Descargar como txt, pdf o txt
Descargar como txt, pdf o txt
Está en la página 1de 7

SEDUCI A MI PAPA

Relato enviado por : Anonymous el 11/04/2010. Lecturas: 58466

etiquetas relato SEDUCI A MI PAPA Amor filial papas hijas padres .


Descargar en pdf Descarga el relato en pdf
Resumen
Gracias a la ayuda de un amigo consegu� realizar mi mayor fantas�a: hacer el amor
con mi padre.

Relato

Soy una chica de veintipoquitos a�os y vivo en alguna parte de M�xico. ninguna
fantas�a me excita y apasiona tanto como imaginar a mi padre, coji�ndome como a una
perra en celo. Me faltan dedos de la mano para contar las veces que me corr�
fantaseando con ello, aunque nunca imagin� realizar esa fantas�a hasta hace poco.
Buscando relatos de relaciones padre-hija por Internet, encontr� esta p�gina, y fue
navegando por la p�gina leyendo a los autores y sus relatos que conoc� a uno de
ellos, un autor de conocido talento cuyas historias hicieron estragos en m� y que
me animaron a escribirle para conocerlo. Me sorprend� mucho por su forma de ser,
tan distinta a como yo me esperaba de alguien que escribe relatos er�ticos(y
sobretodo por la forma que tiene de escribirlos). Enseguida le cog� tanto cari�o
como confianza, y no pas� mucho sin hablar de temas personales, de fantas�as, etc.
etc. etc.�me sent�a tan a gusto con �l(y eso que era una relaci�n de MSN, puesto
que vivimos en pa�ses distintos), que llegu� a confesarle mi mayor fantas�a. Para
mi sorpresa, en lugar de despecharme, me dijo que no era la primera vez que le
pasaba eso, que en otras ocasiones y debido a sus relatos la gente sol�a enviarle
correos contando sus experiencias. Cuando me pregunt� si quer�a que mi fantas�a se
cumpliera le dije que s� sin pensarlo dos veces, y cual fue mi estupefacci�n cuando
comenz� a darme todas las indicaciones de lo que yo deb�a hacer para que �l y yo
hici�ramos el amor. Al principio lo vi muy complicado y le dije que ser�a mejor ir
sin rodeos y entregarme a �l, pero cuando �l me explic� el objetivo final, entend�
su intenci�n y me decid� a seguir cada paso que me �l indic� hasta sus �ltimas
consecuencias. Guard� la charla de MSN para poder releerla cuando fuera
necesario(aunque la borr� recientemente al no hacerme falta ya) y me dispuse a
seguir el plan de mi amigo que tanto quer�a ayudarme.
A la ma�ana siguiente, seg�n despert� y encontr� a mi padre sentado a la mesa para
desayunar, me arroj� en sus brazos y le di un tremendo beso en la mejilla mientras
esbozaba una gran sonrisa. Mam� se qued� algo extra�ada de verme tan cari�osa, y lo
mismo Pap�.
-�Y esto a que viene-me pregunt� �l-?.
-A que te quiero mucho pap�. Te quiero un chingo papi.
-Yo tambi�n te quiero, Karina.
Estuve as� unos minutos abrazada a �l, sentada en su regazo como cuando era una
chavita chiquitita. Me sent� tan reconfortada y segura en sus brazos que no quer�a
separarme de �l, pero lo hice para no llamar demasiado la atenci�n. A�n as�, yo no
paraba de decirle lo mucho que lo quer�a, y lo cog�a de la mano de vez en cuando,
sonri�ndole. Pap� parec�a encantado con aquella nueva actitud m�a, y todas las
ma�anas desde entonces le he dado as� los buenos d�as, y m�s contenta no pod�a
estar, sobretodo porqu� me encantan los mimos y Pap� ha sido muy pr�digo en eso.
Para m� supuso el cielo, ya que era una segunda ocasi�n de disfrutar de ese cari�o
y esa ternura que yo misma, al cumplir los 14, dej� de recibir de �l por
considerarme mayor para esas cosas.
Mi segundo paso fue estar cerca de �l tanto tiempo como fuera posible, y siempre
con la menor ropa que pudiera llevar encima. Como todo el a�o hace calor y nuestra
casa, que est� en las afueras, es bien caliente, pod�a ir ligera de ropa sin miedo
a resfriarme, lo que me era perfecto para exhibirme delante de �l. En ocasiones iba
solo con una amplia camisa semi-transparente que cubr�a lo justo para dejar mis
piernas al descubierto, dejando entrever el resto. Muchas veces le preguntaba si le
parec�a guapa, si me consideraba una chava hermosa, y �l me sonre�a tiernamente y
me dec�a que s�, sabiendo que como recompensa se llevaba un abrazo y un beso de mi
parte, que a veces duraban minutos. Cada roce con �l era como un �xtasis
maravilloso, sacudi�ndome de parte a parte hasta los pelillos de la nuca.
Al margen de hacer de modelo, ten�a otra forma de que me viera casi sin ropa, y era
cuando nos ba��bamos en la piscina que tenemos en la parte trasera de casa. No
siempre pod�amos darnos un chapuz�n porqu� �l ten�a trabajo y yo estudios y tareas
que hacer, pero cuando est�bamos libres de ocupaciones me encantaba salir vestida
con mis peque�os y apretados bikinis reluciendo todas mis sabrosas carnes,
dej�ndolo a �l con un pasmo de narices. Luego nos pon�amos a jugar y a darnos
chapuzones, a salpicarnos y cosas de esas, pero esos instantes que se me quedaba
mirando con la vista perdida me pon�an ardiente y con unas ganas locas de cojer,
ganas que satisfac�a a base de dildo, dado que a�n no ten�a a Pap� para
satisfacerme personalmente.
De las cosas que m�s me gustaron del plan fue el hacer c�mplice a Pap� de mis
aventuras cuando sal�a con mis amigas de party, confes�ndole todo lo que hac�a y
los chavos con quienes me encontraba. Le gust� saber que ten�a cuidado para no
cojer y quedar embarazada de ning�n indeseable, y le gustaba m�s cuando le dec�a
que aunque hab�a chavos guapos, ninguno lo superaba a �l, quien me parec�a
majestuoso. Me encantaba estar en mi rec�mara con �l, tumbados en mi cama, los dos
en secretitos mientras notaba como su mirada me recorr�a el cuerpo. Yo not� que �l
comenzaba a mirarme como algo m�s que a su chavita predilecta y eso me hizo seguir.
Otra cosa que me encantaba era probarme ropa delante de �l, visti�ndome con toda
clase de modelitos que ten�a en el armario mientras Pap� hac�a de juez para ver si
aquello me quedaba chido(guay). Yo me re�a en plan inocente disfrutando del
momento, como una ni�a peque�a que no sabe del deseo que despierta en los dem�s.
Vestida solo con unas peque�as tangas que me dejaban la cola al alcance de su vista
y un m�nimo top de tirantes que hac�a las veces de brasier o sujetador(aunque se me
marcaban los pezones que era una barbaridad), iba poni�ndome tal y cual vestido,
desde mini-faldas y tops de todos los colores hasta jeans y camisetas. Pap� no
dejaba de decirme " Karina, que hermosa eres, te quiero mucho" con expresi�n
radiante, y feliz me iba a sus brazos, sabiendo que mientras me abrazaba pod�a
sentir mi prominente busto apret�ndose contra su fornido pecho, cosa que siempre me
hac�a suspirar de placer, y a �l mirarme embobado de arriba abajo, sobretodo a mis
generosos escotes.
Y si me probaba ropa delante de �l, tambi�n le llev� conmigo de tiendas, para que
me aconsejase que vestido me sentaba mejor y me hac�a m�s guapa a sus ojos. Si a �l
no le gustaba yo desechaba el modelito de inmediato, porqu�, y eso se lo dec�a
siempre, quer�a complacerlo y que fuera bella a sus ojos, que quer�a ser la mujer
m�s guapa del mundo.
-No hace falta tanto esfuerzo Karina. T� ya eres bell�sima-me dec�a sonriendo-.
Ni que decir tiene que muchas de las que nos atend�an nos miraban extra�ados
pensando que �ramos pareja y no padre-hija, algo que a m� me encantaba. Lo cierto
era que todo iba tan bien que no pod�a creerme que hasta hace poco nuestra relaci�n
fuera tan cordial y formal como un contrato de negocios. Me parec�a un sue�o poder
hacer tantas cosas con �l, m�s las que a�n quedaban.
Una de ellas era dormir con �l la siesta. Pap� no la dorm�a regularmente, solo de
vez en cuando, y cuando dec�a que se iba a echar una cabezadita, yo iba al sof� con
�l, o la cama, y dorm�a a su lado mientras �l me rodeaba con sus brazos. Me hac�a
sentir confortada y feliz estar tan �ntimamente unido as� con Pap�, y m�s de una
vez, cuando cre�a que yo estaba dormida, notaba como sus manos, algo t�midas, me
acariciaban los muslos de las piernas y mi cintura. Yo me revolv�a fingiendo estar
so�ando, dej�ndole v�a libre para que me sobara cuanto quisiera. Lo �nico que no se
atrev�a a tocarme era mis pechos, quiz� por miedo a que se despertase, pero por lo
dem�s no dej� rinc�n de m� por acariciar, susurr�ndome lo bonita y hermosa que me
estaba poniendo. Yo le segu�a la corriente y me limitaba a decirle "gracias"
actuando como si estuviera en sue�os, aunque estaba bien despierta y muy excitada.
Aparte de dormir la siesta, en ocasiones Mam� ten�a que ausentarse por motivos de
familia y trabajo, y me aprovechaba de esas ausencias para dormir toda la noche con
�l, como si yo fuera su mujer. Cada vez que me met�a en la cama con �l, vestida con
las prendas m�s ligeras y finas para resaltar todas las curvas de mi cuerpo para
que contemplase a la bella hija que ten�a, sent�a que el coraz�n se me desbocaba.
Me acurrucaba junto a �l y le abrazada con fuerza, mientras �l me arropaba y me
llenaba la cara de besos. Aquel juego hac�a que mi cuerpo se conmocionase, y m�s de
una vez estuve a punto de decirle a gritos que me desnudara y me hiciera el amor,
pero pude morderme la lengua y aguantar, porqu� a�n no era el momento. Todav�a no.
Hay un detalle que no he mencionado, y es que Mam�, no s� si a sabiendas o por
casualidad, nos dejaba solos durante largo rato, ocupada en sus quehaceres. Si
sab�a de mis intenciones nunca dijo nada, solo se limitaba a sonre�r viendo que su
chiquilla querida estaba loca de amor por su padre y que le encantaba tener una
�ntima relaci�n con �l, aunque no sab�a hasta que punto quer�a que fueran �ntimas
jajajaajaja�Ella simplemente nos dej� el campo abierto, sin estorbar ni una sola
vez, lo que a m� me vino de perlas para poder estar juntos d�ndonos mimos como
chiquillos enamoradizos.
Cuando vi que la fijaci�n de Pap� en m� iba subiendo de tono, tambi�n fue subiendo
de tono mi relaci�n con �l, llegando a pedirle que nos duch�ramos juntos alguna
vez, que no me iba a escandalizar por verlo desnudo ya que hab�a visto a muchos
chicos desnudos antes. �l pareci� algo acobardado por la idea, pero luego se
aventur� y acept�. Ay dios m�o�cuando lo ve�a desnudarse y meterse en la ducha
conmigo quer�a desgarrarlo a mordiscos, me daban ganas de com�rmelo vivo�el cuerpo
de pap� y esa verga fl�ccida me hac�a desear lanzarme a por �l, pero me contuve una
vez m�s, esperando que llegara ese momento que Iv�n me hab�a prometido. Algunos
d�as lo odiaba al ver que ese d�a no llegaba, aunque �l juraba y perjuraba que
llegar�a.
Llegados a ese punto en que ten�amos una relaci�n tan estrecha que casi todo lo
hac�amos juntos, un d�a y de forma natural le propuse que vi�ramos una peli porno
juntos, bien fuera en mi compu o bien en la DVD. Le dije que quer�a aprender cosas
de sexo y que me gustar�a que �l, m�s experimentado que yo, me instruyese. Como
ten�a muchas pel�culas descargadas, nos pasamos muchas horas viendo pelis�yo le
preguntaba si le gustaba la chica de la pel�cula, si era m�s guapa que yo, si le
gustaba lo que le hac�an�tambi�n le comentaba las cosas que yo hab�a hecho y las
que no, y �l me confesaba que cosas nunca hizo. Esos momentos tan �ntimos me hac�an
sentir m�s deseos a�n de hacer el amor con �l.
Mientras ve�amos las pel�culas, �l no dejaba de mirarme con disimulo, ech�ndome un
largo vistazo a mi escote para intentar verme mis tetas. Tambi�n me miraba en mi
entrepierna, ya que como vest�a ropa ajustada se me marcaba algo la cuca(y lo hac�a
adrede, por supuesto) esa era una visi�n de la que no pod�a apartar los ojos
durante mucho rato. �l intentaba ocultarse la erecci�n que ten�a, pero siempre le
dec�a que no hac�a falta que se tapara, que era natural y que no deb�a avergonzarse
de ello. As� consegu� ver como su hermosa tranca despuntaba de sus pantalones,
totalmente dura y pidiendo a gritos una deliciosa vulva donde saciar su hambre.
El acoso al que lo somet� dur� durante semanas, quiz� 2 � 3 meses. Todos los d�as
estaba encima de �l, bien bes�ndole, bien duch�ndome con �l, durmiendo en sus
brazos, prob�ndome ropa delante suyo, siempre presta a ense�arle mis buenas curvas
y mis generosas formas�por muy hija que fuera, no existe hombre alguno que resista
semejante ataque, y con el tiempo se envalentonaba a mirarme con m�s descaro,
incluso a tocarme cuando estaba dormida. M�s de una vez sus manos se atrevieron a
sobarme mis tetonas y tocarme los pezoncitos, haci�ndome gemir de placer, hasta fue
capaz de acariciarme por la pucha, masturb�ndome suavemente hasta que me acababa
dando un orgasmo fant�stico, mientras yo fing�a estar dormida.
Y por fin, una tarde que Mam� se tuvo que ir, lleg� el anhelado momento. Me
encontraba sentada en mi rec�mara tomando apuntes y me levant� a por algo de beber
porqu� ten�a una calor tremenda, pero antes siquiera de llegar a la cocina, not�
como me abrazaban con fuerza desde atr�s, rode�ndome y aprision�ndome sin dejarme
hueco por donde escapar.
-Pap�, me aprietas mucho��Qu� haces?.
-Ay Karina, que me tienes loco, que ya no puedo aguantar m�s�tengo que cojerte o no
respondo de mis actos�ya no resisto esto�
-Papi loco, �pero qu� dices?, �qu� pretendes?...que eres mi papi�
-Ay mi amor, ya s� que eres mi hija y yo tu padre, pero tambi�n somos un hombre y
una mujer y yo no soy de piedra�tengo que cojerte aunque sea lo �ltimo que haga en
mi vida�tengo que hacerte el amor o me volver� loco�
-�Pero como pretendes pap�?...loco, sucio, p�rate�aaaaaahhh�
-�No!, no puedo parar, no quiero�te quiero Karina, te quiero m�s que a nada, pero
tambi�n me tienes ardiente de sexo desde hace meses y tengo el cuerpo a
reventar�estoy cachondo y de hoy no paso sin chingarte a lo grande�
Yo fing�a resistirme, pero no pod�a ser m�s feliz. ��Por fiiiiiiiin!!. En mi
interior no dejaba de dar gracias a Iv�n, de ver que ten�a raz�n, pues se hab�a
cumplido el objetivo que el predijo: que en lugar de entregarme a �l como
inicialmente propuse fuese �l quien se me entregase a m�. Mi coraz�n brincaba de
alegr�a.
-Calla perro loco, su�ltame por favor�uuuummm�
-Que rica que est�s Karina �eres un primor, te deseo�te necesito mi�jita�quiero
acostarme contigo�quiero follarte�mira como me tienes�
Us� su mano libre para bajarse los pantalones, sacando su verga de su prisi�n y
haciendo que se rozase con los muslos de mis piernas. Su calor me atravesaba de
lado a lado, me puso como un cohete notar la tranca de Pap� roz�ndose contra m�,
deseando liberarse de meses de deseo contenido.
-Pap� que grande�realmente es grande, la tienes muy caliente�ufffff me abrasa, me
vas a partir con ella�
-S� Karina, te voy a partir con mi garrote�llevas provoc�ndome como una perra en
celo y yo ya no puedo soportar m�s este calvario�
Su brazo izquierdo lo ten�a apret�ndome las tetas, y su mano me agarr� con firmeza
la teta derecha y acarici�ndome mi sensible y rugoso pez�n. Su mano derecha, que
antes hab�a desabrochado sus pantalones, hab�a estaba col�ndose dentro de mi
pantal�n de pijama, llegando a mi h�meda vulva y comprobando que ya me ten�a
mojada. Eso lo puso a mil.
-�Pero que me haces Pap�?...para, su�ltame, me aprietas mucho�
Evidentemente era mentira, yo no quer�a que parase, me estaba tocando de tal modo
que me puso la cuquita bien h�meda con sus dedos traviesos. Cada fibra de mi ser
temblaba y se sacud�a bajo el violento ataque de mi padre, que parec�a estar fuera
de s�. Despu�s de tanto tiempo acos�ndolo sus deseos hab�an crecido tanto que no
pudo reprimir sus impulsos, y eso para m� era una bendici�n. Me resist� durante
algunos minutos m�s, hasta que me tuvo chorreando y mojando los muslos de mis
piernas. Fue entonces cuando le dej� hacerme de todo.
-Ll�vame a mi rec�mara antes de que cambie de idea.
En cuanto escuch� esa frase, ni corto ni perezoso me cogi� y me llev� a mi cuarto,
ech�ndome en la cama totalmente desnuda. Yo le mir� entre espantada y deseosa,
cruzaba su mirada con �l, le examinaba mientras lo ve�a quedarse tan desnudo como
yo. Su erecci�n, hasta entonces solo sentida, atrajo mis ojos como un poderoso
im�n. No pod�a apartar mi mirada de aquella caliente barra de carne que parec�a
se�alarme como a un dedo acusador, dedo que se fue acercando a m� hasta quedar a la
altura de mi cara, cuando Pap� se puso de rodillas sobre la cama, frot�ndose
conmigo.
-Mira que verga tiene tu padre��te gusta Karina?, �ves que dura est�?...la tengo
as� por ti�t� eres la culpable�vamos mi�jita, t�cala, si�ntala de una vez��porqu�
no era esto lo que en verdad quer�as?, �no era esto lo que deseabas?.
No sab�a si Pap� hab�a descubierto mi treta o bien hablaba en suposiciones, pero no
me import�: le obedec� sin decir una sola palabra, acogiendo su fant�stico martillo
entre mis c�lidas manos, frot�ndolo con mimo y lentitud. Formando una "O" con mis
labios, le di besitos y chupaditas a uno y otro lado, ador�ndolo con fervor. Me
volv� una loca de la verga de mi padre: su sabor, su tacto, su calor, su forma y
textura...todo era una absoluta perfecci�n que hac�a que mis ojos brillasen con
malicia. Aquella misma verga que anta�o me hab�a dado a la vida ahora iba a recibir
toda mi gratitud y mi amor, y pill�ndolo por sorpresa abr� mi boca y me la jal�
hasta el fondo.
-��Ay Karina, mamasita!!...pero que loca eres, como haces�que rico me la jalas
chavita m�a�
Yo no respond�a, ni falta que hac�a. Pas� mis manos para cogerlo con fuerza por su
duro par de gl�teos y gracias a eso tuve un buen punto de apoyo para darle a mi
papito una riqu�sima mamadota que le puso los pelos de punta. De cuando en cuando
le miraba a la cata y lo ve�a como si estuviera en trance, gimiendo y jadeando como
si estuviese corriendo una gran marat�n. Usando la lengua y los labios le di a
probar mis aptitudes en el arte de la felaci�n, que tan bien aprend� de las
pel�culas que me hab�a descargado. Su puntita, de rojo rub�, ard�a en mi boca
mientras pasaba la lengua por ella y chupaba con los labios. Se la aspiraba como un
pirul�, enroscando mi lengua por su tronco y yendo adelante y atr�s, sac�ndola casi
toda y vuelta a meter. Pap� puso sus manos en mi boca coji�ndome la boca con ganas,
moviendo un poco las caderas para hacer efecto de empuje. Nunca me hab�a sentido
tan excitada, usada y complacida. Esa mezcla me hizo ponerme m�s ardiente.
-�� KARINA POR DIOS!! ��PARA!! ��QUE ME VOY A VENIIIIR!!...
Viendo que estaba cerca del orgasmo me par� de golpe, ya que no deseaba que lo
gozara tan pronto. Me tumb� mir�ndolo a los ojos, acarici�ndome en mis pezoncitos y
abriendo mis piernas para que me tocara entre ellas. En cuanto pos� su mano en mi
rajita me cre� morir de placer, estaba que estallaba. Invit� a mi Pap� a devorarme
en mi almejita, y no tuvo que decirlo dos veces: puso su cabeza entre mis piernas,
sac� la lengua�y la hundi� en mis entra�as.
Uuuufff que pasada, que cosa rica�Papito me exploraba toda mi almejita como un
sibarita, me lo com�a todo y lo hac�a sin prisa, pasando lentamente su lengua
arriba y abajo mientras me chupaba los jugos que sal�an imparables de mi interior.
Me puse berrionda, gem� y jade� sin control alguno, retorci�ndome debido a los
esfuerzos que �l aplicaba para hacerme gozar. Estaba que lo tiraba, me entraron
unas ganas terribles de desgarrarlo a mordiscos. Acto seguido, y trabajando a d�o
con su boquita, us� sus dedos para acariciarme en mis tetas y despu�s acariciarme
en la concha, toc�ndome el cl�toris con la yema de los dedos y poni�ndome tan
caliente como un hierro al rojo vivo.
-Vamos Papito, c�meme mi rajita�ch�pamela toda�as� Pap�, lo haces de miedo�dame
lengua Papito�d�mela toda, hasta el fondo�
La escena era tan morbosa que casi casi sent� que me ven�a en sus manos: pap�, mi
adorado papi chulo, me estaba comiendo toda mi conchita caliente y yo le animaba a
que siguiera, no quer�a que aquello parase. Los �nimos estaban por las nubes y el
deseo nos consum�a como una inmensa hoguera. Tanto �l como yo ten�amos que
desfogarnos de nuestras pasiones, las ten�amos al l�mite de su capacidad, casi como
una bomba que estuviese a punto de estallarnos en la cara. Por mis gemidos mi padre
supo que me ten�a a punto de caramelo, estaba m�s que preparada, de manera que se
detuvo de comerme para retomar un poco el aliento.
-Ay mi amor, prep�rate que all� voy�te voy a cojer entera�
-S� papi�c�jeme de una vez�f�llame viva�
Se puso encima de m�, abri� mis piernas del todo y puso su garrote entre ellas. Yo
no perd�a detalle. Not� como su cabecita roja tocaba mis labios vaginales pidiendo
entrar, y con poco que hizo presi�n, fue col�ndose por mi conchita palpitante hasta
que me la meti� del todo. Fue un acto sublime y lento que me hizo ver las
estrellas, disfrut� cada segundo que sent� esa primera entrada en mi interior. Me
abrac� lo m�s fuerte que pude a mi papi chulo y lanc� un largo y sonoro gemido de
satisfacci�n, agradeci�ndole que me estuviera haciendo aquella maravilla.
Permanecimos unos momentos muy quietos, dejando que la sensaci�n de uni�n nos
recorriera, sin dejar de mirarnos a los ojos y de proferirnos alg�n que otro beso
de rosca, con nuestras lenguas disput�ndose un torneo. Era con mucho el mejor
momento de mi vida.
Pasados esos preciosos instantes de uni�n entre nosotros, sent� como sus caderas se
mov�an con lenta parsimonia, y yo me agarr� a �l presa de una lujuria que me hac�a
chillar y gemir como una perra en celo. No paraba de decirle piropos y toda clase
de halagos mientras me bombeaba como un alambique, extrayendo de m� todos y cada
uno de mis espasmos, jadeos y sensaciones, que me desbordaban como una inundaci�n.
Por cada meneo que me daba yo me derret�a en sus manos como cera de vela, me pon�a
loqu�sima y me dejaba hacer por �l, le daba mi permiso para que me hiciera de todo.
Me ten�a clamando a gritos que me diera m�s hondo.
-Uuuuuff papi, dame m�s duro�c�jeme fuerte�c�jeme hasta el fondo, eso es�se siente
riqu�simo papi�no pares�dame duro por la concha�
-Ay Karina, que caliente que eres�me tienes loco�loco de sexo por ti�mmm que cosa
rica�eres deliciosa�te quiero mi�jita�te quiero much�simo�
Entre la cojida que me estaba dando y las cosas que me dec�a, me sent�a en el
cielo, como si una ninfa hubiera sido llevada al Olimpo para ser amada por un dios.
El cari�o y el deseo que sent�amos el uno por el otro era tan intenso que parec�a
que nos �bamos a fundir. Quer�a perderme en �l, ahogarme. Me sent�a anegada de �l.
Apoy� mi cabeza en el hueco de su hombro y le chupete� un poco el cuello,
aguantando sus embestidas mordi�ndome los labios a ratos para intentar sofocar un
poco mis gritos de placer, que amenazaban con ser escuchados fuera de la casa.
Estaba tan excitada y tan salida que no pod�a contener mi naturaleza salvaje, la
misma que Pap� parec�a querer sacar de m�.
-Vamos Karina �goza conmigo�disfr�talo�siente lo rico de lo bien que te cojo�que
cuquita m�s rica, y que mojada est�s�esto es paz y despu�s gloria�
-Eso es Pap�dame m�s�m�s�c�jeme fuerte ��CO�O!!...
Su martilleo constante comenzaba a ganar fuerza y ritmo, y mi cuerpo se iba de un
lado a otro. Aquella sensaci�n de estar acorralada entre la cama y �l era de una
sublime euforia. Le rode� con mis piernas por su cintura y le dije al o�do que me
cojiera con m�s fuerza, con m�s energ�a�Pap� se ensa�aba conmigo tal y como le
ped�, sacudi�ndome de arriba abajo con cada estocada. Su verga obraba maravillas en
mi conchita dilatada, la sent�a perforarme como un perforador que buscase petr�leo
en alta mar.
-As�ii�
Me penetraba.
-�dameee�
Me taladraba.
-�dame m�aas�
Me perforaba.
-�f�llame papiiiii�
Su ariete opresor me machacaba a ritmo de m�quina hidr�ulica, presion�ndome y
someti�ndome como nunca antes me sent�a subyugada por un hombre. Ya no sab�a donde
meterme, estaba que explotaba, sent�a como algo iba creciendo dentro de m� a tal
ritmo que cre� que iba a reventar. Por mis gemidos Pap� supo interpretar que estaba
cercano el momento del orgasmo y se apresur� para fundir nuestros orgasmos en uno
solo, dejando de lado todo el cari�o que hasta entonces hab�a sido la t�nica
dominante del evento y abriendo paso a una pasi�n m�s salvaje y desatada. Aquello
era nuevo para m�, nunca hab�a visto a mi padre ponerse como hasta ese momento y
nunca olvidar� aquella desencajada e impagable cara de placer mientras me coj�a con
vicio. Aguant� todo lo que pude y �l sigui� empal�ndome con su lanza hasta que
ninguno de los dos pudo posponerlo por m�s tiempo�y profiriendo unos verdaderos
alaridos de sexo y placer nuestros orgasmos pudieron fundirse en un orgasmo com�n y
nos venimos como locos, alargando el momento todo lo que fuera posible, gracias a
unas �ltimas metidas de Pap�. No s� si tuve un orgasmo solo o varios peque�os, pero
s� que nunca hab�a sentido nada igual en toda mi vida.
Pap� se derrumb� a mi lado y lo acog� en mis brazos. Pod�a sentir su coraz�n
latiendo como loco, exhausto del esfuerzo que hab�amos realizado. Nuestras
respiraciones eran muy agitadas, incluso sud�bamos un poco. En mitad de tan tierno
abrazo, con su verga a�n dentro m�o, nos miramos a los ojos y nos sonre�mos sin
romper el m�gico silencio de aquel precioso instante. De hecho, no hablamos m�s por
un buen rato, solo nos mir�bamos y nos bes�bamos con nuestras pasiones bien
encendidas a�n. Pod�a oler el rico aroma del sexo a nuestro alrededor, era como
algo dulz�n y muy agradable, como una sensaci�n que nos quemaba en el alma y nos la
marcaba a fuego. Al salirse de m� cay� boca arriba a mi lado en la cama, sin
dejarme de admirar mi cuerpo desnudo, el m�o que minutos atr�s hab�a disfrutado
como un ni�o devorando un tarro de chocolate.
-Espero no pre�arte-dijo con un tinte de preocupaci�n-�
-No te preocupes, tomar� anticonceptivos para evitarlo-le contest� sonriendo-�te
quiero Pap�
-Te quiero Karina �
Mis ojos divertidos y perversos le hicieron ver que a�n necesitaba m�s, y nos
pasamos horas y horas cojiendo, tomando peque�os reposos para recuperar fuerzas y
luego vuelta a empezar. Incluso usamos a mi amado dildo para que, mientras Pap� me
coj�a por un agujero, el dildo lo hac�a por el otro�me lo hizo contra la pared de
la rec�mara�me lo hizo los dos sentados en una silla�lo hicimos en la ducha�as�
hasta que ya no pudimos m�s y lo dejamos, incapaces de seguir. Acabamos tumbados en
el sof�, uno al lado del otro, abrazados durante mucho tiempo. Era como si no
pudi�semos soltarnos, ni siquiera cuando Mam� lleg� horas despu�s. Sencillamente,
no pod�amos. Fue un d�a estupendo.
mi relaci�n con �l era igual de buena que antes, solo que mejor. Amo a Pap�, pero
no es amor de hija a padre, si no de mujer a hombre. Amarle no me impedir� tener un
novio en el futuro, y eso es fant�stico. Pap� y yo tenemos una relaci�n fant�stica
e �ntima a todos los niveles como nunca esper� tenerla, y cojemos sin complejos ni
tab�es. Mi vida es fant�stica.
comentarios a [email protected]

También podría gustarte