De Ladrillero A Conquistador

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DE LADRILLERO A CONQUISTADOR

Introducción

Los hijos de Dios llenos del Espíritu Santo reciben tanto en sus vidas que quedan listos para poder
dar de lo que han recibido a otros.

Versículos claves

Hechos 3: 4-6 Éxodo 5: 1-13 Éxodo 5: 5-20


Éxodo 3:18 Éxodo 1: 8-14 Mateo 10: 7-8

Si los hijos de Dios son preparados para ofrecer más de los que reciben, el cuerpo de cristo
disfrutaría de un gran crecimiento. Las personas cuando llegan a los pies de Cristo tienen muchas
necesidades, las cuales son suplidas pasando de demandar para ofrecer.

Lastimosamente hay personas en la iglesia que postergan su restauración, por tanto seguirán
siendo necesitadas y no alcanzan su consolidación y menos estarán en capacidad de servir y
ayudar a otros. Así mismo otros están tan sumidos y convencidos de sus falencias o necesidades
que creen incapaces de poder dar algo de parte de ellos, tal como sucedió con el pueblo de Israel
en Egipto estaban tan convencidos de su esclavitud que pensaban que solo eran capaces de recibir
pero no de ofrecer por lo cual no pudieron ver la tierra prometida pereciendo en el desierto.

Los cristianos también son oprimidos con exceso de trabajo y responsabilidades con el fin de que
le quiten el tiempo a Dios, pero si a pesar de estar cargados respetamos el tiempo de Dios y al
contrario buscamos ofrecer más seriamos prósperos y conquistadores.

Conclusión

Los hijos de Dios debemos procurar ser restaurados y consolidados con el fin de estar preparados
para ofrecer más de los recibimos a los demás, así nos convertiremos en personas productivas y
que aportan al crecimiento del cuerpo de Cristo.
DE LADRILLERO A CONQUISTADOR

Versículos claves:

Hechos3:4-6 Éxodo 3:18 Éxodo 1:8-13

Mateo 10:7-8 Éxodo 5:1-13 Éxodo 5:5-20

Introducción:

Cuando estamos fuera del propósito de Dios es posible que tengamos muchas cosas que ofrecer,
ya que nacemos y desarrollamos muchas habilidades en el camino, pero cuando somos parte del
propósito tenemos la oportunidad de ofrecer mucho más de lo que somos y de lo que tenemos,
puesto que en Dios lo tenemos todo y así mismo tendremos para dar a otros.

Desarrollo:

Así como pedro con la obra de sus manos y su trabajo tenía para ofrecer, así todas las personas
tienen también para ofrecer, pero nos damos cuenta que nos quedamos cortos cuando son tantas
las necesidades que hay en el mundo y no tenemos más para dar.

Hay una necesidad que surge del corazón de Dios por amor a su creación, Jesús dio todo lo que
tenía a sus discípulos para que ellos también pudieran dar a otros con la ayuda del espíritu santo,
supliendo las necesidades del pueblo que no solo se basaba en lo material, si no en la necesidades
que se encuentran en cada uno de nosotros, como la enfermedad del cuerpo y del alma.

Por lo tanto Dios no busca solo demandante si no ofertantes, refiriéndose que cuando
necesitamos cubrir aquellas necesidades que no podemos encontrar por nuestros medios, Dios a
través de su unción nos da lo que necesitamos, y después estamos preparados para dar por gracia
de lo que se nos fue dado.

A veces parece extraño de que antes podíamos tener más tiempo para muchas cosas y cuando
empezamos a caminar en obediencia todo se torna más complicado, nos sentimos más cansados y
surgen más ocupaciones de lo normal, pues estas son una de las tácticas de satanás para que nos
estanquemos. Cuando esto sucede debemos cortar cualquier tiempo menos el de Dios para que
no surjan más excusas.

Conclusión:

Dios quiere que nos levantemos como parte del ejercito apto para dar, cuando tenemos mente de
mendigo siempre vamos a querer recibir, victimizarnos en el dolor y en las necesidades, sin tener
en cuenta que hay personas que necesitan más que nosotros y esperan por nosotros, pero si
creemos que somos grandes en Dios siempre vamos a tener para dar, de lo contrario esto nos
hace tener mente de pobres, destinándonos a nosotros mismos al estancamiento y así mismo a los
demás.

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