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Gwarayu Ñe’ësa 2

ȃ, ȇ, ȋ, ȏ, ȗ ã, ẽ, ĩ, õ, ũ


ä, ë, ï, ö, ü
ǎ, ě, ǐ, ǒ, ǔ
q, cu
gw
ĭ ì, í ɨ, +
k, kw
gu, gü
y̌, ŷ ỹ, ý

ɨ ɨ̈

’, h h, j s, z, ts

Revista sobre la lengua Guarayu - Número 2, abril 2020


Editora Dra. Swintha Danielsen
Gwarayu Ñe’ësa 2

Revista sobre la lengua guarayu - Número 2


Editora Dra. Swintha Danielsen

Urubichá – Santa Cruz – Bolivia

Abril 2020
Citar como:

Danielsen, Swintha (ed.). 2020. Gwarayu Ñe’ësa 2 – Revista sobre la lengua guarayu. Urubichá, Santa
Cruz.

Impreso en Urubichá, Bolivia

Tirada de esta edición: impresión a la demanda.


Prólogo

Este es el segundo número de la revista Gwarayu Ñe’ësa. Como expliqué en el primer número, aquí
les presentaré mi trabajo de lingüista sobre el idioma guarayu. El artículo de este número fue
publicado el año pasado (2019), y contamos con una de mis publicaciones más recientes. Se trata
de una vista a todas las ortografías usadas para escribir el guarayu – en la actualidad y en el pasado
–, junto con la explicación del por qué se ha elegido tal manera de escribir. Como sabemos,
ortografías de cada idioma en el mundo andan modificándose. Eso no es solamente verdad de
lenguas que fueron escritas relativamente tarde y – como en nuestro caso, iniciado por los
misioneros –, sino es verdad de lenguas como español y alemán también. Cada tantos años se
publican innovaciones y revisiones o actualizaciones de las ortografías de estas lenguas. Así el caso
del guarayu no es nada raro. Observamos unas letras y maneras elegidas por los misioneros al inicio,
pero de a poco los guarayos mismos escribían su lengua, y por fuerzas internas, pero también
externas, la ortografía se corregía, se cambiaba, se individualizaba, hasta ser lo que es hoy en día, y
todavía seguimos cambiando las convenciones. Si ustedes ya han discutido sobre la escritura en los
documentos antiguos, o si se han comparado con el guaraní paraguayo, donde se conoce la letra ɨ
como y, deben leer este artículo. Les va a gustar tener una cronología exacta de cada cambio en la
ortografía del guarayu. Como cada ortografía tuvo más o menos su lógica consistente, es también
posible leer textos en otras escrituras, en la mente traducimos a la forma que conocemos. Este
artículo entonces sirve además como una clave para leer textos antiguos y de cada época. Tampoco
me olvido indicar los puntos que todavía quedan inciertos con respecto a una convención
ortográfica del guarayu.

El artículo presente fue publicado en la revista Páginas y Signos de la Universidad Mayor de San
Simón de Cochabamba (UMSS). Esta revista ya me había dado la oportunidad a publicar sobre mi
investigación dos veces antes. Por mayor parte, la presentación aquí no fue cambiada de la fuente
por contenido, pero sí añadí algunas imágenes y la introducción de las cuales para lo que no hubo
espacio en la publicación mencionada; además algunos detalles de formato han sido adaptados.
Una versión online se encuentra en la plataforma SCRIBD, detalles de las fuentes encuentren en la
primera página del artículo.

Aunque mencionado en este artículo en todo detalle, quiero enfocar aquí la existencia de un teclado
guarayu en forma de una aplicación para Android; entonces si quieren escribir todas las letras en su
celular en el futuro y no se han instalado todavía, por favor, consulten el Google Playstore y busquen
por el Teclado Sudamericano. Por las instalaciones para computadoras, sean de Windows o de
Macintosh, deberían consultarme directamente, porque las instalaciones son unas carpetas que no
he subido al internet todavía. Mi contacto es por correo electrónico a [email protected].

Como en tiempos de restricciones por el coronavirus, el mundo está funcionando de otro modo,
esta revista será impreso en casa según la demanda de la gente. La versión digital comparto
libremente en la plataforma SCRIBD, como siempre. Agradezco dos pequeñas donaciones para la
realización de esta revista, las cuales, sin embargo, estoy usando para comprar víveres para mi
barrio en Urubichá. Así que cualquier apoyo de su parte está siempre bienvenido.

1
Esta revista es un producto (en papel o digital) de la página del Facebook:

https://www.facebook.com/GwarayuNeesa

El contenido de las revistas planificadas y ya publicadas:

Gwarayu Ñe’ësa

Número 1: La historia de la lengua guarayu, febrero 2020

Número 2: Las ortografías del guarayu – historia y actualidad, abril 2020

Número 3: El idioma guarayu y sus hablantes (Introducción de la publicación digital del


diccionario Hoeller 1932), junio 2020

Número 4: Bibliografía completa del idioma guarayu; diccionarios del guarayu y del guarasu,
agosto 2020

Número 5: La primera gramática del guarayu (1841) – la herencia de los Franciscanos en


Guarayos, Bolivia, octubre 2020

Número 6: La lengua guarayu en su actualidad: lenguaje de jóvenes, en el internet, y en medios


impresos, diciembre 2020

Así ¡queden atentos!, todo este año 2020 va a salir la revista, y ¡no nos vamos a aburrir en esta
cuarentena!

2
Artículo de la fuente publicada:

Danielsen, Swintha. 2019. Las ortografías del guarayu: historia y actualidad – Araka’e ikwachiaprɨ
iyavei kuritëi ikwachiaprɨ. Revista Páginas & Signos 15. Cochabamba, 89-131. Copia online:
https://de.scribd.com/document/446300606/Araka-e-ikwachiapr%C9%A8-iyavei-kuritei-
ikwachiapr%C9%A8-Las-ortografias-del-guarayu-historia-y-actualidad.

Araka’e ikwachiaprɨ iyavei kuritëi ikwachiaprɨ


Las ortografías del guarayu: historia y actualidad
[título en inglés]

Swintha Danielsen1

RESUMEN
Saber escribir y leer una lengua indígena ha sido un asunto complicado desde las primeras notas en
las lenguas en Bolivia. Hoy en día escribir significa formar parte de la sociedad. Este artículo resume
las maneras como se ha escrito la lengua guarayu desde los primeros manuscritos hasta su alfabeto
oficial, extendiéndose a la cuestión de escribir guarayu en los medios digitales. La descripción
cronológica muestra cuáles de los grafemas han sido más conflictivos y han provocado más
alternancia. Estos conocimientos no solamente nos facilitan leer los documentos antiguos —por
recibir una clave precisa—, sino también contribuyen a la conciencia de las convenciones elegidas.
El mundo digital nos presenta nuevos obstáculos —la cuestión del teclado—, los cuales creemos
haber solucionado para el guarayu en los últimos años. El artículo concluye con unos casos que
quedan por discutir en las reglas ortográficas del guarayu, pasando aún adelante de la pura
grafemización.

Palabras clave: ortografía, símbolos especiales, teclado, guarayu

[cortado: resumen en inglés]

1. Ñe’ësa imboɨpɨ agwä – Introducción


El tiempo actual está dominado por los medios digitales, escribir es aún más importante. La escritura
reemplaza el hablar por todos lados, y, si hablamos de/ en lenguas indígenas, el factor escribir puede
ser muy fuerte y decidir el futuro de una lengua. No solamente depende del número de hablantes
si una lengua sobrevive en nuestro tiempo, sino también si participa en todos los espacios que el
1
La autora es experta de las lenguas indígenas de las tierras bajas de Bolivia, sobre todo de lenguas
Arawak/Arahuac y Tupí-Guaraní. Para documentar la lengua guarayu, la autora ha tenido el proyecto GIZAC
(2014-2018), afiliado con la Universidad de Leipzig, financiado por el programa ELDP de SOAS, Londres. El
archivo se encuentra en la dirección: https://elar.soas.ac.uk/Collection/MPI1032005. Actualmente está
apoyando al ILC-Gwarayu y sobre todo en Urubichá para la conservación de la lengua, la estandarización de
reglas ortográficas y el desarrollo de software, como el Teclado Sudamericano e instalaciones para las
computadoras. Correo electrónico: [email protected].

3
lenguaje ocupa. Además, en la mayoría de los casos, las lenguas que todavía existen hoy en día son
las que fueron escritas relativamente temprano. No quiere decir que la escritura reemplace la
necesidad de hablar, ni que los sistemas de escritura de cada lengua no queden con disputas
pendientes, pero la presencia o no en el mundo de las letras, sobre todo en el mundo digital, puede
decidir el uso de un idioma en el futuro.

Este artículo da un resumen de los sistemas ortográficos que fueron aplicados a la lengua guarayu
de Santa Cruz, Bolivia (§3). Comenzando con los manuscritos de los primeros franciscanos en
Guarayos, pasando por las primeras publicaciones impresas en idioma guarayu, llegamos a la
ortografía estandarizada del 2003. Entender cómo se representaba cada sonido en trabajos que no
se ajustan a esta ortografía nueva nos da la oportunidad de transferir los textos para poder leerlos
hoy. Resulta que la ortografía no solamente debería incluir un alfabeto, sino reglas ortográficas, por
este motivo, el artículo presenta los casos más urgentes de clarificación y regulación del guarayu en
la última sección (§4). Mis conocimientos del guarayu son tanto sincrónicos como diacrónicos, lo
que quiere decir que yo estudio la lengua en la actualidad y estoy publicando sobre mis
investigaciones, pero también pude estudiar mucho de los documentos más antiguos (§2). Eso me
da la oportunidad de ver los cambios en la historia del idioma guarayu (ver Danielsen, 2018).

El sistema de fonemas del guarayu que proponemos es el siguiente (ver Danielsen et al., 2019):

Figura 1: Vocales fonémicas del guarayu

sonora bilabial alveolar alveolar- palatal velar (labializadas) glotal


+/- palatal
oclusivas - p t k kw
g
+ w
m n
oclusivas - ( p) ( t) ( k)
prenasalizadas + mb nd ( g) ( gw)
fricativas - (s)
+
africadas - ts tʃ
nasales m n (ɲ)
vibrantes r
aproximantes y (w)
Tabla 1: Consonantes fonéticas del guarayu (cambiado mínimamente de Crowhurst, 2000, p. 7)

4
2. Mba’ese omboɨpɨ oikwachia gwarayu ñe’ë pɨpe yuvɨreko? – Sobre la historia de
escribir el guarayu
Como sabemos, la mayoría de las lenguas del mundo no usaban una escritura para hacer el lenguaje
más permanente que el de su uso directo en la comunicación. Sin embargo, eso no significa que no
haya habido otros modos de memorizar y guardar conocimientos tradicionales. El modo de
transmisión oral, sin embargo, necesitaba siempre la interacción entre por lo menos dos personas.
Así se guardaban muchos conocimientos, pero se los adaptaban también a cada momento y nuevos
tiempos. La transmisión oral entonces no es una conservación fija de la lengua y la cultura. No es
igual a contar con un texto escrito con todo su ambiente y las actitudes de este mismo tiempo de
su producción. Muchas lenguas en los países sudamericanos fueron trasvasadas a la escritura
alfabética por los europeos que llegaron en el curso de la colonización.

Los textos con mayor influencia han sido los de los jesuitas, en la primera época de cristianización.
Su fin era, en primer lugar, el aprendizaje de las lenguas indígenas para el éxito en la conversión
religiosa. Entonces, los jesuitas escribieron diccionarios y gramáticas de muchas lenguas, varias de
aquellas ya están extintas en la actualidad. Con estos documentos, en muchos casos, nos quedan
los únicos registros de lenguas que se han perdido. En la lingüística histórica comparativa, estos
documentos son de mucho valor, ya que se puede investigar las influencias de lenguas en otros
tiempos y las posibles migraciones de la gente que las hablaban. También ayudan a reconstruir
formas antiguas de lenguas y así proponer una proto-lengua de las familias lingüísticas. Desde el
siglo XX, se han tomado en cuenta muchas lenguas antiguas para, por ejemplo, reconstruir la familia
Tupí-Guaraní y el tronco Tupí (ver Rodrigues, 1984/85; Rodrigues & Cabral, 2002). Con base en la
clasificación más reciente (Michael et al., 2015, p. 204), podemos clasificar el guarayu como lengua
Tupí-Guaraní del subgrupo sureño (ver también Danielsen et al., 2019).

La obra más influyente para los estudios Tupí-Guaraní ha sido la gramática y el diccionario del
guaraní de Ruíz de Montoya (1639 o 1993 [1640]; 1994 [1640]). No solamente todos los jesuitas que
llegaron a pueblos de habla guaraní usaban su obra, sino también los que trabajaban con otras
lenguas, por ejemplo, el chiquitano. Y después de la expulsión de los jesuitas en 1767, otros padres
tomaron lo que Montoya había elaborado como base para sus estudios con otras lenguas. Usaron
la estructura de su presentación, sus categorías y sobre todo su modo de transcribir ciertos sonidos
que no se habían conocido en Europa, como por ejemplo la vocal central ɨ.

2.1 Ikwachiaprɨ araka’endar – Escribir el guarayu en la historia (1823-1940)


Después de concluir la misión jesuítica en Bolivia, llegaron los franciscanos para seguir sus huellas.
El primer padre que escribió el idioma guarayu fue el franciscano padre Francisco Lacueva, que llegó
en 1823 a vivir en Guarayos por dos décadas. Los documentos de Lacueva se han perdido, al parecer.
Recientemente, sin embargo, se ha encontrado una copia de la gramática del guarayu de Lacueva
realizada por el copista Manuel Viudes (ver Danielsen, 2018). El también franciscano Viudes llegó a
Guarayos junto con el padre José Cors en 1840. Mientras que la descripción de la cultura guaraya
de José Cors (Cors [1875] en Mendoza, 1957) fue publicada y recibió mucha atención, la gramática
antigua no fue estudiada hasta hace poco (en preparación en Dietrich & Danielsen). La copia de
Viudes (§3.1) queda en forma manuscrita y usa las convenciones conocidas de Montoya (1639).

5
Después de estos estudios de la lengua guarayu, se han producido algunos textos católicos, para
hacer la misa en guarayu. Así tenemos los textos de Pesciotti (1910), y otros. En estos tiempos ya se
imprimía libros y entonces se obligaba la representación de letras en forma impresa (§3.1).

La próxima publicación de una gramática del guarayu la encontramos en Priváser (1903), otro
franciscano mandado desde Tarata, la base de los franciscanos en Cochabamba. Esta gramática es
una reedición de la de Lacueva, como el autor mismo dice (Priváser, 1903, Prólogo), pero él añadió
muchos ejemplos, listas de palabras y corrigió ejemplos en la gramática según sus conocimientos.
El texto no es idéntico en varias partes. Hemos transliterado el texto de nuevo y está en proceso de
republicación con un nuevo análisis (Danielsen & Guayarabey, en prep.).

Este año hemos encontrado otro diccionario manuscrito por el padre Alberto Singer de San Pablo
de Guarayos (más de 300 páginas con la misma cantidad de hojas de comentarios), lo cual puede —
con un poco de suerte— ser una copia del diccionario de Lacueva, aunque ciertos detalles no lo han
comprobado todavía. Este documento queda en fila para la investigación en los próximos años.2
Aquí solamente resumimos algunos detalles de su trabajo en §3.1.

Cardús (1883) publica La doctrina cristiana: en guarayu y castellano y también una reedición de los
textos católicos de Pesciotti (1910) en Cardús (1916); todos sus textos presentan una nueva
ortografía semejante a la que luego usa Hoeller (§3.2). La traducción del catecismo al guarayu tiene
una larga tradición y sigue hasta el presente (ver Armoye, 2017). Parece que la versión que publicó
Cardús en 1901 ha sido traducida por Pesciotti (ver Cardús, 1901, Prefacio). Esta traducción
seguramente constituía la base de la traducción publicada por Buehl (1939), la versión que se ha
usado hasta en el presente. En Manzano (1945, p. 61), dan cuenta de que esta versión del catecismo
ha sido traducida por Hoeller. Lo que se nota es que Cardús ya usa otra ortografía en sus
publicaciones de textos guarayos desde 1883, y no sabemos por qué razón los otros padres no la
tomaron hasta el padre Hoeller.

Trabajos con un valor lingüístico incalculable son la gramática y el diccionario del padre Alfredo
Hoeller (1932a, 1932b). Su trabajo completo está publicado en alemán, y por eso es poco accesible
a la población boliviana. En castellano–guarayu, Hoeller solamente produjo un esbozo de diccionario
(1929). El año 2019 se ha publicado la digitalización, traducción y actualización del diccionario de
Hoeller (1932a) y su esbozo (Hoeller, 1929) en Internet por la autora y sus colegas (Danielsen et al.,
2019).3 Después de Hoeller, Recalde (1940) publicó un resumen de la gramática del guarayu basada
en Hoeller (1932b) en una revista en Paraguay, usando inconsistentemente la ortografía de Hoeller
y la antigua.

2.2 Ikwachiaprɨ ipare katu sendar – Escribir el guarayu en el siglo XX (1961-2019)


Durante el siglo XX, muchos textos religiosos fueron publicados en el idioma guarayu, mayormente
por grupos católicos, usando la ortografía de Hoeller. A partir de 1961, se comenzó a usar otra letra
para la vocal central ɨ, pero se mantuvo la distinción en c y qu como grafemas para el sonido [k]
hasta el alfabeto oficial del guarayu en el 2003.

2
Voy a solicitar un proyecto para poder trabajar sistemáticamente con este documento precioso.
3
Para la traducción de la gramática de Hoeller (1932b), estoy todavía buscando fondos.

6
Esta nueva ortografía de los años 1960 del guarayu fue introducida por los lingüistas misioneros
evangélicos del ILV (Instituto Lingüístico de Verano) que llegaron desde los Estados Unidos a Bolivia
después de la reforma educativa y por invitación de Bolivia en 1954 (Crevels, 2002, p. 26). En estos
tiempos, los lingüistas misioneros trabajaron con todas las lenguas de Bolivia, sobre todo en tierras
bajas. La motivación fue la alfabetización, y así la integración de toda la población a la educación
escolar. La alfabetización se enfocaba en poder leer y escribir el castellano, y, aunque las lenguas
indígenas fueron escritas en estos tiempos, el escribir estas lenguas no fue conceptualizado como
el fin de esta reforma (ver imagen 5, más abajo). Como he argumentado en otro lado (Danielsen,
2012, p. 297), fueron los años 50 la última época en la que muchas lenguas fueron todavía
transmitidas; después perdieron sus hablantes sucesivamente. Los lingüistas del ILV, que llegaron a
Urubichá en Guarayos en el año 1961 (ver Newton, 1978, p. 165), entonces pretendían hacer caso
a la demanda, y publicaron para el guarayu el libro Ayerocɨ-pota (Yo quiero leer) 1 y 2 (Jackson, 1968,
1971), pero en el fondo su objetivo era, por supuesto, la misión evangélica, razón por la cual también
comenzaron a traducir el Nuevo Testamento al guarayu (luego revisado y publicado por Wycliffe
Bible Translators 1985 y la Sociedad Bíblica Boliviana 2003). Como se ve en §3.3, los lingüistas del
ILV en realidad usaron dos ortografías diferentes, una para las publicaciones para el pueblo en
Bolivia, otra para publicaciones lingüísticas.

Después de la expulsión de los lingüistas misioneros del ILV, llegaron otros evangélicos, entre ellos
Nuevas Tribus o la Sociedad Bíblica, y siguieron con la producción de materiales cristianos en el
guarayu. Así, la Sociedad Bíblica publicó, junto con los hablantes del guarayu, el Nuevo Testamento
(2003), ya en la nueva ortografía. Aunque podemos decir que los lingüistas evangélicos han iniciado
el estudio lingüístico con los hablantes mismos, su papel perdió importancia a partir de fines de los
años 1990. Los materiales del ILV servían como base de muchos lingüistas estadounidenses para
prepararse para estudios más avanzados. En 1990, ya se levantaron los indígenas de tierras bajas
con marchas que llamaron la atención política y, como resultado importante, en los años siguientes
lograron que se titulen sus territorios. En este tiempo, llegaron a Bolivia lingüistas como Colette
Grinevald de Francia, Pilar Valenzuela de Perú y Megan Crowhurst de EEUU, para realizar estudios
lingüísticos con el fin de desarrollar alfabetos para cada lengua de Bolivia. Crowhurst nos dejó un
documento no publicado (Crowhurst, 2000) que parece resultar de su estudio con el guarayu en
Ascensión en tres viajes al campo (es decir, a Bolivia), en donde propone un alfabeto para el guarayu
y compara la lengua con el guaraní. Me contaron4 que también Bret Gustafson apoyó en este
proceso, como experto de las lenguas guaraní de Bolivia. En el año 1997 o un poco después, hubo
una asamblea grande de los Guarayo, el COPNAG y varias instituciones para aprobar el nuevo
alfabeto. En el 2003 salió el libro sobre el alfabeto aprobado (Aeguazu et al., 2003), que desde
entonces se usa para escribir el guarayu.

Un paso muy importante fue que el sonido [k] ya no seguía la ortografía del castellano, sino se
escribía con el grafema k. Otros cambios se detallan más abajo (§3.4). Con esta nueva ortografía
fueron publicados varios libros, en parte financiados por ONG, proyectos pequeños y también por
el IPELC5, ILC Gwarayu (Instituto de Lengua y Cultura Guarayu) y sus instituciones precedentes.

4
Entrevista con Celso Armoye, 11.7.2019, en Urubichá.
5
Instituto Plurinacional de Lenguas y Culturas.

7
Actualmente el guarayu es una de las pocas lenguas que se usa en Internet, en el Facebook, en
WhatsApp, y por eso hay la necesidad de escribir con los teclados de computadoras y celulares.
Sobre estas escrituras y nuevos teclados escribo en §3.5.

En §3.6 doy una vista conjunta de la cronología de los cambios de grafemas en la historia del escribir
el guarayu.

3. Mära e’i pïa oikwachia gwarayu ñe’ë yuvɨreko? – Las ortografías del guarayu
En este capítulo se ilustra las diferencias entre las convenciones ortográficas que encontramos en
el guarayu público como mencionamos en §2. Las etapas más significativas son los primeros
manuscritos en guarayu (§3.1), incluyendo las primeras publicaciones impresas al inicio del siglo XX
y el documento manuscrito por Singer (1913), la ortografía (§3.2) de otras publicaciones impresas,
como por ejemplo Cardús (1916) y Hoeller (1929, 1932a, b), la ortografía ya generalizada después
de la visita del ILV antes del 2003 (§3.3), la escritura en el alfabeto oficial del guarayu en 2003, es
decir, la ortografía actual (§3.4), y las variaciones ortográficas que se encuentran en los medios
digitales (§3.5). En §3.6 se da un resumen de los cambios en su cronología con una tabla (tabla 2)
general de todas las alternancias.

3.1 Yɨpɨndar: La primera ortografía del guarayu


El primer documento para investigar es la gramática de Lacueva/Viudes (L/V, 1841), que existe en
forma manuscrita. No solamente los autores (o el copista — no sabemos cuánto o qué añadió Viudes
a la obra de Lacueva) dan varias referencias sobre la gramática de Montoya (1639, no se sabe cuál
versión tenían ellos), sino, para toda la estructura de la gramática del guarayu, sirvieron Montoya y
otra obra más o menos elaborada con base en Montoya, también sobre el guaraní, Restivo (1724),
como ejemplo. Lacueva/Viudes (1841, p. 1) observa que “Esta lengua es el idioma guaraní algo
variado”. Así tampoco sorprende que encontremos las mismas convenciones ortográficas en
Lacueva/Viudes, tal como se han aplicado al guaraní en Montoya. En los primeros tiempos, al
escuchar sonidos que no conocían, los europeos tenían que encontrar un modo de representarlos.
En el caso del guaraní y del guarayu, se trataba especialmente de los siguientes fenómenos:

a. sonidos que no se conocen tan sistemáticamente y no corresponden exactamente al


castellano: las vocales nasales (se conocen del portugués)
b. sonidos que no se conocen exactamente así en castellano: la fricativa [h] y las consonantes
labializadas [gw, kw]
c. sonidos que no se reconocen del castellano, porque no son grafemizados: la oclusiva glotal
[ ]
d. sonidos que no se conocen del castellano: la vocal central no redonda [ɨ] y su par nasal [ɨ ͂ ]
e. sonidos que varían un poco del castellano, como los fonemas [k], [ts] y [ ]
Las convenciones que se ilustra en esta sección fueron entonces introducidas para el guarayu por
Lacueva y luego adaptadas en Priváser (1903), Pesciotti (1910) y Singer (1913). Por esta razón, se
muestran las cuatro fuentes y sus decisiones ortográficas aquí.

Las vocales nasales posiblemente no presentaron un problema grande, porque el portugués las
conoce también. Eso seguramente también explica el uso de la tilde para marcar nasalidad en

8
Montoya, en la impresión de 1639, donde la añadieron manualmente a las letras impresas. En la
terminología antigua, se refieren a “narigales” cuando hablan de vocales nasales. Y, aunque
Lacueva/Viudes (1841, p. 2) nota con respecto a la nasalización de vocales:
La 2ª pronunciacion es narigal que se forma en la nariz cuja nota es esta ^ v.g. ȋtȃ la concha,
ita sin narigal significa piedra; y con guteral ĭta significa: nadar. (L/V, 1841, p. 2)

Escribe una vez que se va a usar el circunflejo ^, pero luego usa mayormente un acento redondo ︢.
En algunos casos sí usa la tilde ῀, sobre todo donde hay el diptongo de la vocal central nasal seguida
por la i:
La 5ª [pronunciación] es la ĩ cóntracta que de ordinario se hace cuando concurre alguna
vocal con la i final v.g. oye oĩ, se fueron. Encima de esta i final contracta se suele poner una
tilde de esta manera ^ . Si son dos ii al fin de la diccion la primera siempre es gutural […].
(L/V, 1841, p. 3)

Otra vez, esta cita muestra que el autor equipara la tilde con el acento circunflejo, como con el
acento redondo (arriba). Sorprende un poco que Lacueva/Viudes, aunque escriba con la mano, no
prefiera la tilde, sino toma el acento redondo para marcar la nasalidad, en general.6 Entonces cada
vocal a, e, i, o, u tiene su contraparte nasal ȃ, ȇ, ȋ, ȏ, ȗ.

Exactamente así lo han adaptado Singer (1913) y Pesciotti (1910), ver las imágenes 1 y 2:

Imagen 1: Pesciotti (1910), pasaje de la página 4.

En la obra de Priváser (1903), que es una copia libre de Lacueva y adaptada por el autor según sus
conocimientos, las convenciones son más o menos las mismas, solo que hay más variación. En su
caso, eso se debe en parte al hecho que presenta ya un libro impreso y se obliga a las posibilidades
de la imprenta. Por eso usa el circunflejo en vez del acento redondo. No obstante, eso no explica
por qué varía tanto con los diacríticos de vocales nasales. Él no solo usa â, ê, î, ô, û, sino también las
variantes con el carón, ǎ, ě, ǐ, ǒ, ǔ, sin ninguna diferencia cualitativa. Él dice: “La pronunciacion nasal
se forma en la nariz, y se nota con este signo ̑ , ̆ , v. g. ȋtă: concha” (Priváser, 1903, p. 2). Como la
cita muestra, su intención no fueron los acentos circunflejo y carón, sino en realidad los acentos
redondos. En toda su obra están en variación libre. Tal vez se relaciona con la poca costumbre de
imprimir en una lengua indígena. El acento circunflejo se mantiene en algunas ortografías del
guaraní.

6
No se puede averiguar la versión de Montoya que ellos hayan usado; posiblemente él había usado este
diacrítico también.

9
Mientras que Lacueva/Viudes (1841, pp. 3-4) todavía descubre que “[l]a h que tiene mucho uso en
guarani, en guarayos se pronuncia regularmente como z v.g. bohapĭ = mbozapĭ tres”, encontramos
un par de palabras que presentan el grafema h, por ej. Hae, ‘él, ella, este’ y Huma ‘¿cuál?, ¿cuáles?’
(L/V, 1841, p. 18). No podemos decir si quería representar de verdad una fricativa [h], la cual existe
solo en algunas interjecciones del guarayu, si quería marcar una glotal inicial en estos casos, o si se
trata de palabras copiadas del guaraní. Suponemos por lo menos la existencia del sonido [h] en esta
obra y su representación por el grafema h en estos casos. Priváser (1903) copia la h en algunos casos
de Lacueva, pero en otros la elimina.

Las consonantes labializadas son reconocidas, pero no se conceptualizan como fonemas. Así se
muestra en la representación menos consistente. Mayormente el foco está en la consonante y la
labialización es marcada por una u. Entonces tenemos quachiar [kwat iar] ‘papel’ (L/V, 1841, p. 47)
y cueze, quese [kwetse] ‘hace algunos días’ (L/V, 1841, pp. 23, 67) para escribir [kw]; y guapĭ [gwapɨ]
‘sentarse’ (L/V, 1841, p. 43) y huacararaĭcĭ [gwakara raɨtsɨ] ‘ternero’ (L/V, 1841, p. 13)7 para escribir
[gw].

La oclusiva glotal [ ] fue a menudo ignorada, entonces la ortografía no la representaba, como en


Zemimboe [tsemimbo e] ‘discípulo’ (L/V, 1841, pp. 18, 33), o la marca por un acento en la segunda
vocal en una secuencia de vocales separadas por la glotal, como en Aé [a e] ‘esto’ (L/V, 1841, p. 17).
También se encuentra un caso con la h para la glotal en aheya [a eja] ‘también’ (L/V, 1841, p. 68).
Priváser ya introdujo otro modo para diferenciar diptongos de dos vocales separadas por una glotal:
la primera vocal recibe la diéresis, como, por ejemplo, en “üu, o uhu” [u u] ‘flecha’ (Priváser, 1903,
p. 3).

Lo más interesante es siempre la representación y la percepción de la vocal central [ɨ] en los


primeros documentos de las lenguas indígenas que tienen esta vocal en su reportorio. El guarayu,
como el guaraní, tiene esta vocal oral y su contraparte nasal como fonemas. En L/V (1841) se
encuentran dos grafemas para estos sonidos, seguramente por no poder añadir dos diacríticos a
una sola letra. Sobre la vocal ĭ [ɨ], la fuente escribe lo siguiente, lo cual también muestra algo de la
percepción de este sonido:
La 1ª [pronunciación] es gutural, que se ha de pronunciar en el hueco de la boca donde se
pronuncia la j contrayendo la lengua un poco hácia dentro, aunque no con la fuerza de la j
que yere la letra, sino blandamente; su nota es esta que siempre cae sobre la ĭ ó y̌ vocal,
como y̌bĭ, la tierra, con acento largo. Esta guteral Guarani se pronuncia en Guarayo de
diversos modos: unas veces suena como i, otras se acerca al sonido de la u, otras de la e,
otras de ui, otras de ue, otras de io; no se puede determinar bien su sonido. (L/V, 1841, pp.
1-2)

Priváser (1903, pp. 2-3) repite la explicación del sonido de Lacueva, pero añade lo siguiente:
La ĭ corresponde pues, por lo regular á la u francesa ó á la ü alemana.

Esta gutural muchas veces se parece á una i casi clara; otra á una u, ӧ (alemana), otras al

7
En la fuente, Viudes se olvidó los diacríticos y escribió “huacararaici”.

10
diptongo úi, principalmente cuando le anteceden las letras: c, m, p. No se le puede dar un
sonido fijo, y solamente se sabrá con el uso. (Priváser, 1903, pp. 2-3)

En la terminología antigua llaman a la vocal central “gutural (*guteral)”, y las citas muestran la
dificultad que tenían en escucharla. En parte se debe eso al hecho de que la [ɨ] también aparece
como componente en varios diptongos. Entonces la [ɨ] se escribe mayormente con el grafema ĭ,
aunque el ejemplo, en la cita de L/V (1841), y̌bĭ ‘tierra’ parece también mostrar otra alternativa, la
y̌. Sin embargo, este es el grafema para la vocal central nasal (y esta palabra no es nasal, por lo
menos no en la actualidad). Aunque la explicación desvía un poco por los diptongos y no describe
exactamente el hecho de que la vocal central puede ser nasal, L/V (1841, p. 3) la escribe ỹ o a veces
y̌ o ý, como, por ejemplo, en Acáỹ [akaɨ ͂] ‘yo me quemo’ (no es nasal hoy) y la partícula negativa
nominal eỹ [e ɨ ͂] (L/V, 1841, p. 39). De hecho, no podemos decir con certeza que la vocal central
siempre fue distinguida por nasalidad, porque el foco del autor está más en su calidad consonántica,
como argumenta (L/V, 1841, p. 3). Pesciotti toma el acento redondo y abierto hacia abajo como el
marcador de nasalidad, y así marca también esta vocal nasal y̑ (ver imagen 1).8 Singer (1913) usa
consistentemente el grafema ỹ en su manuscrito, ver la imagen 2:

Imagen 2: Singer (1913), pasajes de las páginas 5a, 8a.9

Priváser (1903, p. 2, nota de pie) explica el uso del grafema ý con la razón de que a la “imprenta
faltan las letras correspondientes” para, por ejemplo, escribir ỹ, y̌ o ŷ.

Un asunto que también fue cambiando es la escritura de la consonante [k].10 Sabemos que en
castellano hay una convención un poco inconveniente, que se escribe c delante de vocales bajas a,
o, u, y se escribe qu delante de vocales altas e e i. Por no cuestionar esta convención, se encuentra
la misma para el guarayu en esta fuente antigua. Además, suponemos que la ĭ [ɨ] pide la misma regla
que la i, por ejemplo, Quýtâ [kɨtã] ‘nudo’ (Priváser, 1903, p. 5). Sin embargo, eso crea el problema
que, en casos donde no prestan atención, puede ser que en realidad se refiere una qu a la

8
Me voy a referir unas cuantas veces a las posibilidades de teclados e imprentas. De hecho, en este caso no
encontré la letra en mi sistema de Word, ni en la tabla de Unicode.
9
Miren la escritura sobrepuesta, que en el original está en rojo. Supongo que es de Singer mismo (el bolígrafo
azul son notas posteriores de otro). Y, para leer su documento, no solamente voy a tener que leer su letra en
castellano y guarayu, sino otra escritura curiosa más: resulta que se trata de la taquigrafía académica que se
usaba a finales del siglo XIX – esa igualmente falta descifrar.
10
Arriba en e. se incluye con los “sonidos que varían un poco del castellano”, aunque estrictamente este
sonido no varía, solo el hecho de que se escribe con dos grafemas es notable, como se verá en el desarrollo
cronológico.

11
consonante labializada [kw], lo que debería distinguir al escribirla con cu, pero no siempre lo hace
L/V (1841). Lo que complica más aún el análisis es que en la escritura de Viudes no se distingue las
letras g y q, como muestra la imagen 3; entonces no podemos decir con certeza si se trata de una
qu [k_a, o, u; kw] o de una gu [gw]. Ver la palabra acaquai [akakwai] ‘yo aporro (pego)’ en el ejemplo
de la imagen 3.

Imagen 3: Lacueva/Viudes 1841, pasaje de la página 62.

Transliteración de la imagen 3 (de Dietrich & Danielsen, en prep.):


Tienen ablativo con zeze, los siguientes: abĭzeze, legarse à el; este lo usan en sentido de
pecar; abĭazeze, hallarse bien con el; abozĭi zeze, cargarse de ello: acaquai, aporrear;
acotĩrũ, hacer celada a enemigo; acaru zoo zeze, comer carne; Aguarini, guerrear; aico, con
ablativo de persona, pecar; ayazeze, pegarse a el; amae, pegar mirar; amaena, atalayar;
amaña, espiar; añĩbã, [escupir]. (L/V, 1841, p. 62)

Dos otros grafemas son importantes, ya que veremos cambios en ellos un poco más adelante en la
historia: uno es la grafemización de la fricativa pronunciada con fuerte africación, por parte
dependiente del género del hablante (ver Danielsen et al., 2019), [s ts], la que se escribe z en L/V
(1841); y la fricativa bilabial sonora que se escribe b. No sabemos por qué L/V (1841) ha elegido usar
la z, pero se supone que era para marcar la distinción con la s, como se conoce del castellano, sin
africación. Priváser afirma:
La z se pronuncia con un poco de mas fuerzas que la s. Puesta en medio de dicción suele
tener fuerza de las dos letras t y s pronunciando con suavidad la t. (Priváser, 1903, p. 2)

Priváser, hablante nativo del alemán, no se cuestiona por el uso de z [ts], porque ocurre como en el
alemán. El hecho de que este sonido se pronuncie muy fuerte [ts] debe haber tenido un papel en la
elección del grafema en L/V (1841). Como este es posiblemente del habla masculina — por lo menos
en algunos dialectos del guarayu—, puede haber tenido una influencia también el que seguramente
los padres trabajaron más o exclusivamente con hombres para aprender el guarayu.

La consonante fricativa bilabial sonora se escribe mayormente b en L/V (1841) y en Priváser, el


modelo es el castellano, aunque este también posee la variación libre con el grafema v. Priváser
descubre que [ ] suena a veces más sonoro, casi como una semiconsonante [w] o la [gw] del
guarayu:

12
y se nota con este signo ĭ v. g. ĭbĭ: tierra; muchas veces está con gu, y dicen ĭguȋ por ĭbĭ, y de
consiguiente pronuncianse las sílabas escritas bĭ como guĭ. (Priváser, 1903, p. 2)

Aunque varían un poco de Lacueva/Viudes (1841), incluyo Priváser (1903), Pesciotti (1910) y Singer
(1913) en la tabla 2 con esta fuente, porque no hay mayores cambios consistentes todavía.

Imagen 4: Priváser (1903), pasaje de la página 8.

Podemos entonces resumir de esta época ortográfica del guarayu que la nasalización fue en la
mayor parte de casos marcada con el acento circunflejo, posiblemente por razones de condiciones
para imprimir las letras. La tilde forma una variante, y Priváser muestra más variación inexplicable.
La fricativa [h], por no formar parte del repertorio fonémico del guarayu, puede ser escrita con h en
unos casos excepcionales. Las consonantes labializadas fueron marcadas con la u. La glotal no se
marca o se marca inconsistentemente con diacríticos (diéresis en la primera vocal, acento en la
segunda vocal), así como con h. La [ɨ] se escribe ĭ, y la vocal central nasal ỹ, y̌, ý, o ŷ o con acento
redondo y̑. La [s ts] se escribe z y la [ ] b. El alfabeto del guarayu en estos tiempos se ve más o
menos así:

a, ȃ, b, c, ch, e, ȇ, gu, (h), i, ȋ, ĭ, ŷ, m, mb, n, nd, ng, ñ, o, ȏ, p, qu, r, t, u, ȗ, y, z

Los Guarayo tienen todavía una gran cantidad de apellidos originarios.11 Como sabemos, los
apellidos fueron anotados en este tiempo por los franciscanos. Y los apellidos están, en la ortografía
antigua de este tiempo, con algunas adaptaciones necesarias. Como apenas pasaron dos siglos, su
significado queda relativamente transparente todavía. Miren esta lista de ejemplos para ver cómo
se podría analizar, de qué palabras derivan y cómo fueron adaptados los apellidos:

(1) Apellido AFI ortografía actual significado


Aeguazu [a egwatsu] a’e gwasu ‘él (es) grande’
Yeroqui [yerokɨ] yerokɨ ‘leer, orar’
Cuñapiri [kuñapiri] kuña piri ‘mujer cañita’
Zaiguer [tsaigwer] saigwer ‘picantecito’
Cuñanchiro [kuñãnt iNõ] kuña chirö ‘mujer tímida’12

11
Espero que estos apellidos se mantengan. Hace poco asistí a la presentación de certificados a los profesores
del colegio en Urubichá para el día del maestro, y fue un placer y orgullo escuchar un 90 por ciento de apellidos
en guarayu. Ahí vemos un avance, pensaba; hace unos 50 años, seguramente fueron muy escasos los apellidos
guarayos entre maestros, y entre profesionales en general.
12
Gracias a Alejo Yaquirena por hacer un análisis de varios apellidos.

13
Notamos que, para adaptar, no se diferencia ya la [ɨ], pero se sintetiza con la i (Yeroqui). La nasalidad
de las vocales solamente se podía indicar por las consonantes nasales del castellano (Cuñanchiro),
siguiendo a esta vocal, o se ignoraba.13

3.2 Imboñuvɨriösa: La ortografía del guarayu al inicio del siglo XX


El tiempo que comprende esta sección corresponde básicamente a fines del siglo XIX (1883) hasta
los años 1930. Esta época muestra la mayor cantidad de cambios, los cuales no voy a separar en
varias secciones por consideraciones prácticas. Todavía no hemos llegado a un acuerdo fijo en estos
tiempos de cómo grafemizar la lengua guarayu.

El padre Cardús publicaba al mismo tiempo que Pesciotti y Priváser, y todavía publica textos
obtenidos por el padre Pesciotti. Sin embargo, Cardús aplica un cambio en la grafemización de la
vocal central oral y nasal con el acento agudo: la í usa para la [ɨ] y la ý consistentemente para la [ ɨ ͂
]. Aparte de eso, podemos ver el acento circunflejo para las vocales nasales. Estas nuevas
convenciones pueden estar determinadas por las posibilidades de las imprentas, aunque hayamos
visto en §3.1 que estas tenían la posibilidad de producir letras con el acento redondo. Los otros
grafemas coinciden con lo descrito desde Lacueva/Viudes (1841).

La obra de Hoeller (1929) está escrita con dactilógrafo. En su esbozo de un diccionario guarayu–
castellano usa todavía la ortografía de L/V 1841, es decir, usa el circunflejo para nasalidad y la ǐ para
la vocal central oral y — como Cardús— la ý para la vocal central nasal. En general no se diferencia
en mucho de lo que escribe Cardús, solamente que Hoeller (1929) ya varía entre la b y la v para la
fricativa bilabial.

Un paso más adelante en la ortografía del guarayu vemos, con Hoeller (1932a, b), dos libros
publicados por los franciscanos en Austria (Hall, Tirol), donde usa otros grafemas. Ello se puede
explicar porque Hoeller fue un real lingüista y tuvo conocimientos profundos de la lengua guarayu.
Nada en su obra fue copiada de nadie, sino fue el producto de su propio estudio preciso. Se puede
confiar en la mayoría de sus conclusiones. A continuación, voy a resumir las diferencias con las
ortografías anteriores. Las dificultades incluyen todavía los siguientes fenómenos, volviendo a la
lista de arriba en §3.1:

a. sonidos que no se conocía tan sistemáticamente y no corresponden exactamente al


castellano: las vocales nasales (se conocía del portugués) – solucionado con la tilde ͂
b. sonidos que no se conoce exactamente así en castellano: la fricativa [h] y las consonantes
labializadas [gw, kw]. – siguiendo las soluciones anteriores: h, cu/qu, gu
c. sonidos que no se reconoce del castellano, porque no son grafemizados: la oclusiva glotal [ ]
d. sonidos que no se conoce del castellano: la vocal central no redonda [ɨ] y su par nasal [ɨ ͂] –
nueva convención: ì y ỹ
e. sonidos que varían un poco del castellano, como los fonemas [k], [ts] y [ ]: c/ qu, z, b v

13
Hasta cierto grado todavía varía la indicación de nasalidad de vocales o es acompañada por consonantes
nasales, por ejemplo, Tümpa Tüpa [tũmpa] ‘Dios’.

14
En su trabajo oficial y publicado, Hoeller (1932a, b) usa la tilde siempre para la nasalidad, y la vocal
central oral se escribe con el acento grave, esta vez, ì; la vocal central nasal se marca con la tilde ỹ.
Es también interesante comparar su percepción de estas vocales, todavía llamadas “guturales”,
desde la perspectiva de un hablante nativo alemán; él da aún instrucciones de cómo producir los
sonidos:
ì es la i gutural, la señalamos con un acento avieso ` a diferencia de las nasales que llevan
el circunflejo.

Al lado de la ỹ pertenece a las vocales más difíciles de la pronunciación. No tenemos un


sonido igual en alemán. Haga la posición i primero con la boca, luego redondee la cavidad
bucal hasta la mitad de la posición ch y luego deje que la ì salga, por lo que el paladar blando
debe resonar un poco. Cuando decimos que me formo la i guturalmente hacia la ch, es lo
mismo. [...]

ỹ es también una vocal, una mezcla de nasal y gutural. Si tomamos la palabra bums en
alemán y eliminamos la vocal, no la u pura, sino su decoloración hacia la m, entonces este
sonido debería corresponder a la ỹ en la mayoría de los casos [...]

Lo más fácil es proceder de acuerdo con la explicación dada aquí, el tono se encuentra en
la e;

Pero a veces suena como la sílaba francesa: in, como nasal ã, o como nasal ü o õ, pero solo
semejante. (Hoeller, 1932b, pp. 1-2, [mi traducción])

El sonido [s ts] escribe Hoeller con la z, como en alemán, y como lo escribían antes. Su cita,
(Hoeller, 1932b, p. 2) que la diferencia en la pronunciación, se debe al género del hablante, lo que
muestra muy buena observación (ver Danielsen et al., 2019). Tampoco propone una solución de
escribir la [k] con un solo grafema, sino sigue usando la convención castellana con c y qu. Sorprende
un poco, porque él mismo nota que las dos letras son como la “k alemana” (Hoeller, 1932b, pp. 1,
2), pero seguramente veía ventajas en quedarse más cerca del castellano en tiempos cuando poca
gente aprendía a escribir, y, si aprendía, era a escribir en castellano. Las consonantes labializadas
son escritas consistentemente con la misma regla más una u. Semejante al fonema [k] que
encuentra dos letras correspondientes, Hoeller se contradice y usa dos grafemas, b y v, para lo que
describe como la “w alemana” (Hoeller, 1932b, pp. 1, 2). Su regla parece ser que delante de las
vocales altas usa v y delante de las otras b, pero tampoco consistentemente.

Hoeller (1932b, p. 3) descubre que mb y nd forman unidades (y son en realidad fonemas del
guarayu), y él ha entendido en todo detalle la relación entre consonantes y sus contrapartes nasales
en los cambios morfofonológicos del guarayu (Hoeller, 1932b, p. 2).

Aunque no la llama “oclusiva glotal”, Hoeller (1932b, p. 4) ya reconoce bien la existencia de la


misma. Él distingue entre diptongos y grupos vocálicos. Si dos vocales están en parte de dos sílabas,
las llama “no-diptongos” o “diávocales” o “diásonidos”. Él contrasta, por ejemplo, o-cui ‘él se cayó’
con diptongo ui de i-cu-i ‘su harina’ con diávocales u-i [u i]. Luego propone dos maneras de marcar
esta separación de vocales: una marcando con la diéresis sobre la segunda vocal – eï ‘dice’ –, otra
insertando la letra h. Sin embargo, en su diccionario (Hoeller, 1932a) encontramos casi solamente
el guion para separar las vocales por la glotal, así, por ejemplo. ari-i [ari i] ‘grano’ (Hoeller, 1932a,
p. 32).

15
Hoeller (1932b, p. 1) lista el alfabeto guarayu como sigue:

a, ã, b, c, ch, nd, e, ẽ, g, gu, h, i, ĩ, ì, ỹ, m, mb, n, nd, ng, ñ, o, õ, p, q, r, t, u, ũ, v, y, z

Esta convención ortográfica la encontramos en el catecismo de Buehl (1939), y es la forma como se


escribía hasta los años que llegaron los lingüistas del ILV a Guarayos. También se puede observar
todavía un poco de variación. Recalde (1940), por ejemplo, resume la gramática del guarayo de
Hoeller (1932b), y usa una mezcla de esta y la ortografía antigua con la ĭ. También observamos una
tendencia a escribir el pronombre de primera persona plural inclusiva ñande (Recalde, 1940, y varias
fuentes más) en vez de yande. Eso seguramente se debe a la influencia fuerte de parte de la escritura
del guaraní, y es también una decisión para distinguirse del mismo que en guarayu se prefiere
escribir yande en la actualidad. La calidad nasal es determinada por armonía nasal, lo que quiere
decir que a veces se pronunciaría nasal (ñ) la y, pero no siempre.14

3.3 Imbombosapɨsa: La ortografía del guarayu hasta la reforma en el 2003


En la segunda mitad del siglo XX, los lingüistas misioneros evangélicos del ILV introdujeron una
nueva ortografía del guarayu. La novedad en los textos del ILV se debe a que en los años 1930
crearon un nuevo alfabeto fonético (AFI) que incluía la vocal del “i tachado”— ɨ — para la vocal
central no redonda. Los lingüistas del ILV aplicaron este AFI en sus transcripciones, y así introdujeron
esta letra para las lenguas de Bolivia, entre ellas el guarayu. Por eso ya vemos este grafema en el
título del libro Ayerocɨ-pota (Yo quiero leer) 1 (Jackson, 1968). La nasalidad se sigue marcando por
la tilde ͂, lo que también convenía con el AFI. En estos tiempos también se acostumbraba a marcar
la glotal por un apóstrofo ’, aunque eso no equivale al símbolo AFI [ ].

Sin embargo, podemos diferenciar dos usos distintos de grafemas a partir de este tiempo en las
publicaciones de varios evangélicos. Parece que se diferenciaba entre publicaciones para el pueblo
y publicaciones científicas. Es una lástima que no usaran solo una forma de escribir el guarayu, sobre
todo porque su forma científica se dio por una excepción como la ortografía actual (ver §3.4), pero
parece que el objetivo de enseñar a leer y escribir el castellano fue más importante. Por esta razón,
vemos que en las publicaciones para el pueblo se aplica más o menos la ortografía del castellano,
aunque tampoco por completo.

Entonces, aquí tenemos que ordenar un poco para presentar estos usos de grafemas. Más abajo
veremos cuáles de estas ideas sobrevivieron en el tiempo (ver gráfica 1). Comparamos primero la
lista de los casos en cuestión (a-e) de arriba y sus soluciones aquí:

a. las vocales nasales – solucionado con la tilde ͂


b. la fricativa [h] y las consonantes labializadas [gw, kw]. – para el pueblo: (j), cu/qu, gu/gü;
publicaciones científicas: (h), kw, w
c. la oclusiva glotal [ ] – para el pueblo: h; publicaciones científicas: ’
d. la vocal central no redonda [ɨ] y su par nasal [ɨ ͂] – nueva convención: ɨ y ɨ ͂
e. fonemas [k], [ts] y [ ] – para el pueblo: c/qu, s, v; publicaciones científicas: k, s, v

14
Por ejemplo, escribimos hoy yande akä ‘nuestra cabeza’, pero decimos [ɲande akã].

16
Las dos ortografías tienen en común el grafema ɨ y la nasalidad con la tilde. Además, ya se introduce
la convención de no marcar la nasalidad en el contexto de consonantes nasales:
Cuando palabras empiezan con la “m”, “n”, y “ñ” estas letras indican que la palabra es
nasalizada y se escribe sin otra indicación de la nasalización. (Jackson, 1968, p. 89)

Los otros detalles los vemos ahora en orden.

El sonido [h] ya no se identifica, solamente en unas cuantas interjecciones, por eso, se excluye el
grafema de los alfabetos. Sin embargo, supongo que la forma para el pueblo (Fpp) sería el grafema
j y en las publicaciones científicas (Fpc) simplemente la h, porque los autores del ILV eran
exclusivamente de EEUU, del mundo angloparlante, donde se usa la última letra. En las Fpc, la h
tampoco coincide con el grafema de la glotal. La problemática de cómo representar las consonantes
labializadas es relacionada con el deseo a quedarse lo más cerca de la ortografía castellana en las
Fpp. Lo que se escribe aguara [agwara] ‘zorro’ (Fpp, Jackson, 1968, p. 3), se escribe con solamente
w en las publicaciones científicas de Newton (Fpc, 1978, p. 142): awara [agwara] ‘zorro’. La novedad
a usar gü [gw] la encontramos en las publicaciones más recientes de los evangélicos, como en textos
del Nuevo Testamento de The Rosetta Project (TRP, s.f.) y de Wycliffe Bible Translators (WBT,
2011[1985]).15 Por supuesto, eso obliga a las reglas del castellano y solo quiere distinguir gue, gui
[ge, gi] de la labialización güe, güi [gwe, gwi]. Ejemplos son: omongue [omõ ge] ‘le hizo dormir’ y
güembireco [gwembireko] ‘su propia esposa’ (TRP, s.f., p. 5).

La glotal no es novedad ya para los lingüistas, y la reconocen y distinguen siempre de los diptongos.
En la Fpp usan el grafema h, pero en la Fpc ya usan el apóstrofo ’ para la glotal: ohu [o u] ‘comió’
(Fpp, Jackson, 1968, p. 56) y mba’e [mba e] ‘cosa’ (Fpc, Newton, 1978, p. 143). Ambas anotaciones
son consistentes.

Sobre la vocal central, Jackson (1968, p. 88) incluye una nota que muestra que los lingüistas se
habían acostumbrado a esta vocal, seguramente también en intercambio con los colegas del ILV que
encontraron este sonido en otras lenguas de Bolivia, como el chiquitano (bésɨro). El hecho de que
el AFI ya incluía esta vocal, nos muestra que debe haber sido parte en su formación lingüística.
ɨ Es una vocal posterior. Se forma con la lengua en posición de la “u” y los labios en
posición para la “i”.
ɨ ‘agua’ (Jackson, 1968, p. 88)

Esta vocal se mantiene hasta ahora. En consecuencia, la vocal central nasal [ɨ ͂] se escribe con la tilde,
igual a la escritura en el AFI: ɨ.͂

Entre los sonidos que varían solo un poco del castellano encontramos una convención que se
mantiene en la Fpp: la separación de la consonante [k] en dos grafemas: c y qu, como en castellano
(e inglés) —ver la imagen 5— y solamente en la Fpc, ya se ha unido en un grafema k – ko ‘aquí’

15
Es interesante que publiquen una versión en la ortografía antigua, varios años después del convenio de una
ortografía del guarayu con acuerdo del pueblo guarayo (Aeguazú et al., 2003).

17
(Newton, 1978, p. 176). Lo interesante es que agrupan la ɨ entre las vocales que toman una c
adelante (entonces no la agrupan con la i).16 Por eso escriben Ayerocɨ-pota ‘quiero leer’ (Jackson,
1968, título). Los hablantes en Urubichá confirman todavía hoy en día que se acostumbraron a esta
forma en su juventud, y el padre Walter se enojó cuando la reforma ortográfica del 2003 la cambió.17
Seguramente, los cambios a partir de este tiempo concernían mucho más a los hablantes del
guarayu, porque ellos comenzaron a escribir en su lengua. Ver el ejemplo en imagen 5 para tener
una impresión del guarayu de los lingüistas del ILV:

Imagen 5: Jackson (1968), páginas 72 y 74

Los cambios más consecuentes y efectivos fueron los dos grafemas s y v, tanto en la Fpp como en la
Fpc. Jackson (1968, p. 88) dice sobre el primer grafema:
s se pronuncia como “ts”, la “z” alemán.
oso ‘él se fue’ (Jackson, 1968, p. 88)

Entonces, a pesar de sonar distinto a lo que representa la letra a comparación del castellano y el
inglés, eligieron este grafema. Supongo que en su razonamiento el uso de una sola letra justifica el

16
Para mí personalmente es un poco contra intuitivo, y, como se ve en §3.5, en formas libres del mundo
digital, encontraríamos probablemente más la qu que la c, tomando en cuenta que los que usan estos medios
ya no recibieron la enseñanza antigua.
17
Los hablantes que me lo contaron fueron Celso Armoye (11.7.2019) y José Luis Cuñapiri (14.7.2019). El padre
Walter Neuwirth rechazó la escritura con la k por tomar el modelo del inglés, y posiblemente tenía prejuicios
por la relación entre EEUU y los evangélicos.

18
grafema en este caso para establecer la unidad de una letra por fonema, la simplicidad de la
escritura, y el hecho de que no coincide con otra interpretación. Así mismo es posible que en la
percepción de los lingüistas del ILV la z no es una letra tan común en el castellano y evoca
pronunciaciones variadas en España y Latinoamérica, además, entienden la z como una letra
“alemana”, al aparecer (ver cita, Jackson, 1968, p. 88).

La introducción consistente de la v debe ser influenciada por la perspectiva inglesa, pero también
evita confusiones con la mb o la variedad de pronunciaciones en dialectos del español de la b (ver
Jackson 1968: 88). Asumo que el oído inglés puede distinguir mejor entre los sonidos [ ] y [gw], por
también distinguir claramente dos sonidos semejantes [v] y [w] en su idioma nativo.

Jackson (1968, p. 86) lista el alfabeto que usa como sigue (se olvidó de la glotal):

a, ã, c, ch, e, ẽ, gu, [h], i, ĩ, ɨ, ɨ, m, mb, n, nd, ng, ñ, o, õ, p, qu, r, s, t, u, ũ, v, y

(alfabeto público, Fpp)

Los lingüistas del ILV hacían también talleres con los hablantes de las lenguas indígenas de Bolivia,
por ejemplo, en Tumichucua en el Beni, y capacitaron a algunos hablantes del guarayu en el nuevo
alfabeto. Sobre todo, lograron en este entonces introducir con éxito la “i tachada” ɨ y la h para la
glotal. Motivaron a algunos a publicar sus textos. De este tiempo, data el librito de un hablante
guarayu de Urubichá, Donato Oreyay (1976). El título muestra la aplicación de la ortografía Fpp del
ILV: Mbahe mɨmba caha pɨpendar ‘los animales del monte’.

En las publicaciones científicas (sobre todo Newton, 1978), usaban una ortografía semejante a la
actual (ver el alfabeto abajo), con excepción de la tilde que ha sido reemplazada por la diéresis en
la actualidad. Este alfabeto ya da el fondo para la transición a la actualidad.

Alfabeto de las publicaciones científicas:

a, ã, ch, e, ẽ, (h), i, ĩ, ɨ, ɨ, k, kw, m, mb, n, nd, ng, ñ, o, õ, p, r, s, t, u, ũ, v, w, y, ’

(alfabeto científico, Fpc)

Ya nos estamos acercando a la ortografía actual. Varios de los cambios que propusieron los lingüistas
del ILV sirvieron como la base para una ortografía consistente. La ortografía de la Fpp se usaba hasta
los años 2000 por los evangélicos, y posiblemente la usaron varios Guarayo en sus notas personales,
sus textos no publicados y muchos papeles que están guardando en sus casas.

3.4 Kuritëindar: La ortografía del guarayu en la actualidad


Después de varios talleres con hablantes de guarayu, se llegó a un acuerdo, y en 2003 el Ministerio
de Educación publicó el libro sobre el alfabeto aprobado (Aeguazu et al., 2003). Esta es la norma
que se debe aplicar ahora para escribir el guarayu. ¿Cuáles entonces han sido los cambios con
respecto a las ortografías anteriores?

Primero quiero presentar el alfabeto actual y oficial del idioma guarayu:

a, ä, ch, e, ë, gw, i, ï, ɨ, ɨ,̈ k, kw, m, mb, n, nd, ng, ñ, o, ö, p, r, s, t, u, ü, v, y, ’ (kungar)

19
Voy a presentar de nuevo los casos críticos y resumir las soluciones de a-e:

a. las vocales nasales – solucionado con la diéresis ̈


b. la fricativa [h] y las consonantes labializadas [gw, kw] – (j), kw, gw
c. la oclusiva glotal [ ] – ’ (“kungar”)
d. la vocal central no redonda [ɨ] y su par nasal [ ɨ ͂ ] – ɨ y ɨ ̈
e. fonemas [k], [ts] y [ ] – k, s, v

La ortografía actual ya fue elegida con pensamiento en la computación, porque por lo menos los
lingüistas de estos tiempos ya escribían todo en computadoras, y dentro de poco iban a llegar
computadoras también para el pueblo guarayo por todas partes. Lo que vemos es que la diéresis
reemplazó la tilde para indicar nasalidad de las vocales. Esta decisión tiene seguramente dos
razones, pero la razón práctica debe haber sido la más relevante: con el teclado español se puede
escribir la diéresis. En cambio, para escribir la tilde en los grafemas nasales, se necesitaría cambiar
a un teclado brasileño.18 También puede haber tenido una influencia la decisión que tomaron los
Guaraní de Bolivia de no escribir la tilde que usa el guaraní paraguayo.

La fricativa [h] no forma parte del alfabeto guarayu, porque no es un fonema regular de la lengua,
sino solo aparece en interjecciones, como he dicho arriba. Así que en estos casos se aplicaría el
grafema j, como, por ejemplo, jëjë ‘sí (habla de mujeres)’. Los sonidos labializados reciben una
convención con w en vez de u, entonces: kw, gw. Sin embargo, aquí no se ha integrado la idea de
otro sonido labial sw, y este se escribiría todavía con u: suindar ‘lechuza, esp.’.19

La glotal se escribe ahora con el apóstrofo ’, y le dieron un nombre a este grafema en el guarayu:
kungar ‘tragadero’. La ɨ se mantiene de la última propuesta, y la vocal central nasal recibe dos
puntos en vez de la tilde ɨ,̈ así como la indicación general de nasalidad. La convención ortográfica de
la forma en publicaciones científicas — k, s, v— es innovada y convierte a la ortografía del guarayu
en individual e independiente de la ortografía del castellano.

Esta ortografía se usa desde el año 2003. Después de la aprobación de este alfabeto oficial del
guarayu, las ONG que hicieron proyectos de publicar cuentos en el guarayu aplicaron ya este
alfabeto (ver, por ejemplo, Pari R., 2004[a y b]; Navarro, 2016; Aeguazu, 2018). Aunque la enseñanza
en los colegios no es reglamentada en estos tiempos, los maestros de a poco integran esta nueva
ortografía en sus clases. Unos años después, los maestros también atienden a las normales para
hacer su licenciatura, y, en el curso, producen varias tesis en y sobre el idioma guarayu. Además,
desde la creación del ILC Gwarayu, según la Ley General de derechos y políticas lingüísticas No. 269
del 2012, formado oficialmente en el 2016, se ha creado una institución para el desarrollo de
materiales para la enseñanza y la implementación de la enseñanza del idioma en todos niveles
(desde los nidos lingüísticos, el kínder, hasta los colegios y clases para todos los oficiales). Desde el
año 2017 se puede obtener un certificado del idioma guarayu, básico para los no hablantes que
participan en clases del ILC, y avanzado para los hablantes nativos del guarayu.20

18
Y no solo eso, de hecho, ahí no se puede combinar la e con la tilde: ẽ.
19
Suindar es mi nombre en el idioma guarayu.
20
Yo recibí mi certificado básico en 2017.

20
[añadido: Miren los libros en imagen 6 para tener algunos ejemplos de las publicaciones después
del 2003.

Todos los libros van por un proceso de digitalización. Entonces si primero han sido compuestos por
audio o escrito por la mano, luego se han copiado al Word en la computadora. Todas las condiciones
relacionadas a eso se tocan en la sección siguiente.]

3.5 Guarayu ñe’e dijital va’e: El guarayu en los medios digitales


En esta sección comienzo con el guarayu en digital y luego resumo cómo el guarayu se presenta en
los medios digitales. Aquí estoy sobre todo incluyendo la sociedad guaraya que quiere escribir su
idioma. En el Word hay la opción de añadir símbolos especiales, pero no todos saben cómo.
Entonces para los que aprendieron eso, hubo la posibilidad de escribir correctamente con las letras
del nuevo alfabeto. Luego, para los diagramadores en las imprentas, es otro desafío encontrar los
símbolos exactos para representar bien la escritura del guarayu. Ocurren problemas con los
siguientes grafemas:

f. teclas: representación de la glotal por ’


g. símbolos especiales: representación de la ɨ
h. símbolos especiales: representación de la ɨ ̈

Los problemas se repiten en la historia reciente, y voy a describirlos y presentar las soluciones más
abajo.

Aunque se haya elegido el apóstrofo ’ para la glotal, se encuentra a menudo que la gente usa o el
apóstrofo hacia el otro lado ‘, o los acentos ´ , ` en vez del apóstrofo, por no identificar la diferencia
o por no conocer bien el teclado. De hecho, el apóstrofo tiene dos formas: una inicial ‘ y otra final ’,
así como se usan en citas, por ejemplo, alternativamente a las dos comillas “ … ”. El alfabeto del
guarayu usa para el kungar el apóstrofo final. Este es un símbolo que se adapta automáticamente
en el Word, y el programa espera normalmente seguir a una letra para aparecer en la forma final,
entonces se presenta correctamente detrás de una letra, normalmente, como por ejemplo u’u
‘flecha’. Sin embargo, cuando se escribe solamente el apóstrofo, hay que apretar dos veces para
que salga el segundo, la forma final. No se debería confundir el apóstrofo con los acentos, porque
estos no solamente se ven diferentes y son por definición diacríticos, entonces signos adicionales
que se combinan con letras, sino también porque tienen otro Unicode21 en el sistema, por lo que la
computadora los percibe con este otro código. En fin, hay tipos de letras que no distinguen la forma
del apóstrofo inicial y final, pero son pocos.

La inserción de la letra ɨ en el Word significaba cada vez abrir la función ‘insertar símbolos’ y buscar
y encontrarlo en la lista, donde está parte de las letras generales desde hace un poco más de 10

21
El Unicode para el apóstrofo final es: U+02BC, para el apóstrofo inicial es U+02BB, para los acentos son:
grave U+0060, agudo U+00B4, como el Word también indica.

21
Imagen 6: Libros en idioma guarayu con la ortografía actual (arriba: Pari R. (coord.), 2004a; en
medio, izq: Navarro (coord.), 2016; centro: IPELC-ILC Gwarayu (coord.), 2018; derecho: Aeguazu,
2018; abajo: Pari R. (coord.), 2004b)]

22
años. Antes de eso había que descargarse los símbolos del AFI como teclado o como un tipo de letra,
para que aparezca entre las listas de Word. Eso entonces se ha simplificado. No obstante, mucha
gente no sabe dónde encontrarlo o les tarda demasiado. En estos casos, se han acostumbrado a
usar el más + para escribir esta letra. Crowhurst (2000) todavía usa este símbolo en su texto. Un
problema en usar el más + es que también tiene otro Unicode,22 y por ser otro símbolo puede
complicar la búsqueda automática de palabras entre varios textos, si se han usado uno y otro.

Como he dicho en §3.4, la razón de elegir la diéresis para indicar la nasalidad fue práctica en el
fondo, porque con los teclados españoles se puede producir la diéresis, por lo menos encima de las
letras ä, ë, ï, ö, ü. Sin embargo, para añadir la diéresis a la ɨ, no es posible con una combinación de
la tecla para la diéresis y el símbolo especial ɨ, elegido de la lista. Con el más + tampoco se puede
combinar la diéresis. La única opción es un poco complicada, porque necesita la combinación del
símbolo especial ɨ con otro diacrítico para marcar diéresis, para lo cual hay que encontrar entre los
símbolos especiales del AFI. Eso no parece conveniente, porque solamente personas con muchos
conocimientos en Word van a poder encontrar esta combinación. Resulta que en la mayoría de los
casos no se pudo escribir la ɨ.̈

Imagen [7]: El Teclado Sudamericano para el Android

Para solucionar todos los problemas, se han desarrollado y programado teclados en los últimos años
en el contexto de mi proyecto de la documentación del guarayu.23 Desde entonces, hay tres teclados
del guarayu: uno para el sistema Windows, otro para el Mac, y aun otro para el sistema Android en

22
El Unicode de la ɨ es U+0268, el Unicode de la + es U+002B.
23
El proyecto GIZAC dispone todos sus datos en el archivo ELAR:
https://elar.soas.ac.uk/Collection/MPI1032005.

23
los celulares.24 Estos teclados se instalan al sistema y hay ciertas opciones para escribir todos los
grafemas que usa el guarayu. En los teclados de la computadora, se combina las teclas ALTGr + i
para tener la ɨ, y para indicar la nasalización se añade después la diéresis: ɨ.̈ En el teclado Android,
hay que elegir el teclado sudamericano o guarayu en el celular y luego aparecen la ɨ y la ɨ ̈ como
opciones adicionales encima de la letra i, tal como se encuentra los acentos (ver imagen [7]). La
ventaja obvia de estos teclados es que ya podemos escribir en guarayu por todas partes, en todos
los programas, en Internet y en las aplicaciones, y no solamente en Word o un programa de texto
equivalente.

Los nuevos teclados fueron instalados en el curso del diplomado “Producción de textos en Gwarayu”
(FUNProeib Andes, 2016, en Guarayos) a los maestros que participaron, y ellos han podido
compartirlos entre sus colegas. En el año 2017, fue instalado en las computadoras del ILC Gwarayu
en Ascensión de Guarayos y en algunas computadoras en Urubichá. Una hoja de instrucciones
facilita la instalación y el uso. La aplicación de Android ya ha sido descargada más de 1000 personas,
como indica la página, y los usuarios le agradecen mucho al programador:
Nunca pense que iba a poder encontrar los simbolos para poder escribir. Muchas gracias
por la app. y segui asi che. (Muñoz Saul, 6 de abril de 2019)

Facilita escribir con exactitud el idioma Besɨro (José Chuvé M., 9 de abril de 2018)

(Google Playstore, Teclado Sudamericano)

Hemos llegado entonces al mundo digital con el guarayu. Ahora sí se puede escribir libremente en
su idioma. Lo que todavía falta resumo en §4. Con estos teclados vemos entonces desde el 2017 un
gran cambio en la escritura del guarayu. En los posts en el Facebook del ILC Gwarayu vemos la
diferencia de los grafemas que exactamente desde el 2017 se ven tal como tienen que ser según el
alfabeto guarayu. Entre los otros usuarios podemos observar cierta variedad de símbolos y modos
de escribir todavía.

Aparte de elaborar materiales, los Guarayo escriben en su idioma en el Facebook, en WhatsApp y


en mensajes del celular. En general notamos que raras veces marcan la nasalidad; probablemente
es demasiado esfuerzo y parece que se puede también entender sin indicación. La glotal está escrita,
pero también no consistentemente, lo que tiene dos razones: una es que todavía no existe un
estándar de cuándo escribirla (ver §4) y otra es que no siempre hace falta para distinguir significados
y parece innecesaria. Así encontramos a menudo ae, vae, mbae ‘él, participio, cosa’ sin glotal,
aunque también varía con a’e, va’e y mba’e. En la representación vemos, como ya he explicado
arriba, una variación entre apóstrofo y los dos acentos, con mayor cantidad el acento grave `, por
ejemplo, V+`asa en vez de vɨ’asa ‘feliz’. Hay solamente un caso excepcional donde vi una persona
usar la z todavía en vez de la s: che agwaza en vez de che agwasa ‘mi amante’. Se observa todavía
alguna variación entre v b w, aunque la mayoría haya adaptado la v: Pe p+boira? en vez de

24
El Teclado sudamericano lo debemos a Dominik M. Ramík, que nos programó esta aplicación. Se puede
descargar gratis en el Google Playstore:
https://play.google.com/store/apps/details?id=eu.dominicweb.southamericannativelanguageskeyboard&hl
=es.

24
pepɨvoira ‘¿van a bailar ustedes?’.25 La k es mayormente aceptada, y solamente hay pocos que
escriben quevo (kevo) ‘dónde?’ o cuacuami (kwakwami) ‘viejito/a’, aunque kuña ‘mujer’ aparece
frecuentemente como cuña. Esta es la vieja ortografía (§3.3), y todavía algunos la han aprendido,
entonces escriben también la h para la glotal. Pero ya se ve mucho menos eso. Lo que encontramos
mucho más es una variación entre el alfabeto guarayu y castellano, es decir menos consistencia por
tal vez menos conciencia en escribir en uno o el otro idioma.

Algo que se ve con más variación y lo que necesita el desarrollo de convenciones y reglas
ortográficas es el escribir juntos o aparte (ver §4). El locativo ve, por ejemplo, escriben en más casos
junto con el sustantivo, pero en combinación con palabras del castellano, nombres, lo escriben
aparte. Con partículas como no/ño ‘solamente’ o vo ‘dubitativo’ encontramos ambas soluciones
igualmente. También vemos la variación entre escribir juntos o aparte con los pronombres
personales para marcar posesión, por ejemplo, chemu en vez de che mu ‘mi pariente’. Otro ejemplo
se ve arriba con el verbo ‘bailar’: Pe p+boira? en vez de pepɨvoira ‘¿van a bailar ustedes?’.26 En §4
voy a resumir los casos críticos que faltan definir para el guarayu.27

3.6 Opakatu ikwachiaprɨ – Resumen de los cambios


Muchos cambios de los grafemas para escribir el idioma guarayu han ocurrido en la historia.
Mientras que algunas convenciones quedaron por menos tiempo, otras persistieron en el tiempo
hasta hace poco. Aquí quiero resumir los cambios mayores en su cronología. En la tabla 2 hay la
vista completa de todos los grafemas, los símbolos del AFI y la ortografía actual. Esta tabla puede
servir como una clave para leer correctamente los datos antiguos en el idioma guarayu. Por mi
experiencia, no les cuesta mucho a los hablantes del guarayu leer cualquier ortografía, en parte por
haber conocido documentos antiguos o haber recibido enseñanza en el alfabeto viejo antes, pero
también porque saben su idioma. Para los que no hablan el idioma, es aún más útil esta clave.

Como indica la tabla 2, y como he mostrado en la descripción en §31-§3.5, los cambios de grafemas
no conciernen a todo el alfabeto. Hay sonidos que se han percibido como poco problemáticos y les
han dado una letra del alfabeto castellano, sin ninguna duda. Eso es verdad para los siguientes
grafemas: a, ch, e, i, (j), m, n, ñ, o, p, r, t, u. Las oclusivas con coarticulación nasal tampoco causaron
ningún problema, se combinaba simplemente dos letras: mb, nd, ng. El análisis como fonemas de
estos sonidos complejos o con coarticulación encontramos a partir de Hoeller (1932b). De hecho
puede sorprender que la r no parece haber causado ningún problema, ya que esta consonante
también tiene su variante nasal en contextos nasales, como por ejemplo, ñuvɨrïo o breve ñurïo ‘dos’
(ver Danielsen et al. 2019). En estos contextos sí encontramos mucha variación entre r n en la
ortografía de las palabras en las fuentes más antiguas. Lo mismo es verdad para la variación de y
con ñ en contextos nasales, lo que ya hemos mencionado con relación al pronombre de 1ª persona

25
Una persona da un comentario al himno de Bolivia en guarayu y nota correctamente: “Y porque no escribir
Borivia y no Vorivia no coincide”. Ahí vemos mucha discusión todavía de cómo integrar préstamos.
26
Los datos aquí son tomados de mi corpus del guarayu digital que uso para los análisis empíricos de
variaciones y nuevas tendencias en el guarayu (ver Danielsen, 2017); el corpus no está publicado.
27
Desde el 2018 estoy manejando una página en Facebook para publicar todas las novedades sobre el estudio
con el idioma guarayu. La lengua de esta página es mayormente guarayu:
https://www.facebook.com/GwarayuNeesa; conectado con esta página está un canal en Youtube con el
mismo nombre.

25
plural inclusiva yande ñande en §3.2. Eso muestra que, a pesar de haber elegido grafemas que no
se han cambiado desde el principio, encontramos palabras que han cambiado su ortografía con
respeto a la nasalidad.

Los grafemas que han cambiado más en la historia son, por supuesto, las vocales centrales – oral y
nasal. Si alguna una vez habían elegido una forma para sus manuscritos, luego hubo que ver si estas
letras podían ser imprimidas en imprentas de libros. Con el uso de computadoras después del año
2000, había que reflexionar otros asuntos prácticos: ¿cuáles letras tiene el teclado castellano de la
computadora? Por eso también la indicación de nasalidad fue objeto de varios cambios. En fin, el
uso de otros medios digitales, sobre todo de celulares, nos enfrentó de nuevo con el aspecto
práctico y produjo el uso muy difundido del más + para la vocal central.

Otros cambios dependían menos de los teclados, aunque también se puede resumirlos debajo de
razones prácticas, pero de otro modo. Si tomamos en cuenta que los lingüistas misioneros del ILV
llegaron a Bolivia con una idea colonial en tiempos cuando mucha gente en el campo — incluyendo
muchos indígenas— no atendían colegios y pocos de ellos escribían con fluidez, sabemos que en su
concepto de alfabetización el foco no estaba en las lenguas originarias, sino en el castellano en
primer lugar. Con este pensamiento razonaban que un alfabeto más o menos semejante al del
castellano servía para su objetivo. Esta perspectiva cambió drásticamente en los tiempos de los
desarrollos de alfabetos para las lenguas indígenas de Bolivia, a partir de los años 1990. Eso también
explica la persistencia larga de la convención castellana de usar dos grafemas para el sonido [k]: c y
qu por tanto tiempo. La escritura de los sonidos labializados está relacionada a este fenómeno, y así
se complicaba la ortografía en muchas letras y combinaciones de letras: cu, qu, gu. Los lingüistas
descubrieron que eso era poco útil, y entonces introdujeron otra escritura ya en sus documentos
lingüísticos, los cuales nunca escribían “para el pueblo”.

El hecho que el grafema z tuvo una vida tan larga (hasta 1961) se explica bien por la nacionalidad de
la mayoría de los franciscanos que han escrito el guarayu al inicio del siglo XX: sobre todo Hoeller y
Priváser. Para ellos, esta letra es como en su lengua nativa, el alemán, y tardó hasta la llegada de los
lingüistas del ILV para que se pierda esta tradición y la s fuera introducida, a pesar de la fuerte
coarticulación africada de esta fricativa [s ts].

Como hemos mostrado en §3.5, la realización de la glotal en las palabras del guarayu es todavía algo
que se necesita regularizar (ver §4). El siguiente gráfico presenta la cronología de los cambios y da
la muestra general de la persistencia y coexistencia de grafemas en la historia.

26
Gráfico 1: La cronología de los cambios de grafemas en guarayu.

27
valor fonológico 3.1: L/V 1841 – Singer 3.2: Cardús 1883 – Hoeller 1932a 3.3: ILV, Fpp, (Fpc) 1961 3.4: Ortografía moderna 3.5: Guarayu
(AFI) 1913, Hoeller 1929 Aeguazu et al. 2003 digital
vocales
a, e, i, o, u a, e, i, o, u
ã, ẽ, ĩ, õ, ũ ȃ, ȇ, ȋ, ȏ, ȗ ã, ẽ, ĩ, õ, ũ ã, ẽ, ĩ, õ, ũ ä, ë, ï, ö, ü ä, ë, ï, ö, ü
(exc. ǎ, ě, ǐ, ǒ, ǔ, Priv.) (exc. a, e, i, o, u)
ɨ ĭ ì, (í Cardús) ɨ ɨ +, ɨ
ɨ͂ ỹ, y̌, ý, ŷ ỹ, (ý Cardús) ɨ ɨ̈ +, ɨ, ɨ ̈

consonantes
g
w gu, (exc. hu) gu gu, gü (Fpc: w) gw gw, gu
h h h j (Fpc: h) j j
k c, qu c, qu c, qu (Fpc: k) k k (c)
kʷ cu, (qu) cu cu (Fpc: kw) kw kw (cu)
ts s z (exc. c) z s s s
b b, v v v v, b

s.m., h, acento en s.m., h, - (guion), acento en primera h (Fpc: ’) ’ ’, s.m.


segunda vocal vocal, (diéresis en segunda vocal
tʃ ch
m, n, ɲ m, n, ñ
mb, nd mb, nd
ng

p, r, t p, r, t
j y
Tabla 2: Los grafemas en la ortografía del guarayu en su cronología

28
4. Yama’e tenonde kotɨ – Perspectivas para el futuro: Reglas y convenciones ortográficas
Tener un alfabeto es un inicio, así sabemos cómo representar sonidos en forma de grafemas. La
convención oficial del alfabeto guarayu es un avance para tener este estatus y funciona como la
primera regla ortográfica. Sin embargo, un problema por solucionar es todavía la difusión de las
instalaciones de teclados existentes para que todo el mundo pueda escribir el guarayu con facilidad.
Luego contamos con los maestros y el ILC Gwarayu para la enseñanza del alfabeto y el uso de los
teclados. Una parte que no fue mencionada hasta aquí es también el acuerdo a no marcar énfasis
en las palabras del guarayu, con diferencia al castellano que usa un diacrítico cuando el acento no
cae en la penúltima sílaba. En el guaraní paraguayo, se ha adaptado una regla semejante: el guaraní
paraguayo tiene un acento final, pero, cuando no cae en la última sílaba, se indica con el acento
sobre la sílaba acentuada. El acento en el guarayu es diferente al del guaraní. Aquí tenemos tres
dialectos diferentes que justamente se distinguen por la colocación del acento. En el dialecto de
Ascensión el acento cae más a menudo en la última sílaba, en Urubichá en la penúltima (como en
castellano), y en Yaguarú el acento cae a veces en la antepenúltima sílaba. Así junto con la
aprobación del alfabeto, los Guarayo han votado por no indicar el acento en ninguno de los
dialectos. Una desventaja es que los que recién aprenden el guarayu podrían preferir el acento
penúltimo (como en Urubichá). Pero como veremos abajo, esta problemática no se acaba con solo
no marcar el acento, sino es relacionada con la identificación de la sílaba que lleva la diéresis de
nasalidad.

Las variaciones mencionadas en §3.5 mostraron que hay todavía mucha necesidad de discusión para
definir reglas. Los casos más urgentes son los siguientes:

i. la colocación de la glotal
j. la indicación de nasalidad dentro de una palabra: cuántas veces y sobre cuál vocal
k. escribir juntos o aparte

Para saber dónde colocar la glotal tendríamos que definir una regla clara, lo que falta hasta ahora.
La dificultad viene del hecho de que no todas las secuencias de dos vocales podrían ser: o un
diptongo o una secuencia dividida por glotal (es decir dos sílabas). Por eso hay muchos casos donde
los hablantes no ven la necesidad a marcar una glotal. Para poder definir reglas aquí tendríamos que
hacer un análisis fonológico de la glotal. Probablemente hay casos que no se distinguen por +/-
glotal: ae a’e, eo e’o, eu e’u, io i’o, ɨo ɨ’o, ɨu ɨ’u, oe o’e, ue u’e. Ayudaría mucho también
tener un diccionario concreto de referencia para consultar la forma convencionalizada.

La nasalidad en el guarayu se difunde con lo que llamamos armonía nasal en toda la palabra. No
solamente hace las otras vocales nasales, sino tiene su impacto en las consonantes. Por esta razón,
sería suficiente marcar una sola vocal por palabra o morfema con la diéresis para la nasalidad. ¿Por
qué es relacionada la problemática de dónde marcar la nasalidad con el acento? Eso se explica con
dos características de la lengua guarayu: una es que la nasal siempre atrae el acento y entonces la
nasal original cae en una sílaba acentuada (característica tupí-guaraní); la otra es la diferencia en
acentos de los dialectos diferentes. De hecho, ahí nos podría servir el guarayu de Ascensión como
referencia, es decir cuando no cae su acento en la sílaba final, eso significa la identificación de la
sílaba nasal con el acento y por consecuencia la colocación de la nasalidad. De ahí podríamos partir
para definir las reglas en el futuro. Otra regla podría ser el marcar la primera letra siempre de un

29
diptongo nasal, como por ejemplo tëi (en Ascensión escriben a menudo teï) ‘frustrativo’. Para
razones realísticas, yo personalmente propondría también más libertad en la escritura: los
individuos podrían ser permitidos a elegir su forma preferida, en tanto que se les entienda.

Otro tema relacionado con la nasalidad de vocales es cuándo queremos acompañar una vocal nasal
con una consonante nasal adelante, por ejemplo: Tüpa o Tümpa ‘Dios’, ägwer o ängwer ‘alma,
espíritu’.

Lo que no puedo estimar muy bien todavía es la posible existencia de otras consonantes labializadas,
no solo gw y kw, sino también sw o pw, las cuales por el momento se escriben con su y pu.

El guarayu, como todas las lenguas tupí-guaraní, es mucho más sintético en su formación de
palabras y en su gramática verbal y nominal que el castellano. Mientras que palabras compuestas
son la excepción en el castellano, el guarayu tiene cantidades de estas. A pesar de ello, el guarayu
actual tiene una tendencia a ser interpretado de forma muy analítica. Eso significa que no se prefiere
tener palabras morfológicamente muy complejas, sino se escriben muchas partículas gramaticales
—pero transparentes— aparte, para simplificar la comprensión. Para el escribir juntos o aparte
tenemos que definir reglas en el futuro. En el año 2017 ya hemos comenzado con talleres en el ILC
Gwarayu para desarrollar una propuesta.28 Esta propuesta tiene que definir las partículas que se
escriban aparte, como por ejemplo ve ‘locativo’, no/ño ‘solamente’, vo ‘dubitativo’, va’e ‘participio’,
etc. Una vez definido, debería ser claro cómo se escribe en todos los casos. Como he mencionado
arriba, es posible que préstamos espontáneos o nombres del castellano se comporten un poco
diferente; eso también habrá que definir en las reglas.

Una opción que no encontró ninguna resonancia es la que propusieron los lingüistas del ILV en la
“forma para el pueblo”: ahí usaron el guion para separar ciertos sufijos o morfemas menos liados al
lexema, como por ejemplo -pota ‘desiderativo, querer’, ver el título del libro: Ayerocɨ-pota (Yo
Quiero Leer) 1 (Jackson, 1968).

5. Yamomba – Resumen
Este artículo resume qué documentos se encuentran en forma escrita en la lengua guarayu.
Comenzamos con los primeros manuscritos de padres franciscanos a partir de los 1840. La sección
§2 muestra cómo han cambiado los autores de trabajos en la lengua y los fines o los formatos de los
trabajos en el idioma guarayu. Mientras que al principio el objetivo fue mayormente el estudio de
la lengua por los padres, para poder hacer la misa y fidelizar a la gente a su Iglesia, luego fue la idea
de alfabetización en el idioma castellano, y en parte la evangelización por otra Iglesia. Solamente a
partir de los años 1990, los hablantes tomaron parte más activa en el desarrollo del alfabeto,
primero, y luego después del 2000 también en la publicación de materiales, ya para los Guarayo
mismos.

28
Tomamos como modelo la obra de Penner & Bobadilla de Cazal (2010): Guía de estilo para una ortografía
razonada del guaraní. Modelo no significa que copiamos las reglas, sino que la estructura nos ayuda para
distinguir las problemáticas. El guarayu va a tener sus reglas individuales, independiente de otras lenguas.

30
La tabla 2 nos da una clave para poder leer bien todos los documentos en el idioma guarayu,
independientemente de su tiempo de origen. Al final eso es importante para avanzar en los estudios
de los documentos antiguos por los hablantes del guarayu y la sociedad nacional de Bolivia. Los
grafemas que se usaban en la historia tienen fuentes externas distintas: los franciscanos trabajaron
con los materiales de los jesuitas sobre el guaraní y se copiaban las convenciones; los lingüistas del
ILV, por ya haber sido formados en la lingüística internacional, conocían otros grafemas para aplicar
al guarayu. Muchas de sus propuestas fueron aceptadas, con excepción de la indicación de la
nasalidad. Aquí la decisión fue seguramente en primer lugar tomada con vista a las posibilidades
prácticas con un teclado castellano en la computadora. Por eso la diéresis resultó ser mucho más
convincente. Con el alfabeto oficial del 2003, tenemos que adaptarnos a estos grafemas y encontrar
modos que faciliten la escritura en las computadoras y los celulares. Por eso varias instalaciones de
teclados fueron programadas.

Estamos hoy en día en tiempos de las letras, las palabras están por todas partes, la comunicación se
ha trasladado casi por completo al mundo digital con la escritura o con audios grabados. En tal
tiempo no queremos solamente contar con un alfabeto de cada lengua de Bolivia, sino queremos
que el Google tenga la posibilidad de búsqueda sistemática en nuestro idioma, queremos que
palabras se autocompleten en nuestro idioma —lo que necesita diccionarios simples en los medios
digitales— y estamos pensando en cómo enseñar todas las materias del colegio en el idioma
indígena. Este artículo nos muestra dónde nos ubicamos en este proceso. Falta mucho más por
hacer, pero ya estamos en un buen camino. En fin, dependemos de los mismos hablantes de las
lenguas, de que ellos usen su idioma, que se profesionalicen, que se metan en todo eso para avanzar
con todo lo que piden los pueblos indígenas.

6. Yagwami va’e – Abreviaturas


AFI = Alfabeto Fonético Internacional; COPNAG = Central de Pueblos Nativos de Guarayos; en prep.
= en preparación; exc. = excepcional; Fpc = forma en publicaciones científicas; Fpp = forma “para el
pueblo”; ILC = Instituto de Lengua y Cultura; ILV = Instituto Lingüístico de Verano; IPELC = Instituto
Plurinacional de Estudios de Lengua y Cultura; L/V = Lacueva/Viudes (1841); s.f. = sin fecha; s.m. =
sin marcar

7. Ikwachiaprɨ reta – Referencias


Aeguazu Ureyu, Daniel, Mirtha Iraipi Yapuquenda, & Janneth Olivio (2003). Guía del alfabeto
guarayo. Ascensión: Ministerio de Educación Viceministerio de Educación Escolarizada y
Alternativa.

Aeguazu Ureyu, Daniel (2018). Gwarayu ñe’erɨru: diccionario guarayu. GIZAC (coord.). Santa Cruz:
Kipus.

31
Armoye, Benedicta (2017). Odisea del Catecismo Castellano – Guarayo. Iglesia Viva 04.08.17 //
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catecismo-castellano-guarayo/ (17.7.2019).

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[Nota: Antes citábamos Viudes/Lacueva, pero desde que estemos seguros que se trata de una copia
de Lacueva escrita por Viudes con relativamente pocos conocimientos, hemos decidido a honrar en
primer lugar el autor, es decir se cita como Lacueva/Viudes.]

34
Gracias – Avɨye

Por supuesto quiero repetir mis mil gracias a Lic. Patricia Alandia de la Universidad Mayor de San
Simón, Cochabamba, por haber publicado mi artículo en su revista. Llevar estos estudios a un nivel
de interés nacional es muy importante. Aquí tienen una idea de esta revista:

También quiero decir gracias a todos los hablantes del idioma guarayu, por usar y mantener su
idioma, en su familia y en el público, por nunca tener vergüenza ni usarlo en ciudades como Santa
Cruz y en el Internet, y en fin por haberme compartido algo de sus conocimientos para poder
investigar y analizar esta lengua interesante de la familia Tupí-Guaraní. Espero que ustedes se den
cuenta de la importancia de tal estudio y se sienten un poco motivado a seguir haciendo lo mismo
o algo parecido. Lo que podemos estudiar es eterno, una fuente que nunca se agotará. Mis gracias
especiales debo siempre a mis amigos de Guarayos que comparten el interés en la lengua, Celso
Armoye, José Luis Cuñapiri, Miguel Guayarabey, Ernesto Urarepia, Alejo Yaquirena, y Ruthy Yarita.

35
¡Cuántas maneras hay y hubo para escribir el idioma guarayu! (imagen
del perfil de la página Gwarayu Ñe’ësa en el Facebook)

Gwarayu Ñe’ësa 2 – 04/2020

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