Historia de Nuevo León Con Noticias de Coahuila PDF
Historia de Nuevo León Con Noticias de Coahuila PDF
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F 1316.L4 1909
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DOCUMENTOS
PARA LA HISTOEIA DE MEXICO
Los "Docutnentos Ineditos 6 muj' Raros para la Historia de
Mexico'' se publican en tomes bimestrales.
Precio de cada tomo:
Alarustica $ 1-50
Con pasta "amateur"' 2.00
GENARO GARCIA.
TOMO XXV
MEXICO
LIBREKIA DE LA VDA. DE CH. BOURET
45— Cinco de Mayo — 45
1909
Queda asegurada la pro-
piedad literaria por haber-
se hecho el depOsito legal.
Genaro Garcia.
.
RELACION Y DISCURSOS
DEL
DESCUBRIMIENTO, POBLACION Y PACIFIC ACION
DE ESTE
NUEVO REINO DE LEON;
TEMPERAMENTO Y CALIDAD DE LA TIERRA
HECHOS POR EL CAPITAN
ALONSO DE LEON,
VECINO DE LA VILLA DE CADEREYTA,
EN EL NUEVO REINO DE LEON, Y
NATURAL DE LA MUY NOBLE Y LEAL CIUDAD
DE MEXICO.
D. JUAN DE MANOZCA,
IN^UISIDOR EN EL SANTO OFICIO
DE LA
NUEVA ESPANA.
SUBORDINADO TODO LO OUE DIJERE
A LA CORRECCION DE LA S. R. E. C.
osTUMBRE es [Ilustre
Sr.] de los que escri-
ben, aunque sea poco,
dedicarlo a personas
grandes, para qae con
su amparo teng-an lus-
tre las obras y defensa
contra los maidicieDtes,
que, no sabiendo juzgar
las de su casa, quieran corregir las faltas de la
ajena; y habiendo de tener partes necesarias pa-
ra ello, no halie sujeto mas a proposito que es el
de Vm., elig-iendole por mi Mecenas para que, con
su autoridad, acompaSada con su virtud, santi-
dad y letras, tan arraigadas, de sus primeros aiios,
que como testigo de vista puedo afirmar, y Me-
xico admiro; pues cuando como muchachos de-
seabamos la desocupacion de los gimnasios de la
12
Alonsso de Leon.
PrOEMIO AL CURI080 Y BEN^IVOLO LECTOR.
CAPITULO I
OMO el hombre se ha
hecho, segun se escri-
be en el Genesis, ^ de
las divinas manos de
Dios, a su imagen y
semejanza, en hado
(sic), en gracia, dedi-
cado a si, como ultimo fin del hombre, sin tener
este tal hombre, para recibir tan notables benefi-
cios, y merced tan singular, merecimiento de su
parte, pues, no siendo, carecia de merito, y, des-
pues de hecho y criado, no lo podia tener en aquel
principio, cuando apenas acabo de ser cieno, f ue
1 Genesis, 3.
18
CAPITULO II
CAPITULO III
1 Rom. 1.
26
CAPITULO IV
1 Genesis, 4.
2 Genesis, 6.
27
muchas historias divinas y profanas consta, cuya
verdad y certeza atestiguara el celosoElias, cuan-
do la Divina Majestad lo saque del lugar de su
dep6sito; venido, pues, el Salvador del mundo,
dandole luz, desterrando las tinieblas en que es-
taba sumergido, despues que con el sagrado bau-
tismo dio gracia a los hombres para que pudiesen
entrar por las puertas diamantinas que abrio
desde la cruz, a gozar de aquellos inmensos bie-
nes de su celestial morada, mando a sus discipu-
los se repartiesen por el mundo a predicar, di-
ciendoles: cuntes in mundiivi universum predi-
cate evangelium omni criature. ^ De creer es que
en aquella palabra universum, se comprende to-
do lo que esta debajo del orbe, y que en perso-
nas tan santas, tan celosas de la ley y tan deseosas
de predicarla y sacar al mundo de sus tinieblas,
que no dejarian, en todo el, tierra poblada donde
no pasasen a predicar; pues quien llevo los ani-
males de este Nuevo Mundo a guarecer en el area
de Noe para que su especie no se perdiera en el
general diluvio, y quien llevo al prof eta Abacuc
por un cabello a Babilonia a dar de comer al que
estaba en la leonera, mejor traerla y mostraria
vias faciles a sus apostoles para que predicasen
su santa ley; que claro esta que, habiendo derra-
(ma)do su sangre, padecicndo tantos tormentos,
ydado la vida porelhombre, no habia de dejar a
tantos millares, coraoen este Nuevo Mundo ha-
bia, sin ese nuevo conocimiento; pues el precio
de la que derramo fue por librar, tanto a estos
barbaros y como a los mas altos principes de su
pueblo, que, como dijo por San Marcos,^' no venia
Si este mundo sino a Uamar a los pecadores, no a
1 Marcos, 16.
2 Marcos, 2.
28
1 Jontis, 2.
30
Base Jornada aquella parte, que no tuvo efecta
por estar Martinillo enfermo, que murio en bre-
ve, quedando una cosa de tanta importancia sin
descubrir, ya que se puede dar credito, por ha-
berlo Martinillo dicho con tantas razones tan
verosimiles, que no se puede tener duda, cuando
tenemos un Dios tan inmenso y de caminos in-
vestigables, que el mejor entendimiento es tierra
para comprenderlos.
En la relacion que liace Cabeza de Vaca, de
los trabajos que paso con tres companeros que
quedaron de la Jornada de Panfilo de Narvaez,
en la Florida, atravesaron la tierra que hay de
ella a la Mar del Sur, ensenando a la gente bar-
bara que la habitaba, y le haciendo, por virtud de
la senal de la cruz, infinitos milagros, hasta re-
sucitar muertos, y parece, por buena regla de
Cosmografia, de donde salieron para llegar a la.
parte donde llegaron, era forzoso pasasen por
muy cerca de donde es hoy la villa de Cerralvo,
por la parte del Norte, todo lo cual no carece de
misterio, pues en ningiin tiempo les ha faltado-
quien les de luz de la ley evangelica y de Dio&
Trino y Uno para que, cuando se vean en aquel
juicio supremo, no tengan en su favor disculpa,
sino que queden justamente convencidos, pues,
viendo Dios su obstinacion y malicia, castigo su&
pecados con pecados, dejandolos en la ceguera en
que viven; cierraos Dios vuestros ojos para que no
le veais, dice el prof eta Isaias; ^ anegandolos en
los abismos de viciosenque viven, quedando he-
chos salvajes y sin tener mas dios ni adoracion que
a su vientre; en el idolatran, y teniendolo lleno,
quedan hartos, como el topo de tierra, y ciegos,
que siempre los que se apartan de Dios no tie-
1 Isaias, 6.
31
CAPITULO V
CAPITULO VI
CAPITULO VII
CAPITULO VIII
CAPITULO IX
C6mO COMEN CARNE HUMANA EST08 INDIOS.
42
Espana, en sus sacrificios, en mucha cantidad.
Entre esta gente de este Eeino es tan usado, que
asi del enemigo como del atnigo la comen, con
esta diferencia: que la del amigo comen en fies-
tas y bailes, a fin de emparentar con el dif unto, la
carne hecha en barbacoa y los huesos bebidos, y
molido el polvo, en el diabolico brevaje de su
peyote^ con que se emborrachan, como adelante
diremos; mas la del enemigo la comen por via de
—
venganza,— Ique bestialidad!, por costumbre
que tienen, como gente habituada a comer cuan-
tas carnes y inmundicias hay, y medio crudas. Y a
mi me ha acontecido dar en algunas rancherias
a tiempo que hemos hallado los huesos de los di-
funtos, roidos y puestos en un petate, con evi-
dentes muestras de haberlos hecho en barbacoa,
y ser acabada de comer la carne, y estar ya para
comer los huesos, para beberlos en su peyote; y
hallados, los he hecho quemar. Guardan siempre
el casco de arriba de la cabeza, y beben y comen
en ellos (sic), y me ha acontecido mandar quemar
en una rancheria veinte y treinta juntos, cosa
horrible y mo(n)struosa. Unaindia ladina de ha-
cia la sierra que llaman Tamaulipa la Vieja, in-
formandome de ella, me dijo que la carne del
amigo la comian las mujeres de la rancheria. y
los varones no; que los huesos si bebian todos
en comun. Tambien los huesos muelen en seco,
medio quemados, y los revuelven con el mezq^ui-
tamal; ya ha acontecido lo comen, como yo vide
(sic), saliendo a una entrada en la compania del
1 Bebida que, segun una relaci6n antigua, "Se hace de una es-
pecie de vinagrilla del tamano de una boJa de truco que se cri'a
en terreno seco y esteril, y moj^ndola, ]a ponen en unos morte-
ros de palo a fermentar con agua, }• para avivaria mas, la echan
una 6 dos hojas de tabaco, en cuya forma la beben Jos indies gen-
tiles [previas unas revanadas del propio peyo/el en los bailes
m^s solemnes, no obbtante que los entorpece y facilita bombras
muv fanestas." G. G.
43
CAPITULO X
De los eegocijos y mitotes de estos indios.
CAPITULO XI
De los agueros, embustes t hechicerias
que tienen,
1 Exodo, 7.
47
1 Numeros, 22.
2 Rey, 28.
48
como cuando un perro quiere vomitar; y con
ellas y veinte regiieldos, hacen que aquello que
llevaba(n) escondido, saca (sic) del pecho, donde
con los chupetones se le(s) habia metido; mues-
tranlo a la gente y al enf ermo y apartanse lejos a
machucarlo entre unas piedras, y esto hacen tres
6 cuatro veces y cada vez llevan en la boca lo
que a mano pueden llevar, donde machucan lo que
ban fingido sacar. Con este embeleco y la f uerza
de la iiiiaginaci6n, que es poderosa, como dice
el Padre Juan Eusebio en su Filosofia Curio-
sa,^ cuando se aprende, sana el enf ermo, de la
misma suerte que se muere aquel a quien algiin
embustero de estos dice que ha enhechizado, que,
estando bueno y sano, muere, 6 falta la vista, 6
le sucede aquello que el hechicero le pronostica;
y asi, es terrible el cuidado con que vive(n) cuan-
do pasan por tierra ajena, ocultando lo que tiran
de la comida, como son las cascaras de tuna, y
asi de lo demas, por no ser enhechizados.
Los que habitan de Monterrey para Oriente,
no tienen otro agiiero; los que habitan al Norte
acostumbran, si suenan que ha de morir alguno,
(u) otros semejantes suenos, matar al hi jo, ohija,
6 otro muchacho cercano en parentesco, como
usan los indios alazapas y de aquella cordillera;
y suele Dios permitir, para que mas conf usos y
ciegos queden, suceda como ellosimaginan, por-
que no conozcan la luz, metidos en sus horrores,
y las mas veces muere, asi el enfermo como los
sacrificados en sulugar, porque quien es muerte,
mal puede dar vida, sucediendo, por estarensus
agiieros y tener fe en quien es padre de mentiras,
lo que a Ochosias, Rey de Samaria, por consul-
tar a Belcebu.2
CAPITULO XII
De los casamientos. —
Poco empacho y ver-
GUENZA QUE TIENEN.
CAPITULO XIII
CAPITULO XIV
Db la crueldad que esta gentb tiene,
un08 con otros, entre si.
1 Thobias.l.
2 4 Rev, 17.
3 Enei'da, 2.
62
dos raandamientos en que se reducen los diez del
decalogo.
De hospitalidad no usan con sus enfermos, por-
que si la enfermedad es algo larga, deja la mujer
al marido, 6 el marido a la mujer, el hijo al pad re y
el padre al hijo, quedando los miserables dolientes
solos, rabiososy hambrientos, que sueie ser causa
esa, mas que la enfermedad, de su muerte, cau-
sandola (sic por causaudo) a los sanos la enferme-
dad, congojayenfado,liabiendoles parecido gusto
ydeleitecuandogozaban de salud, por nousar, en-
tre tantos vicios, una siquiera virtud y mas bien
si el mal es contagioso, que dan bien a entender
ser ensenadosen laescuela de aquel tirano maes
tro de la mujer de Job, que lo dejo solo en el
muladar, (y) f ue huyendo de el por verlo leproso. ^
Eso mismo hace esta desdichada gente, cayendo
en todos los males, como el mismo Job dicer be-
ben como agua; porque, como el agua no tiene
gusto ni sabor y se va dejando colar sin sentir,
asimismo estos vicios envejecidos, convertidos en
naturaleza, se les van entrando por las puertas
del alma sin sentir ni echar de ver el sinsabor
que algiiQ dia les hade causar; llamando con tan-
tos pecados otros de nuevo, como dijo el Salmis-
ta: un mal llama otromal, un pecadootroy estos
justos la justicia divina;' oyendo ellos repetir a sus
pasadosaquella memorable sen tencia del Eclesias-
tico: acuerdate de mi juicio, porque tal sera el
tuyo: ayer por mi y hoy porti;' haciendole pasar
por las mismas crueldades, enfermedades, ham-
bres, trabajos y muertes que con otros usaron;
cayendo en los mismos lazos que armaron, como
acontecio a Aman, Principe y privado del Key
1 Tob, 2
2 job, 15
3 P-.almos,41.
4 Eclesidstico 38.
63
CAPITULO XV
Del modo de pri.eak de los tndtos de este Rei-
no, y8us armas.
CAPITULO XVI
Del poco fruto que h\ hboho en esta gente
la dootrina en tantos anos, y que sea la
CAUSA,
CAPITULO I
OBERNANDO COmO
Virrey los Reinos
de la Nueva Espa-
5a, D. Martinez (sic
por Martin) Enri-
quez de Almanza,
con el deseo que te-
nia de ampliar la fe, viendo los muchos danos que
hacian los indios f ronterizos a la Provincia de la
Huaxteca, dio orden al Capitan Luis de Carabajal
de la Cueva, de nacion lucitano, el aSo de mil y qui-
nientos y setenta y seis, para que con una com-
74
CAPITULO II
CAPITULO III
CAPITULO IV
De la calidad de la tierra, y su tempera-
MENTO.
CAPITULO V
Df, LASMINA8 DE ESTE ReINO, T SU OALIDAD.
CAPITULO VI
De las minas de Coahdila.
CAPITULO VII
CAPITULO VIII
CAPITULO IX
De c6mo se despoblo la ciudad de Leon; por
QUE CAUSA. AlZAMIENTO Y MUERTES QUE HUBO.
CAPITULO X
De la poblaci6n de la ciudad de Monterrey,,
y por quien.
CAPITULOXI
De la muerte del Gobernador. C6mo qued6
el gobierno. sucesos de e8e tiempo.
CAPITULO XII
Del alzamiento geneeal que hubo en el Eei-
NO,T ENTKADA que LOS (iNDIOS) HICIERON EN
Monterrey. Muertes acaecidas antes y des-
PUES.
CAPITULO XIII
CAPITULO XIV
En que se prosigue la materia del pasado.
CAPITULO XV
De la muerte del Cuaujuco. Vida y costum-
BRES.
CAPITULO XVI
En QUE SE DA raz6n de quien tuvo este Reino
A SU CARGO.
CAPITULO I
CAPITULO II
CAPITULO III
CAPITULO IV
De algunas muertes hechas por los in#ios,
y algunos castigos en el discurso del al-
zamiento de arriba,
CAPITULO V
Prosigue la materia del pas ado.
CAPITULO VI
De la entrada de los ovejas a bste Reino,
A AGOSTAR.
GAPITULO VII
De la inundaci6n del Reino y db otras que
de8pues ha habido; hambres y enferme-
DADES.
1 Genesis, 9.
2 Ovidio. Methamorfosis, 6.
3 Agustin, lib. 18.
146
de las sierras las penas, en las reventazones que
hacia el agua, causa(n)clo pavor y miedo; derribo
todas las casas de Monterrey y las iglesias, de-
jandolo hecho un desierto; la villa de Cerralvo
quedo de la misma suerte, cayendose la iglesia
y demas casas, que fue necesario guarecerse la
gente en una cuadrilla de carros que a la sazon
estaba en la villa. En medio de esta afliccion,
acudio Dios, como Padre de Misericordia, a so-
correr sus criaturas, permitiendo que el al-
(a)
macen Gobernador, que era donde todos se
del
proveian, quedase en pie y sin lesi6n, como hizo
en Egipto, que, cuando habia de enviar aquella
hambre de siete anos, dispuso la entrada de Jo-
seph para sureparo. El riode la Pesqueria Gran-
^
CAPITULO VIII
CAPITULO IX
De la JORNADA QUE 8E HIZO AL HOLANDES,
Y MOTIVO QUE HUBO PARA ELLO.
CAPITULO X
Del alzamiento de los alazapas, su okigen, y
mueetes de hombkes que han hecho los in-
dios, algunos dias antes y despues.
1 Pablo, 1.
2 Eclesilstico, 10.
3 3 Rev, 12.
4 3 Rev, 22.
5 3 Rey, 21.
156
CAPITULO XI
Del tercer viajb a la Huaxteca.
1 Eclesiastico, 25.
2 JiJumeros., 16.
165
CAPITULO XII
De algunos alzamtbntos generales y parti-
cdlares que han intentado desde el ano
de treinta y siete hasta el de cuarenta y
SIETE.
OAPITULO XIII
CAPITULO XIV
Prosigue la Materia del pasado.
CAPITULO XV
Vase prosiguiendo la materia del pasado.
CAPITULO XVI
Prosigue los subcesos de este alzamiento.
CAPITULO XVII
Del fin del alzamiento de los icauras.
Alonso de Leon.
(historia
DEL
NUEVO REINO DE LEON,
DESBE 1650 HASTA 1690,
POR
rX AUTOR ANONIMO.)
Al pio lkctor.
CAPITULO II
CAPITULO III
CAPITULO IV
En que se van prosiguiendo los sucesos
de adelante al ano de 53,
CAPITULO V
De c6mo con cierta astucia fueron castiga-
dos los indi08 que hicieron las muertes de
QUE (se) ha TRATADO EN EL CAPITULO PASADO.
CAPITULO VI
De la buena negociaci6n que trujo del Con-
Alonso de Leon para el Go-
SEJo EL Capitan
bernador DEL Reino.
Memorial.
«Senor:
«D. Martin de Zavala, Gobernador y Capitan
General del Nuevo Reino de Leon, dice: que ha-
biendo sido V. M. servidodemandar tomar asien-
to y capitulacion con el, sobre lapoblacion ypa-
cificacion de dicho Reino, no solo cumplio con lo
ofrecido, como se ha declarado por decreto del
Consejo Real de las Indias, sino que, demas de
ello, se ha aventajado en el servicio de V. M., en
haber puesto, en la ciudad de Monterrey ysuju-
risdiccion, (a) mas de cien vecinos, f omentandoles,
cuando entraron en aquel Reino, a las fabricas
de sus casas; dandoles rejas de arar, bueyes y se-
millas, con que han cultivado en su jurisdicci6n
mas de diez y seis haciendas de labor, y puesto
dos de sacar plata en dicha ciudad; fundando y
poblando el real y minas de San Nicolas de las
Salinas, en que hay seis haciendas de sacar plata,
muchas minas, algunas labores de pan, coger
gran cantidad de ganados mayores y menores;
fund6 el real de San Gregorio, junto a la villa de
Cerralvo, en que hay cuatro haciendas de sacar
plata (y) cantidad de ganados; en todas las cuales
poblaciones tiene puestos caballos del situado,
armas, arcabuces y municiones para su defensa
y conservacion; entrando en las reales cajas de
V. M., de dicho Reino, muchosmarcos de plata,
214
derechos sacados de sus minas, sin grandes can-
tidades de plomo y greta que se ha(D) sacado y
conducido en carros y recuas a Zacatecas, Parral,
Sombrerete y otros reales de minas, mas de tres
millones de marcos de plata; ha descubierto el
camino para la Provincia de la Huaxteca y Puer-
to de Tampico, asentando trato en ellos y pacifi-
cando (a) los indios barbaros que le habitan; y
asimismo ha descubierto el rio y barradePalmas,
y aquella costa, mas de veinte leguas al Norte,
agasajando a los indios naturales, reduciendolos
a la obediencia de V. M. y con deseo de recibir
el santo bautismo; ha comenzado el descubrimien-
to de la parte del Norte, en que tiene reconocidas
mas de cincuenta leguas, para proseguir hastalle-
gar a la ccmunicacion de los espanoles de la Flo-
rida, teniendo casi evidente noticia de la sierra
de la Plata, para ir a ella, cosa que tantas veces
se ha intentado por parte del Gobernador de la
Nueva Vizcaya y del dicho Reino de Leon, y se
ha dejado por causa de las alteraciones de los in-
dios; hizo caminos y los allano para que al dicho
Reino pudieran entrar (a) agostar las haciendas
de ovejas de la Nueva Espana, que lo impedian
sierras, matorrales y montes que habia en los ca-
minos, todo a su costa y por su industria; relev6
a V. M., al tiempo de su eutrada, del gasto de
veinte mil pesos cada ano, que tenia la Real Ha-
cienda en el presidio y almacen de la ciudad de
Monterrey, que, en los veinte y ocho de su asis-
tencia, montaban quinientos y sesenta mil pesos,
consumiendo inutilmente tan gran tesoro, redi-
mido con otros tantos pesos que ha gastado del
grueso caudal de su padre y del corto suyo, de
que se han seguido muchos aumentos a los reales
haberes de V. M., como todo consta de los autos
presentados.
215
CAPITULO VII
De losdemas suobsosdegderraquesefueron
PROSIGUIENDO EN ESTE ReINO.
CAPITULO VIII
CAPITULO IX
De c6mO FALLECI6 EL GOBERNADOR D. Martin
DE Zavala. Su buen gobierno t pkendas de
QUE FDE DOTADO.
CAPITULO X
Db c6mo, for muerte del Gobernador D. Mar-
TfN DE Zavala, provey6 el Sr. Virrey este
GOBIERNO.
CAPITULO XI
De varios sdcesos que se prosiguieron
EL ANO DE 665.
CAPITULO XII
En que se prosiguen otros suoesos
del mismo ano.
CAPITULO XIII
Db OTROS DOS CASOS EAROS SUCEDIDOS
EN ESTE ReINO.
CAPITULO XIV
En que se refieren sucesos y prodigios que
han sucedido en diferentes partes del
MUNDO.
CAPITULO XV
En que se prosiguen las cosas delReino.
CAPITULO XVI
De c6mo los indios del Nokte prosegui an las
ENTRADAS A ESTE ReINO.
CAPITULO XVII
Db c6M0 HDBO NOTICIA que LOS INDI08 TETE-
COAEAS INTENTABAN ENTRAR A ESTE ReINO POR
LA PARTE DEL AlAMO.
ib
250
CAPITULO XVIII
Del buen aoiekto que se tuvo, asi en la vi-
lla DEL SaLTILLO COMO EN ESTE ReINO, EN
PRENDEH (a) LOS ENEMIGOS.
CAPITULO XIX
En que SB PONE A la letra el requerimiento
DEL Cabildo de Monterrey al Gobernador.
JRequerhniento.
CAPITULO XX
En que se pone a la lbtra el parecer del P.
Fr. Francisco de Ribera.
CAPITULO XXI
En que se prosigue el paeecer del P. Ribera.
CAPITULO XXII
De c6mo el Gobeknador remiti6 este pare-
CER A LA CIUDAD DE SaN LuiS i OTROS Te6lO-
GOS, Y LA RESPUE8TA QUE DIERON, Y LO QUE DE
NUEVO ANAD16 EL DICHO LeOTOR.
Aprobacion.
CAPITULO XXIII
En que se prosiguen las guerras que hubo
EN ESTE ReINO.
CAPITULO XXIV
Del gran alzamiento del valle
UE San Antonio.
CAPITULO XXV
En que se trata dec6mo seprovey6 bstbGo-
BiERNO EN D. Domingo de Pruneda.
CAPITULO XXVI
Del Gobierno de D. Domingo de Vidagaeay,
y lo poco que vivi6 en el.
CAPITULO XXVII
De c6mo el Sr. Virrey, Marques de la Lagu-
na, provet6 este gobierno en juan de eche-
VBRRIA.
CAPITULO XXVIII
En que se ponen las naciones de indios que
HABIA en este ReINO, Y SE HAN COXSUMIDO.
CAPITULO XXIX
En que se ponen otras naciones que hoy
estan agregadas a los espanoles.
CAPITULO XXX
De lamuerte del Gobernador Juan de Eche-
VERRIA. EnTRADA Y GoBIERDO DEL GoBERNA-
DOR AloNSO DE Le6n.
CAPITULO XXXI
De la entrada a este GobieknodelMaeques
DE San Miguel Aguayo.
tible.— G. G.
309
CAPITULO XXXII
En que se van prosiguiendo los sucesos
en adelante.
CAPITULO XXXIII
De c6mo el Gobernador Alonso de Leon, Go-
be rnador DE LA PrOVINCIA DE COAHUILA, EN-
Vl6 A PEDIR SOCORRO AL DE E8TE ReINO, Y DE
c6M0 PRENDIO a UN FRANCES QUE ESTABA EN-
TKE LOS INDIOS.
CAPITULO XXXIV
De c6.vro el frisionbro Frances declar6 la
CAUSA Y MOTIVOS DE HABERSB VENIDO CON LOS
INDIOS.
CAPITULO XXXV
De c6mo S. E., con vista del Frances, resol-
vio se HICIESE JORNADA A DE8CUBRIR LA POBLA-
CI6n DE FRANCESES.
A
breves jornadas llego el General Martin de
Mendiondo a la ciudad de Mexico, con el francos,
a vista de S. E., quien recibio particular regoci-
jo, juzgando que por su medio se habia de con-
seguir el descubrirse la poblacion de los f ranceses
en la costa del Mar del Norte, cuyas noticias hasta
de Espana venian, y el encargo de S. M. para que
318
CAPITULO XXXVl
De c6mo el Gobernador Alonso de Le6n des-
cubr16 la poblaci6n de los franceses y ba-
HfA DEL ESPIRITU SaNTO.
.Sabinas.
CAPITULO XXXVII
En que se prosigue la .toenada.
CAPiTULO xxxyiii
En que SB TKATA DE c6M0 LLEGARON A LA PO-
BLACi6n de los FRANCESES, Y LA FORMA QUE
TENIA.
A
los 22 dias del mes de abril, guiados por el
indio guia, fue Dios servido llegase el real a la
poblacion desierta donde habian estado los fran-
ceses, la cual se componia de un f aerte pequeno
de madera y otras seis casillas, bien debiles, de
1 Fatniliarmente se da en Mexico ^ esta palabra la acepcWn
de huida 6 carrera imprevista y precipitada.— G. G
328
21
^^cnu'^-^=:i
331
VSQVE
332
Tenian, cercana a la poblacion, unahuertacer-
cada de palizada, en quetodavia estaban paradas
las caiias de maiz que habian sembrado, que serian
como tres almudes; con que dio que discurrir y
hacer recuerdo que las caiias de maiz que se vie-
ron, por el aiio pasado de ochenta y seis, en la cos-
ta del mar, cuando se descubrio por parte de este
Reino el Rio Bravo, en su orilla, que debian de
ser de esta poblacion, que sin duda la llevo al-
guna avenida de este arroyo que esta junto a di-
cha poblacion, y pasando por la bahia, por dis-
curso de tiempo, las corrientes las llevaron a di-
cha parte.
Habiendoparadodosdias en la dicha poblacion,
resolvi6 el General Aloriso de Leon proseguir el
descubrimiento de la bahia, llevando por guia al
prisionero frances, por haber dicho que la sabia
y la habia andado toda en barco; con cuya segu-
ridad, y con treinta hombres, salio con el conte-
nido, quien no quiso guiar por el arroyo abajo,
por decir no habia paso, con queguio cinco leguas
al Sudueste, y descabezados dosarroyos, seandu-
vo otras tres al Leste, hasta dar con la bahia, en
donde durmieron; y el dia siguiente, seguimos la
orilla como ocho leguas, yhallamos cercadeella
muchas lagunas de agua muy salada, muchos
atascaderos, que en partes f ue necesario pasar a
pie, estirando a los caballos.
Hace la dicha bahia una gran ensenada al Norte,
otra mas pequena al Sur, y la mejor parece que
se encaminaa la bocadel arroyo de la poblacion.
Al fin de las ocho leguas, poco mas 6 menos, di-
visamos el puerto por donde entran las embarca-
ciones,que estaria como dos leguas en distancia,
de donde pudieron llegarcon los caballos; el pri-
sionero frances nos afirmo ser aquel el puerto
por donde el habia entrado cuando vino de Fran-
333
CAPITULO XXXIX
De c6mO SE DESCDBRI6 UN RfO GRANDE, QUE SE
LE PUSO FOR NOMBRE SaN MaRCOS.
CAPITULO XL
C6mo el Gobbrnador Alonso de Le6n entr6
A BU8CAR (a) los DOS FRANCESES, Y LOS TRUJO.
CAPITULO XLI
De las alteraciones quehubo en el Reino
DE Le6n, el mismo ano de 1689.
CAPITULO XLII
Del descubrimiento del Rio Blanco,
T su poblaci6n.
(§1)
^D'esoiirmiiento del Rio Blanco y conversion
de sus naficrales, hecha por los JReligiosos de
Nuestro Serdfico Padre San Francisco, de la
—
Provincia de Zacatecas. Relacion que hizo el
Capitdn Fernando Sanchez de Zamora.
«Las noticias mas verisimiles que en veinte y
dos anos continuos que ha que vivo en este pais
del Rio Blanco, de su descubrimiento, asi por las
que algunos viejos me ban dado, como por las que
por algunos papeles que he habido a las manos^
son que, siendo Guardian del Convento de Char-
eas nuestro Padre Fr. Lorenzo Cantu, que seria
por el aiio de 1626, administraba (a) los indios de
Matehuala, que son de nacion negritos, cuya tie-
rra era adonde ahora Uamados Apuchimapa y
Sandi; estos estaban emparentados con estos del
349
Rio Blanco, que son de la nacion Bocala, y per
esta razon acudian a las faenas que se ofrecian
en la hacienda de Matehuala, De aqui comenz6
nuestro Padre Cantu a conocerlos y tenerles amor,
y los f ue acariciando y dontiesticando, para lo cual
hizo una entrada, el dicho ano, a donde ahora 11a-
mamos San Joseph, que es el nacinaiento del rio;
y este f ue el primer religioso que sabemos haber
entrado en esta tierra. Y
despues, el ano de 31,
el Padre Valverde; tambien entro el Padre Fr.
Geronimo de Pangua, aunque no sabemos que
ano; y a su imitacion f ueron continuando los de-
mas padres guardianes del convento de Charcas,
hasta el tiempo del Padre Fr. Juan Garcia, de
quien hay bastantes noticias.
«Hacia sus entradas repetidas a visitar (a) es-
tos pobres,con deseos de poblar y vivir deasiento
con ellos, cosa que nunca pudo conseguir, aun-
que para ello hizo muchas diligencias, parti-
cularmente dando noticia al Sr. D, Juan Ruiz
Colmenero, Obispo de Guadalajara, de lo apaci-
ble y domestico de estos indios, que le motivo (a)
entrar a verlos y consolarlos, acompanandole
tambien nuestro Padre Fr. Juan Caballero, que
a la saz6n era Difinidor actual y Procurator
^
(§2)
^^Fandacion del pueblo de San Joseph del Rio
Blanco^ que fue la primera pohlacion.
«Luego que Uego a mi noticia la muerte del
Capitan Antonio de Orpinel, procure a tomar
posesi6n del oficio y que los naturales reconocie-
sen (a) su Capitan. Entre a los tres de octubre, y
la posesion la tome a 13 del ano de 59, porque
para tomarla fue necesario enviar a llamar a Juan
Francisco de Escobedo, dueno de Pablillo, que
ya lo tenia poblado, y porque f uimos a descubrir
Unas minas a la Lagunade Pacazili, que esta seis
leguas de San Joseph, el rio abajo, donde, ha-
353
(§3)
^Fundacion del pueblo de San Antonio de los
Llanos por el Padre Fray Juan Caballero.
(§4)
^Rebelion de los indios janamhres.
<^Intermedio.
^Finis.
<^ Ad honor em SeraphiciPatris nostriFrancisci. »
380
CAPITULO XLIII
En que se pkosiguen los nuevos sucesos del
DESCUBRIMIENTO DE LA PrOVINCIA DE LOS
Tejas.
CAPITULO XLIV
En que 8e pkosigue la entrada
A LOS Tejas.
CAPITULO XLV
En que se da fin a la jornada de los Tpjas.
DISCURSO primero.
Capitulo I.— C6mo el hombre e.s inclinado A buscar A Dios. 17
Capitulo II— C6mo se prueba haber Dios 19
Capitulo III.— C6mo todas las naciones del mundo, por bSr-
bara.s que sean, han tenido dieses, si r.oes la deestcNue-
vo Reino de Le6n 22
Capitulo IV.— C6nio ninguna nacidn ha carecido de maes-
tros para el conccimiento del verdadero Dios, y los res-
quicios (sic por indicios) que en este Reino sehan halla-
do de haberlos habido 26
Capitulo V -De las diversidades de lenguas que estas gen-
tes hablan 31
Capitui o VI.— Del modo de vivir de esta gente 33
Capitulo VII —De las costumbres de cstos indios; condici6n
y fiereza 35
Capitulo VIII.— De las comidas de estas gentes 37
Capitulo IX. — C6mo comen carne humana estos indios 41
Capitulo —
X. De los regocijos y mitotes de estos indios 48
Capitulo XI.— Dc los agiieros, embustes y hechicerias que
tienen 46
Capitulo XII.— De los ca'^amientos— Poco empacho y ver-
glienza que tienen 50
Capitulo XIII.— De los nacimientos, crianzas y moriuorios
de (.sta gente 55
Capitulo XIV.— De la crueldad que esta gente liene, unos
con otros, entr e si 58
Capitulo XV, — Del modo de pclear de los indios de cste Rei-
no, y sus armas 63
396
DISCURSO SEGUNDO.
Capitui.o I.— De la entrada y descubrimiento de este Reino;
quiSn lo hizo y por que orden 73
—
Capitulo II. Que prosigue el descubrimiento de este Reino. 76
Capitulo III.— De las cosas que avinieron en la gente que
qued(5 en la villa de Le6n , 77
—
Capitulo IV. De la calidad de la tierra, y su temperamento. 79
—
Capitulo V. De las minas de este Reino, y su calidad . . 83
Capitulo VI.^De las minas de Coahuila 86
Capitulo VII.— De la prisi(5n y muerte del Gobernador D.
Luis de Carabajal 89
Capitulo VIII.— C6mo el Teniente Gaspar Castano pobl(3 la
villa del Almaden y pas(5 A un nuevo descubrimiento.
Su prisi6n y muerte , 92
Capitulo IX. — De cOmo se despoblO la ciudad de Le<5n; por
qu6 causa. Alzamiento y muertes que hubo 95
Capitulo X.— De la poblaci6n de la ciudad de Monterrey, y
por quien 98
Capitulo XI. —De la muerte del Gobernador. C6mo qued6
el Gobierno. Sucesos de ese tiempo 103
Capitulo XII —Del alzamiento general que hubo en el Rei-
no, y entrada que los (indios) hicieron en Monterrey.
Muertes acaecidas antes y despues 105
Capitulo XIII.— De algunas muertes que hubo en este Rei-
no, de espailoles, y sus castigos 109
Capitulo XIV —En que se prosigue la materia del pasado. 112
Capitulo XV.— De la muerte del Cuaujuco. Vida y costum-
bres 115
Capitulo XVI. — En que se da raz(3n de quien tuvo este Rei-
no a su cargo 119
DISCURSO TERCERO.
Capitulo I. — De la capitulaci6n de D. Martin de Zavala. Su
venida & este Reino, y otras cosas — 125
Capitulo II—De algunos alzamientos que durante el (del)
capitulo pasado hubo, y algunas muertes hechas por los
indios 129
Capitulo III — Del primero }• segundo viaje que se hizo A la
Huaxteca 132'
EN PRENSA:
Mexico desde la Invasion Norte-americana hasta el triunfo de
la Revoluci6n de Ayutla, segtin el archivo del Gral. Doblado.
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University of
Connecticut
Libraries