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BOSQUES QUE EXISTEN EN GUATEMALA

Bosque latifoliado de baja elevación


El bosque tropical remanente de Guatemala se considera hábitat crítico para
especies endémicas y amenazadas. En la región norte del país, en los
departamento de Petén, Izabal, Alta Verapaz y parte del Quiché se encuentra el
bosque latifoliado de baja elevación (hasta 600 msnm), las especies que acá se
hallan son: Swietenia macrophylla (caoba del norte), Cedrela odorata (cedro),
Calophyllum brasiliense (santa maría), Vochysia guatemalensis (san juan), Virola
sp. (sangre), Pithecolobium arboreum (cola de coche), Brosimum alicastrum (ramón
blanco), Terminalia amazonia (canxán, naranjo de montaña), Lonchocarpus castilloi
(manchiche), Bucida Buceras (pucté), Carapa guianensis (caobilla), Pseudobombax
ellipticum (amapola), Astronium graveolens (jobillo, jocote de fraile), Vatairea lundelli
(danto, medallo), Metopium brownei (chechén negro), Aspidosperma
megalocarpum (malerio), Dalbergia retusa (granadillo), Dalbergia stevensonii
(rosul), Cordia dodecandra (siricote), Ceiba pentandra (ceiba, árbol nacional),
Spondias mombim (jocote jobo), Schizolobium parahybum (plumajillo), Jacaranda
copia (zorra), Alseis yucatanensis, Ampelocera hottlei (luin), Sweetia panamensis
(chichipate), Platymiscium dimorphandrum (hormigo, palo de marimba) Manilkara
zapota (chicozapote, chicle), Pouteria amygdaliana (selillón), Vitex gaumeri (yaxnic),
Sebastiana longicuspins (chechén blanco), Dialium guianense (tamarindo de
montaña) y Myroxilon balsamun (bálsamo), entre otras. Las especies como
Swietenia macrophylla (caoba) y Cedrela odorata (cedro) han tenido una alta
demanda en el mercado nacional e internacional y han sido explotadas desde hace
muchos años, razón por la cual su población dentro del bosque ha descendido
aceleradamente. Esto ha provocado que la industria maderera busque nuevas
especies que satisfagan las exigencias del mercado nacional e internacional, por lo
cual se ha ampliado el número de especies en los aprovechamientos y concesiones
forestales.

Bosque de coníferas
Al sureste del Petén, en el municipio de Poptún, se encuentra la mayor reserva de
Pinus caribaea (pino de costa) en el país. En la década de los 80’s, se exportó
semilla de esta especie hacia Venezuela, Colombia y Brasil, para realizar ensayos
de procedencia. En el año 2001, el gorgojo del pino (Dendroctunus sp.), afectó gran
parte de esta reserva, destruyendo miles de hectáreas. En esta misma región, cerca
de la frontera con Belice, se descubrió hace poco tiempo un área con Pinus
tecunumanii de baja elevación.
La región central del país es la región montañosa. Se extiende desde los
departamentos de San Marcos y Huehuetengo, colindantes con la República de
México, hasta los departamento de Chiquimula y Zacapa, los cuales colindan con
las Repúblicas de Honduras y El Salvador. La cadena montañosa de la Sierra
Madre, que se extiende desde la frontera con México y luego se extiende a oriente
a través de la Sierra de Chuacús y Chamá, y desciende hasta las montañas de
Santa Cruz y Sierra de Las Minas en el nor-oriente del país. La cadena está
compuesta de conos volcánicos y mesetas que se conoce como el altiplano de
Guatemala. Es en esta región en donde se concentran el mayor número de
coníferas. Se reportan siete géneros, siendo ellos: Abies, Cupressus, Juniperus,
Pinus, Podocarpus, Taxodium y Taxus (Veblen, 1985). El Abies guatemalensis
(pinabete) es una especie endémica que se encuentra creciendo desde 2 700 a
3 500 msnm y que está seriamente amenazada.

Las especies del Género Pinus que se reportan en Guatemala son: Pinus caribaea,
Pinus oocarpa, Pinus maximinoi, Pinus tecunumanii, Pinus pseudostrobus, Pinus
ayacahuite, Pinus chiapensis, Pinus hartwegii y Pinus montezumae . Las especies
más amenazadas son: Pinus chiapensis, Pinus tecunumanii y Pinus ayacahuite, que
por su reducida área de distribución y por su aprovechamiento inadecuado corren
peligro de desaparecer.
Las otras especies reportadas son: Cupressus lusitanica (ciprés común), Juniperus
comitana (ciprecillo de Comitán), Juniperus standleyi, Taxus globosa (falso
pinabete), Taxodium mucronatum (ciprés sabino), Podocarpus guatemalensis
(ciprecillo) y Podocarpus oleifolius (ciprés de monaña). Esta última especie se
encuentra creciendo en las laderas de la montaña arriba de los 600 msnm dentro
del bosque latifoliado.

Bosque mixto
Es el bosque compuesto por especies de hoja ancha y coníferas en una distribución
espacial, cuya proporción puede variar desde: 31% de coníferas y 69% de
latifoliadas hasta 31% de latifoliadas y 69% de coníferas (PAFG, 2001). Las
latifoliadas que comúnmente se encuentran creciendo en asociación con las
coníferas son: Quercus spp (roble, encino), Alnus spp (aliso, ilamo), Liquidambar
styraciflua (liquidámbar), Arbutus xalapensis (madroño), Fraxinus uhdei (fresno),
Curatella americana (lengua de vaca) y Byrsonima crassifolia (nance).
Bosque latifoliado de altura
En elevaciones arriba de los 2 000 msnm se encuentra el bosque latifoliado de
altura, cuyas principales especies son: Quercus spp. (roble, encino), Persea
donnell-smithii (aguacatillo), Persea schiedeana (chupte), Magnolia guatemalensis
(yoroconte), Alfaroa costaricensis (almendrillo), Brunellia mexicana y Cedrela
pacayana, entre otras.

Bosque fragmentado y árboles dispersos de costa sur


Éstos son remanente de la vegetación arbórea que, en su mayor parte, fue
transformada para desarrollar actividades agrícolas y de ganadería de forma
intensiva, debido a sus magníficos suelos. Muchas de las especies existentes en
esta región son bien cotizadas por la calidad de su madera. Las especies más
importantes son: Cybistax donnell-smithii (palo blanco), Swietenia humilis (caoba
del sur), Terminalia oblonga (volador), Sickingia salvadorensis (puntero),
Enterolobium cyclocarpum (conacaste), Sterculia apetala (castaño), Zanthoxylum
preserum (chonte) y Maclura tinctoria (palo de mora).
Bosque manglar
El área manglar se encuentra ubicada en el litoral del Pacífico del país y forma una
franja discontinua que es interrumpida por la actividad humana. El manglar tiene
diferentes grados de intervención, encontrándose áreas bastante densas; así como
también áreas muy alteradas (PAFG, 2001). Las principales especies que se
encuentran en este tipo de bosque son: Rhizophora mangle (mangle rojo), Avicennia
germinans (mangle negro), Laguncularia racemosa (mangle blanco) y Conocarpus
erecta (botoncillo).

Monte espinoso
Este tipo de vegetación se encuentra al oriente del país en los departamentos de
Chiquimula, Zacapa y El Progreso. Es un valle cuya precipitación varía entre 400 a
600 mm anuales. La mayor parte de vegetación son arbustos y plantas espinosas
como: Acacia farnesiana (subín), Cactus spp (cactus), Jaquinia aurantiacea
(luruche), pero también se encuentran especies arbóreas como: Caesalpinia
velutina (aripín), Leucaena spp. (yaje), Bucida macrostachya (roble de montaña),
Thouinidium decandrum (zorrillo), Bursera graveolens (palo jiote), Simarouba
glauca (aceituno), Cordia dentata (upay), Ceiba aesculifolia (ceibillo), Pithecolobium
dulce (guachimol) y Guaiacum sanctum (guayacán), entre otros.
Este tipo de vegetación está desapareciendo aceleradamente debido a que se están
introduciendo sistemas de riego y se están estableciendo áreas grandes para
cultivos de melón y sandía principalmente.
Como contribuyen los bosques para evitar el cambio climático
Los bosques y selvas juegan un papel de gran importancia no solo para la diversidad
biológica de ecosistemas; estas grandes extensiones de terreno funcionan a su vez
como un gran regulador de temperatura del planeta ya que tienen la capacidad
natural para fijar y absorber el dióxido de carbono (CO2), un Gas de Efecto
Invernadero (GEI) generado por diferentes actividades del hombre como los
procesos industriales, el uso indiscriminado de combustibles fósiles (petróleo, gas y
sus derivados como la gasolina), la perdida y quema de los bosques y selvas, entre
otros.

Al aumento de la temperatura del planeta


se la ha llamado Cambio Climático y para
su mitigación se han establecido
acuerdos e iniciativas a nivel mundial,
abanderados por los gobiernos y los
diferentes sectores de la sociedad. Este
frente se compone de metas a mediano y
largo plazo y actúa desde el ámbito
legislativo, de investigación y de difusión
de prácticas dirigidas a reducir el impacto de la actividad del ser humano.

Los bosques y la mitigación al Cambio Climático

Los ecosistemas forestales tienen la capacidad de disminuir el efecto invernadero a


través de dos procesos relacionados al ciclo del carbono, la fijación o captura de
carbono y la reducción de emisiones debidas a la deforestación y degradación
forestal.

Los bosques durante su crecimiento absorben el CO2 de la atmósfera y lo


convierten en carbono que se almacena en su tronco, raíces y hojas.
Adicionalmente queda carbono almacenado en el suelo, en la materia orgánica al
ras del suelo (hojarasca) y en los árboles muertos.

Este proceso en el que los bosques capturan carbono de la atmósfera contribuye a


la mitigación del cambio climático. Un bosque que crece está catalogado como un
sumidero de carbono.

De forma inversa con la destrucción de un bosque o su degradación se libera hacia


la atmósfera el carbono que alguna vez fue almacenado, contribuyendo a agravar
el problema del cambio climático. Se estima a nivel mundial que el cambio de uso
de suelo es una de las fuentes más importantes de GEI.

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