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15 POEMAS DE ALFREDO ESPINO 2- LAS MANOS DE MI MADRE

Manos las de mi madre, tan


1-UN RANCHO Y UN LUCERO acariciadoras,
tan de seda, tan de ella, blancas y
Un día -¡primero Dios!- bienhechoras.
has de quererme un poquito. ¡Sólo ellas son las santas, sólo ellas
Yo levantaré el ranchito son las que aman,
en que vivamos los dos. las que todo prodigan y nada me
reclaman!
¿Que más pedir? Con tu amor, ¡Las que por aliviarme de dudas y
mi rancho, un árbol, un perro, querellas,
y enfrente el cielo y el cerro me sacan las espinas y se las clavan
y el cafetalito en flor... en ellas!

Y entre aroma de saúcos, Para el ardor ingrato de recónditas


un zenzontle que cantará penas,
y una poza que copiará no hay como la frescura de esas dos
pajaritos y bejucos. azucenas.
¡Ellas cuando la vida deja mis flores
Lo que los pobres queremos, mustias
lo que los pobres amamos, son dos milagros blancos
eso que tanto adoramos apaciguando angustias!
porque es lo que no tenemos... Y cuando del destino me acosan las
maldades,
Con sólo eso, vida mía; son dos alas de paz sobre mis
con sólo eso: tempestades.
con mi verso, con tu beso,
lo demás nos sobraría... Ellas son las celestes; las milagrosas,
ellas,
Porque no hay nada mejor porque hacen que en mi sombra me
que un monte, un rancho, un lucero, florezcan estrellas.
cuando se tiene un "Te quiero" Para el dolor, caricias; para el pesar,
y huele a sendas en flor... unción;
¡Son las únicas manos que tienen
corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras
eternas:
aprended de blancuras en las manos
maternas).
Yo que llevo en el alma las dudas Entre frescos yerbazales,
escondidas, Y pasan las invernales
cuando tengo las alas de la ilusión Neblinas, borrando cerros.
caídas,
¡Las manos maternales aquí en mi
pecho son 5-LOS POTROS
como dos alas quietas sobre mi
corazón!
¡Las manos de mi madre saben Ya se acercan los potros; raudamente
borrar tristezas! precisa
¡Las manos de mi madre perfuman el grupo sus contornos de estética
con terneza! salvaje;
entre el pálido rosa del lánguido
paisaje
3-EL NIDO corren desenfrenados, a la par de la
brisa.
Es porque un pajarito de la montaña
ha hecho, Los potros ya se acercan: mas lo
en el hueco de un árbol, su nido hacen tan aprisa,
matinal, que parece volaran sobre el quieto
que el árbol amanece con música en paraje;
el pecho, desplázanse los cascos en fantástico
como que si tuviera corazón musical. viaje
atrás dejando chozas de silueta
Si el dulce pajarito por entre el hueco imprecisa.
asoma,
para beber rocío, para beber aroma, Huracanadamente por los llanos
el árbol de la sierra me da la nativos,
sensación van devorando leguas los potros
de que se le ha salido, cantando, el fugitivos,
corazón. por burlar los afanes de inútil
seguimiento;

4-DESPUÉS DE LA LLUVIA como una sombra alada pasan ante


nosotros,
Por las floridas barrancas y los recios gañanes, en fuga tras los
Pasó anoche el aguacero potros,
Y amaneció el limonero describen con los lazos rúbricas en el
Llorando estrellitas blancas. viento...

Andan perdidos cencerros


6-ÁRBOL DE FUEGO
Los vientos -niños perversos-
bajan desde las montañas,
Son tan vivos los rubores y se oyen entre las cañas
de tus flores, raro amigo, como deshojando versos...
que yo a tus flores les digo:
"Corazones hechos flores". Mientras el hombre es infiel,
tan buenos son los cañales,
Y a pensar a veces llego: porque teniendo puñales,
Si este árbol labios se hiciera... se dejan robar la miel...
¡ah, cuánto beso naciera
de tantos labios de fuego...! Y qué triste la molienda
aunque vuela por la hacienda
Amigo: qué lindos trajes de la alegría el tropel,
te ha regalado el Señor; porque destrozan entrañas
te prefirió con su amor los trapiches y las cañas...
vistiendo de celajes... ¡Vierten lagrimas de miel!

Qué bueno el cielo contigo,


árbol de la tierra mía... 8-LA TÓRTOLA
Con el alma te bendigo,
porque me das tu poesía...
¡Cucú, cucú! ¿Estás gimiendo,
Bajo un jardín de celajes, tórtola del arrozal?
al verte estuve creyendo ¡Mirá que me estás haciendo
que ya el sol se estaba hundiendo con tu cantar, mucho mal!
adentro de tus ramajes.
¡Cucú, cucú! El caserío
se va llenando de calma,
7-CAÑAL EN FLOR ¡y un naranjo y una palma
se están besando en el río...!

Eran mares los cañales Cantarito que te llenas


que yo contemplaba un día con el agua del riachuelo:
(mi barca de fantasía ¡Qué bello es mirar el cielo
bogaba sobre esos mares). bajo las tardes serenas!

El cañal no se enguirnalda Lirio del campo, morena


como los mares, de espumas; que hueles a leche y rosas:
sus flores más bien son plumas ¡Cómo el alma es tan dichosa
sobre espadas de esmeralda... cuando la vida es serena...!
Entre sonrosadas galas Nadie sabe quien era ni de donde
la tarde se va durmiendo. venía
Tórtola que está gimiendo: su risa era una mueca de la
¡Si eres madrigal con alas! desilusión.
Y estaba el sello amargo de la
melancolía
9-QUEZALTEPEC perpetuado en dos hondas ojeras de
carbón.
La noche fue dantesca... En medio
del mutismo En las carnes humanas dejo el
rompió de pronto el retumbar de un hambre sus rastros...
trueno... La miraron las nubes, lo supieron los
Tropel de potros que rompiera el astros...
freno El cielo llovió estrellas en la paz del
y se lanzara, indómito, al abismo... suburbio

Un pálido fulgor de cataclismo, Nadie sabe quien era la muchachita


al cielo que antes se mostró sereno, pálida...
siniestramente iluminó de lleno, Entre tanto -en la noche, la noche
como si el cielo se incendiara él triste y cálida-
mismo... arrastrando luceros sigue el arroyo
turbio...
Entre mil convulsiones de montaña
se abrió la roja y palpitante entraña
en esa amarga noche de penuria... 11-ASCENSIÓN

Y desde el cráter en la abierta herida “¡Dos alas!… ¿Quién tuviera dos alas
brotó la ardiente lava enfurecida para el vuelo?
como un boa incendiando de lujuria.
Esta tarde, en la cumbre, casi las he
tenido.
10-LA MUCHACHITA PÁLIDA
Desde aquí veo el mar, tan azul, tan
Aquella muchachita pálida que vivía dormido,
pidiendo una limosna, de mesón en
mesón, que si no fuera un mar, ¡Bien sería
en el umbral la hallaron al despuntar otro cielo!…”
el día,
con las manitas yertas y mudo el
corazón.
12-LOS OJOS DE LOS BUEYES que más bien parecen renglones de
puntos
“¡Los he visto tan tristes, que me Y en un llano caen, así como cuando
cuesta pensar como cuando un árbol se está
deshojando.
cómo siendo tan tristes, nunca
puedan llorar!…
14-VESPERAL
Y siempre son así: ya sea que la
tarde En los quietos charcos he encontrado
cielo,
los bese con sus besos de suaves la florida rama se inclina hasta el
arreboles, suelo.
Ha poca llovía. Siento un gran
o que la noche clara los mire con sus frescor,
soles, como si estuviera dentro de una flor...

o que la fronda alegre con su sombra De los yerbazales, entre la espesura,


los guarde…” el trémulo vidrio del agua se esconde.
Llora un ternerito: la vaca responde
con una ternura...
13-LOS PERICOS PASAN
Va volando un trino dentro del
La tarde despierta de su sueño, barranco.
cuando Los blancos pollitos duermen junto al
La alígera nube despunta cantando perro
Una nube de alasuna alegre nube fingiendo un lejano pueblecito blanco
Que baja, que sube visto desde un cerro...
Son ellos. Se alejan entre llano y
cielo. 15-EL SALTO
Son las esmeraldas de un collar en
vuelo Escena regional; urente sol de estío;
Bulliciosamente una grácil parásita cuelga su
trazan una verde curva en el escalinata
ambiente. de alas de mariposa, pájaros de
¿ Van a los palmares de ondeante escarlata,
abanico? en la florida torre del conacaste
Ellos van a donde les apunta el pico umbrío.
Se alejan, se alejanpero van tan
juntos, Tal es el escenario por el que corre el
río;
el río que arboledas, cielo y frondas
retrata
y que fulgura, a veces, como un listón
de plata
que estuviera bordado con perlas de
rocío…

Y el río va cantando con un cantar


que encanta:
mas al llegar al borde del abismo, no
canta,
sino que imita el sordo clamor de la
tormenta.

Y en su cristal, entonces, tiemblan


diademas de oro,
y al despeñar —gritando—— su
vértigo sonoro,
un huracán de espumas a sus plantas
revienta

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