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INTERPRETACION VISUAL DE IMÁGENES SATELITARIAS

Ing. Agr. María Cristina Serafini


Departamento de Ciencias Básicas- Universidad Nacional de Luján
Programa de Desarrollo e Investigación en Teledetección .(PRODITEL)
Rutas 5 y Ex 7, (6700) Luján, Bs. As.
[email protected]

“El arte supremo del maestro es despertar placer en la


expresión creativa y el conocimiento”

Albert Einstein

1.- INTRODUCCIÓN

Desde la puesta en órbita del primer satélite de recursos terrestres en el año 1972, el
ERTS (Earth Resource Technollogy Satellite), perteneciente a la familia de satélites
denominados Landsat a partir del segundo, hasta el presente, en que se encuentran operando
diversos sistemas satelitarios, entre los que podemos mencionar: SPOT (Systeme Probatoire
d'Observation de la Terre), desarrollado por Francia, Suecia y Bélgica; MOS (Marine
Observation Satellite) desarrollado por Japón; IRS (Indian Remote Sensing Satellite),
perteneciente a India y CBERS (China-Brazil Earth Resource Satellite), desarrollado por
Brasil y China, así como los satélites comerciales de alta resolución espacial, tal como el
EROS, (Earth Resources Observation Satellite), desarrollado por Israel o el Quick-Bird de
Digital Globe, entre otros, el volumen de información disponible sobre los recursos terrestres
de nuestro planeta es sumamente importante y su crecimiento en los últimos años resulta
exponencial.

Por otra parte, debe destacarse que a partir de la constitución, entre la Comisión
Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y la National Aeronautics and Space
Administration (NASA), de la Constelación Internacional para la Observación de la Tierra,
denominada Constelación Matutina, que estuvo compuesta por los satélites Landsat 7, EO-1 y
TERRA de Estados Unidos y SAC-C de nuestro país, se pudo contar con nuevas capacidades
para la observación de nuestro planeta, a la vez que los diversos instrumentos a bordo de cada
uno de estos sistemas proveyeron imágenes de distinta resolución espacial, en diferentes
bandas espectrales, en forma casi simultánea, incrementando de este modo la disponibilidad
de datos que resultaron de gran utilidad para el estudio del espacio geográfico y los recursos
naturales.

Para lograr un preciso conocimiento y en consecuencia, un mejor manejo y


aprovechamiento de nuestros recursos, es necesario plantearse la importancia que reviste la
utilización de la información aportada por los diversos sistemas sensores hoy operativos. El
espectro de utilización de esta información es cada vez más amplio, sobre todo teniendo en
cuenta la posibilidad que ofrecen hoy en día estos sistemas de obtener datos con una muy alta
resolución espacial, permitiendo ello abordar estudios de gran heterogeneidad desde el punto
de vista espacial.

Una amplia variedad de usuarios, tanto en el sector público como privado, utilizan
este tipo de datos para facilitar la solución a problemas relacionados con áreas tales como:
agricultura, silvicultura, geología, planificación urbana, medio ambiente, cartografía, y, en
particular, para llevar a cabo estudios relacionados con desastres naturales, entre los que
podemos mencionar, incendios, inundaciones, sequías, granizadas, deforestación, etc. De
todos modos es necesario tener en cuenta que, si bien esta tecnología resulta una herramienta
sumamente eficaz para desarrollar proyectos ligados al monitoreo y evaluación del medio
ambiente, es también real que no todas las aplicaciones pueden hacer uso de ella, ya que se
presentan limitaciones que el intérprete no debe desconocer al momento de plantear su
metodología de trabajo.

Las dos alternativas posibles para abordar estudios relacionados al monitoreo y


evaluación de los recursos terrestres, mediante el uso de datos teledetectados, son: I)
Interpretación visual y II) Interpretación digital; definir cual método de interpretación resulta
más apropiado no es tarea fácil; en primer lugar se debe señalar que ambos métodos presentan
ventajas e inconvenientes: por ejemplo en el caso del análisis visual los requerimientos
económicos iniciales son muy bajos, pero éstos se incrementan notoriamente en función de las
dimensiones del área a interpretar, traducido esto en horas hombre necesarias para generar la
cartografía de grandes superficies. En el caso de interpretación digital los costos iniciales son
muchos más altos, pero los mismos se reducen con el incremento de la superficie a estudiar.
Existe, también, diferencia entre ambos métodos con respecto al tipo y nivel de entrenamiento
que debe presentar el intérprete; en general el profesional que maneje sistemas procesadores
de imágenes deberá poseer una buena formación básica (informática, estadística, etc.) que le
permita interpretar correctamente los datos obtenidos a partir de la aplicación de distintos
métodos de extracción de información; en el caso de la interpretación visual, el intérprete
emplea criterios de identificación que pueden resultarle muy familiares, pues son similares a
los empleados tradicionalmente en la fotointerpretación.

Durante mucho tiempo ha existido una notable polémica entre estos dos métodos de
análisis, considerándose, muchas veces, uno excluyente del otro; pero es bien conocido que
esta dicotomía no existe pues es ampliamente aceptado que ambos métodos, lejos de
oponerse, se complementan; el tratamiento digital permite llevar a cabo operaciones más
complejas, tales como clasificaciones y álgebra de bandas, en forma rápida y precisa; mientras
tanto el análisis visual resulta más adecuado para realizar estudios orientados al mapeo del
uso de la tierra y para la definición de distintos tipos de cobertura en áreas de gran
heterogeneidad. Por otra parte, resulta claro que para poder generar cartografía temática a
partir de interpretación visual de imágenes satelitales, se debe contar con productos mejorados
que permitan extraer información con un alto grado de precisión. En este sentido es necesario
aplicar a los datos originales aportados por el sensor, técnicas digitales orientadas a mejorar la
calidad visual de la imagen; se incluyen dentro de estas técnicas los procesos de ensanche del
contraste, realce de bordes y generación de composiciones color.

Aunque la mayor parte de los sistemas sensores codifica la radiancia recibida en un


byte / píxel; o sea que es posible disponer de 256 niveles digitales (ND) por cada píxel en
cada una de las bandas en las que trabaje el sensor, es habitual que las imágenes no
aprovechen totalmente ese rango y la información se presente comprimida en un rango mucho
más estrecho y, como consecuencia de ello, las imágenes tengan bajo contraste, no
observándose diferencias significativas entre los tonos claros y oscuros; resulta entonces
necesario aplicar procedimientos que permitan mejorar el contraste tonal de las imágenes,
entre otros Expansión lineal, Ecualización de histogramas. Otros procedimientos están
orientados a mejorar el contraste espacial, o sea realzar las diferencias de los ND de cada
píxel con respecto a los ND de los pixeles vecinos, para ello se aplican diferentes técnicas de
filtrado a fin de reforzar estos contrastes espaciales.
2.- IMÁGENES SATELITARIAS: CARACTERISTICAS

Hasta no hace mucho tiempo las imágenes satelitarias, en forma de productos


fotográficos, eran generadas y comercializadas en el ámbito de las agencias de distribución de
imágenes, en su mayoría incluían información adicional, relacionada con los datos más
importantes de adquisición: satélite, sensor, código de identificación de la escena, fecha de
obtención, etc. Actualmente, las imágenes se presentan, por lo general, en formato digital y
esta información se encuentra en el archivo digital de cabecera; la generación de productos
analógicos se realiza a través del uso de impresoras gráficas, plotter, etc. que brindan la
posibilidad de disponer de productos de calidad fotográfica.

En la figura 1 se observa como ejemplo una imagen obtenida por el satélite SPOT 1, se
registran los datos del sensor: HRV 1, fecha: 9 de junio de 1986 y código de identificación
(Sistema de Referencia Mundial) K701-J401. En la parte inferior aparecen otros datos
relacionados con las coordenadas geográficas del centro de la imagen, azimut, elevación, etc.;
también se identifican, en los bordes de la escena, las coordenadas geográficas y, tanto en la
parte inferior como superior, se observa la escala de grises, la cual aporta información sobre la
calidad de la imagen.

Figura 1: imagen SPOT/XS, (F.C.C.S), correspondiente al


área limítrofe del noreste, Argentina, Brasil y Paraguay
3.- INTERPRETACIÓN DE IMAGENES: CRITERIOS / ELEMENTOS VISUALES

Como enunciamos anteriormente, el análisis visual tiene ventajas sobre el digital


cuando se trata de evaluar áreas de gran heterogeneidad. El procesamiento digital basa su
análisis, casi exclusivamente, en los valores digitales registrados por cada pixel en cada una
de las bandas en que se presenta la información; así, por ejemplo, para el caso de una imagen
obtenida por el sensor Thematic Mapper (TM) del satélite Landsat 5, cada pixel, registrará 8
niveles digitales, uno por cada una de las bandas en que trabaja este sensor y esos niveles
conformarán la respuesta espectral del pixel bajo estudio. La interpretación visual incorpora al
análisis de imágenes, además de los datos espectrales, otros criterios, tales como textura,
forma, asociación, etc., los cuales aún no han llegado a definirse en forma completa en
términos digitales; no obstante, en esta dirección se vienen desarrollando trabajos de
investigación en el área de Inteligencia Artificial que intentan incorporar al tratamiento digital
de imágenes otros parámetros (textura, forma), además de los relacionados a la respuesta
espectral. El software eCognition desarrollado por Delphi2, en Alemania y comercializado por
PCI Geomatics, es un claro ejemplo de esto, se trata de un nuevo software de análisis de
imágenes orientado a objetos.

El análisis visual se basa en principios similares a los de la fotografía aérea; sin


embargo existen algunas pautas que no son comunes con la fotografía, o sea son propias de
las imágenes satelitarias y esto se relaciona con la posibilidad que ofrecen los sistemas
espaciales de obtener información en diferentes bandas del espectro, disponiéndose, de este
modo, de datos multiespectrales; asimismo es posible contar, debido a las características de
revisita de los distintos sistemas sensores, con información que permite realizar estudios de
tipo multitemporal. Existen, también, algunos principios que se refieren a la posibilidad de
realizar estereoscopia, de gran importancia para estudios relacionados con ocupación del
suelo y topografía, que hasta la aparición del SPOT estaban limitados a las fotografías
aéreas. En la actualidad son varios los sistemas satelitales que ofrecen la posibilidad de
obtener productos estereoscópicos, entre otros, SPOT, TERRA/ASTER y CBERS, facilitando
de este modo estudios donde las diferencias de altura (relieve, uso forestal, etc.) son un
parámetro de interés.

Los diferentes criterios de los que hace uso el análisis visual pueden, clasificarse en
una escala jerárquica, de acuerdo a su grado de complejidad; en este sentido tomaremos como
ejemplo la clasificación propuesta por la European Commission, donde los criterios de mayor
simplicidad estarían representados por el tono/color, que son los que caracterizan una cubierta
desde el punto de vista espectral; continuando con criterios que se relacionan con las
características espaciales de la cubierta, tal como: forma, tamaño, textura, asociación y
finalizando con un criterio de orden temporal, fenología, que hace referencia a las
modificaciones estacionales que puede presentar una cubierta, siendo éste el criterio de mayor
complejidad.(Figura 2)
Criterio
Espectral

Figura 2: Organización jerárquica de los criterios de interpretación visual


(Fuente: Chuvieco, E.; 2002)

Se describen a continuación los criterios de interpretación utilizados en el


análisis de imágenes satelitarias mediante interpretación visual

3.1.- TONO

El tono se relaciona con la intensidad de energía reflejada por una superficie, en una
determinada banda del espectro electromagnético; esta energía depende de la naturaleza
físico-química del objeto, del grado de exposición al sol y del ángulo de reflectancia. El tono
se manifiesta con variaciones de grises, correspondiendo el tono negro a superficies que
carecen totalmente de energía reflejada y el tono blanco, en el otro extremo, a la máxima
intensidad de energía reflejada que capta el sensor. Entre esos dos tonos extremos
encontramos una gama importante de grises, los que dependen del comportamiento espectral
de las distintas cubiertas de la superficie terrestre.

El tono de una misma cubierta variará según la banda del espectro electromagnético
considerada; así, por ejemplo, un área ocupada por vegetación verde, sana y vigorosa,
aparecerá con tonos oscuros en las bandas del espectro visible correspondientes al azul y al
rojo (0.4 µm - 0.5 µm y 0.6 µm - O.7 µm, respectivamente), debido a la alta absorción
producida por los pigmentos fotosintéticos en esas longitudes de onda, observándose un tono
levemente más claro en la banda espectral correspondiente al verde (0.5 µm -0.6 µm), debido
al ligero incremento de reflectividad en esa parte del espectro vis ible. Por el contrario, en el
Infrarrojo cercano, (0.7 µm – 1.3 µm), esta cubierta aparecerá con tonos muy claros a causa
de la alta reflectividad de la vegetación en esa región espectral. Del mismo modo si
analizamos el comportamiento espectral de una cubierta de agua en esta misma región,
Infrarrojo cercano, observamos que aparece con tonos muy oscuros debido a que su
reflectividad en esa región es prácticamente nula. Las Figuras 3 y 4 corresponden a dos
subimágenes, obtenidas por el sensor TM del Landsat 5 (229-082), bandas TM3 y TM4
respectivamente, del área urbana de Córdoba y sus alrededores. La fecha de adquisición es
febrero de 2004; hacia el sudoeste de la ciudad se observa una zona de uso agrícola,
principalmente cultivo de soja; pueden apreciarse claramente las diferencias tonales que
aparecen en las dos subimágenes, debido al distinto comportamiento espectral de este cultivo
en las dos bandas presentadas (TM3 y TM4). Las áreas salinas, así como la nieve y las nubes,
aparecerán con tonos muy claros, casi blancos, tanto en las bandas del visible como del
infrarrojo cercano, pues poseen una elevada reflectividad en esta región del espectro
electromagnético.

El tono es uno de los criterios más importantes en interpretación visual, de todos


modos se debe aclarar que el número de tono de grises que nuestro ojo puede percibir es
mucho menor que la sensibilidad radiométrica del sensor; la mayoría codifica el valor de cada
píxel en un byte, o sea que se tiene la posibilidad de visualizar 256 niveles de grises; en el
caso de un producto fotográfico es posible discriminar solo hasta 64 niveles de grises, por lo
que podríamos indicar que el análisis de este tipo de productos presenta desventaja con
respecto al análisis digital, en relación a la “pérdida de información”, desde el punto de vista
radiométrico.

Un conocimiento acabado del comportamiento espectral de los distintos tipos de


cobertura permitirá seleccionar con éxito las bandas más apropiadas para su reconocimiento y
evaluación. Considerando esto, se pueden indicar como bandas mas idóneas para el estudio de
las siguientes cubiertas: áreas urbanas y vías de comunicación: visible, especialmente bandas
verde y roja; separación agua de tierra emergida, redes de drenaje: bandas del infrarrojo
cercano; turbidez del agua, visible: bandas azul, verde y roja; vegetación: bandas roja e
infrarrojo cercano; separación vegetación de suelo desnudo: banda roja.

Figura 3: Subimagen Landsat TM, cuadro 229 – 082


Correspondiente a la banda TM 3
Figura 4: Subimagen Landsat TM, cuadro 229 – 082
Correspondiente a la banda TM 4

3.2.- COLOR
El ojo humano es sensible a las longitudes de onda comprendidas entre 0.38 µm y 0.
72 µm, separando la energía que recibe en los tres colores primarios: azul, verde y rojo, a
partir de los cuales se forman todos los otros posibles colores; esta región del espectro se
conoce como región del espectro visible.

El color que aprecian nuestro ojos está directamente relacionado con la energía
reflejada por los objetos en las diferentes longitudes de onda del espectro visible; así, por
ejemplo, un objeto se visualizará como azul si es que su máxima reflectancia se encuentra en
el rango de longitudes de onda conrrespondiente a ese color; del mismo modo un objeto
aparece blanco a nuestra vista debido a la elevada reflectancia del mismo en todas las
longitudes de onda del visible.

Nuestro ojo es más sensible a las variaciones de color que a las variaciones tonales,
por otra parte las imágenes de satélite nos brindan la oportunidad de generar productos color,
combinando la información correspondiente a distintas bandas del espectro; esto explica la
importancia de este criterio espectral en extracción de información mediante interpretación
visual. La generación de una composición color, a partir de la combinación de tres bandas
espectrales con tres componentes color, puede llevarse a cabo a través de la aplicación de dos
métodos diferentes: método aditivo y método sustractivo; en el primer caso los colores
obtenidos derivan de la suma de los tres colores primarios: azul, verde y rojo; donde la suma
de dos colores primarios permite obtener un color complementario: azul + verde = cian, verde
+ rojo = amarillo y azul + rojo = magenta y azul + verde + rojo = blanco (Figura 5). El
método sustractivo se basa en la absorción de la luz que realizan los colores complementarios,
por ejemplo el cian absorbe el rojo; el amarillo el azul y el magenta el verde y los tres el
negro; método esto utilizado en las artes gráficas.
Figura 5: Formación del color a través del color aditivo

En el caso de los productos fotográficos color obtenidos a partir de datos satelitarios,


el procedimiento para su formación consiste en la superposición de tres bandas espectrales
con tres componentes color respectivamente. Las combinaciones color posibles son diversas;
la composición multibanda Falso Color Compuesto Standard (F.C.C.S.), se obtiene
superponiendo a las bandas del espectro correspondientes al rango del verde, rojo e infrarrojo
cercano, las componentes color azul, verde y rojo, respectivamente; dado que el primer sensor
de la Serie Landsat, el Multi Spectral Scanner (MSS), obtenía información en esas bandas
espectrales, ésta fue la primer combinación utilizada y es la que mayor difusión ha tenido.
(Figura 6)

Figura 6: Subimagen Landsat TM, cuadro 229 – 082, F.C.C.S.


(TM2/A; TM3/V, TM4/R)
Debemos considerar que una cubierta se expresará en forma tanto más intensa, con
respecto a un color determinado, cuanto más claros aparezcan los pixeles que la componen en
la banda a la que se ha adjudicado ese color; por ejemplo, en el caso de un F.C.C.S., un pixel
aparecerá color rojo cuanto más intensidad de energía reflejada presente en la banda del
infrarrojo cercano. A fin de lograr que el intérprete se familiarice y logre identificar con el
mayor grado de precisión posible las distintas coberturas que aparecen en una composición
F.C.C.S., resulta práctico incorporar una tabla de colores, indicando la correspondencia entre
los colores más comunes y los distintos tipos de cubiertas
Rojo: en sus distintas tonalidades, desde un rojo muy oscuro hasta un rosa muy pálido,
denota presencia de vegetación. En el caso de un rojo oscuro se relaciona con presencia de
vegetación arbórea densa: bosques, montes, selvas; rojos claros indican cultivos vigorosos,
tales como: trigo, avena, cebada, en invierno; pasturas implantadas en primavera y maíz, soja,
girasol en verano; rojos amarronados corresponden a vegetación arbustiva, monte xerófilo,
poco denso; rosados muestran áreas con vegetación, también poco densa, como pastizales
naturales.

Blanco: corresponde a áreas que poseen muy alta reflectancia en todas las longitudes
de onda que se incluyen en esta combinación banda/filtro: nieve, nubes, salinas, arenas, a
veces, parcelas cosechadas.

Azul – celeste: en distinta intensidad, indica áreas urbanas, con diferente densidad de
estructuras construidas. Celestes indican, también, suelo desnudo, seco o áreas de roca
expuesta

Azul oscuro, negro: se relaciona con presencia de agua clara, en cursos (ríos, canales) o
cuerpos (lagos, lagunas, embalses), también aparecen con este color cuerpos o cursos de agua
contaminados con materia orgánica (sustancias oleosas). Los cuerpos de agua con partículas
en suspensión aparecen en color cyan. Los tonos negros también pueden indicar áreas
quemadas y coladas volcánicas.

Verde, verde-azulado: corresponde a parcelas aradas o suelos descubiertos con mayor


contenido de humedad.

A partir de la puesta en órbita del Landsat 4, con la incorporación del nuevo sensor, el
Thematic Mapper (TM), que recoge información en siete bandas espectrales, es posible
obtener otras composiciones color; entre ellas la composición color natural a partir de la
superposición de los filtros azul, verde y rojo a sus respectivas bandas (TMI, TM2 y TM3),
(Figura 7); en esta composición los colores que observa el intérprete se corresponden con los
colores que presentan las cubiertas en la naturaleza. Otras combinaciones cuyo uso se está
extendiendo son aquellas generadas a partir de la combinación de una banda del espectro
visible (TM2 o TM3), otra del infrarrojo cercano (TM4) y una tercera del infrarrojo medio
(TM5), adjudicándose, generalmente, las componentes color azul a TM2 o TM3, verde a
TM5 y rojo a TM4. (Figura 8). De todos modos y pese a los buenos resultados logrados con
estas combinaciones, las imágenes en F.C.C.S. continúan siendo muy utilizadas ya que la
mayoría de los sensores recogen información en esas bandas espectrales.
Figura 7: Subimagen Landsat TM, cuadro 229 – 082,
Color natural (TM1/A; TM2/V, TM3/R)

Figura 8: Subimagen Landsat TM, cuadro 229 – 082,


F.C.C. (TM3/A; TM5/V, TM4/R)
3.3.-TEXTURA

La textura es un carácter de conjunto y se refiere a la frecuencia en los cambios de


tono en una imagen; se manifiesta a través de una aparente rugosidad o suavidad de la
superficie. La textura se produce por un conjunto de elementos, demasiado pequeños para ser
distinguidos por sí mismo; por ejemplo en el caso de áreas boscosas, los árboles resultan
demasiado pequeños para ser distinguidos individualmente en una imagen satelital, pero en
conjunto presentan una textura particular que facilita la dentificación de masas forestales.
Considerando el tamaño de los elementos que conforman una determinada cubierta podemos
definir tres tipos de textura: 1) textura rugosa: cuando los elementos poseen entre 0,25 y 1
mm², a la escala de la imagen, 2) textura media comprende elementos entre 0,04 y 0,25 mm² y
3) textura fina comprende elementos de dimensiones inferiores a 0,04 mm². (Chuvieco, 2002).
Las texturas rugosas consistirían en un tono abigarrado donde los niveles grises cambian
precipitadamente en un área pequeña, mientras que las texturas lisas tendrían una variación
tonal muy pequeña. Las texturas lisas se corresponden con superficies, tales como cultivos,
asfalto o prados; como ejemplo de textura rugosa podemos mencionar: áreas boscosas y
sierras, entre otras. (Figura 9). Este criterio es uno de los más importantes en el tratamiento de
imágenes del radar

La textura de la imagen deriva de la relación entre el tamaño de los objetos y la


resolución del sensor; es así como recién con la incorporación de sensores de alta resolución
espacial, tal como el SPOT /HRV, este criterio se hace más aparente en las cubiertas arbóreas.
Es necesario destacar que la textura está influenciada, también, por el ángulo de iluminación;
por lo tanto un bosque natural podrá presentar diferentes texturas según el momento del año
en que se recoge la información.
Figura 9: Área de sierras y forestaciones comerciales
donde se aprecia una textura rugosa

3.4.- PATRON O DISEÑO

El patrón o diseño se refiere al ordenamiento espacial de los objetos con características


tales que permiten su fácil identificación. Podemos definir patrones naturales y patrones
culturales

Patrones naturales: a) patrón de drenaje, relacionado con la disposición de las vías de


agua en cuanto a su forma, densidad y distribución, por ejemplo patrón de drenaje dendrítico;
b) patrón de relieve, relacionado con las elevaciones o irregularidades de una superficie
terrestre; c) patrón de vegetación natural, donde los cambios espontáneos de vegetación
natural son buenos indicadores de cambios de suelo

Patrones culturales: a) patrón de uso de la tierra: el parcelamiento, con sus distintas


formas rectangulares, triangulares, redondas, etc., conforman un patrón o diseño geométrico,
propio de áreas rurales y está vinculado a diferentes usos de la tierra; para la correcta
evaluación de los mismos se deben tener en cuenta, en forma paralela, otros criterios de
interpretación tales como: tamaño, ubicación, alternancia de colores, etc. La Figura 10
corresponde a una subimagen de un área localizada en las cercanías de la localidad de Río
Segundo, donde el uso predominante es agrícola; pueden apreciarse las distintas formas de las
parcelas, las cuales dan lugar a un patrón o diseño geométrico. Otro patrón cultural se
corresponde con el uso de mayor artificialización del medio, el uso urbano, caracterizado por
el diseño o patrón en grilla, consecuencia del trazado vial. La Figura 11 presenta un claro
ejemplo de este criterio espacial, mediante el cual la definición de los límites del área urbana
que se incluye en esta subimagen, se puede realizar sin problemas.

Figura 10: Diseño geométrico, propio de áreas de uso


agropecuario

Figura 11: Subimagen que comprende la ciudad de Córdoba

3.5.- FORMA

Este elemento permite reconocer en las imágenes, objetos de carácter individual, tales
como: aeropuertos, hipódromos, parques industriales, cuerpos de agua, rasgos geológicos,
lineamientos y coladas volcánicas. (Figura 12). Las formas lineales, irregulares o rectilíneas,
permiten separar cursos de agua naturales, ríos o arroyos, de cursos artificiales, canales.
En general podemos afirmar que nada en la naturaleza, salvo los rasgos geológicos, se
encuentra definido por limites netos, rectilíneos, éstos son propios de la acción antrópica. A
partir de la disponibilidad de imágenes de alta resolución espacial, tal como Ikonos, Quikbird
o Eros, este criterio cobra mayor importancia, ya que nos permite identificar con mayor
precisión elementos de reducidas dimensiones, como pueden ser: centros comerciales, áreas
recreativas, plantas industriales, etc.

Figura 12: Área correspondiente al aeropuerto de Córdoba

3.6.- TAMAÑO

Este es un criterio que también tiene estrecha relación con la resolución espacial de
las imágenes y con la escala de trabajo seleccionada; es un elemento importante, que ayuda a
identificar determinados objetos. En áreas de uso rural, el tamaño de las parcelas es un buen
indicador de la intensidad de uso de la tierra; de este modo es posible diferenciar usos
predominantemente agrícolas o ganaderos de áreas dedicadas a horticultura; en general las
parcelas destinadas a la actividad hortícola presentan tamaño muy pequeño, mientras que las
correspondientes a la actividad ganadera, en general, son las de mayor tamaño. La Figura 13
corresponde a una subimagen que comprende una zona localizada al norte de la ciudad de
Córdoba, donde es posible observar parcelas de distinto tamaño, destinadas a la agricultura;
teniendo en cuenta este criterio se puede inferir una intensidad de uso menor en la zona
noreste de la subimagen, donde se localizan las parcelas de mayor tamaño
Figura 13: Área Agrícola con distinta intensidad
de uso de la tierra

3.7.- ASOCIACION

Por asociación se entiende la relación existente entre una determinada cubierta con
elementos vecinos en la imagen. Algunos elementos con igual respuesta espectral, sólo
pueden ser interpretados correctamente si se tiene en cuenta su ubicación y su relación con el
entorno; un claro ejemplo de esto podría ser la presencia de una superficie de agua, que
aparece en la imagen con un color muy oscuro, casi negro, color propio de agua limpia, y sin
embargo asociando esta cubierta con su origen, un río muy contaminado, se la puede
interpretar como una zona sumamente afectada por la presencia de sustancias oleosas; otro
ejemplo estaría dado por los cursos de agua muy angostos, que sólo pueden llegar a
identificarse por su forma y asociándolos con la presencia de vegetación que se desarrolla en
sus márgenes.

La Figura 14 nos presenta una parte de la imagen 229-082, donde se puede observar la
vegetación ribereña que acompaña el curso del Río Primero o Suquia; así como la presencia
de áreas de extracción, canteras, ocupadas con agua, junto a vías de comunicación, autopistas
y avenida de circunvalación; también se observa un área destinada a horticultura, éstas,
generalmente, se localizan en las cercanías de centros urbanos importantes o aledañas a vías
de comunicación.
Figura 14: Subimagen correspondiente a la zona este
de la ciudad de Córdoba

3.8.- SOMBRAS
Las sombras favorecen la interpretación de rasgos geomorfológicos, dependen de la
fecha de adquisición de la imagen y del relieve. Los ángulos solares bajos tienden a acentuar
las pequeñas variaciones del terreno, ayudando a identificar mejor las irregularidades
topográfícas. La sombra resulta, muchas veces un rasgo importante que nos permite
discriminar correctamente áreas con distintos tipo de vegetación, realzando la textura de la
imagen, especialmente en masas forestales. Por otra parte, este criterio debe tenerse
especialmente en cuenta en el mapeo de áreas con diferencias topográficas, donde pueden
aparecer cubiertas, tales como pastizales o bosques, con distintos valores de reflectividad,
según se situen en la ladera iluminada o en sombra, no correspondiendo la diferencia en la
respuesta espectral a la cubierta en si, sino a distintas condiciones de iluminación. (Figura 15)

Figura 15: Subimagen correspondiente a un área de las Sierras Chicas


3.9.- CONTRASTE

Se puede definir como la relación entre el tono de una superficie y el de su área


circundante. El contraste es un elemento importante que permite identificar objetos cuyas
dimensiones son inferiores a la del píxel; teniendo en cuenta este criterio, es posible delimitar
con facilidad caminos angostos, aún en imágenes de baja resolución espacial, siempre que la
respuesta espectral de esta cubierta sea distinta a la respuesta de los componentes de su
entorno. (Figura 16)

Figura 16: El contraste permite identificar caminos


de dimensiones inferiores al píxel

3.10.- FENOLOGIA

En la organización jerárquica de los criterios de interpretación visual, incluimos


fenología como un criterio temporal de alta complejidad; está relacionado con las
modificaciones que pueden manifestar ciertas cubiertas vegetales en relación a su ciclo
fenológico. Su aplicación nos permite discriminar entre distintos tipos de cultivos y otros
tipos de cubiertas vegetales y nos orienta en la elección de la ventana temporal más adecuada
para llevar a cabo nuestra interpretación. (Figura 17)

Figura 17: Modificaciones de la respuesta espectral de una parcela debido


a condiciones estacionales de los cultivos

3.11.- ESCALA

La escala se puede definir como la relación de distancia entre dos puntos en un mapa,
fotografía o imagen y su correspondiente en el terreno; está determinada por la resolución
espacial de la imagen. Puede expresarse en forma de una razón, por ejemplo 1: 50.000. El
cálculo de la escala de una imagen puede realizarse mediante la siguiente fórmula:

EI / EC = DC / DI

donde EI: escala imagen; EC: escala carta; DC: distancia carta y DI: distancia imagen. En la
figura 18 se observa la misma zona correspondiente al cuadro 229-082, presentada en tres
escalas distintas

Figura 18: Subimagen Landsat TM de Córdoba y alrededores en distintas escalas

La escala de trabajo tiene relación con la mínima unidad de mapeo, o sea la unidad
más pequeña de información que puede delinearse en un mapa temático; ésta es definida
como MUC (Mínima Unidad Cartografiable) y según diversos autores no debe ser inferior a 4
mm² medidos según escala del mapa. Es por ello que la escala a la que pueda llevarse una
imagen dependerá directamente de la resolución espacial del sensor utilizado; por ejemplo, si
se debe generar cartografía a nivel regional, escala 1: 500.000, las imágenes seleccionadas
podrían ser las del SAC-C, no resultando razonable partir de imágenes de una resolución
mayor tal como el Landsat o SPOT; del mismo modo no tendría sentido utilizar las imágenes
del SAC-C para realizar un trabajo a escala 1:50.000. En la Tabla 1 se indican las escalas más
idóneas para algunos sistemas sensores, según la Asociación Cartográfica Internacional.
(Chuvieco; 2004).

Tabla 1: Relación entre resolución espacial y escala de trabajo


Sensores Resolución espacial Escala de trabajo
(en metros)

IKONOS P 1 1: 10.000

IKONOS M / SPOT 5 P 4/5 1: 25.000

SPOT 5 M / 10 1: 50.000
RADARSAT

SPOT 4 / ASTER / 15 / 20 1: 60.000


LANDSAT P

LANDSAT TM y ETM 30 1: 80.000

LANDSAT MSS 80 1: 200.000

SAC-C 175 1: 400.000

NOAA / MODIS / INST. 1.000 1: 1.500.000


VEG. SPOT

4.- SISTEMAS DE CLASIFICACIÓN

La información aportada por las imágenes satelitales permite generar cartografía de la


ocupación del suelo; el intérprete en base a su experiencia, entrenamiento y evaluación de
información complementaria, será el encargado de deducir cual/cuáles son los usos de la tierra
correspondientes. Existen diversos Sistemas de Clasificación, desarrollados en distintos
países, que resultan un importante apoyo al momento de llevar a cabo un inventario del uso de
la tierra. En este sentido, el primer trabajo fue desarrollado por Anderson y colaboradores, del
Servicio Geológico de Estados Unidos, en el año 1976 (Tabla 2); este trabajo ha sido la base
para la generacíon de otras clasificaciones, siendo la clasificación del Programa CORINE-
Land Cover, una de las que ha tenido mayor trascendencia; esta clasificación fue generada por
los países de la Unión Europea y su objetivo es realizar el inventario sistemático de la
ocupación del suelo de los países miembros a partir de interpretación visual de imágenes de
satélite a escala 1:100.000. (Tabla 3).

Tabla 2: Sistema de Clasificación de Uso y cobertura de la tierra de Anderson y colaboradores

1.- Tierras de uso Urbano o construido


1.1.- Residencial
1.2.- Comercial y Servicios
1.3.- Industrial
1.4.- Transporte, Comunicación y Utilidades
1.5.- Industrial y Complejos Comerciales
1.6.- Urbano mixto
1.7.- Otro urbano

2.- Tierras agrícolas


2.1.- Cultivos y Pasturas
2.2.- Áreas hortícolas, viñedos, quintas
2.3.- Áreas de almacenamiento
2.4.- Otras tierras agrícolas

3.- Pastizales
3.1.- Pastizales Herbáceos
3.2.- Pastizales y Matorrales Arbustivos
3.3.- Pastizales mixtos

4.- Tierras Forestales


4.1.- Bosques deciduos
4.2.- Bosques perennes
4.3.- Bosques mixtos

5.- Agua
5.1.- Ríos, arroyos y canales
5.2.- Lagos
5.3.- Reservorios
5.4.- Bahías y Estuarios

6.- Tierras Húmedas


6.1.- Tierras húmedas forestales
6.2.- Tierras húmedas no forestales

7.- Tierras Árido


7.1.- Llanura salina seca
7.2.- Playas
7.3.- Áreas arenosas, excluyendo playas
7.4.- Roca expuesta
7.5.- Minas a cielo abierto, canteras y ripios
7.6.- Áreas en transición
7.7.- Suelo árido mixto

8.- Suelo Tundra


8.1.- Pastizales y Matorrales de Tundra
8.2.- Tundra herbácea
8.3.- Tundra desnuda
8.4.- Tundra húmeda
8.5.- Tundra mixta

9.- Nieve o Hielo Permanente


9.1.- Campos de nieve perenne
9.2.- Glaciares
Tabla 3: Clasificación de uso y cobertura de la tierra (CORINE Land -Cover)

1.- Áreas edificadas e infraestructuras


1.1. Zonas urbanizadas
1.1.1 Tejido urbano continuo
1.1.2 Tejido urbano discontinuo
1.1.3 Tejido urbano precario
1.2. Zonas industriales o comerciales y redes de comunicación
1.2.1. Zonas industriales o comerciales
1.2.2 Redes viarias, ferroviarias y terrenos asociados
1.2.3 Zonas portuarias
1.2.4 Aeropuertos
1.2.5 Áreas turísticas, arqueológicas
1.3. Zonas de extracción minera, escombreras y zonas en construcción
1.3.1 Zonas de extracción minera
1.3.2 Escombreras, vertederos y rellenos sanitarios
1.3.3 Zonas en construcción
1.4. Zonas verdes artificiales, no agrícolas
1.4.1 Zonas verdes urbanas
1.4.2 Instalaciones deportivas y recreativas

2.- Zonas agrícolas


2.1. Cultivos anuales
2.1.1 Cultivos básicos (maíz, arroz, trigo)
2.1.2 Tierras de regadío permanentemente
2.1.3 Hortalizas
2.1.4 Algodón
2.2. Cultivos permanentes
2.2.1 Caña de azúcar
2.2.2 Viñedos
2.2.3 Frutales
2.2.4 Cacao
2.2.5 Olivo
2.3. Praderas
2.3.1 Praderas cultivadas
2.3.2 Pastos naturales
2.4. Zonas agrícolas heterogéneas
2.4.1 Cultivos anuales asociados con cultivos permanentes
2.4.2 Mosaico de cultivos
2.4.3 Terrenos principalmente agrícolas, con áreas de vegetación natural
2.4.4 Sistemas agroforestales

3. Zonas forestales con vegetación natural


3.1. Bosques
3.1.1 Bosques de frondosas
3.1.2 Bosques de coníferas
3.1.3 Bosques mixtos
3.1.4 Bosque de mangle

3.2. Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea


3.2.1 Vegetación arbustiva baja
3.2.2 Vegetación xerófila
3.2.3 Bosques de transición
3.3. Espacios abiertos, sin o con poca vegetación
3.3.1 Playas, dunas y arenales
3.3.2 Roquedo, lavas
3.3.3 Espacios con vegetación escasa
3.3.4 Zonas quemadas

4. Zonas húmedas
4.1. Humedales continentales
4.1.1 Marismas interiores
4.1.2 Praderas pantanosas
4.2.3 Salinas
4.2. Humedales marítimos
4.2.1 Marismas marítimas
4.2.2 Zonas llanas intermareales

5. Cuerpos de agua
5.1. Aguas continentales
5.1.1 Cursos de agua (Ríos, canales)
5.1.2 Cuerpos de agua (Lagos, lagunas, embalses)
5.2. Aguas marítimas
5.2.1 Lagunas costeras
5.2.2 Estuarios
5.2.3 Mares y océanos

5.- METODOLOGIA DE INTERPRETACION VISUAL DE IMAGENES

Para la generación de cartografía sobre uso de la tierra, mediante interpretación visual


de imágenes satelitarias, de un modo general, deben seguirse los siguientes pasos
metodológicos:

Una vez definido el objetivo del trabajo, donde se establecerán las metas que se
pretenden lograr mediante la utilización de esta herramienta, se procederá a la selección del
material a utilizar; en este punto la selección de imágenes satelitarias correspondientes al área
bajo análisis resulta un paso de suma importancia; esta selección se realizará teniendo en
cuenta determinados parámetros, como: sensor, éste tendrá relación con la escala de trabajo
que se pretenda utilizar, fecha de adquisición de la información, calidad del producto, en
cuanto a cobertura nubosa o distorsiones radiométricas o geométricas de las imágenes, bandas
o combinación de bandas, etc.; es necesario contar, además, con información complementaria
que facilitará el análisis, esto es: cartas topográficas, mapas rurales, mapas geológicos, mapas
de suelos, etc. En forma paralela a la selección y solicitud de imágenes se realizará la
búsqueda bibliográfica con el objeto de conocer metodologías similares a las que se pretende
desarrollar u otros trabajos ya desarrollados previamente sobre el área de interés, a fin de
tener la mayor cantidad de información disponible, la que seguramente será un valioso aporte
al momento de generar el informe correspondiente.

En base a toda la información obtenida, tomando como referencia alguno de los


sistemas de clasificación conocidos y teniendo en cuenta los criterios o elementos de
interpretación visual enunciados anteriormente: tono-color, diseño, forma, textura, etc., se
procederá a delimitar unidades de características homogéneas, que constituirán las diferentes
clases o categorías, adjudicando a cada una de ellas un símbolo, elaborando a tal efecto una
leyenda y obteniéndose, de este modo, un mapa de interpretación preliminar.

La etapa siguiente comprende un "control terrestre”; éste consiste en realizar una visita
al área de estudio donde se colectan la mayor cantidad posible de datos sobre áreas muestras
que previamente fueron definidas a través de algún método de muestreo estadístico. La
información del trabajo de campo permitirá realizar las correcciones que correspondan sobre
el mapa de interpretación preliminar, obteniéndose luego un mapa de interpretción final.

El estudio puede incluir la evaluación a través de otras metodologías, como puede ser
el tratamiento digital de los datos satelitarios. Una vez aplicadas ambas metodologías, el paso
siguiente será compararlas y establecer cuál es la que brinda el mayor grado de precisión.
Finalmente se confeccionará un informe detallado sobre el estudio llevado a cabo,
adjuntándose todos los mapas temáticos obtenidos, tanto a través de la interpretación visual
como digital.

6.- APLICACIONES DEL ANALISIS VISUAL

El conocimiento actualizado de la distribución y área ocupada por la agricultura,


vegetación natural, áreas urbanas, así como la disponibilidad de información sobre los
cambios producidos en una determinada zona, se tornan cada vez más necesarios para los
planificadores. Informaciones actualizadas sobre el uso de la tierra pueden resultar útiles para
llevar a cabo un inventario de recursos naturales, para el control de emergencias, tales como:
inundaciones, incendios, granizadas, etc., para la identificación de áreas con procesos de
erosión avanzados, evaluación de impactos ambientales, etc.. En este contexto, la
teledetección es una técnica que ha demostrado ser de suma utilidad en el relevamiento de los
recursos productivos y la planificación territorial del país; permitiendo obtener en forma
rápida y precisa gran cantidad de información sobre la localización y estado de los diferentes
recursos terrestres

Las aplicaciones que se enunciarán no son exclusivas del análisis visual de imágenes,
pueden ser abordadas también, mediante el tratamiento digital; no obstante resulta
conveniente conocer el amplio campo de aplicaciones de esta tecnología:

Agricultura: discriminación de tipos de vegetación, natural o implantada; mapeo de áreas


agrícolas / ganaderas, hortícolas, fruticolas; mapeo de suelos, levantamiento y caracterización
de suelos. Emergencias agropecuarias: estimación de daños por inundaciones, incendios,
granizadas, etc.

Forestal: Inventario forestal: mapeo de masas forestales nativas y plantaciones, identificación


de estratos arbóreos. Evaluación de riesgos de incendios forestales

Geología: mapeo de unidades geológicas; mapeo de fracturas y lineamientos; delineación de


rocas y suelos no consolidados; mapeo de depósitos superficiales volcánicos, prospección
minera, etc..

Uso de la tierra: cartografía de ocupación del suelo; cartografía de áreas urbanas; mapeo de
vías de comunicación; planificación urbana; impacto de proyectos de ordenamiento territorial,
análisis multitemporal de crecimiento urbano, etc.

Hidrología y recursos acuáticos: inventario de cursos y cuerpos de agua; mapeo de áreas


inundadas; medida de estructuras glaciales; prospección de los recursos de agua subterránea;
preselección de sitios favorables para la implantación de granjas acuícolas; etc.

Medio Ambiente: Mapeo de contaminación en cuerpos de agua; mapeo de áreas de


explotación minera; mapeo de áreas deforestadas, etc.

7.- BIBLIOGRAFÍA
Casanova, J. L. y J. Sanz Justo; (1997); “Teledetección, usos y aplicaciones”; Universidad de
Valladolid, Valladolid, España

Colwell, Robert; (1983); “Manual of Remote Sensing”; 2º Edición; Volumen 1 y 2; American


Society of Photogrammetry; Virginia., USA.
Chuvieco, Emilio; (2006); “Teledetección Ambiental: la observación de la Tierra desde el
Espacio”; 1º ed.; Ed. Ariel Ciencia; Barcelona, España.

CNES; (1988, 1989); SPOT, Instrumento de gestión y decisión; Tomos 1 y 2; Edición CNES;
París, Francia

Michel, A. y Dureau, F.; (1990); Teledetección aérea y espacial en medio urbano y


observación demográfica; Revista SELPER; Vol. 6 N° 4; pp. 36 -47; Santiago, Chile

Armand, Myriam; (1991); Aplicación de la Teledetección al urbanismo, Revista SELPER Vol.


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