Tiempo Cervantes 2006
Tiempo Cervantes 2006
EL
TIEMPO
DE
CERVANTES
Apuntes de Emilio Sola
Contenido:
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Todo esto lo podéis tener en disquete o bajarlo de la página
www.sola/hazhistoria.com
o www.archivodelafrontera.com --que ya conocéis-- y en las que
también podéis encontrar material complementario para este curso
del tiempo de Cervantes.
En cuadernillo fotocopiado --la sexta edición/2004 el conjunto--, los
textos siguientes:
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Un abordaje global a uno de los corazones del programa de este año (Hª Universal Moderna y
Tiempo de Cervantes), el Barroco, y esperando que os sirva como síntesis posible para temas
generales de futuras "oposiciones"...
Vamos allá:
y un notable estudio de Emile Male de los años treinta de ese siglo, L'art
réligieux aprés le Concile de Trente, apenas usaba el término.
Mornet en Francia sintetizaba los trabajos alemanes de los años veinte sobre
el barroco literario al hablar de "lirismo barroco" alemán.
En este ambiente surgen dos de los trabajos más significativos del momento
sobre el Barroco, los de Weisbach y Croce.
En los años treinta del siglo XX se dio un intento de lo que García Cárcel
denomina "difuminación metafísica" del Barroco.
Los análisis formalistas --en los que han abundado historiadores del arte y
de la literatura-- ha desarrollado con amplitud las características genéricas del
Barroco, desde aquellas categorías wolfflinianas de hace ya más de un siglo.
Y a esa primera parte del "siglo del Barroco" o generación belicista que
desaparece en torno a 1600, se la ha considerado como pre-barroca o
manierista.
En la década de los años treinta del siglo XVII, favorable la guerra a los
católicos, culminaba una verdadera diáspora calvinista que convertía en
victoria pírrica la victoria católica; al expulsar los príncipes católicos a los
súbditos calvinistas imposibles de asimilar, la fuga de talentos y la quiebra de
las estructuras urbanas provocadas por esta emigración desplazaba los
núcleos industriales hacia el este del Jura, el Rhin, el Báltico, Holanda e
Inglaterra.
Praga por el emperador Rodolfo II --con la toma de Praga por los suecos de
1649 iría a Estocolmo y de allí a Roma con la reina Cristina--, la muy famosa
del duque de Mantua --vendida a Carlos I de Inglaterra y, a la caída de éste,
vendida y desperdigada por las cortes europeas--, o la gran biblioteca
palatina de Heidelberg, que atravesaría los Alpes a lomos de mulas hacia
Italia tras la conquista de la ciudad por los bávaros.
pinta figuras que parecen vivas pero no pinta cosas hermosas, o que explica
el auge de los retratos, el paisaje y los bodegones, así como la penetración
de la cotidianeidad en la pintura mitológica, que explica a Rembrandt y a
Velázquez, en fin.
La tradición escéptica del siglo XVI, cuyo más ilustre representante había
sido Erasmo, o "pirronismo" o "suspensión de la creencia", mal vista por
los sectores ortodoxos --pues tanto Calvino como Ignacio de Loyola habían
rechazado hasta la posibilidad de duda--, se había mantenido.
Optimismo científico que coincide en el tiempo --y esa fue tal vez la
faceta más resaltada del Barroco-- con el "pesimismo" y la perplejidad de
otros que no parecían comprender la verdadera revolución que se estaba
desencadenando a su alrededor. John Donne, excelente poeta metafísico con
éxito en la Corte de los Estuardos --muy al contrario que Eliot o Ralegh--, lo
expresa bien: "la nueva filosofía pone todo en tela de juicio... Todo está
hecho pedazos; no existe coherencia. Toda justa aportación y toda relación,
Príncipe, súbdito, padre, hijo, son cosas olvidadas..."
26
CONCLUSIÓN.
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- Cantimori, D., "Il dibattito sul barocco", en Rivista Storica italiana, 1960,
LXXII, fasc. III, pp. 489-500.
- Carilla, E., Manierismo y Barroco en las literaturas hispánicas, Madrid,
1983.
---, El barroco literario hispánico, Buenos Aires, 1969.
- Cerny, V., "Les origines européens des études baroquistes", en Revue de
litterature comparée, 1950, XXIV.
- Croce, B., Storia dell'età barocca in Italia. Pensiero- poesia e letteratura-vita
morale, Bari, 1946 (1ª edic., 1923).
- Curtius, E.R., Literatura europea y Edad Media latina, Barcelona, 1976.
- Charpentrat, P., L'art baroque, Paris, 1967.
- Chaunu, P., La civilización de la Europa Clásica, Barcelona, 1976.
- Dickens, A.G. (ed.), The Courts of Europe. Politics, Patronage and Royalty,
1400-1800, London, 1987. (Con trabajos de J.H. Elliott sobre Felipe IV, P.W.
Thomas sobre Carlos I Estuardo, J.A. Hook sobre Urbano VIII y R. Hatton
sobre Luis XIV).
- Díez Borque, J.M., La vida española en el siglo de oro según los
extranjeros, Barcelona, 1990.
- Kagan, R.L. (ed.), Ciudades del Siglo de Oro. Las vistas españolas de
Anton Van den Wingaerde, Madrid, 1986 (con textos de J. Brown, R.L.
Kagan, E. Haverkampt-Begemann y F. Marías).
- Kamen, H., El Siglo de Hierro, Madrid, 1977.
- Kurz, O., "Barocco: Storia di un concetto", en V. Branca (ed.), Barocco
europeo e barocco veneziano, Venecia, 1962.
---, Las casas del rey. Casas de campo, cazaderos y jardines. Siglos XVI y
XVII, Madrid, 1986.
- Mornet, D., Histoire de la litterature française classique, Paris, 1942.
- Mousnier, R., Los siglos XVI y XVII. El progreso de la civilización
europea y la decadencia de Oriente (1492-1715), Barcelona, 1981.
- Muñoz, A., Roma barroca, Milano/Roma, 1912 (2ª edic., 1928).
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APÉNDICE 2002-2003.
1.- Falta algo sobre la música barroca --la polifonía, la música cortesana...--,
y si alguna síntesis de algún estudiante sobre ello está bien, la incluiré en los
textos que prepare para el curso próximo, con su premio correspondiente en
la nota de la asignatura.
2.- Falta algo sobre "información" --en la línea de esos "avisos de cosas que
pasan en el mundo"-- que llega a Europa sobre el resto del mundo en el
Barroco; por ejemplo, el descubrimiento de la China, y su relación con el
mundo de las misiones religiosas, sobre todo los jesuitas. Lo evocaremos en
una práctica en torno a algunas obras de Atanasius Kircher, con sus primeros
intentos de interpretar los jeroglificos egipcios, sus reconstrucciones bíblicas
o la colección de imágenes sobre los chinos.
31
Ya es un lugar común:
-Influencia de López de Hoyos,
-Admiración por educación de los jesuitas ("El coloquio de los
perros")
-En Italia: controversias sobre ideal clásico.. Calsicismo mitigado en
el teatro... obstinación en ello, a pesar del ascenso de teatro de Lope
-Crítica erasmista a libros de caballerías, frente a "ideal de razón y de
moralidad".
32
AMOR/CELOS
"Desde "La Galatea" hasta el "Persiles", Cervantes acarició la idea de
un amor que, de tan elevado, se hace inaccesibel a los celos"
LA LOCURA EN EL RENACIMIENTO...
-Moriae Encomium o Stutltitiae Laus, 1509, con dibujos de Hobein...
Moda: loco como fuente de burlas y risas.
-Orlando de Ariosto, 1516, redacción definitiva, 1532.
-El Cortesano de Baltasar de Castiglione, Venecia 1528... traducción
de Boscán que conoce Cervantes... muy erasmista: "en cada uno de
nosostros hay alguna simiente de locura".
-1539, "La Moria d'Erasmo novamente in volgare tradotta", versión
de Aldo Pellegrini, única conservada... ¿lectura cervantina?: si no
conocía bien el latín o no accede a alguna versión castellana...
38
Ejemplo contraste:
Lope de Vega, El peregrino en su patria, 1604:
también él toma el asunto de los locos: Casa de locos de Valencia
(con Pánfilo y su amada Nise)... "algunos locos pacíficos"... conde
italiano de Anguilara, quiere un loco pacífico para +/- bufón...
Similar a la Moria... modelos de loco soldado, filósofo, cazador,
astrólogo, músico y alquimista.
Pero en Lope,
sin la intención crítica erasmista... pervivencia del erasmismo pero
acrítico...
-Erasmo:
"Pero el engañarse --se dirá-- es deplorable. A lo que yo contestaría
que lo verdaderamente digno de compasión es no engañarse
nunca"...
Error de los que creen "que la dicha humana está en las cosas
mismas y no en el concepto que de ellas se ha formado" ("Elogio de
la locura", XIV, 146).
D.Quijote, I, 45: sobre vacía/yelmo/castillo:
"Y podrán juzgar de las cosas deste castillo como ellas son real y
verdaderamente y no como a mi me parecen".
Erasmo:
1 Locura terrible y malsna: las Furias a los hombres... similar a la
locura de Orlando y D.Quijote a veces.
2 "Pero hay otra locura muy distinta que procede de mí y que por
todos es apetecida... Cierto alegre
error del entendimiento
que a un mismo tiempo libera el ánimo de sus cuidados angustiosos
y colma de múltiples deleites"
(Moria, XXXVIII, 123-124).
D.Quijote: preparando la partida, se veía caballero,
41
"y, así, con estos tan agradables pensamientos, llevado del extraño
gusto que en ellos sentía, se dio priesa a poner en efecto lo que
deseaba" (D.Q., I, 1).
LOCO/CUERDO erasmista:
-Moria, XXXVIII, 125, historia del "argivo" que iba al teatro vacío y
veía representaciones; en lo demás, cuerdo. Cuando le curan sus
amigos, se lamenta: "¡Vive Polux, compañeros, que me habeis
matado por no pensar que, haciendo lo que hicísteis (curarlo), me
arrebatais el placer, quitándome a viva fuerza una gratísima ilusión!"
-D.Q., II, 22, salida de la cueva de Montesinos: "Dios os perdone,
amigos, que me habeis quitado de la más sabrosa y agradable vida y
vista que ningún humano ha visto ni pasado".
Más "maera":
-Moria, XXXVIII, 127: mujer compartida/Penélope.
-D.Q. (I,2): mozas del partido/hermosas doncellas y damas.
-Narraciones/"Ficciones"
-Protagonista: caballero andante.
-Trama: sucesión de hazañas.
Constantes:
-Elementos maravillosos: dragones, serpientes, gigantes, enanos,
edificios mágicos, lagos de aguas habitadas, misterio, héroes
forzudos...
-Tierras exóticas y lejanas y pasado remoto... (paisajes improbables
en donde Cervantes aconseja situar lo inverosímil...)
Cervantes:
1 ---respeta la caballería histórica: el Cid, el Gran Capitán, Gª de
Paredes...
hasta pudo tener su héroe caballeresco en Bernardo del Carpio,
como señala Eisenberg en su último libro citado, o como se apunta
en "La casa de los celos..."
Hasta la generación de Lepanto: novela "El Cautivo" tras discurso de
"Las armas y las letras"...
2 ----respeta la "novela caballeresca"... elogio al "Tirant..." I,6, quema
de libros:
"Hago cuenta que he hallado en él un tesoro de contento y una mina
de pasatiempos... Por su estilo es este el mejor libro del mundo; aquí
comen los caballeros, y duermen y mueren en sus camas, y hacen
46
Martín de Riquer cita una amplia lista de autores graves contra los
libros de caballerías...
-Pero López de Ayala, "Rimado de Palacio", fin XV: "Libros de
devaneos e mentiras probadas", como el Amadís y el Lançalote...
-Fra Antonio Canals, "senequista", fin XV: libros vanos: "Les faules de
Lançalot e de Tristany", el "Roman de Renartd", el "Ars amandi" de
Ovidio, etc. ejemplos.
S. XVI: Filósofos, moralistas, historiadores y escritores religiosos...
1523, J.L. Vives, 1529, fr. Antonio de Guevara;
1533-35, Juan de Valdés; 1544, Pero Mexia, Francisco de Monzón y
Francisco Cervantes de Salazar, etcv.
1563, Melchor Cano; 1569, Arias Montano; 1582, fr. Luis de
Granada...
-Algunos, también la novela pastoril, "La Celestina", a Boscán y
Garcilaso o "La Cárcel de Amor"... Pero los más, los libros de
caballerias: el Amadís, las SErgas de Esplandián y Palmerín de
Inglaterra. Otros libros, menos; el Tirant, solo aparece una vez...
Motivos de la censura:
-Autores incultos y que escriben mal y sin orden
Cervantes: Q.I, 47: "Son en el estilo duros..., largos en las batallas,
necios en las razones, disparatados en los viajes y, finalmente,
ajenos a todo discreto artificio".
-Mentirosos e "imposibles": la gente ignorante los toma por
verdaderos: peligro para la historia verdadera...
Locura de don Quijote:
es igual Amadís que el Gran Capitán
-Incitadores a la sensualidad, sobre todo para los moralistas.
Dante: Paolo Malatesta y Francesca de Rímini, pecan tras la lectura
de "Lancelot": origen mítico.-
Cervantes: novela de caballerías, similar a las "fábulas milesias".
D.Q., I,47, ...de Mileto, historias muy deshonestas...
-Eran muy leidos: de ahí las censuras (entre 1534 y 1599, Martin de
Riquer ficha 35 censuras)
-Ediciones abundantes, cada una de al menos 1.000 ejemplares...
unos 86.000 ejemplares para una España de 9,5 millones de
habitantes... 1530/39: 35 edic...
1540/49: 49 edic... 1550/59: 31 edic... 1560/69: 29 edic.
1570/79: 7 edic... 1580/89: 31 edic... 1590/99: 4 edic.
Libros cortos, en pliegos sueltos, hasta el siglo XX.
-Alfonso el Sabio, II Partida: "E non deve ser cavallero el que una
vegada oviesse recebido cavallería por escarnio. E esto podría ser...
quando el que ficiesse cavallero non oviesse poderio de lo facer... E
por ende fue establecido antiguamente por derecho, que el que
quissiese escarnecer tan noble cosa como la cavalleria, que fincase
escarnescido della, de manera que non la podiesse aver"...
Texto por todos conocido en su tiempo: imposibilidad de caballería
para Alonso Quijano...
Parodia e ironía:
-Lucha contra monstruos y ejércitos/Lucha contra molinos, rebaños y
leones del zoo real.
-Defensa de débil, proteger viudas, liberar presos...
50
Episodios paródicos:
-Aventura del cuerpo muerto (I,19), similar a caballero Floriano en
Palmerín de Inglaterra (I,76)
-Aventura del barco encantado (II,19), similar en Palmerín de
Inglaterra (i, 56).
-La cueva de Montesinos (II,23), similar en Las sergas de Esplandian
(M.R. Lida de Malkiel, "Dos huellas del Esplandian en el Quijote y en
el Persiles", en Romance Philology, 1955, pp. 156-162).
-Clavileño, similar en Clamades y Clermonda.
-Penitencia de DQ en Sierra Morena, similar a Amadís en Beltenebrós,
y vieja tradición hasta Ch. de Troyes, penitencia de Lancelot y
Tristán...
-Bálsamo de Fierabrás, reliquia de relato francés del XII que se
convierte en libro de caballeria "Hª del emperador Carlomagno... e de
la cruda batalla que hubo Oliveros con Fierabrás".
El PEREGRINO ANDANTE.
Retorno a la fantasía:
"Novela del peregrinaje, su héroe es el peregrino de amor, nuevo
caballero andante, antítesis del pastor y reverso del pícaro que,
como arquetipo de la condición humana, se convierte en el héroe
novelesco de la Contrarreforma" (ib.331).
Tasso: "La perfettissima poesia imita le cose che sono, che furono o
che possono essere" (Discorsi...l.II,p.851).
Rechaza de las novelas de caballerías el "culto de lo sobrenatural y
su inverosimilitud", tan inaceptable como la mitología pagana...
(ib.p.360).
Lugar de acción... regiones remotas e incógnitas en donde el
precepto de la verosimilitud no se transgrede... introducción de
episodios pastoriles y rústicos, justificados con sus artificios...
FINAL.
Precedentes de picaresca... "El Asno de oro" de Apuleyo,Sevilla,
1513, traduc. del arcediano Diego López de Cortegana...
peregrinación de Apuleyo convertido en asno...
A) EL LICENIADO VIDRIERA.
Ya que andamos con cosas de locos y locuras, vamos a la novela
ejemplar en la que Cervantes ensaya un relato con protagonista loco.
Sigo la edición de Avalle Arce, Castalia, 1982, tomo II de las "Novelas
ejemplares".
Honrarlos:
"con mis estudios..., siendo famoso por ellos; porque yo he oido decir
que de los hombres se hacen obispos" (p. 104).
(¿Similar a Quijote, II, XXXIII, Sancho/Duquesa? comprobar).
-Ancona, Venecia,
"ciudad que de no haber nacido Colón en el mundo no tuviera en él
semejante"
(alusión a México con sus canales y riqueza... toda una reflexión
histórica).
Loco/cuerdo:
p.143: Licenciado Vidriera, cuerdo, se llama otra vez por su nombre,
pero dignificado, licenciado Rueda.
Y se va de la Corte:
"--¡Oh Corte, que alargas las esperanzas de los atrevidos
pretendientes y acortas las de los virtuosos encogidos, sustentas
abundantemente a los truhanes desvergonzados y matas de hambre
a los discretos vergonzosos!" (p.144).
B) LA ESPAÑOLA INGLESA.
(T. II edic. de Avalle Arce, para pp.)
Uff... un respiro y tramo final, tras otro tic pedagógico cervantino, "lo
que llaman hechizos, que no son sino embustes y disparates",
paralelo al que vimos en "El licenciado vidriera" y que luego veremos
también en el coloquio de los perros, con las brujas de Montilla.
Vino a España por fin, por Valencia y allí estaba, "con las insignias de
su libertad, que son estos habiticos", a ver "a Isabela mi esposa".
"Sacó de una caja de lata los recaudos que decía (Ricaredo) y se los
puso en las manos al provisor, que los vio junto con el señor
Asistente, y no halló en ellos cosa que le hiciese dudar de la verdad
que Ricaredo había contado.
Y para nás confirmación de ella ordenó el cielo que se hallase
presente a todo esto elmercader florentín sobre quien venía la cédula
de los mil seiscientos ducados, el cual pidió que le mostrasen la
cédula y mostrándosela la reconocío, y la aceptó para luego, porque
él muchos meses había que tenía aviso de esta partida...
Ricaredo dijo que de nuevo ofrecía los quinientos ducados que había
prometido..." (p. 99).
Hay boda, como tiene que ser, y coletilla final cervantina en la que el
autor se pone en primera persona de plural con los lectores:
......
Todo ello, a propósito del cartapacio con "El coloquio de los perros",
que el alférez Campuzano había escrito, memorizando la
conversación de dos perros, lo que hace dudar al licenciado Peralta
70
También elogia en ese lugar la buena vida del estudiante, pues "se
pasa la mocedad aprendiendo y holgándose", y cita el "Antonio",
alusión al libro de texto de Nebrija, de latín y clásico manual desde la
1ª edición de Salamanca de 1481.
"... infelicidad es del buen príncipe ser culpable de sus súbditos por la
culpa de sus súbditos, a causa de que los unos son verdugos de los
otros, sin culpa del señor; pues aunque quiera y lo procure no puede
remediar estos daños, porque todas o las más cosas de la guerra
traen consigo aspereza, rifuridad y disconveniencia" (p.286).
(Completar estas citas con las del Quijote y el Persiles, como podéis
consultar en el ya citado Cervantes y la Berbería..., en la tercera
parte).
Fue, en fin.
poner en pie literariamente al loco
--un punto de vista, una voz, una deshinibición expresiva semi-mágica u oracular,
muy valorada en numerosas culturas--
perfilado con primor por Erasmo en la Moira o Elogio de la Locura,
y con ello lograr lo que todo autor que quiera opinar del mundo todo con libertad desea:
plena libertad de expresión.
Esa es la idea genial primera,
plenamente integrada en la cultura europea del momento
más humanística y crítica, más moderna.
Y si no,
el desmontaje del humor,
la crítica encubierta hilarante --o que haga sonreír tan solo-- de tan disparatada,
y por ello clara,
el menos por menos igual a más de la matemática clásica,
que sabe --y lo dice por boca de Gödel-- que la demostrabilidad no supone
garantía de veracidad, en estos lenguajes elaboradísimos que nos gastamos.
Como decía Peret --o Escobar, no recuerdo bien--
es preferible reir que llorar.
Todo hombre sabio lo sabe.
Una de las claves del humor popular y menos, sin duda.
Fue, en fin, poner en pie literariamente al loco --un punto de vista, una voz, una
deshinibición expresiva semi-mágica u oracular, muy valorada en numerosas culturas--
perfilado con primor por Erasmo en la Moria o Elogio de la Locura, y con ello lograr
lo que todo autor que quiera opinar del mundo todo con libertad desea: plena libertad de
expresión. Esa es la idea genial primera, plenamente integrada en la cultura europea del
momento más humanística y crítica, más moderna.
Y tal vez ese humor cervantinesco maestro fuera la gran válvula de escape del autor
y su garantía de felicidad absoluta pero limitada al tiempo de creación literaria misma,
a su tiempo real pleno por creador. Humor para no echarse a llorar, humor para no
echarse al monte con el bandolero catalán Pere Guinart, luego reciclado como militar en
Italia, un poco a la inversa de Cervantes mismo, primero militar en Italia y luego
escritor pobre y humorístico, carnavalesco de alguna manera.
Ese humor que el polifónico Mijail Bajtín supo leer con maestría y por ello tanto
insistió en la necesidad de elaborar una historia de la risa para terminar de comprender
nuestro mundo pasado y su heredero actual, entre el humor y la tragedia, como siempre.
Sólo un loco Quijote puede liberar a los galeotes, condenados reales, y que la escena
haga reír a cortesanos y campesinos, a señores y lacayos de las antecámaras de palacio
mismas.
Para un sesudo analista como Peter Burke, con Rabealis y Shakespeare, Cervantes es de
los últimos transmisores de claves de cultura popular en lenguaje de cultura culta,
pudiera decirse, justo en el momento en que las dos se van a escindir de manera
profunda, se van a desconocer hasta el extremo de que deba nacer una ciencia, el
etnología, para intentar reconocerse la cultura culta en sus raices mismas. Y
precisamente en lo que se puede apreciar con mayor claridad esa escisión es en el hecho
de que lo serio, lo formal, el poder, deja de ser carnavalizable, risible o tomado a
chacota, y se reprime ese humor.
angustiar a quien lo capta, el profeta, Casandra-- y, además, hay solución. Sabidos los
males sabidos y consabidos, aplicar la racionalidad y el sentido común.
Y si no, el desmontaje del humor, la crítica encubierta hilarante --o que haga sonreír tan
solo-- de tan disparatada, y por ello clara, el menos por menos igual a más de la
matemática clásica, que sabe --y lo dice por boca de Gödel-- que la demostrabilidad no
supone garantía de veracidad, en estos lenguajes elaboradísimos que nos gastamos.
Como decía Peret --o Escobar, no recuerdo bien-- es preferible reir que llorar. Todo
hombre sabio lo sabe. Una de las claves del humor popular y menos, sin duda.
Aunque esa verdadera aventura del espíritu no traiga consigo riqueza y consideración a
corto plazo. En una reciente entrevista con Tonino Liberatore, el dibujante de
Ranxerox, que vuelve con Ranx3, aparecida en el último El Víbora que cayó en mis
manos (nº 207, Barcelona, 1997), comenta este maestro de la cultura popular que Hugo
Pratt, a pesar de su mítico y veneciano Corto maltés, pasó hambre; ha hecho siempre
las cosas que le gustaban, ha pasado periodos de hambre, pero finalmente su talento
ha sido reconocido. Lo mismito que a nuestro simpar humorista don Miguel, a quien no
se le ocurre decir otras cosas que el Quijote lo escribió sidi Ahmed, que una asturiana
cristiana vieja llamada Catalina le ha dado un heredero al sultán de Estambul o que
Venus riñe a Cupido por cambiar de imagen para medrar en la Corte haciéndose pasar
por banquero.
Entre El Roto, la popular película postpunki El día de la bestia, con su cura vasco
quijotesco y su sanchopancesco Alex de la Iglesia, de tebeo de manual, al perfil de
Cortadillo como niño apaleado y sin freno de la economía sumergida urbana de todos
los tiempos al que sólo cabe apalear más para frenar o instruir, manera más civilizada
de educar --instrúyelos o sopórtalos, decía el emperador Marco Aurelio, y ya tardaba en
decir--, entre tanto milagro literario maestro en el humor, humor cervantinesco, don
Ahmed o sidi Miguel siguen cabalgando.
Emilio Sola, Alcalá, mayo/1997.
(Nota bibliográfica; los libros de M. Bajtín y de P. Burke, son los más conocidos en España, La cultura
popular en la edad media y el renacimiento. A propósito de Francois Rabelais, con varias ediciones, y
La cultura popular en la Europa Moderna, en Alianza edi. respectivamente. Del Gödel, las obras
completas están en Alianza (1989), pero la cita procede de una edic. de Rodríguez Consuegra de un
inédito suyo en edit. Mondadori, 1994. No sabría precisar la discografía de Peret o de Escobar en donde
sale la letrilla citada, ni la nota filmográfica del film citado, creo que recordar que de 1996; debería
comenzar a preocuparme por la puesta al día de las citas científicas al uso. En fin).
81
Dichosa edad
y siglos dichosos aquellos
a quien los antiguos pusieron nombre de dorados,
y no porque en ellos el oro
--que en esta nuestra edad de hierro tanto se estima--
se alcanzase en aquella
venturosa
sin fatiga alguna,
sino porque entonces
los que en ella vivían
ignoraban estas dos palabras de tuyo y mío.
Entonces
sí que andaban las simples y hermosas zagalejas
de valle en valle y de otero en otero,
en trenzas y en cabello,
sin más vestidos de aquellos que eran menester
para cubrir honestamente
lo que la honestidad quiere y ha querido siempre que se cubra,
y no eran sus adornos de los que ahora se usan
--a quien la púrpura de Tiro
y la por tantos modos martirizada seda
encarecen--,
sino de algunas hojas verdes de lampazos y yedra,
entretejidas,
con lo que --quizá--
ibán tan pomposas y compuestas como van ahora
nuestras cortesanas
con las raras y peregrinas invenciones
que la curiosidad ociosa les ha mostrado.
Entonces
se decoraban los concetos amorosos del alma
simple y sencillamente,
del mesmo modo y manera que ella los concebía,
sin buscar artificioso rodeo de palabras para encarecerlos.
No había la fraude,
el engaño
ni la malicia
mezclándose con la verdad y llaneza.
La justicia
se estaba en sus propios términos,
83
Y agora
--en estos nuestros detestables siglos--
no está segura ninguna
aunque la oculte y cierre otro nuevo laberinto como el de Creta.
Porque allí
--por los resquicios o por el aire--
con el celo de la maldita solicitud
se les entra la amorosa pestilencia
y les hace dar con todo su recogimiento al traste.
Que
aunque por ley natural
están todos los que viven obligados
a favorecer a los caballeros andantes,
84
todavía,
por saber que sin saber vosotros esta obligación
me acogistes y regalastes,
es razón que --con la voluntad a mí posible--
os abradezca la vuestra.
GUIÓN (complementario):
Discurso de la Edad de Oro, de "La Tempestad" de Shakespeare.
VERSIÓN A:
Discurso de "La Edad de Oro" del consejero Gonzalo, de "La Tempestad"
de Shakespeare, sin las interrupciones cómicas de Sebastián y Antonio:
Consejero Gonzalo:
Señor, si yo tuviese que colonizar esta isla...
Y si yo fuese el rey, ¿sabéis qué es lo que haría?
En mi república
todas las cosas iban a ser lo contrario de lo que son.
Porque no admitiría ningún género de comercio,
ni el nombre siquiera de magistrado.
Las letras no serían conocidas.
Ni riqueza, ni pobreza, ni ninguna servidumbre.
Ningún contrato, ninguna herencia,
ninguna linde ni campo cerrado, ningún cultivo ni viñedo.
No habría metal, trigo, vino ni aceite.
Ninguna ocupación,
todos los hombres estarían ociosos, todos.
Y las mujeres también, pero inocentes y puras.
Ninguna soberanía.
-------------------
VERSIÓN B:
Discurso de la Edad de Oro del Consejero Gonzalo, con el Rey Alonso y
los dos príncipes burlones Antonio y Sebastián.
Consejero Gonzalo:
Señor, si yo tuviese que colonizar esta isla...
(Antonio: ...para sembrar ortigas.
Sebastián: O zarzas o malvas.)
Consejero Gonzalo:
Consejero Gonzalo:
¿No me escucháis, Señor?
Rey Alonso:
Basta, os lo ruego. Decís cosas que para mi carecen de sentido.
Anselmo:
Marcela:
--respondió Marcela--,
Hízome el cielo,
según vosotros decís,
hermosa,
y de tal manera que,
sin ser poderosos a otra cosa,
a que me améis os mueve mi hermosura.
Y por el amor que me mostráis
decís
y aún queréis
que esté yo obligada a amaros.
Yo conozco,
con el natural entendimiento que Dios me ha dado,
que todo lo hermoso es amable;
mas no alcanzo que,
por razón de ser amado,
esté obligado lo que es amado por hermoso
a amar a quien le ama.
Y más,
que podría acontecer
que el amador de lo hermoso fuese feo,
y siendo lo feo digno de ser aborrecido,
cae muy mal el decir
"quiérote por hermosa: hasme de amar aunque sea feo".
Pero,
puesto caso que corran
igualmente
las hermosuras,
no por eso han de correr iguales los deseos,
que no todas (las) hermosuras enamoran:
que algunas alegran la vista y no rinden la voluntad;
que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen,
sería un andar las voluntades confusas y descaminadas,
sin saber en cuál habían de parar,
porque,
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Si no, decidme:
si como el cielo me hizo hermosa
me hiciera fea,
¿fuera justo que me quejara de vosotros
porque no me amábades?
Cuanto más,
que habéis de considerar
que yo no escogí la hermosura que tengo,
que tal cual es el cielo me la dio de gracia,
sin yo pedilla ni escogella.
Pues si la honestidad
es una de las virtudes
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Yo nací libre,
y para poder vivir libre
escogí la soledad de los campos:
los árboles de estas montañas son mi compañía;
las claras aguas de estos arroyos, mis espejos;
con los árboles y con las aguas comunico
mis pensamientos y hermosura.
Fuego soy apartado
y espada puesta lejos.
Porfió desengañado,
desesperó sin ser aborrecido:
¡mirad ahora si será razón
que de su pena se me dé a mi la culpa!
Quéjese el engañado,
desespérese aquel a quien le faltaron
las prometidas esperanzas,
confíese el que yo llamare,
ufánese el que yo admitiere;
pero no me llame cruel ni homicida
aquel a quien yo no prometo, engaño, llamo ni admito.
El cielo aún
hasta ahora
no ha querido que yo ame por destino,
y el pensar que tengo de amar por elección es escusado.
Yo,
como sabéis,
tengo riquezas propias,
y no codicio las ajenas;
tengo libre condición,
y no gusto de sujetarme,
ni quiero ni aborrezco a nadie;
no engaño a este ni solicito aquel;
ni burlo con uno ni me entretengo con el otro.
Don Quijote:
--Ninguna persona,
de cualquier estado y condición que sea,
se atreva a seguir a la hermosa Marcela,
so pena de caer en la furiosa indignación mía.
Epitafio de Grisóstomo:
Aurelio:
CERVANTES Y TURQUÍA.
1.
2.
99
Nápoles, Sicilia, Malta y Túnez pueden verse como el centro vital de esa
frontera mediterránea, básicamente Habsburgo-Otomana, pero con los
hispanos e italianos por un lado, y los franceses, venecianos y sobre todo
turco-berberiscos por otro, casi permanentemente enfrentados. Guerra
menor y permanente (Braudel, p.e.), guerra di corsa, en una frontera en la
que el tráfico de personas --fuerza motriz de todas aquellas marinas de
galeras-- y de mercancías, pero sobre todo de trigo, de grano, eran el
verdadero protagonista del corso y del comercio que movilizaban cada vez
más dinero. Esa revolución de los precios que resaltan todos los
economistas e historiadores, y ese hombre económico moderno que de nave
en nave --la galera o galeota como una empresa económica moderna--
transporta mercancías y cédulas de pago o letras de cambio de aquí para
allá.
3.
4.
5.
Hoy parece una afirmación de sentido común, después de los debates sobre
los límites de la fe y la razón y el desvinculamiento del discurso científico
moderno y contemporáneo del aparato de citas de los libros sagrados de las
religiones clásicas, sea la Biblia o el Corán. Algunos cervantistas
(Camamis, p.e.) consideran a Cervantes un precursor de los iusnaturalistas
del siglo XVII, cuando cree necesario el establecimiento de un derecho/ley
natural por encima de las diferentes "leyes" de las religiones clásicas --la
ley de Moisés, la ley de Cristo o la ley de Mahoma--, la necesidad, en fin,
de una sociedad civil y de un estado laico.
103
6.
Y es ésta última la que parece adoptar Cervantes sin ningún tipo de dudas y
a pesar de frases o formulaciones concretas --meramente retóricas o
secundarias en su expresión literaria--, como puestas adrede y hasta
resaltadas como defensa ante posibles sospechas que su actitud pueda
despertar en un momento de ardor patriótico-católico / guerrero, antiturco /
antimusulmán por el aguzamiento del enfrentamiento Habsburgo /
Otomano, azuzado por el mundo clerical católico contrarreformista
simbolizado con el alineamiento total de los jesuítas con la política de los
Austrias españoles en Europa, en América y en Asia, alineamiento global
que se da ya a las claras con Felipe II.
7.
8.
Esas eran las nuevas, las "novellas", las noticias que circulaban por
el Mediterráneo todo, de boca en boca --cual circulan hoy todas esas
historias populares, hasta ese límite posible que denominan prensa
del corazón--, y crearían esas mitologías populares que todos
conocerían con infinitas variantes y modulaciones. Y que sólo ojos y
orejas muy avispadas --las "espías", ojos y orejas del rey-- sabían
captar y transmitir de manera comprensible, la pura información,
abuelos de periodistas, gacetilleros. Las "gacetas de avisos"
comienzan por entonces a llamarse a los textos con frecuencia
demasiado concisos de estos correveidiles que lo llenaban todo con
sus cuentos verdaderos y fabulados a la vez. Lástima que tan pocos
supieran escribir con soltura o tuvieran tiempo y dinero para ello.
Cervantes, por milagro, fue uno.
¿Qué tiene que ver esta hija de Agi Morato, Lela Zoraida,
enamorada de este leonés de las montañas Rui Pérez --hijo de
Pero-- de Viezma, tan cristiano viejo por tan cerca de la tan
mítica Asturias de Covadonga y del tan mítico Santiago? Que
tiene un hermano Oidor y un padre que --podría haberlo hecho
don Quijote mismo-- elabora un discurso sobre cómo medrar
en esta vida, lo que significaba "Iglesia o mar o casa real...",
en otro de los más admirables pasajes de la literatura
cervantina sobre las esencias profundas hispanas.
"-- ¡Sí, sí, María: Zoraida macange! --que quiere decir no."
9.
10.
APÉNDICE BIBLIOGRÁFICO.