Reflexión de La Edad de Oro
Reflexión de La Edad de Oro
Ocurre cuando una persona considera que un tiempo pasado siempre fue mejor
que el que viven, que serían más felices viviendo en él y su sueño sería quedarse
en esa época. Todo gira alrededor de ese tiempo, sus aficiones, sus obsesiones,
sus intentos de recuperarlo. Esa “edad de oro” se idealiza con el paso de los años
o se hace más fuerte cuanto más la conoces hasta el punto de no ver otra vida
mejor que la imaginada del pasado.
Hubo una época de la edad de oro en la literatura, durante la cual surgieron obras
y escritores muy importantes, que de alguna manera influyeron en las siguientes
épocas. Desde este punto de vista puede suceder o no, que la edad dorada exista
en nuestras vidas, porque la influencia de esa época puede ser relativa e
influenciará en algunas personas y en otras no. Si tenemos marcadas
determinadas épocas vividas, creo que no debemos repetirlas porque las
circunstancias en que se presentan son diferentes y en nosotros hay otros ideales
y pensamientos. Es mejor recordar con alegría dichas épocas, pero no retroceder
hacia el pasado porque desconocemos si lo que viene mañana es mejor.
Sin embargo, para algunas personas puede ser muy agradable repetir esos
momentos influyentes de la edad de oro. Hay que respetar esas decisiones, pero
también puede ocurrir que las personas que piensan así, no logren repetir en
todas sus dimensiones esos momentos tan maravillosos y pueden sentirse
decepcionados.
En conclusión es mejor vivir el presente con alegría, decisión de hacer las cosas
cada día mejor y recordar los momentos maravillosas e importantes que he vivido
y no quedarse en el síndrome de la edad de oro porque dicho pensamiento no
permitiría concentrarme en el presente y luchar por un mejor futuro que puede ser
mejor que esa época dorada.