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Ensayo: El Universo

¿Cuáles son las principales teorías de la posibilidad de explicar el nacimiento y la formación


del universo? Discutir de observación y pruebas teóricas que se utiliza para apoyar o rechazar
cada una de ellas.

El universo es todo lo que existe físicamente: el espacio, el tiempo, todas las formas de la
materia, la energía y el impulso. También forma parte de él las leyes y constantes físicas que
lo gobiernan. Él tiene sus orígenes y estudios a partir de la antigua Grecia por el astrónomo
Claudio Tolomeo quien planteaba que La Tierra era el centro del universo (teoría geocéntrica)
y que el resto de los planetas incluyendo al Sol se encontraban en línea recta.
Muchos años después se creó otra teoría llamada heliocéntrica y fue expuesta por Nicolás
Copérnico la cual explicaba que el centro del universo era el Sol y que todos los planetas se
encontraban alrededor de él.
Estos fueron los comienzos de las investigaciones acerca del universo, pero más adelante llego
uno de los científicos más reconocidos como lo fue Einstein quien se encargó de introducir
entre los físicos la teoría de la relatividad. Esta establece que aparte de las tres dimensiones que
ya conocemos como son: largo, ancho y profundo había que agregarle una cuarta dimensión la
cual es el espacio y el tiempo.
A partir de este hecho comenzaron a existir muchas hipótesis acerca del origen del universo.
Las teorías más estudiadas por los astrónomos son: la teoría del Big Rip o del desgarramiento,
la teoría del Big Crunch o gran colapso, la teoría inflacionaria y la teoría del Big Bang o gran
explosión. Las dos suposiciones más aceptadas en la actualidad son las dos últimas.
La teoría inflacionaria expuesta por Alan Guth trata de explicar los primeros instantes del
universo, a través de las fuerzas gravitacionales que se encuentran alrededor de un agujero
negro. Supone que hay una fuerza única que se dividió en otras cuatro produciendo el origen
de este.
Por último, se tiene la teoría del Big Bang, que es la más aceptada, explica que el universo es
homogéneo e isótropo y se originó después de una gran explosión que dio origen a todos los
componentes del universo, en la cual se encontraban todas las materias de éste, concentradas
en una zona extraordinariamente pequeña del espacio. Esta teoría fue planteada por Edwin
Hubble quien también descubrió la expansión universal del universo en el año 1929 y años
después (1964) Piezas y Wilson descubrieron la radiación cósmica, ellos hablaron de un
universo en evolución. Pero para que todo esto sea real, las leyes de la física deben ser
universales, es decir, deben ser iguales en todo el universo.
En conclusión, se tiene que los orígenes del universo son muy variados y que los investigadores
y astrónomos deben de realizar más estudios y avanzar en la tecnología para poder descubrir
realmente cual es nuestro principio como raza humana y cada una de las características de
nuestro alrededor y del espacio exterior. También gracias a ellos tenemos un poco de
conocimiento de lo maravilloso que puede ser la naturaleza y todo lo que nos rodea.
Se le llama Universo a todo el espacio y materia que existen. En él podemos encontrar
conjuntos de materia llamados estrellas, agrupados por billones en galaxias, las que a su vez se
agrupan en cúmulos. El Universo posee también materia difusa constituida por gas y partículas
de polvo diseminadas a través del espacio.

La teoría más aceptable para explicar el origen del universo es el big-bang. El Universo habría
tenido la forma de una partícula con densidad y temperaturas infinitamente altas. En el tiempo
cero, habría explotado, comenzando entonces la expansión del Universo.

Existen cuatro principales teorías del origen del Universo. Estas son la Teoría del Big Bang,
la Teoría Inflacionaria, la Teoría del Estado Estacionario y la Teoría del Universo Oscilante,
aunque las más aceptadas en la actualidad son la del Big Bang y la Inflacionaria.

La teoría del Big Bang es la más popular Supone que, hace entre 12.000 y 15.000 millones de
años, toda la materia del Universo (incluyendo el Universo mismo) estaba concentrada en una
zona extraordinariamente pequeña hasta que explotó y se comenzó a expandir., claro). Supone
que, hace entre 12.000 y 15.000 millones de años, toda la materia del Universo (incluyendo el
Universo mismo) estaba concentrada en una zona extraordinariamente pequeña hasta que
explotó y se comenzó a expandir.

La materia salió impulsada con gran energía en todas direcciones y los choques, y un cierto
desorden hicieron que la materia se agrupara y se concentrase más en algunos lugares del
espacio, y se formaron las primeras estrellas y las primeras galaxias.

Desde entonces el Universo continúa en constante movimiento y evolución.

Otra teoría es la teoría inflacionaria de Alan, que intenta explicar los primeros instantes del
Universo y se basa en estudios sobre campos gravitatorios fortísimos, como los que hay cerca
de un agujero negro., que intenta explicar los primeros instantes del Universo y se basa en
estudios sobre campos gravitatorios fortísimos, como los que hay cerca de un agujero negro.

Esta teoría supone que una fuerza única se dividió en las cuatro que ahora conocemos (las
cuatro fuerzas fundamentales del Universo: gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y
nuclear débil), produciendo el origen al Universo. El empuje inicial duró un tiempo
prácticamente inapreciable, pero fue tan violenta que, a pesar de que la atracción de la gravedad
frena las galaxias, el Universo todavía crece.
La teoría del estado estacionario se opone a la tesis de un universo evolucionario. Los
seguidores de esta consideran que el universo es una entidad que no tiene principio ni fin, no
tiene principio porque no comenzó con una gran explosión ni se colapsará, en un futuro lejano,
para volver a nacer.

El impulsor de esta idea fue el astrónomo inglés Edward Milne y según ella, los datos recabados
por la observación de un objeto ubicado a millones de años luz, deben ser idénticos a los
obtenidos en la observación de la Vía láctea desde la misma distancia. Milne llamó a su
tesis principio cosmológico.

En 1948 algunos astrónomos retomaron este principio y le añadieron nuevos conceptos como
el principio cosmológico perfecto. Este establece, en primer lugar, que el universo no tiene un
génesis ni un final, ya que la materia interestelar siempre ha existido y en segundo término que
el aspecto general del universo no sólo es idéntico en el espacio sino también en el tiempo.

La teoría del universo oscilante sostiene que nuestro universo sería el último de muchos
surgidos en el pasado, luego de sucesivas explosiones y contracciones. El momento en que el
universo se desploma sobre sí mismo atraído por su propia gravedad es conocido como Big y
marcaría el fin de nuestro universo y el nacimiento de otro nuevo. y marcaría el fin de nuestro
universo y el nacimiento de otro nuevo.

Henri Poincaré
Jules-Henri Poincaré nació en Nancy en 1854, en una familia de clase media alta muy ligada
a la universidad y a la administración, algo más frecuente en Francia que en España. Su padre
fue profesor de universidad además de médico, y su primo Raymond, varias veces primer
ministro, llegó a presidente de la República durante la Primera Guerra Mundial. El joven
Henri destaca ya en el liceo, gana un premio nacional e ingresa en 1873 en la Escuela
Politécnica con el número uno, ingresando también en la Escuela Normal. Escoge la primera
y una anécdota, tal vez apócrifa, lo muestra contestando al reproche que le hace un profesor
de estar distraído con la repetición al pie de la letra de lo dicho por éste durante los últimos
minutos. Tras trabajar como ingeniero por poco tiempo, presenta su tesis doctoral en
matemáticas en 1879, mientras escribe una novela que no llega a terminar, enseña otro poco
en Caen y en 1881 es nombrado profesor en París, de donde ya no se moverá. Allí muere
demasiado joven, tras una intervención quirúrgica, en 1912.
En el campo de la mecánica
En el campo de la mecánica elaboró diversos trabajos sobre las teorías de la luz y las ondas
electromagnéticas, y desarrolló por su cuenta algunos de los conceptos básicos de la Teoría
de la Relatividad restringida (también conocida como Relatividad especial), los cuales
también aparecen los trabajos de H. Lorentz, y que luego fue desarrollada completamente por
Albert Einstein. La conjetura de Poincaré es uno de los problemas recientemente resueltos
más desafiantes de la topología algebraica, y fue el primero en considerar la posibilidad de
caos en un sistema determinista, en su trabajo sobre órbitas planetarias. Este trabajo tuvo
poco interés hasta que comenzó el estudio moderno de la dinámica caótica en 1963. Algunos
de sus trabajos más importantes incluyen los tres volúmenes de Los nuevos métodos de la
mecánica celeste, publicados entre 1892 y 1899, y Lecciones de mecánica celeste. También
escribió numerosas obras de epistemología, propedéutica, metodología y divulgación
científica que alcanzaron una gran popularidad, como Ciencia e hipótesis (1901), Ciencia y
método (1908) y El valor de Primeros años de su carrera.
La conclusión principal de Poincaré establecía que la evolución de un sistema como el
ejemplificado era extremadamente caótica, en el sentido de que una pequeña perturbación en
el estado inicial (como por ejemplo una mínima variación en la posición inicial de un cuerpo)
podía llevar eventualmente a un estado radicalmente diferente. Por lo tanto, si con los
instrumentos de medición disponibles no se puede detectar esa mínima variación, sería
imposible predecir el estado final del sistema. Uno de los integrantes del jurado, el
distinguido Karl Weierstrass, afirmó: "Si bien este trabajo no puede ser considerado como la
solución completa del desafío presentado, es de tal importancia que su publicación marcará el
comienzo de una nueva era en la historia de la Mecánica Celestial

Las estrellas del universo


Las estrellas son masas de gases, principalmente hidrógeno y helio, que emiten luz. El Sol es
una estrella. Vemos las estrellas, excepto el Sol, como puntos luminosos muy pequeños, y
sólo de noche, porque están a enormes distancias de nosotros. Parecen estar fijas,
manteniendo la misma posición relativa en los cielos año tras año. En realidad, las estrellas
están en rápido movimiento, pero a distancias tan grandes que sus cambios de posición se
perciben sólo a través de los siglos.
El número de estrellas observables a simple vista desde la Tierra se ha calculado en unas
8.000, la mitad en cada hemisferio. Durante la noche no se pueden ver más de 2.000 al
mismo tiempo, el resto quedan ocultas por la neblina atmosférica, sobre todo cerca del
horizonte, y la pálida luz del cielo.
Los astrónomos han calculado que el número de estrellas de la Vía Láctea, la galaxia a la que
pertenece el Sol, asciende a cientos de miles de millones.
Agujeros negros
Los agujeros negros son los restos fríos de antiguas estrellas, tan densas que ninguna
partícula material, ni siquiera la luz, es capaz de escapar a su poderosa fuerza gravitatoria.
Mientras muchas estrellas acaban convertidas en enanas blancas o estrellas de neutrones, los
agujeros negros representan la última fase en la evolución de enormes estrellas que fueron al
menos de 10 a 15 veces más grandes que nuestro sol.
Cuando las estrellas gigantes alcanzan el estadio final de sus vidas estallan en cataclismos
conocidos como supernovas. Tal explosión dispersa la mayor parte de la estrella al vacío
espacial, pero quedan una gran cantidad de restos «fríos» en los que no se produce la fusión.
En estrellas jóvenes, la fusión nuclear crea energía y una presión exterior constante que se
encuentra en equilibrio con la fuerza de gravedad interior que produce la propia masa de la
estrella. Sin embargo, en los restos inertes de una supernova no hay una fuerza que se resista
a la gravedad, por lo que la estrella empieza a replegarse sobre sí misma.
Sin una fuerza que frene la gravedad, el emergente agujero negro encoje hasta un volumen
cero, en cuyo punto pasa a ser infinitamente denso. Incluso la luz de dicha estrella es incapaz
de escapar a su inmensa fuerza gravitatoria, que se ve atrapada en órbita, por lo que la oscura
estrella se conoce con el nombre de agujero negro.
Los agujeros negros atraen la materia, e incluso la energía, hacia sí, pero no en mayor medida
que otras estrellas u objetos cósmicos de masa similar. Esto significa que un agujero negro
con la misma masa que la de nuestro sol, no «aspiraría» más objetos hacia sí que nuestro sol
con su propia fuerza gravitatoria.

Los planetas, la luz y otra materia deben pasar cerca de un agujero negro para ser atraídos
dentro de su radio de acción. Cuando alcanzan un punto sin retorno, se dice que han entrado
en el horizonte de sucesos, un punto del que es imposible escapar porque requiere moverse a
una velocidad superior a la de la luz.
Los agujeros negros tienen un tamaño pequeño. Un agujero de una masa solar de un millón, como el
que se sospecha que se encuentra en el centro de algunas galaxias, tendría un radio de unos tres
millones de kilómetros, es decir, sólo unas cuatro veces el tamaño de nuestro sol. Un agujero negro
con una masa igual a la del sol tendría un radio de tres kilómetros.

Dado que son tan pequeños, distantes y oscuros, los agujeros negros no pueden ser
observados de manera directa. A pesar de esto, los científicos han confirmado las sospechas
largo tiempo mantenidas de su existencia. Esto se realiza normalmente midiendo la masa de
una región del espacio y buscando zonas con una gran masa oscura.

Existen muchos agujeros negros en el seno de los sistemas binarios. Estos agujeros atraen
continuamente masa de su estrella vecina, aumentando el agujero negro y encogiendo la otra
estrella, hasta que el agujero negro se hace grande y la estrella compañera se desvanece por
completo.
Pueden existir agujeros negros supermasivos en el centro de algunas galaxias, incluida
nuestra Vía Láctea. Estos cuerpos inmensos pueden tener una masa de 10 a 100 mil millones
de soles. Son parecidos a los agujeros negros más pequeños, pero alcanzan tales dimensiones
al haber mucha materia en el interior de la galaxia que pueden atraer. Los agujeros negros
pueden acumular cantidades de materia ilimitadas; simplemente se convierten en cuerpos aún
más densos a medida que aumenta su masa.

Agujero de gusano
En física, un agujero de gusano, también conocido como puente de Einstein-Rosen y en
algunas traducciones españolas como agujero de lombriz, es una hipotética
característica topológica de un espacio-tiempo, descrita en las ecuaciones de la relatividad
general, que esencialmente consiste en un atajo a través del espacio y el tiempo. Un agujero
de gusano tiene por lo menos dos extremos conectados a una única garganta, a través de la
cual podría desplazarse la materia. Hasta la fecha no se ha hallado ninguna evidencia de que
el espacio-tiempo conocido contenga estructuras de este tipo, por lo que en la actualidad es
solo una posibilidad teórica en la ciencia.
Esquema de un agujero de gusano que técnicamente permite el viaje a través del tiempo. Si
uno de los dos extremos del puente atravesado por la línea verde está en movimiento,
seguir la ruta roja y volver al punto inicial según en sentido opuesto a la ruta verde podría
permitir volver atrás en el tiempo, ya que el espacio-tiempo representado contendría curvas
temporales cerradas.
En física, un agujero de gusano, también conocido como puente de Einstein-Rosen y en
algunas traducciones españolas como agujero de lombriz, es una hipotética
característica topológica de un espacio-tiempo, descrita en las ecuaciones de la relatividad
general, que esencialmente consiste en un atajo a través del espacio y el tiempo. Un agujero
de gusano tiene por lo menos dos extremos conectados a una única garganta, a través de la
cual podría desplazarse la materia. Hasta la fecha no se ha hallado ninguna evidencia de que
el espacio-tiempo conocido contenga estructuras de este tipo, por lo que en la actualidad es
solo una posibilidad teórica en la ciencia.
Cuando una estrella supergigante roja explota, arroja materia al exterior, de modo que
acaba siendo de un tamaño inferior y se convierte en una estrella de neutrones. Pero
también puede suceder que se comprima tanto que absorba su propia energía en su interior
y desaparezca dejando un agujero negro en el lugar que ocupaba. Este agujero tendría una
gravedad tan grande que ni siquiera la radiación electromagnética podría escapar de su
interior. Estaría rodeado por una frontera esférica, llamada horizonte de sucesos. La luz
traspasaría esta frontera para entrar, pero no podría salir, por lo que el agujero visto desde
grandes distancias debería ser completamente negro (aunque Stephen Hawking postuló que
ciertos efectos cuánticos generarían la llamada radiación de Hawking). Dentro del agujero,
los astrofísicos conjeturan que se forma una especie de cono sin fondo. En 1994,
el telescopio espacial Hubble detectó la presencia de uno muy denso en el centro de
la galaxia elíptica M87, pues la alta aceleración de gases en esa región indica que debe de
haber un objeto 3 500 millones de veces más masivo que el Sol. Finalmente, este agujero
terminará por absorber a la galaxia entera
Origen del Nombre
El término “agujero de gusano” fue introducido por el físico teórico estadounidense John
Wheeler en 1957. Proviene de la siguiente analogía usada para explicar el fenómeno: si
el universo es la piel de una manzana y un gusano viaja sobre su superficie, la distancia de un
punto de la manzana a su antípoda es igual a la mitad de la circunferencia de la manzana,
siempre que el gusano permanezca sobre la superficie de esta. Pero si, en vez de esto, el
gusano cavara un agujero directamente a través de la manzana, la distancia que tendría que
recorrer sería considerablemente menor, ya que la distancia más cercana entre dos puntos es
una línea recta que une a ambos.

Porque se llama Einstein Rosen


En 1935, los físicos Albert Einstein y Nathan Rosen utilizaron la teoría de la relatividad
general para proponer la existencia de "puentes" a través del espacio-tiempo.
Según la teoría de la relatividad general de Einstein, los agujeros de gusano pueden existir.
Tienen una entrada y una salida en puntos distintos del espacio o del tiempo. El túnel que los
conecta está en el hiperespacio, que es una dimensión producida por una distorsión del
tiempo y la gravedad.
Einstein y Rosen plantearon esta teoría al estudiar lo que ocurría en el interior de un agujero
negro. Por eso se llaman también Puente de Einstein-Rosen.

Estamos hechos de polvo de estrellas


Un grupo de astrónomos pertenecientes al proyecto Sloan Digital Sky Survey (SDSS, por sus siglas en
inglés), que nace con el objetivo de construir un mapa detallado del Universo, ha obtenido datos que
demuestran que el ser humano y las estrellas comparten los mismos elementos químicos.

Con la ayuda del telescopio ARC del Observatorio Apache Point en Nuevo México (EE.UU.), equipado
con instrumentos que miden longitudes de onda infrarrojas, el estudio analizó cerca de 150.000
estrellas a lo largo de la galaxia a fin de conocer los elementos químicos que las componen.
Mediante un análisis espectroscópico se determinó que estos cuerpos celestes están compuestos de
los seis elementos más comunes de la vida en la Tierra, los cuales constituyen el 97% del cuerpo
humano: carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre (conocidos por el acrónimo
nemotécnico de CHONPS).
Materia oscura
Desde hace casi noventa años sabemos que existe un elemento en el universo que condiciona
el movimiento de los astros a gran escala, pero todavía no somos capaces de describirla: la
materia oscura.
El estudio de la materia oscura es una de las líneas de investigación más inquietantes de la
cosmología. Desde su detección a comienzos de la década de los treinta del siglo pasado, se
ha puesto mucho empeño en caracterizar este tipo de materia, sin embargo, todavía, en pleno
siglo XXI sigue siendo una gran desconocida. Aunque mucho se ha avanzado, todavía no se
sabe con exactitud cuál es su origen y qué moléculas la componen.
La detección de la materia oscura se remonta a comienzos de la década de 1930 cuando Jan
Oorts, astrónomo holandés, se percató de que la velocidad orbital de las estrellas de la Vía
Láctea no coincidía con la velocidad esperada. En las galaxias, las estrellas no se reparten
aleatoriamente, sino que ocupan un lugar concreto en función de su masa y su velocidad
orbital. Dicha velocidad debe ser la adecuada para que las estrellas no se precipiten hacia el
centro galáctico y para evitar ser expulsadas hacia el espacio intergaláctico.
Jan Oorts, tras medir toda la masa contenida en nuestra galaxia llegó a la conclusión de que
no había suficiente materia como para retener a las estrellas y evitar que salieran proyectadas.
A ese déficit se le denominó materia oscura. Según sus cálculos, debería haber cinco veces
más de materia oscura que de materia visible. Por debajo de esa proporción las estrellas
vagarían por el espacio intergaláctico y las galaxias hubieran perdido ya su configuración
física

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