Análisis Del Texto Literario Un Poema de César Moro
Análisis Del Texto Literario Un Poema de César Moro
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En 1938 y por motivos políticos (él, junto con Moreno Jimeno y Westphalen ha-
cen el boletín CADRE, de amigos de la República española) Moro abandona su país y se
refugia en México donde permanecerá 10 años en los que seguirá con sus actividades
tanto pictóricas como poéticas. En México escribe en una vuelta momentánea al español
"La Tortuga Ecuestre", "el libro surrealista más vertiginoso escrito en español" (Echáva-
rri), que no pudo ser publicado porque no se logró completar el número de suscriptores.
En México solo lograría publicar "Le Chateau de Grisou" (1942) y "Lettre d'amour"
(1943), sus únicos poemarios publicados en vida.
En 1940 organiza con el pintor Wolfgang Paalen y André Bretón la Cuarta Expo-
sición Internacional del Surrealismo para la Galería de Arte Mexicano. César Moro es-
cribe el prólogo y allí dice que el "Surrealismo es la palabra mágica del siglo".
André Coyné, su albacea literario, ha revelado que en México César Moro, quien desde
1928 escribía exclusivamente en francés, retornó al idioma materno, el español, sólo para
escribir La Tortuga ecuestre.
Retorna a Lima en 1948, año en que trabajó como profesor en el Colegio Militar
Leoncio Prado, donde fue maestro de francés del novelista peruano Mario Vargas Llosa.
En 1955 culmina una de sus obras principales, Amour à mort.
El 10 de enero de 1956 muere víctima de leucemia. Su amigo, el crítico literario fran-
cés André Coyné continuó con la labor de recopilación, edición y difusión de la obra de
Moro.
1.1 Poética:
Es notable también señalar la adopción del idioma francés para escribir la mayor
parte de su obra poética, razón por la cual fue poco conocido en su época. En esta decisión
se puede ver hasta qué punto Moro es un antropófago de la cultura francesa, representada
en el surrealismo para realizarse no solo como poeta sino como poeta, sino como ser
humano. Moro asume a la poesía surrealista como una experiencia vital, como praxis
vital totalmente ajena a las normas socioculturales de la Lima de los años veinte.
Apareces
La vida es cierta
El olor de la lluvia es cierto
La lluvia te hace nacer
Y golpear a mi puerta
Oh árbol
Y la ciudad el mar que navegaste
Y la noche se abren a tu paso
Y el corazón vuelve de lejos a asomarse
Hasta llegar a tu frente
Y verte como la magia resplandeciente
Montaña de oro o de nieve
Con el humo fabuloso de tu cabellera
Con las bestias nocturnas en los ojos
Y tu cuerpo de rescoldo
Con la noche que riegas a pedazos
Con los bloques de noche que caen de tus manos
Con el silencio que prende a tu llegada
Con el trastorno y el oleaje
Con el vaivén de las casas
Y el oscilar de luces y la sombra más dura
Y tus palabras de avenida fluvial
1
Siguiendo la versión de Obra poética completa II de César Moro (Lima: Sur Librería Anticuaria y la
Academia Peruana de la Lengua, 2016).
Tan pronto llegas y te fuiste
Y quieres poner a flote mi vida
Y sólo preparas mi muerte
Y la muerte de esperar
Y el morir de verte lejos
Y los silencios y el esperar y el tiempo
Para vivir cuando llegas
Y me rodeas de sombra
Y me haces luminoso
Y me sumerges en el mar fosforescente donde acaece tu estar
Y donde sólo dialogamos tú y mi noción oscura y pavorosa de tu ser
Estrella desprendiéndose en el apocalipsis
Entre bramidos de tigres y lágrimas
De gozo y gemir eterno y eterno
Solazarse en el aire rarificado
En que quiero aprisionarte
Y rodar por la pendiente de tu cuerpo
Hasta tus pies centelleantes
Hasta tus pies de constelaciones gemelas
En la noche terrestre
Que te sigue encadenada y muda
Enredadera de tu sangre
Sosteniendo la flor de tu cabeza de cristal moreno
Acuario encerrando planetas y caudas
Y la potencia que hace que el mundo siga en pie y guarde el
equilibrio de los mares
Y tu cerebro de materia luminosa
Y mi adhesión sin fin y el amor que nace sin cesar
Y te envuelve
Y que tus pies transitan
Abriendo huellas indelebles
Donde puede leerse la historia del mundo
Y el porvenir del universo
Y ese ligarse luminoso de mi vida
A tu existencia
César Moro está catalogado como uno los más grandes surrealistas de Hispanoa-
mérica, es por eso que en este ensayo nos cuestionamos de qué manera Moro asume el
surrealismo, qué busca con esto y cómo se manifiesta la escritura automática en su poema
vienes en la noche con el humo fabuloso de tu cabellera. Además si el amor es una ca-
rencia y si se puede colmar el deseo por el sujeto amado.
2. El surrealismo:
Fue un movimiento literario y artístico de la vanguardia europea que buscaba
trascender lo real a partir del impulso psíquico de lo imaginario; su partida de nacimiento
puede ser fechada en 1924 cuando se publica el primer manifiesto de Breton, donde se
consigna la conocida caracterización de la práctica surrealista como:
“Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar tanto verbal-
mente como por escrito o de cualquier otro modo el funcionamiento real del pen-
samiento. Dictado del pensamiento, con exclusión de todo control ejercido por la
razón y al margen de cualquier preocupación estética o moral” Breton, 1924.
Para el arte surrealista es en el sueño, donde los elementos más dispares del in-
consciente y del consiente se revelan unidos por relaciones secretas. Por eso el surrea-
lismo propone trasladar esas imágenes del sueño al mundo del arte por medio de una
asociación mental libre, sin la intromisión censora de la conciencia. De ahí que elija como
método el automatismo, recogiendo en buena medida el testigo de las prácticas mediúm-
nicas espiritistas, aunque cambiando radicalmente su interpretación: lo que habla a través
del médium no son los espíritus, sino el inconsciente. Dichas imágenes expresan emo-
ciones o deseos del inconsciente.
“El surrealismo subraya la importancia del erotismo y del discurso onírico como
supremas manifestaciones de libertad creativa frente a la dictadura de la racionalidad
instrumental que había entrado en crisis después del desastre de la Primera Guerra Mun-
dial”. (Bárbara Barreiro León, 2002, pág. 8)
Lo que los surrealistas proponían era una insurrección en el terreno del arte. Se
oponían al positivismo decimo canónico de la época y buscaban captar la totalidad con-
tradictoria del hombre, pero consideraban que esto no se podía lograr sólo a través de
una construcción racional ni de la ciencia, porque la razón no es más que una de las
formas de imaginar y la ciencia sólo una de las actividades del hombre.
Defiende la ʺsuperación de las categorías morales que hacen la vida fácil, cómoda,
comprensible para la minoría; no más esperanza ni en la tierra ni en un paraíso lejano a
corto o a largo plazoʺ.
Asume que el surrealismo no sólo contempla el mundo, sino que busca transfor-
marlo: que la poesía no es literatura, sino vida peligrosamente asumida; que libera a ins-
tintos riesgosos y censurados por la sociedad; Moro en una actitud iluminista no admite
los códigos morales impuestos por la sociedad y tiene una posición revolucionaria y no
contemplativa frente al mundo.
César Moro asume el surrealismo como una experiencia vital, como una forma
de vida y una forma de protestar contra las convencionalidades burgueses de su época,
sobre todo por expresar mediante el surrealismo su deseo radical de libertad en el amor
(un amor homosexual)2, alejándose de todo moral opresora.
Según Madame Nouletl, Moro usa la yuxtaposición libre de imágenes como uno
de los elementos de una suma de características entre las que se encontrarían: el uso de
la metáfora que lo vincularía con el simbolismo, una escritura y sintaxis que lo empa-
rentaría con Mallarmé y la sensorialidad de un Rimbaud que lo llevaría a explorar nue-
vos significados en las sensaciones de materia y tacto. Estos autores como sabemos eran
considerados por Breton como referentes del surrealismo, de ahí que Moro haya apren-
dido mucho de ellos.
Por ejemplo Lautréamont con su nueva concepción de la imagen planteada ini-
cialmente en los Cantos de Maldoror: "Bella como el encuentro fortuito de una máquina
de coser y un paraguas en una mesa de disección", influye decisivamente en Moro.
2
Véase las Cartas a Antonio publicadas en Obras completas- César Moro, tomo II (2016) por Sur librería
anticuaria y Academia Peruana de la Lengua.
En el poema vienes en la noche con el humo fabuloso de tu cabellera notamos el
uso abundante de la anáfora3, sobre todo la conjunción “y”, y la preposición “con”. Esto
puede ser interpretado como un recurso para hacer fluir la escritura automática y es muy
usada por los demás surrealistas como Philippe Soupault.
Como hemos dicho Moro utiliza la conjunción “y” en casi todo el poema:
Y el oscilar de luces y la sombra más dura
Y tus palabras de avenida fluvial
Tan pronto llegas y te fuiste
Y quieres poner a flote mi vida
Y sólo preparas mi muerte
Y la muerte de esperar
Y el morir de verte lejos
Y los silencios y el esperar y el tiempo
Para vivir cuando llegas
Y me rodeas de sombra
Y me haces luminoso
Y me sumerges en el mar fosforescente donde acaece tu estar
Y donde sólo dialogamos tú y mi noción oscura y pavorosa de tu ser
3
Se denomina anáfora a una figura retórica o figura literaria, que se emplea para otorgar al texto escrito
una mayor belleza o mayor potencia expresiva, y que consiste en la repetición de una palabra o de varias,
al principio de un enunciado o de un verso, en el caso de la poesía, o de una palabra o un grupo sintáctico,
en el de la prosa.
Y la ciudad el mar que navegaste
Y la noche se abren a tu paso
Y el corazón vuelve de lejos a asomarse
Hasta llegar a tu frente
Y verte como la magia resplandeciente
Montaña de oro o de nieve
Ahora bien, las imágenes yuxtapuestas empiezan a ser nombradas como un lis-
tado celebratorio de las cualidades del sujeto amado y las consecuencias en el paisaje
trastornado que ocasiona. Este listado se apoya en el uso de la anáfora, es decir, hay un
desbordamiento de imágenes que recrean el ambiente y describen (son descripciones
masculinas: con las bestias nocturnas en los ojos) al sujeto amado, pero utilizan la
anáfora para fluir (esto es muy usado por los surrealistas franceses).
Según una reseña de A. Coyné en una publicación de Hueso Húmero, 10, julio de
1981, Antonio estuvo por un tiempo como teniente del Ejército Nacional de México en
San Luis de Potosí, localidad en la que Moro lo visitaba. De allí que algunos poemas
de La tortuga ecuestre aparezcan como escritos en San Luis de Potosí. Antonio tuvo un
hijo hacia fines de 1944 y sobre él escribe Moro en 1946:
ʺEn el Perú tengo una madre y aquí tengo al hijo de A. al que adoro y por quien me siento
obligado de hacer todo lo que pudieraʺ (Vida de poeta, carta del 17 de octubre de 1946)”
Hacia 1945 la relación de Moro con Antonio A. había hecho crisis y en 1946 había con-
cluido. Este es uno de los motivos por los que dos años después Moro regresó al Perú.
En nuestra opinión, es difícil -si no imposible- interpretar los poemas amorosos de Moro
omitiendo hacer referencia a los detalles de su vida y a su experiencia homosexual. Por
ejemplo para entender el título de La tortuga ecuestre es imprescindible conocer que
Moro tenía en México una tortuga a la que llamaba ʺCretinaʺ que era el emblema de su
amor. Este detalle también nos posibilita comprender en ʺAmo el amorʺ el verso ʺAntonio
Cretina Césarʺ que se refiere en una sola línea al amado, al amor y al amante reunidos.
¿Por qué decimos que en la poesía de Moro, el amor es una carencia? Esta afir-
mación es de Yolanda Westhphalen (2001) y cito “para Moro, el amor es siempre una
carencia y de hecho es de notar que esta es una poesía que vive en el deseo y que, desde
ahí, asume dignamente su condición inconclusa y su carácter siempre pendiente” (pág.67)
Esto lo podemos observar en el siguiente verso: y el corazón vuelve de lejos a
asomarse, como una disposición en el amor, el amador está esperando, su corazón está
dispuesto a la llegada del amado: Apareces/ la vida es cierta.
Pero, como ya dijimos el poema es sobre la ausencia y presencia del ser amado.
Cuando está ausente hay una espera continua y si vuelve y se va al instante, hay una
desolación en la espera: Tan pronto llegas y te fuiste/ Y quieres poner a flote mi vida/ Y
sólo preparas mi muerte/ Y la muerte de esperar/ Y el morir de verte lejos/ Y los silencios
y el esperar y el tiempo en el verso la muerte de esperar se podría resumir todo lo que
queremos dar a entender, el amor es siempre unan carencia.
Por el contrario, y según Víctor Vich (2018): “La aparición del amado es central
en esta dinámica, pues su presencia parece ejercer un poder inusitado sobre la realidad
existente” (pág. 55), cuando el amado aparece, él empieza a vivir, a encontrarle sentido a
todo: Para vivir cuando llegas/ Y me rodeas de sombra/ Y me haces luminoso/ Y me su-
merges en el mar fosforescente donde acaece tu estar/ Y donde sólo dialogamos tú y mi
noción oscura y pavorosa de tu ser.
Al hablar de erotismo y surrealismo podemos recordar 1928, año en que los su-
rrealistas comenzaron sus investigaciones sobre sexualidad. Hubo doce reuniones, y
Bretón fue el único que acudió a todas ellas, rodeado por los fieles al surrealismo
y en algunas ocasiones se contaba también con la presencia de alguna de las mujeres de
los miembros del grupo. La primera sesión, que tuvo lugar el 27 de Enero de 1929, co-
menzó con un interrogante lanzado por André Bretón:
“Un hombre y una mujer hacen el amor ¿hasta qué punto sabe el hombre si la mu-
jer llega al orgasmo?” (Bárbara Barreiro, pág. 11)
Para entender la influencia que tuvo Sade en el grupo surrealista, debemos com-
prender la literatura erótica y sexual de éste, ya que fue esto mismo lo que llamó la aten-
ción a los surrealistas, ya que tal y como dijo Bretón en el Primer Manifiesto Surrea-
lista: “Sade es surrealista en el sadismo”. Además, en las reuniones de las investigacio-
nes sexuales surrealistas, se trató el tema del Marqués de Sade, cuyos actos sexuales
fueron totalmente reiterados, e incluso Bretón, había probado tales técnicas sexuales.
Ahora bien, pasando al poema, hemos dicho que hay un deseo erótico inacabable
y para afirmar esto nos basamos en Víctor Vich (2018): “En la poesía de Moro, el amor
erótico es gastar, perderse, salirse del mundo racional, pero es sobre todo, un acto exce-
sivo y desequilibrante” (pág. 56)
Conclusión:
Una vez visto los procedimientos internos del poema y el tópico que aborda César
Moro en el poema vienes en la noche con el humo fabuloso de tu cabellera nos toca
concluir que el Moro si no hubiera existido el surrealismo, él lo hubiera inventado para
poder ser surrealista, esto lo decimos así con ironía porque no hay surrealista, salvo Bre-
ton, que haya seguido fielmente los preceptos del movimiento. Moro hizo de su vida un
acto surreal. Sus poemas están cargados de erotismo porque así se quería que marchase
el surrealismo.
Ahora bien para referirnos al texto, podemos decir como conclusión que el amor
y el deseo confluyen en el tópico del poema y la presencia del amado crea y recrea todo
un mundo con características oníricas o surreales que a su vez fascinan al sujeto que ama.
Referencias bibliográficas
1. Maestro J. G. (2014). Contra las musas de la ira. Oviedo, España: Pentalfa Edi-
ciones (Grupo Helicón S. A).
2. Moro César (2016). Obra Poética Completa II. Lima, Perú: Sur Librería Anti-
cuaria y la Academia Peruana de la Lengua.
3. Barreiro León Bárbara (2014). La estética Surrealista. Universidad de Oviedo,
España: Eikasia Editores.
4. Moro César (2016). Los anteojos de azufre. Lima, Perú: Sur Librería Anticuaria
y la Academia Peruana de la Lengua.
5. Coyné A. (1981). Hueso Húmero, 10, julio. Lima, Perú: revista cultural.
6. Westphalen E. A (1983). Vida de poeta. Algunas cartas de César Moro escritas
en la Ciudad de México entre 1943 y 1948 (editadas por su destinatario. Lisboa,
1983).
7. Westphalen Yolanda (2001). César Moro. La poética del ritual y la escritura
mítica de la modernidad. Lima: UNMSM.