Orientacion Rio Cuarto
Orientacion Rio Cuarto
2º Cuatrimestre
(4 hs. semanales teórico-prácticas)
Año 2017
Equipo de cátedra
1) INTRODUCCIÓN
2) FUNDAMENTACIÓN
La Orientación Vocacional-Ocupacional puede considerarse como un dispositivo articulador
entre las subjetividades y el contexto socio-histórico-cultural para colaborar con el proceso de
elección vocacional tendiente a favorecer el desarrollo personal y social y el logro de la elección
de un proyecto de vida crítico y creativo. Su principal objetivo es acompañar activamente a
personas en diferentes etapas vitales, para la construcción de sus proyectos de vida referidos,
primordialmente, a las trayectorias educativas y laborales como aspectos esenciales de tales
proyectos.
Proponemos un enfoque y un abordaje de la orientación vocacional como una praxis que fusione
reflexión y acción sobre la realidad social, guiada por una conciencia crítica que tienda al
conocimiento y toma de conciencia de la problemática social, al esclarecimiento psicológico y la
elaboración de los conflictos que supone todo proceso de elección de un campo laboral y de
diferentes tipos de estudios superiores, y sobre todo, a que su práctica suponga una intención
transformadora de la realidad personal y social de quien elige. Vista desde esta definición la
Orientación Vocacional es una práctica social, en el sentido que supone un compromiso y una
acción transformadora sobre la realidad, superando posturas académico-científicas
tradicionales, de una supuesta neutralidad socio-política, que más bien la ligan al sostenimiento
del orden socio-económico tradicional establecido.
La orientación vocacional puede tener un abordaje asistencial y preventivo a la vez, es asistencial
(clínico) por cuanto actúa cuando se presenta una dificultad o conflicto ante la elección y toma
de decisión referidos a los proyectos sobre el qué-hacer en el futuro, manteniendo la mirada en
el sujeto particular y contextualizado, interviniendo principalmente en las transiciones entre
ciclos educativos, entre la culminación de la escolaridad y la prosecución de estudios superiores
y/o la incorporación al mundo laboral. Es preventiva, a la vez, porque alude a acciones que
plantean la reflexión y análisis crítico sobre aspectos psicológicos, vinculares, contextuales,
representacionales, que pueden llevar a elecciones basadas en creencias estereotipadas, ideas
distorsionadas, presunción de certezas, generalizaciones, desinformación, análisis insuficiente
sobre los aspectos subjetivos, etc., generando posteriormente malestar psico-emocional,
insatisfacción, sentimientos de fracaso, dificultades en los aprendizajes y en la toma de
decisiones, desmotivación, entre otras situaciones complejas. Luego, estas problemáticas
vocacionales no resueltas, se traducen en dificultades en los recorridos académicos, laborales,
deserciones, y en las posibilidades de generar nuevos proyectos de inserción de manera sana y
con la mayor autonomía posible, en el contexto socio-laboral.
En relación a estos principios y ejes epistémicos podemos afirmar que la Orientación Vocacional-
Ocupacional es un campo disciplinar y de práctica profesional contextualizada, preventiva,
asistencial y de investigación.
3) OBJETIVOS:
Por lo tanto, asumimos que la docencia es una tarea sustantiva de la universidad en tanto
institución formadora y que, como tal, supone -sin desconocer variables contextuales, políticas
y organizacionales- el dominio en dos dimensiones: el del saber teórico disciplinar y la forma de
acercar esos saberes a los estudiantes (Zabalza, 2002).
Si tenemos en cuenta, además, que las dos asignaturas de Orientación Vocacional están
incluidas en el Ciclo profesional de la Licenciatura, implica el acercamiento gradual al campo de
trabajo, en especial como ya se ha explicitado, en la Orientación Vocacional II.
Asumimos que cualquiera sea la intervención psicopedagógica de que se trate, no se reduce a
una aplicación de conocimientos técnicos instrumentales sino que, por el contrario, aún en la
utilización de un mismo instrumento, el sentido y significado otorgado a su utilización va a
requerir de una posición reflexiva y crítica acorde al paradigma teórico que sostiene tal
actividad. Para ello es necesario interrogarnos y reflexionar permanentemente junto con el
estudiante, sobre lo que se va ofreciendo en el aula como instancia de aprendizaje, sobre los
contenidos disciplinares y su relación con situaciones contextualizadas, en diálogo permanente
entre la teoría y la práctica (Moyetta, Valle y Jakob, 2007).
Uno de los principios que consideramos fundamental en nuestra tarea docente es la
permanente consideración de las representaciones y creencias de los estudiantes sobre qué es
la Orientación Vocacional y sus modalidades de acción. Si bien ello es objeto de enseñanza en la
O.V. I principalmente, se hace necesario retomarlo cíclicamente a lo largo de la OV II, dado que
por las propias experiencias de los alumnos en relación a cómo ellos fueron orientados y cómo
tomaron la decisión de estudiar y a las concepciones que circulan en el entorno social, ya que se
le sigue otorgando un “poder mágico” a las practica orientadora. La representación social y la
creencia en el poder preponderante de los test, sigue vigente en el imaginario social.
Del mismo modo, se sigue sosteniendo la concepción de la vocación, como el llamado a
desarrollar una profesión específica. Lamentablemente aún hoy, tenemos noticias a través de
los propios alumnos y personas que llegan a la consulta, de que muchos colegas y docentes
siguen trabajando de este modo directivo. Por ello, se hace necesario plantear actividades y
situaciones que propicien la activación del conocimiento cotidiano de los estudiantes y, desde
allí, orientar la construcción de significados que los acerquen a las teorizaciones
contemporáneas sobre el campo de la O.V. (Bohoslavsky R., Lopez Bonelli A., Muller, M.,
Aisenson, D. Gavilán, M., Rascovan, S. y otros).
Se hace necesario aquí, traer a esta caracterización sintética de la propuesta de enseñanza, a
través de la modalidad de Aula-Taller. Entendemos esta modalidad de enseñanza como un
“tiempo - espacio para la vivencia, la reflexión y la conceptualización; como síntesis del pensar,
el sentir y el hacer. Como el lugar para la participación y el aprendizaje”, al decir de María Teresa
Cuberes (1994).
Consideramos que esta modalidad didáctica posibilita un clima que posibilite un proceso de
enseñanza y aprendizaje que implica un ida y vuelta de saberes, compartiendo con Ana
Fernandez (2009) la idea de que la “enseña” se produce tanto de enseñante a aprendiente y
viceversa. Desde esta perspectiva la clase transita por una exposición dialogada de un tema
teórico, en un bloque de la clase y en el bloque restante se realiza una propuesta de actividades
prácticas sobre el tema en cuestión.
Estas actividades prácticas pueden ser:
- dramatizaciones: en las cuales algunos estudiantes juegan el papel de coordinador y co-
cordinador de grupo, otros desarrollan los roles de adolescentes-jóvenes, padres, etc.
- otro tipo de actividad práctica se refiere a que los propios estudiantes realizan las técnicas que
se ponen en juego en los procesos de orientación, especialmente las referidas a los momentos
de presentación e integración grupal, en los diferentes niveles de información, a las referidas a
la elaboración de proyectos, de cierre de proceso, etc. Sigue sorprendiéndonos que a lo largo
del tiempo valoren tan positivamente esta posibilidad de jugar y de vincularse entre sí y con los
docentes, desde un lugar diferente al convencional, manifiestan que estas actividades dan lugar
a conocer aspectos de la vida de compañeros que no conocían, a pesar de estar juntos muchas
horas al día, expresan que el grupo pierde la estructura habitual de subgrupos conformados y
cerrados, etc. En ese sentido debe cuidarse particularmente que la utilización de estrategias
que vinculen con experiencias y situaciones de intervención concretas, no se interprete como
un activismo en el que el análisis se realice apelando al sentido común, o de situaciones
autorreferenciales, por ejemplo. En este sentido, acordamos con Ana Fernandez (2009) cuando
expresa que la lectura de lo particular se debe realizar desde un marco teórico, en la que la
teoría cumple la misma función que la red para el equilibrista, ya que nos permite transitar por
ese hilo tan riesgoso que es el camino de nuestro accionar concreto, para pensar a partir del
sostén que nos da la teoría y desde ahí poder ir descubriendo qué hacer en cada circunstancia.
-Para el aprendizaje de la utilización y análisis de las diferentes técnicas de indagación de
aspectos psicológicos y contextuales (aproximación diagnóstica): fichas personales,
autorretratos, autobiografías, frases incompletas, entre otras, se analizan casos que las
profesoras aportamos de nuestra experiencia profesional. Respecto a esta etapa del proceso de
orientación (conocimiento de sí mismo), consideramos que no es adecuado que los estudiantes
trabajen con técnicas proyectivas, dado el contenido subjetivo y privado que se pone en juego,
lo cual no es pertinente que se socialice en el contexto áulico, para diferenciar claramente el
alcance de las intervenciones docentes y las clínicas, respetando los aspectos éticos de ambas.
La posibilidad de realizar análisis de casos (los cuales vamos renovando todos los años),
constituye una alternativa muy positiva para nuestros alumnos, en lo referido a poder “ver”
aquello que se estudia, en sujetos reales y situaciones contextualizadas. Ello nos permite
también, compartir con ellos nuestras reflexiones e interrogantes ante las vicisitudes que
pueden ocurrir en la intervención clínica (psicológica y pedagógica) y en otras, lo cual genera la
posibilidad de que los estudiantes planteen sus dudas, temores, preguntas respecto a la
asunción del rol de orientador, incluso en relación a los aspectos éticos que atraviesan
constantemente la práctica profesional.
-Asimismo, cuando se abordan los contenidos referidos a la identidad profesional del orientador,
surgen planteos, sentimientos, interrogantes acerca del futuro profesional de los estudiantes ya
que se encuentran a uno año de terminar de cursar la carrera. Ello permite poner en palabras
aspectos comunes y particulares de sus situaciones en torno a preferencias de determinados
campos de trabajo, elecciones de perspectivas teóricas, expresar sus dudas o posibilidades
reales de trabajo en espacios geográficos determinados, o sea que se ponen de manifiesto en
sus propios recorridos, aquello que se estudia sobre las diferentes etapas que van dando forma
a los proyectos y a la construcción permanente de la identidad vocacional-ocupacional.
5) CONTENIDOS:
Bibliografía
LOPEZ BONELLI, A. (1989): La Orientación Vocacional como proceso. Bs. As. Ed. El Ateneo. Cap.
2. Pág. 13 a 26.
MÜLLER, M. (1994): Descubrir el Camino. Bs. As. Ed. Bonum. Pág. 69 a 72.
Bibliografía
GULLCO, A. y G. Di PAOLA (1993): Orientación Vocacional. Una estrategia preventiva. Bs. As., Ed.
Vocación. Pág. 30-34.
Bibliografía
BOHOSLAVSKY, R. (1971): Orientación Vocacional. Estrategia Clínica. Bs. As. Ed. Galerna. Cap. 3.
Pág. 115 a 153.
LOPEZ BONELLI, A. (1989): La Orientación Vocacional como proceso. Bs. As. Ed. El Ateneo. Cap.
4. Pág. 37 a 56.
MÜLLER, M. (1996): Orientación Vocacional. Bs. As. Ed. Miño y Dávila. Cap 3. Pág. 33 a 43. (Se
incluye hasta la pág. 59).
Bibliografía*
BOHOSLAVSKY, R. (1971): Orientación Vocacional. Estrategia Clínica. Bs. As. Ed. Galerna. Cap. 2
Pág. 85-109.
FERRARI Lidia. (2009). El tiempo en Orientación Vocacional. En Jóvenes, crisis y saberes (Comp.).
Cap. 6. Ed. Noveduc libros. Bs. As. Pág. 97-119.
GULLCO, A. y G. Di PAOLA (1993): Orientación Vocacional. Una estrategia preventiva. Bs. As., Ed.
Vocación. Cap. 4. Pág. 35-49 (Se incluye capítulo 5. Pág. 50-57).
LOPEZ BONELLI, A. (1989): La Orientación Vocacional como proceso. Bs. As. Ed. El Ateneo. Cap.
4. Pág. 43 a 51.
MÜLLER, M. (1996): Orientación Vocacional. Bs. As. Ed. Miño y Dávila. Cap. 3, Pág. 43 a 59.
MÜLLER, M. (1994): Descubrir el Camino. Bs. As. Ed. Bonum. Punto.3.Pág. 29-51.
*Se incorpora, además, distintos modelos de Ficha personal, Imágenes para reflexionar, Test de
frases incompletas y su Ficha de Análisis.
Bibliografía
LOPEZ BONELLI, A. (1989): La Orientación Vocacional como proceso. Bs. As. Ed. El Ateneo. Cap.
V. Pág. 57-73.
MÜLLER, M. (1994): Descubrir el Camino. Bs. As. Ed. Bonum. Punto 9. Pág. 52-57.
Bibliografía
MIAS, Daniel (2001). Cuestionario de personalidad según DSM IV. (CUPER). Universidad Nacional
de Córdoba. Protocolo y hoja de puntaje.
PEREZ, E. PÁSSERA J., OLAZ, F. Y Osuna, M (2004): Orientación, Educación e Información para la
carrera. Bs.As. Paidós. Cap. 5. Pág. 89-119.
PONTI, Liliana, LUJÁN Silvia, SANCHEZ MALO, Araceli (2010) Registro de Preferencias de Kuder
Forma CH Versión Informatizada. UNRC.
PONTI, Liliana, LUJÁN Silvia, SANCHEZ MALO, Araceli Año (2009) Evaluación de los Intereses:
Registro de Preferencias de Kuder Forma CH Versión Informatizada. I Congreso Internacional de
Investigación y Práctica Profesional en psicología. Fac. de Psicología. UBA
Bibliografía
GELVAN de VEINSTEN, S (1989): La elección Vocacional-Ocupacional. Bs. As. Ed. Marymar. Cap.
4. Pág. 133-145.
GULLCO, A. y G. Di PAOLA (1993): Orientación Vocacional. Una estrategia preventiva. Bs. As., Ed.
Vocación. Cap. 7 y 8. Pág. 65-77.
Bibliografía
BOHOSLAVSKY, R. (1971): Orientación Vocacional. Estrategia Clínica. Bs. As. Ed. Galerna. Cap. V.
Pág. 175-205.
MÜLLER, M. (1994): Descubrir el Camino. Bs. As. Ed. Bonum. Pág.73-90 y 182-222.
6) BIBLIOGRAFIA DE CONSULTA
FERNANDEZ MOUJÁN, O (1986): Abordaje Teórico y Clínico del adolescente. Bs. As., Ed. Nueva
Visión.
GELVAN de VEINSTEN, S., C. Hutler Wolkowicz, B. Ventura, N. Yantorno (1998). Proyecto para
Orientadores. Bs. As. Ed. Marymar
7) METODOLOGÍA
8) REQUISITOS DE REGULARIDAD
2- Evaluaciones:
3-Se ofrece la posibilidad de realizar Prácticas socio-comunitarias, con carácter optativo. (Se
anexa programa).
Para los estudiantes que participen de estas Prácticas, habrá dos instancias de evaluación:
Evaluación procesual: participación y compromiso en las tareas previas y de desarrollo de la
propuesta, a través de las supervisiones y consultas.
Evaluación integradora: los alumnos deberán presentar un informe sobre la experiencia de
práctica, equivalente a segunda evaluación parcial, en el que se contemplen: relaciones
establecidas entre contenidos de la materia y los hechos o situaciones abordados en la práctica,
análisis de emergentes surgidos, y su resignificación como aprendizajes teórico-prácticos,
posibilidad de plantear interrogantes, reflexiones y análisis crítico sobre la función de la
orientación vocacional en estos contextos sin perder de vista el rol del psicopedagogo como
promotor de salud y educación, a partir de la experiencia realizada.
Carga Horaria: 20 hs.
-La regularidad de materias del segundo cuatrimestre vencerán el 31 de marzo posterior a los
dos años que se haya obtenido la condición.
9) Exámenes Finales:
a) Regulares: examen oral.
b) Libres: en primera instancia se debe aprobar un examen escrito y luego un examen oral.
En la instancia de examen final en condición de libre se solicitará a los estudiantes, la
presentación de un proyecto de O.V. contextualizado en el ámbito educativo u otros, tomando
como marco de referencia los contenidos de la asignatura. Para ello se ofrece la consiga y
orientación respectivas en clases de consulta, previas al examen.
Prof. Carolina Albelo: martes 11:30 hs. a 13 hs. Oficina B 8. Dirección de contacto:
[email protected] Te: 0358-4676568
Prof. Claudia Ivana Díaz: jueves de 14:30 a 16:00hs. Oficina B 8. Dirección de contacto:
[email protected] Te: 0358-4676568
EQUIPO DOCENTE