Renacimiento y Humanismo
Renacimiento y Humanismo
Renacimiento y Humanismo
Renacimiento
Es ante todo un espíritu que transforma no solo las artes, sino también las
ciencias, las letras y formas de pensamiento.
Este movimiento surge en Italia a fines del Siglo XIV y principios del Siglo XV,
expandiéndose con fuerza a Europa a mediados del Siglo XV, y desde mediados
del Siglo XVI al mundo hispanoamericano. Que su origen sea italiano es porque
Italia es fundamental por su pasado histórico que ahora se quiere recuperar e
impulsar. Además, hay otro factor relevante y es que en Italia nunca hubo un
arraigo total y fuerte de lo medieval como ocurrió en Europa, precisamente porque
aún estaba latente el espíritu clásico.
La Arquitectura.
La Escultura.
Por primera vez desde la antigüedad se realiza una escultura exenta, el David de
Donatello, pues durante toda la edad media solo se había practicado el relieve y
siempre como elemento decorativo de los edificios religiosos; mas no por ello el
relieve deja de ejecutarse antes, al contrario, se estudia el uso de la perspectiva
debido al deseo de naturalismo, y el relieve de llegar a alcanzar niveles de
perfección.
La Pintura.
En el campo técnico resulto de suma importancia la aparición del óleo, técnica que
aunque ya era conocida en la época medieval es ahora perfeccionada, y extendida
por toda Europa; el óleo es utilizado por los pintores renacentistas con maestría,
confiriendo a las obras unos nuevos y revolucionarios valores de finura, brillo,
minuciosidad y realismo.
La Música.
La Literatura.
Humanismo.
Los más Notables humanistas españoles fueron Elio Antonio de Nebrija, Hernán
Núñez, Vives y Francisco Sánchez de las Brozas "el Brocense". Pero el humanista
del siglo XVI más influyente fue el holandés Erasmo de Rótterdam. Los
humanistas italianos más destacados fueron, Peco de la Mirandola, Dante
Alighieri, Francisco Petrarca y Juan Bocaccio. Chrysoloras era griego, Juan
Ruchlin alemán, Desiderio Erasmo en los Países Bajos y Tomas Moro Ingles.
Erasmo de Rotterdam
Desiderio Erasmo nació en Rotterdam entre 1466 y 1469, de padre sacerdote y
madre de procedencia burguesa. Fue bautizado como Geert Geertsen.
Erasmo ejerció una gran influencia en toda Europa, no solo por su labor filológica,
en la que era maestro indiscutible, sino porque plantea la renovación del
cristianismo, convirtiéndose así en la gran figura del humanismo cristiano en su
época y en los siglos posteriores.
La defensa de la paz
Erasmo afirma que las causas de la guerra tienen su origen último en las pasiones
del hombre, especialmente, de los poderosos y de las masas. La guerra es, por
tanto, irracional y su fin es siempre inútil. Y critica el afán de los monarcas de los
Estados modernos por extender sus dominios, ya que cree que la grandeza de un
reino no se mide por su extensión, sino por su prosperidad.
El poder
Según Erasmo
Fiesta: 31 de julio
Durante ese tiempo, San Ignacio de Loyola leyó varios libros religiosos, el único
material de lectura disponible. La vida de Cristo y La Leyenda Dorada, un libro
sobre las vidas de los santos.
Cuando Iñigo se repuso, dejó Loyola y se fue a Montserrat, donde pasó una noche
de vigilia ante una estatua de nuestra Santísima Madre. Fue allí cuando ofreció a
su espada como símbolo de su nueva vida.
San Ignacio de Loyola se dirigió entonces a Manresa, donde pasó diez meses de
intensa oración y penitencia. También pasó el tiempo trabajando en los hospitales
y la enseñando el catecismo a los niños. Mendigó por su comida durante todo este
tiempo.
Íñigo comenzó a escribir sus pensamientos y puntos de vista sobre las diferentes
experiencias espirituales que estaba experimentando. Más tarde, todas estas
experiencias se convertirían en los famosos Ejercicios Espirituales, una escuela de
la espiritualidad y de oración que ha producido innumerables conversiones y
muchos santos a través de los siglos.
El llamado al servicio
Con el tiempo, San Ignacio de Loyola se dio cuenta de que no era posible, por lo
que regresó a España en 1524, cuando tenía 33 años. En este tiempo, Iñigo se dio
cuenta de que para dar un servicio excepcional a Dios él tenía que obtener una
educación.
Durante sus estudios en París, San Ignacio de Loyola fue capaz de atraer a seis
estudiantes universitarios, todos ellos fueron guiados por él a través de sus
Ejercicios Espirituales. Se convirtieron en los primeros miembros de la Compañía
de Jesús. Uno de ellos era otro noble español, Francisco Javier (Francisco Javier),
que se convirtió en el más grande misionero de la Iglesia.