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LOS MÉTODOS EDITORIALES DE LA COLECCIÓN .

ARCHIVOS

La Colección ARCHIVOS publica tanto obras individuales -que revisten por


un motivo u otro una ünportancia particular-1 , como recopilaciones de
2
obras --delimitadas también según criterios variables- , o las obras
completas de los autores más significativos de la literatura latinoamericana y
del Caribe del siglo XX. 3
Estas publicaciones combinan de diversas maneras las dos grandes
Los MÉTODOS EDITORIALES modalidades editoriales' definidas por Almuth Grésillon: son ediciones criti-
DELACOLECCióNARCHIVOS -Fernando Colla cas -esta es su característica general- por cuanto presentan un texto
"establecido" de la obra en cuestión, pero son progresivamente ediciones
LAs EDICIONES ELECTRÓNICAS genéticas también, por cuanto sus fases de elaboración se despliegan cada
DE ARCHIVOS -Sylvie Josserand vez más exhaustivamente en la transcripción (y en la descripción) de los
documentos que las encarnan.
Estas dos vertientes reflejan la doble preocupación que está en el origen
LECTURASGENÉTICASYESTUDIOS mismo de la colección. En efecto, ARCHIVOS nace sin duda de una inquietud
PLURIDISCIPLINARIOS: ELAPORTEHERMENÉUTICO "intelecn1al": la de descubrir las modalidades operatorias de lafábrica del
DELACOLECCIÓN -ÉlzdaLois escritor en la que la obra tomó fonna~ la de revelar las significaciones
adicionales o alternativas con que los manuscritos bonifican el texto. Pero
_L4RCHIVOS surgió fundamentalmente de una preocupación de tipo "patrimo-
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Las modalidades editoriales Fernando Colla

nial": se trataba (y sigue tratándose, con el mismo ahínco, por supuesto) de ___,. finalmente, el de los borradores, copias, niveles de escritura y
rescatar, por una parte, los testimonios de la actividad escritura! del autor correcciones que constituyen la historia del texto mismo. 5
(los "manuscritos"), sometidos a los deterioros del tiempo, del descuido y la
indiferencia, de la ignorancia; por el otro, de revelar la configuración del El esquema tipo que uniforma los tomos de la Colección ARCHIVOS
texto mismo, querida por el autor y desfigurada por el maltrato editorial y atiende evidentemente estos cuatro - ·· _,. _____ -
ESQUEMÁ.TIPQ·_,.
por los avatares de la censura y de la violencia que se entrelazan en el niveles, y es esta exhaustividad la que D:ELOSVO!JÚMENESDE
atormentado recorrido histórico del siglo en los países del continente. distingue -y enaltece- su programa , ;L.A~dot:Eccr{rN~~cB:rvóS
La Colección ARCHIVOS reconstinlye entonces una trama textual al editorial. El estudio del devenir del texto, _ ....... .
mismo tiempo que reconstruye todos los círculos contextuales de su sintetizado en el aparato de variantes, se
elaboración. En esa constelación de enunciados, el encadenamie:Qto lineal prolonga y amplifica en el discurso
-:::..cLitDiha:t"~;e:: . . .. . .. ..
del texto representa sin duda su eje central, pero sólo en el sentido que crítico: el de la Nota filológica, que - íD.trilC1.iíoéióíuie! <Joordina.doi
ilumina los procedimientos, hecha luz sobre la orientación de las búsquedas resume e interpreta la historia global de --Nota filológica prellmiD.a.ry- .
'•e est.~dJó (frí.tféó_-~ellétíco: .
y el contenido de los procesos, sin alinearlos en una finalidad única: la de su la génesis, clasifica y describe las fuentes,
propia constitución como configuración "definitiva". En este aspecto, recoge pistas y explicaciones esparcidas 2-. Et:te:x:to
ARCHIVOS representa un intento de respuesta múltiple al interrogante en cartas, entrevistas, memoria.s y
general que planteaba Louis Hay: "¿De qué manera considerar el texto, al confesiones del autor; el de la sección
mismo tiempo, como un posible y como un necesario?" 4 Historia del texto, que investiga los
variados contextos de la producción de la
La multiplicidad de modalidades editoriales que los volúmenes de la colec- obra: la historia individual inserta en la .• 3.~Gronología.·.··· ~·-
ción adoptan, según la estructura y el contenido del archivo disponible de historia colectiva, la del texto en el
cada autor, se aglutina alrededor de ese común denominador de la actividad intertexto, la del estilo en el género, la de
-....-_(,lénesisy§ircuntancJ~
filológico-genética: el objetivo básico de restituir la dimensión histórica del la lectura, su sanción y repercusión. Pero ··~ !)e~tiiJ.g :y:•rec~pci9Ii ·
texto. Esta dimensión se despliega en varios niveles que se interpenetran e además, en los volúmenes de la colección,
influyen. Michel Espagne distingue cuatro: la investigación se confronta permanen-
temente con sus propias fuentes: laCro-
___,. el de las ediciones sucesivas y del eco que han tenido en el público nologfa desgrana los episodisos biográ-
lector (historia de la recepción); ficos del autor enlazándolos con los suce-
___,. el de las relaciones que todo el contenido semántico de una obra sos históricos que los enmarcan, el
mantiene con su contexto histórico preciso; Dossier documental ofece a la lectura
___,. el de un itinerario biográfico poblado de encuentros, de lecturas, fragmentos significativos de la correspon-
de negociaciones con los editores, de impulsos exteriores, en el curso dencia, declaraciones y diarios del escri-
del cual la obra ha tomado cuerpo; tor, los Apéndices presentan la transcrip- ··7. :Bil>liografia·· ·· -
ción de los carnets de anotaciones y
cuadernos de trabajo que acompañaron y ·s-:~thd:rc~&_c·:·-.-c·(·~::
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Las modalidades editoriale.s Fernando Colla

sostuvieron la redacción de la obra, el Dossier de recepcz6n brinda una del manuscrito que él había entregado a los editores cubanos- nunca
antología razonada de los escritos que marcaron o simbolizaron los avatares respondió satisfactoriamente a esas consultas. Es más, aunque calificó la
más decisivos de la recreación del texto por el público lector. edición de Era como "ünpecable" y afirmó que en ella "está el verdadero
Este entramado de discursos y documentos remodela la obra, abre la Paradiso", terminó confesando que nunca la había leído, "pues la revisión
estructura del texto hacia su propia historia~ sobre este trasfondo, el texto de la misma me fatigaría". En consecuencia, Vitier desistió de tomar esta
base aparece como una "estación de llegada": allf los enunciados depositan edición como texto base de la que preparara par ARCHIVOS (vol. 3),
sus frágiles formulaciones después de haber atravesado zonas de progTe- constatando que, s\bien se había efecnmdo en ella una buena corrección de
sión, de renuncia, de titubeos~ allí delatan también su precariedad, su nombres y citas en lenguas eA.'tranjeras (a cargo esencialmente de Julio
carácter de resultado virtual de un cúmulo de elecciones condicionadas, de Cortázar), se habían introducido también nuevas incorrecciones provocadas
accidentes~ es este entramado el que configura el texto, en defini~iva, como por el intento de "arreglar" pasajes y de "regularizar" las singulares
un "necesario" y, al mismo tiempo, como un "posible" entre múltiples modalidades sintácticas, ortográficas y de puntuación lezamianas (pp.
otros. XXXVI-XXXVII).
Y es que, como lo recuerda Antoinette Weber-Caflisch, las ediciones
críticas s~ caracterizan, no por publicar el "mejor texto" (tal como las
El texto base (algunos ejen11llos) ediciones sucesivas de la obra pueden en algunos casos haberlo
efectivamente perfeccionado) sino el mejor "estado del texto" en el sentido
La Colección ARCHIVOS ha adoptado el criterio más usual en las ediciones filológico del término~ es decir, ante todo, el texto "en el estado en que el
críticas de elegir como texto base de la obra el de la última edición realizada autor lo dejó". 7 Si J. Ortega toma como texto base para su edición del
en vida del autor. Para que este criterio sea válido, y la versión elegida Rayuela (vol. 16) la primera edición de la novela de junio de 1963, esta
represente cabalmente la "voluntad testamentaria" del escritor, .es necesario decisión debe fundamentarse en el hecho de que Julio Cortázar siguió y
evidentemente que éste haya ejercido un efectivo control sobre ella. De lo verificó detallada y metódicamente el proceso de impresión (como lo
contrario, el argumento "cronológico" carece de sentido por sí mismo. Es atestigua la obsesiva correspondencia que mantuvo con su editor en ese
conocido el hecho de que la edición de Paradüo de José Lezama Lima periodo )8 y que sin duda para ninguna otra edición volvió a ejercer una
realizada en México por Biblioteca Era, en 1968, a cargo de Julio Cortázar y supervisión tan estricta.
Carlos Monsiváis, alcanzó una amplísima difusión y sirvió de base a Hay que tener en cuenta, además, que habitualmente las ediciones
ediciones posteriores y a traducciones de la novela, pues se la consideraba sucesivas de una obra libradas exclusivamente al quehacer del editor, más
como aquella que "había salvado las numerosísimas erratas" que compor- que de mejoras, son portadoras de un cúmulo creciente de errores y
taba la edición cubana de 1966. 6 Sin embargo, la detallada lectura a que la recreaciones, lo que atenta obviamente contra el principio de la "última
sometió Cintio Vitier puso de manifiesto que la edición mexicana no había voluntad". Así, en el volumen dedicado a los Cuento.s y leyendas de Miguel
logrado cumplir con su cometido, a pesar de las múltiples consultas con que Ángel Asturias (vol.46), Jean-Philippe Barnabé debe tomar la decisión de
los responsables acosaron al autor. Se supo posteriormente que, aunque reproducir la primera edición de El Alhqjadito, publicada en julio de 1961
Lezama Lüna reconocía que la edición de La Habana estaba "llena de por la editorial argentina Goyanarte, en lugar de la reedición emprendida
erratas" -muchas de las cual~s provenían de la propia copia mecanografiada por Losada, cinco años más tarde, por cuanto aparentemente ésta se realizó
sin ninguna intervención del autor, radicado en ese entonces en Europa, y

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Las modalzdades editoriales Fernando Colla

de ello resultaron numerosas imperfecciones en el texto, "que han subsis- del libro. Por el contrario, conserva la estructura original de su primera
tido hasta hoy en todas las reimpresiones sucesivas de la casa y tornan algo edición (los dos textos introductorios y las cinco leyendas), relegando los
enigmática más de una frase". 9 dos textos añadidos a partir de la segunda edición a un "apéndice" final.
Pero este tomo presenta un caso aún más interesante. Para el estable- Jean-Philippe Barnabé combina de este modo dos criterios aparentemente
cimiento del texto del libro Leyendas de Guatemala, el editor manifiesta opuestos en el establecimiento del texto de las Leyendas de Guatemala, con
una clara preferencia por el de su primera publicación en Madrid, en abril de una doble finalidad: primero, la de "marcar nítidamente el deslinde de los
1930, en relación con todas las posteriores. Los parámetros de elección no dos ensembles textuales", pero también la de tratar así de "rescatar de
son aquí lo de la adecuación de la versión con los designios del autor -es M. alguna manera la unidad, 1i concentración, el impacto intensamente
A. Asturias quien promueve desde 1948 la reestructuración del texto- sino renovador de la pequeña publicación madrileña de 1930" (p. XXXI). Y apoya
una reivindicación más general (basada en consideraciónes q~izás más aún más radicalmente esta segunda finalidad publicando en el dossier del
"exegéticas"), en términos de autenticidad y de equilibrio literarios. La volumen, los facsímiles de esa primera edición, con sus ilustraciones
modesta edición madrileña (cuya tirada fue de tan sólo 200 ejemplares) originales, a fin de ofrecer allecto.r la posibilidad de apreciar los rasgos
constaba de dos escritos introductorios y de cinco leyendas, "hermosamente peculiares de su disposición gráfica, 12 gTacias a la cual el texto adquiere "un
ilustrada" con cuarenta y dos "motivos ornamentales mayas" (p. XXIX). La pulso, una respiración, un ritmo visual y semántico muy novedoso", que
edición que realiza Pleamar, dieciocho aña más tarde (sobre la base de la además, a la luz de los manuscritos, según Barnabé, corresponden a los del
cual se llevaron a cabo las sucesivas), no sólo reemplaza las ilustraciones proceso mismo de composición del texto (p. XXXI). ·
originales por diez dibujos del caricaturista salvadoreño Toño Salazar, sino Este ejemplo quiere mostrar que el editor crítico puede lícitamente
que además incorpora al libro, a instancias del autor, dos nuevos textos: buscar sendas alternativas o complementarias para llegar a un texto base que
"Los brujos de la tormenta primaveral" y "Cuculcán". Esta incorporación responda a los parámetros básicos de la colección, cada vez que el principio
rompe doblemente, según el juicio de Barnabé, el equilibrio original de la de la derniere main aparezca como deficiente o problemático. El criterio a
obra: el de su textura estilística y genérica -los textos corresponden a seguir aquí debe ser el postulado por Tavani, quien, en una cita precedente,
categorías disímiles y su extensión desproporcionada triplica el volumen del parafraseaba a Valéry para invitarnos a adoptar en la elección de una versión
libro- y el de su "intencionalidad": el impacto de su novedad es amenguado textual una actitud crítica y desconfiada hacia los principios universales y
por la intención de "alcanzar un público importante", por parte de un aconsejarnos recurrir preferentemente a los principios de la razón y del
escritor que se ha transformado también en personaje oficial. 10 buen sentido común.
Sin embargo, Barnabé, en acatamiento de las normas generales de la Hay casos en que el itinerario editorial mismo de la obra es tan tortuoso e
Colección, adopta como texto base, si no el de la última edición aparecida intrincado que impone al editor crítico el ejercicio de un "arte combina-
en vida del autor, al menos el de aquella que eventualmente tuvo la torio" entre las diferentes versiones textuales~ casos en que los rasgos nega-
posibilidad de pasar entre sus manos para un control postrimero: se trata de tivos o sospechosos predominan en las ediciones existentes y obligan a una
la que publicara la editorial Losada en 1957, dado que Miguel Ángel Asturias reconstrucción minuciosa y detallada de los enunciados y a una
"por ese entonces residía en Buenos Aires y era amigo personal de Gonzalo identificación de los descuidos o de las intenciones que cada variación
Losada"n (p. XXXII). No obstante, si el editor acepta retomar la revela. Ya hemos señalado al respecto el ejemplo de Paradiso. Las
configuración textual de 1957, no hace lo mismo con el contenido general deficiencias e incorrecciones que presentan todos los testimonios

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Las modaltdades editoriales Fernando Colla

subsistentes clausuran rotundamente la posibilidad de elegir entre ellos uno edición de Jus, empresa editorial católica que decide, a instancias de
que pueda ser válido como texto base: Vasconcelos, presentar en 1958, a pocos 1neses de su muerte, una versión
expurgada del Ulises criollo, desfigurando totalmente el texto inicial en el
Por lo explicado pudiera pensarse que nuestro "texto-base" debiera ser el afán de borrar toda manifestación irreverente -y en particular las de corte
original autógrafo. Se observan, sin embargo, añadidos y modificaciones en erótico o sensual-, privándolo "de las audacias que constituían -si nos
el texto de la edición cubana (que sirvió de base a la mexicana), lo que obliga referimos a la época en que se publica- uno de sus atractivos más evidentes
a no perder de vista la primera en ningún momento. Igualmente ha sido
y más originales" (LXXXIV).
indispensable confrontar los capítulos publicados en la revista Orígenes. De
Restituir un texto fidedigno1en estas condiciones implica volver a las
todo ello se desprende la complejidad de un triple o cuádruple cotejo me-
fhentes originales -los borradores, las notas, los 1nanuscritos del escritor- y
diante el cual ha sido necesario, literalmente, "establecer" el texto que
presentamos. (XXXIX)
desde allí reconstruir el proceso de composición y el itinerario editorial de
la obra, distinguiendo las intervenciones ajenas a la mano del autor y
Aquí, por supuesto, "establecer" es equivalente a "reconstruir" a partir tratando de interpretar el sentido de sus propios remodelamientos. Este
de esos testimonios deficientes una configuración textual que se ajuste lo procedimiento puede complicarse aún más en los casos en que no ha habido
más estrictamente posible a los designios escriturales del autor. ediciones de la obra en vida del autor. El ejemplo paradig1nático aquí es sin
Otro caso puede ejemplificar elocuentemente estos recorridos editoria- duda el del Museo de la novela de la Eterna de Macedonio Fernández (vol.
les sinuosos: es el del Ulises criollo de José Vasconcelos (vol. 39). Su 25).
caTácter paradigmático se revela desde el proceso n1ismo de su composición La redacción de esta novela, tantas veces mencionada, anunciada y citada
-llevada a cabo "en condiciones relativamente caóticas, según las peripecias por el autor, se vio interrumpida por su 1nuerte, aunque de alguna forma es
de un exilio que conduce al autor de Francia a Argentina y luego a Estados problemático considerarla como "incompleta" dadas las peculiares concep-
Unidos" -,13 pero se pone con mayor evidencia de manifiesto en los distintos ciones de Macedonio acerca de la obra como un permanente hacerse y su
avatares de su historia editorial. La primera edición de la obra, publicada en consecuente desapego de la noción de verst6n difinitiva. 4 Dellarguísimo
1935 por Ediciones Botas, se basaba en una copia mecanografiada, dada proceso redaccional y de las múltiples campañas de reescritura y corrección
posteriormente por extraviada durante muchos años. Había sido realizada a las que el texto fue sometido, quedan huellas en varias series de testi-
por el yerno de Vasconcelos, no se sabe si al dictado de su suegro o monios -manuscritos y copias-, cuyos elementos ("una cantidad extraor-
copiando un eventual manuscrito. Esta copia no transcribía los capítulos dinaria de documentos de muy diversas características", p. LIX) se
iniciales, reemplazados por recortes de revistas en los que habían visto entremezclan y confunden. Sobre la base de este .frangollo -"Macedonio
inicialmente la luz. El cúmulo de erratas que contenían estos recortes y el dirit' (ibid.)- se habían realizado, antes de la edición ARCHIVOS, tres
apresuramiento con que la edición fue realizada -urgida por el propio autor, edicio-nes póstumas: Centro Editor de América Latina, 1967; Corregidor,
confrontado en la época a serios apremios económicos- justifican "el 1975; Biblioteca Ayacucho, 1982. Estas tres ediciones estuvieron a cargo de
estado a veces gravemente defectuoso de esta versión impresa", cuyas Adolfo de Obieta, albacea y gran conocedor del texto, cuyo proceso de
interpreta-ciones erróneas del original se traducirían en "verdaderos escritura había presenciado y apoyado. Teniendo en cuenta que ninguna de
contrasentidos", lo que no impidió que las ediciones posteriores retomaran estas ediciones -básicamente similares, salvo ligeras variantes- identifica
y repercutieran "aberraciones y anomalías" (LXXVIII). En el otro extremo, la las fuentes manuscritas utilizadas como originales (al parecer habrían
adicionado el contenido de varias series), y teniendo en cuenta también el

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Las modalzdades editoriales Fernando Colla

desorden que caracteriza la constitución del pre-texto, Ana María Camblong cient(fico es excluirlos, lo más macedoniano es incorporarlos" (LXXVII).
toma una decisión singular: la de adoptar como texto base una versión Estos "Prólogos" encontrarán finalmente su lugar en uno de los apéndices
inaccesible para Adolfo de Obieta en el momento de realizar su textuales del volumen, del mismo modo que las composiciones poéticas
establecimiento del texto (en 1967), por encontrarse extraviada. Se trata de antes aludidas. ¡
una copia, con correcciones y agregados de puño y letra del autor, realizada En este sentido, la elección de una versión del texto como la de la "copia
al parecer en 1948, que fuera entregada ese mismo año a Raúl Scalabrini Scalabrini Ortiz" permite no sólo presentar una configuración enunciativa
Ortiz, íntimo amigo de Macedonio. La copia quedó en su domicilio hasta el "legítima", en tanto establecida indudablemente por el propio autor, sino
año 1977 en que, ya fallecidos ambos escritores, fue encontrada por la viuda también ordenar a su alrededor de manera orgánica -en este caso, en los
de Scalabrini y remitida a Adolfo de Obieta. La elección de esta versión se tres apéndices textuales establecidos por Camblong- el cúmulo de textos
basa en sólidos argumentos: las correcciones del autor, efectuadas pocos alternativos o complementarios que configuran otras versiones de la obra,
años antes de su muerte (en 1952), "refrenda la autenticidad" del docu- que tienen o pueden también tener su propia legitimidad.
mento; "la copia se mantuvo ordenada y abrochada, no en partes aisladas,
sino completa, lo que la distingue de las demás copias y versiones de las
últimas etapas"; "el hecho fortuito de que se haya mantenido separada del Intervenciones del editor
resto de los testimonios y qjena a la preparación de la edición póstuma la
sustrae de suspicacias y la convierte en un parámetro de indubitable legiti- Una vez elegida o establecida la configuración enunciativa que constituirá el
midad" (LXXVI). Esta llamada "copia Scalabrini Ortiz", que contiene texto base de la obra, el editor puede introducir en ella las correcciones que
-dentro de los límites macedonianos- una versión "completa", es decir, considere imprescindibles.
que comporta de alguna manera su propio "cierre", contribuye a poner en En términos generales, los alcances de las intervenciones del editor
evidencia algunas anomalías de las ediciones que estableciera de Obieta. dependen, del tipo de programa editorial en el que inscribe su empresa. El
Así, el conjunto de textos poéticos que componen el capítulo XV de la arco de posibilidades, sobre todo cuando el texto tiene ya una cierta
novela en estas ediciones no aparece allí incorporado, lo que corrobora las antigüedad, se despliega entre presentar la versión intacta, en el contexto de
dudas acerca de una posible arbitrariedad en la decisión de incluirlas (en el su propia historia, con todas sus particularidades lexicales, ortográficas, etc.
archivo de Macedonio se conservan en una carpeta aparte y no fueron -y en este caso Michel Espagne diría que la finalidad de la edición es la de
tampoco integrados en ninguna de las series de originales disponibles). Sin "aumentar la masa de conocimientos científicos" sobre el autor, la obra, el
embargo, la elección de la "copia Scalabrini Ortiz" no deja de ser texto-,15 o modernizar esas particularidades, adaptando el texto a los usos y
problemática, ni de plantear disyuntivas insolubles: esta versión no recoge, a los gustos de un público determinado -y en ese caso, el objetivo de la
por ejemplo, muchos de los "Prólogos", redactados y recopiados por el edición será el de acondicionar un lugar para el texto en el seno de la
autor, sin que éste haya dejado ninguna información, ninguna pista, acerca "1'1teratura VIva
• " .16
de las razones que pudieron motivar esta decisión. La exclusión de estos El programa editorial de la Colección ARCHIVOS tiende evidentemente a
textos crea un dilema para la editora entre el respeto de la exigencia recrear los objetivos del primer tipo de edición citado, y si bien los trabajos
metodológica o la adhesión a la aversión declarada de Macedonio por los críticos reunidos en la sección "Lecturas del texto" actualizan la problemá-
criterios excluyentes: "No podemos dejar de reconocer que, si lo más tica del impacto de la obra, de su relación con el presente, lo fundamental
del esfuerzo editorial se concentra en exhibir la historia del texto mismo,
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Las modalidades editoriales Fernando Colla

con lo cual, precisamente, "se pone el acento en la distancia que lo separa Esta restricción veda, por supuesto, cualquier intervención editorial en
del lector contemporáneo y en la necesidad de la mediación científica". 17 lo que se refiere al uso de las mayúsculas o a la puntuación del autor (tal
En este caso, las intervenciones del editor en el texto se limitan funda- como lo postulaba Tavani en sus lecciones de rg86, if. Apéndice, p. 273),
mentalmente a la corrección de errores evidentes, ya sea que éstos elementos textuales ambos que cumplen una función expresiva evidente. La
provengan de la acción del componedor o de un copista, o de la propia puntuación constituye un fenómeno particularmente delicado, en cuanto
actividad del autor. puede decirse que traduce visualmente el movimiento del pensamiento y la
Muy a menudo el manuscrito limpio o el dactiloscrito que el escritor palabra del escritor. En este sentido, el valor rítmico de la puntuación es sin
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deposita en la editorial presenta ya un sinnúmero de imperfecciones. Es ningún lugar a dudas portador de sentido. Los usos filológicos han
sabido que, indefectiblemente, en el acto de copiar se producen disfun- establecido una distinción entre la puntuación espontánea del autor
cionamientos -más o menos facilitados por las condiciones materiales de -aquella que ha conformado la versión original del texto según las
trabajo, el estado de fatiga del copista, etc.- que inducen transcripciones necesidades y designios expresivos del escritor en la fase redaccional- y la
erróneas. El autor, al pasar en limpio su texto, evitará algunos errores que puntuacz6n editorial, es decir, aquella que figura en las versiones editadas y
son muy frecuentes en las copias apógrafas -aquellos derivados de una que constituyen "normalizaciones" gramaticales o adaptaciones a las
lectura equivocada, siendo el caso más común el de la lectiofaczlior o triviali- modalidades de una colección, introducidas por los agentes editoriales, con
zación-,19 pero compartirá otros tipos de errores con los componedores y o sin el consentimiento del autor.
copistas. Desde larga data, la filología ha desglosado las operaciones que En muchos casos, el rasgo que caracteriza la "puntuación espontánea" es
componen el acto de copiar -lectura, memorización, autodictado, precisamente su desapego de las reglas académicas, el recurso permanente
transcrip-ción, etc.- y ha asociado a cada una de ellas los distintos tipos de de la transgresión, progTamada o inconsciente, buscando forzar la capacidad
errores que se pueden cometer (estos tipos se agrupan en general en cuatro expresiva de los signos. (Cuántas veces un escritor termina una frase que
grandes categorías: adición, omisión, alteración del orden, sustitución). 20 comenzó siendo interrogativa con un signo de exclamación ... )
22

Estos ordenamientos pueden ser de utilidad para el editor en el momento de Esta distinción entre puntuact6n espontánea y puntuact6n editorial pone
detectar, clasificar e interpretar las lecciones erróneas que comporta el texto de manifiesto, una vez más, la necesidad de volver incesantemente a las
base. fuentes manuscritas para corroborar o restituir la estructuración primigenia
Otra intervención lícita del editor puede consistir en una modernización del texto. Aquí, como en los demás casos, el objetivo ha de ser el de
"razonable" de la grafía, la acentuación u otras pautas ortográficas, cuando presentar el "mejor estado" del texto, es decir, el texto tal como el autor
éstas, por haber sido reemplazadas por una normativa académica, pueden quiso darlo a leer.
estorbar la lectura o generar ambigüedad. N o se trata evidentetnente de caer De más está decir que todos los retoques e intervenciones del editor, por
en las aberraciones que promovía la filología del siglo XIX, buscando mínimos que éstos sean, deberán ir explicitados claramente en el aparato de
remodelar los textos clásicos o medievales según las reglas de una gTamática notas correspondiente.
ideal, arquetípica pero inusual, sino de retocar elementos ortográficos que
no son portadores de sentido, que no constituyen un rasgo específico del
estilo del autor, sino un uso generalizado que el transcurso del tiempo ha
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vuelto caduco.

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Las modalidades editoriales Fernando Colla

El registro de variantes

En la diagramación del texto y del registro de variantes, la Colección ADÁN BUENOSAYRES 249

ARCHIVOS no se ha inspirado en los modelos editoriales que promueven hijos de puta! Yo se los entregaría, bien atados, a la
madre del joven, para que les arrancara los ojos con
"esquemas sinópticos", fragmentando el desarrollo lineal del texto, para las uñas, o los despellejara vivos, o los quemara con (... ) los quemara con fósforos
[de papel], así lentamente...
intercalar, en un eje vertical, la sucesión de las lecciones divergentes. Las fósforos, así, lentamente ...
-¡A la pucha! -t~urmuró Franky-. ¿De quién - (...) ¿De /qué/ diablos ha-
dificultades de lectura que suscitan estos esquemas restringen el público diablos háblará esa mujer? hlaní 1]?
-Creo que de los maffiosos rosarinos -aventuró
lector a círculos realmente especializados (y a pesar del esfuerzo de descifra- Pereda.
miento que exigen del lector, pocas veces logran cabalmente su cometido de -¡Barbaridad! -musitó aún doña Venus con un hilo (...) -/musitaba/ [ J doña
Venns (...) Matarlos es poco.
de voz que fue adelgazando hasta morir en silenciosas
restituir una imagen "dinámica" de la génesis). honduras-. ¡Matarlos es poco!
Al reflujo de aquella voz que subía o bajaba como
Sobre la base de uno de sus objetivos prioritarios -el de rescatar, una marea, la normalidad se construyó de nuevo en [] La normalidad se ... *
reconstruir y comunicar la configuración textual auténtica de una obra-, la el vestíbulo. Pero el astrólogo se había entusiasmado
con la ferocidad mediúmnica de doña Venus.
Colección ARCHIVOS reivindica la exigencia de la legibzlidad, es decir, la de -Esa mujer tiene alma de verdugo -reconoció-: una - (... ) -reconoció fadmirati-
crueldad primitiva. ¡Lástima que no conozca las vamente {t.)]-, (... )
preservar (para un público lector relativamente amplio) las condiciones torturas orientales!
tipográficas adecuadas para una lectura "lineal" del "mejor estado" del -0 las de los indios americanos -le retrucó Berníni,
que no cedía nunca en materia de folklore.
texto. -¡Bah! -repuso Schultze.
-¿Las conoce?
Por otra parte, en la discusión terminológica sobre el contenido estricto -No, pero me las imagino. Bestialidad pura, ¿no es -No, pero [ ] las imagino.
de los conceptos de variante, estadio, versión, y sobre las distinciones así? Tormentos que no van más allá del mundo físico. Bestialidad pura: (... )
En Oriente se ataca el mundo espil'Ítual o el moral.
tipológicas que se pueden establecer acerca de la variación, la Colección Bernini sonrió con indulgencia.
ARCHIVOS ha tomado el partido más "austero" de designar como variante -¿Conoce la tortura del camoatt?
-Y usted -le replicó Schultze-, ¿conoce el suplicio
toda lección diferente de la del texto base, ya sea que ésta provenga de un de la Odalisca Enamorada'?
Franky se dirigió entonces a los dos contendientes: Franky se dirigió ... **
testimonio manuscrito, de un documento pre-editorial (corrección de -¿Y el de la Gota de Agua? -les insinuó con -¿Y el [suplicio (t.)) de la
misterio-. ¿Y el de la Pluma de Codorniz? /gola de agua/? -(... )-¿Y el
galeradas, por ejemplo) o de una versión édita. Al mismo tiempo, ha Entre los muros de color de sangre, a la luz
de la /pluma de codorniz/?

adoptado, como criterio operacional, la distinción simple entre variantes pegajosa del vestíbulo, bajo la ceñuda vigilancia del
Conductor, ante los ojos benévolos del Gasista y el
cortas y variantes largas. resentido empaque del Señor Maduro, las descripciones (...) y el [uún (t.)] resentido
de los. tres especialistas desfilaron en ronda macabra. empaque (... )
Esta distinción implica, ante todo, que en el registro de variantes, se Y el petizo Bernini fue quien inició aquella serie: He
toma en cuenta el "elemento variante" mínimo; en otras palabras: si dentro
* [] La normalidad se /restableció/ de nuevo (e.e.b. borrado) [ l [de aquella \'O~ que se levantaba
de una frase, el autor reemplaza en dos lugares distintos dos términos, éstos y descendía (t.t., desde se) subía y bajaba periódicamente como una marea.] Pero el astrólogo [Sehultze)
[ ] había /quedado/ (Incompleto. Todo el párrafo fue recuadrado, tachado y reelaborado de este modo:
serán listados separadamente. No así, por supuesto, cuando se trata de [ J La normalidad se construyó de nuevo en el vestíbulo, [al renujo de aquella voz que subía
y bajaba periódicamente como una marea]. Pero (... ) entusiasmado /ante/la (... ).)
términos contiguos (o casi contiguos), salvo si corresponden a dos ** Franky se dirigió /aquí (t.) entonces/ a los dos contendientes.

campañas diferentes de escritura. Por ejemplo, en la secuencia de El Llano


en llamas de Juan Rulfo (vol. 17), "No tiene ni qué, que era más fácil caer

194 195
Las modalidades editoriales Fernando Colla

sobre los ranchos en lugar de estar emboscando a las tropas del gobierno", "versiones" que contienen estados de texto que no figuran en el texto base
el editor detecta dos reescrituras ("ni qué, era" por ~'ni qué, que era" y (o que aparecen muy transformados) se transcriben inmediatamente
"estar espiando a" por "estar emboscando a"), ambas provenientes de la después de éste, en uno o más "apéndices".
primera versión del cuento publicada en la revistaAménca y, a pesar de que Si las variantes corresponden a más de una fuente, deben ir precedidas
forman parte de una única frase, las registra individualmente, como dos de las iniciales o las siglas que designan los distintos testimonios cotejados
variantes distintas (p. 79). -según un código que se explicita en 1~ "Nota filológica preliminar". Así,
De acuerdo con la disposición gráfica que definió G. Tavani en sus por ejemplo, para la novela de Miguel Angel Asturias, El Señor Preszdente
"Lecciones", las variantes cortas se regisu·an en una columna delimitada a la (vol. 47), el editor toma como texto base el de las ediciones que publicó
derecha del texto base y a la misma altura que el lema; mientras que el pie de Losada en 1952 y 1959 -y que aparecen designadas respectivamente como
la página queda reservado para las variantes largas, es decir, aquell.as cuya "C' y "E'- y registra las variantes que aparecen en la copia del manuscrito
extensión excede la capacidad de la columna para exponerla en paralelo al de la novela que Asturias entregara a su amigo francés G. Pilliment en 1933
lema. De este modo, las páginas de los volúmenes de la colección que -designada con la letra "T' pues llevaba como título Tohil- y de la primera
contienen el texto de la obra presentan una estructura tripartita: el texto versión de la novela, publicada en México en 1946 y designada con la letra
base, que ocupa la columna de la izquierda (de 8o mm de ancho); las "A".23
variantes, en un cuerpo menor, que ocupan la columna de la derecha (de 40 Si un enunciado ha sufrido modificaciones en varias campañas de
mm de ancho), y la parte inferior de la página, en donde se ubican las reescritura, las variantes se registran sucesivamente, según el orden
variantes largas, junto con las notas filológico-genéticas (Ver zlustracz6n). cronológico de su producción. En el volumen precedentemente citado, para
El hecho de tomar en cuenta el elemento variante mínimo hace que, en la secuencia del texto base, "que turbaban las toses del general" (p. 78), el
general, la mayor parte de las variantes aparezcan ubicadas en la columna de editor registra: "T: turbaban las tosidas del 1 A: turbaban las tosiditas del".
la derecha. Esta disposición "en paralelo" lema/variante facilita, para el lec- Si la serie de reescrituras correspondientes a un lema es muy extensa o si
tor, la reconstitución de los distintos itinerarios de reescritura. La vecindad se trata de una variante larga (locución, elemento oracional, frase), su
de ambos elementos ofrece la posibilidad de una visión de conjunto de las transcripción se registra, como ya lo indicáramos, al pie de página, con las
fases redaccionales sucesivas y de una permutación mental de las secuencias mismas modalidades que las encolumnadas, es decir: precedidas por la
casi equivalente a la de los diagramas sinópticos, con la ventaja, además, de designación de la fuente, dispuestas en orden cronológico, etc. Las llamadas
no interrumpir el desarrollo lineal del texto base. En todo caso, es evidente que remiten a la variantística (letras minúsculas )24 se colocan al final del
que la columna constituye una zona "menos marginal" que el pie de la lema; si no queda totalmente claro dónde comienza la variación, en el
página o el final del volumen, que son los emplazamientos habituales del comentario filológico-genético contiguo a la variante, el editor hará una
aparato de variantes en las ediciones críticas que no adoptan los modelos especificación del tipo "A partir de 'La casa... ; el enunciado reemplaza la
sinópticos. secuencia del manuscrito T".
En los volúmenes de la Colección ARCHIVOS, el registro de las variantes Cuando las variantes largas van acompañadas de comentarios filológico-
es exhaustivo, es decir que toma en cuenta todos los testimonios que genéticos del editor, para evitar confusiones, aparecen encerradas entre
compo-nen el dossier genético de la obra: documentos redaccionales, pre- ángulos (< >), mientrans que los comentarios aparecen entre corchetes ([ ] )
edito-riales y editoriales. Los documentos prerredaccionales y las y, para acentuar la distinción, compuestos en cursivas (Ver Protocolos).

196 197
Las modalzdades editoriales Fernando Colla

Las llatnadas con letras minúsculas pueden remitir también a notas expresamente para esa edición), que constituye el único testimonio autó-
25
filológico-genéticas aisladas, es decir, no asociadas ni contiguas a variantes grafo del proceso creativo del poema (cf. p. XXXV).
largas específicas, sino alternando con éstas al pie de la página. Estas notas, El pie de página queda reservado para la anotación filológico-genética y,
por lo general, contienen comentarios puntuales acerca del contexto de la en el caso de El gaucho Martfn Fierro, para registrar la variación édita: se
variación, sus modalidades materiales o una interpretación de su lógica. Las consignan variantes de siete ediciones y de cuatro ejemplares de la edición
notas aisladas no van encerradas entre corchetes, pero sí van compuestas en príncipe con correcciones del autor.
cursivas, como las que acompañan una variante (Ver Protocolos). Es de notar que las ediciones de obras poéticas -sobre todo cuando
Como ya lo señaláramos, cuando hay fragmentos más o menos largos, están compuestas en versos de reducida extensión, como en el caso de
consignados en uno o varios testimonios, y que no han sido incorporados en Martfn Fierro- presentan facilidades evidentes para el registro de variantes
el texto base, éstos pueden ser transcriptos en apéndices, al final de texto. Si y le otorgan al editor una libertad mayor que en el caso de la prosa para
dichos fragmentos han sido objeto de reescrituras, la transcripción lineal diagramar el aparato crítico.
puede dar cuenta de las mismas de diversas maneras: intercalando las
variaciones en el texto, acompañándolas de los signos diacríticos
IJamó al cabo y al Sargentod
correspondientes; relegando las variantes al pie de la página, utilizando el 775 Llamó al cabo y al sargento Y em¡;ezó la indagación
Y empezó la indagación, Si ha4a nuido Wi tal tiempo
sistema de llamadas, etc. El método a seguir depende de la cantidad y de la Si babia venido al cantón Sí babia venido al Cantón
En tal tiempo o en tal otro ·
En tal tiempo o en tal otro ...
envergadura y alcances de estas campañas de reescritura . Y si había venido en potro,
Y si babia venido en potro
En reyuno o redomón
780 En reyuno o redomón.

El esquema general que acabamos de delinear puede ser aplicado con [Erm1fo agregada en r !/ maflfenitft;
Y todo era alborotar
algunas modificaciones, siempre y cuando éstas se fundamenten en motivos Al ñudo,269 y hacer papel,270
sin variantes en las ediciones subst·
guientes.]r
científicos o editoriales valederos. Así, por ejemplo, en su edición de Martfn Conocí que era pastel
Pa engordar con mi guayaca,
Fierro (vol. 51), Élida Lois prefirió presentar el texto base establecido de los 785 Mas si voy al Coronel
Me hacen bramar en la estaca.
dos poemas (El gaucho Martín Fierro y La vuelta de Martfn Fierro)
acompañado en paralelo, en la columna de la derecha y en cuerpo menor, Ah! hijos de una ... la codicia Ah! hijos de una--- la codicia
Ojalá les ruempa el saco
por el primer estadio escritura! que ha podido registrarse para ambos. En la Ojalá les ruempa el saco; Ni un pedazo de tabaco
Ni un pedazo de tabaco
transcripción de estos pre-textos manuscritos no se han tenido en cuenta los
trazados gnificos: "El tachado señala unidades conceptuales suprimzdas a. 1', 2', 9', 10', 11" <el Comendante> [En las versiones lditarse trabaja lafonciónjerarquizadora de
las mayúscular. JTiare ínfra v. 775.]
independientemente de los procedimientos de inscripción sobre el papel b. !', 2", 10", 11' <Aviriguar> [Tambitm en 8~ según Gil]; 9' <Averiguar>
c. 1', 2', g•, 10', 11' <Que no era el tiempo de Rosas> . , • .
que haya empleado elscriptor" (p. CI). d. 1', 2', 9', 10", 11' <al cabo y al sargento> [Las reescrituras a¡ustan el uso de mayuscular¡erart¡utza-
doras en este paraje: aMayor»-«Comendante»·«Coroneb>frente a «cabo»-«ra11feniO».]
La confrontación del texto base con el manuscrito correspondiente e. En nu., la secuencia tachada es un aflficípo del verso siguiente.
f. La sextina intercalada mmple la fonción de explicitar las motivaciones ~ los ~eros narrados en la estrofa
presenta un interés general ("permite consignar variantes textuales, anterior, que pod{mz ser iflferpretados como diligenciar absurdas pero bienmtenctonadas.

reestructuraciones -particularmente variación estrófica- y notas metaes-


criturarias", ibid.), interés que se ve acentuado en el caso de Elgaucho Mar-
tfn Fierro, por el hecho de tratarse de un manuscrito inédito (restaurado

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Las modalLdades editoriales Fernando Colla

manifiesto la ajustada interpenetración de "las inscripciones de lo real y las


de la ficción" ,27 la compleja red de relaciones entre la invencz6n y las
Los apéndices vivencias -vivencias que comportan el vasto territorio de las lecturas, los
1núltiples entramados de la intertextualidad.
Muy a menudo el texto de una obra emerge como la parte visible de un Forman parte de esa masa escritura! excluida del texto base -y
iceberg de escritura~ cuya masa, más o menos imponente, está constituida
26
difícilmente colacionable en una edición crítica- el conjunto de fi·agmentos
no s~lrunente por ~os borradores y manuscritos, sino también (y en algunos más o menos extensos, desechados por el autor voluntariamente o
escntores, esenCLalmernte) por un cúmulo de documentos prerredac- compelido por los censores. Evidentemente se trata de documentos que
cionales: las genéricamente denominadas notas preparatorias, de diversa corresponden a otra categoría que los antes mencionados (son en general
naturaleza y extensión. Estos documentos, que en una edición crítica son textos acabados que comportan su propia historia redaccional y que otro
considerados como" no colacionables" (por no ajustarse ni a la diagr~ación tipo de historia ha proscripto de la vulgata) pero que se adicionan a ellos en
estructural ni al desarrollo secuencial del texto) representan una suerte de el archivo del escritor, suman su volumen a la masa del "iceberg de
magma en el seno del cual el texto se ha ido conformando, ha ido escritura".
adquiriendo una forma. ,
Según una distinción básica que establece L. Hay, estos testiinonios
pueden consistir en notas consignadas en soportes móviles, como fichas,
hojas. sueltas, objetos de papel diversos: sobres, servilletas, etc (y cuando Las "versiones"
estudiemos la propuesta editorial multimedia de ARCHIVOS de El beso de la
mzqer araña veremos la importancia de este tipo de documento espontáneo Desde los primeros volúmenes publicados, la Colección ARCHIVOS intentó
en la articulación de la novela de Manuel Puig), o en soportes constituidos registrar estos documentos no-redaccionales como parte integrante de la
por pliegos encuadernados: libretas, cuadernos, camets ... totalidad escrituraría de la obra, recurriendo a un vasto arsenal de
Desde el punto de vista del contenido de estos documentos, se puede procedimientos de transcripción: lineal, diplomática, facsimilar, etc. Junto
establecer otra distinción básica entre, por una parte, los testimonios con ellos, intentó incorporar metódicamente también (conformando a
prerredaccionales propiamente dichos (aquellos que constituyen realmente veces, cuando el contenido del archivo del escritor lo permitió, apéndices
los lugares desde donde se pone en marcha el proceso de escritura) y por la orgánicos y exhaustivos) las versiones no integradas en el texto base, ya
otra, los testimonios para-textuales. Estos últimos pueden corresponder a fueran éstas secuencias textuales desechadas o "estados del texto"
distintas categorías, como por ejemplo, diarios intimas, que suelen brindar diferentes al del texto base y que han funcionado como precedentes,
informaciones acerca de las motivaciones de la escritura, la intencionalidad, inspiradores o derivados.
el significado atribuido a secuencias textuales específicas o al proyecto Cuando su volumen y extensión lo permiten, estas incorporaciones
global; carneu de invesrigacz6n, con notas documentales que pueden a su pueden ubicarse simplemente como variantes largas: es lo que ocurre, por
vez corresponder a distintos tipos de información: notas sobre el terreno, ejemplo, en la edición de la novela de Leopoldo MarechalAdánBuemayres
notas de lectura, etc. La función de estos documentos es de alguna manera con el episodio que alude de manera explícita a la figura de Victoria O campo
28
la de establecer vínculos entre la escritura y el mundo, poniendo de y que debió ser excluido de la edición princeps por exigencias del editor

200 201
Las modalidades editoriales Fernando Colla

-reincorporada en el tomo de ARCHIVOS (vol. 31) en forma de nota al pie de "Decenas de párrafos son escritos una vez más y también su estructura es
las páginas no 372-373. sometida a cambios" (p. LIV) -entre ellos, el más importante es la inversión
En otros casos, las versiones constituyen un corpus independientemente del orden de los capítulos XIII y XIV.
organizado (en los "apéndice orgánicos" a que antes aludimos) y represen- La edición de la Colección ARCHIVOS de La carreta da cuenta de este
tan una poderosa fuente de significaciones que enriquece y reconfigura la tortuoso recorrido: toma esa última edición ("que Enrique Amorim
constelacián semántica del texto base. Ya el volumen no 10 de la Colección consideró definitiva", p. LVI) como texto base y registra, en la columna de la
ARCHIVOS, dedicado a la novela La carreta de Enrique Amorim, recogía el derecha, las 1 soo variantes correspondientes a la primera edición, y al pie
complejo conjunto de escritos que, en un permanente movimiento, fue de página, las que remiten a la quinta edición.
constituyendo las diferentes versiones del texto, en un periodo que abarcó Por otra parte, en un Apéndice situado inmediatamente después del texto
casi treinta años de la vida creativa del autor. base, se presentan en transcripción lineal con signos diacríticos para indicar
Recordemos rápidamente que en el origen de la novela hubo uti cuento la disposición y las campañas de reescritura, las versiones manuscritas de los
de juventud de Amorim ("Las quitanderas", incluido en su primer libro de capítulos 11, III, IV, V, VI, VII, VIII y del cuento "Los explotadores de
narrativa, en 1923, y publicado un año después separadamente, como relato pantanos", que se convirtió en el capítulo XIV, así como las versiones
autónomo), asociado a otros tres cuentos, pertenecientes a su segundo libro mecanografiadas con correcciones -en algunas de las cuales están interca-
de relatos, Tangarupá, publicado en 1925, y más particularmente uno de ladas páginas manuscritas- de los capítulos I, X, XI, XII y XV, todas ellas
ellos "Las quitanderas (segundo episodio)". Estos cuatro relatos -en los encontradas por el editor en el "Archivo Amorim", conservado en la
que quedaría establecido el perfil de los personajes protagónicos de la Biblioteca Nacional de Montevideo.
novela- se convertirían en cuatro capítulos de La carreta, de un total de En uno de los dossiers, al final del volumen, se presenta, además, con las
catorce en la primera edición. Sin embargo, tres de ellos "son no sólo mismas modalidades de transcripción, el establecimiento de las versiones
instancias claves de la novela, sino algunos de los textos más extensos y impresas de los cuentos que más tarde se transformarían en capítulos,
desarrollados, a partir de los cuales (o al menos teniéndolos presentes) algunas con correcciones.
seguramente son elaborados todos los demás" .29 Esta recopilación exhaustiva de los diferentes tramos del recorrido
La primera edición de la novela se publicó en 1932. En vida de Amorim textual da como resultado previsible una lectura inédita del texto base
hubo cinco ediciones más, que en realidad se reducen a tres, puesto que la mismo: "Creemos que una edición como la proyectada, es decir, con la
segunda y la cuarta fueron reimpresiones de la primera y la tercera publicación de todas sus etapas, versiones y variantes, más allá de brindar
respect~vamente. una lectura polisémica de texto en todos sw estados de elaboración,
30
El proceso creativo prosiguió a lo largo de este itinerario editorial: en la permitirá a su vez una nueva lectura crítica textual de la obra definitiva".
tercera edición (1933), se introdujeron una serie de variantes; lo mismo
ocurrió en la quinta (1942), siendo la modificación más significativa la
inclusión de un nuevo capítulo, publicado un año antes como cuento en el
diario La Prensa de Buenos Aires, con el título "Carreta solitaria", Los cuadernos de trabqjo
incorporado en lugar del capítulo XIV de la novela -que pasó a ser el capítulo
XV. En la edición siguiente (1952), se continuó el proceso de variación: Los testimonios prerredaccionales implican, por lo general, un trabajo de
composición. En los planes, argumentos, esbozos se establecen los núcleos
202 203
Las modalzdades editoriales Fernando Colla

y los esquemas a partir de los cuales arranca la serie de operaciones que va a novela, presentado en forma de variantes al pie de las páginas del texto base,
desembocar en la construcción de un texto. y el cuaderno de trabajo de J. Cortázar (que había sido publicado en repro-
A diferencia de la libreta nómade, que registra ideas e impresiones sur le ducción facsimilar en 1983, por Ana María Barrenechea, con el tínüo de
champ, o que consigna los reclamos imperiosos de una imagen, de una idea, Cuaderno de bitácora) presentado en transcripción diplomática, con
a través de los cuales se abre paso la creación (como en el caso de Ricardo reproducciones de algunos diagramas y dibujos.
Güiraldes, quien "a la manera de los escritores impresionistas, registraba en El primer documento forma parte de la colección de manuscritos de J.
fichas aspectos de la realidad, ideas, emociones, que luego compaginaba, Cortázar de la Benson Latin American Collection de la Universidad de
reelaboraba y pulía"),31 el cuaderno de trabqjo se llena en la intimidad del Texas (Austin), comporta numerosas sustituciones, tachaduras y añadidos y,
escritorio, con los signos de una escrituraprivada, monológica, que sienta según Julio Ortega,33 debió servir de base a la "copia limpia" que el escritor
las bases discursivas y narrativas que desarrollará el funuo texto. Estos depositó en la editorial para su primera publicación. Algunos capítulos de
cuadernos suelen tener un carácter "mixto" en el sentido que combinan los este manuscrito no aparecen en el texto editado e inversamente, éste
esbozos textuales -fragmentos de formas o ideas- con reflexiones "meta- comporta otros que están ausentes en el manuscrito. Por otra parte, el orden
textuales"32, o "personales", acerca del que- de los capínüos difiere de manera significativa en las dos versiones (lo que
hacer creativo, sus asociaciones con lo en el caso de Rayuela presenta un interés muy particular) y, es más, podría
••• la Jura Db\rn mental biográfico, lo existencial, y el ineludible decirse que este documento es uno de los escenarios en los que se juega casi
Suwki

~~.~~ ok~"'
.. """ lfanw,. llAYUEL\ ~· trabqjo del elemento ínter-textual. dramáticamente el novedoso ordenamiento de los fragmentos texn1ales que
~l"$~üntr.).M.an:llcHo¡:!S":t.H~ChCm:rayilb'
caracteriza la novela. 34
. ·. .
···-··- 'l
1
En este caso, el ejemplo más elocuente
r (.
lWt-h~ter'~)

. -por '( la diversidad de recursos, niveles y El cuaderno de trabajo, bautizado log-book por Cortázar, contiene
registros que pone en evidencia- es el del
2
anotaciones principalmente de tipo prerredaccional, en el sentido en que
<
cuaderno que sostiene discursiva y narrativa- remiten a reflexiones, citas, esbozos que constituyen verdaderos núcleos
mente la redacción de Rayuela, y que aparece discursivos o narrativos desarrollados ulterionnente por la dinámica de la
reproducido como Apéndice en el volumen 16 redacción de la novela. Las dos fases se desenvuelven simultáneamente pues
de la Colección ARCHIVOS, dedicado a esta el escritor comienza a registrar sus notas en el cuaderno en 1958,
novela de Julio Cortázar. El interés mayor de instaurando una suerte de diálogo incesante entre la escritura privada que
esta edición ha sido quizás el de poner clara- organiza, justifica, comenta, recuerda las elecciones discursivas, y el texto
mente de manifiesto la manera en que un en pleno proceso de constitución como tal.
cuaderno de trabajo puede articularse con el Por otra parte, el volumen presenta en apéndice el facsímil del
resto de los documentos que componen el dactiloscrito (con correcciones manuscritas del autor) de cuatro capítulos
dossier genético de la obra. Este dossier es excluidos del manuscrito y del texto editado (fueron publicados por primera
recogido en su integralidad en el tomo de ARCHIVOS, según distintos vez por A. M. Barrenechea en su edición del Cuaderno de bitácora), y la
procedimientos de transcripción. Está constituido por el texto base que, transcripción de siete capítulos del manuscrito de Austin, ausente en la
como ya lo indicáramos, reproduce el de la primera edición de la novela y versión editada de la novela. El más célebre de estos escritos es el que,
por dos testimonios clave del proceso redaccional: el manuscrito de la enviado por Cortázar a la Revista Iberoamericana en 1973, fue publicado por
..
Lar modalzdades editoriales Fernando Colla

ésta con el título "La araña", en un número consagrado a la obra del escritor Canaima (vol. 20). Pues si formalmente la libreta registra una sucesión de
argentino. datos generados por un medio desconcertante -"arquitecturas, paisajes,
36
Es evidente que en Rayuela Julio Cortázar propone, analiza y proclama anécdotas, sistemas de transporte, precios, voces y costumbres" -, recogi-
un nuevo tipo de escritura novelesca, convoca una participación creativa del dos a partir de una mirada que busca el distanciamiento y la objetividad
lector, intenta romper la continuidad de una tradición que el escritor asocia -"Gallegos observa y transcribe la realidad guayanesca con la minuciosa
con la rigidez de la muerte. El dossier genético de la obra, orgánicamente avidez de un etnólogo o de un etnógrafo entregados a la tarea de describir
articulado en el volumen de la Colección ARCHIVOS, y muy particularmente un medio ignorado"-, lo que importa, desde nuestro enfoque editorial, es
el Cuaderno de bitácora, permite irrumpir en el laboratorio donde se que esta "investigación de campo, como el viaje mismo, tiene desde un
conciben los procedimientos, se elaboran las justificaciones, se establecen comienzo·una finalidad muy precisa: recabar el mayor número posible de
las alianzas intelectuales para la conquista de un universo e4presivo datos con vistas a la redacción de una novela cuya trama ha de desarrollarse
auténtico y fecundo en su novedad. Es en ese conjunto documental donde se en la región y que llevará por título Canaima" (lbzd.). Es decir que, en la
asiste a las distintas fases de un trabajo -minucioso y reflexivo- de perspectiva misma del autor, el llenado de la libreta está orientado como
desmontaje y de redefinición, que envuelve las chispas fulgurantes en que la fase, como etapa, como tramo de un recorrido escriturario claramente
creatividad se expresa, explicitando sus orígenes y sus alcances. "finalizado". La permanente utilización posterior de la libreta -durante los
cuatro años de exilio y peregrinaje del ...n,... UASIOS
--- 1 i
escritor en los que la novela toma forma \' Mlli'fi'EVIIIEill mo JANEI!IO 1

("las notas fueron leídas y releídas, Advertencta l1


Los memorandos sopesadas y transcritas, una y otra vez")- l
1~":!:"~::·::::~::::¡.
hr.chos anks de llegar

Corrobora Su carácter de sustentador de 1


1845
afranc¡apornohaner
lleudo cuenta de rJios.
Puedo r...alcularlo::. así:
imágenes, situaciones y fragmentos dis- <Jct•28 Apresto•deviajeenValp• .......... .,.. ~::::
Dijimos más arriba que los llamados "documentos paratextuales" podían ~=:::rthea~;a· M;l:;e~:·.::::::.::::::::: :¡ 200.
cursivos. ~~:::. d:.::::::~.:~~~ ;;:::::::::: :l ~~::
contener información significativa sobre la génesis de una obra (o, incluso,
Un testimonio singular de documento ~':~!;;,,7c~i:~';;';;;:;:;,~~;.;::::::::::::: :1 1:::
poseer fragmentos que se integran en esa génesis, que forman parte -como !~~ro~~~~=~d:~~; ~:,7~d!s i
para-textual está constituido por el diario 1 ~~:~~;·;;~¡:j:::::::::::::::::::::::l ~~~: ..
gérmen de figuras, de episodios, de direcciones narrativas- de la "masa
de gastos llevado por D. F. Sarmiento, 1 \ S 656.
escritura!" de esa obra), correspondientes a las más variadas categorías,
durante su periplo por Europa, África y
niveles y perspectivas. Louis Hay insiste en el hecho de que muy a menudo 1
' 1
América de 1845-1847, y reproducido
es mejor considerar este tipo de documentos, no como una mera "herra-
mienta de trabajo", sino como un objeto literario, lícitamente integrable en
-también en transcripción diplomática- 1 l
por Paul V erdevoye, en la edición de 1 1
la totalidad de lo escrito. 35 Y es esta consideración la que justifica la fre- 1

Viajes (vol. 27). Aunque en este caso, la


cuente transcripción de estos memorandos en los volúmenes de la Colec-
ciónAR.cmvos, como complemento del texto de la obra. incidencia del documento en la confi-
1 1
L__
l __ _________.___ 1
L..===

Tal es el caso de la libreta de apuntes que el venezolano Rómulo Gallegos guración textual puede minimizarse -tra-
tándose de un prolijo y lacónico registro
llevara en el viaje que realizó en 1931 por tierras de Guayana y que Gustavo
de gastos y tarifas-, resulta sin embargo indudable su valor como fuente de
Guerrero reproduce -en transcripción diplomática- en la edición de
informaciones contextua!es. Ya en la presentación de la primera publicación

206 207
Las modalidades editoriales Fernando Colla

del diario (1947), su editor, A.P. Castro, insistía en las rectificaciones que no sólo da cuenta de un abigarrado proceso de composición, que superpone
este documento imponía en la imagen modelada por los biógrafos de permanentemente tachaduras y sustituciones tanto mecanografiadas como
Sarmiento hasta ese entonces; P. Verdevoye completa el listado de recursos autógrafas, sino que además revela una profunda "disimilitud redaccional"
que encierra la libreta "para fijar fechas, itinerarios, y muchos datos nada en relación con las versiones posteriores y, en particular, con el texto
desdeñables, que en algunos casos encierran claves indispensables para la editado: "Tal disimilitud se da en dos niveles diferenciables. Un primer
buena interpretación de algunos episodios, o averiguar fuentes librescas" 37 vector de reescritura contempla todas las alteraciones de corte estilístico y
-sin subestimar un rasgo que, aunque menos evidente, resulta igualmente expresivo, mientras que en el segundo las alteraciones casi no dejan
provechoso; se trata de esa "muestra singular de las costumbres lingüísticas testimonio de sus antecedentes pretextuales, ya sea porque se suprimen
de un viajero que se empeñó en valerse de idiomas extranjeros, además del pasajes extensos radicalmente o porque se reescriben totalmente" (p. XLI).
propio, para confiar sus compras y andanzas a un cuaderno íntimo" (!bid.). Estas discrepancias llevan al editor, Byron Barahona, a elegir una doble
vía de registro para las dos versiones: el M2 será presentado en un aparato
convencional de variantes, mientras que el Mt será transcripto en un
apéndice inmediatamente posterior al texto editado. Por otra parte, dadas
Documentos redaccionales las enrevesadas características de este documento, la transcripción adopta la
modalidad lineal de un texto establecido ("según lo que se pueda reconocer
En otros casos, los Apéndices de los volúmenes de la Colección ARCHIVOS como la fase final presente en el códice", p. XLII), con un aparato-de notas
trascriben documentos redaccionales "completos" -es decir, que constitu- "paleográficas" que reconstituyen, gracias a un detallado sistema de signos
yen "versiones" integrales (o casi integrales) de la obra y que, por un motivo diacríticos, las distintas fases de corrección y reescritura.
u ¿tro, resultan difícihnente colacionables con el texto base y presentan Además, la imposibilidad de transcribir algunas secuencias (por la
engorrosos problemas en el momento de registrarlas en forma de listas de superposición de tachaduras y añadidos inscriptos en el anverso y en el
variantes. reverso de hojas de papel fino y translúcido) imponen su reproducción
Es lo que ocurre con el denominado Mt (manuscrito no 1) de la novela fotográfica intercalada en el lugar corespondiente de la transcripción.
Mulata de Tal de Miguel Ángel Asturias -y con algunos documentos del En un apéndice complementario se presenta el primer esbozo autógrafo
pequeño conjunto redaccional identificado como FS (folios sueltos)- (vol. de un pasaje de la novela escrito en el reverso o entre las líneas
48). mecanografiadas de algunas páginas del manuscrito, en reproducción
En efecto, la sección del Fondo Asturias de la Biblioteca Nacional de facsimilar, con la correspondiente transcripción -parcial, a causa de la
Francia dedicada a Mulata de Tal consta de tres códices: dos manuscritos legibilidad dificultosa de los folios.
completos de la novela y el conjunto de Folios sueltos ("57 folios meca- Finalmente, se recogen del mismo modo (establecimiento lineal de la
nografiados, cuya característica más destacada es la variedad morfo- última versión del texto y notas paleográficas) algunos folios sueltos que no
lógica").38 Los dos manuscritos presentan rasgos muy disímiles: si el M2 han podido ser integrados al aparato de variantes por no presentar una
(manuscrito no 2) "tiene el aspecto de una copia en limpio, como si fuera el correspondencia exacta ni con el manuscrito no 2 ni con el texto editado,
texto que se pensaba entregar a la tipografía" (p. XXXVIII), y se aproxima aunque su contenido está emparentado con pasajes de la versión definitiva.
bastante (a pesar de un amplio cúmulo de variantes) al texto editado; el Mt

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Las modalidades editoriales Fernando Colla

Un caso particular de documento redaccional está representado por el


manuscrito de Ligados de Haroldo Conti, reproducido en el vol. 34 de la El Dossier de recepción
Colección ARCHIVOS. Cedido por el hijo del escritor argentino al editor, en
la creencia de que se trataba de un pre-texto de la novela Sudeste, resultó ser En el otro extremo del proceso creativo, la Colección ARCHIVOS toma
el borrador de otro proyecto novelesco, inicialmente titulado Río Madre, y también en consideración la historia de la recepción crítica de la obra. De
que quedó inconcluso (las útimas palabras del manuscrito son "Final de la manera cada vez más sistemática y razonada, los volúmenes de ARCHIVOS
primera parte"). Dos argumentos movieron al editor a incluir la trans- presentan en un dossier específico, antologías de variada extensión de las
cripción de este documento -disperso en hojas sueltas y cuadernos lecturas críticas que constituyen hitos significativos de esa historia.
escolares- en su edición crítica de Sudeste. La primera es la coincidencia de Este conjunto documental no es concebido como un "suplemento" de la
una temática general, de la configuración sociológica de los personajes y de edición crítica. Por el contrario, la fundamentación teórica de su inclusión
los escenarios en que se desarrolla la acción, que permiten suponer que este se basa en el postulado de una relación solidaria que tejen producción y
texto habría podido servir al autor de "base para confeccionar poste- recepción en la realización del significado de la obra, en su constitución
riormente la novela con la cual ganaría el concurso de Fabril Editora en como o~jeto estético. 40 Por lo tanto, la copresencia en un mismo espacio
1961". 39 La segunda es que este pre-texto -con correcciones crítico de un dossier genético y de un dossier de recepción busca actualizar
correspondientes a varias campañas- pone de manifiesto no sólo aspectos ese postulado metodológico, poniendo de manifiesto la "correlación
del método creativo del autor, sino también operaciones claves en la dialéctica" 41 que entrelaza en el propio texto las operaciones de escribir y de
constitución de un estilo propio, en particular las que derivan de lo que el leer.
editor denomina "la obsesión por los fantasmas influyentes" (ibzd) (He- En esta perspectiva, el establecimiento de un corpus de lecturas en el
mingway, Faulkner, Lexness) y de las respuestas conflictivas que genera, marco de una edición crítico-genética como las de ARCHIVOS abre múltiples
condicionando aspectos esenciales de las campañas de reescritura. fuentes de informaciones hermenéuticas.
Al igual que en el caso precedentemente citado, el manuscrito de Por una parte, al considerar que el significado de la obra nace de la
Ligados aparece en transcripción lineal en forma de texto establecido, interrelación entre los signos del texto y los actos de competencia de un
mientras que las operaciones genéticas de su constitución se registran en lector social e históricamente condicionado, una antologia de lecturas des-
forma de variantes -en la columna de la derecha y al pie de página- pliega el abanico de significaciones de la obra más allá de la intencionalidad
enmarcadas con los signos diacríticos que remiten a sus modalidades de del autor que el análisis genético ha podido poner de manifiesto: al revelar,
ejecución y con notas aclaratorias sobre las condiciones materiales de la como lo postulaba Jauss, las preguntas a las que el texto dio respuesta42 en
variación, así como sus características topográficas; por ejemplo: "El distintas épocas de su difusión, el Dossier de recepción reconstituye la
subtítulo está intercalado con tinta, pero el texto sigue luego con lápiz" (p. "dimensión temporal" en el seno mismo del texto, en una imbricación
482), o "Una leve raya por debajo y un signo de interrogación al lado indisociable con el de las etapas de su gestación. En este sentido,
expresan dudas acerca del material ... ", etc. (/bid). producción y recepción constituyen las dos vías por las que la obra transita
en la historia, y el rescate de sus testimonios permite definir un lugar
significativo para esa obra en el marco de la historia literaria. Así, por
ejemplo, el vol. 31 expone en el dossier "Recepción crítica" el tortuoso
camino que debió recorrer la primera novela de Leopoldo Marechal, Adán

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Las modalidades editoriales Fernando Colla

Buenosayres, hasta su "instalación en el canon"; los tironeas contradic-


torios de una crítica que, al mismo tiempo que revelaba límpidamente la
trama de los juegos de fuerza que configuran el campo literario en un
momento históricamente preciso,43 ponía de manifiesto la multiplicidad de
planos que constituyen la constelación de significados de la novela.
Por otra parte, la imbricación de ambos procesos se manifiesta en el
origen mismo de la obra. Las condiciones de recepción aparecen ya
inscriptas de alguna manera en el dossier genético, en el sentido en que el NOTAS
autor formula su obra para un público lector, que representa un "horizonte
de espectativas". 44 En la redacción de su texto el escritor tiene presente
este horizonte, como incógnita, como intuición o aun como imperativo a
sortear o doblegar. En un segundo momento, una vez publicada la obra, la
1 Ya sea por ser reconocidas generalmente como las más importantes en el contexto de la
época y de la producción del autor -como puede ser Rayuela (vol. r6), por citar un tímlo-,
crítica sanciona los desencajes, las deficiencias, la frustración total o parcial
ya sea por haber quedado injustamente relegadas en un plano secundario por la dominante
de las expectativas, y esta sanción vuelve a funcionar como condicionante en difusión de otra obra del autor -como Canaima (vol. 20), por ejemplo-, o por otros
la prosecusión de la obra, o aun en eventuales reescrituras que buscan motivos concomitantes. [La numeración de los volúmenes es la de la Colección ARCHiVOS.]
2
adecuar el texto editado a las solicitudes del público lector. Podríamos aquí Recopilacione que pueden contener la producción completa del autor dentro de un
citar como ejemplo, el nutrido dossier crítico que acompaña la edición de género -como es el caso de la Obra poética de César Vallejo (vol. 4), por ejemplo-, o una
parte significativa de esta producción -como la selección de Ensayos, ordenados
Los dfas terrenales, de José Revueltas (vol. 15), y que pone claramente de
temáticamente, de Pedro Hemíquez Ureña (vol. 35).
manifiesto los conflictos y las estrategias de adecuación que entran en juego 3
Por su carácter fundacional y la acmalidad de su huella, algunos títulos decimonónicos han
en la constitución de una obra, entre el escritor que, al mismo tiempo que sido incorporados al "Plan general de edición": los Viajes de Domingo Faustino Sarmiento
formula su texto, busca definir su lugar en el campo cultural, y el lector que (vol. 27) o el Martúz Fierro de José Hernández (vol. sr). Y con el paso del tiempo, la
sanciona la legitimidad del intento. 45 Colección ARCHIVOS comenzará evidentemente a desbordar sobre el siglo XXI, sobre todo,
Finaln1ente, el rescate de una miríada de textos críticos -algunos si su Comité Científico Internacional autoriza algunas otras" transgresiones a la norma de
editar sólo autores fallecidos (además de los ya programados: Ernesto Sábato, Augusto Roa
fundamentales para entender no sólo el impacto de la obra, sino también la Bastos, Carlos Monsiváis ... , justificables desde múltiples perspectivas).
configuración del campo literario en un lugar y en un momento determi- 4 "La troisieme dimension de lalittéramre", citado por C. Gothot-Mersch, op. cit., p. 72.

nados- se integra coherentemente en las finalidades "patrimoniales" de la 5 M. Espagne, op. cit., p. r6g.
6
Colección ARCHIVOS, en sus objet~vos de recuperación de la memoria Cf. C. Vitier: "Nota filológica preliminar", in: Paradiso, vol. 3 de la ColecciónARcmvos,
escrita -sobre todo teniendo en cuenta que gran parte de estos textos rgg6, p. XXXV.
7 A. Weber-Caflisch, "États et versions: la retouche, la reprise et la refonte dans 1' oeuvre de
apareció en publicaciones periódicas, a veces regionales, a veces de efímera
Claudel", Cahiersdetextologie 2 ("Problemes de l'édition critique"), París, Minard, rg88,
existencia, y que permanecieron enterrados e inaccesibles en archivos p. IIO.
periodísticos o en colecciones particulares. 8
Véase el artículo de Ana María Banenechea ("Génesis y circunstancias", pp.s66-570) en
ese tomo de la ColecciónARcmvos.
9 J. Ph. Barnabé, "Nota filológica preliminar", p. XXXIII.

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Las modalidades editoriales Fernando Colla

10
Asturias había llegado en ese entonces a Buenos Aires como ministro consejero de la costeó entonces su restauración, asumiendo una responsabilidad patrimonial que en ese
Embajada de Guatemala. Cf.Ibid., p. XXX. momento resignaron entidades gubernamentales argentinas, y así permitió rescatar un
rr J. Ph. Barnabé, p. XXXII. Les reediciones posteriores que sacó esta casa editorial no importante documento genético" (p. XXXV).
26
fueron sino reimpresiones de la de I957· Cf. L. Hay: "L'amont de l'écriture", in: L. Hay, P. M. De Biasi, E. Marty eraL, Carnets
12
"Una distribución muy espaciada de los párrafos, que aislaba cada uno de ellos en un d'écrivaillJ', París, Editions du CNRS, rggo, pp. 7-2.2..
espacio propio, delimitado a veces hasta por una página entera en blanco" (p. XXXI). 27 !bid.' p. I4·
13 28
C. Fell, "Nota filológica preliminar", p. LXXXIV. "Antonio López Uausás, gerente de la editorial [Sudamericana], al enviar las pruebas de
14 A. M. Camblong, "Estudio preliminar", p. LIX. galera al autor, las acompaña con una breve esquela donde recuerda a Marechal los
15
M. Espagne, op. cit. p. I73· estrechos vínculos entre Sur y Sudamericana (los libros de aquel sello -creado por Victoria
16
El postulado de base aquí es que "la obra sigue viviendo por encima de las distancias Ocampo a partir de su famosa revista- eran distribuidos por Sudamericana, y no era éste el
temporales, sigue desplegando su potencial de sentido más allá del contexto que la vio único vínculo). Consecuentemente -y con gran amabilidad- le solicitaba atemperar o
nacer".lbid., p. I73· suprimir el pasaje en cuestión. Con igual cortesía -aunque con cierto tono irónico-, al
I7Jbid. devolverle las pruebas, el autor hace saber a su editor que ha accedido a su pedido". J.
18 Lafforgue y P. Vila, notas crítico-filológicas al texto de Adán Buenosayres (vol. 31,
Podemos aquí volver a mencionar el ejemplo de José Lezama Lima: "La copia que se
conserva en la Biblioteca Nacional José Martí del original mecanogTafiado entregado por coordinado por J. Lafforgue y F. Colla), p. 373.
29
Lezama a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba para la primera edición de Paradiro W. Penco: "Génesis de La carreta", in: E. Amorim, La carreta (vol. ro), p. XLIX.
3° F. Ainsa, "Génesis del texto: de los cuentos a la novela", artículo introductorio al ya
demuestra que la transcripción del manuscrito constituyó la fuente inicial de errores, que
en su mayor parte (por descuido de las personas encargadas o del propio Lezama) pasaron citado vol. ro, p. XXIX.
31
al texto impreso en La Habana". C. Vitier, op. cit., p. XXXVI. E. Lois, "Estudio filológico preliminar", in: R. Güiraldes, Don Segundo Sombra (vol. 2.),
19
"Ante una palabra poco frecuente con rasgos gráficos muy similares a otra de uso normal, p. XXVIII.
32
el copista opta de inmediato por la segunda, la lección más fácil." A. Blecua, op. cit., p. 2.5. L. Hay, op. cit., p. I4·
20
/bid. Alberto Blecua presenta una muy detallada descripción de los distintos tipos de 33
J. Ortega, "Nota sobre el texto", in: J. Cortázar, Rayuela, vol. r6, p. XXVIII.
34"El manuscrito revela el drama de esta búsqueda: cada comienzo de capítulo está lleno de
errores que puede contener una copia autógTafa o apógTafa, basándose en los tres
manuscritos existentes del Libro deBuenAmory ejemplificando con ellos (pp. 2.0-30). números, tachaduras, notas, y hasta colores, que indican posibles ordenamientos, pistas y
21
Hay casos en que los rasgos ortográficos peculiaTes son de una importancia primordial, asociaciones que den forma a la novela. De los rss capítulos de la novela sólo entre los
como por ejemplo en los Viajes de D. F. Sarmiento (vol. 2.7), cuyo texto pone en práctica primeros 2.8 hay coincidencia entre el orden final y el provisional ... ", J. Ortega, op. cit., p.
los principios de la reforma ortográfica "americana" promovida por el autor. XXIX.
35
22
Es por ello, que la filología establece también una distinción entre "puntuación sintác- Op. cit.' p. I3.
36
tica" y "puntuación textual". G. Guerrero, "Presentación" [del "Cuaderno de trabajo"], in: R. Gallegos, Canaima, vol.
23
Salvo en el caso del manuscrito T, todas las otras letras corresponden, en su orden 2.0, p. 2.39·
37
alfabético, a la sucesión de ediciones que tuvo la novela hasta el momento de la publicación P. Verdevoye, "Diario de gastos. Del copista al lector", in: D. F. Sarmiento, Viqjes, vol.
del volumenARCHJVOS. 27,p·476.
38
24 La sucesión alfabética se reinicia en cada página. B. A. Barahona y A. D'Agostino: "Historia de la tradición y crítica del texto", in: M. A.
25 Asturias, Mulata de Tal, vol. 48, p. XXXIX.
"El único testimonio autógrafo del proceso creativo de El gaucho Martín Fierro con que
39 Cf. Eduardo Romano: "Estudio filológico preliminar", in: H. Conti, Sudeste/Ligados,
se cuenta es una pequeña libreta que alguna vez contuvo una primera redacción de sus r3
cantos, pero en la que hoy sólo pueden leerse -con algunas lagunas- los ocho primeros. vol. 34·
40
Cuando pude verla (en rgg2.), era imposible manipularla sin daño; la Asociación Archivos Recordemos que las escuelas recepcionistas han establecido una dicotomía, que resultó
ser teóricamente muy fecunda, entre la obra como artifacto y la obra como of?jeto estético:

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Lar modalidades editoriales

"El artefacto es la materialidad textual del signo, el texto como queda al finalizar fa
escritura. El objeto estético, en cambio, es el significado correlativo del artefacto en la
conciencia de los lectores, es la realización por parte de los lectores de una significación
para ese artefacto". J. M. Pozuelo Yvancos, Teorfa del lenguqje literario, Madrid, Cátedra,
rg88, p. rr3.
41
La expresión pertenece a J. P. Sartre, quien ya en ¿Qué es la literatura? exponía
claramente las bases fundamentales de las teorías recepcionistas: "La operación de escribir
implica la de leer como su correlativo dialéctico (... ). Es el esfuerzo conjugado del autor y
del lector que hará surgir ese objeto concreto e imaginario que es cualquier obra del
espíritu. No hay arte sino por y para el Otro". Citado por H. R. Jauss, "Réception et
production: le mythe des freres ennemis", tiz: La naissance du text~ op. cit., p. r66 ..
42
Cf. 1. M. Pozuelo Yvancos, op. cit., p. rrs.
43
"El rebuscado menosprecio, fa consigna de stlencio, la transgresión de Cortázar,
responden a motivaciones que tienen que ver tanto con las estrategias discursivas (los
rasgos definitorios de una novela genial, que cristalice las aspiraciones y los rechazos con
LAs EDICIONES ELECTRÓNICAS DE ARCJDVOS
los que se abre paso el recambio generacional), como con la elección del lugar, en el
escenario político del momento, desde donde se emite ese discurso: la adhesión de
Marechal al peronismo como elemento catalizador de las apreciaciones críticas". F. Colla,
"Introducción [al dossier Recepción crfaca], tiz: L. Marechal,Adán Buenosayres, vol. 31, p.
873
44
Cf. H. R. Jauss, op. cit., p. r67.
45
En 1992, después de haber publicado veintiocho títulos (de los ciento diez
Este dossier comprende, entre otros apartados (facsímiles de manuscritos, por ejemplo),
previstos en el plan general de edición de origen), la Colección ARCHIVOS
uno que reúne "los artículos más importantes que se escribieron en torno a esta novela en
el momento de su primera publicación y culmina con la polémica en torno a ella y a El emprendió una reflexión metodológica que iba a modificar considera-
cuadrante de fa Soledad a mediados de rgso", y otro con "un collage de opiniones del autor blemente la organización de los volúmenes siguientes.
sobre su novela, hecho con fragmentos de cartas, de entrevistas, de conferencias y de dos Esta reflexión nació de la necesidad de adaptar las modalidades
textos (Sobre mi obra literaria y Prólogo a mi obra literaria), en los cuales se refiere editoriales de la Colección al contenido de los nuevos textos en preparación.
directamente a su novela. [... ] Colocados juntos por orden cronológico tienen la ventaja de
Esos textos, con sus aparatos de variantes y sus notas de tipo filológico y1o
ofrecer una visión global y sintética de la evolución de la posición de Revueltas frente a su
obra. En un primer momento reacciona contra la crítica, pero poco después, frente al peso genético, produjeron naturalmente la necesidad de recurrir a las nuevas
de la censura dogmática, empieza en él un proceso de autodenigTación y un intento tecnologías, que representaban la posibilidad de un desarollo coherente de
(finalmente fallido, pero que le hizo perder años) por aceptar los preceptos del realismo la Colección en soporte papel. En efecto, el esquema tipo 1 de la Colección
socialista". A. Revueltas y P. Cheron, "Nota explicativa" [al Dosster], tiz: J. Revueltas, Los ya contenía los elementos representativos de las distintas navegaciones
dfas tetTenales, VOl. 15, p. 325.
propuestas por ARCHIVOS, dentro y alrededor del texto: el itinerario textual,
la historia del texto (génesis y circunstancias) y su contexto, y las distintas
lecturas del texto.

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