Derecho Internacional SANTA SEDE DERECHO CANONICO
Derecho Internacional SANTA SEDE DERECHO CANONICO
Integrantes:
Brenda Ramírez
Lucero Sánchez
3er Año
Seccion 07
Derecho Canónico
Según, Sehling se entiende por derecho Canónico "el conjunto de normas jurídicas
dictadas para el buen régimen de la Iglesia”. Podemos señalar entonces que el Derecho
Canónico es aquella ciencia jurídica que conforma una rama dentro del derecho, la cual
tiene por estudiar y desarrollar la regulación jurídica de la Iglesia católica. Bajo esta
definición se engloban tres conceptos que han conformado controversia acerca de su
consideración a lo largo de la historia hasta nuestros días: su finalidad, su carácter jurídico
y su autonomía científica.
Divinas las primeras son las que devienen directamente de Dios, entre ellas
encontramos el derecho revelado, estas últimas las podemos encontrar en la Sagrada
Escritura y en la Tradición.
Las humanas son las emanadas de la legítima autoridad, entre las que encontramos
dos tipos de normas; universales y locales.
Las primeras son las dadas para la Iglesia Universal por el romano pontífice, o la
persona u organismo expresamente delegados por el mismo; las segundas son las dadas
para una porción de la Iglesia – en razón del territorio o las personas a quien van destinadas
– por quien tiene a su cuidado esa comunidad, es decir el llamado “ordinario”, que
generalmente es el obispo o prelado, e incluso la Santa Sede, pero con efectos locales.
Como es lógico, el derecho humano debe estar conforme al derecho divino y el derecho
local al derecho universal. Los concordatos son tratados que suscribe la Santa Sede con
algún Estado, los cuales generalmente crean normas canónicas, en todo caso se trata de
derecho pontificio, dado por el papa o persona autorizada por éste. Aunque si bien es cierto
que existieron normas canónicas desde la fundación de la Iglesia, en un principio ésta no
pretendió crear un sistema jurídico, el mismo se fue integrando a lo largo de los siglos
como una necesidad societaria y pastoral. El gran esfuerzo sistematizador se ha realizado
durante el segundo milenio de nuestra era, aunque antes hubo algunos esfuerzos
importantes en ese sentido. A partir del siglo XI, y a medida que se reafirmaba el poder
pontificio, surgió la necesidad de incrementar la producción legislativa – decretales – y de
esta manera dar forma jurídica al mismo. Ello coincidió con el gran impulso de la vida
cultural que supuso la creación e incremento de universidades, el advenimiento de la
“segunda vida del derecho romano” y la paz social en Europa. Todos estos factores
coadyuvaron al nacimiento de la edad clásica del derecho canónico que se inicia en el siglo
XII con la aparición del Decreto de Graciano (Concordia Discordantium Canconum) escrito
por ese monje, profesor boloñés, con fines didácticos y en consecuencia con carácter
privado, aunque la costumbre se encargó de darle vigencia. Esta obra, primera gran
recopilación del derecho canónico, puso de manifiesto lagunas y contradicciones, mismas
que tenían que ser resueltas por la legislación pontificia, lo que trajo como consecuencia el
fomento de dicha actividad.
Estructura
Del derecho canónico nace primeramente una colección denominada Corpus Iuris
Canonici, que incluía las seis principales obras canónicas oficiales y particulares,
compuestas entre 1140 y 1503, que fue aplicada hasta la promulgación del Código de
Derecho Canónico de 1917.
Este código de derecho canónico solo estaba en vigor para la Iglesia Católica de rito
latino. En el ámbito de las Iglesias Católicas sui iuris de ritos orientales se comenzó la
codificación en 1917, pero no se llegó a terminar; solo se promulgaron algunas partes antes
de la convocatoria del Concilio Vaticano II. Una vez promulgado el Código latino en 1983,
se comenzó una nueva codificación oriental que terminó en 1990, promulgando el Código
de los Cánones de las Iglesias Orientales (Codex Canonum Ecclesiarum Orientalium),
actualmente en vigor.
El libro primero: De las normas generales , incluye 203 cánones bajo 11 títulos: De
las leyes eclesiásticas (definición y aplicación), De la costumbre, De los decretos generales
y de las instrucciones, De los actos administrativos singulares (decretos, rescriptos,
privilegios y dispensas), De los estatutos y reglamentos, Personas físicas y jurídicas, Actos
jurídicos, De la potestad del régimen, Oficios eclesiásticos, De la prescripción, y Del
cómputo del tiempo.
El libro segundo: Del pueblo de Dios es, desde una perspectiva teológica, el más
significativo. Sus 543 cánones están distribuidos en tres partes: De los fieles cristianos, De
la constitución jerárquica de la Iglesia e Institutos (comunidades) de vida consagrada y
sociedades de vida apostólica
El libro séptimo: De los procesos: se ocupa del Derecho procesal en 353 cánones. A
cada obispo diocesano se le adjunta uno o varios vicarios, quienes tienen jurisdicción
ordinaria sobre todos los casos excepto aquellos que el obispo pueda reservarse para sí
mismo. Otros cargos oficiales incluyen al promotor de la justicia y defensor de la unión
(relacionado con las órdenes santas y el matrimonio).
Orden de Malta
Información general
Papa Francisco
La Santa Sede
Se ubica dentro del Estado de la ciudad del Vaticano, Es
la sede del obispo de Roma, el papa, que ocupa un lugar preeminente entre las demás sedes
episcopales de la Iglesia católica; constituye el gobierno central de la Iglesia, por quien
actúa y habla, y es reconocida internacionalmente como una entidad soberana que es
aquella que puede tomar sus propias decisiones sin pedirle autorización a nadie, es decir, es
una entidad que solo depende de ella y de nadie más al momento de tomar sus decisiones.
La Santa Sede es a su vez la expresión con la que se alude a la posición del papa como
cabeza suprema de la Iglesia católica,
La Santa Sede se encuentra formada por el papa y los distintos organismos de
la Curia Romana. La Curia Romana es el conjunto de órganos de gobierno de la Santa
Sede y de la Iglesia católica. Está compuesto por un grupo de instituciones,
denominadas dicasterios, que ejercen las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales.
La Santa Sede posee plena propiedad y soberanía exclusiva sobre la Ciudad del
Vaticano, un Estado establecido en 1929, tras la firma de los Pactos de Letrán, con el objeto
de ser instrumento de la independencia de la Santa Sede y de la Iglesia católica respecto a
cualquier otro poder externo. De forma abstracta, además de ser la Santa Sede el supremo
gobierno y representación de la Iglesia, también lo es de la Ciudad del Vaticano. Otros
territorios fuera de la Ciudad del Vaticano también cuentan con estatus de
extraterritorialidad en favor de la Santa Sede
Tribunales
El papa es el juez supremo de la Iglesia católica, y puede dictar sentencia
personalmente, delegando en jueces o mediante los tribunales ordinarios de la Santa Sede.
Hay tres tribunales: la Penitenciaría Apostólica, que es responsable de cuestiones
relacionadas con el fuero interno y las indulgencias, esto es, el perdón de los pecados;
la Signatura apostólica, que actúa como tribunal supremo; y finalmente la Rota Romana,
el tribunal de apelación ante el papa.
La Santa Sede mantiene relaciones diplomáticas con 180 estados soberanos, además
de con la Unión Europea y la Orden de Malta; también mantiene relaciones con caracteres
especiales con la Organización para la Liberación de Palestina. La Santa Sede es miembro
de varias organizaciones internacionales y otros grupos, tales como el Organismo
Internacional de Energía Atómica (OIEA), la Organización para la Seguridad y la
Cooperación en Europa (OSCE) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR). La Santa Sede es también miembro observador permanente en
varias organizaciones internacionales, incluyendo las Naciones Unidas, el Consejo de
Europa, la Unesco, la Organización Mundial del Comercio (OMC), y la Organización para
la Alimentación y la Agricultura (FAO). Los representantes diplomáticos de la Santa Sede,
con rango de embajador, se denominan nuncios (nuncio apostólico o nuncio papal).
Derechos humanos
En materia de derechos humanos, respecto a la pertenencia a los siete organismos de
la Carta Internacional de Derechos Humanos, que incluyen al Comité de Derechos
Humanos (HRC), Santa Sede ha firmado o ratificado:
a E
CE CE C CC CC RD D2 CE CE C C C C C W C CR
Sede 22 27
SC SC C PR PR 3 DA DA A A R R R C R PD
R R- P - - W W- T T- C C- C- P -
OP R OP OP OP O O O D OP
1 2- P P- P-
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C C
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Firmado y ratificado, firmado pero no ratificado, ni firmado ni ratificado.
Artículo 172
Compete a esta oficina administrar los bienes que son propiedad de la Santa Sede,
destinados a proveer de los fondos necesarios para el cumplimiento de las funciones de la
Curia Romana.
Artículo 173
Artículo 174
Artículo 175
Historia
Gobierno y política
El Estado de la Ciudad del Vaticano nació con el objeto de un ser instrumento de la
independencia de la Santa Sede y de la Iglesia católica respecto a cualquier otro poder
externo. El papa, que es cabeza suprema de la Iglesia católica, es también soberano de la
Ciudad del Vaticano y ostenta la plenitud de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial,
por lo que se puede considerar a este país como una teocracia en forma de monarquía
absoluta.
El papa administra el Estado mediante la Pontificia Comisión para el Estado de la
Ciudad del Vaticano, salvo en los casos que entienda reservarse a sí mismo o a otras
instancias. El presidente de la Comisión asume también la representación diplomática del
Estado excepto ante los Estados extranjeros, función que es reservada al papa. El presidente
de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano también recibe el título
de presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Durante el periodo de sede vacante, producido tras la muerte o renuncia del papa,
los poderes recaen en el Colegio Cardenalicio, aunque este únicamente podrá dictar leyes
en caso de urgencia y con su duración limitada a dicho espacio de tiempo. Será tarea de este
colegio de cardenales elegir a un nuevo pontífice en cónclave. En enero de 2014 eran 180
Estados los que mantenían relaciones diplomáticas con la Santa Sede, reconociendo la
existencia del microestado. Entre los países que no tienen relaciones diplom áticas con
la Santa Sede se encuentran China, Corea del Norte, Vietnam y Arabia Saudita.
Es el único país del mundo en donde no hay votaciones para elegir cargos de gobierno.
Defensa
La Guardia Suiza es el cuerpo militar encargado de la seguridad de la Ciudad del
Vaticano. Está compuesta por unos 100 soldados (todos varones): cuatro oficiales, 23
mandos intermedios, 70 alabarderos, 2 tamborileros y un capellán. Se les entrena en
procedimientos y manejo de armas modernas, aunque también se enseña a manejar
la espada y la alabarda.
Según el Tratado de Letrán, se ha establecido que la Policía italiana custodie, junto
con la Guardia Suiza y los Servicios Vaticanos de Seguridad, la plaza de San Pedro. La
defensa de la Ciudad del Vaticano es proporcionada por Italia.
Geografía
El Estado de la Ciudad del Vaticano consta de la ciudad vaticana propiamente
dicha, cuya extensión aproximada es de unas 44 hectáreas y sobre la que ejerce total
soberanía, y de otros edificios y lugares, tanto en la ciudad de Roma como en el resto
de Italia, que gozan del derecho de extraterritorialidad.
Nacionalidad
La nacionalidad vaticana no se obtiene por nacimiento, sino por concesión. Es la
única en ese tipo. Son ciudadanos de nacionalidad vaticana todos los diplomáticos
empleados en las nunciaturas como las embajadas vaticanas de todo el mundo y aquellas
personas que ejercen funciones para el Estado de la Ciudad. La nacionalidad vaticana se
añade a la nacionalidad de origen y se pierde cuando las personas dejan de ejercer estas
funciones.
En el Vaticano residen el sumo pontífice, los cardenales que viven dentro de los
muros, o en Roma, los miembros del cuerpo diplomático, los sacerdotes y hermanos
religiosos, los guardias suizos y algunos hombres y mujeres seglares, en su mayoría
empleados en el Estado, junto con sus respectivos cónyuges e hijos.
Economía
El Vaticano no puede mantenerse a merced de la actividad productiva de su propio
territorio, limitada a la venta de recuerdos turísticos, libros, sellos y entradas a museos. Pero
cuenta con los ingresos de la organización católica en todo el mundo, provenientes de: las
aportaciones económicas de los Estados donde cuenta con acuerdos
(llamados Concordatos) de financiación (por su tradición católica); las donaciones de
los católicos (a nivel personal o empresarial); y los beneficios de las empresas, escuelas,
universidades y bancos propiedad de la Iglesia.