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CAJÓN DE SASTRE I

CINE

• Novecento. B. Bertolucci, 1976

• Tiempos modernos. Ch. Chaplin, 1936

MONOGRAFÍAS ANTROPOLÓGICAS

• Terradas, I.: Eliza Kendall. Barcelona, Bellaterra.

ENSAYO

• Le Goff, J.1985. El nacimiento del purgatorio. Madrid, Taurus

• Hunt, T. 2011. El gentelman comunista. La vida revolucionaria de Friedrich


Engels. Barcelona, Anagrama.

LITERATURA

• Italo Calvino: El vizconde demediado. Madrid, Siruela

• Manuel Mújica Láinez: Bomarzo. Barcelona, Seix Barral

TALLER DE ESCRITURA: SEMINARIO VIRTUAL DE LA PARTE I


Textos para practicar los comentarios. Para realizarlos tengan en cuenta las
instrucciones que aparecen en el enlace de la página de inicio del curso virtual. Todos
los fragmentos pertenecen a artículos incluidos en el libro Entre las Gracias y el Molino
Satánico.

La separación de cada fragmento en grupos temáticos simula el modelo de


comentario de texto que aparecerá en el examen, ya que estos ejercicios han de
entenderse como prácticas de autoevaluación, enriquecidas con los comentarios de los
compañeros de curso que se cuelguen en el foro “Taller de escritura”.

Tras informar del autor y del artículo, encontrarán en itálicas una frase orientativa
que vincula el texto con los problemas planteados en el libro EL bosque de las Gracias y
sus pasatiempos.
Polanyi: Aristóteles descubre la economía
- Ausencia del concepto de economía entre los pensadores anteriores al siglo XVIII

Propuesta de comentario I: “La influencia que Aristóteles ejerció a través de


Tomás de Aquino sobre la economía de la ciudad medieval fue tan grande como
posteriormente la de Adam Smith o David Ricardo sobre la economía mundial del siglo
XIX. Naturalmente, puede argumentarse que con el establecimiento real del sistema de
mercado y el surgimiento de las escuelas clásicas, las doctrinas de Aristóteles sobre el
tema se fueron olvidando. Sin embargo, la cuestión no reside ahí. Los demás destacados
economistas modernos parecen considerar que todo lo que el filósofo escribió sobre el
sustento humano adolecía de alguna perniciosa debilidad. No desarrolló conclusiones
claras en ninguno de de sus dos temas principales, la naturaleza de la economía y los
beneficios del comercio y el justo precio. Presentaba al hombre como naturalmente
autosuficiente como los animales.”

Propuesta de comentario II: “La economía humana no tenía, pues, sus orígenes
en el carácter ilimitado de los deseos y necesidades del hombre, o, como se expresa
actualmente, en el fenómeno de la escasez. En cuanto al comercio, según Aristóteles se
extendió debido a un deseo innatural de ganar dinero que no tenía límites, y los precios
debían adaptarse a las normas de la justicia (aunque no se detallaba cuáles eran estas
normas). Hay que hablar también de sus esclarecedores aunque no totalmente
coherentes comentarios sobre el dinero, y su desconcertante estallido de ira contra el
interés”

- Carencia de instituciones específicas

Propuesta de comentario III: “Antiguamente, pues, las formas de sustento del


hombre atraían mucho menos la atención de éste que la mayoría de las otras partes de su
existencia organizada. A diferencia del parentesco, la magia o el ceremonial, definidas
por palabras de poderosa evocación, la economía permaneció sin nombre. No existió,
por lo general, ningún vocablo que designara el concepto de económico. Por lo tanto,
dados nuestros conocimientos podemos deducir que no existía tal concepto. El clan y el
tótem, el sexo y el grupo de edad, el poder de la mente y las prácticas ceremoniales, la
costumbre y el ritual, estaban institucionalizados a través de sistemas altamente
elaborados de símbolos, mientras que la economía no estaba designada por ninguna
palabra que evocara la importancia de la provisión de alimentos para la supervivencia
animal del hombre. No puede deberse simplemente a una casualidad el que hasta
tiempos muy recientes no existiera ni en los idiomas ninguna palabra que definiera la
organización de las condiciones materiales de vida. Hace tan sólo doscientos años que
una esotérica secta de pensadores franceses acuñó el vocablo y designó a sus miembros
como economistas. Afirmaban haber descubierto la economía.

La razón principal de la ausencia de un concepto de economía es la dificultad para


identificar el proceso económico en una situación en que éste está integrado en
instituciones extraeconómicas.”

- Comercio, mercados y precios en Aristóteles

Propuesta de comentario IV: En cambio, en las obras aristotélicas se considera


al mercado y al comercio como instituciones separadas, a los precios como fruto de la
costumbre, la ley u otros factores extraeconómicos, al intercambio con ganancia como
«antinatural», al precio fijado como «natural», a la fluctuación de precios como
indeseable y al precio natural como expresión de la estimación mutua de la condición
social de los productores, no como algo dependiente de la relación impersonal entre los
bienes intercambiados.

Para resolver estas evidentes contradicciones es fundamental el concepto de


equivalencias.

Joan Frigolé: Semblanza del caciquismo y del cacique


- La amistad desigual de Aristóteles y su desarrollo en las relaciones clientelares

Propuesta de comentario I: “Las palabras caciquismo y cacique evocan de forma


inmediata una serie de imágenes y significados negativos y peyorativos. No obstante, no
parece que ello haya sido siempre así. Cervantes utilizó la palabra cacique para designar
a las personas principales de los pueblos. Los escritores de Indias la emplearon con el
significado de señor de vasallos. Un diccionario de la lengua española publicado en
1826 define todavía la palabra cacique en este sentido. Así, pues, dicha palabra no
parece implicar necesariamente una valoración negativa, o, por lo menos, no posee unas
connotaciones peyorativas especiales.

La transformación de estos conceptos y de sus significados, para convertirse en


sinónimo de poder ilegítimo, arbitrario y corrupto, es el resultado de enfrentamientos
ideológico-políticos que tuvieron lugar especialmente en el siglo pasado. La carga
enormemente negativa y peyorativa de estos vocablos fue adquirida a lo largo de
enfrentamientos entre grupos y clases sociales, cuyos protagonistas fueron, por un lado,
una parte de la nobleza y de la Iglesia y sus partidarios, y la burguesía rural y urbana y,
por otro lado, los campesinos y la citada burguesía.”

Marx: El fetichismo de las mercancías


- Relaciones entre las personas y las cosas y concepción de la riqueza.

Propuesta de comentario I: “Si los objetos para el uso se convierten en


mercancías, ello se debe únicamente a que son productos de trabajos privados ejercidos
independientemente los unos de los otros. El complejo de estos trabajos privados es lo
que constituye el trabajo social global. Como los productores no entran en contacto
social hasta que intercambian los productos de su trabajo, los atributos específicamente
sociales de esos trabajos privados no se manifiestan sino en el marco de dicho
intercambio. O en otras palabras: de hecho, los trabajos privados no alcanzan realidad
como partes del trabajo social en su conjunto, sino por medio de las relaciones que el
intercambio establece entre los productos del trabajo y, a través de los mismos, entre los
productores. A éstos, por ende, las relaciones sociales entre sus trabajos privados se les
ponen de manifiesto como lo que son, vale decir, no como relaciones directamente
sociales trabadas entre las personas mismas, en sus trabajos, sino por el contrario como
relaciones propias de cosas entre las personas y relaciones sociales entre las cosas”:

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