Guia Estres y Ansiedad
Guia Estres y Ansiedad
“Cualquier cosa que valga la pena hacer, vale la pena hacerlo mal la primera vez”
G.K. Chesterton
“Si no perdonas por amor, perdona al menos por egoísmo, por tu propio
bienestar” Dalai Lama
4. Busca el significado en tu vida. Para estar en paz con nosotros mismos, y reducir
nuestros niveles de ansiedad, es importante conocer el propósito de nuestra
vida, estableciendo retos y metas que nos impulsen a ir hacía delante. En virtud
de ello, es importante que los logros que consigamos estén relacionados con
aquello que otras personas necesitan. Dar amor y sentir que otras personas nos
necesitan, y se benefician de nuestros actos es fundamental para sentirnos
plenos.
“A las personas que creen que no hay nada más por lo que vivir, y nada más que
esperar de la vida, la cuestión es hacer ver a esas personas que la vida sigue
esperando algo de ellos” Victor Frankel
5. Guarda un espacio diario para ti mismo. Dentro del ritmo acelerado en el que
vivimos y en la cultura del “tener que hacer” es importante abrir un espacio, a
ser posible diario, dedicado a nuestra persona, para así simplemente dejarnos
ser. Este tiempo lo podemos invertir en hacer algo con lo que realmente
disfrutemos, sin tener que estar conectados con las exigencias que surgen de
nuestra mente. Las actividades son muy variadas y particulares; puede ser
practicar ejercicio físico, la lectura, la música o el arte, entre otros. En la sociedad
demandante en la que vivimos, dejarnos un espacio personal es básico para
recuperar la energía y recargar pilas, lo que nos ayudará a reducir nuestra
ansiedad.
“Deja que la mente se calme y el corazón se abra entonces todo será muy
diferente” Anónimo
“Si quieres ser respetado por los demás lo mejor es respetarte a ti mismo. Sólo
por eso, sólo por el propio respeto que te tengas, inspirarás a los otros a
respetarte” Fedor Dostoievski
7. Optimiza tu tiempo. Las prisas y la mala gestión de nuestro tiempo son otros de
los principales motivos que influyen en nuestros niveles de ansiedad. Una
eficiente gestión de nuestro tiempo se traduce en llevar una agenda que se
corresponda con la realidad personal de cada uno. Es recomendable que seamos
coherentes con el número de actividades que podemos realizar en un día. Por
este motivo debemos aprender a priorizar, posponer y delegar, según cada caso.
Es importante comprender que no es aconsejable acelerarse, pues la rapidez no
convierte nuestras acciones en más eficaces, sino que el resultado final suele ser
el opuesto.
“Un gran líder no necesariamente es quien hace grandes cosas, es la persona que
logra que otros lo hagan” Ronald Reagan
“Aquellos que piensan que no tienen tiempo para una alimentación saludable
tarde o temprano encontrarán tiempo para la enfermedad” Edward Stanley
"A cada día le bastan sus temores, y no hay porqué anticipar los de mañana"
Charles Péguy
“No tomes la vida demasiado en serio, nunca saldrás vivo de ella” Elbert Hubbard
11. Supera tus miedos. Una de las principales situaciones que desencadena la
ansiedad es el miedo. El miedo como emoción es saludable, pues nos permite
ser precavidos para así evitar situaciones susceptibles de causarnos algún daño.
No obstante cuando este miedo se extiende a circunstancias en las que no existe
un peligro real, es cuando esta emoción se transforma en un obstáculo,
limitando en nuestra vida.
“Quien tiene miedo sin peligro, se inventa el peligro para justificar su miedo”
Alain
Cuando aparecen este tipo de miedos, nuestra reacción suele ser evitar las
situaciones susceptibles de generarnos ansiedad. Aunque esta actitud nos
aporta calma en un primer momento, con el tiempo se convierte en una trampa,
generando el denominado “miedo al miedo”, es decir que ya no tenemos miedo
a la situación en sí, sino a las reacciones de ansiedad que creemos van a
desatarse cuando enfrentemos la situación temida.
Los motivos por los que puede aparecer una crisis de ansiedad pueden ser físicos,
como los relacionados con el consumo de drogas, o bien mentales, originados
por un trastorno como la agorafobia, no obstante la mayoría de casos suelen
tener su origen en un desequilibrio emocional.
“La ansiedad, la depresión, los ataques de pánico, no son signos de debilidad, son
signos de haber tratado de permanecer fuerte por mucho tiempo" Anónimo
En segundo lugar que aunque la medicación puede ser una muleta que nos
ayude a reducir los síntomas de la ansiedad, no es ninguna cura para ella. La
utilización de este tipo de fármacos debe limitarse a un periodo corto de
tiempo. Como he comentado al principio de esta guía la ansiedad es un
síntoma, pero no el origen de nuestro malestar.
Un fuerte abrazo.
Leslie
Psicoterapia Gestalt, Life Coaching e Inteligencia Emocional en Barcelona