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ANÁLISIS DEL TITULO PRELIMINAR DEL CÓDIGO CIVIL

TÍTULO PRELIMINAR DEL CÓDIGO CIVIL

Presentación
El Derecho Civil, desde sus orígenes como es derecho común regula todas las
relaciones jurídicas que originaban los sujetos de derecho, por lo que se considera
como el Derecho que mejor se desenvuelve dentro de la vida social del hombre,
aprovechando los estudios de maestría, se pretende profundizar sobre los
fundamentos de las diversas instituciones del Derecho Civil y Derecho
Procesal Civil, es así que decidí involucrarme en el estudio de los artículos del
Título Preliminar del Código Civil, que no solo orientan las normas civiles, sino
antes bien rigen para todo el Ordenamiento Jurídico Peruano.

El Título Preliminar del Código Civil, no solo regula de manera general


los principios fundamentales del Derecho Civil, ni siquiera es exclusivo del derecho
privado, sino antes bien rige para todo el Ordenamiento Jurídico en general,
Precisamente, es el Título Preliminar del Código Civil, el que coadyuva a que el
Ordenamiento Jurídico cumpla con tales características, dado que como se podrá
advertir el presente tiene trascendencia en todas las ramas del Derecho en
general, como hilo conductor de relaciones jurídicas.

Sin más preámbulo pasamos a desarrollar el articulo 1° (derogación de la Ley) del


Título Preliminar del Código Civil, no solo con la finalidad de demostrar
objetivamente su trascendencia dentro de Sistema Jurídico, sino también por ser
los contenientes de uno a uno los principios generales de dicho derecho.
Es importante señalar, que de conformidad a corrientes doctrinales sostienen que
el Título Preliminar sólo es aplicable al Derecho Privado, que, a criterios de
estudiosos del Derecho, esta posición debe ser superada en beneficio de un
sistema más acorde a los tiempos actuales.
DEROGACIÓN DE LA NORMA LEGISLATIVA

Artículo Iº Derogación de la ley

La ley se deroga solo por otra ley.

La derogación se produce por declaración expresa, por incompatibilidad


entre la nueva ley y la anterior o cuando la materia de esta es íntegramente
regulada por aquella.
Por la derogación de una ley no recobran vigencia las que ella hubiere
derogado.

Es menester indicar, que el Tribunal Constitucional, en el fundamento 6 de la


Sentencia emitida el 25/09/2001 en el Expediente Nº 0458-2001-HC/TC, que
reconoce la naturaleza constitucional de este dispositivo, independientemente de
su naturaleza procesal ya conocida, ya que este enunciado es de aplicación en
todo el Derecho.

El presente artículo contiene a su vez tres normas distintas, cada una en su


respectivo párrafo:

1. LA REGLA GENERAL SOBRE DEROGACIÓN DE LA LEY.

Pese a la comprensibilidad del mismo, puesto que responde a la pregunta de cuál


es la disposición legal idónea para derogar otra, este precepto es insuficiente para
la naturaleza de la regulación, al no contener todos los supuestos ahora
conocidos, por analogía se debe considerar que cualquier norma con rango de ley
solo puede derogarse con una norma de su mismo rango; las disposiciones del
rango inferior solo pueden ser derogadas por otras normas de su mismo rango, es
necesario que se considere la situación en la que la disposición de rango superior
establece una norma incompatible con otra de rango inferior vigente, puesto que
la  jurisprudencia se ha esforzado por establecer que la norma inferior debe ser
interpretada de acuerdo con la de rango superior más nueva que ella, para evitar
contradicción con los Arts. 51º y 138º de la Constitución, pero asimismo contiene
como efecto la inderogabilidad de la ley por el desuetudo, conforme a los
fundamentos 75 y 76 de la sentencia del Tribunal Constitucional emitida el
24/04/2006 en Expediente Nº 0047-2004-AI/TC.

Existe una limitación, ya que una Ley es aprobada por el Congreso. Existiendo
casos sui generis como los Decretos Legislativos, que son modificados por Leyes,
la incongruencia se podría dar puesto que los Decretos Legislativos son
delegaciones que el Poder Legislativo da al Poder Ejecutivo.

A fin de aclarar esta situación, podemos señalar:


a. Una ley sólo puede ser derogada por otra ley.
b. Analógicamente, una norma con rango de ley, sólo puede ser derogada por
otra norma de su mismo rango.
c. Por otro lado, disposiciones de rango inferior, sólo pueden ser derogadas por
otras normas de su mismo rango.

2. Las formas de derogación.

Se regula en el segundo párrafo del artículo en estudio las formas de derogación


de la norma jurídica:

a). Derogación expresa, consiste en la mención de las normas anteriores


derogadas por la nueva, existe declaración expresa de la ley, no se genera
problema alguno y, por eso, constituye una sana política y una buena técnica
legislativa, que las nuevas normas legales que van a entrar en vigor hagan una
referencia explícita a las que van a ser derogadas, es la derogación ideal puesto
que no deja dudas que den pie a interpretaciones antojadizas;

b). Derogación tácita, que se verifica en dos supuestos:


- Cuando existe incompatibilidad entre la nueva ley con la anterior: ius
posterius derogat priori.
- Cuando la materia de la norma anterior es íntegramente regulada por la
nueva norma: generi per speciem derogatum.
Es esta forma de derogación que puede presentar problemas de interpretación, en
especial cuando se trata de una modificación sistemática e integral del tratamiento
legislativo de un tema, pero se explica por el desconocimiento del legislador del
compendio de normas que pueda alterar con la nueva disposición legal.
Por otro lado, la derogación puede ser total o parcial, según la norma derogatoria
esté referida a la totalidad de la norma que viene a derogar o solo a uno o más de
sus aspectos, pero no a su totalidad.
A partir, de la Constitución Política de 1993 han quedado establecidas las
maneras de derogar la ley: por imperativo de otra ley y por efecto de una
sentencia del Tribunal Constitucional en ejercicio del   control  concentrado
de la constitucionalidad como consecuencia de la interposición de
un  proceso  de inconstitucionalidad, que puede promoverse no solo contra las
leyes en sentido formal sino también contra todas las normas que tienen rango de
ley, aun en sentido material, como los decretos legislativos, decretos de
urgencia,  tratados internacionales, reglamentos del Congreso de   la
República, normas regionales de carácter general y ordenanzas municipales,
preceptuando el artículo 204 de la Carta Política, que, declarada la
inconstitucionalidad, la sentencia se publica en el diario oficial El Peruano y, a
partir del día siguiente, la norma queda derogada en todo o en parte, según lo
dispuesto por el Tribunal Constitucional, aunque sin efecto retroactivo.
La derogación por sentencia del Tribunal Constitucional no genera la problemática
que sí genera la derogación por el imperativo de otra ley, pues, en este caso, la
ley derogatoria surte sus efectos desde su entrada en vigencia, ya sea desde el
día siguiente de su publicación o desde que queda cumplida su vacatío legís.

Queda claro que esta forma de derogación no ha sido regulada por el Código Civil,
pese a que ya estaba regulada en la Constitución de 1979, y ahora con el Art.
103° de la Constitución Política del Estado vigente, puesto que esta última tiene
algún nivel de desconfianza de utilizar el término "derogar", remitiéndose a utilizar
"dejar sin efecto", lo que se da igualmente a las que por conexión deban
extenderse; asimismo como en el proceso de acción popular que procede ante
normas reglamentarias, normas administrativas y resoluciones. Hace hincapié
también a la derogación de una ley de fuente legislativa por medio de decretos de
urgencia y/o decretos con rango de ley, supuesto regulado por el Art. 118° y 119°
de la norma constitucional, siempre que: a). Se trate de una medida extraordinaria;
b). La materia sea económico-financiera; c). La medida sea de interés nacional y
d). Se dé cuenta al Congreso.

3. La ley derogada no recobra vigencia automática.

El último párrafo del presente artículo, precisa y enfatiza el efecto de la derogación


y, sin antecedente en nuestra codificación civil, ha receptado como norma general
la no reviviscencia de la norma derogada al preceptuar que "por la derogación de
una ley no recobran vigencia las que ella hubiere derogado". De este modo, la
norma derogada queda con su vigencia definitiva extinguida, salvo que la norma
que venga a derogar a la derogante disponga que recobre su vigencia.

Se regula el principio que propugna que "Por la derogación de una ley no recobran
vigencia las que ella hubiere derogado", dado que el restablecimiento de leyes
anteriores ya derogadas solo debe ocurrir si el legislador expresamente les
devuelve vigencia.

Ejemplo: la vigencia de los Art. 2030° a 2035° del Código Civil, derogados por la
sétima disposición final de la ley 26497 del 12/09/1995, sin embargo, los mismos
fueron posteriormente incorporados por el Art. 1° de la ley 26589.

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