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SEGUNDA ANTOLOGÍA POÉTICA

1. Rubén Darío, “Canción de otoño en primavera”, de Cantos de vida y esperanza (1905).

CONTEXTUALIZACIÓN
Rubén Darío perteneció al modernismo español. Renueva desde América la poesía española de fines del XIX y su huella se adentra en el siglo XX. Esta
renovación afecta tanto a la temática como a la forma.

TEMA
El tema, que se enuncia claramente en el estribillo, sería la añoranza por la juventud perdida.
El poeta repasa con melancolía sus amores diversos. La añoranza va intensificándose a lo largo del poema, pero, contra todo pronóstico, el poema se cierra
con una afirmación entre exclamaciones que hace triunfar la sensualidad sobre el tiempo y sus estragos. En otras palabras, él ya es viejo, ha sufrido, pero
su corazón de amante no desfallece; aún puede amar más.
El poema comparte ciertos elementos con el Romanticismo, como la exaltación de los sentimientos del poeta y sus desengaños en el amor (ilusiones en
contraposición con la realidad: “¡Ya no hay princesa que cantar!”, v. 60) que se observan desde el presente.
El verso final representa la esperanza todavía viva en el poeta. Está separado del texto por dos motivos principales. El primero es que este verso representa
la antítesis del resto de la composición, donde continuamente se lamenta de no haber encontrado en la vida “la princesa” que buscaba entre todas aquellas
mujeres que ha conocido y muestra esperanza de hacerlo todavía. El segundo es estilístico: Darío rompe con el ritmo de la poesía, con un elemento que no
deja de ser musical. Mientras que el resto de versos del poema son de nueve sílabas, el verso final consta de diez.

MÉTRICA
17 estrofas. Estrofas de cuatro versos eneasílabos de rima cruzada ABAB (última estrofa 5 versos), con un estribillo (en las estrofas 1ª 5ª 9ª13ª 17ª).

FIGURAS RETÓRICAS
Apóstrofe y personificación: juventud, divino tesoro.
Personificación de ensueño (lo arrulló como a un bebé)
Antítesis: cuando quiero llorar, no lloro
Metáfora: sed de amor, rosales del jardín (“chicas jóvenes”).
Recursos que tienen a ver con el color: “la celeste / historia de mi corazón” (v. 5-6), “el alba pura; / sonreía como una flor” (v. 9-10), “Era su cabellera
oscura / hecha de noche y de dolor” (v. 11-12), “En un peplo de gasa pura” (v. 27), “con el cabello gris” (v. 63), “rosales del jardín” (v. 64).
Muchos de estos coinciden con los recursos de sensualidad (especialmente los que hacen referencia a las flores o a las ropas de la mujer), otros recursos
sensuales son: “Pues a su continua ternura / una pasión violenta unía” (v. 25- 26), “Otra juzgó que era mi boca / el estuche de su pasión / y que me
roería, loca, / con sus dientes el corazón” (v. 37-40), “amor de exceso” (v. 41), “y de nuestra carne ligera / imaginar siempre un Edén” (v. 45-46).
Todos estos elementos contribuyen a la musicalidad del poema porque apelan a los sentidos y a las emociones; no necesitamos concentrarnos para que las
imágenes que evocan afloren a nuestra mente. Estos elementos contribuyen a crear una armonía, que, junto a los elementos estructurales y formales del
poema, lo convierten en casi una canción.
GLOSARIO
Aflicción (n. derivado de “afligir”): tristeza o angustia moral.
Armiño: Piel suave y delicada de un animal mamífero.
Peplo: Vestidura exterior, amplia y suelta, sin mangas, que bajaba de los hombros formando caídas en punta por delante, usada por las mujeres en la
Grecia antigua.
Bacante: Mujer descocada, ebria y lúbrica. Herodías y Salomé: personajes bíblicos (madre e hija) que representan la idea de la mujer fatal, una mujer
sensual que consigue lo que quiere.

GUÍA 1
Al evocar su juventud en “Canción de otoño en primavera”, Rubén Darío describe una sucesión de relaciones amorosas.
a) ¿Cómo son las tres mujeres de que nos habla y qué efecto obraron en el poeta?
Sobre la primera mujer, el poeta nos dice que era, aparentemente, dulce y pura; supo despertar en el poeta un gran cariño y delicadeza.
En cuanto a la segunda mujer, Darío afirma que era más sensible y expresiva que la anterior y que provocó en él una gran pasión.
La tercera mujer es extremadamente fogosa; junto a ella el poeta conocerá los excesos sexuales del amor.
¿Qué les reprocha a cada una de ellas?
A la primera mujer, Darío le reprocha que lo haya corrompido con su maldad y lujuria; ya que ella era más experta que él en relaciones amorosas. A la
segunda, en cambio, le recrimina que, a través de una supuesta ternura que escondía una gran pasión, haya matado su fe y fantasía. Por último, a la tercera
amada le reprueba el exceso pasional, puesto que el placer es pasajero.
¿Por qué crees que califica de “síntesis de eternidad” los besos y abrazos de la tercera mujer?
Porque el poeta cree entrar a través de los besos y abrazos de esta mujer en el paraíso; es decir, cree encontrar la gloria eterna.
Sin embargo, ¿qué amarga verdad descubre el poeta? (vv. 45-48)
El poeta, con una evidente actitud romántica, acaba descubriendo, que su felicidad constituye una quimera, ya que los placeres de juventud son pasajeros.
b) ¿A qué mujer no ha logrado hallar?
El poeta afirma que “en vano busqué a la princesa que estaba triste de esperar”. Con estos versos, Darío se refiere a que ha buscado, inútilmente, a la
mujer perfecta, ideal. Ya en su otoño; esto es, en su vejez, es consciente de que tal mujer no existe: “Ya no hay princesa que cantar”.

LA GALERA
1. Observa el título y di qué sugiere. Coloca los versos que hacen referencia a las siguientes paradojas:
dulzura-amargura / alba pura-cabellera oscura / ternura-violenta / pureza-bacante / Otoño ↔ primavera. Oposición, contraste, paradoja. En el
título está ya la dialéctica del poema, es decir, la tensión entre el otoño (madurez-vejez) y la primavera (juventud).
Paradojas: dulzura-amargura (vv. 7-8), alba pura-cabellera oscura (vv. 9-11), ternura-violenta (vv. 25-26), pureza-bacante (vv. 27-28).
2. Comenta la métrica. ¿Por qué la primera estrofa marca el ritmo? Esta estrofa es siempre idéntica. Contiene el tema; ¿cuál es? ¿Por qué crees
que se localiza precisamente en esta estrofa?
Diecisiete estrofas en cuartetos cruzados (ABAB) de rima consonante y versos eneasílabos. La primera estrofa marca el ritmo porque es la estrofa temática
que se va repitiendo cinco veces a lo largo del poema. Lo abre y lo cierra. No siempre es idéntica, porque en la estrofa novena (v. 34) hay una variación
«te vas ↔ te fuiste». Contiene el tema, y éste es el tópico del carpe diem: «Juventud, divino tesoro, / ¡ya te vas para no volver!». Se localiza en esta
estrofa para darle énfasis e ir repitiéndolo a modo de leitmotiv. La interpolación de este núcleo temático permite ir matizando el propio tema y marca la
estructura.
3. Establece la estructura del poema.
Introduce el tema en la estrofa inicial. Es esta misma la que pauta las distintas partes de la Canción. Primera parte (estrofas 1-4); el amor puro en el sentido
de inocente y primerizo: «Miraba como el alba pura; / sonreía como una flor». Segunda parte (5-8); la pasión: «[…] a su continua ternura / una pasión
violenta unía. / En un peplo de gasa pura / una bacante se envolvía». Tercera parte (9-12); la locura de amor: «[…] mi boca / el estuche de su pasión; / y
que me roería, loca, / con sus dientes el corazón [...] un amor de exceso / [...] mientras eran abrazo y beso / síntesis de la eternidad [...] sin pensar que la
Primavera / y la carne acaban también…». Cuarta parte (conclusión 13-16); desengaño: «fantasmas de mi corazón. / En vano busqué a la princesa / que
estaba triste de esperar. / La vida es dura. Amarga y pesa. / ¡Ya no hay princesa que cantar!»; en la estrofa 16 hay cierto optimismo y se centra en el
presente: «Mas a pesar del tiempo terco, / mi sed de amor no tiene fin; / con el cabello gris me acerco / a los rosales del jardín…». Quinta parte; el verso
suelto final es esperanzador: «¡Mas es mía el alba de oro», y es realmente el cierre porque elimina el contraste, las oposiciones que se van sucediendo en
la Canción. El poeta, tras todos esos versos tristes, finalmente escribe su «alba de oro»: «Juventud, divino tesoro […] ¡Mas es mía el alba de oro!».
4. Cantos de vida y esperanza, libro al que pertenece el poema, supone un cambio de rumbo en la poesía de Rubén Darío. ¿En qué consiste ese
cambio?
Cantos de vida y esperanza supone el inicio de una etapa diferente, de temas subjetivos, intimistas o basados en motivos hispanos y políticos; pero, en
palabras del propio Darío, «de todas maneras, mi protesta queda escrita sobre las alas de los inmaculados cisnes, tan ilustres como Júpiter». En este
nuevo rumbo hay un acusado cambio anímico y emocional del poeta, que vislumbra la muerte y quiere encontrar respuestas a los interrogantes de la vida.

AUSTRAL
2. Relaciona el poema con los que hemos visto del Romanticismo ¿Qué elementos concomitantes encuentras?
El poema comparte ciertos elementos con el Romanticismo, como la exaltación de los sentimientos del poeta y sus desengaños en el amor (ilusiones en
contraposición con la realidad: “¡Ya no hay princesa que cantar!”, v. 60) que se observan des del presente. También se observa en las alegorías sobre la
naturaleza, “miraba como el alba pura” (v. 9), y en la sensualidad que desprende el poema, “Otra juzgó que era mi boca / el estuche de su pasión” (v.
37-38).
4. Señala los recursos que tienen que ver con el color y la sensualidad e indica de qué modo contribuye todo ello a la musicalidad del poema.
Recursos que tienen a ver con el color: “la celeste / historia de mi corazón” (v. 5-6), “el alba pura; / sonreía como una flor” (v. 9-10), “Era su cabellera
oscura / hecha de noche y de dolor” (v. 11-12), “En un peplo de gasa pura” (v. 27), “con el cabello gris” (v. 63), “rosales del jardín” (v. 64). Muchos de
estos coinciden con los recursos de sensualidad (especialmente los que hacen referencia a las flores o a las ropas de la mujer), otros recursos sensuales
son: “Pues a su continua ternura / una pasión violenta unía” (v. 25-26), “Otra juzgó que era mi boca / el estuche de su pasión / y que me roería, loca, /
con sus dientes el corazón” (v. 37-40), “amor de exceso” (v. 41), “y de nuestra carne ligera / imaginar siempre un Edén” (v. 45-46).
Todos estos elementos contribuyen a la musicalidad del poema porque apelan a los sentidos y a las emociones; no necesitamos concentrarnos para que las
imágenes que evocan afloren a nuestra mente. Estos elementos contribuyen a crear una armonía, que, junto a los elementos estructurales y formales del
poema, lo convierten en casi una canción.
5. ¿Qué quiere decir el verso final? ¿Por qué está aislado el resto de la composición?
El verso final representa la esperanza todavía viva en el poeta. Está separado del texto por dos motivos principales.
El primero es que este verso representa la antítesis del resto de la composición, donde continuamente se lamenta de no haber encontrado en la vida “la
princesa” que buscaba entre todas aquellas mujeres que ha conocido y muestra esperanza de hacerlo todavía.
El segundo es estilístico: Darío rompe con el ritmo de la poesía, con un elemento que no deja de ser musical. Mientras que el resto de versos del poema
son de nueve sílabas, el verso final consta de diez.
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2. Antonio Machado, “Fue una clara tarde, triste y soñolienta”, de Soledades (1907).

CONTEXTUALIZACIÓN
En los primeros años del siglo XX, la lírica alcanza uno de los momentos culminantes con el modernismo de Antonio Machado. El modernismo supone
una profunda renovación estética que influye en toda la poesía de la época. Su auge se prolonga hasta 1915. Este poema pertenece a Soledades, en la línea
del modernismo simbolista del cual Machado será el máximo representante y que tiene todavía una raíz romántica. La lírica machadiana de esta época es
profundamente intimista, el poeta transmite sus sentimientos de tristeza, hastío y melancolía, muchas veces empleando símbolos como la fuente o la tarde
que representan el paso del tiempo y su transcurrir implacable, los cuales ponen de manifiesto la confusión entre el pasado y el presente mediante los
recuerdos.

ESTRUCTURA
El poema narra como el yo del poeta llega a un jardín cerrado y una vez dentro habla con la fuente que hay allí, recordando su juventud. El poema se
puede dividir en tres partes:
La llegada al jardín, cuando el yo poético abre la puerta con llave y observa “el solitario parque” (v. 9), que iría del verso 1 al 12; el diálogo con la fuente,
que dice acordarse de él, y a quien él pide que le cuente “mi alegre leyenda olvidada” (v. 36) y ella replica que “Yo no sé leyendas de antigua alegría, /
sino historias viejas de melancolía” (v. 33-34); y cuando el poeta deja el parque, volviendo a cerrar la puerta detrás de sí con llave.

TEMA
Antonio Machado habla de su tristeza, de su melancolía, recordando que esta no es nueva, que es la de siempre; establece con la fuente un diálogo, que le
hace volver la mirada hacia dentro de sí, hacia el pasado, y encontrar un momento análogo al presente. El diálogo se convierte en un monólogo.

FIGURAS RETÓRICAS
El poema apela a los sentidos repetidamente, en algunas ocasiones recurriendo a la sinestesia. Ejemplos específicos de sinestesia: “agrio ruido” (v. 6), “tu
monotonía, / fuente, es más amarga…” (v. 47-48).
Aparte de las descripciones visuales, hay también muchas menciones al sentido del oído: “Rechinó en la vieja cancela mi llave” (v. 5), y la puerta, al
abrirse, “golpeó el silencio de la tarde muerta” (v. 8) (ambos sonidos se repiten en los versos finales); “la sonora / copla borbollante del agua” (v. 9-10).
La identificación del poeta con el paisaje puede observarse en la personificación de este. Es decir, el poeta adjudica los sentimientos o acciones que siente
él a elementos inanimados o incluso intangibles: “tarde, triste y soñolienta” (v. 1); “la hiedra asomaba” (v. 2); “agua cantora” (v. 10); y, por supuesto,
el diálogo completo con la fuente.

LA GALERA
1. En el quinto verso el poeta nos dice: «Rechinó en la vieja cancela mi llave». A partir de ese momento penetra en uno de los espacios favoritos
del modernismo. ¿A qué escenario nos estamos refiriendo?
Al jardín modernista donde se producen todo tipo de efectos sensoriales.
2. Antonio Machado en 1931 dijo que «la poesía es la palabra esencial en el tiempo». Con estas palabras pretendía captar la esencia de las cosas, a
la vez que su fluir temporal. ¿Cómo lleva a cabo su propósito en este poema?
La poesía como palabra en el tiempo, como intuición de imágenes vívidas, y no solo como cobertura de conceptos. Estamos ante una temporalidad
encarnada, una memoria viva que devuelve la primitiva emoción que cristaliza en la visión de la infancia a partir de un signo sensible: la fuente. De la
realidad objetiva del mundo sensible surgen las imágenes, así que visión y sentimiento nacen fundidos. La sensación se dirige a la memoria y permanece
allí hasta que llega el recuerdo, la nostálgica resurrección del pasado («En el solitario parque, la sonora / copia borbollaste del agua cantora / me guio a
la fuente. La fuente vertía / sobre el blanco mármol su monotonía. / La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano, / un sueño lejano mi canto presente? /
Fue una tarde lenta del lento verano»), vv. 10-15.
3. Comenta la temática y resume el poema en un par de líneas.
La melancolía del poeta. Éste guiado por el sonido del agua penetra en el jardín («La fuente sonaba. / Rechinó en la vieja cancela mi llave; / con agrio
ruido abrióse la puerta / de hierro mohoso y, al cerrarse, grave / golpeó el silencio de la tarde muerta. / En el solitario parque, la sonora / copia
borbollaste del agua cantora / me guió a la fuente»), vv. 4-11. La monotonía del canto del agua desencadena que el poeta entre en concomitancia con la
fuente y lleve a cabo una mirada atrás en el tiempo buscando un momento análogo al presente. Mediante el diálogo, el propio poeta recupera su recuerdo,
su pasado y además busca en su propio interior.
4. Fija la estructura. Pon en relación el inicio y el final y comenta el efecto que producen en el poema.
A. El poeta penetra en el jardín solitario y se describen los símbolos del paso del tiempo (vv.1-12).
B. Diálogo entre el poeta y la fuente (vv. 13-36).
C. Los cuatro últimos versos en los que el poeta abandona el jardín y se repite la segunda estrofa del poema.
En consecuencia, el texto se abre y se cierra con las mismas imágenes.
5. El poema tiene una clara estética modernista. Comenta los ocho primeros versos. Ten en cuenta la adjetivación.
En la adjetivación se observa una gradación anímica (la tarde es «clara», «triste» y «soñolienta»), cromática (la hiedra es «negra» y «polvorienta») y
sonora (el juego de la llave «rechina» y la cancela «agrio ruïdo»).
6. Los versos 33-34, ¿qué recurso literario contienen? Busca dos metáforas del «agua».
Aliteración: «Yo sé que tus bellos espejos cantores / copiaron antiguos delirios de amores».
Metáfora del agua: «cristal» (v.29 «Yo sé que tu claro cristal de alegría») y «espejo» (v. 33 «Yo sé que tus bellos espejos cantores»).
7. Comenta la métrica.
Se combinan versos dodecasílabos y hexasílabos, con predominio de los primeros. Se combinan serventesios y pareados. La rima es consonante.
8. ¿Qué dos movimientos literarios franceses influyen en el modernismo? ¿Cuál de los dos te parece más cercano a este poema? ¿Qué otras
influencias hacen del modernismo un arte «sincrético»?
En el modernismo influyen dos movimientos franceses de la segunda mitad del XIX: el parnasianismo (búsqueda de la belleza formal, el autor del
famoso lema parnasiano es Gautier «El arte por el arte»: Su mayor representante es Leconte de Lisle.); y el simbolismo (a través de símbolos o de la
música, en palabras de Verlaine «La música ante todo», se explican imágenes o realidades físicas que sugieren ideas o estados de ánimo. El simbolismo
arranca con Baudelaire y se desarrolla con Verlaine, Rimbaud y Mallarmé. Este poema es más cercano al simbolismo. De hecho hay una clara influencia
del soneto «Après trois ans» (incluido en Les poèmes saturniens) de Paul Verlaine (la fuente, el jardín, la melancolía…). La norteamericana (W. Whitman,
E. Allan Poe), la inglesa (O. Wilde), italiana (D’Annunzio), americana (Rubén Darío, Azul) y la hispánica (el Romanticismo intimista de Bécquer. Los
poetas antiguos: Berceo, Juan Ruiz, Jorge Manrique y los poetas de los cancioneros del XV).

AUSTRAL
1. Identifica las partes del poema y el tema.
El poema narra como el yo del poeta llega a un jardín cerrado y una vez dentro habla con la fuente que hay allí, recordando su juventud. El poema se
puede dividir en tres partes:
La llegada al jardín, cuando el yo poético abre la puerta con llave y observa “el solitario parque” (v. 9), que iría del verso 1 al 12; el diálogo con la fuente,
que dice acordarse de él, y a quien él pide que le cuente “mi alegre leyenda olvidada” (v. 36) y ella replica que “Yo no sé leyendas de antigua alegría, /
sino historias viejas de melancolía” (v. 33-34); y cuando el poeta deja el parque, volviendo a cerrar la puerta detrás de sí con llave.
El tema del poema es la melancolía, la tristeza que acompaña al poeta desde que era joven “la sed que ahora tienen, entonces la tenían” (v. 44). El poeta
prefiere pensar que en la juventud era feliz, y deja el jardín diciendo que “tu monotonía, / fuente, es más amarga que la pena mía” (v. 47-48).
2. Presta especial atención a la riqueza sensorial del poema, indicando qué recursos se emplean para ello.
El poema apela a los sentidos repetidamente, en algunas ocasiones recurriendo a la sinestesia. Ejemplos específicos de sinestesia: “agrio ruido” (v. 6), “tu
monotonía, / fuente, es más amarga…” (v. 47-48). Aparte de las descripciones visuales, hay también muchas menciones al sentido de la oída: “Rechinó en
la vieja cancela mi llave” (v. 5), y la puerta, al abrirse, “golpeó el silencio de la tarde muerta” (v. 8) (ambos sonidos se repiten en los versos finales); “la
sonora / copla borbollante del agua” (v. 9-10).
3. Señala de qué modo se produce la identificación del poeta con el paisaje.
La identificación del poeta con el paisaje puede observarse en la personificación de este. Es decir, el poeta adjudica los sentimientos o acciones que siente
él a elementos inanimados o incluso intangibles: “tarde, triste y soñolienta” (v. 1); “la hiedra asomaba” (v. 2); “agua cantora” (v. 10); y, por supuesto,
el diálogo completo con la fuente.
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3. Juan Ramón Jiménez, “En ti estás todo, mar, y sin embargo” (Soledad), de Diario de un hombre recién casado (1916).

CONTEXTUALIZACIÓN
La lírica novecentista representa el fin del modernismo; rechaza lo romántico y sentimental y aspira a una perfección que sea fruto de la inteligencia. La
labor de selección de temas y de lenguaje culmina en la poesía pura de Juan Ramón Jiménez, el cual consigue una revolución estética, acaba con la
influencia anterior y crea un nuevo lenguaje poético.
La poesía pura es producto de la inteligencia; una lírica intelectual y esencial que resulta de la eliminación de todos los elementos que no son estéticos
(formales, sentimentales, anecdóticos, etc.). Juan Ramón Jiménez consagró su vida a la poesía que identifica con la belleza y la verdad. El poema
seleccionado, perteneciente a Diario de un poeta recién casado, de 1916, escrito durante el viaje en barco a Nueva York con motivo de su matrimonio, se
enmarca plenamente en esta segunda etapa poética de Juan Ramón Jiménez, la de la poesía pura, cuyo objetivo es desnudar el lenguaje de ornamentos y
plasmar lo esencial. Tiende a una mayor sencillez expresiva y a una depuración del estilo. Resulta una poesía más abstracta y metafísica, difícil de
entender.
El epígrafe “1 de febrero” es un elemento formal del tipo de texto que representa que es el libro en el que está recogido el poema: Diario de un poeta
recién casado. A pesar de ser un poemario, no deja de ser un diario, y como tal, Juan Ramón Jiménez marca los días en que escribió (o con los que
relaciona) el poema.

TEMA
El tema es la soledad del poeta (similar a la soledad del mar). Se establece un paralelismo entre el poeta (sus contradicciones, la lucha por encontrarse a sí
mismo) y el mar (la lucha interna de las olas).

MÉTRICA
Verso libre

FIGURAS RETÓRICAS
El poeta compara sus pensamientos con el vaivén de las olas: “tus olas van, como mis pensamientos” (v. 6). Así, repitiendo palabras, “mar” y “solo”
sobre todo, más claramente en el verso “y vienen, van y vienen” (v. 7), intenta reproducir este mismo vaivén.
Los gerundios cumplen la misma función, pues representan la inmediatez y paradoja de estar haciendo varias cosas, algunas opuestas, a la vez: “vienen, /
besándose, apartándose, / en un eterno conocerse, / mar, y desconocerse” (v. 6-10).
El poema es ascendente, puesto que el poeta sigue con sus palabras el vaivén de las olas, hasta que llega a la revelación final: “Eres tú, y no lo sabes,” (v.
11), y la posterior exclamación: “¡Qué plenitud de soledad, mar sólo!” (v. 13), momento de máxima intensidad del texto.

LA GALERA
1. La poesía de Juan Ramón se puede dividir en tres grandes etapas. ¿A cuál de ellas corresponde este poema? Marca la respuesta correcta e
indica las características principales de dicha etapa.
Etapa sensitiva (1898-1915)
x Etapa intelectual (1916-1936)
Etapa suficiente o verdadera (1937-1958)
Etapa intelectual (1916-1936). Con Diario de un poeta recién casado (1916), se inaugura una nueva etapa en la trayectoria de Juan Ramón Jiménez, esta
es, la de la poesía desnuda o intelectual. Una poesía pura pero con una pureza distinta a la de sus comienzos. La musicalidad, los argumentos poéticos y
la ornamentación se suprimen a favor de lo puro y esencial. Se ha llevado a cabo un proceso de depuración. Se suprimen las circunstancias.
2. ¿Qué dos recursos estilísticos se encuentran en el primer verso?
La personificación del mar al que el poeta se dirige en forma de apóstrofe.
3. ¿Cómo está representado el movimiento contradictorio de las olas del mar?
Con las contraposiciones: («y vienen, van y vienen, / besándose, apartándose, / en un eterno conocerse, / mar, y desconocerse»), vv. 7-10.
4. Comenta la métrica.
El poema está formado por trece versos de diferentes medidas, aunque dominan los heptasílabos y los endecasílabos. Aparecen algunas asonancias (-ée,
vv. 5, 7, 9, 10 y 11). Desde el punto de vista de la métrica estamos ante una composición más libre cuyo ritmo descansa en la repetición («tus olas van
[…] y vienen, van y vienen» vv. 6-7).
5. Observa lo que le dice el poeta al mar en los versos 11-13: «Eres tú, y no lo sabes / tu corazón te late, y no lo siente... / ¡Qué plenitud de soledad,
mar solo!». ¿Cómo interpretarías esos versos? Ponlos en relación con los dos primeros: «En ti estás todo, mar, y sin embargo, / ¡qué sin ti estás, qué
solo».
El mar a pesar de su fuerza no siente, no tiene conciencia de sí mismo («En ti estás [...] y […] qué sin ti estás»), su naturaleza es incompleta.
6. Determina el tema. ¿Qué imagen representa las heridas, las contradicciones espirituales del escritor?
Las olas del mar se asemejan a las heridas, contradicciones espirituales del escritor («Abierto en mil heridas, cada instante, / cual mi frente, / tus olas van,
como mis pensamientos, / y vienen, van y vienen / besándose, apartándose, / en un eterno conocerse, / mar, y desconocerse», vv. 4-10)
7. ¿Qué puedes decir sobre la estructura interna? ¿Cómo se refleja en el estilo?
El poema está concebido como un todo. Prevalece la brevedad, la contundencia, la concentración conceptual y emotiva.

AUSTRAL
1. ¿Qué relación tiene el epígrafe con el título del libro en el que está recogido el poema?
El epígrafe “1 de febrero” es un elemento formal del tipo de texto que representa que es el libro en el que está recogido el poema: Diario de un poeta
recién casado. A pesar de ser un poemario, no deja de ser un diario, y como tal, Juan Ramón Jiménez marca los días en que escribió (o con los que
relaciona) el poema.
2. ¿Qué sentido tiene la repetición de palabras? ¿Y el uso reiterado de gerundios?
El poeta compara sus pensamientos con el vaivén de las olas: “tus olas van, como mis pensamientos” (v. 6). Así, repitiendo palabras, “mar” y “solo”
sobre todo, más claramente en el verso “y vienen, van y vienen” (v. 7), intenta reproducir este mismo vaivén. Los gerundios cumplen la misma función,
pues representan la inmediatez y paradoja de estar haciendo varias cosas, algunas opuestas, a la vez: “vienen, / besándose, apartándose, / en un eterno
conocerse, / mar, y desconocerse” (v. 6-10).
3. Compara la estructura del poema con el vaivén de las olas y reflexiona sobre la fusión que se produce entre el pensamiento y la palabra, entre
la idea y su expresión poética.
4. ¿El poema es ascendente o descendente? ¿Dónde está el momento de máxima intensidad del texto?
El poema es ascendente, puesto que el poeta sigue con sus palabras el vaivén de las olas, hasta que llega a la revelación final: “Eres tú, y no lo sabes,” (v.
11), y la posterior exclamación: “¡Qué plenitud de soledad, mar sólo!” (v. 13), momento de máxima intensidad del texto.
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4. Pedro Salinas, “Para vivir no quiero”, de La voz a ti debida (1933).

CONTEXTUALIZACIÓN
Salinas escribe una poesía intelectual, concebida como un diálogo que el poeta entabla con el mundo o con la amada, como en este caso. Ese diálogo le
permite acceder a la esencia de las cosas, más allá de los accidentes externos.
Su estilo es antirretórico; el lenguaje familiar, moderno y cotidiano; las imágenes, sencillas y el ritmo ligero, con versos cortos, sin rima o asonantados.
Tanto este poema como el de Juan Ramón Jiménez buscan delinear el “yo”, diferenciar la conciencia o el ser propio de aquello que le rodea. Juan Ramón
Jiménez compara el mar a sus pensamientos, a su ser, que a pesar de ser inmenso es uno solo, pleno y solo a la vez, pero Al que cuesta de identificar:
“Eres tú, y no lo sabes” (v. 11). Pedro Salinas tiene más claro quién es su “yo”, y busca separarlo de todo aquello que no lo es, es decir, encontrar todo lo
que está de más y deshacerse de ello.

TEMA
En la antología La voz a ti debida predomina el tema amoroso. El amor aparece como una fuerza prodigiosa que ordena y da sentido al mundo, es lo
esencial y lo auténtico de los enamorados, el tú y el yo, más allá de lo superficial y anecdótico.
Los versos 3 y 4, “¡Qué alegría más alta: vivir en los pronombres!”, dan paso al resto del poema, que procede a declarar su significado. Los pronombres
son pues “tú” y “yo”, el poeta y su amada, a quien pide que se despoje de “los trajes, / las señas, los retratos” (v. 5-6) y que sea “pura, libre, /
irreductible: tú” (v. 10-11). El poeta hará lo mismo: “enterraré los nombres” (v. 19) e irá “rompiendo todo / lo que encima me echaron / desde antes de
nacer” (v. 21-23) hasta convertirse en el “yo desnudo”. Así pues, para Salinas, vivir en los pronombres significa vivir sin pretensiones, sin intermediarios,
solo él y su amada, que no son más que “tú y yo” el uno para el otro. A pesar de que los pronombres “tú” y “yo” podrían parecer “anónimos” (como el
mismo poeta admite), son pronombres deícticos, que dependen del hablante, así pues, en la realidad de ellos dos, “tú y yo” solo pueden ser ellos.

MÉTRICA
Serie de versos heptasílabos sin rima.

FIGURAS RETÓRICAS
Repetición de los pronombres tú y yo.
Verbos en 1ª persona del singular: quiero, enterraré, iré.
Verbos en 2ª persona del presente de imperativo: quítate; o simplemente en 2ª persona: serás, preguntes.
Enumeraciones: los nombres, los rótulos, la historia; del desnudo, de la piedra, del mundo…
Los verbos querer y ser se repiten mucho y van ligados en el poema, como una declaración de amor: “te quiero pura, libre / irreductible: tu /… / sólo
serás tú” (v. 10-11, 15), “Yo te quiero, soy yo” (v. 28). A través de una negación, el poeta explica lo que quiere decir al principio: “Yo no te quiero así,
disfrazada de otra” (v. 7-8). El verbo ser, pues, existe en oposición a parecer, fingir o hacer: Salinas busca lo más puro de la persona, lo que la hace ser
quien es, y declara amor por ella.

LA GALERA
1. El poema presenta una introducción (vv. 1-4) y dos apartados (vv. 5-28) ¿cómo podrías subdividirlos? Comenta la métrica.
El poema supone el abandono de lo superficial con respecto al amor para profundizar en su esencia. Se pueden distinguir dos apartados: la renuncia del tú
(vv. 5-15) y la del yo (vv. 16-28). Heptasílabos sin rima. Hay dos versos cortos, el verso 14 (trisílabo) y el 27 (tetrasílabo), que diferencian ambas partes.
2. En los versos 1 y 2, ¿qué excluye el poeta de su concepto del amor?
Lo externo y convencional.
3. Explica el sentido de los versos 3-4 («¡Qué alegría más alta: / vivir en los pronombres!»).
Expresan un ideal «alegría más alta»: «vivir en los pronombres». El poeta propone una mirada introspectiva y auténtica y los pronombres (El tú y el yo)
representan esa esencialidad.
4. En la secuencia que va del verso quinto al undécimo, ¿qué propone a la amada?, ¿y a sí mismo?
Para que la entrega sea libre y plena propone la renuncia de lo que ha sido. Desligarse de las raíces, la posición social, desproveerse de lo accesorio, huir
de lo convencional y entregarse al amor de forma libre y plena.
5. «sólo tú serás tú» (v. 15) ¿de qué recurso se trata?
Un pleonasmo.
6. Los versos 16-18 («Y cuando me preguntes / quién es el que te llama, / el que te quiere suya»), ¿con qué verso guardan paralelismo? ¿Y los versos
19-23 («enterraré los nombres, / los rótulos, la historia. / Iré rompiendo todo / lo que encima me echaron / desde antes de nacer»)?
Versos 16-18, con el verso 12; versos 19-23, con los versos 5-6.
Al renunciar al pasado, a las señas de identidad («lo que encima me echaron / desde antes de nacer», vv. 22-23), a la clase social. En definitiva, despojarse
de las apariencias («enterraré los nombres», v. 19) para quedarse con la esencia (los pronombres).
7. ¿Con qué verso del segundo apartado relacionarías la palabra «desnudo» del verso 25?
Con el verso 5 («Quítate ya los trajes»).
8. A lo largo del poema se ha llevado a cabo un proceso de ruptura con lo exterior. ¿Cómo cristaliza todo ese desarrollo en los versos 24-26 («Y
vuelto ya al anónimo / eterno del desnudo / de la piedra, del mundo»)?
Con el «anonimato», la pérdida del nombre que refleja lo superficial de la personalidad. Sin «trajes» (v. 5) el poeta ha llegado al «desnudo de la piedra,
del mundo»…
9. Reflexiona sobre el último verso («Yo te quiero, soy yo»), ¿con qué otro verso presenta analogía? ¿Qué recurso estilístico contiene?
Expresa la respuesta amorosa, la correspondencia entre los pronombres (el tú y el yo) Presenta analogía con el verso 15 («sólo tú serás tú»). Contiene una
epanadiplosis.
10. ¿Por qué La voz a ti debida ofrece una visión «antirromántica» del amor?
Por el optimismo. En Salinas, el amor es una fuerza que da plenitud a la vida y confiere sentido al mundo. Es enriquecimiento del propio ser y de la
persona amada, por ello es un acontecimiento jubiloso: «¡Qué alegría vivir / sintiéndose vivido...!».
Por el equilibrio entre sentimiento y razón, la ausencia de pathos (desequilibrio, desesperación) romántico.
Jorge Guillén
11. Observa la tabla siguiente y relaciona los versos de la columna A con su correspondiente rasgo de estilo de la columna B:

A. VERSOS B. RASGOS DE ESTILO


«islas, palacios, torres» (v. 2)
Enumeraciones organizadas de sustantivos
Alternancia de tiempos y los modos verbales: el
«Para vivir no quiero» […] «quítate» […] «serás»
presente de indicativo, el imperativo, un futuro cada
[…] «enterraré» (vv. 1, 5, 15, 19)
vez más insistente que anuncia la culminación
amorosa tras lograr el desnudo perseguido.
«Yo te quiero, soy yo» (v. 28) Presencia de deícticos que sirven para situar al
interlocutor.
«vivir en los pronombres» (v. 4)
Asociaciones insólitas típicas de las vanguardias.

AUSTRAL
2. Glosa los versos 3 y 4: ¿qué significa «vivir en los pronombres»? (reflexiona sobre la realidad y su representación mediante la palabra).
Los versos 3 y 4, “¡Qué alegría más alta: vivir en los pronombres!”, dan paso al resto del poema, que procede a declarar su significado. Los pronombres
son pues “tú” y “yo”, el poeta y su amada, a quien pide que se despoje de “los trajes, / las señas, los retratos” (v. 5-6) y que sea “pura, libre, /
irreductible: tú” (v. 10-11). El poeta hará lo mismo: “enterraré los nombres” (v. 19) e irá “rompiendo todo / lo que encima me echaron / desde antes de
nacer” (v. 21-23) hasta convertirse en el “yo desnudo”. Así pues, para Salinas, vivir en los pronombres significa vivir sin pretensiones, sin intermediarios,
solo él y su amada, que no son más que “tú y yo” el uno para el otro. A pesar de que los pronombres “tú” y “yo” podrían parecer “anónimos” (como el
mismo poeta admite), son pronombres deícticos, que dependen del hablante, así pues, en la realidad de ellos dos, “tú y yo” solo pueden ser ellos.
3. Reflexiona sobre la relación que se establece entre querer y ser.
Los verbos querer y ser van ligados en el poema, como una declaración de amor: “te quiero pura, libre / irreductible: tu /… / sólo serás tú” (v. 10-11, 15),
“Yo te quiero, soy yo” (v. 28). A través de una negación, el poeta explica lo que quiere decir al principio: “Yo no te quiero así, disfrazada de otra” (v. 7-
8). El verbo ser, pues, existe en oposición a parecer, fingir o hacer: Salinas busca lo más puro de la persona, lo que la hace ser quien es, y declara amor por
ella.
5. Relaciona este texto con el de Juan Ramón Jiménez.
Tanto este poema como el de Juan Ramón Jiménez buscan delinear el “yo”, diferenciar la conciencia o el ser propio de aquello que le rodea. Juan Ramón
Jiménez compara el mar a sus pensamientos, a su ser, que a pesar de ser inmenso es uno solo, pleno y solo a la vez, pero el que cuesta de identificar: “Eres
tú, y no lo sabes” (v. 11). Pedro Salinas tiene más claro quién es su “yo”, y busca separarlo de todo aquello que no lo es, es decir, encontrar todo lo que
está de más y deshacerse de ello.
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5. Jorge Guillén, “Más allá”, de Cántico (1928). Fe de vida, subtítulo de Cántico.

CONTEXTUALIZACIÓN
Jorge Guillén (gen. del 27) es el mejor representante de la poesía pura, corriente que inició J. Ramón Jiménez. En Cántico, el poeta considera que el
mundo está bien hecho, por lo que la poesía es un canto. Expresa el gozo de la existencia. Refleja una actitud vital y optimista, el placer de observar el
mundo y de sentirse vivo.

TEMA
El poeta despierta, abre los ojos y toma forma la realidad. El tiempo, con tanta felicidad, se hace eterno. El tema es la perfección de la vida desde el punto
de vista del autor, que admira lo creado por el ser humano.
“El alma vuelve al cuerpo”, el primer verso del poema, describe el momento exacto en el que uno se despierta, deja el estado de sueño (en el que el alma
no se encuentra en el cuerpo todavía) y da el primer paso hacia el despertar. Además, cabe destacar que este verso y los dos que lo siguen, “(Se dirige a
los ojos / Y choca)” están entre paréntesis porque describen una acción, a diferencia de la descripción que sigue, y además una acción que le ocurre al
poeta, cuando él todavía está durmiendo.

ESTRUCTURA Y MÉTRICA
El poema está dividido en seis partes, la primera y última compuestas de 15 estrofas y el resto de 5. Todas las estrofas están compuestas de cuatro versos
heptasílabos de rima asonante (- a - a).
La primera parte describe el despertar del poeta, que se desvela con la luz del sol de la mañana, con el entusiasmo de “ser” y de que sus ojos: “volverán a
ver / Lo extraordinario: todo” (v. 27-28). Entre los versos 29 (“Todo está concentrado / por siglos de raíz / dentro de este minuto, / eterno y para mí”) y
40 (“A ciegas acumulo / destino: quiero ser.”), el tiempo se describe de forma subjetiva. El minuto en que tarda a pasar del sueño a la conciencia parece
eterno, puesto que el sujeto no ha adquirido su conciencia despierta y apenas diferencia el sueño de la vigilia. En este momento de duermevela, cualquier
cosa es posible, el presente permanece en espera y, consecuentemente, el futuro también (“voy salvando el presente, / eternidad en vilo”).
En la segunda parte, de tonos ciertamente religiosos, el poeta está todavía en cama y describe su estado de duermevela, puesto que “que aún recuerda los
astros” (v. 73) del sueño, pero ya está despierto.
En la tercera parte, el poeta va progresivamente percibiendo aquello que hay a su alrededor, su habitación, dando nombre a los “misterios” y “enigmas”
de la segunda parte, pues al fin y al cabo “yo los toco, los uso” (v. 88). El ser se manifiesta en el mundo real, habitual.
En la cuarta parte ya se encuentra sumido en su rutina diaria (“de lo tan real, hoy lunes”, v. 116). La cuarta parte, pues, describe la escena de forma
concreta, ya completamente despierto, pero sigue celebrando lo maravilloso que es lo mundano: “El balcón, los cristales, / unos libros, la mesa. / ¿Nada
más estos? Sí, / maravillas concretas.” (v. 101-104).
En la quinta parte, el poeta mira por la ventana y se maravilla a la vez del exterior (del árbol y sus hojas, del sol, del aroma) y de lo desconocido “que me
regalará / su calidad: lo ajeno” (v. 135-136).
En la sexta y última parte, la conciencia del poeta pasa a abarcar, en su total lucidez, el mundo en general. Esta idea culmina en la última estrofa, en la
que, completamente despierto, el poeta se siente en armonía con el mundo.

FIGURAS RETÓRICAS
Metonimia: curva de asa (por “taza”), cal (por “pared”), mimbre (por “sillón”).
Asíndeton: se extiende, cunde, manda
Personificación: átomos tristes.
Exclamaciones que expresan su dicha.
El poeta se inclina por los nombres abstractos (ternura, consistencias, frescura, sonoridad…)

GLOSARIO
Alboreado: Amanecido (Sol).
Apercibe: Previene, dispone.
Aploma: Adquiere u otorga peso.
Avidez: Ansia, Codicia.
Brío: Espíritu, valentía.
Circunda: Cerca, rodea.
Converge: Dicho de dos o más líneas, dirigirse o unirse a un punto.
Dádiva: regalo que se da voluntariamente en señal de agradecimiento
Embozo: Parte de la capa, banda u otra cosa con que se cubre el rostro.
Fulgir: brillar.
Mimbre: Material más frágil que la madera.
Trabazón: Juntura o enlace; unión.
Tropel: Muchedumbre que se mueve en orden ruidoso. Aceleración confusa.
Vergel: Huerto con gran abundancia de flores y árboles frutales.

GUÍA 1
El libro Cántico, de Jorge Guillén, constituye una exaltación gozosa y maravillada del mundo, con el que el poeta mantiene una relación de armonía. La
composición con que se inaugura el poemario, “Más allá”, describe la reacción del sujeto lírico nada más despertar por la mañana.
a) ¿Qué representa para el poeta la noche y por qué? (v.17) ¿Cuál es su reacción al abrir los ojos? ¿Qué elementos y qué sentidos contribuyen a
que se integre con la realidad? (vv. 3-20 y 57-58) ¿Qué papel desempeñan las “cosas” (vv. 13-16) y la realidad toda (vv. 59-60) en la configuración
de su ser? ¿Y el pasado? (vv. 29-30)
La oscuridad de la noche representa el “caos”, la inconsciencia, puesto que el mundo nocturno, al no mantener relación con la realidad, aleja al poeta del
día; es decir, de la identidad que le proporciona el sentirse integrado con los objetos. La reacción del poeta al abrir los ojos es de asombro, ya que Guillén
recobra, al poder contemplar los objetos que lo envuelven, la normalidad tan ansiada. La luz, los ruidos y el aire que respira el poeta hacen posible que
este forme parte de la realidad que lo rodea. Las “cosas” propician que el poeta sea quien es, mientras que la realidad actúa como un ser creador. El
pasado también tiene una importancia vital para Guillén; la tradición (“los siglos de raíz”) define al individuo.
Cántico es un libro de un exacerbado vitalismo.
b) ¿En qué tiempo vive el poeta con intensidad?
El poeta vive con intensidad el instante presente.
Para el poeta, ¿qué es la “absoluta dicha”? Sin embargo, ¿qué la supera y por qué? (v. 57)
“La absoluta dicha” para Guillén consiste en “ser”, aunque este estadio se ve superado por “estar”, puesto que esta fase supone la integración del poeta
con el entorno, con la realidad que lo rodea.
El estilo de Guillén, preciso, nominal, carente de retórica, concuerda a la perfección con su universo poético.
c) Señala algunos nombres, grupos nominales y verbos que mejor reflejan la intención del poeta en “Más allá”.
La intención del poeta, que es expresar el júbilo o vitalismo que siente al contemplar la realidad, se refleja en grupos nominales como “¡Luz!”, “frescura
en chispas”, “¡Día!”, “esplendor”... y en verbos como “ser”, “estar”, “respirar”...
¿Qué evidente cometido desempeña la profusión de exclamaciones?
La cantidad de exclamaciones que emplea el autor ponen de manifiesto la intensa dicha que siente el poeta al sentirse como parte de un universo perfecto.

LA GALERA
1. ¿Cómo es la métrica?
Estrofas de cuatro versos heptasílabos con rima asonante en los pares, los impares quedan sueltos: – a – a, – b – b, – c – c, – d – d, – b– b.
2. La temática del poema. En los versos 41-44 está la tesis. Coméntala. ¿Con qué filósofo presocrático sintoniza?
La vida es bella en sí misma. El poeta se complace con la contemplación del universo, la creación. El poema parte de la filosofía de Parménides: «el ser es
y no puede dejar de ser; el no ser no es y no podría llegar a ser, porque lo que no es no puede variar, ni mejorar ni empeorar» (Valverde, 26). Así pues,
como afirma el propio Guillén: «Ser, nada más. Y basta. / Es la absoluta dicha.» El poema se centra en el ser, en la contemplación jubilosa de todo lo
creado; el mundo está bien hecho frente al desorden lejano, porque Cántico es fe de vida: «¿Hubo un caos? Muy lejos / de su origen, me brinda / por entre
hervor de luz / frescura en chispas. ¡Día!». En definitiva, como dice el poeta: «El mundo está bien hecho».
3. Coteja los contenidos de la primera estrofa y de la última. ¿Qué tipo de estructura confieren al poema?
La última estrofa remite a la primera; por consiguiente, la estructura del poema es circular.
4. ¿Por qué el poeta tiene una postura «antirromántica»?
Porque no contempla el dolor ni la angustia. Se aleja del pathos romántico. No expresa rebeldía ni descontento ante el mundo: «El mundo está bien
hecho». Se aleja del caos, la tempestad, el otoño, la oscuridad, y elige momentos luminosos y armónicos (el amanecer, la hora del ángelus, el mediodía, lo
primaveral).
5. Comenta el estilo.
La influencia juanramoniana es evidente:
– Estilo nominal: abundancia de nombres abstractos: «Y sobre los instantes / que pasan de continuo / voy salvando el presente, / eternidad en vilo». La
frase corta (parataxis, yuxtaposición) favorece la nominalización: «Corre la sangre, corre / con fatal avidez. / A ciegas acumulo / destino: quiero ser».
– Escasez de verbos, «estatismo», preferencia por la forma nominal (infinitivo): «¡Al azar de las suertes / únicas de un tropel / surgir entre los siglos, /
alzarse con el ser».

AUSTRAL
1. Analiza la estructura del poema y para ello resume cada una de las partes.
El poema está dividido en seis partes, la primera y última compuestas de 15 estrofas y el resto de 5. Todas las estrofas están compuestas de cuatro versos
heptasílabos de rima irregular. La primera parte describe el despertar del poeta, que se desvela con la luz del sol de la mañana, con el entusiasmo de “ser”
y de que sus ojos: “volverán a ver / Lo extraordinario: todo” (v. 27-28). En la segunda estrofa, de tonos ciertamente religiosos, el poeta está todavía en
cama y describe su estado de duermevela, puesto que “que aún recuerda los astros” (v. 73) del sueño, pero ya está despierto. En la tercera parte, el poeta
va progresivamente percibiendo aquello que hay a su alrededor, su habitación, dando nombre a los “misterios” y “enigmas” de la segunda parte, pues al
fin y al cabo “yo los toco, los uso” (v. 88). El ser se manifiesta en el mundo real, habitual, y en la cuarta parte ya se encuentra sumido en su rutina diaria
(“de lo tan real, hoy lunes”, v. 116). La cuarta parte, pues, describe la escena de forma concreta, ya completamente despierto, pero sigue celebrando lo
maravilloso que es lo mundano: “El balcón, los cristales, / unos libros, la mesa. / ¿Nada más estos? Sí, / maravillas concretas.” (v. 101-104). En la quinta
parte, el poeta mira por la ventana y se maravilla a la vez del exterior (del árbol y sus hojas, del sol, del aroma) y de lo desconocido “que me regalará / su
calidad: lo ajeno” (v. 135-136). En la sexta y última parte, la conciencia del poeta pasa a abarcar, en su total lucidez, el mundo en general. Esta idea
culmina en la última estrofa, en la que, completamente despierto, el poeta se siente en armonía con el mundo.
3. Explica qué quiere decir el primer verso del poema, y su relación con el tema.
“El alma vuelve al cuerpo”, el primer verso del poema, describe el momento exacto en el que uno se despierta, deja el estado de sueño (en el que el alma
no se encuentra en el cuerpo todavía) y da el primer paso hacia el despertar. Además, cabe destacar que este verso y los dos que lo siguen, “(Se dirige a
los ojos / Y choca)” están entre paréntesis porque describen una acción, a diferencia de la descripción que sigue, y además una acción que le ocurre al
poeta, cuando él todavía está durmiendo.
4. Reflexiona sobre el valor del tiempo en los versos 2940 y su relación con el primer verso.
Entre los versos 29 (“Todo está concentrado / por siglos de raíz / dentro de este minuto, / eterno y para mí”) y 40 (“A ciegas acumulo / destino: quiero
ser.”), el tiempo se describe de forma subjetiva. El minuto en que tarda a pasar del sueño a la conciencia parece eterno, puesto que el sujeto no ha
adquirido su conciencia despierta y apenas diferencia el sueño de la vigilia. En este momento de duermevela, cualquier cosa es posible, el presente
permanece en espera y, consecuentemente, el futuro también (“voy salvando el presente, / eternidad en vilo”).
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6. Gerardo Diego, “Río Duero, río Duero”, de Soria (1923).

CONTEXTUALIZACIÓN
Gerardo Diego representó el ideal de la generación del 27 al combinar en su obra dos tendencias: una tradicional y otra vanguardista, lo culto y lo popular,
las formas tradicionales y el verso libre. El poema anterior pertenece a la vertiente más tradicional, en la cual emplea sonetos, canciones y romances para
tratar temas amorosos, religiosos o paisajísticos, como el que nos ocupa.

TEMA
El poema transmite un sentimiento de tristeza y nostalgia porque parece que la ciudad vive de espaldas al río Duero y no baja a contemplarlo ni a disfrutar
de su belleza.
El poema “Romance del Duero” pertenece a la tendencia tradicional de Gerardo Diego, tanto por su forma (la del romance) como por su contenido (pues
ubica su poema en tierras españolas). Expresa el deseo del poeta de cantar siempre los mismos sentimientos, pero de una forma variada, igual que hace el
río Duero con sus aguas (“Quién pudiera como tú, /a la vez quieto y en marcha, / cantar siempre el mismo verso / pero con distinta agua”). Así pues, el
tema sería el anhelo de permanencia, de eternidad, a través de la poesía en contraposición con la vida y los amores perecederos.
Así pues, Gerardo Diego usa el río como símbolo de imperturbabilidad (“tu eterna estrofa de agua”, v. 4), puesto que sigue adelante pase lo que pase, y
de cambio constante, puesto que el agua del río nunca es la misma: “Quien pudiera ser como tú, / a la vez quieto y en marcha / cantar siempre el mismo
verso / pero con distinta agua” (17-20).

GLOSARIO
Álamo: Árbol de madera blanca y ligera.

MÉTRICA Y ESTRUCTURA
Se trata de un romance, es decir, una serie de siete estrofas de cuatro versos octosílabos cada una con rima asonante en los pares.
El poema se divide en dos partes: en la primera describe como el río Duero ha sido olvidado por todos y ya nadie lo va a ver o lo admira, pero después
pasa a admirar como este sigue, de todas formas, y transporta “romances” y “palabras de amor”.
El poeta, después, expresa su deseo de asemejarse más al río, y se corrige admitiendo que los enamorados sí que bajan a verlo, puesto que, como él,
desean el paso del tiempo a la vez que la eternidad.

FIGURAS RETÓRICAS
Metáforas: “barbas de plata”: los reflejos de la espuma del agua; “tu eterna estrofa de agua”: el curso del agua; “espejo”: reflejo del agua.
Epanadiplosis (empezar y terminar un mismo verso con la misma palabra): “palabras de amor, palabras”.
Antítesis: “a la vez quieto y en marcha”
Sinécdoque: “en tus espumas” en vez de en tus aguas.
Personificación de la ciudad (“No quiere ver en tu espejo /su muralla desdentada”) y del Duero (“viejo Duero, sonríes”) Anáfora: nadie…/ nadie (vv. 2 y
3)

GUÍA 1
El santanderino Gerardo Diego compone “Romance del Duero” movido por su apego a las tierras castellanas e influido por la poesía de Antonio
Machado, quien había residido, como Diego, en Soria.
a) ¿Qué representa para el poeta el río Duero y el discurrir de sus aguas? ¿En qué ideas basa ese símbolo? ¿Por qué censura a los habitantes de la
ciudad? ¿Por qué crees que ha escogido la forma estrófica del romance?
El río Duero y el discurrir de sus aguas se convierten en símbolos de la tradición de un pueblo; es decir, de sus creencias, valores, sentimientos, etc. que
permanecen inmutables. El poeta censura a los habitantes de la ciudad de Soria porque han incurrido en el olvido (“nadie a acompañarte baja”, “nadie se
detiene a oír tu eterna estrofa de agua”) de esta tradición eterna que atesora el río. Para la composición de este poema y, sobre todo, resaltar su contenido,
el autor emplea el romance, forma tradicional o popular.
El poeta afirma que el río canta “el mismo verso/ pero con distinta agua”
b) ¿En qué idea filosófica se sustenta la comparación? ¿Qué relación tiene con el amor y los enamorados del poema?
En la idea de Heráclito de Éfeso, filósofo griego que sostenía que todo en la vida estaba sujeto a un cambio permanente; aunque el río posea casi el mismo
cauce, sus aguas cambian. El amor y los enamorados alimentan con sus palabras las aguas del río, que fluyen como el tiempo.

LA GALERA
1. El poema se construye en base a una personificación. Explícala.
El río aparece personificado: «sonríe, canta versos», es «estrofa». Encarna el senex («barbas de plata»), la sapientia.
2. El Duero es uno de los emblemas de la ciudad de Soria. ¿En qué verso el poeta otorga al río valor «eterno»? Comenta los versos 17-20: ¿de
quién proviene la idea del río que fluye? ¿Con qué tópico sintoniza? ¿A qué filósofo remite la idea de río estable?
Verso 4: «tu eterna estrofa de agua». El concepto del río fluyente es el devenir de Heráclito (véase Antonio Machado, «Proverbios y cantares», cuestión
3). Nos remite al tópico del tempus fugit que ya hemos comentado por doquier. La idea del río estable de Parménides (véase Jorge Guillén, cuestión 3).
3. Comenta la temática (¿dónde está el tema?). ¿Qué voces estructuran el poema? ¿Quiénes las representan?
Temática: el paso del tiempo y lo perecedero del amor. Ambos se superponen y contrastan a lo largo del poema. El tema está en los versos 17-20 y 25-28.
El poeta se conduele porque no goza del equilibrio del río, a la vez estable y vivo: «Quién pudiera como tú, / a la vez quieto y en marcha, / cantar siempre
el mismo verso / pero con distinta agua». Por otra parte, «amor» no es más que palabras: «… los enamorados [...] siembran [...] palabras de amor,
palabras», inestables como el río que fluye y se lo lleva todo. Aunque el río es eterno, el amor alcanza su fin.
Estructura: tú-río // yo-poeta, que aparece en los versos 17-20.
4. ¿Qué figura contienen los versos 17-28?
Una epanadiplosis. El verso empieza igual que acaba: «palabras de amor, palabras».
5. El poema reúne características de la primera etapa del 27. Menciona alguna.
En la primera etapa del 27 no todo consiste en la «deshumanización», también tiene cabida el influjo clasicista por la vía de la lírica popular. En el caso de
este poema, el romance.

AUSTRAL
1. ¿Por qué crees que se emplea el romance?
“Romance del Duero” contiene los elementos de un romance, tanto en cuanto la métrica (versos octosílabos, pares con rima asonante), como en tema. El
poeta seguramente eligió este formato por la musicalidad que le permitía, puesto que el poema consta incluso de un estribillo (“Río Duero, río Duero”,
“palabras de amor, palabras”), característica de los romances, y así sigue la tradición del romancero nuevo, que describe una escena entre lírica y épica.
2. ¿Qué relación se establece entre el río y lo poético? Busca información sobre el simbolismo del río, y relaciónalo con otros poemas de esta
misma antología.
El poeta muestra su voluntad de asemejarse más al río, estableciendo una relación entre el río (el cual personifica) y la acción poética. Hemos visto, a lo
largo de esta antología, el río como símbolo de la vida, que avanza hasta llegar al mar (en las coplas de Jorge Manrique), y el río como escena paradisíaca,
elemento esencial del locus amoenus (en Garcilaso de la Vega). En este caso, Gerardo Diego usa el río como símbolo de imperturbabilidad (“tu eterna
estrofa de agua”, v. 4), puesto que sigue adelante pase lo que pase, y de cambio constante, puesto que el agua del río nunca es la misma: “Quien pudiera
ser como tú, / a la vez quieto y en marcha / cantar siempre el mismo verso / pero con distinta agua” (17-20).
4. ¿Cuál es el tema y la estructura?
El tema del poema es el río Duero, al que el poeta admira por su belleza y su constancia, y sobre como el paso del tiempo le afecta, avanzando siempre
pero nunca transformándolo. El poema, de siete estrofas de cuatro versos octosílabos, describe primero como el río Duero ha sido olvidado por todos y ya
nadie lo va a ver o lo admira, pero después pasa a admirar como este sigue, de todas formas, y transporta “romances” y “palabras de amor”. El poeta,
después, expresa su deseo de asemejarse más al río, y se corrige admitiendo que los enamorados sí que bajan a verlo, puesto que, como él, desean el paso
del tiempo a la vez que la eternidad.
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7. Federico García Lorca, “Ciudad sin sueño”, de Poeta en Nueva York (1929-30, publicado en 1940).
Ciudad sin sueño (Nocturno de Brooklyn Bridge)

CONTEXTUALIZACIÓN
Pertenece a la generación del 27. Su obra se divide en dos tendencias estilísticas muy diferentes: la neopopular, que consistía en volver a la tradición
popular española (la del Romancero viejo y las canciones populares); y la surrealista, es decir, una corriente vanguardista que dio lugar a la
rehumanización del arte (pues el arte, con la modernidad vanguardista, se había convertido en un arte intelectual y deshumanizado).
Este poema pertenece a su segunda etapa de influencia surrealista, que se manifiesta en magníficas imágenes irracionales, en la actitud de rebeldía y de
protesta, así como en el predominio del verso libre. En Poeta en Nueva York refleja la experiencia de Lorca durante el curso 1929-1930, en que coinciden
una crisis del poeta y el crack del 29. La ciudad aparece como un símbolo de la civilización materialista y mecanizada; un mundo que destruye lo humano,
la libertad y el contacto con la naturaleza y con las personas.
Tanto la forma como el lenguaje que Lorca usa en este poema son modernos, y el lector se dará cuenta de ello sobre todo si lo compara con otras poesías
de esta antología. “Ciudad sin sueño” es moderno en la forma y la métrica, que son libres, en el tema, que es la alienación de la ciudad y el desespero que
esta le produce, y en el lenguaje, con referencias a ciudades, a tabernas, a la vez que a iguanas y escotillones.

TEMA
El tema es la crítica de la civilización deshumanizada que provoca tantas injusticias. En este poema surrealista y existencialista, Lorca nos presenta el
insomnio de Nueva York, con un clima de pesadilla: nadie duerme en el cielo ni en el mundo; pero, si a alguien se le ocurriera cerrar los ojos, habría que
azotarlo porque la vida es injusta y cruel y no se admiten el reposo ni el sueño. Lorca hace una crítica de la ciudad de Nueva York porque representa la
sociedad materialista, deshumanizada, mecanizada y opuesta a la naturaleza. Todo esto provoca injusticias sociales, dolor y muerte. Por tanto, el ser
humano tendrá que rebelarse. De hecho, como maldición y como profecía, se anuncia la rebelión de los animales (las iguanas, los caballos, las
hormigas…) contra la civilización humana.

GLOSARIO
Manar: Brotar o salir.
Sierpes: Serpientes
Escotillón: Puerta o trampa cerradiza en el suelo.
Maraña (estrofa 3): Enredo de hilos, de cabellos o de cosas semejantes.
Zarpa (estrofa 5): Mano cuyos dedos no se mueven con independencia unos de otros y que generalmente tienen potentes uñas.
Musgo (estrofa 6): Planta que carece de tejidos conductores, posee falsas raíces, tiene las hojas bien desarrolladas y cubiertas de pelos, y crece en lugares
húmedos.
MÉTRICA
El poema está compuesto de seis estrofas, de entre 6 y 12 versos cada una, de rima libre. Todo en este poema es irregular, pero no por ello menos musical.
Lorca se ve influenciado por las vanguardias de la época, el surrealismo y el modernismo sobre todo, que favorecían este tipo de formato libre. El estilo se
aviene con el tema del poema, “no es sueño la vida” (v. 14).

FIGURAS RETÓRICAS
Paralelismo: No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. / No duerme nadie, porque se repite la misma estructura en dos versos consecutivos.
Personificación: la tierna protesta de los astros
Hipérbole: hay un muerto que se queja tres años
Imágenes: los besos atan las bocas en una maraña de venas recientes.
Las metáfora e imágenes del poema crean angustia, cierto desespero, y a la vez, por ser tan inusuales, cierta alienación. Por un lado, tenemos los animales,
puestos en el contexto de la gran ciudad y metáfora de los horrores de esta: las “iguanas vivas”, el “increíble cocodrilo”, “los perros”, “los caballos”,
“las hormigas furiosas”, “los ojos de las vacas”, “mariposas disecadas”, “la piel del camello se eriza”.
También, las múltiples referencias a la muerte y a los muertos: “hay un muerto en el cementerio más lejano”, “el niño que enterraron”, “tierra húmeda”,
“al que teme la muerte la llevará sobre sus hombros”, “resurrección”, “aquel muerto”, “mano momificada”. Todo descrito en los colores de la noche y
la ciudad, negro y gris.
Sinestesia: escalofrío azul
Anáfora y polisíndeton: y al… / y al…

GUÍA 1
Muchos textos de Poeta en Nueva York deben más a la crisis sentimental de Lorca que al impacto que la gran urbe causó en el poeta granadino. “Ciudad
sin sueño” es un retrato apocalíptico y surrealista de una ciudad de la que se ha enseñoreado la muerte. La estructura del poema está marcada por las
estrofas en que se divide.
d) ¿Dónde transcurre lo descrito en la primera estrofa? ¿Y lo narrado en la segunda? ¿Qué tienen en común ambas estrofas? ¿Qué amenazas se
ciernen sobre quienes huyen al ámbito en que transcurre la primera estrofa? ¿En qué estado se encuentran quienes pueblan el espacio de la
segunda estrofa?
Lo descrito en la primera estrofa tiene lugar en el cielo, mientras que lo que se narra en lo segundo, en el mundo, aunque “no duerme nadie” en ninguno
de los dos lugares; es decir, nadie descansa ni tiene ilusiones. Los que intentan huir, como el propio poeta, se ven amenazados por “el increíble cocodrilo”
y los muertos tampoco parecen descansar; se comportan como si aún estuvieran en este mundo porque no han encontrado el descanso en la otra vida.
En la tercera estrofa el poeta nos ofrece una clave de lo que ha provocado semejante situación.
e) ¿Cuál parece el origen de tanto dolor?
Según el poeta, la vida en la gran ciudad no es sueño, sino un estado continuo de alerta y pesadilla donde se impone el sufrimiento debido a la ausencia del
amor. Recordemos que, antes de su viaje a Nueva York, el poeta había sufrido un desengaño amoroso.
No obstante, en las estrofas cuarta y quinta se vislumbra una esperanza.
f) ¿En qué consiste esa esperanza? Sin embargo, y antes de que llegue el “día” anunciado, ¿qué “panorama” nos pinta el poeta en la última
estrofa?
La esperanza que se anuncia en el poema es la resurrección de todo lo que es natural y ha sido aniquilado por la deshumanización que muestra la gran
urbe. Sin embargo, este estado de esperanza es momentáneo; el poeta nos vuelve a describir en la última estrofa la cruda realidad: “No duerme nadie por
el mundo”, “No duerme nadie”.
El sufrimiento se impone en la vida y muestra un panorama desolador.
g) ¿Con qué repeticiones y construcciones paralelísticas nos transmite Lorca la sensación de angustia?
La sensación de angustia que se adueña del poeta aparece reflejada a través de repeticiones y construcciones paralelísticas como “No duerme nadie por el
cielo. Nadie, nadie.”, “No duerme nadie”; “No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.”, “No duerme nadie”; “¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta!”.

LA GALERA
1. ¿Qué es el versículo o verso libre? ¿Cómo se genera el ritmo en el poema?
El versículo o verso libre no tiene medida ni rima, y tampoco forma estrofa. El ritmo se basa en la repetición de ideas, palabras o estructuras sintácticas
(paralelismo, anáfora): «No duerme nadie por el cielo. Nadie, nadie. / No duerme nadie [...] / ¡Alerta! ¡Alerta! ¡Alerta! [...] / y al que le duele […] / y al
que teme [...] / donde espera […] / donde espera [...] / ¡azotadlo!, hijos míos, azotadlo!».
2. Enuncia el tema del poema.
El tema de la muerte sigue siendo una de las ideas centrales, y está apoyado en un simbolismo surrealista y unido al tema del amor. Los niños (otras veces
los negros) suelen ser protagonistas de esa civilización de muerte y destrucción que caracteriza a la ciudad neoyorquina: «el niño que enterraron esta
mañana [...] / aquel muchacho que llora [...] / la mano momificada del niño». Sabemos que cuando el poeta viajó a la ciudad atravesaba una crisis
creativa y sentimental («y el que huye con el corazón roto [...] / al que le duele su dolor le dolerá sin descanso») que se refleja en su visión del paisaje.
Quería cambiar su orientación poética.
3. ¿Cómo expresa los sentimientos? ¿Con quién se solidariza?
Con desgarrados gritos de dolor y violencia. En la poesía de Lorca hay un paso del yo al nosotros (Poeta en Nueva York). El corazón malherido del poeta
se solidariza con otros corazones que sufren como el suyo.
4. ¿En qué consiste la técnica surrealista empleada en el poema?
En el uso del versículo (amplitud), la imagen visionaria o la metáfora surrealista: «vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres».
5. Tema de debate: «Lorca y algunos temas-tópicos del Barroco». Tened en cuenta los siguientes fragmentos: «No es sueño la vida. ¡Alerta! ¡Alerta!
¡Alerta! / Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda [...] las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros».
Tema para el debate (algunas ideas):
– La vida como sueño. Es el famoso tópico que recoge Calderón en su obra La vida es sueño, donde la vida puede entenderse como un sueño del cual
despiertas con la muerte. La pesadilla de lo vivido no deja dormir. El título del poema es muy significativo: «Ciudad sin sueño». El destino trágico está
presente en estos versos que nos avisan («¡Alerta!») de que «Nos caemos por las escaleras para comer la tierra húmeda». Nueva York es una ciudad con
un ritmo vertiginoso en la que no hay lugar para el sosiego, para el descanso, para soñar. Incluso la naturaleza se queja de ello: «Vendrán las iguanas vivas
a morder a los hombres que no sueñan». Por otra parte, la amenaza de la ciudad, de la vida, del mundo, no nos puede sorprender dormidos: «No duerme
nadie. / Pero si alguien cierra los ojos, / ¡azotadlo, hijos míos, azotadlo!».
– «Las copas falsas, el veneno y la calavera de los teatros»: se refiere al teatro bajo la arena, los infiernos. Donde lidiará su personal batalla el propio
taller del artista, es decir, su obra anterior, con el drama presente. Como vemos, vuelve a aparecer la idea clásica de entender la vida como un teatro
(Calderón, El gran teatro del mundo) en el que cada persona representa su papel.
– El mundo como mesón, posada, taberna («Un día / los caballos vivirán en las tabernas»), y el mundo como teatro son dos tópicos complementarios que
contribuyen a desvalorizar el mundo, sus pompas, sus riquezas.
– Lorca como hombre agónico en combate consigo mismo que «huye con el corazón roto». La obsesión por el tema de la muerte.

AUSTRAL
2. Relaciona la forma con el estilo ¿Por qué crees que utiliza este tipo de versos?
El poema está compuesto de seis estrofas, de entre 6 y 12 versos cada una, de rima libre. Todo en este poema es irregular, pero no por ello menos musical.
Lorca se ve influenciado por las vanguardias de la época, el surrealismo y el modernismo sobre todo, que favorecían este tipo de formato libre. El estilo se
aviene con el tema del poema, “no es sueño la vida” (v. 14).
3. ¿Qué sensación te producen las imágenes y metáforas del poema?
Las metáfora e imágenes del poema crean angustia, cierto desespero, y a la vez, por ser tan inusuales, cierta alienación. Por un lado, tenemos los animales,
puestos en el contexto de la gran ciudad y metáfora de los horrores de esta: las “iguanas vivas”, el “increíble cocodrilo”, “los perros”, “los caballos”,
“las hormigas furiosas”, “los ojos de las vacas”, “mariposas disecadas”, “la piel del camello se eriza”. También, las múltiples referencias a la muerte y
a los muertos: “hay un muerto en el cementerio más lejano”, “el niño que enterraron”, “tierra húmeda”, “al que teme la muerte la llevará sobre sus
hombros”, “resurrección”, “aquel muerto”, “mano momificada”. Todo descrito en los colores de la noche y la ciudad, negro y gris.
4. ¿Te resultan modernos el lenguaje y el enfoque?
Tanto la forma como el lenguaje que Lorca usa en este poema son modernos, y el lector se dará cuenta de ello sobre todo si lo compara con otras poesías
de esta antología, como los poemas del Renacimiento y el Barroco, cuando muchas veces la forma y el tema venían dados. “Ciudad sin sueño” es
moderno en la forma y la métrica, que son libres, en el tema, que es la alienación de la ciudad y el desespero que esta le produce, y en el lenguaje, con
referencias a ciudades, a tabernas, a la vez que iguanas y escotillones.
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8. Dámaso Alonso, “Madrid es una ciudad de más de un millón de cadáveres (según las últimas estadísticas)”, de Hijos de la ira (1944).
Insomnio

CONTEXTUALIZACIÓN
Dámaso Alonso fue miembro de la generación del 27. Sus primeros poemas son de concepción esteticista (con influencias del Modernismos y de Juan
Ramón Jiménez). Sin embargo, su labor poética avanza hacia una poesía desgarrada, de angustia y cólera ante el espectáculo de dolor y miseria que ofrece
la posguerra española. Dámaso Alonso vivió esta trágica época en Madrid, por lo que esta ciudad representa para él el símbolo de la agonía y
desesperación.
La poesía del desarraigo es la poesía que escribieron los “perdedores” después de la guerra civil, durante la segunda guerra mundial, frente a todo el
dolor y las muertes sin sentido que habían presenciado. El desarraigo, que apareció como contraposición a la poesía arraigada de los “vencedores”,
necesitaba denunciar la realidad que estaban viviendo. Por esa razón, desde su condición de creyente, Dámaso Alonso pide a Dios explicaciones y le
pregunta qué sentido han tenido todas estas muertes. Así, mientras la primera mitad del poema describe el ambiente de muerte y podredumbre que
gobierna en Madrid y en toda España, en la segunda mitad se pregunta a Dios “por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de
Madrid” (v. 7).

TEMA
El tema del poema es la angustia existencial del hombre, simbolizada a través de esos cadáveres, personas sin ilusiones ni esperanzas, en que se había
convertido los ciudadanos de Madrid tras la Guerra Civil. A la vez, es también una queja a Dios por abandonar a los hombres ante ese mundo de muerte.

MÉTRICA
La métrica de este poema, que consta de una sola estrofa compuesta de 11 versos, es totalmente libre.

ESTRUCTURA
Dos partes: vv. 1-14: expresa la desolación de vivir como un cadáver, sin ilusión ni esperanza vv. 15-17: el autor clama contra Dios para saber cuál es el
sentido de su sufrimiento

FIGURAS RETÓRICAS
Anáfora: Y paso largas horas
Paralelismo: por qué / se pudre… / por qué se pudren… / por qué mil millones…
Personificación de huracán: oyendo gemir al huracán; personificación de azucenas (tristes). Comparaciones: gimiendo como el huracán, ladrando como /
un perro enfurecido…
Metáfora: nicho (por “vida”, “años de vida”: me incorporo en este nicho / en el que hace 45 años que me pudro).
Las imágenes del poema, que tiene lugar durante la noche, son un tanto siniestras, angustiosas, como la imagen de Madrid llena de “más de un millón de
cadáveres” o Madrid como “nicho”. También transmiten esta sensación los sonidos que describe, “oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros o fluir
blandamente la luz de la luna”, incluso “la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.” Estas imágenes hacen referencia directa a la guerra civil
española, al desasosiego que sintieron aquellos del bando perdedor que sobrevivieron, como Dámaso Alonso.

GUÍA 1
El poema “Insomnio” de Dámaso Alonso refleja el sombrío y desolado mundo de los primeros años de la posguerra española y la segunda guerra
mundial.
a) ¿Con qué reiteradas comparaciones nos revela el poeta el devastador alcance que aquel momento histórico tuvo sobre él? En los vv. 3 y 4, ¿con
qué violentas imágenes advertimos el impacto que recibió? ¿Achaca a Dios alguna responsabilidad en tanta desolación? ¿Qué sentimiento
embarga al autor?
En primer lugar, el poeta asocia Madrid con un gran cementerio; sus habitantes y él mismo son cadáveres que se pudren también en vida. A continuación,
el poeta expresa su sufrimiento y malestar ante tanta desolación e injusticia causadas por la guerra. Por eso, Dámaso Alonso emplea comparaciones como
“gimiendo como el huracán”, “ladrando como un perro enfurecido” y “fluyendo como la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla”, a través
de las cuales se manifiesta el dolor y la rabia que siente el poeta en su interior. El poeta, embargado por un sentimiento de impotencia, desesperanza y
pesimismo, invoca a Dios para pedirle explicaciones del porqué de tanta desolación y muerte (“podredumbre”), no solo en Madrid sino también en el
mundo.

LA GALERA
1. Breve exposición oral: «Tercera etapa del grupo del 27. Después de la guerra. Exilio y España».
Con la guerra civil, Lorca ha muerto (1936), y el resto, excepto Aleixandre, el propio Dámaso Alonso y Gerardo Diego, parte para un largo exilio. El
grupo se dispersa. Cada uno sigue su camino poético, pero todos hacen a la par una poesía cada vez más humana. En el exilio, Jorge Guillén, modelo de
poeta «puro», inicia en 1950 un nuevo rumbo poético con su obra Clamor, marcado por las discordancias del mundo y el dolor del hombre. Incluso hay en
este libro una implicación contra los vencedores (fascistas). Pasados unos años, la nota dominante en Alberti, Cernuda y Salinas será la nostalgia de una
patria perdida. En España, la poesía deriva hacia un humanismo angustiado, de tonos existenciales, cuyo mayor ejemplo es Hijos de la ira, obra de
Dámaso Alonso en la que se incluye este poema. Vicente Aleixandre comienza a escribir Historia del corazón, en la que el poeta se reafirma como «una
conciencia puesta al pie hasta el fin».
2. Tema y estructura del texto. ¿Qué línea poética representa?
El poeta pide respuestas a un dios impasible ante la desolación. Podemos distinguir dos apartados. El primero ocupa casi la totalidad del texto y consiste
en una serie de preguntas retóricas dirigidas a Dios: «Y paso largas horas preguntándole a Dios». El segundo se resume en los tres últimos versos, donde
el poeta lanza una interrogación directa a Dios («Dime, ¿qué huerto quieres abonar con nuestra podredumbre?») sobre la «estéril injusticia del mundo».
Representa la poesía «desarraigada», presidida por él mismo y por Hijos de la ira, (1944), en la que el mundo es un caos y una angustia. Se trata de una
poesía existencial.
3. Identifica algunos motivos románticos que afloran en el poema mezclados con imágenes surrealistas.
– La necrofilia: «un millón de cadáveres [...] nicho en el que hace 45 años que me pudro».
– Desacuerdo con el mundo. Rebeldía, inconformismo social, tono irritado, expresados en el pasaje como reflejo de ese sentir: «y paso largas horas
oyendo gemir al huracán [...] Y paso largas horas gimiendo como el huracán [...] ladrando como un perro enfurecido».
– Sentimiento de no plenitud ante la falta de respuestas en el mundo, en el que «pasa largas horas preguntándole a Dios» sin obtener respuesta.
– Conciencia desarraigada. La angustia ante lo incompleto.

AUSTRAL
1. ¿Qué tipo de imágenes se emplean?
Las imágenes del poema, que tiene lugar durante la noche, son un tanto siniestras, angustiosas, como la imagen de Madrid llena de “más de un millón de
cadáveres” o Madrid como “nicho”. También transmiten esta sensación los sonidos que describe, “oyendo gemir al huracán, o ladrar los perros o fluir
blandamente la luz de la luna”, incluso “la leche de la ubre caliente de una gran vaca amarilla.” Estas imágenes hacen referencia directa a la guerra civil
española, al desasosiego que sintieron aquellos del bando perdedor que sobrevivieron, como Dámaso Alonso.
2. Explica el «desarraigo» que se percibe en el poema.
La poesía del desarraigo es la poesía que escribieron los “perdedores” después de la guerra civil, durante la segunda guerra mundial, frente a todo el dolor
y las muertes sin sentido que habían presenciado. El desarraigo, que apareció como contraposición a la poesía arraigada de los “vencedores”, necesitaba
denunciar la realidad que estaban viviendo. Por esa razón, desde su condición de creyente, Dámaso Alonso pide a Dios explicaciones y le pregunta qué
sentido han tenido todas estas muertes. Así, mientras la primera mitad del poema describe el ambiente de muerte y podredumbre que gobierna en Madrid y
en toda España, en la segunda mitad se pregunta a Dios “por qué se pudren más de un millón de cadáveres en esta ciudad de Madrid” (v. 7).
3. Relaciona este poema con el artículo de Larra «El día de difuntos de 1836», con el poema de García Lorca.
La métrica de este poema, que consta de una sola estrofa compuesta de 11 versos, es totalmente libre. El autor muestra el desarraigo no solo en el tema,
sino en el estilo, se niega a armonizar puesto que él no encuentra armonía en el mundo. La sensación que produce en el lector es parecida. Si se lee el
poema en voz alta, con versos desiguales y ningún tipo de rima, es probable que el lector se sienta ligeramente perturbado, inquieto, y note el descontento
más allá de en las palabras.

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