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Primera Ley de Newtoon
Primera Ley de Newtoon
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2019 – 2019
Índice:
Introducción:
Las Leyes de Newton, también conocidas como leyes del movimiento de Newton, son tres
principios a partir de los cuales se explican la mayor parte de los problemas planteados por la
dinámica, en particular aquellos relativos al movimiento de los cuerpos.
En concreto, la relevancia de estas leyes radica en dos aspectos:
Por un lado, constituyen, junto con la transformación de Galileo, la base de la mecánica
clásica.
Por otro, al combinar estas leyes con la Ley de la gravitación universal, se pueden deducir
y explicar las Leyes de Kepler sobre el movimiento planetario.
Estos conceptos son la base no solo de la dinámica clásica, sino que también de la física en general,
permitiendo así explicar tanto el movimiento de los astros, como los movimientos de los
proyectiles artificiales, hasta toda la mecánica de funcionamiento de las máquinas.
Su formulación matemática fue publicada por Isaac Newton en 1687.
No obstante, la dinámica de Newton, también llamada dinámica clásica, sólo se cumple en los
sistemas de referencia inerciales; es decir, sólo es aplicable a cuerpos cuya velocidad dista
considerablemente de la velocidad de la luz; la razón estriba en que cuanto más cerca esté un
cuerpo de alcanzar esa velocidad, más posibilidades hay de que incidan, sobre el mismo una serie
de fenómenos denominados efectos relativistas o fuerzas ficticias, que añaden términos
suplementarios capaces de explicar el movimiento de un sistemas cerrado de partículas clásicas
que interactúan entre sí. El estudio de estos efectos corresponde a la teoría de la relatividad
especial, enunciad por Albert Einstein en 1905.
Planteamiento del problema:
Objetivos:
Objetivo general:
Profundizar el análisis el concepto de gravedad desde lo expuesto por las leyes de Newton y diseñar
un prototipo de un trampolín para realizar la demostración de la primera ley de Newton a través
de la aplicación del concepto de la gravedad.
Objetivos específicos:
Estudiar el concepto de gravedad desde los planteamientos teóricos tanto de Newton como
de Einstein, analizando textos científicos y didácticos.
Entender que la gravedad terrestre no tiene un valor constante y que afecta a la caída de un
objeto dentro de la atmosfera terrestre.
Diferentes aspectos históricos del concepto de gravedad.
El movimiento según Aristóteles:
Aristóteles, filósofo, científico y educador griego, dividió el movimiento en dos clases: el
movimiento natural y el movimiento violente. Aristóteles aseguraba que el movimiento natural
surge a partir de la naturaleza de un objeto dependiendo de qué combinación tenia de los cuatro
elementos que conformaba al objeto (tierra, agua, aire y o fuego).
Aristóteles consideraba que todo objeto en el universo tiene un lugar propio determinado por esa
naturaleza, y cualquier objeto que no está en su lugar propio se esforzará por alcanzarlo. Por lo
que, en correspondencia con Aristóteles, al estar en la tierra, un terrón de arcilla no soportado cae
al suelo; al estar en el aire, una bocanada de humo se elevaría; como una mezcla de tierra y aire,
pero principalmente de tierra, una pluma cae al suelo, pero no con tanta rapidez como un terrón de
arcilla. Además, Aristóteles afirmaba que los cuerpos debían caer a rapideces proporcionales a sus
pesos, por tanto, entre mas pesado sea un objeto, más rápido deberá caer.
El movimiento natural podía ser directo hacia arriba o directo hacia abajo, como en el caso de
todas las cosas sobre la tierra o podía ser circular, como en el caso de los objetos celestes. A
diferencia del movimiento hacia arriba o hacia abajo, el movimiento circular no tiene principio ni
fin, y se repite sin desviarse. El movimiento violento, el otro movimiento descrito por Aristóteles,
se debía a fuerzas de empuje o tracción. En otras palabras, podríamos decir que es un movimiento
inducido e impuesto por algo o por alguien.
Newton consiguió explicar con su fuerza de la gravedad el movimiento elíptico de los planetas. La
fuerza de gravedad sobre el planeta de masa m va dirigida al foco, donde se halla el sol, de masa
M, y puede descomponerse en dos componente:
Componente tangencial que produce el efecto de aceleración y desaceleración de los
planetas en su órbita.
Componente normal, perpendicular a la anterior, explica el cambio de dirección del vector
velocidad, por tanto la trayectoria elíptica.
Los movimientos de los planetas, estrellas y otros cuerpos celestes han sido observados por la
gente durante miles de años. En la antigüedad, los científicos consideraban a la Tierra como el
centro del universo. En 1543, el astrónomo polaco Nicolás Copérnico sugirió que la Tierra y los
otros planetas giraban en órbitas circulares alrededor del Sol . El astrónomo danés Tycho Brahe
hizo mediciones astronómicas más precisas por un periodo de 20 años y proporcionó una prueba
rigurosa de los modelos alternativos del sistema solar. Es interesante observar que estas precisas
observaciones sobre los planetas y de 777 estrellas visibles a simple vista se llevaron a cabo con
un gran sextante y un compás, sin un telescopio, el cual aún no se había inventado.
El astrónomo alemán Johannes Kepler, quien era ayudante de Brahe, obtuvo los datos
astronómicos de este último y empleó casi 16 años en tratar de desarrollar un modelo matemático
para el movimiento de los planetas. El análisis completo se resume en tres enunciados, conocidos
como las leyes de Kepler:
1. Todos los planetas se mueven en órbitas elípticas con el Sol en uno de los puntos focales.
2. El radio vector trazado desde el Sol hasta un planeta barre áreas iguales en intervalos de
tiempo iguales
3. El cuadrado del periodo orbital de cualquier planeta es proporcional al cubo del semieje
mayor de la órbita elíptica.
Medio siglo después, Newton demostró que estas leyes son la consecuencia de una fuerza única
que existe entre cualesquiera dos masas. La ley de la grave-dad de Newton, junto con su desarrollo
de las leyes del movimiento, entrega las bases para la solución matemática completa del
movimiento de planetas y satélites
La aceleración de gravedad g también varia con la latitud debido a que la tierra no es una esfera,
es un elipsoide achatado levemente en los polos, de manera que el radio ecuatorial es 21 km mayor
que el radio polar, valor pequeño comparado con el radio medido de la tierra de 6367.47 km. La
tierra no es un cuerpo rígido, tiene un comportamiento plástico. Por efecto de la rotación terrestre,
la aceleración centrípeta disminuye desde el ecuador, donde es máxima, hacia los polos, donde se
anula, produciendo una mayor fuerza centrípeta en zonas ecuatoriales, que estira a la tierra hacia
afuera mas que en zonas polares, por eso la tierra es achatada en los polos. Esto tiene como
consecuencia que la aceleración de la gravedad no apunte directamente hacia el centro de la tierra,
sino que este levemente desviada de la dirección vertical. La desviación máxima que tiene g de la
vertical es de 11’40’ a 45° de latitud, y la variación del valor de g en la superficie es menos que
0.5%, por lo que se puede considera constante.
Ley de gravedad:
La Ley de Gravitación Universal es una de las leyes físicas formuladas por Isaac Newton describe
la interacción gravitatoria entre cuerpos dotados de masa, y establece una relación proporcional de
la fuerza con que esos cuerpos se atraen el uno al otro.
Para formular esta ley, Newton dedujo que la fuerza con que dos masas se atraen es proporcional
al producto de sus masas dividido entre a distancia que los separa al cuadrado. Estas deducciones
son el resultado de la comprobación empírica mediante la observación, así como del genio
matemático del científico inglés.
De allí que, al aumentar la distancia que separa dos cuerpos, esta ley actúe de manera aproximada,
como si toda la masa de ambos cuerpos se concentrara en su centro de gravedad. Es decir, que
mientras más cerca y más masivos sean dos cuerpos, más intensamente se atraerán. Como otras
leyes newtonianas, representó un salto adelante en el cálculo científico de la época.
Sin embargo, hoy en día sabemos que, a partir de cierta cantidad de masa, esta ley pierde su validez,
pasando entonces el testigo a la Ley de Relatividad General formulada en 1915 por Albert Einstein.
Sin embargo, la Ley de Gravitación Universal sigue siendo útil para comprender la mayor parte
de los fenómenos gravitatorios del Sistema Solar.
Leyes de Newton:
Primera ley de Newton:
La primera ley de Newton sirve para definir un tipo especial de sistemas de referencia conocidos
como Sistemas de referencia inerciales, que son aquellos sistemas de referencia desde los que se
observa que un cuerpo sobre el que no actúa ninguna fuerza neta se mueve con velocidad constante.
De manera concisa, esta ley postula, que un cuerpo no puede cambiar por sí solo su estado inicial,
ya sea en reposo o en movimiento rectilíneo uniforme, a menos que se aplique una fuerza o una
serie de fuerzas cuyo resultante no sea nulo sobre él.
Newton toma en cuenta, así, el que los cuerpos en movimiento están sometidos constantemente a
fuerzas de roce o fricción, que los frena de forma progresiva, algo novedoso respecto de
concepciones anteriores que entendían que el movimiento o la detención de un cuerpo se debía
exclusivamente a si se ejercía sobre ellos una fuerza, pero nunca entendiendo como esta a la
fricción.
En consecuencia, un cuerpo con movimiento rectilíneo uniforme implica que no existe ninguna
fuerza externa neta o, dicho de otra forma, un objeto en movimiento no se detiene de forma natural
si no se aplica una fuerza sobre él. En el caso de los cuerpos en reposo, se entiende que su velocidad
es cero, por lo que si esta cambia es porque sobre ese cuerpo se ha ejercido una fuerza neta.
En realidad, es imposible encontrar un sistema de referencia inercial, puesto que siempre hay algún
tipo de fuerzas actuando sobre los cuerpos, pero siempre es posible encontrar un sistema de
referencia en el que el problema que estemos estudiando se pueda tratar como si estuviésemos en
un sistema inercial. En muchos casos, suponer a un observador fijo en la Tierra es una buena
aproximación de sistema inercial.
La primera Ley de Newton no distingue entre un cuerpo en reposo y otro en movimiento rectilíneo
uniforme. Esto solo depende del sistema de referencia desde el que se observa el objeto.
Consideremos como ejemplo un vagón en el que se coloca una mesa con un libro sobre su
superficie, de manera que no existe fricción entre el libro y la mesa. Si el vagón se mueve con
velocidad uniforme y sobre el libro no actúa fuerza alguna, seguirá en reposo sobre la mesa, tanto
para un observador sobre la vagoneta como para un observador sobre la vía.
Sin embargo, supongamos que inicialmente el vagón está en reposo y que en el instante t= 0
comienza a avanzar con una cierta aceleración. En este caso el libro permanecerá en reposo
respecto a la vía, pero no respecto al vagón. Esto quiere decir que la primera ley de Newton no se
verifica en cualquier sistema de referencia. Se denominan sistemas de referencia inerciales a
aquéllos en los que sí se verifica la ley de la inercia: Un sistema de referencia inercial es aquel en
que un cuerpo que no está sometido a la acción de ninguna fuerza se mueve con velocidad
constante.
Gráfico 6. Sistema de referencia inercial.
Cualquier sistema de referencia que se mueve con velocidad constante respecto a otro sistema
inercial es a su vez un sistema inercial. La Tierra no es un sistema inercial perfecto puesto que
tiene dos aceleraciones centrípetas: una debida a su movimiento de rotación sobre su eje y otra
debida al movimiento de traslación alrededor del Sol. Sus valores aproximados son estos:
Sin embargo, estas aceleraciones son muy pequeñas y generalmente no se comete demasiado error
si se considera a la Tierra como un sistema de referencia inercial.
Desarrollo:
Anteriormente se planteo realizar una maqueta de un pequeño trampolín, en la cual se podrá
explicar de manera práctica de la primera ley de Newton.
Para realizar la implementación de ésta maqueta se hará uso de los siguientes materiales.
Materiales utilizados:
[1] P. Casini, El universo máquina. Orígenes de la filosofía newtoniana, Barcelona: M. Roca, 1971.
[2] A. Medina Domínguez y J. Ovejero Sánchez, Leyes de Newton y sus aplicaciones, España: Universidad
de Salamanca, 2010.
[3] P. E. Tippens, Física conceptos y aplicaciones, México: Mc Graw Hill Educación, 2011.