Zaqueo, Antes y Despues de Cristo
Zaqueo, Antes y Despues de Cristo
INTRODUCCIÓN
María Duran tenía solo 15 años cuando, en 1730, fue sentenciada a estar prisionera
en la Torre de la Reina... el comando militar esperaba enseñarle tanto a ella como a
otros la necesidad de ceder a las leyes sociales y religiosas del país. Maria, sin
embargo, no cedía. Vientos fríos silbaban a través de las estrechas aperturas en la
pared de más de 50 cm. de espesor de la torre redonda. Había enjambres de
mosquitos transmisores de fiebre en los pantanos alrededor. La inmensa humedad
destruía todo lo que podía pudrir. Otros prisioneros se retractaban, pero María no.
Vivió 38 años en esa cárcel infestada de gusanos, y recién la soltaron a los 53 años.
Siete años y medio antes de su muerte, Maria escribió: "Dios nos dio las preciosas
verdades de la Biblia; es importante que yo les sea fiel a estas y que no resulte
traidora como Judas". ¡Qué clara la visión de Maria!
El nombre Zaqueo quiere decir "puro", pero al igual que otros, el nombre de la
persona no siempre revela su carácter. En el caso de Zaqueo, posteriormente esa
realidad se cumplió.
Lucas 19:4 - "subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí
[...]".
Zaqueo tenía tantos deseos de ver a Cristo que estaba dispuesto a hacer
cualquier cosa, incluso subir a un árbol.
Un hombre rico, una autoridad que no era bien vista, podría ser ridiculizada;
pero, a él no le importaba, porque solo quería una cosa: ver a Jesús.
ZAQUEO Y CRISTO
¿Qué haría y diría usted si viera a su pastor acostado en sobre las ramas de
un árbol? Si fuera un anciano o cualquier miembro que ocupa un cargo de
responsabilidad en su iglesia, ¿qué pensaría? Sin dudas diría: "Este hombre no está
sano de la cabeza", "Seguro tiene algún problema mental" o "Este está loco".
Piense un poco en las observaciones que se levantaron al ver a Zaqueo trepado en
las ramas del árbol. Estamos más propensos a hacer observaciones y críticas, que a
investigar las razones que llevan al ser humano a comportarse de una manera
diferente.
Peor Cristo no lo ve así. Él vio a aquel hombre en el árbol, pero mucho más
que un extraño, Cristo vio la necesidad del hombre; por eso rápidamente dijo:
"Zaqueo, baja deprisa, pues hoy conviene que pose yo en tu casa".
Cuando Cristo vio a Zaqueo y su necesidad, le pidió que bajara de prisa, pues
el deseo de Dios es ponerse rápidamente al lado de la criatura, para satisfacerle el
deseo del corazón.
Zaqueo descendió de prisa y Jesús fue a la casa de ese pecador. Zaqueo solo
quería ver a Jesús. Sin embargo, sucedió algo más: se encontró con Jesús y lo
recibió en su hogar.
"Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un
hombre pecador".
¿Por qué Zaqueo actuó de esa manera? Porque Jesús estaba en su hogar, en
su vida, en su corazón. Quizás si dejamos de hacer lo que Dios desea, es porque
Cristo no está presente en nuestra vida.
Quizás lo que nos falta, para ser una persona diferente es la persona de
Cristo, pues Cristo hace la diferencia.
Él había robado, explotaba a los pobres; pero, ahora con Cristo en su corazón,
sintió la necesidad de ser fiel.
Cuando Jesús entra en la vida de la criatura, hay gratitud, hay libertad. "[...] se
lo devuelvo cuadruplicado" (verso 8).
Nuestras ofrendas son pruebas de gratitud a Dios. Y como Dios nos ama de
manera extraordinaria e inigualable, y por haber hecho uso de ese amor, probamos
nuestra gratitud siendo liberales con nuestras ofrendas.
Zaqueo, por haber visto y sentido tan gran prueba de amor de Cristo para con
él, dijo: "se lo devuelvo cuadruplicado" (Lucas 19:8).
CONCLUSIÓN
Jesús dijo: "ha venido", en pasado. Y no dijo: "Hay" en presente. Porque lo que
Zaqueo dijo e hizo no era un medio para su salvación y sí una evidencia de ya estar
salvo. No hacemos algo para alcanzar la gracia, sino que lo realizamos porque ya
fuimos agraciados.
"Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido"
(Lucas 19:10).
Nosotros somos los perdidos, pero la salvación que Cristo nos ofrece
comienza cuando usted y yo permitimos que Cristo entre en nuestro corazón y
comience a operar la transformación que tanto necesitamos, en todos los aspectos
de nuestra vida.