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NRFH, XIX RESEÑAS 423

un mismo tipo. Igualmente provechoso resulta el índice alfabético de


todas las formas incluidas en los mapas.
L a obra que nos ocupa tiene, pues, una gran ventaja. Gracias a lo
tupido de su red, permite hacer una excelente selección de las locali-
dades que se prestarían particularmente para llevar a cabo - y ojalá
se realizaran- encuestas lexicológicas. L a autoacusación dé Guiter
(p. 2), "nous avons souvent regretté l'absence de tel ou tel mot: i l
était trop tard pour rattrapper l'omission", se convierte así en una
invitación. Como dijo Gaston Paris, "que tous les travailleurs de bonne
volonté se mettent à l'œuvre!"
LOTHAR WOLF
Universität Heidelberg.

R A M Ó N MENÉNDEZ PIDAL, Crestomatía del español medieval. T o m o 1.


Gredos, M a d r i d , 1965; viii + 363 pp. ( S e m i n a r i o Menéndez Pidal).

Caso único el de Menéndez Pidal, como investigador, como creador


y como maestro. Su trabajo personal rebasa los límites de lo humana-
mente concebible; su labor como maestro se extiende sobre generacio-
nes y generaciones, en forma directa o indirecta. H a b l a r de l a escuela
española de filología es aludir, necesariamente, a don Ramón; pensar-
en la filología hispanoamericana obliga también a recordar de inme-
diato su figura. A pocos se les podría otorgar, como a él, el título de
Maestro.
Fruto de esa doble actividad - d e investigación y de magisterio- es
esta magnífica Crestomatía, en l a que los esfuerzos de varias generacio-
nes de filólogos - d i r i g i d o s y armonizados por don R a m ó n - se suman
a l a labor personal del maestro. Fruto armónico, también, de dos épocas
- d e dos momentos- de l a investigación filológica en España: iniciado
el trabajo durante los primeros años de vida del Centro de Estudios
Históricos, l a guerra civil vino a interrumpirlo de manera brusca, y no
pudo ser reanudado sino en 1954, gracias a l a fundación, dentro de l a
Facultad de Filosofía y Letras de l a Universidad de M a d r i d , del «Semi-
nario Menéndez Pidal», del que han salido ya tan sólidos trabajos de
investigación . Esa continuidad ha sido posible, a pesar de las vicisitu-
1

des históricas, dada l a gigantesca personalidad de don Ramón y l a


trascendencia de las tareas por él emprendidas. Y gracias a esa continui-
dad - t a n difícil de alcanzar en nuestros países hispánicos- se han po-
dido reunir los esfuerzos dispersos, consecutivos, de filólogos de tanto

i Los "cuatro estudios sobre el nacimiento de la historiografía romance en Cas-


tilla y Portugal" de DIECO CATALÁN, que llevan el título genérico de D e A l f o n s o X
a l conde de B a r c e l o n a (Madrid, 1962); los T r a b a j o s sobre e l d o m i n i o románico
leonés que editan el propio D . CATALÁN y A . GALMÉS, de los cuales han aparecido
ya dos tomos (Madrid, 1957 y 1960) ; el R o m a n c e r o t r a d i c i o n a l de las l e n g u a s h i s -
pánicas organizado en torno a la colección de textos y las notas de M A R Í A GOYRI y
R . MENÉNDEZ PIDAL, cuyos tres primeros volúmenes han sido ya editados, con estu-
dios introductorios, por R. Lapesa, D . Catalán, A . Galmés, T. Caso v M> T. Ca-
nellada (Madrid, 1957, 1963 y 1969); y la edición de la P r i m e r a crónica g e n e r a l de
España (Madrid, 1955) que Menéndez Pidal había publicado ya en 1906.
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mérito como Américo Castro, Tomás Navarro, Pedro Sánchez Sevilla,


Francisco J . Pastor, Enrique Moreno Báez, Enrique Hors, M? Soledad
de Andrés, Diego Catalán y Rafael Lapesa, entre otros no menos auto-
rizados; todos ellos asistidos por la dirección sabia y animados por el
empuje creador de Menéndez Pidal. A Rafael Lapesa se debe l a direc-
ción de la etapa final de la obra, así como el breve prólogo que l a pre-
senta. L a huella de su saber, de su seriedad y su dedicación se hacen
también palpables en l a antología. N o en balde es él uno de los discí-
pulos en quien más plenamente retoñan las cualidades de Menéndez
Pidal.
De tan venerable maestro y de tan excelentes discípulos no podría
desprenderse sino una obra admirable en todos los aspectos: en su i n -
teligente concepción, en su perfecta ejecución, en su limpia presenta-
ción. Se incluye en ella una abundante y afortunada selección de textos
castellanos, leoneses, asturianos, navarro-aragoneses y mozárabes, que
van desde un documento leonés del año 874 hasta los fragmentos de la
gesta de Los siete i n f a n t e s de Salas de comienzos del siglo xiv, pasando
por las "glosas" del siglo x, diversos documentos notariales, las jarchas
mozárabes, y varias selecciones del C a n t a r de mió C i d , del A u t o de los
Reyes M a g o s , de diversos fueros de todos los reinos cristianos, de l a obra
de Berceo, del L i b r o de los tres Reys d ' O r i e n t , de los poemas de clere-
cía, de las más antiguas colecciones de cuentos, de las obras del Rey
Sabio y de otros autores de su época, de las crónicas subsiguientes, del
Poema de Yúcuf, del L i b r o del caballero C i f a r y de otros escritos menos
conocidos -algunos de ellos hasta ahora inéditos-, todos de gran inte-
rés para el conocimiento de la historia de nuestra lengua. Esta sucinta
v parcial enumeración nermite foriarse una idea del rico v variado con-
tenido de la crestomatía. De cada uno de los textos en ella incluidos
se proporciona una breve noticia preliminar- fecha v l u e a r - d e compo-
sición manuscritos v ediciones existentes lugar eti qúe se conservan
actualmente los manuscritos estudios publicados sobre cada texto y
edición en que se basa la de' la antología. A l texto reproducido sismen
la indicación de las variantes (cuando se utilizan varios manuscritos)
y las anotaciones léxicas (sólo las indispensables) . 2

Ocioso parece advertir que se han utilizado las más fidedignas fuen-
tes de que se disponía. E n muchos casos se reproducen las copias hechas
personalmente por Menéndez Pidal sobre los documentos o códices ori-
ginales, así como fragmentos de las magistrales ediciones de diversas
obras publicadas por él mismo anteriormente: en los Orígenes del espa-
ñol, en los D o c u m e n t o s lingüísticos del r e i n o de C a s t i l l a , en las R e l i -
quias de l a poesía épica española, y pasajes de sus ediciones del C a n t a r
de mió C i d , el poema de E l e n a y María, la D i s p u t a del a l m a y el c u e r p o ,
etc. Otras veces se han utilizado los textos publicados por los más
escrupulosos editores que han trabajado sobre los antiguos monumentos
del idioma: Solalinde, Marden, Navarro Tomás, Willis, Knust, Staaff,
el P. Serrano, M a x Gorosch, Vignau, A . Castro y F. de Onís, etc. T o d o
ello es garantía de la pulcritud de los textos ofrecidos. A este respecto,

2 T a l vez excesivamente reducidas, si se piensa en las necesidades de los estu-


diantes universitarios que puedan servirse de esta obra.
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con el f i n de hacer un sondeo, a manera de prueba, he confrontado la


transcripción del manuscrito del L i b r o de los tres Reys d ' O r i e n t que
en la crestomatía se nos proporciona con la que ofrece Manuel Alvar en
la edición que de ese poema publicó precisamente en el mismo año
en que aparecía la Crestomatía. Sólo he advertido tres discrepancias : 3

v. 172: "dármelo" (en la Crestomatía) frente a "datmelo" (en la ed; de


A l v a r ) ; v. 203: "metióse" ( C r e s t . ) y "menose" (Alvar); y v. 207: "les"
y "los" respectivamente. Sin ver el manuscrito, sólo puede aventurarse
una opinión lógica: en el primer caso, parece desde luego preferible la
lectura de Alvar, pues que se trata de un uso imperativo; menar hace
también sentido perfecto; el loísmo del v. 207, aunque posible en la
época, sólo puede determinarse con el ms. ante los ojos. E l cotejo de
otros pasajes de la antología con las ediciones en que están basados,
muestra que la impresión se ha realizado con absoluto esmero; a juzgar
por las confrontaciones que he hecho, me inclinaría a pensar que la
obra está prácticamente libre de erratas de imprenta.
He aquí/en conclusión, una obra de enorme utilidad, no sólo para
los alumnos de nuestras universidades, sino también para todos los es-
tudiosos e investigadores de la lengua española*.

J. M. LOPE BLANCH
Universidad Nacional Autónoma de México.

BERTIL M A L M B E R G , E s t u d i o s de fonética hispánica. C.S.I.C., Madrid,


1965; 154 pp.

He aquí un meritorio intento de estudiar y encuadrar ciertos hechos


de la pronunciación española en u n marco estructuralista, con especial
insistencia en lo fonológico, a l a manera de la escuela de Praga. T o c a
Malmberg algunos temas muy espinosos, que han preocupado a los más
reputados hispanistas, y sus opiniones son originales y bien razonadas.
Nos parece, sin embargo, que a menudo sus planteamientos resultan
discutibles.
E l capítulo sobre el ideal silábico del español no deja de ser nove-
doso, pero difícilmente llega a convencer. Malmberg desarrolla la idea
central de que el español, ya desde la época del latín vulgar, tiende a
deshacerse de sus consonantes finales de sílaba para convertirse en una
lengua de sílabas libres, terminadas todas en vocal. Esta tendencia ex-
plicaría una serie de fenómenos aparentemente inconexos, como el debi-
litamiento del consonantismo, la caída de los grupos cultos, la aspirá-
is Aparte de algunas, secundarias, de carácter ortográfico: -/- frente a -//-, c en
lugar de c ante vocal palatal, s corta y larga, etc.
i Porque la Crestomatía reúne, a este respecto, un mérito más: el de la opor-
tunidad. Se hacía ya urgente la publicación de una antología amplia del idioma
castellano, y ésta es muchísimo más rica que la de D. J . GIFFORD y F. W . HODCROFT
( T e x t o s lingüísticos d e l m e d i o e v o español, lf ed., Oxford, 1959) e infinitamente
más valiosa que la del P. Vicente Gómez-Bravo, o que otras aún más reducidas v,
por otra parte, completamente agotadas desde hacía muchos años, como la de
J. D. M . Ford o la de A. Zauncr, por ejemplo.

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