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Procesos Afectivos

Es aquel conjunto del acontecer emocional que ocurre en la mente del hombre
y se expresa a través del comportamiento emocional, los sentimientos y las
pasiones. La afectividad es el conjunto de sentimientos inferiores y superiores,
positivos y negativos, fugaces y permanentes que sitúan la totalidad de la
persona ante el mundo exterior.
Las características de la Afectividad son: La polaridad, la inestabilidad y
fluctuación, la intensidad, Repercusión Conductual y Organizada de los Afectos
CARACTERÍSTICAS DE LA AFECTIVIDAD
1.      Polaridad
Consiste en la contraposición de direcciones que pueden seguir de lo positivo a
lo negativo, del agrado al desagrado, de lo justo a lo injusto, de la atracción a la
repulsión.

2.      La Inestabilidad y Fluctuación


Es la posibilidad de variación constante que tenemos las personas frente a
aquello con que se puede cambiar la dirección, además varían de significación
en el mundo interior del sujeto debido a la relatividad de la mayor parte de
ellos. Es decir es la facilidad con que las personas pasan de la exaltación por
una causa que estima valiosa a su apagamiento, que se expresa como
decepción ante la misma por algún rasgo que no estima satisfactorio para su
expectativa. Ejemplo: Si un joven está viendo un partido de fútbol se emociona
al saber que el mejor jugador del equipo metió un gol, pero a los 5 minutos el
jugador sufre una lesión y es sacado del partido, entonces el joven muestra
tristeza y preocupación.

3.      Intensidad
Es la fuerza con que nos impactan las experiencias afectivas, varían según los
sujetos, según los tiempos, según los factores externos influyentes y también la
capacidad de autocontrol de los individuos.
Ejemplo: Ana y Andrea, estudiantes de la Universidad, miran sus fotografías de
la fiesta de promoción del colegio: Ana se alegra y ríe al verlas, Andrea se pone
melancólica.

4.      Repercusión Conductual y Organizada de los Afectos


Es la incidencia corporal que se manifiesta en cambios observables en el
organismo que experimenta los afectos como por ejemplo cuando una emoción
produce aceleración en el corazón, sudor en las manos, etc. Ejemplo: Pedro va
por la calle y es asaltado por dos hombres, él se siente asustado, mostrándose
nervioso, con aceleración cardiaca y sudoración en las manos.
En conclusión los Procesos Afectivos son:
·         Son fenómenos psíquicos muy íntimos, pues los experimentamos como algo
muy subjetivo, muy personal.
·         Son procesos que se experimentan acompañados a otros fenómenos
psíquicos de distinta naturaleza (percepciones, imágenes, recuerdos,
decisiones, etc.) y aun con fenómenos fisiológicos (corporales) de variable
intensidad
·         Son grandes motivadores del comportamiento humano, constituyen la
energía que lo impulsa. Los sentimientos positivos suscitados por personas,
cosas o situaciones que amamos y nos son agradable, constituyen motivos que
nos impulsan a buscarlas, conservarlas, disfrutarlas. Y si son negativos, a todo
lo contrario
·         Los procesos afectivos tienen diverso nivel o altura. Unos son muy elevados
(el amor filial, la alegría por el bienestar ajeno, la solidaridad, el goce estético,
etc.). Otros, muy bajos (el egoísmo, la envidia, los celos, la venganza, etc.).
·         Los procesos afectivos oscilan entre dos polos: uno positivo y otro negativo.
Siempre son agradables o desagradables; placenteros o dolorosos

Cuando utilizamos la introspección como método para observar nuestro


interior, podemos notar experiencias diferentes de aquellas que nos llegan del
mundo exterior; estas son llamadas experiencias afectivas o procesos
afectivos. Los mismas no abarcan recuerdos ni pensamientos, sino que
contienen directamente los sentimientos de cada individuo. ¿Qué son los
procesos afectivos? Los procesos afectivos son fenómenos
psíquicos de carácter íntimo y personal, pues son experimentados desde
una perspectiva subjetiva. Se encuentran dominados por dos grandes
condiciones: el aspecto cualitativo y el cuantitativo. Dentro del aspecto
cualitativo podemos mencionar la orientación de la conducta y la dirección de
las actitudes de reacción; dentro del aspecto cuantitativo encontramos la
movilización y el traslado de la energía orgánica.

La vida afectiva se compone de aquellos fenómenos que se presentan en


la consciencia como modificaciones del Yo y se identifican con el sujeto que
los experimenta. Según el psicólogo y filósofo belga Georges Dwelshauvers, la
vida mental comienza por lo afectivo y las experiencias afectivas son las
manifestaciones más elementales de la vida consciente.

Los procesos afectivos constituyen uno de los tres aspectos principales del
comportamiento humano y son los principales motivadores de tal
comportamiento.

Nuestros sentimientos permanecen en nuestras sensaciones; en nuestros


deseos; en nuestros actos, determinando qué percepción o idea debemos
seguir.

Enrique Mouchet (psicólogo argentino) propone dos especies de sensación, en


cuanto al efecto psíquico que producen: la sensación con noción y la
sensación con emoción. La sensación con noción se muestra acompañada
de un conocimiento previo y es una sensación consciente, en cambio la
sensación con emoción puede vincularse a las tendencias y en ocasiones
puede darse de manera subconsciente. Sin embargo, la transición entre una y
otra es insensible; de hecho, si bien hay sensaciones más particularmente
reservadas a la emoción y otras más reservadas a la noción, en algún
momento todas serán acompañadas de noción y emoción a la vez.

Las tendencias de los procesos afectivos


Las tendencias son modos de comportamiento. Estos comprenden grandes
variedades de acciones adquiridas por los individuos, que se asemejan a un
tipo general de acciones que son innatas de la especie. Las diferentes
reacciones adquiridas por la experiencia de cada uno de nosotros,
obedecen a las tendencias. Estas tienen un fondo común, típico y hereditario.

Las tendencias son fuerzas latentes del organismo; dichas fuerzas a veces
derivan hacia los sentimientos y otras veces derivan hacia el actuar. De la
emoción y el actuar surgen las emociones y los instintos.

Para Howard C. Warren (psicólogo americano) la tendencia es la base de la


acción, el fundamento de la motricidad, aquello que motiva el movimiento y que
se modifica al contacto de los estímulos exteriores.

Teorías de las emociones Las emociones son


estados psicológicos complejos compuestos por hechos de la consciencia.
Estas pueden ser originadas por imágenes e ideas y se hallan estrechamente
ligadas a los instintos y las tendencias. Las mismas involucran tres
componentes distintos: una experiencia subjetiva, una respuesta fisiológica y
una respuesta conductual o expresiva.

Si bien los expertos creen que hay una serie de emociones universales
básicas, también creen que experimentar emociones puede ser muy
subjetivo. La experiencia subjetiva es uno de los principales componentes
de las emociones. Aunque se puede generalizar una emoción como estar
enojado, feliz o triste, la propia experiencia del sujeto es lo que define cada
emoción.

En palabras de Mc Dougall (psicólogo inglés), cada instinto presenta una


emoción, por tanto, se puede concluir que la emoción es el aspecto afectivo del
instinto.

La teoría intelectualista, propone que el estado mental sería el principal factor


de las emociones. Estas tendrían su origen en la conciliación o choque entre
ideas, generando posteriormente los fenómenos fisiológicos concomitantes.
Según esta teoría, las emociones serían un estado mental especial donde los
hechos sucederían con un orden cronológico que incluye: una idea, la emoción
y por último la expresión de esa emoción.

La teoría psico-fisiológica de James y Lange sugiere que las emociones


ocurren como resultado de reacciones fisiológicas a los hechos. En otras
palabras, esta teoría propone que las personas tienen una respuesta fisiológica
a los estímulos externos y que la interpretación de esa respuesta físiológica
resulta en una experiencia emocional. Estos autores dan extraordinaria
importancia a los movimientos orgánicos internos y a las expresiones externas.

Para William James y Carl Lange los hechos suceden en un orden cronológico
diferente al de la teoría intelectualista; en primer lugar se ubica la idea, luego la
expresión orgánica y por último la emoción. Esta es una de las teorías más
utilizadas en la psicología positiva; no es sin razón que psicólogos aconsejan a
las personas que se encuentran tristes que pongan cara de alegres, se miren
frente a un espejo y ensayen su risa. La reacción emocional dependerá de
cómo se interpreten las reacciones físicas

El placer y el dolor

El placer y el dolor se encuentran en el grupo de las llamadas “experiencias


afectivas simples”. De acuerdo a la psicología clásica, estos serían los
elementos básicos de toda vida sensible, entendiéndose por placer todo lo que
causa agrado y satisfacción, y por dolor todo lo que causa desagrado.

Cuando hablamos de placer nos referimos a la expansión, el aumento de


energías psíquicas que se convierten en beneficios; en cambio, cuando
hablamos de dolor hacemos referencia a un retroceso, al displacer, a la
disminución de la energía psíquica que se convierte en destrucción y pérdida
para un individuo.

Tanto el placer como el dolor pueden ser clasificados en dos grupos: físico y
moral. El placer físico puede ser, por ejemplo, saborear un alimento que
produzca una sensación agradable o tocar algo que de calor cuando se tiene
frío y, el placer moral puede ser recibir un elogio o una noticia alentadora. En
relación al dolor, un dolor físico puede ser producido por un corte o una
quemadura y, un dolor moral puede ser producido por una mala noticia o por
pensamientos negativos.

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Según la teoría psicoanalítica, el individuo tiene instintivamente a buscar la


satisfacción. El principio de placer se encuentra ligado a la mente
inconsciente, a el Ello de la personalidad. El Ello es quien intentará dominar la
mente para satisfacer las necesidades y los impulsos instintivos que generan
placer y permiten que la energía psíquica fluya libremente.

Siguiendo con la teoría psicoanalítica, el dolor pasaría a formar parte del


principio de realidad, el cual se encuentra gobernado por el Yo de la
personalidad y pretende controlar los impulsos instintivos enviado por el Ello.
Conforme el principio de realidad, la energía psíquica ya no fluye libremente,
sino que es transformada para que circule de manera controlada.

Las pasiones: Las pasiones son estados


afectivos crónicos, estables, intensos y duraderos. A diferencia de lo que
se cree usualmente y que algunos autores han dejado entrever, en las
pasiones no hay una eliminación de la razón. No se puede decir que una
persona pasional no piensa, ni que la pasión implica la eliminación de la razón.
Si bien un sujeto se puede dejar llevar por sus sentimientos y darle un lugar a
los impulsos, su cerebro racional sigue funcionando, aunque con una tendencia
que se inclina hacia su lado emocional.
La racionalización es un proceso normal de la actividad física. Este consiste en
la autojustificación y en el esfuerzo de direccionar los pensamientos en busca
de razones o justificaciones a sus actos. El sujeto pasional, tiende a
desvirtuar la realidad y creer en los hechos de pura imaginación; el mismo
presenta un raciocinio lógico, por lo menos ante sí mismo, aunque carece de
objetividad.

Un estado pasional se caracteriza, en primer lugar, por la total concentración y


absorción de la vida psíquica en un asunto determinado, envuelto en una
intensa tonalidad afectiva. Bajo el dominio de la pasión, el Yo se torna
desequilibrado, absorbido por la inclinación pasional. El Yo subsiste identificado
con la pasión dominante hasta que surjan nuevas fuerzas que lo ayuden a
recobrar el equilibrio y lograr su independencia.

Las formas de pasión corresponden a la misma cantidad de sentimientos


posibles. Existe la pasión por la belleza, por el arte, por el éxito, por la justicia,
por el amor, etc. La pasión amorosa es de las más mencionadas, pues ésta
puede llevar al individuo a cometer hechos desacertados y terminar al borde de
la desesperación.

La pasión es un interés afectivo dominante, que lleva al individuo hacia la


acción. Ésta se forma cuando la personalidad normal rechaza ciertas
aspiraciones profundas que no puede controlar, pero tampoco eliminar de su
psiquis. Según la teoría freudiana, estas manifestaciones serían impulsos
enviados por el Ello.

En el núcleo de toda pasión encontramos una especie de idea fija obsesiva que
sufre modificaciones a lo largo del proceso pasional. Finalmente ésta se
desarrolla confiscando la mayoría de las fuerzas mentales que habitan en la
psiquis y se nutre de esa idea obsesiva creada anteriormente, que desplaza a
todos los demás impulsos y deseos. A menos que sea destruída por un nuevo
despertar del Yo, se encontrará dominando la consciencia con los impulsos
pasionales que emergen desde el inconsciente.

El afecto

El afecto es la expresión externa de sentimientos y emociones. Este puede


maniferstarse mediante expresiones como ser: el tono de voz, una sonrisa,
rigidez facial, ceño fruncido, una lágrima, morderse los labios, un sonido
agradable o una mirada. Cualquier expresión facial, movimiento corporal o tono
de voz que indique una emoción será considerado un afecto.

Generalmente el afecto es utilizado para la comunicación entre individuos, para


descifrar la manera en la que otra persona se siente con respecto a un
acontecimiento.

Tipos de afecto Existen cuatro  tipos


principales de afectos, los cuales se muestran de acuerdo a la reacción del
individuo ante las emociones.
Afecto; plano 
Este tipo de afecto es una restricción de toda expresión de emoción. Por
ejemplo, una persona que utiliza el afecto plano no expresará su emoción a
través de expresiones faciales, tono de voz o movimientos corporales.

Afecto amplio Este es


un tipo de afecto que suele mostrarse comunmente en individuos
psicológicamente saludables. Esta persona puede expresar una amplia
variedad de afectos para mostrar tristeza, emoción, felicidad, miedo,
vergüenza, etc.

Quien muestra un afecto amplio presenta la capacidad de demostrar sus


emociones a través de diversas expresiones faciales, por ejemplo, puede
expresar una amplia variedad de afectos para mostrar tristeza, alegría,
felicidad, miedo, vergüenza, etc.

Afecto restringido El
afecto restringido denota un rango limitado de afectos que una persona puede
demostrar. Por ejemplo, cuando hablan de algo por lo que están realmente
felices o entusiasmados, es posible que no sonrían o expresen sus emociones
de manera alegre.

Existen casos donde el afecto restringido se vuelve más severo y  la expresión


de la emoción se vuelve aún más ausente. En ocasiones, quienes demuestran
un afecto restringido pueden verse como personas inexpresivas e insensibles,
pero esto se debe a que limitan su afecto para su uso personal.

Afecto resbaladizo Este es


un efecto inestable, el cual generalmente se encuentra desproporcionado a la
situación.  Este tipo de afecto a veces es visto como inadecuado. Por ejemplo,
una persona con la que se está manteniendo una conversación puede hacer un
comentario divertido y la reacción que se genera con el afecto resbaladizo
puede ser, una risa incontenible y exagerada por un período de tiempo
prolongado.

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