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FRECUENCIAS DE FORMAS VERBALES EN EL

ESPAÑOL HABLADO EN MÉXICO


1. Introducción
El español de América —tachado en ocasiones de arcaico1— mues-
tra en varios aspectos su carácter innovador. Uno de éstos es
la reducción del paradigma verbal "académico", observable
a lo largo de toda América. En esta, nota me limito a presentar
algunas estadísticas sobre el español hablado en México. Persigo
dos finalidades: a) Ver en forma más o menos precisa la frecuen-
cia de formas verbales en la norma culta del español hablado en
la ciudad de México; b) Hacer una comparación simple, no
exhaustiva, entre las frecuencias verbales en una muestra de
lengua hablada actual —la mexicana— y las de una muestra
de lengua escrita del español moderno, con preferente atención
al español americano.
Esa peculiaridad del español mexicano —reducción del
paradigma verbal— llamó ya la atención de Juan M. Lope
Blandí, quien en un estudio, no estadístico, advirtió que mu-
chos de los tiempos de la conjugación española han desaparecido
en México, y que varios otros se usan en forma mínima.3 An-
teriormente William E. Bull, en un interesante artículo esta-
dístico,3 había presentado cuadros de frecuencias de formas ver-
1
"El fondo idiomático [del español americano] aparece vivamente colo-
reado por el arcaísmo" (A. ZAMORA VICENTE, Dialectología Española, l¿? ed.,
Madrid, 1%7, p. 378). "En la morfología y sintaxis el español de América
mantiene arcaísmos" (R. LAPESA, Historia de la lengua española, 6* ed.,
Madrid, 1965, p. 358).
2
Cf. JUAN M. LOPE BIANCH, "La reducción del paradigma verbal en
el español de México", Actas del XI Congreso Internacional de Lingüís-
tica y Filología Románicas, C.S.I.C., Madrid, pp. 1791-1807.
3
Cf. WILLIAM F. BULL, "Modern Spanish Verb-form Frequcncies", His-
pania, XXX (1947)f pp. 451-466. 1.a estadística de Bull en que me baso
para la comparación que haré a lo largo de esta nota, es la que aparece
en el cuadro II del artículo citado bajo el título de "Verb form frequcn-
cies in complete texts", p. 458. Escogí esta estadística en particular debido
a que en ella se graficaron en su totalidad las formas verbales de textos
completos (cuento, novela, poesía, teatro y ensayo). De igual manera,
yo consideré en su totalidad las formas verbales documentadas en encues-
tas completas; de tal modo que la comparación de estos dos tipos de fre-
cuencias me parece admisible.
176 JOSÉ G. MORENO DE ALBA

CUADRO 1
Informantes y encuestas
FRECUENCIA DE FORMAS VERBALES EN MÉXICO 177

bales, sobre lengua escrita. En estas cuidadosas estadísticas me


baso, como punto de comparación, cuando me refiero a lengua
escrita. A manera de complemento a estas investigaciones, ofrez-
co ahora cuadros de frecuencias verbales en el aspecto que fal-
ta: estadística de lengua hablada.
El material que aquí presento corresponde a diez horas de
grabaciones magnetofónicas en que intervienen 22 informantes
cultos,* tanto en conversaciones libres con el investigador, como
en conversaciones entre dos informantes, encuestas secretas (en
las cuales no sabe el informante que está siendo grabado), con-
ferencias no leídas, etc., según se puede ver en el cuadro núm. 1.

2. Cuadros de frecuencias.
El total de formas documentadas en estas diez horas de gra-
bación es de 11,398, lo cual representa un promedio por hora
de 1.139, distribuidas conforme se señala en los cuadros 2, 3 y 4.

2.1. Presente
Lo primero que salta a la vista es la alta frecuencia del pre-
sente de indicativo (5,854 — 51.35%), que representa más de
la mitad del total de formas verbales documentadas. Podría pen-
sarse que esa elevada frecuencia se debe al tema de la conver-
sación, o sea a que el relator narra con frecuencia algo actual.
Sin embargo, aun en conversaciones que tienen por tema el relato
de sucesos pasados (por ejemplo, la encuesta 2, informante 3)
se usa muy frecuentemente el presente. Esto es relativamente
fácil de explicar, si consideramos que, como muy bien señala
la Academia,6 el presente expresa un hecho que se repite siem-
pre que concurren las mismas circunstancias, y si recordamos,
además, los usos del presente habitual, tanto actual —coinci-
dencia del sujeto y el predicado— como habitual —con intervalos
en el desarrollo del hecho afirmado—,7 y el presente histórico.
También se usa el presente para designar lo venidero, valor

4 Por informante "culto" debemos entender aquí un informante de


nivel culto medio; o sea que culto no equivale necesariamente a intelec-
tual. Se trata por lo general de profesionistas, con cierta afición a la
lectura, que pertenecen a una clase socioculturai elevada.
6
Cf. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Gramática de la lengua española, Ma-
drid, 1962, § 290.
7
Señala la Real Academia que este uso es muy frecuente en la conver-
sación.
CUADRO 3
Promedio de frecuencia de tiempos por informante
180 JOSÉ G. MORENO DE ALBA

CUADRO 4
Frecuencia de tiempos en orden decreciente

Total: 11398

frecuente en México. Podría decirse que en la norma hispánica


general, no sólo en la mexicana, el presente es el tiempo verbal
más empleado, por sus múltiples posibilidades de significación;
en otras palabras, el hablante tiende frecuentemente a actua-
lizar —aun tratándose de acciones pretéritas o futuras— lo que
expresa, usando la forma verbal presente.8
El presente es el tiempo más empleado, no sólo en lengua
hablada, sino también en lengua escrita, como puede apreciarse
en las estadísticas de Bull (cf. nota 3 y cuadro 5).
Debe destacarse sin embargo que, habida cuenta de su alta
frecuencia general, es mucho más alto el porcentaje de uso en
lengua hablada que en escrita. Es más proclive la conversación
que la redacción a actualizar las expresiones.
8
Sobre las muchas funciones que puede desempeñar en el español co-
loquial el tiempo presente, cf. EMILIO LORENZO, El español de hoy, lengua
en ebullición, Madrid, 1966, especialmente las pp. 117-119.
2.2- Pretérito de indicativo
En lo que respecta a los pretéritos de indicativo (sin incluir
el pospretérito ni el antepospretérito), puede establecerse, en el
nivel de lengua hablada mexicana, el siguiente orden de pre-
ferencia:
CUADRO 6
Frecuencia de pretéritos

Tiempos Pije, absoluto Pije, relativo

El porcentaje de frecuencia del pretérito y del copretérito es


casi el mismo; ambos tienen, pues, la misma vigencia. No su-
cede esto con el antepresente, que muestra una evidente baja
frecuencia. El copretérito generalmente tiene la función de de-
signar acciones pretéritas imperfectas y durativas, y el pretérito
acciones puntuales perfectas. Por su parte el antepresente tiene
generalmente significación aspectual durativa o reiterativa, ma-
tiz diferente del que tiene en España.9 Posiblemente a este
significado diferente del antepresente pueda deberse la dife-
rencia de frecuencia de uso que se observa al comparar las es-
tadísticas de Criado de Val, sobre tres obras de Benavente,10
y las nuestras:

» CE. JUAN M. LOPE BLANCH, "Sobre el uso del pretérito en el español


de México", Homenaje a Dámaso Alonso, II, Madrid, 1961, pp. 373-385.
10 M. CRIADO PE VAL, El verbo español, Madrid, 1969, p. 37. La ánica
modificación en la presentación de estas estadísticas, es que me permití
sacar porcentajes a los resultados de Criado, pues él sólo presenta número
de apariciones.
182 JOSÉ G. MORENO DE ALBA

CUADRO 7
Pretéritos en México y España

Como puede apreciarse, las diferencias son importantes. Si


exceptuamos el poco uso en ambos casos del antecopr éter ico, y
la ausencia también en ambos del antepretérito, en los tres tiem-
pos pretéritos importantes del indicativo se observan discrepan-
cias de consideración. En las obras de Benavente analizadas por
Criado de Val, el tiempo más usado fue el antepresente, que
en la lengua hablada mexicana es un tiempo relativamente
poco frecuente. El copretérito y el pretérito, en el habla me-
xicana se reparten —parece— ciertos usos peninsulares del an-
tepresente.21 No es fácil saber con precisión, por falta de datos,
si estas diferencias de frecuencia hay que atribuirlas a razones
diatópicas (México/España), o al nivel de lengua (hablada/
escrita), o a una combinación de ambos factores. Esto último
parece más probable, pues si comparamos, por un lado, el uso
peculiar del pretérito y antepresente en México, notamos cier-
tamente diferencias con respecto al uso peninsular, pero por
otro lado también parecen existir diferencias en el nivel de len-
gua escrita, aunque en proporción mucho menor; comparemos
las frecuencias de Bull —en porcentajes relativos— sobre textos
predominantemente hispanoamericanos, con la lengua hablada
mexicana y la escrita de Benavente:

11
"In general, the popular preterite is much more commonly used
than the present perfect in Spanish America (with less frequency in
Perú, Bolivía, and possíbly other limited áreas of purist tencíency)": CH.
KANY, American-Spanish Syntax, Chicago, 1945, p. 162.
FRECUENCIA DE FORMAS VERBALES EN MÉXICO 183

CUADRO 8
Pretéritos en L.H., L.E, y Benavente

L.H. L.E. Benavente

Evidentemente las diferencias se establecen en forma notable


sólo con respecto a las frecuencias de Benavente. Las frecuencias
de L.E. (lengua escrita) y de L.H. (lengua hablada) hispano-
americana son bastante parecidas. Se debe concluir, pues, que
las diferencias de frecuencia, en el uso del antepresente sobre
todo, deben buscarse en razón de geografía lingüística más que
en la oposición lengua hablada/lengua escrita. En América en
general y en México en particular, el uso del antepresente —por
razones de su diferente valor significativo— se ve más restringido
que en España. Sobre el valor temporal del antepresente en
España dice Criado: "Creemos que puede atribuirse al perfec-
to, como su nota 'predominante' dentro del esquema temporal,
la de hacer referencia al pasado próximo" (Verbo español,
p. 70). No es éste el uso del antepresente en México: Por lo
general, para designar el pasado próximo perfecto se usa el
pretérito, de tal manera que estas expresiones —de pasado pró-
ximo— elevan el promedio de uso del pretérito y disminuyen
el del antepresente. Sobre el valor aspectual del antepresente
dice Criado: "No creemos nada aventurado el atribuir al per-
fecto como noción aspectiva predominante, la perfectiva" (Ver-
bo español, p. 73). Para México creo que sí sería aventurado
aplicar el valor de "perfectivo" a todos los antepresentes, pues,
como señala Lope Blandí, "el pretérito compuesto tiene sig-
nificado aspectual durativo y, como consecuencia, su valor tem-
poral es el de un pasado que llega y aun rebasa el presente".112
No quiere esto decir que éste sea su uso exclusivo, pero sí el
predominante.
Si consideramos que el copretérito cumple principalmente
una función narrativa, una especie de cuadro de fondo que sir-
ve para hacer resaltar —en pretérito— las acciones importantes,
12 JUAN M. LOPE BLANCH, "Estado actual del español en México", Pre-
sente y futuro de la lengua española, I, Madrid, 1964, p. 87.
184 JOSÉ G. MORENO DE ALBA

podemos explicarnos su alta frecuencia en la lengua hablada


y en la escrita de tipo descriptivo: "Es muy frecuente que haya
en este último acto [de las obras de Benavente] una gran can-
tidad de elementos descriptivos de evocación, que influyen en
la mayor abundancia que en él se encuentra de formas del
imperfecto y del pluscuamperfecto" (Criado de Val, Verbo es-
pañolf p. 27).
Otra conclusión: El antecopretérito es un tiempo de muy
poco uso; su frecuencia es mínima en lengua hablada y escri-
ta, de aquí y de España. En México se tiende a suplirlo por
el copretérito, el pretérito y el pretérito de subjuntivo. Tiempo
totalmente muerto, en lengua escrita y hablada, peninsular y
americana, es el antepretérito.

2.3. Futuro y antefuturo de indicativo


La decadencia del futuro en -re es un fenómeno del español
de América abundantemente documentado.13 Comparemos su
frecuencia con datos precisos, usando las estadísticas de Bull,
para oponer lengua escrita a lengua hablada:

CUADRO 9
Futuro y antefuturo de indicativo

L.E, L.H.

Futuro 2.26% 0.98%


Antefuturo 0.098% 0.052%

Dentro de su muy baja frecuencia en ambos niveles, puede


notarse que el promedio de uso del futuro en la lengua escrita
duplica ampliamente al de la lengua hablada. La diferencia
es mínima en lo tocante al antefuturo. En México, en la len-
gua hablada, tiende generalmente a sustituirse el futuro por la
perífrasis ir a -\- infinitivo o por el presente.14 El uso del ante-
13
Cf. mi artículo "Vitalidad del futuro de indicativo en la norma culta
del español hablado en México", Anuario de Letras, VIII, (1970), pp. 81-
102.
14
En mi artículo, citado en la nota anterior, llego a la conclusión de
que en México la expresión verbal de lo venidero se distribuye aproxi-
madamente así: perífrasis ir a -\- infinitivo = 51%; presente de indica-
tivo — 25.8%; futuro en -re = 23.2%.
FRECUENCIA DE FORMAS VERBALES EN MÉXICO 185

futuro, en mis materiales, se limita generalmente a expresar la


posibilidad en el pasado; sólo en un caso expresa la idea aca-
démica de un futuro anterior a otro.15 Es muy posible que esto
mismo suceda en la lengua escrita.
2.4. Pospretérito y antepospretérito
Estos tiempos verbales están también en franca decadencia,
tanto en la lengua escrita, como en la hablada:
CUADRO 10
Pospretérito y antepospretérito

El pospretérito es frecuentemente sustituido por la perífrasis


ir a -f- infinitivo con verbo conjugado en copretérito, o bien
por el copretérito.16
2.5. Infinitivo y gerundio
Debido a que el infinitvo y el gerundio no son fácilmente
sustituibles por formas conjugadas —sobre todo el infinitivo—,
pudiera pensarse que no habría grandes diferencias de frecuen-
cia en estas formas entre la lengua hablada y la escrita. Sin
embargo, al observar los porcentajes, nos damos cuenta de que
sí hay diferencias notables:
CUADRO 11
Infinitivo y gerundio

i» En una investigación mía anterior (La expresión verbal de lo fu-


turo en el español hablado en México, Tesis, UNAM, 1970), no encontré,
en 100 horas de grabación, dentro de las 21 formas de antefuturo docu-
mentadas, ni un solo caso de antefuturo con significación "académica".
IB "La forma aguda en -ia tiene una gran semejanza con las formas del
condicional y nada de extraño tiene que se establezca una analogía entre
ambos, que contribuye a dar al imperfecto un valor modal hipotético"
(CRIADO, Verbo español, p. 94).
186 JOSÉ G. MORENO DE ALBA

Creo que la diferencia de uso a favor de la lengua escrita


—más del doble en el infinitivo y cuatro veces más en el ge-
rundio— tiene una posible explicación: Tanto el infinitivo como
el gerundio son frecuentemente núcleos de oraciones subordi-
nadas. Ahora bien, es sabido que la subordinación —sobre todo
en períodos de cierta complejidad— es característica de la lengua
escrita, no de la hablada, que recurre con mayor frecuencia
a la yuxtaposición.

2.5. El subjuntivo
Dentro del modo subjuntivo casi no existen diferencias, en
el uso de los tiempos, entre lengua hablada y escrita:

CUADRO 12
Modo subjuntivo

La única diferencia perceptible —no muy notable, ciertamen-


te— está en el presente, que es más frecuente en la lengua ha-
blada que en la escrita. Posiblemente esta pequeña diferencia
se deba al reiterado uso en la lengua hablada de ciertos clichés
lingüísticos ("digamos" y "o sea", sobre todo),17 que se evitan
en la escrita. La semejanza en la frecuencia de los demás tiem-
pos es asombrosa. Como fácilmente puede notarse, el antepre-
sente y el antepretérito son formas verbales de muy poro
empleo, sobre todo el anteprcsente, que tiende a sustituirse por
el presente de subjuntivo.18

J7 En mis materiales de presente de subjuntivo apareció 49 veces la


expresión "digamos" (7.3% del total de 666 apariciones).
IB "El perfecto de subjuntivo es otro de los tiempos verbales que están
en franco retroceso. Normalmente ocupa su lugar el presente de sub-
juntivo, aunque con ello el valor aspectual perfectivo quede relegado" (LOPE
BLANCH, Reducción del paradigma verbal, p. 1797).
FRECUENCIA DE FORMAS VERBALES EN MÉXICO 187

2.6. El imperativo
El uso del imperativo en lengua hablada se reduce casi total-
mente a ciertos clichés del tipo "fíjate", "figúrate", "espérate",
"mira", etc., en expresiones corno: "Sí, pues fíjate que la Aso-
ciación está dividida en..."; "Figúrate qué honor recibimos
cuando. .."; "Ahí sí —espérate un segundo— ahí sí no creo
que..."; "Ay, pues mira} no puede uno...", etc.
Evidentemente no creo que en lengua escrita sean éstos los
únicos usos del imperativo; sin embargo, lo que es curioso cons-
tatar es que, tal vez por mera coincidencia, las frecuencias de
esta forma verbal sean casi idénticas en lengua hablada y es-
crita:
CUADRO 13
El imperativo

L.E. L.H.
2.22% 2.24%

3. Conclusiones
En el español hablado en México, dentro del modo indica-
tivo, los tiempos más vigentes son: el presente —con mucho
la forma más frecuente—, el copretérito y el pretérito. Como
tiempo de poco uso: el antepresente. Tiempos en decadencia
más o menos notable son: el futuro, el antecopretérito, el pos-
pretérito, el antepospretérito y el antefuturo. El antepretérito
es tiempo totalmente muerto.
Por lo que toca al subjuntivo, los tiempos vigentes son: el
presente —dentro de este modo, también supera con mucho a
los demás tiempos— y el pretérito. Poco uso tienen el antepre-
térito y el antepresente; totalmente fuera de uso el futuro y
el antefuturo.19
19
Las conclusiones a que llego son esencialmente las mismas de Juan
M. Lope Blandí, en su artículo citado en la nota 2, aunque con algunas
pequeñas variantes: él considera el antepresente como tiempo plenamente
vigente dentro del indicativo; lo mismo que el antepretérito dentro del
subjuntivo. Mis estadísticas me indican que estos dos tiempos no pueden
considerarse sino como formas verbales de poco uso, debido tal vez a que
su campo de significación, en el español de México, es más reducido.
(Cf. LOPE BLAWCH, Reducción del paradigma, p. 1800),
188 JOSÉ G. MORENO DE ALBA

La forma infinitiva tiene plena vigencia; no así el infinitivo


compuesto, del que sólo documenté 14 casos (0.85%). El gerun-
dio es forma verbal de baja frecuencia (1.41%); el gerundio
compuesto sólo apareció una vez. El participio, en función ple-
namente verbal, apareció 50 veces (0.43%).
Por lo que toca a la confrontación lengua hablada/lengua es-
crita, observemos el siguiente resumen de frecuencias:

CUADRO 14
Resumen de frecuencias

* Formas verbales que no se documentan en las estadísticas de Bull.

En general tienen más "juego", más uso, los tiempos verba-


les en la lengua escrita que en la hablada. El único tiempo
preponderantemente más usado en la lengua hablada que en la
escrita es el presente. Los otros, con pequeña diferencia a fa-
FRECUENCIA DE FORMAS VERBALES EN MÉXICO 189

vor de la lengua hablada, son el presente de subjuntivo y el


imperativo.20
Sólo el infinitivo muestra una clara diferencia de uso en fa-
vor de la lengua escrita. Con diferencias menores, aparecen
el pretérito, el gerundio y el futuro. En los demás casos, la
diferencia a favor de la lengua escrita es mínima.

JOSÉ G. MORENO DE ALBA

Centro de Lingüística Hispánica.

20 No puedo decir que el gerundio compuesto y el futuro de subjun-


tivo tengan mayor uso en la lengua hablada que en la escrita, pues de
hecho aparecieron una vez cada uno en mis materiales; el hecho de que
el porcentaje de uso favorezca a la lengua hablada —por una minucia
de cinco milésimas— puede deberse a que mis materiales son menos abun-
dantes que los de Bull.

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