o qué son, de dónde vienen ? ¿ o por qué se adentran gimiendo y temblando
tan allá de la piel y los huesos que me hacen vibrar y que apriete los puños ?
... oh ser de mi vida ¿ son dioses ? dime ¿ han comprado mi alma ?
¿ son tal vez mercaderes de sombras o lumbres ?
¿ acaso de felicidad ?
¿ … y este mirar sin pausa y soliloquio eternos mientras me oigo clamar y vivir,
alma querida, son verdad ?
... porque si lo fuesen y yo mismo fuese cierto, oh ser mío ¿ ellos y yo venceremos ?
dímelo, dímelo ahora ¿ nos reconocerás y depararás la luz ?

CANTO CENITAL AL ÓRBIGO


“… y mi vida quebró como tus aguas:
opacidad tan sólo bajo espumas”.

... ah, Órbigo del alma,


que nunca se detenga este curso dolido de tu cuerpo;

... cuando apenas la infancia era de mimbre y el aire iba soñando cigüeñas y vencejos,
yo fui una golondrina que, irguiendo la mañana, surcó las celosías profundas
de tu vientre ;

... tú acogiste las lluvias boreales que no tuvieron cuencas de retorno,


desde allá de la tierra a mi verdear venías palpitando,
vestal al tiemblo del amante;

... en Vecilla, mi corazón;

... ah, nunca supe tras qué canto o trágica arboleda


hicimos estremecer la tarde;
paro el tiempo, sin embargo, y las horas regresan cenicientas,
aventadas con bieldos y pasmos de memoria;

... sabes bien que el precio de las aguas es irse y acabarse


u orillar el pecho aquí, en este recodo, Vecilla para siempre;
... Órbigo mío, arpa herida que asumes el rumor de este momento.

HE DE DECIR
... me trataron como a un perro, peor que a un perro;
por eso, hoy, junto a las esclusas del agua
invoco las del fuego: una abertura, una grieta mineral de luz
hacia la que puedan arrastrarse y verse por dentro los furiosos y suicidas;
... porque existe, hay un último valor con que perros u hombres
ladramos y luchamos frente a la magnitud del infortunio;
en unos y otros, desde el fondo denso de la sombra,
nuestros dioses parten cada día a un combate desigual, ingente y desdichado;
¡ ... y a quién decirlo ¡ ¡ ... y cómo explicar que en este empeño ya no sirven
espadas de hierro ni arrebatos de furia !
¡ ... cómo mostrar este ictus de dolor que nos ha de salvar por siempre
de lo atroz de la desesperanza !
… porque me trataron como a un perro, sí,
peor que a un perro, y tardarán aún, seguro que tardarán mucho tiempo en comprender
que así ha sido;
sin memoria ¿ cómo podríamos curar y florecer ? aleluya, por siempre sea aleluya .
.

CAPÍTULO III – De las pequeñas luces

INVOCACIÓN

... que no se apague esta luz, resistídmela ahora, oh mis cuerpos y fuerzas,
pues que ebrios están pasando los caballos del frío;
mantenedme este valor, que necesito vadear torrentes de sal y muerte,
y a pecho abierto salir frente al mundo y vencer precipicios
por donde ululando pasan los huracanes
de la razón;
recordad con insistencia la fe que necesito, la del don paciente junto a las pequeñas cosas;
pensad, pensad, pues, seriamente en el desmedido esfuerzo a que os llamo;
luchad contra la desmemoria del tiempo, luchad por Dios con insistencia
frente al odio y la proximidad de la locura, por vuestro ser y honor, quedad, quedad aquí
y resistid conmigo.

SEGUNDA VISIÓN DEL BOSQUE

... llueve tenuemente;


el susurro se extiende por el bosque
y, con difusos contornos e indelebles tristezas, con esfuerzo, la luz sostiene
la mañana por entre las desnudas y ateridas ramas de los árboles,
y las gaviotas, sumamente grises, pasan bajas y agrupadas, lúgubres,
deshabitadas;
... dónde estará hoy el mar,
y por qué estas gaviotas encogerán el corazón,
si son las doce y no hay nada que temer entre esta paz tranquila y honda,
cubierta por el don sublime de la lluvia;
¿ ... o sí lo hay, y tras esta aparente calma se están muriendo los hombres
y las rosas… ?
... llueve, no cesa de llover, y un murmullo de textura insondable
se percibe en el aire;
como el rumor íntimo de mi vida.

LAS MANOS

... a veces, insistentemente, escrutamos las manos;


quizá no sepamos que es una flor lo que buscamos porque el dolor es más dolor
en ese instante y más vacío el vacío;
… ocurre cuando el cansancio de vivir se acumula y uno se sienta a mirarlas,
y, viéndolas, las rayas acaban transmutándose en una dura y hermosa flor;
... en las manos queda siempre huella de lo que no pudo ser,
y discretas o escondidas venganzas, recodos oscuros y reguerones profundos
de inclementes heridas;
... también se ven en ellas
pequeños ríos,
ríos que bajan de alguna parte y que, acercando el oído, se les oye correr:
son la calma, la fe, el conocimiento, al fin, latiendo vivos;
... por lo que, invisiblemente, la flor hallada nos salva y tonifica,
nos sigue dando fuerza para poder marchar y marchar sobre antiguas, largas,
e innombrables ruinas.

EN LA OQUEDAD DEL CORAZÓN

... no, mi corazón no tiene asiento;


tanto gasta el dolor,
tan poco queda;

... hay una orilla con barcos desolados por mi sangre


y estelas derruidas,
y un cierzo,
- un canto inmemorial -
y un eco furtivo y triste;

... si la nada fuera y yo fuera la nada,


y algún camino y alma y estandarte hubiera,
por qué razón, por qué tiempo, flor, o luz, no lucharía si aún fuera posible…

… porque vale la pena vivir después de todo;


incluso presintiendo este riesgo, atroz e indestructible,
con que a veces son y dañan estos vuelos terribles e inasibles de las horas.
DIGRESIÓN ACERCA DEL HOMBRE CONCRETO

... si no fuésemos hombres y mujeres concretos


y no tuviésemos frío y tos, hambre y alegría;
si no hiciéramos el amor y tocáramos la tierra y el cielo tal cual somos,
- así y aquí -
de dónde tomaríamos la fe para afrontar tanta batalla,
las de este conocimiento tan agridulce y duro;
... qué sería de este discurrir con todo y contra todo,
de este recribar una y otra vez penumbra y luces
de nuestros trabajos y demoliciones;
... justamente somos ciertos y concretos como el mar y la piedra,
y es justo gastar agua y fuego para la vida aunque a gritos lo nieguen
la carne de pecado y el labio de la gloria;
… necesitamos caer, decididamente errar,
pues ¿ cómo originarse si no, cómo, cómo llegar a ser
y arrancar del dios la luz, como… ?

DÓNDE LA JUVENTUD

... por los ríos de la tierra iba mi juventud ahogándose, y tirándose desde todos los trenes,
muriendo por los mediodías;
y no se marchó, me la llevaron;
... pero un hombre necesita llegar a alguna parte y mirarse,
reconstruirse, darse un eco al corazón y disponerse a sufrir y maldecir,
a ver;
… y qué imprudencia llegar a deshora con un hueco tan grande
con que instruir las rosas, los labios, las palabras...
... no, no se puede surgir tan de repente para alquilar la vida
y andar raído a préstamo y misterio,
no, no se puede;
… porque, aquel grito de fuego,
el del dios que cruzaba corriendo con los brazos en alto por campos de alfalfas y manzanos,
¿ a dónde, a dónde ha ido, se me ha ido ?
¿ habrá hallado un manantial de calor y seguirá abrigando ríos
y trenes que huyen aún por los mediodías ?
... pero si así no fuera,
¿ vivirá aún mi dios y me servirá y nos servirá de algo ?

MIRAR
... esta contemplación del fulgor de lo alto,
¿ será cierta ? ¿ estará tras ella el cielo y ambos seremos verdaderos ?
… porque anda uno en tanto afán, atuendos y negocios,
que aún no sé muy bien cómo he llegado hasta aquí, he sentido la luz,
y me he puesto a mirar;
... porque, si no supiera, si no conociera lo que cuesta mirar la oscuridad
y andar en ella como en mi propia vida,
¿ miraría con pasmo y fe tal resplandor, este instante cual sangre limpia
de un latido puro ?
... algo hay que bulle y sólo emerge en el frío, con el sol de diciembre;
¿ ... será ese hallazgo lo que estoy esperando ?

DE LA LABOR DEL TIEMPO


(o shock de la memoria)

... entra un tiempo al corazón con saña y hachas vivas y acampa en él,
sin piedad lo revienta y descuaja, lo tira a un vertedero y lo maldice allí, lo aplasta y escupe,
lo mira con desprecio y después se va;
… y con el corazón tirado, con la sangre agredida y los pájaros picoteando el óxido
donde se tuvo encendido el mar y el ser,
no, se exige vivir,
pues nadie duda entonces de que ha muerto y de que empiezan a nacerle incluso hierbas,
augurios de sal y arena, cardos, de que empieza a aullar el viento y a dejarle cardenillo en los huesos,
señales inequívocas con que escruta y va llenando sus intersticios la soledad;
… por tanto, cuando en tal instante le nace a uno una rosa, tiende a ignorar que es en él donde nace,
pues se jura y perjura que su sangre infecta y su ser devastado no existen,
que la luz del tiempo se ha ido y sus hachas negras ya no pueden herirlo;
en su nada, uno tiende a creer que sus manos de piedra y muerte no podrán levantar ya la vida
de los agraces rescoldos del corazón;
… y aún así, en su afán por recobrar los latidos, se removerá, llorará frente a sí, gritará,
y ahíto de dolor, cual dios de un sol desolado, recurrirá a la memoria,
pero ésta, con su faz de total abandono, acudirá transida por un mar invisible de inenarrable tristeza:
indolente y dañada, no recuerda las rosas.

DESCIFRAR LA ALTURA

... brillaban las palomas y, cual sibila errante, portando naipes y milagros,
por los tejados y la tarde
iba la luz;
… ¿ y qué será la altura ?
una y otra vez insistía yo persiguiéndola e incendiando el aire;
[era cuando una constelación de brasas y mundos,
se me abría a los ojos y yo me ponía a mirarla con ese pasmo
que a un tiempo dejan los resplandores y la desolación;
cuando me quedaba mucho rato respondiendo al abismo que alojaba en mis manos
y a los golpes sin amor y sin tino con que iban llegando las hordas
del amanecer]
... era el tiempo del miedo, este mismo, el que está pasando con sus brazos de neón y de lata,
el que deja huellas insalubres al alma, a través de muertes, y secretos deicidios del corazón.

NO RENUNCIARÉ

... no renunciaré;
caeré, pero no renunciaré;
... con la paz perdida y el corazón turbado me desmembrará el olvido,
pero no renunciaré;
... con alas de plomo vendrán mariposas y ecos de luz
al brillo de mis ojos, pero no, no renunciaré;

… por anaqueles y paredes de mi cuerpo/casa se agolparán las horas


y crujirá y arañará en los cristales la soledad,
pero no renunciaré;

… es posible incluso que el silencio se detenga y agrande,


que se quiebren mis huesos y mi dios detenga mi libertad hasta morir,
pero a la vida, jamás, jamás renunciaré.

MONÓLOGO CRÍTICO

[el espíritu nunca, jamás enloquece; pero sí intentará


interpretar su música a través del arpa con
sus cuerdas rotas]

... ven, oh ser mío, y defiéndeme de nuevo aquí,


en las alamedas y guijos de la sangre, donde están rigiendo juntos
el odio y el rocío;
no temas, sólo son resplandores de lucha ¿ los ves… ? es la guerra;
... pero aunque el cielo se desprenda a pedazos
y la tierra estremezca los intersticios sublimes de la razón,
tú, oh ser mío, aguanta, resiste y no des pábulo al ruido que abruma y sobrecoge, apretemos los dientes y
sonriamos,
aguantemos la furia hasta que el esfuerzo consuma mis fuerzas,
ser mío, hasta que muera;
… sabes que siempre quise separar la intransigencia del dolor del signo de la luz,
y que siempre osé encender mi diminuto fósforo, el que con cariño y ansia
da oficio a aquel sueño duro, querido y entrañable, el que tuve, y tengo, con mi padre aún.

DESAMOR DIARIO

... cuántas veces rompemos el corazón de los amigos con un gesto u olvido,
con una palabra;
... y, tras ello, a menudo quedamos preguntándonos que cómo ha sido posible
y que dónde podrían hallarse los hilos de dolor con su ruina escondida;
... por tanto ¿ es que esta labor de sacar y sacar podredumbre del insondable pozo
del dios oscuro,
no ha de hallar alguna vez agua pura, la que cura y calma,
la que ilumina ?
... porque ¿ no tenemos derecho al oro vivo,
- al que nos pertenece -
tras buscar y encender la vida ?

ÚLTIMO POEMA

VALOR DEL SENTIMIENTO

... cuando vengas en hombre, y sólo en hombre,


no me traigas palabras, ni banderas,
ni instrumentos que abriguen a la muerte
y háblame, compañero, con el alma;

… porque el alma no tiene otros oficios


que el eco murmurante de la vida,
y el don de su amistad no busca margen
ni techo en la alegría enamorada;

... te propongo la luz, la esencia pura


que anduvo sin frontera por la tierra
y trajo esta armonía que te nombro;

... algo hay, sabes bien, que nos conmueve


y siembra un aire virgen por la boca;
tú sabes qué valor da el sentimiento.

    

<em>Depósito Legal: BI-75-06</em>


“ POEMAS DEL “LIBRO DE AHAB”
(702 VERSOS)

C Ó L E R A DE AHAB
1 – Mares arboladas

BUSCANDO A AHAB

... ya era tarde y me acababa de levantar;


tenía una resaca de muerte y parecía que la cabeza fuera a partírseme;
y, aunque apreté los dientes y me la cogí con fuerza para aguantarla y fijarla en su sitio,
de repente me puse malo a rabiar, por lo que empecé a toser y a toser y así estuve un rato,
hasta que loco y desquiciado, fuera de mí y por el mar revuelto de la cocina,
como un toro me puse a dar vueltas y más vueltas como si fuera Moby Dick
en busca de Ahab para matarlo;
... de pie, y contraída la frente, temblando y meándome, conseguí volcarme en la boca
el puchero de café amargo, y aunque varias veces chasqueé la lengua con asco,
conseguí aguantar;
pero enseguida me dio un ataque de náuseas y me llené de hipos y toses,
- me estremecí de arriba abajo -
por lo que temblando como una vara verde continué desecho y arrugado;
 seguro, seguro que fue la enfermedad, quién sabe, o la borrachera que cogimos anoche,
sólo sé que los espasmos cabrones me arrancaron el vaso de la mano y me lo tiraron,
y que al escacharse contra el suelo, me aturdió del todo y acabó por rajárseme del todo la cabeza
... me puse rígido y sudé y sudé, luego bajé los párpados y los mantuve allí, adrede y con cojones,
quietos y bien apretados, como piedras  … en realidad, en ese momento no sabía si eran míos
o los de un cobarde que los estaba cerrando a toda prisa para huir y huir
de su propio fin del mundo;
pero eso, eso pensé mientras creía que ya no había remedio y que en tres minutos palmaría
... hasta que al fin, encorvado y amparándome el estómago con las manos, echando bofes y bilis,
salí al corredor y entre maldiciones y gritos de la loca de siempre, entre vómito y vómito,
- cayéndome - corrí hasta el servicio [¡ la loca, quién iba ser la loca, sino mi única vecina ¡
y es que ésa ya no, no aguanta ¿ no acabo de decirles...? a esa tía del diablo
poco le importa que me mate un tren o que me trinque el cuello una navaja;
mira que cuando la veo, la miro de reojo y le digo: “Cloti, estás capuz total, tú ni fu ni fa,
ya no jalas ni capiscas na de na, no te enteras”;
La Cloti vive arriba, una vieja sorda y estúpida, la que me echa una manta por encima
cuando llego tarde y me pongo a roncar como un cerdo en el rellano de la escalera]

DESAFIANDO AL GUARDIÁN DEL UMBRAL

[… engendro del propio Ahab; el cual, y en cada encarnación,


se expresa sutil e internamente en cada uno de nosotros, mediante el sexo opuesto]

¡ ... ah, deshecho del chacal que fui, vil arpía, anda, ven y difámame otra vez...!
atrévete a exhibir sin pudor tu identidad y explica al mundo cómo y con qué has ido instruyendo
bajo mis pies un pedestal, un estigma de exquisito fraude con que día a día has logrado vivir
entre mi sangre y mundos de fiesta y de farándula;
¡ ... si te atreves, habla, bribona, habla aquí dentro y ahora mismo, te lo exijo;
soy Ahab, y si tienes agallas, míralo, aquí, aquí está, pronúnciate a través del corazón... !
... porque es que, ya, no, ya nunca podrás llamarme cobarde, ya no aquí y solos,
en el cuarto trasero de las horas y sin testigos perjuros,
con los que en otro tiempo sólo argüiste
mi hediondez y mi ruina;
¿ ... aún, aún sigues callada ? sí, cual ruin y astuta egoísta, y, como siempre, invisible, oculta,
pues qué importa que me crezca la ira cuando aliento contigo y un eco miserable haya terminado
por ahormarme en desastres y en puro pus la vida;
claro que, por qué, por qué habría de importarte a ti, costra y poso vivo de mis odios, rencores y furias,
por qué;
 ... de todos modos - pueden creerme - el rumor que me queda tras este instante es mejor que el de ayer,
mejor que andar y andar constantemente sumiso y vomitando,
sí, es mejor que morir

TRAS ESTA PARED DE PIEDRA

... ha oscurecido, hace frío y me duele la boca;


no sé por qué estoy aquí, tengo los pies hinchados y el viento va como un perro;
y mientras por debajo y encima de la cabeza el bien y el mal se acercan planeando un crimen
y partirme el cráneo, procuro esconderme, apretarme a esta pared y resguardarme tras las piedras;
... todo es amorfo y distante, amargo, y, por tanto,
- fíjense bien -
me pregunto si ser o no ser intriga o puede conmover a alguien,
pues toda expiación espanta y todo parece temblar y sucumbir;
entonces ¿ a qué entrar en mí, díganme, y qué pedirme en un momento de vida como éste,
qué contemplar, qué razonar ?
porque ¿ a qué debiera enfrentarme y comprender, a qué... ?
¡ ...oh tú, pequeño dios, encarnado en mí con iluminaciones bifrontes,
en ti estaba pensando tras el muro porque iba a pedirte que me abandonaras
y no hicieras más esfuerzos por salvar esta obra inmunda que te di con pies y boca mal creados,
mal creados los centros cerebrales, la edad y la emoción de hombre,
y asimismo las fuerzas y el honor,
e igualmente la paz,
y el orden;
mal, muy mal he asumido y dirigido, pues, mi propia creación, mi estancia terrenal ...!
... ah, Hamlet querido, tras la muerte, y antes de que otro día amanezca,
duros y terribles trabajos me aguardan más allá, sobre todo en las cárcavas lóbregas del alma, sobre todo;
y también, también aquí.

ACUSADO

... me he puesto esta chaqueta de pata de gallo, raquítica y pasada de moda,


y este pantalón de franela oscura que he estirado y estirado para que pudiera llegar
y abrochármelo en la cintura;
la verdad es que los tenía ahí, detrás de unas cajas, tirados y medio escondidos;
jamás pensé que volvería a ponérmelos, pues hace tiempo que soy un atorrante
y no un señor; los zapatos, en cambio, como la camisa y la corbata, los pedí prestados,
por eso los muy cabrones han estado saliéndoseme toda la mañana
y la camisa y la corbata ahogándome; claro, ni eran míos ni ellos iban cómodos;
... y todo porque sentí vergüenza de ir a juicio de acusado con pinta de gandul y de borracho;
 pero aunque diga esto, no me crean del todo;
lo que de verdad pasó fue que sufrí un vahído de nostalgia y, por un instante,
recordé la toga y con el alma imaginé y estuve contemplando el ensañamiento de la ley,
y allí, frente al fiscal, aturdida, desprotegida y sola, vi a una mujer y esa mujer era mi madre
... me habrá venido, seguro, de cuando fui abogado y el cenagal del mundo me descerrajó las sienes;
sí, tal vez, tal vez fuera eso lo que en realidad pasara, sí, eso debió ser ...;
sin embargo ¡ no te jode !
mira que al salir de la Audiencia, casi ya en la puta calle, y van y se me saltan las lágrimas...

... QUÉ MÚSICA

... música, música roma, borde y zumbona, macámbrica y estrapanoide...;


¡ estos hijos de puta…!
desde que les dije que esa música originaba agujeros en el cráneo y lombrices en los sesos,
no paran, y día y noche me achicharran con zas, zas y zas:
rap, rock y bacalao, puro coco y ralle;
¡ ... mira que son hijos de la gran puta... !
y sólo porque estoy viejo y descosido me lo hacen;
les importa una joía mierda acribillarme y machacarme;
¡ Dios Santo, saben de sobra cómo odio esos ruidos del diablo...!
¡ ... y luego se ríen como locos y se dicen amigos ! sí, lo dicen mucho cuando hay que ir a pillar,
a marcarse un rollo o dar un palo, o cuando a las tres de la mañana entre chistes y bromas
nos ponemos a mear en la calle, que, aunque sea hechos trizas, se nos olvida cualquier cosa
y nos reímos de todo;
... Lobo, al menos, aunque me dio bien en el cogote, lo hizo como un hombre, pero éstos...
¡ ... amigos, amigos se dicen los muy cabrones... !
saben que con esos ruidos me saltarán la sesera, que me matarán, vaya si lo saben...;
como si uno fuera tonto redomado o hubiera nacido ayer, igual;
¡ amigos... ! ¡ ... su padre, amigos !
... debería decirles que fueran a aprender educación con el tal Lobo, él se la enseñaría bien;
sí, allí, por muy chulis que se pusieran, seguro que ese bicho les iba a sacar la tontera
que les mete dentro esa música. ... ;
¡ no te jode, vaya, vaya avispero de cafres... !
amigos, amigos mientras se matan y te matan.

TERRITORIOS

... mal vestidos, sin lavaros la cara y sin peinaros, debierais venir a pasear unos cuantos por este barrio
un rato de domingo por la tarde, para que al saltaros agua y barro a pantalones y faldas, y chillar,
nadie corriera a poneros una navaja en los riñones diciéndoos:
“eh, ni te muevas, para y quieto”;
... las luces largas de los coches al salir de la autopista deslumbran y ciegan,
debierais tener más cuidado con ellas;
somos pocos, pero, de noche, nadie puede dormir:
entran por escaleras y rajas en las ventanas, se meten por debajo de los párpados,
y durante toda la noche no dejan de jodernos vivos, corriendo por las paredes como locas;
... me gustaría también que alguno de vosotros se llamase como alguien de los nuestros;
así, para nombrarnos, nadie vendría como ahora diciéndonos “tis, tis”, o “tus, tus”, como a perros;
... pero, sobre todo, debierais querernos algo ¡ qué os cuesta fingir que no nos hemos equivocado
y que seguimos por buen camino ! aunque, acaso, quién sabe si no debierais quemar estas pocilgas
con nosotros dentro y luego, con los cláxones enloquecidos por la borrachera y la euforia,
descerrajarlo todo y quemarlo;
por estos lares nunca ha habido nada, ni policía ni chivatos;
bien sabéis que aquí, desde hace mucho, casi, casi, rodamos y somos como piedras.

RESBALANDO

... por esta calle, a fuerza de pisar cáscaras y cagadas de perro, bajamos casi siempre resbalando
para evitar desconchones y andanadas de barro, restos de basura o esquirlas de piedras;
... hoy ha llovido, y el frío y la humedad levantan del suelo ese hedor picante a invierno y a tristeza
en calles como ésta: sin rumbo y empinadas, calles ajadas y demolidas, donde viejos y niños
se atacan las venas muy temprano y llenan de sangre y excrementos las alcantarillas;
así es aquí, y en los alrededores;
aquí, además de jinchos, alcahuetas y manguis, no hay más que mostrencos y tarados generales:
cojos y mancos de algo, posesos y desguarniados de cuerpo y alma,
sarna pura;
… aquí, cuando levantamos la vista, es para calcular si llegará la navaja al hígado de alguien
o para abrirse volando porque se acercan “munipas” disfrazados,
o, cuando no, “picoletos” o “maderos”;
... yo mismo, si digo la verdad, ahora mismo no sé dónde estoy ni me acuerdo de nada;
seguro que bajé la calle rebotando y dándome contra todo, por lo que ahora, como ven, estoy loco;
menos mal que sólo tengo que agarrarme a un poste y esperar un rato a que me trine clara la cabeza;
pero mientras, y antes de que olvide cómo me llamo, tengo que ponerme sin parar a machacar diciendo:
eres Carlos Nieva, Carlos Nieva, eres Carlos, Carlos, Carlitos...
… sí, hasta que no puedo más y me pongo a llorar y a temblar.

... EN LA MARGEN IZQUIERDA

... ya lo dije, el tal Lobo es un tío cojonudo;


me dijo que de un tiempo a esta parte lo está acorralando la muerte
pero que él le tira tajos con el cuchillón;
sí, de acuerdo, ya es muy viejo y puede ser que esté también loco;
pero puedo asegurarles que este tío, sobre cualquier mesa de billar, sería un tío
con los huevos bien puestos, ya lo creo;
... nos topamos, justo, a la orilla misma de La Ría; iba con un negro de cabeza reluciente, pero él,
el muy borde, llevaba aquel día una faja verde a la cintura, por lo que, al verlo, así me eché a reír;
“... de que te ciscas, cara de perro - me dijo áspero - ¿ o no eres perro ?
vamos, canta de una vez - dijo agarrándome del pelo - no sé, nunca te he visto de ladre por aquí”;
y cuando quise replicarle algo, fue cuando el negro de la calva inmensa me salvó la vida;
... sí, ese tal Lobo es un hueso duro de roer, bien duro, más que el pedernal y más que el acero...;
dicen las lenguas que es el jefe de “La Fonda de Bilbao”, ya saben: entre muelles y trenes
de toda peste y laya, allá, en las terminales: ladrones y perdidos, telarañas y moscas cojoneras
como yo, morralla, purrela pura; aunque la verdad es que también llega gente maja y puterona;
hay de todo, allí aparca toda la ralea;
... pero mira que llevo años trasquilando a troche y moche a todo Cristo y por todas partes
y hasta hoy nadie me había sacudido en los morros tan deprisa y con tanta dignidad;
... hay que joderse, el muy cabrón, con qué maña me pilló y me dio...; y ahora, sin embargo,
ya ves: ¡ un amigo !; hay que joderse, hay que joderse lo que es la vida, la puta vida;
pa’ verlo, sí señor.

DESDE LA VENTANA

¡ ... Carlitos, Carlos... ! aún es mi madre desde la ventana:


viuda repentina y limpiadora de mocos y mugres de toda clase y fuste, eso fue mi madre;
... si no supiera que se abrasó el aliento y también las manos y la vida para criarme,
si no tuviera la certeza de que se arrancó del alma el vendaval del cuerpo
para tenerme en sus ojos, hoy, de forma constante y tronándome, no me saldría esta voz
de dentro diciéndome: ¡ Caín, Caín, que has hecho con tu madre... !
“... irás al colegio, al mejor, y serás abogado”, me dijo, cogiéndome de la mano,
tropezando y entrecortándose cuando volvíamos del entierro de mi padre;
¡ ... y qué baldón, qué sierpe de colores y muerte me tocó en el hombro cuando fui abogado,
en qué ciénaga de olvido sumergí mi triunfo y usurpé mis horas de ilusorio fulgor,
qué desvarío, Gran Dios, qué calamidad y qué negra urdimbre !
... ardo en frío, en miedo y soledad; me muero, madre;
¿ ... te acuerdas ? sobre aquella camilla de hule verde y a cuadros, mano a mano jugábamos
a las damas y al parchís los domingos por la tarde; te quiero; pero ahora continúa
y sigue donde estés y no te asomes, no me veas, no vuelvas: ahora los domingos no llegan, no existen;
y además, si nos matan, no le damos importancia; no vengas madre, no vengas, no regreses nunca.

TRENES

...un látigo, una cobra, un suave elixir, un témpano;


pero nadie, nadie nos dijo “salid, salid a salvar la vida o a matarla...”, nadie;
... la vida era entonces un relámpago con once mil destellos y once mil vírgenes
que venía ardiendo del otro lado del mundo;
ahora es un tren que corre inconscientemente bajo el terror del corazón,
justo cuando, al salírsenos del carril del pecho para tomarlo en brazos,
nos asalta la conciencia cual si fuese el zarpazo terrible de una cobra;
... deprisa, deprisa desearía subirme al tren de mayor velocidad para tomar el elixir del ser
y apagar los tiempos de insoportables nadas, todos juntos, y éste y aquél,
y así, sin ira ni pasión;
... ah, si de todos modos supiera qué hacer aún, si pudiera descubrir no obstante
alguna marca impresa por dónde ir, o dónde estar, o de donde sacar aún la ley o el pie...
sabed, sabed que esto son sólo cuentos de un viejo destruido y taimado,
sí, de un deforme y estúpido viejo]
... en todo caso, resulta demoledor el tormento de la inacción contenta, el de la brevedad
de un tren que ya ha pasado o pasa despiadadamente chirriando y sin cesar;
por tanto ¿ debería ocultar la cara y llorar, o tal vez, y al contrario, apretar el paso para ganar
la estación del aire y echar a volar y desaparecer ?
... después de todo, tampoco debo engañarme: en realidad mi cuerpo es un simple tren,
mero soporte y no y nunca el origen del problema;
pero aunque así sea, la verdad es que, cada dos por tres, el muy cabrón, todo hay que decirlo,
se planta y me jode bien;
sí, sí, como se lo digo, poco a poco lo voy notando frío y rácano,
o a lo mejor rechina o sabe a témpano;
claro que, a estas alturas, debiera resultar incuestionable.

5 DE LA MAÑANA, llueve

- ¡ Olino... ! ven acá, joputa, y para;


- Mirentxu, mira a Olino, ja, ja, ja, menuda moña lleva el guarrón;
si no lo agarras se te va a ir de culo al agua;
- además de todo, eres un joputón, Carlitos ¿ no ves que Oli va puesto y ni siquiá pispa... ?
y tú morrándote de él, no sé cómo no te apala la Miren;
- ... jo, si Miren está pior..., y pior que tú y que yo;
ésa sí que ya no pispa ni..., mía, míala;
- ¡ hoztias..., cómo llueve ! esta noche debieras darme cama, Calines;
- ¡ … si la tengo llena de goterones, va como una joía chorrera, y además con gatos...!
- ... coño, pero tendrás una gota de esa mierdita de chincle que te das por las mañanas;
- ¿ y pa qué quieres una gotina de na, si vamos a casa del Tuli... ?
- ¿ a casa del Tuli... ? Calines, no me apures ¿ eh ? que tal como está,
¿ es que antes de llegar queréis que casque el Oli... ?
... si, además, tú ya eres muy viejo, un viejorro, un carrozotón de marca y ya no estás pa na...
- ... pues por eso, por eso tengo unas gotinas del amargoso ése en casa, pa´ poder enquillar ...
- ... anda, anda, Ca´litos, que eres un cabrotonón del todo, anda, tira pa´lante o aquí mismo te rompo la crisma...

NOCHES DE BILBAO

... a altas horas, las noches de Bilbao están llenas de zombis y vampiros hambrientos,
por avenidas y alamedas marchan con la boca abierta buscando sangre fresca de trasnochadores;
tan es así que, mirando con empeño, puede vérseles venir hacia Bilbao
por los linderos del aire, o en grupos, o en fila india por los arcenes de las carreteras;
... a altas, a muy altas horas de la noche, Bilbao es un campo de batalla desierto y humeante,
y de madrugada, unos y otros, los supervivientes retornan a sus casas y nadie los saluda
porque nadie les teme ni conoce;
... y ambos, vampiros y zombis, me han mordido muchas veces;
tengo ya las venas muy delgadas y pálidas, y, al tocarme, sé que alrededor de los ojos,
desde hace tiempo, tengo clavados círculos azules de la muerte;
... siento un frío enorme, así que ¿ qué mirar desde él, qué desde un dolor que disuelve los huesos
y me torna la vida en sueño oscuro y aire viciado, en levedad y en nada ?
... he de aceptar que me fallen las fuerzas y vayan desapareciéndome hasta que me mate
la consunción que llevo; aunque si pudiera echar el frío afuera, si pudiera acurrucarme siquiera un poco,
si pudiera quedarme un instante quietecito al sol, un instante sólo, sólo un poco...

SOLEDAD

[… y enseguida una voz íntima pregunta: “Pero tú, Ahab, quién eres…”;
y riéndose y mofándose se aleja y desaparece]

... y con el puño en alto y por delante pregunto por qué, por qué y por qué,
pero nada cruje o chirría, no, nada ni nadie responde;
... no hay duda: cuando esto ocurre estoy bajo un silencio total, ni siquiera me oigo
el pensamiento pensar, ni siquiera;
todo se calla, todo se para y me olvida porque me muero; sí, tengo la intuición, la seguridad profunda
de que me estoy muriendo;
... desde hace meses parece como si no tuviera fuerza, me entran temblores y congojas de niño,
y nadie, nadie debiera saber que de un tiempo a esta parte lloro, nadie; qué ignominia;
me despierto a cualquier hora de la noche y es como si me volviera loco: abro desmesuradamente los ojos
porque no sé quién soy ni tampoco recuerdo mi nombre, no recuerdo nada;
[¡ Dios mío, Dios mío, qué soledad !]
ningún hombre, ningún perro debiera pasar por un instante así;
... más hubiera valido haberme muerto con mi madre, o antes, y de otro tiro, con mi padre.
EN LA CÁRCEL

... hoy la policía fue a buscarme y me ha traído al “chozo”;


... debí haber subido adonde Cloti y tirarme a la terraza y de allí al huerto,
y luego salir zumbando por la tapia; pero no;
... de modo que aquí estoy con un choricillo de tres al cuarto, un vulgar “tajuela”,
de los que pasan dos días bien jodidos y se largan;
... una vez me tuvieron treinta meses y me sacaron porque me iba a morir y no querían joyas
como yo ni echar réquiem ninguno por la cárcel [ni tampoco en el hospital, ni en el depósito, lo sé]
.. por eso me soltaron, porque soy “un joya”, y porque se me pusieron a sudar y a temblar las manos;
¡... maldita sea, si tuviera a mano mi gotina de café amargo... ! porque aquí siempre estamos
los de siempre; nada más entrar he oído que me llamaban el Gere y el Lupi, y ese otro, “El Priva”,
ese lunático del asma; no te jode, ni que supieran que venía...;
... seguro que a Lobo no lo traen aquí, no, a ése...; ése seguro que vive con sus droguis y mangutas
como todo un señor, como un monarca o como un cura, seguro. ...
... si lo que he dicho siempre: a estos antros sólo venimos tarados, flojeras y carracas...

DEL FUEGO DE LAS PALABRAS

... parecerá increíble, pero he sabido al fin que las viejas costumbres no sólo enmohecen,
sino que aplastan y matan;
por eso las muy putas me han hecho así de denso y taimado, más, diría que irreconocible;
... y es que, los días que vienen como éste, casi es mejor pegarse un tiro,
o ponerse a correr y a correr y no parar hasta caer como un recauchutado en la cuneta;
así no podría pensar, o a lo mejor me olvidaba de que he debido ser un hombre;
... y es que, después de haber seguido y seguido con tesón implacable durante tanto tiempo
dentro de este ser-hombre-burro, parece que las hubiera olvidado y no pudiera reconocer
siquiera las palabras, me doy cuenta de pronto de que las sublimes ya no puedo hallarlas fácilmente
ni puedo cogerlas sin un halo de remordimiento;
al contrario, noto que, al tocarlas, me rozan y hieren,
como si a fuerza de no usarnos hubiera surgido entre nosotros un foso insalvable
de rabia o rencor, de extrañamiento, de desconfianza, o, simplemente, de burda descortesía;
... y no, no me atrevo a decir que no me duela este escarnio, esta afrenta para una felicidad
y reglas de mente y corazón que tuve;
... éstos días canallas los conozco bien, los conozco de puta madre, pues siempre,
siempre acuden con los cuchillos ocultos;
vas tan tranquilo dando patadas a las hojas y, de repente, por la espalda,
sientes un dolor punzante que te aprieta, que te ahoga y ahoga y no te deja ni respirar;
... y aunque suelo decirme que ya soy muy mayor y que debo tener cuidado con todo, mucho cuidado,
- y una y otra vez me lo repita - yo, sin embargo, erre que erre, para adelante y contra el suelo y dale que dale,
un día y otro y sin miramiento, con rencor y celo, con ira y furia.
CUANDO LLEGA LA PRIMAVERA

... ya es verano, pero la tos me ha vuelto y el frío no acaba de dejarme del todo;
los gatos de La Cloti acaban de despertar, y, tras estirarse, araña que te araña por la rampa del canalón,
han bajado y, como siempre, uno a uno, en reata, han empezado a entrar por la ventana de mi cocina;
... esta casa es una de ésas de adobe revocado con una miaja de capia, uno de esos tugurios ínfimos
que sirven a los caseros para chuparnos la sangre;
por eso el mío está tan delgado y débil, hay meses que ni siquiera aparece;
claro, el pobrecito debe estar muy enfermo;
en los chamizos de al lado viven diez o quince gitanos, y más allá, en la misma esquina,
dos o tres rumanos o búlgaros y tres o cuatro putas, juntos y revueltos,
de día y de noche;
... aquí, tan arriba, somos casi todo lo que hay;
porque luego, más allá, si seguimos lo que era la acera,
sale al paso un cacho de calle abandonada y repleta de hierbas,
con las arquetas rotas y los bordillos llenos de verdín y sin poner;
sin embargo, mira por dónde: aunque los palos del tendido eléctrico están cayéndose
a trozos de puro viejos, la empresa de la luz no ha dejado de poner contadores;
¡ ahhh, cuánta cabrontía se cuece por aquí... !
... es una jodienda estar en un sitio como éste, demasiado alto y a pleno descampado,
aunque todo hay que decirlo: al llegar la primavera, y por unos días, muy pocos,
es bonito sacar la cabeza y ver cómo, de nada, nacen y tiran las hierbas;
pero enseguida se reseca todo y van quedando al descubierto los plásticos y las latas
que, como locos, vienen rodando y rugiendo desde los vertederos;
¡... cómo, cómo habré llegado a esto ! no sé, no sé;
de todos modos, creo que ya debo estar cerca del final, sí, creo que ya muy cerca,
eso se pispa y huele,
lo siento, lo tengo en el corazón;
últimamente, no hago más que preguntármelo.

SIN FE, SIN LUZ Y HECHO PEDAZOS

¿ ... querré decir, hoy, banqueros y políticos, aparte de curas y maridos/compañeros asesinos ?
... no, no son otras las raíces del mundo, porque ¿ quién por fama o dinero no ha destruido
algo, quién no por sexo o poder... ? ¿ o aun, y así, quién no a sí mismo ? sí, digámonos:
¿ quién se libra ?
... no hay demagogia alguna, aunque mucho, mucho antes de que mataran a mi padre,
también era así;
y porque éste es mi tiempo: rápido y cínico, trivial, indocumentado como casi toda la eternidad vivida
y que percibo ávido, enfurecido y completamente sordo, como ahíto de una fuerza absurda
y extraña que proviniese de la tierra y el aire y me convirtiera en un desalmado que apenas quiere mirar atrás;
... a veces cojo trozos de periódicos de vertederos y garbigunes para saber aún quién soy
y para, después, de paso, poderme despachar a gusto y a voces con La Cloti, mi senil vecina;
[porque ella sí que tiene una televisioncita en blanco y negro, enana y ridícula,
y antaño, cuando me dejaba verla y a altas horas de la noche, reñíamos como condenados
y sin miramiento]
... en verdad sólo veo correr, correr y correr a todos por todas partes sin nortes ni sures ni agua,
sin señales, en desbandada ...
... Dios que vas en mis zapatos rotos: nosotros, los hombres, deberíamos saber dónde estamos
y a dónde nos llevan;
mejor, deberíamos ser nosotros quienes nos lleváramos a nosotros mismos...;
digo esto porque me hecho viejo y acaso siento miedo, y porque cada vez soy más pobre,
más pobre, mucho más pobre;
sé que lo soy cada día mucho más, y bien sabes que ni siquiera coticé al Colegio
cinco miserables años;
... aunque ya me da igual, nadie va a darme nada;
y porque seguro que me muero de repente o quizá todo acabe antes porque tal vez alguien,
de cualquier manera, termine matándome;
... el otro día cogí un periódico y vi que un tal Castells intentaba contar lo que le pasaba al mundo,
y maldita sea, hizo que todavía oyera a mi madre llamándome por la ventana;
y qué desdicha, tíos,
todo atropellándose y yo como huido, hecho esta puta birria: un bodrio, un verdadero apestado
y metido en esta cueva de mierda sin fe, sin luz y hecho pedazos,
una verdadera miga...;
…Titis del mundo, qué desdicha, repito;
después de no valer un real,
qué trago;
en suma, una traición bien propia y de cojones;
siento, siento decíroslo,
pero eso, eso soy.

... DECIDÍ IR A BILBAO, a verlo

...hoy he estado sereno al levantarme y hasta he tosido poco;


luego, como si fuera a ir a juicio, tras entrar en la cocina y tomarme unas gotas de café amargo,
de cajas y cajones saqué mis mejores ropas, las estiré y me las puse despacio y en el tren de diez
me fui a Bilbao; y no me creerán, claro, pero fui directo a ver desde la explanada de la entrada
el Guggenheim, y luego a hacer y a andar de decente por el parque de Doña Casilda, a pasear
por Gran Vía y después por Diputación y por la peatonal de Ercilla...
…Bilbao se ha vuelto muy hermoso;
¿ puedo decir que yendo así, de cara y a la luz del día, casi me avergonzaba al mirarlo ?
... a alguna gente le chocaba que un tipo como yo, con chaqueta arrugada y manos metidas
en los bolsillos, reparara con atención en el lujo de los escaparates y en los edificios importantes,
o que tal individuo se detuviera a oler con deleite flores que crecen en las jardineras de calle,
junto a los árboles...; ¡ quién sabe, en realidad, qué podrían pensar ... !
... sí, en verdad Bilbao es hermoso; ¡ ... y recordar que yo me hice en sus calles y plazas y que fui joven
y que crucé por ellas con el don de la vida en alto, con ilusión de hombre... !
... en un banco de granito, de ésos que están junto al Metro y al Corte Inglés, me paré a descansar;
pero fácilmente me di cuenta de que ya no tengo costumbre de ver pasar tanta gente ordenada
y en silencio, ni de su cercanía, ni de su educación...;
¿ ... y mirar la calle Buenos Aires... ?; imposible; ya no, ya no volveré a subir ni a bajar
por Buenos Aires, no, nunca; ni volveré tampoco a Bombero Etxaniz, ni a Lertxundi,
y asimismo y tampoco a Albia; ahora creo que la Audiencia está en Barroeta Aldamar
y el Colegio en Rampas de Uribitarte, en un palacio de verdad, en un auténtico reino...; ya es igual;
[sólo quería pensarlo y poder escribirlo] olvidar es criminal; hay ratos peores que la ruina.
SI AÚN...

... si aún encontrara un resquicio de vida para mirar al cielo con dignidad;
pero, si así fuera ¿ qué iba a decirle ? ¿ a qué atisbo de luz podría dirigir estas mugres y desastres
y con qué señal, con qué razón de hombre ?
... oh preguntas que no dais al corazón más que venganza frente a lo perdido
y una sed azarosa y ciega que nunca, jamás ha de calmarse;
tan ahíta está el alma de tragedias;
... recuerdo, sí, aquellos días en que ardiéndome las manos, las sienes y los huesos
era capaz de parar, enarbolar en alto el mundo y desafiar su hez y sus herrumbres, beber su daño
y después combatir por él y por mí;
sin embargo, y no obstante, la necedad propia es otra cosa y viene sola y por sí misma,
y también lasciva, y airada;
así me sacó la vida de los goznes, así me picoteó en el mar de los ojos y cantando estuvo en ellos
cual pájaro excelso de virtud y fuego;
y así, así fue en la razón;
¡ ... si pudiera construirme - digo - un serio dolor para lenta y conscientemente amarlo, educarlo y vencerlo;
ah, si tuviera aún prestigio para hablarle al alma y al hacerlo no morir !
¡ ... pero es tan vergonzoso y trágico, intentar reparar sin honor el Pábulo del espíritu, tanto y tanto… !

HAN MUERTO MIS AMIGOS

... ¿ sabéis ? Tuli y Olino la han joío;


...los muy cafres me tiraron del coche en plena marcha y enfilaron como locos para Artxanda;
la verdad es que no sé por qué reñimos, la cuestión es que los vi marchar como rayos para arriba;
... y ahora, ¡ joder ¡ están allá abajo, hechos trizas, en el depósito de Cruces con los ojos amoratados
y la frente y los ojos perdidos de sangre; oh Dios, oh Dios, Tuli y Olino..., los dos;
.. y la Miren, pobre ¿ dónde estará, qué habrá hecho, qué habrá dicho la Miren ?; no la he visto,
no la he visto siquiera; ¿... y el pobre Tuli... ? sin nadie, sin un alma alrededor...;
yo les dije allí quien era, lo dije y lo puse en el libro, sí, lo dije, se lo firmé y allí quedó;
así, si alguien pregunta, puede saber que Tuli no fue una puta mentira sino que estuvo aquí,
que zumbó mucho por este barrio inmundo con Oli y conmigo;
... qué cabrones ¡ por qué subirían a Artxanda de esa manera ! ¡ cualquiera, cualquiera sabe !
¡ ... igual se les fue el coche, igual los pisaba la policía... ! ¡ pero qué cabrones, joder,
no hay derecho ! si al menos esta noche nos pusiéramos a mear como antaño, tan tranquilos todos
en medio de la calle, sí, mañana ya veríamos; pero los dos están muertos, muertos y bien muertos,
que ya, ya es decir; creo que se lo diré a La Cloti, sí; aunque, claro, ella, los odiaba;
pero, si se lo digo, igual se remanga y me hace compañía esta noche un rato, después de todo...;
¡ no te jode, no te jode, qué par de cacho-cabrones... ! ¡ hombre, no y no, esto no se hace… !

CONSCIENTE Y LÚCIDO

... oh Dios, demasiadas veces llego a un cielo infinito y azul por el que voy errante
sin oír nada ni a nadie y por él deambulo y deambulo en inmensa soledad;
... por eso, por eso tengo que aprovechar cuando estoy consciente y lúcido para imprecar
o jurar, para engullir hieles y reventar;
aunque ya se sabe que la amnesia, en gentes tales como yo,
es un monstruo que nos come los días y los años y nos tira a un lado como cáscaras secas
o pieles vacías, como ratas muertas, como escarmientos;
¡ ... y yo que llegué a creer que conocer tres leyes contra el hombre era conocer el mundo...!
... sin embargo, me están aullando el dolor y la rabia, y así me aúlla el cuerpo,
y la locura, y la oscuridad;
lo sé porque, aunque me defiendo y a toda costa trato de zafarme de ellos,
es cuando se me crispan los dedos sobre la garganta y tengo que taparme la boca;
casi, casi es una asfixia total;
... sucede varias veces de día y de noche, y, ello, cuando despierto, se vuelve insoportable.

AL ANDAR DE LOS DÍAS

... desde que Tuli y Olino la pencaron,


no soy nadie;
en dos días me he puesto reumático perdido y tengo dolores por todas partes, no valgo dos centavos,
ni uno, qué voy a valer...
... la verdad es que ahora, como no doy palos ni paso ni pillo nada, vivo a pan y a agua con una pizquita
de yogourt;
antes, si la cosa iba mal y había prisa, íbamos a los supermercados o entrábamos a alguna casa rica
y la cosa se arreglaba;
ahora ni eso, no podría, no me llega el resuello y además me exalto, me asusto...
... vienen los días y los dejo pasar ensimismado, sentado al lado de las basuras con la cabeza
hundida entre las paletillas y las manos;
qué ironía, pero cuando estoy así, después de un rato, me da por pensar que me gustaría leer un libro
o escribir un poema como antaño, o simplemente hablar un poco con alguien,
con alguien educado, limpio y amable...;
pero si me da por mirar de lado y para arriba, veo a La Cloti a la ventana sin parar de sacudir
su maldita y harapienta alfombra o saltando al tejado su hilera increíble de gatos famélicos;
... de ahí que continúe quieto y como muerto, mirando fijamente cómo pega la luz contra las latas
y los tarros de vidrio de los vertederos, y cómo, mientras graznan gaviotas, urracas y cuervos,
- y tras mirarnos entre unos y otros, con usura nos vayamos repartiendo la tristeza, los desechos y la ira;
… al poco rato no nos vemos, luego, ya no hay nada.
OSCURIDAD

...una tormenta terrible está machacando y triturando el barrio y el monte y se ha cargado la luz;
encima de mi cabeza, los gatos de la vieja Cloti maúllan desesperados, y ella, como hace siempre,
ha empezado a arrastrar sillas y mesas como una obsesa hasta que el mundo se detenga y se le pare el miedo;
... amigos de la opulencia y la fuerza ¿ recordáis el miedo... ? ah ¿ ... y la congoja ?
¿ y la debilidad y la senectud y el trueno aterrador ? ¿ los recordáis a todos ellos, despiadados y juntos ?
¿ y la muerte pensando y husmeando de cerca, la conocéis ? decidme ¿ los habéis visto y vivido, sabéis qué
son... ?;
… porque por Dios y en nombre del viejo Baudelaire, oídme esta noche,
que con voz y vida indignas os lo recuerdo y he vuelvo a preguntároslo,
pues esta noche todos y cada uno está subiendo y bajando a través de esta casa quebrándola, estallándola,
confundiéndola y mezclando el crujir de los huesos con el trajín de las mesas y los atormentados
maullidos de los animales, cual desquiciadas y horribles bestias;
... esta noche, en este instante, ahora mismo, digo, el orbe entero está tirando y aplastando gotas de sangre
contra estas paredes y el corazón, contra las baldosas y el aire infecto porque esto es la opresión, la caída,
el gesto infame e indolente del mundo contra el ser;
es – lo afirmo aquí con furia - la reverberación inconcebible del espanto y la espada, hiel a hiel y cara a cara,
ah costra enferma de sordidez e inmundicias de animales y seres envilecidos, tristes y acobardados;
… sí, después de todo, y aunque me desprecie y me odie, decididamente esta noche subiré con La Cloti;
removeremos juntos sus sillas y sus mesas.

NUEVOS VECINOS

... ah ruin, egoísta y zafio, que sólo veo mis vértigos y toses, ah insensible y desgraciado de mí;
...hace un rato, cuando empezaba a llover, a la esquina de las putas llegaba un hombre sin piernas,
sentado en un carrito del que tiraba un perro con pupas, escaldado y famélico,
y al que empujaba también una vieja con una bolsa al brazo, empeñada en cubrir la cabeza del hombre
con un trozo de plástico sucio, roto y apestado;
... y jooo, tíos [en estos casos hay que decirlo sin rubor, con coraje]: qué fuerte, qué fuerte;
... porque, fijaos, los encontré cuando venía de lloriquear junto a los vertederos,
justo cuando me habían entrado ganas de quedarme en ellos y no volver jamás;
... y yo que creí que en España y Europa no existían ya estas cosas, que cuestiones de piedad y justicia
las tendríamos todos bien resueltas por encontrarnos a cargo de personas pudientes y educadas;
y yo que había creído que tampoco tenía obligación de compartir ni ser ni voz ni vecindad con nadie
porque sólo piso y pillo miserias y venenos...
... y qué hostión, qué hostión me di, tíos, qué gran hostiazo; llevo cuatro horas viendo las zapatillas
arrasadas por el agua y el barro de la vieja, veo la cara fatigada y resignada del perro y las ruedas
del carro chocando y haciendo piruetas por encima de latas y de piedras [y, para acallar la vida,
me digo que el hombre no tenía cara e insisto e insisto en que no, en que no la tenía y que no la tenía]
... ahora mismo, sin remedio, subiré a decírselo a La Cloti;
no es por nada, sólo por si ella quiere venir conmigo a estirar el cuello; nada de nada, sólo a presentarnos;
... éstos pobres, ya se ve, no saben que aquí, las tormentas, y si son de noche, más que reventar paredes,
escarban y escarban hasta urdir terror por todas partes;
… sí, son capaces de cortarle al más gallo el aliento y los cojones.
¿ ... QUIÉN, QUIÉN SOY ?

... no, no es nostalgia, me digo, es tu Yo con su culpa, la tuya; por lo que incansable, y yendo
de acá para allá durante la noche, lo afirmo y reafirmo con los puños cerrados y apretados,
descubriendo el error o afrenta, o mejor, mejor dicho, conociéndome;
¡ ...ah, culpa, culpa !; mi ballena blanca, mi lasciva concubina, dime ¿ de qué y por qué me culpas ?
¿ a mí, que tras haberme convertido en tu devoto te he soñado, idolatrado y servido... ?
¿ ... yo culpable ? contesto – pues continúa preguntándome a traición mi máscara, el usurpador,
el otro, el rufián de mi alma - ¿ yo ?; ¿ acaso no conservo y guardo tu umbral, tu higuera
y tu viña junto al brocal del pozo ? respondo con astucia y sorna;
... después de tan aparente desprecio, di, hipócrita - me grita ella, mi culpa - di bien alto al mundo
cómo en verdad me amas, cómo en secreto acudes a mí, a tu ilustre razón, implorando ser libre
para usar el placer y la ira, para alcanzar el inconmensurable gozo de romper tus nudos
de libertad servil; anda, atrévete y dilo públicamente, sé hombre;
... y la respuesta entraña un grito ingente, enorme, una respuesta que acaba por tirarme y convertirme
en un Ahab brutal de muerte agónica, en un Ahab desgraciado, un Ahab absolutamente abatido,
roto y caído en tierra;
... cara al cielo, entre el poso maloliente de vida que soy, envolviéndome y aquietándome,
sólo logro captar un silencio atroz junto ese vaho impasible y sutil que viniendo de alguna parte,
lame las manos y pasa dejando una mueca mortal e imprecisa de todo;
[ah, si aún dispusiera de una simple cerilla con que incendiar el mar,
ah, si en este instante pudiera tocarme el corazón...]

DE LO QUE MOBY DICK ME GRITA EN EL COMBATE


[“… recuérdese que el espíritu no envejece ni enloquece”]

... escucha, chaval, y no te amilanes ni acojones, porque, si te acojonas,


van a caer sobre ti como buitres las hostias y vas a tropezar y a ser roído por chinches y por piojos,
empezarás a ver la luz en negro y se te convertirán las noches en pozos tétricos con ratas,
con búhos y cornejas;
porque, óyeme bien, si te acojonas, no vas a tener salida y con el rabo entre las patas,
como un vil paria o puta por rastrojo, vas a tener que andar constantemente huyendo y maldiciendo
por el mundo de un lado para otro;
¿ ... y tú, eso, piraña amigo, tú eso ... ? ¡ vamos, vamos, levanta... ! hace años que te conozco y sé
que antes reventarás, que te restregarás o sacarás los ojos, que inventarás si es preciso molinos
con aspas como alfanjes y que justamente te jugarás frente a ellos las manos y la vida;
¿ … a qué, a qué esperas ? corre, corre y no llores; ¿ es que aún no sabes
que cualquier vulgar pichambre tiene que matar su propia peste y comérsela para seguir corriendo ?
¡ ... vamos, piraña, vamos, es tu oportunidad, salta, salta ahora sobre el mundo
ardiendo y jódete, quémate o rómpete el espinazo si es preciso y pégatelo a trozos;
y luego, cuando estés bien jodido y hecho trizas en el suelo - sí, bien jodido y hecho trizas -
después, insisto, cuando pretendas levantarte porque de verdad quieras vivir y respirar,
seguir viviendo y creciendo, entonces, chaval, ya, ya hablaremos para más;
no ha llegado tu hora.
ACERCA DE LA CONSCIENCIA DEL TIEMPO

... sobre el cerro que rodea la ciudad, mirando para atrás, se ha parado el tiempo;
... pasó arrasando cuantos cachivaches encontró a su paso
y ahora está quieto, absorto, mirando con insistencia hacia nuestras calles y rostros,
como si estuviera desmenuzando los mínimos detalles de nuestras manos,
de nuestros gestos, de nuestras almas;
... nunca lo había visto tan grave, tan gris y altivo, jamás tan concentrado en analizar
quiénes somos y qué hacemos, qué proferimos o adónde vamos;
... da miedo verlo;
contemplar su frente resulta sobrecogedor;
y aunque de momento sea inconcebible que ocurra, sería en todo caso terrorífico,
- tal vez espeluznante -
que decidiese volver, ah, sería terrible.

VIAJERO

¿ ... deberé instruirme en los ríos del aire, en mirar también atrás y verme morir ?
… porque, y ya, muerto ¿ sería útil conculcar la paz del corazón
por que cante otra vez ?
... junto a pozos de vida en la tierra, alguien debería instar, para ser usados, hoyos vacíos
donde ir recogiendo la voracidad y huida de la plenitud;
 pero si alguien, dentro de esta marcha de desnudez y olvido, dicha plenitud perdida hallara,
¿ dónde, dónde podría poner y mostrar su costal de alegría… ?

SOBRE LA TIERRA

... amigo,
si has venido de nuevo a este mundo, míralo,
crea en él una brizna de hierba y levántala,
toca, prende el aire y danos el bullicio de tu corazón;
ahora, que vuelves, detente, y, contra el olvido, contémplanos;
... te digo esto antes de acabarme, antes de que la muerte desconvoque
la ilusión de mi boca y pierda este adarme de tiempo y alegría;
... conócenos, conócenos, amigo, y préstanos los trazos de tu amor y tunombre;
nosotros, a cambio, para que nos protejas del futuro,
- aquél que no prendimos cuando pasaste por primera vez, y para se conozcan y amen -
pondremos juntas la desesperación y la luz;
... amigo, detente ahora y lucha con nosotros, enciéndete y luce;
no tengas miedo, no tengas odio y ayúdanos.
HAMBRE

... yo tenía las manzanas del cielo en mi boca y la luz las hacía desaparecer;
se volvían fúlgidas, transparentes, tanto que, cual en sueños, durante mucho tiempo
las busqué porque aún continué imaginándolas con aroma de rosa pura y blanca;
... de rosa pura y blanca, corazón ¿ recuerdas ? pura, y blanca;
¡ de qué nos vale esta verdad urdida y tirada a tierra, una verdad llorando
como cuando al descampado en 2007 lloran y lloran tantos niños y animales africanos ...!
¡ ah desdicha, ah pensamiento obsceno, tan pegado a la espalda y cristalizado allí,
allí, donde de forma brutal se alberga y envilece el peso; pero ¿ de qué sirve si,
aun sabiéndolo, tampoco hemos uncido este valor divino ni a la vida ni a la muerte ?
... yo tenía las manzanas del cielo en mi boca y las iba perdiendo sin volver en mí
ni buscar misericordia para mi hambre, por lo que un día, una mañana en la que el aire se teñía
e iba transformándose en auténtico rubí, me arranqué los ojos viejos para ver cómo crecía de cerca
el amanecer; y entonces, en completa soledad e inmerso en un profundo y espectal silencio,
recuerdo que lloré sintiéndolo y mirándolo;
... y allí, allí estaban y hacia mí venían la muerte y la conclusión del hambre,
allí la paz, el color y el leve sonido de las cosas que curaban, atravesándome la espalda
y luciendo hacia dentro y cantando, cantando al fin y sin cesar, a toda costa curando,
a toda costa curando, a toda costa, a toda costa.

CONTINUAR

... mientras impotente asisto al descalabro de mi juventud,


en el pecho tiembla y grita un poso de intempestiva tristeza;
andaba yo como escondido, como agachado tras las tapias de los huertos y la vida
para que pasase el tiempo sin verme;
y no;
... pero alégrate, corazón, has tenido la oportunidad de un tiempo en que latir,
corto, sí, pero alégrate;
recoge la luminosidad de las cerezas y llévala a lo alto,
junto al honor, junto al labio, junto al diezmo de luz;
... por tanto ¿ a qué temes, corazón ? ¿ qué tristeza no vencerás tras aceptar cada flujo
y confidencia en la sangre ?; después de todo, te he visto pensar y dudar,
pues sé que una y otra vez sueles coger esa duda dramática acerca de tu inmadurez
de hombre;
... pero por más que se diga, al final siempre asusta la ingravidez que impera,
esa horrenda y dura emoción que instruye y llena por dentro la tremenda oquedad
con que existe el olvido;
... ah, como si no tuviéramos codicias importantes para el label de la muerte.
DEL ARCHIVO DEL MUNDO

... leones y ángeles, águilas y toros golpean y sacuden los arcos planetarios,
y el mundo, cual robot noctámbulo, cae rodando bajo una mota de luz divina,
de la que Moby Dick huye y a la que, en Ahab, odia y teme;
... buscándola, roto y loco miro y miro al interior y no me veo, no me encuentro el alma;
sucede tras rompérseme las cadenas de los huesos, las de la vida, las del deseo,
y no tengo valor para entrarme dentro y una a una, a fuerza de lágrimas y sangre restaurarlas;
... sé que debiera sentir responsabilidad en la salvación urgente que implica tal destrozo,
que debería bajar a mi propio infierno y rescatar las crueles muertes con que ajusté
mis anteriores, pútridas y herrumbrosas vidas;
pero si bien es cierto que el pasado me tiene en sus argollas, mientras, y derribando mis sueños
de oropel, atropellándome, enfurecidos me están pasando águilas y toros por encima;
... oh mar de conquista y fuego, luz celeste y viva aún, fuerzas moribundas que estáis yéndoos
de mis templos caídos y humeantes, deteneos, retroceded y volved conmigo, que me levantaré
y de nuevo estaré listo para luchar con ardor contra mis costras y terribles furias;
sólo esa guerra podría hacer que reviviese, sólo, sólo ella, quizá, pudiese restituirme, al fin, a la alegría.

HACIA EL SER UNIVERSAL


[del republicanismo]

“... yo soy el corazón del viajero, su Flor de Lis y honor, yo, la república;”
[… porque, aunque hondo y alto silbe y cruja el viento,
pensad que sólo arrastra viejos gritos, viejos dolores, viejos perfumes;
deteneos, escuchadlo y sentidlo, pues no lo dudéis, es el vuestro]
... porque ¿ quién será la república, su pálpito y aliento ?
¿ quién buscará una estrella oscura y frotará y frotará hasta que el mundo
en ella se incendie y fulja libre ?
¿ … recordáis a aquél, vuestro íntimo guerrero, el que herido de ilusión y muerte
desapareció en batalla porque bebió y juró los cálices divinos y civiles de los hombres ?
ah, vendrá muy pronto;
¡ ... y qué ha de hacer en tanto con tanta soledad y la sensación terrible
que en su alma instruyen la espera y la tristeza !
[... miro a lo lejos y, muy lentamente, se aproxima la noche;
... entraré en su corazón y, frente a sangres duras, de pulsión eterna,
con otro sol y otras rosas lucharé y lucharé por la república;
... no en vano yo soy su ley, yo, yo soy su príncipe]

CREAR EL TIEMPO

... así, cual mariposa sin soles ni moradas, vengo a hablar de la flor y el rocío;
... ¿ y dije mariposa… ?
¡ …porque, qué tendrá su brevedad, qué su belleza y qué el sol… !
¡ … poder abrir la mano y coger la luz y mirarla con serenidad,
lograr rememorarla después y llamarla a ser de nuevo con estrépito de poder azul… !
¿ ... y es que todo, todo ha de excitarme en busca del don que ansío ?
oh ser, no tengas miedo y aprópiate del tiempo con estas pocas horas que quedan;
sal al mundo aunque el mundo te mate que yo saldré contigo a morir,
sal a la lucha aunque hayamos de perder estos ojos de agua
y el fragor del fuego nos acongoje y abrase;
… frente al temor de ser ciertos, sólo podremos renacer y recrear eternidad;
ser mío, marcha hacia adelante y lucha, remueve el mundo, instrúyete.

DRAGÓN

... cuando todo se incendia, el dragón del alma se levanta


y mi cuerpo entero se dispone a arder;

 gritos de dolor y locura inhabilitan mis pájaros para volar,


y el dragón de agua, el de ojos de hielo, los acosa en tierra
y los deja morir

... mi hombre, entonces, se quema y se hiela,


mi hombre de aire y de oro en mi sangre fluyente,
en mi sangre invisible, en mi sangre civil.

ELEGÍA NOCTURNA

... ah desbroce, sangre infecta, enemiga,


cáete, derrámate si es preciso y que sobre la piedra o el lino
queden el pus y el tiempo, tus malas hierbas, tus posos ancestrales;
... ah vieja mansión de aire vivo,
cuál, cuál será tu voz cuando vuelva a llamarte
para llenarme de lumbres y mares el corazón;
... si la mañana es un pájaro y el atardecer huele a mirras y a depredaciones,
¿ qué es la noche, alma mía, dime, qué es la noche ?
… no, no me lleves a través de ella a la inmensa oscuridad del ser;
ah, esta noche ¿ podrías dejarme solo, estrictamente solo, junto al ara divina:
aquella, la del primer silencio… ?
PARA ORIÓN BIS

 ... muy seriamente se lo vengo advirtiendo,


pues vive en esta casa desde siempre, viste la ropa de su padre
y ansía a toda costa una esposa idéntica a su madre;
oh, Dios mío, qué va a ser de él ... 

... ah, querido, soy el que viene del otro lado del mundo,
el que sin cesar de dar vueltas al cielo y a la tierra
retorna y os visita;
... y si el fuego es mi padre y el agua mi madre,
yo sólo soy brizna calcinada,
aire,
mío sólo;
¿... posas tus ojos sobre la palma de la mano y hiede tu corazón a sombras, a dolores y humos ...?
¿ te lamentas, Orión Bis, dudas... ?
... porque si es así, tendrás que abrasarte por dentro y salir huyendo, arrojarte al mar
y convertirte en luz, en lecho y cuerpo, y además construir tu barca de amor
con que salvarte;
... por tanto, si eres de sal, aún de sal, oh amigo y hermano en esta tierra,
si aún lo eres aquí, digo, no celebres tu fiesta de vida con este mineral de muerte,
ah, no permitas que la vieja que pasó llorando y asesinando a Irlanda vuelva,
no consientas que pase y asuele de nuevo tus bodas, hoy, con la muy excelente,
la muy noble y sublime: la ingente libertad.

EN MI PROPIO ZAGUÁN

... más allá de los límites del cuerpo, por donde me despeña el aire
y sigo buscando porque necesito saber qué es la verdad y de dónde viene,
mientras, ahí afuera, digo ¿ quién está ? ¿ quién mira ? ¿ quién escucha ?
... cuando la fatiga es alta, vuelvo, prendo la luz y me siento en el zaguán a escuchar
las salmodias del interior de mi casa; y aunque las palabras llegan en tumulto
como en torrente de agua y fuego y la casa entera vive y me susurra en las manos,
sé que volveré a estar solo y que de nuevo deberé salir a los límites del cuerpo
para volver a rugir y golpear contra el fragor del mar;
... aquí dentro, en cambio ¿ quién desea tocar el silencio sin miedo,
quién, quién quiere acercarse a este zaguán y compartir su dios y mi dios ?
… aquí estoy, estoy esperándolo todo.

DULCINEA
[la propia alma]

... músicas, en las umbrías profundas oigo músicas;


¿ dónde estás compañera, dónde ?
... con los brazos partidos levanto la tierra, persigo los ecos,
y entre batallas y piedras y huesos de amor te busco;
¿ … dónde, dónde estás compañera, dónde ?
 y en mi búsqueda lates cual luz temblorosa
que, entre hogueras de sangres, bella y pura recelara arder
¿ ... estarás aquí, aquí, compañera, en mis venas de fuego,
en el don de esta rosa y aplacando este mar… ?
¡ dónde..., dónde estás, compañera !

MI CIUDAD

... entro en la ciudad de mi alma y, al hacerlo,


todo se me anuncia y transforma: su aire, sus piedras,
su paz y sus ríos…
... entro y, con celo, por sus calles de luz y sangre voy pisando,
por el fuego de sus lumbres voy descalzo;
... ah, la flor que llevaba ¿ la habré perdido ?
... llamo y grito ¡ rosa, rosa… !
y aunque sólo hay silencio, la ciudad de mi vida refulge y me habla;
...por ella van cantando los dioses de mi boca.

DE ESTE LADO, en Castro Urdiales

... ah, de este lado de Bilbao y La Ría, en Castro Urdiales, también susurra el cielo;
pero es aquí abajo, entre las edades que guarda el corazón,
donde tú, hijo, elevas los brazos y nos llamas;
y lo haces con dulzura y esfuerzo, como si la alegría de nacer
representara el parto inverosímil de alguien que hubiera estado
irremediablemente entre el dolor perdido;
... pero no estoy solo;
tú y tu madre me aliviáis los labios,
me curtís con brillos la humedad de la frente
y me atáis con besos el temblor de las manos;
no, no estoy solo;
... hijo mío, ahora que el verdor del mundo es de estrellas, canta,
musita tu canción de amor, la que incendia, la que trae al aire lo precioso del día.

FIESTA EN CASTRO URDIALES

... si del cielo de Castro cuelgan hoy manzanas hermosas


y los niños por las calles bailan, de tu lecho, hijo, surge una luz poderosa
y tus ojos centellean cual fulgores de trigo;
... sin embargo, es siempre en la agonía del corazón donde te toco,
es en él donde descubro y guardo tu ser primero, tus ceras,
tus alabastros purísimos y vivos;
por ello, cuando apagas la frente y quedas como muerto,
es cuando el humo negro tizna la casa, cuando huele a grito y a silencio
y la sola duda de tu pérdida, a tu madre y a mí nos aturde y provoca llanto;
... te amamos, te amamos, hijo, eres el germen más puro y delicioso
que tenemos;
... se han marchado los niños y Castro Urdiales ya murmura solo;
mientras duerme la noche, yo sé que te meces y velas frente a los terribles miedos
de nuestro corazón y nuestras vidas.

AL INICIO DE LA MAÑANA

... he salido temprano de casa y el aire es tibio;


pero, al tiempo que piso la calle, pido y pido, hijo, que vivas y no te mueras hoy;
¡ ... es tan grande el mundo, tan grande… !
pero no encuentro, no encuentro, hijo, un lugar propicio donde ocultarte
y apartarte para siempre
de la muerte;
... mi corazón es débil, por eso, entre mi flujo de vida y el beso de tu madre,
aquí vas, aquí te llevamos y te llevo, agitados y apretando el paso,
sin apenas tocar el resplandor que trae el mundo;
... mientras vamos en dirección al Metro, siento tus ojos y el batir de tus manos buscándonos,
ese tacto hermoso que sosiega y calma frente al acoso diario y duro de eternidad;
... vive, pues, hijo, vive y lucha, no permitas que la sombra caiga y arruine
la casa de tus padres,
tu casa;
... hijo, enarbola tu poderoso espíritu y sálvala.

... EN MI PROPIO CUERPO

... hijo mío, hoy el cielo resplandece como una fiesta de luz
con timbales de oro;
sin embargo, al cobijo de esta humilde alcoba,
tú despiertas aterido y postrado, y tus miembros, cual alas cansadas,
parecen caer desde un vuelo infinito entre sábanas purísimas del ámbito del aire;
... tu madre y yo admiramos tu paciencia y fuerza, hijo,
y tus ojos - tus señales de vida - nos permiten salir al mundo, regresar a tu lado,
y aspirar el aroma divino del amor y el olíbano.

RUIDO Y LLUVIA

 ... sobre Castro ha estallado la tormenta que traía la noche,


y, mientras los viandantes corren por las calles, el cielo ruge
y tira contra ellos y los barcos del abra golpes de ceniza y lluvia
... no temas, hijo; tu madre ajusta puertas y ventanas y yo te cubro
y velo con el corazón;
eres mi hijo, mi savia viva y dulce y en ti me miro y me recojo;
... enseguida, cuando ella vuelva, sé que te pondrá la mano en la frente,
que te recompondrá las ropas y fruncirá los ojos porque siente angustia
de poder perderte en los fragores terribles de estas noches;
... estaremos juntos, y los tres, hijo mío, si es preciso, velaremos el sueño
hasta que las calles centelleen de gozo al contacto puro con la madrugada.

FRENTE AL FRÍO

... le dije a tu madre: arropémoslo bien, es demasiado el frío;


... porque nuestra casa, hijo, no tiene más glorias ni fuegos
que tu vida y aliento, más esa ilusión de verte correr por los pasillos
y que alcances al fin mil preciosos parajes, extraños y lejanos a la casa;
... a veces, por la noche, al observarte, tu madre llora; yo me acerco entonces,
estrechamos el alma, y los tres semejamos una llama blanca;
... hijo, no canses más tu corazón para crecer y descansa; la lluvia ha azuzado
las ventanas y con ahínco hemos fijado las puertas contra el viento;
... mira ahora, durante la noche la niebla ha dejado el monte y la hierba está hermosa;
al sol de la mañana gorjean los gorriones y los corderos corren y brincan.

QUE TU AMOR NOS SALVE

... lo que por tierras desoladas buscó tu padre,


aquello que jamás nombró tu madre ni susurró el viento
ni se atrevió a cantar el agua, eso, hijo, lo trajiste tú con tu esplendor,
justo cuando entre el hielo del pecho asomaste y aleteó por él
la urdimbre incontenible de una rosa;
... tantas veces nos aterimos y tanto dolor cundió cuando por primera vez
los tres nos apretamos y abrazamos amándonos en la oscuridad...;
... pero, cual bálsamo insondable para tu madre, el brillo que exhalas
es para ella su Edén de primavera;
ya conoces su pasión por ti y sus miedos...
... hijo, resistamos ¿ por qué no hemos de vencer la altivez atávica del frío
y de la muerte ?
... ahora, ahora que aún es invierno ¿ por qué no luchar, por qué no resistir
si tu amor reverbera, resucita y llena pletórico la casa ?

2- Culminación y triunfo de Ahab


ILUMINACIÓN DE LA “NOCHE OSCURA”

... sobre semillas de amor puro crecen los brazos de mi hijo;


 oh sol amado, joya, luz y oro de mi corazón,
canta mientras los laureles crecen, mientras los pájaros se asomen a tu resplandor, llámame
qué otra noche oscura podrá impedirnos este breve vuelo y estrechar los lazos
que aúnan nuestras vidas, hijo, qué otra ilusión o vendaval de nieve podría detenernos,
dime, qué otra muerte, qué otra batalla aún;
... por entre altas rendijas del aire se ve encendido el cielo;
bajan por ellas guirnaldas y ángeles, gotas vivas de fuego y lluvia caen …;
pero nada, nada imaginable puede ser comparado a la esbeltez de tu alma, nada, hijo,
con la ternura infinita con que tus ojos dan vida al claro y limpio curso de la noche.

PRIMAVERA ÍNTIMA EN LA TIERRA

... por los huecos sin fin de mi morada


brotan hoy madreselvas y jacintos,
y hermosísima embriaga mis recintos
la esencia de una rosa deshojada;

... huele a luna y a lluvia esta jornada


y a otros panes oscuros y distintos;
sobre el vuelo mortal de los instintos
siente el alma la noche iluminada;

¿ ... cómo puede la vida ser tan bella,


si emergiendo de un ángulo imposible
por el barro se enciende y se destella ?

... en su copa, amantísima y tangible,


entra Dios, y mi ser se hace visible,
fundiéndose en el Sol que habita en ella.

===
POEMAS DE “VERSOS DE LAS IMPERFECCIONES”

CAPÍTULO I - Aspiración

DE LA MARCHA INFINITA HACIA LA LIBERTAD


“ ... mirad y ved bien que las cosas no duren mucho,
no siendo que se tornen añejas y rancias”.

... rebélate, oh ser mío, contra las viejas formas,


las viejas luces
y la vieja alegría;

sal
y resurge sobre terminaciones íntimas,
sobre todo cuanto pueda ser tu orilla o puente,
tu ley o libertad,
pero, al fin, tu muerte;

... para hollar lo eterno deberás vencer el velo de la fascinación,


el humus de la sangre y el néctar de los labios,
y con amor y ciencia instituir tu fuerza y tu belleza: una lanza pura, docta y fiel
con que enfrentarte a credos de hombres y de dioses y no caer;
[…necesitamos crear nuevos conceptos, nuevos números y nuevas geometrías]

.. haz, pues, con mis huesos un fuego pavoroso y con mi alma un río,
un mar inabarcable en llamas con que instruir y propagar la luz;
ser mío, sé valiente, no te detengas.

CAER EL CIELO

… ayer nos han echado el cielo abajo


y los pies de New York por primera vez pisaron
sangre y miedo, hilachas, humus, papel destrozado;
ayer nos han tirado el cielo
y de nuevo nos hemos descubierto tiritando desnudos,
como si de pronto la piel de nuestras vidas ya no sirviera para nada;
¿ y ahora qué hacer y a dónde ir, a dónde… ?
… oh cielos raídos, oh incógnita humana,
borrados y rotos los caminos, no sirven, e igualmente el ser
que fuimos, y el aire; desmochadas muletas de dioses absortos
deambulan al anochecer;
… ayer se nos ha caído el cielo
y hoy andamos trastocados y a tientas, en guerra pura
contra el golpe helado en la edad y el corazón;
… ah, si ahora mismo supiéramos qué hacer, si supiéramos…

ITSOEL Y AITIÍNE

CANTO I

... conocía Aitiíne el cuerpo de Itsoel, lo estaba conociendo, cuando dijo:


Itsoel, amado, tu cuerpo es una gema labrada y escogida,
es en mí como el océano adentrándose en la tierra,
pero tu alma, Itsoel, tu alma se me escapa como peces que nadan en la bruma
de la noche y quedo sola, perdida entre los hielos ingentes de la llama;

... uno a uno recorrió Itsoel los rasgos de Aitiíne cuan nácares y mimbres
y con deleite la besó en el vientre, en el pecho, en los cabellos…
…todo, todo fue profundo y delicado al tacto, al sentimiento,
a las horas habidas, ambos suyos, de ellos, solos,
inmolados por y en el silencio;

... con Itsoel en los brazos, buscándolo, caminó Aitiíne sin rumbo por la noche y la niebla;
por eones, edades y años, al amparo de ángeles y arcángeles,
junto al mar y los ríos lloró bajo el dolor de las lunas,
y sin voz buscó y buscó por los instantes sin viento y sin aurora…

“... oh amado Itsoel – suspiró desolada y abatida –


invítame al ocaso o al alba en que amanezcas; junto a ti, junto a ti estaré”.

CANTO II
... las horas de Itsoel fueron de agua y fuego, tomillo y amaranto;
venían engastadas con la miel de los linos y la luz que arrancan
al ébano los pájaros;

… abrió los ojos, encerró en los párpados el magno dintel de la mañana,


y sujetó las rosas y los goznes del mundo
cuando sonaba a tormento y a rebato por la sangre de Aitiíne,
y la misión que lo ungía rescató de golpe la verdad del ángel de la lluvia:
la que al corazón destina polvo, cieno y finales de ceniza;

... cogió Aitiíne la copa oscura de las hiedras y bebió de ella,


justo cuando el sol, místico y desnudo, cruzaba instituyendo por el firmamento
los indestructibles signos de luz y libertad para la Tierra.
DESOLACIÓN Y ROSAS

... algo se me enfrenta cuando digo que todo es látigo y derrota;


... cuando miro las manos y descubro el desdoro y herrumbre de su laxitud,
es como si relampagueara por ellas una luz de estaño
que secretamente hubiera estado aunando el terror y la vida;
... no, los hombres somos otra cosa que desolación;
es algo que sé, que sé y que sé;
y no me preguntéis por qué emergen las rosas de entre pasmos y estiércoles
porque tendría que coger el alba y, luego, por muchas veces, tal vez demasiadas,
volver y volver a reconstruirla en el pecho para decíroslo;
... recuerdo algunos días en que el amor me estalló en la boca
y yo, loco y pusilánime, tras haberlo tomado y subido a un carrusel de fiesta, lo puse a correr
y a correr cual dios reciente que a fuerza de adorar su reino lo engríe y lo destruye;
... no, todo no puede ser látigo y derrota porque en el ser existen la extraña voz
y el extraño tiemblo;
yo los he escuchado pidiéndome otra luz, otra,
tan distinta a ésta, con que un día y otro día decido seguir ahogando los aterradores,
pulcros e indestructibles gritos del corazón con su sed de amor, verdad y sangre.

SIEMPRE HABRÁ BANDIDOS Y SIEMPRE LLEGARÁN

... son los mismos que nos arrebataron las tierras, la casa, la vida, el alma;
son los que de nuevo nos cortarán las calles, las lenguas y las manos,
los que nos ocultarán el agua, la luz, la libertad;
... recuerdo a hombres que emergiendo del polvo nos dejaron ciegos
y también a las mujeres que a pesar de todo los amaron;
pero de igual modo recuerdo a mujeres-púrpura, las que antes de marcharse
y brizna a brizna, dejaron colmadas y ardiendo de flores las praderas;
... pero unos y otros duraremos poco, porque antes de que oscurezca el día,
- ah, mucho antes -
en este mismo siglo, alguien vendrá a por nosotros para ser vendidos como carne para gatos
o como tiras ajadas de película, pues, civilmente, nunca, nunca estaremos libres
de salteadores de caminos y opresores por fuerza y fuego, nunca;
… siempre habrá bandidos y siempre llegarán.

DAR

¿ ... cambiarías dinero y amigos, fama, sexo y poder


por tocar con la mano los ojos de un ciego y que viera ?

¿ soportarías una marcha inacabable y solitaria a través del desierto,


acosado por el calor y el frío, el polvo y las serpientes, y que a punto de morir
de cansancio, de soledad y miedo, susurrara tu boca “no, no, renuncio a una gota de agua...” ?
¿ ... y qué darías de ti por crear una flor con tu vida y arrancar un fuego
de una brizna de hierba, qué darías ? ¿ en qué ámbito, en qué lugar del pecho darías cobijo
a tal sueño,
a tal fe ?

... porque alguna, alguna vez intuyes tu ser pisoteado y transgredido,


y también dañados u abrogados sus poderes: cual si te devoraran el hígado los cuervos
y a un tiempo te salieran al encuentro vampiros por las venas,
- y alguna otra, confiésalo -
además de llorar y gemir internamente, con todas tus ansias habrías deseado tirar y romper
las argollas del mundo,
las cuales no son sino íntimos hierros con que poco a poco tú mismo has hendido y atado a ellos
la luz y la alegría;
¡ ... quién se decidirá primero ! ... pues allí, justo en ese par de instantes,
habría dado comienzo la liberación y gloria de tu alma;
amiga o amigo, no me odies por decírtelo.

BARRIO SANTO O TIERRA DE CALAMIDAD

... he pasado por el barrio santo o tierra de calamidad con sus portales, sus esquinas
y gentes diferentes, incluso el aire, o mismamente el cielo, un aire-cielo por el que el vuelo de gorriones
y palomas va dejando constancia a cada instante de lo que puede suponer vivir quebrados, envenenados,
contrahechos,
y, cual tablas viejas y abandonadas, encontrarse hendidos, mancillados y rotos por doquier;
... sí, he pasado por una de las muchas quebradas de calamidad, y allí, suspendidos en lo alto,
tal que moscas errantes y agrupadas, me sentí observado por impasibles trozos y trozos de orejas y ojos,
por puses de corazones, por detritus de nadas, por miasmas que hubieran caído
y vuelto a ascender de la tierra para no detenerse jamás por semejantes vías y terrazas,
por balconadas repletas de ajadas y precarias sonrisas;
… porque, a pesar de todo, por este barrio, al que nadie nombra porque el mundo lo tiene como desovadero
de malas suertes y nauseabundas leyes, abundan por él, asómbrense, luces y hasta conatos
o verdaderos incendios infectos de amor y sonrisa viva;
... y es que observando bien, lejísimos, los ves venir resistiendo, salvándose y haciéndose
a todo trance y a toda prisa reales e incomprensibles;
y, ello, para que quizá, nosotros, tras cruzar tierras de asfixia, pedregales y barrios de molicie como éste,
logremos saber que, bajo la amantísima faz y nombre de los santos, cual es el caso,
el insulto, la vida y la tragedia pueden ser muy bien un lujo o un remedo infame,
pero siempre una suerte singular de valor real e incalculable pues que aún se vive;
... y ahora, por favor, díganme, hondamente díganme qué les parece.
QUÉ ES

... las hermosísimas lluvias que cayeron el año pasado y el amor que con nosotros tuvimos,
no, no volverán, ni volverá a temblar el sol de abril por la arboleda,
y no, no lo harán las deliciosas tardes/noches de verano, aquéllas que tan felices nos hicieron,
ah, tampoco han de volver;

... y no, no lo hará la brisa mágica ¿ os acordáis aún de aquélla, la que previa a la tormenta
nos levantó las alas y cual pájaros de oro o aviones de plata nos las hizo fulgir, fulgir y fulgir ?
no, no volverá, ni con ella el cielo verde que después se entreabriría mil veces
y se restañó trayéndonos oro, fuegos malva y púrpura y al fin oscuridad;
no, no, tampoco ellos volverán;

... y sin embargo, qué novedad, qué luz o fuerza, digo, qué dimensión me está llegando
ahora para intuir que viviré y viviremos otras lluvias, otros amores y tormentas,
los que nos harán sentir la necesidad de un canto nuevo y luego la de otro, y otro, y otro más;

... y es que, imaginando tal posibilidad, viviéndola y recordándoos, un golpe de emoción me aturde y
estremece;
a decir verdad, escasamente logro eludir la angustia de sentirla, diré más, apenas logro vencerla y disiparla;
… y es que, a veces, sentir la ascesis de lo cierto, excita la existencia, la vive, incendia y sobrecoge.

ENTRAR Y PREGUNTAR

... lentamente, durante mucho rato, anduve por dentro mirándome y preguntándome
qué podrían significar los miedos, los dolores, las muertes y vacíos que en mí había;
intenté tocarlos, pero en cada uno de ellos crujió y rechinó una luz y hora con su sabor
y sombra, al tiempo que con amor o ira sus imágenes se removieron, se alzaron,
y de entre ponzoñas y fangos, de entre conciencia pura, exhalaron gritos y palabras
de muy difícil recuerdo y concreción aquí;

... fue evidente que por vez primera había osado andar conscientemente por tal desván
de sangres, abrumado por el brutal desorden con que logré fundar cada instante y pulso
con que viví y erré;

... he de decir que, tras abrirlo y verme el corazón, de forma ardiente deseé algún cariño
y busqué algún beso, algún brillo, alguna dulzura mía que hubiese quedado sin dañar;
¡ ... clemencia, clemencia, llevo un corazón muy joven ! ¿ es que no lo veis ? recuerdo
haber clamado tras levantar los brazos frente al mar y la memoria,
frente al fragor de los dioses cabalgando sin descanso por los feudos agraces
de mi vieja infinitud;

... al final, en total silencio, cual había entrado, salí fuera y allí, impasibles y en tumulto,
con dureza irreverente -
Aves del Paraíso vinieron y me picotearon las manos y los hombros sin piedad;
… me estremecí asustado y sentí frío, mucho frío.
DE LOS INCENDIOS

... una vez más, en una gran hoguera arde la casa de mi vida;
y mientras brama el fuego, mientras me aturde el crepitar del techado
y el rechinar de las puertas al caer,
corro y grito como un loco en torno a ella con los brazos en alto;
 incesantes y turbias lenguas salen y zumban buscando mi sangre,
pero no estoy dentro;
yo soy el loco que corre en torno a sus huesos porque aún recuerda estas cosas,
las ama y las sostiene

... la locura y las carreras han cesado y no queda nada de la casa;


vuelvo la vista a atrás y no está, y asimismo tras buscar aquí y allá, en uno y otro lado;
¿ dónde, dónde he vivido... - me digo - o qué voz o huracán ha dispersado mis ruinas,
qué horda de ladrones de mundos se llevó mis piedras y me arrojó con ellas
a la prisión del aire ?
... agua pura y cristalina salta, luce y cae;
perdón, perdón, todo ello es fruto de la inmensidad que amo,
de la calamidad sin cuento con que en las ollas de barro se interioriza y enfervoriza el fuego;
… lo que somos, lo que soy.

METALES

... contempla, alma mía, las últimas cosas: el terror, la herrumbre, la desolación,
sí, contémplalas;
pero mira y ve también tu espada de valor, tu fuerza, y antes de irnos toca tu luz:
lágrimas vivas por las que han pasado tropeles de mundos golpeando y frotándote,
pues con ellas haremos frente al guardián transgresor de la luz,
al que todo lo tuvo sujeto con los dientes;
... pero, aun así, no cantemos victoria, porque días vendrán con minotauros de hierro
y alondras, con golondrinas y sierpes, y habremos de salvar precipicios
por donde siempre, antes, acabaron despeñándose
el viento/sur y el rumor del mar;
... de cualquier modo vibra, adéntrate en los fuegos de hueso y sangre e inicia y construye
un sol;
mientras quede una antorcha ajada, hazlo y préndela, que por siempre fulja
el ser y devenir de los metales;
... alma mía, obsérvala, aquí está, nos ha llegado la hora;
[¡ y cómo no reconocerla si tanto dolió
y alberga tanto ¡]
pero aun así, pidámoslo y quedémonos,
... ay de mí, incluso en la alegría, es costoso llorar.
ALTOS

...arriba, muy altos, donde la tarde es oro, vencejos y gaviotas enloquecen de sol y luz,
de libertad;
... e incesante mientras, la vida va de acá para allá socorriendo, impulsando el aliento
de diminutos insectos y pececillos del río, y el supremo esfuerzo por vivir
de las flores;
... “ un instante más” – oigo decir – y al mirar, zigzagueando,
un pétalo cae rasgando el alma
contra las púas del aire,
y la rosa, al límite herida, me mira y resiste, y, aun llorando,
se muere y sonríe.

ACERCÁNDONOS A LA BATALLA FINAL

... aquí, delante y justo al lado, las luces más claras de mis ojos van conmigo;
las tinieblas van detrás, acechando, esperando la súbita indolencia que yace en la alegría;
... ah, corazón, no temas, levántate y observa con qué poder el alma te toca, te sostiene
y alienta;
... sin embargo, bien sé que a pesar de todo intuyes la batalla, la que a vida o muerte
has de librar en los filos del cielo y de la tierra y siempre para no perder;
... portador de mi alma, ah, no admitas de antemano la congoja,
recibe de la sangre el esplendor del cielo y pertrecha con él el inexpugnable don que entraña
la paciencia;
... de todos modos, reconozcámoslo, cuánto y de qué modo envejecen estas fases de determinación final,
estas fases de prueba, estas llagas ahítas de valor.

ÍNTIMA PROPOSICIÓN

... prenderse y volar, fulgir;


oh altísima luz,
la oportunidad a veces es un charco sucio en que miramos fijamente absortos con terror; entonces, y más allá de
la muerte,
la imaginación queda abstraída y muda, constreñida a vivir durante dos segundos
la apresurada duda de su aniquilación;
... mas, cuando ha cruzado la hediondez del mundo,
cuando toca los huesos y vibra en sus tuétanos ya el genio, ya la emoción de la vida,
entonces, oh luz asombrosa,
la imaginación no es ya una peonza que agonizando acabara por caer,
ah no, ni tampoco un tigre herido y preso del zarzal;
pues simplemente es ahora un dulce honor o rosa ardiendo,
un gozo indescriptible entre las brasas hondas y purísimas del ser y el mar;
... espíritu mío, te alimentaré con lo mejor de la tierra y el agua, con lo mejor del aire;
oh flor invisible, te encenderé por siempre con el primor del fuego.
CUARTA ALEGRÍA

... iba la alegría pegada a nuestros ojos y bocas, a nuestros vientres y sexos;
la llevábamos abrazada al pecho como a un amante eterno porque nada ni nadie
podría interponerse a aquel festín de amor, de multitud y música, nada a aquella entrega
al placer que era sentir el vuelo inenarrable de juventud en tan terrible grito;
... por eso recuerdo que, más que mirarnos, meramente al tocarnos nos comprendíamos,
y que por nada reíamos frente al sopor de las piedras y el tiempo, frente al fracaso
y frente a la mera posibilidad de dejar de brillar, de fulgir con pasión por un instante;
éramos aquel día de miel y sangre, de besos, de sonido, aquel día íbamos subidos
en el carro del mundo y pataleábamos sobre él con fuerza para que el ruido nos izara más alto
y así trasladar al cielo la angustia existencial de tantos corazones aún sin razón ni dueño;
... y ya no hay vuelta atrás;
uno tras otro, lentamente, nos han sobrevenido el miedo y la estulticia,
nos han aparecido temblores que sobrecogen las noches, y, al reflejo de las madrugadas,
los cristales se han convertido en monstruos traslúcidos, en cómplices inexpresivos
de la luz urdida entonces;
ah, oh suerte aterradora y nueva con que volver a luchar y a ser,
ah poder vencido;
... al huir, y en el tiempo, ángeles caídos avasallan la angustia del viejo pecador que fui;
ah, ellos, mis caínes derrotados, tan terrenales y divinos a un tiempo, tan de la vida y altos,
tanto, que El Cristo se muere por decirnos: “Compañeros, mis queridos amigos y más que amigos,
¿ podemos ir juntos ? pues Yo era, Yo estaba en la fiesta”.

VOLVER DE LA GUERRA

¡ ... volver de la guerra, sí, volver !


uno sabe que es un resucitado porque el dolor es mayor de lo que fue,
y porque aún se espera que incrementen su tos y opresión,
el escozor que produce el fuego en la carne, el que abrasa la boca y se instala en las sienes
por un tiempo para dictar cómo y cuánto en el vivir;

¡ ... volver de la guerra y a la guerra !


todas mis heridas me las causé tras sorbos de alegría,
cuando caí inconsciente y corrí por el cielo y la tierra sin asirme a otra cosa
que al fulgor;
fue cuando pude jugar a Dios o a hombre y creí vencer;

¡ ... volver y verme en este lecho seco, electrizado: prácticamente extraído del aire
para constatar por fin que tanto la espada como la mortalidad eran mías, y que míos eran,
- de irreductible e inequívoca forma -
así la luz y así el caer !
OCULTO E ÍNTIMO

... qué sequedad, oh fuente, y qué pulsión tan infantil y ardua


pretender llevar el dedo al agua que va viva;
... ya es diciembre y, entre cierzos y nieve, los almendros codifican la tierra
con fuego blanco, la señalan con él,
la elevan;
... siento en mí como un gemido ajeno a todo, como agujero inmenso en la frontal del alma,
cual si una serpiente hubiese descubierto el calor de mis huesos y se arrollara a ellos
para dolerlos y a fuerza de dolor matarme;
... me es difícil andar y forjar las flores, sembrarlas;
demasiados rencores van conmigo, demasiados tormentos para instruir
un cáliz limpio y alto;
... pero estad muy quietos y que nadie se preocupe: es mi historia, una cuenta personal,
un claro desafío con que, a base de muertes diarias y agresivas, construir sin golpes
la fuerza de una flor;
... de todos modos, sabed que, si la vieseis, no triunfaría en el empeño.

TRATADO DE LA LUZ POR NAVIDAD

... cada año, por estas fechas, dejo mi casa y mis tierras y vengo al puente,
lo paso, y luego ando y ando en busca de la luz; pero hay tanta oscuridad,
y es tan apretada y densa, que acaban por hinchárseme los pies
y adherírseme la noche al cuerpo cual barro, espeso, duro y enemigo;
... por eso otra vez estoy aquí, en el regreso del año, pisando piedrecillas milenarias del puente,
las que poco a poco han ido desprendiéndose de sus imponentes y sutiles bloques;
... este puente fue conocido no sólo por mis padres y sus padres,
sino por los abuelos de todos los abuelos; ellos fueron quienes dejaron dicho
que por él cruzaban cuando de tarde salían a recoger rocíos o manás del cielo
y volvían más fuertes y más sabios;
... hoy, de nuevo y cansado, retornaré a mi casa, y el año que viene, por estas fechas, vivo o muerto,
y más arriba o más abajo, indefectiblemente volveré a cruzarlo;
…dicen que la luz está ahí afuera;
¡ ay si intuyera su presencia, si pudiera tocarla, Dios de mi vida y de mi alma, si la viera venir... !

2004 - LECTURA

... a estas horas y en este día no hay refugio: asisto a la deconstrucción del tiempo,
a la de la vida, a la del alma;
vuela el aire cargado de leyes, poderes y números,
y por móviles, ordenadores e impresoras, sin rumbo y desnortadas,
cantidades ingentes de terrores anónimos y víctimas van apareciendo;
¿... está permitido únicamente imaginar la vorágine desde detrás de la piel,
desde el lugar que se destinó siempre a la fe o a la espada, a la dulce afrenta
de observar, ser cobarde y a la vez callar ?
... aquí se hace, se arma y disecciona el siglo a través de bombas y gritos de aceros y vidrios;
son sierras que ajustan con exactitud frenética el furgón de los años a sus goznes y décadas;
este milenio será lo que estos pocos años sean, lo que este siglo, y la revolución pendiente
le pedirá a su dios que nos abra de nuevo la mente para repensar la luz y el sol;
[... aunque a estas horas y en este día, cómo no, las flores están mudando y no las vemos]

CURA DE UN PÁJARO EN LA TARDE

...compañeros, ahora, que frente a frente nos volvemos a encontrar,


¿ no nos valdrá la luz aquélla, la que trajo el dolor, para frotar y limpiar la sangre,
para darle lustre ? ¿ o antes bien, y desoyendo al alma, habremos
de retomar las hoces, cortarnos unos a otros la cabeza y después levantarla en alto
con orgullo ?
... atruenan por mi mente gritos de venganza y muerte, de honor y fuerza,
los que arranqué conmigo porque vinieron de la tierra para hacerme un ladrón y un asesino;
... y he tenido que ver un pájaro herido para de repente volver al mar y aquí, en su orilla,
tocar el agua, lavarlo, y poco a poco vivir con él y morir de mí;
¡ ay, qué haría, cómo prendería el fuego sin este honor, sin este inicio redentor del mar !

ME RECUERDAS

... al mirarte, ya sabía que sería difícil encontrarte, que todas tus esquinas y rictus,
tus cavernas y estrellas estarían exponiéndote y guardándote, y que, por edades,
habría de entregarme a conocer tus labios y nariz, tus ojos y el dolor de tus frases;
... me recuerdas un hombre/mujer inatendidos, una luz oscura de su luz,
el descosimiento por un lado de una piel mercurial que crece y crece;
... tocar tu alegría sería invitar a estremecerse al sol, por tanto,
¿ cómo y cuándo comprender lo que al silencio entregas,
esa belleza ingente que asíe el corazón,
lo exime de su mar y lo levanta ?
... de estirpe de oscuridad ardiente, una y otra vez me recuerdas esa pulcritud
con que, en carnes vivas, los dioses depositan sus graves desatinos y los cumplen;
... y aún, sin derrota posible, tan dentro y tan allá de tus ojos, aspiro a entrar.

A LOS VISITANTES

¿ ...buscáis mi corazón de aire ?


entrad, entrad, y os mostraré también con él la sangre vieja,
[¿ sabéis… ? su rojo no es de sangre]

por favor, pasad, que enseguida os mostraré los huesos y la edad


apenas limpios y atusados;

y en fin, aunque en ella sólo cunda una luz exigua de rocío,


aún, y antes, he de mostraros la casa de la vida;

... compañeras y compañeros míos, de todos modos, pasad sin miedo y perdonad,
justamente estaba empezando a plantar un jardín de rosas.
DESVÁN

... llegan la furia, el invierno y el trueno,


o simplemente el tiempo, la edad y la tristeza a un arrabal de muertes
bajo el cerco de una lágrima;

... porque desde la levedad, desde la flor del ser,


los cielos caen y chocan por dentro un día, se increpan, se rompen,
se atormentan y ofenden diciendo ¡ te mataré ¡ o ¡ quiero morir, quiero morir ¡

... ah níveos, ah purísimos amigos en quien descubro


tan ingente dolor;
quienquiera que seáis, quienquiera, abríos y abridme,
necesitamos vivir, vivir y saber - unos y otros -
que también, tambien estamos y vivimos aquí.

CIEGO DE SOL

... qué extraño resulta no descubrir el uso de las horas mientras zurcimos
y damos acomodo al tiempo, o de cómo estiramos las costuras y puntadas de su piel;
qué extraño no observar la lentitud con que van penetrando y tomando poso el frío,
las tardes, y un sesgo tenso y dúctil de inexplicable oscuridad;
¿ y será ello cierto ?
 he creído notar extrañas geometrías, cúmulos de albedrío
y fuertes vendavales con que poder acribar la incipiente ceniza en la razón
... “no, no es nada, seguramente no es nada” - me digo a mí mismo inquieto - y prosigo:
“recuerdo bien cuando busqué estas cosas por primera vez”.
... de todos modos, ahora me he vuelto un tipo ciego y misterioso, incapaz de explicar
a nadie los pequeños engarces con que, hundido en la ceguera, pretendo resistir;
... quedan, no obstante, leves tintineos de agua y recuerdos amables,
amén, naturalmente, de esta larga, densa y obstinada guerra por recuperar
aquella, otra y pura, primigenia luz.

SEGUNDA REFLEXIÓN

... sólo, sólo de esta forma: asir y besar lo fugitivo, despedirlo;


¿ ... te acuerdas, corazón, cuando por primera vez quisimos retener las rosas
y el agua, te acuerdas ? ¿ te acuerdas que ocurrió en el jardín del pecho y los dos,
llenos de pánico, retrocedimos ?
sé, sé bien que desde aquel instante quisimos ser hombres
y endurecer, pero ya no sé si aún soñamos con incendiar el aire o si inermes,
dando tumbos y rugiendo, vamos rodando y cayendo únicamente como piedras;
¡ ...y es que todo se torna tan frágil, tan inasible, tan fútil se hace…!
 ... porque de pronto duelen las manos y los pies, se oyen ruidos sordos abandonando
los días y baladas tristes se escuchan por el arrabal, y, por entre las acacias, dioses vencidos
se reúnen y lloran
... pero tú y yo, corazón, dime ¿ podríamos caer tan jóvenes ? ¿ habremos de acallar el viento
y las hogueras que nos piden alzar las manos y dejarnos morir ? pues ¿ quién, quién eres tú,
quiénes somos nosotros, tú y yo, corazón ? ¿ es que acaso hemos dejado de ser quienes éramos ?
… siempre corrimos a la conquista del mundo, a la construcción de un sol o de una brizna
de hierba y hasta aquí hemos venido, conservando estos cuerpos de temblor y de ira,
de lágrimas y de continuo y violento espanto...
... por eso te llamo a guerras que una vez más nos salven el alma y la vida,
por eso te llamo a arder y te propongo otra vez, oh amigo, oh mi valiente y esclarecido amigo,
el cruel quebranto de una dolorosa y prolongada resurrección

EXCEPCIÓN A MÍ MISMO

... podrán ser derrotados mis cuerpos y días,


los fuegos construidos con tardes de cerezas y los tenues brillos con que oficié
en la luz;
... podrán serme arrebatados el amor, la amistad, la pasión,
y hacerme ir rugiendo cual guijarro o timbal de hojalata hasta desaparecer
y perder todo vestigio con que fui, podrá, podrá ocurrir;
... por instantes, uno intuye que se agranda la afrenta y la derrota,
y que los pájaros, ciegos y desconcertados, prácticamente muertos, van a caer
irremisiblemente contra la ingente impavidez del suelo;
por eso, quién, quién podrá reprocharme que alguna vez mi corazón grite,
quién que se desespere, quién que cante, quién.

DESPUÉS DE ARDER

... pues que mi vida ha ardido, pendiente estoy de la claridad,


de esa pequeña piedra con que el aire pule y dignifica al fin
la razón y el miedo;
... marchar, marchar agazapados tras los ojos y el corazón,
¿ hacia dónde… ? ¿ tras de qué, en pos de quién ?
... oh sones de sangre incontables veces quemada, rescoldos breves
que sobrevivís a todo tipo de usura y exterminio,
¿ qué portáis ? ¿ de qué me habláis cuando todo se ha ido y toco el tosco pecho
y expele apenas la lanza del aliento ?
¿ será el principio de lo que ha de traer la claridad ? ¿ el asidero con que entrar
al mundo y dentro amar su luz y arrebatarse en ella ?
… mientras por los arrabales gotas frías quedan de sol,
junto a susurros de música con sus leves temblores agonizo de sed;
... tras la disipación, tras su momento exacto, con el vuelo incontenible
de esperanza obtendré la libertad;
lo intuyo ya,
lo sé.
ÁFRICA

... por qué habría de veros el mundo con ojos de ánforas brillantes
y no con ojos de burro sobre mies calcinada y arrastrando milenios de hambre;
por qué no habría de miraros ahora sobre la podrida arcilla de caminos,
por qué, digo, no iba a hacerlo, precisamente cuando arrecian las moscas
y suena el aire con zumbido de muerte entre sol, boñigas y charcos,
si marcháis cual pellejos repletos de costurones secos de asnos y hombres,
por qué, por qué - insisto - habría de miraros de otra manera, aunque no lo sepáis y seáis príncipes,
puesto que algún día, y no en vano, que sanados seáis, habréis de detener el sol
y salvar para siempre las individuales, y también preciosas y desgarradas, repúblicas unidas,
por las que, veraz e ingenuamente, late y llora hoy,
- de forma desesperada -
vuestro alado corazón y el mío.

NUEVAS PALABRAS

... pocas y difíciles palabras éstas


que traigo;

... son las que pasaron


por donde el miedo y la codicia sembraban sus campos de arena
y sal;

... y aunque cansadas y frágiles lleguen,


están a salvo aquí,
donde sólo responden a esta razón de hombre y lumbre:
aquella que tanto y tanto me dolió al partir.

DEFINICIÓN

... mientras pongan grilletes a tu libertad


no existe la oración, ni el canto, ni la danza;

mientras cunda el hambre, la angustia o la violencia,


busca el pan, la alegría, la palabra;

mientras toda justicia se ciña sólo a ley,


reúne las leyes y expúlsalas del alma;

y mientras alguien incendie el universo,


tú debes ser el pozo, el cántaro y el agua;
... solo, así, vencerás tu esclavitud.
PERDIENDO FORMAS

... aquel hombre era yeso vivo,


no, no, era de luz;
cuando lo vi había caído ya la tarde y, en diciembre,
ya se sabe, las sombras llegan pronto y se abaten contra el suelo,
se precipitan;
... reparé en él porque iba como perdiendo no sólo las ropas
sino también la piel, el pelo, las manos;
verdaderamente me quedé atónito porque, a la vez que iba diluyéndose
y desapareciendo calle abajo, cuanto más se alejaba más fulgía en mí y en el aire,
hasta que, como una llama de mechero de gas azul, tambaleándose y muriéndose,
dobló una esquina y lo perdí;

... ahora, cuando recupero su visión y lo recuerdo, siento que, cual divino hallazgo,
una brizna de silencio puro me invade el corazón;
es allí donde, incierto y grave, de nuevo lo contemplo ardiendo y marchando por la calle,
y como si su certeza quisiera introducirme a esa locura suya de la luz con que iba,
la que jamás se describe, ni tiene nombre deferente, cuando es citada, con cabal sentido,
al oído estricto y recto del tropel total de viandantes yermos: mártires, autómatas y muertos.

donde una humilde ATENCIÓN

... si el corazón quisiera amar y no pudiera;


si su intuición quebrase y la razón recobrara el absoluto poder de lo cierto,
entonces dispongámonos a llorar, porque habrá llegado la edad del invierno y los monstruos,
y junto a ellos, contra los cristales, vendrán a golpear con saña la sordidez y la furia;

... ah, no obstante, volverá el Sol de Vida, y, uno a uno, levantará cada copo de nieve
y cada gota de lluvia cual labradas, cual deslumbrantes perlas de sabiduría;

... por tanto, y al fin, esperanza;


¿ acaso no sabemos que lo que da el dolor ya no muere ?
pues qué, qué es la luz.
Título:
POEMAS DE “ARQUITECTURAS”

CAPÍTULO I

VIVIR Y NO VIVIR

... dura es la luz y honda su verdad,


y por ser así, que nuestras dudas y deudas con el amor se salden, que él nos cure y guíe,
y ya, por él tocados, nos recubra el cuerpo con sus óleos de oro para poder resistir
las acometidas y estragos de la oscuridad;
... pues como lluvia de piedras y heridas nos asaltan y cruzan sin piedad los días,
con grito ahogado rugen cual golpe al honor, cual cántico mortal de herrumbres,
cual genocidio y opresión de almas, las de todos;
… porque, una y otra vez, alguien tiene que ir al Súper o a El Corte Inglés,
o pasar por el juzgado o el banco, o por Hacienda, o por Tráfico...;
sí, desde luego, ineludiblemente alguien deberá pasar;
pero ya, en casa, con puses viejos y sañas exaltados,
nuestros propios fracasos se enfrentan entre sí con obscenidades y odios,
con venganzas, con multas ejecutivas y maldiciones por todo y contra todo;
... por eso, al volver el día, siempre hay alguien que, al mirarlo,
siente miedo o un terror insoportable, pues de nuevo alguien deberá volver
al Súper o a El Corte Inglés, al juzgado o al banco, o a Tráfico, o a Hacienda;
... uno de ellos, ahogado por el espanto y la risa a un tiempo, decía:
“... y, encima, tuve que frenar de golpe, bajar del coche y ayudarle a cruzar la calle;
¡ no te jode, al muy cabrón, con el susto que me dio !
¡ no, no, si ése lo que quería era que lo matara”…!

QUEMARSE

… prende el mar,
adéntrate en las fuerzas de mis dioses mojados,
incendia, oh ser mío, las frondas marinas y alza
un manojo de luz vívida y pura frente al viento encendido;
… calme el agua al corazón
y la libertad y la pasión lo quemen;
andaremos ambos entre humus de sangre y lumbre
cual fuego divino de la primavera;

… hombre mío, sal a la calle y descúbrete,


que el aire arda y hable, que luzca;
que el sol nos prenda, que su luz nos juzgue.

... DEBIERA SER CAPAZ

... a estas alturas, debiera ser capaz de escribir un poema bellísimo,


apto para extractar en trozos puros tantos años, juntarlos,
hacer que puedan mirarse mutuamente y después resucitarlos y vueltos a resucitar
para poder llevarlos conscientes a la mesa de sol;
... pero no sé; uno siempre espera algo extraño, un manjar por ejemplo,
algo divino y proveniente del sur, de más allá, agua y fuego vivos,
más aún;
... porque fatigados los pies y doblegados los brazos,
de entre la escasísima costra arrancada a la tierra y al corazón,
siempre esperamos haber salvado y fundido entre sí una perla de mar y un destello del cielo;
… sí, hilo a hilo y pieza a pieza debería ser capaz de instruir un mínimo flujo de sangre,
un exiguo asombro vivo, o tal vez menos, quizás sólo articular el viento, la luz, la levedad y fe
con que pudiera traer a ser unas palabras,
algo;
... y es que, créanme, lograr esto no es fácil;
bien lo saben quienes vinieron de lejos y tuvieron que contener sus alientos
frente a brutales lapsus de memoria;
y mejor aún lo saben los que ni siquiera murieron porque sus vidas no estaban perseguidas
y al marcharse dejaron sus ropas, sus sillas y zapatos como trasuntos propios de un don
que todavía fascina a los mortales;
...en fin, debería poder construir una flor siquiera y dársela,
sería una forma hermosa de amarles, de mostrarles mi parte, bien que nimia,
en aquella belleza que aún se me oculta y, con ello, se niega sin más a aceptarme y recibirme.

DE LAS CONTÍNUAS PÉRDIDAS

… ocurre cual si trozos nuestros fueran quedando y dejando por todas partes
cuerpo desvencijado, sentimiento, memoria, como si fuese preciso ir poniendo
señales del ser:
sus pocos triunfos, sus muertes ordenadas, y hasta la singularidad como detalle,
que no será sino la esperanza de que no renunciamos ni renunciaremos nunca a la lucidez
íntima de la luz;
… acontece como con la humildad, que a ultranza nos dibuja formas y sollozos
frente al trazo y sello de iluminaciones en un invisible fluir de fuego y de ceniza,
ya cual resurrección, ya cual grito tosco y pleno de nuestra muerte y leve canto;
… y si esto es así ¿ cómo no ir adonde estoy y tocar cada ruina, cada cielo caído
y cada puerta quemada ?
¿ … y cómo no sentir el temblor de la piel si apenas cubre el cuerpo,
y tira y duele, pues que tanto tensa, tanto oprime y cunde el frío ?

QUE LA LUZ ME QUEME

... sí, que la luz me queme, y que, cuando pase un hombre a mi lado, me juzgue,
y también cuando ese hombre me llame, y cuando me odie y cuando me maldiga;
que asimismo lo haga cuando los perros ladren y cuando como lluvia y fuego duros
en los labios me deje todo ello cristales de rocío;
... que en mi interior queden sólo calor de piedras y aquel deseo de incendiar
y devastar el mar con una brizna de hierba;
que queden dentro las horas humanas y el vicio, el esplendor, la ira,
y hasta la venganza tal vez, tal vez y aún,
- oh espíritu indescriptible, inexorablemente querido y mío -
que acoges con honda comprensión el humilde quehacer de la voluntad y el corazón;
... sí, que todo ello me quede dentro y me agote, que me acabe y luego vuele y vuele sin fin;
algún día, con mis piedras herviré de amor, y entonces, ese día, en ese mismo instante,
afrontaré sin miedo este estigma impropio, y en apariencia horrible,
de esta muerte que hoy aún reconocemos y que nos une y lleva a todos.

CEREMONIAL DE LA PROPIA AUSENCIA

… siempre hay algo dentro de uno mismo que intriga y ausenta, que da miedo,
algo que penetra en los espejos y retiene y oculta la respuesta terrible;
la mirada lo intuye en el cristal, sabe que mientras dure la duda de saber quiénes somos,
iremos en la clandestinidad del nombre, bajo el traje de los pasos y los ojos,
a cobijo del sonido dúctil de las palabras;
… y, probablemente, un día de ésos romos y definitivos en que lleguemos a decir
“ya vale, tío, y de aquí no paso porque ya está bien de tanta leche y mamonada,
y aquí cero y punto”,
probablemente ese día, digo, entremos en el espejo con la ira levantada,
bien dispuestos no sólo a buscarnos
sino a destruirnos;
… sin embargo, es muy posible que de repente quedemos allí dentro,
dando vueltas y desaparecidos para siempre;
como si la locura hubiera abierto otra razón y urgiera, a cambio,
el pago cierto, e inexorable, de esta ausencia sutil y transitoria.
IMPULSO

... adéntrate, ser mío, por el agraz del sol,


que tengo que cruzar el mar ardiendo y llevar a nuevo puerto la barca de la vida;
ven y apriétate al pecho, al calor de la sangre, a esta poca verdad que hemos hallado
entre muerte y humo a través de inmisericordes y humeantes campos de batalla;
ninguna soledad pondrá en cuestión tu brazo ni tu espada,
ni podrán vencer tu razón y fe ningún dolor que de tu fuerza emane;
... compañero, óyeme bien en este instante: hace frío esta noche y la luna, ciega,
está tirando sombra y piedras contra el jardín del alma;
pero no, no te ocultes, saldremos a morir, y después, conscientes de la muerte,
dejaremos que nos llame este impulso repleto de hojarascas y silencios
para tornar a la lucha y poder conseguir un día más, compañero, o un rato,
un rato más tan sólo con que poder urgir y urgir la libertad.

LAS PARCAS

… ha dolido ya tanto de este lado del aire para afrenta del conocimiento
y se evaden tan pronto los instantes que se quieren vivir…;
no, yo así no puedo instituirme;
¿ dónde está la torpeza escondida, la inacabable espada
que va derribando sin plazos ni mesuras credos, la edad y los dibujos exactos
de las manos ?
¿ dónde, en qué situación y día comienza este despojo y sufrimiento,
dónde se refugia el ser ?
¿ y cómo, cómo es esto, que no logro instaurar un compendio vivo
y ordenar mis guerreros ?
¿ es que ha muerto mi dios de sal y lluvia
y no puede defenderme ?
… no, no hay rencor ni hay otra acritud que esta emoción, este canto consciente del dolor;
¿ … es que no he visto a Las Parcas ajustar batallas e instruir con la muerte
mil estelas de olvido ?
¿ y no es verdad, también, que surge entonces un hilo de voz que nos toca la vida
y en la sombra nos llama y nombra por vez primera ?

FOCOS

… si de piedra, agua y aire es la luz, y a la vez de fuego,


y si la voz da la vida e inmersos en ella están así el poder y así el conocimiento,
cómo no escuchar latir al sol aquí, en el lagar del ser,
donde a tanto coste libramos inenarrables batallas frente a la oscuridad y su muerte;
… cuando pasa zumbando una abeja, mientras mira y huye del cantar del agua,
uno puede pensar que somos hormigas con los cielos abiertos hacia el esplendor del ángel
o que somos capaces de crear una rosa, un grial de sangre pura que por fin dignifique y salve
la iniquidad del hombre;
… es verdad indestructible que podemos vencer o caer,
pero también es cierto que conozco esa puerta por la que van entrando así los vencedores
y así los vencidos o muertos;
y todos, saliendo o llegando, nos vieron y nos vimos dentro.

LA GUERRA Y EL CAMINO

… caído en tierra, herido y desmembrado me rehago, miro al cielo y pido una señal divina,
pero mi cabeza es de plomo, mi cuerpo y pies son de plomo,
pero también el mar, la tierra, el sur,
y me tambaleo, me tambaleo y vuelvo a caer para soñar,
soñar profundamente;
… y el sueño es un combate entre fuego en sombras, entre fuego y agua,
entre dioses y hombres de lumbre y niebla, de barro y luz:
es “El Edén”;
… y despierto, y cuando quiero retornar a él, cien querubines levantan la espada
y soy expulsado a resucitar aquí;
al fin, dolido y consciente, recuerdo la batalla habida y la larga y cruenta guerra
por ganar aún;
… aire, busco aire y una brizna de paz por el pecho para poder morir mejor;
necesito templar una espada de amor y fuego que me estremezca el ser;
oh, alma mía, qué labor ésta de construir un diamante con la endeblez de una rosa,
qué ardua, qué ardua y dura es;
pero, al tiempo, qué privilegio, qué honor, qué amantísimo placer.

HACIA LA ÉPOCA DEL AIRE

… compañeros, salid conmigo y dejadme compartir camino, que quiero veros brillar
uno a uno mientras con fe y razón trasladamos más allá las fronteras del tiempo,
más allá, hacia el sino de la muerte viva;
¿… no habéis visto, pues, que es él - el genio - el que nos despierta,
y a ritmo de soles y equinoccios viene a levantarnos para conquistar el aire y la tierra,
doblegar la eternidad y construir con ella el común altar, el de dioses y hombres… ?
¿… por tanto, a qué esperamos, a qué esplendor ajeno si no somos capaces de irrumpir
y sacar de dentro un dios eterno para asearlo, instruirlo y reconocerle su derecho
a andar y a correr ?
¿ … o sí somos capaces, compañeros, o sí somos capaces, quién de vosotros lo confirmará ?
… mirad, mirad y contemplad la tierra y las estrellas;
todo ello – como podría cantar Whitman –
no vale más de lo que está en el ápice de nuestro corazón;
más que mujeres y hombres, nuestro libro de sangre nos está convirtiendo en dioses tan veraces
como los que hacen iglesia, como los que viven en piedras o los que ya gritan y corren por las plaz
tal cual, somos y son;
… juntos hemos muerto muchas veces y otras tantas hemos venido a España, a Europa, al mundo
y de nuevo debemos prepararnos para volver a inventar y construir luminosas estelas y caminos
salid, pues, y venid conmigo;
no, no se trata de una simple invitación de cortesía.
ESPADAS DE JUSTICIA

… más, más alta que la justicia más alta es la gracia;


ah, la gracia, la que nunca es ciega, porque ¿ podrían ser cegueras ciertas,
- pues que para algunos lo son - arrepentirse, restituir y reformar el rumbo de la vida ?
… entonces ¿ qué exclamaréis cuando invoque y pida juntos el perdón y el olvido,
decidme, qué diréis, a dónde podréis huir ?
porque tendréis una memoria desolada, sí, pero el olvido de que hablo no sólo limpia
y comprende, también lava y dignifica el corazón, ¿ cómo si no los hombres
podrían reconocerse y ampararse en los hombres, cómo ?
… así, pues, oh dones naturales, humanas luces que eleváis la razón al hogar de los dioses,
enseñadnos cómo aprehender y traer de allí [de donde nuestras vidas beben] ese aliento de poder y aire,
ese chip celestial, canto que llevamos dentro y que va derramando lluvias de amor, de fuerza y gloria;
… y si ya conocéis la gracia, salid al nuevo tiempo y, raudos, invocad el perdón y el olvido;
puros, nunca exigen la ablación del pasado, pero algún día os parecerán imperfectos y os preguntareis:
¿ … entonces, qué pedimos allí, quiénes, quiénes éramos ?

PARA NOSOTROS, LOS AFLIGIDOS

… puede el dolor ser tan denso, tan hondo y devastador, tan tenaz y abrasivo,
que quizás no encuentres nunca palabras de justicia para las crudas heridas de tu alma,
¿ o sí…?
[… es cuando sabe el cuerpo a hiel, a abatimiento e inusitada tristeza y lejanía, a soledad dura,
cuando por la mente suena a muerte y a murmullo ronco, a daño y a tiempo detenido;
ocurre cuando respirar oprime y asimismo oler, y toser, y hasta mover las manos porque todo
se ha puesto a gritar y se ha tornado angustia y congoja, y duele sin mesura porque una asfixia cru
y galopante acosa la conciencia para cercarla, mirárnosla de frente y destruirla]
… ¡ ah, lucha impía ! pero ¿ por qué, por qué habríamos de morir ?
¿ tan esclavos e indolentes somos del dragón de los cuerpos,
éstos, los que instruyen y vomitan pus y sombra ?
… por tanto:
¿ qué poder extraño - digo - podrá dirigir las velas de tu barco, eh, capitán ?
- dime, contéstame -
pues ¿ dónde sucumbiste o en manos de quién las has dejado ?
pues si es preciso despierta, levántate y no des por perdida, ah, nunca, la luz de este viaje;
pero, antes, deberás detenerte y escuchar atento, ya que bajo profundas olas de dolor
deberás oír y comprender las críticas más duras de estos implacables dioses nuestros,
el dios Conocimiento y el dios Sabiduría, a los cuales, no obstante, sin luz no distinguimos;
… y, si así cumples, ecuánime y libre llegarás a puerto;
… no me escuches a mí, de ellos son las palabras.
ENTRAR Y SALIR DEL PECHO

… es verdad que cualquier hombre es estrella, y mar, y también enjambre de muerte y luz,
de luz y muerte,
y ello es, es verdad;
… en nuestros ratos densos, profundos y oscuros, cuando gime el cielo y de la tierra se alzan
vapores helados de soledad y miedo;
cuando uno ha regresado al pecho por devastación y guardado en él la fuerza, la razón y la alegrí
y allí quedan con la mente cerrada, en espera del apocalipsis o conclusión del mundo,
es cuando en supremo esfuerzo y desorbitados los ojos por tanto y tanto morir,
sale el alma a su reja y a duras penas logra preguntar al cuerpo que por qué late su pulso, que por qué
o por qué aún se resucita a sí mismo y en sí mismo
y brilla el sol;
… y si grande es el asombro, la ocasión es grande;
la última vez me dije: “despierta, alma mía, y escucha la luz eterna, pues, éste que ves,
es el momento sublime de renacimiento y reconstrucción del mundo”;
por lo que ahíto de valor y congoja, decidí salir a luchar y tal vez a ver y comprender
para definitivamente lograr morir, y ya, sin lastre inmundo, poder tornar sin odio ni rencor.

CAPÍTULO II

proyecto: VOLVER

… hacia arriba miro desde el bajío, desde el lagar del mundo,


desde donde termina el universo en fraguas y dolor, desde el extremo exacto del abismo;
pesa aquí la tierra adherida al fuego, pesa el agua, el aire, la oscuridad,
y pesa, pesa levantarse y asimismo andar y mirar, fijarse y alumbrarse desde dentro,
contemplar lo alto;
… yo sé que he caído desde más allá del cielo y que mi espíritu va armado con vetustas luces
de piedras y flores, de animales/hombre y de equívocas palabras para triunfar,
y para ello, no, ya los cuerpos/barro de Darwin no me sirven;
cómo podría sobrevivir y subir tan alto si de carne he sido y en la lucha seré tan débil;
no, ya no, ni a vosotros…;
… busco en mí, por tanto, llagas viejas, herramientas/fuente vivas, experiencias,
abrevaderos puros con que la voluntad construya su poder, y ya, fortalecida y fortalecido,
a casa me devuelva nuevo y limpio;
… como un ETE/hombre u hombre/ETE postmoderno, reclamo a la altura mi lugar,
el vuestro, el del paroxismo de la luz sin esta intensa y larga lacra de la muerte muerta;
… con razón, trabajo y fe, en esta hora deposito el ser;
y escuchad, escuchad conmigo qué grato es el silencio.

LOS PÁJAROS

… 2008, todo se mueve y criba: la raza, el color, el credo, la libertad;


huele a sal y a sudor, a muerte y humo;
sobre cimientos de barro, vuelan pájaros transgrediendo el aire;
¿… de dónde venís ? son preguntados, pero los pájaros se transmutan en vida, en luz y muerte,
en arquetipos previos para una propia e ignorada resurrección;
… 2001, año germen de sable y de dolor:
¿ … quiénes te engendraron, cómo y desde dónde vienes ?
¿ … y por qué ahora, y para qué ? - no hay respuesta;
el cribo y la zaranda ronronean, van y vienen, tamizan,
oyen llorar y caer;
las manos que los llenan, las que los mueven y vuelcan, las que recogen,
sujetaron NuevaYork, Bali y Madrid, inauguraron y confirmaron el mundo;
… el sueño nos convierte en mudos y el placer en hierbas viejas para una futura y extraña tierra;
… 2009, que aparezca aquella resurrección y que el dolor acabe,
que se iluminen y brillen los pájaros, los nuevos y comunes, los ya nuestros,
los que ya van más altos porque son más útiles, porque son más hombres.

RECONSTRUIR LAS ROSAS

… sobre barrios de Londres se aja la verdad, se diluye, y también sobre París y Berlín,
y Roma, y Madrid;
más que en EE.UU, es en Europa donde se gestan las batallas:
sobre sus pies y estómago, sobre su corazón;
en Occidente se creyó hace tiempo que las rosas de dolor no fueron más que rosas de dolor;
y así, con el euro en fiesta, de fiesta nos vestimos, pero también de miedo y madrugada,
sin aurora ya y prostituido el día,
y tan ligera y cobardemente;
… bajo la luna, cómo observa en silencio el búho los movimientos y rasgos de su presa,
cómo articula en los ojos su poder y los ciñe por completo sobre lo que ha de darle vida;
… periódica y gradualmente la oscuridad y la luz se difaman, para, paso a paso,
realimentar el sol y reconstruir las rosas;
pero las rosas, cual rosas, jamás fueron eternas;
… de EE.UU serán las de Europa,
ay, y, también, las últimas.

TENDEROS DE HOMBRES

… orgullosos y soberbios, tenderos de hombres van y vienen con sus dioses raídos;
los llevan atados a las ruedas de sus coches, a su dinero y poder, a sus sexos y fama,
a sus gritos;
y los toman, los tiran y barren, incluso los asesinan y venden muertos como obras de misericordia
y asimismo se narra en los periódicos, en internet, en las televisiones;
y a veces, en las casas, mientras lo vemos, saltan las sangres manchando alfombras y paredes,
alterando y destruyendo sutilmente nuestro ambiente;
y en algunas ocasiones, en muy pocas, lograremos contener un terrible sonido en la boca,
el mismo con el que nos proponíamos transgredir estas normas brutales
y execrables del mundo;
pero tal vez, y a lo más, habremos ido al baño, habremos vomitado las bilis del desastre
y vuelto luego al mar y a su vorágine, a su furia y egoísmo,
a su plena sequedad, dura y tosca;
… cuando veo pasar una gaviota alta, y como despreocupada, la miro bajo el cielo y me digo:
¡ adónde irá !
… entonces, en ese instante, sé que es la hora del grito reparador,
por lo que rápidamente me encierro en el baño/alma y allí me quedo un rato gimiendo,
llorando y mintiéndome como un estúpido, como un ciego cobarde y ruin,
como un hombre/tipo tan justamente adecuado a un plan servil,
tan propicio a un son y tan leal, tan exactamente exacto a nuestro tiempo.

CAER Y MORIR

… cuando todo os sea desesperación y dolor y el mundo parezca caérseos encima;


cuando no huyendo, sino buscando una salida, hayáis gastado dinero y vida,
lágrimas y tiempo sin otra conclusión que la derrota de caer y morir,
debéis saber que, en ese instante, estáis en pleno nacimiento
y que vuestro espíritu está emergiendo de entre piedras y cardos,
de entre toros que mugen y de entre perros que ladran,
y que sube, que está elevándose y brilla con aquella hondura que da la luz
entre tanto horror hallada;
… meditad bien esto, pues si no recordáis las veces que habéis caído muertos
con sus porqués respectivos, entonces deberéis volver atrás y engendrar más solos
y más hondos vuestras viejas muertes y memorias;
… compañeros, en verdad, sí, son momentos malos, tal vez demasiado,
pero en realidad sublimes porque son necesarios para poder tocarnos y resucitar;
porque ¿ … quién se quedará atrás ?

OH, TESORO

… al llegar el invierno, oh tesoro, nos hemos ido dentro para ir sembrando florecillas
en las manos, en los brazos, en el corazón;
la oscuridad es la ira ciega del mundo contra las tres, las cuatro y las cinco de la tarde,
pero también contra las diez, las once y las doce de la noche porque es un puño duro
que las toma, las pulsa y destruye;
y frente a más acoso y destrucción, ah, lo hemos visto,
más profundas arrancan nuestras flores;
observémoslas brotar y crecer en nuestra sangre y en el color de la vida,
sobre las fuerzas y ecos de nuestras casas;
… bien sabemos que ignora su ignorancia la oscuridad, de aquí la compasión y la ayuda,
y de aquí el silencio y luz sublimes que irradian por las plazas al amanecer;
… saldremos al festín del sol y, al vano de su sombra, buscaremos amigos y enemigos;
sembraremos, al fin, oh, tesoro, oh ser querido, nuestras sencillas flores,
sobre el suelo y el mar.
LA GUERRA QUE PASÓ Y NO VIMOS
[Occidente, anagrama literario y póstumo]

… pocos sabían - fueron a los que ignoraron y apartaron - cómo y por qué en el alma de Occiden
se había instalado de forma irreversible la tristeza;
de Norte a Sur, de Este a Oeste en aviones, autobuses y trenes, ni siquiera una palabra de amor,
una sonrisa, e igualmente en los Metros, en los cines y en las óperas,
en los bailes o en las playas…
… sus tecnológicas gentes, de larga vida, a través de este poder consiguieron gozar copiosa
e inenarrablemente del ser, pues a fuerza de debatir y razonar con frialdad,
- sin jamás detenerse a mirar atrás –
durante siglos y siglos marcharon con su dios/saber hacia delante;
por ello lograron dominar ya las cúspides del aire o las simas de la tierra;
pero era bien cierto que cuando volvían lo hacían tristemente,
y que las reuniones para celebrar los triunfos, en realidad se habían transformado
en desabridas e insondables convenciones de ruina y de tristeza;
… de aquí que, cuando de forma masiva comenzaron a suicidarse y suicidarse,
instruyesen con rapidez jornadas y foros propiciando concitar entusiasmo y alegría;
incluso, a fin de programar y remediar tan sin igual tragedia,
investigaran con rigor e ingenio el presunto gen de la felicidad continua;
… los individuos de Ariadna – ah, casi todos – acabaron quitándose la vida,
o bien murieron sordos y ciegos con la cara contra muros y paredes del alma,
inmersos en el silencio amargo de una soledad social e indescriptible;
…sí, técnica y biológicamente llegaron a ser perfectos,
pero habrían de volver no obstante porque alguien, en el instante mismo de morir,
osó mediar por ellos y pidió diciendo:
“…oh luz amada, ten compasión y límpianos los ojos,
préndenos el corazón y vuélvenos al mar”.
¿… y hoy, quiénes son… ?;
nadie, nadie lo sabe;
hace mucho que se les está buscando.

REBELIÓN Y GRITO

… para decidir vivir, cuántas veces, como en este instante, el dios que soy se anonada ante sí,
se oculta, y ya, recogido, observa su ser en la memoria cual si fuese su propia tierra
con sus ecos y su luz, justo donde podrá reconocer sus temibles golpes contra su hombre
de ingente levedad;
… de esta suerte, mientras miro y oigo los labios y hierros en que vivo y soy,
mientras los reconforto porque son mi sustento, mi ley y creación,
una sed devoradora por vencer, apenas me permite respirar;
y me rebelo y grito ¡ quiero vivir… !
y es entonces cuando empiezo a notar la finísima presencia del silencio,
el que viene a estar conmigo en esta mortal reconstrucción de los días supremos,
varados y asesinos;
… hay un vaso de agua ante mí, y, antes de cogerlo, me veo obligado a rogarle a aquél:
“ buen migo, por favor, si puedes ven luego y háblame;
ahora tengo que tocar el vaso, el valor y el agua y haré ruido”;
…y el silencio se ha ido pausado y tranquilo, como si nada ocurriera
en estas partes desoladas del mundo.

NAVIDAD

… alma mía, levanta, que ha llegado El Señor ¿…no te has fijado aún en cómo vibra el éter
y el aire adquiere el color del oro ?
amada, sal, pues, deprisa, y adéntrate en el bosque, notarás qué alegría excita a animalillos y pájar
y más adentro, si observas, te sorprenderá cómo los árboles tiemblan bajo un sutil siseo de gratitud y
alma mía, es Navidad y Cristo ha inundado la Tierra
con su propia vida para, un año más, arrebatarnos de los dientes del hambre, del frío y de la muert
… y tú, mi duro corazón, si por un segundo pudieses contener el rumor de la sangre y su pasión
tal vez escucharas a las huestes entonar por el aire hosannas excelsas y gloriosas;
… y es que es Navidad, razón querida, nuestra fiesta anual - tuya y mía - por tan vital impulso,
causa aquella que tanto demandaste para proclamar tu rendición final, sí,
pero para ser también tierna y amante;
hoy, ya ves, no disponemos sino de esperanza cierta, y bien sabes que ningún obsequio estará bend
sin el aliento virgen de la Luz de Cristo, de la Luz del Mundo;
… fuerzas de hombre, salid a recibir la Vida, instad la paz, detestad la guerra.

DIÁLOGO CÓSMICO

- ¿… quién eres y de dónde vienes ?


… renací en Vecilla de la Polvorosa, pero no sé quién soy ni de dónde vengo;
mi aldea es muy pequeña, una miga en la sal de la Tierra;
… tal vez pretendas decir de Dios, una miga en la sal de Dios…
… en la sal de Dios, sí, de Dios;
oh, perdón, perdón…
---
---[detenerse]
---
… qué silencio tan hondo ¿ es así como observáis u oís a vuestro sol o a los soles,
ensimismados en el corazón ?
¡… ah, los soles, todos los soles !
a veces son demasiados y no puedo imaginarlos,
sentirlos, tocarlos, traerlos…
¿ has probado a hacer con ellos calles, ferrocarriles, automóviles, puentes… ?
… sí, pero aún no he logrado construir alamedas modernas;
estoy buscando mi voz en su luz o luces,
las que me den la fuerza primordial de la Vida;
… ah Orión, Orión, la Vida dices;
entonces ve y adéntrate por ella;
pues por qué, por qué has temido y aún temes cruzarla.
DE LLANTO O DE LA MUERTE

… por estancias de hospitales lloran los hombres,


y también recogiendo en los montes excrementos de cabras,
y cuando matan, y cuando recolectan arroz, y también cuando mueren;
cuando está a punto de amanecer, si pusiésemos atención, el llanto es estremecedor;
y en íntimas piezas palaciegas, como algo añadido, a veces la amargura es infinita;

… he aquí, pues, la pregunta inviolable: ¿ y el corazón qué es, para qué sirve, qué vale ?

… silencio;
habrá silencio durante muchas y siempre demasiadas tardes y noches,
pues mientras los hombres lloran, inmensas supernovas estallan allí y aquí,
en el mismo instante en que están pasando los trenes, los metros, los autobuses
y la caravana de los que van o vienen de llorar o morir;
… cualquier portada o figurín es rostro o cuerpo de hombre, el nuestro, su efigie
multiplicada, su afirmación y negación, el esplendor, el reposo y modo de evadir
así el llanto y así la muerte;

… pasaba un hombre/mujer con la razón en las manos, escrutándola,


y, sin saber qué hacer, vi que se detenía del otro lado de la calle,
mirando con angustia en todas direcciones;
… yo también lloré y me fui;
eran justamente las seis en punto de la mañana;
… y allí, allí estábamos todos.

EL PRECIO

… ser mío, rebélate y ayúdame a construir mis almas, que necesito obtener la flor y luz
del aire y de la tierra, y la de la pasión [la del agua]
ayúdame, ayúdame a expresar en esta hora ingente la determinación sublime de morir
cual si fuese un verdadero héroe, pues no lo soy;
tengo huesos de arena blanda, los sentidos me hieren y la inteligencia se engríe en mí,
se hincha;
… esta mañana, cuando todavía el cielo sólo era germen de alabastro y sombra en los cristales,
cuando llamó el reloj de la vida y tuve que decidir si sí o si no frente al grito de ahí afuera,
supe que tendría que luchar contra la desesperación y esta debilidad que tanto asusta en las densas
y terribles horas;
… de ello, ser mío, más de una vez hemos hablado, pero nunca fue tan tarda y ronca la conciencia
en acudir y responder;
probablemente también tema a la muerte, o tal vez sienta el temblor que la incertidumbre inflige
al ceder al fin y dar paso fiel las certezas;
… por eso ayúdame, ayúdame a afrontar este severo e irreductible precio
que hoy exige la dura lucha de la resurrección.
PAPÁ PEPINO

… Papá Pepino siempre iba envuelto en una chaqueta desbaratada, deshilachada y grande;
daba extraños saltos al andar, luego sonreía,
y levantaba los brazos para saludar a los pájaros y al sol;
… cuando salían de la escuela, jugaba con los niños,
se los ponía en la espalda o, más aún, sobre los hombros, incluso en la cabeza;
pero las madres le gritaban: ¡ …ehhh, quita de ahí rapaz, que quiebras al muchacho!
Papá Pepino se iba entonces triste, braceando y soltando estrellas, o escondido y apretado en su enorme c
… nadie pudo saber dónde vivía, pero, antes de que brillara el sol, libraba al pueblo de papeles y plás
de malas hierbas e indescriptibles desmanes vecinales;
y nunca, nunca comía, nunca;
a veces, cuando empezaba a llover, jocosamente ponía las manos y hacía que bebía de los caudales de
… Papá Pepino murió una tarde de invierno;
justo cuando salían los niños de la escuela y doblaban las campanas, triste, muy tristemente;
y así, del mismo modo, lloraron la plaza y el parquecito de al lado, mojados y vacíos,
acuchados y muy solos, ellos lo habían recogido y solos lo lloraron;
… diiinnn, daaannn, se oía muy lejos, se oía.

ALGUIEN ESTÁ LLAMANDO

¡…misericordia, amor, misericordia !


¿ quién eres… ? ¿ … eres el diablo o un hijo del diablo ?
no, soy un hombre;
¡… un hombre ! ¿ aún quedáis hombres ? ¿ desde dónde me hablas ?
identifícate;
¡ … abre por Dios, ábreme, estoy apunto de morir !
¿ morir… ? ¿ qué es morir ? ¿ estás en La Tierra, acaso ?
estoy dentro de mí y he entrado en un lugar hondo y oscuro,
he visto la muerte;
bien, entonces no te desesperes y escúchame:
esfuérzate, fija tu vista y busca aún más dentro,
y, aunque te duela, hazlo, esfuérzate y sigue buscando…
- ¡ ah, ya no importa ! las veo, las veo;
tengo roto el corazón,
pero ahí están las rosas;
al fin, al fin…
CAPÍTULO III

UN VASO DE AGUA

… venía de luchar y llorar en todos los países y con todas las lágrimas,
pues lo mismo tomaba el Este que el Oeste, los polos que las selvas africanas;
todos los medios hablaron de él como de un dios o un héroe, o de un superhéroe,
pero en poco más de dos semanas lo olvidaron porque desapareció y nunca supieron
su origen ni su nombre;
… el otro día, cuando llamó a mi puerta y sin apenas mover los labios
me pidió un vaso de agua, oh sentimiento, oh voluntad de huir y huir sin descansar…
¿ y adónde iría ? ¿ y de quién querría escapar ? pero sobre todo,
¿ cómo, cómo lo haría… ?
ah vértigo mortal, humano cuerpo que retienes al ser cuando el ser quiere morir
y la muerte está atenta y además es pura y viva;
… durante tres minutos se sentó en mi cocina y se bebió el vaso de agua
de forma tranquila, pausadamente;
yo, al verlo, de manera cortés le pregunté: ¿ quiere más… ?
… fue justo cuando se levantaba para marcharse, por lo que, mirándome de frente,
inclinó la cabeza y me dijo “gracias”;
… fue cuando pude constatar por un instante que mis entrañas ardían
y que el eco de su voz era rocío que quemaba y sembraba en mis cenizas lumbres,
océanos sin nombre que mis brazos de piedra no lograban abarcar;
… habrían de pasar los años, y han pasado, y huele a tierra, a sangre,
a reconstrucción y a espíritu limpio aún;
y aún, de nuevo, espero que llamen a esta puerta.

NOSOTROS, LOS ENFERMOS Y DESESPERADOS

… los enfermos y desesperados movemos y trastornamos el mundo;


vamos y venimos construyendo ruedas, sangres, hecatombes, libros;
desde el silencio de un espejo que hemos vulnerado y saqueado, la luz nos mira
despojados los marcos tras arrojar al fuego imágenes y vidrios;
… nosotros, los enfermos, infractores humanos, para vivir hemos cogido
con las manos la tierra y con el alma el sol, para una y otra vez golpear contra la ley
y el ser, irrefrenablemente contra la verdad, y hemos caído hendidos, si,
por nuestro propio dragón, pero listos para alzar la lanza en alto,
la del dios que nos hace y nos habita;
… nosotros los enfermos, delincuentes, malhechores divinos,
nos medicamos aquí punzando y horadando las costras,
construyendo engranajes duros con las más atroces heces
de oscuridad;
… ya sé, corazón, que aún sufrimos la ominosa afrenta de morir/morir,
pero ¿ qué ha de ser al fin la luz sino el verdín trocado en ansia pura de honor,
- el nuestro -
el de los enfermos y desesperados que aquí vamos ?
pues para instruirse el hombre/dios,
¿ quién no enferma y quién no enfermará ?

DÍA DE BRISA Y SOL

… mientras al redoble de la calle se me van desplomando por dentro


las paredes del corazón,
voy colgando mis pequeños amores de ramas de árboles,
de rótulos y canalones, de manos y perchas vivas;
y efectivamente voy cayendo, diluyéndome, haciéndome cómplice de la libertad
y sucesión del ser,
de las arenillas con que esta brisa me golpea los ojos
dejándome tan tétrico y tan ciego;
… quizá ya lo era
y no supe descubrir la luz crepuscular que tiñó de rojo las cerezas;
quizás por ello un estremecimiento se me adentra y con daño me agita,
instituyéndome un beso insípido con voluptuosidad mortal a base de fuerza y frío;
… he venido a saber, por tanto,
que quien fui se extingue y por momentos se acaba,
y que, cuando llegue a la próxima esquina, deberá ser destruido sin remedio;
… pero nadie sabrá nunca cómo queda el alma abandonada y a trozos
colgada por las calles;
son inenarrables, separada de mí, su celo y gritos de dolor,
su excepcional dulzura;
… amada, es la hora y debo partir;
no, no me toques, no;
no puedo volverme atrás.

AGUA RECIÉN CAÍDA

… acaba de llover, y el agua aún joven,


cual doncella sensual y alborozada,
corre, vuela y cae hasta despeñarse trastornada y núbil
contra el verdor del aire;

[… el fondo,
- donde blanden sus furias la oscuridad y el vértigo -
allá abajo siempre, al igual que la luz y la gloria,
y también las pequeñas gotas que arranca y surte el sufrimiento;
es peregrinación e incienso, amor después de todo]

… y el aire, para recibirla, con la luz más excelsa del mundo


convoca a sus fuerzas e instruye arco iris;
… la veo gritar y caer, pero con mis manos no puedo retenerla,
no puedo, no puedo, es libre, es libre.
REVOLUCIÓN VIVA

… esta revolución, tan exigua en vida y en palabras,


es exclusivamente íntima, es mi beligerancia, amor puesto al tempero
de una verdad que instituye y dirime más verdad;

… y tiemblo porque no logro rescatar de las entrañas de hombre


mi infinito poder, de allí, donde tienen lugar las hordas y huracanes de sangre
sus terribles contiendas de luz y muerte;

… no creáis en las revoluciones hoy,


pues las revoluciones hay que llevarlas bien guardadas,
dispuestas para socorrer sin socorrerse en medio de la vida
y de las calles;

… tener una revolución viva es el mayor de los empeños,


y no en balde, digo también, el mayor de los milagros.

VINO DE VENDIMIA

… hoy,
tan cerca estoy y soy tan lejos…
… todo el misterio de mi encarnación, todo trasiego de mundos y de formas,
todo cuanto fue sonido, luz e instante cierto,
¿ qué es para este mirar mío,
cansando de bregar contra el alud de mis propias tormentas y desolaciones,
qué es sino viña dura con que muñir y honrar
un vino nuevo de vendimia ?
… no, no renuncio a conocer mis lumbres ni a serenar mis caballos de amor y muerte
con que apropiarme el triunfo de la primavera,
ni tampoco al placer que intuyo
en la lucidez final;
…una a una llamaré y nombraré a mis fuerzas;
pero los plazos y cierzos ¿ estarán cumplidos ?

SILENCIO Y TEMBLOR
… si no supiera que no puedo alcanzar todo el dolor, abandono y silencio
que la vida contiene, no sabría que este verano es hermoso, ni que la luz se levanta
y recorre este instante como un dios reciente y conmovido;
me turba este placer cual usura en la sangre,
la que siento dentro como quemándome el cuerpo, como riego de amor
para que no me muera,
pues siempre, siempre habrá estrellas íntimas que nunca sabremos por qué brillan;
… pero hay tantas evidencias y luz esta tarde, y tanto ser, arrobo y enamoramiento,
que es inútil contra este diluvio de silencio vivo obstinarse y obstinarse en morir;
en verdad me tocan y hablan;
tengo su temblor.

CELEBRACIÓN DE LA NOCHE DEL VIENTO

… oyendo tiritar un tallo de tristeza,


el viento detenido;

como en mi alma oyó,


y entre el oro y el grito en que un instante
es,
el rocío
y el labio de la noche
ejerciendo de aurora redentora del mundo;

… gravita el viento, y, aún dudando, triunfal y con feroz rugido,


alza el vuelo y ordena la alegría.

DE LOS PERDEDORES

… los muros de las viejas fábricas están llenos de frases perdedoras:


“no a la regulación”, “no a los despidos”, “no cerrareis un taller”;
[…por recoger infinito,
por llevármelo y que el corazón no quede como llanto helado
por talleres y fábricas con que recordar que perdieron los perdidos,
- los de entonces, los de ahora -
y por no contarlos, y por no secar el mar…]

… las frases y sus muros jamás debieran desaparecer


porque el dolor no desaparece y hay que darle al grito heroico su pared,
su feminidad y hombría, y dejarlo allí un tiempo como bandera de opresión,
y lucha, y libertad,
cual si fuera un salmo que naciese para ser leído en todos los altares y mañanas
en los umbrales del amanecer;
… y porque todos los seres, lo sepamos o no, necesitamos paredes y gritos
con que estrellar y estremecer con miedo, desesperación y furia,
los descomunales, los terribles embates de la vida.

SÉ Y SOY MUY POCO

… poco sé y soy muy poco, y este no saber ni ser,


esta conciencia atada a pedernal y a hierro vivo, me crea sufrimiento;
… si miro al cielo y me destruye la altura, si intento ordenar hacia dentro el espíritu
y hacia él se originan rudos e informes laberintos…
¿ … no veis estas prisiones de huesos sellados,
cual años raídos y rodados como de piedra vana y dura ?
… no, no me sirven hechizos para la paz que ansía el corazón
ni para esclarecer siquiera este milagro hondo y puro con que me es la vida;
… irremediablemente hoy debo estar muriéndome, todo, todo me sangra;
esta sangre rojo/oscuro me tiñe y aja la memoria, y aún aspiro en ella
a la oscuridad íntima y radiante;
pero ¿ cómo, cómo podré salvarla ?

OTROS CAMINOS

¿ … intuiría el hombre aquél, el que habló de caminos,


éstos que no cruzan ciudades ni dunas, ni ríos ni páramos,
los que están aquí, en lo hondo del pecho surcándolo y diezmándolo
como una brizna ?
¿ conocería aquel hombre - digo - el dolor de la piedra, la estampida del fuego
y lo que es y lo que agranda su don ?
¿ y este mar,
el que lame mi sangre como un cuchillo y la diluye, lo conocería… ?
probablemente, pues todo es camino y asombro: el tiempo, la codicia,
lo heroico del ser y el descubrimiento terrible de la muerte;
… acaso haya de buscarme a mí mismo más allá y crecer en hombre para encontrarme,
también, también posiblemente;
… pero si así no fuera, y entretanto ¿ me valdrá este honor, el de instar el poema ?
DE LA PACIENCIA Y BREVEDAD

… en las cosas sencillas he guardado un vuelo de paloma,


el néctar del rocío
y el piélago del tiempo;

… y de nuevo, por la greda,


- una vez más - he recogido piedrecillas y las he puesto allí,
junto a la vida, para saber que queda la paciencia aún,
el fiel conocimiento con que poder abrir los soles y las conchas;

… algo tendrá que ver la brevedad,


pues que dejamos testigos por la orilla,
aquí y allá destellos, rayas, brillos…

… qué difícil describir una imagen y estar dentro.

POESÍA: construcción de fuego

… entre intensas lumbres engendro este poema;


llamas cerebrales siento entrar al corazón y herirlo, trascenderlo;
potros de luz sobre la Red, cabalgan las palabras;
… un poema es fuego puro,
un sol devorador que sólo el agua viva mesura y acompasa;
… cuando el espíritu incendia el ser y en él declara ardiendo las fuerzas y potencias,
irremediablemente el alma afronta sus muertes prematuras, y conflagraciones de dioses,
y conciertos ingentes de sonidos invocando en acordes las primicias del mundo;
… esta noche, ser mío, disponte y ven a renacer de nuevo,
sé valiente y construye un dios de agua y fuego, levántate y lucha, enséñale a nacer.

ESPÍRITU DE RAZÓN

… ser mío ¿ oyes lo que el corazón pregunta … ?


“si seremos capaces de sentir el latido pavoroso del mundo
y expresarlo dentro y fuera tras un grito de sangre”;

¿… porque, acaso, podremos los caídos e iletrados, los de mente desesperada,


los simples, toscos y vulgares, siervos y villanos, recoger la fuerza de ese grito e instaurar la esperanza
¿ … y nos despojaremos de la cruel servidumbre del dolor y con luz propia y carnal
podremos mirar al fulgor de lo alto ?
pero ¿ y a los atestados autobuses y trenes de madrugada, bajo las órdenes del amo
y con la dignidad en ruinas, dime tú, oh sabio espíritu de razón,
podremos redimirlos tras aquel enorme y profundo grito ?

… somos aquí todos los hombres y mujeres, los de Norte y Sur, los de Este y Oeste reunidos,
clamando y resucitando, empeñados en sustituir para el XXI el caparazón terrible del oprobio
por la justa, primorosa y tierna piedra blanca;
y ello aunque alguien, una vez más, esté dispuesto a herirnos y arrebatárnosla como siempre fue;

… siempre, siempre habrá bandidos y siempre llegarán.

TARDE DE COBRE

… si esta tarde es de cobre y de bronce los árboles,


con inusitada furia las hordas de marzo lanzan sus hachas al corazón;
sobre la piedra, tras rasgar el estruendo, a jirones, golpea y golpea la lluvia;
… en una tarde así, sacudidos, azuzados los cristales, un rayo de luz lejana es un rostro amigo,
un vuelo, una esperanza, un brillo de infinita fe, de amor, de conocimiento;
… ah compañeros, oíd y que no cunda el miedo ni el festín circular de las horas;
todas las tardes de cobre no valen el rumor de la vida ni el ligero temblor de una lágrima;
… en mi corazón, millones de lágrimas corren frente a estas hachas de marzo
por mí construidas y blandidas hoy, y éstos, los que intuís u oís, son sus golpes.

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POEMAS DE “ACOMPAÑANTE LUZ”

CAPÍTULO I
PRIMER DIÁLOGO CON LA MADRE

[… en estricta apariencia, y sin saber por qué,


vidas de niños se convierten de pronto en execrables historias;
quiebran, pues, las normas y los ritmos adulterando y destronando al tiempo,
y una pléyade de piedras cae montaña abajo intimidando
con rudeza el poso de la edad, la fe y el corazón]

madre ¿ por qué canta la luz… ?


hijo ¿ la luz canta… ?
sí, sí cantó, madre; cuando llorabas vino hasta tus ojos
y cantó una canción muy, muy hermosa, yo la oí;
cariño, papá se ha muerto ayer y tendremos que irnos…
¿ a dónde, a dónde, madre… ?
no lo sé, cariño, no lo sé; pero ven y no llores, no llores ahora, amor;
madre, madre, mira, la luz está cantando otra vez, mírate en el espejo;
escucha, escucha ¿ la oyes ahora… ? ¿ la oyes, madre … ?

PROGRESO, HONOR, LIBERTAD

¿… estaremos esperando esa luz vestal - oro y rocío -


la que educa y calma, la que instruye al corazón,
la que lo orea y limpia ?

[toca el Señor mi hombro y resuelto me vuelvo y digo: ¿ dónde estás, Señor ?


justo cuando rosas al amanecer bajan del sol
y a estruendos clama y retumba con ira y denuedo el mar]

… y por un momento ciego soy, por un momento;

[… cual auroras boreales, los ecos de amor son cónclaves de luz


que dejan en el aire fuegos y esencias vivas, señal y poder al hombre,
y también progreso, y también honor, y fuerza, y libertad]

CUAL SI FUEGO, EL PARQUE VIVE Y RESUCITA

[… que el fuego del agua se muestre vivo, fulgurante y vivo,


y que su luz incendie el ser y sus graves y hondas fuerzas, sus constelaciones,
- sí, que lo habite y prenda, que le dé nombre -
y que el poder de su son, más allá de nuestras manos de sal y piedra,
construya espirales humanas con almas y cuerpos vivos;
… así, pues, que el dios de la rosa queme, que lo haga el dios de la tierra
y que sus voces abrasen, y que asimismo abrase aquel fulgor de silencio enorme
en que alguna vez se escucha y mira el alma y al verse se turba y se estremece;
… siendo así, a amor huele el aire, a amor huele, a amor]
… al alejarse, unos muchachos tararean una canción de moda
y el parque va cerrándose, ciñéndose con fuerza a lo que en él habita y queda,
a lo que en su pecho vibra, a lo que ingente e invisible fulge en él;
[… y a lo que lo hace]
... ya, en la puerta, miro hacia atrás e, inesperadamente, de forma bárbara,
en mi garganta, a vida o muerte, están luchando los ríos y las lumbres,
y la oscuridad y el día, y también, con mi sangre en vuelo, sin descanso y en pleno desafío,
matándose y construyéndose, invisiblemente están luchando los vivos y los muertos.
VIOLETAS Y ROSAS

… antes de que amapolas y pámpanos iluminaran la frente del verano,


antes, mucho antes, vi tu alma;
[era, mientras venías, luz gritando, impregnando la alameda de sed de amor,
de vida]
… y así me hirió, cual aurora iluminando el mar con todos los incendios,
fraguas e instrumentos en que el espíritu abreva y es;
por lo que, sintiendo fuego puro sobre su brocal ardiendo,
mis fuerzas se inmolaron viéndote en mí pura y encendida;
… oh amada, te nombro y conmemoro hoy;
mi mente y corazón te ven y guardan limpia;
no temas, pues, y recuérdame;
y si en ti vislumbras mi alma, en ella oirás que te amo;
[… en sus criptas sagradas el hombre guarda el pan que alentará a las furias
o dioses de su casa;
… por tanto, y ya, sin retorno ¡ dónde pondré las violetas !
pero, sobre todo, dime, amantísima mía ¡ dónde y cómo instituiré para ti las rosas !]

CAMINO [sinopsis]

… donde esté la belleza, estará la soledad;


ay, de quien no haya hollado estos caminos, pues sentirá la tristeza
como manto voraz de muerte y no será la muerte;
… en otro caso, el silencio será su maestro y la libertad su luz,
y ya, sin descanso, también su arrebatado, su tenso y duro campo de batalla
donde vivir y morir de amor;
[… por tanto, unos y otros, demos fe]

VOLVER NO ES CAER NI MORIR

[… desde el Muelle de Levante de Torrevieja;


Julio - 2007]

… sobre el dios y el firmamento están ardiendo el mar, el sol, la creación;


y en lo hondo y alto, donde noche y tarde rompen, pájaros de fuego revolotean
y luchan contra sus densas sombras y el propio fuego de su ser;
… y aquí, sentado, conteniendo la vida y los ritmos del mundo,
[silencio y eternidad por un momento ingrávidos
y muerto y vivo yo, en vuelo, trascendido acaso]
la levedad es un signo aéreo, un rapto sideral en que el alma encuentra
velos desgarrados por donde entrar e intimidar la paz terrenal del dios y destruirla;
… y si volver no consiste en caer ni morir, hacerse material y sentir hambre y hacer ruido,
¿ darán paz después al corazón, podrán prenderlo, resembrarlo
de este instante… ?
… las 20 del espacio-tiempo: suenan pasos por las calles a urgencias y codicias,
y los minutos, cual preciosos rubíes de vida, se estrechan, se dilatan y abrazan inenarrablemente
por la ciudad mortal del temor y las venas;
[a continuación se instala un profundo, un abismal silencio del que soy consciente
y del que no quiero volver;
… lograr hablar es un auténtico milagro]

PURO SUR

… sin flor, sin mar ardiendo, sin rosas ni cuerpos que resucitar,
sin dios valiente ni junios, sin lumbres rojas ni dorados trigos,
también sin recuerdos de piedrecillas blancas, sin pulsos de ángel
ni oda, sin lira ni canción…

… no, caer o bajar no es, no puede ser morir;


me cerca el mal, la oscuridad, la niebla, el sur que agrede
desde mi reflejo en el que existo y soy;
sí, las fuerzas de mi alma están presas aquí;
… mientras dragones ponen sitio a tierras y palacios,
- mientras devastan y prenden la sal y el sol -
la reina de mi vida debe nacer y vivir;
… la hallaré, la robaré;
aún, aún retengo un tiemblo de su luz.

ABRIR O NO ABRIR

…aros, cadenas, odres cerrados y magnitudes de piedra;


debería instar la levedad del ángel, los destellos del mar o el vuelo
de la imaginación ingente, y vedme aquí, roto y náufrago,
golpeando el tambor del mundo, inventariando ser porque es de sal,
y, aún así, se irrita y ofende,
se resiste a morir;

¿ … qué palabras de vida - digo - recabaré ante la muerte y traeré a este lado,
[el previo a la resurrección] qué alegría de vida podré entibar
para el hombre mío y nuestro, qué sabor de lluvia, que nuevo atuendo o luz divina,
incluso qué novedad de cruz o qué dolor…
… desde hace un instante están llamando a la puerta, y no, no debiera estremecerme;
… suenan pasos y se oyen voces, y abrir o no abrir es todo expectativa.

BUSCAD CON ANSIA EL CORAZÓN

… ay,
si al caminar junto a esta voz y alma mías,
alguien oyera gemir y arder el candil del espíritu,
no iría a abrirle de par en par las puertas aun a costa de echar abajo el verdín,
el brocal del ser, y este fin temporal de la piedra…
… compañeros, coged la luz y salid, rebelaos y golpead el cielo inmaterial,
y si nadie responde, coged entonces con ansia el corazón y llamad en él, habladle,
habladle con sed viva, con fuerza, con legítima y purísima pasión;
… oh amigos, no os rindáis ni os resignéis;
por favor, no, no dejéis que definitivamente se os mueran los sueños y las manos;
¡ queda tanto por hacer… !

COMPROMISO UNIVERSAL

“… si brazos y hombros de compañeros sostienen la bóveda del mundo,


con átomos de fuego instruyen la luz del universo”;
… pero, y yo, aquí, atareado con toses y guerras, con la hoz en alto, amenazando,
decidme ¿ serviré de algo… ?
porque ¿ podría serme herida la razón con amor y serme éste herido por el fulgor de la idea ?

¿ … y la piedra blanca de la vida, quién la hará… ? ¿ y cómo curaré la tos y depondré


las armas y las guerras si la hoz se ha trocado en palabras y gestos excesivos
y vuela por mi sangre provocando ingentes dramas, tempestades y ruinas…?

…más que a lo alto, en lo hondo miro y mis herrumbres no tienen fin;


por tanto ¿… podrán resistir los compañeros… ? ¿ conseguiré serles fiel y autorizar el fuego
de mis mundos, aquellos de los que he de morir mientras construyo un simple pétalo de rosa ?

… pero ay, ay de mí, pues cómo, cómo hacerlo, cómo y cómo llegar a él.
CAPÍTULO II

REFLEXIÓN FRENTE AL CREPÚSCULO

[… si de la profundidad del aire surgen y surgen nubes de atardecer


y desde el sur del mundo sube y flota el don primordial de la piedra oscura,
¿ no los toma sin embargo el sol, los resume y funde en hermosísimos piélagos
de mar y fuego ]

… ser mío, de este mismo ahora, el que contemplas ¿ te acordarás de él y de su tiempo?


¿ y cuando transcurra un son de eternidad y al flujo de luz innominada y pura
discurras por el haz de mundos, mirarás en ti, en tu hondura, y te verás ?
¿ recordarás y te sentirás aún aquí ?

[… es un tiempo cruel; la herida va de parte a parte y durará;


sin embargo, decidme, oh duelo y clamor que todo a vida trascendéis,
cuando ello ocurra ¿ qué bella cenicienta vendrá a recoger la flor entonces,
aquélla purísima, la que aún no ve ?
… ser mío, en este instante eres hombre; toca, pues, y siente tu calor carnal, la brisa,
la exigua libertad que has alcanzado para coger tu lanza y convertirte en Dios]
… es largo el futuro, amor, es largo,
y tal vez necesites de este leve temblor de hoy, el que sientes cuando aún eres mortal;
pero dime ¿ podrás o querrás llevártelo… ?

DEL CORAZÓN DEL SOL

… la luz del alba miro con mis ojos terrestres,


pero aquélla otra, la que fluye del corazón del sol ¿ qué ojos la ven,
qué piel la percibe o en qué parte o condición de vida o muerte
ha de tocar mi ser para poder sentir su virtud de fuego y nieve ?

… ay de mí, pobre aún, desnudo y ciego, tiritando en la sala disciplinar del pecho
y dando vueltas ante la opresión del sur y ante las piedras padre/madre
del corazón estoy…;

[… yo sé que la edad no nos destruye,


que el río de vida sube y baja describiendo a fuego sus rutas enhiestas e inmortales,
y que hombres/mujeres de amor puro a diario ofrecen su recolección de trigo,
y que cultivado, molido y cocido, lo elevan a la luz;
lo sé]

… pero yo, que asistí con vosotros a la ocasión del principio y El Verbo,
¿ habré regresado y vuelto a tomar las aflicciones primeras de mi Ahab ?
por tanto y pues ¿ dónde, dónde estoy ?
DE LA LABOR DE LOS PRÍNCIPES/DIOSES

… desde que suena cual locura y deseo el mar,


desde que la tierra tiembla con su corazón y el mío
y surge la luz rompiendo las sinoviales órbitas,
- y caen -
sólo y desde ese instante sabe el dios que existe y vive
por su Dios, en su Dios y con su Dios,
y que ya nunca, y nada, le ha de ser indiferente;
tan próximas nos son las fuerzas creadoras, tan íntimas, tan propias y del hondo,
tan así nos pertenecen;
[… porque, compañeras y compañeros ¿ acaso, cuando cae la lluvia,
no sabemos que toca y moja el infinito ?
y cuando el aliento de un ser se para ¿ no percibís que se detiene un sol
para intuir o ver qué son o en qué puedan consistir los trazos de su muerte ?
… los hilos de ilusión cercenan y sofocan, reducen al dios bajo esta exudación
de sombras y sentidos;
… oh luz confinada, resiste mientras, pero arriesga e indaga en tu poder,
pues ¿ no reclaman tus vívidas batallas incontables formas de morir ?]
… traducida a dolor la oscuridad que soy, tú, oh Príncipe mío,
uno a uno y perla a perla deberás instar y construir los brillos de tu luz;
pero, ah mi Señor, no olvides que el dolor has de tenerlo, ah, no lo olvides nunca;
¡… cómo si no podrás vencer, cómo, si no, Príncipe !

HEBRA [trabajos de amor]

… si únicamente me cupiese coger la virtud del olivo o la del láudano


e ir y curar, ya la fe, ya la razón,
qué alma no ayudaría a construir, qué ciencia o qué poder;
[… porque vengo y voy hacia el dolor,
hacia la consumación y exequias del placer y la alegría,
y llevo las deformaciones, tránsitos y arribos con que al hombre han ido y van
así la luz y así la muerte]
… por los arrabales de la piel, oíd, oíd las confidencias con que clama y sueña
la ambición del mar, donde todo es urgencia, policromía y beldad,
lúdico canto;
[… venía, pues, de aupar el corazón y de apretar contra el pecho sus sangres derruidas,
de reconstruir su son a base de golpes de piedad]
… por tanto, de estos trabajos de amor quería hablaros;
pero ¿ a qué victoria habría de llamaros que no implicara una guerra honda,
crucial y sostenida ?
… ahora, con premura, debo concluir el poema;
desde el fondo del acantilado, ferozmente, mi viejo y duro ser está increpándome,
y esa ira, brutal y desmedida, me aturde y estremece, me asusta e intimida,
me detiene aún, me duele, me hace callar.
LA PERSONALIDAD A SU ESPÍRITU INTERNO
[diálogo]

… y oí que te decían: “…resucítate instante a instante y miembro a miembro;


mientras, no intentes regresar a casa, no podrás entrar”;
… oh Príncipe, yo, que soy en ti tus pies y tus manos, tu pecho,
tu cintura y sexo, tu oscuridad, dime ¿ me vas a matar…?
¿ no podré invocar tu asidero, el calor de la sangre,
y aspirar también al esplendor de la luz ?
… alguna vez, Príncipe, recuerdo la piedra, el aire y mar que fui
y apenas queda nada; ¿… qué ha sido, pues, de mí, Príncipe,
que a la vez era tu brazo y tu fulgor, tu fuerza…? dime ¿ me has matado,
o tanto he muerto o hemos muerto ?
ah, ¡ quiénes somos en realidad, mi Señor, quiénes, quiénes somos !
¿ por qué me dejas en tan dura esclavitud, por qué callas ahora,
tú - mi única fuente de calor - no quieres contestarme ?
“… sí; te vestiré con el mejor de mis trajes y en el dedo tendrás el anillo de oro,
tú aspirarás a Dios y yo te transmutaré en mi alma”.

SEGUNDO DIÁLOGO CON LA MADRE

- … madre, si quisiera coger el mar ¿ podría hacerlo… ?


- ¿ … el mar ? claro, hijo, claro que podrías;
recuerda que eres más grande que una estrella y más que una galaxia;
hijo, tú eres como que el universo;
- ¿ como todo, todo … ?
- así es, cariño, así es, como todo él;
- … madre ¿ y tú has pensado alguna vez en prender el mar con una cerilla… ?
yooo, yo sí;
- … pues hazlo, hijo, hazlo;
el mar sólo son briznas de luz en muchas, en muchas gotas de agua;
- sí, madre, pero ¿ el mar también es Dios… ?
- ah, también, hijo, también, también lo es, también.

TRIUNFO DEL ESPÍRITU

… y así fueron cayendo


fosos,
puertas,
almenas y torreones,
patios de armas,
el dolor y opresión de la noche,
y así, así la opacidad,
el reino;
¿ …estás aquí, alma mía, donde aún te oigo ?
¿ donde ya no existe la locura del mar y golpea la luz llamándonos
por nuestros propios y nuevos nombres… ?
… sal, pues, y, antes de partir, desde el bastión del aire contemplemos el ser:
sus viejas y herrumbrosas ruinas, sus campos de batalla, el pus y el humo,
la desolación;
[… una vez más ha ocurrido, amor, ha ocurrido;
pero el daño de las lanzas es menor y calma, ya es otro,
y ya, ya duele diferente]

PENAS DE HONOR Y TIEMPO

… en perfecta quietud, sideral silencio e ingente soledad,


“hágase y que nazca la luz, que acontezca y fulja,
que tome el ser y que el ser en su fuegos viva y en ellos crezca,
y que de su mar de sombras lo despoje y limpie”;
… pura como el lirio, ágil como gacela,
la sabiduría huye de nuestros pechos de hierro y nuestras bocas de bronce,
con inusitada fuerza invade levedades, y con excelso mimo instruye un culto
estricto de alegría, tanto, que frota sobre el mar y el mar vuelve a lucir, fulje;
… quien haya estado allí, reconocerá la voz del dios y volverá a entrar en sí
y escuchará en sus fuegos cuando la luz encienda
sus propios cantos y su música;
[… en otro caso, sería un acto verdaderamente irreverente instituir la pena,
no, no de honor, sino de tiempo]

LIBERTAD ¿ quien eres ?

…y más hondo y más allá que el don de libertad,


¿ sea acaso quién dé la libertad ?
pues si así fuese, o es, ¿ qué esencia, fuerza o ser dan virtud
a quien a sí se instruye y a sí se resucita ?
[… pues ¿ no se inmoló el Ave Fénix y aventó y se afligió en sus cenizas ?
¿ o cómo el espíritu esplende hacia el espíritu ?]
… Libertad: ánfora infinita de fuegos y aguas vivas de este río,
de esta razón y fe que baten alas aun sabiendo con certeza
la singladura exacta de su muerte;
Libertad ¿ quién eres y a dónde vas ?
contempla nuestras manos y pies de hueso y sal,
toca las duras destrucciones del dolor,
nuestra sombra toca;
… pues que gemimos y arruinamos las noches,
sostennos, oh amiga, la madrugada;
¡… y es que hay tanto, digo, tanto por hacer !
DE LA UNIDAD DEL UNIVERSO

… ahora que estrellas y constelaciones han bajado y están por nuestras calles,
ahora que aman y tosen y se alimentan de dolor y lluvia,
ahora, digo y pregunto, cuando mueran ¿ a qué luz volverán ?
… porque qué desafío, qué condición vertebral y nueva ésta de oírse llorar aquí,
qué revelación o flujo de nostalgia, y qué rayo de razón o fe darán del firmamento,
qué impulso universal, qué don traerán;
¡ … el cosmos por la calle, hecho hombre !
lo hemos esperado desde la edad de la niebla y la espada,
desde que llegó la muerte, desde más allá,
y aún extraña nuestros tratos humanos con sus hoces y cantos,
con estos miedos civiles, con esta ansiedad, con este temblor;
… pero así es la ley, así la luz, y así la gloria.

CAPÍTULO III

AMANTES DIVINOS

Ojo de Amor, ¿ dónde estás… ?


aquí estoy, Ojo de Ley, en la luz;
¿ en la luz ? ¿ y a qué has ido a la luz ?
a respirar, Ojo de Ley, a respirar;
¿ a respirar ? ah, Ojo de Amor, mis rosas se están secando;
… no se están secando, Ojo de Ley; mira hacia arriba;
ah, Ojo de Amor ¿ son ésas mis rosas… ?
lo son, Ojo de Ley, lo son; sube y tómalas; aquí está tu agua.

SIGLO XXI (introspección)

… hubo y hay aquella dificultad y extrañamiento por conocer las cosas;


y hubo y hay distancia entre valor y espada,
entre fe y razón,
entre deber y guerra;
y entre y sobre todos, habrá decadencia todavía, pérdida y dolor total,
tristeza sola;
… somos pueblos aún malditos por nosotros mismos,
grupos con alma sin almas, pueblos de tumbas y demolición,
lluvia helada;
no en balde el egoísmo urdió con nuestras vidas pequeñas mentes,
pequeñas patrias, pequeños corazones;
… y si mirásemos bien, aún veríamos que de tarde en tarde el tiempo se detiene
y derriba las paredes, nos lava, nos recuenta y da otros nombres,
otra forma y corazón, otro sufrimiento y otra fe;
.. nadie puede escapar a su verdad, pero sí luchar frente al mar oscuro
en que se es;
[salvo los que quieran morir, que morirán dos veces y lo harán con daño y con rigor
porque es así y así será]

TERCER DIÁLOGO CON LA MADRE

madre, lo que tú me quieres ¿ cómo es de grande… ?


¿ cómo de grande… ? verás, hijo, pues así, como esta casa;
no, no, más, mucho más, cariño, como la Tierra;
¡ la Tierra…! ¿ es muy grande la Tierra, madre ?
pues, es como si te pusieras a andar, a andar y a andar…
pero, madre ¿ y si la Tierra se acaba…?

CONCIENCIA Y VIRTUD

… hombre desierto ¿ a qué vienes ?


busco sufrimiento;
¿ … sufrimiento ? ah desgracia del mundo ¿ traes el mal contigo ?
traigo agua y fuego y quiero vivir…
¡ vivir, dices…!
vivir, si; ¿ pues no es acaso ésta la casa de Hamlet, no está él… ?
¡ … ah, Hamlet, Hamlet ! hace mucho que se fue;
pero tú, aquí ¿ qué pretendes, ser o no ser… ?
yo ya he sido y quiero continuar siendo,
traigo la ofrenda;
entonces te abriré las puertas, pero recuerda que habrás de abrasarte;
y si al final tienes sed, sube, hazte de luz y no malgastes el agua;
ahora entra, pues, ésa es la condición.

SIN DESCANSO BUSCÁNDONOS


… entre gotas
de luz
y agua,
mis ojos rondan en la casa viva;
...cerca y lejos late la eternidad con este instante,
y duda, y vibra,
y aunque mi alma gime en el crisol del mundo,
el amor la escucha;

- ¿ quién eres…?
- … quiero ser de luz y agua, y también de aire,
quiero ser brisa…
-… no temas, estamos aquí, penetrándote y en tu mismo centro,
¿ nos amas, te amas… ?
- … no sé quiénes sois, pero sí, sí, soy de amor;
- [… abrid, abrid las puertas y que suba de la Tierra]

… entre gotas
de luz
y agua,
mis ojos cantan;
son de temblor y aire y luz, del fulgor del fuego;
ser,
ser y agua viva son mis ojos.

¿ …QUIÉNES SOMOS ?

… si alguna vez tú, hombre o mujer, preguntaras por ti


en esta casa de sol y sur, porque quisieras saber quién eres,
¿ estarías preparado para la más honda de las desolaciones ?
pero, y también, si quisieras saber quién has sido,
¿ estarías dispuesto en verdad a hacer pasar un camello por el hondón de una aguja… ?
¿ … y qué camello, y qué hondón, y qué aguja ? dirías tal vez;
y probablemente consumieras la vida remodelando agujas, hondones y camellos;
… y morirías;
… y volverías aquí;
… y de nuevo la valentía frente a frente con el ser, con el sol y el sur,
y tu propia deidad reinterpretando la fría y dura queja del vivir;
… y si oyeras proclamar al fin que sólo dolor te espera,
ah, entonces, rotos los cielos, mostrada la majestad del espíritu,
deberás adentrarte en ti, y a fuerza de dolerte y a fuerza de vivir
[- pues que morirás y resucitarás muriéndote -]
bajo el arco y la tormenta, cual fiera herida y fascinada, podrás,
podrás reconocerte aún;
… y ése, ése serás.

… DESDE LAS LUMBRES

... amigo: y desde aquí me oirás,


desde las lumbres;
… porque una y otra vez te horrorizará incendiar y oír crujir el mar
[- el del corazón -]
y con vela al viento, en lo alto,
¿ a dónde irás, entonces, dime, a dónde querrás ir… ?
[… este es mi hogar, mi luz y espada,
pero también tu valor y sangre,
tu decisión;
… por aquí cruzarás]
… caerán los días/fiesta y los huesos/fundamento y caerá el amor,
pero estas lumbres mías sin cesar te esperarán;
… y beberás agua y lumbre, mar en llama;
… y ya, ardientemente vivo, que el mundo impregnes de rumbos y de lumbres.

ESTE ESTERTOR SIN FIN DEL MAR

… donde el agua perdida con el ruido y la lumbre apagada,


¿ de qué vivir ?
¿ cómo hallar, recoger y dar al alma el bien que está caído
y rodando y rompiéndose… ?
¿ cómo, entre tanto horror, lustrar, restablecer el labio,
y cómo, cómo - decidme - salvar el corazón ?
[… yo venía del triunfo y brillo permanentes:
los del Ave Fénix sin diezmo de morir]
… y ahora, y aquí, donde hay desastre, fatiga y ruina con daño y con castigo,
- porque la irreversibilidad es tiempo duro y detenido -
aquí - digo - ¿ con qué y por qué luchar, y contra qué o contra quién… ?
… un frío devorador va apagando las luces primigenias de la vida
y cuesta respirar, y ser, y aun pensar;
[¿ … será posible que de esta postración puedan brotar manantiales ya de serenidad,
ya de conocimiento o ya de luz ?]
… pero es glacial e inmensa esta apariencia de estertor sin fin, sin fin del mar.

EVOCANDO A OSIRIS
… cuando ardiendo cruzo por lo agraz del ser,
entre un mundo en llamas ruge el dios;
hay pedazos de instantes, horas, años y edades rodando, depurándose,
hay gritos de dolor y sombra huyendo, ruido y pena,
y fuerzas que vinieron desde la raíz del tiempo para destruirme
y tapiarme el pecho y ser ruina total y sed;
… mientras ello ocurre, me detengo y cobijo el cuerpo en un banco del parque
porque estoy perdiendo los pies y las manos, la cintura, el rostro, la pasión,
y el viento se los lleva;
pasan coches pero no son coches, ni los pájaros son pájaros,
ni son rosas las rosas del jardín;
y no hay hostilidad ni órdenes blasfemas, sólo cuerpo caído y derrotado
de mi amado y viejo ser, aquél con que emprendí un viaje hondo, serio y largo
por el país de la piedra y la resurrección;
… cual Osiris, cuando cierre la noche, buscará y recogerá sus tesoros mi alma
y escondiéndolos se irá;
…pero antes, desmembrada la tarde - donde fulge, dora y aún resiste el sol -
se arremolinan los pájaros y allí voy;
… y no, no habrá temor, la luz siempre libera.

ARROBAMIENTO Y LLUVIA
[breve canto]

[… el silencio asea
en honda placidez la sala íntima;

… dentro, muy dentro, flores de amor velan y cantan, fulgen,


y su voz de mar divino instruye paz y fuego,
y lluvia viva, y aire vivo;

… construida, la soledad es templo alado


en que gravita el ser y la edad del corazón:
la luz del alma]

… porque si tú, mi dios - digo - decidieses morir en mí y de mí e irte a tu hogar de luz,


¿ podrías hacerlo ? ¡ ah, puedes, puedes… !; pero, dime, Señor:
¿ podría honrar entonces este humilde canto la ubicuidad total
e informe del espíritu ? ¿ podría, dime, podría… ?.

ΩΩΩΩ

TÍTULO: “TODO ES CAMINO”


CAPÍTULO I – Inquietud y duda

A CONTRALUZ DEL MUNDO


[en la pequeña pregunta]

… ¡ eeeh ! ¿ quién canta ahí fuera,


quién está… ?
[gime el viento, escarba en los escalones, bambolea los toldos, ríe…]
¿ quién está, quién es… ?
[salta y echa a correr el corazón, se excita,
y siguen cayendo piedras, y pasando autos, y niños gritando y saltando
al viento y frente al viento]
“ … no, no puede ser; el sol aún está alto - mira el reloj - son las 5 de la tarde
y no puedo ver ¿ quién, quién me quiere mataaaarrrrrr… ?”
– grita desesperadamente sin que nadie esté;
[y resbalando, cayéndose, se aprieta contra el muro y con afán busca los ojos,
la agresión del alma, el dolor de oír]

¿ … QUIÉN, QUIÉN LLAMA, QUIÉN ESTÁ AHÍ … ?


[en la gran pregunta]

“… de entre fuerzas y lumbres vivas, de entre grandes y pequeños dioses”;


oíd este diálogo apurando el silencio de mente y paz del corazón,
venid y penetrad, tensad la hebra de amor, sabedla y tenedla,
porque sólo, sólo en ella, tendrán su luz la faz y el esplendor del mundo;
… nada sobra, nada, porque nada está en la muerte muerto
y nada en desecho, nada perdido;
ah, ni siquiera el hedor acontecerá sin brillo;
… en las crisis o fríos invernales, en la intimidad del alma,
con dolor levanta el sol;
pero son tan hondas, tan fulminantes
su luz y voz…
… a veces, en la intercomunicación de inmensidades, inquieto y asustado,
vehementemente tiembla y se agita el ser, e, intentando contrastar su vida,
con fuerza y frenesí inquiere hacia lo alto: ¿ quién, quién llama, quién está ahí…?
… y sólo, sólo son los carros de silencio que en silencio y con silencio pasan.

PERTENENCIA Y LIBERTAD
… antes de que terminéis desterrándome, me habré ido;
¿ y a dónde irás, tú, gentil y apátrida, a dónde… ? - decís;
recordad que, al igual que vosotros, no tuve nacimiento;
entonces ¿ por qué habría de pertenecer a Vecilla de la Polvorosa
o a Santurtzi, por qué a Castro Urdiales, o por qué, por qué a España o a Europa… ?
¿ acaso añadirán algo las lenguas ? ¿ lo harán - decidme - el sexo
o el color, y acaso, ah, pensároslo bien, acaso lo harán los credos… ?
pero, sin embargo ¿ y ella, y la libertad ? ¿ os dirá ella algo ?
¿ y qué es la libertad, Orión, antes de que te vayas, dínoslo, qué es,
si hasta aquí es nuestra piel y el alma grita que hasta allí es nuestro amado país…?
está dicho: donde el corazón esté, allí seremos y allí amaremos;
pues la casa es oro vivo y vida pura sus pulsos y paredes;
por tanto ¿ habéis hallado ya el umbral y límites finales
en que querréis y habréis de ser ?
ah, Orión, no nos expongas a tan hondo tormento ni a tan duro escarnio…
pues ¿ cómo y por qué romper y salir de nuestro propio corazón ?
… entonces reprobad vuestras casas de asfixia y ruina, de oscuridad y muerte,
aborrecedlas y derribadlas; antes, mucho antes, deberéis crear la libertad.

CIELO REDENTOR Y FURIA

… no habrá museos para ti, corazón, no habrá llantos lunares ni exequias,


y no, no habrá tampoco patrias, no habrá;
tu canto se ha hecho aire y quema ¿ de qué, si no, se alimentan lirios y rosas vivos ?
… ah buen amigo, oí tu voz desde la piedra, cuando el dolor fue cielo redentor y furia;
la oí lejos, cuando la noche hendía los postigos de valor del alma, cuando del espanto
nacían las palomas y te guardé en mi vida cual alba herida y encendida,
amándote cual sangre y agua puras, cual hijo amado con duelos aún por resolver;
¿ … te acuerdas cuando por aquí pasaron la guerra y la muerte,
la desolación también y asimismo el mar sin luz y en llamas ?
¿ y del olvido ? dime ¿ recuerdas cuando arrasando la intemperie del pecho,
ignorándonos, llegó y pasó ?
… nos hemos abrazado con pasión y solos, profundamente solos,
y es en esta soledad de amor donde la luz nos toca y habla para poder vivir y poder seguir;
… pero ya mejor callar; mejor que en el combate inmenso sean e intimen los lirios y las rosas;
que algo quede, se incendie y salve.

AL VENIR DEL DÍA

…hacia los confines del mundo, de los lagares del sol fluye la vida,
y por el horizonte, al amanecer, átomos divinos resplandecen y hierven;
… llega a esa hora un sonido amante que llama a nuestras puertas
para rescatar cada casa de su muerte y levantarnos alma, y voz, y corazón;
pero indolentemente nos despertamos y duchamos, desayunamos raudos
y salimos a luchar;
y del mismo, e idéntico modo, una vez más, regresamos al recinto
de la vida y de la muerte y, así, acaso, día a día hasta morir;
… porque el sonido y la luz transitan dentro y fuera tocándonos,
llamándonos y preservándonos la noche frente al alud terrible del olvido;
y cuando ello ocurre, inevitablemente, cuanto está ocurriendo en los crisoles del ser,
la vida se incendia para afrontar otro nuevo, descomunal y singular combate;
[… aunque si el día no llegara, ¿ cómo, a quién o a dónde recurrir… ?]

ETERNIDAD Y ROSAS

…suena la eternidad y su eco habita en el color y en la luz,


en la humedad y densa oscuridad de la tierra;
… y paro mi sangre para escuchar su voz,
paro el ser, la edad y sed del corazón;
¿ podéis oír su canto de ingente amor sobre el rodar del mundo ?
¿ y a ese amor, tocándonos y cayendo herido y levantándose,
podemos verlo, ah, mis guerreros, lográis sentirlo ?
… noble y grave dolor nuestro, merecerías estar lejos
para observar la inanidad del alma o intuir que nuestras vidas
atraviesan la luz con esa opacidad con que el placer se acerca
y a la vez nos tienta, nos sacia y nos destruye;
… a ese silencio aspiro: exactamente al mismo que detentan las rosas cuando son;
tenerlo, es trabajo agotador, y, aunque por eso muera, por eso viviré.

DESANDAR Y RECONSTRUIR CAMINO

… resistid brazos míos, y resiste y late, corazón;


y vosotros, ojos queridos, levantad el cansancio y caminad delante,
sed nuestra guía entre tempestades y sombras de sol y mar;
¿ … recordáis cuando emprendimos camino y sin la espada del alma
osamos construir nuestra luz del mundo sobre un adarme
de niebla ?
¿ recordáis cómo el dolor llegaba derribando y disipando fuerzas,
los panes, la paz y el fulgor de los días, recordáis cómo, cómo mataba ?
¿ recordaréis entonces la oscuridad, la recordáis ?
… hoy ha vuelto, hoy está aquí;
por tanto ¿ querréis defender conmigo la piedrecilla blanca, el exiguo templo,
nuestra brizna de fuego y agua ?
… mis amados hijos y honrados compañeros, recordad también
que es justo el dolor tenido, pues ¿ cómo, cómo si no podremos obtener
la ingente visión, la esplendidez de la vida ?
… desandar y reconstruir camino, siempre ha sido un empeño inefable,
pero quién asume los profundos desgarros, quién, quién la terrible desolación que espera…

VOLVAMOS A NAÍM, MADRE

… roto el cristal y derramado el mar,


rota y caída la voz, rotos los odres e impedido el valor del corazón,
¿ quién descubrirá las rosas y quién su luz ?
pero sobre todo ¿ quién el amor ?
… porque si mi fe contuviese sólo palabra, sentimiento o anhelo,
qué sería de mí, qué sería…
… todo ha sido dado y nada defendido, ni siquiera el cuerpo,
ni siquiera la verdad, tan inmersa en silencio, tan seria, tan inaccesible,
tan terrible aún y sola;
sin embargo, siempre queda alguna adherencia vieja, sí, pero pura, siempre,
¿ cómo si no emergió la que nos reunió y vivió con y en nuestras vidas,
pues qué hicimos del odio, qué del rencor, qué de la ira…?
… volvamos al norte de Naím, madre, tal vez haya regresado
y encontremos a padre, acaso nos esté esperando;
volvamos a Naím, que las campanas - ¿ las oyes… ? - están llamando y urgiendo
a una gloria que tal vez nos libre de la herrumbre y óxido de nuestros viejos templos;
madre, volvamos, volvamos y reconstruyamos nuestra casa de Naím.

¿ … QUIÉNES, QUIÉNES SOMOS ?

… porque ¿ es que acaso no hemos de afrontar con valor alguna vez


la hegemonía real y causa de la muerte ?

¿ que no es vigente en las escuelas, cafeterías y calles


enfrentarse a este dolor de alma que nos traspasa, aturde y mata… ?
¿ o que es un veto social cuestionar la oscuridad del dios del cuerpo ?

… pero ¿ quiénes, quiénes somos ? ¿ de qué tumor hemos tomado


piedra y cieno para el corazón y de qué lupanar el don de nuestra mente,
cuando una y otra vez son capaces de callar y sucumbir al terror
atávico del ser, a sus sombras ?

… sabios de Edón, miradnos: la caída ha sido extrema


y todos sus extremos nos atan y codician;
… antes de la puesta de sol, volved, pues allí iremos,
volveremos para abrir las puertas de Naím.

ES UN RELÁMPAGO

… por la arista más torpe me tientan y golpean el dolor y el mal


con feroz rugido;
se me abre la carne, las sienes del alma, sus vértebras,
la profunda grieta que traspasando tiempo y sombras, al fondo, caído,
me descubre;
… es un relámpago con bestial crujido, la desafección por rompimiento
del que está en el corazón, del que quiere morir de sí
porque acaso nunca vuelvan las fuerzas y destellos
de este ingente instante/sol;
… ah valor, ah fuerzas que estáis aquí, ah compasión para con la propia esclavitud,
seres queridos con que afrontar los sellos de vida o muerte sin fasto ni rencor,
¿ por qué al final dudáis, por qué, por qué… ?
... en la duda está la grieta, el yugo, el duelo y la sombra que asustan,
el inenarrable campo de batalla entre el fracaso, el triunfo y la verdad;
[…ah piedad del mundo, ah dolor;
el retumbe del cielo es solidario]

EL CALOR DEL CIELO HOY

… hoy, en medio de la crisis, el calor del cielo sería un sanwich de lechuga y pollo,
o pies menos hinchados, o un empleo, o menos gritos, o menos frío;
el calor del cielo podría ser que alguien me mirase dos segundos
en silencio y sin asco en el autobús o el metro,
pues si le viese y después sintiera paz porque lograra saber
que puede percibirme el mundo, entonces, y durante un instante,
ese calor me ascendería y resbalaría por el paladar,
oh Dios mío, me entraría como un vaho por el pecho
y escogería para mí poderme acostar sin el miedo y la ira
con que, de ordinario, me abrasan hogueras de insomnio por las noches;
… no, hoy el calor del cielo no está aquí;
seguramente ande de murga o trapicheo por los bares de la zona,
como tiene por costumbre al venir del parque o del trabajo;
… en todo caso, si lo viese entrar por la puerta, le diría:
“no, deténgase, busque usted y pregunte más arriba, se ha equivocado;
esto es el entresuelo 2º; aquí vivo yo; mire, esto es sólo el bajo izquierda”.

CAPÍTULO II – Diálogos y redenciones


EL VISITADOR DE CIUDADES

… cuando pretendas conocer una nueva ciudad, viajero,


ah, no acudas directamente a su corazón y haz un alto
en sus pies y su pubis, en su cintura y brazos, en sus hombros;
llega a ellos y tócalos, escúchalos y ponte a toser o a escupir
si te sientes morir, pero comparte lo que tú lleves con lo que la ciudad da y la ciudad es;
… y no, no es preciso que denigres al tiempo, o que llores
o reniegues del hombre, no, como tampoco lo sería abrir de cuajo el mundo
para despojar del canto al mar;
… sólo sabe y vive, viajero, sólo;
luego ve y adéntrate, asciende en ti, huele una rosa y llévala contigo;
comprenderás así por qué es tan frágil y por qué su aroma muere
sin alcanzar la hez de donde tú ya vienes;
… viajero, si vuelves, procura entrar despacio en la ciudad, despacio, muy despacio;
jubilosos, tus nuevos amigos te estaremos esperando.

HOMBRE EN LA CALLE

… con pensamiento y deseo construyo mi casa/templo,


y en ella son el aire, la luz y la vida que cobijan y prenden
mis sueños y mis fuerzas;
… cuando mi hijo y su madre me hablan,
soy un dios total;
[pero pocos saben que mis vecinos de enfrente también lo son]
… llueve, pues, en el amor, y, en la ceniza, llueve,
y es en ellos lluvia de resurrección;
¡ porque tanto, tanto hemos muerto ya,
tanto y tanto !
… cuando atacan las sombras y los tres resistimos
hasta la puesta de sol,
- y hasta el amanecer -
si caemos ¿ quién levantará el nuevo día o año ?
¿ y quién y cómo y con qué será reconstruida la casa y la memoria, la antigüedad perdida ?
… mi casa/templo es frágil como un morir de paloma, como de lumbre y nieve,
y veraz, y silenciosa,
así es;
cuando mi hijo nos mira, su madre y yo sabemos que sus muros son fuertes
y que proseguirá y proseguirá con su construcción infinita;
… entonces salimos a la calle y una lluvia de amor, luminosa y fértil,
nos moja y nos susurra.
CANTO DE LA VERDAD

… si alguna vez, tú, guerrero del mundo y en el mundo, caes por amor a la verdad
y abrasándote el corazón sigues y sigues la lucha;
si teniendo en ella la gloria de la vida, eres capaz de mirar y esculpir tu triunfo
y también llorar por ti;
y si además, mientras lloras amas el dolor de tu muerte y ahíto de él lo transformas,
si fuese así, digo, ¿ cuál habrá de ser, guerrero, tu honor y cuál el título ?
… los siglos no han mentido y su voz ha resonado como látigos de fuego
por su aparente cárcava, y así en el trono, tras el trono y el altar, siempre;
[en el denso fragor de las batallas su timbre ha sido nítido]
… y en medio de la mayor catástrofe, y hoy como ayer, reside el más sublime
y hondo de los cantos por venir: el del fuego, el de la luz, y el del sol mortal que nos devora.

COMPAÑERO, VENIMOS DE MUY LEJOS

… ah, corazón mío, sal de la bruma pasional de la sangre y, ya, limpia,


háblame en este instante y sin rubor del amor, del genio de la vida
y del asiduo llanto y golpe de la muerte;
te lo digo ahora, cuando los martillos cesan en lo alto y la algarabía se convierte
en un íntimo destello de silencio vivo, cuando los brazos del ser se agotan
y piden tus siembras y tus lumbres para refugio, descanso y luz del alma;
… compañero, venimos de muy lejos y ambos necesitamos palabras
de concordia, no de las viejas, no de las de usar y matar, no;
reivindiquemos para saber lo que tanto fue en daño y agonía;
pues sólo, sólo nos queda el leve resplandor que en ti brotó;
… compañero, tú sabes que él es nuestro héroe, el paladín, el dios de nuestra lanza.

FLOR DE GRIAL
[Templo de Salomón, pórtico]

… de la espada flamígera al pudor de la flor;


ah, Querubines, paladines de agua y fuego,
símbolo y estandarte divino, miradme:
¡ cómo podré detener y aupar de mí tanto dolor y quiebra,
cómo drenar tanto hollín y herrumbre, vencer tanta inquietud y reconstruir las manos,
y cómo, cómo, decidme, vencer y transformar mi propia oscuridad hacia donde sois y estáis,
oh flor de esperanza ¡
… del lupanar consciente a la exultante luz, a la pureza heroica;
bien mirado, la razón casi duele con su savia sórdida,
con la vacuidad que exhala con sólo instituir la negación del alma virgen;
… Padre de los fuegos, aun instando a lo alto,
vivir me quema;
… Madre de las aguas, no me dejéis morir,
necesito la lluvia.

LIRIOS Y ROSAS
[in memoriam]

… si sólo fuesen lirios y rosas


lo que mirando toco y veo;
si sólo fuesen luz y mineral ardiendo
ante mis ojos;
y si sólo su incendio este instante llenara para luego ser abatida
y diluida la belleza…
porque ¿ cómo y en qué lugar de mi sangre están clamando por querer vivir,
si sólo tengo corazón con que poder tallar y honrar
el Libro de la Vida ?
ah, los lirios y las rosas…
¡… por qué, por qué me exigirán esta voz y memoria, por qué !

HIMNO DEL ESPÍRITU

… llegad y oíd, pues:


¿ quién se acerca y prende, quién clama en la voz que surge,
quién obliga… ?

… en fuego invisible vibra el aire, la piedra, el ser y amor del hombre;


la armonía cunde y todo movimiento es paz, son y voz del mundo;

[himno es de vida honda,


sello de fuego con que el espíritu infunde y crea luz,
sabiduría sola]

… no, no es retumbe poderoso de hombre o mar,


es el dios y el silencio en que pasa.

… DE CÓMO EL AMOR

… allí,
donde el fuego esplende y ama,
el agua pura;

… y en el aire, y desde el aire,


los manantiales siembran y riegan amapolas y trigos
del corazón;
[y el resplandor es oro, y transparente, y azul, y blanco]

…cual relámpagos de noche, cual colibrís de mañana,


- riendo y cantando, vivos -
la humedad del fuego,
el calor del agua.

9 VERSOS DEL ALMA ENAMORADA

… en los días claros, cuando el alma vibra y sube y sube,


- porque fuego y agua viva es -
más allá, sin embargo, en tan en hondo y alto ¿ de qué vivirá ?

¡ es tanta luz su luz y tan íntima entre Dios, tan pura…!


ah, pero ¿ quién, quién podría soportar la belleza, la esbeltez
e insistencia del cielo, quién ?

… y es entonces el regreso un murmullo, un fuego sosegado, alegría viva,


fragor divino de lirios y de rosas;
[… conteniendo la unidad del mundo, el corazón casi quema]

DE DIOS O EL AGUA DULCE

…y dijimos: “ahora, que hay pobreza, apropiémonos del agua”;


… pero si no das tu amor, si no das de tu dios:
- el agua, la vida -
¿ de qué vivirás, compañero, de qué mortal ficción o ensueño ?
dime ¿ de qué, de qué podrás vivir… ?

CUALQUIER FLOR

… éste exiguo esplendor, este dolor y luz,


¿ quién los trajo, por qué están aquí ?
padre y madre ¿ de qué fue mi cuerpo niño,
de qué mi candor ? decidme padre y madre míos ¿ … los tuve ?
… suena la desolación como un tambor de espanto
unciéndome a la vieja edad del mar, al fragor de los dioses matándose,
a la pérdida del sol y al inicio de la arena;
… pero hoy, y ante este pequeño manantial ¿ me estaré oyendo cuando quiero saber
por qué luche y viví cuando a la hez profunda no la ampara el corazón ?
Dios de la Biblia y de los viejos tiempos ¿ quién luchó por mí ?
… hay en esta condición un balbucir, un trazo expectante, fuego y humo,
nomenclaturas vivas con que la fe subleva la furia en la razón y la serena;
… no mentiré a mi cuerpo, no a esta fe de sal, no y nunca a la razón;
… cualquier flor busca esperanza.

CAPÍTULO III – Breves resúmenes

ACERCA DEL REGRESO

… de las secuelas de amor oscuro - el de la muerte -


y de la connivencia íntima con el dolor, oh alma mía,
quiero hablarte;
… difícil es invertir y revertebrar los días, los años y eones con mesura,
tomarlos, acribarles la acritud y fundar una instancia que intuya el corazón
y la razón en paz acepte;
… luz querida, mucho antes de que habitases la palma de mi mano
llegó la esclavitud, e instante a instante ha ido encareciendo el retorno
del dios hacia su patria;
… cual Ulises, deberé pagar aquí y ahora, pero elevaré también aquí tu vela
sobre un mar de terror con terribles y despiadados cantos;
… oh, tú, mi alma: que, en la raíz del XXI, el lino de las jarcias se vuelva indestructible.

LA SIEMPRE BIENAMADA

… entre y tras los ojos del aire, y en su hondura,


va la luz;
pero ¿ qué mira la luz, qué piensa, qué engendra o sostiene, vive ?
pues ¿ quién o qué es la luz ?
… y si de la razón es la pregunta, la boca está en el corazón:
“… El que es luz y amor lo sostiene todo y en todo y conn todo vive”.
… entonces, aquélla, la que está entre y tras los ojos del aire, en su hondura,
- la que es grito y resplandor del ser - se esplende, fulge y quema,
e, iluminado el mundo, El que todo es y sostiene todo,
habla quedo y en sí vive más vivo;
es entonces cuando la soledad eterna comienza a disiparse y a desaparecer…
… del sur, del sur viene la que el oro buscó e hizo fértil su trabajo;
compañeros, acudid todos; con gozo salgamos al puente a recibirla.
BAJO EL OJO DEL CÍCLOPE

…entre lluvia incesante, mira y toca el tiempo mi pequeña figura, su edad,


la futilidad de las cosas que amo - las nuestras - su ensoñación y orígenes;
… cercano y ciego, con estrépito, el mar no encuentra espejos
y estalla contra el dique su terrible tormento y desazón;
… apartada la ciudad, aquí huele a tristeza, a silencio y ruido íntimo,
a desolación y salpicaduras divinas
y a extrema claridad;
es cuando mansamente bebe el ser su ruina y honor,
cuando ocurre el descomunal desescombre del alma,
y el alma, entre el daño,
siente y ve;
… como un desconocido ¿ a dónde he de volver, a dónde… ?
no cesa la lluvia,
no cesa el dios que soy,
y no, no cesa el mar.

POR ENTRE HUERTOS DE MANZANAS Y CAMPOS DE MAÍZ

… por entre huertos de manzanas y campos de maíz, la muerte viva;


escuchando, los dioses despertaban y lloraban al amanecer;
… hubo y habrá un tiempo en que la piedra será piedra
y, el aire, aire;
pero, ay ¿ quién creará un solo grano de trigo
o el corazón del fuego, y quién la luz y quién la alegría ?
… por entre huertos y campos de maíz, los niños sin honor,
los dioses ciegos;
la ciudad exprime sin piedad su mar de sangre,
¿ para qué el atardecer… ?
… por San Juan las manzanas son de oro y por San Gil el maíz;
¿ por qué son los dioses pobres ? pero, ay ¿ quién, quién despreciará su fuerza ?
…por huertos de manzanas y campos de maíz, dioses encendidos van.

AGUA DE LLUVIA ARDIENDO

… cuando se precipita el agua, cuando de sí salta y arde,


las manos del viento dudan y en su levedad los ecos vibran;

…y mientras cae, el fuego íntimo quema


y las gotas son ya la eternidad;

… en ellas son el color y el fulgor, el cántico, la luz,


en ellas huele a esplendor y a campo interestelar,
y a hombre y al propio Dios,
a vida eterna y cierta;

…esta es la consagración real, la renovación, la total resurrección del mundo.

EXHORTO AL CORAZÓN

[¿ … que es honda la sombra si la luz es fuerte ?]


ah, entonces, pues que voy huyendo de los crujires duros de las palabras,
instrúyeme tú, corazón;
hazlo ahora que mi razón reposa sobre tu golpe de mar vivo
y enséñame, corrígeme, corrígeme y ayúdame a desvelar las huestes vivas
o ser de la materia;
… caídos y rotos odres y ánforas,
todo ha sido construcción y destrucción de formas, ritos, vasallajes
de piedra y carne, hombres de pedernal, rutas de sombra y muerte;
… hoy vengo del olvido aquél, el del exterminio, el de campos de hierro y humo;
y hoy, como un desharrapado hijo de sangre, pongo mi alma y mano en ti
y pido que me cures;
… este es siglo de saber, dolor y hambres;
compañero, préndete, pues, y luce, resiste y háblame.

EN UN SOL O UNA ROSA

… lo que en tiempo la realidad es, lo que en ella se abre,


¿ en qué admiración cabría, en qué ámbito o virtud,
en qué razón ?
[… llueve en el cosmos y en mi pecho llueve;
tiembla la luz del alba y en mi alma hay temblor]
y si un mundo se agota y resuelve, listo estoy para la muerte inmensa y viva;
¡ … hay tanto amor y amigo esperando, tanto !
… mirar el infinito es el fragor de un instante abriéndose,
constituyéndose en mí, que lo acerco al corazón y clama por mi cuerpo
como entre galaxias ardientes y profundas;
… yo portaba palabras con que dirimir el agua, el fuego, el ser y sus principios,
la eternidad, y traigo ahora polvo de luz entre la lengua, y tierra, y duro pus
en el costado;
… lo que en el tiempo la realidad es, sólo, sólo cabe en un sol o una rosa:
cómo si no su ternura, su aflicción y pudor, cómo, cómo su sello espiritual e ingente,
cómo su indestructible, su inseminal belleza.

MUJERES Y HOMBRES
… porque, quién, quién camina y mira hacia adelante, quién duerme, y quién marcha mirando y mirando atrás;
delante van los sabios - los míticos humildes - y cerca, muy cerca, los guerreros cívicos;
y, mientras los ociosos y vencidos duermen, contemplando el pasado se agrupan los tribales,
y también los indolentes, y los pasivos, hombres y mujeres piedra;
… ah, quién habrá roto el jarrón y por qué, por qué;
… a veces, fe y razón van unidas o no van, por lo que, cuando su guerra prende y crepita y sus lumbres saltan,
el tiempo baja al mundo como un remanso, justo y reparador;
pero cuando juntas luchan, ay, entonces, cómo, cómo se derrama la sabiduría y fulge;
… y todos, todos los jarrones irán rompiéndose cual exija en sí la ociosidad:
aquel espesor del ser y su indolencia, así la oscuridad y la profunda génesis del mal,
el terror acaso;
… si la luz da obediencia y humildad al sabio, y espada es del guerrero,
qué fulgor no habrá en el hogar del sirviente perfecto;
… por tanto, quién mirará hacia adelante y quién dormirá;
pero, sobre todo, y medítenlo bien, quién, quién mirará y mirará hacia atrás, y quién se quedará, quién;
¡… ah el futuro, ah el futuro !

DE NUEVO LA LIBERTAD

… esta pertenencia al amor, esta íntima ciudadanía del ser


y su diálogo con el espíritu en la piedra y el mar, prende recias lumbres,
descubre constelaciones, es fuego vivo, el que da esplendor a atávicas
y extremas prisiones en las almas y en mi alma;
… sé que en el crisol del mundo, ser todo y no ser nada es esta ilusión cuántica
de pensar y creer que estoy aquí siendo mi pecho, mis brazos,
e incluso el don del deseo o el simple y vago cuerpo de la mente;
… y no es así;
por tanto, cuando la dulce y alta música es, vibra y crea,
mi alma intuye entonces una ingente luz de conciencia plena, la de la unidad,
la de eclosión del ser por insospechados y purísimos recintos;
… es mediodía y la noche es intensa;
pero llegará la medianoche y la nitidez del sol deslumbrará;
... oh corazón mío, no, no tardes, pues;
no perduraremos aquí.

ARRE, ARRE, CABALLO VIEJO

¡… arre, arre, caballo viejo, tira, tira… !


todavía eres caballo, y, aunque no lo sepas,
aún nos queda por coronar la cima, tomar el cielo e incendiar y trascender la noche;
no, no te pares, y, aunque sea con esfuerzo, piafa,
tasca el freno y sube y trota para arriba;
anda, muévete;
… los hombres saben que cuando un caballo viejo fulge y vuela,
el mundo ha de romper sus formas y costuras, pues ha de bullir implacable y vivo,
por lo que, con inusitado anhelo, a esperarse empieza el implacable fuego
de una gran resurrección;
… querido y viejo cuerpo amigo, hemos cruzado caminos, veredas y mares imposibles;
hemos oído el gemir de una rosa, y, en la oscuridad más íntima, ah, bien lo sabes,
nuestra desgracia ha sido honda y cruda por el tosco barrancal de la tristeza;
… acerca, pues, tu hachón de huesos y una vez más acordemos cómo resembrar la sombra
con estas pocas e insignificantes piedras blancas;
acércamelo, amigo, hazme este último favor,
acércate y vámonos.

CAMPO DE BATALLA

…mi fe de pajarillo frente al hipnótico poder de la serpiente;


mi corazón de pasión y el áspid del mar ardiendo;
gime y restalla mi cobertura de sal, quiebra, rompe al fin y vence el fuego;
… ha huido la piedad de mí, ha huido el dios, la sangre, la razón,
y el pecho de gracia y fuerza es un sitio airado de lirios y de rosas;
donde está el dolor, tengo el campo de batalla, y el pus, la hiel y la muerte viva
con que una y otra vez deberé morir;
… suena el clarín y mis huestes caen: la desconsideración, la usura
y la venganza mueren;
… al lado de la carretera estoy, alzo el brazo y nadie se detiene;
y es que todo, todo es camino.

LA CASA DE JUAN

… en la casa de Juan hay silencio, limpia quietud;


es una casa antigua y su interior está en penumbra;
pero, fijándose bien, sobre las maderas de la techumbre la luz construye
filamentos tenues de fuego;
… y todo está en orden: la mesa, las sillas, un cuadro viejo y un arca de siglos;
… en casa de Juan uno espera como en su alma, pues la conversación de vida
que se escucha puede adentrarse por los interiores de todas sus paredes
y las cosas;
… cuando sales de allí y con furia te golpea el sol en los ojos y también el ruido, el mundo
y el fragor del dióxido, ¡ oh Dios … ! dices y te paras, y vuelves a contemplar
la casa de Juan como un lugar extraño e inimaginable, pero justo allí mismo, al lado,
una casa completamente inesperada, absolutamente incomprensible.

LA NOCHE Y LOS LIRIOS

… entre anaqueles y silencio, los libros callan;


contra la escollera e ingente, furibundo, alzándose, se precipita y ruge el mar;
y bajo el golpe y ruido de la eternidad, poco a poco van surgiendo en mí,
cayendo y aunándose, ya los abrojos de amor,
y ya el hollín y la piedra;
[… y absorta iba preguntando y buscando mi alma la razón del mundo con su fe
y su alud de infinita congoja;
se había alejado del jardín como en vuelo de luz y sangre libres,
cual temblor de luz y sorprendida, más aún, parecía mortal y herida]
… ¿ a dónde has ido, compañera - le dije al pie de la alborada -
que no estabas en la Casa de la Vida ?
… “tu fuego, tus lirios me han traído” - me dijo con fruición -;
… y cuando entró en su estancia, la Casa de Amor estaba ardiendo.

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TÍTULO: “LIBERTAD: cantos menores”

ALMA CÓSMICA

… del cristal del lirio al cristal del agua,


la luz;

y del cristal de la noche al cristal onírico,


el fuego;

… y más allá,
donde el fuego y la luz titilan:
la vida, la unidad del ser, la resurrección total.

COBARDÍA
[ ... porque si alguien huyera de allí - de a donde quiere volver -
quién lucharía, quién arrostraría y enjugaría el miedo, el terror, la náusea,
y decidme, quién, quién la peste, quién el dolor… ]
“... ah, esencia de mi ser - clama un hombre en su partida -
devuélveme aquí algún día, retórname a esta tierra en que he vivido,
y haz que, cuando vuelva - tal como ahora - la cobije en mi mano
y con ella, apretada y amada, agrande la luz de tus talentos,
pues habrá florecido a fuerza de soñarla día a día el corazón;
juro, juro, por tanto, que esto mismo será mi primer afán al regresar,
juro que así lo haré, que será mi gran empeño,
lo juro,
lo juro,
lo juro,
y, ello, aunque haya de serme atroz e insoportable,
y aunque tenga que empuñar para vivir la fe, la compasión, o un perdón sin fin;
… pero, ahora, aléjame, condúceme lejos y escóndeme, protégeme, sálvame”.

ESCALA DE JACOB

... pensando en mi pensamiento y atento a mi atención, viviéndome,


quejas puras de alma entre la luz oía;
se disolvió mi cuerpo, mi sangre, la emoción, las sombras,
y, en un acto de poder, prendí la mente y el fuego de mi ser fulgió en el mundo;
desaparecieron los mares, los continentes, la voz, el aire;
y, aun así, el silencio, la paz y el sello eterno en que se es
también se fueron;
pero la armonía inefable a que ascendí me concedió el valor para volver;
… hoy retorno a esta ascensión, y hoy, la escala de Jacob,
es un tramo espléndido y feliz ante mi puerta.

VIVIR

… esta asombrosa ocasión de mi vida, este inconmensurable piélago


de luz y amor, este ser hombre y mujer, hoy, en tierra y compasión,
ay, con qué canto podré erigir la voz de su alegría;

… donde soy y estoy a lluvia huele y sabe, a hoces de razón y a viento huracanado,
y también a nimiedad, y a error, y a culpa;
pero, aun así, la oportunidad de estar aquí construyendo una brizna de hierba y alma,
a este breve instante ¿ podrá algo igualarlo… ?

… porque, a veces, es tanta la aflicción y el mal que vivir y convivir comportan,


que el yo interior se precipita, huye y semeja renunciar a ver el vuelo inusitado de los pájaros;

… donde soy y estoy, digo, a resplandor huele y sabe, y a cal, a tierra viva;
bajo el signo del orbe es mi trabajo en mí: la furia lenta, la exactitud del fuego,
la creación, la proclamación real del el ser y el mundo.

ENTRANDO Y SUBIENDO

… desde el glaciar con sus nieblas a las planicies de sol,


¿ quién, quién ejerce el llanto y quién la risa… ?
juntos, dolor y alegría traen el alma;
con ellos la hice, con ellos amasé la fuerza que a la sangre
asperja y a la sangre quema;
ahora el corazón canta y la mente sabe
que el agua es fuego y que el fuego es agua;
¿ … y de dónde vendréis, o en qué lugar de deshonor u honor
querréis morir para lavar el reino, desde qué manantial de hombre,
desde qué abismo o luz del mundo… ?
…vivo, muy vivo, el aire requiere y habla:
“es hora de escrutinios e íntima atención”;
por tanto, callo, y el cierzo de mi boca se cierre a las palabras.

JUSTIFICACIONES

… allí, adonde van tambores y gritos de guerra,


- donde pruebas y lágrimas son -
úrgeme la luz, la alianza, la limpieza de sangres, la del mar;
úrgeme el talento, la transustanciación del sonido, la del fuego y muerte de la ley,
y úrgeme, úrgeme el amor;
… no por voluntad del cuerpo sino por causas de alma,
por miles de años clamando venganza -
van rencores e iras y resonando cual voz de talión, de pedernal,
de hierro;
… pero he aquí el rocío de vida para que se desclaven los clavos del ser
sobre la vieja ley y alma y la herrumbre caiga, se diluya, desaparezca
y sucumban al fin sin canción ni excusa el horror y la muerte;
…de luz y fuego, las palmas de las manos se tornan transparentes, vivas;
este es el eje del dios con su edad, su resurrección y redención;
acaecen entonces la extinción y eclosión del mundo cual sufrimiento y honor,
cual piedad o lumbre, cual misericordia/fuerza que inunda, vive y quema.

TRAS LA SOLEDAD Y LA MUERTE, BUSCÁNDONOS

… por tanto ¿ podrían colmar de felicidad acaso nuestros pasmos de amor


o el cristal de belleza ?
¿ nuestra inquietud no ha de ir más allá de la mera ilusión
que la de mirar al dios cara a cara en lo hondo, identificarse con él,
contemplar su postración y así arrancarlo y traerlo a lo alto ?
… ah, no, no estaba la belleza aquí;
alguien tejió y armonizó piadosamente este plan a fin de que pudiéramos cruzar
tan terrible soledad y resistir;
… porque no, no es el cuerpo el que ama ni el dolor quien duele
ni la alegría quien ríe;
y no, tampoco es quien ruge el mar ni el que vuela el azor,
pues ¿ quién ama o ruge en realidad, quién vuela o cae,
decidme, quién muere ? ¿ es que alguien puede morir… ?
… y de nuevo el silencio mientras recuso el rugido, el vuelo y el tiempo,
la distancia, el espacio y la muerte;
… pero si fuese o fuésemos capaces de instruir el deseo
y ordenar la palabra, decretarles vida y abrirlos y expandirlos,
si fuésemos capaces de ello, entonces - digo - qué no podríamos crear
si el fuego del dios nos reparara la fuerza, y al fin, en libertad, lográsemos vivir.

ARDER

… nunca lo más profundo fue dicho o escrito,


por eso mi voz sufre dolor, el golpe y estremecimiento que produce
sobre el dios la oscuridad;
…miraba el mar, los intersticios dorados del sol, su aureola violeta;
examinaba hacia dónde se dirigía, desde los laúdes de sus pechos,
el sublime esfuerzo de los compañeros;
pero ciego y roto en pedazos grité y me dije:
¿ cómo instar, erigir y dispensar más allá la luz ?
y, cual terrible espanto,
la eternidad calló;
… muertes, guerras y revoluciones han acaecido y sigo vivo;
y aunque aún con pocas fuerzas, resucito y saldré a las calles a construir mil fuegos
y conciencias ciudadanas y pueblos con sus renovadas vidas;
… nunca, nunca lo más profundo fue dicho o escrito, nunca;
¿ para quién habría de serlo si la palabra es equívoco instrumento,
molde, maquinación rendida y con sutil y paralizante forma, y para cuántos, para quién ?
APOLOGÍA POR LA PAZ

... no la del miedo, sino la de justicia, la de amistad y libertad,


ésa es la paz que busco y quiero;
… desde la opacidad más honda al destellar de la luz,
fuego oscuro, piedra y aire [sufrimos la pérdida del sol];
cuando llega el sufrimiento, la vida y la niebla es un combate
donde la muerte no es muerte ni el espacio el firmamento aún;
[se desgaja la luna y, en su tristeza, la noche terrestre sueña,
sufre y canta]
… y fundar la luz todo lo exige: la cintura, los brazos, el costado,
la voz y el corazón;
y nadie ve esta luz, nadie la toca,
no está en el trajín o afán del mercado pues sólo vive en el silencio vivo,
y sólo, sólo alumbra;
… cuando llega esta paz, el sol y la luna ya no son astros opuestos
porque ha estallado el mundo y el son de vida es un huerto que brilla
con su secreto vergel, su ley de amor y sus flores puras de áureo e inconcebible ser.

Y BABILONIA CAERÁ

¿ … pues quién o qué ordena y mueve el corazón ?


¿ y quién y con qué pesará la verdad, la justicia, la paz,
o quién y con qué el amor y la alegría ?
¿ y la espiral de espíritu y forma, quién los produce y hace volar,
quién, que no se detienen ?
… ven e institúyete en la mitad del pecho, corazón mío,
que yo vertebraré con mi arado tus surcos, y, en ellos,
cual paladín con lanza de razón y dolor, dará la sangre
la batalla ingente por el reino del dios;
[sí, definitivamente Babilonia caerá]
… y libres ya del dragón que acosó y turbó El Edén, ya, en la ciudad de paz,
– oh, oh, ciudad de amor – sus puertas reconstruiremos y reabriremos.

ARMONÍA

… desde aquí, desde aquí se ve el mundo;


¿ qué mantiene mi cuerpo unido a él y en él, en qué consiste ?
el sol y la luna confluyen y se ordenan sobre Naím;
[mi madre es viuda y desde su casa, desde su casa a ambos se les ve]
… esta conciencia, esta levadura de ser y estar naciéndose y muriéndose,
esta sujeción consciente y procelosa entre dolor y luz y mal,
este constante vivir y desaparecer, esta senda de amor y horror,
algún día tendrá fin;
… contemplo, mientras tanto, el mar universal ardiendo y expandiéndose,
y gota a gota y llama a llama;
y, así, los habitantes usan hueso y piedra
y no me han visto sitiarles y vivirles la carne y el espíritu;
… retornaré a la casa de mi madre, sí, de nuevo iré y visitaré Naím;
[en sus ensoñaciones, ella suele decir que de noche, sobre sus tejados,
inveteradamente e invisibles, aparecen y crecen los lirios y las rosas]

NO VER, NO SENTIR, NO PECAR


[muerte por delegación]

… el vuelo de cuchillos, los temblores, los ojos agonizantes de los que van a morir,
el estremecimiento, la angustia, la furia y la muerte flotando entre cuerpos y alientos,
entre paredes, entre cadenas y garfios de hierro;
fluye el estertor de almas envenenadas con ira, venganza y odio,
con ruda y ciega desesperación, con dolor dolorido por el terror,
tal es su luz fatal, su propio y brutal presentimiento;
… un matadero es un enclave brutal y abominable, desolado y atroz;
ríos, ventiscas y cataratas de llanto enloquecido manan y ruedan por túneles y callejones,
se filtran por muros y cámaras, suben tejados arriba, nublan la luz,
y recorren campos y ciudades con su carga maldita para su maldita siembra;
en las sangres vertidas de los animales, en sus cuerpos y pieles despiezados, en sus células,
– aparentemente exquisito, adherido –
el hedor pasional comparecerá en nuestros platos y mesas excitando la ira,
la sexualidad, la violencia, vigorizando e impulsando nuestro pletórico ser cual dominador,
matador y destructor del mundo;
… porque ciertamente los animales son fulminados, degollados, apuñalados,
y sus gritos de horror son un palio/hacha que cuelga y marcha cual un dios/no dios por el aire,
cual espectro inaudito, terrible y devastador;
¿ … responsables ?
¡ ah..., no ver, no sentir, no pecar !
[… el velo negro de la compasión aún: nuestro atávico y denso bastión de la ceguera]

Y AÚN, AÚN PUEDO RECORDAR

... y es que aún, aún puedo ver;


puedo salir a la calle y hallar camino, entibar o acribillar el pecho,
bruñir el corazón, destruirlo,
y aún, aún puedo recordar;
… por tanto, frente al cielo puedo empeñarme aún en su luz y hondura,
en la vertebración que tuve cuando el mar ardió y de mí sólo quedaron
el lecho y las orillas, y del inmenso horror - cual suprema desnudez - las tapias;
y es que aún puedo dirimir una batalla o guerra y ganarlas,
desgarrar los velos, asomarme al otro lado del mundo y observar si algún hermano vuelve
por el camino del rey;
… puedo, puedo hollar el dolor e implicar en él un serio reto y su virtud;
en realidad podría caminar sobre piedra abierta y acercar con las manos
los hierros candentes del espíritu;
aún, aún puedo hacerlo aquí y así, ahora;
…y en ello, y por ello, es que auspicio el fuego y la esperanza.

RUEGO

… compañeros, cuando me vaya, venid alguna vez por esta casa,


que os estaré esperando en medio de mis hogueras purísimas de mar;
venid, venid y juntos lustraremos los vestigios de las épocas,
que abriremos las arcas de luz y miel y obraremos prodigios
hasta erigir la gloria permanente de la primavera;
… como vosotros mismos, con mis cuerpos y almas de trapo estoy observándome
con ese sutil cuidado de un dios aquí;
¿ cómo si no hablaremos de guerra y amor, cómo si no, compañeros,
podremos hender uno a uno los linderos de nuestra resurrección ?
… os quiero, amigos, os necesito y quiero;
vuestra sangre es mi sangre
y en ella busco el silencio, la paz, el don redentor del costado común, el nuestro;
… aunque después de todo, tanto y tanto ha de hollar aún el corazón;

CIENCIA O AMOR

… esa realización intelectual con dolor y sufrimiento bajo hilván consciente,


ese Reino de Dios de fe y conocimiento, ese brillo, digo,
¿ podremos ganarlo, podremos…?
suena hoy y aquí a metal, a crisis de mente y corazón, a tempestad,
a desempleo y a duras y a múltiples pobrezas;
… es este 2009 año general de constricciones, expansiones y terminaciones,
y, sin embargo, de esperanza;
¿ es que nadie comprende que haya surgido un chic de violeta
desde la más honda oscuridad,
y que el bletooth y el ípod vienen del mismo sitio y dios, del mismo semen
y la misma luz ?
… esta unidad, esta cooperación y solidaridad de dioses, fuerzas y mundos,
y este excelso expandirse en todas direcciones ¿ no es onda pura de agua, sol o aire ?
… y decidme ¿ no es todo ello, acaso, atracción y pasión por la ciencia ?
respondedme de nuevo ¿ no es amor ?

NUEVA GALILEA

¿… y no he transformar en arado mi espada y en podadera mi lanza ?


¿ y sentarme bajo mi higuera y en paz comer y compartir su fruto, podré ?
…allí donde sin orilla, nudo o mácula y en todas direcciones
el hilo de oro hilvana, une y teje, allí la palabra cesa y el alma emite
su verdad, su luz, pues intuición y amor son canto permanente y único;
y allí, justo al oreo de su aliento, quiero instalar mi solaz y tienda;
¿ … por dónde vendrá el león y por dónde el cabritillo ?
¿ se mirarán y descubrirán en sus ojos el hilo de oro, el hilo de vida ?
… oh sol nuestro de amistad y justicia;
hállanos y envuélvenos,
y que una nueva época dispense al hombre un consuelo de su estar en el mundo;
… sí, transformaré en arado mi espada y en podadera mi lanza;
me sentaré después bajo mi higuera y comeré y compartiré su fruto;
… la nueva ciudad, la de paz, en mi ser espera;
entre sus fuerzas, gime y gime.

ESCRUTINIOS

… y ya, el sexo, la fama, el dinero, el poder, la guerra o la muerte;


cuanto mis sentidos tocan, útil es: ya barca, ya instrumento;
y aquí estoy, inventariando dolor con viejas espadas,
con sangres y rescoldos vivos, con sus ruinas, con herrumbres vivas;
y en tanta dimensión, veo el odio y la ira marchar cual venganza
entre tristeza y soledad;
[un viento helado sopla y quema]
es la prueba de desolación y sólo hay muerte alrededor,
daño y febril memoria,
humo;
… pero tomo aliento, me levanto y decido luchar;
tengo el pecho empapado y ya he comprendido que mi dios no muere,
y aunque he perdido guerreros, y ley, y oscuridad,
ello, en sí mismo, calma el dolor;
…y tras grandes batallas, íntimos rumores surgen de actos por vivir:
enterrar la noche, cruzar la selva, instruir trabajo, ver, toser:
resucitar, siempre, siempre resucitar.

ENCARNACIÓN

… quién, volviendo desde la verdad eterna y adentrándose en la oscuridad,


no debe aprenderlo todo: a andar, a oír y a pecar;
pasan y suenan los tiempos cual instantes de olvido y desolación,
y así sucesivamente cual aliento de trabajo y muerte, y de esperanza viva,
y de luz y luz;
… fuego y lluvia manan del hontanar en que se incendia el ser,
y el ser se mira y sobrecoge, toma su lanza y recorre el dolor
para abrevar en cada uno de sus senderos y estremecerse y llorar en todos;
… alta, alta y larga es la ruta de luz, y espléndida, infinita,
pero el guardián del dolor detentará siempre su chic e identidad y verá y sabrá,
pues agua y fuego es, y norte polar, y también señal, sesgo y condición del dios;
… ah fulgor del mundo, dime y dinos que la oscuridad encierra
los sellos futuros de las almas con su hálito o poder de luz;
surge, pues, y háblanos del aliento invicto, de la crucial espada del espíritu.

FISIOLOGÍA DEL SILENCIO

… entre furias de mar y viento, de máquinas y coches,


en su matriz sideral, envuelto por tierra, dolor y firmamento,
el hombre piensa, estudia y grita al cosmos: ¡ eeehhh…!
y nada;
y las naves giran, se pierden o vuelven vacías, calladas;
a menudo aturdidas y rotas por sus propios empeños,
por el cansancio y soledad de los materiales o el grosor ingente de los datos;
… y sin embargo no cesan las lágrimas ni las ambiciones y el hombre trae su fe a los templos del pecho
instruyendo lenguas, ideas, formatos, números,
y de nuevo, lentamente, retornan a caer protocolos de poder cual mariposas de extrema levedad;
… en jerga tridimensional refieren que entregar la mente al corazón
y oír su música y llorar es un acto de derrota, de huida y deshonor científico;
pero algunos concluyeron preguntando : ¿ los oídos, qué oyen…?
¿ oyen al mar, al viento ? ¿ en realidad oyen a máquinas y coches ?
… y por debajo y encima de las lágrimas, más aún, viviendo en ellas,
descubrieron - aseguran - la alegría, y más dentro aún los cielos y a los dioses con su luz;
y todos, todos coincidieron al incardinar este episodio en el ser inaugurando el ser, la paz, la libertad;
y, a mayor abundamiento, lo denominaron prodigios del silencio.
ELEGÍA INTERIOR

… he traído y puesto una piedrecilla blanca para la construcción del templo


y ha caído en la oscuridad;
mientras iba yéndose y rodando, su sonido me ha recordado las pérdidas,
los desalientos, las devastaciones;
… por tanto, ciego, ciego estoy y tengo miedo;
¿ no habrá alguien aquí ?
intento encontrar columnas, frisos, cúpulas, y todo ha desaparecido;
¿ estaré tan solo, tan solo…?
porque si la luz es honda y no muere,
¿ dónde, dónde y cómo yace escondida ?
… por fin, con ansia infinita, grito y grito con desesperación frente a la angustia del alma,
pero el silencio emerge, cae y penetra por doquier;
… ya, en la calle, el sol abrasa y el ruido de los coches golpea y contamina;
sus flash de fuego y humo son edad y forma reinterpretando y proclamando el mundo;
… aunque, en realidad, todo ello son los inmensos ruidos de mi corazón.

PRUEBA DE AMOR

… porque,
quien sometido a prueba de amor no ame,
¿ podrá vivir ?
¿ cuál será su templo, su coche o avión, sus amistades, su casa,
o en qué flor, aroma o talismán podrá poner su aspiración, sus manos
y ser ?
… altos, altos son el agua y fuego vivos,
hondos,
y así la luz;
… es por tanto el desamor una herida, un rescoldo helado, un témpano,
un agujero en el pecho, un grito, su tomento;
quien sometido a la prueba de amor no ame,
hasta tres y cuatro veces le será exigida razón y cuenta,
y hasta tres y cuatro veces oirá la voz de este poema tocándole y atravesándole el alma, la hiel y el corazón;
… he aquí, pues, el agua y el fuego;
[y espíritu y espíritu]
HERMENEÚTICA DEL SER

… este mundo, piedra esmeril o unidad de dolor,


¿ podemos oírlo, sentirlo y comprenderlo ? ¿ cuánto, hasta dónde ?
rueda la rueda y esperamos la lluvia, el amor, la libertad, la muerte acaso;
pero, qué son la lluvia, el amor, la libertad y la muerte…
… e indolentemente nos ata y mece el mar,
nos tiende en sus aguas y nos hace fulgir a través de la fuerza, el dinero,
el sexo, el poder;
[fulguraciones, éxtasis sombríos, reflejos lúdicos, ecos]
… ah, si con la extensión de un grito pudiéramos despertar,
¿ hasta dónde, hasta dónde sería…?
… camino, camino es todo porque todo es aquí y allá, y arriba y abajo, y al Este y al Oeste,
y porque el fuego de la resurrección, el que Hamlet quería ser y tener,
nos está esperando tras ese escrutinio en que se abrasa y no obstante vive un dios;
… recordad que, pechos de dolor, serán, por siempre, invencibles yunques de valientes.

RUECA DE AMOR

...inútil será acudir al templo sin los panes de la proposición,


e inútil será asimismo acercarse con el alma oscura hacia el banquete de bodas;
imposible, pues, hilvanar el vellón sin haber pasado por la rueca de amor;
¿ y qué, qué será la rueca de amor, qué ?
¿ recordáis a Sir Launfant, ebrio de orgullo,
saliendo a caballo de su castillo, en busca del Santo Grial, y arrojando con altivez y soberbia
una moneda de oro al pordiosero leproso que tras su puerta sufría ?
¿ y lo recordáis después, cuando hambriento y hendido, derrotado y llorando al volver,
compartió, tras bajar del caballo, su única corteza de pan con tan doliente mendigo ?
¿ y el insigne arte de servir, lo habéis vivido, lo recordáis ?
… porque duro, duro es abrirse a la luz y dulce su verdad, y limpia, y honda;
y porque los tiempos desdeñan, porque pasan hirsutos de yo, y yo, y yo, y apenas resplandece
el ser de honor, el de lluvia y fuego,
el que perdona, cura y salva aunque llore en él, el que da y sonríe;
… desvalidos, alguna vez suplicamos algo del cielo, alguna, alguna vez;
pero el dios/placer nos aherroja y tira al fango y nos engulle, nos devasta y ciega;
entonces, y denostada, nuestra estrella polar se retira y queda oculta y yerma durante mucho, mucho tiempo.

CRONOLOGÍAS

… cual parásitos y piedras atados a nuestros cuellos y pies


- arrastrándonos, viviéndonos y usurpándonos -
el dolor, la oscuridad;
… nadie vería bajo tal desdicha a un dios,
nadie el poder o el rocío,
y nadie, nadie el amor o la luz;
… pero arde y llueve en el zarzal,
gime y canta el viento en él,
y bien sabéis que desde el pecho de un hombre se engendra,
ordena y rige el mundo;
… verdeará el mar, se incendiará,
y el altísimo don del gorrión y la piedra unificarán su ser:
volverán a la noche oscura, compartirán las almas y crearán y crearán verdad;
… el tiempo no existe, no es, no tiene poder.

HERFÁS Y ARAÍ

… cuando en mar de cristal trasciende el alma,


entre luz
- y más allá de la luz -
la noche viva;

porque ya en el aire, y tras el aire,


lo que lirio y rosa son,
[bálsamo él, ambrosía ella]
sólo uno es;
tiene lugar cuando el corazón sabe,
vive
y todo escucha;

… en la noche/luz amante,
el fuego/amor derrite el mundo:
así Herfás y Araí y su leve rumor,
su ser ardiendo y replicando por la piedra talar,
eco y miel por el brillo del valle.

VIVAC DE ESPERANZA

… y aunque nada se vaya,


me iré;
desaparecerá este cuerpo/voz y sus manos, sus pies, su cintura;
y asimismo recuerdos y momentos de amor en que me di o lloré,
y llegará igualmente el olvido, sí, también el olvido llegará;
incluso al hecho indeleble y a la palabra aprehendida, el fuego voraz del ser
los consumirá, aquél, el de la renovación, el del fulgor,
el que prepara y genera la apoteósica resurrección del mundo, de los mundos;
…espíritu/carne y sangre, espíritu/emoción, concreción de razón, idea,
espíritu siendo, viviendo,
- ante vosotros y ante mí -
esperando estoy;
oh portal nuestro y mío de niñez, ánima del corazón, alegría,
vivac de esperanza al que una y otra vez para luchar retornaré y retornaré;
[amigos y enemigos, esperadme, esperadme, pues]

DE JUSTAS O TORNEOS

… si pudiera acceder al sufrimiento y lograra, no su rauda y loca desaparición,


sino la forma exacta de sentir y razonar con él y en él y ejercer o no ejercer su furia,
si pudiera, digo, asirlo, vivirlo y comprenderlo, tal vez los velos de oscuridad cayesen
y con ellos los goznes y bisagras, las puertas de error,
[ ah, sur de inocencia, ah sur de fatalidad]
y ya, a solas con el conocimiento, con razón y corazón - tal vez, y libremente -
asumiera la responsabilidad de soportarlo y transformarlo;
…llueve y graniza sobre el fuego y cruje y se excita el dios cual si huyera,
cual si se ahondase, justo cuando el sello de mi alma exige brazo
y lanza de valiente;
… y aquí, aquí he de luchar y tantas veces como necesario sea caer o morir;
y es que aún, aún aspiro a la hija del rey.

EXPANSIONES

… intentando vivir y vivir, buscándose,


aquel hombre/mujer cogió en sus manos un trozo del espacio,
- de espiral del mundo, de eternidad -
y, abismándose, al entrar en él hubo de abandonar el cuerpo,
la frontal del deseo, la razón y la duda;

“… no hay soledad - afirmó su conciencia - y es infinito el silencio;


no, no es silencio - se respondió a sí misma más alto y más fuerte –
es plenitud, armonía, verdad”;

… al volver, flores y árboles del jardín aún ardían,


había llegado la noche y las primeras estrellas titilaban
fuera y dentro de su ser;

… y una alegría inefable hubo de enfrentarse a todos sus hábitos, sus leyes y sentidos.
DEL FLORECIMIENTO

… en la luz todo florece:


las piedras,
el dolor,
la grava de silencio
y la fe,
la soledad;

… crea y fulge en ellos el honor íntimo, y en las noches más hondas,


por las interioridades del pecho, puede oírsele pasar cantando;
¡ y ay sus notas y ay su voz… !

… en la casa de luz no hay balanzas;


el río de vida
todo enciende, quema
y es;
en las estanterías de sus lumbres, a sangre están escritos
los libros excelsos de los hombres.

QUIÉN CABALGA

[en este momento, fundamentalmente, frente a los lobbies de la industria química y farmacéutica, de la
fabricación de armas, del sector financiero/bancario, de los Seguros, y de las grandes Cías. Petroleras]

… del egoísmo y el engaño vino, y, con ellos, la avaricia, la codicia y usura, la ambición sin límites,
si bien, y previamente, se habían instalado el nihilismo,
la acracia económica y anímica, lo banal, las monarquías, las movidas, el feísmo y el sucismo, lo torpe,
y también, y por doquier, la cultura pop, la peste;
por tanto, cómo no sobrevenir los medios sumisos y las TTVV/basura con sus folletines, concursos y
música/basura,
y aupándose sobre nosotros la pereza, la ignorancia,
y al fin, y asimismo, las dictaduras/lobbies con sus constricciones, su sectarismo y terror;
así nacieron y fueron aunándose la ineficiente Europa con sus barrios/droga, su fracaso escolar,
su vieja pederastia y sus terribles dogmas con gobernantes corruptos y su impunidad,
sus farsas y sus inicuas normas con sus perversos indultos;
por idénticos motivos, y en sus criptas, allí estaban las hipotecas subprime
y los superempleos blindados, las pos-fiestas blindadas con su indolente y frontal escarnio,
la desmesura misma con su aberración y la reacción de América;
… y allí y aquí estaban asimismo las empresas de coches y los bancos con sus activos tóxicos,
la ingeniería financiera, la bolsa, las Cías. de Seguros y Bancos Centrales, la OMC y la OMS,
el FMI y el BM y el BI, y cómo no los Gobiernos uno a uno
y las Agencias Independientes de Calificación;
y del mismo modo, allí y aquí, el año 2009 al igual que las inmobiliarias/fantasma con sus empleos
y explotación terrible porque no existían normas ni controles pero sí ingeniería financiera,
sí ocultamiento o vista rasa, incumplimiento, desastres ecológicos
y guerras injustas con torturas, rapiñas inmensas e ingentes déficits;
y sí, y también pobrezas extremas y desempleados mundiales con su terror por calles,
por soportales y parques abarrotados con el vacío en el corazón,
a la vez que padres y madres mirándolo y repitiéndose una y otra vez: “es la crisis, es la crisis, es la crisis”,
para calmar el alma y no acabar nunca de calmarla;
¿… que ha cambiado el clima y llueve a torrentes
o se seca la tierra provocando derrumbes
y hecatombes humanas…?
¿ y qué son los tsunamis, los seísmos, las gripes/pandemia y el hombre/hambre…?
¿ qué son, qué son…?;
tal vez acertemos a comprender tanta insidia y vuelva la verdad a cabalgar de nuevo entre los hombres
cual paladín de honor, progreso y libertad;
tal vez, tal vez;
…que nos lo piense y diga el corazón,
que él lo juzgue.

DE EDADES Y SIGLOS

… cuando Platón murió, Platón y el mundo eran más geométricos


porque ambos construyeron sobre el genio de Pitágoras;
cuando Paracelso y Comenius murieron,
las pandemias de dolor e ignorancia cesaron
y un viento de verdad se levantó, corrió y golpeó la sien de Europa;
cuando Leibniz, Goethe y Wagner murieron, el fuego ardía en invisible cúpula
porque Lázaro, resucitado,
- con el poder de Hiram Abiff -
había traído el esplendor de Salomón;
y cuando Saint Germain vivió y murió,
- murió y vivió -
el corazón padecía desamor y el altivo ataque de la mente;
…huelen edades y siglos, pues, a luz y a canto inmaterial,
a espíritu/lluvia y a simientes puras;
sus hombres y mujeres son flor y aceite del templo,
y en el fragor de las calles, con actitud atenta, se siente y toca su presencia.

PASEO NOCTURNO

… entre luz terrenal, incógnitas y sombras,


por la calle voy;
es de noche;

… pero la inmensidad vibra y vive cual un sol y el cielo es un temblor;


“yo soy ese temblor, y cada cual lo es”,
me digo;

… pero tras decaer las fuerzas y estremecérseme el cuerpo en la noche fría,


bajo el pálpito infinito me detengo a encender el fuego;
y ya, y mientras el corazón arde
- con el mundo en llamas -
entro en mí, lo aprieto, lo retengo y mimo.

¡ SALVE, MAJESTAD, SALVE !

“… mantén abierta la mente, el corazón y los ojos,


sé solidario y nunca, nunca pierdas el tiempo”,
- me dijo apuntándome con el dedo y con un pie en el estribo -
y aquel buhonero de oro, entre la ingente barahúnda de su carro,
tomando las riendas desde el pescante,
azuzó al rocín y se fue;
… al atardecer, o en las medianoches, sin embargo,
por el más negro horizonte suelo verlo aparecer;
es una tenue luz que apenas rompe, brilla y muere, únicamente, sólo;
pero en ese instante el cielo arde, el monte arde, y los ríos, y el corazón total del dios;
después se hace el silencio;
… incluso puedo recordarlo ahora exclamando al saludar:
¡ salve, majestad, salve…!
y abriendo los brazos, sonriendo.

.
IDENTIFICACIÓN

… en el mismo lugar, bajo distinto temblor,


son NuevaYork y Pekín;
y no hay distancia entre Madrid y Moscú, o México, o Buenos Aires,
o Singapur;
… cuasi infinitas son las esferas del mundo
y todas fulgen y ruedan
en inteligente e infatigable canto;
… el cielo, pues, está aquí, y el Áleph de Borges y el infierno de Dante;
y así las dimensiones, la luz, la oscuridad, la edad infinita
con la vida y la muerte;
aquí están;
… a veces, si escucháramos atentamente, podríamos oír dirigiendo
el mar su aliento hacia el universo en llamas
o latir el corazón de un golpe/sed
en la lluvia;
… donde todo está, y es
- donde digo -
vives tú y vivo yo;
compañero querido ¿ lo has descubierto ya, me escuchas, me oyes… ?

LA VISITA

… pues si es infinitamente fuerte e infinitamente amable,


también es fuego y lluvia,
y luz, y aire,
y oro y nada, aparentemente nada;
… cuando está acercándose, los carros del corazón están lejos, como detenidos,
como diluidos, y el silencio aclama, toma y viste la verdad
que ve y anuncia;
… ya, presente, y observándolo, es un punto azul/violeta y esplendente,
cantando, siendo;
y cuando la armonía es total,
tardo en encontrar mis manos, tardo siempre, siempre;
… y, sobre todo, es poderoso;
hay días en que pone a mi alcance el vuelo de la imaginación,
y, cuando esto ocurre, indefectiblemente Orión intuye, sabe y goza
de lo que es la libertad;
… cuando para irse abre la puerta, nadie parece verlo,
pues es a un tiempo la puerta, la calle, el fulgor de la noche y el ser total del mundo;
por lo que así, viviéndome y sosteniéndome,
- para desasirse de mi ser y fuerzas, sin siquiera rumor -
suavemente cesa y desaparece;
entonces hace que regrese a mis trabajos de hombre.

RUTA DEL FUEGO

… más, más hondo que el corazón de llama azul,


busco el fuego;
y más allá del fuego/dios y redentor, aún más allá,
la libertad;
… son, pues, mi cuerpo y fuerzas un campo ingente de batalla, la urdimbre
en que se gestan el dolor, la valentía y la muerte,
y donde brota, quema y es
el viento vivo de la resurrección;
[ésa, ésa es la lid]
… a veces, cuando lucho, rompo y prendo los dominios
del pecho y arden lábaros, huesos, banderas y el toisón del ser,
entonces, cansado y destruido - y sólo en ese instante -
sé que somos la invencible chispa/luz de un incendio infinito
con su lumbre inmortal;
… y al borde del mundo, mientras voy dejando atrás mis órbitas en ruinas,
subo y cruzo ríos y el agua es vida ardiendo.

TÚ, OH LIBERTAD

… oh luz, oh altísimo vuelo, oh libertad;


… ¡ cual si de solemnidades, oropeles y fastos emanasen ya tu alegría o la dicha,
cual si de la posesión, cual si del ruido…!
… ah libertad, libertad;
antes de que llegases, antes, mucho antes,
alguien hubo de coger el dolor, la humillación, la soledad y la muerte
y transformar sus hierros en paz y espigas, en fuego creador, y también en cántaros y en puros linos;
… como broches de oro, en el XXI llevamos las Constituciones sobre frentes y pechos,
y nuestras bocas, con vehemencia, reclaman para sí el honor de tan legendarios
y olvidados héroes;
… y digo que también, también los dioses yerran, pero los dioses vuelven
y toman el error en sus manos
- cual mítica lanza -
con que hender la oscuridad y curar la herida divina de los hombres;
... honda y grave es, pues, la voz que hacia ti nos urge y crea, lumbre que ilumina;
... y si entre el fuego, su llama es éter vivo,
tú, oh libertad, cobija nuestra sangre.

BAJO EL DON DE UNA NOCHE DE AGOSTO

… préndete en lo hondo, alma mía,


y que la noche se incendie,
luzca y cante;
¿ oyes, estás oyendo… ?
son el silencio y el temblor de la higuera, la luz del rastrojo
y el brillo en las zarzamoras;
escucha, escucha, pues, y toca la inmensidad, que aquí, junto al agua,
silentes y aclamándola, están los álamos, los grillos
y el avellano;
… querida mía, y este instante
- en que la tierra quema y es como si ardiera y volara el mar –
¿ podremos recobrarlo, entrar y sentir en él este don
con que hiende el rocío ?
… alma mía, ah, lucha, lucha y no te dejes morir;
eres la fuerza y valor de un hombre, su poder, el pábulo del dios,
su inenarrable y pura lanza, el verdor insigne del espíritu.
INCONTENIBLE VUELO

… bajo cúpulas de amor se asienta y marcha el mundo;


van haciendo ruido arco iris, zapatos, toses, pandemias, tinturas,
argollas de alma y deformes formas de razón;
… y asimismo se cansan, chocan y gritan los materiales, se rehacen, se rompen,
y noche a noche y día a día libran las diez mil batallas para definitivamente resquebrajarse
y ser engullidos por el polvo/ser primordial
de una nueva resurrección
de luz,
canto y lucha;
[… y ahora, y ya, que en límpido se transforme y vuele el mar, que el sonido,
y que la majestuosa polifonía y sello de los números;
que la lumbre suba y suba arrasando causas, imaginaciones,
y que el amor divino sea paz y bálsamo de una voluntad de instar poder
más allá de todo orden breve, dado a estancia o condición]
…tiembla, pues, el pecho del hombre como colibrí de lluvia,
pero, en algún instante, en él se operará el prodigio de su colibrí de fuego;
el ser intuye, pues, sabe, que nunca morirá;
y abierto a esta verdad, en ella vive y en ella se estremece.

VIVIR Y ARDER

… antes de que almas de hombres y mujeres fuljan,


ellos callarán;
y antes de que el mar en llamas sea y calme,
morirán de amor;
en su sangre tejerán la muerte río a río, fuente a fuente
y gota a gota,
y en lo alto, en lo elevado del corazón, tendrán su fin;
… entonces comprenderán que todo ha sido y es:
tierra, agua, aire y fuego;
… y así el espíritu y así la rosa.

DE LOS SÍMBOLOS
…porque, aunque venga el sueño/voz de lejos, de muy lejos,
cuando todos los corazones sean justos,
¿ cómo, cómo y quién hablará de justicia, más aún, qué será la justicia ?;
y cuando ya no existan naciones ni mercados ni razas ni lenguas
ni Parlamentos con leyes que hacer o que cumplir
y las ideas vuelen sin la trágica prisión de las palabras,
¡ qué será de las televisiones y las radios, qué de los iphons, de los teléfonos,
y qué, qué será de Internet, de nuestros vídeos y fotos y nuestros queridos emails !
¿ y las cárceles, desaparecerán… ? ¿ lo harán al fin de ciudades y páramos,
de los lóbregos posos del alma, de la pasión y prisión del ser ?
… ah tiempos, ah ciencia del metal e instrumento del hombre,
cosmogonía de fe y razón con que habremos de afrontar aún inundaciones,
pasmos, dientes y garras de tan densa y larga oscuridad: el mal;
hablemos y habladnos, pues, de cuándo concluirá el arco iris, de cuándo se disolverán los panes,
de cuándo la enfermedad, el sufrimiento, el error,
la duda…
… oh lucha sin cuartel, oh luz civil, oh, oh libertad.

ÍNDICE DE “LIBERTAD: cantos menores”

1.- Alma cósmica


2.- Cobardía
3.- Escala de Jacob
4.- Vivir
5.- Entrando y subiendo
6.- Justificaciones
7.- Tras la soledad y la muerte, buscándonos
8.- Arder
9.- Apología de la paz
10.- Babilonia caerá
11.- Armonía
12.- No ver, no sentir, no pecar
13.- Y aún, aún puedo recordar
14.- Ruego
15.- Ciencia o amor
16.- Nueva Galilea
17.- Escrutinios
18.- Encarnación
19.- Fisiología del silencio
20.- Elegía interior
21.- Prueba de amor
22.- Hermenéutica del ser
23.- Rueca de amor
24.- Cronologías
25.- Herfás y Araí
26.- Vivac de esperanza
27.- De justas o torneos
28.- Expansiones
29.- Del florecimiento
30.- Quién cabalga
31.- De edades y siglos
32.- Paseo nocturno
33.- ¡ Salve, Majestad, salve !
34.- Identificación
35.- La visita
36.- Ruta del fuego
37.- Tú, oh libertad
38.- Bajo el don de una noche de Agosto
39.- Incontenible vuelo
40.- Vivir y arder
41.- De los símbolos

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TÍTULO:
“LIBRO DEL ESPÍRITU”

CAPÍTULO I

ENTREABRIR EL MUNDO

¡ … hay aún tanto sufrimiento,


tanto horror y tanto frío…!

… ¿ hasta dónde podrá llegar la conciencia de un hombre


y de qué se impregnará ?
ella asoma a la geografía de las piedras
y no está la alegría,
al temblor del alba
y no está;

… cómo y adónde, pues, recurrir el corazón y que sus sangres salven


de la actual mortalidad,
valor y canto;
o en qué destellar la luz que vio y reflejar sin mácula
el algoritmo exacto del dios:
verdad, bondad y belleza;
pues cómo, cómo entreabrir y expresar fiel y firmemente el mundo y darlo,
cómo, cómo...

DE LAS TRANSFORMACIONES
…un atardecer, heridas y desaparecidas de repente líneas de calma y luz,
tras un terrible temblor de amor ocasionando estragos y derrumbes
de vida y voz,
en el alfeizar del aire se instaló el silencio;
… y las lumbres,
las caracolas,
los ojos y los pulsos,
las fuentes y la dicha
se horrorizaron de ser;
… y cuando hubo que llamar, llamar y tocar con fuerza
sobre el hombro,
las manos,
los pies
y el pecho de bronce porque el corazón no abría,
consternado y vencido, el constructor de sonidos musitó:
“por aquí pasó el invierno, por aquí pasó el dolor”;
… y tomando el arpa, sin abrir ni orar, lloró y se fue.

DEL FUEGO VIOLETA

… con el fuego violeta se incendia, se limpia y fulge el mundo,


e islas,
panes
y hombres
son testigos de qué fue la noche/noche con su poder de esclavitud;
… un diluvio tal de luz nos ciega, identifica y prende
frente al fortín de piedra, frente al viejo dios
y el viejo corazón;
… viene Lázaro con su cesta de mercado encendida
y trae en ella islas, panes y hombres,
y, en la casa de aire,
quiere arder;
con su fuego violeta vende y vende saber, salud y libertad.

CURÁNDONOS

… al ingente perdón suplico y nombro,


al signo abrasador, al agua/fuego;
desde todos los frentes y en todas direcciones,
hoy, lo he visto pasar;
como sin nombre iba, como yendo y viniendo,
como estando;
clamaba yo por mi morada pero él estaba en todas mis estancias haciéndolas,
bruñéndolas con lumbres vivas y brasas transparentes;
… por la edad de mi jardín,
pasó sin años;
lo sentí como luz que recogía y reencendía cenizas y salud
del alma;
… al ingente perdón suplico y nombro,
al signo abrasador, al fuego/agua, al agua/fuego.

… CUANDO ELLO SUCEDE

… por las noches de oro, el aire vibra y canta,


cede el dolor;
observando, hay por la tierra como un recostamiento o amparo,
una mano intangible que va, trae el agua,
y da de beber;
… es en las noches de oro, cuando las hormigas rememoran el origen del trigo,
y las abejas los cendales de luz junto al fuego del ámbar,
cuando surge en ellas una hermandad que habita, que asume y estrecha,
cuando el don del mundo invade al dios carnal
y edifica el alma al solaz del rocío;
... por las noches de oro, digo, la invisible luz destella
cual ánfora de amor, cual norte o voz del ser,
cual raíz total;
… cuando ello sucede, el espíritu sabe y brilla sin contenciones ni límites.

BLANCANIEVES A SU PRÍNCIPE DIVINO

“… si lograse apurar la fuerza de tu voz y el nimbo de tu luz en mí, Príncipe,


¿ viviría…?
pues qué sería de mi cuerpo,
qué de mis horas,
qué de mi hogar…?

… el eco de tu beso es cántico infinito


y fuego abrasador tu agua;

… sí, la eternidad es breve instante siendo, ardiendo;


pero cómo, cómo contener en mí la sed que da tu amor, la que prende y fulge,
la que quema y vive, Príncipe, cómo… ”

EN MEMORIA DE LOS GUERREROS


… las voces y corazones de todo ser, país y tiempo, miedo o temblor,
cada conocimiento y fe,
- cada lágrima -
qué ungüento, piedad o compasión tendrán, qué guirnaldas,
ah, qué luz;
… con sus lanzas modernas, las batallas últimas, las sociales y universales,
las libran anónimos valientes: emperadores o príncipes en técnicas de amor,
tal como ayer, como siempre fue;
… y cuando decae la oscuridad y al fulgor de la vida
se inflaman los pechos y los discursos estallan con singular poder,
los modernos guerreros no están sino en claustros de olvido, restañando heridas,
silencio y soledad;
… y cual perpetuos paladines de tránsito mortal,
- conscientes -
velarán sus armas ante una nueva lid: tal vez para caer, tal vez para morir.

SEMBRAR EL SIGLO

... en este septiembre de 2009, 04,00 de la mañana,


[sin perros que ladren, sin tráfico ni viento por los álamos]
la noche marcha con esa lentitud profunda y sosegada en que suele arder y quemarse el ser;
… el espíritu está aquí, la conciencia está aquí,
y el viejo tambor de fuego y miedo ahuyentando sinos de calamidad;
… porque no, 2009 no es un año cualquiera,
- lastra, expande, pule, apremia -
y las siembras del siglo también están en él
con los surcos abiertos,
- esperando -
justo instante en alquiler, polen rojo, lluvia viva y aire, aire puro, hondo y alto…
… cuando de Norte a Sur y de Este a Oeste el mundo es un relámpago,
aun en medio de la noche y de la crisis, el reloj ha llegado a las 5 ¡ las 5 !
pero quién, quién vendrá a labrar las 06,00 si aún la tierra está sin luz, mortal, baldía;
pensad o repensad este apremio: quién sembrará 2009 y con qué, con qué…

INTINERARIO DEL RENCOR

[“…ah, sed, sed fuertes cual pecho de valientes


y dulces como el perdón”]
… cuando surge la ofensa y el corazón se abre a ella, se embriaga de ella, vive de ella,
y ahíto de rencor estercola el pecho y también sus fuegos, sus orillas y el brillo y auge de la luz,
qué monstruo de sangre hirviendo no acudirá entonces a la mente cual timón de odio,
venganza o furia para armarse, quedarse y matar;
… y así, enfermo, el cuerpo es barco, templo o bastión rendido, asolado, derruido,
inerme frente a la pócima abrasiva del cáncer por rencor;
… pero en las salas íntimas, como en sueño oscuro, yace aquél que limpia y salva, prende y cura;
“¿ eres tú el grito, la voluntad, mi señor ?
pregunta el perdón, iluminando al ser;
y oficiando de cristos, frente al dolor y la muerte,
ambos, voluntad y perdón, trabajan y trabajan por una restauración atroz, proverbial y heroica.

POLVO DE ESTRELLAS

… no, ni una sola mota de polvo de estrellas,


y ni un solo instante ni secreto de la tierra o del mar se perderán;
entonces ¿ por qué, por qué tu corazón y el mío temen por su canto y sangre…?
… en los días con prisas, en aviones, en autobuses o trenes, por las calles,
se oye una grandiosa constelación de oboes, de pianos y flautas,
violines y clarinetes, laúdes y trompetas con violonchelos y bajos,
platillos y timbales;
y cuando fulgen los dioses,
- con la eternidad encendida -
el firmamento es hoguera de indescriptibles seres,
euritmias y mundos lúcidos compartiendo, creando, viajando;
… y al atardecer, cuando la prisa es menor y cálida,
el silencio se adentra, corre por la casa, se expande y ya no alberga ni edad ni dimensión;
entonces todo es, todo está en ella y el corazón sabe que la mente es mimbre que reposa,
que acepta y yace junto al fuego/hilván y abrasador,
el nuestro;
… los hombres aún contamos por horas y años y medimos la sed y la lluvia,
pero no tardando, ay, no tardando, podremos ser huéspedes,
llamas vivas de ciudades inéditas del sol;
obsérvense y vean: estamos construyéndolas.

EL TABERNÁCULO EN EL DESIERTO

… al rigor de la llamada íntima, con sus yerros y diezmos, llorando y rogando,


la peregrina multitud se encuentra ante el altar de las ofrendas;
y éste, bajo ciencia de sal y fuego,
rezuma y entremezcla luz y humo al unísono,
a lo alto;
y más allá, para la purificación, el mar fundido, el de cristal o bronce,
y también el miedo,
y la fe;
… el candelabro de siete brazos a la izquierda,
los panes de la proposición e incienso a la derecha,
más el ara central;
y sobre el portón de oriente,
- sobre linos azules, escarlatas y púrpuras -
cayendo y entrando,
el sol;
…y más allá aún, más allá, junto al Propiciatorio, ante el Arca de la Alianza,
ante el Shekinah, ante el fuego invisible y vivo,
- arrodillado, purificado, limpio, y para el pueblo -
Aarón recibe el mandato divino, la voz de Jehová,
la ley;
… fue en el desierto, en la cruz del Tabernáculo, cuyos símbolos, hoy, con atuendo y rigor,
aún definen y preservan los sagrados recintos del hombre y de la tierra.

UNA VEZ MÁS EL CORAZÓN

... que llore, que implore y cante el corazón,


que piense, que observe y viva las sangres que por él cruzan del dios,
que libre las tormentas de luz y fuego que desata vivir en guerra contra vahos de sed y oscuridad;
… todo está en él, todo pasa por él y él lo inscribe, lo rubrica,
lo encripta y siente, lo piensa, lo recuerda;
[y jamás creó el olvido ni jamás urdió el perdón para borrar sus libros,
ni siquiera el tiempo ni las resurrecciones pudieron jamás transgredir la letra de su himno]
… por tanto, que se arriesgue, que se arriesgue y prenda, que se queme y yerga,
¿ es que hay precios por su luz en los mercados ?
y por la compasión, decidme ¿ los hay, los hay… ?
… por tanto, cual relámpago en medio del mar airado surge la fe
y a la razón golpea;
gira, lucha el barco y cual prodigio cuántico oscila, arranca, busca y llega a puerto;
y sí, en las cárcavas del ser, se instruye y salva el mundo.

POR LA HIEDRA ENCENDIDA

… este otoño y esta paz en la casa escuchando,


este rostro de las cosas mirándonos pasar educadas, silenciosas y quietas,
este nuevo envés, país u orilla ¿ hacia dónde…?
¿ acaso hacia un mar de ruina ? ¿ tal vez hacia nueva fe y conocimiento ?
porque ¿ no es acaso este latir un don del dios entrando y saliendo por cristales y puertas,
no inaugura un principio, lo instruye y salva, o no establece el dolor
y herido cura la ansiedad y el aire ?
… alma mía ¿ qué hombre hemos sido, dónde estábamos hasta llegar aquí,
a esta voz, a éste juicio del año… ?
… aún baja del cielo un fuego que excita a la madreselva,
pero lentamente instaura lentitud y un son íntimo,
y también un olor a luz o lumbre pura
por la hiedra encendida.

REVELACIONES

… en la humedad del sol hay justicia;


corre en ella como flor la edad, el sufrimiento y el canon de belleza,
el óbice a fundir;
en las aulas del sol nace la ciencia y la cordura, las fuerzas,
las interacciones y el campo/rey del ser:
la esperanza;
… ay de mí, cuando el alma escucha atenta
y el profesor es dios,
ay de mí;
mejor sería que no volviese la cabeza,
que no obrara la ilusión del cuerpo y todas las puertas cayeran
definitivamente de sus goznes;
… en el altar del sol florecen los amigos,
y, en su fuego/amor, la palabra divina es música y silencio.

LA PREGUNTA

… por el río del alma viajan los amantes;


hilos de sol los une y vive,
y fe,
y ondas de agua;

… al atardecer, junto al mar del sur, bajo el firmamento verde y púrpura,


tímidamente, e irradiando sal y fuego,
pregunta Omer: “Éiyesi, ¿ me amas…?”

[y oyéndolo, el viento se detuvo, dudó y levitó un instante, hasta que en su ser mortal
penetró y se fue]
…ocurría justo cuando Éiyesi, inclinada la cabeza y sonriendo, en su atuendo de amor
lloraba y lloraba y no cabía en sí de gozo.
CAPÍTULO II

LLEGAR MUY ALTO

… un hombre o una mujer puede llegar muy alto y subir, subir muy arriba;
una mujer o un hombre puede arder, tocar el sol e instar en su alma la esbeltez del silencio
o la faz del sonido;
ya sea hombre o mujer, digo, podría muy bien ir, instituir la luz,
y tomar la lanza de poder con que instaurar, concretar y resucitar consigo el mundo;

… y es que bajo el ruido y son de la casa, de los autobuses, del mercado o el metro,
podría parecer que hubiesen muerto los dioses y que sus fuegos fueran insidias de magos y poetas;
pero yo os aseguro, con certeza, que muchos hombres y mujeres
van por la calle ardiendo y lo ignoran por completo,
no, no lo saben;

… por tanto ¿ querría alguien conscientemente arrebatar su ser,


plasmarse en su interior, sentirse, verse y oírse, y más allá de sí,
crear e involucrarse en la piedad ?
o por contra ¿ alguien quiere comprobar el dolor de Fausto en la fastuosidad de hiel
que implican los atajos… ?

… el confín está abierto porque todo es luz, y todo, absolutamente todo, todo es espíritu y camino.

POEMA/LEYENDA

… oh, espíritu mío,


embébeme y hiéreme con la luz del Cristo, que tengo que cruzar y bruñir el mar;
préndeme, pues, las manos, los ojos, y por mi piel estallen los ingentes brillos
de la primavera;

… pero, ay de mí, porque si así fuese a ser,


¿ podría curar ? ¿ y callar, sabría…?
e instituida la alegría, la lanza de poder y el fuego abrasador del dios,
¿ caería, me arrebataría el hechizo del templo, me absorbería el éxtasis
con su don y gozo de hombre ?
… porque abrir debo la puerta a los deudos del honor y el reino,
y esta noche, y mañana, volverán hambrientos y sedientos
de tu pan y amor;
por tanto ¿ seré capaz de abandonar la dicha y abrir…?
aunque ¿ qué decidiré: vivir, morir ?

[… alma mía, qué ardua eres y qué duro, qué agraz es tu silencio]

CASA NUESTRA

- 3º canto a la casa de mi nacimiento, la de mis padres,


la de mis abuelos y bisabuelos en Vecilla de la Polvorosa -

... se agrieta, se resiente la casa,


íntimamente se agota,
gime;
quién vendrá a salvarla si todos hemos ido huyendo en busca de armaduras de hierro
frente a horrores y signos de calamidad;
sin embargo, uno advierte que adheridos a las paredes, que por detrás de las puertas
o en el hollín del hogar, hay violines tocando en honor de otro tiempo insigne
y que siguen vivas las piedras, la parra, el horno, el brocal del pozo,
y que también la voz y el aire,
aún, aún;
… es así que, aunque duelan, uno vuelve a las rosas perdidas, a las azucenas que hubo,
a los lirios, a las golondrinas del corazón;
… yo sé que ha habido un rompimiento ciclópeo, infinito:
pero aquí está la casa, aguardando a que pase y pase esta enorme amenaza
o ciclón invicto de la muerte;
“… que se abran las puertas, gritemos libertad y que retornen las rosas”;
oh voz de amor, oh faro o casa/luz, oh sed y don vital, oh casa, casa nuestra.

EL REGRESO

[- 4º canto a mi vieja casa de Vecilla de la Polvorosa-


Para Marisa -mi esposa- y nietos]

… si en las eras de ayer crece la hierba y la tarde es lumbre de amor por la memoria,
es sin duda por las márgenes del Órbigo donde cunden y prenden las hogueras;
brilla y se agiganta el sol entre los chopos con Isabel, Víctor y Laura,
mientras late y late octubre y el otoño canta y busca en ellos su destino inmortal;
… yo sé del corazón, yo sé;
por aquí pasó y creció la canción de la sangre,
el oro de vida, el que toca y salva, el cristo nuestro,
la eternidad encendida;
… hay, hay sobre el fiel del aire, un temblor,
una luz singular, y también un hondo, un íntimo y cálido sonido;
… y ya, a las ocho de la tarde, Marisa y yo por la Ruta de la Plata,
[mientras arde el cielo y de frente quema auténticas violetas ]
la esperanza excita y su poder impulsa;
…tras un lapsus, repetimos: la casa es, la casa resistirá.

UNIDAD

… si en luz estelar conviven los amantes y los amantes lo ignoran,


en brillos estelares se expresan las potencias de Dios y de los dioses:
sus fuerzas, su imaginación, su poder;
fluyen las aguas del gran mar y una hebra de oro construye sus brazos
y templos, sus fuegos y constelaciones;
… y yo estoy aquí, abajo, escuchando,
sabiéndome latir entre el león y los púlsares,
siendo y compartiendo voz en el hálito de amor que entiba el universo;
… siete, siete supercuerdas cruzan la razón del capitolio y el cántico del sol,
pero ¿ qué es, qué es mi alma cuando en el mar escucha,
y qué, qué somos nosotros bajo el orden e instrumentos del mundo:
el agua, la corriente, el manantial…?
… y es que aquí, en el corazón, convergen las estrellas.

CUARTO CANTO POR LA ALEGRÍA

… por lo agraz del alma se insta la alegría,


cuando en huracán de piedras y asperezas gime el cuerpo
y el dolor es hiel del pedregal;
¿ … habré pasado por mí ?
¿ serán éstas las márgenes por que discurriera un día un río de inocencia,
o un viento de honor cantando una oda intrépida,
o un claro fragor de huesos y de espadas, en ritual de hombre ?
… nada queda,
y es difícil abrigar, alimentar y dar cobijo al ser;
la intemperie es a veces brutal e ingente, increíblemente desoladora;
por tanto ¿ cómo instruir la alegría ?
me haré de piedra, me desolaré, y con todos los hálitos y briznas de tristeza hallada
inspiraré y construiré mi hogar:
un himno silencioso con que entrar en mí, buscar al dios, y estremecer la luz.

ODA OTOÑAL: DESLUMBRAMIENTO


[…sobre el bosque incandescente se expresa el universo:
el agua y el fuego, la vida y la muerte se abrazan, fulgen y vibran, cantan;
… oh flor o instante que siempre ha de volver,
oh deslumbramiento, oh fiesta inmortal]
… venía mi alma de luchar contra el año, de nacer y morir,
de reestructurar los mares y memorias con que albergar las lumbres/lumbres,
el arder el espíritu;
… y de pronto el otoño en descomunal, en majestuosa obertura del orbe
con notas y sangres vivas, ardiendo en constelaciones,
el pulso ingente entre el cielo y la tierra,
los poderes del sol y el sonido,
un juicio de amor y su voz sideral,
la luz, la luz, la luz,
y también mi libertad en resplandor allí,
allí y allí, allí mismo,
y en riesgo y temblor mi ser,
y el bosque…
[… pero, a pesar de todo, y muy dentro, alma mía, dime:
qué cita es ésta, a qué muerte u ordalía voy y vamos, a qué renacimiento…;
háblame y dímelo quedamente ¡ por qué, amor mío, por qué, por qué así se incendia el mundo ¡]

ENTRAR EN QUIEN SE ES

… y entrando e irguiéndose queda sin iPod el ser, sin bleutooth, sin sexo, sin dvd,
y sí únicamente y solo ante quien es: su voz, su ágora, su grado o destello,
su íntimo pífano de luz;
… rotas y diluidas las circunscripciones típicas de la alteridad del nombre,
del dinero y el ruido, allí dentro, siendo y siendo, no hay portátil ni móvil ni concierto
porque es la exactitud, la armonía,
la plenitud o edad total,
el dios;
… eludidos así los cuerpos, la materia ¿ para qué el recuerdo, para qué la inteligencia,
el fútbol, los sábados, los amigos, el trabajo, o para qué los coches, la bolsa o el mercado…?
… entrando en quien se es desaparece la ilusión, cesan los aspectos, los tiempos,
los rangos y la relatividad total;
por tanto, cuando sube y ha entrado a su aposento, el hombre es verdad, sabiduría, belleza,
pues en él vive y en él es;
… cuando se torna inmaterial, todo es mundo, todo hierve, todo vive.
CUANDO PADRE LLEGÓ

… cuando a media tarde llegó padre y lo ayudó madre a acostarse,


todos supimos que la noche y la muerte habían venido con él,
que habían impregnado el aire, las puertas, las paredes y los ojos con que miró y nos vio,
y que aquél silencio inmenso, sepulcral y eléctrico de repente instaurado,
no sería sino el mínimo cariz de un dolor voraz e impredecible aún;
… recuerdo azucenas y rosas abiertas,
un batir incesante de golondrinas sobre nidos del alfeizar al atardecer,
y aquel pasar y pasar de las horas, adentrándose y deambulando de acá para allá,
sin fin ni rumbo por el hall de la noche;
… y recuerdo, recuerdo que, por primera vez, el ámbito de la casa se nos hizo inédito y atroz,
y que también, y por completo, terminó por convertirse en brutal e inhabitable.

DEL GENIO DIVINO

… de Este a Oeste todo pecho es clamor,


una llaga, un grito, un desgarro inmemorial;
pues, aunque cohabiten y forcejeen en él el aroma del aire,
el poder de la tierra y la seducción del agua, es sin embargo el fuego el que quema,
impele y da a la sangre el verdor, el crecimiento o canto,
la infinitud del cielo;
y cuando la acción bárbara ha provenido del Norte,
y el Sur se ha incendiado de espantos y congojas, de congojas y espantos, digo,
a pesar de todo, también lo han hecho sus prodigiosas inmensidades, áticas y púrpuras;
… ese impulso divino del corazón no cesa,
y prende y trepa por las fibras o arrabales del tiempo,
cual muerte y luz;
… su pudiéramos oír el llanto tras su paso,
oh dolor, oh compasión, oh clemencia;
pero si oyésemos su colosal, su escondido y formidable golpe de alegría,
- su don-
tal vez pudiéramos intuir el porqué de un placer de inimaginables grandiosidades íntimas;
… es aquí, exactamente en el pecho, de Este a Oeste, y de Norte a Sur.

UN HOMBRE Y LA CIUDAD
… todos los milagros se encierran en las manos, en los bolsillos,
en el corazón ¿ quién podrá robárnoslos ?
salimos a las calles o subimos a trenes, a coches o autobuses con la piel/esperanza lustrada,
con el ser transido por la fuerza y edad del día,
como un fuego;
¿… y quién regresará intacto a casa ? ¿ y con el valor de vivir, quién ?
la tarde/noche es un inmenso brocal de fuegos y cenizas, y las grandes ciudades,
en sus noches hondas, elevan a lo alto sus sutiles brazos en demanda de amor,
y en algunas, cuando el dolor ya ha instaurado matices de oro,
viven;
en otras, y hasta forjar su himno/luz, deberán forjar el Camino del Rey con lágrimas aún,
tal vez con muchas, muchas lágrimas;
… he aquí el hombre y la ciudad, idénticos milagros.

AL CURADOR DEL SUR

…cómo podrás curar en el más disoluto gueto o barrio


si no bajas al sur;
cómo innovar en los óleos divinos si el dolor y hedor abrasan la bondad,
la ciegan, la insultan;
cómo arar en la piedra o en las greñas del alma,
y cómo, cómo aceptar conscientemente morir de ti;
… este oficio, el de encontrar piedrecillas blancas y darlas,
- el cual no es otro que el de cribar y lustrar la edad del mar -
te está esperando desde la unción o constitución del mundo;
… deberías bajar al sur, remover las algas, el fango,
y con toda tu sangre y vida rescatar la luz, tu luz;
… es con fortaleza, sabiduría y belleza, con que en el sur devienen infinitos y bellísimos cielos púrpuras;
y es que, sin ellos, ah, recuérdalo, nunca, jamás habrá resurrección.

PROBABILIDAD INVERSA

¿ …. y si el Sistema Solar constituyese una célula en la vida/sangre


de un ser extraordinario ?
pues ¿ cómo determinar la densidad del mundo, con qué instrumento ?
… ciega la luz y la razón se ofende, se encripta, huye, y con honda tensión y pulcritud hay que traerla
a ver;
… habitar la eternidad es el gran placer del dios
que instruyó los tiempos
con su magna lanza,
su poder,
y firma;
… desde el foro de la noche reclamo el don de la atención,
el del duro y lento análisis con su probabilidad inversa:
“pues, siendo ¿ en qué aspecto o grado es ?
… y así la teoría nebular, y así la de supercuerdas, tendrán y hallarán en sí
su entronque fiel, celeste e infinito.

ANTE UNA GOTA DE AGUA

… acuérdate, gota de agua, de que hemos vencido al mar, al desierto,


y atravesado conflagraciones épicas de sangre y soledad;
acuérdate, amiga, de que en el trayecto, para llegar aquí – yo en ti y tú en mí –
se ha convertido este breve encuentro en inmortal y que en mi mano ardes cual fuego divino,
cual ázoe, cual piedra roja o blanca, pero pura y viva;
… esta tarde conmemoremos, pues, tu resplandor,
esta fuerza íntima que nos hace hablar cual sentimiento y resurrección del mundo;
aunque esta tarde, no obstante, oh divina compañera, de nuevo debemos proseguir,
debemos irnos;
nos están llamando las lumbres de esta edad,
las mismas iluminaciones que han deparado y traído a ser este instante hermoso;
… te dejaré en el aire;
partamos;
el duelo de amor no ostenta miedo, no ostenta frío.

IDEACIÓN

... todo es ideado y todo toma forma, se concreta y vibra hasta alcanzar el caos un color,
una avenida al corazón,
una emoción, un sentimiento, una pasión mortal o fuego,
un cuerpo/mineral,
- el sur -
esta república,
el mundo;
… y de abajo/arriba, o de arriba abajo, el mundo se agrieta, se parte, se diluye,
y torna al caos y el caos lo recibe, lo reconvierte y pule
para un nuevo adiestramiento
o germen vivo de fuerza,
de poder;
… ante una violeta,
uno tiende a preguntarse que quién la destruirá;
… y todo en la respuesta es lógica y mística prestancia,
pues que todo, todo es espíritu.

CAPÍTULO III

CAMINO DE DAMASCO
… por el Camino de Damasco todos quedan ciegos;
derribado del caballo, roto el hilván del corazón, dónde están, a dónde han ido,
a dónde, los ojos de Pablo;
¡ a qué días, a qué retrospección asisten, a qué flash, a qué visión ?
¿ contemplará su espíritu un volcán, un cúmulo de niebla y un piélago de luz,
o llegará a su preludio, a su siembra silente y mineral,
cual calor voraz y oscuro ?
… por tanto, cuando haya entrado en la Gloria del Shekinah,
cómo no oír decir al Cristo “Pablo, Pablo, por qué me persigues”;
… todos, todos por el Camino de Damasco quedan ciegos pero retornan humildes,
sabios, héroes;
su valentía va inscrita en el libro de los siglos.

HOMBRE/MUJER/ LEÓN

…en oficinas y fábricas, en las casas, en las calles y campos de trabajo,


el hombre/mujer/león ruge y amenaza al ser,
y sus zarpazos cual pasión, venganza, interés, rencor o poder,
asfixian y devastan el lugar, su débil luz, la flor de sus estancias;
… cada día y hora, conscientes de este shock infinito,
mujeres y hombres, apretando pecho y alma, asumen el riesgo de morir;
y el ser/león de tantas formas hiere y mata,
de tantas acribilla, de tantas…
… oh piedad,
convócanos al templo puro en el que El Cristo emerge entre las sombras y mitiga las palabras
y aun el rostro infame y matador;
… oh valor inexplicable y nuestro, tócanos, protégenos y sálvanos, ayúdanos, ayúdanos.

¿ APRISIONAR EL ESPÍRITU ?

… y heme aquí que tan lleno de error voy, tan incierto y baladí, tan falible;
llego a las palabras y sus virtudes y aromas se me escapan por el filo de mi mente,
por la oquedad del corazón;
… pues, ay, ay de mí, si encontrara agua y fuego íntimos
y lograra encenderlos;
ay si el fuego del espíritu pudiera ser asido y contemplado ante los ojos de piedra
con su luz;
¿ no deslumbraría ? ¿ y no serían acaso las palabras aire o lumbres con que poder vivir y arder ?
… y en cambio, este combate entre tierra y mar,
esta estrechez con que expresar la voz y ser del mundo,
¿ no es o alberga – digo – una gran desolación ?
por tanto ¿ cuál es mi ayuda, qué doy…?
… los timbales del cielo vibran aún altos, muy arriba, hoy suenan inalcanzables.

NIÑOS DE LA ESCUELA

… los niños de la escuela sufren y cantan;


a través de mil cristales, el firmamento ilumina sus clases,
sus patios de recreo, las glorias de sus pechos
y el germen de sus mentes;

… huele y sabe a mar en ellos, a profundo y duro océano,


a torreones,
y también a luz,
y a flor;

… los niños de la escuela suben y bajan, corren, nacen y mueren;


son fuego candeal,
y agua;

… cuando en sus lechos duermen y sueñan,


nuestros amados niños buscan y juegan con lejanas y olvidadas brasas rojas,
y cuando retornan a clase, su don divino resplandece prominente y lúcido,
novedoso y genial, extraordinariamente inteligente y libre.

POEMA DE LAS 2 AVENIDAS

… Avenida de los Mercaderes


y Avenida del Espíritu;
… trepa y trepa la oscuridad del dinero, ahogando el corazón, envileciendo el alma, cercenando y apagando
rosas,
por tanto, subiendo y subiendo y generando el huracán;
… alfombras púrpuras, festines, magníficos coches, escaleras bruñidas;
el ojo del huracán todo lo ve, lo vive y acrecienta mientras gira y avanza
como un ser sanguinario que se encumbra, e, impasible, mira la devastación
que engendra y va dejando atrás: el pus mortal;
… el daño es grave, profundo,
y sus discípulos y amigos son cual ánforas vacías, eriales,
ardores en llanto o súplica, el desvalimiento, la tristeza y mal sensual
de un clavel al caer;
… Avenida de los Mercaderes
y Avenida del Espíritu;
la codicia es sombra arrolladora de fruición ingente,
y ello, a pesar de bella entre las bellas y bella en el jardín;
aún restalla el látigo de honor, aún fulgura la luz enfurecida.

EL SIGNO Y LA PALABRA

… en los dominios hondos de la rosa, en sus pétalos/templo,


la luz es fuego,
vida;
de aljófar son sus cumbres íntimas,
de cristal y aire vivos,
de alma;
y cuando la música suena, por los paramentos del mundo va la voz que todo toca,
prende, quema y resucita:
… va la noche cual repelón de amor
e inenarrable sed;
surge el signo, vibra la palabra.

SIMILITUD

¡ … tener o no tener !
he aquí el dolor, la fascinación con su feroz, su terrible y sostenida guerra;
como rueda dentada,
- intentando matarlo -
viene la oscuridad hostigando y amordazando
al dios desde el advenimiento del agua,
desde el eco lunar;
pero qué o quién podrá lograrlo,
si su espíritu recogerá sus propias sangres y trozos de honor y paz
de los campos de Marte y los lavará, qué o quién,
decidme;
¡ … tener o no tener !
oh cielos de alegría, instrucción y cántico, impulso,
luces nuestras y estigias del guerrero,
sol,
espadas;
¡ … tener o no tener !
… del infinito lirio,
de la infinita rosa.

TÚ EN LA CASA
… en la casa, sabiéndote,
uno obtiene el esplendor lúcido del mar, su familiaridad y ser,
su hondura;
cual si el rumor del mundo se hubiese acrisolado en un son de cascada,
en un gozne de puerta o en un tiemblo de luz,
propios y lejanos;
… en la casa, sabiéndote, el corazón escucha y origina cánticos
que van y vienen como notas vivas de sangre ardiendo en paz y libertad,
y cuando traes algo en las manos y me pides ayuda,
eres caricia y sol de un agua estrictamente limpia,
inmensamente azul,
y así me salvas;
… bien sabes que la casa guarda tus luces y amarantos.

LA BREVEDAD ES ESTO

… arre, arre de nuevo y no te mueras cuerpo mío, viejo caballo, camina;


mira la luz: un pájaro con alas de oro e instituyendo mundo viene a vernos;
zumba, pues, y no te pares, síguelo y alcánzalo,
llévame;
¿… te acuerdas cuando teníamos como hostil la brevedad,
te acuerdas ?
y era esto:
sentir la infinitud, abrirla, tener y compartir un instante vivo
y resolverlo con probidad y honor;
… sé que te acosan la acritud del camino y las heridas de estaño,
pero hoy, más que nunca, no, no me falles,
ah, no, que este sol de noviembre están cruzándolo la edad y sed del corazón;
… recuerda que ambos tenemos su voz y pálpito,
su fuerza;
compañero ¿ comprendes…?
cómo quedarnos, sin la espiga del tiempo.

LIBERTAD, LIBERTAD

¡ oh flor de vida, oh flor del año !

¿ … prohibido por ley ser pobre o ser pobre por ley?


pues si todo, todo por ley, yo lo obtuviese,
cómo y por qué entrar en mí para desatar mis fuerzas y conquistar la fe,
el conocimiento, el dolor, la vida y muerte que soy,
el mundo;
pero sobre todo ¿ cómo, cómo la libertad ?
… porque la libertad no se regala, no entra por las puertas abiertas,
no sigue a nadie, no está en los mercados, y no,
no debe su ser del capricho del príncipe
y no a dádiva de ley;
… ay la libertad y ay su construcción, su templo/luz, ay;
mirad, mirad hacia dentro, a lo hondo;
aún hay verdad crucificada en el hombre/esclavo sin dioses ni veredas,
sin su propia verdad, sin canto;
¿ … prohibido por ley ser pobre ?
no, no, gracias;
pobre o rico, enfermo o sano, ignorante o culto,
mi ley soy yo, yo soy mi única voz y circunstancia, yo el responsable, sólo, sólo yo mi condición,
mi error y análisis, luz consciente, prez de mi justicia;
… ah mis amigos, mis queridos amigos, la felicidad por ley no ha cundido nunca;
farsa o disfraz, proclama ilusoria ha sido;
no es, no existe.

DE LA SOLEDAD

¿ …ah, llegarán al espíritu estas lluvias ?


uno viene del fragor de tiendas y bares, de trenes y metros, de coches y autobuses,
y entra en la guerra de audiencias, en la de Irak y Afganistán,
en la de Internet o Google contra Microsoft, contra Yahoo y el resto del mundo;
y uno sangra y sigue sangrando contra aliento,
contra toda emoción y resplandor, contra todo ser,
valor y eternidad;
de aquí, de aquí que, contra el pecho clamen la conciencia,
la luz y el pulso herido del dolor;
… por tanto, cuando llega y es la soledad, uno tiende a creer
que los vecinos y la ciudad se han ido y que el silencio es su guerra,
- la única, la verdadera guerra -
y que hay que luchar o escapar cuanto antes por la escalera de incendios
si ello fuese preciso;
“… el cambio del clima lo muele todo”
- dice el médico -
pero el alma es mineral cansado, y el paciente, inmensamente solo,
abandona la consulta, y, saliendo a la calle, se somete a la lluvia y anda y anda
frente a toda orientación, todo honor, y todo íntimo deber y angustia,
sin saber dónde habrá de descansar o, posiblemente, adónde irá a morir.

COSAS IMPORTANTES

¿… dolerá o costará morir ?


desde el esbozo del alma campan las sombras por nuestros pechos,
suben y bajan con nuestra sangre, excitan, trastornan,
acrecientan la tos;
la oscuridad es viejo perro que siempre tuvo
presa la rabia entre los dientes,
siempre;
… sin embargo, en los instantes lúcidos, cuando hemos sentido los trayectos del fin del mundo -
arrebatándonos la inmunidad -
cuando a tajos y a destrozos la luz ha sido luz y campo de exterminio el corazón,
ah, entonces, aunque breve el placer, y aunque leve, y sin paz y ácido,
el acoso de la muerte nos ha dado brío y valentía
con que poder vivir, llorar y combatir;
… no, en los íntimos campos de batalla no consiste en huir o desertar,
ah, nunca, nunca, cómo si no forjar la espada que instaure un solo resplandor;
a veces la vida es un hilo, un relámpago,
la auténtica verdad de nuestro triunfo;
… por tanto, sí, desde el caz de oscuridad, duele, duele y cuesta morir,
no es la luz;
y es que, no sin fuego y fe, son las cosas importantes.

ALCANZAR EL LÍMITE

… uno se queda con los brazos cruzados en la plaza pública,


en el hall de su casa,
bajo el cielo;
contemplar la fugacidad y alcanzando el límite,
siempre ha sido tarea ardua, insólita,
pues cómo racionalizar la dilución del mundo,
cómo derribar la ilusión del tiempo o las alucinaciones de la luz,
cómo herir de muerte esta verdad carnal, su tránsito y ayuda,
o cómo morir y morir viviendo más;
… a pesar de todo, sentir el aliento es un consuelo,
un ruido íntimo,
un canto;
es entonces cuando la alegría se hace mar y corazón,
- hombre por un instante -
viajero en ruta aún.

VIVIR EN SÍNTESIS

…compañeros/compañeras, si decidís vivir en síntesis,


subid, buscad la luz y prended el fuego;
desnudaos y a sus lumbres echad tradiciones, densidades, plagas, recodos,
jungla muerta y viva, inútiles follajes con que arrecia y gime el huracán de sombra y piedra;
… infinitas son las aristas del ser, infinitos posos sus anclas, sus dolores;
¿ habéis oído acaso que intentar prender el mar es arte y muerte de valientes ?
… por tanto, necesitaréis valor, valor y misericordia para salir de las ollas de Egipto,
limpiar las ciénagas e instituir un sol;
y entre las ruinas íntimas no silbará la serpiente ni se alzará al jaramago,
y no, no habrá divisiones de alma o sal, absolutamente nada de la caída y obstruida ciencia;
¡ … quién pondrá la exactitud a arder, pero sobre todo, quién, quién el don de sus números, quién !

LLAMA PURA

… ven a esta viña que, aunque doliéndose, y encendida,


por ella pasó el amor cantando;
ven y sube a sus lagares, enciéndete,
y que el mosto salte y corra vivo
a los cuencos de oro;
… ven a esta viña, ven y sáciate de ti, encuéntrate,
que hay mucho manantial creciendo entre tu ser
de agua herida y fuego;
… no, no tardes y accede en el crepúsculo,
cuando el color del mundo es perla y mariposa,
supérstite y deidad, y dragón del sur,
y luz ,
y lumbre;
… y aunque venir sea voluntario y esta llamada tan sólo sugerencia,
ah, no te apagues sin estas uvas de amor, no, no te vayas,
la viña es sueño, meta y resplandor, la viña es llama pura.

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TÍTULO DEL LIBRO: “TRATADOS DE HOMBRE”

CAPÍTULO I
REAGRUPAMIENTO, trozos rotos
... este arribo, este despertar y descubrir en la faz y ser del mundo
su luz o desnudez primera ¿ de dónde viene…?
siento y miro y hay asombro, rebelión, nostalgia y miedo,
duda;
¿ será esto la muerte…? [mi alma sigue atenta]
… surgen velados el hambre, la oscuridad y un agraz y tenso poso de memoria,
un resplandor; [la perplejidad es grande]
pero estas fracturas donde la fuerza, el deseo y la pasión golpean
en el pecho y contra el pecho ¿ serán del mar…?
… porque si todo fuese el dios de Orión que en mí habitara ardiendo,
gritándome y muriéndose ¿ qué hacer con él, qué hacer…?
… es serio el silencio, extraño y duro;
pero ¿ y la conciencia ? [ay de mí, ay de mí…]

HABLAR

… hemos hablado tan a luz y sangre, tan a fuego y nieve aquí,


tan en la vida, digo, tan íntimamente…
pero ¿ qué fue de los labios y qué de las palabras ?
… vuela aún en silencio el corazón
y hay praderas por el pecho,
agua en manantial,
lumbres;
y en las comisuras entre cuerpo y cuerpo y entre alma y alma,
los timbales y piezas de guerra
son de odio, amor y hombre;
… por lo agraz del mar, sobre Castro Urdiales,
por un instante se prende el aire y vibra, se expande y surge el mundo;
… tan en el hondo, tan en el hondo hemos hablado hoy;
tan dentro, tan dentro estábamos.

VISITAS CELESTES

- ¿ ... Éiyesi, eres tú ?


- sí, soy yo, madre, soy yo;
- Éiyesi, querida, te oigo pero no te veo…
¿ ha venido Omer contigo ?
- sí, claro que ha venido ¿ tampoco lo ves ?
- oh, déjame que salga del agua;
además hay tanta bruma…
- madre, no hay agua ni bruma;
mírame, estoy en el aire, un poco más arriba;
- ah, Éiyesi, ahora, ahora sí, hija, cuánto me alegra;
¿ y Omer, es también de aire ?
- no, madre, no, Omer es de fuego;
míralo, te está sonriendo.

INSTANTE Y SÚPLICA

… madre de todos los tiempos, recógeme en tus brazos, abrígame;


en el ingente hueco de tu amor reconóceme y sonríeme,
háblame;
... tirito, siento frío y no cesa el vendaval de la muerte
ni la irrupción de montañas y mares terribles por las simas del alma,
y no, no la oscuridad íntima, madre;
no el miedo, no la angustia;
… a ti clamo como dios caído,
cual hombre,
cual lirio o animal que fui;
… son muchos, madre, mis trozos, las cicatrices/alma, las suturas;
desde todos los destierros y ordalías llego;
… no pido un sitio tibio en el hogar, y no, no un sol, madre;
sólo aliento, pausar el dolor, sólo, solamente;
los hijos de Caín crecemos con la guerra.

Y LAS VALKIRIAS LO AMAN

… si desde mi cuerpo y con sus ojos miro,


si entre sus hebras me arrebato, canto y amo, sufro y muero,
es por sus Campos de Marte donde redimo y libro mis batallas;
mi cuerpo recoge los espejos, las violetas caídas,
la ansiedad y el gozo,
[la muerte]
… como eco infiel, instruye oscuridad,
y, sin embargo, guarda los cuánticos fuegos o serpientes divinas,
la sagrada ciencia, la luz inmortal y las valkirias lo aman;
… me iré lejos y lo dejaré caer cual copo de nieve, cual pámpano o miel, cual rocío,
y con su último resplandor o luz,
volveré;
… mi cuerpo y yo nos reconocemos;
inveteradamente, los adalides de la guerra nos presienten y temen.
LA NORIA

... en los alcabuces llegaba el agua


y hasta el cielo iba la luz;
su oro hería los ojos, el aire, los metales,
penetraba la tierra o corría cual muerte viva dándose,
ardiendo, exterminándose y haciéndose mortal;
… tal era entonces en llamarada la huerta,
el dédalo, la cintura del mundo,
la deidad del alma y templo recibido:
el amor;
.. porque allí, en su mística circunscripción se oía al sol bajar y beber,
erigirse en Cristo
y morir;
… y nadie, nadie enturbiaba el milagro, nadie, nunca;
“tac, tac, tac, aquel traqueteo de los cangilones contra el tambor de hierro,
aún, con todo su vigor, por el mar del corazón golpea contra el ser, sueña y vive.

EBRIEDAD O LOCURA

… hijo de eternidad, pon el oído sobre la tierra y vístete,


sobre el verdín del corazón levántate, sal de ti,
emerge;
quién es la claridad y para qué, con qué afán prende o sirve y por qué incendia,
crea y levanta la mañana;
… oh resplandor, ayúdanos a urgir y comprender tu lucidez,
oh brocal de amor, oh paladín del mundo,
tú, fuego rey, tú, alma nuestra;
… con ruido de sangre en flor el dios cruza rugiendo;
a dónde irá con su carro de hierro y paja, a dónde;
y en la atardecida, cuando el mar con su pasión sofoca y obstruye las hogueras,
cómo, cómo arrancar y alzar del sur la luz de una violeta;
… se hiere el ser y queda una ebriedad, una locura cual desolación
de honor y trigos arrasados,
saña sola;
pero en alguna parte - en alguna - contra toda oscuridad, destino o furia,
el ebrio o loco surge, y, contra el soul de la muerte, canta y canta.

EPOPEYA EN DICIEMBRE

… si a altas bóvedas de luz


aspira el alma,
con agua y fuego puros instruye su alegría;
¿ … qué es, pues, corazón y mente míos, esta infinitud
de pífanos tocando,
qué esta levedad de aire ardiendo,
qué este fulgor de nieve,
o cómo y por qué la brillantez del ser y el mar,
la de tierra viva, la de su voz y lumbres…

[… y aquí, en el norte del pecho, en su noche más larga y profunda,


escuchando, íntimamente escuchando, el silencio habla y dice:
“es tu dádiva, tu rescate anual, es Cristo que llega”]

APOLOGÍA DE UN INSTANTE

… si átomos de amor fluyen del sol y sobre el mar se agitan y aletean,


sobre campos de melocotoneros en flor recién abierta,
cae la tarde;

… pero más arriba,


sobre el púrpura del sur, está lo alto:
la salud, la justicia;

… pájaros ardiendo dan bullicio, himno al corazón,


y el aire arde y zumba en él, se adentra, fulge en armonía, canta,
justo, justo cuando el Árbol de la Vida se instruye y se consuma;

… todo es don y página de edad, trazo que resiste y vence


huracanes de muerte o clámides de olvido
y aquí queda;

¡… y es que es tan íntimo este instante, tan sin fin, tan mío y hondo, tanto !

DE LA INFINITA GUERRA

… hazte autosuficiente, libérate y no seas carga para nadie,


ser mío, reconstrúyete;
eres fuego purísimo,
vive en ti,
vive;

¿ recuerdas cuando preso entre mundos te cercó la oscuridad como una muerte
y tuviste que luchar contra esa muerte, o cuando por primera verte viste caído y sin poder
y quisiste conquistar y ejercer ese poder, recuerdas…?

… y tú, alma mía, compañera, flor, esposa, novia,


¿ me oyes en este instante en que enarbolo el deseo de luz y eternidad
con que intento labrar la espada de los héroes ?

… y tú, cuerpo mío, ágata y metal, rocío,


¿ una y otra vez estás dispuesto a las muertes de hombre,
a las esperas y resurrecciones que aguardan ?

… porque si es así, y es la hora,


dispongamos del signo de rigor y emblema del combate.

RESUCITAR

… cuando en silencio y soledad el dolor es hondo y gélido, consciente,


el corazón tal vez muestre un ser vencido, un fuego, una hoguera sin belleza,
un dios sin socorrer;
o la parusía misma,
o la demolición y dilución del templo,
o más aún, mucho más;

¿ … pero, lo es?
¿ quién ha visto a un dios total morir o huir, quién ?
porque díganme ¿ es que el espíritu no vive y vela con justicia
entre el verdor de la hierba ? ¿ y quién lo destruirá ?

GLAMOUR O NO GLAMOUR

.. el amor enmarca y salva al mundo;


el joven rico había cumplido con la ley,
pero aún no era capaz de olvidar sus bienes
y seguir al Cristo;
¿… en qué crees, pues, hombre mío, que pueda consistir
nuestras dádivas al César,
y en qué la alegoría de expulsión enérgica del templo ?
dime ¿ recuerdas a los cambistas y vendedores de palomas ?
… mira y que sólo en libertad haya liberación, úsala,
pero hierro encendido es, apto para el dolor
y lema para valientes;
porque ¿… acaso conoces a ese rico que administra y no ama la riqueza,
el que lucha y lucha cimentando empleos, sembrando ciencia y rosas,
el que instruye y dispensa libertad, lo conoces ?
porque si es así, te habrás fijado en que apenas sale en Facebook,
que tampoco en Twitter, y no, y no en papel couché;
… hombre mío, ser del Cristo ¿ no entraña, digo, tal sesgo de silencio ?
ELLA Y ÉL

… en la limpidez íntima en que ardían se oía el mar;


iban en la noche como en resplandor de nimbos,
cual si en oro que escapase de un templo de corales
y anémonas del sur, y altos el talle y la mirada:
la flor del corazón;

… cuando eran tímpano de lirio y sílice de rosa


emitían luz;
¡ ah entonces el cónclave del cielo,
ah su divisa en llamas, su sello y su poder !

… juntos habían venido desde todos los tiempos y dolores todos


por todas las esquinas y molicies, gestas y temblores
a esta convención de amor;

…en la hora exacta, el ángel de la muerte los vio partir;


su ser de aire, fue una brisa encendida.

VE Y AYUDA

[¡… olvídate del pie y olvídate de ti, corre, o sal y vuela !


¿ …que a dónde habrás de ir ?
al peligro, a la necesidad, al llanto]

… ah, el egoísmo es un cáncer, una piedra,


lluvia fría, tos y hiel atadas al raíl del corazón;
pero cuando surge y cunde el miedo, cuando se aprieta la sangre y calla dentro
cual dios mortal y herido ¿ cómo, cómo volar ?
podría parecer entonces que el mundo fuese un vértigo, un erial
sin fuentes, sin laureles ni cantos vivos…;
y no;

… más allá de fortines y pliegues, de losas y murallas,


vive el fuego/dios o dios/amor, el rey - la voluntad -
y aún las infames segures de la danza negra, no, no han logrado alcanzarlo.

HOMBRE DE LIBERTAD

… hombre de libertad, mírate,


¿ que son nuestra moneda de oro,
nuestra rosa encendida
y el Yo,
o en qué vida, en qué luz y en qué poder das cielo protector,
auge,
inmensidad,
orden;
.. el odio y la venganza convergen en tristeza y claman contra ti,
¿ te reconoces ?
[a veces creas muerte y sufres, eres muerte]
ah hombre de libertad, rebélate, resucítate y ámate;
bien sabes que sólo después de coste y destrucción aparece algo nuevo.

CAPÍTULO II
AQUÍ

… si el ser del viento ardiese aquí,


y si el arte y don de una violeta, si el corazón del tigre, el odio,
el ruido y la piedad,
entonces, ah resplandor, no mueras,
oh fe, oh canto mío;

… luce e ilumíname, soy sólo un hombre,


- del puzle humilde, sí, frágil servidor, sí, pieza ínfima, sí -
pero honrad mi chispa/dios, que tengo por pasión total la eternidad
y libertad encendidas;

… marcha y cruje el mundo hacia un vendaval de fuego


y contra muerte y muerte lucha, triunfa y sobrevive,
oh frágil fuerza nuestra,
oh esplendor;
[y en este arcén de sangres, todas, todas las heridas duelen]

Y LLEGÓ Y SE FUE

… no, no tuvo normas, ni marcas, ni estilos,


su belleza era ser;
buscaba cada día al sembrador del mundo y le imploraba esa edad
con cada luz e instante, con cada hombre y mujer, con cada espíritu,
y en todo y con todo ardía;
así, cuando empezaron a temerle, no apareció nunca porque estaba en todos
y lo sentían vagar en sí como un corcel de amor o virtud de alma;
… acabó siendo tan cierto como el dulce rumor o los estruendos de mar,
o como el inicio veloz e intrépido del día con su cáliz y desmembramiento,
su principio y fin;
… y aún hoy, hurgando entre cisnes, con ansia, seguimos buscándolo para matarlo.

SINTIÉNDOTE Y BUSCÁNDOTE

… de ti llevaba el aire vértigo y néctar, sílice y oro, lluvia;


fue cuando en medio del pecho se me originó un desgarro, un desprendimiento o conmoción,
un estampido salvaje y grandioso, ingente y desconocido: una luz sin fin, un cántico inmortal;
… porque ¿ no es instante sagrado aquél en que los pájaros son hálitos de fuego
entre hiedras divinas y el añil del sol y callan ?
fue oyéndolos, oh amante, cuando supe que no existía la noche,
que la tierra era ópalo y cristal, y que el fin del mundo habría de consistir únicamente
en que no fuese un dios el paladín de tus sublimes pálpitos mortales;
… volver, volver quiero al aire, a la condición de amor total, a la intensa hoguera
en que el agua viva es fuente de honor y sed,
tuya y mía, amor,
tuya y mía;
… estoy pasando sobre un campo de rosas;
río y lloro,
voy buscándote.

SÍMIL

… qué mejor que callar para ver y oír nacer el color de la hierba;
de lejos llega el sol y canta, la sangre canta, y la paz, y la nieve;
[ no, imposible, imposible, la expresión cartesiana del mundo no puede
con aquel instante vivo en que el hombre oyó por primera vez la luz;
fue la vertebración, el Fíat Creator, el dios sobre su dios,
la gesta solar, el advenimiento del aire]
… mientras pájaros del sur ascienden a inaugurar himnos de voz
aquí en la tierra, el tiempo abrasa y se hielan las lumbres,
y ardiendo - contra todo poder y todo espanto -
el faro/corazón resiste y vive ante los hielos, los fuegos y los dioses por fulgir.

DEL AMOR - leyenda


… sorprende cómo el amor en la intimidad de la luz arranca, prende y quema
los atadijos del alma creando mares, islas, constelaciones
y rosas;
… en su ser de oro íntimo
- oyendo -
la paz es himno, esbeltez, verbo y lábaro,
cinta y luz, honor de fuego;
… se intuye ahora que, cuando Juan de la Cruz en alma iba
en busca de El Amado,
cual aire sutil y transparente la noche se incendiase;
y que en Teresa de Jesús, creadas y abiertas sus moradas, vívidas y visitadas,
en ellas irrumpiese el agua íntima, la que calma, limpia y da armonía,
y también fe, ecuanimidad y valor;
… si sobre un pecho de hombre o la Verdad se asienta el mundo,
sobre farallones de mar/deseo está el sendero;
cuando el amor transita, óiganlo en su caminar, deténganse:
“en juego está la urdimbre de la vida”.

TERRESTRES Y DIVINOS

… del sur venía Araí,


de los cielos carmesíes y púrpuras,
de sus manantiales vivos;

en cestillo divino traía dolor de piedra y agua,


- y el del aire –
y allí estaba ya sin mácula y cual novia mítica y divina,
cáliz de todas las rosas;

… Herfás la vio sobre el mar de la tarde y ella lo reconoció


por su luz entre lirios;

¡…y ay el esplendor recóndito del dios,


ay la ternura de los brazos amantes bajo el vuelo del olmo,
y ay, ay el enorme, el inconmensurable sabor del pecho !
en indescriptible emulsión de almas instituyeron su flor de vida,
su ensueño y su verdad;

…y aún los portones de la noche permanecerían abiertos, aún, aún.

VÍRGENES Y CÁNTICOS DE HUMO

… hoy,
para el abismo u oscuridad del alma
busco sol;
y saliéndome del carril del pecho y señalando el frontispicio de hombres,
grito y grito paz y paz;
… a conflagración y rencor huele el aire aún, y a dura sed, y a lejanía;
sobre las vértebras del agua marchan vírgenes y cánticos de humo;
no, ayer no ha muerto;
¿ … tendremos que apostar por perecer, abrir la puerta de la sal
e invadir la flor del corazón,
el canto ?
… en este instante, lenta y sin desdoros, por sus bordes ocres cae la tarde;
por internet la Nasa comunica la existencia de “auroras que chocan
y producen explosiones de luz”, pero estos versos míos son apenas meros trazos,
notas/brasas tan, humildes, que a todo trance arrugo la frente intentando comprender
lo qué en la Nasa dicen y yo digo;
…. del otro lado, contra los muros de yeso y hiedra, mis vecinos se ensañan y golpean;
ah, Ulises, no se han ido;
pero ruidos íntimos, de los que matan, también, también están aquí.

…Y LOS COCHES PASAN SIN ENTRAÑAS

… cae un hombre, se duele, se enerva y se levanta;


como en su chaqueta siente la eternidad y busca en sus bolsillos,
se toca la frente, respira y tose a su pesar;
sus dedos y ojos de dolor lo buscan todo: un beso descarnado,
una cerilla, un palacio, el hondón de una aguja en el alma y por doquier…
… las caídas siempre ocurren por calles solitarias y empinadas,
y en los días de viento, frío y lluvia, los caídos suben como cristos solitarios
o bien ruedan y se estrellan calle abajo contra bancos, buzones, farolas
o señales de trafico;
¿ recordáis a Carlos Nieva ?; sí, era de los que día a día bajaba dando tumbos
y él siempre lo intuyó;
… no, no hay escape; a veces canta un hombre y a veces una bestia,
pero siempre un dios que tiene que luchar para poder morir
y poder volver;
… la noche es tenebrosa, densa, muy oscura, y los coches pasan sin duelo y sin entrañas.

ODA DE LUZ Y FUEGO

… oh luz de prístina pureza, hiéndeme y abrásame,


tú que todo alcanzas, cobijas y sostienes;
al mar de vida ábreme y empápame de ti,
que tu hilo de oro - el que aúna, fulge y besa -
mi cuerpos y almas robe, que en mi mente llame y en mi mente lustre;
… solo, solo estoy;
poco a poco han ido marchándose el dolor y la angustia,
y también el frio, el terror y la muerte;
… están ardiendo los templos divinos de la noche
y el silencio es grava ardiente, gozo puro,
íntimo y total;
… las ultimas palomas pasaron al atardecer.

LUCHA ANTE EL JAGUAR

… de frente viene un viento cegador


que silba y hiela, atemoriza y mata;
las alondras ya han muerto, cae la luz,
y las sombras se adueñan de los páramos;

… el instante es ruido vil, sordo, infame:


se han abierto las atávicas simas
con sus cantos de odio, guerra y muerte;
[la presa del jaguar está en el pecho]

¡ andar el camino… ! ¡ con qué paz o alma,


con qué abrigar esta intemperie ingente,
cómo honrar el dolor, cómo seguir !

… y sin embargo sé que lo he de hacer;


nadie pregunte por la piedra roja;
nada evita la lucha ante el jaguar.

INTIMIDAD

... íntima es la luz, su ser, su voz y sangre,


sus gestas épicas y fuegos, sus aclamaciones,
las apoteósicas e inenarrables lumbres de amor lo son,
y así la oscuridad
y así el olvido;
… alma mía ¿ todo es, pues, fragilidad, pérdida y rompimiento puro ?
porque si esto es o fuese a ser ¿ cómo coger la espada de verdad
y librar en el pecho la gran muerte o gran combate ?
¿ es que todas las muertes están aquí, vivientes e íntimas ?
… es ya el atardecer y parte el sol;
libre, zigzagueando, un bando de gorriones despierta la esperanza.
TESIS DEL ERROR

... por la noche, y ya, en el lecho, cuando la ansiedad no existe


y el silencio inspira sosiego y placidez porque alcanza y toca el laúd de vida,
el corazón y la mente hablan y hablan, parlotean sonriendo y dando, prometiendo;
… y cuando el placer, cual vino embriagador ha elevado el ritmo y la emoción
a cálculo infinito, ah, entonces todo es ya total y todo, todo es ya posible;
… y al fin, cuando la alegría es agua viva y vanidosa exalta con sólo lluvia su existir,
ah, tampoco preguntéis por qué los brocales no han de encajar
con las bocas de sus pozos;
… por tanto, cuán seductora nos es la almohada, qué ingrávido el placer
y qué indolente y frágil la alegría,
qué míticos ambos, qué ilusorios;
son el séquito de error, nuestras brujas de sangre y nuestras sílabas/cruz;
… por ello, si existiese la fatalidad - ebrios y locos - los minutos correrían y correrían
sobre nosotros desbocada y definitivamente invictos.

HOMBRES

… porque ya no somos simples hojas de hierba


ni un pálpito animal,
os digo;
porque arribó el dolor como propia afrenta arrojando diluvios,
derribando templos, ídolos, corazones y piedras negras;
porque él instruyó nuestra luz, la hizo, la cribó y fue dándola
con esa constricción del miedo, con la avidez del oro,
con el pasmo de una gloria infinita;
… no, ya no somos propiedad de augures, de magos ni de dioses,
no invidentes feudales, no plagas infectas, no llanto y tierra
sin lanza ni pasión,
ya no;
¡ ah, somos, somos hombres !
…paz, armisticio, pues, reconocimiento, honor, honra;
una calle no es mucho, pero yo quiero una calle para poder andar
y poder vivir;
¡ pero ay de mi, quién, quién me escuchará…!
DE LA NOCIÓN DE VIAJE

.. cuando emprendas un viaje [acaso huida]


- oh tú, creador de mundos, tú, visitador de ciudades -
obsérvate y escudríñate en él, toma la lupa de alma y sé consciente
de que vas a abrir un sol, de que tocarás su sangre y de que su sangre serás tú;
¿ habrán de removerse o tal vez resquebrajarse los ejes de una flor ?
¿ nacerá o morirá en ti al fin algún sueño o tiempo ?
¿ o quizás desde el advenimiento del aire
consigas respirar ?
[los dados han caído y tu viaje es el tapiz]
… presa y libre de quien es o lo que es, la verdad no se detiene,
no incurre en negligencias, no es vía de trueques y no, nunca de retrasos;
en todas direcciones entra y sale, fluye, y en sus manos de nieve
la oscuridad es nieve, ella misma,
lo que va a permitirte tu contemplación,
ver y ser;
… el progreso de un dios reside en su edad y actividad de fuego,
su genio y vida brillan con su lumbre y canto encendidos;
… un viaje es un temblor, una crisis, una aventura, un don a discernir, un término;
su curso y luz son eternos.

AITIÍNE

… en unidad de amor
mi amada brilla, fulge;
campanas y caracolas suenan cuando la ven venir,
se agitan, la definen, la anuncian,
y ebrios, por un mar azul, los colores del mundo corren y danzan,
son como pececillos rojos, amarillos y verdes sobre el dios del crespúsculo;

… por la arena, lejos aún, al vernos, ella grita ¡ Itsoel… !


y yo le digo ¡ Aitiíneee…! y entonces aceleramos el paso y corremos,
y la sangre sube, vuela y quema por las estancias del pecho;

… entonces Aitiíne es todo, es dios, mi ser, la luz, Aitiíne es el aire.

SECRETOS SIRVIENTES
… reconózcase que, cual si fuesen mismamente ustedes, ellos son mortales e inmortales,
créase que a menudo son la estera e inquina de la casa,
y óigase que atraen la infamia y con recato asumen las simas del dolor más trágico y más hondo;
[resistan y soporten esto, ah, pues, sirvientes, y transfórmenlo]
… cuando a través de muros y puertas miran y observan,
al otro lado arde el sol, rugen el viento y el pedrisco,
o el mundo se enfurece con sus leyes civiles cual pus del corazón, cual cieno o humo:
su hez mortal;
[… y sí, sí, ciertamente, con su espada de amor o poder de alma, instituyen las rosas]
¡ ah jardineros de vida, créenlas divinas y prosigan cultivándolas y trayéndolas cual concreción de luz,
en que los hombres/dioses se ilustren y liben !
“con frecuencia, asumen, las terrestres nos salen al encuentro y nuestras manos no pueden tocarlas,
tal es nuestro tul en vuelo, nuestro hogar y poso,
verdad del ser y el siglo”;
… admítase, al final, que el sirviente no ha muerto,
que florece con la luz y las rosas y que con ellas trabaja y vive, que alienta,
ah, ah, y si tienen ocasión, déjense informar por un rostro sin tiempo, sin atuendo y sin nombre,
y ayudando en silencio, arriba o abajo, siempre, siempre, siempre.

EL GRIAL DE EBOR

... más allá de los mares últimos, de las tierras y luces últimas,
estabas tú;

… entré en mi corazón como en un fuego


y rosas vivas salieron a mi encuentro cuando dije que Elaí era tu nombre,
mi fe y razón, y mi última, mi excelsa gloria;
llevaba por divisa mis tambores, mis lábaros y lanzas, mis fuerzas y triunfos,
el óleo terrenal,
el mando y ser,
la estirpe;

… y nada fue;

… en atrios de silencio, bajo luz purísima, del otro lado de la sangre, vive Amor;
aquí, aquí está mi Camelot, mi Excalibur, y, también, mi patria y reina,
la que sueño y fulge,
mi Elaí;

… por tanto, extramuros aún y peregrino en el pecho,


pobre, desnudo y ciego, solo estoy;
¡ ah, rosas vivas…! a aquélla, a la que es mi alma,
¿ podréis decirle que Ebor ha muerto y Ebor está llamándola, podréis ?

CAPÍTULO III
ÉXTASIS

… entre el palmeral del sol, el silencio es cumbre y néctar de amaranto:


luz
y orden,
delectación y calma,
norte y sur, la vida/fuego sobre el ojo del jaguar,
el ser;

… cuando brama la furia del océano y asoma aquí,


irremediablemente sabe que su guerra está perdida;
cesa entonces y deja ese regusto a azahar tan suyo y puro,
el que inhala a sorbos la estricta paz del corazón;

… sí, en el palmeral del sol se inscribe esta hermosura,


genio y vuelo de este instante:
el ruido de vivir no existe,
y no, los piélagos del mal no importan.

LA LEY

… en las profundidades, en las oscuras cuencas


es la ley;
roza el mar el peñascal del pecho, lo hiere,
y así se instruye y establece el mundo, cual descomunal,
cual acabado y bíblico combate;
….bajó la pasión del cielo, de las hordas caídas,
y de los campos de Marte provenían la muerte y la resurrección;
y es largo el olvido, la iniquidad y piélago de sangre por bruñir,
la estancia del dolor, la invención y código del alma, su raíz,
su voz y triunfo;
… hubo un tiempo en que los trenes no pasaban
y el gozo mineral era el recuerdo;
pero hoy ¿ quién podrá afirmar que tras tanto horror y lucha
no es él su dueño, su espíritu, quién ?
… se acercan las montañas, penetran en mi corazón y las oigo
latir;
ahora sé por qué pasan los trenes, y ahora sé por qué nacen las rosas.

AGUA ES DE MANANTIAL
… agua es de manantial ardiendo, elixir,
alberca viva de amor,
luz,
sed íntima;

¿ … quién, quién llega aquí que me abrasa,


quién va a mi hombro,
quién entra, rasga y quema el corazón ?

… árboles de fuego son por la alameda,


semillas vivas la hierba, lumbre y cántico el andar;

… porque el dios esplende el ser, mortalmente lo hiere, lo diluye


hasta hacer desaparecer la faz del cielo,
el mundo y su ilusión, el orden de la piel;

…. vivir, en sí, es ver y estremecerse.

COMPARTÍAMOS GUIJARROS

…compartíamos guijarros, los óvalos del mar, el temblor de lunas


y el canto del fuego, su música;
cuando sus ojos penetraban la tierra intimando el dolor
y lo asían, yo - joven aún y viéndolo -
lloraba porque todo en él fluía cual si fuesen bálsamos por las llagas del mundo;

… una tarde recogió sus párpados y sin más partió por siglos;
desde entonces guía nuestras células, nuestras sangres y alimentos
e instruye el aire, el ojo del jaguar, las montañas y la hebra de miel
y de rocío;
su presencia cultiva el corazón con fe y conocimiento,
pues da cumbre y épica a la luz,
sazón,
hondura;

… y pronto volverá;
ah, pero no cual Cristo que torne, sino cual flor que creó y llevó consigo:
su cáliz vivo, la esperanza, la intuición de triunfo con que enciende
esta insondable fuerza con que él nos prende, quema y nos habita.

GLADIADOR EN LA ARENA

… vamos rugiendo por la calles cual látigos, cual tormentas de sal


u hombres/ira;
las farolas se apartan para dejarnos pasar, árboles y pájaros huyen,
los autos suplican, las aceras dudan, se aturden, se estrechan,
y nuestras hoces de hierro y fuego asuelan autobuses, bares y parques
sin afectos ni pudor;

¿ … es que nadie conoce la soledad del gladiador en la arena, su grito,


y nadie, nadie su torre/alma ?
pues ¿ quién escucha o ve su propio mar gemir,
quién siente a trozos cayéndosele el ser en pus y herida con óxido y drástico tormento,
o quién vive el desandar ajeno, el de lento vagar y perecer ?

… anónimamente va Juan por la luz de la ciudad moderna;


como colibrí rojo/azul va buscando una rosa, un arroyo, un manantial
y muere;
a bocajarro, desde una ventana próxima, un francotirador le ha disparado sin trámites al pecho.

VERSOS DE BARRO

… el espíritu no tiene procedencias ni admite límites tangibles,


sólo vive,
crea y es;
dentro lleva el corazón sus mares, sus montañas, sus desiertos y estrellas,
fluyen por sus sangres las edades y hombres con sus rostros vivos
y en su etéreo espejo habita la edición completa de sus muertes y batallas;
… pero accedemos a la calle cual hurmientos o panes ázimos
con nuestra honda emoción de ahogo por dolor
y vuelo efímero;
¡ ay la brevedad, ay la brevedad !
cuántas veces mi pecho la ha sentido con sus fuentes y lumbres
y también subir y gangrenar los corredores y rutas
con que da frontera y norte la razón;
… de vuelta hoy,
en sartas y a pedazos va quedando el corazón y cuanto había:
la finitud,
el rugir del bronce,
la opacidad del aire, su agua interior;
… mientras, el sonido del mundo se aproxima a estos versos de barro
e intuye este final;
él sabe de mí, me brinda su clemencia.

VÍVIDO

…en íntima paz se escucha al orbe,


oh flor de silencio,
oh templo vivo,
oh espíritu;

… crean ecos un cántico inmortal,


acordes de ingente fuego y luz,
música;

… vibra la mente y arde el corazón,


- se aúnan, fulgen, hablan -
y sus sílabas arden cual cadencias épicas de instrumentos mortales.

ELAÍ

… nadie sino tu amor ardió en mi boca,


nadie en lumbre,
nadie, Elaí,
nadie;

… de mis pies, de mi cintura y brazos,


de mi corazón venías;
yo te nombré por tu nombre, te llamé entre trigales
y tú respondiste ¡ Ebor…!
… ahora nos conocen la noche y el mar, los ríos al amanecer,
y nos saludan las horas, las luces íntimas, los pámpanos al pasar;

… nadie, Elaí, dirimirá tu vida,


nadie, nadie, Elaí, este instante mágico y triunfal con que me das tu ser y la concreción al mundo,
nadie, nadie.

RECONSTRUCCIÓN

… al río tiré mi llanto, al río,


y también mi fe de agua, y los mares, y los viejos manantiales,
- toda el agua -
y así la prez o viejo honor,
el canto inmemorial,
mi norte y sur,
la piedra;
… iba, pues, con mi espíritu a solas instruyendo rocíos y almas/fuego, hombre,
porque quería instituir en este cuerpo de fiebre y vértigo
el sueño indestructible de los cielos nuevos con la muerte tensa y viva;
… tal cruzo y voy en mí:
franco el pecho, la sangre libre, y el verbo y las venas incendiadas.
CONCIENCIA

… en los silos de oro,


donde es la luz en flor y lumbre,
guárdenme,
y cuando oigan pasar y caer sobre mi nombre huracanes de hierro verde,
- ah guerreros del mundo, oh amigos -
defiéndanme;
defiéndanme sea yo lluvia, aire o eco
y pónganme donde siempre es perla una gota de rocío,
que no, que no vine para la muerte y no para la traición;
en el alto hogar, al sol y nieve,
hacia allí va mi voz
y allí estará;
… en el orden del ser los gritos se propagan, arden, queman;
en el orden total, el dios se expresa con hebra de silencio.

DE LA BELLEZA

… más hondo y más arriba tiene que haber excelsos cantos,


altísima orfebrería de espíritu,
lumbres puras,
excelencia,
oh don insigne y único;

[es imposible reducir el mundo a esta finitud de alma,


hacer que se pronuncie, viva y sea en este ajuar de hombre
en las lindes,
en los frontispicios del frío;
¡ ah, si la conciencia, si razón y corazón ardiesen !]

… porque yunques y tropeles de formas,


incineraciones de mente y sentimiento son
y sólo sombras hay;

… así, pues, todo lo que queda es ojo de ruindad,


quimera,
sal
y voz perdida;

… pero hierve y hierve la intuición y su verdad no cesa;


el eco de los dioses restalla entre la sangre.
LA CONFERENCIA

... el alto sitial está vacío;


abajo, a pie de obra y fuego,
hoy habla y arde el mundo;

… e igualdad y paz imparte la justicia,


y luces,
sueños,
destino;

… por la sala infinita tose el dios y su alegría tose,


ambos se detienen y disculpan pero ya es tarde:
la asistencia también tose, vive, esplende,
la asistencia es brasa pura;

… arañando el aire y rugiendo, fuera está la oscuridad;


por tanto, el instructor de dioses intuye la agresión, abre la puerta,
y, en trance de caer, asume el riesgo y el denso cenagal de los combates.

ALMAS

… aquí estáis mis almas queridas, en la cruz del cuerpo,


en la emoción en que anhelo y vibro,
en la memoria que todo aprehende, engendra y guarda;

… ah, yo sé que arrancáis de cuajo el don de mi cintura,


el de mi pecho y brazos,
que trocáis en lumbres vivas mis fuerzas y poderes:
mi valor y voluntad, el asidero último;

… en vosotras, pues, ardo, muero y resucito;


en vosotras, digo - oh redención de hombre -
se opera la mítica eclosión, la heredad del mundo;

… aquí estoy conscientemente ardiendo, conscientemente asido


a esta serie inmortal, al serio vuelo transido y dirimido por mis muertes.

LA ROSA ES LUMBRE

… en íntima estancia la rosa es lumbre,


la rosa quema;
nadie vio su cuerpo/río de perlas y poder,
de mar ardiente,
de óleo puro;

… mucho antes, en los lirios prende la ceguera su aflicción


y escarnece el jardín, hiende, turba su esbeltez
y al final lo encomia;

… el corazón construye esta locura entre su sangre


y le da aceite y luz, perfume,
y enhiesta ante la mente esta verdad, la mente la acoge y ama,
la absorbe, fija y hace templo, la adora, la hace suya,
y, anhelante, en ella está y de ella vive.

LOS ENCUENTROS

... veníamos cada cual con su tristeza,


con su honradez y usura,
con un silencio último,
con su destrozo;
¿ qué tal…? nos decíamos pregonando el don
que tiñe y decolora las clámides del alma o la agresión del tiempo;
… y entonces llovía en el erial, brotaba, emergía el ímpetu amigo,
llenaban las antorchas nuestros sueños y bocas
y la plaza de la edad se convertía en un ágora ingente de oberturas
y dioses;
y es que, tras el eco último,
cuesta ver el resplandor, su fuerza bajo la interinidad con que el espíritu lucha
frente a un cúmulo de miel o un piélago de rocas;
… aun así, todos intuíamos que la luz no gasta en juramentos, y nos íbamos
iluminados o ciegos como laúdes quebradas, intermitentes y sagazmente veraces,
día arriba y día abajo, una vez más, con el corazón dañado de los hombres.

SPLIN DE LA NOCHE

… y digo y digo que es ingente el dolor y el miedo a la eternidad;


he despertado por el stand de la noche y conocido
sus playas y parques, sus templos y calles, sus metros y sus supermercados cerrados;
… latiendo a fuego lento, la noche es un espectáculo espectral y gigantesco:
la conmemoración de la furia, la rebelión de los dioses, la hiel, el extrarradio,
la pulsión mortal e inmortal,
mi corazón;
… tener y doblegar un instante así es una acción sin límite,
la ley
y el ojo del jaguar en todas partes;
… mirar, sentir y oír la representación del mundo, coger y ser su espada,
- bendecirla -
consiste en despeñarse por la sombras y regresar sin furia
y acaso luminoso, pero triste;
la esperanza – vuelvo y digo – no es blando pedernal que nos aguarde;
tan alto es el honor, pues tal es, tal es la luz.

ESTANCIA DE AMOR

... amor mío, ah, no vengas nunca y déjame ir a buscarte,


que tengo que romper la ortodoxia de piedra y los andrajos del siglo;
no vengas, no vengas nunca, que en plena guerra está la oscuridad cruzando
con sus banderas de hierro el sur del corazón;
… arden los días, cae con dolor el rocío
y el humo todo enturbia;
conmigo están las fuerzas y el aliento, mis poderes de vida,
los diezmados hálitos de hombre y lumbre
con que vine a ser;
… osar infinitos, crear y resistir es lema y vínculo en combate,
homenaje al caído, Flor de Lis,
anhelo, salud y sed;
…. amor mío, déjame instar tu morada con lo mejor del fuego,
deja, pues, que cese el humo y dirima la guerra, déjame;
las cicatrices curan cuando fulgen las rosas.

HIJO ÍNTIMO

… hijo, aunque calles, tuyo es el calor del pecho, el libro de sangre


y el tenue aroma de los óleos divinos;
en ti se entiba el mar y se doblega, se estremece, vibra la eternidad
y en ella arden y fulgen las constelaciones;
en ti, oh amado,
tu madre y yo percibimos e inspiramos vida;

… cuando abriste los cielos e incendiaste la casa ¿ ah, recuerdas ?


cuando tu voz y luz se hicieron reverberación del principio del mundo
y emergieron las rosas, no te dimos entonces, ah joya de alma,
otra estancia que este humilde cendal de nuestro aliento;

…eres sol de amor en nuestros labios, hijo;


tus latidos de hombre son de fuego en la boca.
===

TÍTULO: “LA LEY Y LA ESPADA”

CAPÍTULO I

DE LA EDAD DEL CORAZÓN

¿ … es que podría descifrar una frase brillante la edad del corazón ?


¿ pero podrían la esbeltez acaso, la voz, la fuerza,
el poder… ?
… venía la sabiduría una tarde con sus lirios rotos y sus rosas ajadas;
los traía envueltos en pudor y apretados al pecho,
saludó en silencio y pasó dejando ese leve aroma a paz y a mirto,
que tanto embriaga y expande el alma;
… grandes son las abluciones de fuego con que el ser humano
emerge y muere, grandes, y asimismo las horas con que erigir la luz,
doblegar la soledad y ser y reconocerse el mundo;
por tanto, cuando conscientemente un hombre se da ¿ qué da de sí…?
no amargura, no aflicción, y él lo sabe;
… óleo divino es, pues, esta larga y honda edad,
sol de amanecer y atardecer,
límpido fluir, canto ingente y verbo puro;
… y sin embargo, toda, toda la alegría no cabría en una mínima respuesta.

NUESTRA HERENCIA

… y cuando el cielo te instruya,


ah, no regreses entonces para recobrar la casa, la lengua o ropas que usaste,
sino sólo ardor de hombre con que seguir corriendo entre el fuego ingente
de la eternidad;
… hijo, escucha: la tierra, el mundo, sólo son ficción de los sentidos,
cantos rodados de espíritu, aire y lluvia,
inasible ser;
los objetos que llegan y penetran por tus ojos caerán, desaparecerán en ti y en sí,
y por un instante, hijo, tal vez creas que solo y muerto, y definitivamente abandonado,
hayas de vagar y vagar por un universo sin alma ni ternura;
… la desesperación, pues, es pieza a combatir, hijo;
lucha, lucha y véncela,
gana la batalla;
nuestra oscuridad nos ata a este candil de piedra
con que una y otra vez nos sale al paso para pulirnos e ilustrarnos la razón;
… porque la Verdad, hijo, es otra cosa ¿ te has escuchado con estricto silencio en el pecho ?
y ante él, dime ¿ has prestado suprema atención, rigor y cuidado ?
hijo, antes de que parta, detente y óyeme: de estas duras cargas se nutre nuestra herencia.

ISLA DE AIRE

… me dirijo hacia este lado del mar, hacia este lado del fuego y su luz:
a la isla de sol,
- a la de aire -
y crujen los huesos, la piedra en que soy y mi agua inmortal;
la hoguera de mar todo lo arrasa y atrás van quedando el llanto,
un río, el temor a morir y el incienso,
y así la sal,
y el oro;
…manantiales divinos fluyen por doquier y fulgen, titilan, desaparecen,
pero el espíritu sabe que son amor instruyendo instantes íntimos
y exquisitos desde y para el mundo;
.. hacia este lado del mar, de su fuego y luz:
a la isla de sol,
a la isla de aire
voy.

DEL ATANOR DEL MUNDO

… esta quietud, esta exacción y depuración crítica del tiempo,


- el tiempo, cómo definir lo que no es ni vive ni cruza -
este pensar, sentir y ser la luz mirándose,
- este Yo de hombre, digo -
es y está esta noche aquí;
¿ … podría daros fe del atanor del mundo,
recoger bosones y fermiones, deponer palabras,
configurar una brizna de texto exacto y transmitiros el ser ?
¡ … ay, ay del Yo menor !
imaginaos marchando cual fuego y agua y rodando por vuestras manos
y huesos, por la sangre, por el ápice del corazón,
podréis ?
… a veces la eternidad huele a sol y a amor o a simple hierba fresca
y sube al dios y ante él está,
más aún: vive en él, es él y lo trastorna o esplende,
lo hechiza;
… en este instante, en esta unción divina, todo es posible en ti y en mí,
todo, absolutamente todo.

5º CANTO POR LA ALEGRÍA

… que llegue la alegría, que su luz irrumpa,


que estalle el verbo, el mar, las constelaciones/hombre,
y que el sabio corazón - cual música y rocío -
en la mitad física del pecho se instale y luzca;

… pero ¿ y cómo el orden y cómo la libertad, cómo el vuelo ?


¿ acaso no son íntimos el valor, la ecuanimidad y el cierzo vivo ?
pues ¿ no habrán de abatirse sobre la torre en resplandor el aire impuro,
noches y nidos de serpientes,
la opacidad del ser,
su herida ?

… oh inteligencia creadora, oh espíritu de vida, oh voluntad,


ejerced cual dioses y aplacad las ingentes lumbres negras,
el desbordamiento, la sed sin ley del corazón cansado;

… hallo luz pervertida y me devora;


busco el júbilo, pero debo asirlo e intruirlo con la espada.

HIMNO A LA DICHA

… ya emerge la dicha
y sobre Campos de Marte, marcha y canta el sol;

… evidentemente quedan golpes de espada, derramamientos,


errantes letanías evocando dolor, aromas íntimos con que amor ejerce en soledad;
se oye herir, toser, nombrar y morir;
con las manos abiertas los ángeles tocan los cuerpos del alma
y los besan, los bendicen, y por la Senda del Rey
los ciñen y acompañan;

… ya, ya vuelve la dicha, pues libró sus torneos e instruyó sus victorias;
ya, ya es lanza de honor protegiendo los atrios ígneos del espíritu
y nadie discute la equidad de sus méritos;
… y de nuevo, sobre Campos de Marte/Tierra, por ellos, canta y marcha el sol.

CONTEMPLÁNDONOS

… herido el cuerpo o abatido, pasábamos mirando estrellas y dioses


hacia dentro y hacia arriba;
en erupción el mundo, en diluvios y temblores, en vendavales de fuego y agua,
con fervor gestábamos el alma sin otra providencia o promisión de cielo;

…¡ pero ay de mí, porque quién y quiénes seríamos entonces !

… bajar y bajar,
ahondarse y ahondarse,
morir y morir…
no, nunca fue el terror más grande ni nunca tan difícil
en el Camino del Rey;
cuando Salomón llega a Jesús, ya había sido en Enoc y también en Noé,
y en Abraham, y nosotros éramos, y el espíritu era;

… y mirar al orbe hoy, hoy mismo, 2010, y vertebrar la fe y la luz e instaurar la razón,
- y así serlas, vivirlas y practicarlas, y también vencerlas -
¿ a qué condición he de acudir, a qué amor o intimidad
para integrar mi ser, los dioses, los astros y la vida ingente en la que soy ?

… mis compañeros y yo estamos aquí, heridos, muy heridos y en medio de una crisis
de causas gigantescas e inmensas proporciones;
por tanto, y aunque nos cueste y hiera, digo:
mirar de nuevo hacia dentro, hacia adelante y hacia arriba,
¿ nos valdrá de algo ahora y aún, aún podrá salvarnos ?

CANTIGA DEL XXI

… álgido es el don que incendia el ser y en sus fuegos bebe,


íntima la luz que ilumina la noche,
y épico silencio aquél en que es fulgor la oscuridad,
pues arden zarzas y bajan manás del cielo,
las arboledas del pecho son azahar, lumbre y sangre,
y el dios emerge, irrumpe en llamas,
él es y vive aquí;

¿ … estás en mí, hombre mío, oyes, me escuchas ?


hoy ha venido el constructor de sonidos con su laúd ardiente
y ha incendiado nuestros órdenes de vida;

… y ahora, qué hacer,


cómo urgir diapasones que engarcen con plenitud tan alta
su fuego enardecido ?
observa, observa, pues, y toca el mar: crece y crece, su resplandor no se detiene.

TÚ, SANGRE MÍA

… cualquiera que sea la hora, el lugar o fecha, celebración o año,


tú, sangre mía, enférmame, golpéame, alértame y llámame,
que tengo que imprimar de amor el Árbol de la Vida;

… de Este a Oeste - del verdor a la luz -


hemos venido en busca del viento que aleje oscuridad
y arranque un don,
el que brizna a brizna nos hienda y libere
del odio, del tedio y el horror;

… hay un crepúsculo que todo inicia y florece todo


y a él venimos, a su ingente angostura y chirriar de sus puertas,
y más allá, a sus íntimos ámbitos de rosas;

… sangre mía, arde y vuela, que te quiero como memoria limpia


y también cual bálsamo y calor, cual vida, hogar y templo,
cual camino;
que el eco de verdad en ti nos cruce y curta humildes;
pues que así el dolor, así el carácter.

CLAVE DE HOMBRE

… y cuando me oí de mar y aire,


tronó el fulgor del deseo cual dios atávico
y su ley,
la hoz del corazón rugió,
y así mi Esfinge y mi Torre de Babel, los paramentos del pecho,
su creación – su desorden –
la horda en sangre con que fui;

… pero, ah las orillas pulidas,


ah la conquista o piedad de los héroes,
- la ternura -
ah nuestra espada de amor,
ah nuestra y nuestra, nuestra intensa luz;

… tras la infinita tierra está esta claridad,


no la que enciende las manos y las quema,
no la idea, y no, no, tampoco el don que en la razón reside.

15 VERSOS AL PAN

… en la humilde faz del pan,


late la vida;
observándolo, uno intuye la dación de otros astros,
las fracciones de tiempo,
los trabajos del alma instituyendo inciensos, amapolas y rosas
junto el brillo del trigo;
… reposa con esa hondura magna con que callan los héroes,
bajo ese aditamento del fulgir eterno ante el altar sublime
de los hombres/dioses;
… siglo XXI: crece su esplendor y se estremece la mesa, la casa;
voy a él
y el aire y mi mano se detienen,
pero, acercándome, lo tomo al fin
y entonces vibra, vive;
… y no, ya ningún otro estamento con que gloriar y redimir el día.

IRRUPCIÓN DEL AMOR

… voraz, veloz e inaprehensible viene y surge en luz y guerra


un pálpito de amor;
y así, ingente, sin aviso abre puertas, remueve, incendia y derriba entablamentos,
enloquece sangres y marcha cual dios que hubiese de crear un universo
sin divinas ciencias, sin faz ni magnitud;
¡ y ay, ay de mí las veces que lo oí…!
… y el pecho es ante él cebolla blanca, miel o cera, ámbar, pétalo,
y los ojos azafrán,
y el mar absolutamente sólo flanco abrasador sin piedad
ni ley;
por tanto, cuando de pronto se ausenta y queda el corazón entre sierpes y sombras,
harapos y cuchillos, y pregunta o maldice el porqué de las horas y las noches de plomo,
ah, entonces, vaciado el cuerpo, comido o dañado,
todo en él se torna voraz, veloz e incomprensible y es lóbrega guarida
de sierpes y de harapos, pedradas y cuchillos;
y ay de mí, las veces que hube de morir de frío por edades, eones y épocas,
ay, ay de mí;
... y miradme hoy,
mis iris son aún de mármol y canela.

CAER Y VOLVER

… y entraré en la ciudad;
vivo en un clamor de pájaros, de piedras y de fuegos,
de alma;
instruir un pie de libertad, una amapola de luz, un no o un sí,
¿ cómo, cómo se hace…?
¿ y mi hebra de valor, la habré perdido ?

… oh fatiga de hombre, instante desprovisto de séquito de honor y lumbres,


acompáñame ahora, ponme o dame tu elixir y restauremos el himno y marcha
con que irrumpen las lanzas puras de los héroes;

[… conquistaré mi ciudad/razón,
mi ciudad de mar y mi ciudad de aire,
y la de hueso y piel
y de ellas saldré]

… las fuerzas de vivir se extinguen;


cesan al fin los fuegos, las piedras y los pájaros;
el alma es esta tregua silente del espíritu.

SOBRE EL FILO DEL CUCHILLO

¿ … y es que nadie anhelará conscientemente apurar el dolor que yace en sí,


con que extraer y vertebrar su libertad ?
porque pensadlo bien y decidme: ¿ qué honor reviste sucumbir al placer,
qué mérito ?
habitaos antes y respondedme ¿ qué luz ?
¿ recordáis cuando él mismo exigió pervertir la alegría,
cuando abrió los diques y el mar embravecido nos quebró la luz del alma
y cundieron el terror, la oscuridad, la furia y el festín
de la muerte ?
¿ y la pequeña voz del corazón, nuestro insigne faro entonces,
- la que alerta de riesgos y desastres y fue acallada, arrumbada y oprimida -
la recordáis ?
… cual el cielo, ciertamente honda y dura es la verdad, sí, y de arduo acceso,
pero fiel y luminosa, serena y sostenedora, acompañante siempre,
y llama pura,
y viva;
… no, nadie anhela el daño y su tormento, pero ha llegado la hora
de la responsabilidad consciente y del valor: libres retos sobre el filo exacto del cuchillo.

DEL ARTE Y SU OBRA

… bajo gubias de alma se enarbola el océano y aúlla:


ruge la pasión, brama el deseo;
el espíritu sabe que el disturbio en que habita está herido,
y que así el pensamiento/forma, y que las ansias,
y que también las piedras/sal del corazón,
y que también la ley;

¡ … quién construirá su rubí o su diamante


y quién el oro,
quién, quién la libertad !

[… si tiembla y duele la razón con furia segmentada y seca


y fustigan por dentro la hojarasca, los hábitos o cardos,
las presunciones se abaten cual histéricos reyes desterrados sin gloria ni recuerdo
de sus reinos de hombre]

… lo veraz crea instantes íntimos de fuego, paroxismos,


intersticios por donde irrumpe y da este honor procaz al ser:
su rigor mortal, la palabra en llamas;

… huya, pues, la voz de su voz, la sangre de su sangre y tómense los cálices o espejos
y asúmanse, definitivamente vívanse;

… la verdad no admite imperfecciones.

PIONEROS

... si fe y razón inextricablemente unidas:


así el afán de luz,
así el himen del silencio y las edades;

… como mariposas yendo entre fugacidad y furia,


construyéndose, los pioneros pasaron heridos y malditos, osados y nómadas,
- persistentes -
cual dioses que instruyeran un reino y de él fuesen muriendo para ornar
con sus vidas la esbeltez insigne del espíritu;
… y cuando vuelven e iluminan la noche
y la noche es viva,
a don y a amor huele el aire,
a sellos rotos la estancia,
a renovación y libertad, a infinitud y a sueño invicto;

… ah no, no aceptéis la tristeza, no, no perdáis la esperanza.

CAPÍTULO II

SABERSE

… cual arde el cuerpo pero no el espíritu,


así la llama pero no su fuego;
grande es la obstrucción, el sueño, la inconsciencia,
este instar del ser la identidad y confundir sus claves
y series de poder;
… vibra, pues, la luz carnal del mundo
y quiebran las constelaciones, los mares, la cohesión, el orden,
hasta que súbitamente es el silencio, el ritmo infinito,
- el único, el purísimo y solo -
el Yo;
… y volver es un tiemblo mortal,
la Estigia del Edén o esclavitud,
la oscuridad y hedor del sufrimiento;
… pero aun así, cómo, cómo ignorar que existió y aún persiste la alegría.

DEL AMOR

… el amor todo lo calma, todo lo cura:


el miedo, el odio, la codicia, el hambre,
la llaga de dolor,
la enfermedad,
la duda;

… su luz transforma, asea, cauteriza,


y a su paso puede oírse la voz de Dios y su poder,
sus fuerzas buscando, levantando y abriendo manantiales,
fuentes vivas e íntimos resortes, el sustento, los amparos del mundo;

… y ello lo intuye y sabe el corazón, lo vive;


ah, cuando el sol cimiente en la sangre sus lumbres,
qué transformación no habrá, qué vuelo o valor no emergerán
para obtener y erguir la espada de los héroes;

… en la atardecida, bajo el volcán del tigre/amor, todo cruje y chirría;


ah, pero el trabajo del tigre es poderoso y excelso, sublime es su trabajo;
el tigre sufre, el tigre está incendiándose, arde el tigre al fin y el tigre abrasa el mundo.

ESTA NOCHE

[… porque, en cualquier ser, un determinado momento,


puede semejar los ritos de la muerte]

… mientras ruge la lluvia y azota y silba el viento sobre el zarzal del pecho y el don de la razón,
- y sobre la vida, y sobre la libertad -
dos víboras letales, cual síntesis del mundo, reptando sobre mis ojos, es la noche;

… puedo intuir y sentir la inquietud proyectar su furia contra tilos, contra álamos y sauces,
golpear televisiones y radios, móviles, whatsapps, ordenadores,
o arrojando un cúmulo de estrellas a la voracidad ingente de este agujero negro y turbio,
en que en este instante es y yace la esencia de mi ser;

… junto a ella, chirrían execrables las músicas cuánticas, gime, se tensa la superfuerza del dios mayor, su ley y
argollas, sus linos,
mientras yo, y aquí, estremecido y atado al corazón en espectral silencio, escucho pasar sus carros de hierro
sobre este yo indolente y mío, parásito y mortal, sin canto ni virtud;

¡… quién encenderá de nuevo los fuegos del jardín, las rosas,


y quién, quién cederá, de su dolor o usura, una parte de lucha y de piedad para resistir el daño
y, aun así, poder luchar, luchar y luchar hasta lograr vencer !
… esta noche, desmedida y aterradora, toda, cabe en mí.

CANCIÓN DE LUCHA

“…no, no importa llorar,


no importa sufrir y no, no importa caer,
lo que de verdad importa es volverse a levantar”;
… pues, si obrase la alegría en el vientre de las piedras,
y asimismo en los montes la piedad y el rocío,
- y también allí, y sólo allí, el amor con su fuerza, efigie y luz –
entonces, soportar la desesperación ¿ quién podría, cómo…?

… porque en las horas densas, escuchándolo y observándolo,


uno sabe y siente que se mueve el corazón, que vive y brilla,
y que al ritmo de su lucha los despojos ficticios de la muerte huyen;

“… no, no importa llorar,


no importa sufrir y no, no importa caer,
lo que de verdad importa es volverse a levantar”.

ÉPICA DEL SER

… no, no, ya no,


una vez cruzado un puente/instante de vida o muerte,
ah, ya no volveremos a ser quienes fuimos;
sobre un átomo del Yo gravita el universo y su poder,
[vuelan astros, púlsares, reverberaciones]
pero el espíritu instruye en él y en ellos sus leyes y verdad;
… por la estigia del tiempo, jugando a esclavos van los niños/dioses
con sus hachas y hoces de guerra,
pero también, ay - y en alto - con su flor de amor,
su esencia/luz;
… golpe a golpe y sueño a sueño irán cayendo torres, molicies,
infectos usos de espada y asimismo repúblicas, cetros, tronos,
incluso el puro y casto templo vivo, caerá;
… y he aquí, he aquí la solución final: “ser camino, ser verdad, ser vida”.

DE LA FE Y SUS CONJUROS

… íntima es la fe, sus ojos y piel,


su edad y corazón;
sale del pecho y se aloja en manos y trigos
e incendia un argumento esculpiendo las estancias gloriosas y míticas del genio;
y qué hondo y alto su destello, su don cantando por la sangre
con infinita fuerza [pues tal es, tal es su belleza]
… no, nunca la razón ha caminado cual vestal y a solas,
no, nunca las fuerzas del alma,
y no, jamás su mentor o preceptor divino:
la voluntad;
… la fe es, pues, lluvia viva
y tigre en su cubil,
revelación,
dedo del mundo señalándole al hombre los vados
de la luz y de su luz,
y relámpago de amor, paz, sabiduría ardiendo.

VORÁGINE

… entre enjambres titánicos de luz se resquebrajan los cielos;


cual concierto infinito rugen, ruedan y emergen galaxias, se obstruyen constelaciones,
- se funden, estallan, se incendian -
y del Este del mundo arranca y marcha un alba ingente con que va instruyéndose
y es la eternidad;
… y no, esculpir el verbo aquí no es fácil;
han sido trastocados y removidos conceptos, dioses, números, geometrías,
la dicción es silencio y música, son lumbre las palabras,
y fuerza, y técnica,
y poder;
la inmensidad no existe, yo soy la inmensidad y el dios,
y cosmos y caos,
dilución presente y devenir de las cosas;
cual flor en tránsito divino soy - y sois -
ónice de amor que todo abarca y todo quema;
… del vuelo terrenal retengo testimonio.

MORFOLOGÍA Y CAMINO

…fortaleza, sabiduría y belleza;


he aquí la oda en cónclave, el cántico divino,
la celebración del hombre;
o he aquí la música con su decreto inmortal e inefable:
ritmo, armonía y melodía intentando interpretar
la voz, la luz del corazón;
o he aquí también por fin a Heráclito y el río que nos lleva,
la fuente/manantial que siempre fue, que no será y nunca morirá;
… en las noches hondas, expectantes y terribles,
- en las rudas tempestades que arrancan un instante/flor al mundo,
en el fondo de la charca o en el vértice del súmmun -
ah, en ellos, leve y sinovial, cual pífano de lumbre gravitando,
aparece la intuición con su aspecto/sacramento de onda/fuego;
… cesa entonces el fluir y ser del río y asimismo cesa la duda o la escisión
y Heráclito se calma;
[la unidad ya es él,
la angustia desaparece]

DEL CELO DIVINO DE LOS NÚMEROS

…ve, ve y dile al dosel de ígneas nieblas;


ve y habla al dolor, al gemir y a la espada;
sal e invoca los carros de guerra, el calor de la sangre roja
y aun a aquéllas, las primeras flores;
ser mío, hierve, hierve por el pecho y que la alegría te reconozca y viva;
… mira y observa: tanta exactitud y memoria, tanto fragor en sólo una fuerza,
en un gen de espíritu
y eras tú;
sí, tú eres aquél;
… pero ya ha llegado la hora consciente de los héroes,
una hora más corta, honda y alta, la de valor del agua, la de luz y aire,
la del esplendor del fuego;
… preparémonos, pues, para la llama pura y la ciencia exacta,
- inteligencia y amor -
dispongámonos para el celo divino de los números que vendrán y éstos mismos,
los recientes, los que ya están aquí.

Y OBSERVAR NO ES FÁCIL

… y, en la más alta estancia,


el más hondo y lóbrego pozo:
es el dios interceptado, su prueba y caída, y, si así es su luz, así su sombra;
…pero el dios, la casa, la calle y el mundo se amparan mutuamente a diario,
giran, se rehacen, se agreden;
en la guerra infinita y total son lirios las rosas y las rosas lirios,
y aún después lo serán;
en la perpetua guerra la paz no llega nunca;
…. instando al tiempo aparece la vida cual avefría huidiza y nueva;
y quién tuviera espada de valor con que abrir y desbrozar la edad de hombre,
pues ahíta está de cardos,
de malezas y ruinas,
de humo y tiempos yermos,
de espectral ceniza;
… y no, observar no es fácil;
uno corre el riesgo de quedarse más ciego de repente.

JUNTO A LA TIERRA

… brilla, tintinea el laurel


y los toros cornean la infinitud del aire, la infinitud;
y aquí, junto a la tierra, sólo aliento quedo hay,
noche íntima;
e igualmente junto al atanor de fuegos y piedras,
y también de rosas,
y de rumor de agua;
… toca, toca la tierra viva - me digo - y arda la fe sobre el conocimiento;
[ se incendie y apague un hombre]
aproxímate al dolor y celebra con él, anda, ve y quémate ahora que la muerte
ríe y zumba aún;
… lleno está de cárceles el pecho y el corazón no puede de golpe desatarlas,
no, no puede;
… y al fin, por los despeñaderos, y temblando, la noche cae y muere;
recibir la claridad es hecho irremediable.

TEST DE CONCIENCIA

… esta intención o propósito, este fuego que en la sangre observa, siente y habla,
que medita y es más fuerte que todas las leyes penales y civiles de la tierra,
este fuego, insisto, qué lo produjo o quién nos lo trajo,
qué o quién es…
como ciudadela herida quema mi carne y en sus llamas crepitan mis enseres,
se disuelven mis cánones, chascan mis vestidos
y el honor de mi lengua cruje
y cae;
y siempre, siempre opté por desoír su voz que aún replica en mil ávidos instantes
por el dintel del pecho, y allá, lejos, tras la edad del corazón;
… hoy ocupa todas mis salas y bastiones, coge mi furia y va tiñendo de paciencia y calma
aquellos rudos precipicios con que ejercí y acrecenté las llagas
del desdén;
hoy, y en los peores momentos, ya sólo es en silencio y también en nimia, casta y leve brevedad;
… de este poder, de este tambor purificador de hombres digo,
de este fuego abrasador, de esta unción, de esta lumbre.
PUERTAS DE LUZ

… si en la raíz del pensamiento se escinde y nace el mundo,


- materia, mal, oscuridad -
del otro lado hay puertas tan angostas que no admiten sino luz;
y el despertar es toda una eclosión, un mirar tras aquel sino de piedra,
una contemplación transida de tristezas como instrumento informe y salvador;
… hemos roto, pues, ciclos, épocas, extraído alma del ser y los metales,
visto y oído a los dioses, y hemos soportado la guerra y la ceguera con este afán
de abrir la ingente y sutil opacidad del agua/fuego;
… por tanto, oh cielo redentor que abates nuestra furia,
agua viva en que el espíritu abreva y brilla,
oh puertas de equidad, sirgas divinas, minotauros terrestres progresivamente heridos
con que lograr al fin seguir y combatir, y también morir;
… a este grial o canto vengo, a esta flor de amor que asuela el corazón
y es gesta y luz entre los labios.

EL PECHO QUEMA

… en este mismo instante rompe y está brotando la flor del mundo,


pues que el amor, su fuerza y vida emergen,
unen espíritu y ley, gobiernan,
y mi corazón los oye ser,
absorto,
como colibrí vibrando sobre el filo divino de la noche;
... cual flecha celestial,
alta y honda va la arboladura de la luz,
el alma;
… por íntimas instancias del silencio va esta voz,
- oh sangre sideral, oh aire mío -
y cualquier aditamento es soledad, prístino elixir o lumbre,
fuego puro;
… narrar esta fisura significa frenesí en agraz y voraz combate;
tensa y ciega el resplandor, se yergue, el pecho quema.

ESTAR AQUÍ

¿ … que no podrá sin lámpara la luz manifestarse ?


pues así mi espíritu y sus sedes: sus cuerpos, sus moradas;
… yo soy ese espíritu y yo construí mis manos y mi cuerpo de deseos,
y también mi mente, mi razón;
[ahora ejerzo frente a sangre y sentimientos, por entre olvidos y memorias voy]
… por tanto, aquí, aquí estoy cautivo tras mis cinco losas o sentidos,
observando el mundo con esta imperfección del dios enloquecido por cánticos y credos,
dolores y miserias;
tal soy en este instante con que me es la eternidad,
esta alcancía de hombre,
esta observancia,
este rumor
del ser;
… cuando llegue el otoño, libres, dejaré mis hojas
y regresaré al hogar, al Gran Silencio,
y volveré para instar la belleza de los cielos carmesíes,
los del sur,
los de noches verdes,
los de amaneceres y atardeceres nítidos entre el calor y fragor total del púrpura.

AMIGOS, LLEGAD

… llegad, llegad y embebedme con cantos de alma,


que tengo que cruzar la herida de mi cuerpo,
llevadme, pues, alentadme;
… heridme de luz,
troceadme el dolor, las horas y las aguas duras, los estigmas del ser,
rodead mis hombros y cintura y festejad con don de amor,
[¡ ah, el don de amor !]
el que enciende y abre, el que toca y vive en lumbre,
en vida, en sacramento;
… haced, haced y traed la paz y que en su ara arda pura,
porque quién detendrá el resplandor, y quién, quién su divina, su íntima unidad.

MI PROPIO HYDE
… cuando un golpe de pasión y horror me invade el corazón de hoy
y lo lanza hacia un cúmulo de mal,
¿ podré eludir, acaso, al Mister Hyde que albergo íntimamente,
aquel cascarón de astral que construí con dientes, con odio y furia,
y que, cual estigma o cuerpo de pecado, abandoné flotando y esperando mi regreso
tras la muerte ?
… ay desgraciado de mí, templo acometido e incomprensible ser,
pues llevo por la sangre además de fuego, nieve, líquenes y témpanos helados,
cierzo infame,
frío sólo;
… oh ser, hombre mío, una vez más entra en ti, descúbrete y conócete;
todo, todo tiene causa y precio bajo el sol, todo;
y también su ley, su tiempo y su verdad,
y también, ay, su justicia,
y ésta, ésta es,
y así, y, también, este humilde y desolado canto.

CAPÍTULO III

TRABAJOS ETERNOS

… quién en mí detenta y liba el cuerpo, quién el sentimiento, quién la razón,


y quién, quién con tales néctares construye alma, y luz, y libertad;
oh alimento espiritual, vestido de poder de purísimo lino,
oh divisa del Amado,
por aquí, por aquí están cruzando carros de vida y muerte,
por el pecho, por el corazón que doy;
pero es tanta vida, tanta muerte y tanto honor vivir…
… se acerca la piedad y humildemente recoge huesos, pasiones y ajada memoria,
la cruel y triste calamidad que fue;
… por el rictus del espíritu se enciende y canta el dios de la alegría.

CREADORES

… tal es la ley: marchar diluyéndose y creando;


porque no, no es la realidad la que asoma e invade nuestro ser
o intima el corazón cual cardo o rosa, ah, no,
pues que si tal somos, tal creamos;
… conformarla, por tanto, reflejarla, es cántico infinito,
esperanza, urdimbre del dios, agua de vida ardiendo entre lechos de luz
y eternidad;
… sus vestigios caen a nuestros ojos cual fuego oscuro y vivo
rodando, emergiendo del pecho, asiendo esta sombra y hendiendo en ella la clave
de poder que instruye el universo;
… a las pequeñas manos con que escucha, y el creador se crea,
el silencio acude, vibra y se estremece;
la sabiduría, entonces, es voz divina que en todo vive y en todo aclama.

CURAR MIS MARES

… cómo curaré mis mares, las íntimas llagas del océano;


cómo tomar gota a gota sus quemantes, sus radiantes y cromáticos fuegos
e instruir en ellos un genio de luz pura,
si sus aguas rugen, rompen y enloquecen contra las piedras
del corazón;
… es bien duro ser consciente de la pasión y usura de la sangre
y no poder pararlas, ungirlas, resucitarlas,
y sin más dejarlas ir;
ay de mí, adónde acudiré si cada fuente y manantial de mar inflama y endurece,
rompe y quema, qué conjuro de hombre me valdrá sino este afán de verme roto,
espíritu a trozos o diezmado dios,
caído…;
…ah, la libertad del fuego no radica en darse únicamente en llama, abrasando y derritiendo por doquier,
sino en quemar o no quemar, incluso en recluirse, inmolarse y no encenderse;
tal es la ley de amor, su fuego y voz, su cántico inmortal;
…sí, hay días y noches crueles e irredentos, chacales tenebrosos,
pero sólo, sólo yo soy el candil e instructor de mis instantes, sólo, sólo.

VIEJOS

¡ … tanto y tanto pueden ser heridos, maltratados y torturados los viejos,


tanto y tanto !
un viejo es animal cansado que escruta entre terrores cada paso, cada ruido y voz,
cada estrépito del mundo;
[¿ habéis visto sus ojos…?]
… porque un viejo puede ser humillado, impunemente reprimido, empujado y golpeado sin piedad,
derribado y escupido incluso;
prácticamente puede asimismo ser preso, o recluido, cerrársele las puertas
y serle administrada la comida atrasada
de los perros;
… a menudo, un viejo es sólo un bol de huesos, un muladar o pestilencia, un tedio a combatir,
70, 80 o 100 años sin voz ni luz, sin nombre ni canción,
un óbice final, un olvido;
¡ … tanto y tanto, digo, pueden ser heridos, maltratados y torturados los viejos,
tanto y tanto !
… frente a un viejo, se instruyen y derrotan los valientes.

MISTERIOS Y REVELACIONES

… en las horas profundas de la noche deslumbra y habla el sol,


construye;
todas las partículas/onda del mundo vibran y conversan, parten o retornan,
y en sus seres amantes surgen otras luces, otras labores,
otros soles y otras noches radiantes y divinas;
…ah, pero para quien escuche y mire,
el universo es íntimo estallido de conciencia y fuerzas, voces y materia
con mínimos descansos y enriquecedoras muertes;
… y no tiene fin, y así en hondura y altura,
en su marcha y devenir, en su cadencia y canto,
y su corazón está en tu corazón y así en los siglos y eones que serán,
en su instante/dios y en la luz que viene;
… hoy, y en esta hora,
la palabra es consumida por el don de ser y estar en todas partes,
y la expansión y aspiración no cesan;
más allá, el misterio es Él,
a Quien fe y razón humanas aún no pueden comprender ni concretar:
de El Ilimitado digo, de Él, de Él, del Innombrable, de El Absoluto.

DE CÓMO AMOR IBA

… e iba Amor con su balde de nácar recogiendo congojas,


fracasos, terror y desdichas;
se sentaba al lado del dolor y le hablaba, le acariciaba la frente
y le cogía las manos al irse;
tal era su trabajo por casas y calles, escuelas y parques,
e igualmente recorría aviones, metros, autobuses, ascensores…
… y su jornada no tenía fin;
y cuando rodilla en tierra inspiraba o apretaba la barbilla al pecho,
adquiría un inusitado fulgor;
… la última vez que lo vi fue al claroscuro de ayer:
cogiéndome de la mano, me ayudó a subir las últimas rampas de la madrugada.

PROFECÍA

…lucharán, lucharán y construirán la democracia en sus tierras,


derribarán sus viejas casas, sus viejas lenguas, sus viejas religiones,
y con fe y razón emergerán al aire,
- a la libertad -
al amor, a luz del mundo;
… y cuando perciban del sol su esencia pura y viva,
ah, entonces, deponiéndolas, unirán sus leyes y naciones, sus repúblicas,
y el grial del ser les arderá en el corazón;
[… el tiempo es médula invicta de infinitas claves de oropel
con sus diez mil caídas, diez mil silencios y diez mil resurrecciones,
pero si grande es el trabajo, el destino ha de ser grande si dúctiles son la luz,
la flor y el reino]
… y aun instruyéndose, por edades la verdad planeará sobre las aguas,
- las limpiará, las confortará -
pero, al fin, el fuego abrasador inscribirá su nombre.

ACANTO

… del zarzal del cuerpo a la patria del alma,


oh mis Ulises, mis Penélopes, mis pretendientes en Ítacas,
pródigos/cuidadores de cerdos, constructores/destructores de templos,
de imperios, de traiciones y muertes, de Academias;
ah mis cinturas, mis manos y pies bajo el sol ardiente y temblando,
ah resurrección y honor,
ah compañeros;
… por este 2010 cruza la eternidad con su lanza en ristre
buscando a quien matar y a quien salvar;
sus pasos crujen con esa identidad desconocida y sorprendente
que arranca costras de los ojos y de la sangre hábitos inhóspitos
e impensables músicas;
… llueve la verdad, permea o huye, vibra,
y el constructor de sonidos una vez más inquirirá si instruye y ata al corazón
nuestros ecos órficos de hombre;
… ah XXI, XXI, todas las transformaciones no cabrán en un broche de plomo,
en un águila ingente, y no, tampoco en un instante o día;
pues el Camino del Rey será izado al aire con sus piedrecillas rojas y sus piedrecillas blancas.
EVELINA NÚÑEZ

… conscientemente, con cada pensamiento y emoción, esta mujer construía el mundo;


tras crearlo con rosas y lirios, cuales frutos divinos, guardaba la palabra de oro
en la garganta, allí la escondía, en su templo;
de ahí su casa interior, la ardua cosmogonía con que implantó
su primera libertad, su ley;
… Evelina Núñez tosía, barría y enceraba escaleras,
y, cuando miraba hacia dentro, sabía cuando ardía un rayo de sol
sobre una mota de polvo o el mar;
su primer nacimiento databa de los tiempos en que advino el rocío,
por eso conocía el fuego vivo, el agua viva y demás enseres
con que hierve el espíritu;
… Evelina Núñez recordaba sus nombres, sus rostros y fechas de sus muertes,
pero también sabía de una deuda de amor que en una y otra vida
le arreciaba y abrasaba el alma;
de ahí su austeridad frente al dolor, o la humilde luz que usaba
cuando entraba en su ser, y, en excelsa paz, su ser encendía.

PARA MARÍA LUISA CARMEN


[mi esposa]

… amor, por hondos corredores en que es deidad la luz,


te deposito;
[es una labor de manantial, de íntima esbeltez, de residencia]
… ¿ sabes ? a este instante vine, pues en él fulgías,
en él atesoraba el tiempo los sagrados cálices del cielo y de la tierra,
su pulso y júbilo, y este humilde e inherente poder
con que te guardo y amo;
[… un honor ha sido,
un privilegio,
una estancia hermosa vivir]
… y mientras discurrimos aún, un canto, un acorde hay que trasciende el aire,
la casa, el ser y el corazón;
todo aquí, junto a ti, vivo está, todo alienta,
late y es;
… amante, amante, en su haz de instantes/lumbre,
- limpio y encendido -
sobre la mesa verde,
dejo el mar.
LECTURA DEL MUNDO

¿ ... un trabajo al que nadie puede faltar y del que nadie ha de ser excluido ?
es la escuela/taller, la escuela/mundo,
y máquinas, faxes y móviles, surcos y horas son sus clases y libros,
su luz y sus pupitres;
y así nuestro amor y desamor, y el odio, el egoísmo, la venganza,
columnas vertebrales en esta casa/templo de ingente y magna exactitud;
… cuando uno llega y acepta su grado/escuela, busca su aula por pasillos y puertas,
entra, toma posesión y en su íntimo temblor se reconoce,
lucha y crece;
pero, ay, a veces, bajo piélagos de mugres, de cierzos y diluvios en que habita y vibra el ser,
la escuela se convierte en asfixiante y duro secarral o en mar o río inhóspito,
y en su libre albedrío abandona, maldice y quiebra el ara de instrucción y expiación;
… en el átomo/simiente, o Libro de la Vida, va inserta la verdad: ya el esfuerzo y triunfo,
ya el fracaso o deuda a resolver;
si exigentes y justos son maestros y tutores, infinitas son las causas y lecciones a impartir:
a todos y a cada uno en cada instante lo preciso y justo, aquello que corresponde a cada cual.

TROMBA DIVINA

…en alta alquimia se dirime la luz;


cuando se aquieta la mente y el silencio en lid subyuga y vence,
por atrios de vida surge y clama la voz del corazón;
… baja el fuego como raudal de oro,
fulge el ser, se incendia,
y el espíritu se expresa en El que Es;
esta tromba divina, esta lengua de amor que prende y sana,
- resucita y limpia -
¿ la conocéis ? ¿ en ella estáis, perdura ?
… todo hombre/mujer es lugar/ayuntamiento, magnificencia del mundo,
la deidad en llamas;
… cuando la mente retorna a su fragor, se inician las palabras.

AFINIDAD Y CREACIÓN

… de la ciencia del castor a los prodigios otoñales del vuelo de los pájaros,
o el celo universal de los amantes de la música,
o la luz de los trigales,
o esa luz, esa luz, esa luz;
… cruza la afinidad el corazón del ruiseñor
y el de la tierra,
y cruza, vela y sella el concepto intelectual de cada gota de agua;
…pero ay, quién o qué protegerá la razón de instituir
un nuevo resplandor sin planos y sin líneas, sin puntos
ni fatiga;
el hecho original es nuestra espada y sino,
genio abrasador engendrando un cosmos de poder,
virtud y libertad;
… la lucha estructural es nuestra vida.

2010: ASÍ ESTÁN LAS COSAS

¡ …lo que queda por hacer !


la boca del jaguar es noche atroz aún en el Libro de la Vida hiriendo,
matando, escarneciendo allí donde cuesta ver y respirar;
en ella están la codicia, la desesperación, el llanto/horror
y su marjal de ira,
la luz ajada,
y con los postigos echados, las desgarradoras hoces del corazón, su furia;
¿ … y ha tenido que advenir al dios tanto desastre para poder crear ?
oh alma mía, de quién era y es necesidad que en tan extraño atavismo
concentramos gusto y duelo por la muerte ?
¿ es que era tanta la ley, el desliz tanto y tan sutil la espada ?
¿ y de esta crisis obtendremos el valor, el hombre/luz,
la reverencia ?
… que este conocimiento nos procure y lleve a rosas y lirios que ya fueron,
a la luz real, al fulgor del aire.

SIGLO XXI, año 10

… por calles épicas de hombre,


por sedes de razón
y santuarios/ley,
venimos;
y de pronto, ciegos y ante nosotros, la inmensidad,
luz menor o puerta acristalada,
desván de oro;
… y no, tocar el corazón del dios no tiene instantes,
es la vida;
porque qué lente o brazo de virtud aprehenderá en su genio
lo que es su ser: la ciencia del espíritu;
… todo el cielo de esplendor es una brizna oral de nuestra sangre,
- el Yo -
un cisne y su verdad cantando en el purísimo estanque de brutal y abisal silencio;
… y sin embargo, una vez más el león y el órix, la muerte, la soledad que queda aquí,
aún, aún.

DEL PASO DE NOVIEMBRE

… arde el ser y este noviembre quema,


entra al pecho, crea el mundo y redescubre las cosas:
el honor, la fe, el conocimiento,
su paz o don del dios:
vivir;
….esta eclosión o revelación, este adentramiento o acción de poder, qué es,
qué hace vibrar la voz y que cambien los vientos y los ciclos,
- ecuaciones pasmosas -
en este latir total e impar del universo;
… pasa y pasa noviembre y casi duele la dulzura que queda,
el yo expectante y lábil, y encendido;
y todo ello cuando huele a dolor y a silencio aún, a soledad,
a todavía honda y mortal ceniza;
… cae la noche cual jardín ajado hacia el fondo del mar;
miro dentro y su luz permanece.

NUEVO TIEMPO: comienza la libertad

…surgid, volad y construid, que todo, todo está por hacer:


la sangres, los caminos, los mares de cristal y el verdor del aire;
desde el ágora, desde el pantalán del tiempo y todas las cumbres de la tierra
mi corazón está clamando;
… somos todos y uno a uno golpe a golpe,
la complexión del sonido instando nuestras densas y agraces formas,
y somos asimismo el dragón, los dragones, pero ay, también y a un tiempo el esplendor
- las modernas serpientes -
la algarabía de quienes han construido a fuego las estancias íntimas del Rey;
… llega el XXI golpeando y removiéndolo todo:
sellos, signos, emblemas, baluartes, paramentos de ser y alma,
[quebrantos, detrimentos] - vejez y esclavitud;
la antigüedad ha terminado; las grillas del sol y de la tierra se han movido;
resucitad, pues, al hombre; comienza la libertad.

Título: “TODOS LOS FUEGOS”

Autor: Antonio Justel Rodríguez


[Seudónimo legal: “ORIÓN DE PANTHOSEAS”]
Nacionalidad: Española
DNI: 11678061H
Domicilio-1: c/ Plaza, 6
49693 – Vecilla de la Polvorosa
[Morales del Rey-Zamora)
Domicilio-2: Pº Menéndez Pelayo, 51-8-1º F
39700-Castro Urdiales (Cantabria)
T: 687838570
Email: [email protected]
“TODOS LOS FUEGOS”
CAPÍTULO I

INVITACIÓN A PIE DE OBRA

… de los que conmigo vienen,


[a quienes presento, y a quienes lo ofrezco]
quién o quiénes querrán vivir;

… porque turno duro es el tajo de la luz,


fragua a fuego puro, con agua viva, a yunque vivo;

… y ahora, al entrar, les ruego que escuchen y miren hacia arriba:


observarán que nadie erige con ruido de martillo las cristalinas bóvedas del mar;
los compañeros que se afanan en las nervaduras o que se yerguen en lo alto,
son valientes corazones, mentes y brazos con que instruye el espíritu el amor,
y en las noches más largas y profundas del mundo, sus esfuerzos no tienen fin;
entonces, las necesidades de cuerpo y alma resultan verdaderamente inabarcables;

… pero pasen, pasen ya, por favor, y ¡ shss…!, estamos trabajando.

Vecilla 2010: LATIR

¡ … si pudiese alcanzar lo que es más allá,


- más aún -
si lograse la conciencia y consciencia de esta sed total !
oh ilusión, oh esperanza que bajas cual agua de un río clamando
por abrirse a su propio don,
oh silencio;
…así fluye al dios la juventud, su discurrir, su liquidez o tránsito
bajo una canción de eternidad, de alma;
…sí, miro y honda y alta es esta noche aquí y enhiestas las estrellas;
ah, bajo esta luz, Vecilla es una flor enamorada:
dios y río, silencio ardiendo, este eco y ser y esta paz mía,
éste latir sin dimensiones, esta lumbre.
AYUDANDO

… en altas ondas del ser,


- donde el espíritu es vértebra y luz -
allí te vi y oí, allí;
… ocurrió la noche en que morían los pájaros de frío;
sus corazones se helaban, su aliento se helaba,
y nadie entre sus manos había sostenido con tanto amor la vida,
nadie así sus templos,
su pálpito,
nadie así un temblor;
¿ … sabes ? sintiéndote y viéndote, el mundo estuvo estremecido
más allá del alba, mucho más;
por los arrabales, y al anochecer, aún retumba y quema la fe de tus palabras.

MERCADERES DEL TEMPLO

…y están, están aquí;


de entre aquellos mercaderes, los cambistas y vendedores de palomas, han vuelto;
no cabe duda, ellos son, especializados hoy en hedge funds e hipotecas subprime,
constructores de paquetes derivados, activos tóxicos, corrosivos puros
para oprimir al mundo con veneno/oscuridad, veneno/riesgo, veneno/fraude
y sus secuelas de miedo, desempleo y pobreza, enfermedad y locura;
son los que ocupan los altos rascacielos e impecables oficinas en las cities,
los que por ondas de radio y a grupa de un instante devoran estados, continentes,
y avanzan y avanzan cual invisibles y terribles monstruos en absoluta impunidad;
… y a menudo son íntimos de jueces y ministros, filántropos y clérigos,
de jefes de Estado, de gobierno, luminarias, referentes sociales y nata y luz de los medios,
con frecuencia adorables y únicos, inimitables;
éstos son los actuales mercaderes, cambistas y vendedores de palomas, enemigos del Cristo
y hoy denominados dulcemente “mercados” e “inversores”, los que atacan los déficits,
las deudas nacionales y el futuro, la paz del ser humano, su sangre y corazón;
… y nadie, nadie los tiene por culpables porque son el sistema, lobbies de esta obra
o voz del amo exigiendo e imponiendo terrores, desregulaciones, connivencias selladas,
ignominias y guerras;
son ellos, terroristas y sicarios financieros - nuestros propios hermanos -
los mismos, exactamente los mismos que abominan del hombre, embellecen las piedras
y estercolan el templo;
… golpeándolo y estremeciéndolo, hay un grito anclado con rencor y saña en Occidente
y el problema no consiste en el perdón, sino en cómo, cómo usar la espada sin dañar el templo
ni herir la libertad. [Summa final : “ah, obsérvenlos, obsérvenlos, los mercaderes modernos ya no tiemblan;
tristemente, doy fe”]

ESPADA DIVINA

… esta labor consciente de amor, dolor y alma,


este alumbramiento permanente, digo, o parto/luz de acceso a la alegría,
este morir y renacer en completa soledad,
me está dejando sin cuerpos;
de simiente a simiente voy como entre olas donde toco, detecto oscuridad
y doy comienzo al combate;
… así, pues, en la guerra eterna no existen treguas, paces ni reposos absolutos,
sino estancia en tránsito con curas de fatiga, acompañamiento y trabajo, participación,
dación y recepción de vida,
síntesis;
… cuando se torna a la lucha,
es bien cierto que los rasgos de los cuerpos vuelven,
pero cómo no reconocer que los filos de la espada ya son voz de luz divina.

LA DERROTA

… y de fiesta conmigo venían la fortuna y el sexo, el poder y la fama,


sus brillos;
tenía la fuerza, la juventud aún, y el don de convocar al mar
y a mis órdenes hacerlo hervir;
nadie, nadie podría haber descrito mis pletóricos e íntimos instantes,
- su plenitud, su fragor -
ni nadie podría haberme hollado el corazón sin percibir su faz, su ingente dicha,
la sangre ardiendo;
… yo, era yo;
impresionaba verme y sentirme latir y lo sabía,
pues ejercía de dios mortal con la altivez y bullicio con que la forma al pasar se admira,
lacera o sobrecoge;
… era, pues, creador de fuegos, tormentas y tormentos y adquiría infinitud,
pero no, no el tributo de aquel hombre leve que, emergiendo de los sótanos,
saludaba apenas con los ojos y cruzaba el vestíbulo, callado,
inundando el aire de inefable y excelsa autoridad;
… un día, al fin, chirriándome las fuerzas y cortándole el paso, me detuve frente a él;
me observó sereno y de forma indescriptible, y luego, centrándose en mis ojos, profirió muy quedamente:
“salud y progreso para la humanidad, empleo para todos”, y sin más, y apartándose, se fue;
... y aquí, aquí empezó el raudal de mis profundas y repentinas muertes, mis caídas, mis desdoros,
y este silencio sagrado y mío con que urgentemente intento comprender las causas/hiel,
- o luz -
de mi derrota;
y no, a aquel hombre, no lo he vuelto a ver.

DE LA ANSIEDAD DE LA ESPERA

... ruge, brama el tiempo


y el relámpago que instruye es una lumbre extrema
de sales y premura, pues llega y tira contra el alma instantes,
- horas/lluvia, piedras/fuego -
y la tormenta es total;
… y el alma sufre, aguanta al mar, resiste,
y cuando amaina el caos, el espíritu inhala la canción preciosa
del saber sin fin:
su calma,
su luz,
los divinos acordes de la resurrección.

TRABAJOS MODERNOS

… bajábamos al corazón, a sus lagares, y allí, encendidos,


construíamos el rojo de la sangre, las fuentes de calor,
los rangos de memoria;
en nuestro deambular, Padre nos prestaba su pecho de violines,
- con un acorde infinito bajo tardes púrpura -
mientras volábamos con aquel sol inmortal en que nos era el ser
sin contemplar e idolatrar
la propia vida;
… ah los ámbitos del sur, su tibieza, la transparencia del mar
y los cestillos de Araí colmados de lirios y rosas
por doquier;
… no, regresar a esta edad nunca fue fácil;
las palabras omniscientes forjan hielo en la boca.

LEY NATURAL

… no, no existe enfermedad sino ley violada y réplica de ley:


discordia mental o emocional,
conflicto;
… así, cuando consciente o inconscientemente instruye el ser error u oscuridad,
cuando golpea y rompe cancelas interceptando caminos y sotos de luz y alma,
- cuando ha invocado a la muerte y la muerte llega sitiando, hiriendo y matando -
ah, entonces, cómo no surgir los tumores/cánceres o fiebres con sus oscuros o grisáceos orbes;
pero, al tiempo, cómo no enviar a luchar contra tal cristalización a la flor de sus legiones
y urgiéndole sanar: la energía divina, la energía prístina del mundo, el fuego;
… porque el fuego es fuerza viva, cíngulo de ley, asepsia infinita,
aunque también, y ay – en su enérgico servicio - dolor y llanto abrasador,
también, también lo es;
… he aquí al ser, una vez más, hacia la lid viviente y razonada de espíritu en espíritu,
su propio tremedal o épica de horror y furia, camino del poder y gloria última:
el conocimiento-sabiduría, la ciencia exacta, la salud perfecta.

RENACIMIENTO

… quién es el que viene,


el que irrumpe en los claustros de hombre
y exorciza la sangre,
quién es;

¿ y el que instruye sonido y luz, el que amasa la fuerza, el calor y la tierra,


- decidme -
no será un dios de fuego ?
¿ y esta voluntad/padre e imaginación/madre con su instante en tránsito,
épico y atroz entre la vida y la muerte [ah, reconocérselo pido]
no es un don del que llega ?

…. aunque íntima se eleve y fulja al fin,


no, levantar del fango material a la deidad no es fácil;
demasiados ímpetus, conceptos y herrumbres la eclipsan aún bajo el cieno astral;
pero ¿ quién, quién está solo ? ¿ el evocador de Osiris ? ¿acaso el que viene ?

GOTAS DE ETERNIDAD

… e instruimos ideas y juicios, sentimientos y acciones,


cual si fuesen trazos a dejar, signos vivos, gotas de eternidad;
sucede cuando el alma en un instante se arrebata,
fulge y golpea el universo con quien es
y lo que es;
… ah el valor o desesperación del pecho, ah la fuerza del dios
con su luz, su canto y fuego/ley,
su redentor;
… y no, no existe extinción o aniquilación pero sí fulgor y segundas muertes,
sí épica o despeñamiento,
y sí albedrío en norte y sur,
sí libertad;
… apretando el pecho, aún se oyen pasar carros de guerra, proclamaciones heroicas,
edades rotas con sus hilachas de olvido y humo y uno a uno los silencios cayendo,
y asimismo también las monótonas hiedras con sus pájaros, las de ayer justo por la tarde
y hoy mismo al mediodía;
… ideas, juicios, sentimientos y acciones: errabundas gotas de eternidad u hombre;
y aunque en distinto grado y ritmo - y pues que todo retorna - todas, todas reaparecerán.

ODA ÍNTIMA AL DOLOR

… haya sido en estigma puntual y errante o en golpe total y extraordinario,


desde la raíz del tiempo nos has seguido, herido y asolado;
invencible e invisible y unánime enemigo,
de ti, dolor,
quién no huyó, quién no te intuyó cual monstruo inquisidor de almas
y torturador, calumniador y devastador de espíritus;
… por edades, revoluciones y épocas cruzaste con el hacha en ristre
persiguiendo e intimidando cuerpos,
razón y corazón;
y sin embargo, y tal cual fue, ese miedo no volverá;
instruyendo lapsus, yerros e imposturas,
la costra espiritual deforma percepciones, historia y hombres;
… y hoy, ya en el XXI, oh vilipendiado y escarnecido caballero,
a tu perdón y leyes vengo, a tu clemencia redentora y exacta,
oh paciente maestro inspirador,
oh guardián terrestre,
- sabio y fiel -
oh amigo.

LA BUENA GUERRA

… ciertamente, todo invicto corazón deberá haber sido previamente derrotado:


caer,
rodar y suplicar,
leer el mundo, lustrar, resembrar la sangre
y florecer;
…e inexorablemente ocurrirá;
las fraguas de vida jamás desautorizan sus fuegos,
jamás sus fuelles, y no, nunca sus yunques y martillos;
la sinfonía de dolor y canto es templo proverbial del mundo,
- íntima, intensa -
y acceder al magno atrio implica haber templado con valor
la espada insigne de los héroes;
... ay de mí cuando, ignorándolo, osé acercarme al quicio de sus brasas,
ay de mí, ay de mí;
aún, aún estoy buscando la voz tronante de su luz y mis desastres.

CANON DE BELLEZA

… pues qué canon de belleza, qué exigencia o rigor ha de haber en libertad;


y, sin embargo, yo sé que son de fuego los pozos del espíritu,
la concreción poliédrica del mundo,
el fulgor del agua,
su son,
la armonía ardiendo;
… por tanto, con qué ángulo de honor nos son y dictan los sentidos,
cuál su dimensión, su lectura y carácter,
su poder;
pues al instruir una palabra, una emoción - la vida -
cómo percibir y traer a florecer su latente plenitud,
- oh Aristóteles querido -
si aún, hoy, la exactitud es puente o eslabón de tanta y tanta imperfección,
cómo, cómo…

UNIDAD

¡ ... quién o qué podrá obstruir la puerta infinita, la luz infinita,


si cual fuego abrasador piensa y siente el corazón su ígnea y mística presencia !
… de dónde vendrán los siglos cual don sostenedor del tiempo,
de dónde, de dónde y hacia dónde irán,
si yo soy aquí y estoy allí !
… de la piedra terrenal al amor divino y del ámbito esmeril del ser
hacia el poder total;
… los sellos se apartan y la verdad devora:
todo es espíritu, tensión, conciencia viva, genio,
fuego y luz,
tensión y lucha,
ser divino,
emblema exacto y redentor por todas partes.

EN CASTRO, EL MAR SE HA VUELTO LUMBRE

… en la ingente llama con que el mundo arde,


todo vive, crepita y es;
cántaros de vida por doquier manando, irradiando, llenándose,
y siendo amor
y siendo ley;
¡ ah, esta llama…!
la oscuridad y sus rescoldos la temen;
… desde los lejanos días en que el Fiat Creator lo instituyera el Verbo
con su eyección de luz,
- desde el día del aire, antes aún, en el calor oscuro -
yo soy y estoy aquí,
con vosotros;
… ser hombre es un honor, una ocasión, una oportunidad consciente
con que instar del fuego puro su genio salvador y redentor;
… enero, 2011:
cae la tarde con esa ingravidez sublime que sólo la deidad exhala
cuando acampa y toca ser la faz del mundo;
e insigne, con su aura y espada extendidas, protegiendo y ungiendo Castro Urdiales,
el mar es caz de luz, el mar se ha vuelto lumbre.

CAPÍTULO II

2011 - ESFINGES

[¡ …ah mis hermanos, ah mis valientes !]

… y mi amor está allí;


huyan, pues, alacranes, escorpiones y cobras,
que mi voz llegará;
agítese la oscuridad, demúdese y dilúyase,
hinque la testuz el tiempo infame de silencio atronador,
- el de hez y furia -
y excítese la sangre porque ardiendo llegan siglos/llama,
auténticos del sur;
… en Tharir el corazón es canto inmenso de fuegos y esplendores,
fiesta y libertad, camino,
él es su belleza,
su esfinge
y voz,
su ley,
tanto, que, cuando la razón lo escucha, decididamente enamorada
le presta su adalid;
… y desde aquel momento “los pilares de la tierra” no son de Ken Follett,
- no, no lo son -
sino de hombres/mujeres que luchan y mueren por un instante/lumbre,
por un solo relámpago de luz/resurrección.

ANALOGÍAS
… no, no tiene límites la energía ni el espacio que la acoge,
no su molde inteligente, y no su fuerza/luz,
su poder;
… y ay del ser cuando al instante observa esta verdad:
el universo acude al corazón, lo asalta y fluye en él, lo incendia, lo ilumina,
y, cual cántico inmortal, toda contingencia del vivir irradia con fulgor en himno ingente,
inédito y sublime;
… por tanto, disípense las sombras, la esclavitud, la muerte,
y sean la conciencia/lumbre, los atrios y el silencio/lumbre, la sangre/lumbre,
y hágase, pues, y recójase en plena actividad,
esta ley de honor:
la del hombre/dios, la del ser ardiendo.

NUEVA LECCIÓN DE ANATOMÍA

- … 6 puertas positivas y 6 puertas negativas, alternándose, así es tu corazón:


un zodíaco, un campo electromagnético para un hálito de bien o una ciénaga de mal;
de la cúspide llega energía pura y con plena libertad la calificas;
así penetrará en tu ser oscuridad o luz:
perdón, compasión o furia;
así es la ley,
tú eres tu señor;
- ¿ yo, yo mi señor… ? ¿ y hasta cuándo ? ¿ podré serlo eternamente ?
- te debes a la norma y al orden, y no habrá mal que pueda aniquilar ya al mundo;
- entonces ¿ de qué libertad me hablas, de qué daño, de qué poder… ?
- oh, amigo,
aquí somos pequeños y el cosmos, en sí, es multidimensional, y conexo, y asunto solidario,
escuela con lecciones o guerras personales y colectivas libres, justas y también injustas;
- ¿ guerras libres, justas e injustas, y cual una escuela - dices…?
ah, Orión debiera matarte ahora, que todavía soy de piedra y hueso sanguinario;
pero cómo saber si aun así sobrevivirías, si ni siquiera intuyo tal función o cátedra de guerra.

SONETO ÍNTIMO

… de la ingente cascada de la vida


- donde es la libertad, donde es el vuelo -
tomo y pulso las fuerzas con que anhelo
librar esta batalla enceguecida;
… rota está la verdad, su luz uncida,
preso el atardecer, herido el cielo;
la sangre con que clamo rasga el velo
cual nieve sideral y enardecida;

… no es tormento caer en ardua guerra,


ni el llanto al que el espíritu se aferra,
si el instante a su edad le arranca un grito;

… y ungiéndome el valor que necesito,


aquí en el corazón, la mente encierra,
la lanza con que hender el infinito.

INESPERADOS HUÉSPEDES

… qué podrán llegar a ser un hombre o una mujer


si infinitamente son, infinitamente vibran e infinitamente viven;
… en la profundidad de la noche, en crucial silencio,
el corazón es voz que la razón jamás ha logrado detener:
un estremecimiento, una alegría, un destello,
un grito/ley,
su valor;
todo pálpito es, pues, un poder o fuego, un canto, un acorde con su luz inmortal;
… así, la otra mañana, cuando fe, esperanza y caridad vinieron a mi casa,
yo estaba con el aspirador, pasándolo, y ay, ay de mí, pues no los vi ni sentí llegar;
de ahí que el pecho me ardiera, que las manos me ardieran y el aspirador ardiera;
… tardamos, tardamos mucho rato en saludarnos y reconocernos.

POCAS PALABRAS

… entre el sol de vida, luz y poder,


- con que el espíritu vibra y es - todo se incendia y abrasa,
todo esplende, canta y hierve,
pues fe y conocimiento instruyen tiempos y modos cuánticos,
tímpanos fugaces de verdad,
intuición de voces,
ecos;
… en esta ciencia,
partículas y ondas, bosones y fermiones delatan el amor,
viven en él, escapan, lo enuncian,
fulguran;
… en la intimidad del campo/corazón,
- silente la mente, en equilibrio el ser -
el espíritu intima las infinitas claves de su lumbre/ser,
de su lumbre/dios, de su fuego de voz inmortal.

PREGUNTÉMONOS

… esta emoción de ver y asir palabras e imprimir en ellas un son de luz y fuego,
este quehacer, digo, a qué creación pertenece, a qué jerarquía o rango,
preguntémonos, a qué poder;
… venimos con el cuerpo apto para morir y, de pronto,
- por la alameda y a llamaradas, abriéndose y ardiendo el mundo -
el amor;
… ah, no me digáis que no sois capaces, pues, de exigir al corazón un grito vivo,
un dios con sangre viva,
una esperanza,
una resurrección;
… porque ¿ quiénes sois y de dónde venís, qué habréis de hacer aquí y hacia dónde partiréis ?
¡ y es que se necesita tanta y tanta ayuda ! mirad y ved bien: queda tanto por hacer…

DISECCIÓN

… cuando el río es luz líquida y fluyendo, fuego puro,


y el cuerpo jade y nácar deslizándose bajo el fragor del sol,
ah, entonces, qué es el alma,
qué el espíritu;
… porque uno atiende sus negocios:
se levanta, se ducha, desayuna y se adentra por la selva, lo ataca el leopardo,
mata al leopardo y sigue herido, tose, vuelve y recoge a sus niños,
lo llaman por teléfono y llora, luego ríe, gime, cena al fin,
y cual perro fatigado y desmembrado
se arroja al televisor;
… y el río sigue ardiendo, y la luz fluyendo, fluyendo y quemándose, y yéndose,
y así un instante y otro instante y así en tensión la eternidad:
todo en deber,
todo en demora;
… estremecidos por la muerte,
y una vez más, esperando -
alma y espíritu se abrazan, se besan y estremecen.

… Y SÍSIFO NO PUEDE MÁS


… íntima es la ley
y un fuego a instituir la infinitud mortal del corazón;
¿ quién desde un piélago de herrumbres y de muertes,
desde el sollozo y herencia de la sangre no optó por instruir un candil de esperanza,
un instante/don o lumbre,
una alegría ?
… ah, esta observación, este reconocimiento minucioso del ser,
este escrutinio en paz, amor y libertad civil,
- este trabajo -
¿ habría acaso de quebrar…?
golpe a golpe y caída a caída hemos empedrado el alma, el cielo,
y Sísifo no puede más; hecha está, oh dioses, nuestra parte,
cumplidos, pues, los requisitos, las solemnidades y pactos de dolor, de fe
y de luz;
… cual himno de honor, del Camino del Rey son voz nuestras piedras.

NUESTRA HISTORIA

… y si luz éramos, cual luz veníamos del rigor virginal


a la unión resultante del amor y el rocío;
hollar la eternidad sin ciencia ha sido recorrer un piélago de sombras
- una caída -
un crujir del corazón, una herramienta con que instar e instar al fin
la voz sublime del espíritu
para volver;
… porque quién, quién construyó sin ley su libertad,
o quién no cedió al placer y a la ceguera, y cede aún su adalid belleza,
hasta herir su don mortal y exterminarlo;
… llueva claridad, ábranse los postigos del pecho
y arda el fuego que exhibe la emoción de ser,
su faz,
el honor del alma;
… si cual pregón de memoria, con rescoldos de vida se instituyen los lirios,
con milagros del mundo se alimentan las rosas.

SÚBITAMENTE

… irradiaba luz, color y sonido, pero no era luz, ni color, ni sonido;


abría y prendía el aire, el alma, el río de vida y la verdad,
asía el corazón y lo instaba a latir,
y junto a la alacena del dolor, donde el pecho es furia, terror o llanto,
a sorbos, por la sangre, creaba y traía sin embargo a ser
un viento de alegría;
¿ … no es, pues, la dicha un instante en tromba, un flash, un resplandor,
o un lugar de espanto con las sombras heridas, un hombre, una mujer ?
porque si de repente y firmemente supieras que tu cuerpo es templo del Altísimo,
¿ qué harías…? respóndeme ahora ¿ qué harías, qué harías…?
… el universo a veces se consterna y retumba en sí, se escancia y precipita,
- fija sus ojos y humildemente nos mira y toca, se ofrece -
y el hecho de eludirlo congrega y refunda las tinieblas;
late y baja el sol, golpea, y no, no hay nadie aquí, nadie;
[romper el rito de la muerte resulta aterrador, y ay, siniestramente indescriptible aún]

DIOS ZAGAL

… marcha por su ser el dios zagal con sus rebaños de luz,


y hacia sí los llama y en sí mismo los viste y alimenta;
en las noches densas, cuando la oscuridad se cierne sobre el dulce corazón de las majadas,
- porque azota y ruge la tormenta y asuelan los chacales la cruz de los collados,
y al tornar el sol y descubrir las huellas del ataque, éstas son terribles,
pues el terror es muerte y ley -
entonces, mimosa y minuciosamente, por el interior del pecho,
se enciende el hilo/voz, el hilo/aliento o son del dios zagal que nombra y llama;
[ay la dualidad carnal, pues que, a vida o muerte, aparentemente en él entramos y de él salimos]
… el cielo y la tierra: los apriscos de la libertad.

INTUICIÓN

… sus días y noches,


su flujo y reflujo mientras nace y muere, intentando e inventando camino;
ah, es el universo que inspira y expira, que piensa y siente,
que late y vive;
... expandido y lejos,
- donde el corazón exhibe su último deseo o pensamiento -
allí, el hombre, qué es, quién es;
… esta importancia de ser allí y aquí, y de amar y crear,
esa verdad - pregunto - hasta dónde será,
hasta dónde;
porque ¿ un átomo o instante darán la inmensidad o luz que el alma busca,
el infinito don ?
… así, pues, este canto herido,
esta ingente y aparente intemperie prende el pecho, lo incendia, lo abrasa,
y si no fuera por su propio impulso y fuego, sería destruido
y su poder lo sabe;
… cruza el silencio con su proverbial canto en la noche, y, a lo lejos, de pronto,
un perro lo rompe, dispersa y acribilla;
[y surge entonces como un alborozo, un reconocimiento, tal vez un pasmo, y también un sol, una alegría]

POR LA REPÚBLICA

- Platón es la conciencia, César, la actitud -


- Siglo XXI: mediante listas abiertas, y, entre electos, por el gobierno de los mejores -

… este principio,
este don de igualdad e idéntico en el ser,
esta excelencia, este fulgor íntimo, esta justicia cívica,
¿ dónde estaba, quién nos la trajo ?
… porque abiertos al sublime canto de razón y corazón,
apuradas ya las edades de esclavitud y destierros de cuerpo y alma,
he aquí que el XXI llega exigiendo urnas, y votos, y escrutinios,
actas y proclamaciones, veredictos exactos con que exhala y vive en triunfo
la democracia y su virtud;
… el tiempo se ha extinguido y el fuego ciudadano y redentor exige su estamento:
el ser universal, su honor o guía, su faro o luz civil: la república;
no en vano - vuelvo y digo - yo soy su paladín, yo, yo soy su príncipe.

TRENES Y ROSAS QUEMÁNDOSE

… mientras habla la luz,


el corazón se inspira con esa inercia exacta de amor o ciencia pura;
escuchando, y con la sangre entre silencio y lumbres,
vibra el ser carnal y se trasciende,
reina en sí,
pues es a un tiempo el mundo incendiado y su ley,
el ojo que mira,
la zarza ardiendo;
cuando habla la luz, digo,
los trenes de vida se ocultan y detienen, y también las rosas,
y asimismo el esplendor, la magnificencia y voz del alma;
… ah, nadie sale de este trance a salvo y bendecido para siempre, nadie,
pues qué es en sí la lucidez,
qué la muerte viva,
qué la resurrección;
… cruje el hombre con su credencial de fuego,
palabras que irrumpen con verbo ardiendo por los atrios mortales del espíritu;
… y al fin,
los trenes y las rosas se encienden y lo aclaman, y asimismo el esplendor,
aquél que el alma detenta en su laurel, signo usual e inveterado de los héroes.

NADIR

… en este instante y hora, edad y siglo, contempla, siente y vive,


- oh, ser mío -
el dolor, el amor y la furia,
recógelos con valor, transfórmalos y haz de ellos signo de tu nuevo emblema,
el que fulja y diga que estuvimos aquí, en La Tierra,
el sur, el nadir del universo,
construyendo el ala con que honrar nuestro hálito divino:
la entidad y vuelo del espíritu;
… observa, pues, y aún, este temblor de hoy, este ruido inmaterial del templo/luz
con sus choques y herrumbres, la agonía exhausta de estas piedras de hombre
a chorros de sangres por doquier y en llantos/lumbres,
en llagas vivas;
¿ … debimos crecer de otra manera ? ¿ y aquí y así, y por qué, por qué…?
hoy sabemos sin embargo que hollar la eternidad es este impulso,
esta fuerza crucial e incandescente,
su don:
la irrupción del genio, su poder, su lucha, la luz que se propaga.

CONCEPTOS

… y he aquí conceptos cual espadas terrestres:


“la inquebrantable paz”, “la dolencia del tiempo”, “los ecos aquietados”;
¿ a qué éxtasis o exégesis invitan, o qué inscriben o describen,
- dígase, dígase y razónese -
¿ son términos de vida ?
ah ¿ son de muerte ?
… pues en esta ficción de los sentidos, en su deslumbramiento,
hurga el yo mortal, busca su instrucción y se apacienta llorando
y desencantándose cual si ello fuese vertebración total del ser, su honra,
quietud definitiva o redención final,
última virtud;
… y no – lo siento –, aquí no es así;
nunca la reflexión del alma podrá atajar la pasión y lumbres del espíritu,
- nunca su infinito color, su don o sonido especial -
y no, nunca ese ímpetu por conquistar las cimas donde es poder
y honor fundar, ver y ser la eternidad;
… a la llama ingente habrán de despertar nuestros dioses comunes,
aunque instante a instante falsas lluvias estén hollando y asolando sus hogueras;
pero a pesar de todo, cómo, cómo y quién podrá abatir la luz con sus tormentas de fuego.

CAPÍTULO III

PRADERAS DE FUEGO

…de lejos, de muy lejos traigo esta hebra


de luz;
por las praderas de fuego la recogí,
de sus ambarinas lumbres,
de su resplandor;
… ahora, y aquí, instruimos verdes hilados,
pero ay los violetas, ay, ay la libertad;
… porque hay sueños que requieren de concisa estructura
- cuyo don es vivir -
y la vida está aquí siendo, tocándonos, viviéndonos y llamándonos
con su traje de honor y de hoy;
… nunca los días subieron ni bajaron por la Escala de Jacob,
ah, nunca;
de ilustre corazón proceden nuestras flores.

EL GUARDIÁN DEL AGUA

… bajo sus piedras de rubí y de diamante, brillando cegadoramente, los vi venir;


yo tomé y esgrimí mi tosca lengua céltica, y paciencia, y valor,
y luz aún sin descifrar;
pero con el corazón ardiendo los llevé al manantial de agua viva
y de él bebieron;
[mientras, regué mi laurel,
más aún, prendí mi candil]
… nos despedimos justo junto al brocal del aire,
donde medra la rosa pura y blanca, donde todo es camino y los mundos parten
en todas direcciones;
… estoy velando la virtud del agua
y es de noche;
los arcontes del fuego beben al amanecer.

SEGURIDAD O LIBERTAD

… y he allí un hombre/ciudadano dirimiendo su propia dimensión:


¿ seguridad o libertad…?
porque qué habrán de hacer hoy los príncipes modernos - dice -
por preservar al corpus residente del terror, qué, qué leyes aprobarán;
y las fuerzas del Estado o los Estados ¿ a quién o a quiénes perseguirán y detendrán,
y cómo, y hasta cuándo y dónde ? ¿ y se podrá respirar, y se podrá vivir…?

… ah, porque para este sentido, para esta acepción de integridad,


- para esta estancia pervertida del ser -
¿ habríamos hecho, oh sutil Maquiavelo, tan largo y trágico viaje ?

… por tanto, repensadlo y decídnoslo, vosotros, parlamentarios/príncipes,


a qué guetos de cuerpo y alma podríamos volver aún,
a qué cementerios o estadios, a qué reinos, repetídnoslo, a qué repúblicas
y de qué;

… el riesgo/luz - o riesgo/libertad - no, no implica estos tormentos.

GUERREROS DEL GRIAL

… inéditas y pulcras, en luz se ungían las muchachas libres;


ellos las vieron en su ser interior;
eran por sus pechos cántaros de fuego,
mares y ríos,
nieve pura,
sol,
lluvias de cristal;

… supervivientes íntimos al miedo y al dolor, de ingentes guerras venían, de súbitas batallas,


y de aquel silencio con que los héroes instruyen y cimientan
el arte de estar y de morir;

[… el guerrero de luz se devasta la sangre que da a su rosa viva,


cita a la eternidad, la afronta, siente y vive,
pues él es el fuego/rey
y el caído,
el resucitado sin fin,
genio errante que arriesga frente al mundo razón y corazón,
vence, y es soplo de humildad]

… cuando las muchachas interceptaron las viriles almas, ah, en ese mismo instante
enardecieron sus vidas, vencieron las cumbres de la muerte y todo lo real se hizo presente
en su eterno ser, el Yo en su ingente e indestructible libertad:
su prístino ideal, el siempre ahora.

PUERTA DEL SOL DE MADRID


[15-M]

“… y no, y no,
porque nuestro es el foro, el ágora, la justicia, la voz, la libertad”;
aquí, a estas plazas del mundo, acuden los burlados, los desposeídos,
los cansados y decepcionados, los culpables y deudores de todo:
de la hipoteca, de los impuestos, del recibo del agua, del gas, de la luz…
… es un recibo inmenso de vida el facturado contra el honor del ser,
un incendio, un huracán de usura,
sombra verde,
milenio,
armagedón;
… pero el corazón es lucha, canto eterno,
y este XXI requiere esta irrupción, esta exigencia,
esta unidad de plazas cívicas con sueños y canción:
“ y no, y no,
porque nuestro es el foro, el ágora, la justicia, la voz, la libertad”.

DEL NUEVO ORDEN

… mirad y oíd bien,


porque estas palabras nuestras son sólo un maya, un sueño, una ilusión,
y pasarán;
fuego divino, la conciencia arrasará esta luz y construirá otra luz,
- fuego puro -
y vislumbrará estas horas cual viejas y herrumbrosas lumbres cegadas por el humo;
… la mortalidad guarda a esta edad contratos inmortales,
recodos vírgenes, conocimiento íntimo con que habremos de instruir
estéticas de amor y honor, sin edad e insignes;
… cual viento sin cordel pasarán, oh, sí, las palabras;
el léxico del dios no reside en la boca.

SUELAS DE GOMA

… yo sé que en este cuerpo, donde estén mis trabajos,


estarán mis fuegos, mi lumbres/sangres, mis hogueras;
[y ay la sangre,
exquisita cámara de amor o desamor,
mar incendiado hacia Ítaca,
oh, lagar,
oh, oh aposento mío]
… yo sé que un pecho sin amor engendra oscuridades y tormentas
y que siembra cuchillos, y que crea, coge y tira asimismo nieves amargas e iracundas;
[y ya, ya fui el morir de mí y el recoger sin son ni ley angustias y congojas]
… hoy son y están aquí mi pecho y sangre solos, rosas encendidas y esa insigne piedad
con que mi dios me trae la infinitud para que en ella nazca, sea en ella,
en ella viva y crezca, y en ella muera;
… pero en mi ser en vuelo, las suelas de mis zapatos son de goma.

POESÍA

¿ … y preguntas que qué es poesía ?


“poesía es no cerrar los ojos ni a la vida ni a la muerte
y después guardar silencio o, hasta volverte loco,
gritar y gritar”;
¡… ah, ah, qué es poesía, dices !
¿ es que acaso no engendra la palabra un tímpano al sonido,
- oh sublime temblor -
una excelsa armonía interpretando y exponiendo las notas más íntimas del alma,
su hondura o cumbre,
el sentimiento ?
¡ … ah, ah poesía, ah lámpara omnisciente del dios vivir,
ah dolor o agonía, fuego y voz total,
oh, oh canto !
… y cuando el silencio se ha hecho carne y sangre ardiendo cual llama interior,
- en fuerza, en dicha y enamoramiento -
entonces, dónde y cómo expresarlo, con qué gesto o verdad, incendio o luz,
ah, respóndeme de nuevo y dime, con qué voz, con qué rigor mortal, con qué pasmo.

CONCEPCIÓN

… ahora, en este mismo instante en que el silencio inunda con su cántico el mundo
y las estrellas bailan,
ahora que junto a un caz de rocío es verdad poder crearle un dios al corazón y dárselo,
ahora, digo, cómo desconocer el ayuntamiento de guerreros y vírgenes,
cómo ocultar este evento, esta esperanza o virtud,
cómo no sentirla, ah, cómo no darla;
… andará y volverá la luna a su lugar de origen con sus carros de vida y lluvia,
derramando los odres y desatando el espíritu,
- el fuego -
y aleteará en la tierra aquél que instituirá otra luz,
otra paz y otro júbilo;
… así, pues, y al igual que entonces, de cada hoguera emergerán
las celestes chispas, sabias, humanas e inmortales;
y es que no, las maldiciones bíblicas no existen.

LIBRO DE HORAS
…con las horas radiantes se rasga y prende el tul del universo;
grietas son, vados, aberturas fugaces por donde el corazón,
- por un instante -
asciende al salón de honor y toma el trono;
porque más allá de la alegría,
quién en el fondo y hez de la amargura no ha sentido irrumpir
o crujir la luz,
o gritarle o volarle el pecho con sus lumbres vivas,
ah, quién no ha tocado las riendas de poder que ardientes queman los trazos vivos
que flotan con la sangre;
… esta hebra sutil de fuego, este hilo candente del ser,
¿ habría de perderse ?
[la conciencia es, pues, el futuro del mundo]
… por tanto, invocaré a San Juan aquí, él, el discípulo amado,
aquél que nunca holló, cual senda oscura, el invicto trance de la muerte.

SOLSTICIO

…. el fuego en que soy y con que soy, todo lo incendia:


el silencio,
la voz,
los guijos,
la luz del aire y la alegría;
… en fe y conocimiento aspiro y vivo, y aún más allá,
al orden con que intuya y guarde las brasas redentoras del espíritu;
… instar y construir la paz del corazón no es fácil,
aunque el eje de los vientos que rige mi bajel doblegue las estrellas,
… pero, hoy, así es mi ser,
así mi mar,
así mi fuego.

DECIDIENDO

… que cuanto toques lo cures,


que lo que mires lo enciendas, lo resucites,
oh ser mío, y que la paz hornee lo que desees y lo que pienses,
y que venga a ser,
que llegue y sea;
… surgen instantes en que decididamente hay que resolver entre la vida o la muerte,
enfrentarse a las lanzas del sol, sostener su fuego y dilucidar las llamas
en la soledad profunda y atávica del pecho;
¿ … y ves, la oyes ?
de lejos viene la alegría buscándote y ya tintinea su brisa,
calma su elixir,
fulge;

¿ … recuerdas la oscuridad ?
el recuerdo es luz y aire, mortal, humano;
pero, oh, oh amantísimo, tu lance es de amor, tu perdón es divino.

VISITAR EL SOL

…ah, siempre resulta inusitado visitar el sol;


es inexpresable este placer de recorrer sus calles y plazas y saludar a amigos
que desde hace millones de años no veías;
es sábado en el mundo y estoy sentado junto al mar de amor
con alguien que ha sufrido los más atroces flagelos
en la tierra;
[pero miren bien, porque esta transcripción no es estrictamente exacta;
la verdad expresa su eficiencia adecuándose al ser,
a su instante virgen,
al corazón en llamas]
… y sobre todo, digo, en estas visitas conoces gentes nuevas, espíritus venidos
desde cualquier temblor del universo, incansables paladines interponiendo sus lanzas
para curar ya la edad, la herida abierta o el hueco brutal del desaliento;
… así, pues, y cual material cansado, restablecer fuerza y luz no es poco;
además, ser huésped álmico del Cristo, es, en sí, un hecho/fundamento,
- íntimo, purísimo -
de valor y honor inexpresables.

VECILLA.es

… y del sol a Vecilla de la Polvorosa,


[mientras duerme, mientras fulge elmundo y está en su concepción,
y así mientras es, y mientras desaparece]
al ingente estruendo entre luz y oscuridad que sin más detecto y tomo en mí
cual signo de amor y de valor;
… y aquí, aquí estoy, pues, sobre un junco tallo arriba, en mi hermosa ínsula,
- cual filo exacto de un instante vivo -
sobre el dolor y trazo de una huella eterna y prodigiosa;
… y sin embargo, y a pesar de todo: la conciencia ardiendo, los fuegos,
la diseminación del dios y su alcancía, el viaje sin ida y sin retorno
porque es eternidad en voz y sangre la llama inextinguible de este canto;
… ah, mirando estrellas,
el alma intuye que el fuego es infinito y que el ciclo de las sombras nos ciega
y nos ofende;
… aquí, en Vecilla.es, en este islar de ríos,
golpeando en plena noche, labrando y dirimiendo, siendo e instituyendo el mundo.

EL TIGRE Y SU ÉPICA

… como entre lumbres, el tigre acecha, lucha y mata sobre el mar


del corazón;
la jungla de la sangre es dura, su son, la insaciabilidad ardiendo ciegamente
allí donde un rugido es muerte y canto;
… y ay de mí cuando tengo que afrontar la furia de mi horror,
crear la lluvia,
e instar al tigre a morir de sí cual fuego puro, sereno y transparente,
pues qué, qué es la cruz del alma por la selvas incendiadas del pecho;
… cuando esto escribo, hiede a mortalidad, a febril batalla y noche,
a rosa deshojada y a ceniza;
en este instante, por mi ser hay expectación y un dios de pie entre silencios profundos,
pues muerto a su pesar, y presto a la virtud, es el amor, es el tigre que pasa.

GEA

… este insigne hospedaje, esta bendita casa viva en sangre y fuego,


- Gaia, La Tierra, digo -
¿ sabré habitarla ? ¿ y vivirla ? ¿ y compartirla ?
… en la infinitud del cosmos, a su corazón ciño el oído
y sueño, dialogo con él y asumo el sacramento de la luz
y el áspid de la muerte;
… abrazados, sintiéndonos, la verdad nos quema, la conciencia vibra,
y un relámpago de amor prende los brazos de huesos y de piedras;
… ah, esta acogida, este haz de dulzura, esta esperanza:
abrasamiento puro de espíritu y espíritu;
[… haremos de esta tierra un sol]

TOTALIDAD Y LIBERTAD

… sólo aquí, y en libertad, instruye el espíritu su fuego y agua:


el fuego vivo,
el agua viva;
… hontanar y yunque el hombre golpeando en sí,
hombre con su dios creando con el Dios,
hombre eterno, total y ciudadano,
hombre libre, libre y libre,
hombre en vuelo, en lumbre, en llamas,
hombre divino, supremo y nuestro,
- uno a uno, hombre a hombre y golpe a golpe -
hombre de amor y honor, invisible y civil,
hombre siempre y siempre, hombre, hombre mortal e inmortal,
… hoy vibrarán más altos el mar y el aire, la eternidad, la rosa,
y así sus hálitos
y luz;
… somos, pues, y en cada serl, todos los cuerpos, todas las almas, todos los fuegos.

LIBRO DE LAS SINOPSIS

CAPÍTULO I

DE ENTRE LOS DONES DEL FUEGO

… que lo que es, se incendie, fulja y queme,


que en el pecho albergue el mundo y que, ardiendo, exprese cada célula el hogar,
su intención o conciencia, su propósito o voz,
la estancia viva;

… este envés o cuerno de abundancia, este cántaro o fundación de luz,


de qué don del fuego tomará su ser;

… ¿ de la labor de la espiga o el lirio ? ¿ de la miel o la rosa ?


¿ de la unción del olivo?

ÓNICES
… lucid, antorchas de mi alma, subid y encaramaos a los cerros civiles y divinos
y alumbrad los nortes;

…vientos ábregos, ayudad también, desataos del mar y vaciad la lluvia viva entre la sangre,
honradla, pues, instituid al hombre;

…y entrad, entrad alegría y libertad, venid y elevaos,


subid a los estrados del mundo y confesad por qué alberca o manantial
se escancia a un tiempo el fuego abrasador
y el agua que se abrasa;

…y vosotras, fuerzas de aurora y de rocío,


por qué, por qué sois tan hermosas y por qué la luz, y por qué, por qué la urgencia de esta sed;
y ay, y ay,
por qué este honor, por qué - decid - en total e intensísimo silencio,
por qué, por qué.

LA CIENCIA EN “EL AHORA”


[Al naturalista francés Georges-Louis Leclerc;
Conde de Buffon (1707 – 1788)
Proponente del sistema duodecimal]

¡… oh alma, oh joya de múltiples aromas, oh lumbre mía !


desplazamiento y velocidad son conceptos terrenales, sustanciales, relativos;
por tanto, amada, así el bosón, así el fermión y así el neutrino;
porque, aunque seas vida, luz y poder en mí ¿ acaso arribaste conmigo alguna vez
al atrio de la idea o a la fuente del amor, cual manantial de vida…?
¡ … ah, la ciencia del espíritu con su esperanza en llamas o cántico inmortal,
oh eterna luz !
… vibrando e involucrando esferas, aunándolas e integrando dimensiones,
la energía es causa y campo de inauditos e inconcebibles mundos,
pues cómo estar y ser aquí y allí si no, cómo obrar y ser eternidad,
y sobre todo, cómo, cómo instruir y vivir en permanente ahora;
… el sistema matemático y vital – de base 12 – ya se intuye inevitable y ungido,
y poderoso, y veloz también, e igual, igualmente irreversible.

MOMÉNTUM

… este altar e incienso,


esta alegría, o luz, o canto de amor,
cómo y hacia dónde irá;
…mi hijo ha dicho: démoslo todo, entreguémoslo al mar, al aire;

¡… por el sendero, mi esposa ya regresa


con los brazos morenos
de final de verano !

… ah, qué gratamente saldré a recibirla;


mi hijo me acompaña.

VIDA MINERAL

… ven,
acércate e inclínate, coge un puñado de tierra, apriétalo y siéntelo latir en ti,
cual vida mineral de fuego;
los materiales de fe y dolor, y conocimiento, están en él,
- esperan, cantan, gritan -
y una y otra vez recorrerán troqueles y órbitas del mundo
hasta encender y transmutar tu mano, obsérvala:
como corazón incendiado y transfigurado, estará vibrando por misteriosa y ardiente lluvia;

… y es que un acto de amor, dime, por qué vale y cuánto vale, dónde está su esbeltez, su belleza,
o cómo y por dónde hará revivir el temblor de la piel o la voz que anuncie
que el dédalo del ser no era sino este don tan tuyo, la tan reciente ternura;
¿ …sabes ? los niños conocen cuál es su poder;
con la esperanza enhebran los fuegos que dirimen, los pálpitos que pasan.

RECIBIMIENTO

… sí, sí, ciertamente llegas y eres fuerte y poderoso,


pero has de acrecentar aún la compasión, la flor de la paciencia
y el don de la humildad;
sin ellos, el viento agujereará tus torreones, los repasarán las hiedras y los pájaros
y serán pasto de cierzos y granizos,
no tendrán roca firme,
se derruirán;
¿ …pues no has venido acaso persiguiendo e instituyendo un ramo o tiemblo de belleza ?
por tanto, sé valiente y descúbrete, manifiesta tu legítimo esplendor,
hazla lucir;
bien, bien, brillante, magnífico;
… y, ahora, mejor, callar:
la estancia en el silencio, es gesta de los héroes.

Orión de Panthoseas
DICOTOMÍA Y SÍNTESIS

…sobre el puntal radiante de los álamos,


el sol es puro fuego que baja y vuela por las calles impregnándolas de oro,
interiorizando esa luz vestal que sólo en su interior intuyen y anhelan los amantes;
….y, sin embargo, deambula el dolor;
con naturalidad pasa y se aleja, o entra desenfrenado, se apropia del fortín carnal
y drásticamente trabaja en él alterándolo, doliéndolo, curándolo;
es así, que, hasta extinguirse, la oscuridad es pus y hedor que todo agrieta, rompe y desaloja,
y es difícil plasmar este escrutinio o contemplación, este aparente oxímoron,
la convivencia íntima en que habitan las fuerzas míticas y trágicas del ser,
- Eros y Thánatos -
mientras se hospeda aquí;
… a veces, cansado, muy cansado, uno busca la esperanza en sólo mirar,
o en sólo sentir cómo pasan y laten las horas, los coches, el viento, el corazón;
y sin embargo, dentro, está el mar único del dios, siendo y esperando en su serenidad pasmosa,
cual paladín divino honrando las purísimas claves del espíritu;
… pero de nuevo, y mientras, no, no habrá tardanza,
pues ya, y desde el filo oscuro de los álamos, descendiendo raudo y fustigando el cielo,
con su daga irrumpe el son aterrador del oleaje.

RESURRECCIÓN

… a esta ingente vibración de vida,


[inteligencia, sabiduría y poder]
a esta fuerza o energía inmortal que en sí nos habita y guarda, uno a uno y brizna a brizna,
[ en su vorágine solar, galáctica y universal, digo]
¿ habré abierto la luz de la conciencia para intimar su cántico de fuego,
su acorde o ley,
su don ?

… ah, uno intuye la piedra como ahormándose en sí, como esperando inmóvil
a que el hilván de lumbre y oro la exalte a leve arena
y le inhale un canto superior;

… todo, pues, gravita dentro y fuera, fulge y desaparece,


torna y es;

… y si mientras somos y escrutamos los indelebles trazos de las manos, la vorágine perdura,
la voz de nuestra sangre es brasa que nombra y arrebata,
quema y nos consume;

… símbolos, símiles, expresiones terrestres de resurrección.


AH, PASADO INFAME

… por qué, por qué intentar volver al tiempo aquél que ya asoló una vez con úlceras y puses
la paz del corazón, por qué;
¡ ah pasado infame, que a contraluz pretendes retornar para armar y agitar la cruz de las memorias
con el brazo en alto de herir y matar !

¡… ah venganza, maleficio, cólera, sombra,


ah rencor intempestivo, exigiendo actores y justicias con que de nuevo urgir desolación y angustia,
ah, ah sangre infecta y nuestra,
ah vilipendiado y amoroso olvido,
ah piedad amada,
ah perdón, ah perdón !

… vengan, pues, y pasen, el constructor de sonidos y el curador de heridas,


y que sus ungüentos sanen cual flor de almendro,
cual luz y rocío;
[por qué, por qué exigirse la unción del mal con ropajes de odio y sufrimiento, por qué]
¿ es que, acaso, para los hijos de Caín, la opción de amor es un milagro ?

SEÑALES

… en el principio eran y estaban en todas direcciones, más aún, eran las direcciones,
y ningún proyecto ni rosa ni violeta estuvo ausente;

… y si en su descenso, el hombre/precursor recibía el germen de la mente tras el espíritu humano,


he aquí el eslabón perdido, el laberinto o extraviada gema de conocimiento,
he aquí los inflexibles, los inadaptados, los rezagados sin el espíritu sapiens, he aquí los antropoides
sin él, sin él,
aún sin él y sin la mente;

… aunque apenas sepamos cómo - y ya abstracta, ya concreta - la mente aleja, separa, excluye,
tanto y tanto que, sentirla y vivirla secamente y sin piedad, ah, cómo hiere y cómo duele;
pero uncir cuerpos/forma con espíritus/egos y recordar e imaginar será su marca o ley, su salvación,
y así sabrá que el universo es un campo excelso de prueba y de batalla con vida y muerte,
pero al fin con vida, vida y sólo vida,
pues que así fue, así es,
y así será;

… y por ello, cuando el poeta sube al estrado para asir e izar un nimio diezmo de belleza,
a menudo, y en su mano, no aparecen ni rosas ni violetas porque aquí la belleza se aja y cae,
tiembla,
gime;
… y prisionero de su desesperación, el vate se retira y, en su ser o dios, la sigue y sigue oyendo.

REBELIÓN ÚLTIMA

… e incorporándose, y con toda su alma, gritó y gritó:


¡ quiero vivir, quiero viviiiirrr…!

… e imperturbable, y lentamente, el eco continuó marchando solo,


como un abandono, como una asfixia, como una implacable y definitiva desesperación total;
y, sin embargo, esta era su alianza en la tierra;
… así lo vio mientras, al fin, su hombre o mujer se incendiaba e iluminaba,
y mientras era,
mientras ardía.

FISIOLOGÍA DEL ESPÍRITU

… si en el espíritu,
- digo -
no existen lindes ni corazón ni rostro,
y sí amor y sí ADN y números cuánticos y música en acción,
de infinita piedad y justicia son sus calles, el aire, el tacto, los edificios;

… y si asimismo no existen el tiempo y las distancias,


- y subir, bajar y marchar se ignoran, pues que en él no ostentan sostén ni fundamento -
ah, tampoco el deseo y la mente desean y piensan porque ya lo hacen y lo hicieron al unísono
con cualquier instante y este instante;
[en El Ahora, Todo era y Todo es]

¿ …. pero, y la verdad, y la luz, y la belleza ?


mayas, reflejos del discurrir, diluciones, fases terrestres;
bienaventurado quien logra integrar poder y verbo y movimiento y vence,
pues que habrá alcanzado ser pilar del templo de su Dios y, ya, de él, no, no saldrá jamás.

… liberación es triunfo concluyente, fin carnal, luz definitiva.

LA ALEGRÍA

¡ … ah, la alegría, la alegría ! pero díganme, decidme ¿ qué es la alegría;


de dónde viene, cómo nace o con qué se construye, pesa, vive… ?
¿ es energía cuántica, odio acaso, amor… ?

… trina un pájaro e incendia el aire, sonríe un niño y otro niño le sonríe,


pero cae un hombre y se alegra su enemigo;
y, sin embargo, aunque acerbo ¿ quién refutará este júbilo ?

… vida y muerte conviviendo, luz y oscuridad, el yin y el yang,


virtud y perversión, pero de qué y por qué,
pues qué, qué es la alegría, qué su cuerpo y quién lo engendra y trae a ser, decidme, quién lo concibe…

… y callan bancos de datos, enmudecen microscopios, telescopios, radios, naves, radares y hombres;
y su hontanar arrebata enfermando o curando, anegando,
ya que es y está aquí y allá,
surge y vuela,
lo vive y llena, lo impregna todo:
es ella, es, es la alegría.

DE AMOR, JUSTICIA Y PAZ

… si de la prístina luz del dios deviene el orbe y en dimensiones múltiples arde el espíritu en él,
- en fuego redentor y en agua viva -
cual canto rodado, el cuerpo/forma es velo cegador,
densidad y pálpito civil,
reflejo;
… pero entended y ved, pues, próximo el asalto,
¿ quién querrá ser paladín ?
porque hoy, 2012, y cara al viento, ancestrales fuerzas son vigías, coyotes oteando
y persiguiendo a sus presas, dispuestos al ataque;
… por tanto, quién, quién en pos de esta epopeya tenderá y cruzará puentes sobre abismos,
quién, digo, desenvainará la espada o energía/alma y querrá vivir dando la vida,
quién de vosotros, decidme, quién, quién lo hará;
… y surgirán nuevos y desconocidos odres, y lumbres, y emblemas, y así estandartes, y nortes,
y sí, y sí, también nuevos héroes;
de amor, justica y paz será la flor con que abatir la hormona del hambre y de la guerra.

EL INFORME

… “constituyen una masa de individuos incultos y dogmáticos, indolentes y egoístas,


y que no saben por qué viven”.
[así lo vio, lo escribió y se fue]
… desde entonces, por allí pasó el afilador de siglos y cuchillos y huyó de ellos;
contra su enfermedad y usura, pasó no sólo el curador de heridas sino el constructor de sonidos,
al que expulsaron y rompieron el arpa;
pasaron los buhoneros de oro y no les vendieron nada porque eran pobres/pobres
y no sabían del fuego del espíritu;
y cómo no, pasó la guerra, y el desfacedor de historias y de entuertos y también la peste,
y nada;
… no hace tanto, observando y escuchando a mediodía, el sol callaba cual cómplice de tábanos y moscas,
pues nada, nada se movía;
y así, así sonaba el mundo cuando pasaron los reyes, los tiranos, los bandidos y la muerte,
exactamente igual que anteayer y ayer a las diez de la mañana y a las cuatro y a las cinco de la tarde;
… ¿ y cómo aceptan la noche? ¡ ah, ah la noche ! su ser natural es la noche;
pero, a pesar de todo, lo peor, lo peor para ellos, es la existencia del informe.

FEDATARIOS ETERNOS

… ruge la Tierra, sus ruedas, su grilla y ejes, su leyes, sus paramentos;


rugen y braman atávicos fuegos y responden sangres/llama por simbólicas calles y plazas,
por parques, bulevares: témpanos o áticos civiles,
bastiones últimos del alma;
… he aquí las fisuras del tiempo en este instante en que emergen zares o resucita la arena
junto al síncope de Europa y el vértigo de América;
he aquí al Este y al Oeste mutuamente contemplándose como nunca fue, como nunca,
con el embelesamiento y duda que en el pájaro instila la faz de la serpiente,
y, sin embargo, amándose;
y he aquí nuestra libertad con su herrumbre, sigilosamente golpeada y carcomida;
tal ha sido y es la usura en ella, pájaro en temblor y a un tiempo esquirla con que ha de ungir
la propia muerte;
… hierven, pues, la luz y el cántico solar,
hierven las viejas estructuras de razón y corazón y sus emblemas chirrían o quiebran;
y hierve y cunde - por qué no - el hito de instruir un pórtico inmortal en que un hombre llegue,
luche, crezca, y parta como un dios;
¿ … pues no hay versos/fuego diciendo “surgid, volad y construid, que todo, todo está por hacer:
la sangres, los caminos, los mares de cristal y el verdor del aire” ?
sed valientes y ved bien porque al fin la esperanza ha llegado, la esperanza está aquí;
no son golpes de estado, sino renacimiento, caída al fin del viejo y denso estigma que al planeta infama;
… y no, no temáis: la libertad, como la luz, nunca empobrece.

CAPÍTULO II

TESTIGOS LIBRES

… esta excusa, este descorrer o alzamiento del velo por medio de crisis financieras y económicas,
este mirar, descubriendo alma y ser del mundo - quiénes y cómo somos -
sin duda, y en rigor, instaura el mayor acontecimiento habido de la humanidad y del planeta;
inermes y varados, furiosos y pobres, estupefactos, tal han sido nuestros rictus cuando la luz ha entrado
e iluminado el fondo y caz del corazón;
… porque aquí, y en él, es donde están los tigres, las hienas, los jaguares, las sierpes y el león,
y también, ay, el órix:
frente a frente el ser/amor y el ser/oscuridad;
… y si en verdad todo fluye y nada exacto a este instante ha de volver,
- no así, y nunca -
la afección sin embargo es profunda y medular, terminante, categórica;
… ustedes son actores y testigos libres de cuanto está pasando y haya de pasar,
guerreros íntimos e ilustres de lo que han querido ser,
así lo han decidido
y así sucederá;
... dado el 09 de febrero del 2012, en el 1513 del Año Sideral.

PREEMINENCIA

…no, no es el dinero, no es la raza, el color, la lengua, el credo,


y tampoco la estatura o la fuerza, el sexo, la belleza o la fama,
¡ ah, nooo…!
porque, quién fue quien frotó y frotó una piedra hasta urdir un diamante,
y quién tendió su mano a la paz y entregó una serpiente;

… por tanto, óleos terrestres para la muerte


y óleos divinos para la vida;
y así el atardecer y el mar,
y así el aire,
la rosa,
el lirio;

… y es que, en definitiva, sólo, sólo la bondad con su luz perdura.

INVIERNO ESPIRITUAL

… como si otra edad o dispensación errada hubiese venido y estuviese acosándonos:


con dolor y usura,
así, así va el aire;
porque cuál, cuál es el empeño de este ingente invierno espiritual,
este despeñamiento,
este frío álmico,
este lar partido en dos y en ruina;
¿ acaso tantos siglos broncos y nada valía ?
¿ era el hombre un campo de gigantescas pruebas y glorias y no lo supimos ?
¿ quiénes, quiénes éramos y dónde estábamos, en qué y por qué ?
... ay, ay de mí y de nosotros, que aún amamos el pus de oscuridad, su hez y hondura,
cuando esta irrupción del páramo es ley y hacha, requisito voraz de un tiempo leñador,
- oh dios carnal con mi ceguera inmensa -
esta consecuencia, digo: la causa con su efecto estricto de poder:
estas horas;
… por tanto, es la calle un temblor,
un temblor los móviles, las radios, las televisiones, las redes sociales,
y un temblor asimismo la ONU, los parlamentos, las cárceles, las humildísimas mesas de PVC
y la luz sin luz:
el corazón;
el invierno durará lo que dure la batalla;
…cierro, pues, y así, palabras y memorias, y sus persianas caen;
busco la alegría y sólo encuentro frío, frío y frío, sólo frío.

ENCENDIENDO HOGUERAS

[Llamamiento general]

… porque, quién, quién mide las lumbres en el ojo del jaguar,


quién la circunferencia en que todo vive y es, o la voz y luz de los astros,
y quién, quién la eternidad;
… y, sin embargo, existe ese poder, ese cristal que da la exactitud
y que portan el constructor de sonidos,
el guardián de distancias
y el dador de amor;
…por tanto, cómo mirar a lo hondo sin coger la alegría varada y prenderla,
cómo no incendiar de hermosura la sangre y los huesos si su lobreguez es hiel y muerte,
y cómo obviar que ser hombre y mujer ha sido condición de horror con que lograr y vertebrar la luz;
… levantémonos, pues, tensemos este albor primero y sintamos crujir nuestras fibras, las potencias halladas,
y produzcamos la ingente algarabía de nuestros trinos y corazones libres;
oh ser humano, hagámoslo ahora, aquí y ahora,
trasciende la brasa de tu ser y enciende el ara, la síntesis del templo,
la flor de esta verdad que ronco traigo;
… no, no importa el frío: que tu pecho arda y fulja y que su esplendor prenda y llame y llame;
pero, ay, compañeros, es tan arduo y duro este trabajo.

CREPÚSCULO: breve cántico

… este rumor, esta vibrante unción mientras camino y pienso y siento en soledad,
este incognoscible ser de fuego y aire,
- al que intuyo y huelo y me acompaña -
es la luz;
y no, no venía entre mis ropas, estaría por aquí, por entre las breñas,
esperándome;
… ah, si ustedes estuviesen conmigo ahora y pudiesen tocar sus brillos de oro,
- o aspirar su esencia a paz, a río y a tomillo -
si pudiesen, digo, volar y arder el corazón con él y en él,
ah, de cuánto podríamos hablar,
de cuánto;
… a lo lejos, y cual guía inmortal, ha subido con su espada de lumbres y ha rasgado el cielo;
pero yo sé que está aquí con las lenguas del alma,
entre esta algarabía de rastrojos y álamos y pájaros quemándome bajo el laúd del ser,
la llama en que vivir;
… a mi lado, flirteando, han pasado las dos últimas mariposas, siendo y compartiendo la tarde y el mundo;
¡ oh, instante, oh, oh alegría !

HABLAR DEL CORAZÓN

… en el corazón todo late y susurra, todo, todo se oye:


el odio, la ira, el rencor, la venganza,
el vuelo del amor,
la luz;

… podríamos decir que el universo intima en él,


y que es el vado de la sangre en el que el dios se apea, llama,
y dialoga con los hombres;

… desde el mundo del espíritu de vida, donde la unidad es símbolo del Cristo,
auroras boreales llegan para esplender y anclar su luz purísima en el pecho;

… en la llama azul, las sombras desaparecen.

DECLARACIÓN: SIGLO XXI

… voy ligero, nada me queda;


el fuego ha consumido mi ser mortal y pertenencias, mi reflejo o dualidad, sus trozos o porciones:
mi última luz
y mi última brizna;
… ahora soy y habito en lo inasible,
motivo por el que oigo y veo, siento y resucito en todas partes,
y allí donde intuyo el descalabro terrestre con que un día usé y raí mi libertad;
todo, pues, lo he dado: coche, ropas, ajuares, fiestas, puentes y conceptos,
amores y memoria,
todo,
y así los huesos, la propia piel y mis propias almas,
como un torrente ígneo, todo, todo se ha ido;
… la novedad del resucitado es esta audiencia universal o voz,
- su armonía -
y también, ay, su ingente desnudez: la paz innominada;

… no, aquí ya no hay tiempo con que ahormar más horas de reloj;
un nuevo fénix sin final reagrupa el corazón y enciende el canto:
la sombra de la luz, no existe en él.

GUARDANDO PERLAS

... y es que atónitos, o deslumbrados, solemos guardar instantes cual brillos puros,
cual perlas vivas;
pero apretar este hallazgo al pecho, adentrarlo y tenerlo ¿ nos salvará de algo, digo, nos habrá de valer…?
uno cruza y va buscando una luz que dar, un resplandor, algo divino con que erguir las horas,
las fases de terror, horror y oscuridad;
… si al menos pasasen por aquí y a menudo el curador de heridas y el constructor de sonidos,
ah, sobre que pálpito podríamos crear entonces un ápice de llama al ser,
un caz de emoción,
de vida,
o simplemente unas manos con que calmar esta opción tan física y dramática del tiempo;
… cuesta discernir y casi todo se dilapida, se envuelve en cualquier cosa y se arroja al contenedor;
por tanto ¿ podremos traer a redimir algún instante/perla, algún instante/norte,
alguna esperanza palpitante
o luz ?
por predios altos resuenan los tambores, y 2012, por sendas interminables, marcha dando vueltas,
pero con ese ardor ecuánime de quien ya conoce el son con que adherir sus horas, sus días y meses
a otras épocas futuras, lúcidas, intrépidas y hermosas;
… en el suelo, caído, todo atavismo rompe y pudre, rezuma y desaparece;
y abajo y arriba, y entre el aire y frente al aire, cual guerrero magno y poderoso, el espíritu,
auscultando y modernizando almas con que, una vez más, habrá de combatir y ganar la guerra.

CIENCIA Y LÍRICA

… con sonido y luz se erige y reconstruye el universo:


violines para las rosas,
oboes para los lirios;

¡ … y ay de mí bajo el amor, temblando,


ay de mí,
pues viene, prende y sube en la mañana como laúd de fuego,
y yo, en su hogar, oyéndolo, quemándome…!
¿ … y esta algidez, y esta fuerza, y esta dulzura ?

… todo el mar ha ardido, todo,


y limpio está;

… alzan hacia el sol, el vuelo, las palomas, las gaviotas,


y también, también lo emprenden, mis tres jilgueros, emblemas divinos de mi alma.

SER FARO

… y allí, precisamente, donde golpean y aúllan las tormentas del mar, del cielo y de la tierra,
donde los elementos son látigos y espadas, furias, áspides en lucha,
y el terror oscuridad del corazón,
allí, justamente, aun a lo lejos y en lo alto,
EL FARO:
tan poderoso y solo
tan impersonal e inmóvil,
tan radiante y crucial, tan salvador y sereno,
y, al fin, tan en compasión por y con nosotros, tan de primera piedra;

… oh, amiga o amigo: y por qué no ser faro del mundo en tu país,
en tu ciudad o barrio,
en la escuela o el trabajo,
en tu familia o casa,
incluso en ti mismo,
- en tu propio ser -
por qué, por qué no;
el faro no grita, no lucha;
sólo luce, brilla,

… y es que ¿ sabes ? ya nada, nada volvería a ser lo mismo.

DE LOS NIÑOS ÍNDIGO


[… desde 1987]

… estos muchachos, estos espíritus o generaciones que llegan con sus brazos en alto,
esta flor de La Tierra o Gaia, digo, este honor o exigencia,
- aquí y ahora -
¿ podrán resucitarnos ?
… ¡ porque es tanta la oquedad sin voz ni amor ni paz con que estar, ahormar y convivir,
tanta y tanta…!
cuesta ser y hablar, oír y pensar, salir a la calle, meditar y ocultar este atuendo
de estricta desnudez de alma,
este terrible e increíble retemblar del cruel y puro invierno;
… ¿ es que tal vez - auguran y dicen - para instar la muerte/viva, debamos emerger cuales somos
y morir/huir conscientemente de quienes éramos ?
si es preciso, sea así y muramos anónimos, sin nombre y sin estrépito;
… pero, y a estos muchachos, en este 2012, tan de necesidad y urgencias, quién o quiénes les ayudará,
y cómo, cómo tomar hebra a hebra la razón del desastre y la debacle habida y decirles
que el problema en cuestión es inmenso y que está en peligro también la libertad,
si aunque callen, ya, ya lo intuyen, pues que llegan, se escuchan, saben.

PLAZA UNIVERSAL
-…y aquí, aquí he retornado, pues que aquí nací y aquí vivir -

… en esta plaza central de Vecilla de la Polvorosa, sobre el gozne vertical del aire,
gira el mundo;
aquí se ungieron los dioses, las edades, la virtud del fuego
y el canto de los hombres;

… en este punto con su instante, e investida por él la voz del corazón,


- observándolo, adentrándolo y sintiéndolo -
uno puede erigir y hacer vivir la paz, la luz, la alegría, la libertad;
pues cuando el universo instila su fulgor, incandescente la plaza,
oh templo, oh esplendor, oh signo indestructible con que el espíritu instruye y goza
las purísimas rosas o síntesis del alma;

… excelsa entre lumbres, contra el sur de la tarde se abate la belleza y todo acaba;
mas, en la desolación que inunda y queda, en su mismo centro, las ascuas inmortales irrumpen y perviven.

SIGLO XXI: voz de lluvia

… viajero, éste es el siglo XXI, detente y aparca,


las señales de tráfico han cambiado:
la justicia y su paz,
la luz,
la alegría,
la libertad,
y así, y también, también, el pálpito del fuego;
… por tanto, observa, no te pierdas y alerta el corazón,
¿ no has notado que se te inunda de lluvia y que, sin embargo, chisca, salta y arde y se te echa a volar ?
… ah viajero, viajero, éste es su don o esencia libre:
la ruptura del espacio/tiempo,
ciencia divina y nueva que instruye, calma y quema;
… indaga en el fragor del pecho, adéntrate por él y escucha: es el son del perdón, es la voz de esta lluvia.

DEL SOL QUE NOS VIVE Y NOS ABRASA

… desde el más hondo lagar del universo, desde esta cárcava de densidad inmensa,
cómo, cómo surgir y tomar conscientemente un lápiz o cursor e instituir la voz cual cántico divino, cómo;
es larga la espera y uno se acerca al corazón porque él piensa y cree cual hierba fresca, encendida,
y está dispuesto a vivir y morir por esta intuición de honor, amor y fuego;
de arriba abajo, pues, discurre por el ser, y aquí, una ruptura inabarcable:
un tajo, un partimiento de cicatriz infinita,
un dolor vertical,
y, dentro, muy dentro,
un dios,
una lumbre;
por tanto, y enfrentándome a mí mismo, me urjo y me pregunto: ¡ quién, quién está aquí, quién soy… !
… porque el pecho percibe el timbre de los astros, la inconsistencia del tiempo y el templo de la luz,
y, asimismo, este instante de nítida asunción y ardor ante la muerte;
… pero ¿ y si la muerte fuese sólo témpano aparente y el espíritu lograra que la razón viviese ?
¿ podría yo con ella amar o ser forjado en compasión,
ah, podría ?
… una mujer o un hombre, y una pregunta, un vuelo y un poder;
signos, trazos íntimos del sol que vive, nos vive y nos abrasa.

DEL CONOCIMIENTO

… nada ni nadie vino sino tu fuerza, tu relámpago, tu irrepetible don y tu alegría;


por la sed de mayo, las gotas de agua son aliento, égida y pátina solar,
reverberación del mundo;
hete, pues, y aquí, cual íntima luz,
cual caz de amor,
cual lirio;

¡… y parecía, parecía que nada hubiese contra el tiempo,


contra la enfermedad, contra la muerte,
o contra un pasado inhóspito y salvaje, fatal e irreversible !

… oh conocimiento, oh esperanza, mi flor, mi lumbre viva,


cuánto te he esperado;
con los vientos ábregos del norte te recibo.
DE TU PROPIA BELLEZA

… si con miel en el alma y las manos llegases junto al borde del agua,
- junto a Dios en su acción de lluvia, junto a la vida -
y, mirando a la tarde, pudieses incendiar el pecho y ofrecer al universo tu entidad de fuego,
ah, qué lluvia de amor no vendría a ti,
qué dádiva de luz o qué opulencia;
… este trance, esta fulguración o instante cuántico interior,
¿ no es y exhala - dime - un rayo de tu propia belleza ?
porque el florecimiento es este arder, este íntimo y aterrador trabajo en soledad sublime,
el de tus fuerzas míticas y puras con tu real poder:
la ascensión,
la transubstanciación del mundo;
… por tanto, he aquí tus piedrecillas rojas y tus piedrecillas blancas:
las que son y forjan la verdad, aquéllas, las únicas y heroicas,
las que son del ara y el fuego del silencio.

NOCHE DE WALPURGIS
- Madrid-España: 25 SPT.. 2012 -

… el terror desquiciará sus ojos, sus bocas, obstaculizará tu paso y ellos atronarán tu mundo
con salvas recogidas de las profundas cárcavas del paro y el hambre, de los desahucios y el frío:
ah, los viejos topos de la desesperanza y la muerte;
… hay dioses en cuerpos humanos gritando por ti y por mí en las calles:
¡ “no nos representan”, y otros lemas/fundamento de justicia y libertad… !
por tanto, amigo, no te mofes de los gritos del sol y sus supuraciones,
no de sus cánticos,
de su fe en llama viva,
de su prístino valor, el hondo y purísimo, el de la desesperación;
… y cual siempre ocurriera, en medio de este miedo y tu codicia y la mía, e intransigente,
late y va el silencio: huidizo y tétrico,
y lívido y fatal,
un estigma de acero en la sangre ¿ nos lo escuchas dentro, lo oyes…?:
una vez más, la cobardía interpretando al ser gentil, su voz y su virtud;
… es tarde, ya muy tarde, y, a golpes, una vez más,
la policía ha desgarrado las alamedas del amanecer;
y es que está aquí, ha vuelto, es de nuevo esta hora.

CAPÍTULO III
14 VERSOS DE LIBERTAD

… de allí, de allí procedía el cielo púrpura,


de un ser de amor, de quien detenta el triunfo,
de su templo/hogar,
de allí venía;

… y es que, a veces, sentir la intensidad del fuego abrasador consiste en un instante ingente
para morir en él y volver con él;

… por tanto,
ay la rosa deshojada y el dolor del lirio,
ay el don mortal e inexorable,
el oro/sangre, el vuelo y la circunscripción óntica del mar,
ay los caballos que no se paran nunca,
y ay, ay la guerra/lumbre,
ay, ay,
ay la luz.

ARDE EL AIRE

… yo soy la infinitud de la luz, el que abre el cosmos, el que en círculos lo agranda y en círculos lo cierra;
yo soy el ojo del jaguar, la faz de las sabanas y el celo enfebrecido de las junglas;
yo soy tu voz, tu resplandor, mi piedra y tu piedra, y así, así lo holístico y, también, ay, lo cuántico;
… describir y transmutar estas cosas, resucitarlas y hacerlas ser sortijas de palabras,
- flor, entendimiento -
sólo ocurre cuando la crisis es grande y el fuego abrasador irrumpe liberando al humano/dios,
- pues que libre es -
de sus propios errores, poderes y codicias;
… 2012 y 2013 y más, más allá:
años de luz y congojas,
simas y puentes/alma, revivificaciones, metamorfosis
e inicio de la escisión álmica del mundo,
ingente llegada de mujeres y hombres/cristo,
por primera vez, paz y amor acrisolados cual férula divina para el dolor y el sufrimiento,
Norte y Sur, al Sur, Este y Oeste, al Este,
se incendia y abrasa el sol, urgiendo la aptitud del frío cual serie mágica y latente del espíritu;
en el trayecto, que nadie se ofenda ni la daga empuñe,
pues habrá cesado aquel son aterrador, aquél que izaba y azuzaba el oleaje;
… año 2650:
en ese ahora es la hora en punto, y ya, sin tregua, podremos caminar y caminar adelante y hacia arriba:
en el salón de honor, todo, todo es,
y todo, todo será auténtico camino.

CAMPOS MODERNOS DE TORTURAY EXTERMINIO

- … sobre la vertical de Europa -

… quién volverá de esta batalla y quién y cuántos caerán;


lo que va quedando a retaguardia son inmensos campos de tortura y exterminio
con subcampos de pobreza, ignorancia y hambre, enfermedad y desesperación;
… las torretas funcionan y todos los mandos y submandos obedecen con esa prontitud
de horror al vacío, a la soledad del olvido y al halo ineluctable de la angustia cual la muerte;
… y sin embargo una rosa caída, qué, qué vale una rosa caída, qué;
en los días y noches de calor, como esta noche, los antiguos venenos del aire retornan;
las pirenaicas nacientes vuelven a transmitir, las redes sociales son túneles y contratúneles,
chirrían las radios y gritan, blasfeman y mienten las televisiones;
[el parlamento ha caído:
allí se eluden, se desprecian e insultan con ira, se abaten con torpe democracia, sin luces civiles ni piedad]
… ¡ por tanto, qué, qué vale una rosa caída y luego otra,
y otra,
y otra…!
sobre paralelo más alto, el meridiano y la historia se repiten,
y allí, precisamente, es donde el ángel terrestre de extermino se ofende y se levanta, decreta y estremece;
[porque necesitamos, sí, que nos ayuden, pero no, no y nunca que asuman nuestros deberes y tareas]
¿ … volverán y, una vez más, vencerán los aliados ? ¿ podremos crecer, sobreviviremos ?
oh, mis amigos, muy cerca se oyen ruidos y debo interrumpir de inmediato la noche:
recuerden, es 27 de junio de 2012, no lo olviden,
de 2012,
de 2012.

DIVINO Y CIVIL

… esa labor o canto, ese ministerio de despertar y arrebatar el ser hacia la luz,
ese impulso o hálito intuitivo, digo, quién lo dispensa, de dónde proviene,
quién lo ha tenido y contemplado en sus manos,
díganme, e insisto, quién, quién lo ha pesado, quién lo ha medido;

… desde altas cimas de tinieblas hondas, en el lecho civil es calma, fuego o grito;
pero ¿ cómo, cómo amar y cómo, cómo llorar sin él…?

… surge así cual lábil sinfonía en mil arpegios allegros sonando entre la sangre con eco en las estrellas,
cual manantial divino,
agua viva, pura y cristalina de inusitada e irremediable sed;

… porque cuando se ha callado, o detenido, ah, entonces, el mal, con su impiedad y estulticia ha bajado,
y cual jauría de lobos y hienas, ha trastornado la esencia de la rosa y herido su aroma y esbeltez,
su don de paz,
su rubor y alma;

… henos, pues, forjando íntimamente su carácter: de sello personal, de voz intransferible.

HAMLET 2012

“… que vida a vida y golpe a golpe transformemos en luz y cumbres inmortales


las cárcavas infaustas de la muerte”;
que dicho sea y quede dicho,
porque toda historia y mitología, toda belleza y ceniza han vuelto,
viven
y están aquí;
estremece verlas ser, o asomarse y temblar para erguir aquel piélago de calamidades
con que tú, oh Hamlet, enunciaras la duda existencial que te abrasó y que nos abrasa:
¡ ah los páramos del mundo, el bravo labrantío, lo acerbo, la dura agracidad del corazón aún, aún !

¿… es que alguien renunciará a dormir y aun a soñar? ¿ y a morir, lo hará alguien…?


y por qué no optar por vivir muriendo, por qué, por qué no,
si el espíritu hierve enhiesto en cada lumbre o muerte viva sin acritud, sin templo y sin interrupción final;

… nadie con el sueño ha dado fin al pesar del corazón, nadie,


pues que la muerte no es sueño que indolente e inconsciente ejerza tras dejar atrás el torbellino de la vida;

… por tanto, y desde tu propio dilema, desde su mismo centro, he allí el mudo dolor, la pasiva amargura,
y he aquí, Hamlet, más acá, de este lado y cual don de hoy, el adalid señero de la íntima y preciosa guerra;

… es nuestra herramienta a tiempo con su fe y razón, su luz e intrepidez;


oh, Hamlet, oh, Hamlet, aún la oímos, es tu voz que nos habla.

LA IRRUPCIÓN DE ÁFRICA

…fluye y marcha el universo con su carga inmensa de relojes vivos, de corazones, de pies y manos vivos;
es un pacto de constelaciones y cielos púrpuras tras ese ritmo incandescente
con que en África es verdad la música, el trópico y la danza,
bajo este son ingente de cantos y tambores del XXI;
… porque sintiéndose y pensándose, a sí misma África se intuye y cura, sana,
- pues ya no es ley la malaria, y no el cólera, no el ébola, no el sida -
justo cuando una luz crepuscular y dulce derrama su ternura por el bosque potencial de sus planicies;
… es tras este acto cuando África se prende y crea, se levanta y fulge,
pues ay sus broches de oro, y ay, ay su jubón con la luz del diamante;
y, éstas que veis, éstas, son sus naciones, y ellas y ellos sus adalides, príncipes de su república, la única,
herederos del dolor y pájaros de fuego inventariando el sol, sus dioses mil, los giros planetarios y la arena;
… son las 6 del mundo y es de noche;
sobre el resplandor del alma, África es un ojo de pantera áureo, carmesí y abierto,
ébanos ardiendo en un cendal,
una flor,
Dios al amanecer;
… es su don y es su hora.

AQUÍ Y AHORA

… sí - aquí y ahora - algo realmente atroz está ocurriéndole al género humano;


¿ … conocéis la inmensa decepción, su daño, la implacable soledad, la infinita tristeza…?
¡ … ay, ay si la alegría no existiese !
… porque hay momentos en que el alma sólo quiere llorar, llorar, llorar e incluso morir;
[y no, y no, pues ello podría resolvernos en un error absolutamente brutal e inadmisible]
por tanto, oh, tú, nuestro dios carnal, préndenos y sálvanos, despierta nuestras fuerzas e incéndianos la vida;
queremos vivir, queremos vivir…

DEL HOMBRE Y LOS NÚMEROS

… conceptual y concretamente, el hombre es expresión del orden matemático del mundo;


esta verdad con su diversidad, complejidad y riqueza, este don,
¿ abrirá nuestro pecho al poder con que irrumpe el espíritu y es ?
oh hilo de soberbia humana, oh destierro íntimo, balaustre de error y hez de esta mente febril,
pues en qué momento conculcamos y escondimos las rosas,
la faz del dios, su estirpe,
la luz,
el firmamento…
…ah la libertad, la libertad,
fuego alado y encumbrada y bellísima durmiente, eternidad perdida,
nuestro genio redentor, nuestro niño amado, nuestro dios herido;
… de cero al infinito los números cabalgan y dialogan, desfallecen y mueren, renacen,
y ello lo intuye nuestra sangre, nuestra razón lo anuncia y nuestros pies y brazos lo diseñan;
… ad exémplum: ah, Pitágoras y Euclides, Descartes y Leibniz, Tesla y Einstein,
amigos, queridísimos amigos, volved, retornad y proseguid;
¡ loor, loor para héroes de imborrables gestas de esplendor inmortal !
LOS NIÑOS

… en mi barrio crecían las violetas;


vibraba la eternidad como instante/luz, como flor de rocío,
cual si de repente todas las cosas hubiesen emergido puras, intactas y perfectas
al haz de la inocencia;
[así, un día, pasó volando la bruja sátrapa de la escoba rota y cayó rodando por sátrapa y por bruja,
y, otro, un hombre se reía y lloraba porque una tarde, en medio de la plaza, Cristo dialogaba con
nosotros]
… en mi barrio se lloraba y ardía fácilmente,
se quebraba el mundo y nosotros lo recomponíamos porque, sin saberlo,
éramos el estaño y también los bronces y el fuego de la vida;
… cuando me fui de él, lloré;
ahora, hay días en que miro a los niños en su hábitat de amor y, entonces, con cariño,
siento por dentro y míos al hombre de la risa, a la bruja sátrapa y la pátina inmortal de las violetas;
pero nada, nada me es tan hondo y claro como aquel rumor sutil con que ardimos las horas en las calles:
la voz hipergaláctica del Cristo.

OYÉNDOTE

… en alto timbre de luz te oí llorar y te oí reír;


y ay emoción o arrebato,
ay qué llanto divino,
cuando el celo existencial es de alegría;

… así vibró la lámpara en su hogar, cual ascua viva, cual lumbre cristalina,
danza en arpegio de amor:
la libertad,
el ser del mundo;

… y si luchando, bajo y rompo a escribir frente al raudo incendio de ese instante y noche,
inefable, y con fe ingente,
el eco de tu risa alumbra y calma, templa, alienta y me sostiene.

ESPÍRITU Y ALMA

.
cual amantes invictos, día a día regresan a través de los mares, de las noches, de las madrugadas;
en caracolas de fuego, llevan incendiado el tiempo y en él fulgen sus horas y también su piel,
su pulso y voz,
su amor y libertad;

… el orbe ha ardido, y allí, al lecho de partida, retornan incólumes y puros:


cual rosa y lirio, cual tímpanos de sol y lluvia,
de noche y de rocío;

… por la puerta norte del cuerpo/templo, entran,


y, observándolos, uno intuye su luz, su color y sonido, lo cuántico del ser,
y ay, también esa virtud fractal, la desconocida, la tan íntima y viva, la del hondo del aire.

RETORNAR

… imaginad un universo ardiendo y vivo, y ved y sentid que sois a un tiempo el fuego creador instándolo,
y trayéndolo a ser,
y el mismo universo al fin;
¡ pues ay, ay ese poder que arrastra, el que da y encumbra, el que quema y limpia el corazón !

… porque podría parecer que el viento abrasador, el que todo funde y acrisola, no existiera,
ah, podría, sí, podría;
la opacidad mortal obstruye y nubla,
- aparta, domina -
y la conciencia, en reflejo terrenal, sucumbe y cede a esa ilusión, cual instante transido del espíritu;

… por tanto:
¿ un partido de futbol, una cerveza, unas risas y el final… ?

… yo elegí a mi padre y a mi madre desde allá de la muerte e incendié y crucé, para volver, los ríos de esa
muerte;
querer venir a renacer aquí, y así, con mis glorias y desastres, colmó mi sed y libertad;
y ése, ése fue el bastión de mi argumento.

TESEO: su metafísica

… a veces, por o desde el fuego/mar del corazón,


se abren cárcavas o parten avenidas de ingentes e ingobernables dimensiones;
y, a veces, y en esa misma lumbre, fuerza y manantial, rompe un pálpito, surge otro universo,
y, entonces, es cuando en él se instituyen formas y leyes por vez primera;
… pero, mientras, sin cesar, y en guerra, la vida y la muerte:
el minotauro y el laberinto, la violencia, avidez y pasión frente al puñal ariádnico de amor,
- con mente iluminada -
que todo afronta y todo vence;
¡ oh insigne destello de Cnosós, capital del reino o cuerpo nuestro,
oh intuición de espíritu y alma, señalando el hilo/ovillo holístico y precioso:
el de vida,
el de oro;

… y oh tú, Teseo, genio inmortal del valor, el de luz sutil y cuántica,


chispa de este dios que, a costa de sufrir, busca y lucha, vence al mal, y en sí nos guía y en sí nos resucita.

DE LA EXÉGESIS DEL SUEÑO

… por el flanco más frágil, la desolación me acosa, me adormece y hiere a deshora;


pero a pesar de todo, hay en mí, lo sé, un tímpano de luz vigilante y vibrando,
como si la conciencia osara abrirse a una estancia de intención infinita,
como si el tiempo de pronto escapara, y como si todo, y sin más, en la mente emergiera;

… es difícil ser mortal, dolerse y sufrir frente a la verdad,


y, asimismo, es difícil luchar y rescatar el control del alma tras morir o dormir,
y con honor vencer;

… el sueño es nave prodigiosa, hipergaláctico y cuántico viaje,


caz del dios en su propio dios;
calma, así, la comprensión, diluye y redime el dolor, conforta,
incluso suele adornar e izar las madrugadas con ese eximio brillo que tan tenuemente emana
de los seres hermosos;

… a menudo, asistimos a nuestra propia resurrección llorando,


pues uno viene a los cardos del monte y son las rosas las delicias del valle.

FICCIÓN Y ÉPICA POÉTICA

… de inefables edades y dimensiones veníamos, de la instrucción y siembra de amor,


de instituir oro puro y vivo,
de allí veníamos;
el guardián de distancias, el curador de heridas y el constructor de sonidos, nos precedían;
cruzar galaxias, planetas y quásares, o bien materia oscura,
consiste en horadar y entibar espíritu, prender sus rocas íntimas y comunicar con luz el mundo;
éramos, pues, una legión de fuego y nuestros tambores, junto al agua que vive,
resonaban y fulgían por nuestro corazón ardiendo;

… al llegar a Vecilla de la Polvorosa, a su magna Plaza Universal,


- aún, y a esa hora -
el ojo de la tarde era una cuántica y bellísima flor de almendro brillando entre la nieve;
nos despedimos, y, tras verlos partir, en mi casa de piedra, paja y barro, sobre el laúd del alma, sollocé:
tardaríamos muchos, muchos eones en volver a vernos e instruir de nuevo con semillas de oro,
y ello, justo, cuando aquí, Piscis, pasaba y pasa ofreciendo solamente dolor, dolor y sufrimiento;

… mientras, los Heraldos de Acuario me han abierto sus puertas:


estamos diseñando la emoción de la rosa.

VALLEJO, inolvidable

… porque si de algún lugar exterior y preciso, con su poder y ternura, manase o procediese el amor,
¿ no acudiríamos a su encuentro impacientes, o a su cercanía e influjo, o tal vez a su conquista ?
pero ¿ y si el corazón estuviese aquí, dentro y con él, ignorado u oculto,
callado bajo muros o aceros de hombre, cual si olvidos o espadas…?
Vallejo, dijo: “HAY GOLPES EN LA VIDA, TAN FUERTES… ¡ YO NO SÉ ¡”
perdón, perdón, y permítame mi amigo y excelso peruano, desde España, decir hoy:
¡ y es que aún abrimos simas tan hondas en la vida, que hay que ver, que hay que ver !

[… montañas y volcanes mágicos sin dirección y heridos, o bien diezmados o apagados por el pecho,
estrellas y mares muertos, pánicos atroces azotando el alma, indómitos y eternos,
llamaradas heladas cual témpanos tapiándolo y ahogándolo, matándolo]

… y horas y días y años cabalgarán y desaparecerán con este fuego interno y puro, negado u obstruido,
resplandores vivientes con sus gruesos tornillos y tuercas, junto a cierres y persianas echados,
y pasarán, y pasarán, y pasarán;
¡ ah, simbología terrestre: esta oscuridad y esta condena,
ah, ah dios mío, qué ruina, qué ingente tristeza queda aquí !

… ¡ y es que aún abrimos simas tan hondas en la vida, que hay que ver, que hay que ver !

POEMA DE 11-11-2012

… en medio de la noche, con la tierra en vuelo, y transparente, detecto y miro, entre mi dios, la luz del alma,
y, hay, cantando en ella, un son ingente y delicioso,
y un fuego abrasador,
y una lluvia;

… pero ¿ y no, no pasó por este mismo instante – observo y digo - la edad de hierro y su gemido,
y no Aquiles y Héctor, no Alejandro, y no, no lo hicieron también, y acaso, Anibal y Escipión el Africano ?
¿ incluso no lo hizo el propio Barak Obama, el 6 pasado, al ganar las elecciones…?
… se vive esta luz cual si fuese uno un algo términi, íntimo, extremadamente solo,
y como si la emoción colmase al fin un hambre intemporal de valor y cómputo infinitos;
y cuesta, cuesta volver y toser de nuevo aquí, cuesta ajustar los huesos, la sangre y respirar,
ocupar la piel y asumir este hondo laberinto y su dolor, aspirarlo con fe, vivirlo, y decidir seguir;

… y nada, nada indicará la ciencia, hoy, acerca de este lapsus capital, nada,
pero ustedes intuirán, o incluso sepan o conozcan ya, que esa luz del alma existe,
y tal vez comiencen a buscar por sus cuerpos o vidas aquel pliegue o tenue resplandor de su presencia;

… cae el telón;
cerramos el poema, amigos, y, con él, el libro de lo mítico, lo histórico y lo cierto;
la imaginación es flor o hacha, y sustento primordial, y ley, y concepción vital y auténtica del mundo.

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TÍTULO:
Siglo XXI: del fuego, la luz y la guerra

TÍTULO I

EL VUELO DE LA LUZ

… y llega y sube la mañana sola, clara, ingente, luminosa;


mi corazón la mira, y sabe, por un instante, que vencerá el temblor y el pasmo inusitado,
y que asimismo vencerá la oscuridad, y que también, también la muerte;
[naciendo, naciendo y yendo hacia adelante y hacia arriba, y llenando, y elevándose;
así, y hoy,
tal es y va la luz]
y es que, a veces, de esta forma crece y fulge la alegría, la inmortalidad íntima,
incluso la ética del mal mientras ruge, grita y aporrea, observando su final, transfigurado,
en límpidas esencias de amor y de silencio;
¡ … ah, ah si pudiésemos comprar este prodigio con cesta de mercado;
ah, si pudiésemos irradiar su poder por cátedras y tronos, por púlpitos, estrados, parlamentos,
y ay, si pudiésemos tan sólo recordarlo y con él, y de él, vivir !
… demasiado ocupados, demasiado mortales y demasiado cierzo en la voz aún,
demasiado, demasiado;
… y con ese inmenso brío - excelso, sanador y universal, y cual de otro mundo -
todo fulge, cumple y desaparece para renovar sus fuerzas, y velozmente, y con nueva faz,
volver;
… por tanto, y siendo así - decidme - el vuelo de la luz, quién, quién lo detiene.

CRÓNICA DE AIRE Y FUEGO

… si del calor oscuro surgió o sobrevino el aire,


- de aquél fuego, digo, del primigenio y cuántico -
ese mismo fuego en mis ojos se apiña y fulge hoy,
en mis iris prende,
en mis pupilas, arde;
cual un Aleph, vibra aquí el universo y es azul,
se exhibe y ríe, observa y canta, y asimismo llora, susurra y muere;

… sin edad,
él y yo nos miramos y unimos bajo esa conmoción holística y sutil de lo inefable,
bajo una lumbre voraz que nos unce y suelda,
la misma con el que en este mismo instante están ardiendo y sustentándose en su ser los muros de esta casa;

¡ … quién, quién diría que un mar de roca ha venido y se ha incendiado en mi ojos,


o cómo explicar este incendio divino, si mi lengua es agraz y un estruendo de piedras mi boca !

DE LA POESÍA Y SU VALOR

… si de algo ha de servir la poesía, su ritmo, su armonía y melodía,


que sea para instar la luz;
¡ porque, ay la lumbre y las lumbres,
ay, ay el fuego que causa estragos a la muerte con sólo el himno que instruye la belleza !
… mientras sea y siga aquí, con su efímero don, la palabra,
mientras pulse y penetre y encienda el alma, la exégesis del mundo,
ah corazón mío,
- y alzar el vuelo y resucitar -
¿ no será la poesía mientras nos haga vibrar, sentir y vivir,
un hálito hermosísimo del ser, tu caz de verdad, tu rosa ardiendo ?
dime, hermano corazón, dime ¿ es que acaso no lo es…?

TEST DE PRUEBA

… entre más alta y luminosa vuele la flor de la conciencia,


más tenues serán los medios que rijan en sus pruebas, más etéreos y angostos, más arduos, más sutiles;
¡ quién no advierte que a veces, por ejemplo, hay llantos como yunques por los ojos,
o en la boca tigres o hienas, incluso besos que hieren o rasgan los labios como espadas !
… no, caminar y entibar virtud no es fácil, no, nunca lo ha sido;
nuestra luz del alma ¿ quién sin nuestro ser nos la instruye o hace, o quién, quién la regala…?
y es que, uno a uno, irán cayendo muros, leyes, dogales y páramos íntimos de pus u oscuridad;
… pero aquel discernimiento exacto, aquel puntual poder de captar y asir armonía,
[esa ciencia de verdad divina que llama, toca y dicta]
dónde, dónde obtenerlo, y en qué y cómo expresarlo;
… uno va y viene y se adormece inventariando cuerpos, voces, sombras;
y es tanto el trajín ordinario, el ruido del dios mortal y sus tormentas de nieve, niebla y fuego aquí,
que bien pudiera parecer en vano instituir un ara de razón con sus cobijos o conceptos clásicos;
... por tanto, y en consecuencia,
allí, donde es el corazón, qué aprehender, y, sobre todo, y para asirlo, cómo, cómo y cómo escuchar en él.

LA VOZ

… desde la puerta del bar, has creído que alguien, incluso alzando la mano y nombrándote, te ha llamado;
y llegando, entras, y te das cuenta de que nadie te mira, de que nadie te espera,
y sales, y, extrañado, indagas, buscas;
… pero de nuevo, y nítidamente, vuelves a oír la voz,
por lo que, revolviéndote, piensas: cómo, quien habrá podido ser…
y tras dar unos pasos, te detienes y empiezas a mirar a todas partes con ansiedad, con intriga:
pero quién, quién y desde dónde, exiges y te exiges…;
y mientras íntimamente te avergüenzas y empiezas a cavilar, sobresaltándote,
te vuelves porque, de nuevo, allí, allí está, la voz ha retornado;
no, en ese momento no hay nadie por la acera, no, ni tampoco cercano, hecho éste, por el cual,
- no obstante golpear sobre el reloj porque son las 8 de la noche y maldecir porque no admites estar loco -
con extrema rapidez empiezan a salpicarte y desgarrarte la angustia, el terror, el pánico;
… hasta que por fin,
cuando ya has decidido abandonar porque lo has achacado a una insólita y estúpida alucinación, ,
es cuando clara, muy cercana, y prácticamente golpeándote la cara, la voz dicta tu nombre;
“sí…, sí sé, sé perfectamente quien es, esa voz…, la conozco, la conozco”,
gritas ya, gimes;
y entonces, aturdido y postrado, sumido entre los hombros y eludiendo dar tumbos, sin fuerzas,
tratas sin más de encontrar el camino de tu casa;
… en tu ser, ardiendo, y llamándote, el dios ha ejercido el poder, el verbo, el movimiento.

LA NUEVA FE

… yo sé que en tu insigne fuego - de pálpito interior - la luz es inmortal;


y si salamandras de oro te diseñan y esculpen, y próceres de amor gentil te instruyen,
ay, ay si tocases las manos que consuelan y cierran tus párpados tantas y tantas noches;

… uno vive, aquí y ahora, la ansiedad oscura y su tormento, y baja y entra y late en el torrente de las calles,
y el fragor lo invade y difumina día a día, lo atrapa, lo sumerge y esconde del mundo y entre el mundo;
tal es la pequeñez o fatiga, el plegamiento, nuestra desaparición súbita,
ah refugio salvador e intersticial del alma, hálito fiel que nos sostiene y guarda libres,
en tránsito fugaz por los fondos procelosos de este ingente río;

… para mirar es y comprender, para, sin hoces, sin hachas y sin drones, incendiar el aire y producir la fe
del viento en llamas, la compasión ardiendo,
la sed del espíritu,
la paz,
- y al fin, al fin -
la virtud última, aquélla y tan hermosa,
la tan íntima del alma.

RESUCITAD

… ah compañeros, abrid las puertas y que entre la luz que llega:


innovación total, epigénesis de ciencia y vida;
nuestra ingente noche ha sido cancelada, su oscuridad disuelta;
¿ es que, acaso, habríamos de ser imitadores eternos, siendo innatos creadores, siendo dioses ?
arriba, arriba, levantémonos ¿ quién seguirá en la isla antigua, la de Patmos,
quién - decid- con la conciencia atada, diezmada y en riesgo de morir de inanición y por segunda vez ?
… despertad y emprended viaje, el del vuelo sobre el tiempo, el que mente y corazón intuyen raudo y alto,
el del valor,
aquél, vuestro y mío,
el del canto y genio de la libertad;
… hay eclosiones inéditas de vida esperando, égidas de oro íntimo, lumbres vivas;
y, sin embargo, y pero,
también hay firmamentos previos que fingen ser de piedra en el propio país, en el propio hogar,
y, más, y aún, en el propio amor, en el centro íntimo, aquél, el mortal y atávico del pecho/corazón;
romped, pues, argollas de sombra y hierro, el mortal pasado con sus pruebas de inhumanos usos,
dejad, pues, tradiciones rígidas de estricto honor, pero, hoy, y en justa ley, de cieno y muerte;
¡ instante a instante resucitad, resucitad y resucitad !
… no, no es ésta mi voz, no, no lo es,
es el canto incandescente y urgente de las almas.

DE AQUEL BESO NECESARIO


- Para mi esposa -

…y, al besarte, un cósmico relámpago de vórtices y fuerzas estremeció mi vida,


un éxodo de sangres aconteció en mi cuerpo,
y todas las arterias y venas e instrumentos con su crucial mensaje,
a saciarse acudieron a tu boca;
… y todo, todo resucitó estallando en sed y lumbres,
chirriaron goznes de grosor ingente,
y allá en el alma, de sus cárcavas profundas, un alba, de purísimos contornos,
germinó desnuda y se posó en el mundo;
… y así aprendí que, cual sol y lluvia engendradores, con tus besos erigíamos
indescriptibles siembras y cosechas, lo que entonces y siempre fue:
un temblor sobre el ara en que, a fuego puro,
los dioses íntimos se entregan y se abrasan, se embriagan y enloquecen;
¡ … ah, qué hace ser de luz y eternos en ese exacto instante a los amantes,
o qué hace morir, amor, y en quién o en qué se gesta esta extrema y última verdad,
dímelo tú, dímelo ahora, amor, dímelo… !
… porque, cómo herir la vida y darla, y amarla y diferirla por querer tenerte tanto y tanto,
dímelo, amor, por qué y cómo, cómo, cómo…

LA INVENCIÓN DE LAS HORAS

… porque ¿ quién, quién rompiendo su anuencia con la muerte, abrió con fe a la tempestad,
a la que brama, a la que sangra y busca dentro al dios de la alegría ?
… surgid, surgid, por tanto, y disponeos a luchar y a doblegar las horas, sus dagas y golpes, sus asfixias;
observad sus contextos sutiles, etéreos, y con hilo de oro asidlas y dominadlas, ensortijadlas;
… porque ¡ ay, ay esa cruz de soledad y silencio en el pecho,
y ay, ay, por contra, en ella, la luz y voz de libertad !
… la esbeltez del tiempo es mera sombra, fragua ingente, clámide, ánfora del corazón,
su falsa ley, su enemigo;
… no, vencer y trascender no es fácil;
la eternidad suele excitarse entre huesos impacientes y tunde, silba por los zaguanes y se va cantando,
cual pájaro exquisito entre las venas;
… he aquí, pues, un concepto sin faz ni concreción, he aquí que les presento el tiempo:
un río universal,
un fluir, un abstracto discurrir,
y también, ay, y ay, un terrible y álgido poder;
pero, con todo, cómo y cómo expresarlo desde el eterno y gran ahora, decidme y enseñadme, cómo, cómo.

BESO CÓSMICO

… tan inabordables nos fueron los cielos antes de que en Jesús de Nazareth encarnara El Cristo,
tal fue la abyección, el egoísmo, tan material y oscura la razón de nuestras vidas,
que, al abrirlas e incendiarlas,
aún resuenan y gimen, disgregándose, las milenarias y enervantes piedras del corazón;
¡ … ah, la aparente muerte de aquella antorcha viva, ah, ah la divina y cuántica sangre del Gólgota !
[en peligro el planeta, la evolución, la raza humana,
y deshojado el viento, el agua del perdón y lo heroico de su sed: la piedad]
… cuando llega el solsticio de nieves y el frío de la ley atenaza en sí, ya a ágoras solares, ya a pálpitos
terrestres,
he aquí que, entonces, y pletórico, de nuevo torna El Cristo y se desangra, nos da su vida, su fuerza,
y Gaia se convierte en hoguera ingente del espíritu donde es la pura compasión, la ayuda universal, el beso.

PARA LAS AMÉRICAS

… el dios Himalaya ha llegado a Los Andes y Los Andes fulgen con sus nieves de oro;
del Gran Silencio ha emergido,
y, cual hilo de luz, irá regando la mente/corazón de todas las Américas;
… estas cumbres, pues, espirituales, este cáliz, este fuego dorado y líquido, digo,
¿ nos hará conscientes de sus brasas, de ese fiel deseo por la luz que quema, por la luz ardiendo ?
todo es ritmo,
ley,
creación,
majestad de las Américas, por y para las Américas y el mundo;
… energía y armonía trae el dios Himalaya, y conciencia, y poder;
profundamente, ascendiendo desde el Sol Central hacia el alma,
la Gran Serpiente resplandece y se mueve.

DE LA ROSA BLANCA Y PURA

yendo,
todos estamos yendo en eterno movimiento, todos, y todos somos y estamos aquí y allá,
todos, todos;
ninguna estrella alumbra solamente a un hombre, a un dios o a un cúmulo de dioses;
… así, pues, voraz ser es la verdad,
su fuego,
la luz que alienta al corazón,
- nuestra luz -
la que limpia y cura, la que anega y calma;
… las rosas orlan el emblema del mundo,
y sólo la del centro, la blanca y pura, detenta el don o genio de la vida,
y todos la intuimos y admiramos,
todos;
y por ella, instamos, el precio incandescente de las lágrimas.
DURACIÓN DE LA VIDA

…cual sea la ignominia u honor de nuestros hechos y actos,


[lo sepamos o no]
así acercamos o alejamos los días de los ritos y fronteras con la muerte;
un tono íntimo, armónico y supremo sostiene nuestros átomos y células,
su ritmo, su atracción y cohesión, y así, y también, el vuelo carnal y sideral de nuestra sangre;
… nadie, nadie debería enterrar la luz de sus talentos y obviar o abdicar del fuego,
y nadie, nadie cerrar y oscurecer sus puertas con inmundas pátinas de hiedras y de cardos;
… de áridos pechos de dolor surgieron los valientes;
ellos fueron los que incendiaron, los que esculpieron y ornaron la voz del mar,
quienes sus íntimos atrios, de insondable belleza y luz, llenaron de rosas;
… ah del conocimiento y su fuerza, del esplendor y sus carros de vida en llamas,
y ah, ah mi cuerpo humilde y amado, dispuesto, una vez más, al duro sacramento de esta guerra.

PALADINES

… yo soy el que instruye y crea, en mi Padre y con mi Padre, espacios cuánticos de voz, de luz y libertad;
a este instante vine, al crucial, al que aquí converge, al que nombra y llama,
a este lavatorio místico de pies por la inmensa caminata a que tornamos tras las noches cósmicas,
con su trajín ingente e inédito de amor;
… este es mi odre o ánfora actual, mi templo o casa útil, mi hombre,
y éstos que veis, mis hermanas y hermanos, amigos y enemigos,
guerreros exhaustos, o en trance, o caídos, ah, y todos, todos reales o potenciales héroes,
nimbadas frentes que transitan el orbe del dolor cual humildes y radiantes expertos del espíritu;
… aquí y allá, por campanarios gélidos del cosmos, se escucha un corazón;
es el ser, su brizna/lumbre, la contención o atenuación del mal,
el zumbido de Dios,
su latir,
nuestra flor de esperanza;
… somos voluntarios anónimos en esta marcha o guerra sideral e inmensa sin corolarios últimos,
precursores, pioneros galácticos con libre albedrío sobre esta tierra-hogar en que somos hoy, densa y dura;
… quede en este eón e instante, y aquí y así, el número áureo cual ley sutil de exacta y prodigiosa fuerza;
pues que más hondo y mucho más allá, aún más allá, nuestro don de honor, es el fuego del alma.

COMO ABRIENDO UN RÍO

- Meditando a Hamlet -
… huyendo, y siempre huyendo, uno corre y marcha cual tambor de piedras, como abriendo un río;
¡ hombre, hombre – me digo y grito – por qué golpeas y a dónde, a dónde vas, a dónde…!
pero el ruido de lo decrépito y frío es tan hondo, tan hondo;
… y ciego, y entre tumultos de arrastres y por barrancos abajo, rompe el dios contra el fragor de su furia,
y rompe la razón, y el sentimiento ruge y rompe,
y así, cuando quiebran al fin emoción y pasión con las criptas repletas por sus fuegos y aguas,
el destrozo es un mar de hiel desmedido e inmenso, sin límites;
… del otro lado, y llanura adelante, fracturados pies y hombros, ya no sirve romper y ya no sirve rugir:
no hay gargantas ni hay tajos por donde hendirse o caer, ni asimismo auroras, ni márgenes:
con gélido rictus e insondable espanto, y sola, introspectiva y retrospectivamente sola,
por ella marcha, rueda y sufre, la infinitud cuántica y atávica del desdichado y sorprendido ser;
… y pues que sois, y soy el mundo, que el amor divino nos cure las manos y el corazón.

TESIS PARA EL CAMINO

¡ …ah, pero cómo, cómo intuir sin más que es un don la soledad y que el silencio sabe, calma y cura !
ningún ojo humano vio jamás arder el mar del universo en sangres cuánticas,
nunca pasar carros de luz y oscuridad en lucha ni nunca ejércitos cósmicos caer,
y no, tampoco, y nunca, el estertor de las segundas, de las terceras y cuartas muertes, nunca;
… vibra en piedra el espíritu de piedra y contra piedra aquí;
por tanto, frente al fragor de mil soles, cómo, cómo captar sus cómputos de honor, cómo;
mirando y pensando el infinito, ay de mí, ay de mí,
pero, a pesar de todo,
¿ podrá algo impedir que sienta el halo protector de mi propio poder con mi gobierno en vuelo ?
¿ o resistirá este rudo cactus mío el golpe de la hermosísima flor que lo ama, lo trasciende y vive ?
… quién detendrá este impulso nuestro, digo, esta verdad que transita virgen por mi voz y mi boca,
quién no se expondrá a subir al tren de su excelencia en llamas,
y quién, quién no querrá vivir y redoblar la inenarrable emoción de su esplendor, quién, quién…

TÍTULO II

ESTA LLAGA

… por la playa del sur iba cantando con esa conmoción de la conciencia en llamas,
porque el alma, a veces, se incendia y esplende, resucita, canta, arde;
por el haz de la vida vibraba el hilo de oro, el que todo lustra y unce proclamando el ser,
el que iba levantando y sosteniendo al dios y el día como una mariposa de indemnes e inmortales alas;
… tiene lugar cuando el cielo asesta un golpe al alma con carmines puros y sublimes púrpuras,
y cuando sólo es luz y luz y luz, y cuando baja, y cuando llega, y cuando habita y vive,
y cuando asimismo abrasa y limpia, y también, también, y aún, cuando cesa, se aleja y desaparece;
… mundo y mundo en esta edad, gestando una canción sin fin de amor, es este breve ensayo de espíritu solar;
… vivir en la piedra es esta llaga, y, esta llaga es mi temblor, y también mi honor, mi don y mi alimento.

ODA NUEVA AL MAR

… cuando miro el mar, cuando me acerco, cuando entro en él y toco su ser mortal y cuando se incendia,
una vibración de amor esplende, alienta y conmociona el alma;
… yo sé que mi alma y el mar hablan, que comparten e inhalan sus prístinos misterios, que prenden lumbres,
y sé, sé que dan luz al candil divino que de forma invisible da calor y verdor al sostén de las cosas;
… ah, ah el mar con su fuego íntimo,
vertebración holística y hermética del mundo aún;
y ah sus cetáceos, recogiendo y guardando las puertas marinas con sus llaves secretas, las de oro,
- las prodigiosas, las inesperadas -
las mismas que mi corazón intuye porque es escrutinio, tamiz y voz, del eco subconsciente de su sangre.

GERMINACIÓN

… o simplemente ve y observa el germinar de una semilla, su ser, su luz y canto,


esa irrupción de indescriptible y límpida verdad, su belleza,
pues gime y arde un dios en ese instante imaginando ya sus lumbres íntimas, sus rosas, sus lirios,
instituyendo silencio e interpretando armonías que en sus conjuros se miran y asombran,
se acercan, se aceptan y unen,
se aman;
… y, sin embargo,
quién podría intuir tal prodigio en este hogar exhausto de horrores, angustias y muertes, quién;
… ¿ un átomo, una célula, un hombre, el universo? ¡ qué más da, todo, todo está aquí !
así, pues, alma mía, ve también, y, abriéndote y abriéndolos, vive y brilla;
… infinitud y eternidad qué, qué son, me inquieres, sin embargo, mientras duda y miedo distorsionan tu voz;
y es que el ritmo monótono y duro, por sí solo, aísla y calla, tiende al caos, olvida, tensa y desaparece;
… ah, ah el germinar de una semilla, su parto y llanto, su sublime emoción, su líquida armonía;
ah, ah la resurrección del mundo.

SAGAS CÓSMICAS

… en el ara de la luz, la de incienso vivo, y a llama pura, arde y fulge la flor de nuestros nombres;
vibra el fuego y el corazón transforma sus sonidos en voz y sangre de vestal memoria,
oh tú, adalid sublime de lumbres íntimas, galácticas y eternas;
… porque si soy mortal y amante,
mortal seré en civilidad mortal y guardián del agua,
y morador del dolor con que agita al ser la perenne invención y eclosión de las horas;
… sin partir, partiré y me iré muy lejos, muy, muy lejos,
pues ruedan, cesan y emergen mundos bajo el cendal sublime de una ciencia inmortal, ecuánime y exacta,
y allí, allí estaré, y, tras morir y morir,
retornaré al rumor y al vuelo incontenible de este instante cuántico, titánico y divino.

EXALTACIÓN

… brizna a brizna y perla a perla, despeñándose, fulge y va la tarde hacia el fin del mundo
en piélago y enjambre de orquídeas y jacintos;
aire, tul y ámbares, nácares y tímpanos,
luz,
luz,
y sólo luz,
oh, oh laurel de nimbo y oro;
pues allí están creándose y siendo cual dioses la tierra, el mar, las lumbres, los trigos encendidos,
justo cuando la sangre fluye ardiendo y en sí prende y quema las molduras precámbricas del pecho;
¡ ay, ay la edad vital del corazón, las pleamares, los volcanes, y ay, ay la piel y el resplandor,
y ay, ay la ley del sur con sus cielos rojos y los sublimes púrpuras, ay, ay y ay !
… por lindes de coral, por senderos y huertos y alamedas, la flor de azahar y el alhelí;
entre fuego voraz e indestructible, flirtean caracolas, vencejos, cormoranes y gaviotas,
y allí, junto al grill de la muerte, la voz de los amantes, dulce, rota, plena;
¡… oh iris, oh laúd excelso y vivo, oh síntesis total,
oh, oh laurel de nimbo y oro !

LOS CICLOS
]

… ah los ciclos,
[su espiral deslizamiento y textura, el júbilo o ansiedad de sus voces y brillos, su estirpe]
emitiendo su íntima deidad y su atuendo sagrado, un pálpito de honor, un eco de certeza;
podría parecer que todo pasara y discurriera sin otro final o aditamento que el bastión de la muerte,
y que luz y oscuridad se fundieran en un frívolo abrazo de espectral olvido, sí, podría;
… pero cuando el amor emerge cual rayo o pálpito, o bien efímero huracán con agraz y ardiente sed mortal,
cómo saber que llega hasta ese instante cual lumbres, las nuestras, las del haz del alma;
y el ciclo, acaso, pase y desaparezca, o crezca en meridiano y se eleve y oculte más allá y allí haga campo,
levante tiendas, prenda el mundo y el ciclo avance ardiendo y cauterizando el mar íntimo del ser;
… sí, ciertamente intuimos qué es sufrir, y, sin embargo, con qué tristeza canta aún y hierve la alegría,
y con qué gentileza la tomamos por los hombros y la acompañamos a las celdas lóbregas del corazón;
…porque si verdad, bondad y belleza brillan en álgida quietud e insólito silencio,
si la eternidad es océano galáctico y galáctico de espíritu y espíritu sin tránsitos ni límites,
esta oportunidad de estar aquí, rebelde y asustado hoy, dudando y preguntando,
tal vez, digo, me ayude y nos ayude a construir ese ciclo amante con su flor de lis,
la que atiende y lava, la que fulge y quema;
… y es que el ciclo de amor todo lo acoge y lustra, todo lo incendia, lo expande, y todo, todo lo salva.

PARÉNTESIS

… toda, toda la vida tensando e interpretando las hoces, la tempestad, la esclavitud, la guerra,
y sujetando las venas como candil de furia frente al zarzal de la muerte;
¡ porque, oh el prodigio del vuelo, oh verdad y libertad, y oh, oh resplandores amados, dónde, dónde estáis… !
¿ … recuerdas, cuerpo mío, cuando la tos por diciembre y las cerezas/lumbre por junio ?
¿ y cuando la rosa, y cuando el ruido en el pecho y el fragor ancestral de la espada…?
y todo, todo esto y de repente en este instante súbito, en este refundir de llagas, de límites, de fuerzas,
a examen íntegro los carros de hierro herido, los himnos de vida y sangre, los de oquedad, los de silencio;
… y no, tal vez no quede apenas nada;
si acaso, una estación donde el espíritu asuma los trágicos trayectos que los pies emprendan para armar el alma,
o tal vez, y sola, la desesperación mirando el devenir cual frente impío con que hollar y herir la eternidad;
… ah, ah, quién tuviese entre sus brasas vivas aquel ímpetu divino de Caín:
la consciencia de la luz, su mítico poder, la voz de luz y fuego.

DE LA MUERTE VIVA

… ¿ y puede marchar un hombre sin piernas, sin abrazos ni cabeza, sabiendo leer sin previamente aprender,
y vivir así sin ojos y sin boca, sin luz ni corazón ?
sí, puede;
y podrá incluso ser un pálpito de piedra saltando contra todo y contra todos,
herir y ser un alacrán, un apestado y desdichado,
un grito,
un garfio,
o yo mismo y en este instante aquí,
dirimiendo a golpe de cuchillo cuántico la sangre con que erguir y ungir este poema;
¡ ah un hombre con su león y su órix, y ay, ay su reino, el tuyo, el mío… !
… interrúmpanse las causas, arrincónese el ruido y extráctese, pues, y lústrese la furia;
por la calle íntima, y a solas, pasará entonces la piedad con el odio en brazos, roto y herido mortalmente;
¿ quién, quién lo habrá matado, quién..? pues que aún, aún se indague acaso entre el fragor de los huesos;

…y sin embargo, desde las lindes del mundo, plácemes de amor expedirán los siglos, los años y las horas;
la lucha habrá cesado;
he aquí el esplendor de la hazaña: la sucesiva, la gradual y eterna, la ardiente muerte viva.
RITUAL DE LA ROSA

… con temblor de rocío, abriéndose y crepitando,


el estruendo del mundo rompe al aire el divino secreto de la rosa:
su dios de brisa y fuego,
su pureza y canto,
su haz de luz,
su estética inmortal;

…uno discurre y pasa cual profunda incógnita tras sus pies y sus manos, tras sus ojos y corazón cansados,
y día a día, instante a instante marcha y va cayendo, agotando la noción de ver, sentir y oír su magnificencia,
su don,
su íntima y sublime ley;

… cuando por tanto brote, emerja y nazca una rosa y todo sea infinitud y pasmo y proclamación,
por una vez, sólo una, piensa en ti y reconócete,
reconócete e instruye un acto extraordinario de invencible y exquisito amor:
- por ti, por ti mismo, amigo o amiga, hazlo por ti:
rebélate, atrévete y engéndrate, sal de tu ingente lobreguez y erige y rige el mundo,
sé, sé tú - y cual rosa - créate, créate real, total y definitivamente.

HÁLITOS

… a los vestigios o ruinas que en éstos u otros versos ajenos puedas hallar, oh viajero, no tires piedras;
son ceniza o greda de grandes pasiones: la del amor, la de la luz, la del dolor o la muerte;
… quizás cada uno haya vivido un instante/fuego con su lumbre y vuelo inmortal,
o tal vez, y acaso, el paroxismo aterrador e ingente con que las sombras hayan roto la paz del corazón;
pero qué más da, si cada cual es poema y como tal lo instruyen con su estricto sonido y su indeleble matiz,
lo que han logrado salvar y traer desde los Campos de Marte hasta este lado del mar y del ser;
… no, no tires piedras, viajero;
los poetas no son más poetas ni más sabios por el verbo sino por el agua viva,
la servida y derramada, oh viajero, amigo o enemigo nunca eterno, nunca, nunca, nunca;
… por tanto, ten a bien leer estos pocos hálitos que traigo y que humildemente he podido asir y rescatar,
- son sagrados -
el más excelso, el más alto y fiel conjuro de mi mente y de mi sangre.

DE ESTE TIEMPO
¡… y qué o quién llegará hoy !
uno toma el móvil o el WhatsApp como fusil o beso y sale a combatir al río, al mar, al universo;
o entra en Facebook, en Twitter o Yotube y vuelca el hilván de su inquietud o gozo,
su hervor de alma en busca de un chal o merkabah de furia o alegría para vivir en él o morir de él;
… si 13.800 millones de € ha costado el WhatsApp a esta fecha nuestra,
cuánto valdrá - en orden cuántico - la aplicación próxima, la del canal sin voz, la cerebral, la telepática;
éste es el orbe o brocal de Acuario, el de razón o aire, o fulguración divina con sus sagas científicas de hombre;
… por tanto, uno coge sus desdichas y esperanzas y las sube al cielo, o al hombro, y camina con ellas o bajo ellas,
por lo que, sintiéndolas, se percata de que debe gritar, golpear el alma y comunicar un algo nuevo y de inmediato,
o por contra callar y ensartarse para morir, acaso más allá, de las lindes trágicas del bronce;
… ah, por vez primera, la Gran Familia se sabe y escucha, se rebela y mutuamente se vive, y más, más aún, se ama;
sublime instante éste del árbol de la ciencia y el árbol de la vida.

MUJER

…yo sé que vienes del otro lado del sol,


que traes el fuego profundo de los astros y el agua viva que calma y limpia, que abrasa y resucita;
cómo, si no, podría comprenderse el movimiento, el equilibrio, el ímpetu sin fin, la exactitud,
o cómo podríamos blandir la espada de dolor sin la voz de tu pecho ni la luz de tus brazos;
… si el eterno femenino te da la fuerza y la ardiente rosa y tu lirio puro,
el vendaval del mundo es céfiro divino de aromas a tu paso;
… esposa, hermana o madre, amiga, amante, compañera o novia:
festival de vida te aclama por doquier,
la imaginación del cosmos minuciosamente te estudia, te imita y acompaña;
… oh lucero del alba y de la tarde, oh fuente primordial, oh tú, oh tú, alberca viva, columna eterna.

NO TE MUERAS

… sal, pues, e infúndete en el alma un pálpito sin fin, ínstala a un halo diferente, al de un óleo superior,
o marcha y cruza el corazón en busca de verdad en tu blasón mortal e intúyela, afírmala, persíguela;
de ríos de amor surgen nostalgias prodigiosas y asimismo esplendores crísticos, supérstites,
tanto, que escuchándolos correr, de ellos parten léxicos/pasión cual ignorados y cuánticos átomos de fuego;
[… hender, quebrar la eternidad y auspiciar un tiempo nuevo, un hálito supremo y desandar la sangre,
la conciencia, las sesgos ancestrales, los senderos, las lumbres frías y las zarzas, y rehacerlos, reconstruirlos]
hombre mío, no, no te inmoles a la puerta de la desesperación,
antes toma su espada de valor y corta y pule los nudos de tu edad y de tu siglo;
¿ has reverdecido al límite tu íntima y bella flor de cactus…?
… pues acógela, acógela e inhálate su aroma;
¡ pero ah hombre mío, no, no te mueras !
ALBERT LÓPEZ IRIS

… se tambaleó, tosió con estruendo y cayó de bruces contra la nieve y el barro;


roto y enfoscado, lejanamente entrevió a su madre, más aún, como en un relámpago la vio salir de su cuarto,
apagar la luz y susurrarle unas palabras de todo punto incomprensibles para él;
intentó moverse pero no pudo, se había pegado un tiro en los pies y en el pecho
y por allí se le estaban yendo las molicies y gangrenas del mundo;
… entre vómitos y el ahogo inminente, sintió la lluvia rebotarle sordamente sobre la cabeza,
por lo que pretendió gritar, pero sólo oyó las voces cálidas de su hermano Carlitos y su hermana Yoli,
afirmando, una vez más ante su padre, ser dueños cada uno de una rama del cerezo del jardín;
fue entonces cuando decidió morirse y quedarse así, inerme y rodeado por los suyos y las furias congénitas del
frío;
… en aquel instante exacto, Albert López Iris se hallaba disertando en la tribuna de una convención de médicos.

REBELIÓN POÉTICA

… fuerzas mías, no os encerréis ni detengáis nunca, y no, jamás os rindáis ni dobleguéis, jamás, jamás;
la verdad subyace entre silencios de ingentes proporciones que rompen, cual rumores de astros,
en alta, en altísima música y frecuencia ¿ lo recordáis…?
sí, fuisteis una vez;
... hemos caído y caído hacia el dolor, la soledad y la muerte,
perdido el esplendor de las fuentes y olvidado el poder,
el espacio/tiempo,
la luz,
la resurrección,
y así, así nuestra progenie o flor de eternidad;
¡… ah, pues, la búsqueda de vida, ah el corazón del divino guerrero empuñando la espada y llorando,
ah el viento huracanado, la opacidad de la piedra, y ah, ah el oficio sináptico y mimético del frío !
¡… aquí el XXI: los poetas/fuego se rebelan contra el poso del alma y de la historia,
ellos, ellos son los nuevos paladines;
por tanto, y con sus lumbres vivas y en alto, díganme, quién, quién podrá detenerlos… !

SOMOS
… múltiples, dispersos y lejanos, y sí, fulgurantes y unidos,
y bellos,
y poderosos,
y sabios,
y sí, y sí, decidida y eminentemente libres;
esta es mi raza, mi linaje, la Humanidad, pies y hombros y cintura del mundo,
mi flor de grial,
la que todo sufre y limpia, la princesa/niña, ah, ella, ella, la que todo es y todo lo espera;
¡ … nos hemos despeñado tantas veces y tantas hemos vuelto a instar la luz con atrición de frío y fuego !
aunque si todo fuese vanidad ¡ para qué la palabra humilde…!
y si todo fuese fuerza ¡ para qué la dulzura…!
… en horas tensas de terribles noches con sus lanzas de hierro frente al lienzo del alma,
cuando la soledad no es aún amiga, sino una espada, y el corazón esquirla de succión en el pecho,
cómo no transgredir el umbral de belleza e instaurar la renuncia a la vida, la congoja o la guerra;
… de Norte a Sur, de Este a Oeste, llegad, pues, y, en este instante, aceptad este honor:
una vez más, es la hora de afrontar un arduo y febril esfuerzo, el de un excepcional e histórico combate.

CUÁNTICOS

… más allá de los pulsos ódicos del aire, inconmensurablemente más allá,
te vi brillar,
por lo que, deslumbrado, exclamé ¡ ufff, Dios mío, de dónde vendrá… !
y la luz fundió aquel brillo con las sangres áureas del corazón;
… y eras tú, tú/él, tú/ella,
los mismos que estáis leyendo a través de este soporte mineral y en este instante de temblor y aquí;
de implementar la fe, la fuerza y el honor veníais,
de los eriales o pedregales del mundo,
de los alacranes, de las serpientes bíblicas y cual héroes,
cual zahoríes errantes bajo cielos ígneos de indescriptibles púrpuras;
… y es que, sublimada, no, la belleza no tiene cristal ni conclusión;
[al fin, y tras retornar y reeducar las fuerzas,
aún dudaba y dirimía el último estertor o hilván de este poema]

TÍTULO III

DE LA LABOR DE LA PIEDRA
… y he aquí que, en sintonía, están vibrando el hombre, el aire y el dios del universo,
que vibra el éter, la emoción, la razón y la idea,
y he, he aquí que también la verdad, la bondad, la belleza,
su luz,
el corazón;
… con estas monedillas, salí ayer tarde a comprar la piedrecilla de vida, la roja o blanca,
el elixir,
lo irrompible e inmarcesible,
el rubí, el diamante o cuerpo del alma,
el dorado vestido de bodas,
la coraza divina,
el pote de oro;
…discurrí por mercadillos y tiendas, pregunté en bazares y quioscos, en farmacias y supermercados, y nada;
la gente por la calle fruncía el ceño, se encogía de hombros o displicente ofrecía una limosna;
debo estar mal informado, me dije, por lo que decepcionado y como perdido,
al último sol de una pared me abandoné al fragor de ver pasar el mundo;
pero cuando sonreí al niño triste que pasaba y él al fin, y otra vez, mirando hacia atrás, sonrió y sonrió,
ah, entonces, para qué tiendas, para qué bazares y supermercados, ah, ah, para qué, para qué;
… y allí mismo, tiritando y medio muerto de frío,
insospechadas e íntimas voces, resonaron a un tiempo vivas, nítidas y plenas, por todos mis talleres.

CAZ DE AMOR

… más allá de los médanos del aire, de astros, fuerzas y circunscripciones, más allá, más allá alcanza,
pugna y late el corazón;
y, sin embargo, nadie, nadie ha visto, pesado o medido el amor, nadie un enamoramiento,
y nadie, nadie su catástrofe y estruendo, y tampoco nadie, nadie su virtud;
… uno va y viene entre amasijos de enseres y asuntos y fulge, se asfixia entre ellos, clama contra el mundo,
y de nuevo emerge, dispuesto a combatir o resistir los hondos lapsus de las horas, los del tiempo y su poder;
¿ que hemos sido capaces de instruir y vencer una historia terrible y auscultar la faz y voz del universo,
ignorando aún los cuantum de este íntimo mar de amor que nos sostiene y vive, que nos espera y lleva…?
¡… ay de mí si tuviese que intuir su longitud de onda y frecuencia universal,
y ay de mí si inexorablemente tuviese que morir sin aspirar a él !
… los niños, los ojos de los niños, me recuerdan su efigie,
y cuando llegan, y cuando extienden la mano, ah, entonces, expresan su esplendor;
… sí, más, más allá de los médanos del aire, más, más allá, mucho, mucho más allá.

CAMPO DE AMAPOLAS

… esta llamarada, este fanal de sangre y lumbres vivas que fulge ante nosotros,
¿ de dónde vino, quién nos lo trajo…?
por entre trigos, por entre linderos brilla y marcha un dios errante,
ah ¿ es que no lo veis…?
es tan hermoso como un canto de alondra,
y tan dulce y fértil como un tallo de hierba;
… el corazón lo sigue y sigue, y el alma, arrebatada, en él prende y arde;
venid, llegad, pues, y recogedme,
que a briznas voy por los caminos y el aire, y, cual luz mortal, esparcido estoy por la pradera;
¡… yo, yo que quepo y vivo en una humilde caña o pie de centeno,
en un prez de lluvia,
en ésta, en esta gota de amor,
en ésta !

COORDENADAS TERRESTRES

… si supieseis que tenéis la luz ante los ojos y no pudieseis verla, ni con la mente asirla ni expresarla;
si asimismo la muerte cabalgase a la mano y también constante y dura, y fijamente observándoos;
si el viento huracanado del mar regresase a la orilla con la voz profunda e inefable del mundo,
y el corazón, turbado ante el amor, callase;
y si llevaseis un lirio y una rosa en la mano,
y si una espada de fuego por alma,
y si un estruendo de mar y de piedra en la boca,
decidme ¿ podríais instar y construir conscientemente el ara de silencio ?
… seáis, pues, benditos y aspiréis al fin gloriosos,
porque aquí es la furia, sabor y rictus de cubil,
la eternidad en ruinas,
el laberinto en su prístino bastión,
lo indescriptible y también la angustia,
la opacidad, duelo y sello del séptimo hontanar,
lo denso,
lo amorfo y la inquietud,
oh ilusión silente a redimir, oh reflejo espiritual, oh dolor, oh pátina del dios humano y herido por la tierra.

CONSIDERACIÓN GENERAL DE LA TRISTEZA

¿ … debiera, oh fuerzas, oh ímpetus de vida, llorar con las manos uncidas al corazón y esperar la piedad ?
imploro, pues, un himno, un canto al aire y libre, lo insto y busco, soy un hombre, lo necesito,
puesto que cual sombra helada me cae y absorbe la tristeza embargándome, rodeándome, apartándome;
¿ o debiera exigir, quizás, y en grito, que me arda el alma, que crepite y cunda y que transcienda la hoguera ?
¡… ah el fuego - aquél, aquél, el divino fuego - en qué brasa de hombre mío dormirá,
en qué luz, en qué arpa, o en qué ignorada plaza y abandonada cítara;
tan remotos son su verdad y calor, tan extraños al ser en este instante, tanto y tanto…!
… miro, y la virtud de la tarde son bandadas de alondras ciegas volando a contra cielo,
un resplandor que exánime se extingue, que aprieta y acongoja,
un torbellino, insisto, y digo, de siervas voces penitentes,
un ojo de toro derrotando ciego en su estertor,
un huracán con rostro y boca heridos,
el pecho abierto a tajos indolentemente sin ley ni sangres, sin tiempos ni función;
… la tristeza son margaritas negras de insondables pétalos,
panteras y tigres vencidos y abatidos,
mares sin orillas, sin aguas, sin libélulas,
las mujeres,
los hombres,
su carcaj de viento y frente al viento,
como, así, y también, su fe y su luz vilipendiados;
…doy fe de los volcanes extintos de la tierra.

CUERPO DE DESEOS

… cual candentes hierros vivos, siento el cuerpo de deseos acosar, arremeter y destruir asaltando el corazón,
y asimismo girar y hervir exigiéndome sexo, posesión y violencia, y también dinero, y fama, y poder…;
tal, tal es su vehemencia, su fuerza y ley, su furia frente al pálpito del alma, fuente y ritmo de la luz;

… y, sin embargo, y decididamente, sí, puedo y debo asir y dirimir la cólera de este íntimo huracán,
puedo filtrar o sujetar sus heces, sus venenos, y mirarlo frente a frente porque yo fui su creador y paladín;
puedo romper o transmutar, por tanto, sus huesos o ancestrales vértebras, sus oscuridades, sus junglas,
y diseñarle ángulos de honor, de alianza y paz de humilde y fiel sabiduría, puedo, puedo y debo hacerlo;

… de ahí que no lo haya de arrancar ni exterminar, pues que, ocultos, vida, luz y poder están en él;
cómo podría si no aspirar al excelso tiemblo del rocío y al enigma divino de la rosa,
o instar con fe y pasión el agua pura y viva,
más aún, cómo podría morir, en suma, y a la vez querer vivir, vivir y vivir conscientemente, cómo, cómo…

MADRE

… ponlo en las manos de tu madre,


en el acuífero eterno, en la voz o címbalo del ser,
desesperadamente ponlo sobre el brocal del pozo,
sobre la roca,
sobre el gozne,
sobre la luz;

… recordemos la piedad y también la sed y el agua limpia, la viva, la que salta cantarina,
o asimismo odres y odres con largas horas de espera, de llanto o de silencio,
y humildemente, con los ojos cerrados, ofrezcámosle el mar hasta hacerlo fulgir ante el ara dulce,
aquella y suya, la que siempre acoge, la que ampara y calma,
la de besos divinos;

¡ … y es que tanto urge y salva la aurora o resplandor del corazón, tanto y tanto !

HOZ DE RAZÓN

… esta ciencia, esta energía o poder que me permite caminar y ver, y pensar y sentir, qué es o quién es;
porque meditar y esclarecer el ser, y comprenderlo y redimirlo, no, no es y nunca fue tarea fácil;
… del frontispicio de Delfos a este atrio lóbrego y mortal,
y del grito del odio y de la guerra a la paz del corazón;
por tanto, este vuelo o tránsito hacia un pórtico interior,
esta aventura o mudanza, digo, este entrar para pretender saber quién soy y querer vivir y vivir,
ah ¿ será lícito, me será tolerado…?
… como perla mesiánica y herida,
a trazos va la verdad por el mundo a golpes de ilusión, de vértigo y vahído,
y uno queda observándose cual si una daga brutal le cruzara los hilos estéticos y cuánticos de mente y pecho;
… pero a pesar de todo, alguien habla dentro, alguien se admira y sonríe, más aún, susurra y viene…
y así, así estoy aquí, buscando y desbrozando, empuñando la hoz de la razón sin luz ni ceremonias.

DE LA ALEGRÍA

… era, era ella y la vi,


¡ aleluya !
es y existe la alegría, vive, respira;
porque indudablemente estaba allí, junto a las tapias del lobo, en la cima, a la misma puesta del sol;
yo había cruzado por “El tajo”, pues iba como roto, putrefacto y herido,
las piernas y los pies destrozados y sangrándome, y los brazos y la frente atestados de férulas y moscas;
por eso crucé, para caer al fin junto a mi piedra y, tras resignarme y cerrar los ojos, dejarme morir;
… pero la conciencia, propósito o intención, es tibio transeúnte bajo este hachón excéntrico de huesos,
y yerra, y da tumbos, y se convierte en paradigma de vida durante escasos pasos, tal vez por un instante;
es cuando el laberinto es capaz de encerrar en cárcavas de alma lo que se fue y se es,
y el desierto aprieta hasta hendir con saña el corazón, talar la mente y convertir el recuerdo en erial
de añejas voces que una vez fueran benditas, y, a su tiempo, y también, pospuestas y olvidadas;
… a doña Vera, la viejita ciega de cien años, la habían abandonado allí, en su sillita de mimbre humilde,
y ella, feliz, con la cara al sol y en absoluto silencio,
se atusaba con las yemas de los dedos sus cabellitos blancos,
pero también, ay, con la barbilla alta y la sonrisa brillándole, iluminándola;
… nunca hubiera imaginado a doña Vera muriéndose encendida entre su pura y viva muerte, nunca;
a decir verdad, no, tampoco había imaginado yo la mía para este mismo otoño;
… desde las praderas, y sobre los hayedos, surgía y se elevaba el vuelo indescriptible de los pájaros.

DEL ÉXITO

… éxito de vida y triunfo sobre el mundo en la conciencia;


ah, quién pudiera labrar y llevar cual ley ese estandarte,
ese blasón o divisa, emblema o símbolo,
ese íntimo fuego,
esa luz,
pues qué estío o edad de nieves no podríamos cruzar y vencer,
o qué consunción o despeñamiento no podríamos evitar;
¿ y la dulce y armoniosa música, aquélla, la que instaura, inhala o prende la paz del corazón ?
¿ y el diapasón del aire ?
¿ y el del silencio ?
¿ y aquél, el último, el del mar universal ?
… los versos/fuego se dan y extinguen en la vida, con la vida y por la vida;
cógelos y llévatelos, viajero, son hogueras para tus viejas vestimentas, para tus densas nieblas y hojarascas,
sí, cierta y definitivamente, ellos, han venido a por ti.

SEÑALES DEL 3.000

… que quien prenda y guarde el fuego, desvele con su vida las ascuas inmortales;
es el XXI un piélago de lumbres,
un tratado, un compendio excelso de finales y arrumbes, de piedad, de prístina y gentil misericordia,
y también un tono y una luz, y asimismo un pálpito sináptico y telúrico de amor;
… ah, qué lejos van quedando instantes, horas y años, los siglos circulares,
y qué convergencia, qué determinación de espíritus y fuerzas para optar a un tiemblo armónico entre llamas;
esta ilusión, no, no volverá, ni las viejas palabras, ni las emociones densas que ahogaron el sol de la verdad;
… perdura lo que el ser intuye o sabe, lo que vive y es,
y, ello, aunque la batalla sea dura y ardua,
que, sin duda, lo es y lo será;
… cuando encontréis la soledad, ah, no la temáis y mejor atendedla, escuchadla;
siempre trajo las más bellas ideas, los susurros más hondos, la música más bella;
… ah Orión - algunos diréis -
cuando el frío llegue a tanto, cómo y quién nos hallará y arropará, cómo y quién...
y tendréis, tendréis razón, amigos queridos, sí, definitivamente tendréis razón;
la Física de Amor y de Consciencia, la que inspira y acoge a todos, aquélla, aún la estamos construyendo.
COMBATE DEL XXI

… zumban vientos asesinos contra el norte y sur de la tierra, contra el eje de la luz y contra el cielo,
y uno podría incorporarse y avistar de golpe el mundo, cerrar sin más las puertas y tapiar el corazón;
… las fuerzas ancestrales, las cristalizadas, las densas y oscuras, cual desenjauladas fieras del XXI,
rugen y dan dentelladas ciegas a los hombres, a su igualdad y dignidad, a su justicia, a su paz y libertad;
pero, ay, ay, pues brilla sangre nueva en el aire y en el corazón del fuego,
y un céfiro solar reinterpreta las músicas de Bach y Wagner, las de Mozart y Haendel y el cierzo no lo sabe;
ah ¿ sabremos escucharlas... ?
¿ las adentraremos con sus ángulos precisos y la pasión mítica encendida, de forma intensa, con la propia vida ?
… los carros de hierro son atronadores y el pecho libre, inexorablemente, deberá partir hacia el combate;
mientras tanto, e íntimamente, intenten recordar su compromiso, el honor, la Fuente de la Vida,
y también el trabajo y vorágine del ser,
su valor,
la ley que nos cobija y atenta nos sostiene;
… arrecian vientos criminales y silban, otean y golpean, esperan y se callan;
doy gracias;
estoy escribiendo y estoy vivo.

SOLSTICIALES

… el eco de la luz canta, limpia y cura;


por los arrozales extiende su semilla verde, el eco verde, el canto verde, y el corazón lo escucha;
y en las praderas, al lado, junto al orbe del maíz y el manzano,
surge y brilla el sublime coro de devas y de duendes, de hadas y de gnomos;
ah constructores del mundo, los servidores cuánticos del Cristo;
.. desde las peñas, desde los manantiales,
luz líquida y de vida, salta y fluye hacia las manos,
vibra y chispea ante los ojos, crea y prende un fuego, y dulcemente, y poco a poco, entre cánticos, se apaga;
¡… ay los solsticios vibrando sobre las lumbres de junio y el resplandor de diciembre,
ay las fiestas de la luz,
ay, ay esas noches !

PREDICCIONES

… se va, se va y nos deja Piscis, y, con él, tiempos de supervivencia y líderes,


y, por tanto, de conquista y guerras, de dolor y tristeza;
caminando hacia Acuario desaparecerán los jefes, los gerentes, los encargados generales,
y nosotros, libres e ilustres operarios cósmicos, recibiremos nuestras órdenes exactas
desde el centro íntimo y prístino del bien,
pues la Fuente Creadora llegará hasta aquí y nos colmará de luz la mente y de paz el corazón;
… y no, ya no habrá estabilidad, pues lo estable consistirá en variación y en giro, en permanente cambio,
oh paradigma de amor, canto y canon excelso del 3000,
que esperando estabas tan lejos y tan cerca, tan ensimismado, abatido y yermo dentro,
tan postrado y gris en las cárcavas etéricas y cuánticas del ser;
… y, he aquí, que, de pronto, tras lo ancestral y atávico, rugiendo y aflorando, rompe y surge la esperanza,
y una estatua de piedra – el hombre – se advierte y reconoce, se declara su dios en él,
y todos, absolutamente todos los hombres/dioses de la tierra, comienzan a vivir;
… la proclamación del mundo, el escondido potencial del ser, lo real, lo estricto, lo divino de la vida.

ENTRAR AL CORAZÓN

… ahora, en este justo instante en que todo es sosiego y el silencio fulge y canta,
¿ podré acercarme a visitar el pecho y escrutar la sangre y su memoria, sus templos,
los registros de Verdad,
la luz ?
… ah ser mío, apiádate antes y compadécete de tu propio corazón,
es mortal, contigo viene de muy lejos y está cansado;
bien sabes que lo abruma el alma y asume la tristeza con plena rendición y al son de lo perdido;
… por tanto, cual ciudad de fuego y agua, ardiendo y apagándose,
piso mi umbral de dios y hombre, mis lumbres y ríos, mis aceras de aire,
la infinitud que intuyo y que presiento,
la textura del ser, la eternidad,
quienes somos,
quien soy;
… del otro lado de la puerta, mis compañeros me esperan con siemprevivas, crisantemos y palmas.

OBSERVANDO LAS PLÉYADES

… a repelones o cual tabla rota, así baja la noche por el río, y como sentimiento, y como alud infinito,
y también cual hiedra que luchara con musgos, huesos y piedras contra el verdor del sol;
… y aquí, junto al río y el mar, bajo la oscuridad profunda,
uno observa las Pléyades y el vuelo lo envuelve y trasciende, lo extasía;
es el instante en que se piensa, en que se mira y toca el cuerpo, cuando se le llama, cuando se le convoca,
y el cuerpo en tromba llega, se aprieta contra sus brasas, e, irguiéndote, se enciende y estremece,
pues es cuando íntuitivamente clama y dice que es de fuego y que es de fuego
y que no teme las muertes sísmicas y yermas de la muerte;
… ya ven, ya ven;
sueña el alma con quedarse por estos páramos, por estas umbrías, por los epicentros del corazón;
… es, por tanto, cuando se excita, hierve y calcina el aire;
pero es tan grande, hondo y nuestro el mundo, tan rabiosa y queridamente nuestro aquí y allá,
que surge y suena un canto ingente a verdad y alegría,
y con voz errante y dulce va invocando en alto nombres, nombres y más nombres;
… de cierto que es una lumbre íntima y oscura,
un cuántico y órfico destello del temblor de la noche,
un ascua o candil, un pálpito o eje,
un hogar-manantial,
un poder,
una luz.

VENID Y MIRAD FÍJAMENTE

… mujeres y hombres del XXI, venid, venid y mirad fíjamente al iris de estos versos
que ardiendo vienen por venas hondas y lo agraz del fuego, por los arrabales del corazón;
miradlos con fe y cariño y adentráoslos, hacedlos vuestros, sed ellos mismos y respiradlos, dadles vida,
y que incendien vuestras hiedras, sus frondas y raíz, y así restalle y crepite la oscuridad;
… oídlos, oíd dentro estos versos porque en ellos, con ellos y por ellos, estaréis muriendo
de edades y tradiciones, de prejuicios y odios, de fraudes y congojas, desamores y maquinaciones,
y surgiendo a la paz y a la luz,
oh flor,
de que han sido y son basar, ya la justicia o ya la libertad;
… mi linaje está aquí, mi sol, mi familia, y el latido insondable que el planeta guarda con pura exquisitez;
éste, éste es, pues, aquél excepcional e histórico combate del que hablé,
el del Yo,
el de la resurrección y transubstanciación del mundo,
oportunidad, lid u ocasión íntima de amar al fin sin temor, sin dolo y sin usura;
… esta lumbre, este diezmo o llama del XXI, ah, por fin, tan lejos, tan lejos de la ley.

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ANEXO: RESUMEN DE ÍNDICES (23)

ÍNDICE DE “PRIMERAS CRÓNICAS”


CAPÍTULO I
1.- Sombras
2.- Paisaje
3.- Ayer
4.- Añoranza
5.- Todos
6.- Ignorada
7.- Oración por un amigo
8.- Adivinando el amor
9.- La he perdido
10.- Busco un sitio
11.- Tierra
12.- Inmortalidad
13.- Días
14.- Amor
CAPÍTULO II
15.- El paso del tiempo
16.- Tú
17.- Algo diferente
18.- Quién pudiera
19.- Nostalgia juvenil (sueño azul)
20.- Fiesta nocturna
21.- A una hoja desprendida
22.- Hombres valientes
23.- Tras la tarde inmensa
24.- Viajero por España
25.- Analogía
26.- Despertar
27.- La lucha
28.- Castilla
29.- Frente a la guerra injusta
CAPÍTULO III
30.- Elegía para un toro
31.- Noche para un amigo
32.- Homenaje a una noche de verano
33.- Se oía un lamento
34.- Hoy abrazo el tiempo
35.- A mi lado
36.- Dios en el horizonte
37.- Entre el tiempo y el aire
38.- A Dios por una mujer
39.- Te estoy esperando
40.- Tiempo sin tiempo
41.- Volver
42.- Al regreso
43.- Sueños
44.- En tu amor
45.- No nace mi amor
46.- Ha sido esta tarde

ÍNDICE DE “ABRIR Y CERRAR LA VIDA”

CAPÍTULO I
1.-Abrir la vida
2.- Nuestros besos ya no morirán
3.- Jilgueros por el río
4.- Para vivir
5.- Amnesia
6.- Mi amor viajero
7.- Interpretar la vida
8.- Arena sí, arena no
9.- Morir o no morir para vivir
10.- Incendio
11.- Deseo
12.- Prólogo del beso
13.- Derrota
CAPÍTULO II
14.- Dar fe
15.- Crítica personal de un día
16.- Poema inconcreto
17.- Tristeza
18.- Mi pecador y yo
19.- Rebelión imperfecta
20.- Cenital
21.- Ayer, a lo largo del muelle
22.- Hoy
23.- Viaje A Andalucía
24.- Aire
CAÍTULO III
25.- Condiciones de alegría
26.- Jugada inédita
27.- Mis gentes (España: Dictadura 1936-1975)
28.- Las pérdidas
29.- Epistolario
30.- Asesinato en las flores
31.- Epitafio para el sueño
32.- Intranscendencia
33.- Manifiesto por la libertad
34.- Tentación
35.- Canto general de urgencia

ÍNDICE DE “TESTIMONIO Y CELEBRACIÓN”


1.- Presentación: Celebrar la vida
CAPÍTULO I
2.- Vivir ahora
3.- Un himno diferente
4.- Declaración
5.- Después, dejarme en cualquier parte
6.- Fisiológicamente vivo
7.- Malvivirse
8.- No me has reconocido
9.- El don de la alegría
10.- Del ser y del no ser
11.- Vividor y viviente
12.- En la arena
13.- Mi propia inquisición
14.- Papá
15.- Aquí está mi compañero
16.- Noche de verano en el metro
17.- Padre y Madre
18.- Decreto civil
19.- A este viejo: mi amigo
20.- Diluvio de lunas
CAPÍTULO II
21.- Doblaje para un pueblo inocente
22.- Viejo tren de cercanías
23.- Entre bloques de granito
24.- Elegía general para una generación perdida
25.- La denuncia
26.- Hora de partida
27.- Del epistolario - Carta X1
28.- Del epistolario- Carta X2
29.- 9En este lugar, póstumo y naciente
30.- Las calles de España
31 Para García Lorca
32.- Exégesis puntual
33.- Manifiesto a la sangre
34.- Barrio
35.- Es la vida que vuelve
36.- Este estar y no estar
37.- Lo han dicho, lo dicen lo digo
38.- La tranquila paz
39.-Ay madrecica
40.- Volveré

ÍNDICE DE “EL AMOR, LA OSCURIDAD Y LA FURIA”


Presentación
1.- Horóscopo constante
CAPÍTULO I
2.- Yacimiento
3.- La última campanada
4.- Ya doblaba aquel otoño
5.- No nace sólo mi amor
6.- Qué pobres somos
7.- Madrigal para un amor
8.-El mundo es un péndulo
9.- Es tu cuerpo un manojo
10.- … y si así no fuera
11.- El mundo está viejo, roto y sucio
12.- No destruirán las furias nuestro amor
13.- Estamos en la cuesta
14.- Ya se abrieron como dos tulipanes
15.- Eclipse
16.- Fuerte
17.- Mil cauces bebió mi boca
18.- Reflexión
19.- Afirmación
CAPÍTULO II
20.- Te amo a ras de tierra
21.- La mala noche
22.- He asaltado tu vida
23.- ¿ Fui torpe naciendo…?
24.- He cruzado
25.- Herirte
26.- Quiero morder tu vida
27.- En los polos
28.- No ha manchado
29.- Amada y querida mía
30.- Hoy soñé tu rostro indiferente
31.- Cuando la imaginación irrumpe
32.- No podremos pasear por el olvido
33.- Hoy, amor
34.- La grieta
35.- Piedras y cardos
36.- En esta hora
37.- He soñado
38.- Póstumo a un amor
CAPÍTULO III
39.- Cara al cielo y con raíces en la tierra
40.- Mi vida es escasa en pan
41.- Redención
42.- La experiencia me ha traído
43.- Soy mentira
44.- Rincones
45.- Noticia general
46.- Llamando a voces
47.- En busca de la liberación
48.- Soy el horizonte perdido
49.- Nuevas flores del mal
50.- Hombres malditos
51.- Flores de muerte
52.- Criar hijos para la muerte
53.- La guerra
54.- A otros hombres
55.- La lucha
56.- Estoy viendo mil pies rodando
57.- Hora de partida

ÍNDICE DE “UNA FISURA EN EL PECHO”


- Presentación – Testigo de cargo
1.- A “Leona”, mi perra, hermana menor
CAPÍTULO I
2.- Ángel
3.- Aproximaciones en agosto
4.- Canino de los campos de fuego
5.- Campanas de Bilbao
6.- Cierzo
7.- Comentario acerca de la amistad
8.- Críticos
9.- Danza de las mariposas
10.- Del cine y su tiempo
11.- Del mundo íntimo de las cosas
12.- Despertar onírico
13.- El buhonero de oro
14.- El mundo
15.- El rey que yo conozco
16.- En busca de memoria
17.- En lo alto de una noche de estío
CAPÍTULO II
18.- Escuela mixta de Vecilla
19.- España
20.- De la ciudad y su cuidado
21.- La hora necesaria
22.- Mítica ceniza
23.- Lo que queda
24.- Medianoche
25.- Nosotros, que éramos
26.- Noticias
27.- Oficio de presencia
28.- Óparis y Cálipse
29.- Por la ciudad de tierra
30.- Tesis de conocimiento
31.- Príncipes
32.- Rebelión de la rosa
33.- Referente
34.- Reflexión acerca de mi doble oscuro
35.- Reportaje de urgencia
36.- Revolución
37.- Robar el aire
38.- Segunda palabra
CAPÍTULO III
39.- Sembrador de horas
40.- Significaciones de La Pascua
41.- ¿Servidores ?
42.- Superviviente
43.- Testimonio
44.- Tú, definitivamente
45.- Una fisura en el pecho
46.- Un asunto solidario
47.- Un dios en la escalera
48.- Un rito equivocado
49.- Vencedores
50.- … y del fuego dijo

ÍNDICE DE “DESTIERROS ÍNTIMOS”


CAPÍTULO I
1.- Primer conocimiento
2.- Liberación de la utopía
3.- Del orden
4.- El jardín encendido
5.- De la estirpe de Ariadna
6.- Y la puerta de la luz era tu vientre
7.- Claves del ser y del sol
8.- Unidad de lo contingente
9.- Labradores de espejos
10.-13 versos al alba
11.- Policromía del vértigo
12.- Las flores y los filos
13.- Del ojo del tormento
14.- Norte y sur
15.- Puede ser, ha sido
16.- Restauración
17.- Los vigilantes y los días
18.- Murmullos en la tarde
19.- Apocalipsis en el pueblo de Kué
20.- 1956: Un grito en Budapest
21.- Los 9 laberintos de la mina
22.- Los 27 héroes de la cantera
23.- Teoremas en la ciudad sin espejos
24.- Sinfonía telúrica del toro
25.- Calidad de Príncipe
26.- La huida secular del dracma
27.- El fondo del espejo
28.- La navidad del sol
29.- Pero no la vida
30.- Cristal de fuego
31.- El rito de las manos
32.- Del hombre a la paloma
33.- Entrada a estos misterios
34.- Un monstruo en las manos
35.- Memorial del ángel
36.- Sobre el rito de la muerte
37.- Aproximación a la alegría
38.- Rumanía 1989
39.- Donde es la soledad, se asienta un hombre
40.- … y resisto
41.- Por la espiral del tiempo
42.- Contemplación y canto
43.- Amor y patria, no muerte
44.- No siempre así
45.- Monólogo forzoso

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ÍNDICE DE “CRISOL DE MUNDOS”


CAPÍTULO I- Primera puerta
1.- Y digo Dios y digo hombre
2.- Historia de un hombre
3.- Donde es el amor
4.- Hombre de Occidente
5.- La Presencia
6.- De las profundas fuentes
7.- Como las luces nuevas
8.- En los atrios mágicos
9.- Mi piedra íntima
10.- Epopeya de la emoción
11.- Canto de un labriego en la ciudad
CAPÍTULO II – Segunda puerta
12.- Estampa otoñal
13.- Entre el oro y la lágrima
14.- Éste es mi nacimiento
15.- Poética entre el cuerpo y el alma
16.- Espiritual y muerte de la noche
17.- El difícil regreso
18.- Río Artia
19.- Duna humana
20.- Los ciclos
21.- Apenas las rosas
22.- Réplica a “El amor del soldado” de Pablo Neruda
CAPÍTULO III - Sonetos
23.- La soledad, la luz y la memoria
24.- Renacimiento y canto
25.- Una hoja
26.- Mirar en el vacío
27.- Grito de urgencia en la arboleda
28.- El hombre que me llora
29.- Canto cósmico a Egeria
30.- Consideración sucesiva de la muerte viva
31.- Hombre y nada
32.- Al origen
33.- Heredad de la palabra
34.- Divinos esponsales
35.- Encinares
36.- Oh, mis fuerzas
37.- Dedicatoria mística al silencio
38.- De las dos verdades
39.- A ti, César Vallejo, amigo
40.- Navidad: soneto ante Cristo

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ÍNDICE DE “LLANTOS EN LA ESPAÑA OSCURA”

CAPÍTULO I
1 – Zamora : el regreso
2 – Dolor común
3 – Esta siembra
4 – 2ª Plaza
5 – De dos hombres
6 – Planicies castellanas
7 – Mi ciudad de piedra
8 - Centenarios de silencio
9 – Principio general
10 – Brutal y atroz
11 – Simple fuente viva
12 – Mi aldea
13 – Madre de los brazos rotos
14 – La idea
15 – Declaración al margen de la historia
16 – Españolicos
17 – Apocalipsis
18 – Cruz otoñal
19 – Amapolas y violetas
20 – Tentación
CAPÍTULO II
21 – El Metro
22 – Por una alegría
23 – Resistir
24 – Lapsus
25 – La bien cercada
26 – Cuerdas y tristeza
27 – El aguijón y el almíbar
28 – Génesis puntual
29 – Del búho a la cigüeña
30 – Agua y sangre en los zapatos
31 – De ayer y de hoy
32 – Retorno a las preguntas
33 – Renacimiento
34 – Ley 1000
35 – Canto para un instante
36 – Voz en el exilio
37 – El espejo
38 – En esta hora del pueblo
39 – La tarde inmensa
40 – Oda en paz para mis hijas
CAPÍTULO III
41 – Antes
42 – La visita
43 – Europa
44 – De la verdad para dos
45 – Las treinta de la tarde
46 – Tejado a dos aguas con goteras
47 – En la hora de tu vientre
48 – Psicoanálisis del vivir
49 – Reflejo del no morir
50 – Flor de cactus
51 – Carta VI
52 – Carta VII
53 - Pequeña y gran historia de una tarde
54 – De las rosas
55 – Simbiosis
56 – Diálogo con el dolor
57 – En una página del álbum
58 – Derrame de canto y de silencio
59 – Veinticuatro horas redondas
60 – Tras el poder de tu aliento
61 – Padre iba a morir
62 – Poema del viento y frente al viento
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ÍNDICE DE “YOSEL”

Presentación:
1 .-Ceremonial de la ortodoxia
DE OTRO ABRIL
2 .-De los hijos de Caín
3 .-Creación
4 .-Debate con la eternidad
5 .-Cribar la oscuridad
6 .-De aquí, de este momento
7 .-El corredor
8 .-Elegía para mí mismo
9 .-Esta clave mayor que nos devora
10.-Juicio
11.-La enfermedad de Orión
12.-Misterio
13.-Ser de aire
14.-Suceso en la mañana
15.-Vertebración
16.-Otoño en el bosque
17.-Guerra viva
18.-Carácter
19.-Meditación
DONDE SE ESPERA
20.-Elogio del propio descubrimiento
21.-Ciencia
22.-Tareas últimas
23.-Introspección
24.-Memoria de las interacciones
25.-Los que coséis mi vida
26.-Segundo canto por la alegría
27.-Por la esperanza
28.-Viajero en el tiempo
29.-Frío
30.-Ruina
31.-Un hombre no puede resignarse
32.-Estío
33.-Amanecer por el río
34.-Noviembre
35.-Aquello último
EL TIEMPO Y LA MESURA
36.-Escuchar el dolor
37.-La flor del almendro
38.-Frente al mar
39.-Gritos y viento frío
40.-Territorio interior
41.-La luz vigente
42.-Tercer canto por la alegría
43.-Un día en que se amasaba en casa
44.-Del sol de diciembre
45.-Conocerse
46.-Homenaje
47.-Cobijos sorprendentes
48.-Contemplación del puerto de Santurtzi
49.-Holocausto en el mar de bronce
50.-Suburbios
51.-Celebración
52.-Piedras

ÍNDICE DE “DEL AGUA Y DEL FUEGO”


1 .-Presentación: Aprehensión de la libertad
CAPÍTULO I – El tiempo y su cuidado
2 .- Niños de la historia blanca
3 .-Del eco de la brevedad
4 .-Instrumentos
5 .-Rebato
6 .-Nueva historia interminable
7 .-Tratado breve de los dioses
8 .-Libre
9 .-Las metamorfosis
10.-Dice Bernardo, hijo menor
11.-De la muerte de las palomas
12.-Memorándum de urgencia
13.-Después de todo
14.-Rememorar y restañar las cosas
15.-Alegato contra las cárceles
CAPÍTULO II - Acontecimiento
16.-Hablar del amor
17.-Discurso íntimo para mi padre
18.-Del silencio nuestro
19.-Ordenar la mañana
20.-Un brillo inexplicable
21.-Cualidad de fuego
22.-Silencio
23.-Crónica de la propia guerra
24.-Ya somos otros
25.-Vía Láctea
26.-Rosas de agosto
27.-El compromiso
28.-Escrutinio
CAPÍTULO III – Este oficio nuestro
29.-A la ciudad, con afecto
30.-El grito
31.-Un instante de verano
32.-La defensa
33.-Desolación en la casa de aire
34.-Tierra abandonada
35.-Siempre nieva en silencio
36.-Racionalización de la alegría
37.-Los días breves de la vida breve
38.-Viejas estaciones
39.-Acontecer

ÍNDICE DE “FENICIA” (poemas de amor)


1 .-Presentación.- “Fascinación”
CAPÍTULO I.- El tiempo y sus aproximaciones
2 .-Presentimiento
3 .-Por aquella calle abajo
4 .-Querernos
5 .-Bajo la tormenta
6 .-Reencuentro
7 .-Al caer la tarde de julio
8 .-Al alba
9 .-Cariño
10.-Esta otra creación
CAPÍTULO II.- Fulgor
11.-Elegía fundamental
12.-Algo más
13.-Requerimiento
14.-Tercera eternidad
15.-Tus ojos
16.-Quémame
17.-Olor a manzanas
18.-Pleno verano
19.-La caracola, el fuego y la arena
20.-Tema de amor para una balada triste
21.-Los juegos
22.-Resplandor
23.-Auténtica
24.-Celebración de las rosas(elegía íntima)
CAPÍTULO III.- Poemas para un día después
25.-Recuerdo
26.-Breve exégesis a un tiempo ido
27.-A través del crepúsculo
28.-Para estas horas
29.-Despedidas
30.-Otoño: realidad y canto
Poema para dos días después
31.-Mujer de fuego
Último poema
32.-La flor que queda

ÍNDICE DE “ÉPICA Y LÍRICA DEL DOLOR”


1 .-Presentación – Palabras
CAPÍTULO I.- Crónicas de urgencia
2 .-Primera reflexión
3 .-Jericó
4 .-Ruido
5 .-Bajo la piel
6 .-Memoria para el consuelo
7 .-Perseguido
8 .-No enloqueceré de miedo
9 .-Prender la eternidad
10.-Secuencia de los días
11.-Manos de piedra
12.-El encuentro
13.-Magnitudes
14.-Qué sé yo
CAPÍTULO II.- Algunas afirmaciones
15.-El horizonte y yo
16.-Ítaca de oro
17.-Oyendo música
18.-Al comenzar la tarde
19.-Anochecer
20.-Un grito equivocado
21.-De la revelación del día
22.-La paz de las higueras
23.-Cálmate, corazón
24.-De un día de verano
25.-Ícaro
26.-Río arriba, río abajo
27.-Preguntas y conjuros
28.-Canto cenital al Órbigo
29.-He de decir
CAPÍTULO III.- De las pequeñas luces
30.-Invocación
31.-Segunda visión del bosque
32.-Las manos
33.-En la oquedad del corazón
34.-Digresión acerca del hombre concreto
35.-Dónde la juventud
36.-Mirar
37.-De la labor del tiempo
38.-Descifrar la altura
39.-No dimitiré
40.-Monólogo crítico
41.-Desamor diario
Último poema
42.-Valor del sentimiento

Í N D I C E DE “LIBRO DE AHAB”
CÓLERA DE AHAB
1 – Mares arboladas
1 .-Buscando a Ahab
2 .-Desafío al Guardián del Umbral
3 .-Resguardado tras esta pared de piedra
4 .-Acusado
5 .-... qué música
6 .-Territorios
7 .-Resbalando
8 .-... en la Margen Izquierda
9 .-... desde la ventana
10.-Trenes
11.-5 de la mañana, llueve
12.-Noches de Bilbao
2 – Bajamares
13.-Soledad
14.-En la cárcel
15.-El fuego de las palabras
16.-Antes, cuando llegaba la primavera
17.-Sin fe, sin luz y hecho pedazos
18.-... decidí ir a Bilbao, a verlo
19.-... si aún
20.-Han muerto mis amigos
21.-Al andar de los días
22.-Consciente y lúcido
23.-… en la entraña de la oscuridad
24.-Nuevos vecinos
25.-¿ ... quién, quién soy ?
26.-De lo que Moby Dick me grita en el combate
MÍSTICA DE AHAB
1-Aproximación al hijo
27.-Acerca de la conciencia del tiempo
28.-Viajero
29.-Sobre la tierra
30.-Hambre
31.-Continuar
32.-Del archivo del mundo
33.-Hacia el ser universal (o la República)
34.-Crear el tiempo
35.-Dragón
36.-Elegía nocturna
37.-(... para Orión Bis..)
2 – Nacimiento del hijo y triunfo de Ahab
38.-En mi propio zaguán
39.-Dulcinea (la propia alma)
40.-Mi ciudad
41.-Más acá, de este lado, en Castro Urdiales
42.-Fiesta en Castro Urdiales
43.-Al inicio de la mañana
44.-... en mi cuerpo
45.-Ruido y lluvia
46.-Frente al frío
47.-Que tu amor nos salve
48.-Iluminación de la noche oscura
49.-Primavera íntima en la tierra

ÍNDICE DE “VERSOS DE LAS IMPERFECCIONES”


CAPÍTULO I: Incontinencia en la aspiración

1 .-De la marcha infinita hacia la libertad


2 .- Caer el cielo
3 .- Itsoel y Aitiíne
4 .- Desolación y rosas
5 .- Siempre habrá bandidos y siempre llegarán
6 .- Dar
7 .- Barrio santo o tierra de calamidad
8 .- Qué es
9 .- Entrar y preguntar
10.-De los incendios
CAPÍTULO II: Deformaciones en la contemplación
11.-Metales
12.-Altos
13.-Acercándonos a la batalla final
14.-Íntima proposición
15.-Cuarta alegría
16.-Volver de la guerra
17.-Oculto e íntimo
18.-Tratado de la luz por Navidad
19.-2004 – Lectura
20.-Cura de un pájaro en la tarde
21.-... me recuerdas
CAPÍTULO III: Grandes deterioros. Resumen
22.-A los visitantes
23.-Desván
24.-Ciego de sol
25.-Segunda reflexión
26.-Excepción a mí mismo
27.-Después de arder
28.-África
29.-Nuevas palabras
30.-Definición
31.-Perdiendo formas
32.-... desde una humilde atención

ÍNDICE DE “ARQUITECTURAS”
CAPÍTULO I
1.- Vivir y no vivir
2.- Quemarse
3.- Debiera ser capaz
4.- De las continuas pérdidas
5.- Que la luz me queme y juzgue
6.- Ceremonial de la propia ausencia
7.- Impulso
8.- Las Parcas
9.- Focos
10.-La guerra y el camino
11.-Hacia la época del aire
12.-Espadas de justicia
13.-Para nosotros, los afligidos
14.-Entrar y salir del pecho
CAPÍTULO II
15.- … proyecto: volver
16.-Los pájaros
17.-Reconstruir las rosas
18.-Tenderos de hombres
19.-Caer y morir
20.-Oh, tesoro
21.-La guerra que pasó y no vimos
22.-Rebelión y grito
23.-Navidad
24.-Diálogo
25.-Del llanto o de la muerte
26.-El precio
27.-Papá Pepino
28.-Alguien está llamando
CAPÍTULO III
29.-Un vaso de agua
30.- Nosotros, los enfermos y desesperados
31.-Día de brisa y sol
32.-Agua recién caída
33.-Revolución viva
34.-Vino de vendimia
35.-Silencio y temblor
36.-Celebración de la noche del viento
37.-De los perdedores
38.-Sé y soy muy poco
39.-Otros caminos
40.-De la paciencia y brevedad
41.-Poesía:construcción de fuego
42.-Espíritu de razón
43.-Tarde de cobre

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ÍNDICE DE: “ACOMPAÑANTE LUZ”


CAPÍTULO I
1.- Primer diálogo con la madre
2.- Progreso, honor, libertad
3.- Cual si fuego, el parque vive y resucita
4.- Violetas y rosas
5.- Camino [sinopsis]
6.- Volver no es caer ni morir
7.- Puro sur
8.- Abrir o no abrir
9.- Buscad con ansia el corazón
10.- Compromiso universal
CAPÍTULO II
11.- Reflexión frente al crepúsculo
12.- Del corazón del sol
13.- De la labor de los príncipes-dioses
14.- Hebra [trabajos de amor]
15.- La oscuridad del hombre a su espíritu
16.- Segundo diálogo con la madre
17.- Triunfo del espíritu
18.- Penas de honor y tiempo
19.- Libertad ¿ quién eres…?
20.- De la unidad del universo
CAPÍTULO III
21.- Amantes divinos
22.- Siglo XXI [introspección]
23.- Tercer diálogo con la madre
24.- Conciencia y virtud
25.- Sin descanso buscándonos
26.- ¿ … quiénes somos ?
27.- Desde las lumbres
28.- Este estertor sin fin del mar
29.- Evocando a Osiris
30.- Arrobamiento y lluvia

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ÍNDICE DE “ TODO ES CAMINO”

Capítulo I – Inquietud ya duda


1.- A contraluz del mundo [en la pequeña pregunta]
2.- ¿ Quién, quién llama, quién está ahí [en la gran pregunta]
3.- Pertenencia y libertad
4.- Cielo redentor y furia
5.- Al venir el día
6.- Eternidad y rosas
7.- Desandar y reconstruir camino
8.- Volvamos a Naím, madre
9.- ¿ Quiénes, quiénes somos ?
10.- Es un relámpago
11.- El calor del cielo hoy
Capítulo II – Diálogos y redenciones
12.- El visitador de ciudades
13.- Hombre en la calle
14.- El canto de la verdad
15.- Compañero, venimos de muy lejos
16.- Flor de Grial
17.- Lirios y rosas
18.- Himno del espíritu
19.- De cómo el amor
20.- Los 9 versos del alma enamorada
21.- De Dios o el agua dulce
22.- Cualquier flor
Capítulo III – Breves resúmenes
23.- Acerca del regreso
24.- La siempre bienamada
25.- Bajo el ojo del cíclope
26.- Huertos de manazas y campos de maíz
27.- Agua de lluvia ardiendo
28.- Exhorto al corazón
29.- En un sol o una rosa
30.- Mujeres y hombres
31.- De nuevo la libertad
32.- Tira, caballo viejo
33.- Campo de batalla
34.- La casa de Juan
35.- La noche y los lirios
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ÍNDICE DE “LIBERTAD: CANTOS MENORES ”

1.- Alma cósmica


2.- Cobardía
3.- Escala de Jacob
4.- Vivir
5.- Entrando y subiendo
6.- Justificaciones
7.- Tras la soledad y la muerte, buscándonos
8.- Arder
9.- Apología de la paz
10.- Babilonia caerá
11.- Armonía
12.- No ver, no sentir, no pecar
13.- Y aún, aún puedo recordar
14.- Ruego
15.- Ciencia o amor
16.- Nueva Galilea
17.- Escrutinios
18.- Encarnación
19.- Fisiología del silencio
20.- Oda interior
21.- Prueba de amor
22.- Hermenéutica del ser
23.- Rueca de amor
24.- Cronologías
25.- Herfás y Araí
26.- Vivac de esperanza
27.- De justas o torneos
28.- Expansiones
29.- Del florecimiento
30.- De edades y siglos
31.- Paseo nocturno
32.- ¡ Salve, Majestad, salve !
33.- Identificación
34.- La visita
35.- Ruta del fuego
36.- El aire cobija nuestra sangre
37.- Bajo la noche de Agosto
38.- Incontenible vuelo
39.- Vivir y arder
40.- De los símbolos

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ÍNDICE DE “LIBRO DE ESPÍRITU”

CAPÍTULO I
1 - Entreabrir el mundo
2 - De las transformaciones
3 - Del fuego violeta
4 - Curándonos
5 -Cuando ello sucede
6 - Blancanieves a su príncipe divino
7 - En memoria de los guerreros
8 - Sembrar el siglo
9 - Itinerario del rencor
10 - Polvo de estrellas
11 – El Tabernáculo en el desierto
12 – Una vez más el corazón
13 – Por la hiedra encendida
14 – Revelaciones
15 – La pregunta
CAPÍTULO II
16 – Llegar muy alto
17 – Poema/leyenda
18 – Casa nuestra
19 – El regreso
20- Unidad
21 – 4º canto por la alegría
22 – Oda otoñal: deslumbramiento
23 – Entrar en quien se es
24 – Cuando padre llegó
25 – Del genio divino
26 – Un hombre y la ciudad
27 – Del curador del sur
28- Probabilidad inversa
29 – Ante una gota de a agua
30 – Ideación
CAPÍTULO III
31 – Camino de Damasco
32 – Hombre/mujer/león
33 - ¿ Aprisionar el espíritu ?
34 – Los niños de la escuela
35 – Poema de las 2 avenidas
36 – El signo y la palabra
37 – Similitud
38 – Tú en casa
39 – La brevedad es esto
40 - Libertad, libertad
41 – De la soledad
42- Cosas importantes
43 – Alcanzar el límite
44 – Vivir en síntesis
45 – Llama pura

ÍNDICE DE “TRATADOS DE HOMBRE”


CAPÍTULO I
1 - Reagrupamiento, trozos rotos
2 - Hablar
3 - Visitas celestes
4 - Instante y súplica
5 - … y las valquirias lo aman
6 - La noria
7 - Ebriedad o locura
8 - Epopeya en Diciembre
9 - Apología de un instante
10 - De la infinita guerra
11 - Resucitar
12 - Glamour o no glamour
13 - Ella y él
14 - Ve y ayuda
15 - Hombre de libertad
CAPÍTULO II
16 - Aquí
17 - Y llegó y se fue
18 - Sintiéndote y buscándote
19 - Símil
20 - Del amor – leyenda
21 - Terrestres y divinos
22 - Vírgenes y cánticos de humo
23 - Y los soches pasan sin entrañas
24 - Oda de luz y fuego
25 - Lucha ante el jaguar
26 - Intimidad
27 - Tesis del error
28 - Hombres
29 - De la noción de viaje
30 - Aitiíne
31 – Secretos sirvientes
32 - El grial de Ebor
CAPÍTULO III
33 - Éxtasis
34 - La ley
35 - Agua es de manantial
36 - Compartíamos guijarros
37 - Gladiador en la arena
38 - Versos de barro
39 - Vívido
40 - Elaí
41 - Reconstrucción
42 - Conciencia
43 - De la belleza
44 - La conferencia
45 - Almas
46 - La rosa es lumbre
47 - Los encuentros
48 - Split de la noche
49 - Estancia de amor
50 - Hijo íntimo

ÍNDICE DE “LALEY Y LA ESPADA”


CAPÍTULO I
1 – De la edad del corazón
2 – Nuestra herencia
3 – Isla de aire
4 – Del atanor del mundo
5 – 5º canto por la alegría
6 – Himno a la dicha
7 – Contemplándonos
8 – Cantiga del XXI
9 – Tú, sangre mía
10 – Clave de hombre
11 – 15 versos al pan
12 – Irrupción del amor
13 – Caer y volver
14 – Sobre el filo del cuchillo
15 – Del arte y su obra
16 – Pioneros
CAPÍTULO II
17 - Saberse
18 – Del tigre/amor
19 – Esta noche
20 – Canción de lucha
21 – Épica del ser
22 – De la fe y sus conjuros
23 – Vorágine
24 – Morfología y camino
25 – Del celo divino de los números
26 – Y observar no es fácil
27 – Junto a la tierra
28 – Test de conciencia
29 – Puertas de luz
30 – El pecho quema
31 – Estar aquí
32 – Amigos, llegad
33 – Mi propio Hyde
CAPÍTULO III
34 – Trabajos eternos
35 – Creadores
36 – Curar mis mares
37 – Viejos
38 – Misterios y revelaciones
39 – De cómo Amor iba
40 – Profecía
41 – Acanto
42 – Evelina Núñez
43 – Para María Luisa Carmen
44 – Lectura del mundo
45 – Tromba divina
46 – Afinidad y creación
47 – 2010: así están las cosas
48 – Siglo XXI, año 10
49 – Del paso de noviembre
50 – Nuevo tiempo: comienza la libertad
(766 versos)

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ÍNDICE DE “TODOS LOS FUEGOS”

CAPÍTULO I
1 – Invitación a pie de obra
2 – Vecilla 2010: Latir
3 – Ayudando
4 – Mercaderes del templo
5 – Espada divina
6 – La derrota
7 – De la ansiedad de la espera
8 – Trabajos modernos
9 – Ley natural
10 – Renacimiento
11 – Gotas de eternidad
12 – Oda íntima al dolor
13 – La buena guerra
14 – Canon de belleza
15 – Unidad
16 – El mar se ha vuelto lumbre
CAPÍTULO II
17 – 2011: Esfinges
18 - Analogías
19 – Nueva lección de anatomía
20 – Soneto íntimo
21 – Inesperados huéspedes
22 – Pocas palabras
23 – Preguntémonos
24 – Disección
25 - … y Sísifo no puede más
26 – Nuestra historia
27 – Súbitamente
28 – Dios zagal
29 – Intuición
30 – Por la república
31 - Trenes y rosas quemándose
32 – Nadir
33 – Conceptos
CAPÍTULO III
34 –Praderas de fuego
35 – El guardián del agua
36 – Seguridad o libertad
37 – Guerreros del Grial
38 – Puerta del Sol de Madrid-15M
39 – Del nuevo orden
40 – Suelas de goma
41 – Poesía
42 – Concepción
43 – Libro de horas
44 – Solsticio
45 – Decidiendo
46 – Visitar el sol
47 – Vecilla.es
48 – El tigre y su épica
49 – Gea
50 – Totalidad y libertad

ÍNDICE DE “LIBRO DE LAS SINOPSIS”

CAPÍTULO I
1 – De entre los dones del fuego
2 –Ónices
3- La ciencia en “El Ahora”
4 – Moméntum
5 – Vida mineral
6 – Recibimiento
7 – Dicotomía y síntesis
8 – Resurrección
9 – Ah, pasado infame
10- Señales
11 – Rebelión
12 – Fisiología del espíritu
13 – La alegría
14 – De amor, justicia y paz
15 – El informe
16 – Fedatarios eternos
CAPÍTULO II
17 – Testigos libres
18 – Preeminencia
19- Invierno espiritual
20 – Llamamiento general
21 – Crepúsculo: breve cántico
22 – Hablar del corazón
23 – Declaración-Siglo XXI
24 – Guardando perlas
25 – Ciencia y lírica
26 – Ser faro
27 – De los niños índigo
28 – Plaza Universal
289– Siglo XXI: voz de lluvia
30 –Del sol que nos abrasa
31 – Del conocimiento
32 – De tu propia belleza
33 – Noche de Walpurgis
CAPÍTULO III
34 – 14 versos de libertad
35 – Arde el aire
36 – Campos modernos de tortura y exterminio
37 – Divino y civil
38 – Hamlet 2012
39 – La irrupción de África
40 – Aquí y ahora
41 – Del hombre y los números
42 – Los niños
43 – Oyéndote
44 – Espíritu y alma
45 – Retornar
46 – Teseo: su metafísica
47 – De la exégesis del sueño
48 – Ficción y épica poética
49 – Vallejo, inolvidable
50 – Poema de 11-11-2012

ÍNDICE DE “Siglo XXI: del fuego, la luz y la guerra”


CAPÍTULO I
1 – El vuelo de la luz
2 – Crónica de aire y fuego
3 – De la poesía y su valor
4 – Test de prueba
5 - La voz
6 – La nueva fe
7 – Resucitad
8 – De aquel beso necesario
9 – De la invención de las horas
10- Beso cósmico
11 – Para Las Américas
12 – De la rosa blanca y pura
13 – Duración de la vida
14 – Paladines
15 – Como abriendo un río
16 – Tesis para el camino
17 – Esta llaga
18 – Oda nueva al mar
19 – Germinación
20 – Sagas cósmicas
21 – Exaltación
22 – Los ciclos
23 – Paréntesis
24 – De la muerte viva
25 – Ritual de la rosa
26 – Hálitos
27 – De este tiempo
28 – Mujer
29 – No te mueras
30 – Alber López Iris
31 -Rebelión poética
32 -Somos
33 – Cuánticos
34 – De la labor de la piedra
35 – Caz de amor
36 – Campo de amapolas
37 – Coordenadas terrestres
38 – Consideración general de la tristeza
39 – Cuerpo de deseos
40 – Madre
41 – Hoz de razón
42 – De la alegría
43 – Del éxito
44 – Señales del 3.000
45 – Combate del XXI
46 – Solsticiales
47 – Predicciones
48 – Entrar al corazón
49 – Observando las Pléyades
50 – Venid y mirad fíjamente

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