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Geomancia Astrol�gica
Publicado el 20 enero, 2015 por Mar�a de Gracia
Tabla geom�ntica
Al igual que otras formas de adivinaci�n, la geomancia tiene tambi�n un origen
mitol�gico. Tal y como podemos leer en un texto herm�tico �rabe del siglo XI, la
leyenda dice que Idris (o Hermes Trismegisto), recibi� la visita del �ngel Jibril
en sue�os. Idris pidi� aclaraci�n al �ngel y Yibril empez� a dibujar una figura
geom�ntica en la arena. Al preguntar Idris lo que estaba haciendo, el �ngel Yibril
le instruy� en las artes geom�nticas. Cuando las hubo aprendido, Idris pidi� a un
rey de la India que escribiera un tratado sobre la geomancia.
Sin embargo las tradiciones pre-cristianas identifican a Idris con los profetas
Daniel y Enoch, quiz� con la idea de otorgar a la geomancia una posici�n leg�tima,
o como un don, o habilidad, dada por Dios a los hombres, ya que uno de los profetas
hab�a sido mago y conoc�a todas estas artes. Los practicantes de la geomancia
estaban convencidos de que existe una energ�a vital que posee la capacidad de
interpretar la forma de fluir esta energ�a y que siempre ser� diferente dependiendo
del lugar donde se lleve a la pr�ctica.
La adivinaci�n siempre ha tenido un papel muy importante en las tradiciones
herm�ticas a trav�s de las diferentes civilizaciones, pero tambi�n ha sufrido
algunas variaciones, o simplificaciones, a trav�s de los siglos. Durante la Edad
Media y el Renacimiento, sin embargo, uno de los m�todos adivinatorios m�s
importantes utilizados por los hermetistas en todo el mundo occidental era la
ciencia de la geomancia. Al igual que el �I Ching�, que se asemeja de alguna forma,
este sistema utiliza acciones aleatorias para generar un conjunto de d�gitos
binarios, pero en el caso de la geomancia, los puntos simples, o dobles, est�n
agrupados en las figuras de cuatro d�gitos cada uno.
Escudo geom�ntico
Cuatro de esas figuras, llamadas las �Madres�, se producen por azar, a suertes, y
un total de otras doce llamadas: �Hijas�, �Sobrinos�, �Testigos�, un �juez� y un
�reconciliador�, se derivan de las Madres por una serie de procesos matem�ticos.
Estas figuras, y sus interacciones, son interpretadas por el geomante a trav�s de
un sistema de Casas junto con sus correspondientes significados astrol�gicos.
La ciencia de la geomancia se compone de diecis�is figuras geom�nticas compuestas
de cuatro filas de uno o dos puntos, y se la conoce como geomancia adivinatoria o
astrol�gica debido a su relaci�n intr�nseca con la astrolog�a tradicional. En la
geomancia cada figura tiene su propio significado diferente a los dem�s. Las
combinaciones e interacciones de las cifras para una pregunta en especial permiten
al adivino formar un esquema sobre una situaci�n concreta con el fin de poder ver
el pasado, el presente y tambi�n para predecir el futuro de esa situaci�n.
Tabla geom�ntica
En los textos medievales nos encontramos con diferentes m�todos para interpretar
cada figura y por lo tanto se puede llegar a resultados finales diferentes. Algunos
m�todos de interpretaci�n son muy sencillos, mientras que otros son muy complejos,
y eso significa que ser�a necesario tener amplios conocimiento de astrolog�a para
hacer una buena interpretaci�n.
La forma de interpretaci�n m�s sencilla es como sigue. El primer paso es el
conocido como �siembra� de los puntos, aunque tambi�n pueden usarse los dados. El
consultante dibuja en la tierra, o arena, diecis�is l�neas de puntos, de derecha a
izquierda, mientras se concentra en la pregunta que quiere ser respondida por el
geomante, o adivino. Algunos tratados medievales aconsejan al consultante sobre la
forma de hacer las preguntas, como rezar antes, concentrarse bien, y estar muy
relajado antes de dibujar las diecis�is l�neas. No deben hacerse esfuerzos f�sicos
ni mentales a medida que van dibuj�ndose los puntos. La forma de dibujar los puntos
es el proceso fundamental que luego ayudar� a emitir un juicio correcto. Si el
consultante no pone los puntos en los lugares indicados, entonces el cuadro no ser�
v�lido.
Las diecis�is l�neas de puntos han de agruparse de cuatro en cuatro, y luego se
contar�n de dos en dos, desde la derecha a la izquierda, conectados en pares de
modo que cada l�nea de puntos termine siendo un par o un solo punto. Estos puntos
individuales, o impares, o pares, pueden agruparse para crear las cuatro primeras
figuras del cuadro.
Se utilizan diecis�is figuras geom�tricas. Cada figura tiene un nombre y un
conjunto de atributos o cualidades. Las figuras y sus nombres son como sigue:
Matres � (las madres)
A estas cuatro primeras figuras del cuadrado geom�ntico se las conoce como las
�madres�, o comod�n, y se dibujan horizontalmente de derecha a izquierda:
Filiae � (las hijas)
Los siguientes cuatro figuras, llamadas las �hijas� (filiae) se crean sumando los
puntos de las madres hacia los lados de derecha a izquierda. Por ejemplo, aqu� la
primera fila de puntos a trav�s de las madres es de dos-uno-uno y dos, la segunda
fila es uno-dos-uno-uno, la tercera fila es dos-dos-dos-dos, y la �ltima fila es
uno-uno-uno-dos. Estas cuatro figuras se dibujan al lado de las madres, continuando
horizontalmente de derecha a izquierda:
Las doce Casas astrol�gicas � Los testigos (XIII y XIV) � el Juez (XV)
La comprensi�n del significado de las Casas es fundamental para interpretar el
cuadro geom�ntico. Cualquier pregunta se puede asignar a una de las Casas. Por
ejemplo, las preguntas sobre el matrimonio se asignan a la s�ptima Casa (VII); una
pregunta acerca de si un barco volver� con seguridad de un viaje pertenecer�a a la
novena Casa (IX); una pregunta acerca de si una persona enferma se recuperar�,
pertenecer�a a la sexta Casa (VI). Al igual que los textos astrol�gicos, los textos
geom�nticos medievales y renacentistas, dan al lector una idea muy fiable de las
preocupaciones del d�a a d�a de las personas que viv�an en esos tiempos. La mayor�a
de los tratados geom�nticos incluyen largas listas de los tipos de preguntas
pertenecientes a cada Casa, y algunos geom�nticos han condensado esa informaci�n en
forma de tablas, tal y como lo hicieron en su d�a Pietro de Abano y Cornelius
Agrippa, cuyas interpretaciones transcribir� m�s abajo.
M�todos de Interpretaci�n simple
El m�todo m�s sencillo de interpretar el cuadro geom�ntico es determinar qu� Casa
gobierna el asunto de la pregunta. Hay que considerar las cualidades y propiedades
de la figura en esa Casa y juzgar la cuesti�n en consecuencia. Sin embargo, la
mayor�a de los tratados geom�nticos asesoran al reci�n llegado, o consultante, a
considerar una serie de factores antes de dictar sentencia. Cada una de las figuras
tiene un nombre y su propio significado. Las combinaciones de las figuras y la
forma en que interact�an son el espejo donde se reflejan los acontecimientos, o la
respuesta a las preguntas que han hecho los consultantes.
Aqu� est�n las figuras geom�nticas con sus nombres en lat�n y en espa�ol y tambi�n
sus regentes planetarios.
Una vez que las figuras se colocan en el escudo geom�ntico, y en las doce Casas
astrol�gicas, se pone la primera �madre� en la primera Casa, la segunda �madre� en
la segunda Casa y as� sucesivamente. Las Casas se derivan de la astrolog�a
tradicional y su significado elemental es como sigue:
I � El consultante (persona que hace la pregunta, o el reci�n llegado)
II � El dinero, bienes movibles
III � Hermanos, vecinos, viajes cortos
IV � Padre, hogar, bienes ra�ces
V � Los ni�os, el placer, el juego
VI � Enfermedad, sirvientes, peque�os animales
VII � Matrimonio, romance, socios, enemigos abiertos
VIII � La muerte, la herencia
IX � La educaci�n superior, viajes largos, la espiritualidad
X � Carrera (estudios), el gobierno, la reputaci�n
XI. Amigos
XII. Maldiciones, enemigos secretos, el encarcelamiento
Las interpretaciones anteriores son muy sencillas y f�ciles de llevar a la pr�ctica
y est�n basadas en los trabajos que hicieron tanto Pietro de Abano como Cornelius
Agrippa, tal y como consta en el �Cuarto Libro de Filosof�a Oculta� (sobre
Geomancia) atribuido posiblemente al segundo . Las interpretaciones de esta ciencia
que hicieron ellos, as� como otros cabalistas y magos en su d�a, son mucho m�s
complejas e interesantes y tambi�n conviene tenerlas en cuenta.
En el �Cuarto Libro de Filosof�a Oculta�, � �Tratado de Geomancia� � supuestamente
escrito por Heinrich C. Agrippa (o por alguno de sus disc�pulos) en el a�o 1.500, y
bas�ndose en un manuscrito posiblemente escrito por Peter de Abano, encontramos el
siguiente texto:
Ahora el lugar del consultante es la primera Casa (I), ya que ah� es donde siempre
se pone al consultante, y hay que tener en cuenta que una persona no es el
consultante si pregunta en el lugar del otro, pero para los que se dice que se ha
hecho la pregunta, se le pide que sea el consultante, est� presente o no. Por
ejemplo: si pido N., como si fuera �l, no yo, sino el que es llamado el
consultante�.
�Segunda Casa (II):
Si, por ejemplo, alguien le pregunta si se beneficiar�, o si va a recibir dinero de
un deudor, o si algo perdido est� en la casa, o si su dinero no estar� en peligro,
o si �l se enriquecer�, todos estos es considerado en la segunda Casa (II)�.
�Tercera Casa (III):
�Si por el contrario se pregunta si se trata de un hermano o hermana, o si va a
morir antes de que un hermano suyo o una hermana, o un familiar cercano, o de sus
compa�eros; tambi�n puede referirse a alojamientos, o a viajes, o si un viaje ser�
corto, o si va a ser seguro, o si el mensajero a quien desea enviar har� lo que
debe hacer bien, todo esto es considerado en la tercera Casa (III); es el otro
significador�.
�Cuarta Casa (IV):
Y si alguien debe preguntar si es apreciado por su padre o por su t�o, o por su
suegro, o por cualquier miembro mayor de su familia, o si un patrimonio debe ser
aumentado o recuperado, o si eres bueno para encontrar un castillo o una casa, o si
cualquier trabajo que se ha comenzado llegar� a su fin, o si algo se ha perdido en
el lugar preguntar cerca de donde, o en qu� parte de una casa, o un barco, o
tierra, o campo, es una cosa que se ha perdido, o si una cosa que se ha perdido se
encuentra en un lugar que se espera, o si alg�n edificio se va a caer, o una
plantaci�n de �rboles llegar� a dar sus frutos, o si un campo tendr� abundantes
cosechas, o si el precio de la semilla aumentar�, o disminuir�, en un mes o a�o, o
si una determinada extensi�n de tierra es f�rtil, o si cualquier asunto llegar� a
buen fin; en todas estas cuestiones, la cuarta Casa (IV) es el significador�.
�Quinta Casa (V):
Y si alguien se pregunta si tendr� hijos, o de manera similar el consultante
pregunta si ella va a concebir o dar a luz, o morir durante el parto, o tener
complicaciones, o la comida que ser� servida en un banquete, y de qu� sabor, y si
ser� envenenada la comida, o si los r�ditos de la propiedad del consultante se
incrementar�n, o si va a vivir feliz, o si una demanda, o disputa, en su contra se
resolver� pac�ficamente; la quinta Casa (V) significa todas estas cosas�.
�Sexta Casa (VI):
En la sexta Casa (V), estas cosas se consideran, a saber: si el consultante estar�
enfermo, o si una persona ausente est� enferma, y lo que le llev� a caer enfermo;
si va a ser curada por la medicina que ha sido prescrita; si los animales peque�os
son fruct�feros, o est�riles, o si se pierden; si es bueno para mantener, o
contratar, a un siervo, o si va a huir o a servir bien, o si va a permanecer mucho
tiempo con el consultante, o de qu� color ser� la orina [esta es una se�al
utilizada en el diagn�stico m�dico]�.
�S�ptima Casa (VII):
En la s�ptima Casa (VII), estas cosas se consideran: si el matrimonio se llevar� a
cabo; si un matrimonio gozar� de buena suerte; si el consultante se casar� con una
mujer en particular; si va a recuperar una esposa, o una novia, o una amante; si va
a ser derrotado por alguien con quien �l lucha; si una mujer es virgen, o si ha
dado a luz; si el consultante se separar� de su esposa; si un caballo en particular
va a ganar una carrera; si el consultante ser� derrotado en la guerra o en una
demanda; si su adversario firmar� la paz, o llevar� a cabo una alianza con �l; si
un socio de negocios es honesto; si un deudor tiene la intenci�n de pagar su deuda;
si un exiliado volver� a su tierra natal; si ser� as� en la tierra a la que va; de
qu� calidad es la tierra a la que va; y la calidad de todos los opuestos se declara
por la s�ptima Casa (VII)�.
�Octava Casa (VIII):
En la octava Casa (VIII), estas cosas se consideran: si alguien va a morir en un
punto predestinado; si el consultante va a tomar posesi�n de los restos de los
muertos; si en la tierra a la que va �l se enriquecer�; si su adversario tiene
mucho dinero; si algo lleg� a la persona a la que fue enviado; si �l va a morir
como consecuencia de una enfermedad en particular; si algo que teme realmente ha
ca�do sobre �l�.
�Novena Casa (IX):
En la novena Casa, se les pide a estas cosas: si una persona en particular es
cat�lica, o si no tiene fe, o si es religiosa; si un hombre sabio tiene habilidad
[o una habilidad especial o conocimiento]; si en un largo viaje estar� a salvo; si
una iglesia se construy�; si el consultante optar� a un oficio eclesi�stico; si una
iglesia que se ha comenzado a construir ser� completada; si una iglesia se va a
caer; si va a ser depuesto de su cargo en la iglesia; si un funcionario religioso
va a gobernar bien a sus subordinados; si la iglesia recibir� las mercanc�as; si el
consultante recibir� gracia en la iglesia; si se incrementar� la tesorer�a de la
iglesia; si la iglesia ser� honrada con riquezas�.
�D�cima Casa (X):
En la d�cima Casa, estas cosas se consideran: si el consultante ser� rey, o un
hombre poderoso, o un funcionario electo; si va a ser oficial de justicia de un
rey, o un funcionario, es decir: tendr� la tierra o las personas situadas bajo �l
por el rey; si el rey ser� honrado en su reino, o despreciado, o si va a ser
depuesto; si despu�s de haber sido depuesto volver� a recuperar el trono; si va a
gobernar bien el reino; si el reino estar� en paz; si aumentar� el poder del reino;
si el consultante tendr� esperanza de ganar honores; si el consultante ser�
honrado; si va a tener suerte en sus relaciones con el rey, o un principal, o su
particular, se�or; si el maestro del consultante ser� fiel en todas las cosas; si
el consultante es estimado por el rey, o pr�ncipe, o su se�or; si su maestro conoce
la rama del conocimiento que �l ha prometido para ense�ar; si el consultante es
apreciado por su madre; c�mo le ir� a su madre viuda; si va a sacar provecho de un
arte manual; si el arte manual que pide ser� �til y lucrativo para �l; si en un d�a
se�alado va a llover, o qu� tipo de viento soplar�, o qu� tipo de clima que habr�.
�Und�cima Casa (XI):
�En la und�cima Casa, estas cosas se consideran: si la corriente ser� de buena
suerte; si va a tener amigos; si un amigo es �til; si la va a ser ayudado por un
amigo; si la amistad de un amigo perdurar�; si un rey, o pr�ncipe, tendr�n tesoros,
o si su riqueza aumentar�; si los impuestos (tributos) del rey tributo seguir�n
siendo los mismos; si va a conquistar la tierra; de quien tendr� tributo; del
consultante ser� un agente judicial, o un funcionario, o un ministro en la corte de
un rey, o pr�ncipe; si un rey o pr�ncipe perdonar�n el consultante y restaurar�n su
posici�n, la propiedad, etc.; si el consultante va a perder su puesto de alguacil,
o funcionario, a un rey, o pr�ncipe; si una cosa esperada no llega a ocurrir, o si
el consultante alcanzar� una cosa que espera; si por su servicio que beneficiar� a
sus mayores; si una cosa que ha sido confiada a alguien estar� a salvo, o si una
cosa que se ha depositado ser� reclamada�.
�Duod�cima Casa (XII):
En la duod�cima Casa, estas cosas se consideran: si el consultante tendr� enemigos
ocultos, o si los enemigos ocultos ser�n peligrosos, o si los enemigos ocultos
derrotar�n el consultante; o c�mo los enemigos ocultos buscan hacer da�o al
consultante; y si un animal grande que quiere comprar es bueno o malo, o si deb�a
venderlo; si el consultante ser� capturado o encarcelado, o si en esa prisi�n va a
morir, o si va a pagar la deuda con la c�rcel, o con la esclavitud, y si ser�
sepultado honorablemente, o qu� tipo de sepulcro tendr� , y si despu�s de su
muerte, tendr� una buena reputaci�n o una mala�.
Por el car�cter bueno o malo del juez y los testigos:
�El car�cter bueno o malo del juez y los testigos se consideran, por lo tanto, ya
que la experiencia muestra que la figura XV [el juez] est� m�s cerca de lo divino
que los dem�s, por lo tanto se le atribuye a la Luna entre los planetas, ya que la
Luna est� m�s cerca de la Tierra que los otros planetas. Y al igual que la Luna en
una lunaci�n, en raz�n de la velocidad muy r�pida de su curso, pasa a trav�s de
cada signo y visita todos los planetas. Pero ya que entre �stos primero tenemos las
decimotercera y decimocuarta figuras [de los testigos], la figura decimotercera se
atribuye al planeta del cual la Luna se est� separando y la decimocuarta a aquella
a la que se est� acercando�.
�Por lo tanto, si la figura (o signo) decimotercera es buena y la decimocuarta es
mala, esto significa que el asunto sobre el que se hace la pregunta tiende a
empeorar, y si la decimotercera es el mal, y el bien la decimocuarta, la �mater�
tiende a lo mejor, pero solo si la figura decimoquinta apoya su testimonio . El
car�cter bueno o malo del juez no difiere de la cuarta Casa (IV), porque ambos
significan el fin de la cuesti�n de que se trata; de la que, si ambos son buenos,
no puede haber ninguna duda de que se alcance la mejor conclusi�n del asunto, si
Dios quiere, y lo opuesto en el caso contrario; y si uno es bueno y el otro malo,
puede juzgar que el asunto acabe teniendo un final mediocre�.
�De la figura XVI:
La figura XVI, en la cual debe ser considerado el car�cter bueno o malo,
seguramente se crea a partir de la primera (I) y la decimoquinta figuras (XV). Si
es buena, y aparece en otra parte del tablero, esto significa que despu�s de
obtener la cuesti�n en cualquier posici�n en la tabla se refiere a �l, tambi�n ser�
buena la palabra que surge de la naturaleza de la Casa en la que se encuentra la
figura decimosexta (XVI). Pero si es malo, todo es a la inversa�
�De la conclusi�n r�pida o lenta de la cuesti�n:
Si la llegada a la conclusi�n del asunto tendr� lugar tarde o temprano se considera
as�: contar los puntos de todas las diecis�is figuras de las que hablo. Entonces,
si el n�mero de puntos es el de noventa y seis (96), porque todas las figuras de la
geomancia se forman de un total de 96 puntos, est� claro que la llegada a la
conclusi�n ser� r�pida, ni lenta ni dudosa; si los puntos son m�s de 96, la llegada
a la conclusi�n ser� lenta, y por tanto, si es mucho mas de 96, ser� mucho m�s
lenta; y si el recuento de los puntos es menor de 96, la conclusi�n ser� entonces
mucho m�s r�pida�.
Mar�a de Gracia
https://www.lecturatarot.com/blog/
https://www.lecturatarot.com/
www.mariadegracia.net
www.lectura-tarot.com
(derechos reservados-prohibida su reproducci�n)
Bibliograf�a:
-�Fourth book of Occult Philosophy� � �Geomancy� � Heinrich C. Agrippa von
Nettesheim (Colonia, 1.486-1.535)
-�On Astrological Geomancy� � Gherardo Cremonensis (Italia, 1.114-1.187)
-�De arte geomantica� � MS Ashmole, a�o 1.589
� �Modo judicandi quaestiones secundum� � Petrus de Abano (o Patavium) (Padua,
1.257-1.316)