Historia de La Danza I
Historia de La Danza I
MINISTERIO DE EDUCACION
DIRECCION DE EDUCACION PRIVADA
ESTUDIO “ANA PAVLOVA”
PROFESORADO DE DANZA CLASICA (Autorizado por Resolución 52/ IDGE /78)
HISTORIA DE LA DANZA I
Diferencia entre Danza y Ballet: Danza y Ballet, son palabras que normalmente se
utilizan indistintamente pero que, en realidad, no son sinónimos.
La Danza es toda expresión corporal que se realiza con un ritmo determinado. Se
incluyen en ella a las expresiones más simples como las danzas primitivas, las danzas griegas y
también otras más complicadas, como las danzas de salón (vals, gallarda, minué, etc.) y otros
géneros como el folklore, el español, etc.
El Ballet, según lo definió el maestro italiano Baltazarini di Belgiogoso en 1581, “...es
una mezcla geométrica de varias personas que bailan juntas acompañadas de diversos
instrumentos musicales.”
Existe una diferencia fundamental entre la danza y el ballet. El ballet es un arte
moderno, mientras que la danza nació con el hombre, como un hecho casi natural, anterior a
cualquier civilización. En cambio, el Ballet nació en el siglo XVI; tiene normas, pautas,
combinaciones que forman coreografías y, en la actualidad, se ha institucionalizado.
Escenografía y Danza: La relación entre estas artes es también muy íntima ya que la
escenografía aporta dimensiones importantes, como el tiempo y espacio. Ubica al espectador
en la época y lugar donde se desarrolla la acción, en una palabra, da la ambientación necesaria
a la obra.
Danza: Origen y Evolución: La danza surge por la necesidad fundamental que tiene el
hombre de moverse. Las personas se mueven instintivamente expresando su vitalidad, pero la
danza también responde a la necesidad de expresar naturalmente los sentimientos motores:
religión, patria y amor. Hasta en las más antagónicas civilizaciones de la tierra, el hombre
danzaba por estos motivos.
Cuando el ser humano adquirió conciencia del poder sobrenatural que rige el universo
danzaba por adoración, por sacrificio, por alegría y también para agradecer al suplicar. El
enigma de la vida con el proceso de nacimiento, desarrollo, enfermedad y muerte del
individuo; la infinidad del espacio astral; la luz y el calor del sol; las estaciones, la lluvia, el
viento, el fuego, hicieron que el hombre se inclinara instintivamente a la idea de religión y
dieron origen a las primeras Danzas Sagradas.
Así mismo, el sentimiento patrio, el apego a la raza, la lucha por el abastecimiento, la
siembra y la cosecha, crearon el interés por el sol vital y por la tierra, que había que defender a
costa de luchas y guerras, acontecimientos que eran celebrados con distintos tipos de Danzas
Epicas o Pírricas.
También el amor, la iniciación a la pubertad, la unión matrimonial, el fomento de la
familia, etc. ofrecían motivo a ciertas Danzas Rituales o Amorosas.
En su manifestación más simple, la danza apareció como una descarga emocional, con
movimientos desordenados, que representaban los trabajos del hombre al ir de caza y atrapar
un animal u al honrar a un dios. Eran Danzas Miméticas o Imitativas con las cuales se
pretendía que los dioses se conmovieran y otorgaran ciertos beneficios como lluvia, alimentos
y otros elementos necesarios para la comunidad.
Estas danzas primitivas iban siempre unidas a una ceremonia ritual donde se realizaban
en procesiones o marchas en torno a una imagen sagrada. Se utilizaban disfraces de animales y
máscaras de rostro inmóvil como parte obligatoria del rito. La máscara permaneció largo
tiempo como accesorio indispensable, hasta mediados del siglo XVIII, en que se sustituyó por
el maquillaje.
LA DANZA EN GRECIA
*Danzas Corales en Tiempos de Homero: Homero fue un poeta ciego que se dedicaba
a recorrer toda Grecia contando historias y leyendas antiguas. A través de sus obras, “Ilíada” y
“Odisea”, se pueden conocer dos tipos de danzas griegas: una en la vendimia, donde los
jóvenes entonaban cantos y golpeaban el suelo con los pies; y otra en los festines y bodas,
donde los bailarines forman corrillos. Estas dos variantes de las danzas corales (llamadas así
porque estaban acompañadas por cantos), perduraron durante toda la antigüedad griega.
Existían diferentes formas de danzas corales, de acuerdo a las diversas maneras en que
los participantes se entrelazaban al bailar. Las más antiguas, se realizaban por grupos de
hombres y mujeres sin cambiarse. Más tarde, se incorporó la danza coral mixta, ejecutada por
la unión de hombres y mujeres, hasta llegar a la danza lineal, en que cada bailarín daba la
mano a una bailarina alternativamente (danza en cadena).
LA DANZA EN ROMA
El más extenso de los antiguos imperios y el que más elementos ha aportado a nuestra
cultura Occidental, fue el Imperio Romano. Un rasgo característico de los romanos es que fueron
tomando elementos de las diferentes civilizaciones que conquistaban, y de esta manera fueron
enriqueciendo su propia cultura. Muchos fueron los aspectos en que se destacaron, ya que
continuaron con los adelantos aportados por otras culturas en filosofía, matemática, física,
medicina, botánica, astronomía, etc.
Un legado muy importante fue el latín, de donde derivaron la mayoría de las lenguas
actuales como el castellano, el francés, el italiano y el portugués. También hay que destacar que
crearon completos códigos de derecho que luego, al irse modificando, formaron los códigos de
leyes vigentes en varios países modernos como España, Francia, Portugal e Italia.
La influencia más importante que recibió la cultura romana fue de la civilización griega, lo
cual se evidenció claramente en muchos aspectos. Así, en la religión romana, los dioses eran los
mismos que los de la religión griega, pero con diferente nombre; por ejemplo: Afrodita (griega)=
Venus (romana), Dionisio= Baco, Febo= Apolo, etc.
Al igual que en Grecia, el arte romano se caracterizó por las esculturas de gran realismo
donde se representaba al cuerpo humano desnudo o vestido, pero siempre cuidando que las formas
fueran lo más parecidas posible al modelo natural. Los temas, eran tomados de la mitología o bien
de escenas de la vida cotidiana y, muchas veces, eran copias de esculturas griegas.
En cuanto a la arquitectura, los romanos fueron más prácticos y, aunque también realizaron
templos y palacios, se destacaron por las construcciones útiles como acueductos, baños, fuentes,
caminos, postas, circos, teatros, cloacas, etc.
En el Imperio Romano, se continuaron realizando las diversiones griegas en fiestas y
teatros, a las que se les dio un estilo propio. La danza, alcanzó gran auge durante el gobierno
del emperador Augusto, cuando llegaron a Roma los primeros bailarines profesionales: Pílades
de Sicilia y Batilo de Alejandría. Estos dos maestros poseían dotes extraordinarias: buenas
proporciones físicas, acento en la expresión, gracia en el braceo, agilidad en los pies y dicción
en el recitado, por lo que el emperador los colmó de honores y privilegios.
En general, las danzas romanas se realizaban en banquetes o fiestas en honor a los
dioses. Se trataba de licenciosos festivales públicos que solían culminar en desenfrenadas
orgías. Sin embargo, existían también danzas de gran contenido espiritual como las Danzas
Pantomímicas, que marcaron el fin de la antigua tragedia griega y la aparición de la danza
intelectual como exhibición de gran valor artístico. Las danzas pantomímicas eran la
manifestación culta y danzada de mitos expresados plásticamente. Por medio de la pantomima,
un solo danzante expresaba la más variada gama de sentimientos, que bastaban para
escenificar un mito completo. La danza era muda, su lenguaje expresivo lo constituía el gesto y
el movimiento, e iba acompañada por el fondo musical que le prestaban la orquesta y el coro,
que se dedicaban a enmarcar, secundar y realzar las expresiones de la danza. Las pantomimas
como ballet, hallaron en Roma terreno propicio para su más grandioso desarrollo, y
constituyeron el mejor espectáculo de la corte del Imperio.
“El cantar de mio Cid”. Pero el aporte más sobresaliente de la Edad Media fue el arte. Los
principales temas artísticos eran religiosos, escenas tomadas del Viejo y Nuevo Testamento. La
pintura, que era usada para decorar iglesias y conventos, era una pintura estática, sin relieve ni
volumen, donde no había sensaciones de profundidad. La escultura también estaba dedicada a
la religión, y se usaba para representar imágenes de Cristo, la Virgen María o los Santos.
En Arquitectura, se destacaron dos estilos bien definidos, el románico y el gótico. El
Románico se caracterizó por altos y compactos muros de piedra, pesados, con muy pocas
aberturas y pequeñas ventanas que apenas dejaban entrar la luz, esto daba una sensación
sombría en el interior de las iglesias cuya planta tenía forma de cruz. Este estilo predominó
durante la Baja Edad Media y no sólo se construyeron iglesias, sino también enormes castillos.
La Alta Edad Media se caracterizó por el estilo Gótico, con el cual se construyeron inmensas
catedrales. El gótico sobresalía por sus cúpulas con forma de ojiva (ovalada), por sus bóvedas
de crucería y por su impresionante altura. Las ventanas eran grandes y estaban adornadas por
los vitroux, es decir, por representaciones de escenas religiosas hechas con vidrios de colores.
Durante la Edad Media, las familias aristocráticas permanecían todo el día en el castillo
y, para divertirse, se dedicaban a la caza y realizaban fiestas o banquetes animados por un
bufón (especie de payaso) o un trovador que, acompañado de su vihuela, cantaba poesías y
baladas donde se relataban historias de amor, de caballeros y batallas. Los campesinos
trabajaban todo el día y cuando descansaban, hacían fiestas alrededor de las fogatas o se
reunían en la feria o mercado para escuchar a los juglares, que eran poetas errantes semejantes
a los trovadores. Musicalmente se perfeccionaron los instrumentos y surgieron danzas típicas,
mezcla de antiguas tradiciones con nuevos elementos, que se bailaban en las villas campesinas.
Así, se fueron introduciendo en castillos y palacios, las figuras y pasos de baile de los
campesinos que, al ser asimilados por los cortesanos, se volvieron más pausados y graves
como correspondía a su jerarquía social; dando origen a las danzas cortesanas que se
desarrollarían en el Renacimiento.
Entre las principales danzas medievales se destacaron:
EL BALLET EN EL RENACIMIENTO
Al finalizar la Edad Media, se habían producido importantes cambios en Europa. Así, por
ejemplo, la introducción desde Oriente de instrumentos de medición más precisos como la brújula,
había permitido que se realizaran viajes hacia regiones hasta entonces desconocidas, como el sur
de Africa o América, dando comienzo a la Edad Moderna.
La invención de la imprenta favoreció el masivo acceso a los libros y, por lo tanto, creció el
interés por aprender. Por otro lado, se realizaron importantes descubrimientos en Grecia y Roma,
no sólo de monumentos y estatuas, sino también de manuscritos de filósofos y matemáticos. De
esta forma, la sociedad occidental pudo continuar con los adelantos realizados por griegos y
romanos, que habían sido olvidados durante la Edad Media. Se despertó entonces un enorme
interés por la cultura grecorromana, de ahí el nombre de Renacimiento dado a este período,
Renacimiento de la cultura clásica.
Esta época, que abarca los siglos XV y XVI se caracterizó por que la vida dejó de estar
regida exclusivamente por la religión, el hombre comenzó a centrar la atención en sí mismo más
que en Dios. A este movimiento, que tenía al hombre como centro, se lo llamó Humanismo. Con
esta nueva concepción de la vida, la sociedad logró realizar nuevos adelantos en todas las áreas de
la ciencia.
De la misma manera, el arte del renacimiento se caracterizó por una vuelta a lo que
representaba la cultura clásica de Grecia y Roma. Las pinturas y esculturas se realizaban siguiendo
los modelos clásicos, y entre los artistas más sobresalientes se pueden mencionar a Miguel Angel,
Rafael, Botticelli, Leonardo da Vinci y muchos otros. El arte era muy considerado en las cortes
europeas, tan es así que muchos príncipes o reyes actuaron como mecenas, es decir, apoyando,
protegiendo y subsidiando a los artistas a quienes daban refugio en sus cortes.
Durante el Renacimiento surgieron nuevas maneras de comprender las normas antiguas del
arte, y de enfrentar la vida terrenal. La aristocracia concebía la vida como un espectáculo, y las
familias más destacadas daban suntuosos festines donde era un descrédito no bailar bien. Así, a
comienzos del siglo XV, habían “Maestros de Baile” que enseñaban danzas para grandes ocasiones
como bodas, alianzas políticas, victorias militares, etc. Mascaradas, exhibiciones y conciertos
creados con la música de la época, preparaban lo que más tarde sería ballet. En los desfiles se
realizaban danzas típicas del Renacimiento, donde se mezclaba lo señorial con lo popular.
Los bailes señoriales eran danzas bajas, donde los pies no abandonaban el suelo; las danzas
populares, en cambio, eran danzas altas en las que los pies se levantaban del piso, al que se
golpeaba con movimientos rápidos y violentos. Entre las danzas de salón del renacimiento, estaban
la gallarda, la volta (antecesora del vals), la gavota, la mazurka, la polka, etc.
En este ambiente propicio, y como resultado de este resurgir de la cultura griega, el teatro
cobró gran auge. Las representaciones de comedias, tragedias, recitación, canto o poesía, que antes
se hacían en los salones de los palacios se llevaron al escenario. Este, se parecía bastante a los
actuales, la diferencia estaba en que el proscenio no se hallaba totalmente separado de la sala, lo
cual permitía a los espectadores intervenir en la representación. Este auge del teatro favoreció la
aparición de profesionales: actores, cantantes y bailarines. Es en este período que nació el ballet, si
bien recién se convertiría en un espectáculo teatral a fines del siglo XVI.
El Ballet Comique de la Reine (1581): La palabra ballet es de origen latino, y deriva del
verbo ballare que significa bailar, de donde proviene el término ballator (bailarín). Sin embargo, el
término ballet, fue usado y definido por primera vez en Francia por Baltazarini di Belgiogoso en
1581: “El ballet, cosa nueva, es una mezcla geométrica de varias personas que bailan juntas
acompañadas por diversos instrumentos musicales”.
El origen del ballet como arte especial no coincide forzosamente con la época histórica en
que recibió este nombre. Existió como tal mucho antes, pero para nuestra comodidad podemos
situar los orígenes del ballet en Italia y Francia en el siglo XVI. Sus bases fundamentales fueron
elaboradas por los primeros maestros de baile franceses e italianos, y a ellos se debe la
magnificencia adquirida por el ballet desde sus comienzos.
En Francia, la popularidad del ballet fue una consecuencia directa del interés francés por la
cultura italiana, ya que en aquel momento la reina de Francia era italiana (Catalina de Medici). Por
ese entonces la vida en la corte francesa se había refinado y, en medio de estas características, la
danza prosperó. El porte o maneras utilizados en el ballet eran aristocráticos por naturaleza, y a los
pasos en él empleados se les dio nombres franceses.
El primer ballet de la historia fue el ballet Comique de la Reine, presentado por
Baltazarini di Belgioso (Balthazar de Beaujoulex) en 1581. Este ballet fue creado a instancias
de Catalina de Medici, para celebrar las bodas de Margarita de Lorena (hermana de la reina
Luisa, esposa de Enrique III) con el duque de Joyeuse. La representación fue llevada a cabo el
15 de Octubre de 1581, en la sala de los Borbones.
Esta obra era una mezcla de danza, poesía, declamación, música y representación
escénica, apoyada en una fábula dramática: la Fábula de Circe (Maga de la mitología griega
famosa por su astucia y engaños). El ballet estaba compuesto por un prólogo y seis entradas. El
libreto y la música eran de Baltazarini, y la poesía recitada, fue escrita por De Chesnay. El
éxito de la obra fue inmenso y su fama cundió por toda Europa.
Más adelante, el ballet pasó de los salones al teatro, donde la mayor parte de público podía
tener una perspectiva frontal de los bailarines. Esto permitió que el ballet fuera visto por otros, y no
sólo por los participantes. A tal efecto el proscenio creó una separación entre el intérprete y el
espectador, lo cual significó un paso muy importante para la evolución de la representación
teatral y de los decorados.
EL BARROCO Y EL BALLET
El arte barroco se caracterizó por una vitalidad desbordante que se expresó especialmente
en la ornamentación, que se multiplicó con tal riqueza y desorden, que producía una impresión de
recargamiento e hinchazón. La decoración rococó, se componía de formas sensuales: hojas,
ramitos, flores, nubes, rizados zarcillos, rocas, etc. El principio era el placer, sólo se pretendía
deleitar a una sociedad acomodada y ociosa. Tal vez la construcción más representativa del
barroco, fue el palacio de Versalles, mandado a construir por Luis XIV en Francia.
El ballet en tiempos de Luis XIV (S. XVII): Luis XIV, el gran rey sol de Francia, era
un entusiasta admirador del ballet. En 1651, a la edad de 13 años, apareció ante el público por
primera vez, en un ballet llamado “Cassandre”. Durante la primera parte de su reinado actuó
frecuentemente en los ballets, siempre representando a una divinidad como Júpiter, Neptuno o
Apolo, lo que armonizaba con su jerarquía de rey. Los bailes tenían coreografía de Pecourt y
Beuchamps; Lully escribía la música y también participaba como bailarín.
El gusto del rey era refinado, y supo atraer la colaboración de los mejores talentos del
reino para hacer lucir el ballet, como por ejemplo Moliere que escribió el argumento para el
ballet “El burgués Gentilhombre”.
En 1661, Luis XIV, fundó “L’Academie Royale de Danse” y luego, en 1669
“L’Academie Royal de Musique”, antecesoras de la Opera de París.
Fue entonces, cuando el ballet de la corte pasó al teatro como espectáculo público.
Como antes, consistía en una serie de cantos y bailes ejecutados al compás de la música. Los
argumentos se tomaban de la mitología griega o romana, y los artistas eran siempre hombres
con la cara oculta detrás de máscaras.
En 1681, Lully hizo participar por primera vez a mujeres en su ballet “El triunfo del
amor”, que fue inaugurado en la corte con la presentación de damas distinguidas. Luego, la
Academia Real de Música, presentó para este ballet a sus cuatro primeras bailarinas, entre las
que se destacó Mlle. Lafontaine, siendo ella la primera “etoile” en la historia del ballet.
El traje común del bailarín de aquella época era semejante al de un oficial romano. Las
bailarinas llevaban polleras largas y torso muy ajustado que impedía los movimientos libres y
dificultaba la respiración. Los pasos eran “terre a terre”, y la coreografía se basaba en líneas
horizontales.
Fue durante el reinado de Luis XIV, que el famoso maestro y coreógrafo de baile Pedro
Beuchamps, elaboró las cinco posiciones de los pies, que son hasta nuestros días la base del ballet
clásico. Beauchamps fue el más importante maestro y coreógrafo de baile de su época si bien nada
nos ha llegado de sus ballets.
EL NEOCLACISISMO EN EL BALLET
Tras el auge de la abundante ornamentación barroca, a mediados del siglo XVIII, tuvo
lugar en toda Europa una fuerte reacción contra el estilo precedente. Teóricos italianos, franceses e
ingleses comenzaron a especular con la posibilidad de un cambio, de una revolución. Es entonces
cuando ideólogos como Rousseau, Voltaire y Montesquieu, elaboraron sus teorías políticas.
El siglo XVIII es el siglo de la Ilustración, También llamado “de las luces”. El nombre
proviene del auge que adquiere lo racional e intelectual por encima de los sentimientos y los
instintos. En el gobierno comenzaron a actuar los llamados monarcas del despotismo ilustrado
cuyo pensamiento se sintetizaba en la frase “gobernar para el pueblo, pero sin el pueblo”.
Estas ansias de conocer, de estudiar, de saber, se evidenció en la aparición de otro
movimiento conocido como Enciclopedismo, llamado así por que respondían a los autores de una
“Enciclopedia”, es decir, un libro donde estaban comprendidos todos los temas: ciencia, técnica,
arte, filosofía, historia, etc.
Al mismo tiempo la sociedad iba cambiando, en Inglaterra por ejemplo el monarca dejó de
ser el principal motor del gobierno que pasó a manos del Parlamento y de un Primer Ministro. En
otros países de Europa, el rey fue perdiendo autoridad, y el pueblo comenzó a luchar por sus
derechos. Así fue como en Francia, estalló una revolución que terminó por un tiempo con la
monarquía instalando una República (gobierno del pueblo). En 1789, fecha en que comenzó la
Revolución Francesa se pone fin a la Edad Moderna y se da comienzo a la Contemporánea.
El arte neoclásico, en oposición a lo recargado de la ornamentación barroca, era más
sobrio, elegante y austero. Hubo especial interés por la observación de la naturaleza y la búsqueda
de lo “pintoresco”, pero también se perseguía la lógica interna, las armonías profundas. La regla de
oro era el equilibrio general, imponer en cada elemento de la obra discreción, modestia y
ponderación. Al mismo tiempo, se recuperó el interés por el arte clásico, de allí el nombre de
Neoclásico dado a este movimiento. Se evocaba un mundo idealizado, el esplendor de una
civilización perdida: la libertad de Grecia o la dignidad de Roma. La cultura grecorromana volvió a
servir de inspiración de los artistas, y a ello contribuyeron las excavaciones realizadas en Pompeya
y Herculano que pusieron al descubierto todo el esplendor de la civilización clásica.
Las reformas de Georges Noverre: La más grande figura del ballet del siglo XVIII fue sin
duda George Noverre. Su genio al principio no fue reconocido en París, y tuvo que emigrar al
extranjero donde sus ballets fueron calurosamente acogidos y su fama se extendió pronto por toda
Europa. Fue llamado el “Shakespeare del ballet” y colaboró con muchos hombres importantes
de su tiempo como Mozart quien escribió la música para el ballet “Les petit riens”, y Gluck
quien le pidió ayuda para las danzas de su “Ifigenia en Tauris”.
Su obra maestra escrita en 1760 fue “Cartas sobre danza y ballet”, que es una exposición de
leyes y teorías de ballet en donde habla de “deshacerse de las horribles máscaras, quemar las
ridículas pelucas, abolir los parados miriñaques, sustituir la rutina por el buen gusto, indicar trajes
más notables y pintorescos, pedir acción y expresión en la danza para demostrar la enorme
distancia que separa la técnica mecánica del genio, que pone a la danza junto a las artes
imitativas.”
Noverre fue el primero en sostener el punto de vista de que el ballet era un arte noble
destinado a la expresión y desarrollo de un cierto tema. Fue el creador del “ballet de acción” o
“ballet dramático”, donde toda acción se produce por gestos rítmicos, hechos al compás de la
música sin canto ni declamación.
ROMANTICISMO
El romanticismo fue un movimiento que surgió a comienzos del siglo XIX, y que se
extendió desde 1805 a 1850 aproximadamente. Este movimiento apareció enmarcado en una
Europa convulsionada por movimientos nacionalistas y por revoluciones liberales, propiciadas por
hombres que pedían libertad de comercio, de expresión, de culto, de enseñanza, etc.
La población ya no estaba dispuesta a tolerar el absolutismo monárquico anterior, puesto
que habían comprobado que la soberanía residía en el pueblo y no en el rey, querían libertad y
participación. Así, por todas partes se produjeron levantamientos contra los principales soberanos
de Europa y, poco a poco, fueron afirmando su influencia política. En medio de este ambiente
convulsionado el romanticismo hizo su aparición.
El Romanticismo fue un movimiento que abarcó todos los aspectos de la cultura y la vida
en general. Más que un movimiento, el romanticismo fue una mentalidad, un estilo de vida. Se lo
puede definir como un movimiento cultural producto de un profundo cambio de sensibilidad.
Hacía hincapié en los sentimientos: el amor, la patria, la libertad, la naturaleza, los valores
religiosos y la imaginación. Fue una expresión subjetiva que surgió como reacción al predominio
racional del período anterior.
Este estilo de vida se caracterizó por la gran actividad de los jóvenes. Predominaba la
sensibilidad, se idealizaba el pasado y se recurría a la fantasía. También fueron característicos la
originalidad, la falta de prejuicios y la pasión por la historia. Es el tiempo de las mujeres pálidas,
delgadas y etéreas; de los hombres idealistas y sensibles capaces de morir por un ideal, por
defender su honor, o por un amor.
En las actividades artísticas y culturales se destacó principalmente la literatura, la música y
la pintura. En la música se buscaba despertar las emociones más profundas y en la pintura hubo
predilección por los paisajes con mucho colorido y los temas históricos, siempre buscando
conmover el espíritu. Lo mismo sucedía con la escultura cuyo representante más importante fue
Auguste Rodin ("El Beso").
El Grand Pas de Quatre: Este ballet es una joya coreográfica, considerada la más alta
expresión del romanticismo en el ballet. El Grand Pas de Quatre se estrenó el 12 de Julio de 1845
en el Her Majestyc's Teathre, ante la reina Victoria de Inglaterra. Su estilo era romántico-rococó.
Tenía coreografía de Jules Perrot y fue interpretado por las más grandes bailarinas de la época:
María Taglioni, Lucile Grahn, Fanny Cerrito y Carlota Grissi.
La música era de César Pugni, que fue descubierta por Beaumont en un museo, y los trajes
fueron dibujados por Shalon en base a una litografía de aquel tiempo. La coreografía original fue
destruida por un incendio, por lo que sólo quedó una reposición con algunas variantes de Keith
Lester.
El gran éxito obtenido con este ballet, hizo que se lo volviera a poner en escena en Londres,
dos años después con el mismo reparto a excepción de Lucile Grahn que fue reemplazada por
Carolina Rosatti y, desde entonces, ha sido interpretada por las más grandes bailarinas de todas las
épocas.
Londres, para la reina Victoria, el "Grand Pas de Quatre" junto a las bailarinas más famosas de
su tiempo.
En 1847 se retiró del ballet, tenía cuarenta y tres años, estaba económicamente
arruinada, por lo que, para poder vivir se vio obligada a dar clases de baile en Londres y París.
Su mejor alumna fue Emma Livry quien murió quemada a causa de un accidente ocurrido
durante un ensayo cuando, al acercarse mucho a las candilejas, las gasas de sus enaguas se
prendieron fuego. Esta desgracia deprimió a María que se retiró a Marsella donde murió el 27
de Abril de 1884 a la edad de ochenta años.
El arte del ballet le debe mucho a María Taglioni, puesto que dejó una herencia
artística muy grande. Con ella desaparecieron los últimos artificios y amaneramientos del
ballet del siglo XVIII y fue ella quien introdujo el uso general de las puntas en el ballet, siendo
este un acontecimiento de vastas consecuencias para la técnica de ese arte.
* Fanny Elssler (1810-1884): Fanny Elssler nació en Viena, Austria, en 1810. Era hija
de un humilde copista de música, Florian Elssler y de Teresa Prinster, modista célebre por su
belleza. Cuando apenas contaba con siete años de edad, el gran maestro de baile Aumer,
advirtió sus dotes precoces y se interesó inmediatamente por ella. Más tarde, fue contratada
para actuar en Italia donde se perfeccionó.
De 1827 a 1833 bailó en Viena, luego en Londres y, en 1836, se presentó en la Opera
de París donde tuvo un extraordinario éxito por su representación en "El Diablo Cojo" ("Le
Diable Boiteaux") donde apareció caracterizada de española bailando, tocando las castañuelas
y haciendo gestos seductores.
Fanny Elssler interrumpió triunfalmente el mundo poético presidido por María
Taglioni. Como contraste absoluto frente a las sílfides y almas en pena que bailan sobre la
punta de los pies, Elssler aportó un dinamismo arrollador y apasionado. El alma del espectador
que recibía Taglioni las caricias de una suave brisa, se veía en peligro de ser consumido por la
exuberancia de vida y fuego interior de Fanny Elssler. Fue una bailarina clásica como Taglioni
pero sus mejores papeles había que buscarlos en ballets como "El diablo cojo", "La gitana" y
"La tarántula" (1839), donde tenía mejores oportunidades para desplegar su talento apasionado
y sensual.
Realizó giras por Europa, Rusia y América. En 1840 viajó a los Estados Unidos y el
entusiasmo de los norteamericanos se desbordó. En Washington el Congreso suspendió sus
sesiones el día de su presentación y un grupo de senadores tiró del carruaje que la trasladaba
mientras la multitud los seguía eufórica. Pusieron sus nombre a barcos, medias, ligas, chales,
sombrillas, abanicos, pomadas para calzado, cremas de afeitar y marcas de champagne. En La
Habana (Cuba), un admirador le regaló una caja de cigarros de oro. El ballet se había
convertido en una manía.
Fanny Elssler se retiró del teatro en 1851 y murió en Viena en 1884.
Durante mucho tiempo, el Ballet Ruso ha sido considerado el mejor del mundo. Pero, antes
de llegar a la cúspide de la fama mundial, el ballet ruso debió atravesar un largo y áspero camino.
Desde Italia donde nació a fines del siglo XVI, el ballet pasó a Francia donde floreció con brillo.
Desde allí, el ballet penetró en Rusia a principios del siglo XVIII, cuando llegaron danzas como la
Pavana, la Courante y el Minué.
Por ese entonces gobernaba en Rusia el zar Pedro el Grande, quien buscó convertir a Rusia
en un país progresista y moderno, semejante a los europeos. Teniendo a Francia como modelo, el
zar creó las "Asambleas", que eran reuniones sociales desprovistas de etiqueta donde había juegos,
bailes y otras diversiones. Pero los compases lentos y los interminables saludos que caracterizaban
a las danzas de salón europeas, no satisfacían al zar y, por su iniciativa se creó una danza rusa que
comenzaba con movimientos lentos, pero que a una señal del maestro de ceremonia, los bailarines
tomaban un ritmo veloz y agitado. Este fue un gran impulso para el desarrollo del teatro y la danza
nacional rusa.
De las Asambleas, la enseñanza de la danza penetró en la Escuela Militar de Cadetes, y en
1738, por iniciativa de la zarina Ana Ivanovna, el maestro Landé fundó la primera Escuela
Imperial de San Petersburgo. La escuela funcionaba en la residencia del monarca, en una
habitación transformada en sala de teatro. Los primeros alumnos fueron los sirvientes y miembros
de las clases sociales más bajas, puesto que las bailarinas eran consideradas como un simple
instrumento de diversión.
Por aquel entonces, el género nacional sufría el desprecio de la gente que sólo consideraba
culto lo que venía de Europa. Así, pasarían muchos años para que el arte nacional pudiera salir del
estrecho ambiente cortesano. Este avance lo impuso la zarina Catalina la Grande que sacó el
teatro del ámbito palaciego y lo puso al servicio de la sociedad, al crear por decreto en 1776, los
Teatros Imperiales de Arte Dramático, en las dos ciudades más importantes de Rusia: Moscú y San
Petersburgo. Fue entonces, en 1790, cuando fue montada una gran pieza teatral, basada en un
hecho histórico ruso, que constaba de cinco actos con coro y ballet: "El gobierno del príncipe
Oleg", cuya autora fue la misma zarina.
Con la muerte de Catalina el teatro sufrió una decadencia total hasta el reinado de
Alejandro I, en que el ballet ruso recibió un gran impulso con la llegada del maestro de baile
francés Carlos Didelot. Fue durante la actuación de este gran maestro que los bailarines llegaron a
obtener alguna consideración, siendo favorecidos por las reformas de Alejandro II que liberó a los
campesinos de la servidumbre.
A partir de entonces, se fueron sentando las bases que hicieron que el ballet ruso se
convirtiera en uno de los mejores del mundo. De esta manera, el ballet ruso se impuso a comienzos
del siglo XX, cuando Sergei Diaghilev lo presentó ante el maravillado pueblo de Occidente. Entre
las condiciones que se dieron para que esto fuera así estuvieron:
- La cuidadosa organización de las Escuelas Imperiales de Baile de Moscú y San
Petersburgo. En estas escuelas, los alumnos ingresaban como internos a los 8 o 9 años y, además
de seguir un curso de enseñanza general y de danzas, aprendían dibujo, música, arte escénico,
idiomas, etc. El ciclo completo de estudios se hacía bajo la supervisión del gobierno, por lo que
para ingresar había. que rendir un severo examen de admisión, que consistía en una revisación
médica y en una prueba de elegancia, ritmo y sentido musical.
- La tradición de siglos del arte clásico de dichas escuelas, basada en la obra constructiva de
renombrados maestros y coreógrafos.
- La popularidad del arte coreográfico y las dotes artísticas del pueblo ruso, obediente al
innato anhelo nacional que reconocía en el baile clásico una vía para alcanzar la belleza.
GRANDES MAESTROS
* Carlos Didelot (1767-1837): Radicado en San Petersburgo desde 1801, Didelot modeló
el ballet y la Escuela Teatral según sus propias ideas, demostrando en su método de enseñanza una
persistencia y un fanatismo indomable. Tan es así, que se decía que durante las clases, Didelot
movía las piernas y de repente empezaba patear con toda furia al compás del ritmo, mientras
amenazaba a sus alumnos con sus puños, tirándoles los pelos o las orejas.
Didelot pasó en Rusia 37 años, durante los cuales pudo desarrollar con brillo sus
actividades coreográficas basadas en una técnica insuperable. Prestó un gran servicio al ballet ruso
educando a numerosos bailarines que, gracias a él, comenzaron a salir del estado social de
inferioridad en el que se encontraban. Fue el primero en suprimir los trajes tradicionales del siglo
XVIII y, con audacia, llegó a introducir la malla color carne y las túnicas de gasa. En esta época, se
produzco un gran acontecimiento con la aparición de las zapatillas de punta creadas por María
Taglioni en Europa, que fueron introducidas en Rusia por iniciativa de este maestro.
La herencia artística de Didelot fue enorme, no sólo transformó por completo el Teatro y la
Escuela Imperial, sino que creó magníficos ballets como "Cefir y Flora", "El Prisionero del
Cáucaso" y "Precaución inútil".
* Marius Petipá (1822-1910): La escuela imperial contrató a su hermano que era primer
bailarín de la Opera de París quien, como no podía dejar su puesto, envió a Marius. Esta casualidad
lo convirtió en una celebridad, solista de Su Majestad, caballero de la Corte, Director del Ballet
Imperial y gran coreógrafo de su tiempo. Su actuación abarcó toda una época desde 1847 hasta
comienzos del siglo XX. Fue el creador de más de cien ballets en los que trabajó con la
colaboración de grandes artistas como Tchaicovsky, Rismky-Korsakoff, Bakst y otros.
La actuación de Petipá en Rusia, puede dividirse en dos etapas: en la primera fue el
Director absoluto del ballet ruso, pero con el tiempo se produjo una crisis en su labor creadora.
Tuvo un período de estancamiento durante el cual fue eclipsándose poco a poco, hasta que estuvo
apunto de perder su puesto. La segunda etapa comenzó con el nombramiento de Vsevolosky como
Director de los Teatros Imperiales. Vsevolosky era una persona culta y muy versada en el arte que
comprendió que para levantar el ballet, había que abandonar las representaciones dramáticas y
pesadas, volviendo a la época de visiones etéreas, alegres y suntuosas. Además se preocupó por
perfeccionar la técnica de la danza.
Por aquellos tiempos, existía en San Petersburgo un pequeño Teatro Lentovsky, donde
actuaba la famosa bailarina Virginia Zucchi, junto al italiano Enrique Cecchetti. En su carácter de
Director, Vsevolsky, invitó a la Zucchi y a Cecchetti a incorporarse al Teatro Imperial. Con esta
iniciativa, se salvó la carrera de Petipá y se impuso una nueva orientación al Ballet Ruso, que
llegaría así a su apogeo, puesto que fue entonces cuando Marius Petipá creó sus más grandes
ballets como "La Bella Durmiente", "El Lago de los Cisnes", "Cascanueces", "Raymonda", "Don
Quijote", "La Bayadera", "Barba Azul", "El espejo mágico" y muchos otros.
Marius Petipá fue también un buen maestro de baile. Preparó a toda una generación de
bailarines rusos de gran talento, que más tarde se transformaron en grandes figuras del ballet como
Nicolai Legat, Tamara Karsavina y Michel Fokine.
COMPAÑIA DE DIAGHILEV
Con Sergei Diaghilev, la danza del siglo XX se convirtió en un arte asombroso. No era
bailarín ni coreógrafo, pero como director de la compañía fue un excelente administrador, era
inteligente, tenía fuerza de voluntad y buen gusto.
Diaghilev fue el creador de "Les Ballets Russes", compañía de ballet que reunió a los
mejores artistas de su tiempo. Así, durante los veinte años de existencia de la compañía de
Diaghilev, se presentaron nuevos ballets con partituras de músicos como Stravinsky, Prokoffiev,
Ravel, Debussy, Strauss y De Falla. Entre los escenógrafos estaban Picasso, Derain, Bakst, Miró,
Benois y Matisse. Los coreógrafos de la Compañía fueron Michel Fokine, Vaslav Nijinsky,
Leonide Massine, Bronislava Nijinska y George Balanchine. Los bailarines más destacados fueron
Ana Pavlova, Vaslav Nijinsky, Tamara Karsavina, Yekaterina Geltzer, Michel Mordkin, Ida
Rubinstein y Serge Lifar, entre otros.
El debut de la compañía se realizó en París en el teatro Du Chatêlet el 19 de Mayo de 1909.
En la noche de estreno se presento el ballet "Príncipe Igor" con música de Alexander Borodine y
coreografía de Michel Fokine. El éxito de la compañía fue enorme y su prestigio fue creciendo con
el tiempo.
Se pueden establecer diferentes momentos por los que atravesó la compañía según los
coreógrafos que en ella actuaron. El primer momento está marcado por la actuación de Fokine
como coreógrafo principal.
Michel Fokine se caracterizó por sus presentaciones exóticas, dramas bailados que
demostraban que el ballet podía expresar emociones complejas. Los temas, generalmente, eran
tomados de leyendas rusas. Para él los ballets en muchos actos tendían a la dispersión de estilos,
por lo tanto prefería los ballets que representaban imágenes artísticas orgánicas. Los sintéticos
trabajos resultaron tan atractivos que los ballets en un acto reemplazaron a los extensos ballets
anteriores. Además destacaba al personaje masculino y lo ponía en igualdad de condiciones con las
bailarinas obteniendo mayor vitalidad en las representaciones.
Entre las principales creaciones de Fokine estuvieron: "Pájaro de fuego", "Petrouchka",
"Scheherezade", "Cleopatra", "La muerte del cisne" (creado para Ana Pavlova), "El espectro de la
rosa" y muchas más. Fokine dedicó toda su carrera a los ballets dramáticos, pero también montó
obras sin argumento como "Las Sílfides", pieza clave dentro de la coreografía moderna ya que
demuestra que el movimiento, separado de lo argumental, puede existir como algo hermoso en sí
mismo. Así, liberó a los coreógrafos de la necesidad de rellenar sus ballets con un argumento. El
ballet abstracto comenzó con "Las Sílfides".
A pesar de sus logros, Fokine pronto abandonó los ballets rusos, las razones que lo llevaron
a ello son complejas y algo tuvo que ver el fuerte y dominante carácter de Diaghilev.
Vaslav Nijinsky era para ese momento la estrella de la compañía. En el ballet "El espectro
de la rosa", interpretaba al espíritu de una rosa que una joven había traído a su casa después de un
baile. Nijinsky aparecía en el cuarto de la joven como en un sueño y luego, con el más famoso
salto de la historia del ballet, volaba por la ventana hacia la noche.
Diaghilev quería que Nijinsky fuera el coreógrafo de la compañía, sus trabajos eran de
elaboración lenta, pero se las ingenió para llevar a escena varios ballets que provocaron polémicas
debido a sus escenas poco convencionales. Entre ellos está "La siesta de un Fauno", con música de
Debussy que fue estrenado en 1912. Este ballet provocó un alboroto a causa de su obscenidad,
puesto que había una escena donde una Ninfa escapaba de los requerimientos amorosos de un
Fauno y en su huida perdía un chal, el Fauno lo encontraba y se dejaba caer sensualmente sobre él.
Esto fue considerado en su época como inmoral.
Otra obra de Nijinsky fue "La consagración de la Primavera" donde la extraña música de
Stravinsky fue la causante de un escándalo. Este ballet describía antiguos ritos en los cuales una
doncella elegida bailaba hasta encontrar la muerte. "La consagración de la Primavera" demostró
que el ballet podía incorporar movimientos no clásicos y así emerger como un arte más rico.
Nijinsky dejó de ser el coreógrafo de la compañía de Diaghilev en 1913 cuando decidió casarse.
rusa. Se destacó por la presentación monumental y por ocupar todo el escenario con grandes
grupos de artistas con el fin de trasmitir impresiones, como por ejemplo la impresión causada por
los sacramentos religiosos.
Fokine creó especialmente para ella el ballet "La muerte del cisne", donde Ana pudo dar rienda
suelta a su gran sensibilidad al interpretar la agonía de un cisne moribundo. En 1911 volvió a
Londres donde bailó "Cleopatra" y "Las Sílfides", con inmenso éxito.
Debido a su rivalidad con Ida Rubinstein, que el público y la prensa preferían, decidió
abandonar los Ballets Rusos. Se casó con Víctor Dandré y fundó una compañía propia con
bailarines ingleses. Realizó giras por Oriente, Europa y Sudamérica, bailando todo el repertorio
clásico con los bailarines más famosos. También compuso sus propias coreografías, como "Boda
Polonesa"; "La Libélula"; "Impresiones Orientales"; "Hojas de Otoño", "Los Bajorrelieves de
Adjanta" y muchas otras. Simultáneamente, se dedicó a la enseñanza.
Mientras viajaba en una gira, el tren que la llevaba a Holanda, chocó y Pavlova insistió en
socorrer a los heridos en medio de la nieve. Cuando llegó a La Haya, tenía una grave pulmonía que
la condujo a la muerte. Se cuenta que sus últimas palabras fueron: "tengan listo el traje del Cisne".
El día de su muerte, el 23 de Enero de 1931, la sala llena del teatro rindió un último homenaje a la
gran bailarina y, en medio del triste y respetuoso silencio de la concurrencia, sonaron los acordes
de "La muerte del Cisne", mientras con la luz del seguidor se marcaba el recorrido de la
coreografía.
Pavlova no poseía el virtuosismo de otros artistas de la danza. Su técnica no era perfecta,
tenía una constitución más bien enclenque y, cierta pesadez en la rodilla, la hacía poco resistente
quitándole seguridad a sus piernas. Pero era una artista exquisitamente sensible, todas sus
creaciones eran transposición en pasos y actitudes de emociones sublimadas, decía que "donde no
hay corazón, no hay arte" y que, por eso, primero había que aprender la técnica para luego
olvidarse de ella. Sus danzas eran poemas llenos de vida interior y su arte era equilibrado y sereno.
Mucho se ha dicho sobre la danza de Ana Pavlova, Enrique Cecchetti decía de ella: "Yo
puedo enseñarle todo cuanto se relaciona con el baile, pero Pavlova sabe todo aquello que sólo se
aprende de Dios". Otros opinan que "La Pavlova, fue un milagro, cuya transmisión hizo vivir
dimensiones desconocidas al alma de millones de espectadores".
Después de mucho sufrir, consiguieron salir de Hungría y viajar a Estados Unidos, donde bailó en
el Metropolitan Opera House. Después hicieron una gira por Sudamérica para volver luego a
Europa, instalándose en Saint-Moritz, Suiza, donde vivieron un tiempo felices.
Para ese entonces, hacía tiempo que Nijinsky había comenzado a dar señales de locura y,
finalmente tuvo que ser internado en el Sanatorio Belleuve de Suiza. Estuvo catorce años en la
oscuridad más absoluta, deteriorándose cada vez más y siendo objeto de estudio de numerosos
médicos y hospitales. Luego de largos años de sufrimiento, falleció en Londres en 1950.
Nijinsky fue un magnífico ejemplo de un hombre que alcanzó la grandeza y sufrió
miserablemente. Inspiró a toda una generación de bailarines, músicos, pintores, diseñadores,
escultores, escritores y poetas. Fue famoso por su habilidad actoral, su insólita capacidad para la
mímica y su extraordinaria destreza para saltar. Se convirtió en un bailarín carismático y en un
coreógrafo osado y original. Fascinó y escandalizó al público de toda Europa y América. Hombres
y mujeres amaron a Nijinsky. "Fue un genio que se abrió camino bailando en todo el mundo,
formando arcos en el espacio, saltando y elevándose, lanzándose hacia el cielo. Sigue siendo un
mito, una aparición, un emblema, un ser de fantasía, una fugaz imagen de Dios. Nijinsky, el Dios
de la Danza".
*IDA RUBINSTEIN: Ida Rubinstein era bailarina y actriz de teatro. Fue alumna de Michel
Fokine y, por varios años miembro de la compañía de Diaghilev, con la cual bailó en varias
ocasiones roles protagónicos de ballets como "Cleopatra" y "Scheherezade". Ida no poseía un gran
virtuosismo técnico, pero se destacaba por su belleza, su plasticidad corpórea y la expresividad de
su danza. Además poseía un gran fortuna personal que le permitió dedicarse a su carrera sin
preocuparse por las presiones económicas que molestaban a otros artistas.
Su mayor vocación era el teatro más que la danza y, por eso, se alejó de la compañía de
Diaghilev. Más tarde, con el objetivo de conquistar al público parisino, se introdujo en una gran
sala de París: el Teatro Du Châtelet. El principal aporte de Ida Rubinstein fue la obra "El martirio
de San Sebastián"; mimo-drama que tenía texto del poeta Gabriel D’Annunzio, música de Claude
Debussy, y decorados y vestuario de León Bakst. Esta realización fue juzgada como una de las
obras capitales del teatro de principios de siglo y, a pesar del restringido papel que tenía en ella la
danza, cabe destacar su importancia como antecedente de la Danza-Teatro que en la actualidad es
tan popular en Europa, especialmente en Alemania.
* IGOR STRAVINSKY: Igor Stravinsky nació en Rusia en 1882. Fue un músico brillante,
que se convirtió en el jefe espiritual de un nuevo movimiento artístico de vanguardia en la música
y la danza. Se opuso firmemente al romanticismo y al impresionismo, volcándose al modernismo.
Propugnaba la necesidad de acentuar las emociones fuertes en la música y reclamaba un ritmo
dinámico, viril y pungente. Se trataba de dejar que cada instrumento musical hablara con su propia
voz, sin diluirse en una armonía con otros, como ocurría normalmente. Esto dio como resultado
una música estridente y llena de altibajos, surgió entonces el concepto de música absoluta.
Los conceptos originales y profundos de Stravinsky, en un principio, no fueron
comprendidos por el público y es así como los ballets creados sobre su música, causaron grandes
tumultos y protestas, ya que una concepción tan nueva en materia musical debía reflejarse también
en la coreografía.
El nombre de Stravinsky es inseparable del de Diaghilev, para cuya compañía compuso la
música de toda una serie de ballets ultramodernos como "La Consagración de la Primavera";
"Apollon Mussagette"; "Petrouchka" y muchas otras.
Al poner en escena los ballets con música de Stravinsky, la compañía de Diaghilev, no hizo
más que cumplir con su misión de reflejar, por medio de la danza, todas las corrientes espirituales
que aquejaban al hombre de la época.
* SERGE LIFAR: Serge Lifar, nació en Rusia en 1905 y sus primeros estudios de danza
los realizó con Bronislava Nijinska. Al producirse la revolución rusa, en 1917, Lifar huyó de su
país y llegó a París en 1923. Fue entonces cuando pasó a formar parte de la Compañía de
Diaghilev.
Como miembro de la compañía, Lifar inició su perfeccionamiento con Enrique Cecchetti y
pronto se convirtió en la primera figura de los Ballets Rusos. Así, las coreografías de ballets
creados por Massine y Nijinska lo llevaron a la fama, y fue el protagonista principal de los ballets
de George Balanchine.
A la muerte de Diaghilev en 1929, Lifar fue contratado como coreógrafo, bailarín y
maestro por la Opera de París. Para este teatro realizó coreografías como "Suite en Blanc"; "Icaro";
"Les Mirages"; "A Eneas" y otras. También se dedicó a la enseñanza y entre sus alumnos más
destacados estuvieron Yvette Chauvirè, Jannine Charrat y Roland Petit.
En 1934 estuvo en la Argentina, donde bailó "Las Sílfides" y "El Espectro de la Rosa" junto
a la bailarina argentina María Ruanova. Con el ballet de la Opera de París, Lifar volvió al país en
dos oportunidades más, en 1950 y en 1962. Murió en Lausanne, Suiza, en 1986.
Serge Lifar fue un artista de excepción que revitalizó la danza masculina de aquellos
tiempos. Su baile se caracterizó por su neoclasicismo, animado por la severidad y pureza de su
academismo. Su labor propuso una nueva y doble óptica para el arte del ballet, rechazando la
subestimación y frivolidad aplicada al género.
ANEXO
I- BALLETS ROMANTICOS:
2- LA SYLPHIDE:
Música: Scheneitzhoffer.
Coreografía: Felipe Taglioni.
Escenografía: Ciceri.
Estreno: París, Academia Real de Música y Danza, 1832.
3- GISELLE:
Música: Adolph Adam.
Coreografía: Jean Coralli.
Escenografía: Ciceri.
Estreno: París, Teatro Real de Música y Danza, 1841.
Argumento: Acto 1º: Se desarrolla en Turingia, durante la vendimia. Giselle, joven e
inocente campesina, está enamorada de Albrecht, a quien supone un aldeano, pero que en
realidad es un noble que se ha disfrazado para obtener el amor de Giselle. Hilarión, el
guardacotos, también está enamorado de Giselle, pero es rechazado por ésta que le confiesa
que su amor pertenece a Albrecht. Hilarión, celoso, jura venganza. Durante la fiesta de la
vendimia, Giselle baila a pesar de las recomendaciones de su madre que teme por su salud. En
ese momento llega el séquito del Duque de Courland con su hija Bathilde, prometida oficial de
Albrecht. Bathilde, atraída por la belleza e inocencia de Giselle, le regala un collar. Mientras
tanto Hilarión, que ha descubierto la espada y la capa de Albrecht escondidas entre la maleza,
se da cuenta de que éste no es un campesino y lo desenmascara ante todos. Giselle,
desesperada, pierde la razón y en su agonía busca alivio en una danza trágica durante la cual
trata de herirse con la espada de Albrecht. Su corazón no puede soportar el dolor que la invade
y cae muerta ante la consternación de los presentes.
Acto 2º: Siluetas de cruces dispersas en el bosque revelan la presencia del cementerio
donde se encuentra la tumba de Giselle. Hilarión, al ver la tumba, se arrodilla abrumado por el
arrepentimiento, pues se considera responsable de la muerte de Giselle. A medianoche, las
willis (espíritus de las novias abandonadas por sus prometidos) comienzan a bailar y su reina,
Myrtha, admite a Giselle en su mundo fantasmal. Albrecht visita la tumba de Giselle e implora
perdón por el engaño. La doncella se conmueve ante su dolor, pero la inflexible reina de las
willis ordena a Giselle atraerlo a una danza que acabar con su vida. Giselle se desliza hasta
encontrar al príncipe y lo ayuda a bailar hasta el amanecer. Con la salida del sol, las willis
desaparecen lentamente y con ellas Giselle retorna a la tumba. Albrecht trata en vano de
retenerla, aún al pie de la tumba, pero la tierra la reclama y antes de separarse para siempre,
Albrecht y Giselle, juramentan su amor. Noche de pesadilla, amanecer de ensueño, para
Albrecht nada queda en sus manos de la inmaterial Giselle, sólo una flor marchita de su tumba
y el recuerdo de un alma abnegada y de un amor sagrado.
4- COPPELIA:
Música: Leo Delibes.
Coreografía: Saint-León.
Escenografía: Cambón.
Estreno: París, Opera, 1870.
Argumento: Acto 1º: La acción se desarrolla en una aldea de Galitzia (Polonia).
Swalinda y Frantz están por casarse, pero éste se siente atraído por la imagen de una hermosa
joven que ve en el interior de una casa de un anciano sabio: el doctor Coppelius. Esta atracción
despierta los celos de Swalinda que se enfada con su novio. Coppelius sale de la casa para
beber un vaso de vino en una posada. Allí riñe con unos jóvenes que lo hacen caer al suelo,
momento en el que pierde la llave de la casa. Swalinda y sus amigas la encuentran, decidiendo
inspeccionar la casa para conocer a la joven que tanto ha impresionado a Frantz. Este con una
escalera llega a la casa del sabio al mismo tiempo que las jóvenes.
Acto 2º: Swalinda y sus amigas se encuentran en el taller donde el sabio fabrica
muñecas mecánicas y descubren que la que le interesa a Frantz, es una de ellas. Entonces entra
Coppelius que expulsa a las jóvenes, excepto a Swalinda que logra esconderse. Frantz entra
por la ventana y el doctor, al conocer sus propósitos, le ofrece un vino drogado para intentar
transmitir la vida del joven a la muñeca a través de un experimento. Swalinda se hace pasar
por la muñeca y Coppelius cree que ha logrado sus fines. Pero cuando Frantz despierta la joven
se burla del viejo.
En el tercer acto compuesto de alegres danzas, Swalinda y Frantz se reconcilian.
1- DON QUIJOTE:
Música: Ludwing Minkus.
Coreografía: Marius Petipá .
Estreno: Moscú, 1869.
Argumento: Prólogo: La acción transcurre en el estudio de Don Quijote quien,
habiéndose‚ dormido mientras leía libros de caballería, sueña con Dulcinea, la más amada de
sus heroínas. En ese momento Sancho Panza, su fiel servidor, entra en la habitación y despierta
a Don Quijote quien, convencido de ser un caballero medieval, ordena a Sancho que le ayude a
colocarse la armadura. Así equipado, Don Quijote, parte en busca de aventuras.
Acto 1º: En la plaza del mercado de Barcelona Kitri, la hija del tabernero, baila entre la
gente esperando encontrarse con Basilio, joven barbero. Los jóvenes se encuentran, pero son
sorprendidos por Lorenzo, el padre de Kitri, que los separa pues quiere casar a su hija con el
viejo y rico Camacho. El pueblo baila una alegre seguidilla, en la que intervienen también una
bailarina de la calle y un célebre matador rodeado de cuadrillas de toreros. En ese momento
llega Don Quijote seguido por su fiel Sancho. El caballero descubre entonces la presencia de
Kitri y la confunde con su amada Dulcinea. Kitri, por su parte, decide huir con Basilio; siendo
perseguida por sus padres, Camacho y Don Quijote.
Acto 2º: Refugiados en una taberna, Kitri y Basilio danzan y beben rodeados de sus
amigos, inesperadamente, llegan los perseguidores que descubren a los enamorados.
Desesperado, Basilio finge suicidarse y, en el momento de la muerte, pide a Lorenzo que lo
case con Kitri. Lorenzo se niega, pero Don Quijote, apiadándose, lo obliga a sellar esa unión.
Una vez logrado su propósito, Basilio deja de fingir y, descubierto el engaño, la indignación es
general pero al final, el amor triunfa y Lorenzo los perdona.
2- LA BAYADERA:
Música: Ludwing Minkus.
Coreografía: Marius Petipá.
Estreno: Moscú, 1877.
Argumento: Acto 1º: La acción transcurre en el bosque sagrado, delante de un templo
hindú. Un grupo de guerreros, entre los que se encuentra el noble Solor, retornan de una gran
cacería. Al llegar al templo, Solor pide que lo dejen solo para orar frente a la Llama Sagrada y,
una vez que los guerreros han partido, busca al fakir Magdaveya para pedirle que organice un
encuentro con Nikya, una de las bayaderas (bailarinas) del templo. En ese momento, llegan los
sacerdotes guiados por el Gran Brahmán para iniciar las celebraciones, y las bayaderas hacen
su aparición. Entre ellas se encuentra Nikya que con su belleza, ha fascinado al Gran Brahmán
quien le declara su amor, siendo rechazado por ésta. Comienzan las ceremonias y las bailarinas
llevan agua a los fakires. Ese momento es aprovechado por Magdaveya para comunicar a
Nikya los deseos de Solor. Así, al finalizar la ceremonia, Nikya y Solor se encuentran en el
bosque y se juran amor eterno. Sin ser visto, el Gran Brahmán ha observado la escena y,
furioso, invoca la ayuda de los dioses para destruir a Solor.
En una sala del palacio, los guerreros se reunen para rendir homenaje a Solor. El Rajah
del reino anuncia que en recompensa por el valor del guerrero, le entregará la mano de su hija
Gamzatti en matrimonio. Al verla, Solor queda encantado con su belleza y, pese al juramento
hecho a Nikya, no puede rechazar el ofrecimiento. La fiesta se inicia con la llegada del Gran
Brahmán, que revela al Rajah los lazos que unen a Solor con la bayadera. Gamzatti, escondida,
ha escuchado toda la conversación y busca a Nikya para persuadirla de que abandone a Solor.
La bayadera se niega y, desesperada, trata de herir a Gamzatti sin éxito. Nikya huye y Gamzatti
decreta la muerte de la bayadera.
Se anuncia la boda de Gamzatti y Solor, y el Gran Brahmán impulsa a Nikya a danzar
en la ceremonia, pero ella se rehusa. Una criada le entrega entonces una cesta con flores de
parte de Solor, y con este presente Nikya recobra su sonrisa. Entre las flores se oculta una
mortal aspid, enviada por Gamzatti, que muerde a Nikya. Viendo la agonía de la bayadera, el
Gran Brahmán le ofrece el antídoto, pero Nikya prefiere morir antes que ver juntos a Solor y
Gamzatti.
Acto 2º: Desesperado por la muerte de Nikya, Solor se refugia en su tienda donde se
deja llevar por los efectos del opio. En su delirio, ve a la bayadera en el reino de las sombras;
muerta y multiplicada su imagen por los espectros de las bayaderas. Junto a la imagen de
Nikya, Solor evoca su danza frente a la Llama Sagrada y, aún en el momento en que sus
compañeros entran en la tienda para prepararlo para la boda, el guerrero continua atrapado por
la fascinante visión de la joven muerta.
Acto 3º: En el templo, un ídolo de bronce danza mientras los sacerdotes preparan la
ceremonia nupcial. Los novios hacen su entrada rodeados por las bayaderas, que ejecutan una
danza ritual. El Rajah, Gamzatti y Solor bailan también, pero el guerrero es continuamente
hechizado por la visión de Nikya. Durante la danza aparece, misteriosamente, un cesto de
flores como el que provocó la muerte de la bayadera. Gamzatti, aterrada, trata de apresurar la
ceremonia. El Gran Brahmán pronuncia los ritos sagrados, pero Solor no se resuelve a
comprometer su palabra. Es entonces cuando los dioses, furiosos por la injusta muerte de
Nikya, destruyen el templo provocando la muerte de todos sus ocupantes. Finalmente, las
almas de Nikya y Solor, se unen en la bienaventuranza del eterno amor.
3- CASCANUECES:
Música: Peter I. Tchaicowsky.
Coreografía: Lev Ivanov - Marius Petipá .
Escenografía: Botcharov.
Estreno: San Petersburgo, Teatro Maryinsky, 1892.
Argumento: El alcalde Sthalbaum ha organizado una fiesta de Navidad para sus hijos
Clara y Fritz. Los amigos de éstos han llegado acompañados de sus padres. También hace acto
de presencia un misterioso visitante cargado de insólitos regalos. Se trata de Herr
Drosselmeyer, que regala a Clara un muñeco cascanueces y unas zapatillas de ballet. Firtz
recibe un uniforme de soldado y junto con unos amigos se dedica a aterrorizar a las chicas;
incluso rompen el muñeco de Clara. Drosselmeyer lo arregla y proporciona a los niños unas
muñecas bailarinas.
Terminada la fiesta, los invitados se van y Clara y Fritz se acuestan. Clara, que está
nerviosa y no puede dormir, decide bajar a la sala para ver su muñeco que se halla en una caja
debajo del árbol de Navidad. Cuando se inclina sobre éste aparece Drosselmeyer que hace
crecer el árbol en forma mágica y además confiere vida al muñeco. Una horda de ratones
capitaneados por su cruel rey ataca a Cascanueces y sus soldados. Cascanueces cae durante la
batalla y el rey ratón corre hacia él para matarlo. Desesperada, Clara arroja al ratón una de sus
zapatillas de ballet. El rey ratón se detiene sorprendido; Cascanueces recupera su ventaja y le
mata.
Drosselmeyer transforma a Cascanueces en un apuesto príncipe que lleva a Clara en un
viaje mágico. Pronto llegan a la tierra de la nieve, donde conocen a la reina de este elemento y
a sus oscilantes copos, de allí parten hacia la tierra de las golosinas. Clara conoce entonces al
Hada de Azúcar y, cuando el príncipe cuenta que Clara le salvó la vida, el Hada ordena que se
represente un gran divertissement en su honor: hay una danza árabe del café‚ y una danza
china del té. Luego Madame Bonbonière deja que de su amplia falda surjan unos polichinelas
(títeres), a los que hace bailar el vals de las flores, y el príncipe y el Hada ejecutan su brillante
pas de deux. Entonces llega Drosselmeyer con su muñeco cascanueces y las golosinas y las
flores desaparecen.
El alcalde Sthalbaum y su esposa llegan corriendo a la sala en busca de Clara a la que
encuentran profundamente dormida bajo el árbol de Navidad con el muñeco en sus brazos. Su
expresión es apacible como si estuviera sumergida en un sueño maravilloso.
Acto 4º: Junto al lago, Odette destrozada por lo que cree la traición de Sigfrido, intenta
suicidarse, pero sus compañeras se lo impiden. El príncipe llega hasta la doncella-cisne y
clama su perdón, pero Odette replica que ya no podrá eludir la muerte a la que está
condenada. De improviso sale Rothbard y mediante conjuros hace estallar una tormenta, el
lago rebalsa los límites ribereños y los sumerge. Odette se arroja a las aguas, declarando en ese
instante su vocación de morir si es que va ha vivir separada del hombre que ama. Sigfrido se
arroja al agua tras la joven y este acto de fidelidad y espíritu de sacrificio desmorona el
maleficio de Rothbard. Las doncellas-cisnes quedan liberadas para siempre y, en la distancia,
un bote de oro se desliza en pos de un mundo mejor.
5- LA BELLA DURMIENTE:
Música: Peter I. Tchaikowsky.
Coreografía: Marius Petipá .
Escenografía: León Bakst.
Estreno: Londres, Teatro Alhambra, 1921.
Argumento: Prólogo: Se levanta el telón y se ve la sala del trono del Rey
Florestán XXIV, cuya hija la princesa Aurora, está por ser bautizada. Aparece un grupo de seis
hadas que llevan regalos y deseos de buena fortuna a la princesa. Carabosse, un hada maléfica,
no ha sido invitada al bautizo e irrumpe en el salón con un maleficio: predice que Aurora, al
alcanzar la edad de doncella se pinchará un dedo y morirá . Entonces, alzando su varita como
signo de protección, el Hada Lila conmuta la sentencia y establece que en lugar de morir
quedará dormida hasta que el beso del verdadero amor la despierte.
Acto 1º: Han transcurrido 16 años y Aurora está en edad casadera. Para obtener su
mano han venido los cuatro príncipes más notables de la región. En una gran celebración en
honor de la princesa, príncipes y aldeanos bailan un vals. Sobreviene entonces el episodio del
Adagio de la Rosa para Aurora y sus cortejantes, durante el cual la joven recibe flores de cada
uno de ellos. De improviso una anciana se abre paso a través del jardín y le muestra a Aurora
una aguja, que era desconocida para la joven por haber sido prohibidas en el reino después de
la maldición. La aguja penetra en el dedo de Aurora que cae al suelo como si estuviera sin
vida. La anciana lanza entonces una maligna carcajada y se desvanece. En ese lugar aparece el
Hada Lila que viene a cumplir su promesa de protección. Agita su varita mágica y aparece allí
un bosque encantado que ocultará a Aurora hasta que llegue el príncipe que la despertará.
Acto 2º: Una partida de caza llega hasta el claro del bosque mágico. El príncipe
Encantador es de la partida y se halla rodeado de cortesanos y damas de la nobleza. De mal
humor, el príncipe se detiene en la penumbra para descansar y aparece entonces el Hada Lila
que le refiere el episodio de la princesa durmiente y se ofrece a conducirlo a donde ella mora
aletargada.
Acto 3º: El príncipe despierta a la bella durmiente. Entonces aparecen el Rey y la
Reina, y tiene lugar el casamiento de Aurora y el príncipe en medio de una gran ceremonia. En
ella danza la corte y personajes del reino de las Hadas como duendes que simbolizan piedras y
metales preciosos (Hada de Plata o Hada de Diamante por ejemplo).
1- EL PAJARO DE FUEGO:
Música: Igor Stravinsky.
Coreografía: Michel Fokine.
Esceografía: Golovin - León Bakst.
2- PETROUCHKA:
Música: Igor Stravinsky.
Coreografía: Michel Fokine.
Escenografía: Alexander Benois.
Estreno: París, Teatro Chatelet, 1911.
Argumento: Durante el carnaval de San Petersburgo un misterioso charlatán desarrolla
su actuación entre los tenderetes de la feria, los bailarines callejeros, los cocheros, las
sirvientas y los curiosos. Al llegar al punto culminante de sus manipulaciones, anuncia la
presentación de sus maravillosos polichinelas (marionetas). Las cortinas se abren y el público
puede ver al moro, a la bailarina y al triste Petrouchka, que interpretan una danza delante de la
muchedumbre. Pronto se advierte que Petruchka tiene sentimientos casi humanos y que está
enamorado de la bailarina, la cual se manifiesta como una tonta pusilánime que tiene mayor
interés por el moro.
Terminada la actuación, los polichinelas vuelven a su barraca y, mientras afuera la feria
continua, adentro van evolucionando sus relaciones. La bailarina coquetea con Petrouchka y
luego lo abandona para visitar al moro, que se divierte jugando con un coco. Este al ver que
Petrouchka ha seguido a la bailarina, sufre un ataque de celos y lo expulsa del aposento
amenazándolo con una cimitarra. El público que empieza a percatarse de que algo sucede en el
interior de la barraca, se sorprende cuando aparece Petrouchka perseguido por el moro y la
bailarina. El moro golpea a Petrouchka y lo tira al suelo. Entonces, la gente corre en busca de
la policía y se congregan horrorizados alrededor del cuerpo de Petrouchka. Pero el charlatán
levanta el cuerpo sin vida y muestra que sólo se trata de un polichinela, los curiosos se
marchan satisfechos.
3- ROMEO Y JULIETA:
Música: Lambert (Prokoffiev).
Coreografía: Bronislava Nijinska (Lavrovsky).
Escenografía: Juan Miró.
Estreno: Montecarlo, 1926.
Argumento: Dos familias rivales, Montesco y Capuleto, dividen a Verona en bandos
irreconciliables. El pueblo, animado por los jefes de los bandos observa y participa de los
enfrentamientos producidos entre Teobaldo (Capuleto) y Mercuccio (Montesco). El Duque de
Verona interrumpe el enfrentamiento y condena la ruptura de la paz en el pueblo.
En tanto Julieta Capuleto asistida por su nodriza, se prepara para asistir a su primer
baile, donde se le presentará al caballero Paris, que ha pedido su mano. A la fiesta asiste
Romeo, que descubre en Julieta su verdadero amor y una profunda seducción une a los dos
jóvenes. Romeo debe abandonar la fiesta, pero regresa en el silencio de la noche, al jardín del
palacio. Allí descubrirá a Julieta confesando su amor y su angustia ante el peligro que entraña
el origen Montesco de Romeo. Un exaltado idilio une a los amantes más allá del odio familiar
y en el monasterio de Fray Lorenzo se unen ante Dios.
Mientras, en la plaza de Verona, Teobaldo y Mercuccio se enredan en un duelo, Romeo
trata de evitarlo, pero Teobaldo hiere y da muerte a Mercuccio. Romeo desafía entonces a
Teobaldo quien muere en la lucha. Ante este hecho Romeo debe abandonar la ciudad,
desterrado por orden del Duque de Verona. Entristecidos, los jóvenes tienen su primera y única
noche de amor.
Los padres de Julieta deciden la boda de ésta con Paris, que se celebraría dentro de
unos días, por lo que Julieta desesperada, acude a Fray Lorenzo quien le da un filtro que la
sumirá en un profundo letargo, semejante a la muerte. Julieta es enterrada en el mausoleo
familiar y allí irá a verla Romeo, quien creyéndola muerta, se quita la vida.
El efecto del filtro llega a su fin y Julieta despierta encontrándose con Romeo muerto a
sus pies. Al ver esto Julieta toma el puñal y muere a su lado. Ante la tragedia ambas familias,
Montesco y Capuleto, rectifican su posición.
1- SINFONIA FANTASTICA:
Música: Beriloz.
Coreografía: Leonide Massine.
Escenografía: Berard.
Estreno: París, 1936.
Argumento: Se trata de un ballet donde el argumento es secundario, sólo sirve de guía
para dar vida a brillantes formas coreográficas sobre la base de diversas variaciones musicales.
1º parte: Toda la acción se desarrolla alrededor de un Músico y parece fluir de él. Es un
ballet verdaderamente sinfónico que habla de emociones encontradas, simbolizadas en ciertos
comienzos y elevaciones para los cuales la música no tiene equivalencia y que por eso resultan
chocantes.
2- BAILE DE GRADUADOS:
Música: Johan Strauss.
Coreografía: David Linchine.
Escenografía: Alexander Benois.
Estreno: Montecarlo, 1939.
Argumento: En el salón de recepciones, las alumnas de un Colegio se preparan
expectantes y nerviosas para recibir a un grupo de cadetes encabezados por el General de la
Academia Militar, para celebrar en forma conjunta su graduación. La severidad de la
ceremonia deja entrever la simpatía entre una joven alumna y un apuesto cadete. El humor
domina la escena al advertirse el interés del General por la Directora entrada en años pero
plena de coquetería juvenil.
Al poco tiempo de iniciado el baile, los jóvenes pierden inhibición y se entregan a la
alegría de la danza, sólo interrumpida por una serie de números que anuncia una alumna; como
por ejemplo, la danza del cadete tamborilero, la danza romántica de una alumna y las dos
jóvenes que ejecutan una combinación de fouettès. Mientras tanto, el romance entre la
Directora y el General ha llegado a una mutua declaración de amor sellada por un apasionado
abrazo, que ante la consternación de ambos, es descubierto por los jóvenes.
No obstante la alegría general, el baile debe concluir y las despedidas se tornan
tragicómicas, teñidas de sentimentales adioses. En la penumbra del salón desierto, el cadete
vuelve para encontrarse a solas con su enamorada, pero es descubierto por la vigilante
Directora que lo expulsa dejando la esperanza de una cita.
4- CARMEN:
Música: George Bizet.
Coreografía: Roland Petit.
Estreno: Londres, Teatro Prince's, 1949.
Argumento: Carmen es una bella y seductora gitana, que recorre la plaza de toros
vendiendo cigarros (habanos). El rebelde carácter de Carmen provoca desconfianza en el
corregidor que quiere someterla a sus reglas.
Como un símbolo de esa situación, se desarrolla una escena donde el público que
concurre a la plaza de toros, representado por máscaras, actúa en función de testigo. Los
espectadores quieren que Carmen se integre a ellos transformándose en una máscara más. La
gitana lucha por mantener su personalidad y por eso, cuando una de las cigarreras y luego el
corregidor intentan colocarle la máscara, los rechaza enérgicamente. Esto provoca la ira del
corregidor, que ordena a Don José que lleve a Carmen a la cárcel. Carmen pone en juego su
astucia, encanto y seducción para conquistar a Don José, que lucha entre el amor y su deber de
soldado.
La escena siguiente se desarrolla en una taberna donde máscaras y cigarreras bailan
animadamente. Llega entonces el torero, que relata sus hazañas en la reciente corrida. Carmen
se siente atraída por él y entre ambos se entabla un animado diálogo. Es entonces cuando entra
el corregidor, acompañado por Don José‚ que le manifiesta la imposibilidad de apresar a
Carmen a causa de lo que siente por ella. Mientras ambos discuten, el torero se aleja y Don
José, viendo el interés de la gitana por el torero, le implora a Carmen que no lo abandone. Sin
hacerle mucho caso, Carmen tira las cartas y en ellas lee malos presagios.
La gitana corre hacia la plaza en busca de su admirado torero, al que encuentra junto al
Destino, que la espera. Detrás de ella, llega Don José y ambos hombres se encuentran frente a
frente. Es entonces cuando, ante la abierta predilección de la gitana por el torero, Don José
enceguecido por los celos, le clava un puñal y Carmen que cae muerta a sus pies.
5- ESPARTACO:
Música: Katchaturian.
Coreografía: Yuri Grigorovich.
Estreno: Moscú, Teatro Bolshoi, 1968.
Argumento: Acto 1º: Luego de una campaña triunfal, regresan a Roma las legiones de
Crasso, trayendo consigo numerosos prisioneros, entre los que se destaca Espartaco y su mujer,
Frigia. Las tropas desfilan ante la multitud jubilosa que se burla de los prisioneros. Llegan así
al mercado de esclavos donde hay prisioneros de todas las regiones del Imperio. Crasso y su
amante Hyginia están presentes. Espartaco y Frigia son comprados por el dueño de la escuela
de gladiadores.
En el circo de Roma, se realiza una fiesta ofrecida por Crasso para festejar su victoria.
Comienza entonces una pantomima bailada y luego entran en la arena un grupo de jóvenes
armados que dan inicio a la lucha de gladiadores. El primer combate lo ofrecen los luchadores
cubiertos con cascos sin ojos, que sin ver al adversario se hieren entre sí. Les sigue el combate
entre hombres armados con una red y el tridente. Luego salen a la arena dos destacamentos de
gladiadores, de samnitas y tracios, entre los que se halla Espartaco. Se desarrolla un violento
combate y, luego de una serie de encuentros, queda Espartaco solo contra cinco enemigos a los
que vence uno tras otro. El último encuentro se produce entre Espartaco y un gigante samnita,
Espartaco le arranca la espada, lo aturde y lo derriba al suelo. Los romanos enardecidos, exigen
la muerte del samnita, pero Espartaco clava su espada en la arena y se retira con paso
arrogante. En el circo, la multitud se queda en silencio.
Acto 2º: En el cuartel de los gladiadores, se encuentran los luchadores agotados después
del combate. Mientras beben y comen con avidez, Espartaco piensa que es mejor morir
luchando por la libertad, que vivir atado a las cadenas de la esclavitud. Llama entonces a sus
compañeros y los incita a luchar por su libertad. Los gladiadores aceptan, y en un esfuerzo
unánime se arrojan sobre los guardias, destruyen la rejas que cierran la entrada y desaparecen
en la oscuridad de la noche.
En la campaña, al lado de la Vía Apia, unos campesinos descansan junto al fuego.
Repentinamente, detrás de las colinas, aparecen los fugitivos con Espartaco y Frigia a la
cabeza. Los pastores los reciben amistosamente y el relato de Espartaco despierta su
indignación. Llaman entonces con sus cuernos, y de todas partes llegan esclavos dispuestos a
luchar contra Roma. El fuego de la rebelión se extiende por todo el país.
Mientras tanto, Crasso disfruta de un festín en su lujosa villa, cuando se oyen los sones
de la batalla que se acerca. Entra un legionario y le informa a Craso de lo sucedido. Los
invitados huyen, y Craso se apresta para la lucha. En el combate, triunfan los rebeldes y
celebran la victoria con danzas guerreras y de espadas. Espartaco es honrado por los jefes de
diferentes nacionalidades, que lo cubren con el manto de Gran Jefe y con su espada en alto,
promete guiarlos hacia la victoria.
Acto 3º: Entre trompetas que anuncian el triunfo, entra Espartaco y sus tropas al
campamento. Se celebra un consejo de guerra y algunos jefes exigen la marcha sobre Roma,
mientras otros más prudentes aconsejan huir por el mar. Surgen las primeras divergencias y
algunos jefes abandonan el campamento. Espartaco y Frigia bailan un adagio en recuerdo de su
lejana patria. Llegan entonces unos mercaderes romanos y la corrupción se adueña del
campamento entre danzas y bebidas. Espartaco enojado, obliga a los comerciantes a salir del
campamento y esto provoca el enojo de algunos jefes que se rebelan contra las ordenes de
Espartaco que se queda solo acompañado por Frigia y unos pocos generales fieles. Las huestes
están debilitadas, pero juran llevar la lucha hasta el final.
Poco después, en el campamento romano, Crasso descansa recostado sobre una litera,
mientras Hyginia baila para él. Entra entonces un centurión, con algunos prisioneros y Crasso
ordena crucificarlos a lo largo del camino. Entre los recién llegados, hay uno de los jefes de
Espartaco a quien Crasso obliga a confesar los planes de los rebeldes. Crasso e Hyginia ríen
mientras le muestran al traidor la vía con los prisioneros crucificados.
Acto 4º: A orillas del mar, un destacamento romano se esconde, observando los
movimientos de las tropas de Espartaco, quien trata de convencer a los piratas que los lleven
en sus barcos hasta la costa de Tracia. Los piratas acceden al ver el oro ofrecido por Espartaco,
pero cuando éste se retira, los romanos obligan a los piratas a traicionar a Espartaco. Las naves
piratas se alejan y los romanos preparan una emboscada. Cuando llegan las tropas de Espartaco
se encuentran con que las naves piratas se han ido y se inicia una feroz batalla. Durante la
lucha Espartaco trata de enfrentarse con Crasso que observa desde lejos, pero los arqueros
descargan sobre el héroe una lluvia de flechas y Espartaco cae mortalmente herido. Crasso e
Hyginia se retiran riendo.
La costa se va quedando solitaria y la luna se alza iluminando la triste escena. Frigia
aparece buscando el cuerpo de Espartaco y cuando lo encuentra, lo envuelve con su capa
llorando. Cuatro jóvenes colocan el cuerpo de Espartaco sobre su escudo y aparecen las
vírgenes que lloran en un réquiem para el héroe. Sobre el fondo azul del cielo aparece la figura
simbólica de Espartaco como expresión del pueblo que lucha por la libertad.
6- LA VIUDA ALEGRE:
Música: Franz Lehár
Coreografía: …………..
Estreno: Viena el 30 de diciembre de 1905
Argumento: Acto 1º: En la embajada de Pontevedre en París se está celebrando una
fiesta ofrecida por el barón Mirko Zeta. La esposa de Zeta, Valencienne, está coqueteando con
el joven Camille de Rosillon. Sin embargo, el barón no lo nota pues su única preocupación es
que Hanna, quien acaba de heredar veinte millones de francos tras la muerte de su marido, no
se case con un extranjero. Para evitarlo, envía a su ayudante a traer al conde Danilo quien se
encuentra en Maxim´s. Pronto llega Danilo quien se siente muy incómodo cuando se entera de
la presencia de Hanna y se hace evidente que los dos estuvieron enamorados cuando él era un
joven soldado y que su relación se interrumpió por la prohibición de su tío. El viejo amor
revive pero Danilo jura que no se casará con Hanna por su fortuna, mientras ella promete no
casarse mientras él no le diga que la ama. Zeta le dice a Danilo que es su deber salvar el reino
casándose con Hanna pero este empieza a buscar candidatos que sean apropiados para la viuda.
Se anuncia el próximo baile donde las damas escogen su pareja y varios hombres desean que
Hanna sea la suya; sin embargo esta prefiere a Danilo, quien se niega diciendo que no sabe
bailar, pero después a solas con Hanna éste le ofrece bailar pero ahora es ella quien se niega y
Danilo termina bailando solo.
Acto 2º: Al día siguiente varios huéspedes están reunidos en el jardín de la mansión de
Hanna. Ella interrumpe la música para cantar la balada de Vilja, una ninfa que se enamoró de
un mortal. Las esperanzas de Danilo renacen cuando Zeta la anuncia que la viuda traerá
bailarinas de cabaret al estilo Maxim´s, al parecer Hanna está interesada en él. Mientras tanto,
Valencienne queda a solas con Camille, decidida a romper con él definitivamente, trata de
persuadirlo para que le proponga matrimonio a Hanna. Camille pregunta por qué y ella le dice
que esa tarde la deben pasar en la casa de verano. Zeta se dirige hacia allá y echa un vistazo a
través de la cerradura, donde cree ver a su esposa con Camille. Velencienne sale por la puerta
trasera y Hanna toma su lugar, para desespero de Danilo quien cree que está teniendo algo con
Camille. Éste, para seguir con la farsa, repite sus juramentos de amor y Hanna, siguiendo la
broma, anuncia su compromiso con Camille. Danilo finge que le es indiferente, pero luego
lleno de ira se va rumbo a Maxim's para olvidar sus penas.
Acto 3º: Más tarde, la sala de la casa de Hanna se ha convertido en una réplica de
Maxim's, incluyendo las bailarinas entre las que se cuenta Valencienne. Danilo recibe un
telegrama que le pide a Hanna que dejé a Camille. Ella acepta, para felicidad de Danilo. Zeta
jura divorciarse de su esposa para casarse con Hanna, pero esta le dice que perderá su fortuna
si se vuelve a casar. Oyendo esto, Danilo confiesa su amor por ella y ella le hace saber que
perderá su herencia pues está estipulado que pasará a manos de su nuevo marido. Valencienne
le asegura su fidelidad a Zeta leyéndolo lo que había contestado a la declaración de Zeta: "soy
una esposa respetable", de esta manera todo acaba felizmente.
BIBLIOGRAFIA: