Minas

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 26

DERECHO MINERO, AGRARIO Y ENERGÍA

Bolilla I

MINERO

Concepto y definición:

El derecho minero estudia “las calidades del dominio de las minas y las condiciones bajo las cuales
es permitida su búsqueda, exploración y aprovechamiento”.

Son las minas, y no el conjunto de operaciones industriales y comerciales que integran la industria
minera, el real objeto de la legislación.

El derecho minero estudia:

1) Las calidades del dominio de las minas, estableciendo a quien pertenecen éstas por
derecho originario y derivado.
2) Las condiciones bajo las cuales es permitida su búsqueda, exploración y aprovechamiento
de las sustancias minerales: al respecto la ley establece como se adquiere, como se
conserva y como se pierde el derecho de explorar zonas en busca de sustancias minerales
y de explotar los yacimientos mineros descubiertos.

El código de minería confirma este concepto al disponer en su art 1:

Artículo 1: “El Código de Minería rige los derechos, obligaciones y procedimientos referentes a la
adquisición, explotación y aprovechamiento de las sustancias minerales”.

Las minas pertenecen originariamente al Estado. Rara vez el Estado las explota por sí mismo, en la
mayoría de los países, cede esta explotación a los particulares, mediante un régimen especial de concesiones
o contratos.

Al conceder el Estado una mina, se reserva su dominio directo y cede al particular el dominio útil,
esto es, el derecho de explotarla y aprovecharla como dueño. Esta reserva del dominio directo del Estado no
cercena, el derecho del concesionario que tiene todos los caracteres de la propiedad civil. En efecto el
derecho de explotación de una mina puede ser objeto de toda clase de transacciones por su titular, puede
venderse, hipotecarse, darse de usufructo, dejarse en sucesión… Sin embargo a diferencia de la propiedad
civil, la concesión minera, o sea, el derecho de explotación de una mina, está sometida a una condición
resolutoria, a una constante amenaza de caducidad, si el concesionario no cumple con las condiciones de las
leyes.

En consecuencia, las minas, como la propiedad del inmueble, se poseen, en principio, a perpetuidad,
dependiendo este carácter de la voluntad del concesionario.

Si bien el concesionario no es dueño del inmueble-mina, resulta propietario del derecho inmobiliario
que surge de la concesión. Lo reafirma el art 11:
Artículo 11: “Las minas forman una propiedad distinta de la del terreno en que se encuentran; pero se rigen
por los mismos principios que la propiedad común, salvo las disposiciones especiales de este Código”.

El derecho minero se relaciona estrechamente con el derecho procesal. Toda acción o derecho
requiere normas de procedimiento para hacerlo valer ante las autoridades correspondientes, seas estas
administrativas o judiciales.

Nuestro Código de Minería, ofrece la característica que es fondo y de forma a la vez, no sólo
establece el derecho, sino que también fija la manera de ejercitarlo ante las autoridades correspondientes.
Esta doctrina no significa desconocer la facultad de las provincias para dictar sus códigos de procedimientos
mineros, desde el momento que el art. 75, inc. 12 de la Constitución Nacional no se lo prohíbe. Pero estos
códigos que se dicten en consecuencia no podrán alterar en forma alguna las normas procesales de carácter
sustancial, contenidas en el Código de Minería, ni imponer nuevos requisitos que, aunque formales, afecten
los derechos sancionados por la ley de fondo.

Autonomía:

 Científica: métodos propios. Por ejemplo; las minas constituyen una propiedad distinta del suelo, su
exploración y explotación revisten el carácter de utilidad pública, la utilidad pública es determinada
por la ley, la actividad minera solo puede ser dejada de lado por otra actividad superior.
 Legislativa: legislación propi; código de minería.
 Didáctica: tiene cátedra especializada.

Autonomía del derecho minero de acuerdo a distintos órdenes:

 Jurídico: según el código de minería la propiedad del subsuelo es jurídicamente distinta a la de la


superficie. Derecho civil la propiedad se extiende ilimitadamente hacia abajo y hacia arriba.
 Natural: estamos frente a una propiedad subterránea, que es distinta de la propiedad del suelo.
 Social: el desarrollo de la industria implica la creación de centros humanos en zonas alejadas o
montañosas
 Económico: pone en movimiento a la economía nacional

Relación con el Derecho Ambiental y el Derecho de los Recursos Naturales:

El estudio del Derecho Ambiental requiere el conocimiento del régimen jurídico de los recursos
naturales. Este régimen inició el proceso evolutivo que dio origen al Derecho ambiental. Por otra parte, los
recursos naturales constituyen el substrato base del ambiente.
La Teoría General de los Recursos Naturales que desarrolló el Movimiento Conservacionista, resaltó
la interdependencia de los recursos naturales, lo que es un elemento indispensable a considerar al momento
de regular la preservación ambiental. Sobre la base de esta teoría, se desarrolló el Derecho de los Recursos
Naturales como estudio específico de las ciencias jurídicas que regulan el uso múltiple, coordinado y
armónico de los recursos naturales,

Derecho Ambiental
Antes del nacimiento del derecho ambiental existió legislación dispersas sobre recursos naturales.
Las normas sobre propiedad y uso de los recursos y las relaciones humanas respecto de ellos, se
desarrollaron desde la antigüedad, respecto a cada recurso y a medida que la sociedad fue sirviéndose de
ellos.
La legislación sobre tierras y suelos fue la primera: más tarde siguieron las de aguas, minería y
bosques. Estas leyes dispersas no fueron dictadas en función de cada recurso, sino en función de sus
diferentes usos. Hubo leyes sobre riesgo, antes que Códigos de Aguas; leyes sobre canteras o metales antes
que Códigos de Minería
Consecuencia de ello, es que la evolución y el desarrollo de los sistemas legales, fue desigual. Era
casi nula la intervención Estatal sobre cómo manejar los recursos, y paralelamente el uso público de los
recursos naturales (los usaban todos) fue dejando lugar más tarde al uso cuasi exclusivo bajo distintas formas
jurídicas (concesión o permisos de uso)
En 1950 aparece el “Régimen Jurídico de los Recursos Naturales”. Primero legisla en una parte
general las instituciones aplicables a los recursos (evaluación, planificación, registro, concesión, permiso,
veda, catastro…) y luego en una parte especial a los recursos en particular (agua, suelo, minas, bosques) y a
sus instituciones especificas en materia de uso y administración.
En 1972 con la Conferencia de Estocolmo, sobre el “Medio Humano”, da nacimiento al Der.
Ambiental, primero a nivel nacional y más tarde en el ámbito internacional.
Concepto.
Guillermo Cano: “Es el Sistema de normas legales tendientes al manejo integrado de los ELEMENTOS que
constituyen el ambiente”. Este concepto incluye a la doctrina y jurisprudencia). Los elementos que constituyen
el ambiente en esta concepción son: 1) el hombre y los RRNN (ambiente natural); 2) productos
agropecuarios, los de la silvicultura y la piscicultura (ambiente cultivado/inducido); 3) urbanismo y sus
secuelas como el ruido, las basuras, la contaminación… (Ambiente creado por el hombre).
Dr. Joaquín López “es el sistema de normas que tienen por objeto proteger al ambiente de las consecuencias
dañosas de la actividad humana”. Así el objeto a proteger es el ecosistema de la acción humana, que altera o
daña su propio hábitat. Desde esa perspectiva la materia objeto del Derecho Ambiental serían: ruidos,
basuras, luminosidad, calor, vibraciones, olores, contaminación. Todos elementos de factura humana.
Contenido: del Derecho Ambiental está dado por:
 El sistema de normas (lato sensu) regulatorias del dominio, uso y preservación o recuperación de los
elementos ambientales,
 La estructura legal de los órganos públicos (estatales y no estatales) que intervienen en la adm. y
gestión ambientales,
 La jurisprudencia (judicial y administrativa) que resuelve conflictos y situaciones ambientales,
 Las enseñanzas de la doctrina y de las investigaciones científicas vinculadas a la ecología,
 La educación ambiental.
Finalidades básicas:
1. Preservar el equilibrio de la biodiversidad: supone una relación de interdependencia armónica entre
todos los seres vivos en la biosfera, incluido el hombre, de forma tal que permita la existencia,
trasformación y desarrollo de todos.

2. Lograr la mejor calidad de vida para el ser humano, en el marco del desarrollo sustentable: importa
lograr condiciones de vida dignas y gozar de bienestar en armonía con la naturaleza.
Calidad de vida en consecuencia supone no contaminar, no agotar los recursos
ambientales, evitar el derroche y la degradación sobre los medios ambientales, y practicar en
consecuencia, la solidaridad intergeneracional.
Recursos naturales:

- Concepto.
Son las cosas o bienes de la naturaleza no transformados, que el hombre emplea por que le son
útiles y valiosos teleológicamente. Son: el suelo, el agua, la flora, la fauna, los minerales, la pendiente
topográfica, los espacios geográficos panorámicos, la energía, el espacio aéreo y su contenido, los
recursos del fondo del mar, el clima y los ecosistemas.
Se los clasifica en:
a) Renovables y No renovables: según se agoten o no en su empleo (agua-petróleo).
b) Con zona crítica y sin zona crítica: según que el uso excesivo de los mismos torne inconveniente
su explotación al producirse un desbalance entre su consumo y el tiempo de regeneración (agua
subterránea o bosques sobreexplotados).
c) Primarios y Secundarios: Primarios: SUELO, FLORA Y FAUNA. Los secundarios derivan de ellos.

- Caracteres.

1) RESISTENCIA: resisten al hombre quien debe actuar sobre ellos para hacerlos aptos a sus fines
usándolos o transformándolos. Ej.: el mineral requiere la actividad extractiva para ser útil, el suelo de
su laboreo...
2) INTERDEPENDENCIA: Los recursos y sus usos, interdependen entre sí, no están aislados. El uso
de cualquiera de ellos repercute en los demás. Ej.: el mal manejo de los bosques causa erosión e
inundaciones, el mal manejo del suelo genera sedimentación y erosión, el mal manejo del agua
causa salinización… La interdependencia impulsó la evolución legislativa posterior hacia el proceso
de codificación y subrayó el carácter interdisciplinario de los estudios vinculados a los recursos
naturales y el ambiente.
3) LIMITADOS: son recursos escasos.
4) EQUILIBRIO: Alterado un elemento se altera todo.
Los recursos naturales coexisten formando unidades vitales que se mantienen en equilibrio físico,
químico y biológico. El uso y aprovechamiento de cada uno de ellos influye positiva o negativamente en los
demás. El equilibrio dinámico del ecosistema humano muestra que el deterioro de los recursos naturales es
causante de la destrucción de la vida del hombre sobre la tierra.

La estrecha vinculación existente entre todos los recursos de la naturaleza indica que no solo
deben utilizarse, sino también conservase. Cuando se advierte que aquellos poseen un importante grado de
utilidad para la sociedad sufre una idea fundamental: las preservación de los bienes de la naturaleza como
medios para satisfacer las necesidades humanas más elementales.

Pinchot (1898): Teoría Conservacionista sobre la Interdependencia Recíproca entre los recursos
de la naturaleza. El uso y goce de los RRNN debe ser integral, es decir, respetando las relaciones de
interdependencia existente entre ellos y logrando un aprovechamiento:

 Múltiple: la mayor cantidad de usos y ventajas de cada recurso.


 Armónico: que evite alterar el equilibrio reinante entre los distintos ecosistemas.
 Coordinado: tratando de favorecer el desarrollo de todos los recursos con el menor perjuicio para
cualquiera de ellos.
El conservacionismo no evita el aprovechamiento de los recursos, sino que pretende prolongar
su vida, y obtener así la mayor cantidad posible de usos.

La teoría general de los recursos naturales, que da origen al Derecho de los Recursos Naturales
y más tarde al Derecho Ambiental, pone de manifiesto la necesidad de regular en forma conjunta y simultanea
el aprovechamiento integral de todos y cada uno de los bienes de la naturaleza, preservándolo de su
degradación y agotamiento.

A merced de esta teoría, podemos afirmar, que las minas son hoy un recurso, un bien de la
naturaleza que brinda al hombre alguna utilidad o beneficio, por lo tanto participan de los caracteres propios
de los RRNN.

- Dominio de los Recursos Naturales:

Hoy no existen dudas acerca de que los RRNN son de dominio EXCLUSIVO y EXCLUYENTE de las
Provincias, con concordancia con el art. 124 de la CN “corresponde a las provincias el dominio originario de
los recursos naturales existentes en sus territorios”.

Carta encíclica del Papa Francisco “Laudato sí”:

1. El desarrollo económico con los actuales patrones de decisión no es sostenible.

2. El cambio climático tendrá consecuencias catastróficas para la vida en la tierra;

3. En concordancia con el consenso científico actual, se adopta el criterio de que el cambio climático tiene
múltiples causas –algunas de ellas son naturales y su manejo esta fuera de nuestro control- pero no caben
dudas de que las causas antropogénicas han acelerado este proceso negativo y son las que podemos
controlar con nuestras acciones responsables, y en ellas tenemos que concentrar nuestra acción.

4. Las principales causas de raíz humana para el cambio climático son el consumo y el derroche de energía, y
la desertificación no controlada por una expansión de la agricultura no sostenible.

5. El cambio climático tendrá efectos catastróficos sobre la humanidad, pero los más perjudicados serán los
que menos tienen, los pobres. Los ricos y los que más tienen son los que toman las decisiones. Estos últimos
son los que tienen que cambiar las formas en que las toman. La hipocresía y el egoísmo de los poderosos es
una mala praxis en la toma de las decisiones debe ser erradicada.

6. Dentro de los principales problemas que se vislumbran se encuentra la restricción del acceso al agua
potable para las poblaciones más vulnerables que se acelerará con el cambio climático. El acceso al agua
potable es un derecho humano y está en peligro si no controlamos.

7. Las leyes del mercado no son infalibles ni eficientes para resolver los grandes problemas que se crearán a
partir de un cambio climático fuera de control, y por lo tanto serán necesarias conductas éticas y decisiones
políticas comprometidas para resolver los problemas antes que estos se tornen incontrolables.

8. El Papa afirma con acierto que la solución radica en gran parte en el cambio de una matriz energética
mundial basada en el consumo de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) a otra matriz
energética basada en energía renovable que no produzca gases de efecto invernadero. Esa nueva matriz
energética debe contemplar la eficiencia energética como base fundamental.

9. El Papa no duda en definir el estado actual como de «transición energética». Esa transición es temporal
entre el estado de insostenibilidad energética actual hacia un estado energético sostenible. Ese paso no será
inmediato, pero debe ser pautado y deben alcanzarse metas concretas: primero pasando a formas menos
intensivas en la generación de gases de efecto invernadero (del carbón al petróleo y del petróleo al gas
natural), del transporte menos eficiente al transporte más eficiente, etc.

10. El Papa insta a lograr acuerdos mundiales responsables y exigibles para lo cual es necesario la sanción
de normativa apropiada. Todos estamos llamados a contribuir equitativamente en la solución común: los
estados y las personas que vivimos dentro de esos estados.

11. Los más responsables son los que más tienen y los más desarrollados, y sobre ellos recae la mayor parte
de la responsabilidad.

12. Francisco le habla a los gobiernos y a los líderes políticos; pero también le habla a las personas. Su
mensaje se podría sintetizar en: «hermano, sé solidario: aunque puedas pagar la energía no la derroches;
ponte una ropa apropiada y baja la refrigeración, que eso ayuda a la humanidad».

Francisco ha producido desde Roma y para el mundo una obra maestra dirigida a la humanidad toda
con la finalidad de encarar la resolución del problema concreto del cambio climático que compromete la vida
en la tierra y con ello a la humanidad misma. Lo hace sin dogmas y con sólidos criterios éticos, políticos,
científicos y técnicos.

El llamado no deja de ser dramático y perentorio; si tenemos en cuenta que el problema es global y
que debe ser resuelto en forma multilateral y en forma acordada y exigible. Es dramático porque no se han
producido avances y resultados suficientes en las reuniones multilaterales que se han realizado hasta el
presente.

La Encíclica, por su concepción ética y sólida base científica, debería constituirse en prólogo de
todas las políticas energéticas regionales y nacionales de aquí en más. Dicho de otro modo: los criterios de
decisión para la selección de inversiones en equipamiento energético y desarrollo tecnológico y la fijación de
estrategias energéticas que adopten quienes hacen políticas públicas para la energía deberían tomar muy en
cuenta las enseñanzas y advertencia de Francisco. Esto se acelerará a partir de la Cumbre del Clima de París
en diciembre de 2015.

Los líderes mundiales deben liderar el proceso de convergencia de acuerdos y consensos para
encauzar definitivamente la transición energética en los plazos compatibles para que la mitigación de cambio
climático se efectiva para evitar la catástrofe; pero todos, absolutamente todos, debemos formar parte del
esfuerzo común.

Argentina no ha tomado en cuenta aún que el mundo está –como bien puntualiza Francisco- en un
proceso mundial de transición energética, desde los combustibles fósiles hacia las energías renovables, y
desde la ineficiencia hacia la eficiencia energética. Los últimos resultados que surgen de los Balances
Energéticos Nacionales elaborados desde 1970 por la Secretaría de Energía de la Nación muestran un país
que va a contramano de la historia, haciéndose cada vez más intensivo en el uso de combustibles fósiles y
con fuerte retroceso del uso de las energías renovables como la energía hidroeléctrica.

Leyes que lo forman:

- Código de Minería Argentino:

En 1875, se autorizó al Poder Ejecutivo a nombrar a una persona competente para que revisara el
proyecto de Código de Minería confeccionado por Domingo Oro (el cual no se sancionó por declarar a los
minerales propiedad de la Nación), lo adicionara, corrigiera, suprimiera, según la conveniencia, tomando
por base del principio de que las minas son bienes privados de la Nación o de las Provincias, según el
territorio en que se encuentre.

En 1885, el doctor Enrique Rodríguez presentó al Poder Ejecutivo de la Nación, el proyecto que se le
encomendó (Presidente de ese momento: general Roca). El proyecto fue aprobado por el senado sin
discusión. Entró en vigencia el 1 de mayo de 1887.

El código que entro en vigor en aquella fecha, no es el que actualmente rige, pues distintas reformas
que se introdujeron a su texto, alteraron profundamente la lógica de su plan y la primitiva concepción que
se la materia tenía su autor. En la actualidad constituye un instrumento atrasado que corresponde a la
minería de otra época e inadecuado para promover una actividad moderna y de avanzada.

Las principales reformas introducidas fueron las siguientes:

- Reformas introducidas por las Leyes 10273 de Amparo Minero:

Sustituyó el régimen de amparo a las concesiones mineras mediante el pueble obligatorio de las
pertenencias, con operarios, por un sistema mixto de amparo por el pago de un canon periódico y la
inversión de determinados capitales en la concesión, sustituto de la antigua obligación del pueble.

- Ley 22059 de 1980:

Introdujo no menos de 40 modificaciones al texto del Código, ampliando la superficie de los permisos
de exploración y admitiendo la participación al Estado en las tareas de investigación geológica y minera.

- Ley 24224 de Reordenamiento Minero, ley 24228 de Acuerdo Federal Minero, ley 24498 de
Actualización minera y ley 24585 de Presupuesto Mínimo de Protección ambiental minera:

Dictadas en los años 1993 y 1995, incrementaron el número de pertenencias, organizaron el catastro
minero y dispusieron el uso de coordenadas para la ubicación de los derechos, ampliaron los plazos de
los contratos y establecieron, con otras reformas, un régimen especial de protección ambiental para las
actividades mineras, entre otras.

→ Ley 24224: Tiene por objetivos:


- la actualización mediante los métodos más modernos de las cartas
geológicas mineras de todo el territorio nacional realizar el inventario de los
recursos naturales no renovables, estimular las inversiones y asentamientos
poblacionales en las áreas de frontera e identificar zonas de riesgo geológico.
Las cartas geológicas constituirán un bien de uso público, por lo que se
efectuará su publicación de manera de difundir los datos y conocimientos
adquiridos.
- Crea el consejo federal de minería como organismo de asesoramiento de la
Secretaría de Minería de la Nación. Estará integrado por un miembro titular y
un miembro suplente de cada una de las provincias y el Estado Nacional. El
Consejo elegirá sus autoridades y elaborará su propio reglamento interno.
- Fija y actualiza cánones mineros.

→ Ley 24.228 : Se ratifica, en lo que es materia de competencia del Congreso Nacional el


"Acuerdo Federal Minero", suscripto el 6 de mayo de 1993 entre el Poder Ejecutivo Nacional
y los señores Gobernadores de las provincias, y que como Anexo I forma parte integrante
de la presente.
- El Estado Nacional reconoce a las Provincias la facultad de aplicar en su ámbito el
concurso público reglado en el Título XIX del Código de Minería, sin perjuicio de los
convenios que se celebren con la Nación en los términos establecidos en el mismo
Título. El Poder Ejecutivo de cada provincia podrá, previo cumplimiento de lo
dispuesto en la cláusula 23 del presente Acuerdo, llamar a concurso para la
exploración y explotación a gran escala de las sustancias a que se refiere el
Artículo 412 del Código de Minería.

→ Ley 24498:
- Mejora localización de los derechos mineros imponiendo un sistema único de
coordenadas (gauss kruper) a objeto de actualizar y uniformar los registros
catastrales mineros existentes en la provincia.
- Amplia las superficies, tipos y cánones que rigen para la exploración y explotación
por cateo
- Se acepta la investigación desde aeronaves, otorgándose al estado una superficie
de 20.000 km por un plazo de 120 días.
- Se suprimen las clasificaciones legales de nuevo mineral, nuevo criadero y se
elimina el régimen de estacas minas.
- Se deroga el sistema de remate de minas y se ordena las inscripciones directas
cuya concesión haya caducado como vacante
- Se extiende el plano de arrendamiento a 20 años y de usufructo a 40 años.

Tratado sobre integración y Complementación Minera Argentina-Chile, Ley Nº 25243:

El pasado 29 de diciembre de 1997 los Presidentes de Argentina y de Chile firmaron un Tratado de


Integración Minera entre ambos países, dando luz verde para el desarrollo de áreas mineras ubicadas a
ambos lados de la frontera entre Argentina y Chile que de otro modo no podrían ser explotadas en forma
económica.

Este Tratado se proyecta como una extraordinaria herramienta de promoción de los sectores mineros
de ambos países, fomentando el desarrollo de la minería a gran escala en Argentina, país con un territorio de
enorme potencialidad y extensión, y de formación geológica idéntica a la chilena donde hay enormes reservas
probadas.
El marco dispuesto por el Tratado busca facilitar el tránsito fronterizo de personas y bienes,
simplificando los trámites y regímenes, integrando los controles y armonizando los regímenes nacionales, y
auxiliar al desarrollo de actividades mineras, permitiendo la constitución de servidumbres mineras en un país
en favor de yacimientos y plantas situadas en otro.

Para ello, el Tratado establece un marco general aplicable a la actividad minera transfronteriza,
disponiendo que por cada proyecto específico se firmara un Protocolo que determine y delimite su Área de
Operaciones y contemple sus características particulares.

Otra regla se refiere a la materia limítrofe y claramente establece que las empresas mineras no
pueden modificar hitos ni cualquier otro elemento que sirva para determinar el límite internacional.

En lo relativo al medio ambiente dispone que cada parte aplique en su territorio su propia normativa,
comprometiéndose a efectuar un intercambio de información sobre las consecuencias y riesgos ambientales y
las medidas de protección. En cuestiones de salud adopta el criterio de máxima exigencia, disponiendo que
se aplicarán las normas de mayor nivel de protección aplicables a temas de salud en general, laboral y
ambiental, alimentos, productos farmacéuticos y manejo de productos químicos.

En cuanto al ámbito territorial de aplicación del Tratado debe notarse que éste abarca casi la
totalidad de la frontera argentino chilena en territorio continental, con excepción de parte de la frontera
ubicada en la Provincia de Santa Cruz, en la zona conocida como de los Hielos Continentales, debido a la
diferencia limítrofe existente en dicha área. Su duración es indefinida, pudiendo ser denunciado luego de
treinta años de entrada en vigor. Dicha denuncia surtirá efectos tres años después de efectuada, aunque el
Tratado continuará siendo de aplicación para los proyectos que se estén desarrollando.

Por último, en caso de conflictos entre los Estados parte, el mismo será resuelto por negociación
directa y, si ello no. diera resultado, por el mecanismo previsto en el ACE 16. Si la controversia se suscitara
entre un Estado y un inversor del otro Estado, se aplicarán las normas del Tratado sobre promoción y
protección recíproca de inversiones.

AGRARIO

Concepto de derecho agrario:

 Según Bolla el Derecho Agrario es “el conjunto de normas jurídicas que regulan las actividades y
relaciones atinentes a los factores directos de la producción agraria (tierra, trabajo, capital y
organización de la empresa agropecuaria) e indirectos (Estado, organización social y económica de
los productores y el comercio de productos del agro)”.

 Para Mugaburu el “Derecho Agrario es el conjunto autónomo de preceptos jurídicos que recaen
sobre las relaciones emergentes de toda explotación agropecuaria, establecidos con el fin principal
de garantizar los intereses de los individuos o de la colectividad derivados de aquellas
explotaciones”.

 Y Perez Llana opina que el Derecho Agrario es el “conjunto de principios y normas jurídicas
autónomas que regulan diversas fases de la explotación agraria con miras a la obtención de una
mayor riqueza agropecuaria y su justa distribución en beneficio del productor y de la comunidad”.
La autonomía prevista en las definiciones de Mugaburu y Perez Llana se refiere sin dudas a la particular
proyección socio económico de la actividad que se pretende proteger;

Las fases de la explotación que se buscan regular vienen a ser la parte más delicada del derecho, porque
del equitativo control gestionado se podrá medir el logro de una justa distribución que beneficie a la
comunidad.

Caracteres:

→ Derecho Socioeconómico: Acompañado por una justicia social de distribución de riquezas y


equitativo beneficio del productor y su comunidad.
→ Eminentemente Tuitivo: Porque protege a la tierra y su HACEDOR, quienes comparten el
sector más laso en la relación jurídica, donde el campesino es el sostén de la actividad
agropecuaria y de la actividad agropecuaria y la actividad agropecuaria es el basamento de
las comunidades, por lo tanto, si son los menos favorecidos allí acude el Derecho Agrario
auxiliándolos con su alícuota de reivindicación y dignificación.
→ Singularmente Dinámico e Inaplazable: En la coyuntural acción cíclica de transformación y
perentoriedad del sustento vital para la comunidad.
→ De interés y Participación Estatal: Deben defender y promover el interés social con austeras
políticas de desarrollo económico y social rural, en aras a la incorporación del campesino al
bienestar y progreso nacional.
→ De Desarrollo Nacional e Impulso Supranacional: De actualidad indiscutible para las
características climáticas, demográficas, geográficas, económicas, estadísticas y sociales
de cada territorio del país, que permitirá ajustar las condiciones de explotación y producción
regional a las demandas de los mercados de consumo internacional.

Fuentes:

Son fuentes del derecho agrario los modos formales con que se establecen concreta y
obligatoriamente las normas jurídicas agrarias en el ámbito rural de una sociedad. Se dividen en:

 FORMALES: son las formas normativas específicas que necesariamente deben revestir las
valoraciones o convicciones vigentes para pasar al orden jurídico agrario con carácter de normas
jurídicas obligatorias. Así las fuentes formales o directa son las verdaderas fuentes del Derecho
Agrario Objetivo, es decir la Ley Agraria.

 MATERIALES: Solo expresan una tendencia social a lo jurídico, pero recién integra el ordenamiento
jurídico agrario cuando a través de un acto o varios se transforman en fuentes formales. Las fuentes
materiales o reales suministran un contenido concreto o sustancial de la norma al Derecho Agrario,
mientras que las fuentes formales facilitan a esta substancia una expresión adecuada. Así entre las
fuentes materiales del Derecho Agrario hallamos la evolución histórica de cada país donde se
manifiestan con fuerza las raíces seculares de este derecho eminentemente nacional cuya fisonomía
hacen al fondo histórico propio de cada país como aporte, la economía que brinda de su doctrina
principios de trascendencia acorde a la realidad, modalidad y necesidad en cuanto a las fuentes
formales:
 La ley es la fuente principal es el conjunto de normas jurídicas que regulan coactivamente
las relaciones agrarias sociales y económicas propias de la actividad en sus diversas fases
de la explotación.
 La Jurisprudencia. Sabido es que no tiene fuerza obligatoria tal es lo que ocurre en nuestro
derecho positivo.
 La doctrina no es fuente directamente obligatoria, pero es a través de ella que surge la
legislación y se forma la jurisprudencia. La doctrina fue la que brego por el reconocimiento
de la autonomía de nuestra rama, y el progreso de esta se debe principalmente al trabajo y
esfuerzo de los maestros que impulsaron el punto de vista predominante.
 Los usos y costumbres no son, en general fuente del derecho agrario, sino cuando la ley se
remita a ellos. Ha de tratarse, según es sabido, de hechos repetidos durante un tiempo
relativamente largo, por un grupo al menos de personas o con la convicción de la
obligatoriedad jurídica del sometimiento a esa forma de proceder. Los usos y costumbres
agrarios son tan arraigados que suelen imponerse a la misma ley, por eso es que en
diversas oportunidades la ley se detiene y se remite a lo que dicten los usos y costumbres
locales.

Etapas de su evolución:

Derecho rural

La etapa del derecho rural se vincula a los inicios mismos de la colonización que está fuertemente
condicionada por las características naturales de la región del Plata y que sólo permitieron subsistir a la
colonia en base a la cría extensiva del ganado, especialmente vacuno, y la manufactura del cuero. Sin plantas
ni animales nativos para cultivar, y fundamentalmente, sin minerales que extraer, la región pampeana recién
pudo consolidar una economía, aunque de subsistencia, cuando los primeros ganados traídos por los
españoles se asilvestraron y encontraron un ambiente propicio para su desarrollo ofreciendo una primer
materia prima útil al intercambio.

Los primeros antecedentes jurídicos agrarios nacidos en nuestra tierra se vinculan a problemas con
el ganado. Así, Horacio Giberti, en su Historia económica de la ganadería argentina, nos cuenta la reñida
disputa entre los primeros pobladores de Buenos Aires y el adelantado Torre de Vera y Aragón originada en la
determinación de la caballada cimarrona como res nullius, hecha por Juan de Garay –segundo fundador de
Buenos Aires- para compensar a los primeros ante la ausencia de oro. La decisión se confirma por cédula real
en 1596.

En el ínterin, nace una típica institución del derecho agrario argentino que se proyecta hasta nuestros
días, cuando se registran las primeras marcas existiendo antecedentes en 1585 en Córdoba, la que inscribe
don Miguel Ardilles, y en 1589 en Buenos Aires, la de Francisco de Salas.

Pocos años después, en 1610, se encuentra el primer antecedente de lo que más tarde llamaremos
policía sanitaria. Se trata de la primera prohibición de tener animales en la ciudad por cuestiones de higiene y
también para prevenir daños a los vecinos.

El sistema de distribución de tierras reales a través de mercedes, destinadas a ser explotadas y


verdaderamente ocupadas por los beneficiarios de las mismas, y la consideración de los pastos, los bosques
y las aguas como cosas de uso común. Se originan esquemas de utilización distintos al de la propiedad
privada y una visión de propiedad colectiva sobre los recursos naturales que, a pesar de la fuerza del Código
Civil y la ideología que lo sustentaba, aún persiste en ciertas regiones extra pampeanas.

Las mercedes llevaron también al poblamiento de las primeras provincias. Ya durante los primeros
gobiernos patrios se intentó incentivar una posesión basada bajo esquemas más individualistas y, a través de
ambas, se consolidó la estancia como organización productiva y también social. Pero todavía no estamos en
presencia del sistema privatista del Código Civil, y las estancias continuaron siendo recorridas y pobladas por
los gauchos que, desdeñando todo gusto por el progreso, alimentándose sólo de carne y haciendo todo de
cuero, constituyeron el nexo entre las poblaciones urbanas y los indios. El problema de los indios, y a veces
también el de los gauchos, calificados de vagos por no conocérseles un empleo efectivo, constituyen el
conflicto social de la campaña característico de esta época. A ellos se destinaron muchas normas de poder de
policía, se los reclutaron para la milicia y tuvieron su lugar en los primeros códigos rurales que se dictaron en
las provincias en las últimas décadas del siglo XIX.

La estancia dista mucho de la idea de empresa agraria. La estancia argentina del siglo XIX
representa un modelo de producción rudimentario donde se recogía lo que crecía prácticamente solo,
beneficiado por buenas pasturas naturales.

El desarrollo de la ganadería, favorecida por la exportación de cueros y luego de tasajo, permitió


paulatinamente el desarrollo de otras actividades pecuarias y también de la agricultura, fundamentalmente
cuando se empieza a exportar carne congelada o enfriada para consumo en los centros europeos. Así se
inicia la búsqueda del mejoramiento de la calidad a través de cruzas y mejores pasturas. Nacen para estos
fines los cultivos de grandes extensiones de alfalfa y también de maíz, lino y cebada.

Mencionemos dos datos relevantes consolidados con la sanción de la primer Constitución en el año
1854. Se trata de la apuesta firme de las autoridades gobernantes a la inmigración europea y a la
colonización y población del territorio. Éstos datos sustentan la primer política agraria nacional propuesta por
Juan Bautista Alberdi en sus Bases y continuada por Sarmiento y Avellaneda.

La inmigración dio pujanza al desarrollo económico general y dinamizó el desarrollo de la agricultura,


hasta ese momento de autoconsumo. También introdujo nuevas costumbres en las relaciones jurídicas
agrarias, entre ellas la comúnmente llamada mediería o sistema por mediero o tantero que encierra, en
realidad, una amplia gama de contratos asociativos de distribución de ganancias por porcentaje. La necesidad
de amansar el ganado también favoreció el nacimiento del tambero, por lo común inmigrante también, a quien
se le daba las vacas para ordeñe y distribuyendo en porcentajes la producción lechera; quedando las crías
para el propietario, más interesado en la venta de novillos.

Obviamente ha habido variantes en un período tan largo y de cambios significativos, pero desde el
punto de vista del derecho agrario lo aglutinante es la visión bucólica de la ruralidad. Se trata de un concepto
estático, de ubicación, lo que clasifica las cuestiones rurales. Lo rural se presenta como lo contrario a lo
urbano, sin distinguir la naturaleza de las actividades que se desarrollan o de que se trate.

Los primeros códigos rurales se limitan a legislar materia de policía administrativa: cuestiones de
vecindad, de higiene y sanidad, algunas reglamentaciones respecto al trabajo rural y cuestiones de seguridad,
como también avanzan en otras de tipo civil en ausencia de la legislación de fondo: delimitación de
propiedades, propiedad del ganado, entre otras. Partiendo del Código Rural de la Provincia de Buenos Aires
de 1865 o Código Alsina y los de Santa Fe (1867), Corrientes (1871), Catamarca (1878) y Córdoba (1886)
remarcan esta tendencia legislando sobre las personas y la propiedad rural…

Con el nombre de derecho rural se fundaron las primeras cátedras universitarias, comenzando con la
de la Universidad de Buenos Aires que a la Cátedra de minas, creada en 1894 incorpora, al inicio de siglo XX
algunos contenidos “rurales” para pasar a llamarse, recién en 1917 Legislación de minas y rural. Este
agrupamiento de ambas disciplinas sigue respondiendo a un concepto estrictamente espacial –el de las
actividades de la campaña- aunque hay quien16 ha visto en ello un primer antecedente por agrupar en una
misma materia el derecho de la naturaleza.

La etapa de la legislación agraria

La legislación agraria comienza en las primeras décadas del siglo XX y es consecuencia de grandes
transformaciones en el campo social, económico, ideológico y político. La inmigración, el poblamiento
vertiginoso, la llegada de nuevas ideas – socialismo, marxismo, sindicalismo, anarquismo-, el surgimiento del
frigorífico y otras industrias y con ellas el crecimiento de la población urbana, la concentración del poder local
en manos de los grandes terratenientes y las relaciones demasiado sumisas de éstos con el capital inglés y
norteamericano, la concentración económica y una burda explotación del trabajo ajeno, son algunos de los
datos de la época.

El eje de observación varía de lo estático rural a lo agrario visto con dimensión social, como actividad
productiva que el derecho debe ordenar para el adecuado encuadramiento de las relaciones económicas y
sociales de los sujetos intervinientes.

Es un lugar común decir que la ley 11.170 de 1921, que legisla por primera vez los contratos
agrarios, da nacimiento al derecho agrario moderno en la Argentina. Indiscutible el acierto por el valor
dogmático que la ley y sus modificaciones tuvieron para la materia, pero no por ello pueden olvidarse la ley
3965 de 1902 sobre sanidad animal, que por primera vez abre el debate político de la importancia que la
ganadería tiene para el desarrollo del país; y las primeras leyes intervencionistas en materia de comercio de
carnes que, si bien sin mucha aplicación, se anticipan a la andanada intervencionista que en todo el mundo
surgirá después de la crisis de 1929.

Estas leyes intentaron contrarrestar la evidente manipulación que los frigoríficos norteamericanos e
ingleses hacían del comercio cárneo con la complicidad o, al menos, anuencia de los grandes terratenientes
argentinos, influyentes en el poder. La ley 11.205 intentaba crear un frigorífico nacional, la 11.210 reprimía los
delitos económicos, la 11.226 controlaba el comercio de carnes, la 11.227 establecía precios mínimos y
máximos y la 11.228 obligaba la venta de vacunos por peso vivo. La inmediatez en el tiempo en que fueron
sancionadas, y el contenido de las mismas puede hacer entender la situación de tensión política del
momento.

Todas estas leyes son de orden público. Interesa un aspecto de la actividad vinculado con
cuestiones sociales y económicas y, por otro lado, con las finanzas y economía del propio país. Las hay de
derecho privado, como la ley de contratos, pero las restantes son de derecho público.

También todas tienen en común un contenido técnico desconocido en los antecedentes del período
precedente. Esta característica se va a hacer presente en tantas otras leyes de la época sobre colonización,
prenda agraria, caza y pesca, defensa forestal, tierras públicas, entre otras y constituirán la materia de
análisis para comenzar una nueva orientación dogmática y la formulación de los temas en un nuevo orden
sistémico que dará nacimiento al derecho agrario científico. Este se basará en el doble aspecto –de derecho
privado y público- y el origen normativo a partir de distintas ramas jurídicas, respecto a lo cual no ha habido
desinteligencias en la doctrina.

El inicio del derecho agrario científico

El derecho agrario científico se vincula con el intento doctrinario por sistematizar esta novedad
legislativa.

Para Ringuelet, la agricultura se fundamenta en dos ciencias: la biología y la ecología. Sin


naturaleza, la agricultura será imposible. Esta predetermina la actividad agrícola y el hombre, si bien modifica
el hábitat agreste para sacarle provecho, debe hacerlo respetando las leyes bioecológicas que son las que
determinan su hacer. Porque la agricultura genera a partir de un embrión o germen, es que es una actividad
genética destinada a producir. La teoría agrobiológica considera a la agricultura como un aprovechamiento de
los recursos naturales renovables, que ofrecen el suelo y el clima, por medio de una planta que el hombre
cultiva para su provecho.

El derecho agrario se estructura en este período esencialmente bajo el concepto de actividad agraria.
Actividad desarrollada en base a criterios técnicos que sustentan al derecho agrario a partir de un enfoque
interdisciplinario. Actividad desarrollada en forma organizada, por lo que Vivanco, no obstante rechazar la
teoría de la empresa como ordenadora del contenido del derecho agrario, entiende al fundo como complejo
de bienes y servicios agrarios que se asientan sobre un predio rural propio o ajeno y que se hallan
organizados en función de la producción agropecuaria en cualquiera de sus formas y especializaciones, y
cuya dirección la ejerce un sujeto agrario. Actividad desarrollada en un ambiente (natural y después rural)
donde el factor tierra (y clima) constituye un elemento esencial.

Vivanco llamó teoría a su libro porque lo pensó “sobre la base del desarrollo de principios
apriorísticos, extraídos del derecho puro y del contenido empírico de la legislación agraria”. Los aspectos
centrales que el desarrolló, y que anticipan los ejes centrales de posteriores investigaciones sobre la
naturaleza, límites y contenidos del derecho agrario son:

1) la incorporación del interés por la conservación de los recursos naturales dentro de los fines de la
disciplina y el estudio de esta legislación particular en el contenido de la materia pero encauzada de acuerdo
al objeto propio de ella;

2) una comprensión holística e integradora de la realidad que le permitió anteponer el estudio de la


naturaleza y de sus leyes naturales al específico de la actividad agraria y del derecho agrario;

3) una información del derecho agrario a partir de otras ciencias –política, historia, economía y
sociología- y la visión del derecho como instrumento de la política agraria;

4) la ubicación del derecho agrario en un lugar de síntesis entre el derecho público y el privado;

5) un desarrollo transversal de la materia a partir de relacionar las distintas ramas o especialidades


del derecho;
6) un desarrollo equilibrado del derecho agrario sustancial y del derecho agrario procesal que le
permitió estructurar un sistema más perfecto de orden jurídico, administrativo e institucional.

Los años 40-60 son los años de oro del derecho agrario argentino. El instituto de los contratos
agrarios -modificada la ley 11.170 por la ley 11.627 de 1932 y nuevamente por la ley 13.246 de 1948 que
independiza el texto del Código Civil como muestra de la autonomía alcanzada- logra realizar una verdadera
transformación de la estructura agraria argentina de modo de no ser necesario en mi país, como lo fue en la
mayoría de los estados latinoamericanos, la reforma agraria.

La ley 13.246 consolida principios fundamentales en la perspectiva del orden público económico y
social, permite el ascenso social de los agricultores sin tierra, genera principios jurídicos que se expanden
hacia otros institutos del derecho agrario y formula el antecedente administrativo de jurisdicción agraria capaz
de generar jurisprudencia, fomentar doctrina y el entusiasmo por la especialidad de jóvenes abogados y otros
operadores jurídicos.

La etapa del declive:

El período del declino llegó, desde mi punto de vista, por el propio éxito de los contratos y por
mantener la enseñanza del derecho agrario, casi en exclusividad, en torno a la idea de la distribución de las
tierras. Modificada la estructura agraria –la pampa húmeda pasó de tener el 80% de los agricultores
arrendatarios y sólo el 20% propietarios de la tierra en la década del 20 a invertir estos números en la del 60-,
disminuidos los casos y con una visión demasiado forense de la cuestión que debiera ser científica, muchos
comenzaron a descreer de la necesidad de la enseñanza del derecho agrario.

Situación actual

Pocos años antes el ecosistema pasa a constituir el verdadero objeto de estudio de la ecología. Con
su análisis, se descubre la íntima relación entre cada uno de los recursos naturales entre sí, lo que sostiene el
principio de la interdependencia. Pero en la década del 70, una nueva evolución del concepto hace ver al
hombre dentro de ese ecosistema. Se incorporan por esa vía los conflictos sociales y entonces toma cuerpo
la cuestión ambiental como la vemos hoy. La Conferencia de Estocolmo del representa, sin dudas, esta
nueva concepción y por ello muchos hacen nacer con ella la nueva disciplina del derecho ambiental.

Toda la actividad agraria se ha visto modificada y redimensionada en el último tiempo por la cuestión
ambiental. El deterioro de los recursos naturales y la contaminación se ha hecho visible en la materia. Por
último las exigencias de los consumidores también impactan en los modos de producción que buscan ser
ambientalmente más seguros y sanos.

El nuevo surgimiento del derecho agrario viene de la mano de una nueva perspectiva. La de quienes
preocupados por los temas ambientales replantean el objeto agrario desde sus tradicionales concepciones y
doctrinas pero con el ánimo de aportar soluciones a estos nuevos desafíos. Así se identifican los problemas
ambientales que afectan la actividad agraria y los modos para producir dentro de un esquema de desarrollo
sostenible. Obviamente que en lo que hace a la actividad, ella será tratada por los principios agraristas. Pero
el ambiente también ha generado principios jurídicos e institutos propios que se entrelazan con aquellos
porque el Derecho es uno sólo. La relación derecho agrario-ambiente empezó a encuadrarse en nuevos
cánones a partir de una visión transversal del ambiente respecto al derecho y sus ramas.
Así, comenzó a hablarse de un derecho agrario ambiental que, como capítulo especial del derecho
agrario estudia las relaciones positivas y negativas con el ambiente. Asimismo, hubo quienes redescubrieron
la importancia de ciertas instituciones agrarias para la correcta gestión del ambiente y se desempolvaron
libros de agraristas que habían dedicado su capacidad intelectual a resolver problemas vinculados con los
recursos y la naturaleza.

Otro impulso al resurgimiento lo da la constitución y desarrollo del MERCOSUR y la


internacionalización de los mercados que con nuevos esquemas de comercialización, nuevas perspectivas de
crecimiento para algunos sectores productivos nacionales, con la búsqueda de controlar mejor la seguridad
alimentaria y apostando a la calidad de los productos, impacta en la propia actividad agraria y promueve la
regionalización e internacionalización del derecho agrario.

La codificación rural y el fuero agrario:

El código agrario, anterior al propio Código Civil y dictados en previsión de los actuales art 75 inc. 12
, 126 y 121, de la Constitución Nacional, fue impulsado por su propio autor Alsina, consultando a los
hacendados más importantes para conocer los aspectos de la actividad rural.

El código rural sancionado el 6 de noviembre de 1865 se define en su art 1: “conjunto de


disposiciones referentes a las personas rurales y a la propiedad rural”. De esta definición surge que no se
trata de un código, si no, de una mera compilación de disposiciones y normas, ya que no existe diferencia al
carácter sistemático que todo código debe tener. Contiene:

 Definiciones: persona rural (las que residían habitualmente en un establecimiento, más allá del título
en que lo hagan) propiedad rural ( los bienes raíces, muebles, o semovientes ubicados en estancias,
chacras) estancia (establecimiento cuyo único objeto es la cría de ganado, mientras que la chacra
hace referencia a los establecimientos agrícolas).
 La sección primera, estaba destinada a cuestiones de vecindad, deslinde y la no violación de la
propiedad ajena.
 El art 6 disponía que la estancia era libre, opuesto a que hoy existe la unidad mínima de explotación.

En general está bien considerar al Código de Alsina, como a los restante códigos provinciales que en él
se inspiraron como cuerpos administrativos de policía, reguladores principalmente de cuestiones de
seguridad, salubridad e higiene, y en su caso, de evitación de conflictos entre vecinos, que generalmente
realizaban una misma actividad común, especialmente vinculas a evitar la intrusión, la confusión del ganado o
daños en propiedades vecinas. También se legislaba el tránsito de animales, el acopio de frutas, las señales
de ovejas, las guías…

Este código rigió hasta 1971, durante el largo período de vigencia, no faltaron intentos por modificar el
Código de Alsina.

Con anterioridad a las primeras leyes agrarias XX, el proyecto de Manuel Gonet (1890) que entendía a la
legislación rural como “el conjunto de disposiciones que prescribe el régimen civil y administrativo de los
intereses ganaderos, agrícolas e industriales”.
Sigue el proyecto de Sánchez Sorondo y Avellaneda (1910), se conformaba con ser una compilación de
disposiciones administrativas poco innovativa con respeto al Código vigente de la época. El objeto llega a
excluir a las aguas y sanidad animal.

Vivanco elabora su propio proyecto, incluye secciones dedicadas a “la producción y su fomento en
general”, la “industria agropecuaria” y “comercio agropecuario”, otra dedicada a la enseñanza técnica y otras
dos a la profesionalidad: ingenieros y veterinarios. Incluyo además a los recursos naturales.

Este proyecto seguramente fue tenido en cuenta por Eduardo Pigretti, al redactar otro proyecto, que con
mayor suerte fue aprobado por ley 7716 (1970) y que incorpora los recursos naturales a su contenido.

Objeto y autonomía del derecho agrario:

Debemos partir del intento de asentir que una rama jurídica es autónoma si:

 Tiene un contenido suficientemente vasto,


 Se rige por doctrinas propias distintas de otras disciplinas; y
 Utiliza métodos propios en la investigación de su objeto.

Si asentimos al respecto, entonces estamos en condiciones de afirmar que “la solvencia autónoma de
una rama jurídica funciona con la estructuración teórica de concepciones propias, ligadas a la doctrina
mediante una metodología dinámicamente particular”.

Por consiguiente, reconocer la autonomía implica acodar sus tres sentidos:

 Científico-didáctico: Una rama jurídica goza de autonomía didáctica “cuando esta incursiona planes
de enseñanza dictados en cátedra especializada”. Carrara, analizando la autonomía científica del
Derecho Agrario, nos dice: “Cuando la misma es susceptible de sistematización orgánica de sus
distintas materias, suficiente como para constituir el objeto de su estudio jurídico, genera un vínculo,
donde la especialización de la cátedra contiene la enseñanza como materia singular”.
 Legislativo: La autonomía legislativa consiste en la sanción de leyes que reglamenten orgánicamente
(en lo posible codificándola) la materia agraria.
 Jurídico: Autonomía jurídica es aquella que doctrinariamente categoriza la capacidad estructural de
una rama jurídica, por su trascendencia, generalidad, singularidad y organicidad, moral, económica,
consuetudinaria y técnica con sustantividad propia.

Es casi unánime en los agraristas de la actualidad el convencimiento de que la proliferación de ramas


jurídicas especiales se debe a la creciente complejidad de las relaciones interhumanas, que buscan adquirir
con sus normas mayor adecuación a las exigencias de conductas orientadas a fines específicos. La
autonomía implica, por ende, reconocer la diversidad jurídica sin suponer la división del derecho.

El Derecho Agrario en la Constitución Nacional y Provincial:

Las provincias argentinas, al constituir la Nación, lo hicieron bajo el sistema federal, en el cual la
autonomía provincial resulta ser la nota característica. Las facultades del gobierno nacional surgen de la
delegación expresa hecha en la Constitución. El resto de las facultades se mantienen reservadas (art 121
CN).
Dominio y jurisdicción no deben necesariamente coincidir, por ej. Los ríos son del dominio público del
Estado provincial en que se encuentran, y sin embargo el control de la navegación fluvial está a cargo del
gobierno nacional. El control de la pesca es de jurisdicción provincial, por tratarse de materia no delegada.

Constitución nacional

 Indirecta: cuando la CN regula los principios estructurales de sus instituciones a las cuales tendrán
que adaptarse las instituciones agrarias.

 Directa: cuando describe sobre tierras públicas o colonización

Art 75: “Son atribuciones del congreso

- Inc. 5: disponer el uso y enajenación de las tierras de propiedad nacional

- Inc. 18: proveer la colonización de tierras de propiedad nacional, la introducción y establecimiento de


nuevas industrias,”.

Artículo 125.- “Las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de administración de justicia, de
intereses económicos y trabajos de utilidad común, con conocimiento del Congreso Federal; y promover su
industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de
propiedad provincial, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales
extranjeros y la exploración de sus ríos, por leyes protectoras de estos fines, y con sus recursos propios.

Las provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden conservar organismos de seguridad social para
los empleados públicos y los profesionales; y promover el progreso económico, el desarrollo humano, la
generación de empleo, la educación, la ciencia, el conocimiento y la cultura”.

Constitución Mendoza:

Art 99: “Corresponde al Poder Legislativo

 Disponer el uso y enajenación de la tierra pública y demás bienes de la provincia

 Conceder privilegios por un tiempo ilimitado, recompensas de estímulos a los autores o inventores,
perfeccionadores o primeros introductores de nuevas industrias a explotarse en la provincia”.

Art. 214 – “La enseñanza especial deberá referirse principalmente a las industrias agrícolas, fabril y de artes y
oficios”.

Art. 215 – “La enseñanza normal propenderá en primer término a la formación de maestras y maestros con
aquellas especialidades agrícolas, ganaderas e industriales que puedan aplicarse a las distintas regiones de
la Provincia”.

Los recursos naturales y la distribución de competencias, según la reforma constitucional:

Artículo 41.- Todos los habitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo
humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes sin comprometer las de
las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. El daño ambiental generará prioritariamente la
obligación de recomponer, según lo establezca la ley.

Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la utilización racional de los recursos
naturales, a la preservación del patrimonio natural y cultural y de la diversidad biológica, y a la información y
educación ambientales.

Corresponde a la Nación dictar las normas que contengan los presupuestos mínimos de protección,
y a las provincias, las necesarias para complementarlas, sin que aquéllas alteren las jurisdicciones locales.

Se prohíbe el ingreso al territorio nacional de residuos actual o potencialmente peligrosos, y de los


radiactivo”.

Artículo 124.- “Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y
establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar
convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no
afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con
conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca
a tal efecto.

Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su


territorio”.

ENERGÍA

Noción de energía:

“La energía es un bien complementario a un sinnúmero de otros bienes consumidos en diversas


actividades, es un insumo en numerosas actividades productivas y a la vez es un producto no almacenable”.
Por esa razón, la producción debe adaptarse a la demanda, con lo cual para lograr un abastecimiento
confiable se requiere que la potencia instalada máxima sea igual o superior a la demanda máxima del
sistema y que se disponga de los recursos energéticos suficientes para satisfacer la producción demandada
en un periodo dado.

De ello resulta que las economías de escala y las economías de alcance, determinan el desarrollo de
los sistemas de generación interconectados y su operación coordinada o unificada.
Esto originó monopolios naturales que, vinculados a la prestación de un servicio esencial e
insustituible a un número indeterminado de personas, queden afectados por el concepto de servicio público o
también llamado servicio de interés general.
Por otro lado, se ha desarrollado en distintos países del mundo, la idea de que se puede introducir
mecanismos de mercado en el régimen de funcionamiento de la energía eléctrica, entendiendo que no existe
contradicción entre regulación y mercado sino complementariedad.
El desarrollo de la industria eléctrica en Argentina y su régimen jurídico ha sufrido distintas etapas, el
funcionamiento del régimen actual se encuentra en pleno proceso de transformación, dependiendo del
correcto esquema institucional, de la independencia y fortaleza de los Entes Reguladores, de la efectiva
competencia entre los actores, de la armonización adecuada entre los regímenes provinciales y el sistema
nacional, propio de un país federal, de las consecuencias comerciales del proceso de integración regional en
el Mercosur, de una clara política de abastecimiento y seguridad a largo plazo y de mecanismos de
financiamiento adecuado para la expansión de los sistemas de generación y transporte.
Importancia económica:

La energía ha concitado el profundo interés de los estados y de los sectores privados por ser
imprescindible para el desarrollo y la defensa del país.

Como su disponibilidad es condición sine qua non de todo proceso de desarrollo, la intensificación de
su consumo denota un despegue económico y un aumento del bienestar, pero recién la racionalidad de su
uso asegura un desarrollo efectivo.

Si bien su participación en el producto bruto es relativamente baja, su incidencia en la balanza de


pagos suele ser considerable, tanto cuando los países son fuertes exportadores como cuando deben importar
grandes cantidades de energía.

El aumento del consumo de energía de energía en actividades productivas origina un bienestar económico,
que a su vez, reclama mayores cantidades de energía como bien de consumo final, lo que acelera la
expansión de la demanda.

Para satisfacerla se requiere de una elevada densidad de capital por unidad producida, tecnología,
conducción y personal especializado, parte de lo cual hay que pagar con divisas. Además el aumento de la
inversión de capital determina una reducción relativamente mayor de los costos unitarios y de la mano de
obra.

El dilema de donde obtener esos cuantiosos capitales suele hacerse de hierro por cuanto el otro
extremo de la alternativa es importar productos energéticos comprometiendo divisas y afianzando la
dependencia del exterior.

El proceso que conduce desde la adopción de decisiones en materia energética hasta el suministro
de energía suele ser largo.

La energía proviene de distintas fuentes, tienen distintas características físico-químicas, se


transforma y consume en formas distintas y satisface necesidades también distintas.

Ello permitió una sustitución permanente de fuentes y formas del uso de energía en los casos que
fue técnica y económicamente factible, que fueron lo más. La leña cedió su lugar al carbón, que cede
paulatinamente ante el petróleo, este frente al gas natural y se aprecia ya la irrupción de la energía nuclear.
La energía eléctrica compite con todos los combustibles y los absorbe en las centrales térmicas. La rueda
hidráulica fue la precursora de la revolución industrial del siglo pasado, la máquina a vapor su instrumento. La
turbina a vapor, a gas o hidráulica y el motor diesel convierten variadas sustancias energéticas en
electricidad. La desintegración y más aún la fusión nuclear y la captación de la energía solar abren inusitadas
perspectivas en la producción de energía.
El abastecimiento energético es indispensable y la demanda muy poco flexible al estímulo de los
precios, la estructura de estos últimos y la facilidad del abastecimiento pueden condicionar la preferencia por
un determinado tipo de energía y provocar así la sustitución.

Sin embargo ese proceso no suprime alas fuentes que desplaza, sino que más bien puede atenuar
su desarrollo o liberarlas para otros fines que pueden o no ser energéticos.

La diversidad planteo la necesidad de una integración física y económica del sector energético, con
connotaciones administrativas, jurídicas y políticas.

Reiteradamente se ha planteado si la humanidad cuentas con las reservas de energía que su


desarrollo requiere. La inventiva humana ha dado respuestas positivas a este planteo recurriendo a nuevas
fuentes cuando las que explotaba no bastaban. El interrogante ha sido si la humanidad podrá resistir las
consecuencias ambientales del creciente consumo de energía.

La problemática expuesta demanda la adopción de decisiones políticas que deben ser elaboradas en
áreas especializadas del gobierno y condicionar la conducta humana con la anticipación debida.

Tales decisiones deben englobar todas las fuentes y formas de energía, los recursos naturales,
económicos, técnicos y humanos para su desarrollo y relacionarse e integrarse en la política general del
estado y en especial deben contemplar otras definiciones políticas también globalizadoras, tales como las que
enfocan íntegramente las cuencas o la totalidad del agua de un país, el transporte, los recurso naturales, la
defensa nacional, las relaciones exteriores y el desarrollo por regiones. Esto último tiene particular
importancia en países federales como el nuestro, cuyo poder de decisión está distribuido en pluralidad de
jurisdicciones.

El dominio de la energía:

El dominio de los recursos naturales ha ocasionado no pocos conflictos entre la Nación y las
Provincias. Siendo, recursos económicos estratégicos, ha existido en el juego del federalismo una puja de
poder desde los distintos estamentos que componen nuestro país, y donde se ha querido imponer un “sistema
de metrópoli y colonias”, que supone, un país gobernado desde Buenos Aires mediante un vasallaje del
interior por la capital.
El referido proceso se ha presentado mediante normas que brindan injerencias y derechos al
Estado Nacional sobre recursos naturales provinciales que nunca fueron delegadas constitucionalmente. Ej.
en materia petrolera, ley 14773 y 17319 que nacionalizo el dominio y jurisdicción sobre los yacimientos de
hidrocarburos de dominio provincial, ley 15.336 dispuso la jurisdicción nacional sobre las fuentes de
generación hidroeléctrica con un criterio amplio, en materia nuclear, ley 24.804 dispone el contralor y
regulación de dicha actividad por organismos nacionales…
Estas normas a veces afectaron el dominio y otras la jurisdicción, sin embargo “sin jurisdicción no
hay dominio efectivo” ya que este no puede ejercerse cabalmente si no se tiene jurisdicción.
En 1990, el Acuerdo de Reafirmación Federal: le reconoce a las Provincias el dominio y
jurisdicción de los RRNN renovables, superficiales y subyacentes que se encuentren en sus territorios.
Ley 24.145 de Federalización de los Hidrocarburos, dispuso la transferencia del dominio público
del Estado nacional al dominio público de los Estado provinciales de los hidrocarburos en cuyos territorios se
encuentren, incluso los situados en el mar adyacente a sus costas. Se afianza con la firma del Acuerdo
Federal Minero (ratificado por ley 24.228).
Conclusión: ya sea por el Derecho Originario Provincial de 1810, o por el texto actual de la CN, hoy
no existen dudas acerca de que los RRNN son de dominio EXCLUSIVO y EXCLUYENTE de las Provincias,
con concordancia con el Artículo 124: “Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos
naturales existentes en su territorio”.

La energía eléctrica:

Es una vibración que se transmite, que nosotros vemos en sus efectos o en sus manifestaciones. La
vida nuestra es energía. Es la materia que tiene aptitud para generar movimiento constante.

Caracterización:

 Esta energía se obtiene por un proceso técnico.

 No es acumulable ni almacenable.

 Es esencial para la vida del hombre y para la actividad económica, es decir, tiende a satisfacer las
necesidades de consumo en todo momento y en todo lugar, con la misma calidad.

 Es un insumo y a la vez un bien complementario.

Servicio público: es el suministro de un bien indispensable para la persona y que en la adquisición de


ese bien o suministro no le resultan aplicables del todo, los mecanismos del mercado.

Del suministro de la energía resulta que nosotros somos usuarios, estamos conectado a una red que
es única, porque no es posible que cada uno tenga la suya propia

La interconexión entre la fuente de energía y los consumidores se hace a través de sistemas


troncales (sistemas de transmisión interconectados), que trasladan la energía en alta tensión, luego en baja
tensión, luego en una tensión mucho menor, que es la que usamos.

Esta distribución de energía por una sola red, hace que se generen los monopolios de hecho o
naturales, como no hay competencia y no se puede regular el suministro, el estado está obligado a intervenir
para que sea suministro sea igual en cantidad y calidad. Por eso el suministro, en la etapa de transporte o
distribución, es un servicio público que aparece, no por una calificación arbitraria, sino como una necesidad
de la realidad, es un monopolio técnico o natural, en donde el estado puede:

- Prestar el servicio directamente

- O hacerlo a través de un concesionario con su control permanente, los precios son motivo de
regulación para que tengan una relación justa y equitativa respecto al servicio que se presta y a las
necesidades que se satisfacen.
Otro problema que se plantea en el campo jurídico, además de establecer de quien es la energía, es
el problema jurisdiccional en la etapa de transporte y distribución. Esto se resuelve por principios
constitucionales, ya que la CN es la única que puede hacer surgir la jurisdicción.

Antecedentes jurídicos:

Pueden observarse tres etapas:

→ Concesiones Privadas: la misma ve desde principio de siglo hasta la década del 40. Se inicia, en la
ciudad de Buenos Aires, con la concesión dada a la Compañía Alemana Trasatlántica de Electricidad
(CATE), en 1970. Esta se transformó en Compañía Hispanoamericana de Electricidad, en 1918. El
servicio público será luego concedido a la Compañía Argentina de Electricidad y la Compañía Ítalo
Argentina de Electricidad. En el interior del país se van a ir otorgando en esos años una serie de
concesiones, tanto de generación como de distribución, a empresas privadas, inicialmente locales y
posteriormente transferidas a capitales externos.
→ Estatización y Centralización: este periodo se inicia con las declaraciones de caducidad de las
concesiones en 1943 y se va a prolongar, también por 40 años, hasta fines de la década del 80.
En 1943 el Gobierno Nacional crea la dirección General de Energía. En 1949, la
Constitución Nacional en su art 40 declara de propiedad nacional todas las fuentes naturales de
energía, excepto las de origen vegetal. Se crea el Fondo Nacional de la Energía, con el fin de
transferir recursos del sector de los combustibles térmicos al desarrollo de los abundantes recursos
hidroeléctricos ociosos.
En 1980 se transfieren a las provincias los servicios de distribución, los que quedaran a
cargo de empresas o entes estatales.
→ Privatización Regulada: en la década del 90 la situación crítica del abastecimiento y endeudamiento
de las empresas nacionales llevo a fines de los 80 a replantear la necesidad de un reordenamiento
del sector. Con ello se postuló el proyecto de formar una Empresa Federal de Energía que integrara
todas las empresas estatales. Posteriormente se firmó el Pacto Federal Eléctrico suscrito entre las
provincias y la nación.

La ley 24065 llamada de Marco Regulatorio Nacional estableció el nuevo régimen legal fundado en la
distinción entre generación, transporte y distribución, declarando a la primera de interés público y a las dos
últimas como servicio público.

Se establece un sistema de mercado para la venta mayorista de energía con criterios de costos
económicos, mercado que es administrado por CAMMESA. La etapa de generación se privatiza, debiendo las
empresas competir en el mercado momentáneo o vendiendo por contratos a término. Se crea un Ente
Nacional Regulador de Energía Eléctrica, los transportistas no pueden vender ni comprar energía, sino que
van a cobrar un peaje regulado por sus servicios. Los agentes nacionales del mercado serán controlados por
el ENRE quien debe cuidar que se produzcan prácticas monopólicas, que se afecten los intereses de los
usuarios y el medio ambiente.

Dicho régimen rige para el mercado eléctrico nacional y las provincias se reservaron la posibilidad de su
adhesión o no al ámbito de sus territorios. La mayoría de las mismas adhirieron solo los principios tarifarios, a
fin de recibir los recursos del fondo compensador tarifario. Por consiguiente la etapa de distribución
constitucionalmente en manos de las provincias, se encuentra en un estado de definición.
Régimen legal argentino:

Ley 15336 de 1960

La LEY 15336, dictada en 1960, rigió en todo el ámbito de la jurisdicción nacional. Dicha norma
caracterizaba a la generación, transformación y a la transmisión como de interés general y a la distribución
como servicio público. Definía a la energía como cosa jurídica distinta de la fuente. En su art 6° señalaba
como: de jurisdicción nacional la generación de energía eléctrica, cualquiera sea su fuente, su transformación
y transmisión, cuando:

a. Se vinculen a la defensa nacional.

b. Se destinan a servir el comercio de energía eléctrica entre la Capital federal y una o más provincias o
una provincia con otro con el Territorio de Tierra del Fuego, Antártida Argentina e Islas del Atlántico sur.

c. Correspondan a un lugar sometido a la legislación exclusiva del Congreso Nacional.

d. Se trate de aprovechamientos hidroeléctricos o mareomotores que sea necesario interconectar entre


sí o con otros de la misma o distinta fuente, para la racional y económica utilización de todos ellos.

e. En cualquier punto del país integren la Red Nacional de Interconexión.

f. Se vinculen con el comercio de energía eléctrica con una nación extranjera.

g. Se trate de centrales de generación de energía eléctrica mediante la utilización o transformación de


energía nuclear o atómica.

El régimen prevé el otorgamiento de concesiones para el aprovechamiento de energía hidroeléctrica


y cursos de aguas públicas cuya potencia normal exceda de 500 kW y para el ejercicio de actividad de
servicios públicos de electricidad. Prevé la autorización para el establecimiento de plantas térmicas o líneas
de transmisión o distribución, cualquiera sea su fuente, cuando la potencia fuera igual o superior a 5000 kW,
también se requiere autorización cuando dichas instalaciones sean inferiores a 5000 kW pero requieren el uso
de bienes públicos o afectados al servicio público.

La norma crea el Consejo Federal de la Energía Eléctrica, constituido por representantes de


Gobierno Nacional y de las Provincias. El mismo tiene como objetivo considerar y coordinar los planes de
desarrollo del sector eléctrico, asesorar al Poder Ejecutivo Nacional y a las Provincias y aconsejar
modificaciones a la ley o a su reglamentación.

Se forma el fondo Nacional de la Energía Eléctrica integrado por:

a. Con un aporte del Tesoro Nacional que se fijara anualmente.

b. Con el 50% como mínimo del producido de la recaudación de Fondo Nacional de la Energía,
pudiendo el Poder Ejecutivo incrementar dicho porcentaje a propuesta de la Secretaria de Energía y
Combustibles.

c. Con las regalías sobre el uso de las fuentes hidráulicas de energía que se establecen el artículo 15,
inciso 9.
d. Con el derecho de importación de la electricidad que en cada caso se establezca por los organismos
competentes.

e. Con el recargo de $0,10 por kW sobre el precio de venta de la electricidad. Queda facultado el Poder
Ejecutivo, previo dictamen del Consejo Federal de Energía Eléctrico, para modificar este recargo, no pudiendo
exceder del 15% de dicho precio de venta.

f. Con el producido de la negociación de títulos de deuda nacional que se emitan con cargo a ser
servidos con recursos del Fondo.

g. Con la recaudación por reembolso, y sus intereses, de los préstamos que se hagan de los recursos
del Fondo.

h. Con documentos, legados, aportes y otros recursos no especificados anteriormente.

Y este se aplicara en:

a. El 80% del mismo, con destino exclusivo a los estudios, construcción y ampliación de las centrales,
redes y obras complementarias o conexas, que ejecute el Estado Nacional.

b. El 20% remanente será trasferido al Fondo de Desarrollo Eléctrico del Interior, conforme con lo
dispuesto en el art 32, inciso d.

También se establecía el Fondo Especial de Desarrollo Eléctrico del Interior, que se integraba:

a. Con los excedentes de las tarifas y recargos que establezca el Poder Ejecutivo en la Capital federal y
Gran Buenos Aires.

b. Con los aportes de Tesoro de la Nación que correspondan a los compromisos del Fondo de
Restablecimiento Económico y otros que se determinen en la ley de presupuesto.

c. Con el diez por ciento del producido del Fondo Nacional de la Energía.

d. Con el veinte por ciento art 32, inciso d del Fondo Nacional de Energía Eléctrica.

Con dicho Fondo se otorgan préstamos a las Provincias para sus planes de electrificación.

ETAPAS:

PRIMERA: DE 1800 A 1940  privatización

SEGUNDA: DE 1940 A 1980  estatización

TERCERA: DE 1980 A 1990  privatización

CUARTA: DE 1990 EN ADELANTE  ley 24065 se incorporan entes reguladores (transporte distribución 
ss. pub / generación  de interés general) precio establecido por Mercado Eléctrico Mayor. (por contrato a
término o por mercado spot, según no intervenga o si la CAMMESA compañía administradora del MEM)

También podría gustarte