Doctrina Secreta
Doctrina Secreta
BLAVATSKY
LA DOCTRINA SECRETA
VOLUMEN I COSMOGÉNESIS
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Instituto Cultural Quetzalcoatl
www.samaelgnosis.net
La Doctrina Secreta Tomo I Helena Petronila Blavatski
*
TRADUCCIÓN DE VARIOS MIEMBROS
DE LA RAMA DE LA S. T. E.
Tercera Edición Argentina cotejada con
la 4ª Edición Inglesa
•
SATYÂT NÂSTI PARO DHARMAH
"NO HAY RELIGIÓN MÁS ELEVADA QUE LA VERDAD"
Esta obra se dedica a todos los verdaderos Teósofos de todo país y de toda raza, pues ellos
la han pedido y para ellos ha sido escrita
ÍNDICE TEMÁTICO
-Pág-
Nota del Editor ....................................................................................................................... 13
Al Lector ............................................................ 15
Prefacio de la Primera Edición, 1888 ..................................................................................... 17
Prefacio de la Tercera Edición Revisada, 1893...................................................................... 19
H. P. Blavatsky: Un esbozo de su vida................................................................................... 21
Cómo fue escrita la DOCTRINA SECRETA ........................................................................... 27
INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 45
La necesidad de un libro de esta naturaleza. La antigüedad de los Documentos y Manuscritos. La
misión de esta obra.
VOLUMEN I
COSMOGÉNESIS
PROEMIO — Páginas de unos anales prehistóricos.............................................................. 69
El más antiguo Manuscrito del Mundo y su Simbolismo. — La Vida Una, Activa y Pasiva. — La
Doctrina Secreta. — Panteísmo. — Ateísmo. — "El Espacio" en todas las Religiones y en el
Ocultismo. — Los siete Elementos Cósmicos. — Las siete Razas, de la Humanidad. — Las tres
proposiciones fundamentales de la Doctrina Secreta. — Descripción de las Estancias del Libro de
Dzyan.
Parte Primera
LA EVOLUCIÓN CÓSMICA
Siete Estancias del "Libro Secreto de Dzyan", con Comentarios ........................................... 87
COMENTARIOS:
Estancia I. — LA NOCHE DEL UNIVERSO ........................................................................... 95
Las Siete Eternidades. — El Tiempo. — La Mente Universal y los Dhyân–Chohans. — Nidânas, o
Causas de la Existencia. — Maya o Ilusión. — Tinieblas, la Matriz Eterna. — Los Principios
masculino y femenino en la en Naturaleza Raíz. — Los Siete Espíritus Creadores, los Dhyân–
Chohans. — El Gran Aliento. — La Causa del Universo Material. — El Ser Uno es el Noúmeno de
todos los Noúmenos. — La Forma Una de Existencia. — El ojo abierto de Dangma, un Jivanmukta.
— Âlaya, la Vida Una, o Alma Universal. — El Misterio del Ser Absoluto. — El misterio de la
jerarquía de los Anupadâka.
Estancia II. — LA IDEA DE DIFERENCIACIÓN................................................................... 109
Los Constructores. — Paranishpana. — El Absoluto. — La diferencia entre el Ser consciente y el
Inconsciente. — Espacio, el Elemento Eterno y Único. — La Conciencia Absoluta contiene al
Conocedor. — El Rayo de Vida penetra en el "Germen". — El Loto, Símbolo del Kosmos. — El
Cuaternario: Padre–Madre–Hijo, como Unidad. — El Hijo: arriba es todo el Kosmos, abajo es la
Humanidad. — Svabhâvat; la Universal Esencia Plástica de Mûlaprakriti. — El Universo estaba
aún oculto en el Pensamiento Divino.
Estancia III. — EL DESPERTAR DEL KOSMOS ................................................................. 115
Mahat (Inteligencia Universal), el primogénito de Sabiduría. — La última Vibración. — El
significado esotérico de Manvantara. — El Eterno Aliento se mueve sobre las Aguas de la Vida,
Caos. — El Pensamiento Divino Impregna al Caos. — El Huevo Virginal como símbolo del
Universo. — El Poder de los Números. — El simbolismo Oculto. — La Luz, el Omnipresente Rayo
Espiritual. — Las Tinieblas, única realidad verdadera. — El resplandeciente Dragón de Sabiduría.
— La Substancia Cósmica se convierte en Materia Astral. — El Fuego, la Inteligencia que mueve
al Universo. — El Misterio de los Números. — El Cisne, símbolo del Rayo divino. — Electricidad, la
Vida Una. — Los primeros Dhyân. — Chohans son "Naturalezas Primarias". — La Trama del Ser.
— Fohat pone la Materia Cósmica en Moción. — La Trama se dilata y contrae. — Fohat, la
Electricidad Cósmica.
Estancia IV. — LAS JERARQUÍAS SEPTENARIAS ............................................................ 134
Los "Hijos del Fuego". — Los siete Sentidos Místicos. — "No–Número", su Significado. — Los
Primeros Seres "Primordiales". — La Ciencia Sagrada de los Números. — Los Animales Sagrados.
— El Misterio del Sonido y del Lenguaje. — El "Ejército de la Voz", o la "Palabra". — La alegoría
oculta del Lenguaje y de la Mente. — La Materia Cósmica formándose en Elementos. —
Svabhâvat, la Raíz plástica de la Naturaleza física. — El Círculo sin Límites. — El Sol de nuestro
sistema, el "Excluido". — La Doctrina Secreta de la Evolución de los Planetas. — Los soles son los
Primeros Centros de Fuerza. — Los Lipika, Registradores de la Ley de Retribución en el Libro de
la Vida.
Estancia V.— FOHAT, EL HIJO DE LAS JERARQUÍAS SEPTENARIAS........................ 149
Hijos de la Luz. — La raíz del Hombre Espiritual se convierte en Divina por medio de la propia
experiencia. — Cada Átomo posee potencialmente la propia conciencia. — Los siete Dhyân–
Buddhas. — Fohat, la Fuerza Creadora Potencial. — La Mente Universal representa las Huestes
de los más elevados Dhyân. — Chohans creadores. — El Sistema Solar está constituido por siete
Principios. — Fohat, en su aspecto secundario es la Energía Solar. — Los "Tres" y "Siete" grandes
pasos de Vishnu. — Círculos, curvas y Chakras. — El Siete, un Número Sagrado. — La Ley de
movimiento vertical. — La Evolución de los Principios de la Naturaleza. — La Unidad, una ley
fundamental en la Ciencia Oculta. — El Misterio del Fuego. — El Regente Celestial de los Cuatro
Puntos Cardinales. — El significado real del Tabernáculo. — El carácter de las Ruedas Aladas. —
Los Espíritus Planetarios y los Lipika. — El Anillo "No se pasa". — El Día "Ven a Nosotros".
Estancia VI.— NUESTRO MUNDO, SU CRECIMIENTO Y DESARROLLO......................... 173
La Madre, o Materia abstracta e ideal, la Raíz de la Naturaleza. — Palabra, Voz y Lenguaje. — Los
Centros Laya son puntos de diferenciación. — Fohat, el Espíritu guía de la Ley y de la Vida. — Los
Átomos de la Ciencia. — La Evolución de los Elementos. — Ilusión y Realidad. — Las Fuerzas de
la Naturaleza. — El Átomo Primordial, coma "Suma Total" carece de Límites.
ALGUNOS CONCEPTOS TEOSÓFICOS PRIMITIVOS ERRÓNEOS ................................. 185
Principios humanos y División Planetaria. — Clarificación de los Principios del Hombre. — La
Transmigración del Hombre a través de diferentes reinos. — La Cadena Septenaria. —
Explicaciones acerca de la "Quinta" y "Sexta Ronda". — Marte y Mercurio en relación a nuestro
Sistema Solar. — Adquisición de Conocimientos y Poderes. — El Problema de las 777
Encarnaciones. — Las siete Ramas del Árbol del Conocimiento.
HECHOS Y EXPLICACIONES ADICIONALES REFERENTES A LOS GLOBOS Y LAS MÓNADAS
201
Las Mónadas se hallan divididas en siete Clases o Jerarquías. — La Tierra y las Cadenas Lunares.
— La Tierra, Hija de la Luna. — Las Huestes Monádicas clasificadas. — La Mónada florece en la
AL LECTOR
Inspirándonos en el ejemplo de la que fue y es aún nuestro Maestro, H. P. Blavatsky, y accediendo
a los repetidos ruegos de los teósofos de España y América que no conocen el inglés, determinamos
emprender la tarea de la traducción y publicación de esta obra capital de Teosofía. Al
comprometernos a llevar a cabo tal empresa, creíamos tener mucho adelantado con lo que de ella
dejó traducido nuestro inolvidable Presidente, D. Francisco de Montoliu y de Togores; pero publicada
ya la tercera edición inglesa, a la cual debíamos ajustar nuestro trabajo, nos encontramos con que la
corrección y arreglo de lo ya traducido (que lo estaba de la segunda edición), implicaba una labor más
prolija que el de una nueva traducción; por cuyo motivo, la aparición de esta obra ha tenido lugar más
tarde de lo que habíamos calculado.
Ahora bien, siendo esta obra puramente de estudio, o de meditación más bien; un libro
completamente ocultista, que dice poco a la inteligencia y todo a la intuición del asiduo estudiante de
la metafísica más trascendental y profunda ¡que ha visto la luz pública en los tiempos modernos, no
era posible traducir estos volúmenes tan libremente como una obra ordinaria y menos aún hacer
primores de literatura, tanto por no prestarse a ello la índole de su contenido, como por no poseer sus
traductores el dominio del hermoso idioma castellano, que para ello se hubiera requerido. Así pues,
comprendiendo lo delicado y difícil de la tarea, y haciéndonos cargo de que la libertad más ligera
podía desnaturalizar si no el pensamiento aparente, sí el sentido oculto que encubren casi todas las
frases de esta obra, cuyo inmenso valor sólo pueden apreciar pocos ocultistas avanzados, nos hemos
ceñido a la traducción más literal, compatible con la claridad del lenguaje. Por tanto, no espere el
lector encontrar en esta traducción galas literarias, sino una interpretación tan fiel y tan clara como
sea posible de conceptos que encubren los misterios más profundos, las verdades ocultas más
trascendentales, a menudo expresadas con frase obscura, en la mayoría de los casos con
pensamientos truncados en el punto más importante para completarlos después de algunas o
muchas páginas que tratan de otros asuntos; método eminentemente oriental para que sólo la
intuición pueda penetrar ciertos misterios. Esta circunstancia ha hecho necesaria la formación de un
índice tan minucioso y detallado, que contiene más palabras que cualquiera de los seis volúmenes de
esta obra, con el cual se facilita el estudio a los infatigables investigadores que ansían alcanzar
vislumbres de las grandes verdades que encierra 1.
1
El Índice de referencia no ha sido traducido aún a nuestro idioma (N. del E.).
l
Francisco Montoliu y de Togores, primer presidente de la "Rama de la Sociedad Teosófica" en
Madrid, tradujo una gran parte de LA DOCTRINA SECRETA de la segunda edición inglesa. A
su muerte, en 1892, y cuando ya había aparecido la tercera edición de dicha obra, varios
teósofos emprendieron una nueva traducción la cual fue publicada en dos tomos (Madrid. 1895
y 1898) y conectada por la señora A. Besant con documentos inéditos dejados por H.P.B. los
que fueron traducidos luego por Federico Climent Terrer y publicados en un tercer tomo por la
Biblioteca Orientalista de R. Maynadé (Barcelona 1911). Entre los teósofos que se ocuparon de
la traducción de los dos primeros tomos figuraron los señores Melián, Dorestes, Díaz Pérez,
Xifré, Treviño, hermanos Molano y González Blanco. (Datos tomadas de la obra Simbología
Arcaica de Mario Roso de Luna, Editorial Pueyo, Madrid, 1921). (N. del E.)
títulos a este nuevo Génesis, para ponerse al nivel, por lo menos, de las "hipótesis fecundas", tan
libremente aceptadas por la ciencia moderna. Es digna de consideración, además, no porque apele a
ninguna autoridad dogmática, sino porque se mantiene íntimamente unida a la Naturaleza, y sigue las
leyes de la uniformidad y analogía.
La aspiración de esta obra puede expresarse del modo siguiente: demostrar que la Naturaleza no
es "una aglomeración fortuita de átomos", y asignar al hombre el lugar que de derecho le corresponde
en el plan del Universo; rescatar de la degradación las verdades arcaicas que constituyen la base de
todas las religiones; descubrir hasta cierto punto la unidad fundamental de que todas ellas han salido,
y demostrar finalmente que jamás se ha aproximado la Ciencia de la civilización moderna, al lado
Oculto de la Naturaleza.
SÍ esto se consigue de alguna manera, quedaré satisfecha. Se ha escrito en servicio de la
Humanidad, y la Humanidad y las generaciones futuras tienen que juzgarla. No reconozco tribunal; de
apelación inferior a éste. Estoy acostumbrada a las injurias, me hallo en relación diaria con la
calumnia, y ante la maledicencia me sonrío con silencioso desdén.
De minimis non curat lex
H.P.B.
Londres, Octubre 1888.
1
Para la transliteración castellana del sánscrito se ha seguido la pauta adoptada para el Glosario
Teosófico de H. P. Blavatsky, lo cual permitirá encontrar fácilmente el significado de numerosas
palabras sánscritas que figuran en la presente obra. (N, de los Traductores.)
2
El estudiante puede recurrir al Glosario Teósofico, publicado en español por el erudito Dr. José
Roviralta Borrell, como factor auxiliar y eficaz para el provechoso estudio de la presente obra.
(N. del E.)
3
El Índice de referencia no ha sido traducido aún a nuestro idioma. (N. del E.)
1
Véase el Prefacio a la edición de 1888.
Como se ha visto, la familia de Helena era una de las de primer rango en Rusia, con tradición y
dignidad a sostener y conocida a través de toda Europa. Helena fue una rebelde y desde su niñez se
burló firmemente de los convencionalismos, aunque ella era lo suficientemente sensitiva como para
comprender que sus acciones no debían afectar a su familia ni herir su honor. Su padre, el Capitán
Peter Hahn, descendía de los viejos Cruzados de Mecklenburg, los Rottenstern Hans. Debido a que
su madre, una ilustrada literata, murió cuando ella tenía once años, pasó Helena su niñez con sus
abuelos, los Fadéef, en una vieja e inmensa mansión en Saratov que cobijaba a muchos miembros
de la familia y a numerosos criados y asistentes por ser su abuelo Fadéef, gobernador de la provincia
de Saratov.
La naturaleza de Helena estaba fuertemente imbuida con una innata capacidad psíquica, tan
poderosa que indudablemente constituía su más predominante característica. Ella sostenía y
demostraba que tenía habilidad para comunicarse con los moradores de los mundos sutiles e
invisibles y con los seres que para nosotros están "muertos". Esta capacidad natural fue
posteriormente disciplinada y desarrollada a través de toda su vida. Su educación sufrió la influencia
de la posición social de su familia y de los factores culturales imperantes. Así ella fue una hábil
lingüista y una brillante música, adquirió sentido científico y experiencia a través de su erudita abuela
y heredó las facultades literarias que caracterizaban a la familia.
En 1848, a la edad de 17 años. Helena contrajo matrimonio con el General Nicephore V.
Blavatsky, gobernador de la provincia de Erivan, que era un hombre ya entrado en años. Existen
diversas versiones referentes al porqué de este casamiento, pero lo que se hizo evidente desde un
primer momento fue que esta unión no agradó a Helena, pues después de tres meses ella abandonó
a su marido y huyó a casa de sus familiares, quienes la enviaron a su padre. Mas, temerosa de que
se la obligara a regresar con el General Blavatsky, volvió a escaparse, comenzando así sus años de
vagabundeo y aventuras. A pesar de ello su padre mantuvo contacto con ella y la ayudó
financieramente. Aparentemente ella se mantuvo alejada de Rusia el tiempo necesario como para
hacer que la separación de su esposo fuera legal.
En 1851 Helena, ahora Madame Blavatsky o H.P.B., encontró por primera vez físicamente a su
Maestro, el Hermano Mayor o Adepto, que había sido siempre su protector y la había preservado de
daños mayores en sus aventuras juveniles. A partir de ese momento ella se convirtió en su fiel
discípula, totalmente obediente a sus indicaciones o directivas. Bajo Su guía aprendió a controlar y
dirigir las fuerzas a las cuales se encontraba sometida, en razón de su excepcional naturaleza. Esta
conducción la llevó a través de experiencias de extraordinaria variedad dentro de los dominios de la
magia y del ocultismo. Ella aprendió a recibir mensajes de sus Maestros y a transmitirlos a sus
destinatarios, eludiendo valientemente cada peligro y mala interpretación en su camino. Seguir el
rastro de sus peregrinajes durante el período de su aprendizaje, es verla a ella trabajando a través de
todo el mundo. Parte de este tiempo lo pasó H.P.B. en las regiones del Himalaya, estudiando en
monasterios en los cuales se han preservado las enseñanzas de algunos de los más eruditos y
espirituales Maestros de los tiempos pasados. Ella estudió la Vida y las Leyes de los mundos internos
y las reglas que deben cumplirse para ganar el acceso a los mismos. Como testimonio de esta etapa
de su entrenamiento esotérico, nos ha dejado una exquisita versión de axiomas espirituales en su
libro The Voice of the Silence (La Voz del Silencio).
En 1873, H. P. Blavatsky fue a los Estados Unidos de América para realizar la obra que le había
sido encomendada. Para cualquier espíritu menos valeroso, esto hubiera parecido irrealizable, pero
ella, una desconocida mujer rusa, irrumpió en el movimiento Espiritista que entonces conmovía tan
profundamente a América y en menor grado a otros países. Las mentes científicas estaban ansiosas
de descubrir el significado de los extraños fenómenos y les resultaba difícil encontrar el camino en el
enorme conjunto de fraudes y engaños existentes. De dos maneras trató H.P.B. de hallar una
explicación a los mismos, o sea:
(1) por la demostración práctica de sus propios poderes; y
(2) declarando que existía un antiquísimo conocimiento de las más profundas leyes de la vida,
estudiado y preservado por aquellos que podían usarlo con seguridad y para realizar el bien, seres
que en sus más altos rangos recibían la denominación de "Maestros", aunque también otros títulos
eran usados por Ellos, como ser Adeptos, Chohans, Hermanos Mayores, la Jerarquía Oculta,
etcétera.
Para substanciar sus declaraciones, H.P.B. escribió Isis Unveiled (Isis sin Velo), en 1877, y The
Secret Doctrine (La Doctrina Secreta), en 1888, obras ambas transmitidas a ella por los Maestros. En
Isis Unveiled arrojó valerosamente el peso de la evidencia recogida por ella en las escrituras del
mundo y otros registros, en los aspectos relativos a la ortodoxia religiosa, el materialismo científico,
las creencias ciegas, el escepticismo y la ignorancia. Ella tropezó con la injuria, pero el pensamiento
del mundo fue afectado e iluminado.
Cuando H.P.B. fue "enviada" a los Estados Unidos, una de sus tareas más importantes fue la de
constituir una Sociedad, la cual fue denominada durante su formación THE THEOSOPHICAL
SOCIETY (Sociedad Teosófica) y tenia por objeto "recoger y difundir el conocimiento de las leyes que
gobiernan el Universo" 2. La Sociedad invitaba a "la fraternal cooperación de todos los que pudieran
comprender la importancia de su campo de acción y tuvieran simpatía por los objetivos para los
cuales había sido organizada" 3. Esta "cooperación fraternal" llegó a convertirse en el primero de los
Tres Propósitos de la labor desarrollada por la Sociedad, los que por muchos años han sido
enunciados como sigue:
Primero: Formar el núcleo de una Fraternidad Universal de la Humanidad, sin distinción de
raza, creencia, sexo, casta o color.
Segundo: Fomentar el estudio comparativo de la Religión, la Filosofía y la Ciencia.
Tercero: Investigar las leyes inexplicables de la Naturaleza y los poderes latentes en el
hombre.
2
Originalmente, en el Cap. 11 de los Estatutos.
3
En el Preámbulo original.
Se le encomendó a Madame Blavatsky persuadiera al Coronel Henry Steel Olcott para que
cooperara con ella en lo concerniente a la formación de la Sociedad. Él era un hombre altamente
apreciado y muy conocido en la vida pública de América, y tanto él como H.P.B. sacrificaron todo con
el fin de desarrollar la tarea que los Maestros les habían confiado.
Ellos fueron a la India en 1879 y allí establecieron los primeros fundamentos firmes de su labor. La
Sociedad se expandió rápidamente de país en país, fuertemente apoyada por los hombres y mujeres
para quienes habían resultado convincentes su afirmación de servicio a la humanidad, la amplitud de
su plataforma, la claridad y lógica de su filosofía y la inspiración de su guía espiritual. H.P.B. fue
investida por los Maestros con la responsabilidad de impartir la Doctrina Secreta o Teosofía al mundo
—ella fue la suprema instructora: y al Coronel Olcott le fue delegada la tarea de organizar la
Sociedad, lo que realizó con notable éxito. Por supuesto estos pioneros hallaron oposición e
incomprensión, especialmente H.P.B., pero ella estaba preparada para cualquier sacrificio. Así ella
había escrito en el Prefacio de LA DOCTRINA SECRETA: "Estoy acostumbrada a las injurias, me
hallo en relación diaria con la calumnia, y ante la maledicencia me sonrío con silencioso desdén".
El período más efectivo y brillante de la vida de H.P.B. fue posiblemente el que pasó en Inglaterra
entre 1887 y 1891. Ya habían pasado en parte los efectos causados por el injusto Informe de la
"Society for Psychical Research" del año 1885, acerca de los fenómenos que ella producía, como
asimismo los de los ataques de los misioneros cristianos de la India. A su incesante tarea de escribir,
editar y atender la correspondencia, se agregaba la tarea de instruir a sus discípulos para
capacitarlos en la prosecución de su obra. A este fin ella organizó, con la aprobación oficial del
Presidente (el Coronel Olcott), la Sección Esotérica de la Sociedad Teosófica. En el año 1890 más de
un millar de miembros de muchos países se encontraban bajo su dirección.
LA DOCTRINA SECRETA se (define por sí misma a través de su título, y "no expone la Doctrina
Secreta en su totalidad, sino un número seleccionado de fragmentos de sus principios
fundamentales". (1) Ella indica: que puede lograrse una percepción de las verdades universales a
través de la comparación de la Cosmogénesis de los antiguos; (2) proporciona una guía para revelar
la verdadera historia racial de la humanidad; (3) levanta el velo de la alegoría y del simbolismo para
revelar la belleza de la Verdad; (4) presenta al intelecto anhelante, a la intuición y a la percepción
espiritual, los "secretos" científicos del Universo para su comprensión. Ellos siguen siendo secretos
hasta tanto no sean comprobados.
H.P.B. falleció el 8 de mayo de 1891 y dejó a la posteridad el gran legado de algunos de los más
elevados pensamientos jamás presentados al mundo. Ella abrió las por tanto tiempo cerradas puertas
de los Misterios, reveló una vez más la verdad sobre el Hombre y la Naturaleza y dio testimonio de la
presencia sobre la tierra de la Jerarquía Oculta que guarda y guía al mundo. Ella es reverenciada por
muchos millares, porque ella fue y es un faro que ilumina la senda a las alturas a las cuales todos
deben ascender.
JOSEPHINE RANSOM
Adyar, 1938.
(Traducido por J. D. y E. R. D.)
Condesa "fue encargada de la tarea de preparar copias nítidas del manuscrito de H.P.B." 15.
Ella describe cuan profundamente fue herida H.P.B. por el informe de la Society for Psychical
Research (Sociedad de Investigaciones Psíquicas), y cómo esto afectó su labor, obligándola
a escribir doce veces una página que ella no podía terminar correctamente debido al estado
perturbado de su mente 16.
La Condesa relata que la circunstancia que más atrajo su atención y excitó su sorpresa
era la pobreza de la "biblioteca ambulante" de H.P.B. Sin embargo, sus "manuscritos estaban
llenos hasta desbordar de referencias, citas y alusiones, provenientes de un cúmulo de obras
raras y secretas sobre temas de la más variada índole". Algunas de estas obras o
documentos podían encontrarse únicamente en el Vaticano o en el Museo Británico. "Pero
era sólo verificación lo que ella necesitaba." La Condesa pudo obtener, por intermedio de sus
amigos, la verificación de pasajes "que H.P.B. había visto en la Luz Astral, con el título del
libro, el capítulo, la página y figuras, todo correctamente citado" —a veces en la Biblioteca
Bodleian de Oxford y otras en un manuscrito del Vaticano 17.
Muchas veces se pidió a H.P.B. que instruyera a otros, tal como lo había hecho con el
coronel Olcott y Mr. Judge, pero ella decía que de tener que molestarse impartiendo
enseñanzas, se vería obligada a abandonar LA DOCTRINA SECRETA 18. Fue también
tentada con la oferta de una gran remuneración si aceptaba escribir para los periódicos
rusos, sobre cualquier tema de su elección. Pero rechazó el ofrecimiento diciendo que "para
escribir una obra semejante a LA DOCTRINA SECRETA debo mantener mi mente orientada
en ese sentido" 19. "Día tras día ella debía permanecer allí sentada escribiendo durante
largas horas ..." 20.
11
The Theosophist marzo 1925, pág. 784.
12
Letters from the Masters of Wisdom (Segunda Serie). Transcripta y anotada por C.
Jinarâjadâsa, pág. 126 (1925).
13
"El Maestro y Kashmiri le dictaban por turno". H.P.B. a H. S. O., 6 de junio de 1886.
14
Reminiscences, pág. 23.
15
Ibíd., pág. 24. "Ella copia todo", escribió H.P.B. a H. S. O. el 6 de enero de 1886.
16
Ibíd, pág. 33.
17
Ibíd, pág. 35. Véase Lucifer, pág. 355 (1888).
18
Ibíd, pág. 41.
19
Ibíd, pág. 48
20
Ibíd, pág. 55.
H.P.B. expresó al coronel Olcott su complacencia por enviarle los tres capítulos
terminados destinados a Subba Row para su examen y "corrección, agregados o
supresiones... Pero Ud. deberá ocuparse de la Introducción. Sinnett... persiste en querer
hacerlo, pero yo no puedo consentir únicamente por el hecho de que su inglés sea más
elegante y de que tenga buenas ideas para una distribución mecánica, literaria pero no
metafísica...". 21
1886. De su carta fechada el 6 de enero de 1886 22, dirigida al coronel Olcott, se
desprende que ella había abandonado la idea de que el nuevo libro tendría que ser una
revisión de Isis Unveiled. Olcott le envió un Prefacio para la obra Isis revisada, el cual fue
quemado prontamente por H.P.B., que le recomendó seleccionara de los dos volúmenes de
Isis todo lo que él quisiera, lo publicara por entregas y guardara el dinero para la Sociedad.
Esto fue hecho sin duda para aplacar a los suscriptores a los que se les había prometido LA
DOCTRINA SECRETA en entregas mensuales. En cuanto a lo que se refiere a ella misma,
se encontraba muy apremiada con LA DOCTRINA SECRETA, porque ésta debía ser su
"vindicación". Ella tenía con "esta DOCTRINA SECRETA que demostrar si existían o no los
Maestros", para responder a la Society for Psychical Research, cuyo informe,
estigmatizándola como impostora, se encontraba todavía fresco en la memoria pública. De
nuevo H.P.B. instaba al coronel Olcott a asegurar la colaboración de Subba Row para todos
los puntos relacionados con el Advaitismo y el ocultismo de la antigua Religión Aria. Ella
requería su ayuda en lo referente a citas antiguas y su significado oculto, agregadas a su
propio texto. LA DOCTRINA SECRETA debía ser veinte veces más erudita, oculta y
explicativa. Ella le decía que quería mandarle dos o tres capítulos, pues de no ser así hubiera
comenzado la publicación de inmediato.
21
H.P.B. a H. S. O., 25 de noviembre de 1885.
22
Publicada en The Theosophist, de agosto 1931, págs. 664-8.
El 3 de marzo H.P.B. escribió a Mr. Sinnett que, con respecto a LA DOCTRINA SECRETA,
había "una nueva revelación y un nuevo escenario cada mañana". Yo vivo nuevamente dos
vidas. El Maestro estima que me resulta demasiado difícil mirar conscientemente en la luz
astral para mi DOCTRINA SECRETA y entonces... estoy facultada para ver todo lo que debo
ver como si fuera a través de mis sueños. Veo largos y grandes rollos de papel, sobre los
cuales están escritas las cosas y las recuerdo. De este modo me fueron mostrados todos los
Patriarcas desde Adán a Noé —paralelamente con los Rishis; y en el medio de ellos, el
significado de sus símbolos— o personificaciones. Por ejemplo, Set de pie con Brighu,
representando la primera sub–raza. de la Raza raíz; significando, antropológicamente —
primera sub–raza humana dotada de palabra, perteneciente a la 3ª Raza; y
astronómicamente— (sus años, 912 a.) significando la duración del año solar en aquel
período, la duración de su raza y muchas otras cosas simultáneamente. Finalmente, Enoch
que simboliza al año solar cuando fue establecida nuestra duración presente de 365 días —
(Dios lo llevó cuando él tenía 365 años de edad), y así sucesivamente. Esto es muy complejo
pero yo espero poder explicarlo en forma suficientemente clara. He finalizado un enorme
Capítulo Preliminar, Preámbulo o Prólogo, llámelo como quiera, justamente para mostrar al
lector que el texto tal como se desarrolla, con cada Sección empezando con una página
traducida del Libro de Dzyan y del Libro Secreto de "Maytreya Buddha"... no es ficción. Me
fue ordenado hacerlo así para presentar un rápido bosquejo de lo que se conocía
históricamente y en literatura, en historia clásica, profana y sagrada –durante los 500 años
que precedieron al período Cristiano y los 500 años posteriores- acerca de la magia; la
existencia de una Doctrina Secreta Universal, conocida por los filósofos e iniciados de cada
uno de los países y hasta por varios padres de la Iglesia tales como Clemente de Alejandría,
Orígenes y otros, los cuales a su vez fueron iniciados. Igualmente para describir los Misterios
y algunos ritos; y puedo asegurarle que serán divulgadas las cosas más extraordinarias, toda
la historia de la Crucifixión, etc., mostrándose que está basada en un rito tan viejo como el
mundo –la Crucifixión del Candidato sobre el Torno–, pruebas, descenso al infierno, etc, .
todo ello es Ario. Toda la historia completa, hasta ahora ignorada por los orientalistas– se
encuentra exactamente en forma exotérica en los Purânas y Brahâmanas, y con esto
explicada y suplementada con lo que proporcionan las interpretaciones Esotéricas... Tengo
información para llenar veinte volúmenes como Isis, lo que me falta es el lenguaje, la
habilidad para compilarlos. Bien, Ud. verá pronto este Prólogo, la breve reseña de los
Misterios que vienen en el texto, el cual llena 300 páginas tamaño oficio" 23.
"Semejantes cuadros, panoramas, escenas, dramas antediluvianos en todo eso" 24.
Escribiendo desde Wurtzburgo, el 12 de marzo a Mr. Sinnett, la Condesa Wachtmeister le
decía que ella había llegado "a encontrase tan confundida con las "Estancias" y los
"Comentarios" que no podía hacer nada al respecto. Entonces la señora Blavatsky escribió
las primeras con tinta roja y las últimas con tinta negra y ahora son mucho más fáciles de
comprender por no existir más confusión de ideas..." 25.
H.P.B. decidió pasar el verano de este año en Ostende y llevó el manuscrito de LA
DOCTRINA SECRETA consigo. Hubo demoras en el viaje, pero ella arribó finalmente el 8 de
julio y encontró habitaciones apropiadas donde fijó su residencia y se le unió la Condesa a
los pocos meses. H.P.B. escribió el 14 de julio 26 al coronas Olcott que le estaba remitiendo
el manuscrito el cual no debía retener más de un mes y que la publicación por entregas
debía comenzar este otoño, y el público pagaría por adelantado únicamente por lo que
estuviera en manos de los editores. La obra debía ser publicada simultáneamente por
Redway en Inglaterra 27 y Bouton (el editor de Isis) 28 en América. Ella enviaría a Olcott "el
Prefacio al Lector y el mejor capítulo de LA DOCTRINA SECRETA propiamente dicha. "Hay
más de 600 páginas tamaño oficio para un Libro Introductivo Preliminar", y ella repite que ya
escribió a Mr. Sinnett respecto a la naturaleza de lo que constituía este borrador. H.P.B.
mandaría esto siempre que Subba Row aprobara el Capítulo primero, compuesto por las
"Siete Estancias tomadas del LIBRO DE DZAN (o Dzyan)..." con comentarios. Ella no podía
desprenderse del manuscrito por no tener copia ni disponer de nadie para copiarlo.
23
Letters of H.P.B. to A. P. S., págs. 194-5.
24
Ibíd., pág. 244.
25
Ibíd., pág. 294.
26
H.P.B. a H. S. O., reproducida en The Theosophist, mayo 1908, pág. 756.
27
George Redway, Editores, Londres.
28
Mr. Judge aconsejó a H.P.B. protegiera su DOCTRINA SECRETA en los Estados
Unidos; teniendo en cuenta que ella era ciudadana norteamericana, esto podía ser
hecho. (Ella se naturalizó en 1879.) Letters of H.P.B. to A. P. S., pág. 244.
Sin embargo, parece, que la Condesa regresó a tiempo para copiar la mayor parte, si no
todo, de lo que H.P.B. había terminado. H.P.B. escribió a ambos, a Mr. Sinnett el 21 de
septiembre 29 y al coronel Olcott el 23 del mismo mes 30, diciendo que había despachado el
volumen I de LA DOCTRINA SECRETA a Adyar y que ahora estaba trabajando sobre el
Arcaico. Advierte que hay "en el primer volumen Introductivo, Siete Secciones (o Capítulos) y
27 Apéndices, varios Apéndices agregados a cada Sección de 1 a 6, etc. Ahora bien, todo
esto formará algo más o por lo menos un volumen, que no es LA DOCTRINA SECRETA,
sino un prefacio a la misma. Este volumen es absolutamente necesario, porque sin el mismo
y comenzando con el tomo referente a lo Arcaico, la gente se volvería loca ante la lectura de
páginas demasiado metafísicas...". H.P.B. permitía una cierta libertad de arreglo, pero pedía
no se perdieran las páginas sueltas ni se permitiera la mutilación del manuscrito... "Recordad
que ésta es mi última gran obra, y no podría escribirla de nuevo si se perdiera, para
aprovechar mi vida o la de la Sociedad, lo que es más...". "Casi todo es proporcionado por el
"Viejo Señor" y "Maestro" 31.
Este manuscrito fue recibido por el coronel Olcott el 10 de diciembre 32, quien dijo en su
discurso anual 33: "El manuscrito del primer volumen me ha sido remitido y se encuentra en
revisión...", agregando que este primer tomo o Volumen Introductivo, pronto sería publicado
en Londres y en Nueva York. Pero Subba Row se negó a hacer otra cosa que leerlo, porque
estaba tan lleno de errores que él hubiera necesitado escribirlo todo de nuevo 34.
El manuscrito del año 1886 es un documento extremadamente interesante. Está escrito de
puño y letra de la Condesa Wachtmeister y otros y algunas de las Estancias lo están en tinta
roja, tal como fue sugerido. Se inicia con una sección titulada "A los lectores". El primer
párrafo comienza con la sentencia: "El error se precipita por un plano inclinado, mientras que
la verdad tiene que ir penosamente cuesta arriba" 35. La Introducción de la obra publicada fue
considerablemente ampliada. En ella fue incluida la parte que empieza: "El Volumen I de
"Isis" comienza con una referencia a un libro antiguo" 36; la cual era la Sección I del Capítulo
I en el manuscrito, aunque sólo parcialmente usada y alterada. Trataba de los prometidos
libros Herméticos y otros de la antigüedad. La Sección II, que se refería a "Magia Blanca y
Negra, teórica y práctica", fue publicada con suplementos y cambios en el tercer volumen
(1893) y quedó esencialmente casi literalmente sin cambios. La Sección III relativa a Álgebra
Trascendental y las "Revelaciones de Dios" sobre la representación de los Nombres Místicos,
es la Sección X del Volumen III, con la subsección 1, Matemáticas y Geometría —las Claves
de los Problemas Universales; mientras que la subsección 2 en el manuscrito se transformó
en Sección XI del Volumen III—, El Hexágono con el punto central, etc. En el manuscrito esto
comienza: "Discutiendo sobre la virtud de los nombres (Baalshem), las opiniones de Molitor",
etc. La Sección IV con la subsección 1, "Quién era el Adepto de Tyana", que comienza con:
"A semejanza de la mayoría de los héroes de la antigüedad...", se encuentra en la página
120 del Volumen III. La Subsección 2, "La Iglesia Romana teme la publicación de la vida real
de Apolonio", no está terminada en el manuscrito, interrumpiéndose en las palabras "o
Alejandro Severo...", página 136 del Volumen III.
29
(Letters of H.P.B. to A. P. S., pág. 221.
30
The Theosophist, marzo 1909, pág. 588. "Echoes from the Past".
31
El "Viejo Señor" era el Maestro Júpiter, el Rishi Agastya. Carta de H.P.B. a H. S. O. del
21 de octubre de 1886.
32
Diary.
33
General Report, 1886, pág. 8.
34
Old Diary Leaves, III, Pág. 385.
35
Edición de 1888, pág. XVII; edición de 1893, pág. 1, Véase The Theosophist. agosto
1931, págs. 601-7, donde se reproduce esta parte del primitivo, bosquejo.
36
Edición de 1888, pág. XIII; 1893, pág. 25.
La Sección V, "Los Kabeiri o Dioses Misteriosos —Qué dicen sobre ellos los antiguos
clásicos", figura en el Volumen III, página 315, bajo el título de Simbolismo del Sol y las
Estrellas, y comienza en la misma forma con la cita tomada de Hermes. En el Apéndice I o
"El culto de los Ángeles a la Estrella en la Iglesia Romana, su restablecimiento, desarrollo e
historia", H.P.B. comienza diciendo que el material "ha sido compilado de varias fuentes,
documentos en los archivos del Vaticano", etc. El texto comienza: "A mediados del siglo VIII
a.J. el Arzobispo Adalberto de Magdeburgo...". Este Apéndice fue publicado en Lucifer, en
julio de 1888, páginas 355-65. H.P.B. lo amplió y agregó más notas.
Lo expuesto se considera suficiente como para que los lectores se convenzan de que el
Volumen III, publicado en 1897, estaba integrado por un material auténticamente
perteneciente a H.P.B.
Con motivo del, centenario del nacimiento de H.P.B., en 1931, la Editorial Teosófica de
Adyar (The Theosophical Publishing House) tenía el propósito de publicar por primera vez el
borrador original del Volumen I de LA DOCTRINA SECRETA, tal como fue preparado en
1886 y enviado al coronel Olcott para su aprobación por Subba Row. Este proyecto fue
abandonado debido a la gran dificultad que presentaba la preparación del manuscrito para su
impresión y su corrección página por página sin apartarse del original, el desorden que había
en lo referente al uso de comillas, paréntesis, etc., y los inconvenientes existentes en
descifrar dónde las comas significaban guiones o viceversa... 37.
37
The Theosophist, julio 1931, pág. 429. Una serie ulterior fue publicada en The
Theosophist, LIV (1), 1932-33, págs. 27, 140, 265, 397, 538 y 623.
La segunda parte del manuscrito del ano 1886 lleva como encabezamiento: LA
DOCTRINA SECRETA. Parte I. Período Arcaico. Capítulo I. Un vistazo a la Eternidad. La
Evolución Cósmica en Siete Etapas.
La Sección Primera se titula "Páginas de un Período Prehistórico" y comienza con las
palabras: "La que escribe estas líneas tiene a la vista un manuscrito arcaico, una colección
de hojas de palma impermeables a la acción del agua, del fuego y del aire, por un
procedimiento específico desconocido". Inmediatamente después el texto se refiere al círculo
con un punto en el centro, pero no menciona el inmaculado disco blanco. Después de
veinticuatro páginas de texto se incluye la primera Estancia y se promete un glosario general
para cada capítulo en un Apéndice adjunto. Las notas relativas a cada Estancia son hechas
con llamadas al pie de la página, y no en el texto, como en la edición de 1888. El comentario
correspondiente a esta Estancia comienza con la frase: "LA DOCTRINA SECRETA se basa
en tres proposiciones fundamentales". Estas palabras se encuentran en la página 14 del
Proemio de la edición de 1888 y en la página 42 de la edición de 1893. Luego sigue lo que
pertenece a los Comentarios en el volumen publicado y todas las notas sobre cada Estancia
se dan subsiguientemente y no Sloka por Sloka.
Del Volumen o Libro II, hay solamente unas pocas páginas en el manuscrito, diecinueve
en total. Se titula "Cronología Arcaica, Ciclos, Antropología", y son en parte un molde tosco
de las "Notas preliminares" del volumen publicado y en parte una breve indicación acerca de
la línea de enseñanza relativa a Cronología y Razas, de lo cual el Volumen trata 38.
Al recibir este manuscrito el coronel Olcott declaró que "aun una rápida lectura ha
convencido mejor a los críticos que a sí mismo de que la obra será una de las más
importantes contribuciones jamás ofrecidas al conocimiento filosófico y científico, un
monumento a su docta autora y una distinción para la Biblioteca de Adyar, de la cual ella es
uno de los fundadores" 39. En su Discurso Anual también manifestó que la obra se extendería
a unos cinco volúmenes, el primero de los cuales pronto sería publicado en Londres y en
Nueva York 40.
1887. En su carta del 4 de enero al coronel Olcott, decía H.P.B. que se alegraba de que le
hubiera gustado el Proemio, pero que éste era sólo un volumen preliminar y que la verdadera
doctrina seguiría después. Ella menciona a un joven inglés llamado E. D. Fawcett que la
ayudó en Wurtzburgo y Ostende y más tarde en Inglaterra, especialmente en aquellas partes
del segundo volumen relativas a la hipótesis de la evolución. "Él sugirió, corrigió y escribió, y
38
Véase The Theosophist, marzo 1925, págs. 781-3, donde C. Jinarâjadâsa se refiere al
contenido del manuscrito.
39
The Theosophist, enero 1887, Suplemento, pág. XVIII.
40
General Report 1886, pág. 8.
41
Reminiscence, págs. 94-7.
42
Reproducido en The Theosophist, agosto 1931, pág. 683.
En enero ella escribió a Mr. Sinnett, diciéndole que le había enviado la Doctrina Arcaica
antes de que estuviera realmente terminada porque ella estaba "Escribiéndola de nuevo,
agregando y suprimiendo, tachando y reemplazando con notas recibidas de mis
AUTORIDADES" 43. Su texto fue mostrado al Profesor (Sir) W. Crookes. H.P.B. escribió más
tarde a Mr. Sinnett que LA DOCTRINA SECRETA "crece, crece y crece" 44.
En Ostende prosiguió la paciente labor, pero H.P.B. cayó enferma, llegando a encontrarse
en peligro de muerte, por lo que "ella creyó que el Maestro le permitiría por fin ser libre". Se
encontraba "muy preocupada por LA DOCTRINA SECRETA" y recomendó a la Condesa que
"cuidara mucho sus manuscritos y transmitiera todo al coronel Olcott, con directivas para
publicarlos" 45. Mas H.P.B. curó "milagrosamente" de nuevo una vez más. Ella dijo: "El
maestro estuvo aquí y me dio a elegir entre morir y quedar libre o seguir existiendo y terminar
LA DOCTRINA SECRETA..., cuando yo pensé en aquellos estudiantes a los cuales se me
permitía enseñar unas pocas cosas y en la Sociedad Teosófica en general, a la cual yo había
dado ya la sangre de mi corazón, acepte el, sacrificio..." 46.
El Dr. A. Keightley encontró a H.P.B. residiendo en Ostende y trabajando duramente. Él
dice: "Me fue entregada una parte del manuscrito con el pedido de enmendar, cortar y revisar
la redacción del texto inglés; de hecho, tratarlo como si fuera mío propio... El manuscrito se
encontraba entonces separado por secciones, similares a aquellas incluidas bajo los
encabezamientos de "Simbolismo" y "Apéndices" en los volúmenes publicados. Lo que yo vi
era un montón de páginas escritas sin arreglo definido, muchas de las cuales habían sido
copiadas con paciencia y cuidado por la Condesa Wachtmeister. La idea que se tenía, era la
de conservar un ejemplar en Europa, mientras el otro era enviado a la India para su
corrección por varios colaboradores nativos. La mayor parte fue enviada posteriormente,
pero alguna razón impidió la colaboración.
"Lo que me sorprendió más en la parte que me fue dada a leer... fue la enorme cantidad
de citas provenientes de diversos autores. Yo sabía que no había allí biblioteca para
consultar y pude ver que los libros que tenía H.P.B. no alcanzaban a treinta volúmenes en su
total, de los cuales algunos eran diccionarios y otras obras contaban con dos o más tomos.
En esta oportunidad no vi las ESCANCIAS DE DZYAN, si bien varios párrafos del Catecismo
Oculto estaban incluidos en el manuscrito" 47.
43
Letters of H.P.B. to A. P. S., págs. 226-7.
44
Ibíd., pág. 224.
45
Reminiscence pág. 73.
46
Ibíd., pág. 75.
47
Ibíd., págs. 96-7.
52
General Report, 1887, pág. 9.
53
De una carta existente en los Archivos, fechada el 24 de febrero de 1888.
54
The Path, febrero 1888. págs. 354-5.
55
The Path, junio 1888, págs. 97-8.
56
The Theosophist, mayo 1888, Suplemento, pág. XXXVII.
57
THE SECRET DOCTRINE, Vol. II, edición de 1888, pág. 441. En la edición de 1893,
nota al pie de la página 460.
58
Reproducido en Letters from the Masters of the Wisdom, compilado por C.
Jinarâjadâsa, pág. 54 (1919).
59
H.P.B. en "My Books", Lucifer, mayo 1891, pág. 246.
60
Reminiscences, pág. 94.
61
The Theosophist, noviembre 1888, pág. 69.
62
Reminiscences, pág. 85.
En la introducción al Volumen I, ella escribió: "Nada tengo, por lo tanto, que decir a mis
Jueces pasados y futuros... Pero al público en general y a los lectores de LA DOCTRINA
SECRETA puedo repetirles lo que he venido diciendo durante todo este tiempo, y sintetizo
ahora en las palabras de Montaigne: Señores: Aquí tengo un ramillete de flores escogidas:
nada hay en él mío, sino el cordón que las ata" 63.
En octubre, la tan largamente esperada DOCTRINA SECRETA fue "publicada
simultáneamente en Londres y Nueva York... La primera edición inglesa de 500 ejemplares
se agotó antes del día de su publicación y una segunda se encuentra en preparación" 64.
Esta Segunda Edición apareció antes de terminarse el año.
La edición completa fue impresa por The H.P.B., Press, Printers to the Theosophical
Society, y la edición inglesa fue debidamente registrada en Stationers Hall, mientras que la
edición simultánea americana había sido "Registrada de acuerdo con la Ley del Congreso en
el año 1888, por H.P. Blavastky, en la oficina de la Biblioteca del Congreso en Washington,
D.C." Los diarios no prestaron mucha atención a LA DOCTRINA SECRETA, pero la
demanda por la obra fue continua. "Esto es curioso", comentó el London Star, "considerando
que el libro es de una naturaleza más oculta y difícil que cualquiera anterior" 65.
En su Prefacio, H.P.B. se excusaba por la larga demora en la publicación de la obra,
ocasionada por su mala salud y la magnitud de la empresa. Ella escribió: "Aun los dos
volúmenes dados a luz no completan el plan, ni siquiera agotan los asuntos de que tratan...
Si los presentes volúmenes son recibidos de un modo favorable, no se perdonará esfuerzo
alguno para completar la obra. El tercer volumen se encuentra completamente listo, el cuarto
casi lo está" 66.
"Cuando por primera vez se anunció la preparación de la obra, no era el plan actual el que
se tenía a la vista." H.P.B. se refiere luego a su intención original de hacer de esta obra una
revisión de Isis Unveiled, pero a causa de la diferencia de tratamiento requerido "los
volúmenes actuales no contienen, en total, ni veinte páginas extractadas de Isis Unveiled".
Refiriéndose a los volúmenes a publicarse en el futuro, ella dijo: "En el Volumen III de esta
obra (el que conjuntamente con el IV se encuentra casi preparado) se ofrecerá una breve
historia en orden cronológico de todos los grandes adeptos conocidos por los antiguos y los
modernos, como así también un bosquejo general de los Misterios, su génesis, crecimiento,
decadencia y desaparición final —en Europa. Estas materias no tendrían cabida en lo que
ahora fue publicado. El Volumen IV estará dedicado casi exclusivamente a Enseñanzas
Ocultas" 67. Con referencia a las especulaciones erróneas de los orientalistas respecto a "los
Dhyâni–Buddhas y sus correspondencias terrestres, los Mânushi–Buddhas", H.P.B. dijo que
"el principio real está insinuado en un volumen subsiguiente (véase "El misterio sobre
Buddha"), y será, explicado con más detalle en su propio lugar" 68. Esto sin duda se refiere a
"El misterio de Buddha" 69. Es probable que esto fuera lo que ella quiso significar cuando dijo
en 1886: "El triple Misterio es divulgado" 70.
63
En la edición de 1888 pág. XVII; en la de 1893, pág. 29.
64
The Theosophist, diciembre 1888, Suplemento, pág. XXX.
65
Citado en Lucifer, diciembre 1888, pág. 346.
66
Volumen I, pág. VII. En la edición de 1893 esta última frase es omitida, pág. XIX.
Véase también pág. 369 de la edición de 1888 y pág. 386 de la de 1893, para una
referencia más amplia al Volumen III.
67
Volumen II, pág. 437, edición de 1888.
68
Volumen I, pág. 52 en la edición de 1888. Véase el Volumen III, 1893, pág. 376 y
siguientes.
69
Volumen III, pág. 359 y siguientes.
70
Reminiscences, pág. 68.
etcétera, serán recibidos con la mayor gratitud. Es muy importante que la Errata de la
primera parte del Volumen I sea enviada inmediatamente.
Annie Besant. G. R. S. Mead" 75.
71
Volumen II, págs. 797-8, edición de 1888.
72
G. R. S. Mead en Lucifer, julio 1897, pág. 353.
73
Marzo 1890. pág. 7.
74
G. R. S. Mead en Lucifer, julio 1897, pág. 354.
75
Véase The Vahan, diciembre 1891, pág. 8.; The Theosophist, diciembre. Suplemento,
pág. XXXII; y The Path, diciembre 1897, pág. 296.
1895. "La edición revisada fue una empresa que demandó mucho trabajo y los editores
hicieron todos los esfuerzos posibles para verificar cada cita y corregir los numerosos errores
de forma de las ediciones anteriores. Los editores no tenían derecho a corregir los errores de
concepto..."76. El Índice correspondiente a la primera y segunda edición no era muy
adecuado. Mr. A. J. Faulding se dedicó a preparar otro nuevo y más amplio, el cual fue
encuadernado separadamente. "Por su gran labor, nosotros y todos los estudiantes somos
sus deudores..." 77. Este Índice ha demostrado desde entonces ser enteramente satisfactorio.
Algunas ampliaciones se hicieron en la edición de Adyar, en la que el Índice de todos los
volúmenes se encuentra combinado en uno solo.
1896. Existían, naturalmente, algunas partes de los manuscritos de H.P.B. que habían
sido desechadas. Éstas fueron recogidas por la señora Besant y preparadas para su
publicación. En el transcurso de esta preparación se encontraron unos cuantos manuscritos
que aparentemente no formaban parte de LA DOCTRINA SECRETA y fueron publicados en
Lucifer. Eran los siguientes: (1) "Espíritus" de varias clases 78; (2) Buddhismo, Cristiandad y
Falicismo 79; (3) Fragmentos: Idolatría; Avatares; Iniciaciones; Acerca de los Ciclos y falacias
modernas 80.
1897. El Tercer Volumen fue puesto en venta el 14 de junio, puntual y simultáneamente,
en Chicago y Londres. Fue saludado ansiosamente y obtuvo una venta constante... 81.
Cuando Mr. Jinarâjadâsa se encontraba buscando en los Archivos tratando de reunir
material disperso, encontró una página sola de un borrador diferente, de puño y letra de
H.P.B., de Comentarios y notas sobre la Estancia I. Un facsímil de la misma fue reproducido
en The Theosophist 82. La señora Besant declaró lo siguiente respecto a la redacción de LA
DOCTRINA SECRETA: "H.P.B. escribía y volvía a escribir, corrigiendo aun cuando las
páginas de la prueba final estaban listas para la impresión... Los cambios verbales,
omisiones y nuevo arreglo de su material efectuados por H.P.B. resultan muy fascinantes
para los estudiosos. Una hipótesis extravagante recién aparecida en los Estados Unidos,
pretende que la segunda edición (1893) de LA DOCTRINA SECRETA, realizada por la T. P.
H. de Londres después de la muerte de H.P.B., no estaba de acuerdo con lo que deseaba la
extinta. Circuló la insinuación de que H.P.B. fue "editada" por aquellos que tenían a su cargo
la segunda edición. Los depositarios a los cuales ella dejó la salvaguardia de sus
manuscritos publicados y no publicados, fueron todos sus propios discípulos, que habían
convivido con ella durante años, y ellos hicieron solamente aquellos cambios que su maestra
había indicado y que consistían esencialmente en la corrección de errores verbales y
gramaticales, y en el ordenamiento del material del Volumen III" 83.
76
G. R. S. Mead en Lucifer, julio 1897, pág. 353.
77
Prefacio a la Tercera Edición Revisada, 1893.
78
Junio 1896, pág. 273.
79
Julio 1896, pág. 361.
80
Agosto 1896, pág. 449 y siguientes.
81
Véase The Theosophist, setiembre 1897, pág. 766.
82
Agosto 1931 pág. 560
83
The Theosophist, marzo 1922, pág. 534.
"Para rendir justicia al señor Mead y a la señora Besant... deseo dejar constancia de lo
que me es personalmente conocido acerca de que los cargos frecuentemente repetidos de
que ambos o cualquiera de ellos cabrían efectuado cambios injustificables en la edición
revisada (tercera) de LA DOCTRINA SECRETA, modificado el manuscrito del tercer volumen
y suprimido el cuarto, son totalmente falsos, de hecho sin fundamento alguno..., pues yo
mismo estuve durante cuatro años en la sede principal de Londres como encargado de la
Oficina de Publicaciones, mientras se imprimía LA DOCTRINA SECRETA revisada, y tuve,
naturalmente, todas las oportunidades para conocer los hechos..."
"La primera impresión de LA DOCTRINA SECRETA se dividió en dos ediciones", las
cuales naturalmente eran idénticas, salvo las palabras "Segunda Edición" sobre el frontispicio
de una de ellas. La impresión fue hecha en tipografía, pero se prepararon matrices
estereotipo para el caso de que se necesitaran. Cuando llegó esa oportunidad, sin embargo,
encontramos que las matrices habían sido accidentalmente destruidas, y yo, por mi parte,
quedé francamente complacido por esta pérdida, ya que se hizo precisa la revisión, por cierto
muy necesaria, del texto, una ardua labor que fue emprendida por el señor Mead y la señora
Besant... Como la señora Besant podía disponer de muy poco tiempo debido a sus otras
actividades teosóficas, el trabajo de revisión fue efectuado en su mayor parte por el señor
Mead, quien fue ayudado por otros miembros del personal en la verificación de citas y
referencias..."
"Al revisar la primera edición de LA DOCTRINA SECRETA, él hizo precisamente el mismo
trabajo que ya había hecho anteriormente sobre los manuscritos de H.P.B. —únicamente eso
y nada más. Era evidente para cualquiera familiarizado con los detalles literarios y mecánicos
de la publicación de libros, que el manuscrito no se encontraba preparado en forma
conveniente para el impresor y que la revisión de pruebas había sido hecha con tanta
negligencia que aun los errores gramaticales notorios, escapados a la autora, estaban allí sin
haber sido corregidos. Ningún cambio hicieron Mr. Mead o la señora Besant, salvo aquellos
que deberían haberse hecho en el manuscrito original antes de imprimirlo."
"Por su trabajo erudito y escrupuloso al hacer la revisión, Mr. Mead merece la gratitud de
todos los lectores conscientes de LA DOCTRINA SECRETA, como asimismo la señora
Besant por la parte que le cupo en la ardua tarea."
"Cuando terminé la impresión de los Volúmenes I y II, la señora Besant colocó el
manuscrito del Volumen III en mis manos... H.P.B. había escrito de nuevo algunas de las
páginas varias veces, con raspaduras y enmiendas, pero sin indicar cuál de las copias era la
definitiva; la señora Besant tuvo que decidirlo lo mejor que pudo."
"Dado que el Volumen III tenía mucho menos material que los otros, la señora Besant me
dijo que iba a ampliarlo, agregando las Instrucciones E. S. T., ya que H.P.B. la había
autorizado para hacerlo. Debe notarse que estas Instrucciones constituyen la verdadera base
del Volumen IV propuesto, del cual fueron encontradas solamente unas pocas páginas,
únicamente suficientes para indicar donde H.P.B. había interrumpido su escritura. Estoy
inclinado a creer que la autora pensaba incluir estas Instrucciones en el Volumen IV, y que
eso era lo que ella tenía en su mente cuando escribió, con demasiado optimismo, que los
dos últimos volúmenes estaban "casi completos". Una gran pila de manuscritos fue
encontrada después del deceso de H.P.B., pero resultaron ser únicamente los viejos
manuscritos de los Volúmenes I y II, devueltos por el impresor..." 84.
La señora Besant escribió en Lucifer 85: "El valor de LA DOCTRINA SECRETA no radica
en sus materiales inconexos, sino en la incorporación de los mismos en un todo amalgamado
y coherente, del mismo modo que el valor de un proyecto elaborado por un arquitecto no se
disminuye por el hecho de que el edificio se compone de ladrillos colocados por otras
manos... H.P.B. era muy floja en sus métodos literarios y usaba citas que substanciaban sus
argumentos, tomándolas de cualquier fuente física o astral, con muy poca consideración al
uso de las comillas. ¿No hemos sufrido mucho, Mr. Mead y yo por esta razón, al preparar la
última edición de LA DOCTRINA SECRETA?... Hermanos míos de todos los países, los que
hemos aprendido de H.P.B. verdades profundas que han hecho de la vida espiritual una
realidad, debemos mantenernos invariablemente firmes en su defensa, sin afirmar su
infalibilidad, sin demandar se la reconozca como una "autoridad", pero manteniendo la
realidad de sus conocimientos, el hecho de su vinculación con los Maestros, el espléndido
sacrificio de su vida, el inestimable servicio que ella prestó a la causa de la espiritualidad en
el mundo. Cuando todos esos ataques ya estén olvidados, quedarán para siempre aquellos
títulos inmortales a la gratitud de la posteridad."
Adyar, 1938. Compilado por JOSEPHINE RANSOM
(Traducido por D. B.)
84
Declaraciones de James Morgan Pryse en The Canadian Theosophist, setiembre
1926, págs. 140-1. Pryse tuvo a su cargo The Theosophical Publishing Company Ltd.,
que publicó LA DOCTRINA SECRETA y otra literatura teosófica.
85
Mayo 1895, págs. 179-81.
INTRODUCCIÓN
"Amable para oír, bondadoso para juzgar."
SHAKESPEARE. (Enrique V. Prólogo, )
Difícilmente podría imaginarse nada más erróneo que esto. Ha facilitado a nuestros
enemigos un arma eficaz contra la Teosofía, porque como ha dicho con mucha razón un
eminente sabio pali, en el volumen citado no había "ni esoterismo ni Buddhismo". Las
verdades esotéricas exhibidas, en la obra de Mr. Sinnett, han cesado de ser esotéricas
desde el momento en que han visto la luz pública; tampoco contiene el libro la religión de
Buddha, sino tan solamente unos cuantos principios de enseñanzas hasta la fecha ocultas, y
que son ahora completadas y explicadas por otras muchas más, en los volúmenes
presentes. Pero aun estos últimos, a pesar de que dan a luz muchos de los principios
fundamentales de LA DOCTRINA SECRETA del Oriente, sólo levantan una de las puntas;
del tupido velo. Porque a nadie, ni aun al más grande de entre todos los Adeptos vivientes, le
sería permitido, ni podría aunque se le permitiese, declarar de golpe a un mundo burlón e
incrédulo, lo que tan eficazmente ha permanecido oculto durante largas edades.
El Buddhismo Esotérico es una excelente obra con un titulo muy desdichado, "si bien no
da a entender más que el titulo de la presente obra: LA DOCTRINA SECRETA. Ha sido
desdichado, porque las gentes siempre acostumbran juzgar las cosas por las apariencias
más bien que por su significación, y porque el error se ha hecho ahora tan universal, que
hasta la mayor parte de los miembros de la Sociedad Teosófica han venido a ser víctimas del
mismo. Desde el principio, sin embargo, los brahmanes y otros protestaron contra el título; y
para hacerme justicia a mí misma, debo decir que el Buddhismo Esotérico me fue presentado
como un volumen completo, y que yo no tenía la menor, noticia de la manera como pensaba
el autor escribir la palabra "Budh–ismo".
La responsabilidad de esto recae por completo sobre aquellos que habiendo sido los
primeros en llamar la atención sobre el asunto, omitieron indicar la diferencia que existe entre
"Buddhismo", el sistema religioso de moral predicado por Gautama, denominado así por su
título de Buddha, el "Iluminado"; y "Buddhismo", de Buddha, "Sabiduría o Conocimiento
(Vidyâ)", la facultad de conocer, procedente de la raíz sánscrita Budh, conocer. Nosotros los
teósofos de la India somos los verdaderos culpables, si bien por aquel entonces hicimos todo
lo posible para corregir el error 1. Hubiera sido fácil evitar esta deplorable confusión; bastaba
alterar la escritura de la palabra, y de común acuerdo, pronunciar y escribir "Budhismo", en
lugar de "Buddhismo".
Esta explicación es absolutamente necesaria al principio de una obra como ésta. La
Religión de la Sabiduría es la herencia de todas las naciones del mundo, a pesar de la
afirmación que figura en el Buddhismo Esotérico 2, de que, "dos años hace (o sea en 1883),
ni yo, ni ningún otro europeo viviente, conocíamos el alfabeto de la Ciencia, aquí por vez
primera expresado en forma científica", etc. Este error debe haberse deslizado por
inadvertencia. La que estas líneas escribe, conocía todo cuanto fue "divulgado" en el
Buddhismo Esotérico, y mucho más muchos años antes de llegar a contraer el deber (en
1880) de comunicar una pequeña porción de LA DOCTRINA SECRETA a dos caballeros
europeos, uno de los cuales era el autor de Buddhismo Esotérico; y sin duda alguna esta
escritora posee el indudable privilegio, para ella más bien equívoco, de ser europea por su
nacimiento y por su educación. Además, una porción considerable de la filosofía expuesta
por Mr. Sinnett fue enseñada en América, aun antes de publicarse Isis sin Velo, a dos
europeos y a mi colega, el Coronel H. S. Olcott. De los tres maestros que este último ha
tenido, el primero fue un Iniciado húngaro, el segundo egipcio y el tercero indo. Conforme al
permiso otorgado, el Coronel Olcott ha dado publicidad a algunas de estas enseñanzas, de
diversas maneras; si los otros dos no lo han hecho, ha sido simplemente porque no se les ha
permitido, por no haberles llegado todavía su hora para dedicarse a la obra externa. Pero
llegó para otros, y los varios e interesantes libros de Mr. Sinnett son una prueba tangible de
ello. Es importante, además, tener siempre presente, que ninguna obra teosófica adquiere el
menor aumento de valor por razón de pretendida autoridad.
1
Véase The Theosophist de junio de 1883.
2
Prefacio de la edición original.
Ádi o Âdhi Budha, el Uno, o la Primera, y Suprema Sabiduría, es un término usado por
únicamente. Las cosas "invisibles e incorpóreas", el misterio del Ser fuera de nuestra esfera
terrestre, no fueron tratados en manera alguna por el gran Maestro en sus enseñanzas
públicas, reservando las verdades ocultas para un círculo selecto de sus Arhats. Estos
últimos recibían la iniciación en la famosa Cueva Saptaparna (la Sattapanni de Mahâvansa)
cerca del Monte Baibhâr (el Webhâra de los manuscritos palis). Esta cueva estaba en
Râjâgriha, la antigua capital de Magadha, y era la Cueva Cheta de Fa–hian, como
Justamente sospechan algunos arqueólogos 5.
3
Cambios o modificaciones.—(N. de los Traductores.)
4
Dan, en la moderna fonética china y tibetana Chhan, es el nombre general de las
escuelas esotéricas y su literatura. En los antiguos libros, la palabra Janna se define
como "la reforma de uno mismo por medio de la meditación y el conocimiento". un
segundo nacimiento interno. De aquí Dzan Djan fonéticamente, el Libro de Dzyan.
véase Edkins, Chinese Buddhism, pág. 129, nota.
5
Mr. Beglor, ingeniero jefe en Buddha Gâya y arqueólogo distinguido, fue el primero en
descubrirla, según creemos.
Sea como fuese, y cualquiera que sea la suerte reservada a la autora por parte de la
crítica malévola, un hecho es por lo menos completamente cierto. Los miembros de varias
escuelas esotéricas, cuyo centro se halla más allá de los Himalayas y cuyas ramificaciones
pueden encontrarse en China, Japón, la India, el Tibet y hasta en Siria, como también en la
América del Sur, aseguran que tienen en su poder la suma total de todas las obras sagradas
y filosóficas, tanto manuscritas como impresas, de hecho todas las obras que se han escrito,
en cualesquiera lenguajes o caracteres, desde que comenzó el arte de la escritura, desde los
jeroglíficos ideográficos, hasta el alfabeto de Cadmo y el Devanâgari.
Constantemente han afirmado que desde la destrucción de la Biblioteca Alejandrina 6,
todas las obras que por su carácter hubieran podido conducir a los profanos al
descubrimiento final y comprensión de alguno de los misterios de la Ciencia Secreta, han
sido buscadas con diligencia, gracias a los esfuerzos combinados de los miembros de estas
Fraternidades. Y añaden además aquellos que lo saben, que una vez encontradas todas
estas obras fueron destruidas, salvo tres ejemplares de cada una que fueron guardados
cuidadosamente. En la India, los últimos de estos inestimables manuscritos, fueron
guardados en un sitio oculto durante el reinado del Emperador Akbar.
El profesor Max Müller declara que ni el soborno ni las amenazas de Akbar fueron
capaces de arrancar a los brahmanes el texto original de los Vedas, y sin embargo, se jacta
de que los orientalistas europeos lo poseen 7. Es muy dudoso que Europa posea el texto
completo, y quizás reserve el porvenir sorpresas muy desagradables para los orientalistas.
Se afirma también que todos los libros sagrados de esta especie, cuyo texto no se hallaba
suficientemente velado per el simbolismo, o que contenía referencias directas a los antiguos
misterios, fueron en primer término cuidadosamente copiados en caracteres criptográficos,
tales como para desafiar el arte del más hábil de los paleógrafos, y destruidos después hasta
el último ejemplar. Durante el reinado de Akbar, algunos cortesanos fanáticos, disgustados
por la pecaminosa curiosidad del Emperador hacia las religiones de los infieles, ayudaron por
sí mismos a los brahmanes a ocultar sus manuscritos. Uno de aquéllos fue Badâonî, el cual
experimentaba un horror no disimulado hacia la manía de Akbar por las religiones idólatras.
Escribe Badâonî en su Muntakhab at Tawârikh:
Como ellos (los Shrâmanas y Brahmanes) sobrepujan a todos los hombres sabios en sus
tratados de moral y sobre ciencias físicas y religiosas, y alcanzan un altísimo grado en su
conocimiento del porvenir, en su poder espiritual y en la perfección humana, han presentado
pruebas fundadas en razones y en testimonios... y han inculcado sus doctrinas tan
firmemente... que ningún hombre... podía ser capaz de dar lugar a que Su Majestad dudase,
aun cuando las montañas se convirtiesen en polvo, o se desgarraran de pronto los cielos... S.
M. se permitió entrar en averiguaciones referentes a las sectas de estos infieles, que no
pueden ser contados, dado lo numerosos que son, y que poseen un sinfín de libros revelados
8
.
Esta obra "se conservó en secreto, y no fue publicada hasta el reinado de Jahângir".
Además, en todas las grandes y ricas Lamaserías existen criptas subterráneas y
bibliotecas en cuevas excavadas en la roca, siempre que los Gonpa y Lhakhang se hallen
situados en las montañas. Más allá del Tsaydam occidental, en los solitarios paso de Kuen–
lun, existen varios de estos sitios ocultos. A lo largo de las cumbres de Altyn-tag, cuyo suelo
no ha llegado a pisar todavía planta alguna europea, existe una reducida aldea perdida en
una garganta profunda. Es un pequeño grupo de casas, más bien que un monasterio, con un
templo de miserable aspecto, y un Lama anciano, un ermitaño, que vive próximo a él para
estar a su cuidado. Dicen los peregrinos que sus galerías y aposentos subterráneos
contienen una colección de libros, cuyo número, según las cifras que se citan, es demasiado
grande para poder colocarse ni aun en el Museo Británico.
6
Véase Isis sin Velo, vol. II.
7
Introduction to the Science of Religión, pág. 23.
8
Ain i Akbâri, traducido por el Dr. Blochmann, citado por Max Müller, ob. cit.
Según la misma tradición, las regiones en la actualidad desoladas y áridas del Tarim (un
verdadero desierto en el corazón del Turkestán) estaban cubiertas en la antigüedad de
ciudades ricas y florecientes. Hoy apenas algunos verdes oasis rompen la monotonía de su
terrible soledad. Uno de ellos, que alfombra el sepulcro de una enorme ciudad, enterrada en
el suelo arenoso del desierto, no pertenece a nadie, pero es visitado con frecuencia por
mongoles y buddhistas. La tradición habla también de inmensos recintos subterráneos, de
anchas galerías llenas de ladrillos y cilindros. Puede ser un rumor sin fundamento, y puede
ser un hecho real.
Es muy probable que todo esto provoque una sonrisa de duda. Pero antes de que el lector
ponga en tela de juicio la veracidad de lo dicho, deténgase y reflexione acerca de los
siguientes hechos, bien conocidos. Las investigaciones colectivas de los orientalistas, y en
especial los trabajos verificados durante los últimos años por los que se han dedicado al
estudio de la Filología comparada y de la Ciencia de las Religiones, les han hecho
comprender que un incalculable número de manuscritos, y aun de obras impresas que se
sabe, han existido, no se encuentran en la actualidad. Han desaparecido sin dejar el menor
rastro tras de sí. Si no hubiesen sido obras de importancia, se hubieran podido dejar perecer
en el curso ordinario del tiempo, y aun sus nombres mismos se hubieran borrado de la
memoria humana. Pero no es así; porque, como se asegura ahora, la mayor parte de ellas
contenían las verdaderas claves de obras existentes en la actualidad, y que son enteramente
incomprensibles para la mayor aparte de sus lectores, sin aquellos volúmenes adicionales de
comentarios y de explicaciones.
Tal sucede, por ejemplo, con las obras de Lao–tse, el predecesor de Confucio. Se dice de
él que escribió 930 libros sobre ética y religión, y 70 sobre magia: un millar entre todos. Su
gran obra, el Tao–te–King, el corazón de su doctrina y la escritura sagrada del Tao–sse,
contiene tan sólo, como lo demuestra Estanislao Julien, "alrededor de 5.000 palabras" 9, en
una docena escasa de páginas; aunque el profesor Max Müller dice que "el texto es
ininteligible sin comentarios, de tal modo, que Mr. Julien tuvo que consultar a más de 60
comentadores con motivo de su traducción, de los cuales el más antiguo procedía del año
163 antes de Cristo", y no de época anterior, como vemos. Durante los cuatro siglos y medio
que precedieron a este "más antiguo" de los comentadores, hubo tiempo más que suficiente
para ocultar la verdadera doctrina de Lao–tse a todos, menos a sus sacerdotes iniciados. Los
japoneses, entre quienes se encuentran en la actualidad los más sabios sacerdotes y
adeptos de Lao–tse, se ríen simplemente ante loe disparates e hipótesis de los europeos
eruditos en chino; y la tradición afirma que los comentarios que a nuestros sinólogos de
Occidente han llegado, no son los verdaderos documentos ocultos, sino velos intencionados;
y que tanto los verdaderos comentarios, como casi todos los textos, han desaparecido hace
largo tiempo de los ojos de los profanos.
9
Tao–te–King, pág. XXVII.
10
Max Müller, ob. cit. pág. 114.
11
Eusebio.
12
Encontradas y demostradas únicamente ahora, merced a los descubrimientos
verificados por George Smith (véase su Chaldean Account of Génesis); y que, gracias
a aquel falsificador armenio, han extraviado a todas las "naciones civilizadas" durante
unos 1.500 años, haciéndoles aceptar las derivaciones judías como directa Revelación
Divina.
13
Egypts Place in History, I. 200.
Así que, con excepción de estos más que dudosos fragmentos, toda la literatura sagrada
de los caldeos ha desaparecido de la vista de los profanos, tan por completo como la perdida
Atlántida. Unos pocos hechos que se hallaban contenidos en la Historia de Beroso se
declararán más adelante y podrán arrojar gran luz acerca del verdadero origen de los
Ángeles Caídos, personificados por Bel y el Dragón.
Volviendo ahora al más antiguo modelo de la literatura aria, el Rig Veda, se encontrará el
estudiante, siguiendo estrictamente los datos suministrados por los mismos orientalistas, que
aunque el Rig Veda contiene sólo unos 10.580 versos, o 1.028 himnos, no se ha
comprendido correctamente hasta hoy, a pesar de los Brâhmanas y de la masa de glosas y
comentarios. ¿Y por qué? Evidentemente porque los Brâhmanas y "los tratados más
antiguos y escolásticos acerca de los primitivos himnos", requieren ellos mismos una clave,
que no han logrado encontrar los orientalistas.
¿Qué dicen los sabios por lo que hace a la literatura buddhista? ¿Han conseguido
obtenerla completa? No, seguramente. No obstante los 325 volúmenes del Kanjur y del
Tanjur de los buddhistas del Norte, cada año de cuyos volúmenes, según se dice, "pesa de
cuatro a cinco libras", nada, a la verdad, se sabe sobre el verdadero lamaísmo. Sin embargo,
del canon sagrado se dice que contiene 29.368.000 letras en el Saddharmâlankâra 14, o sea,
prescindiendo de tratados y de comentarios, cinco o seis veces la materia que contiene la
Biblia, la cual según el profesor Max Müller, tan sólo contiene 3.567.180 letras. No obstante,
pues, estos 325 volúmenes (en realidad son 333, comprendiendo 108 el Kanjur y 225
volúmenes el Tanjur), "los traductores, en lugar de proporcionarnos las versiones correctas
las han mezclado con sus propios comentarios, con el propósito de justificar los dogmas de
sus diversas escuelas" 15.
Además, "según una tradición conservada por las escuelas buddhistas, tanto del Norte
como del Sur, el canon sagrado buddhista comprendía en su origen 80.000 u 84.000
tratados; pero la mayor parte de ellos se perdieron, y sólo han quedado 6.000", como dice el
profesor a su auditorio. Perdidos para los europeos, por supuesto. Pero, ¿quién puede tener
la seguridad completa de que se han perdido igualmente para los buddhistas y brahmanes?
14
Spence Hardy: The Legends and Theories of the Buddhists, pág. 66.
15
E. Schiagintweit: Buddhism in Tibet, pág. 77.
Teniendo en cuenta la reverencia de los buddhistas por toda línea escrita sobre Buddha y
la Buena Ley, la pérdida de cerca de 76.000 tratados parece milagrosa. Si hubiese sido
viceversa, cualquier conocedor del curso natural de los sucesos suscribiría la afirmación de
que de estos 76.000 tratados, 5.000 o 6.000 podían haber sido destruidos durante las
persecuciones y las emigraciones procedentes de la India. Pero como está bien confirmado
que los Arhats buddhistas comenzaron su éxodo religioso con el propósito de propagar la
nueva fe más allá de Cachemira y de los Himalayas, en el año 300 antes de nuestra era 16, y
que llegaron a China en el año 61 después de Cristo 17, cuando Kazyapa, a invitación del
Emperador Ming–ti, fue allí para enseñar al "Hijo del Cielo" las doctrinas del buddhismo;
parece extraño oír hablar a los orientalistas de semejante pérdida como si fuera realmente
posible. Ni por un momento parecen conceder la posibilidad de que los textos estén perdidos
solamente para el Occidente y para ellos; o que los pueblos asiáticos posean la no igualada
entereza de conservar sus más sagrados anales fuera del alcance de los extranjeros,
rehusando entregarlos a la profanación y al mal empleo, aun de razas tan "excesivamente
superiores" a ellos mismos.
A juzgar por las lamentaciones expresadas y por las confesiones numerosas de todos los
orientalistas 18, puede el público estar bien seguro: 1° De que los eruditos en las antiguas
religiones poseen, a la verdad, muy pocos datos para poder fundar las conclusiones finales
que en general promulgan con referencia a las viejas creencias; y 2° De que tal carencia de
datos no les impide en lo más mínimo dogmatizar. Podría creerse que, gracias a los
numerosos anales de la teogonía y misterios egipcios, conservados en los clásicos y en
varios escritos antiguos, los ritos y dogmas del Egipto de los Faraones habrían de ser por lo
menos bien comprendidos; y de todos modos mejor que las filosofías y panteísmo por demás
abstrusos de la India, acerca de cuya religión y lenguaje apenas tenía Europa la menor idea
antes del principio de este siglo. A lo largo del Nilo y en la superficie de todo el país, existen
ahora mismo, procedentes de exhumaciones anuales y aun diarias, reliquias siempre frescas
que elocuentemente narran su propia historia. Y, sin embargo, no es así. El mismo sabio
filólogo de Oxford confiesa la verdad diciendo:
Contemplamos todavía en pie las pirámides y las ruinas de templos y laberintos con sus
muros cubiertos de inscripciones jeroglíficas y de las extrañas pinturas de dioses y diosas.
En rollos de papiro que parecen desafiar los estragos del tiempo, tenemos fragmentos de lo
que podría llamarse los libros sagrados de los egipcios. Sin embargo de esto, aunque se ha
descifrado mucho concerniente a los antiguos documentos de aquella raza misteriosa, la
fuente principal de la religión de Egipto, y la intención original de su culto y ceremonias, están
muy lejos de haber sido completamente descubiertas para nosotros 19.
16
Lassen: (Ind. A Altertumskunde, II, 1.072), habla de un monasterio buddhista erigido
en los montes Kailâs el año 137 antes de nuestra era; y el General Cunningham, de
otro anterior.
17
Rev. J. Edkins: Chinese Buddhism, pág. 87.
18
Véanse como ejemplo los discursos de Max Müller.
19
Ob. cit., pág. 118.
Una vez más ahí están los misteriosos documentos jeroglíficos; más las claves que solas
podrían hacerlos inteligibles, han desaparecido. Tan poco enterados están nuestros grandes
egiptólogos de los ritos funerarios de los egipcios, y de las señales exteriores referentes a las
diferencias de sexo en las momias, que han cometido ridículas equivocaciones. Sólo hace
uno o dos años que una de aquéllas fue descubierta en Bulaq, Cairo. La momia, que había
sido considerada como la esposa de un faraón poco importante, se ha convertido, gracias a
la inscripción de un amuleto colgado en el cuello, ¡en la de Sesostris, el rey más grande de
Egipto!
Sin embargo, habiendo encontrado que "existe una relación natural entre el lenguaje y la
religión", y que "existió una religión aria común, antes de la separación de la raza aria"; "una
religión semítica común, antes de la separación de la raza semítica", y "una religión turania
común, antes de la separación de los chinos y de las otras tribus pertenecientes a la clase
turania"; habiendo de hecho descubierto únicamente "tres antiguos centros de religión", y
"tres centros de lenguaje"; y a pesar de permanecer en la más completa ignorancia, tanto en
lo referente a aquellas religiones y lenguajes primitivos, como en lo relativo a su origen, el
profesor no vacila en declarar que "se ha encontrado una base histórica verdadera para tratar
científicamente de las principales religiones del mundo".
"Tratar científicamente" de un asunto, no es, en manera alguna, una garantía en pro de su
"base histórica"; y con tal escasez de datos a mano, ningún filólogo, por eminente que sea,
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La Doctrina Secreta Tomo I Helena Petronila Blavatski
está autorizado para dar sus propias conclusiones como hechos históricos. Sin duda alguna,
que el eminente orientalista ha demostrado por completo y a satisfacción del mundo, que de
acuerdo con la ley de Grimm, relativa a las reglas fonéticas, Odin y Buddha son dos
personajes diferentes, y del todo distintos el uno del otro, y lo ha demostrado científicamente.
Sin embargo, cuando aprovecha la oportunidad de decir a renglón seguido, que Odin "fue
adorado como la deidad suprema durante un período muy anterior a la época de los Vedas y
de Homero" 20, carece de la menor "base histórica" para ello; pero pone a la historia y a los
hechos al servicio de sus propias conclusiones, las cuales podrán ser muy "científicas" a los
ojos de los orientalistas, a pesar de que se hallan muy lejos de la verdad real. Las opiniones
contradictorias de los diversos filólogos y orientalistas eminentes, desde Martín Haug hasta el
mismo Max Müller, a propósito de los asuntos de cronología, como sucede en el caso de los
Vedas, son una prueba evidente de que la afirmación no tiene base "histórica" alguna en que
apoyarse, siendo a menudo la "evidencia interna" la luz de un fuego fatuo en vez de un faro
seguro, que sirva de guía. Tampoco tiene la moderna ciencia de la mitología comparada,
argumento alguno mejor que oponer a la aseveración de los eruditos escritores que, durante
el siglo pasado, insistieron en que debían de haber existido "fragmentos de una revelación
primitiva hecha a los antecesores del género humano... conservados en los templos de
Grecia y de Italia". Esto es precisamente lo que todos los Iniciados y panditas orientales han
venido proclamando ante el mundo de tiempo en tiempo. Y mientras que un eminente
sacerdote cingalés aseguró a la que esto escribe, que era cosa bien sabida que los
principales tratados buddhistas, pertenecientes al canon sagrado, permanecían guardados
en países y lugares inaccesibles a los panditas europeos, el llorado Svâmi Dayânand
Saravastî, el sanscritista más grande de su época en la India, declaró a algunos miembros de
la Sociedad Teosófica el mismo hecho, con respecto a antiguas obras brahmánicas. Cuando
se le dijo que el profesor Max Müller había manifestado a los oyentes de sus Discursos, que
la teoría de "que ha existido una revelación primitiva y sobrenatural, hecha a los padres de la
raza humana, encuentra hoy pocos sostenedores", aquel hombre, tan santo como sabio, se
echó a reír. Su contestación fue significativa: "Si Mr. Moksh Mooller (así pronunciaba el
nombre) fuera un brahmán y viniese conmigo, podría llevarle a una caverna gupta (una cripta
secreta), cerca de Okhee Math, en los Himalayas, en donde pronto encontraría que lo que ha
cruzado el Kâlapâni (las negras aguas del Océano), desde la India a Europa, eran sólo
fragmentos de copias desechadas de algunos paisajes tomados de nuestros libros sagrados.
Ha existido una "revelación primitiva", se conserva todavía; y no se perderá para el mundo,
sino que reaparecerá; aunque, por supuesto, los Mlechchhas 21 tendrán que aguardar".
20
Ob. cit., pág. 318.
21
Asiatic Researches, I, pág. 272.
Habiéndosele interrogado acerca de este punto, no quiso decir más. Esto ocurría en
Meerut en 1880.
Sin duda fue cruel la burla hecha en Calcuta el siglo pasado por los brahmanes al Coronel
Wilford y a Sir William Jones. Pero fue bien merecida, y nadie en este asunto se hizo
acreedor a censuras, más que los misioneros y el mismo Coronel Wilford. Los primeros,
según testimonio del mismo Sir William Jones 22, fueron tan insensatos que llegaron a
sostener que "los indos, aun ahora, eran casi cristianos, porque su Brahmâ, Vishnu y
Maheza, no eran otra cosa más que la trinidad cristiana" 23. Fue una buena lección; hizo a los
sabios orientalistas doblemente cautos, pero quizás ha dado lugar también a que algss de
superior de la cabeza. Estaba vestida con túnica de lana, ceñida, tenía el pecho cubierto de
estrellas de oro y los pies desnudos 24.
A esto añade el famoso viajero que durante todo su camino a lo largo del río Tchertchen,
llegaron a sus oídos leyendas referentes a veintitrés ciudades sepultadas hace mucho tiempo
por las arenas movedizas del desierto. La misma tradición existe en el Lob–nor y en el oasis
de Kerya.
Las huellas de tal civilización juntamente con estas y parecidas tradiciones nos dan
derecho para conceder crédito a otras leyendas, autorizadas por indos y mongoles educados
y eruditos, que hablan de inmensas bibliotecas salvadas de las arenas, y de otros varios
restos del antiguo Saber Mágico, todo lo cual se halla depositado en lugares seguros.
Recapitulando: La Doctrina Secreta fue la religión universalmente difundida del mundo
antiguo y prehistórico. Las pruebas de su difusión, los anales auténticos de su historia, una
serie completa de documentos que demuestran su carácter y su presencia en todos los
países, juntamente con las enseñanzas de todos sus grandes Adeptos, existen hasta hoy en
las criptas secretas de las bibliotecas pertenecientes a la Fraternidad Oculta.
24
De una conferencia de N. M. Prjevalsky.
Esta afirmación se acredita con los hechos siguientes: la tradición de los millares de
pergaminos antiguos salvados cuando la Biblioteca Alejandrina fue destruida; los millares de
obras sánscritas desaparecidas en la India durante el reinado de Akbar; la tradición universal
existente, tanto en la China como en el Japón, de que los verdaderos textos antiguos con los
comentarios que únicamente pueden hacerlos inteligibles, y que suman muchos miles de
volúmenes, hace mucho tiempo que están fuera del alcance de manos profanas; la
desaparición de la vasta literatura sagrada y oculta de Babilonia; la pérdida de las claves que
podrían únicamente resolver los mil enigmas contenidos en los anales de los jeroglíficos
egipcios; la tradición existente en la India de que los verdaderos comentarios secretos,
únicos que pueden hacer inteligibles los Vedas, aunque no son visibles para los profanos,
están a disposición del Iniciado, ocultos en cuevas y criptas secretas; y la idéntica creencia
de los buddhistas, por lo que hace a sus libros sagrados.
Los ocultistas afirman que todos éstos existen, a cubierto de la expoliación de manos
occidentales, para reaparecer en una época más ilustrada, por la cual, según las palabras del
llorado Svâmi Dayânand Sarasvatî, "los Mlechchhas (proscritos, salvajes, aquellos que se
hallan fuera de la civilización aria) tendrán que esperar todavía".
No es culpa de los iniciados que tales documentos estén hoy "perdidos" para el profano, ni
ha sido su conducta aconsejada por el egoísmo, o por deseo alguno de monopolizar el
sagrado saber que da la vida. Había algunas partes de la Ciencia Secreta que debían
permanecer ocultas a los profanos durante edades sin cuento. Mas esto era debido a que el
comunicar a la multitud secretos de una importancia tan tremenda, sin estar preparada para
ello, hubiera sido equivalente a entregar a un niño una vela encendida y meterle en un
polvorín.
La respuesta a una pregunta que, con frecuencia, hacen los que se dedican a estos
estudios, al encontrarse con una afirmación como la anterior, puede bosquejarse aquí.
Comprendemos —dicen— la necesidad de ocultar a la masa secretor tales como el del
Vril, o el de la fuerza que destruye rocas, descubierta por J. W. Keeley, de Filadelfia; pero lo
que no podemos comprender es cómo puede haber peligro alguno en la revelación de una
doctrina puramente filosófica, tal como, por ejemplo, la de la evolución de las Cadenas
Planetarias.
El peligro está en que doctrinas tales como la de la Cadena Planetaria, o la de las siete
Razas, suministran desde luego una guía segura para el descubrimiento de la séptuple
naturaleza del hombre; pues cada uno de los principios humanos está en correlación con un
plano, con un planeta y con una raza; y los principios humanos, en todos los planos, son
correlativos a fuerzas ocultas de naturaleza séptuple; siendo las correspondientes a los
planos más elevados, de una potencia formidable. Así es, que cualquiera clasificación
septenaria proporciona desde luego una guía segura para descubrir poderes ocultos
tremendos, cuyo abuso sería origen de males incalculables para la humanidad; una guía que
quizás no lo sea para la generación presente, en especial para los occidentales, protegidos
por su propia ceguera y por su ignorante incredulidad materialista en lo referente a las cosas
ocultas, pero una guía que hubiera sido, sin embargo, de un efecto bien real en los primeros
siglos de la Era cristiana, en que se trataba de gentes convencidas por completo de la
realidad del Ocultismo, y que entrando en un ciclo de degradación, hallábanse predispuestas
a abusar de los poderes ocultos, y a ejercer la hechicería de la peor especie.
Los documentos se ocultaron, es verdad; pero nunca hicieron un secreto ni del
conocimiento mismo, ni de su existencia real, los Hierofantes del Templo, en el cual siempre
han sido los MISTERIOS una disciplina y un estímulo para la virtud. Éstas son, novedades
bien antiguas, y repetidas veces fueron dadas a conocer por los grandes Adeptos, desde
Pitágoras y Platón, hasta los neoplatónicos. La nueva religión de los nazarenos fue la que
verificó un cambio desventajoso, en la regla de conducta seguida durante siglos.
Además hay un hecho bien conocido —hecho curioso corroborado a la escritora por un
respetable caballero, agregado muchos años a una embajada rusa— y es que existen varios
documentos en las Bibliotecas Imperiales de San Petersburgo, que demuestran que en una
época tan reciente como la en que la Francmasonería y las Sociedades Secretas de místicos
florecían libremente en Rusia, o sea a fines del último siglo y principios del presente, más de
un místico ruso se dirigió al Tibet a través de los montes Urales, para adquirir el saber y la
iniciación en las desconocidas criptas del Asia Central; y más de uno volvió después con un
tesoro de conocimientos que nunca hubiera podido adquirir en parte alguna, de Europa.
Varios casos podrían citarse, juntamente con nombres bien conocidos, si no fuera porque tal
publicidad podría molestar a los parientes, que hoy viven, de los últimos Iniciados. El que
quiera saberlo puede consultar los anales y la historia de la Francmasonería en los archivos
de la metrópoli rusa, y podrá asegurarse por sí mismo de la realidad de los hechos citados.
Esto es una corroboración de lo afirmado antes muchas veces, desgraciadamente con
demasiada indiscreción. En lugar de producir beneficios a la humanidad, los cargos
virulentos de invención deliberada y de impostura, lanzados de propósito sobre los que tan
sólo afirmaban un hecho real, si bien poco conocido, han engendrado únicamente mal Karma
para los calumniadores. Pero el daño ya está hecho, y no debe rehusarse la verdad por más
tiempo, sean cuales fueren las consecuencias.
¿Es la Teosofía una nueva religión? —se nos pregunta—. De ningún modo: no es una
"religión" ni es "nueva" su filosofía; pues como ya se ha declarado, es tan antigua como el
hombre pensador. Sus principios no se han publicado ahora por vez primera, sino que han
sido cautelosamente comunicados y enseñados por más de un Iniciado europeo,
especialmente por el extinto Ragón.
Más de un gran erudito ha declarado que no ha existido jamás ningún fundador religioso,
sea ario, semita o turanio, que haya inventado una nueva religión o revelado una nueva
25
Lün-Yü (§ I. a.), Schott: Chinesische Literatur, pág. 7, citado por Max Müller.
26
Life and Teachings of Confucius, pág. 96.
También los ama la que escribe estas líneas, y cree, por tanto, en los antiguos, y en los
modernos herederos de su Sabiduría. Y creyendo en ambos, transmite ahora lo que ha
recibido y aprendido por sí misma, a todos aquellos que quieran aceptarlo. Para aquellos que
rechacen su testimonio, que será la inmensa mayoría, no guardará el menor resentimiento,
pues están en su derecho negando, del mismo modo que ella usa del suyo propio al afirmar;
siendo lo cierto que las dos partes contemplan la Verdad desde dos puntos de vista por
completo diferentes. De acuerdo con las reglas de la crítica científica, el orientalista tiene que
desechar a priori cualquiera declaración que no pueda demostrar por sí mismo. ¿Y cómo
podría un sabio occidental aceptar puramente de oídas aquello acerca de lo cual nada
conoce? A la verdad, lo que se da a luz en estos volúmenes, ha sido entresacado así de
enseñanzas orales como escritas. Esta presentación primera de las doctrinas esotéricas está
basada sobre Estancias que constituyen los anales de un pueblo que la etnología
desconoce. Están escritas aquéllas, según se afirma, en una lengua que se halla ausente del
catálogo de los lenguajes y dialectos que conoce la filología; se asegura que han surgido de
una fuente que la ciencia repudia: esto es, el Ocultismo; y finalmente son ofrecidas al público
por el intermedio de una persona desacreditada sin cesar ante el mundo, por todos cuantos
odian las verdades venidas a deshora, o por los que tienen alguna preocupación particular
que defender. Así es que el repudio de estas enseñanzas es cosa que puede esperarse, y
aun debe esperarse de antemano. Ninguno de los que se llaman a sí mismos "eruditos", en
cualquiera de las ramas de la ciencia exacta, se permitirá mirar estas enseñanzas
seriamente. Durante este siglo serán escarnecidas y rechazadas a priori; pero en este siglo
únicamente, porque en el siglo XX de nuestra Era, comenzarán a conocer los eruditos que la
Doctrina Secreta no ha sido ni inventada ni exagerada, sino por el contrario, tan sólo
bosquejada; y finalmente, que sus enseñanzas son anteriores a los Vedas. No es esto una
pretensión de profetizar, sino una sencilla afirmación fundada en el conocimiento de los
hechos. En cada siglo tiene lugar una tentativa para demostrar al mundo que el Ocultismo no
es una superstición vana. Una vez que la puerta quede algo entreabierta, se irá abriendo
más y más en los siglos sucesivos. Los tiempos son a propósito para conocimientos más
serios que los hasta la fecha permitidos, si bien tienen todavía que ser muy limitados.
¿No han sido los mismos Vedas escarnecidos, rechazados y llamados una "falsificación
moderna", no hace todavía cincuenta años? ¿No hubo una época en la que se declaró al
sánscrito hijo del griego, y un dialecto derivado de este último, según Lemprière y otros
eruditos? El profesor Max Müller dice que hasta 1820, los libros sagrados de los brahmanes,
los de los magos y los de los buddhistas, "eran desconocidos; dudábase hasta de su
existencia misma, y no existía ni un solo erudito que hubiese podido traducir una línea de los
Vedas... del Zend Avesta... o del Tripitaka buddhista; y ahora está demostrado que los Vedas
pertenecen a la antigüedad más remota, siendo su conservación casi una maravilla".
Lo mismo se dirá de la Doctrina Secreta Arcaica cuando se den pruebas innegables de su
existencia y de sus anales. Pero tendrán que pasar siglos antes que se publique mucho más
de ella. Hablando de la clave para los misterios del Zodíaco, casi perdida para el mundo, hizo
ya observar la escritora en Isis sin Velo, hará unos diez años, que: "A la dicha clave deben
dársele siete vueltas antes de todo el sistema pueda ser divulgado. Le daremos nosotros una
vuelta tan sólo, permitiendo con esto al profano que perciba una vislumbre del misterio. ¡Feliz
aquel que comprenda el todo!"
Lo mismo puede decirse del Sistema Esotérico en su totalidad. Una vuelta y no más se dio
a la llave, en Isis sin Velo. En estos volúmenes se explica mucho más. En aquellos días
apenas conocía la escritora la lengua en que la obra fue escrita, y había prohibición de hablar
con la libertad de ahora, acerca de muchas cosas. En el siglo XX, algún discípulo mejor
informado, y con cualidades muy superiores, podrá ser enviado por los Maestros de
Sabiduría para dar pruebas definitivas e irrefutables de que existe una Ciencia llamada Gupta
Vidyâ: y que, a manera de las fuentes del Nilo en un tiempo misteriosas, la fuente de todas
las religiones y filosofías en la actualidad conocidas por el mundo, ha permanecido durante
muchas épocas olvidada y perdida para los hombres, pero ha sido encontrada por fin.
A una obra tal como ésta, no podía servir de introducción un simple prefacio, necesitaba
más bien un volumen; un volumen que exponga hechos, no meras disquisiciones, puesto que
LA DOCTRINA SECRETA no es un tratado o serie de teorías vagas, sino que contiene todo
cuanto puede darse al mundo en este siglo.
Sería inútil publicar en estas páginas aquellas porciones de las enseñanzas esotéricas que
han salido al presente del misterio, sin que se establezca primero la autenticidad, o por lo
menos la probabilidad de la existencia de semejantes enseñanzas. Las afirmaciones que van
a hacerse, tienen que presentarse garantizadas por varias autoridades, tales como la de los
antiguos filósofos, la de los escritores clásicos y aun la de eruditos Padres de la Iglesia,
algunos de los cuales conocían estas doctrinas por haberlas estudiado, por haber visto y
leído obras escritas acerca de ellas; y hasta hubo entre ellos quienes fuesen iniciados
personalmente en los antiguos Misterios, durante cuya celebración se representaban
alegóricamente las doctrinas ocultas. La escritora habrá de citar nombres históricos y dignos
de confianza, y autores bien conocidos, antiguos y modernos, de reconocida competencia,
juicio recto y veracidad; así como también nombrará a alguno de los más famosos en las
artes y ciencias secretas, juntamente con los misterios de estas últimas, tal como han sido
divulgados, o mejor dicho, parcialmente presentados ante el público, en su extraña forma
arcaica.
Cómo debe hacerse esto, cuál es el medio mejor para lograr tal objeto, ha sido siempre la
cuestión. A fin de esclarecer el plan que nos proponemos, pongamos un ejemplo. Cuando un
viajero procedente de países bien explorados, llega de pronto a las fronteras de una terra
incógnita, circundada y oculta a la vista por una formidable barrera de rocas infranqueables,
puede, sin embargo, negarse a reconocer que se ha visto burlado en sus planes de
exploración. Le es imposible pasar adelante. Pero si no puede visitar la región misteriosa
personalmente, puede, sí, encontrar medio de examinarla desde la distancia más corta a que
pueda llegar. Auxiliado de su conocimiento de los países que ha dejado atrás, puede adquirir
una idea general y bastante correcta de la perspectiva que hay más allá de las barreras, tan
sólo con subir a la mas elevada altura que delante de sí tiene. Una vez allí, puede extender la
mirada a su placer, comparando lo que confusamente percibe con lo que acaba de dejar
atrás; pues ya, gracias a sus esfuerzos, se encuentra más allá de la línea de las nieblas y de
las cimas cubiertas de nubes.
Tal punto de observación preliminar no puede ser ofrecido en estos seis volúmenes a
aquellos deseen comprender de un modo más correcto los misterios de los períodos
prearcaicos citados en los textos. Pero si el lector tiene paciencia y quiere echar una ojeada
al presente estado de las diversas creencias existentes en Europa, compararlas y
contraponerlas a lo que la historia refiere de las épocas que directamente precedieron y
siguieron a la era cristiana, podrá encontrar todo esto en un futuro volumen de la presente
obra 27.
27
En la edición de 1888 decía: "en el Volumen III de esta obra".
En dichos volúmenes se hará una breve recapitulación de todos los Adeptos principales
conocidos en la historia; y se dará noticia de cómo los Misterios decayeron, después de lo
cual comenzó a desaparecer y a borrarse de la memoria de los hombres, al fin de modo
definitivo, la naturaleza verdadera de la Iniciación y de la Ciencia Sagrada. Desde aquel
tiempo sus enseñanzas se hicieron ocultas, y la Magia fue conocida muy frecuentemente
bajo un nombre venerable, pero a menudo expuesto a interpretaciones erróneas, de Filosofía
Hermética. Así como el verdadero Ocultismo había prevalecido entre los místicos durante los
siglos que precedieron a nuestra era, así la Magia, o más bien la Hechicería con sus artes
ocultas, siguió al comienzo del Cristianismo.
Grandes y celosos fueron los esfuerzos llevados a cabo por el fanatismo durante aquellos
primeros siglos, para borrar hasta la menor huella de la obra mental e intelectual de los
paganos; pero todo ha sido en balde, aunque el mismo espíritu del obscuro genio del
fanatismo y de la intolerancia, haya adulterado sistemáticamente desde entonces, todas las
brillantes páginas escritas en los períodos anteriores al Cristianismo. La historia misma, en
sus inseguros anales, ha conservado bastante de lo que ha sobrevivido de aquellos
períodos, para arrojar una luz imparcial sobre el conjunto. Deténgase, pues, el lector un
momento en compañía de la que escribe estas líneas en el punto de observación elegido, y
fije toda su atención en los 1.000 años que, correspondiendo a los períodos anterior y
posterior al Cristianismo, se hallan divididos en dos partes por el año Uno de la Natividad.
Este suceso, sea o no correcto, desde el punto de vista histórico, ha sido, no obstante,
erigido en el primero de los múltiples baluartes levantados contra la vuelta posible de una
sola vislumbre a las tan odiadas religiones del pasado: odiadas y temidas por lanzar tan
vivida luz sobre la interpretación nueva e intencionalmente velada de lo que ahora se llama la
"Nueva Ley". Por sobrehumanos que fuesen los esfuerzos de los primeros Padres de la
Iglesia para borrar la Doctrina Secreta de la memoria de los hombres, todos ellos han
fracasado. La verdad jamás puede ser destruida; de aquí que fracasase la tentativa de hacer
desaparecer por completo de la faz de la tierra todo vestigio de la antigua Sabiduría, y de
encadenar y amordazar a cuantos pudiesen dar testimonio de ella. Si se considera los
millares y quizás millones de manuscritos quemados, los monumentos reducidos a polvo con
sus por demás indiscretas inscripciones y símbolos pictóricos, la multitud de ermitaños y
ascetas primitivos vagando entre las ruinas de las ciudades del alto y el bajo Egipto, y por
desiertos y montañas, por valles y cordilleras, buscando con ardor obeliscos y columnas,
rollos y pergaminos para destruirlos si contenían el símbolo de la Tau, o cualquier otro signo
que la nueva fe se hubiese apropiado, se comprenderá fácilmente que haya quedado tan
poco de los anales del pasado. A la verdad, el endiablado espíritu fanático del cristianismo
primitivo y de la Edad Media, así como el del islamismo, gustaron siempre vivir en las
tinieblas y la ignorancia, y ambos han hecho
Ambas religiones han conquistado sus prosélitos con la punta de la espada; ambas han
construido sus templos sobre enormes hecatombes de víctimas humanas. En el pórtico del
siglo I de nuestra era, brillaron fatídicamente las palabras ominosas "EL KARMA DE
ISRAEL". Sobre los umbrales del nuestro podrán leer los profetas del porvenir otras palabras
que harán referencia al Karma de la historia falsificada astutamente, de los sucesos
desnaturalizados de propósito y de los grandes caracteres calumniados ante la posteridad y
destruidos hasta hacer imposible su reconocimiento, entre los dos carros de Jagannâtha:
Fanatismo y Materialismo; el uno aceptando demasiado, y el otro negándolo todo. Sabio es
aquel que se mantiene en el punto medio y que cree en la justicia eterna de las cosas.
Dice Faiza Diwân, el "testigo de los maravillosos discursos de un librepensador que
pertenece a un millar de sectas":
En la asamblea del día de la resurrección, cuando las cosas pasadas sean perdonadas,
los pecados de la Ka'bah serán perdonados en gracia al polvo de las iglesias Cristianas.
A esto contesta el profesor Max Müller:
Los pecados del Islam son indignos como el polvo del Cristianismo; en el día de la
resurrección, tanto mahometanos como cristianos, verán la vanidad de sus doctrinas
religiosas. Los hombres luchan por la religión en la tierra; en el cielo encontrarán que sólo
existe una religión verdadera: la adoración del ESPÍRITU DE Dios 28.
28
Ob. cit., pág. 257.
Razas que han precedido a nuestra quinta Raza humana, dándose a luz ahora dos grandes
volúmenes 29 que explican lo que se dijo sólo en la primera página de Isis sin Velo, y en
algunas alusiones esparcidas acá y allá en toda la obra. No podía intentarse presentar el
vasto catálogo de las Ciencias Arcaicas en los actuales volúmenes, antes que hubiésemos
tratado de tan tremendos problemas como los de la Evolución cósmica y planetaria, y el del
gradual desenvolvimiento de las misteriosas humanidades y razas que precedieron a nuestra
Humanidad Adámica. Por lo tanto, la tentativa presente para aclarar algunos misterios de la
Filosofía Esotérica, no tiene a la verdad nada que ver con la obra anterior. Permítase a la que
estas líneas escribe, explicar lo dicho por medio de un ejemplo.
El volumen I de Isis comienza con una referencia a "un libro antiguo".
Es tan antiguo, que aunque nuestros modernos anticuarios meditasen sobre sus páginas
durante un tiempo indefinido, no llegarían a ponerse de acuerdo acerca de la clase de
material sobre que está escrito. Es el único ejemplar original que hoy día existe. Es el
documento hebreo más antiguo, referente a la sabiduría oculta —el Siphrah Dzenioutha—;
es una compilación del mismo, verificada en tiempos en que el primero era ya considerado
como una reliquia literaria. Una de sus viñetas representa a la Esencia Divina emanando de
ADAM 30, a manera de arco luminoso que pasa a formar un círculo; y, después de haber
llegado al punto superior de su circunferencia, la Gloria inefable retrocede y vuelve a la tierra,
llevando en su vórtice un tipo de humanidad superior. A medida que se aproxima más y más
a nuestro planeta, la emanación se hace más y más obscura, hasta que al tocar la tierra es
ya negra como la noche.
Este libro tan antiguo es la obra original de la cual fueron compilados los muchos
volúmenes del Kiu–tí, Y no solamente este último y el Siphrah Dzenioutha, sino que también
el Sepher Yetsirah 31 —la obra atribuida por los kabalistas hebreos a su Patriarca Abraham
(!); el Shu–King, la Biblia primitiva de la China; los volúmenes sagrados del Thoth–Hermes,
egipcio; los Purânas de la India; el Libro de los Números caldeo, y el Pentateuco mismo,
todos han sido derivados de aquel pequeño volumen padre. Dice la tradición que fue escrito
en senzar, la lengua secreta sacerdotal, conforme a las palabras de los Seres Divinos que lo
dictaron a los Hijos de Luz en el Asia Central, en los comienzos de nuestra Quinta Raza:
pues hubo un tiempo en que este lenguaje (el senzar) era conocido de los Iniciados de todas
las naciones, cuando los antepasados de los toltecas lo comprendían tan bien como los
de que el lector mire al libro como un cuento de hadas, o como una ficción de algún cerebro
moderno.
Así, El Pasado ayudará a demostrar el Presente, y este último servirá para apreciar mejor
el Pasado. Los errores del día tienen que ser explicados y extirpados, y sin embargo, es más
que probable, y en el presente caso cierto de toda certeza, que una vez más si testimonio de
las edades pasadas y la historia no lograrán hacer impresión más que en los entendimientos
intuitivos, lo cual equivale a decir sobre muy pocos. Pero en éste como en los casos
análogos, los sinceros y los fieles pueden consolarse presentando al escéptico saduceo
moderno la prueba matemática y conmemorativa de su obstinación y endurecido fanatismo.
Todavía existe en los archivos de la Academia de Francia la famosa ley de probabilidades,
deducida por ciertos matemáticos en beneficio de los escépticos, valiéndose de un
procedimiento algebraico. Dice así: si dos personas reconocen la evidencia de un hecho, y le
comunican así cada una de ellas 5/6 de certidumbre, este hecho tendrá entonces 35/36 de
certidumbre; esto es, su probabilidad estará en relación con su improbabilidad en la
proporción de 35 a 1. Si reúnen tres evidencias semejantes, la certidumbre vendrá a ser de
215/216. La conformidad de diez personas, cada una de las cuales preste 1/2 de
certidumbre, producirá 1.023/1.024, etc., etc. El ocultista puede darse por satisfecho con esta
certidumbre, y no necesita más.
PROEMIO
1
Casi no es necesario recordar al lector que las expresiones Pensamiento Divino,
Mente Universal no deben considerarse determinando ni aun vagamente un proceso
intelectual parecido al que se manifiesta en el hombre. Lo "Inconsciente", según von
Hartmann, llegó al vasto plan de la creación, o más bien de la evolución, "por medio de
una sabiduría clarividente superior a toda conciencia", la cual, en el lenguaje
vedantino, significa Sabiduría absoluta. Únicamente los que conocen lo mucho que se
remonta la intuición sobre los lentos procedimientos del raciocinio, podrán formarse el
más débil concepto de aquella absoluta Sabiduría, que trasciende las ideas de Tiempo
y espacio. La mente, tal cual la conocemos, se resuelve en una serie de estados de
conciencia, cuya duración, intensidad, complejidad y demás cualidades son variables,
fundados todos en la sensación, en último término, la cual a su vez es Mâyâ. La
sensación, además, implica necesariamente limitación. El Dios personal del Deísmo
ortodoxo, percibe, piensa y es afectado por la emoción; se arrepiente y experimenta
"fiera cólera" Pero la noción de semejantes estados mentales lleva claramente consigo
el inconcebible postulado de la exterioridad de los estímulos excitantes, por no decir
nada de la imposibilidad de atribuir la inmutabilidad a un ser cuyas emociones fluctúan
con los sucesos que tienen lugar en los mundos que preside. El concepto de un Dios
Personal como inmutable e infinito, es, por lo tanto, antipsicológico, y lo que es peor,
antifilosófico.
Es la VIDA UNA, Eterna, invisible, aunque omnipresente; sin principio ni fin, aunque
periódica en sus manifestaciones regulares (entre cuyos períodos reina el obscuro misterio
del No–Ser); inconsciente, y sin embargo, Conciencia absoluta; incomprensible, y sin
embargo, la única Realidad existente por sí misma; a la verdad, "un Caos para los sentidos,
un Kosmos para la razón". Su atributo único y absoluto, que es Ello mismo, Movimiento
eterno e incesante, es llamado esotéricamente, el Gran Aliento 2, que es el movimiento
perpetuo del Universo, en el sentido de Espacio sin límites y siempre presente. Aquello que
permanece inmóvil no puede ser Divino. Pero de hecho y en realidad, nada existe en
absoluto inmóvil en el Alma Universal.
2
Platón demuestra ser un Iniciado cuando dice en Cratylus, que ηγΗ es derivado del
verbo ηγ♥4<, mover, correr, porque los primeros astrónomos que observaron los
movimientos de los cuerpos celestes, llamaron a los planetas ηγ≅∅, dioses. Más tarde
la palabra ha producido otra 8≡ηγ4∀ — el aliento de Dios.
Casi cinco siglos antes de nuestra era, Leucipo, el preceptor de Demócrito, sostenía que el
Espacio estaba eternamente lleno de átomos impulsados por movimiento incesante, que
daba origen, en el debido transcurso del tiempo, y a medida que se agregaban, al
movimiento rotatorio por virtud de colisiones mutuas que producían movimientos laterales.
Epicuro y Lucrecio enseñaron lo mismo, añadiendo únicamente a la moción lateral de los
átomos, la idea de la afinidad, que es una enseñanza oculta.
Desde el comienzo de lo que constituye la herencia del hombre; desde la aparición
primera de los arquitectos del globo en que vive, la Deidad no revelada fue reconocida y
considerada bajo su único aspecto filosófico —el Movimiento Universal, la vibración del
Aliento creador en la Naturaleza—. El Ocultismo sintetiza así la Existencia Una: "La Deidad
es un fuego misterioso vivo (o moviente), y los eternos testigos de esta Presencia invisible,
son la Luz, el Calor y la Humedad", trinidad esta última que abarca y es causa de todos los
fenómenos de la Naturaleza 3. El movimiento intracósmico es eterno e incesante; el
movimiento cósmico, el visible o sea aquel que es objeto de la percepción, es finito y
periódico. Como eterna abstracción es lo Siempre Presente; como manifestación, es finito,
así en la dirección venidera como en la opuesta, siendo las dos el Alfa y la Omega de las
reconstrucciones sucesivas. El Kosmos —el Noúmeno— no tiene que ver con las relaciones
causales del Mundo fenomenal. Sólo refiriéndonos al Alma intra–cósmica, al Kosmos ideal en
el inmutable Pensamiento Divino, podemos decir: "Jamás tuvo principio, ni jamás tendrá fin".
Por lo que hace a su cuerpo u organización cósmica, aunque no puede decirse que haya
tenido una primera construcción, o que haya de tener una última, sin embargo, a cada nuevo
Manvantara, puede considerarse su organización como la primera y la última de su especie,
puesto que evoluciona cada vez en un plano más elevado.
3
Los nominalistas, arguyendo con Berkeley que "es imposible... formarse la idea
abstracta del movimiento independientemente del cuerpo que se mueve" (Principies of
Human Knowledge, Introducción, párrafo 10), pueden preguntar: ¿Qué es el cuerpo
productor de tal movimiento? ¿Es una substancia? ¿Entonces creéis en un Dios
Personal?, etc. A esto se contestará después, en parte avanzada de este libro;
mientras tanto reclamamos nuestros derechos de concepcionalistas como opuestos a
las opiniones materialistas de Roscelini, respecto al Realismo y al Nominalismo. "¿Ha
revelado algo la ciencia —dice Edward Clodd, uno de sus más hábiles defensores—
que debilite o se oponga a las antiguas palabras en que se encuentra expresada la
esencia de todas las religiones pasadas, presentes o futuras; esto es, conducirse con
rectitud, ser compasivo y permanecer humilde ante Dios?" Y estamos conformes con
tal que entendamos por la palabra Dios, no el crudo antropomorfismo, que es todavía
la columna vertebral de nuestra teología corriente, sino el simbólico concepto de
aquello que es Vida y Movimiento del Universo, conocer lo cual, en el orden físico, es
conocer el tiempo pasado, presente y futuro, en la existencia de las sucesiones de
fenómenos; y conocer lo cual, en el orden moral, es conocer lo que ha sido, es y será,
dentro de la humana conciencia. (Véase Science e and the Emotions. Discurso
pronunciado en la South Place Chapel Finsbury, London, diciembre 27, 1885.)
ser universal, y sin embargo a nadie se le ocurrió acusarle de ateísmo, excepto a aquellos
que deseaban su muerte. Al inaugurarse un período de actividad —dice la Doctrina
Secreta— tiene lugar una expansión de esta Esencia Divina de fuera adentro y de dentro
afuera, con arreglo a la ley eterna e inmutable, siendo el último resultado de la larga cadena
de fuerzas cósmicas, puestas así en movimiento progresivo, el universo fenomenal y visible.
Del mismo modo, cuando sobreviene la condición pasiva, tiene lugar una contracción de la
Esencia Divina, y la obra previa de la creación es gradual y progresivamente deshecha. El
universo visible se desintegra, sus materiales se dispersan, y solitarias "tinieblas" es lo único
que incuba una vez más sobre la faz del "abismo". Empleando una metáfora de los libros
secretos, que explicará la idea de un modo más claro, una espiración de la "esencia
desconocida" produce el mundo; y una inhalación es causa de que desaparezca. Este
proceso ha tenido lugar de toda eternidad, y nuestro Universo presente es solamente uno de
la serie infinita que no ha tenido principio ni tendrá fin 4.
4
Isis Unveiled, II, págs. 264-65.
Este párrafo será explicado, hasta donde sea posible, en la obra presente. Y si bien tal
como se halla escrito nada contiene de nuevo para el orientalista, su interpretación esotérica
puede contener, sin embargo, muchas cosas que hasta la fecha han permanecido por
completo desconocidas para los eruditos occidentales.
La primera figura es un disco sencillo O. La segunda representa en el símbolo arcaico, un
disco con un punto en el centro , la diferenciación primera en las manifestaciones
periódicas de la Naturaleza eterna, sin sexo e infinita, "Aditi en AQUELLO" 5 o el Espacio
potencial en el Espacio abstracto. En su tercera etapa, el punto se transforma en un diámetro
. Entonces simboliza una Madre–Naturaleza inmaculada y divina, en el Infinito absoluto,
que lo abarca todo. Cuando el diámetro horizontal se cruza por uno vertical ⊕, el símbolo se
convierte en la Cruz Mundana. La humanidad ha alcanzado su Tercera Raza Raíz; éste es el
signo que representa el origen de la vida humana. Cuando desaparece la circunferencia y
queda únicamente la Y, este signo simboliza que la caída del hombre en la materia se ha
realizado ya, y que comienza la Cuarta Raza. La Cruz dentro de un círculo simboliza el
Panteísmo puro; la cruz no inscripta, viene a ser fálica. Tenía los mismos y además otros
significados, que la Tau inscripta en un círculo, o que el martillo de Thor, llamado cruz Jaina,
o simplemente Svástica, dentro de un círculo .
Por medio del tercer símbolo —el círculo dividido en dos por un diámetro horizontal— se
daba a entender la primera manifestación de la Naturaleza creadora, todavía pasiva, por ser
femenina. La primera percepción vaga que el hombre tiene de la procreación, es femenina;
porque el hombre conoce a su madre más que a su padre. De aquí que las deidades
femeninas fuesen más sagradas que las masculinas. La Naturaleza, por tanto, es femenina,
y hasta cierto grado, objetiva y tangible; y el Principio espiritual que la fecunda está oculto 6.
Añadiendo a la línea horizontal en el círculo una línea perpendicular, se formó la Tau Τ, la
más antigua forma de la letra. Tal fue el símbolo de la Tercera Raza hasta el día de su caída
simbólica —esto es, la separación de los sexos efecto de la evolución natural—, cuando la
figura se convirtió en ɸ, o la vida asexual modificada o separada—, un símbolo o jeroglífico
doble. Con las subrazas de nuestra Quinta Raza, vino a ser en simbología el Sacr', y en
hebreo N'cabvah, de las Razas primeramente formadas 7; se cambió entonces en el
emblema de la vida egipcio , y más tarde aún en el signo de Venus . Viene luego la
Svástica (el martillo de Thor, en la actualidad la Cruz Hermética) separada por completo de
su círculo con lo que viene a ser puramente fálica. El símbolo esotérico del Kâlî Yuga es la
estrella de cinco puntas invertida, con sus dos puntas (cuernos) mirando hacia arriba, así ;
signo de la hechicería humana, posición que todo ocultista reconocerá como de la "mano
izquierda", y empleada en la magia ceremonial.
6
Los matemáticos occidentales y algunos cabalistas americanos dicen que también en
la Kabalah "el valor del nombre Jehovah es el del diámetro de un círculo". Añádase a
esto que Jehovah es el tercero de los Sephiroth, Binah, palabra femenina, y se tendrá
la clave del misterio. Este nombre, que es andrógino en los primeros capítulos del
Génesis, se convierte por medio de ciertas transformaciones kabalistas, en masculino,
cainita y fálico. La elección de una deidad entre los dioses paganos, el constituirla en
un dios nacional para invocarla como al "Dios Uno Vivo", el "Dios de los Dioses", y el
proclamar este culto monoteísta, no puede convertir a tal deidad en el Principio Uno,
cuya "Unidad no admite multiplicidad, cambio, ni forma", ni mucho menos en el caso
de una deidad priápica, como hoy se ha demostrado que es Jehovah.
7
Véase la muy significativa obra The Source of Measures, en donde el autor explica la
significación verdadera de la palabra Sacr', de la cual se derivan "sagrado",
"sacramento", palabras que han venido a ser sinónimos de santidad, aunque son
puramente fálicas.
Es de esperar, que gracias a la lectura de esta obra, se modifiquen las ideas erróneas que
en general tiene el público acerca del Panteísmo. Es falso e injusto considerar como ateos a
los ocultistas, buddhistas y advaitis. Aunque no sean todos ellos filósofos, son por lo menos
lógicos, estando fundados sus argumentos y objeciones en el raciocinio escrito. A la verdad,
si el Parabrahman de los hindúes se tomase como representante de las deidades ocultas e
innominadas de otras naciones, se verá que este Principio absoluto, es el prototipo del cual
todas las demás han sido copiadas. Parabrahman no es "Dios" porque no es un Dios. "Es lo
supremo y lo no supremo (parâvara) 8. Es lo supremo como causa, y lo supremo como
efecto. Parabrahman es simplemente, como Realidad sin par, el Kosmos que todo lo abarca
—o más bien el Espacio Cósmico infinito— en el sentido espiritual más elevado, por
supuesto. Siendo Brahman (neutro) la Raíz suprema inmutable, pura, libre, que jamás
declina, "la verdadera Existencia Una, Paramârthika", y el absoluto Chit y Chaitanya
(Inteligencia, Conciencia), no puede conocer, "porque AQUELLO no puede tener objeto de
conocimiento". ¿Puede llamarse a la llama la Esencia del Fuego? Esta esencia es "la Vida y
la Luz del Universo; el fuego y la llama visibles son la destrucción, la muerte y el mal". "El
Fuego y La Llama destruyen el cuerpo de un Arhat; su esencia le hace inmortal" 9. "El
conocimiento del Espíritu absoluto, al modo que la refulgencia del sol o que el calor del
fuego, no es otra cosa más que la misma Esencia absoluta", dice Sankarâchârya. Es "el
Espíritu del Fuego", no el Fuego mismo; por tanto, "los atributos de este último, Calor o
Llama, no son atributos del Espíritu, sino de aquello de que este Espíritu es causa
inconsciente". ¿No es la sentencia anterior la verdadera clave de la filosofía de los últimos
Rosacruces? Parabrahman es, en resumen, la agregación colectiva del Kosmos en su
infinidad y eternidad, el "AQUELLO" Y el "ESTO", A quien no pueden aplicarse agregados
distributivos 10. "En el principio "ESTO" Era el Mismo, uno solamente" 11; el gran
Sankarâchârya explica que "ESTO" se refiere al Universo (Jagat); y que las palabras "en el
principio" significan antes de la reproducción del Universo fenomenal.
8
Mândûkya Upanishad, I, 28.
9
Bodhimür: Libro II.
10
Véase el Vedânta Sâra, por el Mayor G. A. Jacob, así como también The Aphorisms of
Shândilya, traducidos por Cowell, página 42.
11
Aitareya Upanishad.
Por lo tanto, cuando los Panteístas se hacen eco de los Upanishads, que declaran, lo
mismo que la Doctrina Secreta, que "Esto" no puede crear, no niegan la existencia de un
Creador, o más bien de un conjunto colectivo de creadores; lo que hacen únicamente, es
rehusar, con mucha lógica, el atribuir la "creación", y especialmente la formación, cosas que
son finitas, a un Principio Infinito. Para ellos, Parabrahman es una Causa pasiva, porque es
absoluta; es el Mukta incondicionado; y lo único que reniega a esta causa absoluta, es la
Omnisciencia y la Omnipotencia limitadas, porque éstos son también atributos, reflejados en
las percepciones del hombre; y porque, siendo Parabrahman el TODO Supremo, el siempre
invisible Espíritu y Alma de la Naturaleza, inmutable y eterna, no puede tener atributos; pues
lo Absoluto ocluye naturalmente la posibilidad de conexión con una idea cualquiera finita o
condicionada. Y si los vedantinos asignan atributos únicamente a su emanación, llamándola
ISHVARA En unión con Mâyâ, y Avidyâ (Agnosticismo y falta de ciencia, más bien que
ignorancia), es difícil encontrar ateísmo alguno en esta idea 12. Puesto que no pueden existir
ni dos Infinitos ni dos Absolutos en un Universo, que se supone sin límites, apenas puede
concebirse a esta Existencia, que lo es por sí misma, creando personalmente. Para los
sentidos y percepciones de los seres finitos, AQUELLO es No–Ser, en el sentido de que es la
Seidad Una; porque en este TODO YACE oculta su coeterna y coeva emanación o radiación
inherente, la cual, al convertirse periódicamente en Brahmâ (la Potencia masculino–
femenina), se extiende en el Universo manifestado. "Nârâyana moviéndose sobre las Aguas
(abstractas) del Espacio", se transforma en las Aguas de substancia concreta, movidas por
él, que viene a ser ahora el Verbo o Logos manifestado.
12
Sin embargo, orientalistas cristianos llenos de prejuicios, y más bien fanáticos que otra
cosa, pretenden probar que esto es puro ateísmo. Como prueba de esto, véase
Vedânta Sâra, del Mayor Jacob. Y, sin embargo, la antigüedad entera repite este
pensamiento:
Omnis enim per se divom natura necesse est
Immortali aevo summa cum pace fruatir
según dice Lucrecio; — un concepto puramente vedantino.
Los brahmanes ortodoxos, aquellos que mayor oposición hacen a los panteístas y a los
advaitas, llamándoles ateos, se ven obligados, si Manu tiene alguna autoridad en la materia,
a aceptar la muerte de Brahmâ, el Creador, a la terminación de cada Siglo de esta deidad
(100 Años Divinos, período que para expresarlo según nuestros años, requiere quince cifras).
Sin embargo, ningún filósofo entre ellos considerará esta "muerte" en otro sentido que el de
una desaparición temporal del plano manifestado de la existencia, o como un reposo
periódico.
Los ocultistas están, por lo tanto, conformes con los filósofos vedantinos advaitas, en lo
referente al principio mencionado. Demuestran aquéllos la imposibilidad de aceptar, en el
terreno filosófico, la idea del TODO Absoluto, creando, ni aun desenvolviendo el Huevo de
Oro, en el cual se dice que penetra para transformarse en Brahmâ, el Creador, quien se
despliega más tarde en los Dioses y en todo el Universo visible. Dicen los ocultistas que la
Unidad absoluta no puede pasar a la Infinidad, porque la Infinidad presupone la extensión
ilimitada de algo, y la duración de aquel algo; y el Uno Todo —como el Espacio, el cual es su
única representación mental y física en esta Tierra, o plano nuestro de existencia— no es ni
sujeto ni objeto de percepción. Si pudiera suponerse al Todo eterno e infinito, a la Unidad
omnipresente, en vez de ser en la Eternidad, transformándose, por medio de
omanifestaLe(tei)15.6(festaL.5(o5o9í2 c0.6784( N)en v)1-4.9(o)-8( el en estr)6.4(co f)-55 ú4( en)0.2(2 e
condicionado. Sin embargo, lo que dice del Espacio, como "Causa Primera
Desconocida", merece citarse:
"Este algo desconocido, reconocido así como forma corpórea primaria de la Unidad
Simple, e identificado con ella, es invisible e impalpable" [como espacio abstracto,
concedido]; y puesto que es invisible e impalpable, es, por lo tanto, incognoscible. Y
esta incognoscibilidad ha conducido al error de suponer que es un simple vacío, una
mera capacidad receptiva. Pero aun considerado como vacío absoluto, tiene que
admitirse que el espacio es, o ya existente por sí mismo, infinito y eterno, o bien que
haya tenido una primera causa fuera de él, detrás y más allá de él mismo". "Y sin
embargo, aun cuando tal causa pudiera encontrarse y definirse, esto equivaldría tan
sólo a transferir a ella los atributos que de otra manera corresponden al espacio, no
haciéndose así más que rechazar la dificultad del origen un paso más atrás, sin
obtener ninguna luz más en cuanto a la causa primera." (Ob. cit., pág. 5.)
Esto es precisamente lo que han hecho los creyentes en un Creador antropomórfico,
puesto en el lugar de un Dios intracósmico. Muchos, y aun podemos decir que la mayor parte
de los asuntos tratados por el Dr. Pratt, son antiguas ideas y teorías kabalistas que presenta
en una forma completamente nueva: "Nuevos Aspectos" de lo Oculto en la Naturaleza,
ciertamente. El espacio, sin embargo, considerado como una Unidad Substancial (la Fuente
viviente de la Vida), es, como la causa sin Causa Desconocida, el más antiguo dogma del
Ocultismo, millares de años más antiguo que el Pater–Æther de los griegos y latinos. Así son
la "Fuerza y la Materia, como Potencias del Espacio, inseparables y reveladoras incógnitas
de lo Desconocido". Todas ellas se encuentran en la filosofía aria, personificadas por
Vizvakarman, Indra, —Vishnu, etc., etc. Sin embargo, están expresadas, muy filosóficamente
y bajo muchos aspectos no comunes, en la obra anteriormente citada.-
El ocultista acepta la revelación como procedente de Seres divinos, si bien finitos, las
Vidas manifestadas; pero jamás de la Vida Una no manifestable; si de aquellas Entidades
llamadas Hombre Primordial, Dhyâni–Buddhas o Dhyân Chohans, los Rishi–Prajâpati de los
indos, los Elohim o Hijos de Dios de los judíos, los Espíritus Planetarios de todas las
naciones, los cuales han venido a ser Dioses para los hombres. El ocultista considera
también a Âdi–Shakti —la emanación directa de Mûlaprakriti, la eterna RAÍZ de AQUELLO, Y
El aspecto femenino de la Causa Creadora, Brahmâ, en su forma âkâshica del Alma
Universal—, como Mâyâ, filosóficamente, y causa de la Mâyâ humana. Pero esta manera de
ver no le impide creer en su existencia por todo el tiempo que dura, esto es, durante un
Mahâmanvantara; ni aplicar el Âkâsha, la radiación de Mûlaprakriti 16, a fines prácticos, por
hallarse relacionada esta Alma del Mundo con todos los fenómenos naturales conocidos o
desconocidos por la ciencia.
16
En oposición al Universo manifestado de la materia, la palabra Mûlaprakriti (de mûla,
raíz, y prakriti, naturaleza), o la materia primordial no manifestada —llamada por los
alquimistas occidentales Tierra de Adam— es aplicada por los vedantinos a
Parabrahman. La materia es dual en la metafísica religiosa, y septenaria en las
enseñanzas esotéricas, como toda otra cosa en el Universo. Como Mûlaprakriti, es no
diferenciada y eterna; como Vyakta, viene a ser diferenciada y condicionada, según el
Shzvetâshvâtára Upanishad, I, 8, y el Devî Bhâgavata Purâna. El autor de las cuatro
conferencias sobre el Bhagavad Gîtâ, dice hablando de Mûlaprakriti: "Desde su [del
Logos] punto de vista objetivo, Parabrahman le aparece como Mûlaprakriti... Por
supuesto, que este Mûlaprakriti es material para él, como cualquier objeto material lo
es para nosotros... Parabrahman es una realidad incondicionada y absoluta, y
Mûlaprakriti es una especie de velo echado sobre aquél". (Theosophist, vol. VIII, pág.
304.)
Las religiones más antiguas del mundo —exotéricamente, porque la raíz o fundamento
esotérico es uno— son la indostánica, la mazdeísta y la egipcia. Viene luego la caldea,
producto de aquéllas, enteramente perdida para el mundo hoy día, excepto en su
desfigurado sabeísmo tal como al presente lo interpretan los arqueólogos. Después, pasando
por cierto número de religiones de que se hablará más adelante, viene la judaica, que
esotéricamente sigue la línea del magismo babilónico, como en la Kabalah; y exotéricamente
es, como en el Génesis y el Pentateuco, una colección de leyendas alegóricas. Leídos a la
luz del Zohar, los cuatro primeros capítulos del Génesis son los fragmentos de una página
altamente filosófica de cosmogonía. Dejados en su disfraz simbólico, son un cuento de niños,
una horrible espina clavada en el costado de la ciencia y de la lógica, un efecto evidente de
Karma. El haberlos dejado servir de prólogo al cristianismo, fue un cruel desquite por parte
de los rabinos, los cuales conocían mejor lo que significaba su Pentateuco. Fue una protesta
silenciosa contra su despojo, y a la verdad, los judíos llevan hoy la ventaja a sus
perseguidores tradicionales. Las creencias exotéricas anteriormente mencionadas serán
explicadas a la luz de la doctrina universal, a medida que avancemos.
El Catecismo Oculto contiene las siguientes preguntas y respuestas:
¿Qué es aquello que siempre es? — El Espacio, el eterno Anupâdaka [que no tiene
padres].
¿Qué es aquello que siempre fue? — El Germen en la Raíz.
¿Qué es aquello que está siempre viniendo y yendo? — El Gran Aliento.
Entonces, ¿existen tres Eternos? —No; los tres son uno.— Lo que siempre es, es uno; lo
que siempre fue, es uno; lo que está siempre siendo y viniendo a ser, es también uno; y éste
es el Espacio.
Explica ¡oh Lanú! [discípulo]. — El Uno es un Círculo no interrumpido [Anillo] sin
circunferencia alguna, pues no está en ninguna parte y está en todas; el Uno es el Plano sin
límites del Círculo, que manifiesta un Diámetro solamente durante los períodos
manvantáricos; el Uno es el Punto indivisible no encontrado en parte alguna, y percibido en
todas partes durante aquellos períodos; es la Vertical y la Horizontal, el Padre y la Madre, la
cúspide y la base del Padre, las dos extremidades de la Madre, que no llegan en realidad a
parte alguna, porque el Uno es el Anillo, así como también los Anillos que están dentro de
aquel Anillo. Es Luz en las Tinieblas y Tinieblas en la Luz: el "Aliento que es eterno". Procede
de fuera adentro, cuando está en todas partes, y de dentro afuera, cuando no está en
ninguna parte (o sea Mâyâ 17, uno de los Centros)18. Se extiende y se contrae (espiración e
inspiración). Cuando se extiende, la Madre se difunde y esparce; cuando se contrae, la
Madre retrocede y se repliega. Esto produce los períodos de Evolución y de Disolución,
Manvantara y Pralaya. El Germen es invisible e Ígneo, la Raíz [el Plano del Círculo] es fría;
pero durante la Evolución y el Manvantara, su vestidura es fría y radiante. El Aliento caliente
es el Padre que devora la generación de los Elementos de múltiple faz [heterogéneos], y deja
los de una sola faz [homogéneos]. El Aliento frío es la Madre que los concibe, los forma, los
da a luz y los recibe de nuevo en su seno para volverlos a formar otra vez en la Aurora [del
Día de Brahmâ, o Manvantara].
17
Considerando la filosofía esotérica como Mâyâ (o la ilusión de la ignorancia), todas las
cosas finitas, debe necesariamente mirar del mismo modo todos los cuerpos y
planetas intracósmicos, viendo que son algo organizado, y por lo tanto, finito. Así
pues, la expresión "procede de fuera adentro, etc.", se refiere en la primera cláusula a
la aurora del Mahâmanvantara, o gran nueva evolución, después de una de las
disoluciones periódicas completas de todas las formas compuestas de la naturaleza
en su última esencia o elemento, desde el planeta a la molécula; y en su segunda
cláusula, al Manvantara parcial o local, el cual puede ser solar o tan sólo planetario.
18
Por Centro se entiende un centro de energía o un foco cósmico: cuando la llamada
"Creación", o formación de un planeta, es verificada por la fuerza que los ocultistas
designan como Vida, y la ciencia como Energía, entonces el proceso tiene lugar de
dentro afuera, considerándose que todos los átomos contienen en sí mismos la
energía creadora del Aliento divino. Así es que, mientras después de un Pralaya
Absoluto, cuando el material preexistente consiste sólo de Un Elemento y el Aliento
"está en todas partes", este último obra de fuera adentro, después de un Pralaya
Menor, habiendo permanecido todo en statu quo —en un estado de enfriamiento por
decirlo así, como la luna— al primer estremecimiento del Manvantara, el planeta o
planetas comienzan su vuelta a la vida de dentro afuera.
Para que la generalidad de los lectores comprendan con mayor claridad, debe decirse que
la Ciencia Oculta reconoce siete Elementos Cósmicos, cuatro de los cuales son enteramente
físicos, y el quinto (el Éter) semimaterial, el cual llegará a ser visible en el aire hacia el final
de nuestra Cuarta Ronda, para dominar por completo sobre los demás durante toda la
Quinta. Los dos restantes se hallan todavía absolutamente fuera del alcance de la
percepción humana. Aparecerán, sin embargo, como presentimiento durante las Razas
Sexta y Séptima de esta Ronda; y serán conocidos del todo en las Rondas Sexta y Séptima
respectivamente 19. Estos siete Elementos, con sus innumerables subelementos, que son
mucho más numerosos que los conocidos por la ciencia, son simplemente, modificaciones
condicionales y aspectos del Elemento Uno y único. Este último no es el Éter 20, ni siquiera el
Âkâza, sino el origen de éstos. El Quinto Elemento, hoy día invocado con completa libertad
por la ciencia, no es el Éter supuesto por Sir Isaac Newton, aunque él le llama por este
nombre, habiéndolo asociado probablemente en su mente con el Æther, el "Padre–Madre"
de la antigüedad. Como Newton intuitivamente dice: "La Naturaleza es un operador perpetuo
que actúa en forma circular, engendrando fluidos de sólidos, cosas fijas de cosas volátiles y
volátiles de fijas; las sutiles de las groseras y las groseras de las sutiles... Así, quizás,
pueden todas las cosas haberse originado del Éter" 21.
19
Es curioso observar cómo, en los cielos evolucionarios de las ideas, el pensamiento
antiguo parece reflejarse en la especulación moderna. ¿Había leído y estudiado Mr.
Herbert Spencer a los antiguos filósofos indos, cuando escribió cierto pasaje en sus
First Principies (pág. 482)? O es, acaso, un relámpago independiente de percepción
interna, lo que le hace decir semicorrectamente: "Estando fijados en cantidad (?) el
movimiento lo mismo que la materia, parece que al llegar a un límite en cualquiera
dirección el cambio de la distribución de la materia llevado a cabo por el movimiento
(?), este último elemento indestructible habría de necesitar una distribución en sentido
inverso. Al parecer, las fuerzas universalmente coexistentes de atracción y de
repulsión, que, como hemos visto, actúan rítmicamente en todos los cambios menores
del Universo entero, actúan también rítmicamente en la totalidad de sus cambios,
Debe tener presente el lector que las Estancias tratan únicamente de la cosmogonía de
nuestro sistema planetario, y de lo que es visible alrededor suyo, después de un Pralaya
Solar. Las enseñanzas secretas referentes a la evolución del Kosmos Universal no se
pueden dar, pues no serían comprendidas ni aun por las inteligencias superiores de esta
época; y al parecer hay muy pocos Iniciados, aun entre los más grandes, a quienes sea
permitido especular acerca de este punto. Además, dicen los Maestros terminantemente, que
ni siquiera los más elevados Dhyâni–Chahans han penetrado jamás los misterios más allá de
los límites que separan las miríadas de sistemas solares del Sol Central, así llamado. Por lo
tanto, lo que se publica se refiere solamente a nuestro Cosmos visible, después de una
Noche de Brahmâ.
Antes que el lector pase a considerar las Estancias del Libro de Dzyan, que constituyen la
base de la presente obra, es absolutamente necesario que conozca los pocos conceptos
fundamentales que sirven de asiento, y que compenetran todo el sistema a que su atención
va a ser dirigida. Estas ideas fundamentales son pocas en número, pero de su clara
percepción depende la inteligencia de todo lo que sigue; por lo tanto, no es necesario
encarecer al lector lo que importa familiarizarse con ellas desde el principio, antes de
comenzar la lectura de la obra.
La Doctrina Secreta establece tres proposiciones fundamentales:
I. Un PRINCIPIO Omnipotente, Eterno, Sin Límites e Inmutable, sobre el cual toda
especulación es imposible, porque trasciende el poder de la concepción humana, y sólo
podría ser empequeñecido por cualquiera expresión o comparación de la humana
inteligencia. Está fuera del alcance del pensamiento, y según las palabras del Mândûkya es
"inconcebible e inefable".
Para que la generalidad de los lectores perciba más claramente estas ideas, debe
comenzar con el postulado de que hay Una Realidad Absoluta anterior a todo Ser
manifestado y condicionado. Esta Causa Infinita y Eterna, obscuramente formulada en lo
"Inconsciente" y en lo "Incognoscible" de la filosofía europea corriente, es la Raíz sin Raíz de
"todo cuanto fue, es o ha de ser". Hállase, por de contado, desprovista de toda clase de
atributos, y permanece esencialmente sin ninguna relación con el Ser manifestado y finito. Es
la "Seidad" 22, más bien que Ser, Sat en sánscrito, y está fuera del alcance de todo
pensamiento o especulación.
Esta Seidad se simboliza en la Doctrina Secreta bajo dos aspectos. Por una parte, el
Espacio Abstracto absoluto, que representa la mera subjetividad, lo que ninguna mente
humana puede excluir de concepto alguno, ni concebir en sí mismo. Por otra parte, el
Movimiento Abstracto absoluto, que representa la Conciencia Incondicionada. Los mismos
pensadores occidentales han hecho ver que la conciencia es inconcebible para nosotros sin
el cambio, y lo que mejor simboliza el cambio es el movimiento, su característica esencial.
Este último aspecto de la Realidad Una se simboliza también por el término el Gran Aliento,
símbolo suficientemente gráfico para necesitar otra explicación. Así pues, el primer axioma
fundamental de la Doctrina Secreta es esta metafísica Una y Absoluta SEIDAD, Simbolizada
por la inteligencia finita en la Trinidad teológica.
Pueden, sin embargo, servir de auxilio al estudiante algunas explicaciones más, que
añadiremos aquí.
Herbert Spencer ha modificado últimamente su Agnosticismo, de tal modo, que asegura
que la naturaleza de la "Primera Causa" 23, que el ocultista deriva con más lógica de la
Causa sin Causa, lo "Eterno" y lo "Incognoscible", puede ser esencialmente la misma que la
de la conciencia que reside dentro de nosotros; en resumen: que la Realidad impersonal que
compenetra el Kosmos, es el puro noúmeno del pensamiento. Este adelanto de su parte le
lleva muy cerca del principio esotérico y vedantino 24.
22
Seidad: neologismo que nos hemos visto obligados a introducir para traducir la palabra
inglesa Be-ness, que es también un neologismo. Indica el algo que hace que el Ser
sea; la cualidad del Ser. (N. del T.)
23
"Primera", presupone necesariamente algo que "es lo primero aparecido", "lo primero
en tiempo, espacio y categoría"; y, por lo tanto, finito y condicionado. Lo "primero" no
puede ser lo Absoluto, porque es una manifestación. Así pues, el Ocultismo oriental
llama al Todo Abstracto la Causa Una sin Causa, la Raíz sin Raíz, y aplica el nombre
"Primera Causa" al Logos, en el sentido que Platón da a esta palabra.
24
Véanse las cuatro eruditas conferencias de T. Subba Row, sobre el Bhagavad Gîtâ, en
The Theosophist de febrero de 1887.
Así como la Ideación Precósmica es la raíz de toda conciencia individual, así también la
Substancia Precósmica es el substrátum de la Materia en sus varios grados de
diferenciación.
Por lo dicho se verá con claridad que el contraste de estos dos aspectos de lo Absoluto es
esencial para la existencia del Universo Manifestado. Separada de la Substancia cósmica, la
Ideación Cósmica no podría manifestarse como conciencia individual; pues sólo por medio
de un vehículo (upâdhi) de materia, surge esta conciencia como "Yo soy Yo"; siendo
necesaria una base física para enfocar un Rayo de la Mente Universal a cierto grado de
complejidad. A su vez, separada de la Ideación Cósmica, la Substancia Cósmica
permanecería como abstracción vacía, y ninguna manifestación de Conciencia podría
seguirse.
El Universo Manifestado, por lo tanto, está informado por la dualidad, la cual viene a ser la
esencia misma de su Existencia como manifestación. Pero así como los polos opuestos de
Sujeto y Objeto, de Espíritu y Materia, son tan sólo aspectos de la Unidad Una, en la cual
están sintetizados, así también en el Universo Manifestado existe "algo" que une el Espíritu a
la Materia, el Sujeto al Objeto.
Este algo, desconocido al presente para la especulación occidental, es llamado Fohat por
los ocultistas. Es el "puente" Por el cual las Ideas que existen en el Pensamiento Divino,
pasan a imprimirse sobre la Substancia Cósmica, como Leyes de la Naturaleza. Fohat es así
la energía dinámica de la Ideación Cósmica; o considerado bajo su otro aspecto, es el medio
inteligente, el poder directivo de toda manifestación, el Pensamiento Divino transmitido y
hecho manifiesto por medio de los Dhyân Chohans 25, los Arquitectos del Mundo visible. Así,
del Espíritu o Ideación Cósmica, viene nuestra Conciencia; de la Substancia Cósmica los
diversos Vehículos en que esta Conciencia se individualiza y llega al yo, a la conciencia de sí
mismo, o conciencia reflexiva; mientras que Fohat, en sus manifestaciones varias, es el
eslabón misterioso que une la Mente a la Materia, el principio vivificador que electriza cada
átomo para darle vida.
25
Llamados Arcángeles, Serafines, etc., por la Teología cristiana.
Dzyan, "La aparición y desaparición de Mundos, es como el flujo y el reflujo regular de las
mareas."
26
"Peregrino" es el nombre dado a nuestra Mónada (los Dos en uno) durante su ciclo de
encarnaciones. Es el único Principio inmortal y eterno que existe en nosotros, siendo
una porción indivisible del todo integral, el Espíritu Universal, del cual emana, y en el
cual es absorbida al final del ciclo. Cuando se dice que emana del Espíritu Uno, se
emplea una expresión tosca e incorrecta, por falta de palabras propias. Los vedantinos
la llaman Sûtrâtmâ (Alma–Hilo); pero sus explicaciones difieren algo de las de los
ocultistas; explicar estas diferencias es asunto de los vedantinos.
27
— lo primero que despierta a la vida activa es el plástico Âkâsha, el Padre–Madre, el
Espíritu y el Alma del Éter, o sea el Plano del Círculo. El Espacio es llamado la Madre, antes
de su actividad cósmica, y el Padre–Madre en la primera etapa, de su despertar. En la
Kabalah es también Padre–Madre–Hijo. Pero mientras en la doctrina oriental, éstos
constituyen el Séptimo Principio del Universo Manifestado, o su Atma–Buddhi-Manas
(Espíritu–Alma–Inteligencia), ramificándose y dividiéndose la Tríada en siete Principios
cósmicos y en siete principios humanos; en la Kabalah occidental de los místicos cristianos,
se considera la Triada o Trinidad, y entre sus ocultistas, el Jehovah macho–hembra, Jah–
Havah. En esto estriba toda la diferencia entre las Trinidades esotérica y cristiana. Los
místicos y los filósofos, los panteístas orientales y occidentales, sintetizan su Tríada
pregenética en la abstracción divina pura. El ortodoxo, la antropomorfiza. Hiranyagarbha,
Hari Samsâra 28, las tres Hipóstasis del Espíritu que se manifiesta (el "Espíritu del Espíritu
Supremo", con cuyo título saluda Prithivî, la Tierra, a Vishnu en su Avatâra primero), son las
cualidades abstractas puramente metafísicas de la Formación, la Conservación y la
Destrucción, y son las tres divinas Avasthâs (Hipóstasis) de lo que "no perece con las cosas
creadas", Achyuta, nombre de Vishnu; mientras que el cristiano ortodoxo escinde su Deidad
creadora personal en los tres, personajes de la Trinidad, y no admite ninguna Deidad
superior. Esta última es, en Ocultismo, el Triángulo abstracto; para el ortodoxo, es el Cubo
perfecto. El dios creador o los dioses reunidos, son considerados por, el filósofo oriental
como Bhrântidarshanatah, "falsas apariencias", algo "concebido, por razón de apariencias
erróneas, como una forma material", y que se explica como procedente del concepto ilusorio
del Alma humana personal y egotista (el Quinto Principio inferior). La traducción corregida
que aparece en las notas de Fitzedward Hall, a la versión de Wilson del Vishnu Purâna, lo
expresa de un modo feliz: "Brahmâ en su totalidad, tiene esencialmente el aspecto de
Prakriti, así desplegado como sin desplegar (Mûlaprakriti), y también el aspecto del Espíritu y
el aspecto del Tiempo. El Espíritu, ¡oh tú, dos veces nacido!, es el aspecto principal del
Brahmâ Supremo 29. El aspecto siguiente es doble: Prakriti, a la vez desplegado y sin
desplegar; y el último es el Tiempo". A Cronos se le presenta también en la teogonía órfica
como siendo un Dios o agente engendrado.
27
No son los organismos físicos los que permanecen en statu quo, y menos aún sus
principios psíquicos, durante los grandes Pralayas Cósmicos o los Solares, sino
únicamente sus fotografías, âkâshicas o astrales. Pero durante los Pralayas Menores,
los planetas, una vez sumidos en la "Noche", permanecen intactos, aunque muertos, a
la manera de un enorme animal que, sepultado en los hielos polares, se conserva lo
mismo durante largos períodos.
28
Esto es: Brahmâ, Vishnu y Shiva. (N. de los Traductores.)
29
Spencer, a pesar de que lo mismo que Schopenhauer y que von Hartmann,
únicamente reflejó un aspecto de los antiguos filósofos esotéricos, y, por lo tanto,
conduce a sus lectores a la lúgubre orilla de la desesperación agnóstica,
reverentemente formula así el gran misterio: "lo que permanece inmutable en cantidad,
aunque siempre cambiando de formas bajo estas apariencias sensibles que el
Universo nos presenta, es un poder desconocido e incognoscible, al que nos vemos
obligados a reconocer como ilimitado en el Espacio, y sin principio ni fin en el Tiempo".
Sólo la Teología pretenciosa se atreve a medir el Infinito y a descorrer el velo que
cubre a lo Insondable e Incognoscible; jamás lo hace la Ciencia ni la Filosofía.
La Estancia I describe el estado del TODO UNO durante el Pralaya, antes del primer
movimiento del despertar de la Manifestación.
Basta pensar un momento para comprender que tal estado sólo puede expresarse
simbólicamente, ; pues es imposible describirlo. Y ni aun puede ser simbolizado sino por
medio de negaciones; porque siendo el estado de lo Absoluto per se, no puede tener ninguno
de aquellos atributos específicos que nos sirven para describir los objetos en términos
positivos. De aquí que sólo puede sugerirse tal estado por medio de la negación de todos
aquellos atributos más abstractos que los hombres sienten, más bien que conciben, como el
límite más remoto a que puede llegar su poder de concepción.
La Estancia II describe una etapa que para una inteligencia occidental viene a ser casi tan
idéntica al estado referido en la primera Estancia, que el explicar la idea de su diferencia
requeriría por sí sola un tratado. Por tanto, debe quedar a la intuición y a las facultades más
elevadas, del lector, el penetrar hasta donde sea posible la significación de las frases
alegóricas de que se hace uso. En verdad, hay que tener presente que todas estas Estancias
hablan más a las facultades íntimas que a la inteligencia ordinaria del cerebro físico.
La Estancia III describe el despertar del Universo a la vida después del Pralaya. Refiere
cómo surgen las Mónadas de su estado de absorción en el seno del Uno; cuya etapa es la
primara y superior en la formación de los Mundos. El término Mónada puede aplicarse lo
mismo al más vasto Sistema Solar, que al átomo más diminuto.
La Estancia IV presenta la diferenciación del "Germen" del Universo en la Jerarquía
Septenaria de Poderes Divinos conscientes, que son las manifestaciones activas de la
Suprema Energía Una. Ellos son los constructores y modeladores, y en último término los
creadores de todo el Universo manifestado, en el único sentido en que el nombre de
"Creador" es inteligible; dan forma al Universo y le dirigen; son los Seres inteligentes que
ajustan y vigilan la evolución, encarnando en sí mismos aquellas manifestaciones de la Ley
Una, que conocemos como "Leyes de la Naturaleza".
Genéricamente son conocidos con el nombre de Dhyân Chohans, si bien cada uno de los
diversos grupos tiene su propia denominación en la Doctrina Secreta.
Esta etapa de la evolución es llamada en la mitología india la "Creación de los Dioses".
La Estancia V describe el proceso de la formación del mundo. En primer lugar, Materia
Cósmica difusa; después el "Torbellino Ígneo", la primera etapa de la formación de una
nebulosa. Esta nebulosa se condensa y, después de pasar por varias transformaciones,
forma un Universo Solar, una Cadena Planetaria o un solo Planeta, según los casos.
La Estancia VI indica las etapas subsiguientes de la formación de un "Mundo", mostrando
la evolución de este Mundo hasta su cuarto gran período, que corresponde al período en que
vivimos actualmente.
La Estancia VII continúa la historia, trabando el descenso de la vida hasta la apariencia del
hombre; y así termina el libro primero de LA DOCTRINA SECRETA.
El desarrollo del "Hombre" desde su primera aparición sobre esta tierra en la Ronda
actual, hasta el estado en que hoy se encuentra, constituirá el asunto de los libros tercero y
cuarto.
Las Estancias que forman la tesis de todas las secciones de esta obra, se presentan
traducidas en lenguaje moderno; pues hubiera sido por demás inútil el hacer el asunto más
dificultoso con la introducción de la fraseología arcaica del original, cuyo estilo y palabras son
enigmáticos. Se intercalan extractos de las traducciones china, tibetana y sánscrita de los
Comentarios y Glosas originales de Senzar sobre el Libro de Dzyan, siendo ésta la primera
vez que dichas traducciones se vierten a un lenguaje europeo. Es casi innecesario decir que
tan sólo son aquí citadas porciones de las siete Estancias. Si se publicasen completas,
serian incomprensibles para todos, excepción hecha de unos cuantos elevados ocultistas.
Tampoco hay necesidad de asegurar aquí al lector que la escritora, o más bien la humilde
reproductora de estas líneas, no entiende mejor que la mayor parte de los profanos aquellas
porciones suprimidas.
Con objeto de facilitar la lectura y de evitar referencias demasiado frecuentes a notas
puestas al pie, se ha considerado más cómodo reunir textos y glosas, usando los nombres
propios sánscritos y tibetanos, cuando no pudiesen evitarse, con preferencia a los originales;
con tanta mayor razón, cuanto que tales nombres son todos aceptados como sinónimos,
usándose los últimos tan sólo entre los Maestros y sus Chelas (o discípulos).
Si hubiera de traducirse al español el versículo primero empleando únicamente los
sustantivos y términos técnicos que constan en una de las versiones tibetana y senzar, diría
como sigue:
Tho-ag en Zhi-gyu durmió siete Khorlo, Zodmanas zhiba. Todo Nyug seno. Konch-hog no;
Thyan-Kam no; Lha-Chohan no; Tenbrel Chugnyi no; Dharmakâya cesó; Tgenchang no
había llegado a ser; Barnang y Ssa en Ngovonyidj; solamente Tho-og Yínsin en la noche de
Sun-chan y Yong-grub (Paranishpanna), etc.
Todo esto sonaría como un completo Abracadabra.
Como esta obra se ha escrito para instrucción de los estudiantes de Ocultismo y no en
beneficio de los Filólogos, evitaremos términos extranjeros semejantes, siempre que sea
posible. Únicamente se dejan los términos intraducibles, que no se comprendan sin una
explicación; pero todos ellos se darán en su forma sánscrita. No hay para qué recordar al
lector que éstos son, en casi todos los casos, los últimos desarrollos de este lenguaje, y
pertenecen a la Quinta Raza Raíz. El sánscrito, tal como ahora se conoce, no fue hablado
por los atlantes; y la mayor parte de los términos filosóficos empleados en los sistemas de la
India, posteriores al período del Mahâbhârata, no se encuentran en los Vedas ni en las
Estancias originales, sino tan sólo sus equivalentes. Al lector que no sea teósofo, se le invita,
una vez más, a considerar todo lo que sigue como un cuento de hadas, si así le parece; todo
lo más, como una especulación de soñadores, aún no demostrada; y en el peor de los casos,
como una de tantas hipótesis científicas, pasadas, presentes y futuras, algunas de las cuales
ya han muerto, mientras otras todavía están en pie. No es ella, en sentido alguno, menos
científica que muchas de las llamadas teorías científicas; pero en todo caso es más filosófica
y más probable.
En vista de los muchos comentarios y explicaciones que se necesitan, las referencias a las
notas se señalar de la manera acostumbrada; al paso que las sentencias que tienen que ser
comentadas, se marcan con letras. Se añaden algunas materias en los capítulos que tratan
del simbolismo, los cuales contienen a menudo mayor instrucción que los Comentarios.
PARTE PRIMERA
LA EVOLUCIÓN CÓSMICA
•
ESTANCIA I
1. El Eterno Padre, envuelto en sus Siempre Invisibles Vestiduras, había dormitado una
vez más por Siete Eternidades.
2. El Tiempo no existía, pues yacía dormido en el Seno Infinito de la Duración.
3. La Mente Universal no existía, pues no había Ah-hi para contenerla.
4. Las Siete Sendas de la Felicidad no existían. Las Grandes Causas de la Desdicha no
existían, porque no había nadie que las produjese y fuese aprehendido por ellas.
5. Sólo tinieblas llenaban el Todo Sin Límites; pues Padre, Madre e Hijo eran una vez más
Uno, y el Hijo no había aún despertado para la nueva Rueda y su Peregrinación en ella.
6. Los Siete Señores Sublimes y las Siete Verdades habían dejado de ser; y el Universo,
el Hijo de la Necesidad, estaba sumido en Paranishpanna, para ser exhalado por aquello que
es, y sin embargo, no es. Ninguna cosa existía.
7. Las Causas de la Existencia habían sido destruidas; lo Visible que fue y lo Invisible que
es, permanecían en Eterno No–Ser — el Único Ser.
8. La Forma Una de Existencia, sin límites, infinita, sin causa, se extendía sola en Sueño
sin Ensueño; y la Vida palpitaba inconsciente en el Espacio Universal, en toda la extensión
de aquella Omnipresencia que percibe el Ojo Abierto de Dangma.
9. Pero, ¿dónde estaba Dangma cuando el Álaya del Universo estaba en Paramârtha, y la
Gran Rueda era Anupâdaka?
ESTANCIA II
1. ...¿Dónde estaban los Constructores, los Brillantes Hijos de la Aurora del
Manvantara?... En las Tinieblas Desconocidas, en sus Ah-hi Paranishpanna. Los Productores
de la Forma, derivada de la No–Forma, que es la Raíz del Mundo, la Devamâtri y Svabhâvat,
reposaban en la felicidad del No–Ser.
2. ...¿Dónde estaba el Silencio? ¿En dónde los oídos para percibirlo? No; no había
Silencio ni Sonido; nada, salvo el Incesante Hálito Eterno, para sí mismo ignoto.
3. La Hora no había sonado todavía; el Rayo no había brillado aún hacia dentro del
Germen; la Mâtripadma aún no se había henchido.
4. Su Corazón no se había abierto todavía para recibir el Rayo Único, y caer después,
como Tres en Cuatro, en el Regazo de Maya.
5. Los Siete no habían nacido todavía del Tejido de Luz. El Padre–Madre, Svabhâvat, era
sólo Tinieblas; y Svabhâvat estaba en tinieblas.
6. Estos Dos son el Germen, y el Germen es Uno. El Universo estaba aún oculto en el
Pensamiento Divino y en el Divino Seno.
ESTANCIA III
1. ...La última Vibración de la Séptima Eternidad palpita a través del Infinito. La Madre se
hincha y se ensancha de dentro afuera como el Botón del Loto.
2. Cunde la Vibración, y sus veloces Alas tocan al Universo entero y al Germen que mora
en las Tinieblas; Tinieblas que alientan sobre las dormidas Aguas de la Vida.
3. Las Tinieblas irradian la Luz, y la Luz emite un Rayo solitario en las Aguas, dentro del
Abismo de la Madre. El Rayo traspasa el Huevo Virgen; el Rayo hace estremecer al Huevo
Eterno, y, desprende el Germen no Eterno, que se condensa en el Huevo del Mundo.
4. Los Tres caen en los Cuatro. La Radiante Esencia viene a ser Siete interiormente, Siete
exteriormente. El Luminoso Huevo, que es Tres en sí mismo, cuaja y se esparce en
Coágulos blancos como la leche, por toda la extensión de las Profundidades de la Madre: la
Raíz que crece en los Abismos del Océano de la Vida.
5. La Raíz permanece. La Luz permanece. Los Coágulos permanecen, y sin embargo,
Oeaohoo es Uno.
6. La Raíz de la Vida estaba en cada Gota del Océano de Inmortalidad, y el Océano era
Luz Radiante, la cual era Fuego y Calor y Movimiento. Las Tinieblas se desvanecieron, y no
fueron más: desaparecieron en su Esencia misma, el Cuerpo de Fuego y Agua, del Padre y
la Madre.
7. He aquí, ¡0h, Lanú!, al Radiante Hijo de los Dos, la Gloria refulgente sin par —el
Espacio Luminoso, Hijo del Negro Espacio, que surge de las Profundidades de las grandes
Aguas Obscuras. Él es Oeaohoo, el Más Joven, el ***. Él brilla como el Sol, es el
Resplandeciente Dragón Divino de la Sabiduría. El Uno es Cuatro, y Cuatro toma para sí
Tres 1, y la unión produce el Sapta, en quien están los Siete que vienen a ser los Tridasha,
las Huestes y las Multitudes. Contémplale levantando el Velo y desplegándolo de Oriente a
Occidente. Oculta lo de Arriba y deja ver lo de Abajo como la Gran Ilusión. Señala los sitios
para los Resplandecientes, y convierte lo Superior en un Mar de Fuego sin orillas, y el Uno
Manifestado en las Grandes Aguas.
1
En la traducción inglesa del sánscrito, los números se citan en este lenguaje: Eka,
Chatur, etc. Se ha creído preferible darlos en español. (N, del T.)
8. ¿Dónde estaba el Germen y dó estaban entonces las Tinieblas? ¿En dónde está el
Espíritu de la Llama que arde en tu Lámpara, ¡oh, Lanú!? El Germen es Aquello, y Aquello es
la Luz, el Blanco Hijo Resplandeciente del Obscuro Padre Oculto.
9 La Luz es Llama Fría, y la llama es Fuego, y el Fuego produce el Calor, que da lugar al
Agua — el Agua de Vida en la Gran Madre.
10. El Padre–Madre teje una Tela, cuyo extremo superior, está unido al espíritu, Luz de la
Obscuridad Única, y el inferior a la Materia, su extremidad de sombras. Esta Tela es el
Universo, tejido con las Dos Substancias hechas en Uno, que es Svabhâvat.
11. Se ensancha cuando el Soplo de Fuego se extiende sobre ella; se contrae cuando el
Aliento de la Madre la toca. Los Hijos se disgregan entonces y se esparcen, para volver al
Seno de su Madre, al final del Gran Día, y ser de nuevo unos con ella. Cuando se enfría, se
hace radiante. Sus Hijos se dilatan y contraen dentro de Sí mismos y en sus Corazones; ellos
abarcan el Infinito.
12. Entonces Svabhâvat envía a Fohat para endurecer los Átomos. Cada uno es una parte
de la Tela. Reflejando al "Señor que existe por Sí Mismo", como un Espejo, cada cual a su
vez viene a ser un Mundo.
ESTANCIA IV
1. ...Hijos de la Tierra, escuchad a vuestros Instructores, los Hijos del Fuego. Sabed que
no hay ni primero ni último; porque todo es un Número, que procede de lo que no es Número.
2. Aprended lo que nosotros que descendemos de los Siete Primeros, lo que nosotros,
que nacimos de la Primitiva Llama, hemos aprendido de nuestros Padres...
3. Del Resplandor de la Luz —el Rayo de las Eternas Tinieblas— surgen en el Espacio las
Energías despertadas de nuevo; el Uno del Huevo, el Seis y el Cinco. Después el Tres, el
Uno, el Cuatro, el Uno, el Cinco, el doble Siete, la Suma Total. Y éstas son las Esencias, las
Llamas, los Elementos, los Constructores, los Números, los Arûpa, los Rûpa y la Fuerza o el
Hombre Divino, la Suma Total. Y del Hombre Divino emanaron las Formas, las Chispas, los
Animales Sagrados, y los Mensajeros de los Sagrados Padres dentro del Santo Cuatro.
4. Éste era el Ejército de la Voz, la Divina Madre de los Siete. Los Destellos de los Siete
están sometidos y son los servidores del Primero, del Segundo, del Tercero, del Cuarto, del
Quinto, del Sexto y del Séptimo de los Siete. Éstos son llamados Esferas, Triángulos, Cubos,
Líneas y Modeladores: pues así se sostiene el Eterno Nidâna — el Oi-Ha-Hou.
5. El Oi-Ha-Hou, que es las Tinieblas, el Ilimitado o el que no es Número. Âdi-Nidâna,
Svabhâvat, el Oi-Ha-Hou.
I. El Âdi-Sanat, el Número; pues él es Uno.
II. La Voz de la Palabra, Svabhâvat, los Números; pues él es Uno y Nueve.
III. El "Cuadrado sin Forma".
Y estos Tres, encerrados dentro del O, son el Cuatro Sagrado; y los Diez son el Universo–
Arûpa. Luego vienen los Hijos, los Siete Combatientes, el Uno, el Octavo excluido, y su
Aliento que es el Hacedor de la Luz.
5. ...Después los Segundos Siete, que son los Lipika, producidos por los Tres. El Hijo
Desechado es Uno. Los "Hijos–Soles" son innumerables.
ESTANCIA V
1. Los Siete Primordiales, los Siete Primeros Soplos del Dragón de la Sabiduría, producen
a su vez el Torbellino de Fuego con sus Sagrados Alientos de Circulación giratoria.
2. Ellos hacen de él, el Mensajero de su Voluntad. El Dzyu se convierte en Fohat: el Hijo
veloz de los Hijos Divinos, cuyos Hijos son los Lipika, lleva mensajes circulares. Fohat es el
Corcel, y el Pensamiento el Jinete. Él atraviesa como el rayo las nubes de fuego; da Tres y
Cinco y Siete Pasos a través de las Siete Regiones superiores y de las Siete inferiores. Alza
la Voz, y llama a las Chispas innumerables y las reúne.
3. Él es su conductor, el espíritu que las guía. Cuando comienza su obra, separa las
Chispas del Reino Inferior, que se ciernen y tiemblan gozosas en sus radiantes moradas, y
forma con ellas los Gérmenes de las Ruedas. Las coloca en las Seis Direcciones del
Espacio, y una en el Centro: la Rueda Central.
4. Fohat traza líneas espirales para unir la Sexta a la Séptima — la Corona. Un Ejército de
los Hijos de la Luz se sitúa en cada uno de los ángulos; los Lipika se colocan en la Rueda
Central. Dicen ellos: "Esto es bueno". El primer Mundo Divino está dispuesto, el Primero, el
Segundo. Entonces, el "Divino Arûpa" se refleja en Chhâyâ Loka, la Primera Vestidura de
Anupâdaka.
5. Fohat da cinco pasos, y construye una rueda alada en cada ángulo del cuadrado para
los Cuatro Santos... y sus Huestes.
6. Los Lipika circunscriben el Triángulo, el Primer Uno, el Cubo, el Segundo Uno y el
Pentaclo dentro del Huevo. Éste es el Anillo llamado "No Se Pasa", para los que descienden
y ascienden; para los que durante el Kalpa están marchando hacia el Gran Día "Sed Con
Nosotros"... Así fueron formados los Arûpa y los Rûpa: de la Luz Única, Siete Luces; de cada
una de las Siete, siete veces Siete Luces. Las Ruedas vigilan el Anillo...
ESTANCIA VI
1. Por el poder de la Madre de Misericordia y Conocimiento, Kwan-Yin —la Triple de
Kwan-Shai-Yin, que reside en Kwan-Yin-Tien— Fohat, el Aliento de su Progenie, el Hijo de
los Hijos, habiendo hecho salir de las profundidades del Abismo inferior la Forma Ilusoria de
Sien-Tchan y los Siete Elementos.
2. El Veloz y Radiante Uno produce los Siete Centro Laya, contra los cuales nadie
prevalecerá hasta el Gran Día "Sed Con Nosotros"; y asienta el Universo sobre estos Eternos
Fundamentos, rodeando a Sien-Tchan con los Gérmenes Elementales.
3. De los Siete — primero Uno manifestado. Seis ocultos; Dos manifestados, Cinco
ocultos; Tres manifestados, Cuatro ocultos; Cuatro producidos, Tres escondidos; Cuatro y Un
Tsan revelados, Dos y Una Mitad ocultos; Seis para manifestarse. Uno dejado aparte.
Últimamente, Siete Pequeñas Ruedas girando; una dando nacimiento a la otra.
4. Él las construye a semejanza de Ruedas más antiguas, colocándolas en los Centros
Imperecederos.
¿Cómo las construye Fohat? Él reúne el Igneo Polvo. Hace Esferas de Fuego, corre al
través de ellas y a su alrededor, infundiéndoles vida; y después las pone en movimiento: a
las unas en esta dirección, a las otras en aquélla. Están frías, y él las caldea. Están secas, y
él las humedece. Brillan, y él las aventa y las refresca. Así procede Fohat del uno al otro
Crepúsculo, durante Siete Eternidades.
5. En la Cuarta, los Hijos reciben orden de crear sus Imágenes. La Tercera parte se niega.
Las Otras Dos obedecen.
La Maldición se pronuncia. Nacerán en la Cuarta; sufrirán y harán sufrir. Ésta es la
Primera Guerra.
5. Las Ruedas más Antiguas rodaban hacia abajo y hacia arriba... La hueva de la Madre
llenaba el Todo. Hubo Batallas reñidas entre los Creadores y los Destructores, y Batallas
reñidas por el Espacio; apareciendo y reapareciendo la Semilla continuamente.
7. Haz tus cálculos, Lanú, si quieres saber la edad exacta de tu Pequeña Rueda. Su
Cuarto Rayo "es" nuestra Madre. Alcanza el Cuarto Fruto del Cuarto Sendero del
«Conocimiento que conduce al Nirvâna, y tú comprenderás porque verás...
ESTANCIA VII
1. He aquí el principio de la Vida informe senciente.
Primero, el Divino, el Uno que procede del Espíritu–Madre; después, el Espiritual; los Tres
emanando del Uno, los Cuatro emanando del Uno, y los Cinco, de los cuales proceden los
Tres, los Cinco y los Siete. Éstos son los Triples y los Cuádruples hacia abajo; los Hijos
nacidos de la Mente del Primer Señor, los Siete Resplandecientes. Ellos son tú, yo, él ¡oh,
Lanú!, los que velan sobre ti y tu madre, Bhûmi.
2. El Rayo Único multiplica los Rayos menores. La Vida precede a la Forma, y la Vida
sobrevive al último átomo. A través de los Rayos innumerables el Rayo de Vida, el Uno
parecido a un Hilo que ensarta muchas cuentas.
3. Cuando el Uno se convierte en Dos, aparece el Triple, y los Tres son Uno; y éste es
nuestro Hilo, ¡oh, Lanú!, el Corazón del Hombre–Planta, llamado Saptaparma.
4. Él es Raíz que Jamás perece; la Llama de Tres Lenguas y Cuatro Pabilos. Los Pabilos
son las Chispas que parten de la Llama de Tres Lenguas proyectada por los Siete —de
quienes es la Llama— Rayos de Luz y Chispas de una Luna que se refleja en las movientes
Ondas de todos los Ríos de la Tierra.
5. La Chispa pende de la Llama por el más tenue hilo de Fohat. Ella viaja a través de los
Siete Mundos de Mâyâ. Se detiene en el Primero; y es un Metal y una Piedra; para el
Segundo, y hela hecha una Planta; la Planta gira a través de siete cambios, y viene a ser un
Animal Sagrado. De los atributos combinados de todos ellos, se forma Manu, el Pensador.
¿Quién lo forma? Las Siete Vidas y la Vida Una. ¿Quién lo completa? El Quíntuplo Lha. ¿Y
quién perfecciona el último Cuerpo? Pez, Pecado y Soma...
6. Desde el Primer nacido, el Hilo entre el Silencioso Vigilante y su Sombra, se hace más y
más fuerte y radiante a cada Cambio. La Luz del Sol de la mañana se ha cambiado en la
gloria del mediodía...
7. "Ésta es tu Rueda actual" —dijo la Llama a la Chispa—. "Tú eres yo misma, mi imagen
y mi sombra. Yo me he revestido de ti, y tú eres mi Vâhan hasta el día "Sed Con Nosotros",
en que has de volver a ser "yo misma y otros, tú misma y yo". Entonces los Constructores,
terminada su primera Vestidura, descienden sobre la radiante Tierra, y reinan sobre los
Hombres, que son ellos mismos.
___________
[Así acaba esta parte de la narración arcaica, obscura, confusa, casi incomprensible.
Trataremos ahora de hacer luz en estas tinieblas, para sacar el significado de esta aparente
falta de sentido.]
COMENTARIOS
de las Siete Estancias y sus expresiones
siguiendo el orden de numeración
de aquéllas y de las slokas
ESTANCIA I
1
El Espacio.
2
En el libro II, c. VIII del Vishnu Purâna, se declara: "Por inmortalidad se entiende la
existencia hasta el fin del Kalpa"; y Wilson, su traductor, observa en una nota: "Esto,
según los Vedas, es todo lo que debe comprenderse de la inmortalidad [o eternidad]
de los dioses; éstos perecen al final de la disolución universal [o Pralaya]". Y la
Filosofía Esotérica dice: "Ellos no 'perecen', sino que son "reabsorbidos".
un período posterior, habiendo tenido origen después de la muerte de Buddha. Sin embargo,
los principios de esta última son tan antiguos como las montañas en medio de las cuales han
existido semejantes escuelas desde tiempo inmemorial; y en realidad, las escuelas Hînayâna
y Mahâyâna enseñan ambas las mismas doctrinas. Yâna o Vehículo es una expresión
mística, y ambos "Vehículos" significan que el hombre puede escapar de la tortura de los
renacimientos, y aun de la falsa felicidad del Devachan, por medio del logro de la Sabiduría y
del Conocimiento, únicos que pueden disipar los frutos de la Ilusión y de la Ignorancia.
Mâyâ, o Ilusión, es un elemento que entra en todos los seres finitos, dado que todas las
cosas que existen poseen tan sólo una realidad relativa y no absoluta, puesto que la
apariencia que el noúmeno oculto asume para cualquier observador, depende de su poder
de cognición. Una pintura para la vista no educada del salvaje la vez primera que la ve, es
una confusión incomprensible de líneas y de manchas de color, mientras que la vista
habituada descubre en seguida en ella una cara o un paisaje. Nada es permanente mas que
la Existencia única, absoluta y oculta, que contiene en sí misma los noúmenos de todas las
realidades. Las existencias pertenecientes a cada plano del ser, hasta los más elevados
Dhyân Chohans, son, relativamente, de la naturaleza de las sombras proyectadas por una
linterna mágica sobre un lienzo blanco. Sin embargo, todas las cosas son relativamente
reales, puesto que el conocedor es también una reflexión, y por lo tanto las cosas conocidas
son tan reales para él como él mismo. Cualquiera que sea la realidad que posean las cosas,
debe buscarse esta realidad en ellas, antes o después que hayan pasado, a manera de un
relámpago al través del mundo material; pues nosotros no podemos conocer una existencia
semejante directamente mientras sólo poseamos instrumentos sensitivos que conduzcan
sólo la existencia material al campo de nuestra conciencia. En cualquier plano que nuestra
conciencia pueda encontrarse actuando, tanto nosotros mismos como las cosas
pertenecientes a aquel plano, son, en aquel entonces, nuestras únicas realidades. Pero a
medida que nos vamos elevando en la escala del desenvolvimiento, nos damos cuenta de
que en las etapas al través de las cuales hemos pasado, hemos confundido las sombras por
las realidades, y que el progreso del Yo hacia lo alto consiste en una serie de
despertamientos progresivos, llevando consigo a cada avance la idea de que, en aquel
momento al menos, hemos alcanzado la "realidad"; pero únicamente cuando hayamos
logrado la Conciencia absoluta y compenetrado con ella la nuestra propia, nos
encontraremos libres de las ilusiones producidas por Mâyâ.
7
Véase Wassilief: Der Buddhismus, págs. 97-128.
5. SÓLO TINIEBLAS LLENABAN EL TODO SIN LÍMITES (a); PUES PADRE, MADRE E
HIJO ERAN UNA VEZ MÁS UNO, Y EL HIJO NO HABÍA DESPERTADO TODAVÍA
PARA LA NUEVA RUEDA 8 Y SU PEREGRINACIÓN EN ELLA (b).
8
El término "Rueda" es la expresión simbólica para un mundo o globo, lo cual
demuestra que los antiguos se daban cuenta de que nuestra Tierra era un globo que
giraba, y no un cuadrado inmóvil como han enseñado algunos Padres cristianos. La
"Gran Rueda" es la duración completa de nuestro Ciclo de existencia o Mahâkalpa, o
sea la revolución completa de nuestra Cadena especial de siete Globos o Esferas
desde el principio hasta el fin; las "Pequeñas Ruedas" significan las Rondas, de las
cuales existen también siete.
(a) Las "Tinieblas son Padre–Madre; la Luz su Hijo", dice un antiguo proverbio oriental. La
luz es inconcebible, a no ser que se la considere como viniendo de algún origen que sea
causa de la misma; y como en el caso de la Luz Primordial aquel origen es desconocido, si
bien claman enérgicamente por él la razón y la lógica, por esto lo llamamos "Tinieblas" desde
un punto de vista intelectual. En cuanto a la luz prestada o secundaria, cualquiera que sea su
origen, puede tener tan sólo un carácter temporal y mayávico. Las Tinieblas constituyen,
pues, la Matriz Eterna, en la cual los Orígenes de la Luz aparecen y desaparecen. En este
nuestro plano nada se añade a las tinieblas para convertirlas en luz, o a la luz para
transformarla en tinieblas. Ellas son permutables, y científicamente la luz es tan sólo un
modo de las tinieblas y viceversa. Sin embargo, ambas son fenómenos del mismo noúmeno,
el cual es tinieblas absolutas para la mente científica, y tan sólo un obscuro crepúsculo para
la percepción de la generalidad de los místicos; si bien para el ojo espiritual del Iniciado es la
luz absoluta. El que percibamos más o menos la luz que brilla en las tinieblas, es cosa que
depende de nuestro poder de visión. Lo que es luz para nosotros, es tinieblas para ciertos
insectos; y el ojo del clarividente ve iluminación allí en donde el ojo normal tan sólo percibe
obscuridad. Cuando todo el Universo permanecía sumido en Sueño, o sea que había vuelto
a su único elemento primordial, no existían allí ni centro de luminosidad, ni ojo para percibir la
luz, ; y las tinieblas necesariamente llenaban el "Todo sin Límites".
(b) El "Padre y la Madre" son los principios masculino y femenino en la Naturaleza Raíz;
los polos opuestos que se manifiestan en todas las cosas en cada plano del Kosmos, o
Espíritu y Substancia en un aspecto menos alegórico, cuya resultante es el Universo, o el
"Hijo". Son "una vez más Uno", cuando en la noche de Brahmâ, durante el Pralaya, todo en
el Universo objetivo ha vuelto a su causa única, eterna y primaria, para reaparecer a la
siguiente Aurora, como lo hace periódicamente. "Kârana" —la Causa Eterna— estaba sola.
Para expresarlo con mayor claridad: Kârana permanece sola durante las Noches de Brahmâ.
El Universo anterior objetivo se ha disuelto en su Causa única, eterna y primaria, y por
decirlo así, se mantiene en disolución en el espacio, para diferenciarse otra vez y
cristalizarse de nuevo a la siguiente Aurora Manvantárica, que es el principio de un nuevo
Día o nueva actividad de Brahmâ, símbolo de un Universo. Hablando esotéricamente,
Brahmâ es el Padre–Madre–Hijo, o Espíritu, Alma y Cuerpo a un mismo tiempo, siendo cada
personaje el símbolo de un atributo, y cada atributo o cualidad un efluvio graduado del Divino
Aliento en sus diferenciaciones cíclicas, involucionaria y evolucionaría. En el sentido
cósmico–físico, es el Universo, la Cadena Planetaria y la Tierra; en el puramente espiritual,
es la Deidad Desconocida, el Espíritu Planetario y el Hombre (el Hijo de los dos, criatura de
Espíritu y de Materia; su manifestación en sus periódicas apariciones sobre la tierra durante
las "Ruedas", o los Manvantaras).
9
La Perfección Absoluta, Paranirvâna, que es Yong-Grub.
(a) Los "Siete Señores Sublimes" son los Siete Espíritus Creadores, los Dhyân Chohans,
que corresponden a los Elohim hebreos. Es la misma Jerarquía de Arcángeles a la cual
pertenecen San Miguel, San Gabriel y otros en la teogonía cristiana. Sólo que, así como a