Relaves
Relaves
MINEROS
MEDIO AMBIENTE
INGENIERÍA GEOLÓGICA
MECÁNICA DE SUELOS
RELAVES MINEROS
La tendencia actual de la minería es encumbrarse como un sector responsable de sus
operaciones y protector del medio ambiente. La explotación de los recursos
metálicos deja grandes residuos que, de no atenderse inmediatamente, podrían
representar una grave amenaza al ecosistema. Para contrarrestar este riesgo,
surgen empresas con propuestas para el encausamiento de relaves, a través de
inmensos tranques (o depósitos para relaves). En esta edición, enlistamos a las
principales firmas del mercado, con amplia pericia en el tema.
Para entender el nivel de peligro de los relaves mineros, si no son confinados, basta
con citar el caso del cerro Tamboraque (Huarochirí), el cual alberga –según el
ingeniero Óscar Cáceres, asesor del Comité Nacional de Salud Ambiental del
Ministerio de Salud (MINSA)- aproximadamente 400 millones de metros cúbicos de
lodo y rocas, que amenazaban con desplomarse y contaminar el río Rímac y dejar, por
varios meses, sin agua a los habitantes de Lima.
Como era imposible seguir esquivando la mirada ante las venideras consecuencias, el
Ministerio de Energía y Minas (MEM) emprendió la construcción de los muros de
contención dispuestos en los tres depósitos de Tamboraque y uno en la relavera
Triana, este último culminado a fines de octubre pasado.
“El resto de las partículas, sin contenido mineral o muy bajo, forman los relaves.
Estos se denominan residuos del proceso de concentración, y se trasladan por vía
húmeda o seca a los depósitos de relaves para su almacenamiento definitivo. En su
diseño se consideran las características físico-químicas del relave, la presencia de
agua, las condiciones climáticas del lugar y el entorno del emplazamiento”, indica
Juan de Dios, Consultor Sénior de Geotecnia de SRK.
Cabe precisar que los relaves no son todos los mismos, pues existen hasta cuatro
tipos. Respecto al modelo del tranque, los más comunes poseen defensas de
contención hechos con material de empréstitos y arena de relaves.
Actualmente, Cepromet dispone de una planta piloto para realiza todas las etapas de
transformación. Ante la posibilidad de contaminación de los ladrillos por el material
con el que se elaboren, su Gerente, Juan Miguel Zegarra, responde que el proceso
que se sigue en la planta piloto también se encarga de la descontaminación.
Gestión correcta
Desde sus conocimientos en diseño de presa de relaves, Heiner Bueno sostiene que
para construir esta instalación lo primero será hacer una buena investigación de
campo para caracterizar el sitio y materiales (relave), hacer la ingeniería
(conceptual, básica y detalle) y controlar la calidad de la construcción.
Asimismo, señala que no hay regla general para gestionar el correcto acopio,
transporte y descarga de los relaves al depósito, debido a que cada depósito es único
y con una composición diferente (ya sea en su geometría, ubicación, etcétera).
Ante una desviación del diseño en cualquiera de estos procesos, menciona que la
operación y el diseño deberían considerar sistemas de contingencias que permitan
administrar y minimizar las consecuencias (operacionales y ambientales alrededor
del sistema de transporte), lo que puede implicar multas y hasta paralización del
mina completa.
“Por lo tanto tenemos: los relaves convencionales con una concentración Cp 44% al
55%, los relaves espesados con una concentración Cp 56% al 65 %, los relaves en
pasta con una concentración CP 66% al 75% y los relaves filtrados que tienen aún
menores contenidos de agua (10% al 20% de humedad relativa) por lo que son
manejados más bien como un sólido y no un fluido”, precisa.
Los típicos depósitos son con muros de contención de empréstitos y arena de relave.
En ambos casos – añade el representante de Arcadis – la construcción del muro de
contención se hace etapas discontinuas y continuas respectivamente.
“En caso de los muros de empréstitos, el recrecimiento del muro son cada 2 años
promedio, dejando una gran diferencia (revancha entre la corona del muro y el nivel
del relave en su interior) y para los muros de arena, el crecimiento es de forma
continua sobre la corona del muro, evitando tener una revancha menor a 3 a 5
metros”, enfatiza el experto.
Además, menciona que los principales componentes de un depósito son sistemas de
filtraciones, sistemas de drenaje, evacuadores de aguas lluvias, los equipos de
bombeo de relaves, bombas de recuperación de agua, sistemas clasificación de
relaves, espigots con tuberías de HDPE para la correcta depositación de relaves y
arena, y equipos de compactación (bulldozers).
Recirculación hídrica
“Entre el 90% al 95% de las pérdidas de aguas de una minera se producen en el
depósito de relaves, por lo tanto, toda la gestión de reducción de pérdidas aporta a
optimizar el agua recuperada. Sumado a eso, el manejo de lagunas, minimizar playas
húmedas, el uso de membranas en el suelo en la zona de la laguna aporta
significativamente”, analiza Heiner Bueno.
“La estabilidad química de estos depósitos se asegura con estudios necesarios para
evaluar la ocurrencia o no de derrames ácidos y, en caso de existir, se generan
diseños para mitigarlos. Para la estabilidad física, se requiere caracterizar los
materiales y suelos, definir solicitaciones de fuerzas (sismos) y diseñar de acuerdo
a eso para que cumplan las cargas y normas”, recomienda el Jefe de Ingeniería de
Arcadis.
SRK Consulting
“Los relaves se originan en los procesos de concentración de minerales metálicos,
que se inician con las etapas de chancado y molienda hasta alcanzar tamaños menores
a un milímetro. El mineral molido se mezcla con agua y reactivos hasta formar una
pulpa que pasa a la etapa de flotación para la separación del mineral”, describe Juan
de Dios Menéndez, Consultor Sénior en Geotecnia de SRK Consulting.
Factores de peligro
A consideración del especialista, el colapso de la presa o depósito suele originarse
por circunstancias como el mal manejo de la disposición de relaves durante la
operación; una mala construcción o materiales de préstamo no apropiados; o, el mal
manejo de la laguna de aguas claras, la cual está muy pegada al dique contenedor.
Por otro lado, para una buena construcción de la presa de relaves –agrega– se deben
emplear materiales adecuados, los cuales deben colocarse y compactarse, según las
indicaciones de las especificaciones técnicas.
Transporte de relaves
Juan de Dios explica que los relaves en pulpa se transportarán a la poza, mediante
tuberías, por el principio de gravedad o impulsión; los relaves espesados se
conducirán a través de tuberías, por impulsión; los relaves en pasta se movilizarán
en tuberías, por impulsión; y para los relaves filtrados, el medio de transporte será
en volquetes, fajas o cablecarril.
“Todo proceso mal ejecutado o que no cumpla con la normativa vigente, presentará
riesgo de derrames que pueden contaminar áreas pequeñas como extensas. Por ello,
es necesario que el transporte de estos residuos cuente con medidas de contingencia
para evitar estas ocurrencias”, aconseja.
Estabilidad de la estructura
La capacidad máxima de almacenamiento del depósito está definida por los límites
de propiedad, la topografía de la zona y las demandas de la mina. No obstante, lo
fundamental será asegurar el equilibrio físico y químico de esta instalación.
“La estabilidad química se asegura previendo que el relave no entre en un proceso de
lixiviación; por ello, es importante encapsular los residuos con coberturas que eviten
el ingreso de agua y/o aire al interior del depósito”, manifiesta el ingeniero de SRK.
De esta manera, es preciso que el relave sea inocuo, presente un diseño operacional
que permita neutralizar el depósito, pueda depositarse por debajo de un nivel de
agua o inundar el depósito, aísle la superficie del depósito mediante coberturas
impermeables, y a través del desarrollo de biomasa sobre el depósito de relaves.
Etapa de cierre
El cierre de la poza de relaves mineros – aclara el experto – consiste principalmente
en implementar un adecuado sistema de manejo de agua, mediante la colocación de
una cobertura (simple, semicomplejo o complejo, de acuerdo a la necesidad), obras
para captar y conducir las aguas superficiales de contacto y no contacto y del
drenaje y, si se requiere, sistemas para tratar o neutralizar estas aguas antes de su
descarga al ambiente.
BIBLIOGRAFÍA