La Leyenda Inca Del Eclipse

También podría gustarte

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 3

La Leyenda Inca del Eclipse

Al inicio del tiempo, antes de que los seres humanos y todo lo que conocemos sobre la
tierra existan y luego de crear a este planeta, Viracocha (Dios Inca creador de todo el
universo), dio origen a dos astros para iluminarlo y permitir la vida sobre él, estos astros
eran el sol y la luna. Uno marcaría la llegada del día y la otra de la noche una vez que su
máxima creación, a la que llamaría hombre, habitara la tierra.
Pero ellos no conocían el destino para el que habían sido creados y se enamoraron
profundamente, vivieron un intenso romance hasta que un día su creador terminó de formar
al mundo y puso al hombre a vivir en él, entonces decidió que era el momento de crear la
división entre el día y la noche, así el sol y la luna debieron separarse.

El sol al ser el más fuerte de los dos soportó con valentía el dolor de la separación y brillaba
con toda su fuerza y poderío pero la luna no consiguió la fuerza para soportar no estar con
su amor y solo podía brindar al mundo una luz tenue y gris que nada iluminaba. El
todopoderoso Viracocha al ver la tristeza de la luna que no le permitía desplegar la
intensidad de luz con la que Él la había dotado para iluminar el camino de los enamorados
en la oscuridad y por no conocer que causaba tanto pesar, decidió crear brillantes estrellas
que la acompañaran con sus luces en el cielo nocturno, pero esto no lograba hacer sentir
mejor a la luna ya que la única compañía que la haría feliz sería la de su sol.
Mientras tanto el sol, que no soportaba ver sufrir a la luna, brillaba con más y más fuerza
para intentar así que su calor llegara hasta su amada y hacer que lo sintiera más cerca de
ella, de esta forma, de tanto brillar consiguió el título de astro rey, pero esta distinción no
lograba matar la tristeza de saber que su querida luna era tan infeliz. La luna, que no
consiguió sentir el calor del sol ya que estaban tan lejos cayó en una tristeza tan profunda
que su luz se apagaba cada vez más y su pesar aumentó cuando supo que su creador había
diseñado un fenómeno celeste que se apreciaba desde la tierra en el que ese planeta se
interponía entre los rayos del sol y ella, esto no solo provocaba que ella no fuera visible
para los hombres sino que también causaba que no pudiera ver a su amor ni siquiera de
lejos como hasta antes de ese raro acontecimiento, al que los hombres llamaron eclipse de
luna.
El generoso Dios al enterarse por una de las estrellas, que se había convertido en confidente
de la luna, cuál era el motivo de su tristeza decidió, con su infinita bondad, crear un
momento único donde los dos astros más luminosos que había creado pudieran estar juntos,
este momento recibió el nombre de eclipse de sol.
Desde ese instante el sol y la luna brillan ilusionados esperando ese mágico y raro momento
en el que pueden permanecer juntos en el cielo y amarse.

Aquí en la tierra los hombres esperan con impaciencia para ver ocurrir ese maravilloso
evento en el que el astro sol y la luna, que finalmente logro convertirse en la luz guía de los
enamorados, se aman como lo habían hecho al inicio de su existencia cuando no conocían
su destino.
Pero los seres humanos no pueden presenciar este espectáculo de frente porque quedarían
ciegos al instante ya que sus ojos no soportarían el resplandor de tanto amor desatado en el
firmamento.

También podría gustarte