El Cliente en Japon
El Cliente en Japon
servicio al cliente
El servicio al cliente en Japón es exquisito, algo que llama mucho la atención a los
turistas que visitan el país y es algo que podemos entender analizando la
palabra okyakusama.
Una de ellas era regular los signos de ostentación de los mercaderes, que en muchas
ocasiones tenían más poder adquisitivo que los propios samuráis pero que eran de
una clase social inferior y por lo tanto no podían mostrarlo.
De ahí que los mercaderes, por miedo al poder de los samuráis y a su régimen que
aplicaba justicia con poder absoluto, elaboraran formas de cortesía muy
elaboradas. El esmero en el servicio y la cortesía era, pues, una cuestión de
supervivencia que ha llegado hasta nuestros días y es la razón por la que en Japón se
nos da la bienvenida cuando entramos en cualquier local o se nos da las gracias
siempre al salir del mismo, entre otras cosas. Recordemos, además, que en Japón
hay cierto culto a las formas (el concepto del rei), así que más razón todavía para
tratar al cliente como un invitado de lujo, porque es «lo que toca».
Da igual que sea una tienda de artículos de lujo, unos grandes almacenes, una tienda
abierta 24 horas, un pequeño bar de yakitori. Da igual que hayas comprado o no.
Siempre se te dará la bienvenida y se te darán las gracias, ademas´de servirte con un
trato simplemente exquisito.
Por ejemplo, os contamos un caso personal. Quizás sepáis que Luis mide 1,94cm, por
lo que los yukata ‘estándar’ de los ryokan con baños termales suelen quedarle cortos
y pequeños. En más de una ocasión, en vez de tener que ser nosotros los que
pidamos una talla más grande, nos hemos encontrado con un yukata de mayor
tamaño en la habitación específicamente para él o nos lo han traído enseguida
después de hacer el check-in. Para nosotros, esto es un claro ejemplo de hospitalidad
japonesa.
La atención al detalle como forma
de omotenashi
El término japonés kodawari (こだわり) hace referencia a la atención al detalle, a ser
preciso y a tener en cuenta todos los aspectos de un trabajo. Naturalmente, es parte
intrínseca del omotenashi.