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Universidad Mariano Gálvez

“Cuilapa, Santa Rosa”

Facultad de Psicología Clínica

Alumna: Mildred Areli Salazar Hernández

Carnet: 3007-19-18188

Grado: 2do. Semestre

Trabajo: Investigar la antropología de Guatemala, Antropología aplicada y su


relación con la Psicología como ciencia.

Catedrático: Edvin Lucas


Introducción
Este trabajo tan solo constituye un acercamiento preliminar a un tema apasionante
y de vital importancia en la historia de la antropología y sobre el aporte de la
antropología a la historia nacional. Por la naturaleza y objetivos del trabajo, muchos
aspectos solamente fueron mencionados y/o ubicados, pero es necesario
profundizarlos en un programa de investigación sobre la historia del quehacer y el
pensamiento antropológico guatemalteco, desde la perspectiva de la historia
intelectual y/o cultural. Entrelaza contextos sociales y políticos, influencias
intelectuales y culturales, construcciones institucionales y vidas de antropólogos y
antropólogas que han contribuido de manera determinante a dotarnos de una
herencia importante. Es posible ver a la antropología y a la psicología como
disciplinas vecinas, de esta proximidad puede identificarse un lazo por el que fluye
un gran cúmulo de ideas que se afectan e influyen mutuamente. El propósito del
presente artículo es explorar, así como exponer la interacción, las convergencias y
divergencias en el desarrollo de ambas disciplinas y la oportunidad de nuevas
perspectivas de intercambio científico en el conocimiento del hombre. Esta puede
ser, por un lado, una gran oportunidad de retroalimentación y crecimiento para
ambas disciplinas, pero, al mismo tiempo, significa la posibilidad pantanosa de
perder los límites y la identidad individuales. Si habláramos de dos disciplinas bien
delimitadas, esta tarea sería algo menos riesgosa, sin embargo, la propuesta es
entre dos campos algo imprecisos, en el sentido de la diversidad que encontramos
en su interior y que, en principio, comparten. Tanto la antropología como la
psicología desde sus inicios se han caracterizado por una búsqueda constante de
la propia definición y reconocimiento como ciencias. Ambas, en el sentido más
amplio, tienen como objetivo, el estudio del hombre en las diferentes
manifestaciones de su conducta y su vida en interacción con el mundo; y el ser
humano al ser la criatura con el hábitat más extenso y con la mayor pluralidad de
variables de intercambio, el trabajo se hace amplio y complejo. Consideramos que
el intercambio en el trabajo multidisciplinario puede favorecer planteamientos y
conclusiones más incluyentes y extensas en este sentido.
Antropología de Guatemala

Importancia del periodo para la antropología guatemalteca


Si bien, el periodo formativo de la antropología guatemalteca se configura desde el
siglo XVIII, madura en la primera mitad del siglo XIX y adquiere su carácter
“disciplinar” en la segunda mitad del siglo XIX, su institucionalización implicó
esfuerzos sostenidos que cobran relevancia especial en la primera mitad del siglo
XX con la sistematización del trabajo de campo vinculado a lo que se denominó el
problema del indio.

Uno de los actores de este proceso de institucionalización es Francisco Rodríguez


Rouanet quién durante 32 años laboró en el Instituto Indigenista Nacional desde su
fundación el 28 de agosto de 1945 a 1977. Previamente en 1938 había escuchado
sobre el proceso de discusión de los “problemas indígenas en América Latina”.

Puede afirmarse que la producción académica y social del Instituto Indigenista


Nacional, marca un antes y un después del desarrollo antropológico en Guatemala,
entre la guía de Murdock y la ficha temática que delinea el camino de la monografía
en el país, por lo que resulta especialmente importante conocer quiénes son los
antropólogos que las desarrollaron. La historia disciplinar e institucional de la
antropología guatemalteca, está incompleta si no se articula con la historia de los
antropólogos que la hicieron posible.

Hacer antropología en el siglo XXI, implica reconocer la existencia de una


experiencia antropológica acumulada por generaciones, la que lamentablemente
muchas veces pasa al anonimato. De las etnografías construidas desde el trabajo
de campo sistemático de los años 40 que dieron como resultado las monografías
de decenas de pueblos de Guatemala, se ha pasado a la monografía construida
desde las fuentes secundarias. El dato empírico ha cambiado, de la riqueza de la
vida cotidiana y la fuente directa a través de la investigación etnográfica, a la
recopilación vía informática o de textos de referencia.

Sin pretender comparar ni realizar valoraciones adjetivas sobre una u otra forma de
trabajo, de un contexto a otro, en este ensayo se busca valorar la dedicación, el
esfuerzo y el aporte de los pioneros del trabajo de campo antropológico en
Guatemala, sin cuya contribución difícilmente la antropología guatemalteca tendría
un legado tan importante.
Ambiente intelectual y político
El ambiente intelectual en el que se construye la transición entre la concepción del
denominado problema indígena (problema del indio) y el desarrollo de la
antropología guatemalteca de la década de los 40 a la década de los 50 del siglo
XX vincula procesos, políticas e ideologías de la segunda mitad del siglo XIX y
esfuerzos de carácter nacional y continental de las primeras décadas del siglo XX.

Un antecedente importante de influencia intelectual del pensamiento indigenista fue


la política segregacionista de la segunda mitad del siglo XIX y a partir de la
independencia y construcción de los Estados republicanos, como lo es la política
incorporativa.

Puede afirmarse que con la Revolución Mexicana de 1910-1917 el pensamiento


indigenista adquiere una dimensión sistemática como ideología y como política y es
asumido por algunos de los Estados oligárquicos latinoamericanos.

Si bien a nivel de política de Estado no puede afirmarse una influencia orgánica del
indigenismo en Guatemala, su incidencia en las concepciones y metodologías
antropológicas es importante, ya que uno de sus fundamentos fue la integración de
los sistemas socioculturales atrasados y obstáculo al desarrollo nacional. Al retomar
los principios del relativismo cultural, el indigenismo planteó la ineludible asimilación
de las culturas indígenas a la sociedad nacional. Construir al “indio” como ciudadano
de la nación, desde un carácter “no colonial” lo que implicó el rescate de su cultura
y tradiciones. Esta concepción se expresó en el discurso civilizador del periodo a
partir de nociones como área cultural, la que se constituye en una de las principales
metodologías de investigación etnográfica como instrumento heurístico,
clasificatorio y cartográfico de los grupos étnicos.

En lo social y político - para el caso de Guatemala – los primeros esfuerzos de


institucionalización indigenista se dieron durante la dictadura de Jorge Ubico.

No obstante que, en dictamen del 16 de septiembre de 1940, el Consejo de Estado


de Guatemala manifestó que “el proyecto de convención en su forma actual,
satisface las humanitarias aspiraciones que se persiguen y que el instituto será de
inmensos beneficios para la elevación moral y cultural de la raza indígena” hubo de
prevalecer en el gobierno de aquel entonces el criterio expresado por el Ministro de
Educación Pública de que en Guatemala no había problema indígena.
No es sino hasta 1945 con el gobierno de Juan José Arévalo Bermejo que se crea
el Instituto Indigenista Nacional. Como antecedente es importante señalar que el
mismo se crea a instancias de la Sociedad de Geografía e Historia dirigida por el
Licenciado David Vela.

El gobierno de la Revolución comprendió la necesidad de impulsar un esfuerzo


sistemático y científico de conocimiento de la realidad nacional, como fundamento
para trazar las grandes líneas de su desarrollo. Por lo que es importante mencionar
la creación de la Facultad de Humanidades y dentro de la misma del Departamento
de Historia de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

La influencia de la concepción culturalista de la historia y principalmente del


culturalismo norteamericano, la presencia de la empresa religiosa ILV, aunada a la
influencia del importante pensamiento indigenista construido a partir de la revolución
mexicana de 1910-1917 y los congresos interamericanos sobre el “problema
indígena” dominaba el ambiente intelectual. Con la llegada de la revolución de
octubre los esfuerzos indigenistas se consolidan tanto a nivel conceptual,
institucional como metodológico.

Fundamentos indigenistas y su institucionalización: bases conceptuales y


metodológicas en la creación y desarrollo del Instituto Indigenista Nacional.
Imbuido en las influencias socio-políticas e intelectuales señaladas con anterioridad
se inicia una nueva etapa del trabajo indigenista en Guatemala, a partir de su
institucionalización y como parte de un proyecto político de carácter nacional.

En el Editorial del primer Boletín del Instituto Indigenista Nacional se señala que: En
la contemplación de los fenómenos sociales se presentan dos aspectos
fundamentales: el histórico que es la más amplia relación causa efecto y el funcional
que podría decirse que es la satisfacción de determinada necesidad por medio de
una costumbre de un grupo social. Una de las labores fundamentales del Instituto
habrán de orientarse hacia la investigación de la función y el presente significado
de los diversos aspectos de las culturas indígenas del país, en una forma racional,
que implica la constatación objetiva de los fenómenos considerados”.

Si bien, prevalecía una idea general en torno al llamado “problema indígena”, es


importante destacar algunos aspectos fundamentales en las definiciones
institucionales anteriores: la necesidad de articular la historia al análisis social y la
metodología; un esfuerzo por reconocer la diversidad de culturas indígenas y la
necesidad del trabajo de campo directo -comunitario (en la fuente) como base de la
construcción de lo que posteriormente fueron las monografías y por supuesto el
desarrollo del método etnográfico. Un antecedente importante fue la realización en
1943 del Congreso de Maestros Indígenas en Cobán, Alta Verapaz y de donde el
Licenciando Antonio Goubaud Carrera selecciona los primeros cuatro
investigadores de campo.

De acuerdo con Don Francisco Rodríguez Rouanet los primeros trabajos del
Instituto se orientaron al conocimiento de la distribución de las “lenguas” indígenas
y quién era el indígena: ¿Quién y cómo era el indígena en Guatemala? El Instituto
Indigenista Nacional siguió dos líneas metodológicas iniciales para el abordaje del
llamado “problema indígena” fueron: una el “mapeo” de las “lenguas indígenas” y la
otra la “caracterización” de quién era el indígena en Guatemala.

Se utilizaron como herramientas básicas: en una primera etapa la anotación en el


diario de campo y luego en la ficha temática de acuerdo a la Guía de Murdock, el
cuestionario y la Encuesta.

La elaboración de un mapa de distribución de las lenguas indígenas, el cual se hizo


en dos partes: la primera fue por porcentajes de habitantes por municipios basado
en el Censo de Población de 1940, que en aquel tiempo era el único documento
oficial; y la segunda parte fue por áreas lingüísticas.

A nivel conceptual se establecieron los criterios y/o marcos para la identificación del
indígena, de manera general el Instituto asumió la visión culturalista de la historia
que identifica la trilogía lengua- raza-cultura18, a saber: si el apellido es indígena;
si habla lengua indígena; si usa traje indígena y si tiene costumbres indígenas.

Mediante el trabajo de campo dichas preguntas serían validadas, por lo que en el


proceso se fueron dando cambios y variaciones. Como ejemplo se eliminó como
criterio lo del apellido indígena y el uso del traje a partir de reconocer los cambios
que se estaban dando. Prevaleció la importancia de la enseñanza de la lengua
indígena en la familia y la comunidad y las costumbres. Ambos ejes problemáticos
de la investigación y reflexión indigenista fueron madurando y desarrollando nuevas
metodologías.
En lo que se refiere a las “lenguas indígenas” en 1946 se realiza el Primer Congreso
Lingüístico Nacional, que dio como resultado la elaboración de los alfabetos para
escribir los idiomas indígenas. Un aspecto interesante señalado por Francisco
Rodríguez Rouanet es que esté alfabeto se realizó sobre la base del alfabeto del
idioma español, extractándose las letras principales de cada uno de los cuatro
idiomas mayoritarios21. En este momento se contó ya con la presencia de lingüistas
norteamericanos de las Universidades de Chicago y Harvard.

Es importante señalar que a partir de la década de los 50, el Instituto Indigenista


Nacional ya bajo la dirección de Joaquín Noval, quién realizó convenios de trabajo
con el Instituto Lingüístico de Verano. De acuerdo con Francisco Rodríguez Rouanet
dicha colaboración consistió en la elaboración de cartillas en idioma indígena /
español, para alfabetización y castellanización.

Un aporte importante para el desarrollo metodológico de las investigaciones del


Instituto Indigenista lo dio el Dr. Benjamín Paul de la Universidad de Harvard a partir
de la década de los 50s., a través de la elaboración y aplicación de guías de
investigación social más amplias, al incluir aspectos sociales de la cultura y la vida
cotidiana. Se empieza a hablar de desarrollo de la comunidad.

Puede afirmarse que a partir de la adopción y desarrollo de esta guía temática (guía
de investigación social) se construye la estructura temática básica de la monografía
realizada en Guatemala por el Instituto Indigenista e incluso sin muchas variaciones
hasta la actualidad, la misma se integró con los siguientes aspectos (los que se
constituyeron en los capítulos de las mismas):

I Ecología; II Vivienda; III Mobiliario; IV Vestimenta; V Agricultura; VI Industrias


(artesanías); VII Ocupaciones; VIII Organización social, IX Estructura sociopolítica
y religiosa; X Salud; XI Mundo sobrenatural; XII Ciclo de la vida individual y XIII
Misceláneas.
I Ecología
XIII
II Vivienda
Misceláneas

XII Ciclo de la
vida III Mobiliario
individual

XI Mundo
sobrenatural Estructura IV
Vestimenta

Temática
X Salud V Agricultura

IX Estructura
VI Industrias
sociopolítica
(artesanías)
y religiosa
VIII
VII
Organización
Ocupaciones
social
Antropología aplicada y su relación con la Psicología como ciencia
La psicología en la antropología, y viceversa
Se ha defendido la postura de la interacción mutua e interdependiente de los
aspectos individuales, culturales y sociales; con el reconocimiento de que cada
variable requiere un abordaje complejo que no se soluciona con una simbiosis
disciplinar. La exposición anterior ha vaciado diferentes momentos en el desarrollo
de la psicología en que ha reconocido, planteado y propuesto la retroalimentación
con el trabajo antropológico. Esta ciencia psicológica, que en parte tiene el mismo
origen histórico que la antropología, tiene que conjugar con esta disciplina mal
definida, vigorosa y ocasionalmente imperialista.

En la revisión de la antropología y la influencia de las disciplinas psicológicas puede


distinguirse, de manera más o menos clara, su articulación con las tres principales
variedades nacionales de antropología y etnología.

Si consideramos a los principales representantes de las tres antropologías


nacionales, resulta que para Franz Boas el material psicológico más importante
pertenece al dominio de lo inconsciente, para Malinowski pertenece al dominio de
lo consciente, mientras que para Radcliffe-Brown es, grosso modo irrelevante. El
caso de Lévi-Strauss es similar al de Franz Boas, él señala en la construcción de
su particular antropología estructuralista: “el objetivo del antropólogo es captar,
detrás de las imágenes conscientes y siempre cambiantes de los hombres, el rango
total de las posibilidades inconscientes”.

En el caso de la antropología destacamos su vínculo con los antecedentes y


aportaciones de las disciplinas y escuelas que abordan el complejo de la psique
más que exclusivamente de la psicología como ciencia

El caso de los Estados Unidos: cultura y personalidad


La antropología estadounidense es antropología cultural y no social como en el caso
en Inglaterra y se presta mejor a incorporar una dimensión psicológica, de manera
que realmente es difícil imaginarse la antropología cultural estadounidense sin
incluirla a ésta. Podemos buscar algunas de las raíces y las condiciones
fundamentales de esta antropología psicológica en los Estados Unidos en tres
antecedentes.
Primero en Franz Boas, quien reformuló el concepto de cultura de Tylor:
enfocándose sólo en aquellos aspectos que tienen que ver directamente con la idea
de cultura, y rechazando los modelos simplísticos de determinación biológica o
racial, los criterios etnocéntricos de evaluación cultural y la nueva apreciación del
papel de procesos sociales inconscientes en la determinación del conducto
humano. Significaba una percepción del hombre no tanto como ser racional, más
bien como ser racionalizante. A la manera del lenguaje de Thomas Kuhn, podemos
decir que este cambio, tomado en su totalidad, fue “una parte crucial de la
emergencia del paradigma científico moderno para el estudio de la humanidad”.

Otro antecedente lo constituye precisamente E. B. Tylor, con su definición del


concepto de cultura: “todo aquel complejo que incluye conocimiento, creencia, arte,
moral, derecho, costumbre y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos
por el hombre como miembro de una sociedad”.

El tercer antecedente se encuentra en el pensamiento de Freud, pues su teoría


permitió a los científicos sociales explicar el proceso psicológico individual, así como
las peculiaridades de la expresión humana que aparecen en la religión, arte, tabúes,
y “sistemas proyectivos”.

La antropología británica y las ciencias de la mente


La presencia de la psicología es mucho menos conspicua en la antropología
británica. Un historiador de la antropología británica escribe:

Llegué pronto a la conclusión de que la psicología era tabú para el antropólogo


social; aproximadamente entre 1940 y 1970 se fortificó en Gran Bretaña un
funcionalismo estructural decididamente antipsicológico, y la corriente opuesta más
importante, la etnografía histórico-humanística de Evans-Pritchard era igualmente
antipsicológica.

La temprana antropología evolucionista, de corte especulativo, fue creada por


abogados en Inglaterra, y un elemento de primera importancia en la creación de una
antropología moderna fue la introducción del trabajo de campo. A este respecto una
fecha de mucha relevancia es el año 1898, cuando zarpó la famosa expedición al
Torres Strait bajo el mando de Haddon, un científico natural cuyos intereses se
habían movido desde las rocas, pasando por los fenómenos biológicos, hacia los
fenómenos mentales.
En la planeación de la expedición de repente se encontró rodeado de psicólogos, y
el carácter general de la expedición era de corte muy psicológico. W. H. R. Rivers
era médico de formación, pero especializado en psiquiatría, igual que Charles
Seligman. Charles Myers y William McDougall eran estudiantes de Rivers, y
posteriormente fundarían respectivamente la psicología industrial y la psicología
social en Inglaterra. Finalmente participaron Sydney Ray, profesor de secundaria en
Londres y especialista en lenguas melanesias, y Anthony Wilkin, estudiante de
Haddon y encargado del trabajo fotográfico, este último fue el único antropólogo en
la expedición.

En el caso de Radcliffe-Brown, el otro fundador de la antropología británica


moderna, en su variedad de estructural-funcionalismo, la cuestión es menos
complicada: él toma como punto de partida la declaración programática de su gurú
Emile Durkheim, “los hechos sociológicos se tienen que explicar por medio de otros
hechos sociológicos”, con la que, grosso modo, excluye el material psicológico de
su horizonte o, por lo menos, minimiza su importancia.

La psiquiatría y la etnología francesa: la etnopsiquiatría


Después de la incursión en los campos de la antropología psicológica, con su
curiosa y enredada historia británica, y la antropología psicoanalítica, con su
aplastante dominación en la antropología cultural norteamericana, podemos
empezar a buscar la tercera disciplina, la “etnopsiquiatría”, partiendo de una
definición provisional: la etnopsiquiatría ha sido definida como: “el estudio
antropológico de la enfermedad mental en tanto que señal de un enfoque propio de
una cultura determinada”.

Avanzando en el tiempo, puede llegar a comprenderse con facilidad que la


etnopsiquiatría parte del punto donde paró la cultura y personalidad alrededor de
1960, para llamarse psicología antropológica. Podemos distinguir diferentes
escuelas de la psiquiatría que se han relacionado a su historia y que se diferencian
en su planteamiento y tratamiento de la enfermedad mental. La más conocida, la
teoría psiquiátrica, dice que la persona perturbada debe aislársele del ambiente que
produce la perturbación. Su opuesto, la corriente antipsiquiátrica, platea que la
enfermedad social es un mito, cuya función es encubrir los conflictos sociales y se
refiere a los estereotipos de la enfermedad como modelos aprendidos.
Según Fernández (citado en Prado, 2005), se puede hacer una división de la historia
de la etnopsiquiatría en tres etapas: En la primera se dan los estudios que
contrastan culturalmente estados de enfermedad mental. Aquí se ubican los
estudios realizados por el médico alemán Emil Kraepelin en Java, entre 1903 y 1904
en los que compara los estados de psicosis de los indígenas de Java y los europeos.
Estos estudios constituyeron el capítulo “las enfermedades mentales en otras
culturas” dentro de la séptima edición de su Compendium der Psychiatrie; Kraepelin
fue en su tiempo un médico e investigador importante, contrincante de Freud, y con
él, el estudio de la enfermedad mental se adaptó al discurso científico pasando a
“modelo biomédico”. Fue el forjador de los conceptos de esquizofrenia (bajo el título
de demencia praecox) y enajenación maniaco-depresiva.

La etapa intermedia está representada por la producción de gran cantidad de


investigación y material poco serio y mal trabajado respecto al tema de la
esquizofrenia En este tiempo se puede tener cuenta del abordaje de la enfermedad
mental con una visión preestablecida, prejuiciosa y occidentalizada.

La última etapa identificable inicia a partir de 1955, año en que se produce una gran
cantidad de investigaciones con alto rigor metodológico. Durante esta etapa se
consolida la etnopsiquiatría, sus objetivos y problemáticas de estudio. Además, se
reconoce el relativismo y especificad cultural de los diferentes cuadros de
enfermedad mental, su sintomatología y tratamiento.
Conclusiones

 Conocer la historia del desarrollo de la antropología y de la etnografía


guatemaltecas, permite tomar conciencia del trabajo de campo sistemático
(praxis), en donde la fuente cobra un sentido singular. Y a la vez
redimensiona el aporte de la antropología a la historia cultural e intelectual.

 La antropología es la ciencia que estudia la realidad humana en los aspectos


sociales y biológicos del hombre, ara ello enfatiza y pone especial enfoque
en los asuntos concernientes a las culturas; y siendo el nuestro un País
multicultural, la comprensión de su complejidad puede facilitarse utilizando
una de sus ramas, esto es, la antropología cultural o social.

 Tanto la antropología como la psicología son disciplinas muy jóvenes y, sin


embargo, el terreno que hemos podido cubrir en este artículo corresponde
solamente a lo que podemos llamar enfoques clásicos.
Bibliografías
 La creación de las múltiples disciplinas de la ciencia social se da como
parte del esfuerzo general del siglo XIX de obtener e impulsar el
conocimiento objetivo de la realidad con base a descubrimientos empíricos.
En: Immanuel Wallerstein. Abrir las ciencias sociales, Siglo XXI Editores,
9na edición, México 2006.

 Alicia Castellanos. Racismo e identidad étnica. En: El debate de la Nación


(Cuestión Nacional, Racismo y Autonomía), Capítulo III, Claves
Latinoamericanas, México, 1992.

 Douglas, M. (ed.) (1971). Witchcraft Confessions and Accusations.


Tavistock, London.

 (1988). “Psicología y antropología. Reflexiones sobre la experiencia


británica”, en Kuper, A. J. Ortodoxia y tabú. Apuntes críticos sobre la teoría
antropológica. Bellaterra, Barcelona
E-grafías
file:///C:/Users/ESTIVEN/Downloads/67005387-Antropologia-e-Historia-de-
Guatemala.pdf

https://es.scribd.com/doc/67005387/Antropologia-e-Historia-de-Guatemala

https://www.redalyc.org/pdf/104/10413105.pdf

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