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Programa de Erlangen. Felix Klein
Programa de Erlangen. Felix Klein
F. Klein
1
Programa publicado1 con motivo de la entrada en la Facultad de Filosofı́a
y en el senado de la Universidad de Erlangen en 1872.
Entre los trabajos efectuados desde hace cincuenta años [desde 1822] en
el dominio de la Geometrı́a, el desarrollo de la Geometrı́a proyectiva ocupa
el primer lugar (ver Nota I). Si, al comienzo, ha podido parecer que las rela-
ciones denominadas métricas no pueden resultarle accesibles, porque no son
proyectivas, recientemente se ha aprendido a concebirlas igualmente desde
el punto de vista proyectivo, de manera que el método proyectivo compren-
de ahora toda la Geometrı́a. Las propiedades métricas ya no aparecen en
ésta como propiedades intrı́nsecas de los seres del espacio, sino como rela-
ciones de estos seres con un elemento fundamental [extrı́nseco], el cı́rculo
imaginario del infinito.
§ 1.
Grupos de transformaciones del espacio. Grupo prin-
cipal. Problema general.
la exposición.
§2.
Coordinación de los grupos de transformaciones que
pueden contenerse [estar incluidos] uno en otro. Los
diferentes tipos de investigaciones geométricas y sus
relaciones mutuas.
Dado que, como hemos señalado, las propiedades geométricas de los se-
res del espacio permanecen inalteradas en todas las transformaciones del
grupo principal, no tiene evidentemente ningún sentido buscar aquellas de
estas propiedades que sólo son invariantes relativamente a una parte de estas
transformaciones. Sin embargo, esta cuestión se legitima, desde el punto de
vista, al menos, de las fórmulas, si se estudian las figuras del espacio en sus
relaciones con elementos supuestamente fijos. Consideremos, por ejemplo,
como en Trigonometrı́a esférica, los seres del espacio con distinción particu-
lar de un punto. La cuestión que se plantea en primer lugar es la siguiente:
desarrollar las propiedades invariantes, relativamente al grupo principal, no
ya de los seres mismos del espacio, sino del sistema [estructura] que forman
con el punto dado. Pero podemos plantearla de manera diferente: estudiar
los seres mismos del espacio desde el punto de vista de las propiedades que
permanecen inalteradas por las transformaciones del grupo principal, que
subsisten, cuando suponemos fijo el punto. En otros términos: es lo mismo
estudiar, en el sentido del grupo principal, las figuras del espacio agregándo-
les el punto dado, o no agregando punto alguno, que reemplazar el grupo
principal por el grupo, en él contenido, de las transformaciones que no cam-
bian ese punto.
Dada una variedad [conjunto] y para realizar su estudio, uno de sus gru-
pos de transformaciones. Se propone estudiar los seres de la variedad con
respecto a uno de ellos. Podemos entonces, ya sea agregar éste al conjunto
de los seres y buscar, en el sentido del grupo dado, las propiedades del sis-
tema completo, o bien no agregar nada, sino limitar las transformaciones
tomadas como base del estudio a aquellas del grupo dado que no alteran el
Consideraciones comparativas sobre las investigaciones matemáticas modernas. F Klein6
§3.
Geometrı́a proyectiva
Para cada especie de transformación del [en el] espacio, se puede imaginar
un procedimiento de desarrollo semejante al que acabamos de describir; es
un punto sobre el que volveremos de nuevo frecuentemente. Por lo que con-
cierne a la Geometrı́a proyectiva, este procedimiento se ha proseguido en dos
direcciones. Un primer paso en la ampliación de las nociones se realizó ad-
mitiendo en el grupo fundamental de transformaciones las trasformaciones
por vı́a de dualidad. Desde el punto de vista moderno, hay que observar dos
figuras correlativas ya no como dos figuras diferentes, sino como una única
y la misma figura. Un segundo paso consiste en la extensión dada al grupo
fundamental de transformaciones homográficas y dualisticas, admitiendo sus
transformaciones imaginarias correspondientes. Exige que se haya ampliado
primeramente el cı́rculo de los elementos propios del espacio admitiendo en
él sus elementos imaginarios, del mismo modo que la admisión de las trans-
formaciones por dualidad en el grupo fundamental tiene como consecuencia
la introducción simultánea del punto y del plano como elemento del espacio.
No es este el lugar para extenderse sobre la utilidad de la introducción de
Consideraciones comparativas sobre las investigaciones matemáticas modernas. F Klein8
Se sabe como, en esta obra, sólo toma del material de las consideraciones
habituales lo que permanece inalterado por las transformaciones proyecti-
vas. Si se quisiera ir ası́ hasta la consideración de las propiedades métricas,
Consideraciones comparativas sobre las investigaciones matemáticas modernas. F Klein9
§4.
Correlación establecida por medio de una transfor-
mación de la variedad fundamental.
He aquı́ otro ejemplo muy apropiado para esclarecer este tipo de consi-
deraciones. Si se proyecta estereográficamente una cuádrica sobre un plano,
se presenta entonces un punto fundamental sobre la superficie: el llamado
punto de vista; dos se presentan sobre el plano: los trazos de las generatrices
que pasan por el punto de vista. Ahora bien, se ve inmediatamente que las
transformaciones lineales del plano, las que no alteran los dos puntos funda-
mentales, se convierten, por representación, en las de las transformaciones
lineales de la cuádrica que las reproduce, sin cambiar, de todos modos, el
centro de proyección. (Por transformaciones lineales que reproducen la su-
perficie, hay que entender aquı́ las transformaciones que sufre la superficie
cuando se efectúan transformaciones lineales del espacio que la llevan a re-
cubrirse a sı́ misma). Ası́ se hacen idénticos el estudio proyectivo de un plano
con dos puntos fundamentales, y el de una cuádrica con un punto fundamen-
tal. Pero, si se emplean elementos imaginarios, la primera no es otra cosa
que el estudio del plano en el sentido de la Geometrı́a elemental. El grupo
principal de transformaciones del plano, se compone, en efecto, precisamente
de las transformaciones lineales que no alteran un par de puntos (los puntos
cı́clicos); de manera que, finalmente,
§5.
De lo arbitrario en la elección del elemento del es-
pacio. Principio de correlación de Hesse. Geometrı́a
del espacio reglado.
Para más detalle sobre estas nociones, remitiré a una Memoria publicada
recientemente en los Math. Annalen (t. vi): Ueber die sogenannte Nicht-
Euclidische Geometrie (zweite Abhandlung), ası́ como a una nota situada al
final de este trabajo (ver nota VI).
§6.
Geometrı́a de los radios vectores recı́procos. Inter-
pretación de x + iy
ha hecho para las proyectivas, Geometrı́a en la cual habrı́a que tomar como
grupo fundamental el conjunto de transformaciones obtenido reuniendo el
grupo principal con su transformación por radios vectores recı́procos, hay
que atribuirlo a la circunstancia fortuita de que estas teorı́as no han sido
todavı́a hasta ahora objeto de una exposición sistemática; los diferentes au-
tores que han trabajado en este sentido no han estado alejados de semejante
consideración metódica.
Y de manera semejante:
He creı́do tener también que mostrar en una nota (ver nota VII) hasta
qué punto esta representación esclarece la teorı́a de las formas binarias y
bicuadráticas.
§7.
Generalización de lo anterior. Geometrı́a de la es-
fera de Lie
recı́procos en el plano23 .
Las dos especie de extensiones de las que sólo nos hemos ocupado para
la geometrı́a de los radios vectores recı́procos, pueden realizarse todavı́a de
una manera análoga para la Geometrı́a del espacio reglado y, en general,
para el estudio proyectivo de una variedad caracterizada por una ecuación
cuadrática; es lo que ya hemos indicado, y sobre lo cual no tiene sentido
volver una vez más aquı́.
§8.
Enumeración de otros métodos que tienen como ba-
se un grupo de transformaciones puntuales.
Sin embargo, las investigaciones realizadas aquı́ y allı́ hasta ahora tienen
esencialmente que ver con las transformaciones del segundo tipo. Como no
se propone en ellas el estudio de la Geometrı́a sobre la superficie, ni la curva,
sino que se trata más bien de encontrar criterios para que dos superficies,
dos curvas, puedan ser transformadas una en otra, esas investigaciones se
escapan al dominio de las que vamos a considerar aquı́25 . El esquema general
expuesto en este trabajo no comprende [incluye] ciertamente la totalidad de
las investigaciones matemáticas: únicamente ciertos enfoques se encuentran
aquı́ reunidos bajo un mismo punto de vista.
2. El analysis situs
§9.
El grupo de las transformaciones de contacto
Desde este punto de vista, hay que concebir el punto, la curva y la super-
ficie a la vez como agregados de elementos de superficie, y como agregados
de una doble infinidad de esos elementos. La superficie está, en efecto, en-
vuelta por ∞2 elementos, un igual número son tangentes a una curva, y
es también el número de los que pasan por un punto. Pero estos agrega-
dos, doblemente infinitos, de elementos tienen todavı́a una propiedad carac-
terı́stica común. Si, para dos elementos de superficie consecutivos x, y, z, p, q
y x + dx, y + dy, z + dz, p + dp, q + dq, se tiene
dz − pdx − qdy = 0
dz − pdx − qdy = 0
Los conjuntos representados por una o varias ecuaciones entre las va-
riables, es decir las ecuaciones con derivadas parciales de primer orden y
sus sistemas, se ofrecen primeramente como temas de estudio. Una cuestión
fundamental es saber cómo, de los conjuntos de elementos que satisfacen
las ecuaciones dadas, pueden deducirse series simplemente, doblemente in-
finitas de elementos, tales que cada uno de sus elementos esté asociado en
posición con el vecino. A una cuestión semejante se reduce, por ejemplo, el
problema de la resolución de una ecuación con derivadas parciales de primer
orden. Podemos formularla ası́: deducir de la cuádruple infinidad de elemen-
tos, que satisfacen a la ecuación, todos los conjuntos doblemente infinitos de
la naturaleza indicada. En particular, el problema de la solución completa
adquiere, desde ese momento, esta forma precisa: dividir la cuádruple infi-
nidad de elementos que satisfacen a la ecuación en una doble infinidad de
tales conjuntos.
§10.
Sobre las variedades de un número cualquiera de
dimensiones.
No abordaremos ya aquı́, y sólo muy ligeramente, más que los tres mé-
todos de tratamientos siguientes:
Observaciones finales
Nos vemos conducidos a plantear los problemas de los que todavı́a qui-
siéramos hablar por una comparación entre las ideas que hemos expuesto y
lo que se conoce como la teorı́a de las ecuaciones de Galois.
Notas
Ası́ un modelo geométrico es, desde este punto de vista, de lo más interesante
y de lo más instructivo.
Que el espacio considerado como lugar de puntos sólo tenga tres di-
mensiones, es lo que, desde el punto de vista matemático, no es necesario
discutir; pero no podrı́a en adelante, desde el mismo punto de vista, im-
pedirse a cualquiera afirmar que hay cuatro o un número cualquiera, pero
que solamente podemos percibir tres. La teorı́a de las variedades en varias
dimensiones, tal como se desprende cada vez más de las investigaciones ma-
temáticas modernas es, por naturaleza, completamente independiente de
semejante afirmación. Sin embargo, se ha establecido una manera de hablar
que, sin duda, se deriva de esta idea. En lugar de elementos de un conjunto
continuo, se habla de los puntos de un espacio superior, etc. En sı́ misma,
esta manera de expresarse es bastante buena porque, recordando las con-
34
Consideraciones comparativas sobre las investigaciones matemáticas modernas. F Klein
vocan del otro, y con las cuales, en todos los casos, nuestras consideraciones
exclusivamente matemáticas no tienen nada que ver en absoluto. Mediante
las consideraciones que siguen hemos querido aportar algún esclarecimiento
a esta distinción.
Una forma binaria cúbica f tiene una covariante cúbica Q, una cuadráti-
ca ∆ y un invariante37 R. Con f y Q se forma toda una serie de covariantes
de sexto grado
Q2 + λRf 2
α α α −α −α −α
β 120 + β 240 + β −β 120 − β 240 − β
por la tabla
x y z
x −y −z
−x y −z
−x −y z
Notes
1
Traducción castellana de Juan Bauzá y Ma José Muñoz realizada a partir de la
traducción al francés de M. H. Padé (publicada en Ed. Jacques Gabay, Parı́s, 1991)
2
Esta concisión de la forma es un defecto en nuestra exposición, y nos tememos que
haga su comprensión sensiblemente más penosa. No habrı́a podido sin embargo remediarlo
más que mediante una exposición mucho más extensa donde habrı́an sido desarrolladas en
detalle las teorı́as particulares que aquı́, dados los lı́mites de esta exposición, no tocamos.
3
Entendemos que las transformaciones están siempre aplicadas a la totalidad de los
elementos del espacio, y hablamos a continuación pura y simplemente de transformaciones
del espacio. Las transformaciones, como, por ejemplo, las realizadas por dualidad, pueden
introducir, en lugar de puntos, nuevos elementos. En el texto este caso no se distingue de
los otros.
4
[Esta definición hace necesario un complemento que proporcionamos aquı́: está implı́ci-
tamente supuesto, en los grupos del texto, que cualquier operación que figura en ellos se
acompaña de la operación inversa; pero, en el caso en que haya una infinidad de opera-
ciones, esto no es en absoluto una consecuencia de la noción misma de grupo; es pues
una hipótesis que debemos agregar explı́citamente a la definición de grupo, tal como viene
dada en el texto.] La noción y la denominación están tomadas de la teorı́a de las susti-
tuciones donde se trata, no de las transformaciones de un campo continuo, sino de las
permutaciones de un número finito de magnitudes discretas.
5
Camille Jordan determinó todos los grupos contenidos en el grupo genérico de los
desplazamientos: “Sobre los grupos de los movimientos”, Annali di Matemática, t. ii.
6
No es por otra parte en absoluto necesario, aunque sea siempre ası́ para todos los
grupos que tenemos que mencionar, que las transformaciones de un grupo se presenten
en él en sucesiones continuas. Por ejemplo, los desplazamientos en número limitado que
llevan a un cuerpo regular a recubrirse forman un grupo; de la misma manera aquellos,
en número ilimitado, que llevan a una sinusoide a superponerse.
7
Por sentido, debemos entender aquı́ esta propiedad del orden por la cual una figura se
distingue de su simétrica (imagen reflejada). Es ası́ como puede distinguirse, por ejemplo,
por el sentido, una hélice dextrógira de una hélice levógira.
8
Por definición, esas transformaciones forman necesariamente un grupo.
9
Se engendra por ejemplo un ser tal cuando aplicamos las transformaciones del grupo
principal a un elemento inicial cualquiera que no reproduce ninguna de las transformacio-
nes del grupo dado.
10
Esta concepción debe considerarse como una de las más bellas invenciones [de la
escuela francesa]; por sı́ sola da un sentido preciso a la distinción, que suele situarse al
41
Consideraciones comparativas sobre las investigaciones matemáticas modernas. F Klein
11
Solo será en las Beiträge zur geometrie der Lage donde von Staud toma como base
el grupo más extenso en el que figuran también transformaciones imaginarias.
12
Si se quiere, este principio se aplica aquı́ de una forma un poco más general.
13
En lugar de una cónica del plano, podemos asimismo tomar una cúbica izquierda y,
en general, proceder de manera semejante para el caso de n dimensiones.
14
Para otros ejemplos y también en particular, para la extensión a un mayor número de
dimensiones, véase la exposición hecha en una de mis memorias: Ueber Linien-geometrie
und metrische Geométrie (Math. Annalen, t. v, 2); ver también los trabajos de Lie que
vamos inmediatamente a citar.
15
Este nombre es elegido según Dedekind que, en la Teorı́a de los números, da a un
conjunto de números el nombre de cuerpo cuando resulta, por medio de operaciones dadas,
de elementos dados (última edición de las Lecciones de Dedekind).
16
[En el texto no está suficientemente subrayado que el grupo propuesto puede contener
lo que se llaman subgrupos excepcionales. Si una figura geométrica permanece inalterada
por las operaciones de un subgrupo excepcional, sucede lo mismo con todas aquellas que se
deducen de ella por las operaciones del grupo total, por consiguiente, de todos los elementos
del cuerpo que resulta de ella. Ahora un cuerpo ası́ formado es totalmente impropio para
la representación de las operaciones del grupo. Sólo se deben tener en cuenta, pues, en el
texto, cuerpos que resulten de elementos del espacio que no se conservan inalterados por
ningún subgrupo excepcional del grupo propuesto.]
17
La Geometrı́a de los radios vectores recı́procos sobre la recta equivale al estudio
proyectivo de la recta, ya que las transformaciones son las mismas de una parte y de otra.
En la Geometrı́a de los radios vectores recı́procos, se puede entonces hablar también de la
relación inarmónica de cuatro puntos de una recta, y después de una circunferencia.
18
Ver el trabajo ya citado: Ueber Liniengeometrie und metrische Geometrie (Math
Ann., t. v).
19
[La manera de decir del texto no es exacta. Todas las transformaciones lineales
αz + β 0
z0 = (z = x0 + iy 0 , z = x + iy)
γz + δ
corresponden a las únicas transformaciones del grupo de los radios vectores recı́procos que
no invierten los ángulos (por las cuales los puntos cı́clicos del plano no permutan entre
sı́). Para abrazar el grupo entero de los radios vectores recı́procos, es necesario agregar a
las transformaciones anteriores también éstas (que no son menos importantes):
αz + β
z0 =
γz + δ
42
Consideraciones comparativas sobre las investigaciones matemáticas modernas. F Klein
20
Partielle Differentialgleichungen und Complexe (Math. Annales, t. v)
21
Grassmann en su Ausdehnungslehre considera fortuitamente estas transformaciones
(p. 278 de la edición de 1862)
22
Si se proyecta estereográficamente la variedad, se obtiene el siguiente teorema co-
nocido: Por fuera de las transformaciones del grupo de los radios vectores recı́procos, no
existe, en los campos con varias dimensiones (y ya en el espacio), ninguna transformación
puntual conforme. En el plano, por el contrario, existen una infinidad de ellas. Véanse una
vez más los trabajos citados de Lie.
23
[Las fórmulas siguientes harán mucho más claras las consideraciones del texto. Sea
u1 x1 + u2 x2 + u3 x3 + u4 x4 = 0
que representaremos por iu5 . Podemos ahora considerar los cı́rculos como elementos del
plano. Entonces el grupo de los radios vectores recı́procos se ofrece como el conjunto de
las transformaciones lineales homogéneas de u1 , u2 , u3 , u4 , tales que
24
[Mientras que, en los ejemplos anteriores, se trataba de grupos con un número limitado
de parámetros, llegamos ahora a la consideración de los grupos llamados infinitos.]
25
[Ellas se vinculan, de otro modo y de la manera más feliz, con nuestras considera-
ciones, lo que yo todavı́a no sabı́a en 1872. Dada una forma algebraica cualquiera (curva,
43
Consideraciones comparativas sobre las investigaciones matemáticas modernas. F Klein
26
Ver en particular el trabajo ya citado: Ueber partielle Differentialgleichungen und
Complexe (Math. Annales, t. v). Los desarrollos dados en el texto relativos a las ecuaciones
con derivadas parciales son esencialmente debidos a comunicaciones orales de Lie. Ver su
nota: Zur Theorie pariteller Differenctialgleichungen (Gottienger Nachrischten, octubre
1872).
27
Debo estas definiciones a una observación de Lie
28
Gött. Ablhandlungen, t. xvii, 1872: Ueber eine Fundamentalaufgabe der Invariantent-
heorie, y también Gött. Nachrichten, no 22, 1872: Ueber ein Grundgebilde der analytytis-
chen Geometrie del Ebene.
29
Por ejemplo, para el grupo de las rotaciones del espacio de tres dimensiones alrededor
de un punto fijo, un tal algoritmo viene dado por los cuaternios.
30
Recordaré aquı́ que Grassmann, ya en la introducción de la primera edición de su
Ausdehnungslehre (1844), ha establecido un paralelismo entre el Análisis combinatorio y
la Teorı́a de la extensión (Ausdehnungslehre).
31
Ver nuestra Memoria: Ueber diejenigen ebenen Curven, welche durch ein geschlossenes
System von einfach unendlich vertauschbaren linearen Transformationen in sich übergehen
(Math. Annalen, t. iv).
32
Cf. Joseph-Alfred Serret, Cours d’Algèbre supérieure, 4a ed., 1877-1879, reed. por
Ed. Jacques Gabay.
33
Cf. Camille Jordan, Traité des substitutions et des équations algébriques, 1870, reed.
por Ed. Jacques Gabay.
34
Debo rehusarme aquı́ a mostrar cuán fructuosa es, para la Teorı́a de las ecuaciones
diferenciales, la consideración de las transformaciones infinitamente pequeñas. En el §7
del trabajo citado, Lie y yo hemos mostrado que: ecuaciones diferenciales ordinarias que
admiten las mismas transformaciones infinitamente pequeñas presentan las mismas difi-
cultades de integración. Lie, en diferentes lugares y, en particular, en la Memoria citada
más arriba (Math. Annalen, t. v), ha hecho ver, con varios ejemplos, cómo deben ser
aplicadas estas consideraciones para las ecuaciones con derivadas parciales (ver también
en particular las Comunicaciones a la Academia de Christiania, mayo de 1872).
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Consideraciones comparativas sobre las investigaciones matemáticas modernas. F Klein
[Puedo indicar hoy el hecho de que los dos problemas mencionados en el texto han
continuado dirigiendo precisamente una gran parte de los trabajos ulteriores de Lie y mios.
Por lo que concierne a Lie, hemos de citar sobre todo su Teoria de los grupos continuos
de transformaciones, cuya exposición sistemática es objeto hasta aquı́ de dos volúmenes
(Leipzig, t. i, 1888; t. ii, 1890). Entre mis investigaciones posteriores al presente escrito,
puedo señalar las que se refieren a los cuerpos regulares, a las funciones modulares elı́pticas
y, en general, sobre las funciones uniformes que admiten transformaciones lineales. Ya, en
1884, expuse las primeras en una obra especial: Vorlesungen über das Ikosaeder und die
Auflösung der Gleichungen vorn fünften Grade (Leipzig); poco después ha aparecido el
primer volumen de una exposición (para la que M. Fricke me prestó una ayuda esencial)
de la Theorie des fonctions modulaires elliptiques (Leipzig, 1890).]
35
Estas relaciones están alteradas en la geometrı́a métrica ordinaria; por dos puntos al
infinito, hay ciertamente un invariante absoluto. La contradicción que podrı́a encontrarse
ası́ al contar las transformaciones lineales que admite la superficie al infinito se levantan
al considerar que las traslaciones y las transformaciones de semejanzas, que están en el
número de estas transformaciones, no alteran en modo alguno el infinito.
36
Véase la Memoria: Ueber Liniengeometrie und metrische Geometrie (Math. Annalen,
t. v, p. 271).
37
Ver los capı́tulos de Clebsch referentes a la cuestión: Theorie der binären Formen.
38
Por la consideración de las transformaciones lineales de f en ella misma. Ver Math.
Ann., iv, p. 352.
39
Ver también Beltrami: Ricerche sulla Geometrı́a delle forme binarie cubiche (Memorie
Acc. Bologna; 1870).