Apocalipsis 13 - La Primera Bestia (Tema 42) PDF
Apocalipsis 13 - La Primera Bestia (Tema 42) PDF
Además vimos como Dios intervino y permitió que “la tierra” ayudase a la mujer perseguida. Colón descubrió
América en 1492 d.C. Martin Lutero inició la reforma protestante 25 años más tarde en 1517 d.C. clavando las
95 tesis en la Iglesia de Wittenberg. Para aquel entonces la noticia del “Nuevo Mundo” se había dispersado
por toda Europa y América del Norte se convirtió en el refugio para los protestantes perseguidos por causa
de su fe, como estudiaremos con detalle en el subsiguiente tema.
Es muy significativo que esta bestia tenga un nombre blasfemo sobre sus cabezas, lo que nos muestra que
este poder está en contra de Dios. Además es semejante a un leopardo, un oso y un león. Pues esta bestia
tiene algo de todas estas otras bestias salvajes.
¿Se ha dado cuenta que la descripción de esta primera bestia del Apocalipsis 13 nos conecta directamente
en cada detalle con la descripción de la cuarta bestia de Daniel 7? Como veremos, el capítulo de Apocalipsis
13 es la continuación directa del capítulo 7 de Daniel. ¡Es prácticamente imposible entender Apocalipsis
13 sin antes haber estudiado y entendido Daniel capítulo 7! Hemos estudiado ampliamente el capítulo 7
de Daniel en los temas 17 al 23 de este seminario. Le recomiendo repasar esos temas antes de continuar.
Como vimos en el tema 17 de este seminario, las características de las tres bestias anteriores (león, oso
y leopardo) fueron absorbidas en la cuarta bestia (terrible y espantosa). De esta manera Roma, la cuarta
bestia, asimiló como una esponja sus características paganas. Igual como lo describe Ap. 13:2. Así fue que
el dominio y la vida de las tres bestias anteriores habían sido “prolongados” en la cuarta bestia. Dan. 7:11,
12. En ese sentido forman una unidad. Y sumando las cabezas de las tres bestias con la cuarta, por la que
fueron asimiladas, tenemos en conjunto siete cabezas. Vea Daniel 7:4-7.
Más tarde en este tema veremos que hay varias otras similitudes entre la cuarta bestia de Daniel 7 y la
primera bestia de Apocalipsis 13, que nos confirmarán aún más que se trata del mismo poder.
• Vale la pena mencionar que en la literatura antigua del oriente un dragón del agua, es decir del mar,
representaba a los enemigos del Creador.
• La primera fase de Roma pagana imperial que persigue principalmente a la mujer encinta (el Judaísmo
verdadero) es representado mediante la simbología del dragón. Ap. 12:3, 4, 13.
• La segunda fase de Roma cristiana papal que persigue principalmente a la mujer del desierto (el
Cristianismo verdadero) durante su soberanía de los 1260 años es representado mediante la simbología
de la serpiente. Ap. 12:6, 14-16.
Es importante notar que ¡el poder civil no persigue por iniciativa propia al Pueblo de Dios! Los gobiernos
guerrean contra otros gobiernos ya sea por venganza, territorio o extensión de poder. Pero los gobiernos no
persiguen a la gente por motivo de su religión, a menos que estén bajo el control de algún sistema religioso
opuesto y/o hostil. La única excepción sería el comunismo como fruto de la bestia del abismo (la Revolución
Francesa) que persiguió a los creyentes por asumir que la fe en Dios es peligrosa.
Las potencias perseguidoras que están en enemistad contra el pueblo de Dios son en el Apocalipsis capítulo
12 “el dragón serpiente”, y en Apocalipsis capítulo 13 “la bestia como leopardo” y “la bestia con dos
cuernos”. Lo que las convierte en perseguidoras es que todas y cada una de ellas tiene un elemento religioso
controlador. Es decir el poder civil está bajo el control del poder religioso. En estos poderes perseguidores la
Iglesia (la religión) se ha unido al Estado (la política).
El paganismo perseguidor
Como vimos, el dragón es por un lado el diablo y por otro lado Roma en sus dos fases, pero principalmente
Roma en su primera fase pagana e imperial. En aquel entonces, el elemento religioso era el paganismo que
es uno de los sistemas más gigantescos de religión falsa ideado por el diablo. El Imperio Romano pagano
persiguió al pueblo de Dios en sus dos fases (el judaísmo y el cristianismo verdadero).
El cristianismo perseguidor
Al casarse la Iglesia con el Estado, se convirtió en una potencia perseguidora de “los hermanos”. Repase el
tema 19 de este seminario. De esta manera el papado del Vaticano persiguió durante siglos al pueblo de Dios
en sus dos fases (el judaísmo y el cristianismo verdadero).
“Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de
león...” Ap. 13:2.
La bestia romana es semejante a un leopardo y tiene partes de un oso y de un león. En otras palabras se
asemeja de alguna manera al león (Babilonia), al oso (Medo-Persia) y al leopardo (Grecia). Algo de estos
imperios incorporó en sí mismo. El Vaticano asimiló y absorbió algunas de las características de estos reinos
en su propio reino. En primer lugar todos los imperios mencionados eran potencias perseguidoras, pues
tenían incorporado en sus gobiernos la unificación de Iglesia (religión) y Estado (política). Y ¡el Vaticano
llegó a ser la perfecta unificación de Iglesia y Estado!, como ya hemos visto durante el transcurso de este
seminario.
¿Pero qué características específicas podemos destacar que el sistema papal integró de esos reinos
anteriores en su propio reino?
• Del león babilónico asimiló la adoración al sol. Recuerde los temas 6 y 7 de este seminario.
• Del oso medo persa asimiló la veneración del rey como si fuese un dios y por consiguiente su infalibilidad.
Vea Daniel 6:8, 12, 15.
Como ya sabemos, el dragón es en primer lugar símbolo del diablo y en segundo lugar símbolo del Imperio
Romano. El hecho que el dragón haya dado su poder, su trono y grande autoridad a la primera bestia de
Apocalipsis 13, es decir Roma papal, es muy significativo y revelador. Lo que el versículo describe es la
manera en la cual el diablo, mediante Roma imperial, transfirió el poder, el trono y la autoridad de Roma
pagana e imperial a Roma papal católica. Históricamente ocurrió de esta manera:
La transferencia del poder: Mediante los emperadores católicos de oriente Zenón y Justiniano y el general
Belisario fueron destruidos los bárbaros arrianos que amenazaban el desarrollo del papado, como estudiamos
en los temas 20 y 23. Las demás tribus bárbaras entregaron sus ejércitos al obispo de Roma, siendo la
primera de ellas los francos bajo Clodoveo. Recuerde Dan. 8:12 y el tema 24.
• Ambas tienen una boca que habla grandes cosas. Dan. 7:8, 11, 20; Ap. 13:5. Esas cosas que hablan son
palabras contra Dios, es decir blasfemias. Dan. 7:25; Ap. 13:1, 6. Esta era la característica número 10).
Recuerde el tema 21 al 23 de este seminario.
• Ambas hacen guerra contra los santos. Dan. 7:21, 25; Ap. 13:7. Esta era la característica número 9).
Recuerde el tema 21, 23 y 24 de este seminario.
• Ambas se levantan tras la forma pagana del Imperio Romana. Dan. 7:7, 8, 23, 24; Ap. 13:2.
• Ambas se levantan tras el león (Babilonia), el oso (Medo-Persia), el leopardo (Grecia) y la bestia terrible
y espantosa (el dragón) (Roma Imperial). Dan. 7:4-8; Ap. 13:2.
La herida mortal
“Vi una de sus cabezas como herida de muerte,
pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló
toda la tierra en pos de la bestia… y se le dio
autoridad para actuar cuarenta y dos meses…
Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad;
si alguno mata a espada, a espada debe ser
muerto…” Ap. 13:3, 5, 10.
• Importante es destacar que el papado fue despojado de su poder civil y eclesiástico en aquel momento
por un poder militar, pues el versículo indica que la herida de muerte fue afligida por una espada. Aquel
poder papal que durante siglos había matado a espada tuvo que sufrir finalmente la misma suerte. Fue
el papa Pio VI quien como representante del sistema papal, fue desterrado del Vaticano en Italia en ese
año histórico por el poder militar del general francés Berthier durante la Revolución Francesa.
• Además el versículo da a entender que el representante del poder papal que llevó en cautiverio a
millones de personas durante su soberanía histórica, fue llevado finalmente en cautiverio sufriendo la
misma suerte. Pues el papa Pio VI, como representante de la Iglesia Católica de Roma, fue llevado preso
en su cautiverio a Valencia en Delfinado en Francia, donde murió el 29 de agosto del año 1799 d.C.
Cuando el general francés Berthier fue a Roma a tomar preso al papa, dijo al pueblo de Roma, el 15 de
febrero 1798, que el papa no volvería a ejercer función alguna. Su intención era poner fin al papado.
En Daniel 7:25 ya habíamos visto que el poder papal hablaba con su boca grandes cosas, que habíamos
definido como blasfemias porque eran ”palabras contra el Altísimo”. Dan. 7:25. Ahora el texto de
Apocalipsis 13:5 evidencia que esas grandes cosas que hablaba con su boca son efectivamente blasfemias.
En el tema 21 hemos estudiado dos de las blasfemias que describe la Biblia. Ahora nos volvemos a encontrar
nuevamente con ellas.
Página del Seminario - 419 Página del Tema actual - 7
1) La bestia se pone en lugar de Dios
Este punto destaca la arrogancia del poder en cuestión, pues como ya hemos estudiado en el tema 21,
una de las blasfemias según la Biblia es cuando el hombre se hace pasar por Dios, poniéndose en su lugar.
Juan 10:33. ¡Mayor soberbia no puede haber! Y es justamente esa la arrogancia original de Lucifer de
querer usurpar el lugar de Dios. Is. 14:13, 14. Luego ofreció esa blasfemia, de apoderarse del lugar de Dios
indebidamente, a la primera pareja edénica diciendo “… seréis como Dios…”. Gén. 3:5.
Jesús fue acusado por blasfemo por ponerse en lugar de Dios, ¡pero él obviamente no blasfemó porque era
Dios, hecho hombre! Uno de sus nombres es Emanuel que significa “Dios con nosotros”, pues cuando
Cristo estaba en la tierra, Dios estaba efectivamente con nosotros. Mat. 1:23. ¡Pero cualquier criatura que se
pone el lugar de Dios comete blasfemia!
En este contexto nos encontramos con “el misterio de la piedad”, que es Dios manifestado en el hombre.
1 Tim. 3:16. Mientras que “el misterio de la iniquidad” es lo opuesto. Es ¡la aseveración del hombre de
ser Dios! 2 Tes. 2:7.
•• La primera bestia del Apocalipsis 13, el Vaticano, recibe la adoración y alabanza, que tan solo Dios, el
Creador de los cielos y de la tierra debería recibir.
“y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo:
¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?... Y la adoraron todos los moradores de
la tierra…” Ap. 13:4, 8.
Aquí vemos como el poder papal se pone en el lugar de Dios. Recuerde 2 Tes. 2:3, 4.
La Palabra de Dios destaca además en este versículo la manera en la cual el Vaticano usurpa el lugar de Dios
con las siguientes palabras: “… ¿Quién como la bestia?…” Ap. 13:4.
Esas palabras y esa forma de expresarse solo le corresponden al verdadero Dios, Creador de los cielos y de
la tierra, como enseñan las Sagradas Escrituras:
“¿Quién como tú, oh Señor, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en
maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?” Éxodo 15:11.
“Todos mis huesos dirán: Señor, ¿quién como tú, que libras al afligido del más fuerte que él, y al
pobre y menesteroso del que le despoja?” Salmos 35:10.
Es por eso que solamente a Jesucristo le corresponde el nombre de Miguel que significa “Quién como
Dios”. Recuerde el tema 32 de este seminario donde hemos definido sin lugar a dudas que Miguel es otro
de los nombres de Jesucristo.
Ahora entendemos mejor por qué Roma papal recibe el nombre de “serpiente”. ¡Es por causa del veneno
que sale de su boca! Y la blasfemia original que salió de la boca de “la serpiente antigua” en el paraíso era
precisamente la oferta engañosa de ser como Dios, como acabamos de estudiar hace instantes. Ap. 12:9;
Gén. 3:5.
El sacerdocio católico pretende perdonar pecados. He aquí tres citas del libro católico “Dignidad y deberes
del sacerdote” de Alfonso de Ligorio.
Página del Seminario - 420 Página del Tema actual - 8
“El sacerdote ocupa el lugar del Salvador mismo cuando al
decir: ‘Ego te absolvo [Yo te absuelvo], absuelve del pecado. . . .
Para perdonar un solo pecado se requiere toda la omnipotencia
de Dios. . . Pero lo que únicamente Dios puede hacer por su
omnipotencia, el sacerdote puede hacerlo también diciendo:
‘Ego te absolvo a peccatis tuis.’ . . . Inocencio III escribió: ‘En
verdad, no es exagerado decir que en vista del carácter sublime
de su cargo los sacerdotes son otros tantos dioses.’” Alfonso de
Ligorio, “Dignity and Duties of the Priest,” págs. 34-36.
Así es cómo esta potencia representada por la bestia, blasfema contra el templo del cielo atrayendo la
atención de sus súbditos hacia su propio trono y palacio terrenal, en vez del verdadero tabernáculo de Dios
en el cielo; y desviando la atención de sus seguidores del sacrificio de Jesucristo al “sacrificio de la misa”.
Blasfema de los que moran en el cielo asumiendo el poder de perdonar los pecados, desviando así a los
hombres de la obra mediadora de Cristo y sus asistentes celestiales en el santuario de lo alto.
En el Apocalipsis el sistema papal del Vaticano vuelve a aparecer primero mediante el símbolo de la serpiente
como la segunda fase del dragón en Apocalipsis 12, y luego como la primera bestia de Apocalipsis 13,
aquella que es semejante a un leopardo, cuya descripción encontramos en los primeros 10 versículos de ese
impresionante capítulo profético.
En la segunda fase de Roma papal, Dios nos la presenta como “bestia” y ya no como “cuerno pequeño”. Pues
tras su recuperación después de 1798 d.C. ha crecido para ser un actor global como indica Apocalipsis 13.
“… su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia… También se le
dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación.” Ap. 13:3, 7.
¡El poder papal ya no está limitado a Europa y América Latina como en su primera fase sino extendió su
autoridad a toda la tierra!
Una pregunta parecida aparece en Apocalipsis 6:17 donde dice, respecto al gran día de la ira divina: “… ¿y
quién podrá sostenerse en pie?”
La respuesta a ambas preguntas viene en Apocalipsis 15:2 donde San Juan ve “a los que habían alcanzado
la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar
de vidrio, con las arpas de Dios.”
Estos versículos presentan posiblemente la característica más fuerte que Dios presenta acerca del poder
papal. Después de habernos presentado varias decenas de características acerca del Vaticano que ya hemos
estudiado en los temas 20 al 24 de este seminario con lujo de detalle, Dios nos presenta otra característica
acerca de este poder religioso mundial. Nuestro Dios es un Dios de amor. Es por eso que dejó la característica
más fuerte y dura para el final.
En primer lugar los versículos que estamos analizando en este subtítulo nos muestran que la adoración al
dragón (es decir al diablo) equivale a la adoración a la bestia (es decir a las doctrinas religiosas pero anti
bíblicas del sistema papal), pues el diablo está detrás de este poder. Recuerde que fue el dragón (el diablo
mediante Roma pagana e imperial) que le ha dado poder, trono y grande autoridad, como vimos al inicio
de este tema, según Ap. 13:2. Hay que mencionar en este contexto que de la misma manera la adoración
de las imágenes es equivalente a la adoración de los demonios que están detrás de ellas. Vea Ap. 9:20. Y
fue el Vaticano que eliminó el segundo de los diez mandamientos en su catecismo. Aquel mandamiento que
prohíbe la veneración de imágenes en contexto religioso. Recuerde el tema 22 de este seminario y Éxodo
20:4-6.
Ahora es comprensible que los moradores de la tierra que la adoran a la bestia (es decir adoran según las
falsas doctrinas del sistema papal) no están escritos en el libro de la vida del Cordero Jesucristo.
¡Aunque sea el pecado de la idolatría! Vea Hechos 17:16-30, especialmente el versículo 30.
Es por eso que Dios dirige el llamada solemne al mundo de salir de Babilonia y de no participar de sus
pecados, es decir de la transgresión de sus mandamientos. 1 Juan 3:4.
“Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus
pecados, ni recibáis parte de sus plagas.” Ap. 18:4.
Recuerde el tema 23 en el cual vimos varias citas históricas de diferentes papas repitiendo que “Fuera
de la Iglesia no hay salvación”, o como lo expresa la frase en latín: “Extra Ecclesiam nulla salus.”
http://es.wikipedia.org/wiki/Extra_ecclesiam_nulla_salus
• Antes de seguir adelante hay que recordar lo que ya hemos mencionado en temas anteriores que cuando
Dios habla acerca de esta potencia religiosa, ¡se refiere al sistema en sí! No habla de sus seguidores,
entre los cuales hay innumerables personas excelentes que se salvarán. Todas las características dadas
son del sistema religioso-político del Vaticano, no de los miembros de la Iglesia Católica Romana, que en
su mayoría no son conscientes de los engaños religiosos en los que están sumergidos.
Si analizamos la Iglesia Católica Romana pudiéramos encontrar varias cosas positivas como por ejemplo
la reverencia en muchos de sus templos, sus cantos y su música religiosa preciosa, y las muchas buenas
obras que realiza en favor de los pobres y enfermos. Hay que destacar su labor por los ancianos, huérfanos,
leprosos, etc. Todas estas obras son obviamente muy buenas. ¡Pero Dios no las menciona en ningún lugar
en la Biblia como característica del sistema papal! Me imagino que Dios tiene dos razones por no mencionar
estas buenas obras.
1. En primer lugar Dios no nos quiere confundir. Si Dios mencionaría algunas características buenas entre
las otras malas, entonces nos confundiría. El mensaje no sería claro. Es por eso que simplemente las
ignora y no las toma en cuenta. Quiere presentar un ejemplo para entender esto con más claridad. Si
sabemos de un vaso con agua buena pero que contiene también varias gotas de veneno, entonces solo
advertimos “!Cuidado! ¡No tomen de ese vaso! ¡Es venenoso!” A nadie se le ocurriría añadir: “Pero
contiene además agua buena.” Pues eso ya no vendría al caso. Estaríamos confundiendo al oyente, el
cual pudiera pensar “¿Entonces es bueno o es malo? ¿Debo tomarlo o no?” Es por eso que Dios solo
advierte y presenta las características negativas y malas del sistema papal, haciendo el llamado claro de
salir de ese sistema babilónico.
2. En segundo lugar Dios muestra con Su actitud, al no mencionar las buenas obras de la Iglesia Católica
Romana, que todas esas buenas obras no sirven para la salvación. Al contrario, vuelven aún más engañosa
a esa institución. Pues no hay otra institución a nivel mundial que hace tantas buenas obras que la Iglesia
Católica Romana. Lo que pasó fue que el enemigo puso astutamente un manto de amor y bondad sobre
su religión, disfrazándola con buenas obras. Y es por eso que Dios no puede mencionar esas buenas
obras como una característica de ese poder. Las “buenas obras” no hacen santo al pecador, ni hacen
bueno al malo. ¡Si un asesino, un estafador, un pervertido moral, o un engañador hace “buenas obras”
no se convierte por eso en bueno, santo o justo! El sistema papal del Vaticano ha engañado, robado,
asesinado y pervertido como ninguna otra institución en la historia de este planeta tierra. Todas sus
buenas obras no la convierten en una institución buena, ni justa y mucho menos santa. Es por eso que
¡buenas obras no salvan!
Es por eso que Abraham, el padre de la fe, salió de Babilonia y abandonó esa tierra idólatra en la cual
reinaba el concepto de “salvación por obras” y creyó en el cordero de Dios venidero que quitaría el pecado
del mundo.
Ojo: ¡No estamos en contra de las buenas obras! ¡Al contrario! Las buenas obras son el fruto natural y
espontáneo de un cristiano verdaderamente convertido. El verdadero cristiano realizará muchas buenas
obras en favor del prójimo, tal como el árbol frutal da naturalmente sus frutos. Pero ¡las buenas obras no
son el primer paso para la salvación sino su consecuencia natural! La salvación es por fe. Pero sin obras la
fe está muerta. Fe y obras forman finalmente una unidad inseparable. Pero la fe viene primero y las obras
le siguen. Habacuc 2:4; Romanos 1:17; Santiago 2:14-26.
El llamado divino es salir de Babilonia por dos razones. Ap. 18:4. En primer lugar porque vive en pecado, es
decir en transgresión de la ley, pues el Vaticano transgrede abiertamente el segundo y el cuarto mandamiento
del decálogo divino que se encuentra en Éxodo 20:3-17. 1 Juan 3:4. Y en segundo lugar hay que abandonar
esa Iglesia caída para no sufrir el daño de las plagas que caerán sobre ella.