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DESEMPEÑOS DEL ESTUDIANTE AL CONCLUIR EL BLOQUE:

 Identifica el conocimiento presocrático como base de la transformación de las cosmovisiones


fundadas en los mitos.
 Reconoce las diferencias sociales, políticas, económicas, étnicas, culturales, de género y las
desigualdades que propiciaron la aparición de la Filosofía en Grecia.
 Identifica las primeras explicaciones provistas por la Filosofía de los fenómenos físicos, como
uno de los primeros problemas filosóficos y reconoce a sus principales exponentes.
 Identifica al triunvirato del apogeo de la Filosofía griega y sus aportaciones al pensamiento
occidental.
 Reconoce las aportaciones de las doctrinas del sofismo y helenismo, así como a sus princi-
pales representantes.
 Reconoce que la Filosofía proporciona las bases para el posterior desarrollo de la visión
científica del mundo.

OBJETO DE APRENDIZAJE

 Filosofía presocrática.
 Sócrates, Platón y Aristóteles.
 Filosofía sofista.
ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

En este bloque analizarás los fundamentos de la racionalidad humana a partir de los filóso-
fos presocráticos, los sofistas, los tres grandes de la filosofía griega, y terminando con la filosofía
helenística, descubriendo las primeras explicaciones que dieron de su entorno estos primeros
pensadores.

COMPETENCIAS A DESARROLLAR

 Analiza y evalúa la importancia de la filosofía, valorando la importancia de las primeras ex-


plicaciones de la realidad, al comprender el proceso de evolución de los pensamientos fi-
losóficos.
 Establece la relación entre las dimensiones políticas, económicas y geográficas que propi-
ciaron la aparición del pensamiento socrático, platónico y aristotélico.
 Experimenta la filosofía como un hecho histórico compartido que permite la comunicación
entre individuos y culturas, en el tiempo y el espacio.
 Elige las fuentes de información más relevantes, haciendo uso de las TIC y discrimina entre
ellas de acuerdo a su relevancia y confiabilidad, con el fin de expresar ideas y conceptos
filosóficos mediante representaciones lingüísticas y gráficas.
 Construye, evalúa y mejora distintos tipos de argumentos sobre su vida cotidiana, defen-
diendo con razones coherentes sus juicios y escuchando y discerniendo de los de otros, e
identificando los argumentos con los que se le trata de convencer, analizando la confiabili-
dad de las fuentes, y llegando a una conclusión argumentativa a través del diálogo.

ACTIVIDAD

Contesta las siguientes preguntas en tu cuaderno.

Como seres humanos, con capacidad de reflexionar nos preguntamos sobre todas las co-
sas, incluido su origen.
¿Sabes cuáles fueron los primeros intentos por explicarse el origen de todas las cosas?
¿Sabías que muchas de las explicaciones de hace más de 2 500 años son la base de lo
que hoy seguimos considerando como válido?

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EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

ACTIVIDAD

Lee la información que aparece a continuación sobre las condiciones que propiciaron el origen
de la filosofía griega, luego has un listado de esas condiciones en el cuadro que se te propor-
ciona.

Condiciones Histórico-culturales del origen del pensamiento filosófico en Grecia (Siglo VIII-
Siglo VI a.C.)

Antes del s. VII a. C. nos encontramos el mito como forma de pensamiento en la antigua Grecia.
Hacia el s. VII a. C. se produce el nacimiento del pensamiento racional. Hay quien lo atribuye a la
genialidad griega. Sin embargo, tuvieron lugar una serie de cambios sociales, económicos e ideoló-
gicos que motivaron este nacimiento.
El pensamiento filosófico, como cualquier tipo de pensamiento, también es un producto social: nace
y se desarrolla dentro de una sociedad determinada, de acuerdo con las relaciones que los hom-
bres establecen entre sí, a las condiciones políticas, económicas, culturales, etc., existentes dentro
de ella y al momento específico de su desarrollo histórico. El hecho de que la Filosofía europea
(occidental) se dé hasta el siglo VI a.C. en la cultura griega obedece a que es ahí donde se conjun-
tan condiciones propicias para su advenimiento. Debe quedar claro que el pensamiento filosófico no
surge ni por arte de magia ni por designios de la fortuna, su origen está histórico y culturalmente
determinado.
Hagamos un viaje imaginario hacia el pasado; nuestras coordenadas serán los siglos VII y VI a.C. y
el lugar, la antigua Grecia.

Condiciones Geográficas
Las condiciones geográficas del antigua Grecia son las mismas que en la actualidad encontramos
en esta región del mundo. Como puedes observar en el mapa, Grecia está constituida por un punto
de islas y pequeñas ciudades muy cercanas entre sí, rodeadas o bañadas por el mar. Su territorio
está dividido por grandes y múltiples cadenas montañosas, que al entrecruzarse separan y aíslan
en pequeñas comunidades su superficie con escasas vías fluviales internas. Su clima es el típico
del mediterráneo: templado-caluroso son suaves vientos y cielo despejado la mayor parte del tiem-
po; los veranos son soleados y caluroso; los inviernos, tolerables y libres de nieve en costas y llanu-
ras. Su suelo es rocoso, rico en piedra caliza y yacimiento de hierro, por lo mismo poco fértil para
los grandes cultivos de cereales, aunque propicio para el olivo, la crisis y los pequeños pastizales.
Estas condiciones geográficas incluyeron en el comportamiento del hombre griego: el clima lo invitó
a practicar la vida al aire libre, en la plaza pública (ágora), el gimnasio, el teatro, etc. El mar y la falta
de grandes ríos fomentaron la comunicación marítima, aún en el
caso de distancias cortas. El terreno rocoso y poco propicio para
la agricultura los motivo a emigrar hacia lugares más fértiles y
comerciar alimentos con otros pueblos. La presencia de monta-
ñas lo llevó a la fundación de múltiples ciudades pequeñas con
vida independiente, política y económicamente (llamada ciuda-
des-Estado o polis). Incluso, se piensa que el clima se debe, en
parte, el carácter moderado tan peculiar del griego, así como su
espíritu claro y abierto, dispuesto a la meditación.
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EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Los antiguos griegos honraban a Zeus practicando la lucha y otros deportes y exhibiendo la belleza
de sus armoniosos cuerpos. Para ellos, la molicie era tan vergonzosa como la ignorancia (Hisotia
Universal. Diamon, p.72).

Condiciones Económicas
En el siglo VII a.C. se comenzó a registrar una recuperación económica en Grecia pidió como con-
secuencia un crecimiento poblacional y un enriquecimiento de la clase alta (aristocracia). Debido a
la escasa producción de alimentos, por las cuestiones geográficas antes mencionadas, fue difícil
cubrir las necesidades alimenticias de la población. El estrato social bajo, manifestó su descontento
por la explotación discriminada de la que era objeto por parte del aristocracia. Como solución a es-
tos problemas se estimularon y organizaron grandes emigraciones haciendo el oeste y noroeste del
Mediterráneo para fundar nuevas comunidades con una autonomía económica y política, sin dejar
de observar lazos culturales con las ciudades de donde salieron. Lo que suele llamarse el mundo
griego abarcó, el siglo VIII al siglo VI a.C., "desde las costas del norte, oeste y sur del Mar Negro, a
través del occidente de Asia Menor y la península y las islas griegas, hasta Sicilia y el sur de Italia,
continuando después hacia el oeste a lo largo de las dos orillas del Mediterráneo, hasta Cinere en
Libia, Marsella, y algunos puntos de la costa española". (Cassin, E. et al.: Historia universal. vol. 4,
p. 256).

El mundo griego (Cassin, E. et al.: Historia universal. vol. 4, p. 256).

Todas las ciudades fundadas con este movimiento de expansión territorial dependieron del mar,
pues los griegos gustaban de establecerse en las costas, nunca en el interior. Además, fueron habi-
tadas por pueblos muy diversos que fácilmente fueron desplazados o absorbidos por los griegos.
Con excepción de los etruscos, asirios, egipcios y fenicios, ninguno de estos pueblos representó un
peligro u obstáculo para este movimiento de invasión, por lo que durante esta época los griegos
fueron los grandes colonizadores de toda la costa mediterránea.
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EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Las nuevas comunidades creadas se caracterizaron por ser básicamente asentamientos agríco-
las, ya que en todos estos lugares se encontraron tierras propicias para el cultivo. Los productos
cosechados resultaron ser abundantes y de mejor calidad; incluso encontraron materias primas
hasta este momento desconocidas para ellos: oro, bronce, cobre, etc. Estas ciudades se convir-
tieron en las principales encargadas de la producción agrícola y minera del mundo egeo.

El auge de la producción agrícola, el establecimiento de la población en las costas y el uso de la


navegación como medio de comunicación trajo, en consecuencia, un intercambio comercial por
todo el Mediterráneo. Grecia se dedicó a la manufactura y exportación de cerámica (jarrones y
copas de vino), aceite de oliva, armas, perfumes y vino de gran demanda en Egipto y Francia. A
cambio, importó minerales necesarios para la elaboración de las armas, maderas resistentes
para la construcción de navíos y la de granos indispensables para la alimentación de la pobla-
ción. A la par de estos intercambios mercantiles se dieron los de tipo cultural. Algunos de esos
conocimientos que los griegos tomaron de otros pueblos para aplicarlos a su manera de ser y
pensar son los siguientes.

a) El alfabeto fenicio, que sirvió de modelo para desarrollar el griego. Antes de siglo VIII
a.C. la cultura griega se conserva en forma oral. La escritura griega en forma de alfa-
beto se emplea, en un principio, con fines comerciales: llevar en listas un control de
la mercancía. Pero será más tarde cuando logre producir mejores beneficios, ya que
mediante ella se difunden rápidamente y conservan las leyes políticas y, sobre todo,
los textos poéticos-religiosos. Precisamente la propagación de los pensamientos de
orden legal y poéticos-religiosos fue otra de las condiciones que hicieron posible la
aparición del pensamiento filosófico.

b) El sistema de trueques mercantiles a través de la moneda acuñada en oro fue asimi-


lado por el pueblo lidio. La introducción del mismo significó un progreso decisivo en
el comercio, pues permitió un intercambio más fácil y equitativo.

c) Los conocimientos de Geografía, Matemáticas, Medicina, etc. de los egipcios, así


como los de Astronomía de los babilonios, sirvieron de base para el desarrollo de la
ciencia griega. Del mismo modo, los conceptos de "una Naturaleza universal por de-
bajo de las mutaciones de las cosas particulares, el de leyes universales que rigen el
desarrollo de la naturaleza, el de una necesidad inflexible que domina todo el Univer-
so". (Fraile, G.: Historia de la filosofía. Vol I, p. 81), propios de los pensamientos
"filosóficomíticos" de los chinos, persas e hindúes, influyeron en la problemática del
pensamiento filosófico griego.

Sin embargo, el hecho de que existiera un intercambio cultural no significa que los griegos care-
cieran de originalidad y genialidad. Al contrario, aprovechaban las aportaciones cognoscitivas de
otros pueblos, que consideraban valiosas, y asimilaban a su manera tan peculiar de ser y pen-
sar. Incluso, como sucedió la mayoría de las veces, llegaron a desarrollar dichos conocimientos
a niveles nunca imaginados por los otros.

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EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

En síntesis, Grecia se convierte del siglo VIII al siglo VI a.C. en la gran potencia económica y
cultural del mundo antiguo. La navegación y el comercio están en sus manos. Estos cambios en
la forma de vida de los hombres, de agricultores y pastores que pasan a ser navegantes y mer-
caderes, conforman un nuevo tipo de hombre, tan necesario al nacimiento del pensamiento fi-
losófico. Como dice Jaeger "pronta privacidad, libre perspicacia, iniciativa personal y espíritu
crítico son las características predominantes en el nuevo tipo humano que allí nació". (Jaeger:
Paideia, p. 105).

Condiciones Político-Sociales
La primera condición de orden político es la identificación del hombre griego con su ciudad-
Estado (polis). Lo que llamamos Grecia eran realidad un conjunto de pequeñas ciudades con
aproximadamente 100,000 habitantes en total, aisladas entre ellas por sus condiciones geográfi-
cas. Existía, además, una independencia política que, en ocasiones, provocaba rivalidades y
hasta conflictos militares. A pesar de esto, se logró una unificación cultural. El hombre griego
consideraba a la ciudad-Estado donde nació y vivió como una extensión de su hogar; la ama y
defiende a toda costa, pero al mismo tiempo está convencido de pertenecer a un solo pueblo: el
griego. Es la lengua, los mitos y la religión lo que permitirá dicha unificación.

Tal identidad con la polis trajo como consecuencia una participación activa en todo lo que tenía
que ver con ella: su defensa en momentos de guerra; participación de los debates políticos cele-
brados diariamente en el ágora; intervención en los asuntos de la administración pública, etc. En
esta época, los griegos son los hombres más conscientes, políticamente hablando, en relación,
por ejemplo, con los hindúes, fenicios, etcétera.

La segunda condición de orden político-social fue la estructura esclavista de la sociedad griega.


Se calcula que en el siglo VI a.C. había más o igual número de esclavos y siervos que de hom-
bres libres. Los esclavos o siervos eran prisioneros de guerra o agricultores endeudados o com-
prados como tales. Esto generó una marcada división del trabajo: los esclavos hacia las tareas
más pesadas; en cambio, los hombres libres se dedicaban a mercar, navegar o cultivarse inte-
lectual y físicamente; las mujeres procreaban y administraban los bienes del esposo, o del pa-
dre. De esta manera, los hombres libres tuvieron mayor tiempo para dedicarse a la reflexión, a
la contemplación de la realidad, al diálogo intelectual y a la actividad política o administrativa, o
ambas, de la ciudad. De esta forma se tuvo en alta estima todo lo relacionado con el desarrollo
espiritual.

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Una fiesta de libaciones. El anfitrión y sus invitados están tumbados en un diván. El esclavo, a la
izquierda, de la gran ánfora en la que se mezcla el vino. Una muchacha toca la flauta para ani-
mar el festín (Historia Universal Diamon, p.130).

Así observamos un sentimiento de libertad que invaden todos los ámbitos de la vida de los grie-
gos. Entre los siglos VII-VI a.C. la relación entre las polis se hizo más activa y penetrante, gene-
rando una prodigiosa fermentación interior y de apasionadas luchas políticas. Los hombres
tenían la sensación de estar libres de la antigua disciplina religiosa comunitaria, de tener en sus
manos la dirección de su propia conducta y la profunda convicción de ser "ciudadanos libres".

La tercera condición política-social es la aparición de la tiranía como forma de gobierno, que se


da del siglo VII al VI a.C. y que desplaza a la aristocracia del siglo VIII. Hay que aclarar que el
concepto de "tiranía" para el hombre griego tenía un significado diferente al actual: se aplicaba a
aquel gobernante que sin haber heredado el poder, se lo adjudicaba después de una rebelión.

Muchos de los gobernantes gozaron del agradecimiento y cariño de su pueblo, pues trajeron
paz y prosperidad. Tal es el caso de Trasíbulo en la ciudad de Mileto en el siglo VI a.C. Durante
su gobierno la polis alcanzó al auge que se convirtió en la más floreciente e importante del mun-
do griego. "Mileto era por entonces la más activa y opulenta de las ciudades de aquella Jonia en
donde la cultura estaba más avanzada que ninguna otra parte de la Grecia antigua. La irradia-
ción de su poderío se extendía hasta la ribiera meridionales del Ponto Euxinio, donde se habían
fundado colonias. Sus buenas relaciones con los príncipes lidios la ponían en contacto con la
civilización babilónica y egipcias". (Robin, León: El pensamiento griego y los orígenes del espíri-
tu científico, p. 34.N.

Ahora nos referiremos a una serie de antecedentes inmediatos al nacimiento de la Filosofía, co-
mo son los religioso-políticos en el marco circunscrito de la propia Grecia. En el esquema ante-
rior de distinción entre mito, religión y filosofía a partir del concepto de logos, introdujimos la idea
de vocación humana o forma de vida; se habló de diferentes modalidades de logos (mito-religión
y filosofía) como diferentes formas humanas del ser. Pues bien, este mismo concepto de
"vocación humana" no servirá de eje para comprender en qué sentido podemos hablar de los
antecedentes religiosos y políticos de la Filosofía, en cuanto a los aspectos psicológicos o vita-
les del filósofo.

Vocación (del latín vocatio = llamada) es elección de vida: es definición de una forma de vida en
lugar de otra; por tanto, podemos hablar de "vocación" cuando hay diversidad de vocaciones:
diferentes posibilidades en que el hombre se realiza, humanamente, en forma libre y desintere-
sada; en que se "llama" o reclama a sí mismo para tal o cual forma de realización. Es entonces
que en calidad de vocaciones humanas, la religión y política griegas funcionaron como antece-
dentes de una nueva y última vocación por elección humana: la de dar razón objetiva de las co-
sas en el modo de la Filosofía.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

"El hombre que, además de sentir la religiosidad, aprendió a hablar de lo divino y decidió llevar
una vida religiosa; el hombre que no sólo organiza su vida en comunidad, sino que además ejer-
cita una facultad de raciocinio político, y convierte a la palabra en instrumento de la política acti-
va: éste es el hombre que, por tales usos de la palabra, ha quedado predispuesto hablar de una
manera que ya no es religiosa ni es política, y que surge de otra motivación vital inconfundible".
(Nicol: La idea del hombre, p. 230.N)

Antecedentes Religiosos

En el mundo griego, el antecedente religioso inmediato al nacimiento de la Filosofía es elorfis-


mo. Éste representa una primera forma de vida expresamente religiosa que se distingue de un
anterior estado natural de vida mítica que no tiene conciencia de sí mismo. El orfismo tiene con-
ciencia y decide una conducta de vida que se sabe religiosa, en tanto que busca la liberación
del hombre respecto del cuerpo y mundo natural, cobrando, frente a la posible y anhelada sal-
vación del alma inmortal -el bien-, un declarado carácter del mal moral o espiritual. Para la sal-
vación del alma se requiere de un camino ascético y de purificación. La religión se torna así en
reflexiva, puesto que supone una determinada idea del hombre (dualidad de cuerpo y alma),
respecto a la naturaleza (fondo negativo del cuerpo) y lo divino (ámbito positivo del alma).

Antecedentes Políticos

La política, como ordenación de la vida social (la organización racional del Estado y la constitu-
ción de la ley escrita), permitió al hombre griego aprende conceptualmente - filosóficamente - el
orden cósmico. La experiencia real y cotidiana que tenían los antiguos griegos acerca de una
vida política, les permitió introducir el concepto de "cosmos" para denominar la realidad en su
conjunto, la totalidad de lo real como unidad de lo diverso. Lo que en el orden de la regulación
social representaba la ley política se tradujo después, filosóficamente, como racionalidad de lo
real un orden universal y necesario respecto del cual se empieza a comparar el orden, siempre
vulnerable, de lo político-social.

Las primeras intuiciones de orden universal se encuentran en las teogonías y cosmogonías de


carácter mitológico, pero es a partir de la experiencia concreta de la vida humana en cuanto a
un orden político-social se refiere, que marca el conjunto de sus acciones, cuando el hombre
griego empieza reflexionar, de forma explícita, sobre la idea del orden o estructura racional de la
totalidad existente: el cosmos, que desde ese momento servirá como modelo a seguir por parte
del orden político y moral del hombre griego al que Demócrito llamará "microcosmos".

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Es de este antecedente práctico de ordenación política que surge la Filosofía como la exigencia
de reflexionar racional y teóricamente sobre ambos tipos de orden, el poder de la racionalidad:
el cósmico y el microcósmico, el de la realidad en su totalidad y el de la realidad política. Y ocu-
rre que el hecho de localizar a la política griegas como antecedente inmediato de la Filosofía
queda confirmado cuando advertimos que toda una serie de términos, cuyo significado originario
pertenecía al lenguaje de la política, fueron tomados por la filosofía para expresar, ahora en for-
ma estrictamente racional y reflexiva, nuevos conceptos explicativos de la realidad en su conjun-
to. Así por ejemplo, el término taxis, que en el contexto lingüístico de la política refería a una
"sentencia" o "ordenanza" en cuanto a las obligaciones de cada individuo para con su prójimo,
lo encontramos, precisamente, en el primer texto escrito de Filosofía, aquel en que Anaximandro
expresará, con tal palabra, el concepto de "orden universal". O el término de diké = justicia, que
Parménides empleará en el nuevo sentido de que la verdad (verdad racional) es "justa".

Es así que, al igual que la vocación humana o forma de vida en la religión órfica se distinguió
entre todos los griegos religiosos, también la forma de vida política o carrera política se distin-
guió del ser político, natural, entre todos los ciudadanos griegos. Sólo unos cuantos eligieron
una vida religiosa o una vocación política, al igual que sólo unos cuantos, entre todos los hom-
bres racionales, eligieron una nueva forma de ser: la que busca dar razón lógica o crítica de las
cosas: una vida filosófica.

Aunados a las condiciones de tipo económico, los ámbitos religioso y político en la antigua Gre-
cia constituyeron el ámbito propicio para el nacimiento de la Filosofía. No es que la Filosofía tu-
viera que nacer, necesariamente, a partir de aquellas condiciones culturales y sociales, pero sin
su existencia, difícilmente hubiera aparecido al retroceder en el tiempo, conservamos la impre-
sión de que la Filosofía necesariamente debió tener un origen específico, pero desde una pers-
pectiva histórica, su surgimiento resultó por completo imprevisible.

Con la Filosofía nace la última -hasta ahora- de las vocaciones humanas la última forma en que
el hombre se instala libremente en el mundo, y que consiste, desde entonces y para siempre,
sino una intención metódica y sistemática de buscar y decir la verdad en términos estrictamente
racionales.

Pero la posibilidad de acceder a la verdad objetiva supone el cumplimiento de los niveles de fun-
damentación filosófica: un fundamento externo o ético -vocacional-, y uno interno u operativo.
Nos referimos al primero como: "psicología del quehacer filosófico", y al segundo, como "lógica
del quehacer filosófico".

El fundamento ético-vocacional alude a la particular disposición de vida que adopta el filósofo,


como sujeto concreto y personal, frente al mundo de las cosas; mientras que el fundamento de
tipo funcional consiste en la lógica interna en que se estructura el discurso filosófico.

http://www.preparatoriaabierta.com.mx/filosofia/condiciones-historico-culturales.php

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Listado de las condiciones de la aparición de la filosofía griega

ACTIVIDAD

Investiga de tarea las aportaciones que hicieron los milesios al dar su explicación sobre los
primeros principios de que están hechas las cosas y escríbelas.

TAREA

Tales de Mileto
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
Anaxímenes
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
Anaximandro
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

ACTIVIDAD

Lee la siguiente información que complementará la tarea que realizaste y luego llena
el cuadro que se te propone. Posteriormente participa en plenaria para compartir tu
trabajo.

Los filósofos presocráticos: La escuela de Mileto

Históricamente, el tema con el que se inició la Filosofía es la naturaleza (physis): entendida co-
mo una multiplicidad de fenómenos en cambio y transformación permanente, a los que hay que
aprehender bajo un principio soberano (arjé). Este tema filosófico se desarrolla alrededor de la
interrogante: ¿cuál es el principio material por lo que todo lo existente deriva su ser y al que re-
gresa al perecer, mientras su sustancia permanece a pesar de los cambios de condiciones? En
nuestra vida cotidiana nos percatamos de que los árboles, las plantas, los animales y las civili-
zaciones cambian, todo tiene un principio, un desarrollo y un fin. ¿Pero todo ocurre por casuali-
dad o porque hay leyes que determinan esos cambios? De la interpretación a la respuesta de
esta pregunta depende la existencia del hombre mismo. Si se sostiene el predominio de la ca-
sualidad, ¿cómo esperar la sobrevivencia del hombre en un mundo que no la garantiza la esta-
bilidad de condiciones para satisfacer sus necesidades?

Por ello la urgencia de encontrar un principio que ordene ese aparente caos que ofrece a nues-
tros ojos. Algunas culturas antiguas, como la egipcia y la babilónica, dieron en el rey la garantía
de este orden. Gracias a tal soberanía se lograba mantener el ciclo de las estaciones y la ar-
monía social. Los mitos y creencias en seres sobrenaturales apoyaban esta visión.

Tales de Mileto

En Grecia, la búsqueda por este principio de orden tomará otra dirección. El primer filósofo del
cual se tiene memoria fue Tales; originario de la ciudad de Mileto. Sabemos muy poco de él, sin
embargo, se conocen algunas de sus tesis fundamentales que nos muestran su interpretación
del principio o arjé, que gobierna en la naturaleza. A la pregunta sobre el arjé, Tales contesta:
"Él es el origen de todas las cosas".

Aristóteles, en su libro de La Metafísica, refirió que Tales posiblemente llegó a esta conclusión al
observar que el agua se presentaba a nuestros sentidos de manera evidente, como algo nece-
sario: los animales y las plantas necesitan de la humedad para seguir viviendo; el agua está en
flujo continuo y permanente, lo invade todo y está en todo, además de circundar a la Tierra y
sostenerla. En sí misma, la afirmación de Tales no es original, puede entenderse como la acep-
ción del término "Okeanos" (océano) -padre de todas las cosas – de Homero o de afirmaciones
similares para Hesíodo; o incluso, de principios de la cosmología babilónica, fenicia o judía.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

En todo caso, la solución de Tales al origen de todas las cosas es importante. Se dice que con
él nace la Filosofía. Estos son los aspectos más importantes:

1. Sugirió que la razón humana es capaz de conocer las leyes que gobierna en el univer-
so.
2. Consideran en su doctrina, como principio de todas las cosas, a un elemento empírico
o material: el agua; sin argumentar su tesis con base en mitos o divinidades.
3. Propuso la unidad de la diversidad al postular que todo es uno y la misma cosa. Es
decir, la diversidad de cosas existentes forman una unidad, en tanto participan y están
dirigidas por un mismo principio, el agua.

Anaximandro

A mediados del siglo VI a.C., otro miembro de la escuela milesia, Anaximandro, cuestionó la
propuesta del agua como principio o sustancia primera, afirmando que ese Uno a lo que se re-
duce todo lo existente, no puede ser ninguno de los cuatro elementos: fuego, aire, agua y tierra.
Si todo fuera originalmente agua no podría haber calor ni fuego: el agua no engendra fuego, si-
no que lo destruye. Sostuvo la existencia de una protosustancia de la que surgen estos elemen-
tos, caracterizándola cómo "indefinida", "indeterminada" (apeirón). Expuso, el origen de las co-
sas de la siguiente manera: en el comienzo existe un estado de indistinción en el cual nada se
diferencia. De esta unidad primera brotan parejas de contrarios: caliente-frío y seco-húmedo,
que van a establecer en el espacio cuatro regiones: el cielo de fuego, el aire frío, la tierra seca y
el mar húmedo. Los contrarios se conectan e interactúan, cada uno triunfando alternativamente
sobre los otros, conforme a un ciclo por siempre renovando: en los fenómenos meteorológicos,
en la sucesión de las estaciones; en el nacimiento y la muerte de todo lo que vive, plantas, ani-
males y hombres.

Anaximandro garantizó así, el movimiento y el cambio de la naturaleza bajo el principio ordena-


dor de lo "indeterminado". El apeirón está desprovisto de las propiedades que condenan las co-
sas a perecer. En otras palabras, el apeirón provee de eternidad al mundo. Al explicar la crea-
ción del cosmos debió apoyarse en el modelo expuesto por Hesíodo en su Teogonía no obstan-
te, profundizó su análisis, al consumar la racionalización de los contenidos de la antigua mitolog-
ía en un estilo expresivo, completamente nuevo. La diversidad compleja de lo real y el orden
disperso de los acontecimientos se ubican por primera vez en un discurso filosófico, al determi-
nar sus límites y su ilegalidad, con la finalidad de hacerlos razonables y dominables por el hom-
bre.

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EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Los principales elementos de la doctrina de Anaximandro son los siguientes:

1. Negó la experiencia obtenida por los sentidos. Ya no postula como principio un elemento
empírico, observable, como el agua, sino una abstracción: "lo indefinido".

2. Utilizó por primera vez el término arjé (principio), cuyo significado más antiguo se relaciona
con la idea de "comienzo" y de "mando", es decir, con la idea de una soberanía cósmica.

3. Describió sistemáticamente el equilibrio cosmológico, sometido a la autoridad de la ley y de


la necesidad. Esto es, los cambios y movimientos de la naturaleza no son azarosos, obede-
cen a un orden. El esquema explicativo de Anaximandro se considera como el modelo a se-
guir, con rigor o sin él, por los pensadores presocráticos al cuestionarse por el origen de la
(physis) o naturaleza.

Anaxímenes

Anaxímenes, el último de los pensadores milesios, afirmó que el origen de todas las cosas no es
el agua, ni lo indeterminado, sino el aire; recurrió a los términos de condensación y rarefacción
para dar cuenta de la formación y cambio de lo existente: el aire es invisible y se hace visible al
condensarse o rarificarse. Se vuelve fuego cuando se dilata o enrarece y en viento, nubes,
agua, tierra y finalmente en piedras, al concentrarse. Es probable que Anaxímenes llegará a es-
ta conclusión al observar que la respiración era esencial en la vida de los seres vivos y que el
aire, al enrarecerse, se hace más cálido y tiende a convertirse en fuego, mientras que, si se con-
densa, se enfría y tiende a volverse sólido.

La solución al problema de la physis dada por Anaxímenes se nos presenta, a primera vista,
como un retroceso en relación con la de su predecesor Anaximandro al haber postulado, igual
que Tales, a un elemento material como principio. No obstante, su teoría representó un avance
notable al incorporar la rarefacción y la condensación: su argumento tuvo como principio las
transformaciones de una sustancia única y, por tanto, dio cuenta de todas las diferencias como
meramente cuantitativas. El apeirón de Anaximandro no es homogéneo y la única manera de
salvar la unidad de la sustancia primera radica en que la diversidad de las cosas y los seres par-
ticipen en una cantidad más o menos grande de esta sustancia en un espacio determinado.

De esta forma, Anaxímenes explicó las diferencias cualitativas por cambios cuantitativos. Su
doctrina adquirió a sí mayor simplicidad y consistencia que la de Anaximandro. Finalmente, es
necesario subrayar que el rasgo sobresaliente en la filosofía de Anaxímenes es la determinación
de las diferencias cualitativas por cambios cuantitativos, para salvar la unidad de la sustancia
primordial: el aire. Con este último pensador, la escuela milesia llegó a su desarrollo pleno. Pos-
teriores filósofos volverán a ella para retomar el tema de la naturaleza o planteando además,
problemas novedosos.

http://www.preparatoriaabierta.com.mx/filosofia/naturaleza-primer-filosofos.php

46
ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Explicación o concordancia
Filósofo de la naturaleza Arjé de las cosas
de conocimiento general

ACTIVIDAD

Lee la siguiente información sobre Pitágoras, Heráclito y Parménides. Luego, en pareja, contes-
ta el ejercicio que se te indica. Elabora una reflexión por escrito con base en la siguiente pregun-
ta: ¿Es la naturaleza permanente y única o más bien está en permanente movimiento?

Las matemáticas que surgieron en Babilonia y Egipto por necesidades prácticas de medición y
contabilidad, fueron concebidas por Pitágoras de Samos (548 a.C.) en un uno teórico y especu-
lativo. Según señala Aristóteles (op. cit.), los pitagóricos hicieron progresar a las matemáticas y
creyeron que sus principios serán los principios de todas las cosas. En este sentido, el fuego, la
tierra, el agua y el aire, no constituyen el origen de las cosas. Éstas están formadas en semejan-
za con los números y éstos son anteriores a todas las cosas.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Pitágoras

Representó los números como principio y raíz de todas las cosas, identificándolos con puntos
especiales que forman figuras geométricas cuya unidad es el diez. En la tradición pitagórica, el
10 constituye el número perfecto en cuanto es el resultado al sumar los primeros cuatro enteros:
1, 2, 3, 4. Los pitagóricos fueron los primeros en utilizar la palabra "cosmos" para hacer referen-
cia a la belleza y armonía que se manifiesta en nuestro mundo. Al proponer al número como la
realidad o última de lo existente, postula aunque los cambios y movimientos percibidos en la
naturaleza, la sociedad y el hombre mismo, no son meras casualidades, sino que son regidos
por una ley que los ordena. Estos cambios obedecen a la relación equilibrada de los opuestos
mismos que se encuentran clasificados en diez:

1. Limitado-ilimitado
2. Par-impar
3. Uno-múltiple
4. Derecho-izquierdo
5. Masculinos-femenino
6. Quietud-movimiento
7. Recto-curvo
8. Luz-oscuridad
9. Bueno-malo
10. Cuadrado-oblongo

Las aportaciones más relevantes de los pitagóricos a la Filosofía, se podrían resumir en los si-
guientes aspectos:

1. Señalaron como principio de todas las cosas, o arjé, a un elemento no material: el


número.
2. Las matemáticas se convirtieron en un instrumento útil y necesario para la compren-
sión sistemática de la realidad.
3. Los cambios y modificaciones de lo existente eran explicados a partir de una relación
armoniosa de los supuestos (ver cuadro anterior).

Pitágoras, al proponer como origen (arjé) de todas las cosas a los números, en cuanto configu-
ran a lo existente en una armonización de opuestos, estimuló el surgimiento de dos doctrinas
diferentes que serían representadas por Heráclito y Parménides.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Heráclito de Éfeso

Pocas son las cosas que sabemos de la vida de Heráclito de Éfeso. Nació hacia el 544 antes de
Cristo, aproximadamente, y vivió en Éfeso, ciudad enclavada en la costa Jónica, al norte de Mi-
leto, hasta su muerte, en el 484 antes de Cristo. Pertenecía a una familia aristocrática y, al pare-
cer, no se llevó muy bien con sus conciudadanos, si nos atenemos a alguno de los fragmentos
que se conservan de su libro, y a los testimonios de sus contemporáneos.

Escribió una obra a la que se le da el título común " Sobre la naturaleza" que se le había dado
también a los libros escritos por otros filósofos anteriores. No es seguro que se tratara realmen-
te de un libro en el que se desarrollaran sistemáticamente temas relacionados con el conoci-
miento de la naturaleza, el alma o la cosmología. Es probable que se tratara de un conjunto de
sentencias recopiladas en forma de libro, hipótesis que se apoya en el carácter enigmático y
oracular de los fragmentos que conservamos, carácter que ya en su época le valió el sobrenom-
bre de "El oscuro".

Respecto a los contenidos esenciales de su interpretación de la naturaleza, siguiendo la línea


abierta por los filósofos de Mileto, podemos destacar:

a) La afirmación del cambio, o devenir, de la realidad ("Este cosmos [el mismo de to-
dos] no lo hizo ningún dios ni ningún hombre, sino que siempre fue, es y será fuego
eterno, que se enciende según medida y se extingue según medida.”) que se produ-
ce debido a:

b) la oposición de elementos contrarios, que es interpretada por Heráclito como tensión


o guerra entre los elementos. ("Conviene saber que la guerra es común a todas las
cosas y que la justicia es discordia y que todas las cosas sobrevienen por la discor-
dia y la necesidad.") Ahora bien, esa "guerra" está sometida a:

c) una ley universal, el Logos, (que podemos interpretar como razón, proporción...) que
regula todo el movimiento de la realidad conduciéndolo a la armonía, y unificando
así los elementos opuestos; de donde se sigue la afirmación de la unidad última de
todo lo real. ("No comprenden cómo esto, dada su variedad, puede concordar consi-
go mismo: hay una armonía tensa hacia atrás, como en el arco y en la lira").

La identificación del cosmos con un fuego eterno probablemente no deba ser interpretada en el
sentido de que el fuego sea una materia prima original, del mismo modo en que lo eran el agua
para Tales o el aire para Anaxímenes. El fuego sería la forma arquetípica de la materia, debido
a la regularidad de su combustión, que personifica de un modo claro la regla de la medida en el
cambio que experimenta el cosmos. Así, es comprensible que se le conciba como constitutivo
mismo de las cosas, por su misma estructura activa, lo que garantiza tanto la unidad de los
opuestos como su oposición, así como su estrecha relación con el Logos.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

La realidad puede concebirse como una pulsación o serie de pulsaciones regidas por una ley y
por un logos al que el sabio debe prestar su máxima atención.

La idea de que el mundo nos ofrece una realidad sometida al cambio no es original de Heráclito:
a todos los pensadores presocrácticos les impresionó dicha observación. Las afirmaciones de
que "todo fluye" y "no se puede bañar uno dos veces en el mismo río" se las atribuye Platón li-
bremente en sus diálogos, sugiriendo la correspondiente consecuencia: "nada permanece". Es
probable que Heráclito insistiera en la universalidad del cambio más que sus predecesores pero,
por los fragmentos que conservamos de su obra, lo hacía aún más en la idea de la medida in-
herente al cambio, en la estabilidad subsistente.

Probablemente Platón se dejara influir por las exageraciones sofísticas del siglo V, y por las de
los seguidores de Heráclito, como Cratilo, quien al parecer afirmaba que ni siquiera era posible
bañarse una vez en el mismo río; pero sus consideraciones transmitieron a la posteridad una
imagen deformada del pensamiento filosófico de Heráclito, en la que abundará posteriormente
Aristóteles, quien acusará a Heráclito de negar el principio de contradicción (“Una cosa no pue-
de ser ella misma y su contrario, en el mismo aspecto y al mismo tiempo.”) al afirmar que los
opuestos son "uno y lo mismo". Parece claro por los fragmentos conservados que con esa ex-
presión Heráclito quería significar no que eran "idénticos" sino que pertenecían a un único com-
plejo, o que no estaban esencialmente separados. (Kirk y Raven, "Los filósofos presocráticos",
Madrid, Gredos, 1970).

http://www.webdianoia.com/presocrat/heraclito.htm

Parménides de Elea

En contraposición a Heráclito, Parménides (540 – 450 a.C.) interpreta el logos, siguiendo la


línea pitagórica, pero utilizando el razonamiento aplicado de forma lingüística más que matemá-
tica, y llega a la conclusión de que lo que es, es y lo que no es, no es.

Parménides dice que el ser no pudo ser engendrado ya que entonces tendría origen en el no-
ser y como del no ser no puede ser nada, esto es imposible. En esta explicación plasma su con-
cepción del ser inmutable, inmóvil, único, continuo, limitado y eterno, figurándolo como una esfe-
ra perfecta.

Parménides describe la existencia de dos Vías de conocimiento, la de la Opinión y la de


la Verdad. La de la opinión se basa en los sentidos y no aporta conocimiento real, en cambio la
de la verdad se basa en la razón y sí aporta saber. Como se puede ver, Parménides cree en
una correspondencia entre razón y realidad.

Fernández Martorell, C., y Montaner Lacalle, P. (2003). Història de la filosofia (1ª ed.). Barcelo-
na: Castellnou.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

EJERCICIO

Contesta en tu cuaderno las siguientes preguntas:

 ¿Qué solución da Pitágoras al problema del arjé?


 ¿Qué características vieron los pitagóricos en los números?
 ¿Cómo simboliza Heráclito el devenir y porqué?
 ¿Cómo concibe Heráclito la realidad?
 ¿Qué características tiene el ser, según Parménides?
 ¿Crees que ha evolucionado su postura y cómo se manifiesta en la actualidad?

ACTIVIDAD

Lee la siguiente lectura que te servirá para complementar tus conocimientos sobre el primer
principio que constituye todas las cosas.

Los Mecanicistas

Anaxágoras

Al igual que la de Empédocles, su filosofía, parte de los planteamientos de Parménides, llegan-


do a una solución relativamente parecida. Ya que el "ser" no puede empezar ni parecer, y ya
que lo "uno" ha de considerarse como inmutable, Anaxágoras que admite la pluralidad y la movi-
lidad, así como los cambios y transformaciones de la realidad formula una teoría pluralista. Todo
lo que se produce y sucede es resultado de la mezcla de innumerables elementos.

Nada viene a la existencia ni es destruido sino que todo es resultado de la mezcla y la divi-
sión Fr.17

Anaxágoras llama a esos elementos o principios con el nombre de "semillas", las cuales son
cualitativamente distintas e indefinidamente indivisibles. En todas las cosas hay semillas de to-
das las cosas, de tal manera que "todo está en todo". Así se explica que cualquier cosa puede
llegar a ser otra distinta, y que si una cosa es lo que es, es porque en ella predominan las semi-
llas correspondientes: en el oro predominan las semillas del oro, pero están también todas las
demás (cosa que es posible porque las semillas son minúsculas).

La pluralidad y los cambios (generación, corrupción, transformación) se explican por la mezcla y


disgregación de las semillas. El mundo se origina por medio de un torbellino en el que se reali-
zan las mezclas y separaciones progresivamente. Pero este movimiento del torbellino tenía que
ser explicado, puesto que Parménides parecía haber demostrado que, de por sí, la Esfera per-
manece quieta e inmóvil: Anaxágoras se verá obligado a introducir un "principio de movimien-
tos", al que da el nombre de Nous (espíritu, inteligencia). El Nous es algo separado de la masa
de semillas y por ello nada lo limita, posee autonomía, conoce todo y tiene el máximo poder.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Empédocles de Agrigento

Para Empédocles, la realidad es concebida como una esfera, lo cual sugiere que parte de la
concepción de Parménides.

La esfera de Empédocles equivale al Ser de Parménides, aunque a diferencia de éste último, no


niega el valor de las apariencias porque para él, hay movimiento y hay pluralidad de seres. Lo
que hace es introducir dentro de la esfera a la variedad: en su interior se encuentran los cuatro
elementos: agua, aire, fuego y tierra.

Podría decirse pues, que habiéndose inspirado en Tales, Anaxímenes y Heráclito, agrega un
tercer elemento (la tierra). Cada uno de estos elementos es eterno e imperecedero, pero al mez-
clarse entre sí dan lugar a la diversidad de seres y cambios que se observan en el mundo.

La mezcla de los elementos es producido por dos fueras cósmicas: el amor y el odio. Son fuer-
zas que también se encuentran en el hombre y que al explicar en su lucha todo cuanto sucede,
determinan la visión trágica que Empédocles tiene de la existencia.

Demócrito

El mundo consta de infinitas partículas indivisibles (átomos) que son sólidas, llenas, inmutables,
de modo tal que cada átomo posee las características atribuidas por Parménides al "ser".

Pero a diferencia de éste, para Demócrito, los átomos son infinitos en número. Por otra parte,
los átomos carecen de cualidades sensibles y sólo se distinguen entre sí por la figura (A difiere
de B), el orden (AB difiere de BA) y la posición (A difiere de Z).

Los átomos poseen movimiento propio y espontáneo en todas direcciones y chocan entre sí. El
choque puede tener consecuencias diversas: o bien rebotan y se separan, o bien, se
"enganchan" entre sí, gracias a sus figuras diversas. Se producen entonces torbellinos de áto-
mos que originan mundos infinitos, engendrados y perecederos.

Los átomos explican de esta forma la multiplicidad de los seres, el movimiento y la generación,
destrucción. Pero se necesita un segundo principio: el vacio (o el no-ser). El vacío es lo que ex-
plica la multiplicidad, ya que es lo que separa a los átomos; y explica el movimiento, porque si
no hay vacío no puede haber ni choques ni desplazamientos.

http://presocraticos.idoneos.com/index.php/306307

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

ACTIVIDAD

Lee la siguiente información sobre el pensamiento de Sócrates, luego analiza en binas el juicio
de Sócrates y posteriormente redacta un escrito en donde tomes postura a favor o en contra y
compártelo con el grupo.

Sócrates (470-399 a. C)

Conócete a tí mismo

Sócrates hizo propia la máxima escrita en el templo de Delfos: "Conócete a ti mismo".

Es posible que Sócrates escuchara a Arquelao (discípulo de Anaxágoras), en relación a la doc-


trina del "espíritu". Sin embargo, decepcionado de algunos planteamientos filosóficos, optó por
dedicarse a reflexionar sobre sí mismo y sobre la vida del hombre en la ciudad. Los problemas
éticos, por entonces, parecían los más urgentes.

Solo sé que no sé nada

Sócrates entiende la filosofía como una búsqueda colectiva basada en el diálogo. Ni pretende
ser el dueño de la verdad ni poder encontrarla por sí solo. Esto significa, que cada hombre po-
see dentro de sí una parte de la verdad pero solo podrá descubrirla con la ayuda de otros. Esto
explica las dos partes del método socrático.

La ironía:

Es el arte de hacer preguntas tales que hagan descubrir al otro su propia ignorancia. En otras
palabras, comprender que no sabe nada.

La mayéutica:

Consiste en hacer preguntas de modo tal que el otro llegue a descubrir la verdad por sí mismo.

En esta línea, podría afirmarse que Sócrates no tiene doctrina alguna sino que ayuda a los de-
más y busca junto a ellos. Esta actitud de humildad frente al conocimiento contrasta notable-
mente con la actitud de los sofistas.

Intelectualismo ético

El interés de Sócrates se ha centrado especialmente en la problemática ética: la esencia de la


virtud y la posibilidad de enseñarla (tema que los sofistas debatían con mucha frecuencia en ese
momento).

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

El saber y la virtud coinciden de acuerdo a la doctrina socrática porque el que conoce lo recto
actuará con rectitud y solo por ignorancia se hace el mal. Esta doctrina, que será criticada por
Aristóteles solo puede ser comprendida si se tiene en cuenta que Sócrates defendía también el
utilitarismo moral: lo bueno (moralmente) es lo útil.

Todo el mundo busca la felicidad y la utilidad y la virtud consiste en discernir qué es lo más útil
en cada caso. Así pues, el saber del que habla Sócrates no es un saber teórico sino un saber
práctico a cerca de lo mejor y más útil en cada caso. Este saber virtuoso puede ser enseñado y
aprendido porque no bastan las aptitudes naturales para alcanzar la bondad y la virtud.

http://filosofia.idoneos.com/index.php/307388

ARGUMENTOS DE SÓCRATES
(Extraído de Apología de Sócrates, escrito por Platón)

El Interrogatorio a Meletos

Ahora, pues, toca defenderme de Meletos, el honrado y entusiasta patriota Meletos, según él
mismo se confiesa, y con él, del resto de mis recientes acusadores.

La acusación de corrupción

Veamos cuál es la acusación jurada de éstos -y ya es la segunda vez que nos la encontramos-
y démosle un texto, como a la primera. El acta diría así: "Sócrates es culpable de corromper a la
juventud, de no reconocer a los dioses de la ciudad y, por el contrario, sostiene extrañas creen-
cias y nuevas divinidades".

La acusación es ésta. Pasemos, pues, a examinar cada uno de los cargos.

Se me acusa, primeramente, de que corrompa la juventud.

Yo afirmo, por el contrario, que el que delinque es el propio Meletos, al actuar tan a la ligera en
asuntos tan graves como es convertir en reos a ciudadanos honrados; abriendo un proceso so
capa de hombre de pro y simulando estar preocupado por problemas que jamás le han preocu-
pado. Y que esto sea así, voy a intentar hacéroslo ver.

¿Quién hace mejores a los hombres?

Acércate, Meletos, y respóndeme: ¿No es verdad que es de suma importancia para ti el que los
jóvenes lleguen a ser lo mejor posible?

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

 Ciertamente.
 Ea, pues, y de una vez: explica a los jueces, aquí presentes, quién es el que los hace me-
jores. Porque es evidente que tú lo sabes, ya que dices tratarse de un asunto que te pre-
ocupa. Y, además, presumes de haber descubierto al hombre que los ha corrompido, que,
según dices, soy yo, haciéndome comparecer ante un tribunal para acusarme. Vamos,
pues, diles de una vez quién es el que los hace mejores. Veo, Meletos, que sigues callado
y no sabes qué decir. ¿No es esto vergonzoso y una prueba suficiente de que a ti jamás te
han inquietado estos problemas? Pero vamos, hombre, dinos de una vez quién los hace
mejores o peores.
 Las leyes.
 Pero, si no es eso lo que te pregunto, amigo mío, sino cuál es el hombre, sea quien sea,
pues se da por supuesto que las leyes ya se conocen.
 Ah sí, Sócrates, ya lo tengo. Ésos son los jueces.
 ¿He oído bien, Meletos? ¿Qué quieres decir? ¿Que estos hombres son capaces de edu-
car a los jóvenes y hacerlos mejores?
 Ni más ni menos.
 ¿Y cómo? ¿Todos? ¿O unos sí y otros no?
 Todos, sin excepción.
 ¡Por Hera!, que te expresas de maravilla. ¡Qué grande es el número de los benefactores,
que según tú sirven para este menester...! Y el público aquí asistente, ¿también hace me-
jores o peores a nuestros jóvenes?
 También.
 ¿Y los miembros del Consejo?
 Ésos también.
 Veamos, aclárame una cosa: ¿serán entonces, Meletos, los que se reúnen en asamblea,
los asambleístas, los que corrompen a los jóvenes? ¿O también ellos, en su totalidad, los
hacen mejores?
 Es evidente que sí.
 Parece, pues, evidente que todos los atenienses contribuyen a hacer mejores a nuestros
jóvenes. Bueno; todos, menos uno, que soy yo, el único que corrompe a nuestra juventud.
¿Es eso lo que quieres decir?
 Sin lugar a dudas.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

 Grave es mi desdicha, si ésa es la verdad. ¿Crees que sería lo mismo si se tratara de do-
mar caballos y que todo el mundo, menos uno, fuera capaz de domesticarlos y que uno
sólo fuera capaz de echarlos a perder? O, más bien, ¿no es todo lo contrario? ¿Que uno
sólo es capaz de mejorarlos, o muy pocos, y que la mayoría, en cuanto los montan, pronto
los envician? ¿No funciona así, Meletos, en los caballos y en el resto de los animales? Sin
ninguna duda, estéis o no estéis de acuerdo, Anitos y tú. ¡Qué buena suerte la de los jóve-
nes si sólo uno pudiera corromperlos y el resto ayudarles a ser mejores! Pero la realidad
es muy otra. Y se ve demasiado que jamás te han preocupado tales cuestiones y que son
otras las que han motivado que me hicieras comparecer ante este Tribunal. Pero, ¡por
Zeus!, dinos todavía: ¿qué vale más, vivir entre ciudadanos honrados o entre malvados?
Ea, hombre, responde, que tampoco te pregunto nada del otro mundo. ¿Verdad que los
malvados son una amenaza y que pueden acarrear algún mal, hoy o mañana, a los que
conviven con ellos?
 Sin lugar a duda.
 ¿Existe algún hombre que prefiera ser perjudicado por sus vecinos, o todos prefieren ser
favorecidos? Sigue respondiendo, honrado Meletos, porque, además, la ley te exige que
contestes: ¿hay alguien que prefiera ser dañado?
 No, desde luego.
 Veamos pues: me has traído hasta aquí con la acusación de que corrompo a los jóvenes y
de que los hago peores. Y esto, ¿lo hago voluntaria o involuntariamente?
 Muy a sabiendas de lo que haces, sin lugar a duda.
 Y tú, Meletos, que aún eres tan joven, ¿me superas en experiencia y sabiduría hasta el
punto de haberte dado cuenta de que los malvados producen siempre algún perjuicio a las
personas que tratan, y los buenos, algún bien? ¿Y me consideras en tal grado de ignoran-
cia, que no sepa si convierto en malvado a alguien de los que trato diariamente, corriendo
el riesgo de recibir a la par algún mal de su parte, y que incluso haga este daño tan gran-
de de forma intencionada?

Esto, Meletos, a mí no me lo haces creer y no creo que encuentres quien se lo trague: yo no soy
el que corrompe a los jóvenes y, en caso de serlo, sería involuntariamente y, por tanto, en am-
bos casos, te equivocas o mientes.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Y si se probara que yo los corrompo, desde luego tendría que concederse que lo hago de mane-
ra involuntaria. Y en este caso, la ley ordena advertir al presunto autor en privado, instruirle y
amonestarle, y no, de buenas a primeras, llevarle directamente al Tribunal. Pues es evidente,
que una vez advertido y entrado en razón, dejaría de hacer aquello que inconscientemente di-
cen que estaba haciendo... Pero tú has rehuido siempre el encontrarte conmigo, aunque fuera
sólo para conversar o para corregirme, y has optado por traerme directamente aquí, que es don-
de debe traerse a quienes merecen un castigo y no a los que te agradecerían una corrección.
Es evidente, Meletos, que no te han importado ni mucho ni poco estos problemas que dices te
preocupan.

¿Existen los dioses?

Aclaremos algo más: explícanos cómo corrompo a los jóvenes. ¿No es -si seguimos el acta de
la denuncia- enseñando a no honrar a los dioses que la ciudad venera y sustituyéndolos por
otras divinidades nuevas? ¿Será, por esto, por lo que los corrompo?

 Precisamente eso es lo que afirmo.

 Entonces, y por esos mismos dioses de los que estamos hablando, explícate con claridad
ante esos jueces y ante mí, pues hay algo que no acabo de comprender. O yo enseño a
creer que existen algunos dioses y, en este caso, en modo alguno soy ateo ni delinco, o
bien dices que no creo en los dioses del Estado, sino en otros diferentes, y por eso me
acusas o, más bien, sostienes que no creo en ningún dios y que, además, estas ideas las
inculco a los demás.

 Eso mismo digo: que tú no aceptas ninguna clase de dioses.

 Ah, sorprendente Meletos, ¿para qué dices semejantes extravagancias? ¿O es que no


considero dioses al Sol y la Luna, como creen el resto de los hombres?

 ¡Por Zeus! Sabed, oh jueces, lo que dice: el Sol es una piedra y la Luna es tierra.

 ¿Te crees que estás acusando a Anaxágoras, mi buen Meletos? ¿O desprecias a los pre-
sentes hasta el punto de considerarlos tan poco eruditos que ignoren los libros de Anaxá-
goras el Clazomenio, llenos de tales teorías? Y, más aún, ¿los jóvenes van a perder el
tiempo escuchando de mi boca lo que pueden aprender por menos de un dracma,
comprándose estas obras en cualquiera de las tiendas que hay junto a la orquesta y poder
reírse después de Sócrates si éste pretendiera presentar como propias estas afirmacio-
nes, sobre todo y, además, siendo tan desatinadas? Pero, ¡por Júpiter!, ¿tal impresión te
he causado que crees que yo no admito los dioses, absolutamente ningún dios?

 Sí, ¡Y también, por Zeus!: tú no crees en dios alguno.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

 Increíble cosa la que dices, Meletos. Tan increíble que ni tu mismo acabas de creértela.
Me estoy convenciendo, atenienses, de que este hombre es un insolente y un temerario y
que en un arrebato de intemperancia, propio de su juvenil irreflexión, ha presentado esta
acusación. Se diría que nos está formulando un enigma para probarnos: "A ver si este
Sócrates, tan listo y sabio, se da cuenta de que le estoy tendiendo una trampa, y no sólo a
él, sino también a todos los aquí presentes, pues en su declaración, yo veo claramente
que llega a contradecirse".

Es como si dijera: "Sócrates es culpable de no creer en los dioses, pero cree que los hay". De-
cidme, pues, si esto no parece una broma y de muy poca gracia. Examinad conmigo, atenien-
ses, el porqué me parece que dice esto. Tú, Meletos, responde, y a vosotros -como ya os llevo
advirtiendo desde el principio- os ruego que prestéis atención, evitando cuchicheos porque siga
usando el tipo de discurso que es habitual en mí.

¿Hay algún hombre en el mundo, oh Meletos, que crea que existen cosas humanas, pero que
no crea en la existencia de hombres concretos? Que conteste de una vez y que deje de escabu-
llirse refunfuñando. ¿Hay alguien que no crea en los caballos, pero sí que admita, por el contra-
rio, la existencia de cualidades equinas? ¿O quien no crea en los flautistas, pero sí que haya un
arte de tocar la flauta? No hay nadie, amigo mío.

Y puesto que no quieres, o no sabes contestar, yo responderé por ti y para el resto de la Asam-
blea: ¿Admites o no, y contigo el resto, que puedan existir divinidades sin existir al mismo tiem-
po dioses y genios concretos?

Imposible.

¡Qué gran favor me has hecho con tu respuesta, aunque haya sido arrancada a regañadien-
tes! Con ella afirmas que yo creo en cualidades divinas, nuevas o viejas, y que enseño a
creer en ellas, según tu declaración, sostenida con juramento. Luego, tendrás que aceptar
que también creo en las divinidades concretas, ¿no es así? Puesto que callas, debo pensar
que asientes.

Y ahora prosigamos el razonamiento. ¿No es verdad que tenemos la creencia de que los genios
son dioses o hijos de los dioses? ¿Estás de acuerdo, sí o no?

 Lo estoy.

- En consecuencia, si yo creo en las divinidades, como tú reconoces, y las divinidades son


dioses, entonces queda bien claro que tú pretendes presentar un enigma y te burlas de no-
sotros, pues afirmas, por una parte, que yo no creo en los dioses y, por otra, que yo creo en
los dioses, puesto que creo en las divinidades. Y si éstas son hijas de los dioses, aunque
fueran sus hijas bastardas, habidas de amancebamiento con ninfas o con cualquier otro ser
-como se acostumbra a decir-, ¿quién, de entre los sensatos, admitiría que existen hijos de
dioses, pero que no existen los dioses? Sería tan disparatado como admitir que pueda haber
hijos de caballos y de asnos, o sea, mulos, pero que negara, al mismo tiempo, que existen
caballos y asnos.

58
ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Lo que pasa, Meletos, es que, o bien pretendías quedarte con nosotros, probándonos con tu
enigma, o que, de hecho, no habías encontrado nada realmente serio de qué acusarme. Y dudo
que encuentres algún tonto por ahí, con tan poco juicio, que piense que una persona pueda cre-
er en demonios y dioses y, al mismo tiempo, no creer en demonios o dioses o genios. Es abso-
lutamente imposible.

Así, pues, creo haber dejado bien claro que no soy culpable, si nos atenemos a la acusación de
Meletos. Con lo dicho, basta y sobra.

http://www.weblioteca.com.ar/clasico/apologiasoc.pdf

ACTIVIDAD

Reúnete en equipos colaborativos y utilizando las TIC prepara una exposición de uno de los
aspectos de la filosofía de platón del listado siguiente: contexto histórico, sociocultural y filosófi-
co; teoría de las ideas; antropología y psicología; sociedad y política; ética y teoría del conoci-
miento. Posteriormente, en forma personal elabora una crónica breve de las diversas manifesta-
ciones del dualismo platónico en nuestra cultura.

Platón

Vida

Originalmente llamado Aristocles, Platón (apodo que recibió por el significado de este término
en griego, ‘el de anchas espaldas’) nació en el seno de una familia aristocrática en Atenas. Su
padre, Aristón, era, al parecer, descendiente de los primeros reyes de Atenas, mientras que su
madre, Perictione, descendía de Dropides, perteneciente a la familia del legislador del siglo
VI a.C. Solón. Su padre falleció cuando él era aún un niño y su madre se volvió a casar con Piri-
lampes, colaborador del estadista Pericles. De joven, Platón tuvo ambiciones políticas pero se
desilusionó con los gobernantes de Atenas. Más tarde fue discípulo de Sócrates, aceptó su filo-
sofía y su forma dialéctica de debate: la obtención de la verdad mediante preguntas, respuestas
y más preguntas. Aunque se trata de un episodio muy discutido, que algunos estudiosos consi-
deran una metáfora literaria sobre el poder, Platón fue testigo de la muerte de Sócrates durante
el régimen democrático ateniense en el año 399 a.C., temiendo tal vez por su vida, abandonó
Atenas algún tiempo y viajó a Megara y Siracusa.

59
ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

La teoría del conocimiento de Platón quedó expuesta principalmente en La República, en-


concreto en su discusión sobre la imagen de la línea divisible y el mito de la caverna. En la pri-
mera, Platón distingue entre dos niveles de saber: opinión y conocimiento. Las declaraciones o
afirmaciones sobre el mundo físico o visible, incluyendo las observaciones y proposiciones de
la ciencia, son sólo opinión. Algunas de estas opiniones están bien fundamentadas y otras no,
pero ninguna de ellas debe ser entendida como conocimiento verdadero. El punto más alto del
saber es el conocimiento, porque concierne a la razón en vez de a la experiencia. La razón, utili-
zada de la forma debida, conduce a ideas que son ciertas y los objetos de esas ideas racionales
son los universales verdaderos, las formas eternas o sustancias que constituyen el mundo real.

El mito de la caverna describe a personas encadenadas en la parte más profunda de una caver-
na. Atados de cara a la pared, su visión está limitada y por lo tanto no pueden distinguir a nadie.
Lo único que se ve es la pared de la caverna sobre la que se reflejan modelos o estatuas
de animales y objetos que pasan delante de una gran hoguera resplandeciente. Uno de los indi-
viduos huye y sale a la luz del día. Con la ayuda del Sol, esta persona ve por primera vez el
mundo real y regresa a la caverna diciendo que las únicas cosas que han visto hasta ese mo-
mento son sombras y apariencias y que el mundo real les espera en el exterior si quieren libe-
rarse de sus ataduras. El mundo de sombras de la caverna simboliza para Platón el mundo físi-
co de las apariencias. La escapada al mundo soleado que se encuentra en el exterior de la ca-
verna simboliza la transición hacia el mundo real, el universo de la existencia plena y perfecta,
que es el objeto propio del conocimiento.

Naturaleza de las ideas. La teoría de las ideas se puede entender mejor en términos de entida-
des matemáticas. Un círculo, por ejemplo, se define como una figura plana compuesta por una
serie de puntos, todos equidistantes de un mismo lugar. Sin embargo, nadie ha visto en realidad
esa figura.

Lo que la gente ha visto son figuras trazadas que resultan aproximaciones más o menos acerta-
das del círculo ideal. De hecho, cuando los matemáticos definen un círculo, los puntos mencio-
nados no son espaciales, sino lógicos. No ocupan espacio. No obstante, aunque la forma de un
círculo no se ha visto nunca —y no se podrá ver jamás— los matemáticos y otros sí saben lo
que es. Para Platón, por lo tanto, la forma de círculo existe, pero no en el mundo físico del espa-
cio y del tiempo. Existe como un objeto inmutable en el ámbito de las ideas, que sólo puede ser
conocido mediante la razón. Las ideas tienen mayor entidad que los objetos en el mundo físico
tanto por su perfección y estabilidad como por el hecho de ser modelos, semejanzas que dan a
los objetos físicos comunes lo que tienen de realidad. Las formas circular, cuadrada y triangular
son excelentes ejemplos de lo que Platón entiende por idea. Un objeto que existe en el mundo
físico puede ser llamado círculo, cuadrado o triángulo porque se parece ("participa de" en pala-
bras de Platón) a la idea de círculo, cuadrado o triángulo.

Platón hizo extensiva su teoría más allá del campo de las matemáticas. En realidad, estaba más
interesado en su aplicación en la esfera de la ética social. La teoría era su forma de explicar
cómo el mismo término universal puede referirse a muchas cosas o acontecimientos particula-
res. La palabra justicia, por ejemplo, puede aplicarse a centenares de acciones concretas por-
que esos actos tienen algo en común, se parecen a, participan de, la idea de justicia.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Una persona es humana porque se parece a, o participa de, la idea de humanidad. Si humani-
dad se define en términos de ser un animal racional, entonces una persona es humana porque
es racional. Un acto particular puede considerarse valeroso o cobarde porque participa de esa
idea. Un objeto es bonito porque participa de la idea, o forma, de belleza. Por lo tanto, cada co-
sa en el mundo del espacio y el tiempo es lo que es en virtud de su parecido con su idea univer-
sal. La habilidad para definir el término universal es la prueba de que se ha conseguido dominar
la idea a la que ese universal hace referencia.

Platón concibió las ideas de manera jerárquica: la idea suprema es la de Dios que, como el
Sol en el mito de la caverna, ilumina todas las demás ideas. La idea de Dios representa el paso
de Platón en la dirección de un principio último de explicación. En el fondo, la teoría de las ideas
está destinada a explicar el camino por el que uno alcanza el conocimiento y también cómo las
cosas han llegado a ser lo que son. En lenguaje filosófico, la teoría de las ideas de Platón es
tanto una tesis epistemológica (teoría del conocimiento) como una tesis ontológica (teoría del
ser).

Teoría política

La República, la mayor obra política de Platón, trata de la cuestión de la justicia y por lo tanto de
las preguntas ¿qué es un Estado justo? y ¿quién es un individuo justo?

El Estado ideal, según Platón, se compone de tres clases. La estructura económica del Estado
reposa en la clase de los comerciantes. La seguridad, en los militares, y el liderazgo político es
asumido por los reyes-filósofos. La clase de una persona viene determinada por un proceso
educativo que empieza en el nacimiento y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el
máximo grado de educación compatible con sus intereses y habilidades. Los que completan to-
do el proceso educacional se convierten en reyes-filósofos. Son aquellos cuyas mentes se han
desarrollado tanto que son capaces de entender las ideas y, por lo tanto, toman las decisiones
más sabias. En realidad, el sistema educacional ideal de Platón está, ante todo, estructurado
para producir reyes-filósofos.

Asoció las virtudes tradicionales griegas con la estructura de clase del Estado ideal. La templan-
za es la única virtud de la clase artesana, el valor es la virtud de la clase militar y la sabiduría
caracteriza a los gobernantes. La justicia, la cuarta virtud, caracteriza a la sociedad en su con-
junto. El Estado justo es aquel en el que cada clase debe llevar a cabo su propia función sin en-
trar en las actividades de las demás clases.

Platón aplicó al análisis del alma humana un esquema semejante: la racional, la voluntad y los
apetitos. Una persona justa es aquella cuyo elemento racional, ayudado por la voluntad, contro-
la los apetitos. Existe una evidente analogía con la estructura del Estado anterior, en la que los
reyes-filósofos, ayudados por los soldados, gobiernan al resto de la sociedad.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Ética

La teoría ética de Platón descansa en la suposición de que la virtud es conocimiento y que éste
puede ser aprendido. Dicha doctrina debe entenderse en el conjunto de su teoría de las ideas.
Como ya se ha dicho, la idea última para Platón es la idea de Dios, y el conocimiento de esa
idea es la guía en el trance de adoptar una decisión moral. Mantenía que conocer a Dios es
hacer el bien. La consecuencia de esto es que aquel que se comporta de forma inmoral lo hace
desde la ignorancia. Esta conclusión se deriva de su certidumbre de que una persona virtuosa
es realmente feliz y como los individuos siempre desean su propia felicidad, siempre ansían
hacer aquello que es moral.

http://www.monografias.com/

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

CRÓNICA DEL DUALISMO PLATÓNICO EN MI CULTURA

(Tomado de www.bing.com/images)

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

ACTIVIDAD

Lee en binas la siguiente información de las aportaciones del pensamiento aristotélico


en diversos ámbitos del conocimiento humano y realiza un organizador gráfico (mapa mental,
cuadro sinóptico, mapa conceptual) de tales aportaciones y preséntalo al grupo.

"Aristóteles"

Nace en Estagira (hoy se llama Stavros) en el año 384, recién terminada la guerra del Pelopo-
neso. No es ateniense, sino macedónico. Era hijo del médico Nicómaco, amigo del rey Amintas
II de Macedonia. Muy pronto quedó huérfano y su tutor lo envió a estudiar a Atenas, a la Acade-
mia de Platón, en la que permaneció 20 años. Se hizo discípulo y muy amigo de Platón, quien la
dejó una profunda huella en todo su pensamiento y preocupaciones filosóficas.

La Lógica

Aristóteles fue el creador de la lógica, aunque tuvo su precedente en la dialéctica de Platón. No


empleó el término «lógica» (lo hicieron después los estoicos), y el término
«órganon» [=instrumento] sólo fue utilizado a partir del s. VI d.C. para designar el conjunto de
los escritos lógicos de Aristóteles. La lógica es el instrumento de la ciencia, porque Aristóteles
piensa que no hay ciencia sino de lo universal y necesario (en esto sigue fiel a la herencia
socrática y platónica). La ciencia explica la realidad deduciendo lo particular de lo universal (que
es su causa). Según Aristóteles, la función de la lógica es mostrar cómo en la ciencia se resuel-
ve la problemática planteada por los presocráticos y por Platón: la relación entre lo uno y lo
múltiple, entre lo universal y lo particular.

El silogismo es la estructura formal que permite realizar esa conexión. Aristóteles lo define como
«un discurso en el que, una vez concedidas ciertas cosas, se siguen o concluyen necesaria-
mente otras distintas» (Anal. pr., I, 1, 24 b 18). El silogismo expresa una relación de inclusión,
muestra cómo lo particular se subsume en lo universal. El silogismo tiene tres términos: el pri-
mero o mayor (A); el medio (B); el menor (C). Por ejemplo: «Todo hombre (B) es mortal (A)»;
«Sócrates (C) es hombre (B)»; luego «Sócrates (C) es mortal (A)». En Aristóteles, la lógica del
silogismo sustituye a la dialéctica platónica.

La Metafísica

Tratan acerca de lo que Aristóteles llamó «sabiduría» o «filosofía primera». El nombre de


"metafísica" se debe a Andrónico de Rodas, el compilador de su obra, quien le llamó así porque
iban después de los libros sobre Física en su ordenación. Por «filosofía primera» entiende
Aristóteles lo que Platón llamó «sabiduría»; pero le atribuye un carácter simplemente especulati-
vo, sin ponerla en relación con la búsqueda de la felicidad o la vida virtuosa, como hacía Platón.
En lugar de eso, habla de una «filosofía segunda» dedicada al estudio de la virtud y la felicidad,
la ética.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Si sólo puede haber ciencia de lo universal, la metafísica se ocupa de lo más universal que exis-
te, «el ser en cuanto ser y sus atributos esenciales» (Met. V, 1, 1003 a 21). Las demás ciencias
sólo se ocupan del ser desde un determinado punto de vista, y por eso se les llama «ciencias
particulares». Puesto que la filosofía primera se ocupa del ser en su totalidad, es una ontología
("ciencia del ser").

Para Aristóteles hay formas de «ser», pero todas se refieren a una forma primordial, al «ser»
propiamente dicho: la sustancia. Y la sustancia no es única, porque existen muchas (muchos
«seres» diferentes). Todas las demás formas de ser son sólo modificaciones o accidentes de la
sustancia: cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión. Sustan-
cia y accidentes son las categorías supremas del ser. Aristóteles sólo considera sustancias a los
individuos concretos (árbol, mesa, perro...). De esta manera devuelve su auténtica realidad y
valor a las cosas de este mundo: sólo a las cosas reales, a los individuos concretos, debemos
considerarlos «ser» o «sustancias».

Aristóteles observaba que tras los cambios de apariencia que afectan a casi todos los objetos
permanece siempre algo inalterado. Eso que permanece idéntico e inalterado, el sustrato mate-
rial al que no le afectan los cambios, es la sustancia. La sustancia es la «physis», la naturaleza
o el principio fundamental del ser. La sustancia no equivale a mera suma de elementos materia-
les, como oxígeno más hidrógeno en el caso del agua. Es la unidad de todos los componentes,
materiales o no, que forman la naturaleza de un individuo, su totalidad o principio constitutivo.
Cada individuo tiene su propia sustancia, perfectamente diferenciable de la de los demás.

Materia y forma

 Forma es la esencia de la cosa, la sustancia segunda, la especie, y es eterna. Pero sólo


existe en la materia. Cuando fabricamos algún objeto de metal, madera o piedra producimos
en realidad un compuesto con una forma determinada. Por eso la forma no puede existir sin
la materia. La forma es el elemento más universal de las cosas, algo intrínseco a ellas.
Aristóteles da prioridad a la forma sobre la materia. La considera la verdadera esencia del
individuo.

 Materia es, por ejemplo, el bronce o la madera. A estas cosas le llama Aristóteles materia
próxima o segunda, perceptible por los sentidos. Admite cualquier forma. Pero habla tam-
bién de una materia primera absolutamente indeterminada, carente de forma, cualidades o
extensión, incapaz de existir independientemente. Dicha materia primera también sería eter-
na, pero imperceptible por los sentidos, sólo por la inteligencia.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Lo que deviene o se engendra es el individuo concreto, compuesto de materia y forma. Ambas


son eternas, pero no existen independientemente, sino en forma de compuesto. Se denomina
hilemorfismo o teoría hilemórfica a esta doctrina filosófica que considera la realidad física y na-
tural concreta compuesta de materia y forma. Sólo las entidades físicas como un árbol, una ca-
sa o un mamífero tienen materia y forma. Pero no conceptos abstractos como el bien, la justicia
y la alegría.

La potencia y el acto

«Es preciso afirmar que la materia que cambia debe estar primero en un estado potencial antes
de pasar al estado contrario. Y ya que el Ser tiene una doble significación, hay que decir que
todo cambio se efectúa del Ser en potencia al Ser en acto [...]. Lo mismo vale para el aumento y
la disminución. Resulta entonces que no solamente puede proceder un ser accidentalmente del
no-Ser, sino que también todo puede proceder del Ser, pero no del Ser-en-acto, sino del Ser-en-
potencia. [...] Y este último es una especie de no-Ser, el no-Ser como potencia» (Met., XII, 2,
1069 b 3-28).

Todo ser tiene dos aspectos o dimensiones: «lo que ya es» (acto) y «su capacidad para llegar a
ser lo que aún no es» (la potencia). Parte de que todos los seres naturales están en movimiento,
puesto que la naturaleza es principio de movimiento y de cambio. Así, la naturaleza de la semilla
hace que germine, crezca, se desarrolle y cambie. Todo ser natural se mueve por sí mismo, sin
que nadie tenga que empujarle desde fuera. De los seres naturales que primero son inmóviles y
después adquieren movimiento podemos decir que tenían movimiento «en potencia», que esta-
ban potencialmente capacitados para moverse o que su movilidad estaba en potencia antes de
hacerse realidad por primera vez. Esto significa que entre el ser y el no-ser hay algo intermedio:
el ser en potencia.

El acto posee prioridad absoluta sobre la potencia. Desde un punto de vista lógico, la potencia
sólo puede ser potencia de un acto determinado. Aunque una semilla parezca cronológicamente
anterior al acto, no es así: la semilla procede de un árbol en acto. El acto es el fin de la potencia,
aquello hacia lo que está orientada la potencia: «los animales no ven porque tienen vista, sino
que tienen la vista para ver» (Met., IX, 8, 1050 a 10). Aristóteles tenía una concepción finalista o
teleológica de la realidad.

En definitiva, Aristóteles entiende el movimiento como paso de la potencia al acto. Pero el ser
es análogo, tiene varios sentidos: el ser puede ser también ser-en-potencia, con capacidad para
convertirse en acto. Hay distintas clases de movimiento o cambio: Cambios sustanciales: gene-
ración (pasar del no-ser al ser) y corrupción (pasar del ser al no-ser); y cambios accidentales:
cuantitativo (crecimiento, disminución); cualitativo (alternancia o cambio de un estadio a otro:
larva, insecto); locativo (cambio de lugar, traslación).

Las cuatro causas: Aristóteles afirma que es precisamente analizando la noción de «causa»
donde mejor podemos captar el aspecto dinámico del ser. Todo lo que llega a ser tiene una cau-
sa. Según Aristóteles, «causas son todos aquellos factores que son necesarios para explicar un
proceso cualquiera.

66
ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Por lo tanto, son cuatro causas en total: 1) causa material (la madera con la que está hecha una
mesa); 2) causa formal (la forma de la mesa); 3) causa motriz o eficiente (el carpintero) y causa
final (utilizarla para apoyarse). Por causa material se refiere Aristóteles a un sustrato indetermi-
nado que puede recibir cualquier forma, en principio. La causa formal es lo que hace que la ma-
teria indeterminada pase a ser algo determinado. Se identifica con la esencia y con la naturale-
za. Tanto la causa material como la formal son intrínsecas. La eficiente es lo que provoca los
movimientos, cambios o transformaciones. Y la final es lo que da sentido a la acción del agente,
el fin al que apunta el cambio. La eficiente y la final son extrínsecas.

Por lo tanto, el movimiento es una especie de realidad intermedia: «Todo cambia desde el ser
en potencia hasta el ser en acto» (Met. XII, 3, 1069 b 15). En fórmula típica para expresarlo,
aunque no sea aristotélica: «El movimiento es el paso de la potencia al acto».

El primer motor: En el último libro de la Física Aristóteles afirma que el tiempo y el movimiento
son eternos. Es imposible rastrear la cadena de generaciones que dieron lugar a los seres vi-
vos, porque se remonta hasta el infinito. Tampoco tendrán fin, una vez iniciados el movimiento y
el tiempo. Sin embargo, Aristóteles considera necesaria la existencia de un primer motor, causa
del movimiento eterno del cosmos. Así, puesto que el movimiento es el paso de potencia a acto,
debe haber un motor (kinhtik_n, kinetikón) cuya energía o atracción haga pasar al móvil de la
potencia al acto, que ya posea en acto aquello que el móvil sólo posee en potencia.

El principio es claro: «todo lo que se mueve es movido por otro» (Fís. VII, 1, 241 b 24). Si el mo-
tor mueve porque a su vez es movido por otro motor, tendremos que remontarnos hasta el prin-
cipio de la cadena, un primer motor que sea inmóvil (que no necesite ser movido por nada) pero
que sea causa de todo el movimiento del mundo, que es eterno aunque tenga su origen en este
primer motor. No es una idea contradictoria, puesto que el primer motor mueve al mundo desde
toda la eternidad. No obstante, hay otro pasaje (Metafísica, libro XIII) donde afirma que el primer
motor mueve como causa final, como "objeto de amor o de deseo". Aquí el primer motor apare-
ce claramente separado del mundo, entendido como "puro acto", absolutamente inmaterial, co-
mo un ser vivo, feliz y autosuficiente. Aristóteles entiende aquí a Dios como una inteligencia que
sólo se piensa a sí misma (Met. XII, 7).

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

La antropología

 Parte del estudio del ser humano como un organismo vivo completo, porque las activida-
des que normalmente se atribuyen al alma no podría realizarlas sin el cuerpo. Por lo tanto,
rechaza considerar el alma como algo separado del cuerpo.

 Todos los vegetales parecen poseer en sí mismos una facultad o un principio gracias al
cual pueden crecer. El alma es el principio de las funciones, y se define por ellas, a saber,
por las facultades motriz, sensitiva y de pensamiento. Así el alma es, en sentido primordial,
aquello por lo que vivimos, percibimos y pensamos. Es esencia y forma, no materia o sus-
trato. No puede existir sin un cuerpo, pero no es un cuerpo: no es cuerpo, sino algo del
cuerpo»

 Por lo tanto, cuerpo y alma constituyen una única sustancia, y guardan entre sí la misma
relación que la materia y la forma. El alma es la forma del cuerpo, pero de un cuerpo orga-
nizado (un «organismo estructurado de un modo muy particular»). Esto le lleva a conside-
rar absurda la doctrina de la reencarnación: el alma no puede ser forma de cualquier cuer-
po. Puesto que el alma es el principio de toda la actividad del ser vivo, no es nada distinto
de esas funciones. «Si el ojo fuera un animal, la vista sería su alma». Es decir: cuerpo y
alma no son separables. Un cuerpo sin alma dejaría de ser un animal o un organismo vivo.
Y un alma sin cuerpo no sería nada. Queda excluida, por tanto, la preexistencia del alma o
su existencia más allá de la muerte.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

 Aristóteles le asigna funciones al alma: [1] Función nutritiva o vegetativa (incluye las funcio-
nes de crecimiento, nutrición y reproducción); [2] Función sensitiva (superior, de la que deri-
van la función apetitiva, los deseos, las percepciones y la función motriz); [3] Función pen-
sante (tiene la capacidad de pensar y entender. Incluye dos principios, uno activo
[entendimiento agente] y otro pasivo [entendimiento paciente]. El alma vegetal posee sólo la
primera, el animal también la segunda, y el alma intelectiva humana las tres. Teoría del Co-
nocimiento (Epistemología).

El conocimiento sólo es posible cuando se ocupa de las cosas sensibles de este mundo.
Todo conocimiento comienza por las sensaciones y suele terminar en el pensamiento.

 Nuestro entendimiento conoce primero lo particular, concreto y físico, antes que lo universal
o abstracto. Sólo a través de lo particular podemos llegar a conocer lo universal, y este pro-
ceso es el origen de todo conocimiento. Explica el conocimiento a partir de los datos que
nos proporcionan los sentidos. Afirma que todo conocimiento surge a partir de una percep-
ción sensible, y el alma racional no puede pensar nada si primero no ha recibido las repre-
sentaciones, sensaciones o materiales que le suministran los sentidos. Es decir: «no hay
nada en el entendimiento que primero no estuviera en los sentidos». Los sentidos (órganos
más las facultades correspondientes) son «receptores de las formas sensibles sin la mate-
ria, lo mismo que la cera recibe la marca de un anillo sin el hierro o el oro». La facultad de
sentir, por lo tanto, es una potencia que se actualiza por la presencia del objeto sensible,
que siempre es una cosa individual (algo material, corpóreo).

Aristóteles distingue varios niveles de conocimiento:

 Sensación: Es común a humanos y animales. Es el nivel más bajo. Produce memoria sen-
sitiva.
 Imaginación: Común a humanos y animales. «Los animales viven con imágenes y recuer-
dos»; «y del recuerdo nace en los hombres la experiencia».
 Experiencia: Es la coordinación racional de sensaciones, no una mera acumulación de
datos proporcionados por los sentidos. Sólo la tienen los humanos.
 Entendimiento: Es la capacidad de discurrir racionalmente, de razonar, y sólo la tienen las
personas capaces de pensar y argumentar racionalmente. Hay dos tipos de entendimien-
to:

(i) Entendimiento pasivo: recibe las imágenes que le presentan las facultades inferiores
(los sentidos). Percibe las cosas, los objetos materiales, físicos. Tiene en «potencia»
la capacidad para recibir y conocer las formas universales inteligibles y pasa a acto
mediante el entendimiento agente (activo).

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

(i) Entendimiento activo: Lo llama también agente porque es el que abstrae la esencia,
los conceptos universales, de las cosas. En esta tarea de elaborar conceptos a partir
de cosas singulares el entendimiento agente funciona de manera análoga a la «causa
eficiente» y hace que los contenidos en potencia del entendimiento pasivo pasen al
acto. Su función es imprescindible en la tarea intelectual.

La Ética

La ética se ocupa de estudiar la justificación racional de las normas morales que rigen la con-
ducta humana. Parte siempre de una determinada concepción del ser humano, es decir, de una
antropología, referida a un contexto histórico y humano determinado. Se trata de una ética
«eudemonista», es decir, una ética de la felicidad. Pero es también una ética de la virtud, el me-
dio por excelencia para alcanzar la felicidad.

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

 La felicidad: El planteamiento inicial de Aristóteles en relación con la ética era probable-


mente el mismo que se hacía en la Academia de Platón: Si la moral es el arte de «vivir
bien», ¿qué es "lo bueno" para el ser humano? ¿Cuál es el Bien supremo, el fin último de
todos sus actos? Pensaban que la felicidad (e_daimon_a, eudaimonía). Pero suele haber
muchas disputas a la hora de precisar en qué consisten la felicidad y el bien supremo.
Aristóteles hace una revisión crítica de las diversas teorías conocidas sobre la felicidad y
la ética. Entre los discípulos de Platón, unos valoraban más la vida activa del político, cuyo
bien supremo debería ser la gloria y la virtud. Otros preferían la vida contemplativa del filó-
sofo, y su aspiración a la sabiduría. Y otros preferían la vida placentera, la búsqueda del
placer como bien supremo. La teoría de las Ideas incluía la consideración del Bien como
Idea suprema. Pero Aristóteles rechaza que el Bien pueda ser el ideal, porque hay mu-
chos tipos de bienes totalmente diferentes entre ellos. Además, considera que la ética de-
be partir de los hechos (empirismo moral), en lugar de ser tratada exclusivamente desde
un punto de vista teórico.

«La felicidad es la actividad del alma dirigida por la virtud. [...] La vida de las personas vir-
tuosas no necesita el placer como un accesorio: el placer lo hallan en sí mismas, pues las
acciones virtuosas son agradables por sí mismas. [...] Pero es evidente que la felicidad no
puede prescindir de los bienes exteriores» (Ét. Nic. I, 8 y 10).

 La virtud: Significa, literalmente, excelencia, mérito, perfección, inteligencia, fuerza,


Energía, nobleza de ánimo, generosidad, alteza. Es una disposición del alma, una capaci-
dad y aptitud permanente que inclina a comportarse de una manera determinada. La con-
ducta sólo será justa o buena si el individuo actúa a sabiendas y mediante una decisión
consciente, firme e inquebrantable, decide acometer una acción por sí misma. La virtud
incluye conocimiento, voluntad firme y una elección reflexiva de los medios necesarios pa-
ra llevar a cabo una acción.

La virtud se adquiere mediante el ejercicio (poniéndola en práctica) y el hábito (éthos):


«para que un hombre se haga justo es necesario que practique la justicia». De esta mane-
ra Aristóteles rechaza que seamos virtuosos por naturaleza (de nacimiento) o mediante
aprendizaje. La virtud es el modo de ser de una persona, expresado a través de sus accio-
nes («praxis»). Cuando se convierte en hábito, la virtud expresa la manera de ser de una
persona en relación con la realidad que le rodea: es su modo de estar en el mundo, en la
política, en la economía, en la cultura y en el Estado. Es su actitud ante el dinero, la fami-
lia, el Estado y la felicidad.

La Política

La ética aristotélica apunta a la política y parece subordinarse a ella, porque los griegos no en-
tendían al ser humano en aislamiento, sino inserto en una sociedad civil para poder conseguir
su propia perfección individual. Ética y política se ocupan de averiguar cuál es el bien del ser
humano. Aunque «el bien es ciertamente deseable cuando interesa a un solo individuo, se revis-
te de un carácter más bello y más divino cuando interesa a un pueblo y a un Estado entero» (Ét.
Nic. I, 2, 1094 b). Además, nadie puede ser virtuoso si no ha sido educado, y es al Estado a
quien compete, en último término, la tarea educativa.

71
ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

 Origen del Estado

El ser de la comunidad política es natural, no artificial. Es algo que pertenece a la naturaleza


misma del hombre, a esa inclinación natural que tiene el hombre a asociarse, a ser social, a in-
tegrarse en una "polis", a ser animal político.

Este hombre tiene una tendencia innata a lograr su propia perfección en la "polis"; no podrá al-
canzar su bien y su felicidad si no es en la "polis", es decir, nunca aislado o en solitario, sino en
su lugar natural, que es la ciudad. Ser individuo es lo mismo que ser ciudadano.

El hombre solitario es antinatural; la tendencia innata del Hombre hace que éste logre su perfec-
ción, su felicidad, la sociedad, en el Estado; de ninguna forma puede conseguirla en el aisla-
miento o en la soledad.

Una manifestación de ese Hombre social o político es la palabra: la naturaleza ha hecho que el
hombre tenga el don de la palabra; los demás animales sólo emiten sonidos, pero el hombre
tiene razón, discurre, habla, y la palabra no es sólo el "logos", sino también "diálogos", y eso im-
plica comunicación entre seres que son semejantes. Por eso el hombre es social por naturaleza.

 Prioridad del Estado

Sólo el Estado puede bastarse a sí mismo, pero el individuo y la familia no. No se trata de auto-
suficiencia económica la del Estado, sino fundamentalmente ética y humana: sólo en el Estado
puede conseguirse que reine el bien y la justicia, y sólo el Estado hace posible la perfección últi-
ma del ser humano. Por eso el Estado no es un fin en sí mismo, ni la convivencia es su principal
objetivo. Aristóteles no defiende un totalitarismo político: el fin del Estado es la felicidad y la per-
fección moral de los ciudadanos. No se trata simplemente de que encuentren en el Estado la
satisfacción de sus necesidades materiales, sino de que el Estado les permita desarrollar todas
sus facultades humanas a lo largo de una vida regida por la virtud y la razón en sus comporta-
mientos. Por lo tanto, la actividad política no tiene sentido si no está regida por la ética, por la
virtud. El Estado no surge simplemente para que la comunidad viva en sentido biológico, sino
para que viva bien, en sentido moral, para que todos sus individuos alcancen la felicidad. Si no
consigue su objetivo, carece de justificación.

72
ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

El fin del Estado

La ciudad es una entidad dinámica, que tiende a conseguir un fin determinado, concreto, y éste
es la felicidad. Es el bien del Hombre y es el bien de la ciudad. Sólo en la comunidad política
encuentra el Hombre el bien, la felicidad, que es su plena realización.

El Estado, pues, tiene como fin la felicidad de los ciudadanos; los hombres no se han asociado
para vivir, sino para vivir bien. Por vivir bien no hay que entender abundancia de bienes natura-
les, sino una vida conforme a virtud: una vida conforme a las exigencias de la virtud, es decir,
una vida regida por la razón en todos los comportamientos humanos.

http://elfilosofo.wordpress.com/2009/11/02/aristoteles

ACTIVIDAD

Analiza la siguiente información, posteriormente elabora un cuadro sinóptico de las ideas sofis-
tas y helenísticas.

Las posturas antropológicas sofistas

En el período antropológico de la filosofía griega, que transcurre en el siglo V a. de C. surge,


además de la filosofía de Sócrates, una corriente de pensamiento conocido como la sofística.
Se trata de una época de esplendor, en siglo de oro de Perícles, del iluminismo griego en el que
se desarrolla la democracia como forma de gobierno y de vida social. Florecen las artes, la es-
cultura, la arquitectura, la tragedia y la poesía. En este período el objeto de de reflexión es el
tema del hombre.

En la época sofística se imponía que los ciudadanos adquirieran la habilidad de argumentar, de


hacer valer sus votos y derechos. Los sofistas fueron los maestros que proporcionaban esta
habilidad, que enseñaban la técnica de hablar y convencer a los auditorios más variados.

Filosofía: Bachillerato General, Escobar Valenzuela Gustavo,


Grupo Editorial Patria, México, 2011.

La palabra "sofista" (sophistés) fue, al principio, un sinónimo de "sabio" (sophós), Herodoto por
ejemplo, la usaría para referirse a Solón y a Pitágoras. Solo más tarde adquiriría a través de los
diálogos platónicos el sentido peyorativo de hábil engañador.

Los sofistas, no formaron escuela, ni tampoco defendieron una doctrina de rasgos comunes. No
obstante, es posible puntualizar algunas coincidencias entre ellos:

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ANALIZAS LOS FUNDAMENTOS DE LA RACIONALIDAD HUMANA
EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

a) Representan un notable giro filosófico como consecuencia de las nuevas necesidades in-
telectuales planteadas por la democracia. Se centraron así en problemas de índole prácti-
ca como la política, la moral, la religión, la educación, el lenguaje, etc.
b) Adoptan una actitud relativista y escéptica. Esto se refleja en el abandono de la physis...
¿para qué seguir discutiendo sobre aquello que nunca se llegará a conocer en términos
de verdad? Pero además, se muestran relativistas en relación a los problemas humanos
ya que observan que distintos pueblos poseen leyes y costumbres diferentes.
c) No representan un conjunto sistemático de pensadores ni tampoco buscan principios uni-
versales para operar de modo deductivo al estilo de Parménides.
d) Han tenido enorme influencia en la vida ateniense. Pusieron en tela de juicio la pólis en su
sentido tradicional, realizando una labor crítica de las instituciones e impulsando nuevas
ideas. Estas ideas (y los instrumentos enseñados por los sofistas, la oratoria y el arte de la
discusión) se prestaban a todo tipo de manipulaciones por los ambiciosos de la época. La
figura del sofista, aparece en consecuencia, con notable ambigüedad.

PROTÁGORAS (481-401 aprox.)

"El hombre es la medida de todas las cosas" Fr.1

Aunque suele discutirse la interpretación a este memorable fragmento, parece indicar que Protá-
goras defendía un relativismo de las cualidades sensibles y de los valores.

Lo más probable es que, en su contexto, Protágoras entendiese "hombre" en sentido colectivo,


lo cual sugiere un relativismo de tipo cultural: cada pueblo posee costumbres y leyes diversas y
considera que las propias son las mejores. La ley, no es algo dado por la naturaleza sino pensa-
do por los legisladores.

GORGIAS (483-375 aprox.)

Aparentemente, Gorgias había sido discípulo de Empédocles y quizá para defender a su maes-
tro de los ataques de Zenón escribió un tratado Acerca de la naturaleza o del no-ente, en que se
afirma que:

1. Nada existe

2. Si existiera algo, no podría ser conocido.

3. Si pudiera ser conocido, no podría ser explicado ni comunicado a los demás.

Esto bien podría ser tenido por Nihilismo absoluto pero más presumiblemente por la intención
de llevar al absurdo la filosofía de Zenón. En efecto, con gran habilidad, Gorgias intenta demos-
trar la coincidencia entre el ser, el pensar y la palabra destruyendo el principio fundamental de
dicha escuela: identidad entre el ser y el pensar.

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EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

Como fuere, Gorgias renunció al conocimiento objetivo y se despidió de la filosofía para dedicar-
se a la oratoria.

Calicles

A la muerte de Pericles las discusiones acerca de la ley y el derecho se intensificaron notable-


mente. Algunos defendieron la doctrina del derecho natural del más fuerte.

Calicles afirmaba que la ley había sido dada para proteger a los débiles; pero la naturaleza
(tanto en los animales como en los humanos) hace que los fuertes dominen a los débiles, lo cual
es lo justo.

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Escuela helenística

Un nuevo concepto de hombre. De acuerdo al marco de la polis, Aristóteles había definido al


hombre como un 'animal político' (zoon politikón), pero con la desaparición de las ciudades-
estado, el hombre se convierte en un 'animal social'. El marco de referencia será la humanidad y
la naturaleza y reclamará para sí la autosuficiencia y la autonomía que antes se reconocía como
privilegio de la ciudad.

La seguridad. Es una época inestable en la cual la seguridad y la felicidad son los principales
anhelos. La felicidad se busca en las leyes inalterables del Cosmos y por lo tanto, se orienta a
una física y a una ética de carácter naturalista y cosmopolita, porque tanto la ética platónica co-
mo la aristotélica sólo parecen válidas en el marco de la polis.

Finalidad práctica. La ciencia y la filosofía se subordinan a fines prácticos, la sabiduría ahora,


corresponde al que sabe, pero también al que sabe vivir. De esta forma, la filosofía helenística,
dividida en lógica, física y ética, es considerada como un saber unitario unificado por la finalidad
moral.

Son tres las principales corrientes helenísticas: El epicureísmo, el estoicismo y el escepticismo.

Epicuro de Samos (341-270)

Para Epicuro, el fin de la vida humana es la felicidad, pero ésta se logra mediante la práctica y
búsqueda de los placeres (hedonismo). La búsqueda del placer y el rechazo al dolor es propio
de la condición humana. Sin embargo no todos los placeres son iguales y tienen la misma cali-
dad. El sabio debe elegir los placeres más acordes con lo humano y alejarse de aquellos que
provoquen fatiga, desenfreno y remordimiento. Los placeres buenos son los que acarrean sere-
nidad y elevación del espíritu.

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EN EL CONTEXTO DEL PENSAMIENTO CLÁSICO GRIEGO

“Filosofía”, Gustavo Escobar Valenzuela, México, 2011

El epicureísmo es una filosofía notablemente sistemática, pero su intención es claramente


práctica. No se concibe a la a filosofía como una forma para presumir cultura sino para aprender
a ser feliz.

El modelo de "sabio" propuesto por Epicuro se contrapone al modelo estoico: no debe el hom-
bre abstenerse de todo placer sin por el contrario, gozar moderadamente lo natural y necesario.

ACTIVIDAD INTEGRADORA

Habiendo analizado la información relativa al pensamiento de Platón y de Aristóteles, en forma


individual realiza un cuadro comparativo que explique los siguientes puntos.

1.- ALMA.
2.- MATERIA Y FORMA.
3.- CONOCIMIENTO.

Fuentes de consulta:

Filosofía: Bachillerato General, Escobar Valenzuela Gustavo, Grupo Editorial Patria, México,
2011.
Filosofía: bachillerato, León Santander Roberto, ST Editorial, 2009.
Historia de la doctrinas filosóficas, Gutiérrez Saenz Raúl, Editorial Esfinge, México, 2002.
Introducción a la Filosofía, Gutiérrez Sáenz Raúl, Editorial Esfinge, México, 2005.
Filosofía: Un nuevo enfoque, Díaz Carlos, Editorial Mc-Graw Hill, mëxico, 2004.
Filosofía, Escobar Valenzuela Gustavo, Editorial Mc-Graw Hill, México, 2004.
Filosofía, Méndez González Luz del Carmen, et. al., Editorial Nueva Imagen, México, 2001.

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http://filosofia.idoneos.com/index.php/307388
http://presocraticos.idoneos.com/index.php/306307
http://www.weblioteca.com.ar/clasico/apologiasoc.pdf
http://elfilosofo.wordpress.com/2009/11/02/aristoteles
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