Artículo Sobre Lasso de La Vega

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ISSN 1696-7208

Revista número 9 de Mayo de 2004

PRESENCIA DE RAFAEL LASSO DE


LA VEGA, MARQUÉS DE VILLANOVA,
EN LA REVISTA ULTRA
Por: Purificación Jurado Domínguez

Nada es fingido - todo vive


Hasta las sombras son verdad

Y si yo sueño acaso
es porque el sueño es realidad
y la vida la sombra de mi paso
sobre la eternidad.

“Todo vive”, Oaristes (1931-1940),1940.

1
Quedan resumidas en estos versos las esencias de vida y obra del poeta sevillano,
caracterizadas por una mezcla de realidad y ficción que convierte en complejo el análisis de
ambos aspectos de su trayectoria vital. A ello nos vamos a dedicar en el presente estudio: nos
centraremos en Rafael Lasso de la Vega y en sus poemas del periodo ultraísta, concretamente,
los publicados en la revista ULTRA. Para ello, comenzaremos con un breve recorrido por las
revistas literarias ultraístas para, a continuación, pasar a un acercamiento a la figura de Rafael
Lasso de la Vega, marqués de Villanova.

EL ULTRAÍSMO EN LAS REVISTAS

Ultraísmo es el término bajo el cual se vinieron a resumir todos los movimientos de


vanguardia que existieron en España e Hispanoamérica. Fue, como afirma Gloria Videla, “un
movimiento de superación de la lírica vigente, una reacción contra el modernismo, una
voluntad de renovación, un ir “más allá”, como lo indica su nombre”1 . En definitiva, una
superación del posmodernismo decadente que venía cultivándose por parte de una serie de
poetas “imitadores” de Rubén Darío, autores de composiciones plagadas de recursos y temas
ya trillados, con fórmulas sumamente repetitivas y desgastadas. Pero, cuando irrumpen los
jóvenes ultraístas en el panorama literario, se encuentran también con la presencia de
prestigiosas figuras como Unamuno, Valle-Inclán, Juan Ramón Jiménez..., a quienes estos
poetas, siempre desde una postura respetuosa, intentarán superar, pues su principal anhelo es
el de buscar una voz que represente al nuevo mundo, moderno e industrializado, que se
desarrolla ante sus ojos:

<< Nuestras afirmaciones cardinales resumíanse así:


“ Declaramos nuestra voluntad de un arte nuevo que supla la última
evolución literaria vigente en las letras españolas. Respetando la obra
realizada por las grandes figuras de esa época nos sentimos con
anhelos de rebasar la meta alcanzada por ellas y proclamamos la
necesidad de un ultraísmo, de un más allá juvenil y liberador. He aquí
nuestro lema: VLTRA, dentro del cual cabrán todas las tendencias
avanzadas, genéricamente ultraístas, que más tarde se definirán y
hallarán su diferenciación y matices específicos”. >> 2.

El nacimiento del Ultraísmo en España está muy vinculado al paso de Vicente


Huidobro por Madrid en 1918, cuyo magisterio se unió al ejercido por Rafael Cansinos-
Asséns en su tertulia del café Colonial, donde fue compuesto el primer manifiesto ultraísta

2
aparecido en la prensa de Madrid en 1918, y que queda sintetizado en las palabras anteriores
de Guillermo de Torre. Y es, precisamente, en manifiestos y revistas donde se desarrolla el
Ultraísmo. Efectivamente, este movimiento vivió en las revistas, pues fue mínima en España
la producción poética ultraísta recogida en libros (distinto sería el caso del Ultraísmo
hispanoamericano). Así, afirma Guillermo de Torre que, ante la imposibilidad de realizar
libros, los poetas ultraístas fundieron su espíritu de acción en revistas, y es en ellas donde se
guardan las reliquias ultraístas 3.
Las principales revistas del Ultraísmo fueron las siguientes:

- Los Quijotes (1915-1918) es anterior al período ultraísta, pero en ella aparecen ya las
firmas de muchos de los que después se adscribirían al movimiento. Su desaparición
coincide con la fundación de Grecia, a la cual pasaron muchos de sus colaboradores.

- Grecia (1918-1920) no nació ultraísta, pero se convirtió al movimiento tras una etapa
de vacilaciones. Aparece en Sevilla, dirigida por Isaac del Vando-Villar; pero en 1920
se traslada a Madrid. Destaca de ella la aparición de traducciones de poemas de los
grandes vanguardistas europeos (Apollinaire, Marinetti, Paul Morand, Tristan Tzara,
Reverdy, etc.) y de numerosos estudios críticos, pues las revistas ultraístas realizaron
una importante labor de difusión de las estéticas de vanguardia europeas y
especialmente francesas.

- Cervantes (1916-1920) tampoco nació ultraísta y no lo fue hasta 1919 (fecha en la


que empieza a dirigirla Rafael Cansinos-Asséns). En sus páginas encontramos
prácticamente a los mismos colaboradores que en Grecia (Pedro Garfias, Adriano del
Valle, Vicente Huidobro, Chabás, Eugenio Puche, Gerardo Diego, Juan Larrea,
Rogelio Buendía, Guillermo de Torre, Rafael Lasso de la Vega, etc.)

- Cosmópolis (1919-1922) no es propiamente una publicación ultraísta, pero es


importante por los relevantes artículos críticos y ensayos sobre literaturas de
vanguardia que en ella ven la luz. Aparecen artículos de Cansinos-Asséns, Guillermo
de Torre y Borges, entre otros.

Las revistas ultraístas que hemos nombrado, además de Ultra, de la que nos
ocuparemos a continuación, son las más representativas y las que alcanzaron más larga vida.

3
Aparecieron además otras, de existencia efímera, y que sirvieron de cierre para un ultraísmo
que conocería su ocaso ya entrada la década de los 20: Tableros (1921-1922) con cuatro
números; Perseo (1919), con un solo número; Reflector (1920), también con un único número;
Horizonte (1922-1923), con cuatro números; Alfar (1921-1927); etc.

Casi todas comparten el común denominador de su juventud, la poca financiación, la


tirada pequeña y una existencia efímera, que provocó en un breve periodo temporal un intenso
y fecundo intercambio entre los jóvenes poetas. Se preocuparon, ante todo, de exaltar la
imaginación, de reinventar el lenguaje, de destruir los iconos tradicionales y de reflejar los
aires innovadores de los tiempos que corrían.

Como conclusión, podemos destacar que la revista literaria fue el vehículo de difusión
de la creación poética de muchos escritores que, sin este impulso, hubieran quedado relegados
a los estrechos límites de su ámbito local, ya que, sin ellas, hubieran tenido mayores
dificultades para relacionarse con otros poetas y corrientes de la vanguardia literaria del país.

El período que nos ocupa fue, quizás, uno de los de mayor auge de las publicaciones
literarias en España, aunque también en los años inmediatamente posteriores (en torno a la
época de la Generación del 27) fueron abundantes: Mediodía, Papel de Aleluyas, Litoral,
Carmen, Gallo, Hojas de poesía, Meseta... Ya en los años treinta diminuiría el número de
publicaciones, aunque también de estos años destacan títulos importantes como Hora de
España, El mono azul, Gallo Crisis o Cruz y Raya.

Centrándonos en la revista Ultra 4, podemos decir que es una de las publicaciones clave
del movimiento ultraísta. De todas las revistas de la vanguardia española, Ultra es la que más
íntegramente representó la madurez del ultraísmo. Según Guillermo de Torre, es el mejor
ejemplo “del hervor, del radicalismo de esta crepitante y disidente generación” y, a su vez, la
publicación que consigue “una amplia atención y un núcleo escogido de fieles lectores”.
Ultra supone la culminación de un proyecto que venía gestándose desde 1918 por parte
de los firmantes del “Manifiesto ULTRA” y la prolongación de una labor iniciada con Grecia
y Cervantes. Estos firmantes del primer manifiesto ultraísta se habían comprometido a
publicar una revista que se llamaría Ultra, “en la que sólo lo nuevo hallaría acogida”.

4
Así pues, ULTRA. Poesía. Crítica. Arte, que adoptaría posteriormente el subtítulo de
Revista internacional de vanguardia, aparece en enero de 1921 y su último número, el 24, es
de febrero de 1922.
Regularmente en la calle cada 10 días (con escasas excepciones), a partir de su entrega
nº 10 se convirtió en quincenal y conservó este intervalo de publicación hasta su desaparición.
Las causas de este cambio de periodicidad pueden radicar en el esfuerzo de depuración dentro
del movimiento Ultra y en la firme voluntad de evitar “imposibles rivalidades” con la fraterna
Tableros dirigida por Isaac de Vando, ya que los colaboradores eran los mismos. Afirma
Guillermo de Torre que Isaac del Vando, cuya firma había permanecido casi ausente de Ultra,
no podía resignarse a perder su condición de “abanderado” del movimiento y, por eso, lanza
Tableros, como refundición del Ultra 5
El diseño del formato es totalmente innovador: un tríptico poético, con seis páginas
(“formato de espejo de tres lunas, desplegable en seis páginas”6); de grandes dimensiones;
publicada en un papel pergaminado al tacto; con grandes ilustraciones en portada e interiores;
y las letras del título repartidas en la parte superior e inferior, dieron a la revista una gran
belleza tipográfica y una originalidad visual que la hacían destacar en los quioscos y las
librerías.
Aunque se advirtiera en el primer número que la revista no tenía director y que se regía
por una junta anónima constituida por sus colaboradores habituales (los hermanos Rivas
Panedas, Lasso de la Vega, Guillermo de Torre, el pintor Wladyslaw Jahl, Borges, etc), en
realidad (afirma Guillermo de Torre) estaba pilotada por Humberto Rivas. A pesar de haber
recibido la invitación para formar parte desde la lejanía del comité directivo de la revista,
resulta importante la ausencia de Huidobro.
En Ultra se reúnen todos los integrantes del movimiento ultraísta (ya en su primer
número aparecen la mayoría de los nombres que habrían de repetirse en los siguientes),
aunque en los números finales se dé entrada a “jóvenes” que destacarían en años posteriores:
Rosa Chacel, César González Ruano o Luis Buñuel. Los cuatro autores que sobresalen de la
amplia nómina de colaboradores, atendiendo al número de poemas publicados en ella, son
Rafael Lasso de la Vega, Guillermo de Torre y los hermanos Rivas Panedas. El resto de
colaboradores son, entre otros, Borges, César A. Comet, López Parra, Joaquín de la Escosura,
Pérez Domenech, Antonio Cubero, Pedro Garfias, Jaime Ibarra, Adriano del Valle, Cansinos-
Asséns y Gómez de la Serna.
Se trata de una revista eminentemente poética, aunque estas colaboraciones eran
amenizadas por finales de página polémicos y humorísticos como, por ejemplo: “Los ultraístas

5
hemos descubierto la cuadratura del círculo”, “El ultraísmo es la rana que crió pelos” o “ El
ultraísmo consiste en volver el mundo del revés”. Además, en Ultra, observamos que la
relación entre poetas y artistas plásticos es cada vez más estrecha, rasgo caracterizador de la
vanguardia, pues encontramos las colaboraciones de Jahl, Paszkiewicz, Barradas y Norah
Borges, quienes ilustran las portadas y páginas interiores de la revista y recuperan la técnica
del grabado en madera.
El grado de vinculación que los ultraístas mantenían con las revistas representativas de
la vanguardia internacional venía reflejado en la sección “Publicaciones recibidas”, y la
sección de crítica literaria y artística era conducida casi exclusivamente por Guillermo de
Torre en su sección “Antología de la novísima lírica francesa”.
Concluiremos, por tanto, señalando que Ultra sienta las bases de una gramática poética
nueva y se erige como la revista donde mejor concreción alcanzan los objetivos ultraístas y de
las primeras vanguardias hispánicas.

RAFAEL LASSO DE LA VEGA

El marqués de Villanova colabora, como hemos podido observar, en la gran mayoría


de revistas de la época y es uno de los pilares de la revista que acabamos de analizar.
Habría que comenzar señalando que Rafael Lasso de la Vega es una de las figuras
importantes de la poesía española del siglo XX, pero también uno de los poetas menos y peor
publicados. Se trata, además, de una persona difícil de conocer con certeza, como ya
señalábamos en las primeras líneas de este estudio, circunstancia que puede deberse al hecho
de que él mismo se ocupara de forjar una leyenda que lo convierte en un ser sumamente
misterioso. Lasso se ocupó prácticamente durante toda su vida de construir su propio
personaje mediante trastoques voluntarios de fechas e invención de títulos que no llegaron
jamás a existir. Pero también se encargó de la creación de una obra considerable y digna de
una mayor difusión. No obstante, no deja de ser cierto que el mismo Lasso contribuyó
decisivamente a esta situación con sus tiradas de no más de un centenar de ejemplares
destinados a un público selecto y restringido de amistades, impresos en el extranjero, lo cual
hace que en la actualidad muchos de ellos sean inencontrables. Otra circunstancia que se suma
a éstas es el hecho de que Lasso había manifestado su prohibición explícita de figurar en
antología alguna, a excepción de las publicadas por César González-Ruano7 y José Luis
Cano 8, aunque aparece también en el Diccionario de escritores, maestros y oradores naturales

6
de Sevilla y su actual provincia, de Mario Méndez Bejarano, en el que aparece con la siguiente
definición:

“ 1.355.- Lasso de la Vega (Rafael).


Poeta sevillano, nació el 28 de Febrero de 1890; en su ciudad natal estudió el
bachillerato y a los diez y ocho años vino a Madrid, donde empezó a publicar poesías en
Los Lunes de El Imparcial. Hasta la fecha en que escribo esta nota, amén de varias
composiciones en periódicos y revistas literarias, lleva escritas y publicadas las
siguientes obras poéticas: Rimas de Silencio y de Soledad (Madrid, 1910) y Breviario
Sentimental (íd. 1914). El corazón iluminado y otros poemas. Joven inteligente y
laborioso, arrastra una vida lago bohemia, sin cesar de traducir y producir.” 9

Efectivamente, Rafael Lasso de la Vega nació en Sevilla en 1890 y se inició en el


mundo de las letras en el Madrid de los años 10. Su primera obra, Rimas de silencio y soledad
(Madrid, 1910), está dedicada a la memoria de Gustavo Adolfo Bécquer y, eminente y
canónicamente modernista, sus páginas están bañadas de melancolía, escenarios simbolistas,
penas amorosas, jardines, fuentes de mármol, calles desiertas...Es un poemario que recoge,
casi en su totalidad, escenarios de Sevilla.
A pesar de haberse integrado en el círculo literario de la capital, Lasso de la Vega no
sería un poeta demasiado bien visto entre algunos de sus compañeros, tal vez por su
pedantería extrema (“...la rancia nobleza de los Lasso, que venimos en la rama sevillana de
don Pedro el Cruel...Nuestra familia vino a menos cuando la Revolución, pero yo me he
criado con ayo y ayuda de cámara...”10; “...el marqués de Villanova es en estos tiempos una
especie de icono blanco imperturbable, con una capacidad de desprecio infinita para toda la
gárrula literatura universal de nuestros días...Y cuando interviene por excepcional
condescendencia en algún diálogo o discusión, sitúa el parecer o la referencia en una
máxima altura de genios o semidioses familiares...”11), su holgazanería y sus invenciones
inverosímiles que sus compañeros no creían (algo que él mismo sabía y pretendía ignorar, a
juzgar por las palabras de Cansinos-Asséns: “ Lasso de la Vega sabe muy bien lo que de él se
dice y se piensa en los corrillos literarios, pero no se da por entendido”12). Ramón Gómez de
la Serna le dedicaría una de sus greguerías: “Lasso de la Vega parece un ayuda de cámara
cesante con el monóculo de su señor”, en la que hace referencia a la constante búsqueda de
mecenas a la que también alude Cansinos-Asséns (“ Lasso de la Vega siempre cultivó el
parasitismo, desde los tiempos de su amistad con Dominici; siempre anduvo tras los poetas
americanos attachés a las embajadas de sus países (...), y nadie como él en este sentido

7
contribuyó a la patriótica tarea de estrechar lazos. Lasso de la Vega se agarra a sus mecenas
como una boa (...) Todo el mundo sabe cómo vive Lasso y cómo resuelve el problema de las
dos comidas diarias. Lasso de la Vega es el invitado espontáneo que surge inopinadamente,
en restaurantes y figones, a la hora en que unos amigos con dinero acaban de sentarse a la
mesa” 13). Romero Murube diría de Lasso, con evidente sorna, que su “bohemia desembocó
en alcurnia porque así lo pedía su sangre requeteazul...”14
No obstante, la lista de sus amistades, si Lasso no fantaseaba sobre ellas, algo que no
resultaría extraño, era amplia: Rubén Darío, D´Annunzio, Cocteau, Cendrars...

Durante los años diez, Lasso perteneció al grupo bohemio y tardomodernista, y es


durante aquella época cuando se inicia su etapa más mísera y oscura, que lo ve dormir a
menudo en antros de mala muerte o parques públicos, aspecto de su vida que también queda
enunciado por sus compañeros: “...antes de su inevitable ascenso al marquesado, Rafael pasó
épocas de apretadísima penuria”15; “...tiene los dientes podridos y llenos de mellas, los ojos
turbios y la cara oscurecida por una barba que su dueño olvida afeitarse a tiempo. Su
indumentaria delata la bohemia en que vive: camisa sucia, pantalones desflecados, chalina
grasienta y sombrero de mugrientas alas. (...) La verdad es que Lasso de la Vega viste de
desecho, de lo que le regalan los amigos”16. Por suerte, años después y, tal vez, a raíz de su
matrimonio con la pianista Florine Baer, su fortuna cambió y tornó su existencia bohemia en
una vida más adecuada a su origen “aristocrático”: “...nos sorpende a todos por la
transfiguración que ha experimentado. Bien vestido, relativamente pulcro, con un traje hecho
para él, su monóculo y los dientes orificados”17; “En estos últimos diez años me encontré con
Lasso de la Vega en Italia, en Suiza y en Francia. Se había puesto dientes nuevos y viajaba
en compañía de su reciente mujer, una compositora suiza...”18

Se conoce con certeza que su segunda obra es El corazón iluminado y otros poemas
(1919), aunque él sitúa en este momento títulos a los que más adelante nos referiremos. Es un
libro que conserva los rasgos modernistas de su primera obra, pero que al final deja entrever
algunos de la poesía lassiana de madurez. Resulta curioso que la geografía que se deduce de
esta obra sea la de Sevilla y algunos otros pueblos andaluces, a pesar de que Lasso había
hecho hincapié en el hecho de que, entre 1909 y 1914 (años de composición de esta obra),
residió en París y visitó otras ciudades europeas, convirtiéndose, en este sentido, en el poeta
más cosmopolita de su generación.

8
A partir de este momento comiezan sus andanzas vanguardistas, y pasa por
prácticamente todos los movimientos: creacionismo, dadaísmo, ultraísmo... Colabora, como
hemos podido comprobar, en las principales revistas de vanguardia, especialmente en Ultra,
de cuyas páginas pocas veces se ausenta. He aquí la nómina de poemas publicados por Rafael
Lasso de la Vega en dicha revista y a los que, en adelante, nos referiremos con frecuencia:

Nº 1 ....................... “Train-Train”.
Nº 2 ....................... Poemas automáticos (“Perpendicular”, “Jornada”).
Nº 3 ....................... “Balada del Ultra”.
Nº 4 ....................... Ultra 1921 (“Legión”, “Balanza”, “Universo”).
Nº 5 ....................... Poemas (“Signo”, “Movimiento”, “Transición”).
Nº 7 ....................... Ortos (“Les Naissances”)
Nº 8 ....................... “Jardines”.
Nº 9 ....................... 3 Poemas (“Faubourgs”, “Moiré”, “Ausencia”).
Nº 10 ....................... “Caminos de hierro”.
Nº 11 ....................... “Veletas”.
Nº 12 ....................... “Claridad solitaria”.
Nº 13 ....................... “ Primaveras”
Nº 14 ....................... “Penumbra”.
Nº 15 ....................... “ Reversibilidad”.
Nº 16 ....................... “Horizonte”.
Nº 19 ....................... “Vacío”.
Nº 20 ....................... “Halo”.
Nº 22 ....................... “Tarde”.
Nº 23 ....................... “Poniente”.
Nº 24 ....................... “ Pausa ”.
Destaca de este conjunto de publicaciones la aparición de poemas que,
supuestamente, son traducciones de un hipotético libro aparecido en francés, Galerie de
glaces, y que daría mucho juego en los años sucesivos:

CLARIDAD SOLITARIA
(La fenêtre ouverte)
La ventana abierta
El cielo azul sobre los tejados
La brisa que entra y sale
El búcaro con rosas nuevas
alegre y olvidado

Al entrar
sorprendo al sol que sonríe
dentro de la alcoba desierta

Se quedó la alegría
de los que se marcharon

9
El jilguero me indica
que está solo en su jaula

El espejo aguarda los rostros


que todavía no han venido

Los muebles saben el secreto


de las amadas desnudas
El sol no está ya sobre la alfombra

Lentamente
se ha subido a mi lecho

Se irá
después que todo lo haya visto

Gato blanco
que se entró en casa ajena
por la ventana sonriente

Pende del techo la lámpara apagada.

(Del libro Galerie de glaces).- 1917

Esta composición es la única a la que atribuye su origen en dicha obra francesa; no hay
más alusión a Galerie de glaces en el resto de poemas publicados. En todo caso, sí aparecen
bastantes más que dice traducidos del francés, ya sea por otras personas (“Perpendicular” y
“Jornada”, que “J.C. de Silva tradujo”; o “Caminos de hierro”, traducido por un tal “Carlos
España”) o por él mismo (“Jardines”, “Signo”, “Movimiento”, “Transición”, “Faubourgs”,
“Moiré” y “Ausencia”).

Resalta en la mayoría de poemas, señale Lasso o no que son traducciones, la


indicación del hipotético primer verso en francés introduciendo la composición en español:

10
AUSENCIA
Les montagnes de cercles violettes

Las montañas de círculos violetas

Macizos verdes con perfiles de oro

A lo largo de este río Alondra de la


tarde

Fanal de amor
con tu recuerdo

La creación poética en francés, y su posterior autotraducción, es un recurso muy


utilizado entre muchos poetas de los años veinte. En el ámbito vanguardista español de estas
primeras décadas del siglo XX era usual que muchos autores se decantaran por la utilización
de la prestigiosa lengua de moda a la hora de escribir poesía. En este hecho es apreciable, de
nuevo, la posible influencia de Vicente Huidobro, autor de dos libros publicados en francés
durante su estancia en Madrid ( Hallali y Tour Eiffel); y de Joaquín Edwards Bello, que fue
mecenas de Lasso en estos años ultraístas.
En lo que respecta a Lasso de la Vega, se trata de un caso de pseudotraducción o
traducción fingida19, pues la mayoría de estos poemas sólo aparecen en su versión española y
no acompañados por la versión francesa. No sucede así con “Moiré”, de la que, a pesar de
aparecer su traducción en Ultra, contamos con el testimonio en francés en Pasaje de la poesía
(1911-1927), editada en 1936:

MOIRÉ
Pasaje de la poesía Ultra
Le plus beau des paysages El más bello de los paisajes en el rincón de
Au coin d’une sale ruelle una hedionda calleja
Surge aquí la flor rara y preciosa
(Brise-miche hirondelle Tornasolados pétalos de irisaciones mates
Pierre-au-lard gît-le-coeur) y vesánicas
Los misterios del sexo y sus tribulaciones
Il se lève d’ici l’étrange et belle fleur Carne siempre atrayente al imám de los ojos
Des feuilles folles aux irisations Voces de todos los colores se estremecen en
Mates et chatoyantes nuestra sangre
Les mystères du sexe et leur tribulations Como ángeles de barro desprendidos del
Chair toujours alléchante alma

11
Pour l’aimant de nos yeux fébriles

Des voix de toutes les couleurs les plus subtiles


En frissonnant dans notre sang se pâment
Comme des anges en argile
Qui se détacheraient de l’âme

París, 1914.

Del resto de poemas que señala como traducidos no hallamos la versión francesa en
ninguno de sus libros de poesía publicados.

En 1920, Tristan Tzara lo incluye, junto a Cansinos, J. Edwards Bello, Vicente


Huidobro o Guillermo de Torre, en la lista de “ 77 Présidents Dada” aparecida en el boletín
número 5 de la revista Dada. Pero, aun así, el poeta, asiduo participante de las veladas
ultraístas de Parisiana, se preocupa de hacer creer que lleva tiempo practicando la nueva
poesía y que él no es un poeta más de los que reciben la influencia Ultra, sino que, en todo
caso, es un predecesor de dicha tendencia. Afirma haber llegado antes que nadie a ese tipo de
poesía y haber sido el primero en innovar con las formas poéticas, algo a lo que más tarde
llegarían los demás poetas de la mano de Apollinaire y los vanguardistas europeos: “
Laborando en mi aislamiento no me aproximé a ningún grupo. Después, hablando de estas
cosas con Cansinos, supe por él que yo estaba dentro del gran anhelo futurista que llama
Ultra”20. Para justificar esa inexistente influencia, algo que por otra parte es evidente, y su
llegada en primer lugar a ese estado poético, Lasso adelanta en numerosas ocasiones la fecha
de sus libros y poemas. De esta cuestión nos ocuparemos más adelante mediante la
presentación de las distintas versiones de poemas de Ultra a los que modificó la fecha o que
adaptó para darles una apariencia más vanguardista. Pero Lasso contribuyó, en la mayoría de
ocasiones, a la composición de esta revista con poemas nuevos y de origen plenamente
ultraísta. En el conjunto de sus composiciones ultraístas publicadas en Ultra, hay algunas
contruidas tomando como base el automatismo:

POEMAS AUTOMÁTICOS [nº 2 de VLTRA]


(Poémes automatiques)
PERPENDICULAR JORNADA
Des arbres de tréteaux et des lumières Avis serrure de sûrete lettre
brisèes. recommandée

Árboles de escenarios y luces heridas Aviso cerradura de seguridad certificado

12
la encrucijada inmóvil reposa para sí ayuda de cámara propinas desayuno
los interiores encerrados al crepúsculo salón de fumar grill room brasserie
desfilan por los patios a lo largo de los ele- pasillo centrífugo cuartos de baño
vadores distribuidor general de las energías calculadas
cuando la rosa eléctrica inciensa los espejos carruaje radiograma bolsa de cambio
la mujer en silencio pasa por la alfombra sleeping car oficina de correos au revoir.
vacía
escaleras profusas hacia todos los pisos
en lo más alto de la casa sobre la calle incli-
nada
los tejados se ponen en plan filosofar
hay estrellas sutiles para todos los gatos
y buhardillas agachadas bajo los hilos del te-
léfono.
[El subrayado es mío]

En “Perpendicular”, Lasso de la Vega ofrece un retrato calidoscópico de la ciudad


(“espejos”, “estrellas sutiles”...), una ciudad plenamente actual y mecanizada (“elevadores”,
“hilos del teléfono”...) junto a una naturaleza apócrifa (“árboles de escenarios”, “encrucijada
inmóvil”). Expone, en definitiva, que los modernos mecanismos han dejado sin vida los
escenarios tradicionales como, en este caso, la antigua escalera por donde ahora sólo pasa “la
mujer en silencio”, mientras que “los interiores encerrados al crepúsculo” (es decir, el hueco
del ascensor) acumulan vida y conocen un constante movimiento; además, todo lo ya
existente sucumbe ante el poder avasallador de las nuevas tecnologías (“buhardillas
agachadas bajo los hilos del teléfono”).
Por su parte, “Jornada” presenta la rutina del hombre actual, en permanente
movimiento. Compuesto a modo de telegrama (“Aviso...au revoir”), en este poema se recurre
a una enumeración caótica de elementos, sin presencia de puntuación alguna y sin más hilo
conector que el del hombre que ejecuta esas acciones o utiliza los objetos mencionados. “Otra
innovación celosamente seguida y que enfurece a los intelectuales del Ateneo y de la
Institución, no obstante haber sido practicada por Mallarmé, consiste en la supresión total de
la puntuación. La Poesía exige una sintaxis tan lógica y natural que no la ha de menester:
Desgraciado el poema en que todo depende de tal requisito, a menudo impertinente, y cuyo
sentido puede cambiar con la simple transposición de una coma”, afirma Rafael Lasso de la
Vega en sus escritos de poética.21 Son otros tantos los poemas de Lasso aparecidos en Ultra
que cantan al progreso y al mundo de la máquina y los avances técnicos, y que tanto
recuerdan al Futurismo italiano: “Train-Train”, “Caminos de hierro” o “Faubougs”.

13
Estos dos poemas antes analizados, y algunos otros, se aproximan bastante a la estética
dadaísta; pero hay también en Ultra poemas que se asemejan más al cubismo o la estética de
Huidobro (a pesar de la enemistad entre Lasso y él) en lo que respecta a su disposición
espacial:
ORTOS
(Les Naissances)
1 3
A WLADYSLAW JAHL Gráce des mouvements
Toutes les alléés
Todos los paseos Gracia de los movimientos
Impulsos rítmicos de olas sobre el mundo Juego vivo de las formas gentiles
Cantando La brisa Alegrías Fragancias
proclama todos los secretos de todos los colores
Nada falta Por cada razón Ingenuamente
Hay vida Ved
Signos Señales Rumbos Su cintura ciñe la vida
¡Qué hermoso todo para jugar!
Los entusiasmos saltan como niños.

2 4
A RIVAS PANEDAS Allumant des étoiles
Prolongements des faciles sentiers
Encendiendo estrellas en la mitad del dia
Prolongaciones de senderos fáciles Enlazando guirnaldas de balcón a balcón
Lanzamientos inéditos planean Abriendo surtidores sobre todos los sueños
inadvertidos y presentes
Los sentidos Henos aquí
reflexionando en la dinámica nacientes
Tabla de materias y volando
para hojear el libro hermético los dos juntos
de paso dos alas de un misterio
La punta del bastón juega en el agua bajo el arco
Apreciamos en este ciclo “Ortos” una yuxtaposición de planos distintos a modo de
collage y una distribución de los versos que difiere de manera evidente de la tradicional
posición de los mismos. Otros poemas que cuentan con las mismas características formales
son, por ejemplo, “Reversibilidad”, “Primaveras”, “Claridad solitaria” o “Tarde”,
independientemente de sus respectivos contenidos temáticos.

Continuando con el recorrido que estamos realizando a lo largo de la trayectoria vital


de Rafael Lasso de la Vega, hemos de anotar que apenas existen datos de los años que van
desde el final del ultraísmo hasta la guerra civil. Apenas publica nada y, al parecer, el poeta
vivió durante esos años entre Biarritz y Sevilla.

14
Ya en 1936 publica en París su libro Pasaje de la poesía, obra clave de Lasso, ya que
con él se inicia el proceso de ficcionalización de su corpus poético y su biografía. Son poemas
que se suponen escritos entre los años 1911-1927, pero que, salvo algunas excepciones, no se
corresponden con lo realmente publicado por el poeta. También inventa su propia bibliografía
en la que, a los dos libros realmente publicados (Rimas de silencio y de soledad en 1910 y El
corazón iluminado y otros poemas en 1919), se suman otros tantos que, o son inencontrables
o son inexistentes: Las coronas del mirto (París, 1914), Galerie de glaces (París, 1920), Arte
menor (París, 1936), Sagitario en la torre (París, 1936), Les naissances (París, 1936)...

Como señalábamos anteriormente, Lasso recurre al trastoque de fechas para convertir


sus poemas en los puntos de partida de una determinada tendencia poética, o los modifica
para adaptarlos a tendencias más modernas. Éste es el caso de los poemas en los que a
continuación nos vamos a centrar. Por ejemplo, Juan Manuel Bonet22 destaca el caso del
poema “Poniente”, que Lasso, en Pasaje de la poesía, presenta como compuesto en 1914. Si
esto fuera así, habría que nombrarlo ipso facto primer poeta de la modernidad en castellano,
ya que se trata de un poema que se anticipa en tres años al Huidobro cubista. Pero lo cierto es
que la primera vez que “Poniente” aparece publicado es en la revista Ultra, en 1922, ocho
años después de la fecha que nos propone Lasso en 1936.

PONIENTE
Ultra [nº 23] Pasaje de la poesía

La ciudad se fragmenta en múltiples colores La ciudad se fragmenta en múltiples colores


¡Qué hermoso traje llevan las avenidas! Qué hermosas vestiduras lucen las avenidas
¡Qué extrañas vidrieras sobre el ir y venir! Qué extrañas vidrieras sobre el ir y venir
Humosas arboledas Arbolados de humo
Surtidores de plata Surtidores de plata
Edificios de oro sobre yunques de acero Construcciones de oro sobre yunques de acero
En olas de ruidos En olas de ruidos suben los bulevares
ascienden los bulevares En el horizonte
En el horizonte las torres gemelas
las dos torres gemelas sostienen la tarde
sostienen la tarde

[El subrayado es mío y, con él, señalo las variantes de ambas ediciones]

15
Apreciamos, por tanto, que las diferencias son básicamente de palabras individuales
que han sido sustituidas por sinónimos. No hay gran desemejanza en lo relativo a la forma ni
al contenido.
Además, con los poemas que incluye en Pasaje de la poesía, también quiere aparentar
adelantarse al popularismo del 27, a Lorca, Alberti y Villalón, entre otros; a éste último
dedica un poema fechado en 1916, año en el que el poeta aún no había hecho irrupción en el
mundo literario; dedica poemas de los años diez a Picasso, Apollinaire..., de quienes
probablemente Lasso no hubiera oído hablar por aquel entonces; etc.

Continúa “recopilando” sus poemas de los años diez y, con ellos, publica Prestigios y
Pasajes, obras mediante las que prosigue con el proceso de ficcionalizacón iniciado con
Pasaje de la poesía.
De Prestigios, cuya primera hipotética edición es de 1916, sólo se conoce la “cuarta
reimpresión”, de 1942, en la que incluye prólogo donde expone su poética: “La Poesía es un
prestigio de carácter sobrenatural, es decir: teológico - el único posible y verdadero [...] Su
expresión pura es la forma lírica, las más intensa y sucinta a un tiempo, casi absoluta y, por
lo tanto, más difícil y escasa [...] Casi todos han confundido la Poesía con la poética, la cosa
en sí con los medios de expresión, el alma con el cuerpo [...] La Poesía es la otra cosa [...] La
Poesía es la Verdad - por encima de los fenómenos naturales -, la verdad del espíritu, la
última verdad - que es también la primera [...] La Poesía es, pues, la más alta aventura del
espíritu y la empresa más noble y desinteresada de la inteligencia...”23 En los poemas de este
libro, Lasso inserta rasgos con los que intenta sugerir un sutil avance del modernismo a la
vanguardia, para así ubicarnos con mayor verosimilitud en las primeras décadas del siglo
pasado. Nos ocuparemos de “Penumbra”, poema que aparece publicado, antes que en
Prestigios (fechado en 1915), en el número catorce de la revista Ultra, en 1921.

PENUMBRA

Ultra Prestigios
Tantos pensamientos desterrados Tantos pensamientos desterrados
Incluso la campana dando adiós a su eco

incluso la campana repitiendo ese eco La soledad llena de distancia


Las casas sumisas bajo los tejados
la soledad llena de distancia Las calles profundas hundidas como fosos
Torrente de silencio bajo los faroles
las casas sumisas bajo sus tejados Celeridad desierta en estos muelles abandonados
Bajo los puentes de las horas tan viejos y enmohecidos

16
las calles profundas En la brisa que se derrama
hundidas como fosos En el gesto de las ventanas ciegas
En el amanecer de la estrella más joven
torrente de silencio bajo los faroles En el rostro que asoma sobre la ciudad
Ánimo del ambiente
celeridad de la corriente en esos muelles Pleamar de lo lejano
abandonados Arroja sobre estas playas no sé qué misterios
bajo los puentes de las horas Palabras sin voz que turban la sangre
tan viejos y enmohecidos Estremecimiento desconocido
Rozando vidas
en la brisa que se derrama Abre las puertas mudas sin resortes
en los gestos de las ventanas ciegas Como el reloj girando las horas A tientas
en el amanecer de la estrella más joven Los sentimientos andan en el aire
en el rostro que asoma sobre la ciudad Pesos que flotan intangibles
Negras cortinas Frentes inclinadas
pleamar de lo lejano La báscula del sueño sobre nuestras cabezas

arroja sobre estas playas no sé qué misterios

palabras sin sentido que turban la sangre

estremecimiento de paz

rozando vidas

abre las puertas mudas sin resortes

como el reloj que suena las horas


a tientas

los sueños marchan en el aire

entre los planos perpendiculares

pesos que flotan aún

negras cortinas

frentes inclinadas

la báscula del sueño sobre nuestras cabezas

En “Penumbra”, el yo poético presenta la situación de paz de una ciudad, cualquier


ciudad, durante una noche cualquiera (“soledad”, “silencio”, “muelles abandonados”,
“ventanas ciegas” desde donde de día se ve el exterior, “estremecimiento de paz”, “los
sueños marchan en el aire” y “la báscula del sueño sobre nuestras cabezas”). Las
diferencias entre ambas versiones son mínimas y, en su mayoría, de índole distribucional.
Aparentemente, la versión de Ultra es más moderna y vanguardista que la de Prestigios. Éste
sería uno de esos poemas de los que Lasso anticipa la fecha de composición para hacernos ver

17
su carácter de vanguardista pionero de la literatura española. Podría ser uno de los ejemplos
mediante los cuales deja ver el tránsito hacia el vanguardismo, para hacer más creíble esta
ficción que presenta a los lectores: en la supuesta composición de 1915 nos presenta un
poema vanguardista en su expresión, para en Ultra, sin variar prácticamente este aspecto,
dotarlo de una disposición espacial mucho más moderna y cercana a movimientos como el
dadaímo o el cubismo.
Y también introduce en esta obra datos que contribuyen a la ficcionalización de su
propia biografía, pues incluye dedicatorias de poemas (a Rafael de Mesa y Juan Gris) que dan
a entender que Lasso residió en París durante la primera mitad de los años diez, algo que con
absoluta seguridad no sucedió.

Presencias reúne poemas de los años 1912 a 1918 y, según declaraciones de su autor,
es obra editada por primera vez en San Sebastián en 1918. Nos enfrentamos, de nuevo, ante
una invención de Lasso, con el mismo fin que el de la obra anteriormente comentada. Y
encontramos también la dialéctica modernismo-vanguardismo, pues junto a elementos
típicamente modernistas aparecen giros plenamente vanguardistas: quiere representar con
ellos su propia evolución desde un movimiento a otro. Lo realmente curioso, y se trata de un
hecho que delata su engaño, es la cercanía de algunos de estos poemas con respecto a rasgos
de Huidobro o Alberti, figuras a las que en esta época (antes de 1918) es prácticamente
imposible que conozca: el primero llega a Madrid en 1918 y Alberti publica su primera obra,
Marinero en tierra, en 1925.
Recogido en Presencias, donde se indica que su año de publicación es 1918,
“Horizonte” es un poema que también aparece en el número dieciséis de Ultra y que, en
ambos testimonios, muestra algunas variantes, aunque no demasiado significativas.

HORIZONTE
Ultra Presencias
A Teresa Lucas-Villamil

El horizonte de mi recuerdo El horizonte de mi recuerdo es la esperanza


es la esperanza
Un día Un día
todo vestido de blanco vestido de blanco
para ver para ver el Amor
el amor
El amor El Amor

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por estos senderos por esos rumbos
sobre estas calles sobre esas calles
bajo estos cielos bajo esos cielos
Y yo mismo rodeándolo todo
siempre como a mí mismo
pensativo y dichoso siempre
como tantas cosas alrededor pensativo
dichoso
y alerta
entre tantas cosas alrededor

Las pequeñas diferencias entre ellos son irrelevantes; sólo resulta curioso el hecho de
que, en 1918, Lasso compusiera ya, prácticamente sin influencia alguna de otros
vanguardistas europeos, versos como éstos: expuestos bajo el signo de una tipografía cubista,
aún no extendida entre los círculos literarios españoles.

Finalmente, nos ocuparemos de otro de los poemas del que, aunque aparecido en el
número once de Ultra (su autor lo fecha en 1917), no ha sido posible hallar ninguna copia
impresa en ninguno de los libros de Lasso consultados, y sólo lo recoge Juan Manuel Bonet
en su antología; nos referimos a “Veletas”, del que sólo vamos a presentar un fragmento
debido a su amplia extensión.

VELETAS
Ultra Bonet
[...] Reptiles de las gárgolas [...] Quimeras de las gárgolas,
agujas de las torres pretiles y cornisas;
figuras de las cúpulas y más allá, vosotras, dominándolo todo,
-- ¡ah veletas gentiles sin vértigo de alturas!
Pétalos de la rosa-de-los-vientos ¡Flechas sutiles donde acuden a clavarse las brisas--
(Norte, Sur, Este, Oeste), --
NORTE desde los cuatro puntos cardinales!

¡Buscáis vuestra tercera dimensión


OESTE ESTE -- siluetas recortadas en el aire celeste!

SUR

Flechas en vuelo que manejan las brisas

Buscáis la tercera dimensión

SILUETAS RECORTADAS SOBRE EL


AZUL DEL CIELO

19
Es evidente la diferencia a simple vista: el poema publicado en Ultra tiene una
apariencia mucho más vanguardista que el otro. En todo caso, Lasso señala como su fecha de
composición el año 1917, lo cual nos hace dudar sobre su certeza, pues no es usual ni llega a
ser complensible que un poeta que acaba de desvincularse de los lazos del modernismos
acceda a la nueva poesía (acceso que se produciría aproximadamente en estos años) de
manera tan radical. Por tanto, no sería extraño que “Veletas” fuera publicado por primera vez
en Ultra y, posteriormente, Lasso lo incluyera en algunas de sus obras con rasgos
vanguardistas más atenuados, queriendo dar a entender que se trataría de un poema de tránsito
entre sus orígenes modernistas y su madurez vinculada al Ultraísmo, como era el caso de
“Penumbra”.

Continúa su producción poética con obras que ya sí sitúa en un momento cronológico


real: Constancias (segunda edición de 1941, publicada en Florencia) y Oaristes (Venecia,
1940), que es uno de sus libros principales e incluye reflexiones metafísicas y poéticas,
además de la evocación de la infancia ya lejana. Las referencias a sus andanzas europeas
ahora sí parecen reales: el Lasso que aquí aparece consigue, por fin, convertirse en el hombre
cosmopolita que siempre había soñado y fingido ser. Cronológicamente, al parecer, parte de
Oaristes fue compuesta durante la Guerra Civil española, aunque no existe ni la más mínima
referencia a la misma en ninguna de sus páginas.
Residente en Florencia entre 1942 y 1948, ahí frecuentó a las grandes figuras de la
vida literaria y artítica italiana como Eugenio Montale, los hispanistas Oreste Macrí y Carlo
Boo, Leone Traverso, Jorge Guillén, Octavio Paz...

Otras dos obras son Hotel del Universo (libro de poemas en prosa, en el que el poeta
reconstruye algunos episodios de su vida) y Fortuna y lástimas de amor (el poemario del
amor a primera vista con Anna Bonetti).
Llega a París en 1948 y, por aquella época, Lasso realizó algunos ejemplares manuscritos de
Galerie de glaces (supuestamente escrito en 1920), en el que entra en acción un juego de
máscaras, espejos y dobles que se aproximan, de nuevo, a una estética simbolista, en nada
parecida a la de los poemas que Lasso publicó bajo ese mismo título (Galerie de glaces) en
las revistas ultraístas de los años veinte.

20
Y ya, los últimos años de su vida transcurrieron en España, y en Sevilla murió en
diciembre de 1959 tras sufrir una angina de pecho en la puerta giratoria del Ateneo. De este
hecho se ocupa la prensa de la época :

<< VIDA Y MUERTE DEL MARQUÉS DE VILLANOVA


por AQUILINO DUQUE

En realidad, Rafael Lasso de la Vega, marqués de Villanova, había ya


muerto tantas veces a lo largo de su vida, que una vez más no podía
coger de susto.
[...] Estaba, pues, Rafael Lasso de la Vega de vuelta de un mundo al que
nunca había querido ir. Flotaba en el presente, ausente él de todo cuanto
no le interesaba, aislado en una campana de vidrio del mundo grosero y
multitudinario, de sus lacras y servidumbres, y así vivió en el corazón de
las dos guerras europeas sin que se dignara darse por enterado de lo que
sucedía alrededor.
[...] Se le vio siempre entre cristales; al tanto y a la vista del mundo, pero
al margen de él, y así se fue su cabeza convirtiendo en bulbo de
invernadero... [...] El Ateneo Sevillano le prestó sus últimos cristales...
[...] Y entre cristales le llegó la muerte de verdad. Entraba por la puerta
giratoria del Ateneo y allí mismo lo fulminó la angina de pecho. El
marqués de Villanova ha muerto como vivió: en un fanal de vidrio.
>> 24

Finalizamos con un poema que nos demuestra el poder visionario del poeta, y que
aparece en el número diecinueve de Ultra. ¿A qué acontecimiento podrían remitirnos estos
versos? De nuevo, el asunto de las fechas, ¡siempre queriendo Lasso ser el pionero en todo!:
¿no podríamos ubicar este poema perfectamente, aun sabiendo que es de 1921, en el año
2001?

VACÍO

Su negación se ensancha
en una inmensidad sin alas

Todas las torres sucumben

21
y las estrellas huyen

Es la noche en el día

Mi sentimiento
se ahoga contra los cristales

La lluvia trasparente
es el espejo frío de su frente

Qué tristeza
viendo caer tanta ceniza nueva!

En el cielo sin pájaros


no cruzan sus palabras este año

Rafael Lasso de la Vega, en fin, se convierte en un personaje frecuente en distintas


obras de autores que, o bien lo conocieron personalmente, o bien quedaron atrapados por su
siempre misteriosa figura, pues Lasso posee las características del personaje literario: dandy,
pero también bohemio, grande ante la adversidad, cosmopolita y refinado.

22
NOTAS
1
Gloria Videla, El ultraísmo. Estudios sobre movimientos poéticos de vanguardia en España,
Madrid, Gredos, 1971, p. 91.
2
Guillermo de Torre, Literaturas europeas de vanguardia, ed. de José María Barrera López, Sevilla,
Renacimiento, 2001, p. 74.
3
Guillermo de Torre, op.cit., p. 52.
4
VLTRA, edición facsimilar de José María Barrera López y José Antonio Sarmiento, Madrid, Visor,
1993.
5
Guillermo de Torre, Ultraísmo, existencialismo y objetivismo en literatura, Madrid, Ediciones
Guadarrama, 1968, p. 72.
6
Guillermo de Torre, op.cit., p. 70.
7
César González-Ruano, Antología de poetas españoles contemporáneos en lengua castellana,
Barcelona, Editorial Gustavo Gili, 1946, p. 283.
8
José Luis Cano, Antología de poetas andaluces contemporáneos, Madrid, Ediciones Cultura
Hispánica, 1967, pp. 17-18 y 21.
9
Mario Méndez Bejarano, Diccionario de escritores, maestros y oradores naturales de Sevilla y su
actual provincia, Sevilla, Tipografía Gironés, 1922, pp. 364-365.
10
Rafael Cansinos-Asséns, La novela de un literato, 2, Madrid, Alianza, 1996, pp. 222-223.
11
Joaquín Romero Murube, Lejos y en la mano, Sevilla, Gráficas Sevillanas, 1959, pp. 59-60.
12
Rafael Cansinos-Asséns, op.cit., p. 222.
13
Rafael Cansinos-Asséns, op.cit., p. 221.
14
Joaquín Romero Murube, op.cit., p. 59.
15
Joaquín Romero Murube, op.cit., p. 60.
16
Rafael Cansinos-Asséns, op.cit., pp. 220-221.
17
Rafael Cansinos-Asséns, La novela de un literato, 3, Madrid, Alianza, 1996, p. 46.
18
César González-Ruano, op.cit., p. 283.
19
Miguel Gallego Roca, Poesía importada. Traducción poética y renovación literaria en España
(1909-1936), Almería, Universidad, 1996, p. 229.
20
Fragmento de una carta que dirige a Isaac del Vando Villar el 26 de agosto de 1919, recogido en:
Rafael Lasso de la Vega, Poesía, ed. de Juan Manuel Bonet, Granada, La Veleta, 1999, pp. 22-23.
21
Rafael Lasso de la Vega, Antología, ed. de J. Caro Romero, Madrid, 1975, p. 26.
22
Rafael Lasso de la Vega, Poesía, ed. de Juan Manuel Bonet, Granada, La Veleta, 1999, p. 30.
23
Rafael Lasso de la Vega, Antología, ed. de J. Caro Romero, Madrid, 1975, p. 24-25.
24
Aquilino Duque, “Vida y muerte del marqués de Villanova”, Ínsula, Madrid, núm. 159 (febr.1960),
p. 7.

23
BIBLIOGRAFÍA

Obras de Rafael Lasso de la Vega

• Prestigios (1911-1916), Madrid, ed. privada, 1916.


• __________________, París, Ed. La Boussole, 1945.

• Presencias (1912-1918), San Sebastián, ed. privada, 1918.


• __________________ , Florencia, Librería Beltrami, 1942.
• __________________ , París, ed. La Boussole, 1945.

• Pasaje de la poesía (1911-1927), París, Edit. La Boussole, 1936.


• Constancias (1925-1938), Firenze, Librería Beltrami, 1941.
• Oaristes (1931-1940), Venezia, ed. privada, 1940.

Revistas
• Cervantes, Madrid, 1916-1920.
• Grecia. Revista de Literatura (Sevilla, 1918- Madrid, 1920).
• Ínsula, Madrid, 1960.
• La Gaceta Literaria (Madrid, 1927-1932), edición facsímil, Madrid, Turner, 1980.
• Litoral (Málaga, 1926-1929), edición facsímil, Málaga, Litoral, 1972.
• Ultra. Poesía. Crítica. Arte/ Revista internacional de vanguardia (Madrid, 1921-1922),
edición facsímil de José María Barrera y José antonio Sarmiento, Madrid, Visor, 1993.

Estudios
• BARRERA LÓPEZ, José María, El Ultraísmo de Sevilla, Sevilla, Ediciones Alfar, 1987.

• BARRERA LÓPEZ, José María, La revista Grecia y las primeras vanguardias, Sevilla,
Ediciones Alfar, 1997.

• CANO, José Luis, Antología de poetas andaluces contemporáneos, Madrid, Ediciones


Cultura Hispánica, 1967.

• CANSINOS-ASSÉNS, Rafael, La novela de un literato (Hombres-Ideas-Efemérides-


Anécdotas...), Madrid, Alianza, 1995.

• GALLEGO ROCA, Miguel, Poesía importada. Traducción poética y renovación literaria en


España (1909-1936), Almería, Universidad, 1996.

24
• GONZÁLEZ-RUANO, César, Antología de poetas españoles contemporáneos en lengua
castellana, Barcelona, Gustavo Gili, 1946.

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1999.

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1965.

• TORRE, Guillermo de, Literaturas europeas de vanguardia, ed. de José María Barrera
López, Sevilla, Renacimiento, 2001.

• TORRE, Guillermo de, Ultraísmo, existencialismo y objetivismo en literatura, Madrid,


Ediciones Guadarrama, 1968.

• VIDELA, Gloria, El Ultraísmo. Estudios sobre movimientos poéticos de vanguardia en


España, Madrid, Gredos, 1971.

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