Dinámica
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Dinámica
Historia
Los científicos actuales consideran que las leyes que formuló Newton dan las respuestas
correctas a la mayor parte de los problemas relativos a los cuerpos en movimiento, pero
existen excepciones. En particular, las ecuaciones para describir el movimiento no son
adecuadas cuando un cuerpo viaja a altas velocidades con respecto a la velocidad de la
luz o cuando los objetos son de tamaño extremadamente pequeños comparables a los
tamaños moleculares.
Cálculo en dinámica
En física existen dos tipos importantes de sistemas físicos los sistemas finitos de
partículas y los campos. La evolución en el tiempo de los primeros pueden ser descritos
por un conjunto finito de ecuaciones diferenciales ordinarias, razón por la cual se dice
que tienen un número finito de grados de libertad. En cambio la evolución en el tiempo
de los campos requiere un conjunto de ecuaciones complejas. En derivadas parciales, y
en cierto sentido informal se comportan como un sistema de partículas con un número
infinito de grados de libertad.
La mayoría de sistemas mecánicos son del primer tipo, aunque también existen sistemas
de tipo mecánico que son descritos de modo más sencillo como campos, como sucede
con los fluidos o los sólidos deformables. También sucede que algunos sistemas
mecánicos formados idealmente por un número infinito de puntos materiales, como los
sólidos rígidos pueden ser descritos mediante un número finito de grados de libertad.
Dinámica de la partícula
La dinámica del punto material es una parte de la mecánica newtoniana en la que los
sistemas se analizan como sistemas de partículas puntuales y que se ejercen fuerzas a
distancia instantáneas
Como a=0 —> Δs = |Δr|. Por lo tanto: vmedia= Δs/Δt –> v=s/t –>s = v·t.
Suele afirmarse frecuentemente que las fuerzas instantáneas producen movimientos
rectilíneos y uniformes. Esto ha de entenderse admitiendo que tal movimiento se
produce, en realidad, después del brevísimo tiempo de actuación de la fuerza
(diferencial, casi instantáneo). Durante ese tiempo de actuación, según el principio
fundamental de la dinámica de traslación, necesariamente se originará una aceleración.
Al ser la masa una magnitud escalar, se entiende que la fuerza resultante tendrá la
misma dirección que la aceleración tangencial; ésta, a su vez, coincide con la de la
velocidad.
En el estudio del movimiento circular uniforme, hemos visto que la velocidad del móvil
no cambia de módulo pero cambia constantemente de dirección. El móvil tiene una
aceleración que está dirigida hacia el centro de la trayectoria, denominada aceleración
normal y cuyo módulo es
F=m an
En el applet de más abajo, simulamos una práctica de laboratorio que consiste en medir
con ayuda de un dinamómetro la tensión de la cuerda que sujeta a un móvil que describe
una trayectoria circular.
FUERZA
• Toda acción que puede alterar el estado de reposo o de movimiento de los cuerpos
y / o los puede deformar
MEDIDA DE FUERZA
• Dinamómetro: aparato que sirve para medir las fuerzas; su uso se basa en un
principio:
• 1 Kp = 9,8 N
• Las fuerzas son vectores, con un módulo (valor numérico de la fuerza), una
dirección y un sentido (cada dirección tiene dos sentidos)
• Fuerza resultante: Fuerza que obtenemos de componer (sumar) todas las fuerzas
que actúan sobre un objeto, teniendo en cuenta su módulo, dirección y sentido
• Translación: movimiento de giro de un objeto sobre otro; la Tierra sobre el Sol (el
año)
• Conclusión: cuanto más lejos del eje de giro esté la fuerza que se aplique, más
eficaz será la fuerza
2.3leyes
Las Leyes de Newton son tres principios a partir de los cuales se explican la mayor
parte de los problemas planteados por la dinámica, en particular aquellos relativos al
movimiento de los cuerpos.
Así, las Leyes de Newton permiten explicar tanto el movimiento de los astros, como los
movimientos de los proyectiles artificiales creados por el ser humano, así como toda la
mecánica de funcionamiento de las máquinas.
La base teórica que permitió a Newton establecer sus leyes, está también precisada en
sus Philosophiae naturalis principia mathematica.
En este sentido, Newton, que entiende el movimiento como una traslación de un cuerpo
de un lugar a otro, para llegar al movimiento absoluto y verdadero de un cuerpo
compone el movimiento (relativo) de ese cuerpo en el lugar (relativo) en que se lo
considera, con el movimiento (relativo) del lugar mismo en otro lugar en el que esté
situado, y así sucesivamente, paso a paso, hasta llegar a un lugar inmóvil, es decir, al
sistema de referencias de los movimientos absolutos.
De acuerdo con esto, Newton establece que los movimientos aparentes son las
diferencias de los movimientos verdaderos y que las fuerzas son causas y efectos de
estos. Consecuentemente, la fuerza en Newton tiene un carácter absoluto, no relativo.
Las leyes
Este principio establece que la materia es inerte, en tanto que por sí misma no puede
modificar su estado de reposo o movimiento. Así, pues, constituye una definición de la
fuerza como causa de las variaciones de velocidad de los cuerpos e introduce en física el
concepto de sistema de referencia inercial.
Por lo demás, aunque la experiencia diaria parece contradecir la segunda parte del
enunciado, que un cuerpo en movimiento se mantendrá así de forma indefinida a no ser
que actúe sobre él alguna fuerza, la realidad es que los cuerpos están sometidos a la
acción de fuerzas de fricción o rozamiento, que los van frenando progresivamente.
La segunda ley explica qué ocurre si sobre un cuerpo en movimiento actúa una fuerza.
En ese caso, la fuerza modificará el movimiento, cambiando la velocidad en módulo o
dirección. En concreto, los cambios experimentados en la cantidad de movimiento de un
cuerpo son proporcionales a la fuerza motriz y se desarrollan en la dirección de esta;
esto es, las fuerzas son causas que producen aceleraciones en los cuerpos.
y
que es la ecuación fundamental de la dinámica, donde la constante de proporcionalidad
distinta para cada cuerpo es su masa de inercia, pues las fuerzas ejercidas sobre un
cuerpo sirven para vencer su inercia, con lo que masa e inercia se identifican. Es por
esta razón por la que la masa se define como una medida de la inercia del cuerpo.
Por tanto, si la fuerza resultante que actúa sobre una partícula no es cero, esta partícula
tendrá una aceleración proporcional a la magnitud de la resultante y en dirección de
ésta. La expresión anterior así establecida es válida tanto para la mecánica clásica como
para la mecánica relativista, a pesar de que la definición de momento lineal es diferente
en las dos teorías: mientras que la dinámica clásica afirma que la masa de un cuerpo es
siempre la misma, con independencia de la velocidad con la que se mueve, la mecánica
relativista establece que la masa de un cuerpo aumenta al crecer la velocidad con la que
se mueve dicho cuerpo.
Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y contraria: o sea, las acciones
mutuas de dos cuerpos siempre son iguales y dirigidas en direcciones opuestas.
La tercera ley expone que por cada fuerza que actúa sobre un cuerpo, éste realiza una
fuerza de igual intensidad y dirección pero de sentido contrario sobre el cuerpo que la
produjo. Dicho de otra forma, las fuerzas siempre se presentan en pares de igual
magnitud, sentido opuesto y están situadas sobre la misma recta. Este principio
presupone que la interacción entre dos partículas se propaga instantáneamente en el
espacio (con velocidad finita), y en su formulación original no es válido para fuerzas
electromagnéticas.
Es importante observar que este principio de acción y reacción relaciona dos fuerzas
que no están aplicadas al mismo cuerpo, produciendo en ellos aceleraciones diferentes,
según sean sus masa. Por lo demás, cada una de esas fuerzas obedecen por separado a la
segunda ley.
Junto con las anteriores, permite enunciar los principios de conservación del momento
lineal y del momento angular.
Generalizaciones
Después de que Newton formulara las famosas tres leyes, numerosos físicos y
matemáticos hicieron contribuciones para darles una forma más general o de más fácil
aplicación a sistemas no inerciales o a sistemas con ligaduras. Una de estas primeras
generalizaciones fue el principio de d'Alembert de 1743 que era una forma válida para
cuando existieran ligaduras que permitía resolver las ecuaciones sin necesidad de
calcular explícitamente el valor de las reacciones asociadas a dichas ligaduras.
Por la misma época, Lagrange encontró una forma de las ecuaciones de movimiento
válida para cualquier sistema de referencia inercial o no-inercial sin necesidad de
introducir fuerzas ficticias. Ya que es un hecho conocido que las Leyes de Newton, tal
como fueron escritas, sólo son válidas a los sistemas de referencia inerciales, o más
precisamente, para aplicarlas a sistemas no-inerciales, requieren la introducción de las
llamadas fuerzas ficticias, que se comportan como fuerzas pero no están provocadas
directamente por ninguna partícula material o agente concreto, sino que son un efecto
aparente del sistema de referencia no inercial.
Generalizaciones relativistas
donde d la distancia entre las dos partículas y es el vector director unitario que va de
la partícula 1 a la 2. Análogamente, la fuerza de la partícula 2 sobre la partícula 1 es: