Interpretacion Visual
Interpretacion Visual
Albert Einstein
1.- INTRODUCCIÓN
Desde la puesta en órbita del primer satélite de recursos terrestres en el año 1972, el
ERTS (Earth Resource Technollogy Satellite), perteneciente a la familia de satélites
denominados Landsat a partir del segundo, hasta el presente, en que se encuentran operando
diversos sistemas satelitarios, entre los que podemos mencionar: SPOT (Systeme Probatoire
d'Observation de la Terre), desarrollado por Francia, Suecia y Bélgica; MOS (Marine
Observation Satellite) desarrollado por Japón; IRS (Indian Remote Sensing Satellite),
perteneciente a India y CBERS (China-Brazil Earth Resource Satellite), desarrollado por
Brasil y China, así como los satélites comerciales de alta resolución espacial, tal como el
EROS, (Earth Resources Observation Satellite), desarrollado por Israel o el Quick-Bird de
Digital Globe, entre otros, el volumen de información disponible sobre los recursos terrestres
de nuestro planeta es sumamente importante y su crecimiento en los últimos años resulta
exponencial.
Por otra parte, debe destacarse que a partir de la constitución, entre la Comisión
Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la National Aeronautics and Space
Administration (NASA), de la Constelación Internacional para la Observación de la Tierra,
denominada Constelación Matutina, que estuvo compuesta por los satélites Landsat 7, EO-1 y
TERRA de Estados Unidos y SAC-C de nuestro país, se pudo contar con nuevas capacidades
para la observación de nuestro planeta, a la vez que los diversos instrumentos a bordo de cada
uno de estos sistemas proveyeron imágenes de distinta resolución espacial, en diferentes
bandas espectrales, en forma casi simultánea, incrementando de este modo la disponibilidad
de datos que resultaron de gran utilidad para el estudio del espacio geográfico y los recursos
naturales.
Una amplia variedad de usuarios, tanto en el sector público como privado, utilizan
este tipo de datos para facilitar la solución a problemas relacionados con áreas tales como:
agricultura, silvicultura, geología, planificación urbana, medio ambiente, cartografía, y, en
particular, para llevar a cabo estudios relacionados con desastres naturales, entre los que
podemos mencionar, incendios, inundaciones, sequías, granizadas, deforestación, etc. De
todos modos es necesario tener en cuenta que, si bien esta tecnología resulta una herramienta
sumamente eficaz para desarrollar proyectos ligados al monitoreo y evaluación del medio
ambiente, es también real que no todas las aplicaciones pueden hacer uso de ella, ya que se
presentan limitaciones que el intérprete no debe desconocer al momento de plantear su
metodología de trabajo.
Durante mucho tiempo ha existido una notable polémica entre estos dos métodos de
análisis, considerándose, muchas veces, uno excluyente del otro; pero es bien conocido que
esta dicotomía no existe pues es ampliamente aceptado que ambos métodos, lejos de
oponerse, se complementan; el tratamiento digital permite llevar a cabo operaciones más
complejas, tales como clasificaciones y álgebra de bandas, en forma rápida y precisa; mientras
tanto el análisis visual resulta más adecuado para realizar estudios orientados al mapeo del
uso de la tierra y para la definición de distintos tipos de cobertura en áreas de gran
heterogeneidad. Por otra parte, resulta claro que para poder generar cartografía temática a
partir de interpretación visual de imágenes satelitales, se debe contar con productos mejorados
que permitan extraer información con un alto grado de precisión. En este sentido es necesario
aplicar a los datos originales aportados por el sensor, técnicas digitales orientadas a mejorar la
calidad visual de la imagen; se incluyen dentro de estas técnicas los procesos de ensanche del
contraste, realce de bordes y generación de composiciones color.
En la figura 1 se observa como ejemplo una imagen obtenida por el satélite SPOT 1, se
registran los datos del sensor: HRV 1, fecha: 9 de junio de 1986 y código de identificación
(Sistema de Referencia Mundial) K701-J401. En la parte inferior aparecen otros datos
relacionados con las coordenadas geográficas del centro de la imagen, azimut, elevación, etc.;
también se identifican, en los bordes de la escena, las coordenadas geográficas y, tanto en la
parte inferior como superior, se observa la escala de grises, la cual aporta información sobre la
calidad de la imagen.
Los diferentes criterios de los que hace uso el análisis visual pueden, clasificarse en
una escala jerárquica, de acuerdo a su grado de complejidad; en este sentido tomaremos como
ejemplo la clasificación propuesta por la European Commission, donde los criterios de mayor
simplicidad estarían representados por el tono/color, que son los que caracterizan una cubierta
desde el punto de vista espectral; continuando con criterios que se relacionan con las
características espaciales de la cubierta, tal como: forma, tamaño, textura, asociación y
finalizando con un criterio de orden temporal, fenología, que hace referencia a las
modificaciones estacionales que puede presentar una cubierta, siendo éste el criterio de mayor
complejidad.(Figura 2)
Criterio
Espectral
3.1.- TONO
El tono se relaciona con la intensidad de energía reflejada por una superficie, en una
determinada banda del espectro electromagnético; esta energía depende de la naturaleza
físico-química del objeto, del grado de exposición al sol y del ángulo de reflectancia. El tono
se manifiesta con variaciones de grises, correspondiendo el tono negro a superficies que
carecen totalmente de energía reflejada y el tono blanco, en el otro extremo, a la máxima
intensidad de energía reflejada que capta el sensor. Entre esos dos tonos extremos
encontramos una gama importante de grises, los que dependen del comportamiento espectral
de las distintas cubiertas de la superficie terrestre.
El tono de una misma cubierta variará según la banda del espectro electromagnético
considerada; así, por ejemplo, un área ocupada por vegetación verde, sana y vigorosa,
aparecerá con tonos oscuros en las bandas del espectro visible correspondientes al azul y al
rojo (0.4 µm - 0.5 µm y 0.6 µm - O.7 µm, respectivamente), debido a la alta absorción
producida por los pigmentos fotosintéticos en esas longitudes de onda, observándose un tono
levemente más claro en la banda espectral correspondiente al verde (0.5 µm -0.6 µm), debido
al ligero incremento de reflectividad en esa parte del espectro vis ible. Por el contrario, en el
Infrarrojo cercano, (0.7 µm – 1.3 µm), esta cubierta aparecerá con tonos muy claros a causa
de la alta reflectividad de la vegetación en esa región espectral. Del mismo modo si
analizamos el comportamiento espectral de una cubierta de agua en esta misma región,
Infrarrojo cercano, observamos que aparece con tonos muy oscuros debido a que su
reflectividad en esa región es prácticamente nula. Las Figuras 3 y 4 corresponden a dos
subimágenes, obtenidas por el sensor TM del Landsat 5 (229-082), bandas TM3 y TM4
respectivamente, del área urbana de Córdoba y sus alrededores. La fecha de adquisición es
febrero de 2004; hacia el sudoeste de la ciudad se observa una zona de uso agrícola,
principalmente cultivo de soja; pueden apreciarse claramente las diferencias tonales que
aparecen en las dos subimágenes, debido al distinto comportamiento espectral de este cultivo
en las dos bandas presentadas (TM3 y TM4). Las áreas salinas, así como la nieve y las nubes,
aparecerán con tonos muy claros, casi blancos, tanto en las bandas del visible como del
infrarrojo cercano, pues poseen una elevada reflectividad en esta región del espectro
electromagnético.
3.2.- COLOR
El ojo humano es sensible a las longitudes de onda comprendidas entre 0.38 µm y 0.
72 µm, separando la energía que recibe en los tres colores primarios: azul, verde y rojo, a
partir de los cuales se forman todos los otros posibles colores; esta región del espectro se
conoce como región del espectro visible.
El color que aprecian nuestro ojos está directamente relacionado con la energía
reflejada por los objetos en las diferentes longitudes de onda del espectro visible; así, por
ejemplo, un objeto se visualizará como azul si es que su máxima reflectancia se encuentra en
el rango de longitudes de onda conrrespondiente a ese color; del mismo modo un objeto
aparece blanco a nuestra vista debido a la elevada reflectancia del mismo en todas las
longitudes de onda del visible.
Nuestro ojo es más sensible a las variaciones de color que a las variaciones tonales,
por otra parte las imágenes de satélite nos brindan la oportunidad de generar productos color,
combinando la información correspondiente a distintas bandas del espectro; esto explica la
importancia de este criterio espectral en extracción de información mediante interpretación
visual. La generación de una composición color, a partir de la combinación de tres bandas
espectrales con tres componentes color, puede llevarse a cabo a través de la aplicación de dos
métodos diferentes: método aditivo y método sustractivo; en el primer caso los colores
obtenidos derivan de la suma de los tres colores primarios: azul, verde y rojo; donde la suma
de dos colores primarios permite obtener un color complementario: azul + verde = cian, verde
+ rojo = amarillo y azul + rojo = magenta y azul + verde + rojo = blanco (Figura 5). El
método sustractivo se basa en la absorción de la luz que realizan los colores complementarios,
por ejemplo el cian absorbe el rojo; el amarillo el azul y el magenta el verde y los tres el
negro; método esto utilizado en las artes gráficas.
Figura 5: Formación del color a través del color aditivo
Blanco: corresponde a áreas que poseen muy alta reflectancia en todas las longitudes
de onda que se incluyen en esta combinación banda/filtro: nieve, nubes, salinas, arenas, a
veces, parcelas cosechadas.
Azul – celeste: en distinta intensidad, indica áreas urbanas, con diferente densidad de
estructuras construidas. Celestes indican, también, suelo desnudo, seco o áreas de roca
expuesta
Azul oscuro, negro: se relaciona con presencia de agua clara, en cursos (ríos, canales) o
cuerpos (lagos, lagunas, embalses), también aparecen con este color cuerpos o cursos de agua
contaminados con materia orgánica (sustancias oleosas). Los cuerpos de agua con partículas
en suspensión aparecen en color cyan. Los tonos negros también pueden indicar áreas
quemadas y coladas volcánicas.
A partir de la puesta en órbita del Landsat 4, con la incorporación del nuevo sensor, el
Thematic Mapper (TM), que recoge información en siete bandas espectrales, es posible
obtener otras composiciones color; entre ellas la composición color natural a partir de la
superposición de los filtros azul, verde y rojo a sus respectivas bandas (TMI, TM2 y TM3),
(Figura 7); en esta composición los colores que observa el intérprete se corresponden con los
colores que presentan las cubiertas en la naturaleza. Otras combinaciones cuyo uso se está
extendiendo son aquellas generadas a partir de la combinación de una banda del espectro
visible (TM2 o TM3), otra del infrarrojo cercano (TM4) y una tercera del infrarrojo medio
(TM5), adjudicándose, generalmente, las componentes color azul a TM2 o TM3, verde a
TM5 y rojo a TM4. (Figura 8). De todos modos y pese a los buenos resultados logrados con
estas combinaciones, las imágenes en F.C.C.S. continúan siendo muy utilizadas ya que la
mayoría de los sensores recogen información en esas bandas espectrales.
Figura 7: Subimagen Landsat TM, cuadro 229 – 082,
Color natural (TM1/A; TM2/V, TM3/R)
3.5.- FORMA
Este elemento permite reconocer en las imágenes, objetos de carácter individual, tales
como: aeropuertos, hipódromos, parques industriales, cuerpos de agua, rasgos geológicos,
lineamientos y coladas volcánicas. (Figura 12). Las formas lineales, irregulares o rectilíneas,
permiten separar cursos de agua naturales, ríos o arroyos, de cursos artificiales, canales.
En general podemos afirmar que nada en la naturaleza, salvo los rasgos geológicos, se
encuentra definido por limites netos, rectilíneos, éstos son propios de la acción antrópica. A
partir de la disponibilidad de imágenes de alta resolución espacial, tal como Ikonos, Quikbird
o Eros, este criterio cobra mayor importancia, ya que nos permite identificar con mayor
precisión elementos de reducidas dimensiones, como pueden ser: centros comerciales, áreas
recreativas, plantas industriales, etc.
3.6.- TAMAÑO
Este es un criterio que también tiene estrecha relación con la resolución espacial de
las imágenes y con la escala de trabajo seleccionada; es un elemento importante, que ayuda a
identificar determinados objetos. En áreas de uso rural, el tamaño de las parcelas es un buen
indicador de la intensidad de uso de la tierra; de este modo es posible diferenciar usos
predominantemente agrícolas o ganaderos de áreas dedicadas a horticultura; en general las
parcelas destinadas a la actividad hortícola presentan tamaño muy pequeño, mientras que las
correspondientes a la actividad ganadera, en general, son las de mayor tamaño. La Figura 13
corresponde a una subimagen que comprende una zona localizada al norte de la ciudad de
Córdoba, donde es posible observar parcelas de distinto tamaño, destinadas a la agricultura;
teniendo en cuenta este criterio se puede inferir una intensidad de uso menor en la zona
noreste de la subimagen, donde se localizan las parcelas de mayor tamaño
Figura 13: Área Agrícola con distinta intensidad
de uso de la tierra
3.7.- ASOCIACION
Por asociación se entiende la relación existente entre una determinada cubierta con
elementos vecinos en la imagen. Algunos elementos con igual respuesta espectral, sólo
pueden ser interpretados correctamente si se tiene en cuenta su ubicación y su relación con el
entorno; un claro ejemplo de esto podría ser la presencia de una superficie de agua, que
aparece en la imagen con un color muy oscuro, casi negro, color propio de agua limpia, y sin
embargo asociando esta cubierta con su origen, un río muy contaminado, se la puede
interpretar como una zona sumamente afectada por la presencia de sustancias oleosas; otro
ejemplo estaría dado por los cursos de agua muy angostos, que sólo pueden llegar a
identificarse por su forma y asociándolos con la presencia de vegetación que se desarrolla en
sus márgenes.
La Figura 14 nos presenta una parte de la imagen 229-082, donde se puede observar la
vegetación ribereña que acompaña el curso del Río Primero o Suquia; así como la presencia
de áreas de extracción, canteras, ocupadas con agua, junto a vías de comunicación, autopistas
y avenida de circunvalación; también se observa un área destinada a horticultura, éstas,
generalmente, se localizan en las cercanías de centros urbanos importantes o aledañas a vías
de comunicación.
Figura 14: Subimagen correspondiente a la zona este
de la ciudad de Córdoba
3.8.- SOMBRAS
Las sombras favorecen la interpretación de rasgos geomorfológicos, dependen de la
fecha de adquisición de la imagen y del relieve. Los ángulos solares bajos tienden a acentuar
las pequeñas variaciones del terreno, ayudando a identificar mejor las irregularidades
topográfícas. La sombra resulta, muchas veces un rasgo importante que nos permite
discriminar correctamente áreas con distintos tipo de vegetación, realzando la textura de la
imagen, especialmente en masas forestales. Por otra parte, este criterio debe tenerse
especialmente en cuenta en el mapeo de áreas con diferencias topográficas, donde pueden
aparecer cubiertas, tales como pastizales o bosques, con distintos valores de reflectividad,
según se situen en la ladera iluminada o en sombra, no correspondiendo la diferencia en la
respuesta espectral a la cubierta en si, sino a distintas condiciones de iluminación. (Figura 15)
3.10.- FENOLOGIA
3.11.- ESCALA
La escala se puede definir como la relación de distancia entre dos puntos en un mapa,
fotografía o imagen y su correspondiente en el terreno; está determinada por la resolución
espacial de la imagen. Puede expresarse en forma de una razón, por ejemplo 1: 50.000. El
cálculo de la escala de una imagen puede realizarse mediante la siguiente fórmula:
EI / EC = DC / DI
donde EI: escala imagen; EC: escala carta; DC: distancia carta y DI: distancia imagen. En la
figura 18 se observa la misma zona correspondiente al cuadro 229-082, presentada en tres
escalas distintas
La escala de trabajo tiene relación con la mínima unidad de mapeo, o sea la unidad
más pequeña de información que puede delinearse en un mapa temático; ésta es definida
como MUC (Mínima Unidad Cartografiable) y según diversos autores no debe ser inferior a 4
mm² medidos según escala del mapa. Es por ello que la escala a la que pueda llevarse una
imagen dependerá directamente de la resolución espacial del sensor utilizado; por ejemplo, si
se debe generar cartografía a nivel regional, escala 1: 500.000, las imágenes seleccionadas
podrían ser las del SAC-C, no resultando razonable partir de imágenes de una resolución
mayor tal como el Landsat o SPOT; del mismo modo no tendría sentido utilizar las imágenes
del SAC-C para realizar un trabajo a escala 1:50.000. En la Tabla 1 se indican las escalas más
idóneas para algunos sistemas sensores, según la Asociación Cartográfica Internacional.
(Chuvieco; 2004).
IKONOS P 1 1: 10.000
SPOT 5 M / 10 1: 50.000
RADARSAT
3.- Pastizales
3.1.- Pastizales Herbáceos
3.2.- Pastizales y Matorrales Arbustivos
3.3.- Pastizales mixtos
5.- Agua
5.1.- Ríos, arroyos y canales
5.2.- Lagos
5.3.- Reservorios
5.4.- Bahías y Estuarios
4. Zonas húmedas
4.1. Humedales continentales
4.1.1 Marismas interiores
4.1.2 Praderas pantanosas
4.2.3 Salinas
4.2. Humedales marítimos
4.2.1 Marismas marítimas
4.2.2 Zonas llanas intermareales
5. Cuerpos de agua
5.1. Aguas continentales
5.1.1 Cursos de agua (Ríos, canales)
5.1.2 Cuerpos de agua (Lagos, lagunas, embalses)
5.2. Aguas marítimas
5.2.1 Lagunas costeras
5.2.2 Estuarios
5.2.3 Mares y océanos
Una vez definido el objetivo del trabajo, donde se establecerán las metas que se
pretenden lograr mediante la utilización de esta herramienta, se procederá a la selección del
material a utilizar; en este punto la selección de imágenes satelitarias correspondientes al área
bajo análisis resulta un paso de suma importancia; esta selección se realizará teniendo en
cuenta determinados parámetros, como: sensor, éste tendrá relación con la escala de trabajo
que se pretenda utilizar, fecha de adquisición de la información, calidad del producto, en
cuanto a cobertura nubosa o distorsiones radiométricas o geométricas de las imágenes, bandas
o combinación de bandas, etc.; es necesario contar, además, con información complementaria
que facilitará el análisis, esto es: cartas topográficas, mapas rurales, mapas geológicos, mapas
de suelos, etc. En forma paralela a la selección y solicitud de imágenes se realizará la
búsqueda bibliográfica con el objeto de conocer metodologías similares a las que se pretende
desarrollar u otros trabajos ya desarrollados previamente sobre el área de interés, a fin de
tener la mayor cantidad de información disponible, la que seguramente será un valioso aporte
al momento de generar el informe correspondiente.
La etapa siguiente comprende un "control terrestre”; éste consiste en realizar una visita
al área de estudio donde se colectan la mayor cantidad posible de datos sobre áreas muestras
que previamente fueron definidas a través de algún método de muestreo estadístico. La
información del trabajo de campo permitirá realizar las correcciones que correspondan sobre
el mapa de interpretación preliminar, obteniéndose luego un mapa de interpretción final.
El estudio puede incluir la evaluación a través de otras metodologías, como puede ser
el tratamiento digital de los datos satelitarios. Una vez aplicadas ambas metodologías, el paso
siguiente será compararlas y establecer cuál es la que brinda el mayor grado de precisión.
Finalmente se confeccionará un informe detallado sobre el estudio llevado a cabo,
adjuntándose todos los mapas temáticos obtenidos, tanto a través de la interpretación visual
como digital.
Las aplicaciones que se enunciarán no son exclusivas del análisis visual de imágenes,
pueden ser abordadas también, mediante el tratamiento digital; no obstante resulta
conveniente conocer el amplio campo de aplicaciones de esta tecnología:
Uso de la tierra: cartografía de ocupación del suelo; cartografía de áreas urbanas; mapeo de
vías de comunicación; planificación urbana; impacto de proyectos de ordenamiento territorial,
análisis multitemporal de crecimiento urbano, etc.
7.- BIBLIOGRAFÍA
Casanova, J. L. y J. Sanz Justo; (1997); “Teledetección, usos y aplicaciones”; Universidad de
Valladolid, Valladolid, España
CNES; (1988, 1989); SPOT, Instrumento de gestión y decisión; Tomos 1 y 2; Edición CNES;
París, Francia