Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 2

Galileo Galilei

El astrónomo que abrió los ojos del mundo


Considerado el padre de la ciencia moderna, hace 410 años, el astrónomo inventó un
telescopio casero de ocho aumentos para el estudio del cosmos.

En el siglo XVII se conocía la existencia de la Luna y el Sol. Podían verse desde la Tierra. Sin
embargo, ¿qué había más allá? El mundo le pudo dar respuesta a esta pregunta cuando el
científico italiano Galileo Galilei alumbró la oscuridad del espacio con su telescopio.

Hace 410 años, el astrónomo de Pisa, Italia, inventó un telescopio casero de ocho aumentos
para el estudio del cosmos, luego de conocer una versión original por parte de un científico
holandés.

Galileo abrió un nuevo capítulo en el mundo


de la ciencia y dio inicio a la astronomía
moderna cuando pudo observar estrellas y
fenómenos del espacio que eran
imperceptibles para el ojo humano. El 25 de
agosto de 1609 marcó un antes y un
después radicalmente opuesto para el
desarrollo del mundo a través de la ciencia.

El telescopio de Galileo aumentaba seis


veces lo observado sin deformar los
objetos, y si bien no fue el creador del
instrumento, su versión de este permitía ver los cuerpos celestes con mayor dimensión y
precisión.

Con su propia inventiva, el científico italiano pudo descubrir la Vía Láctea, los cráteres de la Luna,
las manchas del Sol, así como los cuatro satélites de Júpiter en una época en la que se creía que
la Tierra era el centro del universo.

Tales descubrimientos, Galileo Galilei los describe en su obra de 1609, El mensajero sideral, en
la que refleja sus conocimientos sobre el cosmos.
El padre de la ciencia moderna, como lo conoce el mundo, fue precursor de la metodología
experimental. Se basaba en hechos, experimentos, observaciones y después lo confirmaba con
expresiones matemáticas.

Así fue como creó, además, el pulsómetro para medir el pulso; el primer termostato de su tipo
en la historia de la ciencia, cuando era profesor de la Universidad de Padua; el termómetro de
gas y el microscopio en 1610, a través de cristales inversos al telescopio.

Si bien estudió Medicina, Matemáticas y Física, la Astronomía fue una de sus mayores pasiones
y el centro de su universo. Pero la Inquisición de la época no entendía de rompimientos de
patrones establecidos. Y Galileo fue un transgresor, un avanzado de su tiempo.

Fue condenado a cadena perpetua por el Santo Oficio, debido a sus descubrimientos que
contradecían el canon del medioevo, y allí pudo concluir Discursos y demostraciones
matemáticas en torno a dos nuevas ciencias, en el que demuestra las leyes de la caída de los
cuerpos y el movimiento de proyectiles.

El hombre que le descubrió la luz a la oscuridad del espacio, paradójicamente, terminó ciego al
final de su vida, a causa de la intensidad luminosa que recibía cuando observaba los satélites en
algo que se convirtió, además, en su pasatiempo.

Fue un privilegiado, además, y lo sabía: “Doy infinitas gracias a Dios por haber sido tan
bondadoso de permitirme solo a mí ser el primer observador de maravillas que se habían
mantenido escondidas en la oscuridad durante todos los siglos anteriores”

También podría gustarte