Corteza Cerebral
Corteza Cerebral
neuronas con sus interconexiones, la cual forma una capa de pocos milímetros de espesor que
cubre la superficie irregular de los hemisferios cerebrales.
La corteza es la parte más desarrollada del cerebro humano y es responsable de pensar, percibir,
producir y entender el lenguaje, hace funciones como el lenguaje y el pensamiento abstracto, junto
con aspectos perceptivos, de movimiento y otros. La mayor parte del procesamiento de la
información ocurre en la corteza cerebral.
La corteza cerebral está formada por neuronas muy compactas y es la capa más externa y arrugada
que rodea el cerebro. También es responsable de procesos de pensamiento más elavorados,
incluidos el habla y la toma de decisiones. La corteza se divide en cuatro lóbulos diferentes,
el frontal, el parietal, el temporal y el occipital, que son responsables del procesamiento de diferentes
tipos de información sensorial.
La corteza está muy plegada y sólo un tercio queda expuesto a la superficie. El resto queda
escondido en grandes y pequeñas grietas, más o menos profundas, llamadas cisuras o surcos. Las
superficies elevadas forman los giros o circunvoluciones cerebrales.
Actúa como estructura limítrofe entre algunos de los lóbulos cerebrales. El surco
parietooccipital puede visualizarse en la superficie central del cerebro, entre el lóbulo parietal y
el lóbulo occipital.
Resolución de problemas
El lóbulo frontal realiza el pensamiento de nivel superior. Su actividad nos permite razonar, hacer
juicios, planes para el futuro, tomar decisiones, resolver problemas y, en general, controlar nuestro
entorno de vida. Sin lóbulos frontales que funcionen plenamente, es posible que tengas inteligencia,
pero no podrás utilizarla.
Interacción social
La corteza prefrontal se encuentra dentro de los lóbulos frontales, y posee la capacidad de acceder a
la información y los recuerdos que acumulamos que nos dictan cómo comunicarnos e interactuar
apropiadamente en situaciones sociales o públicas. Los lóbulos frontales son responsables
del comportamiento empático, que nos permite comprender el pensamiento y las experiencias de
los demás. Esta comprensión nos ofrece pistas sobre cómo comportarnos o responder en diferentes
tipos de situaciones sociales, como la respuesta correcta a una pregunta de entrevista de trabajo, o
entender la ironía de un chiste. El daño a algunas áreas del lóbulo frontal también puede afectar el
interés y la actividad sexual.
Movimiento
El lóbulo parietal se encuentra cerca del centro del cerebro, detrás del lóbulo frontal, delante
del lóbulo occipital, y por encima del lóbulo temporal.
Constituye aproximadamente una quinta parte de la corteza cerebral. Situado en una
ubicación central, el lóbulo parietal recibe proyecciones desde el lóbulo frontal, occipital y
los lóbulos temporales.
El lóbulo parietal contiene una zona conocida como el área sensorial primaria. Aquí es donde los
impulsos de la piel, tales como calor, frío, dolor y el tacto, se interpretan. Al igual que la zona motora
primaria en el lóbulo frontal, es la entrada sensorial que proviene de un área del cuerpo (como por
ejemplo los dedos). La superficie del lóbulo parietal está implicada en el procesamiento de la
información.
Los dos lóbulos occipitales son los más pequeños de cuatro lóbulos emparejados en la
corteza cerebral humana. Situados en la parte más posterior del cráneo, los lóbulos
occipitales son parte del cerebro anterior.
Los lóbulos occipitales se apoyan en la tienda del cerebelo, la duramadre separa el cerebro
del cerebelo. Ambos lóbulos estructuralmente se aíslan en sus respectivos hemisferios
cerebrales por la separación de la fisura cerebral. En el borde frontal hay varias
circunvoluciones laterales occipitales, que están separadas por el surco occipital lateral.
Una de las partes más importantes de este lóbulo es la corteza visual primaria, una región del
cerebro que recibe la entrada de las imágenes desde la retina del ojo. Aquí es donde la mente
interpreta el color y otros aspectos importantes de la visión.
El lóbulo occipital contiene diferentes áreas relacionadas con la comunicación visual. En una de
las áreas es donde se reciben las imágenes visuales del lenguaje (la zona de recepción visual) y en
la otra es donde se interpreta (área de asociación visual). Es de importancia crítica para la lectura y
la comprensión lectora. Por ejemplo, se pueden ver las palabras de otro idioma, pero si no se
entiende el lenguaje, sólo se va a utilizar el área de recepción visual.
Aunque se sabe que el lóbulo occipital está dedicado a la visión, este proceso es muy complejo, e
incluye un número de funciones separadas. Entre ellos se incluyen:
El lóbulo temporal es uno de los cuatro lóbulos principales del córtex cerebral en el cerebro de
los mamíferos. Se encuentra por debajo de la cisura lateral en ambos hemisferios cerebrales
de los mamíferos cerebro.
El lóbulo temporal se pliega debajo de cada mitad del cerebro, a ambos lados, por debajo
de los lóbulos frontal y parietal.
Alberga nuestra capacidad para recibir e interpretar la información auditiva. También recopila e
interpreta la información que llega desde la nariz. En realidad es la zona primaria del cerebro para
hacer frente a los estímulos sensoriales.
Un área importante dentro del lóbulo temporal, conocida como el área de Wernicke, nos proporciona
la capacidad de reconocer el habla e interpretar el significado de las palabras. Un daño a esta área,
como por ejemplo de un traumatismo o un accidente cerebrovascular, puede dar lugar a dificultad
para entender el habla y para hablar con sentido.
Esta zona es muy importante para el lenguaje. Los estudios han demostrado que los niños
comienzan a entender el lenguaje que oyen años antes de que puedan hablar, y esto se debe en
gran medida al funcionamiento del lóbulo temporal.
El lóbulo temporal también se cree que es parte de la memoria a largo plazo, tales como recordar la
información autobiográfica, fechas y lugares. El daño a esta zona también puede causar amnesia
anterógrada, o la incapacidad para crear nuevos recuerdos.